Sunteți pe pagina 1din 43

Bases orgánicas y funcionales de la audición y del lenguaje

TEMA 4
BASES NEUROBIOLÓGICAS DEL LENGUAJE Y
LA AUDICIÓN

Profesora Dra. Mª Ángeles Castejón Martínez


macastejon@ucam.edu
ÍNDICE DE CONTENIDOS

1. RECEPCIÓN DEL LENGUAJE


1.1. RECEPCIÓN AUDITIVA
1.2. RECEPCIÓN VISUAL
1.3. CONTROL OCULOMOTOR DE LA LECTURA
2. EXPRESIÓN DEL LENGUAJE
2.1. EXPRESIÓN ORAL
2.2. EXPRESIÓN ESCRITA
2.3. CONTROL MOTOR DE LOS MECANISMOS DEL LENGUAJE
2.3.1. SISTEMA PIRAMIDAL
2.3.2. SISTEMA EXTRAPIRAMIDAL
2.3.3. SISTEMA CEREBELOSO
En este tema abordaremos los
siguientes contenidos:

– Las bases neurofisiológicas y


anatómicas esenciales del
lenguaje en el S.N.C.

– Los elementos de expresión y


de recepción del lenguaje, que a
su vez pueden corresponder
tanto a la modalidad oral como
escrita.
1. RECEPCIÓN DEL LENGUAJE
1.1. Recepción auditiva

Sonido: sensación auditiva que está producida por un movimiento


vibratorio. El sonido necesita de un medio material para propagarse, ya
sea este, liquido, sólido o gaseoso. Estas vibraciones son captadas por
nuestro oído y transformadas en impulsos nerviosos que se mandan a
nuestro encéfalo.
Para que la vibración sea audible por el ser humano el objeto debe vibrar
entre 20 y 20.000 veces por segundo. Esto equivale a decir que el sonido
audible tiene una frecuencia de entre 20 y 20.000 H
En la recepción auditiva intervienen una serie de procesos que se acoplan
concatenadamente yendo desde la conformación de la onda sonora en el aire
hasta la percepción sensorial en el lóbulo temporal de la corteza cerebral.

Para que se produzca el fenómeno de la audición se requiere:

1º La existencia de un estímulo adecuado: el sonido. Es un movimiento


vibratorio que necesita para su producción una fuente emisora de sonido,
una energía capaz de poner en marcha la fuente sonora y un elemento
transmisor que puede ser aire, agua, …

2º Un mecanismo de captación y conducción del estímulo hasta el receptor


periférico.

3º La transmisión del estímulo hasta los centros nerviosos de la corteza


cerebral donde será convertido en sensación.
En el oído interno:
El nervio coclear es la rama auditiva del nervio
auditivo u VIII par craneal (nervio craneal), el
cual termina en los núcleos cocleares ventral y
dorsal.

A partir del núcleo del par VIII, la mayoría,


aunque no todos los mensajes acústicos cruzan
la línea media y a través de la oliva
protuberancial se dirigen, por el lemnisco
lateral, al tubérculo cuadrigémino posterior. De
ahí pasan al cuerpo geniculado medial o interno
del tálamo, para terminar en el áreas auditiva
primaria del córtex cerebral.
Se conocen relativamente poco los mecanismos de decodificación de la
información auditiva en los diferentes niveles del SNC.

Por ejemplo:

- En el córtex auditivo primario, las zonas posteriores son más sensibles a las
frecuencias altas, mientras que las zonas anteriores lo son a las frecuencias bajas.

- Por otro lado, la intensidad del sonido se codificaría en el sistema nerviosos


simultáneamente por la cantidad de células excitadas y por su frecuencia de
descarga.

