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(Expte. CJS 36.205/13 – Ten)

(Registro: Tomo 181:893/902)


Salta, 16 de octubre de 2013.
Y VISTOS: Estos autos caratulados ​“TEN, MARIEL DEL CARMEN
VS. MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CIENCIA Y TECNOLOGÍA; PROVINCIA DE
SALTA – AMPARO - RECURSO DE APELACIÓN” (Expte. Nº CJS 36.205/13),
y______
____________________________​CONSIDERANDO​:
1º) Que contra la sentencia de fs. 140/145 que rechazó la
demanda de amparo e instó al Ministerio de Educación, Ciencia y
Tecnología para que en el término de 8 meses de notificado del
decisorio arbitre los medios tendientes a la definición del
estatus laboral de la Ing. Mariel del Carmen Ten, interpusieron
sendos recursos de apelación la amparista (fs. 150/154 vta.), el
Ministerio demandado (fs. 155/160) y la Provincia de Salta (fs.
163/165 vta.).

Para así decidir, el juez de grado consideró que la


pretensión de la actora dirigida a obtener el cese de la
violencia laboral y su protección psicológica en razón de los
presuntos actos de persecución, acoso y hostigamiento sufridos
resulta improcedente frente a la naturaleza excepcional que
caracteriza a la acción de amparo. En tal sentido, afirmó que no
se ha demostrado en el caso la ineficacia de las vías legales
paralelas o previas existentes.
Sin perjuicio de la decisión adoptada, el juez del amparo
resolvió instar a la demandada para que defina la situación
laboral de la actora por cuanto consideró acreditadas en la causa
las afectaciones sufridas por aquella en su salud y que, en su
criterio, obedecieron a los diversos hechos que la Ing. Ten
calificó como de acoso laboral o mobbing.
A fs. 166 se rechazó por extemporáneo el recurso de
apelación deducido por la Provincia de Salta.
Al expresar los agravios la actora (fs. 150/154 vta.),
arguye la arbitrariedad de la sentencia impugnada por haber
omitido considerar la violencia laboral sufrida, la que en su
criterio constituye un fenómeno que ocasiona al trabajador
consecuencias físicas, emocionales y psicológicas que merecían un
pronunciamiento por parte del juez, máxime frente al vacío
legislativo existente en la materia. Por el contrario, señala que
en el caso se dio prioridad a la presunción de legalidad del
actuar de la administración.
Por su parte, al expresar los agravios el Ministerio de
Educación, Ciencia y Tecnología (fs. 155/160), valoró que el
razonamiento seguido en la sentencia resulta contradictorio, ya
que luego de sostener que los hechos propuestos en el amparo
pertenecen a la esfera administrativa, insta a su parte a definir
la situación laboral de la actora.
Entiende que no existen constancias suficientes que
acrediten la relación de causalidad entre las afecciones
invocadas por la amparista y la conducta asumida por la
administración. Sostiene que resulta necesaria la conclusión de
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los sumarios administrativos sustanciados en la Dirección General


de Personal de la Provincia.___
Alega que la sentencia priorizó el interés personal del
amparista por sobre el interés educativo y que la cuestión
pertenece a la zona de reserva de la administración.
En definitiva, solicita la revocación del punto II del
fallo apelado.
A fs. 210/212, se pronuncia el Sr. Fiscal ante la Corte Nº
1 por el rechazo del recurso de apelación deducido por la
amparista y la admisión de la impugnación promovida por la
demandada, conforme los argumentos que allí explicita.
2º) Que como lo ha destacado reiteradamente esta Corte, la
viabilidad del amparo requiere no sólo la invocación de un
derecho indiscutible cierto y preciso, de jerarquía
constitucional, sino también que la conducta impugnada sea
manifiestamente arbitraria o ilegítima y que el daño no pueda
evitarse o repararse adecuadamente por medio de otras vías (cfr.
Tomo 61:917; 64:137; 66:303, entre otros).
Constituye así el amparo un proceso excepcional que exige,
para su apertura, circunstancias muy particulares, caracterizadas
por la presencia de arbitrariedad o ilegalidad manifiestas que,
ante la ineficacia de los procedimientos ordinarios, originen un
daño concreto y grave, sólo eventualmente reparable por esta vía
urgente y expeditiva.
3º) Que ya en el análisis del caso, de las constancias de
autos se desprende el desenlace de una particular situación que
revela graves problemas de convivencia en el ámbito laboral entre
la actora y los miembros de la comunidad educativa de la Escuela
de Educación Técnica Nº 3140 “Dr. Francisco de Gurruchaga”. En
tal sentido y en lo sustancial de la documental agregada, surge
la instrucción de un sumario administrativo en contra de la
amparista en relación a diferentes irregularidades en su gestión.
Así, el dictamen nº 1070 del 31/5/12 (Expte. Nº
102-15.781), relata de modo pormenorizado los diferentes hechos
que llevan a aconsejar el traslado de la actora a fin de
posibilitar la investigación administrativa en el marco del
Decreto nº 2734, art. 22 con la finalidad de restituir el orden
institucional, administrativo y pedagógico en esa casa de
estudios. Tal sumario administrativo se autorizó por Resolución
nº 1426/12, al mismo tiempo que dispuso su traslado en calidad de
medida preventiva.
Cabe aclarar que lo aquí descripto no agota la totalidad de
actuaciones que se formaron en sede administrativa con objeto de
indagar sobre diferentes denuncias que tuvieron por protagonista
a la amparista (ver, además, Resoluciones nros. 5071/11,
1956/11).
4º) Que de lo expuesto se desprende con claridad la
ausencia de una conducta ilegítima o palmariamente arbitraria en
la demandada ya que la decisión del Ministerio de Educación de
trasladar provisoriamente a la actora, mientras tramite el
sumario iniciado en su contra, implica el ejercicio de facultades
disciplinarias por parte de la Administración. Es que resulta
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esencial que mientras se resuelva la eventual responsabilidad que


