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Libro de Disciplina
dela
Iglesia Nacional Presbiteriana de Mexico, AR.
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Libro de Disciplina de la
Iglesia Nacional Presbiteriana de México, A.R.
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Libro de Disciplina
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Iglesia Nacional Presbiteriana de México, A.R.
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Contenido
Presentación 11
Prefacio 13
Introducción 19
Concentos generales 25
Definicián 25
Formas de disciplina 25
Finalidad de la disciplina administrativa 25
Finalidad de la disciplina judicial 26
Quiénes ejercen varias disciplinas 26
Jurisdicción 26
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Apéndice 209
Al>éndice 1. Declaración Universal de los Derechos Hu-
manos 211
Apéndice 2. De los Derechos de la Mujer proclamados por
la Organización de las Naciones Unidas 219
Apéndice 3. Declaración de los Derechos del Niño de la
Organización de las Naciones Unidas 227
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Naturaleza e importancia
de la disciplina eclesial
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J. - Estimular la autodisciplina.
Tanto a nivel personal como en los cuerpos eclesiásticos y
organizaciones de la Iglesia.
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como Templanza.
El énfasis que pone el Apóstol es que dicha disciplina
no solo es una fuerza o capacidad de la voluntad humana
sino que se debe más que todo a la obra del Espíritu Santo
en el interior del creyente. No es estoicismo ni capacidad
simplemente humana, es la gracia divina, haciéndonos "cre-
cer en la gracia yel conocimiento de nuestro Señor Jesu-
cristo". La práctica de este tipo de disciplina, evitará de
algún modo la comisión de faltas o delitos graves, que de-
mandan la aplicación de otro tipo de disciplina.
2. - La disciplina preventiva
Es aquella que se estimula y aplica a través de una buena
educación cristiana, una ética vigorosa bíblica, una madu-
rez robusta y todo ello para fortalecer el concepto y expe-
riencia de la realidad del Evangelio del Señor Jesucristo.
Su objetivo es prevenir, en vez de lamentar, la comisión de
delitos graves.
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Presentación
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Respetuosamente,
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Prefacio
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Representantes regionales
Norte: Pbros. Jorge Alemán Zavala, Hilario González y
A.I. Teodoro Villanueva Cedillo
Centro: Pbros. Jorge López Pérez, Samuel Trinidad B. Y
A.1. Hugo Martínez García
Sureste: Pbros. Pedro Torres Méndez, Andrés Cornelio
Dionisio y AJ. Danny Ramírez Celis.
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Introducción
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Conceptos Generales
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Primera Parte
La DisciplinaAdministrativa
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Capítulo 1
Principio 1
Una administración eficiente
Reconocemos que para el mejor desempeño y funciona-
miento del Pueblo de Dios, y con el fin de que éste cumpla
su misión encomendada por el Señor, es bueno y necesario
que se implemente en la Iglesia una adecuada y eficiente
estructura organizacional de acuerdo con las pautas y nor-
mas de la ciencia y técnicas administrativas más positivas,
reconociendo sobre todo, básicamente, los lineamientos de
las Sagradas Escrituras a este respecto.
* Ex. 18: 13-27; Nm. caps. 2 y 3; Mr. 6: 30-44; 1 P. 4: 10
Principio 2
Fieles administradores
Reconocemos que en las Escrituras, los creyentes en Cris-
to Jesús y en particular, los oficiales de la Iglesia, son lla-
mados a desempeñar sus funciones como miembros acti-
vos del Cuerpo de Cristo y se les encarga que delante de
Dios, de la Iglesia y de la sociedad sean "Buenos adminis-
tradores de la multiforme gracia de Dios".
* 1. Co. 4: 1: Tit. J: 7; J P.4: 10
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Principio 5
Administración y misión
Reconocemos que la buena administración en el Cuerpo
de Cristo es un medio para el cumplimiento de la misión
integral de la iglesia en el mundo, por lo que la estructura
organizacional no deberá enseñorearse de la misma, sino
por el contrario, servir para la gloria de Dios y lograr los
objetivos de la tarea de la Iglesia que son la esencia y pro-
pósito de todo el Cuerpo de Cristo.
