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Cultivos hidropónicos y

organopónicos: opciones para la


producción de alimentos

Jorge Arce Portuguez

2015
INTRODUCCIÓN

La Hidroponía y la Organoponía son técnicas que permiten la producción saludable de


alimentos y, además, promueven la creatividad de las personas que las practican. En
estas circunstancias el suelo fértil no es indispensable y cualquier espacio, dentro o
fuera de la casa, se convierte en un lugar propicio para el cultivo de las plantas. Por
ser sistemas intensivos, es posible cultivar alimentos en cantidad y calidad aceptables,
pues al tener un mayor control de las condiciones ambientales, de las plagas y de los
requerimientos nutricionales, la opción de producir alimentos sanos y saludables es
mayor que en un campo al aire libre.

Con el propósito de obtener resultados satisfactorios en los dos sistemas, es


recomendable cultivar plantas de ciclo corto, a fin de cosecharlas lo más pronto posible.
Entre esas plantas están algunas especies frutales, medicinales y las hortalizas.

Hoy en día, la producción de alimentos sanos y saludables es una necesidad sentida


por todos los consumidores. Tanto la Hidroponía como la Organoponía cumplen con
ese propósito y, además, permiten la creación de espacios para la participación de la
familia, favoreciendo su integración en un ambiente propicio para el aprendizaje de
nuevos y eficientes modelos de producción de alimentos. Pero las ventajas no se
quedan solamente ahí, pues también estimulan, entre otras cosas, el ingenio e
iniciativa en el uso de materiales de desecho (agricultura del reciclaje),
aprovechamiento de paredes y espacios verticales (agricultura vertical) y la utilización
de repelentes naturales para el combate de las plagas.

Nuestro deseo es que esta publicación despierte el interés de los lectores y sirva de
apoyo para quienes deseen incorporarse a la producción de alimentos cuidando su
salud y la del ambiente. De esa manera estaremos todos contribuyendo a la promoción
de una agricultura sostenible.
CONSTRUCCIONES ADECUADAS PARA LA HIDROPONÍA Y LA ORGANOPONÍA

Al pensar en una construcción para cultivar plantas en sistemas hidropónicos y


organopónicos se podría caer en el error de imaginar estructuras y hasta edificios
sumamente caros y complejos. Afortunadamente esto no es así, pues la construcción
puede ser tan sencilla y barata como la técnica para cultivar las plantas.

Antes de construir la infraestructura es conveniente considerar lo siguiente:

Localización

Las construcciones deben ubicarse en un lugar llano o ligeramente inclinado para


facilitar el libre tránsito de las personas, la entrada y salida de insumos así como el
manejo postcosecha de la producción.
Si el trabajo se va a realizar en un lugar al aire libre debe considerarse que sea llano,
con buena cantidad y calidad de luz, poco ventoso, accesible todo el tiempo. Se debe
contar con agua de buena calidad para realizar los riegos que sean necesarios.

Viento

Durante todo el año el viento debe ser suave a moderado, pues éste es un factor que
incide directamente en las construcciones y en el desarrollo de las plantas. En lugares
ventosos es importante construir barreras rompe-vientos para minimizar los daños tanto
en la infraestructura como en las plantas.

Drenaje

El suelo donde se localiza la construcción debe tener buen drenaje. En caso contrario,
se deben construir drenajes para evitar la acumulación de agua y los problemas que
esto podría generar.

Luz solar

Las plantas necesitan cierta cantidad de luz para poder realizar el proceso de la
fotosíntesis. Si la luz falta las plantas tendrán problemas con su crecimiento. Es
importante buscar siempre un balance adecuado de luz, a fin de permitir el normal
desarrollo de las plantas así como una producción aceptable y de calidad. Tan
importante es la cantidad de luz que recibe la planta como la calidad de la misma.
Agua

Este recurso es fundamental, tanto en cantidad como en calidad. Deberá estar


disponible todo el tiempo.

Orientación

Siempre que sea posible, las construcciones deben orientarse en la dirección norte-sur
y las siembras dentro de ellas en la misma dirección. De esa manera habrá un mejor y
mayor aprovechamiento de la luz solar.

Lluvia

Si el cultivo se siembra al aire libre, en sustratos sólidos, deberá hacerse en un lugar


donde la lluvia no sea excesiva, ya que si esto ocurre la solución nutritiva que se
aplique a las plantas se perderá rápidamente (Figura 1).

Figura 1. Cama para la siembra de plantas al aire libre


Altura

La altura de la construcción es fundamental para mantener la temperatura interna


apropiada. Si la altura es mayor que la recomendada la temperatura interior bajará
considerablemente. Si la altura es menor, se producirá un incremento interno de la
temperatura que incidirá directamente en el crecimiento de las plantas. Es
conveniente hacer pruebas preliminares en cada sitio específico a fin de verificar la
altura apropiada de la construcción.

Piso

Puede ser de concreto, grava o cualquier otro material que permita el libre tránsito
de los trabajadores y facilite el drenaje del agua. Si el piso es de tierra debe ser
bien permeable al agua, a fin de evitar encharcamientos, humedad excesiva dentro
de la construcción y proliferación de plagas.

Techo

El techo de la construcción debe ser de plástico o de cualquier otro material que


permita el paso de la luz solar en forma óptima para el crecimiento de las plantas.
En el mercado se venden diferentes materiales que se usan para ese fin. El plástico
debe ser especial, capaz de filtrar los rayos ultravioleta, con un calibre adecuado
para que resista la acción de los rayos solares y dure por lo menos tres años.

Cobertura lateral

En algunos lugares es necesario cubrir las paredes laterales con mallas especiales
para impedir el paso de insectos, ácaros, pájaros y otros animales. Las mallas
sirven también para regular la temperatura interna de la instalación y para reducir el
efecto deshidratante que pudiera provocar el viento.

Ventanas

Dependiendo del diseño de la construcción y del sitio donde se instale, habrá


necesidad de hacer ventanas en las paredes con el propósito de regular la
temperatura interna. La cantidad y el tamaño de las mismas dependerá del clima
imperante en el sitio de la construcción. Las ventanas podrán abrirse y cerrarse
cada vez que se estime conveniente.