- La localización espacial de la fuente sonora se realiza principalmente gracias a la


diferencia de intensidad y al desfase temporal entre los sonidos recibidos
respectivamente por cada oído, aunque preferentemente del lado contralateral.
Por tanto, una sordera central no es posible si no se destruyen las dos cortezas
auditivas.
1.2. Recepción visual
Campo visual
• Es lo que abarca la mirada cuando se dirige hacia algún punto fijo, que es cualquier punto
que se mire directamente, y dentro del cual se sitúan los objetos que nuestra vista alcanza.
Es el área dentro de la cual se perciben imágenes alrededor de un objeto determinado sobre
el cual se mantiene la vista fija.
El campo visual varía de persona a persona dentro de un cierto intervalo.
• Cada ojo ve aproximadamente 150º sobre el plano horizontal y con la superposición de
ambos se abarcan los 180º. Sobre el plano vertical sólo son 130º, 60º por encima de la
horizontal y 70º por debajo.
La información visual de una región del campo visual se recibe en el lado
opuesto a la retina.
Los movimientos conjugados de los ojos permiten la fijación del estímulo
visual en la fóvea, así como los cambios o adaptaciones pertinentes para
compensar los movimientos del estímulo o de la cabeza.
La retina es mucho más que
un conjunto de células
fotorreceptoras, pues contiene
además, otras células nerviosas
cuyas interacciones sinápticas
suponen el inicio del complejo
procesamiento de las señales
visuales.
La retina contiene 5 tipos
principales de células:
fotorreceptoras, horizontales,
amacrinas bipolares, y
ganglionares, que se
estructuran en las 10 capas
(células, membranas y núcleos)
descritas por Cajal.
Células fotorreceptoras
Establecen una conexión sináptica directa con interneuroras que conectan las
células fotorreceptoras con las células ganglionares.

Conos Bastones
Reaccionan cada una a un color fundamental Conciernen a la visión con iluminación escasa.
Son muy sensitivos a cada uno de los tres Sensitivos a los cambios de luz y oscuridad,
colores básicos que componen la luz ( verde , formas (bultos), movimientos y contienen un
rojo y azul ) solo pigmento sensitivo a la luz.
Se usan para la visión de color y detectar finos No sirven para la visión de colores.
detalles Los bastones son más numerosos que los
Envían al cerebro información sobre la conos en la periferia de la retina.
percepción de los colores.
Solamente trabajan cuando la luz es brillante.
Células Bipolares:
Conectan con las terminaciones sinápticas de los fotorreceptores y transmiten las señales
hacia las células ganglionares.

Células Horizontales y Amacrinas:


Modificando el flujo de información en las sinapsis entre fotorreceptores, células bipolares y
células ganglionares existen dos tipos células: las células horizontales y las amacrinas.

- Células horizontales: están entre los fotorreceptores y las células bipolares y


establecen sinapsis de inhibición lateral para conseguir una visión más perfecta;

- Células Amacrinas. No reciben conexiones directas de los fotorreceptores, sino sólo


de células bipolares y de otras células amacrinas, estableciendo a su vez conexiones con
células ganglionares y retroalimentando también a las células bipolares.
La percepción visual de formas y contornos y el sistema que rige la
motilidad ocular, tienen especial relevancia en la actividad de la lectura.
La fóvea

Situada en el centro de la retina es la zona


de la retina donde se logra la mayor
agudeza visual.
Función: percibir los colores y los detalles
finos de la imágenes (visión aguda). Por
este motivo los conos son más abundantes
en este sector, no así los bastones.
20
Respuesta a la Luz
Células ganglionares:
De entre las células ganglionares, que marcan el inicio de las vías visuales, se
distinguen las de tipo “on” de las tipo “off”.

- Células “on” reaccionan a la luz y son inhibidas cuando ésta se extingue.

- Células “off” reaccionan a la extinción de la luz pero se inhiben con la


iluminación. A cada célula ganglionar le corresponde una región limitada del
campo visual de un diámetro de 1 a 3 grados.
Células ganglionares:
Las prolongaciones de las
células ganglionares constituyen los
nervios ópticos que se unen
formando el quiasma óptico. (Este
cruce es fundamental para la visión
binocular y la tridimensional)

Del quiasma parte hacia cada


lado la cintilla óptica que termina en
los cuerpos geniculados laterales del
tálamo y desde aquí se dirige a las
cortezas visuales de los lóbulos
occipitales.
Es a nivel cortical donde se sintetiza
la información procedente de ambos
ojos.