*Lc.9: 1-6; 19:1-12; Hch.6: 1-7; Col. 3: 17-23
Principio 6
Orden presbiteriano
Reconocemos y aceptamos que la estructura organizacional
y administrativa de la Iglesia Presbiteriana (proveniente
de nuestra herencia Reformada) y ejercitada a través de los
cuatro cuerpos de gobierno es bíblica, sana, práctica y efec-
tiva para el cumplimiento de la misión de la Iglesia; sin
embargo, se requiere que tanto los miembros de las igle-
sias locales como los pastores y oficiales de las mismas,
estudien, se familiaricen y apliquen, con efectividad los
modos de interrelación, jurisdicción y funcionamiento de
estos cuatro cuerpos eclesiales, con el fin de optimizar al
máximo los resultados de una buena administración en la
vida y marcha de la Iglesia.
* Hch. 14: 23,15: 1-35,20: 17; Col. 3: 12-17; Tit. 1: 5
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Principio 7
Proceso administrativo integral
Reconocemos que dentro de la necesidad de una efectiva
administración de la Iglesia es un imperativo el aplicar lU1
ordenado proceso administrativo funcional que incluya las
etapas de planeación, organización, integración, dirección,
control y renovación constante de los recursos humanos y
técnicas apropiadas como factores necesarios para el logro
de la misión de la Iglesia y todo ello, bajo la dirección
imprescindible del Espíritu de Dios.
* Pro 6: 6-8; Ec. 9: .1 0,3: 1-8; Lc. 14: 28-32; Jn. 16: 5-15;
Hch. 15: 28.
Principio 8
La administracion fiel de los recursos
Reconocemos, de igual modo, que la Iglesia debe integrar,
estructurar y consolidar los recursos materiales y financie-
ros como apoyo para el sostenimiento propio de la Obra
del Señor. Para ello cada miembro y oficial de la Iglesia
Nacional Presbiteriana de México es llamado a ser un cre-
yente activo, efectivo y servicial ante el Señor y su Iglesia,
entregando con toda fidelidad, gozo y generosidad lo que
al Señor le pertenece como son los diezmos, las ofrendas,
primicias y donaciones como expresión de la entrega com-
pleta de la vida para Dios, su servicio y la extensión de su
Reino.
*Lv. caps. 2 a17; Nm. 7: 3, 31-50; Dt. 16: 17; 1 Cr. 16: 29,
29: 5; Mal. 3: 10; Ro. 12:1; 1 CO. 16: 1-2.
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Principio 9
Autoridad y dirección
Reconocemos que dentro de los principios de orden y dis-
ciplina administrativa yen la relación e interrelación de
los miembros de la Iglesia y de los oficiales de la misma
debe prevalecer y ser una norma indecl inable, el reconoci-
miento del principio de autoridad y de dirección para con
aquellos que han sido nombrados para "Presidimos en el
Señor" siempre y cuando esta autoridad no pretenda reba-
sar la autoridad de Dios y su Palabra. Pero por otra parte,
aceptamos que el reconocimiento de la autoridad, no anula
el derecho a diferir ya que Cristo nos ha "Llamado a la
libertad gloriosa de los hijos de Dios".
* Ro. 8: 21,12: 8,13: 1-8; Tit. 1: 5; He. 13: 17; 1 P. 2: 11-
17.
Principio 10
Capacitación y superación
Reconocemos que, en consonancia con los principios an-
teriores, se aspira y se demanda que tanto los miembros de
la Iglesia como oficiales, dirigentes y funcionarios de la
misma, se actualicen, se superen y se comprometan a capa-
citarse, adiestrarse y renovarse cada día, tanto en el estu-
dio de las Sagradas Escrituras como en todo aquello que
coadyuve positivamente para su crecimiento integral, con
el fin de evitar improvisaciones superfluas, deterioro y
atrofiamiento en la funcionalidad y realización de propósi-
tos y trabajos para el servicio de Cristo y de su Iglesia.
