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Serenidad

Para Heidegger lo que ocurre con la sociedad moderna es bastante claro y a su vez
obvio. Los hombres han dejado de pensar de forma reflexiva y han comenzado a pensar
de forma calculadora.
¿Qué pasa y qué ocurre? Estos hombres modernos están insertos en una sociedad que
todo lo calcula y todo lo lleva a resultados, pasan horas y horas planificando e
investigando como hacer sus industrias más productivas, como lograr más dinero.

El pensamiento reflexivo es lo que ha dejado de lado la sociedad moderna. Ya nadie se


sienta a reflexionar las cosas y a preguntarse el porqué de las cosas. Ya nadie usa su
pensamiento reflexivo puesto que este pensamiento no aporta beneficios a las
realizaciones de orden prácticos.

Esta no utilización del pensamiento reflexivo, ha hecho que el hombre moderno sufra la
HUIDA DEL PENSAMIENTO, es decir, que esta huida de pensamiento es la razón de la
falta de pensamiento de los hombres modernos.
Con le hegemonía del pensamiento calculador hemos llegado a una sociedad en la cual
todo avanza rápido, todo se aprende rápido, todo está influenciado por los nuevos
instrumentos modernos que ha creado el hombre calculador.

Y ahora Heidegger se pregunta que nos ha llevado esto como sociedad o como hombres?
La respuesta es simple a ser una sociedad con pérdida de arraigo.
Sumado al pensamiento calculador el hombre moderno ha tenido que vivir en la época
atómica, la que tiene como estandarte a la bomba atómica y ha como a cambiado la
antigua física d

e Aristóteles para ser ahora una física más matematizada y más comprobable. Como
ahora la naturaleza juega un rol fundamental, puesto que ya no sólo me dedico a
observarla si no que ahora puedo cambiarla. Según Heidegger “ahora el mundo aparece
como un objeto al que el pensamiento calculador dirige sus ataques y a los que ya
nada debe poder resistir”.

La naturaleza pasa a ser la gasolina del pensamiento calculador. El poder y lo que se


puede lograr con la naturaleza y con el dominio de la energía atómica. El ejemplo de la
bomba atómica y el manejo de esta son un claro ejemplo que da Heidegger del poder que
tiene el hombre con este nuevo pensar, sin embargo, también da luces de cómo el
hombre aún no tiene claro conocimiento de las cosas que puede lograr con la utilización
de la naturaleza y sus recursos (tanto daños como beneficios).
Como propuesta o para contrarresta el dominio del pensamiento calculador Heidegger
recomienda hacer despertar el pensamiento reflexivo que llevan dentro todo los hombres.
Heidegger llama a los hombres a optar por el camino de la reflexión diciendo “el
pensamiento meditativo requiere de nosotros que no nos quedemos atrapados
unilateralmente en una representación, que no sigamos corriendo por una vía única en
una sola dirección” Para esto nos dice que no condenemos de forma inmediata al
mundo técnico, más bien dice que lo aceptemos y le digamos si y no de forma
simultánea , es decir, dejamos entrar a nuestro mundo cotidiano el uso de artefactos
técnicos al decirles si y al mismo tiempo los tenemos fuera, los dejamos descansar como
cosas que no dependen de ellas misma si no que de algo superior a decirles no. A este
proceso se le llamo Serenidad para con las cosas. A esto se le tiene que sumar la
apertura al misterio, en otras palabras es la actitud de mantenernos abiertos al sentido
oculto del mundo técnico.
Serenidad para con las cosas y la Apertura del misterio nos hace posible residir en el
mundo de un modo distinto. Con esto Heidegger nos invita a salvaguardar la esencia del
hombre, nos invita y nos da la solución a los problemas que es mantener despierto el
pensamiento reflexivo.
“Cuando se despierte en nosotros la Serenidad para con las cosas y la apertura al
misterio entonces podremos esperar llegar a un camino que conduzca a un nuevo
suelo y fundamento. En este fundamento la creación de obras duraderas podría
echar nuevas raíces”

¿A qué le llama Heidegger a la huida del pensar?


Heidegger define a la huida del pensar como la razón de la falta de pensamiento del
hombre, como una evasión de este, específicamente del pensamiento meditativo. Esta
falta de pensamiento se fundamenta en que hoy en día el hombre tiene todas las
respuestas a la mano, con demasiada facilidad y rapidez y no necesita de la reflexión.
Pero así como rápido obtenemos las respuestas, rápido las olvidamos y vamos perdiendo
la capacidad de pensar por nosotros mismos.
Heidegger señala que esta capacidad no se pierde del todo, porque el ser humano tiene
como característica propia el poder desarrollar la capacidad del pensamiento reflexivo,
solo que la dejamos de alguna forma estancada.
Otro punto señalado por el autor es el rotundo desconocimiento de parte del hombre de lo
que está ocurriendo, señala que nos cegamos frente a este hecho, lo negamos y no lo
queremos admitir. Incluso señalando que es todo lo contrario y que hoy en día es cuando
el pensar del hombre más frutos ha dado.