pudiera caberle en los hechos supuestamente protagonizados en el
establecimiento educativo, se brinde una respuesta urgente para
la normal prestación del servicio.
Al respecto se ha señalado que tal ejercicio comporta una
potestad propia del poder administrador, derivada de la especial
relación de sujeción a que se encuentran sometidos
voluntariamente los empleados de la Administración (Parada
Vázquez, Ramón, “Derecho Administrativo”, Marcial Pons Ediciones
Jurídicas S.A., sexta edición, Madrid, 1992, Tomo II, pág. 463)
que, en la medida que ha sido rectamente empleada dentro de los
límites legales o estatutarios, y con arreglo a una apreciación
razonable de las circunstancias del caso, no resulta en principio
revisable por los jueces (cfr. Tomo 56:933).
En ese sentido, cabe señalar que al Poder Judicial no le
corresponde juzgar acerca del acierto con que los restantes
poderes ejercen potestades que les son privativas (CSJN, Fallos,
98:20; 147:402; 160:247; 247:121; 275:218; 303:1029). Es por ello
que, dentro del marco excepcional del amparo, no se advierte
ilegalidad en el traslado dispuesto por la demandada, al no haber
logrado la actora acreditar que la Administración, al disponerlo
en forma provisoria mientras tramita el sumario, hubiera excedido
las facultades concedidas por el reglamento de investigaciones
administrativas.
5°) Que resta señalar que un ensanchamiento indebido del
cauce del amparo provoca, sin dudas, su desnaturalización, con la
consecuente afección al principio del debido proceso, por la
cognición limitada que implica su trámite y el descalabro de todo
el mecanismo jurisdiccional. Una postura contraria importaría
derogar lisa y llanamente toda legislación procesal vigente y
tramitar cualquier cuestión por la vía del amparo, en razón de
que siempre se hallaría en discusión algún derecho que
necesariamente tiene rango constitucional (cfr. esta Corte, Tomo
76:1086, entre otros).
6°) Que en razón de lo expuesto, corresponde rechazar el
recurso de apelación interpuesto por la amparista. Con costas
(cfr. art. 67 C.P.C.C.).
7º) Que en relación a la impugnación deducida por el
Ministerio demandado, cabe adelantar su procedencia.
En efecto, el juez del amparo, luego de concluir en la
impertinencia de la vía excepcional y residual empleada y de
razonar que el cauce más idóneo para resolver el conflicto
generado en autos es el pendiente en sede administrativa, terminó
ordenando al Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología para
que en el término de ocho meses de notificado arbitre los medios
tendientes a la definición del estatus laboral de la amparista,
cuestión ajena a la pretensión esgrimida en el caso.
Es que del contexto fáctico planteado en la demanda y de
los hechos que resultaron controvertidos, en ningún momento se
introdujo dicho punto relativo a la situación laboral de la
actora. Debe recordarse que la accionante centró su petición en
el cese de los presuntos actos de violencia y acoso laboral y, en
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carácter de medida cautelar, de naturaleza estrictamente


instrumental, solicitó el mantenimiento de su estatus laboral al
momento de deducir la acción de amparo.
Cabe resaltar que la sentencia es una forma de terminación
del proceso judicial que contiene la decisión del juez sobre la
controversia llevada a su conocimiento. De allí que las
facultades resolutorias del órgano jurisdiccional se encuentran
limitadas por el principio de congruencia, en virtud del cual
debe existir identidad entre lo resuelto y lo controvertido
oportunamente entre las partes (esta Corte, Tomo 67:845). En el
caso, precisamente, el fallo ha incurrido en el vicio de resolver
“citra petita”, en cuanto el juez no adecuó estrictamente su
pronunciamiento a las cuestiones articuladas en la pretensión de
la actora.
Por lo expuesto, entonces, corresponderá acoger el recurso
del Ministerio demandado. Con costas en aplicación del principio
objetivo de la derrota.
Por ello,
________________________​LA CORTE DE JUSTICIA​,
_____________________________​RESUELVE​:
I. ​RECHAZAR el recurso de apelación de fs. 150/154 vta. Con
Costas.
II. ​HACER LUGAR al recurso de apelación de fs. 155/160 y en
su mérito, ​revocar el punto II de la sentencia de fs. 140/145.
Con costas.
III. MANDAR que se registre y notifique.

(Fdo.: Dres. Guillermo A. Posadas -Presidente-, Guillermo A.


Catalano, Guillermo Félix Díaz, Abel Cornejo, Gustavo A.
Ferraris, Susana Graciela ​Kauffman de Martinelli y Sergio Fabián
Vittar -Jueces de Corte-. Ante mí: Dr. Gerardo J. H. Sosa
–Secretario de Corte de Actuación-).
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