* Ro. 12: 1-2; Fil. 3: 12-21,4: 8-9; 2 P. 3: 18.
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Principio 11
Necesidad de supervisión y control óptimo
Reconocemos que la óptima administración de la Iglesia
requiere de parte de los dirigentes de ésta, la necesidad de
supervisión y control, toda vez que el ejercicio de funcio-
nes y logro de objetivos, implica un compromiso serio ante
el Señor y la Iglesia, por lo cual se hace necesario el uso de
estadísticas, organigramas, cronogramas, evaluación, crí-
tica, rectificación, entrega de informes por escrito,
muestreos, censos, encuestas que retroalimenten la super-
visión general de aquellos planes y proyectos trazados en
favor del avance de la Obra del Señor y la óptima fructifi-
cación de los miembros y oficiales de la Iglesia.
* MI. 25: 14-30; Le. 12: 41-48,17: 7-10; 1 Co. 4: 1-2
Principio 12
El reconocimiento mayor
Reconocemos que, como resultado de una adecuada admi-
nistración y la fidelidad de los "Buenos administradores"
en el ejercicio y aplicación de sus dones, la Obra del Señor
se verá beneficiada y producirá frutos efectivos para la glo-
ria de Dios y la edificación del Cuerpo de Cristo. Pero por
otra parte, aquellos que administran "La multiforme gracia
de Dios" y todos los bienes encomendados a ellos por el
Señor, recibirán de El, el reconocimiento verdadero a su
fidelidad y gozo en el servicio de su Causa.
* Mt. 25: 14-30; Col. 3: 23-24; 1. Ti. 6: 11-19; 2. Ti. 4: 7-
8; Ap. 2: 10
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Capítulo JI
Función Pedagógica
Articulo 2.- Al reconocer que, en el cumplimiento de la
tarea misionera y evangelizadora, el Señor "Añade cada
día a la Iglesia los que han de ser salvos" nos proponemos
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Función Litúrgica
Artículo 3.- Puesto que, la Iglesia como el nuevo Pueblo
de Dios es llamada a proclamar la majestad, soberanía y
gloria del Señor, así como su obra salvífica en Cristo Jesús
y expresar su gratitud, reconocimiento y adoración por
medio del culto (privado y público) "En espíritu y verdad"
ya la vez, "Presentar nuestros cuerpos en sacrificio vivo,
santo, agradable a Dios, que es nuestro culto racional". Al
constituirse la Iglesia como comunidad de fe y de adora-
ción, se propone que todos sus actos cúlticos o litúrgicos,
bien sea en público o en privado, sean hechos con todo
gozo, orden, seriedad y entrega al Señor buscando ante todo,
la gloria de su nombre y la edificación y testimonio de ella
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Función Espiritual
Artículo 4. - Considerando que la vida cristiana en su desa-
rrollo normal confronta muchas veces luchas "No contra
sangre y carne, sino contra principados, contra potestades,
contra gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad, en las regiones celestes".
Un objetivo urgente y permanente será el de fortalecer la
vida en Cristo de los creyentes, con el auxilio de los me-
dios de gracia y el estímulo constante para crecer en la fe
con la ayuda y plenitud del Espíritu Santo "En la gracia y
el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo".
"Añadiendo a nuestra fe virtud; a la virtud conocimiento;
al conocimiento dominio propio; al dominio propio, pa-
ciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto frater-
nal; yal afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están
en nosotros, y abundan, no nos dejarán estar ociosos ni sin
fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucris-
to".
* Jn 15: 1-6; Ro. 12; Ef 6: 12; 2 p. 1: 5-8.
