La conducción es la transferencia de energía de las partículas más energéticas de una sustancia
hacia las adyacentes menos energéticas, como resultado de interacciones entre esas partículas. La conducción puede tener lugar en los sólidos, líquidos o gases. En los gases y líquidos la conducción se debe a las colisiones y a la difusión de las moléculas durante su movimiento aleatorio. En los sólidos se debe a la combinación de las vibraciones de las moléculas en una retícula y al transporte de energía por parte de los electrones libres. Por ejemplo, llegará el momento en que una bebida enlatada fría en un cuarto cálido se caliente hasta la temperatura ambiente como resultado de la transferencia de calor por conducción, del cuarto hacia la bebida, a través del aluminio. La rapidez o razón de la conducción de calor a través de un medio depende de la configuración geométrica de éste, su espesor y el material de que esté hecho, así como de la diferencia de temperatura a través de él. Se sabe que al envolver un tanque de agua caliente con fibra de vidrio (un material aislante) se reduce la razón de la pérdida de calor de ese tanque. Entre más grueso sea el aislamiento, menor será la pérdida de calor. También se conoce que un tanque de agua caliente perderá calor a mayor rapidez cuando se baja la temperatura del cuarto en donde se aloja. Además, entre más grande sea el tanque, mayor será el área superficial y, por consiguiente, la razón de la pérdida de calor
James Welty - Fundamentos de transferencia de momento, calor y masa
La transferencia energía por conducción se realiza de dos maneras. El primer mecanismo es el de
la interacción molecular, en el cual el aumento del movimiento de una partícula a un nivel de energía (temperatura), más alto imparte energía a las moléculas adyacentes que se encuentran en niveles de energía más bajos. Este tipo de transferencia está presente, en ciertos grados, en todos los sistemas de los cuales exista un gradiente de temperatura y en los que se encuentren presentes moléculas de sólido, líquido o gas. El segundo mecanismo es el de transferencia de calor de conducción por medio de electrones "libres". El mecanismo de los electrones libres es importante, principalmente en los sólidos puramente metálicos; la concentración de electrones libres varía considerablemente en las aleaciones y baja mucho en los sólidos no metálicos. La capacidad que tienen los sólidos de conducir el calor varía en proporción a la concentración de electrones libres, por lo que no es extraño que los metales puros sean los mejores conductores del calor, como sabemos por experiencia. Como la conducción de calor es un fenómeno molecular, es de esperarse que la ecuación básica que sirva para describir este proceso sea semejante a la utilizarla en la transferencia molecular de momento, ecuación (7-4). Esta ecuación fue establecida por primera vez, 1822 por Fourier, en la siguiente forma: 𝒒𝒙 𝒅𝑻 =𝒌 𝑨 𝒅𝒙 Donde qx es la rapidez de transferencia de calor en la dirección de x en Watts o en Btu/h; A es el área normal a la dirección de flujo de calor en m*2 o en ft*2; dt/dx es el gradiente de temperatura en la dirección de x, en k/m o en °F/ft y k es la conductividad térmica en W/(m;K) o en Dtu/h ft °F. La razón qx/A, cuyas dimensiones son W/m*2 o Btu/h ft*2, se llama flujo de calor en la dirección de x. Una relación más general correspondiente al flujo de calor es la ecuación 𝒒 = −𝒌𝞩𝑻 𝑨 Frank Keith/Raj M. Manglik/Mark S. Bohn - Principios de tranferencia de calor El calor fluye a través de un sólido por un proceso que se denomina difusión térmica, o simplemente difusión o conducción. En este modo, el calor se transfiere mediante un mecanismo submicroscópico complejo en el que los átomos interactúan por choques elásticos e inelásticos para propagar la energía de regiones de mayor temperatura a regiones de menor temperatura. Desde un punto de vista ingenieril no hay necesidad de ahondar en las complejidades de los mecanismos moleculares, debido a que la tasa de propagación de calor se puede predecir mediante la ley de Fourier, que incorpora las características mecánicas del proceso en una propiedad física conocida como conductividad térmica. Si bien la conducción también ocurre en líquidos y gases, en fluidos es poco común que sea un mecanismo de transporte dominante, una vez que el calor comienza a fluir en un fluido, incluso si no se aplica una fuerza externa, se establecen los gradientes de densidad y se ponen en movimiento corrientes convectivas. En la convección, la energía térmica es por tanto transportada en una escala macroscópica así como en una escala microscópica y las corrientes de convección por lo general son más efectivas para transportar calor que la conducción sola, donde el movimiento está limitado al transporte microscópico de energía.