Barreras con plantas repelentes

Se recomienda sembrar plantas aromáticas alrededor de las construcciones con el


propósito de repeler algunos insectos que eventualmente se podrían constituir en
plagas. Los fuertes olores que despiden estas plantas, principalmente en horas de la
mañana, no son atractivos para muchos insectos. Esta es una forma eficaz de
combatir plagas sin contaminar el ambiente. Ejemplos de especies a usar son las
siguientes: juanilama (Lippia alba), orégano (Lippia graveolens), albahaca (Ocimum
basilicum), citronela (Cymbopogon nardus), incienso (Tetradenia riparia), zacate de
limón (Cymbopogon citratus), menta criolla (Satureja viminea).

Materiales de construcción

Se requiere que sean de buena calidad. Es recomendable que, cuando se inicie un


nuevo proyecto, se construya con materiales baratos para luego, con el correr del
tiempo, realizar los ajustes requeridos. Algunas veces se cae en el error de construir,
desde el principio, instalaciones muy costosas que luego tendrán que desarmarse y
ajustarse de acuerdo con las condiciones climáticas de la región. Esto encarece los
costos del proyecto y provoca frustración.

Diseño

El diseño puede ser tan variado como se desee, siempre y cuando cumpla con los
requerimientos para una buena producción. Es preciso destacar que el diseño,
cualquiera que sea, debe ser funcional, ajustarse a las condiciones climáticas del lugar
y satisfacer los requerimientos de luz que las plantas necesitan (Figura 2).

Figura 2. Construcción con techo de plástico y sin cobertura a los lados


NUTRICIÓN DE LAS PLANTAS

Las plantas necesitan nutrimentos esenciales para su normal desarrollo. De acuerdo


con Villalobos y Killorn ( 2001), PPI (1998) y Bertsch (1998) éstos son los siguientes:

Elemento Símbolo químico

Carbono C
Hidrógeno H
Oxígeno O
Nitrógeno N
Fósforo P
Potasio K
Calcio Ca
Magnesio Mg
Azufre S
Zinc Zn
Manganeso Mn
Hierro Fe
Cobre Cu
Boro B
Molibdeno Mo
Cloro Cl

El Carbono, el Hidrógeno y el Oxígeno las plantas los obtienen principalmente del aire y
del agua. Son los llamados nutrimentos no-minerales.

El Nitrógeno, el Fósforo y el Potasio son absorbidos del suelo en grandes cantidades,


razón por la que se les llama nutrimentos primarios o elementos mayores. El Nitrógeno
se puede obtener también de la atmósfera.

El Calcio, el Magnesio y el Azufre las plantas los absorben en cantidades medias.


Reciben el nombre de nutrimentos secundarios.

Los elementos restantes, a saber: Zinc, Manganeso, Hierro, Cobre, Boro, Molibdeno y
Cloro son indispensables para las plantas, no obstante requerirse en pequeñas
cantidades. Estos son los llamados micronutrimentos.

Existen algunos elementos que pueden ser beneficiosos para las plantas. Entre ellos
están: Cobalto (Co), Silicio (Si), Sodio (Na). También existen elementos como el
Aluminio (Al), el Plomo (Pb) y el Mercurio (Hg) que en concentraciones altas son
tóxicos para las plantas.
Nutrimentos esenciales y síntomas de deficiencia

En el Cuadro 1 se presenta un breve resumen de las funciones de los nutrimentos


esenciales en el desarrollo de las plantas, así como los síntomas de deficiencia que
ellas presentan cuando estos nutrimentos no son suministrados en las cantidades
adecuadas (Villalobos y Killorn, 2001; Arias, 2001; Russo, s.f.)

Cuadro 1. Funciones de los nutrimentos esenciales y síntomas de deficiencia en


las plantas.

Nutrimento Funciones Síntomas de deficiencia

▪ Favorece el crecimiento de la ▪ Las hojas basales (hojas


planta viejas) se tornan amarillentas
▪ Aumenta el tamaño y la ▪ Los frutos son más pequeños
calidad del fruto y maduran lentamente
▪ Favorece la fotosíntesis, la ▪ La planta reduce el
Nitrógeno respiración y la síntesis de crecimiento vegetativo
aminoácidos y proteínas ▪ Los rendimientos son
▪ Indispensable en la floración menores
de la planta y en la
fructificación
▪ Confiere color verde al follaje

 Favorece el crecimiento de las ▪ Las hojas adultas y sus


raíces y de la parte aérea de la nervaduras presentan una
planta coloración rojiza
 Favorece la fructificación y la ▪ La semilla tiene problemas
maduración de los frutos para formarse
Fósforo  Es necesario para la ▪ El fruto es de mala calidad
transferencia y el
almacenamiento de energía en ▪ Las hojas se mueren
la planta lentamente (de arriba hacia
 Evita la caída de la planta abajo)
 Aumenta la eficiencia del uso ▪ Los frutos maduran
de agua lentamente
 Aumenta la resistencia a
plagas
▪ Participa en la formación de ▪ Las hojas se deforman y
azúcares, almidones, síntesis enrollan
de proteínas y división celular ▪ La raíz tiene poco desarrollo
▪ Ayuda a que la planta no se ▪ Las hojas viejas presentan
acame (caiga) clorosis (color amarillo) en los
▪ Aumenta la resistencia a las bordes y posteriormente
plagas necrosis (muerte)
Potasio
▪ Mantiene la turgencia de la ▪ Las hojas son más
planta susceptibles de ser atacadas
▪ Esencial para muchos por plagas
sistemas enzimáticos

▪ Estimula el crecimiento de la ▪ Escaso crecimiento de la raíz


raíz ▪ Caída de botones florales,
▪ Ayuda a la formación de la flores y frutos
pared celular ▪ Las hojas terminales y los
Calcio ▪ Permite un mejor desarrollo de frutos pequeños se deforman
las flores y de los frutos ▪ La yema terminal se muere y
▪ Regula la absorción y el el crecimiento se retrasa
transporte de nutrimentos ▪ Escasa producción de
▪ Favorece la formación de la semillas
semilla

▪ Ayuda a que la absorción del ▪ Las hojas viejas presentan


Fósforo sea más eficiente una coloración amarillenta,
▪ Favorece el color verde de la bronceada o rojiza
hoja ▪ Las venas de las hojas tienen
Magnesio ▪ Permite una mejor y mayor coloración verde
germinación de la semilla ▪ Las hojas caen
▪ Activa algunos procesos ▪ Los frutos no cuajan
enzimáticos
▪ Importante para la síntesis de
clorofila