Función Mayordómica
Artículo 5.- Considerando que la Iglesia del Señor Jesu-
cristo en el cumplimiento de sus funciones y tareas desa-
rrolla múltiples planes y programas de acción, que requie-
ren del apoyo y generosidad de los creyentes que constitu-
yen la Iglesia, un objetivo constante y definido, será lograr
que el Pueblo del Señor, en uso de una mayordomía res-
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Función Unitiva
Artículo 6.- Uno de los propósitos más necesarios y bené-
ficos para la expresión de la naturaleza y misión de la Igle-
sia, será esforzarnos y trabajar incansable, decidida y fir-
memente por la unidad e interrelación del Cuerpo de Cris-
to, el cual es llamado a estar unido primeramente al Señor
y consecuentemente los creyentes los unos con los otros
por medio del "Vínculo del amor" y "la comunión del Es-
píritu" para expresar que creemos y afirmamos la realidad
de la "Comunión de los santos", proponiéndonos a la vez,
evitar las rupturas, desgarramientos y divisiones dolorosas
e inútiles dentro del Cuerpo de Cristo.
* In. 17: 21-23; 1 Co. 12:12-27; Gá. 5:15; Ef 3:21-23; 4: 3
Función Fraternal
Artículo 7.- Reconocemos que las Iglesias Evangélicas
parten de un tronco común de la Reforma del Siglo XVI y
basan su fe en el Señor Jesucristo como Salvador y Señor y
reconocen a las Sagradas Escrituras como la única regla de
fe y práctica de la vida cristiana por lo que como creyentes
en el Señor Jesucristo y miembros de la Iglesia Nacional
Presbiteriana de México somos llamados a mantener posi-
tivas relaciones fraternales entre los miembros del Cuerpo
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Función Social
A rticu!o 8. - Nos proponemos en el nombre del Señor y con
su ayuda infalible, alcanzar como Iglesia el propósito de
ser un pueblo servicial, tanto para el Señor, como para la
nación en medio de la cual vivimos, nos movemos y actua-
mos, en reconocimiento al mismo Señor que "No vino para
ser servido, sino para servir". Por esto, queremos expresar
y dar nuestro servicio en el nombre de Cristo, a los necesi-
tados, angustiados, apesadumbrados, desorientados, des-
poseídos, marginados y desamparados a través de medios
y formas propias que respondan a "Las multitudes ... des-
amparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor",
considerando a la vez que "En cuanto lo hicisteis a uno de
estos mis hermanos más pequeños a mí lo hicisteis", "Re-
cordando que, trabajando así se debe ayudar a los necesi-
tados, especialmente a los de la familia de Dios". y recor-
dar las palabras del Señor Jesús que dijo "MAS BIEN-
AVENTURADO ES DAR QUE RECIBIR".
* Hch. 20:35; Mt.9: 35-36; Mt.25: 40; Ga.6:JO; MC.I0:45.
Función Profética
Articulo 9.- Dadas las condiciones jurídicas con respecto a
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Función Jurídica
Artículo 10.- Dentro de la irrestricta separación entre las
Iglesias yel Estado, de acuerdo a la situación propiciada
por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexi-
canos, (Artículo 130 y Ley de Asociaciones Religiosas y
Culto Público) la Iglesia Nacional Presbiteriana de Méxi-
co, A.R. mantendrá relaciones positivas con el Estado y
las Leyes dentro de un marco de respeto mutuo de acuerdo
con la naturaleza y misión de la Iglesia en la medida en que
tanto gobernantes como las disposiciones legales no con-
travengan la Palabra de Dios.
* Ro. 13: 1-8; .1P. 2: J 1-25
Función Ecológica
Artículo 11.- Considerando que el plan redentor ejecutado
por el Señor Jesucristo, comprende no sólo su aplicación
al género humano, sino también a la creación misma, y
considerando los peligros del deterioro y destrucción de la
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Función Superacional
Artículo J 3.- Puesto que los pastores y ministros de la Pa-
labra y de los sacramentos son los dirigentes, guías y servi-
dores natos del Pueblo de Dios, por lo amplio, exhaustivo
y delicado de su labor, requieren de una seria capacitación
ministerial así como de una revitalizadora actualización y
de fortalecimiento de su ministerio a través de Institucio-
nes Teológicas y/o de estudios superiores, y en este caso,
la comprensión y apoyo de la Iglesia para el logro de este
objetivo, es imprescindible. Por ello nos esforzaremos con s-
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Función Libertadora
Artículo 14.- En virtud de que las Sagradas Escrituras le
conceden un lugar prominente a la necesidad de libertad
de los seres humanos, en lo individual como en lo social y
establecen que el Señor, tanto en el Antiguo como en el
Nuevo Testamento es un Dios que ama y demanda libertad
y El mismo se constituye en el Libertador de los oprimidos
y detesta todo género de esclavitud, servidumbre e injusti-
cia, proveyendo siempre los medios para el logro de la li-
bertad, lo que culmina en la Obra libertadora de Cristo en
favor de todos aquellos oprimidos por el poder del mal.
