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La construcción industrializada

ha llegado para quedarse

Alejandro López Vidal es Director Técnico de ANDECE y dirige el Máster de


Construcción Industrializada en Hormigón de STRUCTURALIA [1]

La recuperación de la edificación está llevando emparejada diversas corrientes


(BIM y digitalización, esquemas de certificación de la sostenibilidad, etc.) que
progresivamente están transformando la forma de concebir la construcción,
desde que se planea cualquier proyecto constructivo hasta que la obra finaliza y
se entrega, e incluso durante su larga etapa de funcionamiento.
Pero si hay una auténtica tendencia que está alterando los parámetros que
hasta ahora regían los proyectos de edificios, esa es sin duda la industrialización.

En una serie de artículos que hoy comenzamos, trataremos de profundizar en lo


que aporta esta “nueva” concepción aplicada al sector constructivo y
abordándola desde distintas perspectivas para demostrar que la construcción
industrializada no sólo será la filosofía dominante del futuro, sino que ya está
presente para quedarse.

¿Qué es la industrialización en el sector


de la construcción?

La construcción industrializada se puede definir de distintas maneras, pero


posiblemente la más ilustrativa pasa por estimar el porcentaje de tareas
constructivas con respecto del total que se anticipan a la obra en sí.

Además, estas acciones se llevan a cabo en un taller o una planta industrial, un


entorno mucho más automatizado y controlado, con las consecuencias que de
ello se derivarán.
Imagen: Estructura resuelta in situ

Imagen: Estructura prefabricada de hormigon


Las imágenes permiten apreciar claramente las diferencias expuestas en la
infografía anterior.

¿Qué la diferencian respecto a la


prefabricación?
El término prefabricado es el que universalmente se ha aceptado para definir los
elementos (principalmente de hormigón, pero también de otros materiales) que
se producen en una fábrica, a una determinada distancia de la obra.

En cuanto al concepto de industrialización, va más allá, tratando de que desde el


inicio de la concepción de la obra se plantee trasladar a la fábrica la máxima
producción de elementos o sistemas que conformarán la construcción definitiva.
Por tanto, aunque se trata de conceptos cercanos, no son exactamente iguales.

Comparativa entre Construcción


tradicional e industrializada
Es aquí donde más claramente se pueden observar las diferencias entre una
forma de entender la construcción frente a la otra, como te mostramos en la
siguiente infografía:
Infografía.- Cuadro comparativo entre las principales características de la
construcción convencional frente a la construcción industrializada. Fuente [2]
La actualización necesaria de los
profesionales del sector
De forma generalizada, los programas académicos de ingeniería y arquitectura
han estado orientados a la forma clásica de construir, siendo ésta una
construcción donde la mayoría de procesos (estructura, cerramientos,
particiones interiores, etc.) se realizan en la propia obra a partir de materiales
pre-elaborados.

Esto resulta en muchos casos ineficiente, incierto y antieconómico al depender


enormemente de variables como las ambientales, la capacitación de la mano de
obra u otras.

Frente a este modelo convencional y como alternativa cada vez más pujante, se
presenta dotar a la construcción de un mayor número de procesos
industrializados, de forma que muchos de los sistemas se
preconstruyan/prefabriquen en plantas industriales para que su implantación en
obra se resuma básicamente a tareas de ensamblaje, limitando así numerosos
errores y aumentando la productividad global.

De esta forma, se hace cada vez más incuestionable que la construcción debiera
requerir de un mayor grado de industrialización, como garante de una mayor
eficiencia en los procesos de construcción, una menor generación de residuos,
un control más riguroso en obra, un aumento de la seguridad laboral y un
cumplimiento más estricto de los plazos y costes.

Y aquí el hormigón, como material de construcción de uso más extendido por


sus mejores prestaciones generales (resistencia al fuego, inercia térmica,
durabilidad, etc.) debería seguirse imponiendo frente a otros materiales
alternativos.

Pero para ello, resulta fundamental capacitar a los futuros profesionales, para
que sepan gestionar adecuadamente cualquier aspecto a lo largo de todo el
proceso constructivo. Si quieres mejorar tus conocimientos en este ámbito, pide
información sobre nuestro Máster de construcción industrializada en hormigón.

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