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Universidad Centroamericana José Simeón Cañas

Departamento de Filosofía
Materia: Filosofía del siglo XIX
Ciclo: 01-2019
Alumno: Ingrid Azucena Pojoy Yocuté
Carnet: 00252615

Prólogo a contribución a la crítica de la economía política 1859, Karl Marx

En este prólogo Marx inicia con una crítica sobre la filosofía de Hegel, quien afirma que la
realidad y la historia está sujeta a cambios continuos que tiene su origen en diversas
contradicciones, pues según él ningún fenómeno independiente de otro y, por tanto, pueden
ser explicados racionalmente. Ante esto Marx hace su propia conclusión diciendo: “tanto las
relaciones jurídicas como las formas de Estado no pueden comprenderse por sí mismas ni
por la llamada evolución general del espíritu humano, sino que, por el contrario, radican en
las condiciones materiales de vida...”

El autor enfatiza que los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e


independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase
determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales; afirmando que dichas
relaciones en su conjunto forman la estructura económica de la sociedad, siendo esta la base
real en la que se levanta la superestructura jurídica y política a la que corresponden
determinadas formas de conciencia social. En el fondo este es el origen de las clases sociales
que a su vez son desiguales ya que existe una clase dominante que posee un poder político
que vela por sus intereses pues legitima estas relaciones de producción y desigualdad. Por lo
tanto, la evolución de pensamiento y el sistema no dependen de la individualidad de las
personas, sino de las condiciones económicas de la sociedad.

En opinión del autor el ser humano no es independiente de su contexto histórico, social,


cultural, social ni económico. Aunque actúen de forma individual y con cierta independencia,
siempre se encuentran dentro un marco especifico que está impuesto por la infraestructura.
Por ello afirma lo siguiente: “El modo de producción de la vida material condiciona el
proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la
que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia.”
Esta relación económica de los individuos que se da en un contexto y realidad concreto, no
es estática, sino que, conforme a la situación, que se vuelve intolerable para las clases social
más explotada, aumenta también el descontento y la indignación, es aquí donde Marx habla
de las revoluciones sociales que exigen cambios radicales. Una vez se exige que estas
relaciones cambien, van a cambiar también las relaciones de producciones y todo el sistema
se tiene que construir de nuevo.

Marx anota: “Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las
fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más elevadas
relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan
madurado dentro de la propia sociedad antigua.” Finalmente, la humanidad solo se planteará
cambios y tareas u objetivos que es capaz de resolver, ya que la propia tarea solo surge cuando
las condiciones materiales para su resolución ya existen, o cuando menos, se hayan en
proceso de surgir.

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