De los políticos y deportistas del Ecuador

11 de junio, 2019
Ariruma Kowii Maldonado
Ariruma.kowii@uasb.edu.ec
Vivimos en un país polarizado, con una ideología que ha logrado
institucionalizarse y justificar, naturalizar la idea de que robar es normal. “Es
distintivo de la viveza criolla y si no lo haces, eres un tonto”; “tienes que
aprender a ser más político”; o expresiones como “mientras haga obras, no
importa que robe”; “deben estar ciegos para no darse cuenta de las obras que
ha realizado nuestro gobierno”; “no importa que se endeuden, con tal de que no
afecten nuestro bolsillo”. Son expresiones que cada vez se hacen normales y
que nos van convirtiendo en una sociedad conformista.

Prácticas que están en todo lugar, pero que son más visibles en algunos
políticos que, en la mayoría de los casos, son bien preparados, tienen títulos de
magíster, Ph. D., incluso han recibido títulos de honoris causa de universidades
europeas. Es decir, saben a la perfección utilizar la letra, el discurso, el poder y
lo que es más importante, no dejan huella; saben cómo hacerlo.

A diferencia de estos políticos, los deportistas del país son un ejemplo de

disciplina, constancia, voluntad, fe. Ellos, incluso en la mayoría de los casos,
sin apoyo del gobierno, han logrado conquistar objetivos mundiales como el
caso de Richard Carapaz, campeón del Giro de Italia 2019; Glenda Morejón,
actual campeona del Gran Premio de Marcha en La Coruña, España; el
guerrero shuar Emmanuel Saant, campeón panamericano y sudamericano de
judo. En estos y otros casos, su esfuerzo es transparente, honesto, fruto de su
propio esfuerzo. Sería justo que en lugar de dar salarios vitalicios a
expresidentes corruptos, estos deportistas sean quienes reciban estos
beneficios. (O)