Algunas células reaccionan


solamente a una orientación espacial
dada del estímulo, mientras que otras
se activan por su desplazamiento. A
esta función fisiológica de progresiva
síntesis del mensaje retiniano,
captado en formas elementales, se le
añade la fisiología del movimiento de
los ojos que tiene especial relevancia
en la actividad de la lectura.
Contribuciones de los movimientos oculares:
1. Para fijar un estímulo es preciso mover la cabeza, pero no es necesario
determinar los movimientos oculares, ya que no existen sistemas
automáticos de compensación.

2. El campo visual es limitado, pero gracias a la combinación de


movimientos oculares y de la cabeza se logra un campo visual efectivo
de 360º.

3. Las ventajas de la visión binocular se pueden mantener si y sólo si se


produce un movimiento coordinado de los dos ojos.
1.3. Control oculomotor de la lectura
Cada ojo es movido, en forma conjugada con el otro, por la acción sinérgica de 2
grupos de músculos que están inervados por tres nervios craneales:

- Extrínsecos: mueve al ojo como un todo.


- Intrínsecos: están en el interior.

Ambos grupos están inervados por el III, IV y VI pares craneales (oculomotores)


Pares craneales: III, IV, V, VI y VII.
Grupo 1: III, IV y VI: controlan los movimientos
del ojo (Oculomotores)
Grupo 2: V y VII: controlan músculos,
sensibilidad de la cara y sus principales
cavidades.

El nervio oculomotor común o III par craneal


controla los músculos interior, superior, inferior u
oblicuo menor. Su núcleo se encuentra en la
sustancia gris, en el tronco cerebral.

El IV par o patético inerva el músculo oblicuo


mayor, partiendo su núcleo del tubérculo
cuadrigémino posterior.

El VI par u oculomotor externo inerva el músculo


externo, su núcleo se encuentra en la unión
bulboprotuberancial, debajo del cuarto ventrículo.
El mecanismo oculomotor implicado en la lectura consiste principalmente
en movimientos sacádicos horizontales que se efectúan preferentemente de
izquierda a derecha.

Cada movimiento sacádico, que sitúa en la zona foveal una nueva porción de
texto, es seguido de fijación ocular, durante la cual actúan los
micromovimientos. Estos dirigen la fijación temporalmente a los caracteres
adyacentes.

Una pequeña parte del tiempo de lectura se compone de movimientos


sacádicos de derecha a izquierda que permiten efectuar los cambios de línea,
así como las regresiones (miradas dirigidas hacia atrás que aparentemente se
producen cuando existen dificultades de compresión del texto o como
mecanismo corrector de los sacádicos).
Los diversos parámetros de los movimientos oculares durante la lectura
presentan marcadas diferencias interindividuales. La duración de las
fijaciones, la longitud de los movimientos sacádicos y el número de
regresiones varía especialmente según la edad, los hábitos de lectura, la
capacidad de comprensión o la patología acompañante.

Movimientos sacádicos: Son cambios bruscos de fijación (su nombre


proviene del término “sacudida”).
2. EXPRESIÓN DEL LENGUAJE
2.1. Expresión oral
Los vocablos se emiten durante la expiración, mediante la vibración de las
cuerdas vocales acompañadas de una disposición dinámica adecuada de las
diferentes partes del aparato bucolaríngeo.

Los movimientos de estos elementos están controlados por diversos


músculos y nervios craneales.