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Función Pacifista
Articulo 15.- Reconocemos que el Señor Jesucristo al ve-
nir a este mundo para cumplir los propósitos y la Obra re-
dentora que el Padre le encomendara en favor de la huma-
nidad irredenta, motivada esta Obra por el amor supremo
de Dios, hizo posible la paz y reconciliación primeramente
entre Dios y los seres humanos y consecuentemente tam-
bién, entre los mismos seres humanos, derribando las ig-
nominiosas paredes y muros de separación y destruyendo
los odios exacerbados por motivos de raza, color, sexo,
religión así mismo por condiciones culturales, sociales,
políticas y económicas, que han causado siempre desave-
nencias, conflictos, crímenes, genocidios y guerras
fratricidas tanto entre los individuos como entre las razas,
pueblos y naciones de toda la tierra.
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Función Etica
Artículo 16.- Puesto que la vida cristiana se nutre, desarro-
lla y fortalece fundamentalmente tanto a través de la lectu-
ra y estudio de la Biblia como guía de la fe y la práctica
cotidiana, así como la oración privada y comunitaria, la
asistencia y participación activa en los cultos y actividades
de la Iglesia, tanto en el día del Señor (domingo) como
entre semana y muy especialmente en la participación re-
gular de los creyentes en la Santa Cena como medios de
gracia y crecimiento espiritual. Las mismas Sagradas Es-
crituras demandan por otra parte, la práctica y aplicación
de sus enseñanzas en la vida diaria y personal de los cre-
yentes, en todas las esferas en donde éstos se mueven, ac-
túan y conviven con los demás.
Función Disciplinaria
Artículo 17. - Cuando dentro de la vida, funciones yobjeti-
vos de la Iglesia, los creyentes, tanto pastores, ancianos de
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Función Familiar
A rtlculo 18.- La Iglesia de Cristo es también considerada
como la Familia de Dios, la Familia de la Fe. De este modo,
las Sagradas Escrituras le conceden al tema de la familia,
un lugar prominente y determinante en la vida de la Igle-
sia. Por ello y puesto que la Familia de Dios, está integrada
por familias y hogares particulares, una función específica
y de suma importancia de la Iglesia es la de estimular el
fortalecimiento y la dignidad de las familias, a la luz de la
Palabra de Dios, con el fin de mantener la unidad, santidad
y activa participación de las familias en la vida y marcha
de la Familia de Dios.
* Oo. 1: 26 a12: 25; Sal. 127,128,144: 12-15; Jos. 24: 14-
21; Mt. 19: 1-10; Ef. 5: 21 al 6:1-4; Col. 3: 18 a14: 1-6.
Función Comunitaria
Articulo 19. - De acuerdo con las Sagradas Escrituras, cada
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Función Administrativa
Artículo 20.- La Iglesia de Cristo, aunque es de origen di-
vino, dada la Obra redentora del Salvador ydelllamamiento
eficaz y la regeneración que opera el Espíritu Santo en la
vida de los creyentes, éstos al formar el Cuerpo de Cristo
y cumplir la misión de la Iglesia, requieren asumir una es-
tructura organizacional, administrativa y funcional para el
óptimo logro de dicha misión, bajo la dirección imprescin-
dible, oportuna y eficaz del Espíritu Santo, ayuda sin la
cual, todas las metas, estrategias, programas yactividades
de la Iglesia resultarán ser lUl mero activismo infructuoso.