▪ Estimula crecimiento de raíces ▪ Las hojas jóvenes se tornan


▪ Favorece la formación de pro- amarillentas
teínas, clorofila, carbohidratos, ▪ Lento crecimiento de la planta
Azufre grasas. ▪ Las venas de las hojas
▪ Estimula crecimiento vegetati- resaltan en el envés
vo y producción de frutos
▪ Ayuda a formar nódulos fijado-
res de Nitrógeno en plantas de
la familia Fabaceae

▪ Es muy importante en la ▪ Las hojas jóvenes presentan


síntesis de la clorofila y de las clorosis (color amarillo)
proteínas ▪ Las hojas muestran áreas
Hierro ▪ Esencial en el proceso de la necróticas grandes y se
fotosíntesis y de la respiración desprenden de la planta
▪ Participa en procesos de ▪ Se reduce el crecimiento de la
transferencia de energía planta
▪ Desprendimiento de frutos

▪ Importante en procesos de ▪ Las plantas tienen problemas


oxidación y reducción con la floración
▪ Participa en la formación de la ▪ Las hojas pierden turgencia
Cobre clorofila y en el proceso de la (se marchitan) y se tornan
fotosíntesis azul-verdosas
▪ Promueve la formación de la ▪ Las hojas desarrollan un color
vitamina A amarillo (clorosis) y se
enrollan
▪ Las plantas se quedan
pequeñas

▪ Ayuda en la síntesis de ▪ Color amarillo entre las venas


clorofila de las hojas jóvenes
▪ Catalizador en las reacciones ▪ Las hojas pueden ser
Manganeso de oxidación-reducción delgadas y grandes
▪ Participa en la síntesis de ▪ Muerte descendente de
proteínas y en la formación de ramas
ácido ascórbico
▪ Acelera la germinación de la
semilla y la madurez del fruto

▪ Necesario para producir ▪ Manchas cloróticas en el área


clorofila e hidratos de carbono intervenal de la hoja
▪ Ayuda a las sustancias de ▪ Se retrasa el crecimiento
Zinc crecimiento y a los sistemas
enzimáticos de la planta

▪ Importante para la germinación ▪ Atrofia de la planta


del polen y el crecimiento del ▪ División celular anormal
Boro tubo polínico ▪ El crecimiento terminal
▪ Esencial para la formación de muestra decoloración y la
las paredes celulares “palmilla” o “roseta”
▪ Muerte descendente de la
▪ Importante en la formación de planta
proteínas ▪ Las hojas presentan
consistencia coriácea (cuero )
y pérdida de turgencia
▪ Los frutos pueden mostrar
rajaduras y necrosis

▪ Importante en la fijación del ▪ En las hojas intermedias y


Nitrógeno atmosférico por viejas se observan los ápices
parte de microorganismos del necróticos y cloróticos
Molibdeno suelo ▪ No hay flores y, si llegan a
▪ Necesario para convertir el formarse, se desprenden sin
fósforo inorgánico a formas producir frutos
orgánicas en la planta
▪ Importante para ayudar a las
fabáceas (leguminosas) a
formar nódulos

▪ Activa varios sistemas ▪ Varían de acuerdo con el


enzimáticos cultivo
▪ Participa en las reacciones ▪ En lechuga produce marchitez
Cloro energéticas de la planta y moteado en las hojas así
▪ Contribuye al transporte de como raíces muy fibrosas
iones como el Potasio, el ▪ En tomate se producen
Calcio y el Magnesio manchas en el ápice de las
▪ Ayuda a controlar la pérdida de hojas, clorosis bronceada y
agua por las hojas necrosis en los bordes de las
hojas

Bibliografía
Arias, A. 2001. Suelos tropicales. San José, CR. EUNED. 188 p. ISBN 9968-31-092-1

Bertsch, F. 1998. La fertilidad de los suelos y su manejo. San José, C.R.


Asociación Costarricense de la Ciencia del Suelo. 157 p. ISBN 9968-9780-0-0

Potash and Phosphate Institute (PPI). 1998. Manual de Fertilidad de los suelos.
Atlanta, Georgia, USA. PPI. 85 p.

Russo, R. sf. Notas sobre Fisiología Vegetal: nutrición mineral. Curso Ciencias
Naturales II (parte 2). Universidad EARTH, Guácimo, Costa Rica.

Villalobos, E. y Killorn, R. 2001. Nutrición mineral. In Fisiología de la producción de los


cultivos tropicales: procesos fisiológicos básicos. Fascículo 1. Ed. de la Universidad
de Costa Rica. San José, C. R. pp.159-198. ISBN 9977-67-676-3
LA SOLUCIÓN NUTRITIVA HIDROPÓNICA

Es aquella que provee a la planta los elementos minerales necesarios para su


adecuado desarrollo. Al momento de su preparación y de su aplicación es conveniente
tomar en consideración los factores siguientes:

Temperatura

Si la solución nutritiva se agrega fría (menos de 18 oC) la absorción de los nutrimentos


por parte de las raíces es menor. Si se agrega caliente (mayor de 30 oC) la tasa de
absorción de nutrimentos también es menor. La temperatura ideal para agregar la
solución nutritiva oscila entre 18 oC y 30 oC para la mayoría de los cultivos que crecen
en las regiones tropicales.

Oxígeno

Si no hay suficiente oxígeno en la solución las plantas van a carecer de este elemento
y en poco tiempo podrían morir. También podrían proliferar algunos hongos que
atacan la raíz (ej. Pythium). Las soluciones nutritivas frías contienen más oxígeno que
las calientes, aspecto que deberá tomarse en cuenta al momento de agregar el líquido.

pH

Este factor es clave para lograr una buena producción hidropónica. Se refiere al grado
de acidez o de alcalinidad presente en una solución hidropónica. Se dice que la
solución es ácida si su pH está por debajo de 7,0, es alcalina cuando ese valor es
superior a 7,0 y es neutra cuando su medida es de 7,0.
La mayoría de las especies de plantas se comportan mejor cuando el pH del sustrato
oscila entre 5,5 y 6,5. Si los valores de pH son inferiores o superiores a ese rango,
algunos minerales no serán absorbidos por las plantas, presentándose carencias
nutricionales que afectarán el crecimiento.

Aguas duras

Son aquellas que tienen niveles altos de Calcio, Magnesio y Bicarbonatos. Al momento
de preparar la solución nutritiva es necesario considerar este factor, pues podría
provocar un aumento del pH por encima de lo normal y provocar toxicidad. Además,
los niveles de Calcio y de Magnesio serán excesivamente altos, provocando
intoxicaciones en las plantas.