La musculatura intrínseca laríngea


ejerce una acción de válvula cerrando o
abriendo la glotis en la emisión de los
sonidos con o sin voz, respectivamente.
Está inervada por el nervio recurrente,
rama del nervio vago o neumogástrico
(X par craneal).
La musculatura palatofaríngea regula la producción de todos los sonidos y proporciona
presión intraoral en la emisión de consonantes. Aunque la inervación primaria se atribuye al
X par, el nervio trigémino y el accesorio espinal ( XI par) contribuyen en el control de los
músculos tensores del paladar blando. Además, ramas del nervio glosofaríngeo (IX par)
inervan el músculo estilofaríngeo. Clínicamente no es posible distinguir la contribución
aislada de estos pares craneales en la patología del habla.
En la articulación participan tres nervios craneales:
–La rama motora del V par craneal o trigémino regula la obertura de la
boca para articular los sonidos.
– El nervio facial (VII par),modifica la forma de los labios y las mejillas en
la producción de las consonantes labiales y las vocales.
– La modificación de la posición de la lengua y de su forma para la
producción de las consonantes linguales y las vocales es realizada por el
nervio hipogloso (XII par craneal).
La orden motriz dirigida al aparato de la fonación se origina principalmente en la
corteza cerebral, en el área motora primaria. Ésta se sitúa delante de la cisura de
Rolando.
Cada área cortical primaria controla la motilidad fonatoria del lado contrario.
2.2. Expresión escrita
La generación del mensaje neuronal para los movimientos de la escritura
tiene lugar en la zona del área motora primaria situada encima del área del
sistema fonador.

Este mensaje que transcurre por la vía piramidal desemboca en las


motoneuronas medulares contralaterales de la región cervical, las cuales
aseguran la inervación motríz de las regiones proximales por el plexo
branquiescapular y de las distales por los nervios radiales, mediano y cubital
del miembro superior.

En las personas con dominancia cerebral izquierda para el lenguaje,


generalmente es la mano derecha la que se emplean para la escritura.
2.3. Control motor de los mecanismos del lenguaje

2.3.1. Sistema piramidal


2.3.2. Sistema extrapiramidal
2.3.3. Sistema cerebeloso
2.3.1. Sistema piramidal
Está constituido por los Fascículos: Corticoespinal y Corticonuclear.

Todos los movimientos, incluyendo los que se requieren para el habla o la


escritura, se organizan en múltiples niveles del S.N.

Se pueden identificar clínicamente síndromes de afección del habla con


implicación predominante de uno, a veces de varios, de estos niveles.

El nivel de la motoneurona superior se encuentra, anatómicamente


representado en el córtex motor, situado delante de la cisura de Rolando, y
su función primordial recae en los movimientos voluntarios.
2.3.1. Sistema piramidal

Este sistema es responsable de los movimientos finos, directos, rápidos,


fásicos y orientados espacialmente. Esto se aplica especialmente a los labios,
la lengua y los dedos.

Las lesiones limitadas del sistema piramidal producen debilidad con pérdida
de habilidad, ausencia de reflejos abdominales, disminución del tono y signo
de Babinski.
2.3.2. Sistema extrapiramidal

A partir de las manifestaciones clínicas asociadas a la patología del sistema


extrapiramidal se puede deducir que:

– Este sistema contribuye a la regulación del tono muscular y de la postura


del cuerpo.

– Está implicado además, en el control de la automaticidad de los


movimientos de las extremidades y en la libertad general del movimiento.

– Parece que también suprime movimientos involuntarios no deseables,


incluyendo el temblor.
2.3.3. Sistema cerebeloso
Se considera que el cerebelo ejerce control sobre la postura y los movimientos iniciados
en otros niveles motores.

Las partes del cerebelo implicadas en movimientos voluntarios de habilidad se conectan


principalmente con las áreas motoras del cortex cerebral por medio de proyecciones en
los dos sentidos.

Integra información procedente de todos los niveles de la actividad motora.

El cerebelo modula el movimiento iniciado en la corteza motora, detectando y


corrigiendo errores que ocurren en el curso del movimiento.

Su función primordial radica en inhibir y controlar la actividad excesiva, coordinando los


niveles de las motoneuronas.

Las lesiones cerebelosas pueden producir hipotonía y errores en la fuerza y amplitud del
movimiento. Son las lesiones bilaterales o degenerativas las que más interfieren con el
habla.

S-ar putea să vă placă și