Por el contrario, bajo la inspirada guía del Espiritu todo lo
que la Iglesia realiza buscará sobre todo la gloria de Dios y
el avance de su Reino.
* Jn. 15: 1-8; ] Co. 4: 1-2; 1 Co. 12; Ro. ]2: 5; Ef. 4: 16;
Jn. 15: 26; 16: 5-.13; l P. 4:10.
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Función Terapéutica
Artículo 2/.- Como instrumento de Dios para hacerpaten-
te a los seres humanos el amor y la acción salvífica de su
voluntad en toda su extensión, la Iglesia de Cristo, es lla-
mada a cumplir una función delicada pero generosa de ca-
rácter terapéutico al identificarse y acercarse a hombres y
mujeres, tanto niños como jóvenes y adultos marginados,
discapacitados y acosados por lacras fisicas, morales, es-
pirituales y sociales que impiden su autoestima y supera-
ción personal.
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Capítulo IV
De la familia
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Capítulo V
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Capítulo VI
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Capítulo vn
De los miembros de la Iglesia
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Capítulo VIII
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Capítulo IX
Oficiales de la Iglesia
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3) Pastores oficiantes.
l. Concepto> Pastor oficiante es aquel ministro que supres-
biterio designa por un tiempo limitado, generalmente de
un año, para atender y ministrar las necesidades de una
Iglesia local (o congregación) que carece de los servicios
de un pastor ordenado.
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Capítulo X
Otros ministerios
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CapítuloXU
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3) OFendas especiales.
a) Para construcción o remodelación del templo o instala-
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ciones anexas
b. Para ayudar a hermanos en necesidad
c. Para algún fin específico urgente
d. Para programas específicos de los cuerpos eclesiásticos
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En la iglesia local:
1.- Honorarios justos a pastores y gastos generales, luz,
agua. teléfono, aseo, flores, etc.
2.- Gastos de representación.
3.- Programas de misiones y evangelización, educación
cristiana, publicidad, etc.
4.- Previsión ministerial, retiro, pensiones etc.
5.- Seguro Social, S.A.R. etc.
6.- Gastos administrativos, tales como empleados, con-
serje, secretaria, etc.
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Capítulo XIII
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Capítulo XIV
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A.- Planeación
Con el fin de evitar improvisaciones o realización superfi-
cial o precipitada de funciones y tareas para el cumplimiento
de la misión de la Iglesia, ésta como un organismo vital
constituida como el Cuerpo de Cristo, en la cual cada miem-
bro cumple una determinada [unción y tarea, se impone la
necesidad de la ordenada planeación de toda su vida yac-
tividades, tanto a nivel de Iglesia local como de los
presbiterios, sínodos y Asamblea General.
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B.- La organizacion
Es la etapa siguiente de la planeación en la cual la Iglesia a
través de sus cuerpos de gobierno agrupa todos aquellos
elementos y factores en una unidad lógica de actividades
interrelacionadas y afines para el cumplimiento de los ob-
jetivos de la propia Iglesia.
e- La integracion
Para que cada uno de los cuerpos de gobierno con los que
la Iglesia cumple su función y con el objetivo de lograr
resultados positivos y permanentes, la etapa de la integra-
ción es clave, toda vez que con ella se hace necesario saber
con qué, donde y cuáles recursos cuenta la Iglesia, tanto
con las personas afines y los recursos materiales y finan-
cieros necesarios para el logro de los objetivos buscados.
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D.- La dirección
Reconocemos que para que todo plan, proyecto o progra-
ma de actividades pueda cumplirse con efectividad, debe
pasarse a la etapa de la dirección e impulso para la ejecu-
ción real de lo proyectado. Debe quedar bien establecido
quién dirige, motiva e impulsa las acciones a rea lizar. Debe
haber una sola cabeza que dé las instrucciones, junto con
los integrantes del equipo de trabajo quienes deben estar
abiertos para recibir y ejecutar las instrucciones y poner en
ejecución con todo interés y efectividad los programas a
desarrollar.