Conductividad eléctrica (CE)

Mide la capacidad que tiene un material para conducir la corriente eléctrica. En el caso
de las soluciones hidropónicas, mide la cantidad de sales disueltas en ellas y constituye
un indicador de la disponibilidad de nutrimentos para las plantas.
A la CE también se le llama Factor de Conductividad (FC) y se mide en miliohm/cm
(mohm/cm) o en miliSiemens/cm (mS/cm). Por lo general se acepta que 1mS/cm es
igual a 10 FC. Otra medida de la CE es ppm (partes por millón) y se acepta que
1CE=0,64 ppm, aproximadamente. Los niveles de CE son diferentes para cada cultivo.
Se debe recordar que el agua pura no conduce la corriente eléctrica, pero cuando se le
agrega una sal, ella tiene la capacidad de conducir. En la Figura 3 se ilustra la forma
de medir la CE y el pH de la solución hidropónica.

Figura 3. Medida de la CE y del pH de la solución hidropónica

Soluciones nutritivas comerciales

Existen muchas soluciones nutritivas estándares que se consiguen en los


establecimientos comerciales. Son fáciles de usar puesto que ya vienen preparadas.
Por lo general se venden en dos envases separados. Una de ellas se llama “solución
hidropónica mayor” en tanto que la otra “solución hidropónica menor”. Basta seguir las
instrucciones dadas en la etiqueta para aplicarlas correctamente a los cultivos
sugeridos.

Preparación de las soluciones nutritivas

Para que las plantas puedan crecer y producir satisfactoriamente, es necesario


proveerles los elementos minerales que ellas requieren. Una solución nutritiva bien
balanceada satisface la demanda de nutrimentos que las plantas necesitan en las
diferentes etapas de su desarrollo. De ahí que sea indispensable aprender a preparar
la solución nutritiva que se aplicará a las plantas. Para ello es necesario contar con la
materia prima apropiada y realizar las mezclas de tal manera que los nutrimentos
esenciales estén presentes en las cantidades adecuadas. Cualquier persona
interesada puede formular sus propias soluciones nutritivas teniendo en consideración
los aspectos siguientes:

▪ adicionar apropiadamente los nutrimentos esenciales que las plantas requieren


(previamente se debe experimentar con cada especie que se desee producir).

▪ mantener el pH dentro del rango recomendado.

▪ balancear los nutrimentos tomando en consideración las condiciones climáticas


del lugar, el sustrato a utilizar y el agua empleada en la solución.

Algunas sales minerales empleadas en la preparación de las soluciones nutritivas


hidropónicas se mencionan a continuación:

- Nitrato de potasio - Nitrato de sodio


- Nitrato de amonio - Sulfato de hierro
- Sulfato de magnesio (sal de Epson) - Sulfato de potasio
- Superfosfato simple - Sulfato de cobre
- Fosfato de amonio - Sulfato de zinc
- Sulfato de amonio - Cloruro de potasio
- Superfosfato triple - Fosfato monoamónico
- Sulfato de calcio

Usos de las soluciones nutritivas

Una solución hidropónica que ha dado buenos resultados en la Universidad EARTH es


la que se detalla a continuación:
a. Solución concentrada mayor (A) (Volumen final 5 litros)

Pesar, por separado, las cantidades de fertilizantes que se indican a continuación:

• Nitrato de potasio (13-2-44)…...………………………… 550 gramos


• Sulfato de amonio ………………………… ……………. 350 gramos
• Superfosfato triple ……………………………………….. 180 gramos

Preparación
- En un recipiente disolver el superfosfato triple en medio litro de agua.
- En otro recipiente agregar 1 litro de agua y adicionar el nitrato de potasio
agitándolo constantemente hasta que se disuelva por completo.
- Mezclar el nitrato de potasio con el superfosfato triple.
- En otro recipiente agregar medio litro de agua y el sulfato de amonio, agitando
constantemente hasta lograr que todo el fertilizante se disuelva. Agregar esta
solución al recipiente que contiene el superfosfato triple y el nitrato de potasio
disueltos. Agitar vigorosamente.
- Agregar agua hasta completar un volumen de 5 litros.
- Tapar la solución y almacenarla en un lugar fresco y oscuro, debidamente
identificada.

b. Solución concentrada menor (B) (Volumen final 5 litros)

En 1 litro de agua disolver los productos químicos en la cantidad y el orden que se


menciona a continuación, agitando vigorosamente para lograr su completa disolución:

• Sulfato de magnesio…………………………………………….. 550,0 gramos


• Sulfato de hierro…………………………………………………. 42,5 gramos
• Solución de micronutrimentos (*)……………………………… 1,0 litro
• Ajustar el volumen de agua……………………………………. 5,0 litros

Preparación

(*) Para preparar 5 litros de solución de micronutrimentos se debe proceder a


mezclar los productos químicos siguientes:

* 25,0 gramos de sulfato de manganeso


* 15,0 gramos de ácido bórico
* 8,5 gramos de sulfato de zinc
* 5,0 gramos de sulfato de cobre
* 1,0 gramo de molibdato de sodio
* 5,0 litros de agua
c. Solución hidropónica completa (A + B)

Por cada litro de agua se debe agregar 5 mililitros de la solución concentrada mayor (A)
y 2,5 mililitros de la solución concentrada menor (B). Se debe agitar vigorosamente
para que la mezcla sea homogénea. Inmediatamente después de realizada la mezcla
se debe aplicar a las plantas.

Aplicación de la solución hidropónica completa

El volumen de solución nutritiva completa a aplicar por metro cuadrado varía entre 2,0
a 3,0 litros, dependiendo del desarrollo de las plantas y del clima imperante en el lugar
de producción.

a. Aplicación en semilleros que crecen en sustrato sólido

Se utiliza 2,5 mililitros de la solución concentrada mayor (A) más 1,3 mililitros de la
solución concentrada menor (B) en un litro de agua. Esto es debido a que las plantas
están muy pequeñas y podrían quemarse si se les aplica la dosis completa. Con 1 litro
de solución se pueden regar aproximadamente 1,0 a 2,0 metros cuadrados. En la
Figura 4 se muestra la aplicación de la solución nutritiva a plántulas que crecen en
semilleros.