Relación entre el pensamiento meditativo con lo que Heidegger señala acerca de la


técnica y el arraigo.
El ser humano se distingue del resto de los seres vivos por su capacidad de reflexión y
meditación.
Heidegger en el texto señala que “nos olvidamos de reflexionar” y que dejamos que la
ciencia y la técnica moderna nos manejen.
La técnica hoy nos resulta más próxima que nuestro propio pensamiento, nos consume y
nos hipnotiza a través de los instrumentos tecnológicos como la televisión, el computador,
los celulares, etc. Estos nos estimulan todo el tiempo sin dejarnos un momento para llevar
a cabo la reflexión.
Todo esto nos lleva a desarraigarnos de nuestras raíces, de nuestro verdadero origen, de
nuestra identidad y de muchas veces olvidarnos de lo esencial de la vida.
Vivimos constantemente en la superficialidad, pero no es solo nuestro modo de vida lo
que nos lleva al desarraigo señalado por el autor, sino que también la época en la que nos
toco vivir. Esta época se ve amenazada por la pérdida de arraigo del hombre debido a la
revolución de la técnica, y la nueva visión del hombre de que esta nos llevara a la
verdadera felicidad.
De cierto modo el hombre se deshumaniza y a la par tiene una visión de su tierra natal
como un objeto, ya no vemos a la tierra como nuestra madre si no como algo al que con
ayuda del pensamiento calculador podemos dirigir, atacar, controlar, y sin ni una
resistencia.

¿Qué es la serenidad para Heidegger y qué relación tiene con el pensamiento?


En el texto Heidegger plantea que el hombre es tan dependiente de los objetos técnicos o
mejor dicho, de la técnica en sí, que nos transformamos en esclavos y nos amarramos al
constante perfeccionamiento de esta.
No por esto debemos deshacernos de los objetos técnicos y alejarlos de nuestras vidas,
porque a la vez el hombre los necesita, pero sí lo que podemos hacer es que estos no se
vuelvan algo indispensable para el ser humano, en otras palabras “ mantenerlos a raya”.
De esto se trata la serenidad planteada en el texto, se trata del poder que tenemos de
decir “si” o “no” frente al uso de la técnica, de disponer de estos objetos cuando lo
necesitemos y que su uso nos beneficie y a la vez tener la libertad de parar cuando lo
estimemos, evitando que terminen con la propia esencia del hombre.
Así nuestra relación con el mundo de la técnica se vuelve tranquila, serena para con las
cosas como bien dice Heidegger. Con esta serenidad también logramos mantener
despierto nuestro pensar reflexivo porque nos vemos obligados a meditar y reflexionar las
cosas que por nuestra propia voluntad no dejamos que nos entregue la técnica, logramos
desarrollar esa hermosa capacidad con la que el hombre nace y que por ni un motivo
queremos perder.

Descripción breve de los tipos de pensamiento que Heidegger menciona en el texto


Heidegger habla de dos tipos de pensar; uno es el pensar calculador, que está asociado
a un fin predeterminado y precisa de ciertas circunstancias dadas; el otro es la reflexión
meditativa, la cual es inmanente al hombre y al mismo tiempo, cada vez más, dice
Heidegger, el hombre huye de este pensar. La huida ante el pensar es una característica
de la época (la era atómica) y constituye una amenaza para el sentimiento de arraigo del
hombre: el avance del pensamiento calculador por sobre la reflexión, que lleva a la
dependencia del mundo técnico, y finalmente a la pérdida de un fundamento para la vida
humana. El camino hacia el encuentro de un nuevo fundamento, señala Heidegger, se
puede alcanzar a través de este pensar reflexivo sobre el mundo técnico, lo que nos lleva
a un estado de Serenidad para con las cosas y de apertura al misterio. Esto es: servirnos
de los objetos técnicos sin por ello dejar que devasten nuestra esencia, dejarlos entrar en
nuestra vida
a) Pensamiento calculador: Este pensamiento se da de la necesidad humana y es un
tipo de pensamiento en el que el hombre basa sus procesos mentales en la técnica y en
circunstancias ya dadas por esta para poder desarrollar un tema y sacar conclusiones.
Es el tipo de pensamiento en el cual no se reflexiona mas allá o no se da el tiempo de
meditar, porque tenemos las respuestas de antemano.
b) La reflexión meditativa: Es del tipo de pensamiento que nos da un espacio para
entender en profundidad las cosas, tener nuestras propias ideas, nuestra perspectiva de
la vida, por lo tanto le da una individualidad al ser humano.
A diferencia del pensamiento calculador en el cual solo “calculamos” las cosas, este
pensamiento reflexivo nos permite meditar sobre lo que “calculamos” y así entenderlo.
Esta reflexión meditativa es la que le da al hombre el verdadero conocimiento del origen
de las cosas, del sentido de esta vida, de nuestra existencia, etc.

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