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Segunda Parte
La Disciplina Judicial
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Capítulo 1
Concepto
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Capitulo JI
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CapítulolTI
Causales:
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d) Violación.
e) Pornografia
f) Exhibicionismol.
g) Acoso sexaul
h) Prostitución.
i) Abuso y Ataque sexual a menores e infantes.
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2. Entre presbiterios.
a) Invasión de territorios y jurisdicción
b) Acuerdos que pueden lesionar a otros cuerpos ecle-
siásticos.
e) Falta de buenas relaciones. Falta de comunicación.
d) Falta de buena voluntad y deseo de servir juntos al
Señor.
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Jer 2: 19; 8:5; Tit. 1: 10; 2 P. 2: 1O;Job 22:22; 24: 19; Is. 15:23;
Esd.4:15
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Capítulo IV
De las partes
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3.- Un pastor.
4.- Un cuerpo eclesiástico.
5.- Una organización.
En contra de quien se presenta una acusación formal, por
causa de transgresión de la Ley Moral de Dios, alteración
del orden eclesiástico, cisma o herejía.
e) Defensor
Es la persona que el acusado o un tribunal designa para tal
efecto con el fin de que presente argumentos legales, lógi-
cos y verídicos fundados en hechos, testimonios o elemen-
tos documentales relacionados con el asunto en el cual se
implica al acusado. El defensor debe ser miembro de la
Iglesia Nacional Presbiteriana de México, y si se requiere
su participación en el caso deberá tener el reconocimiento
y autorización oficial por parte del tribunal que se hace
cargo del caso.
d) Organo judicial
Lo será el órgano de gobierno, siguiendo en orden ascen-
dente jerárquico, el cual se convierte como tribunal judi-
cial, previo acuerdo y declaración, que para tal fin se haga,
en reunión oficial de dicho cuerpo.
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Capitulo V
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Capítulo VI
De los impedimentos
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Capítulo vn
De la investigación
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Capítulo VIII
De la vindicación
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Capítulo IX
De la prosecución
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Capítulo X
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Capítulo XI
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CapítuloXU
A.- Denuncia
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B.- Admisión
Una vez presentada una acusación por escrito y debida-
mente formulada ante un tribunal Judicial, éste analizará si
es procedente admitirla o si se desechará.
D.- Audiencia
El tribunal judicial con las pruebas ofrecidas y con las in-
vestigaciones realizadas una vez cumplida la fecha de la
audiencia a la que se citó a las partes, oirá en primer lugar
al acusado ya su defensor y posibles testigos de descargo;
y posteriormente, si la parte acusadora tiene algún alegato
que hacer lo hará en forma breve. Para ello la parte
acusadora deberá presentar también testigos de cargo. En
esta audiencia se levantará un acta en la cual se asentará lo
dicho textualmente por cada una de las partes.
E.- Pruebas
Desde la fecha en que quede notificado a las partes el acuer-
do por el cual se considera procedente la denuncia, se abre
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F.- Resolución
Llevada a cabo la audiencia y no habiendo pruebas que
desahogarse, pasarán los autos del expediente para que se
dicte la resolución correspondiente, dentro de un término
no mayor de quince días hábiles.
G.- Ejecución
Dictada la resolución correspondiente, si el acusado no la
impugna dentro del término de quince días hábiles, se de-
clarará que ha causado efecto y que es una resolución fir-
me y el tribunal eclesiástico aplicará la sanción impuesta.
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Capítulo XIII
De los recursos
l"Recurso de disentimiento
Este recurso se refiere al derecho de disentir o juzgar en
forma diferente u opuesta de una persona o cuerpo que se
le aplicó una sanción disciplinaria de no muy alta grave-
dad. Dicho disentimiento deberá hacerse por escrito.
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3° Recurso de protesta
Este recurso se podrá utilizar cuando una persona o cuerpo
eclesial que ha sido procesada; aduciendo razones de abu-
so de autoridad, parcialidad, malas intenciones, superfi-
cialidad e injusticia, verbalmente y por escrito hará saber
su protesta, la cual a su vez pedirá que se asiente en el acta
correspondiente.