b. Aplicación en plantas que crecen en sustrato sólido

Al momento del trasplante se aplica el fertilizante granulado 10-30-10 a razón de 3


gramos por planta, alrededor de la misma. En los días posteriores y hasta el día
anterior a la cosecha, se aplicarán 5 mililitros de la solución concentrada mayor (A) más
2,5 mililitros de la solución concentrada menor (B) mezclados en 1 litro de agua. Cada
planta debe recibir aproximadamente 100 mililitros de solución. La aplicación debe
realizarse con regadera o con un recipiente apropiado desde que aparece la primera
hoja verdadera.
Figura 4. Aplicación de la solución hidropónica en semilleros

c. Aplicación en forraje verde hidropónico

La dosis recomendada es de 5 mililitros de la solución concentrada mayor (A) más 2


mililitros de la solución concentrada menor (B) disueltos en 4 litros de agua. La
solución nutritiva se aplica a partir del día 4 y concluye el día 7. Posteriormente solo se
aplica agua hasta la cosecha (12 días).

d. Aplicación en raíz flotante

En este caso el sustrato es el agua. Para calcular la cantidad de solución nutritiva


completa a agregar se procede de la manera siguiente:

- Medir el volumen de agua a utilizar. Por cada litro de agua agregar 5 mililitros de
solución concentrada mayor (A) y 2 mililitros de solución concentrada menor (B).
Cada vez que se agregan las soluciones concentradas se debe agitar
vigorosamente hasta disolver.
- Si en el sistema de raíz flotante el agua no recircula, ésta se debe agitar al
menos cuatro veces al día para facilitar la aireación de las raíces.

Frecuencia de aplicación

La solución nutritiva debe aplicarse todos los días. En algunos casos, dependiendo de
las condiciones climáticas, es necesario hacer la aplicación tanto en la mañana como
en la tarde. El agua que se utilice debe ser de buena calidad.
En el sistema de raíz flotante se debe agregar la solución nutritiva cada vez que se
presenten cambios en el volumen de la solución, en la CE y en el pH.

Recomendaciones

• Nunca mezclar la solución concentrada mayor (A) con la solución concentrada


menor (B) sin la presencia de agua. Primero se debe verter la solución
concentrada mayor (A) en el agua y luego la solución concentrada menor (B).

• De ser necesario, las soluciones concentradas mayor (A) y menor (B) deben
guardarse en un lugar seco, fresco y oscuro, en recipientes separados,
debidamente tapados e identificados.

• Preparar todos los días únicamente la solución hidropónica que se va a utilizar.

Otras soluciones hidropónicas

Si se desea utilizar otra solución hidropónica distinta a la mencionada anteriormente, la


desarrollada por técnicos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura
y la Alimentación (FAO, 2000) es una alternativa viable. Consiste en preparar, por
separado, las soluciones concentradas mayor y menor tal y como se indica a
continuación:

a. Solución concentrada mayor (A) (Volumen final 10 litros)

- Pesar en una balanza, por separado, las sales siguientes:

• 340 gramos de fosfato monoamónico

• 2080 gramos de nitrato de calcio

• 1100 gramos de nitrato de potasio


- Medir 6 litros de agua y colocarlos en un recipiente de plástico.

- Colocar dentro del recipiente con agua los 340 gramos de fosfato monoamónico
y disolverlos. Seguidamente se agregan los 2080 gramos de nitrato de calcio y
disolverlos. Finalmente se agregan los 1100 gramos de nitrato de potasio y se
disuelven. Para facilitar la mezcla de las sales se debe agitar constantemente la
solución teniendo el cuidado de no derramar el líquido.

- Agregar el agua restante hasta completar los 10 litros. Agitar vigorosamente y


verificar que todas las sales están completamente disueltas.

- Tapar el recipiente, identificarlo y guardarlo en un lugar fresco y seco.

b. Solución concentrada menor (B) (Volumen final 4 litros)

- Pesar en una balanza, por separado, los productos químicos que se mencionan
a continuación:

• 492 gramos de sulfato de magnesio


• 0,48 gramos de sulfato de cobre
• 2,48 gramos de sulfato de manganeso
• 1,20 gramos de sulfato de zinc
• 6,20 gramos de ácido bórico
• 0,02 gramos de molibdato de amonio
• 50 gramos de quelato de hierro

- Medir 2 litros de agua y colocarlos en un recipiente de plástico.

- Agregar al recipiente con agua los productos químicos en el orden siguiente:


sulfato de magnesio, sulfato de cobre, sulfato de manganeso, sulfato de zinc,
ácido bórico, molibdato de amonio y quelato de hierro, agitando constantemente.
Cada vez que se agrega un producto químico es necesario verificar que el
anterior está totalmente disuelto.

- Agregar el agua restante hasta completar los 4 litros. Agitar vigorosamente


hasta verificar que todas las sales están completamente disueltas.

- Tapar, identificar y guardar en un lugar fresco.


c. Solución hidropónica completa (A+B)

Teniendo las soluciones hidropónicas concentradas mayor (A) y menor (B)


debidamente preparadas, se procede a preparar la solución nutritiva completa que se
aplicará a las plantas sembradas en los sustratos sólidos. Las cantidades
recomendadas son las siguientes:

A 1 litro de agua agregar 5 mililitros de la solución concentrada mayor (A) más


2 mililitros de la solución concentrada menor (B). En los semilleros se debe aplicar la
mitad de esta dosis

Bibliografía

FAO, Oficina Regional de Producción Vegetal. 2000. Hidroponía escolar: solución


nutritiva. Ed. Juan Izquierdo. Oficina Regional de la FAO para América Latina y el
Caribe. pp. 22-32.

SUSTRATOS PARA CULTIVOS HIDROPÓNICOS

En la Hidroponía se utilizan diferentes materiales para favorecer el crecimiento de las


plantas. A esos materiales se les llama sustratos y su función principal es darle
sostén a las plantas, retener el agua y los nutrimentos necesarios para el adecuado
crecimiento de ellas así como facilitar la aireación de las raíces.

Para que un material sea considerado como sustrato sólido hidropónico debe reunir las
características siguientes:

• Inerte. No debe contener residuos de materia orgánica. Tampoco macro ni


microorganismos. No debe reaccionar a la adición de la solución nutritiva.

• Buen drenaje. Debe retener la humedad de tal manera que las plantas crezcan
bien y debe facilitar el paso del exceso de agua. De esa manera las plantas
siempre dispondrán de la cantidad de agua necesaria para su normal
crecimiento.

• Buena aireación. Debe facilitar la aireación de las raíces y el crecimiento de las


mismas. Con ello se logra un buen desarrollo de las plantas.

• Reutilizable. Debe permitir su reutilización, una vez lavado y desinfectado, para


disminuir los costos de producción.
El sustrato hidropónico debe ser barato y fácil de conseguir. Preferiblemente debe ser
un recurso abundante en el lugar donde se realiza la producción hidropónica. Para ello
se requiere investigar cuáles materiales son los mejores y están disponibles para
utilizarlos como sustratos.

Preparación del sustrato

Antes de utilizar cualquier sustrato es necesario lavarlo con agua limpia y desinfectarlo.
Es necesario eliminar todos los residuos de materia orgánica como raíces, frutos,
hojas, tallos, restos de animales y otros. También es necesario eliminar el suelo.

Una vez que el sustrato está limpio, se deberá colocar en los recipientes o
contenedores donde se va a realizar la siembra.

Las plantas se podrán sembrar inmediatamente después de lavado y desinfectado el


sustrato. En la Figura 5 se muestra la mezcla de un sustrato sólido preparado con
carbón vegetal, fibra de coco y cascarilla de arroz.

Figura 5. Sustrato sólido hidropónico listo para ser utilizado.


Reutilización del sustrato

Un aspecto importante a considerar en la elección del sustrato es que se pueda


reutilizar tantas veces como sea posible. De esa manera se podrán reducir los costos
de producción.

Cada vez que se reutilice el sustrato, es estrictamente necesario eliminar todos los
residuos de la cosecha anterior así como lavarlo y desinfectarlo cuidadosamente, de
tal manera que se puedan sembrar otras plantas sin que haya riesgo de plagas o de
intoxicación.

Es deseable que cada vez que se reutilice un sustrato se cambie también la especie
cultivada, a fin de favorecer el manejo integrado de las plagas (rotación de cultivos).

Se recomienda mezclar bien el sustrato a reutilizar para favorecer su limpieza y


aireación.

Limpieza y desinfección del sustrato

La desinfección se puede realizar con agua hirviendo o con una solución de Hipoclorito
de Sodio al 0,5-1,0%. En el primer caso el agua se agrega al sustrato hasta inundarlo y
dejar que el agua se enfríe. En el segundo caso el sustrato se inunda con la solución y
se deja en reposo por aproximadamente una hora, al cabo de la cual se procede a
lavar el sustrato con abundante agua limpia para eliminar el exceso de Cloro. En
algunos casos basta con lavar bien el sustrato con abundante agua limpia.
La limpieza y la desinfección del sustrato se realizan cada vez que se siembra un
nuevo cultivo y se reutiliza tantas veces como sea posible.

Sustratos utilizados

Algunos sustratos utilizados en la producción hidropónica son los siguientes:

 Agua. Es un sustrato líquido. Debe ser limpia y de buena calidad.

 Arena de río. Debe lavarse bien antes de usarla para eliminar el suelo y otros
contaminantes que pudiera tener.

 Aserrín. Debe desinfectarse muy bien antes de usarlo. Para ello se debe hervir
en agua por 10-15 minutos y eliminar el líquido restante. Hay que considerar
que algunas maderas tienen resinas tóxicas, dañinas para el crecimiento de las
plantas. Además, la descomposición del aserrín genera problemas con el
drenaje y la aireación.
 Carbón vegetal. Es una buena fuente de energía para el crecimiento de las
plantas. Es liviano, alto en Boro y de lenta descomposición. Su desventaja
estriba en que es caro.

 Cascarilla (granza) de arroz. Tiene alto contenido de Silicio y su


descomposición es lenta. Es liviano, facilita la aireación y el drenaje. Tiene
problemas para retener agua.

 Fibra de coco. Retiene la humedad y facilita la aireación. Es liviana y fácil de


manejar. Permite un buen crecimiento de las raíces. Su descomposición es
relativamente rápida, lo que desfavorece el drenaje y la aireación.

 Piedra. La piedra pequeña así como la utilizada en construcción (cuarta, quinta)


funciona bien como sustrato para el crecimiento de las plantas. Tiene la ventaja
de que facilita la aireación de las raíces. La desventaja es que no retiene los
nutrimentos.

Mezcla de sustratos

En los cultivos hidropónicos es posible utilizar los sustratos puros o la mezcla de


dos o tres de ellos. La proporción de la mezcla dependerá del tipo de cultivo, el
ambiente donde se cultiva (abierto o cerrado) y la disponibilidad de los
materiales.

Algunos sustratos que han dado buenos resultados en la Universidad EARTH


son los siguientes:

• Arena de río (lavada con agua).


• Arena de río + cascarilla de arroz + carbón vegetal (50% + 30% + 20%)
• Arena de río + carbón vegetal (70% + 30%)
• Cascarilla de arroz + fibra de coco + carbón vegetal (50% + 30% + 20%)

En esos sustratos se han logrado cultivar plantas como lechuga (Lactuca sativa),
culantro (Coriandrum sativum), culantro coyote (Eryngium foetidum), pak-choi (Brassica
chinensis), mostaza (Brassica juncea), albahaca (Ocimum basilicum), cebollino (Allium
schoenoprassum), tomate (Lycopersicon esculentum), chile picante (Capsicum
frutescens), apio (Apium graveolens), pepino (Cucumis sativus), melón (Cucumis melo),
sandía (Citrullus lanatus).
LA GERMINACIÓN Y MANIPULACIÓN DE LAS SEMILLAS

Antes de establecer los semilleros es conveniente hacer algunas consideraciones de


interés relacionadas con las semillas. Entre ellas están las siguientes:

¿Qué es una semilla?

La semilla es el óvulo fecundado de una planta con flor que contiene un embrión, una
cubierta y un endosperma (no siempre). Este último es el tejido del cual se nutre la
semilla durante su proceso de germinación (Goldbach, 1980; Mayer y Poljakoff-Mayber,
1982). Desde el punto de vista de un agricultor, una semilla es, además de la
consideración anterior, toda aquella estructura de la planta que sirve para la
propagación de la misma (p.e. raíces, tallos, hojas, bulbos, rizomas, estacas, otros).
Así, la semilla es el órgano que le sirve a la planta no solo para propagarse sino
también para perpetuarse en el tiempo.

Manipulación de la semilla

Por ser un organismo vivo y frágil la semilla debe manipularse con mucho cuidado.
Cualquier maltrato que sufra, por leve que sea, incidirá directamente en su germinación
y en el posterior desarrollo de la planta.

Características de una buena semilla

Las semillas destinadas a la propagación de las plantas deben ser viables, vigorosas y
con capacidad para germinar.