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Capítulo XIV
200
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Capitulo XV
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Capítulo XVI
De la restauración
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203
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Capítulo XVII
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205
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Capítulo XVflI
De las reformas
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Capítulo XIX
Transitorios
207
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Apéndice
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Apéndice 1.
Articulo 2.-
1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades pro-
clamadas en esta Declaración, sin distinción alguna de raza,
color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cual-
quier otra índole, origen nacional o social, posición econó-
mica, nacimiento o cualquier otra condición.
2. Además, no se hará distinción alguna fundada en la con-
dición política,jurídica o internacional del país o territorio
de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata
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Artículo 7.- Todos son iguales ante la ley y tienen, sin dis-
tinción, derecho a igual protección contra toda discrimina-
ción que infrinja esta Declaración y contra toda provoca-
ción a tal discriminación.
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Artículo 11.-
1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se
presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabili-
dad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le
hayan asegurado todas las garantías necesarias para su de-
fensa.
2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el
momento de cometerse no fueron delictivos según el Dere-
cho Nacional e Internacional. Tampoco se impondrá pena
más grave que la aplicable en el momento de la comisión
del delito.
Articulo J 3.-
1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a
elegir su residencia en el territorio de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país,
incluso del propio, y regresar a su país.
Artículo J 4.-
1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a
buscar asilo, ya disfrutar de él, en cualquier país.
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Artículo 15.-
l. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad
Artículo 16.-
l. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil,
tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza,
nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y
disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio,
durante el matrimonio y en el caso de disolución del matri-
monio.
2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futu-
ros esposos podrá contraerse el matrimonio.
3. La familia es el elemento natural o fundamental de la
sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y
del Estado.
Artículo 17.-
l. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y
colectiva.
2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.
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Articulo 20.-
l. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de
asociación pacífica.
2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.
Articulo 21.-
l. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno
de su país, directamente o por medio de representantes li-
bremente escogidos.
2. Toda persona tiene derecho de acceso, en condiciones
de igualdad, a las funciones públicas de su país.
3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del
poder público; esta voluntad se expresará mediante elec-
ciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamen-
te, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro
procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.
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Artículo 23.-
l. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección
de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de
trabajo, ya la protección contra el desempleo.
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna,
a igual salario por trabajo igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remunera-
ción equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a
su familia, una existencia conforme a la dignidad humana
y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera
otros medios de protección social.
4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sin-
dicarse para la defensa de sus intereses.
Artículo 25.-
l. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado
que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienes-
tar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la
asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene
asimismo derechos a los seguros en caso de desempleo,
enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pér-
dida de sus medios de subsistencia por circunstancias in-
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dependientes de su voluntad.
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y
asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matri-
monio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual pro-
tección social.
Articulo 26.-
1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educa-
ción debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la
instrucción elemental y fundamental. La instrucción ele-
mental será obligatoria. La instrucción técnica y profesio-
nal habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios su-
periores será igual para todos, en función de los méritos
respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la
personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los
derechos humanos ya las libertades fundamentales; favo-
recerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre to-
das las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y
promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones
Unidas para el mantenimiento de la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo
de educación que habrá de darse a sus hijos.
Artículo 27.-
1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en
la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a
participar en el progreso científico yen los beneficios que
de él resulten.
2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intere-
ses morales y materiales que le corresponden por razón de
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Artículo 29.-
l. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad,
puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamen-
te su personal idad.
2. - En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus
libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limi-
taciones establecidas por la ley con el único fin de asegu-
rar el reconocimiento y el respeto a los derechos de los
demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del
orden público y del bienestar general en una democrática
3. - Estos derechos y libertades no podrán, en ningún caso,
ser ejercidos en oposición a los propósitos y principios de
las Naciones Unidas.
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Apéndice 2.
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Apéndice 3
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