• Viabilidad. Se dice que una semilla es viable si está viva y tiene


capacidad para germinar. Esta condición puede ser determinada
mediante pruebas de germinación o análisis bioquímico.

• Vigor. Es la condición de la semilla que permite una emergencia rápida y


uniforme, así como el posterior desarrollo de plántulas normales en un
amplio rango de condiciones de campo.

• Germinación. Es la emergencia y desarrollo de aquellas estructuras


esenciales que permiten producir una planta normal bajo condiciones
favorables.
Etapas en la germinación de la semilla

De acuerdo con Goldbach (1980) para que una semilla germine debe cumplir con los
requisitos siguientes:

a. Absorción de agua (imbibición)

El agua se absorbe a través de las aberturas naturales localizadas en la cubierta de la


semilla (cáscara) y se difunde a través de los tejidos. Las células se hinchan, hay
aumento de volumen y la cubierta se hace más permeable al Oxígeno y al Dióxido de
Carbono.

b. Activación enzimática

El agua absorbida en los tejidos activa sistemas enzimáticos los cuales facilitan la
transferencia de nutrimentos desde los cotiledones o el endosperma hasta los puntos
de crecimiento del embrión. Además, los sistemas enzimáticos ayudan en la síntesis
de nuevos materiales.

c. Crecimiento del embrión

La síntesis de nuevos materiales permite que el embrión vaya creciendo poco a poco, a
expensas de los tejidos de reserva (cotiledones, endosperma). Una vez que la plántula
está bien desarrollada es capaz de sintetizar su propio alimento.

d. Ruptura de la cubierta (cáscara)

Cuando la semilla absorbe agua y las estructuras internas crecen y presionan hacia
afuera, la cubierta de la semilla se rompe dando lugar a la salida de los puntos de
crecimiento. Comúnmente, la raíz primaria (radícula) es la primera en salir.

e. Establecimiento de la plántula

La plántula empieza a establecerse cuando comienza a absorber agua y a fotosintetizar


por sí misma. Es en este momento cuando el proceso de germinación termina.

Requerimientos para la germinación de la semilla

Mayer y Poljakoff-Mayber (1982) afirman que una semilla podrá germinar si cumple con
los requisitos siguientes:

a. Madurez. La semilla germinará únicamente si ha completado su desarrollo.


Semillas inmaduras no germinan. Semillas muy viejas tampoco lo harán.
b. Factores ambientales. Entre los más importantes están:

- Agua. Si no hay agua la semilla no podrá germinar y puede ocurrir su muerte o


entrar en un periodo de latencia (reposo).

- Gases. El Oxígeno (O2) es requerido por las semillas para germinar, en tanto
que el Dióxido de Carbono (CO2) tiene un efecto detrimental en la
germinación si su concentración es alta. En concentraciones altas el CO2
favorece la longevidad de las semillas almacenadas.

- Temperatura. La respuesta dependerá de la especie, del cultivar, el lugar donde


crece la planta, entre otros. La temperatura óptima para la mayoría de las
especies está entre 15 °C y 30 °C.

- Luz. Tanto la calidad como la cantidad de luz afectan la germinación de muchas


semillas. Algunas especies no requieren mucha luz, en tanto que otras son
sensibles a ese factor.

Desempacado de las semillas

Con mucha frecuencia se desempacan y siembran inmediatamente las semillas que se


compran en los establecimientos comerciales, sin tomar en consideración los cambios
de temperatura, humedad relativa, luz y oxígeno que necesariamente afectan la
germinación. Antes de sembrar las semillas es preciso extenderlas en un papel
húmedo por un periodo aproximado de 24 horas, a fin de permitir que las mismas se
vayan adaptando paulatinamente a los cambios del ambiente (aclimatación de las
semillas). De esa manera se reduce el deterioro y se conserva el vigor de las semillas.
Si por alguna razón no se utiliza todo el lote de semillas, el resto debe ser reempacado
en un envase hermético y almacenado para su conservación en una cámara fría entre
5 °C y 8 °C, aproximadamente. Cuando se requiera utilizar otra vez las semillas, se
deberá repetir el procedimiento descrito anteriormente.

Cámara de germinación de semillas

Es recomendable colocar las semillas en un lugar cubierto, donde la temperatura y la


humedad no varíen considerablemente. Se puede construir una sencilla cámara de
germinación como la que se muestra en la Figura 6. Para ello se requieren unos
pedazos de madera u otro material y forrar la cámara con un plástico transparente, a fin
de mantener la temperatura y la humedad relativa adecuadas para la germinación de
las semillas. Se debe tener la precaución de que una de las paredes quede removible,
con el propósito de tener fácil acceso a los materiales que están en el interior de la
cámara. Otra opción consiste en poner las semillas sobre un papel absorbente húmedo
y meterlo dentro de una bolsa de plástico transparente bien cerrada, cuidando de que
el papel no se seque para que la germinación de las semillas no se interrumpa.

Figura 6. Cámara de germinación de semillas

Bibliografía

Goldbach, H. 1980. Conservación de colecciones de semillas. CATIE, Turrialba,


Costa Rica. Unidad de Recursos Genéticos-Convenio CATIE/GTZ. 42 p.

Mayer, A. Y Poljakoff-Mayber, A. 1982. The germination of seeds. Third edition.


Pergamon Press. Oxford, England. 211 p. ISBN 0-08-028853-7.
SEMILLEROS PARA CULTIVOS HIDROPÓNICOS

Sustratos

Un buen sustrato para semilleros es aquel que permite el normal desarrollo de las
plántulas así como un rápido crecimiento de las mismas. Entre esos sustratos están
los siguientes:
- Arena de río lavada (70%) + carbón vegetal triturado (30%)
- Arena de río lavada (50%) + carbón vegetal triturado (30%) + cascarilla de arroz
(20%)
En cada vivero es necesario realizar las mezclas apropiadas para verificar cuáles son
las mejores, a fin de seleccionarlas como sustratos para los semilleros.

Llenado de las bandejas

El primer paso es agregar suficiente agua al sustrato hasta que quede bien hidratado.
Seguidamente se esparce sobre la bandeja hasta llenar todos los hoyos. Luego se
presiona con un rodillo de madera o con la mano (mano extendida, nunca con la yema
de los dedos para evitar compactación) para asegurar que todos los hoyos han
quedado llenos. Luego se retira el exceso de sustrato y se procede a regar con agua
limpia. Si algún hoyo no ha quedado completamente lleno, se procede a agregar más
sustrato y más agua.

Siembra de las semillas en las bandejas

Es altamente recomendable hacer los semilleros en bandejas que tienen hoyos


individuales, como las que se muestran en la Figura 7. De esa manera se facilitará el
manejo de las plántulas y no se lastimarán las raíces. Además, la adaptación de las
plántulas al nuevo sustrato será mejor y más rápida.

Figura 7. Bandejas con hoyos individuales para la germinación de semillas.


Antes de proceder a la siembra es conveniente verificar el porcentaje de germinación
de las semillas. Una prueba rápida y sencilla le puede ahorrar tiempo, dinero y
molestias posteriores. Para realizar una prueba de germinación siga las indicaciones
sugeridas en el Anexo 1.

Si el porcentaje de germinación de las semillas es alto (mayor de 98%), se procederá a


sembrar una semilla en cada hoyo de la bandeja. Recuerde que la profundidad de
siembra de las semillas es muy importante, pues si se entierran mucho la probabilidad
de que germinen y emerjan se reduce considerablemente. Por lo general se
recomienda sembrar la semilla a una profundidad no mayor a dos veces su diámetro o
su grosor.

Una vez que las semillas han sido sembradas se procede a colocar la bandeja en el
sitio apropiado y a regarlas únicamente con agua limpia. Los riegos con agua limpia
deben continuar todo el tiempo que sea necesario (mañana y tarde), hasta que las
semillas germinen y las plántulas salgan a la superficie. El agua es vital en este
periodo, pues si las semillas carecen de humedad no germinarán.

Aplicación de la solución nutritiva

Solo cuando las plántulas hayan salido a la superficie se procederá a aplicar la solución
nutritiva. Ésta se aplicará una vez al día (en algunos casos dos veces al día).

En el caso de los semilleros se deberá aplicar 2,5 mililitros de solución concentrada


mayor (A) + 1,3 mililitros de solución concentrada menor (B) en 1 litro de agua limpia.

IMPORTANTE En días nublados se aplican 2 litros de solución nutritiva por


metro cuadrado y en días soleados se aplican 3 litros.

La aplicación de la solución nutritiva deberá continuar todos los días hasta que las
plantas estén listas para ser trasplantadas a su nuevo sustrato.

Siembra de las semillas en otros recipientes

Si no se cuenta con las bandejas mencionadas anteriormente, se puede proceder a


hacer los semilleros en cualquier recipiente que resulte apropiado para tal fin. En ese
caso deberán tomarse en cuenta las recomendaciones siguientes:

• Seleccionar un sustrato suave, limpio y homogéneo. No deberá tener partículas


grandes ni pesadas.
• Colocar el sustrato en el lugar donde se van a sembrar las semillas y nivelarlo
bien.

• Humedecer el sustrato

• Trazar los surcos con el dedo pulgar o alguna herramienta apropiada.

• Sembrar la semilla. Todas las semillas deberán quedar aproximadamente a la


misma profundidad para favorecer la germinación uniforme

• En cada postura colocar una semilla para facilitar el manejo del semillero.

• Tapar las semillas asegurándose que no queden muy profundas (no más de 2
veces su grosor o su diámetro).

• Cubrir la superficie con un papel absorbente humedecido.

• Tapar el semillero con un plástico negro (hojas de banano, plátano u otra


especie o material disponible), para favorecer la germinación uniforme y rápida
de las semillas.

• Es conveniente revisar que el semillero tenga buena humedad. De no ser así,


se debe regar con agua.

• Retirar el plástico negro una vez que las semillas hayan germinado.

• Regar con agua y solución nutritiva.

• Trasplantar en el momento oportuno.

TRASPLANTE Y CRECIMIENTO EN SISTEMAS HIDROPÓNICOS

Una vez que las plántulas alcancen el tamaño adecuado se deberán trasplantar al
sustrato definitivo, ya sea líquido (raíz flotante) o sólido. Entre los criterios para realizar
el trasplante se considera el tamaño de la plántula (aproximadamente entre 5 y 8 cm de
altura) así como la salida de las primeras hojas verdaderas.
Recipientes y camas para el trasplante

La Hidroponía industrializada ha desarrollado sus propios recipientes para la


producción en gran escala. No obstante, la Hidroponía en pequeña escala persigue
utilizar cualquier recipiente, sin importar su forma y tamaño, con el propósito de
aprovechar al máximo esos recursos. Así, se pueden emplear recipientes de plástico,
metal, madera, fibra de vidrio, hule o de cualquier otro material. Es claro que el tamaño
del recipiente o de los recipientes a utilizar dependerá del espacio disponible y de la
especie a sembrar.

Los recipientes deberán colocarse en un lugar donde lleguen los rayos del sol, ya sean
estos directos o indirectos, y deberán contar con sus respectivos drenajes para
favorecer el desarrollo de las plantas. La altura a la cual deben ser colocados
dependerá de las condiciones ambientales del lugar, pudiendo variar desde el nivel del
suelo hasta 1,20 m.

El color de los recipientes no es de mucha trascendencia. No obstante, para lugares


muy calientes se prefieren los colores claros.

Si se decide construir camas en el suelo se recomienda que el ancho de las mismas no


sea mayor de 1,20 m y su altura entre 20 cm y 30 cm, aproximadamente. Su longitud
puede ser tan variable como el espacio lo permita. Deberán contar con buen drenaje.

Aplicación de la solución nutritiva

Inmediatamente después de realizado el trasplante se procede a la aplicación de la


solución nutritiva completa. Las dosis recomendadas son las siguientes:

- 5 ml de solución mayor (solución A) en 1 litro de agua


- 2,5 ml de solución menor (solución B) en 1 litro de agua

Ambas soluciones se pueden aplicar mezcladas entre sí o separadas, al sustrato (no a


las plantas), una inmediatamente después de la otra, debiendo suspenderse dos o tres
días antes de la cosecha. En la Figura 8 se ilustra la forma de aplicación de la solución
nutritiva hidropónica en plantas sembradas en diferentes recipientes.
Figura 8. Aplicación de la solución nutritiva a plantas sembradas en sustratos
sólidos

Recuerde

En días nublados se aplican 2 litros de solución nutritiva por


metro cuadrado y 3 litros en días soleados

Reutilización del sustrato sólido

Si el sustrato lo permite, se puede reutilizar las veces que se desee. Después de


cosechar el cultivo, es necesario lavarlo con abundante agua limpia para eliminar el
exceso de sales que en él han quedado. De esa manera se elimina el riesgo de tener
un sustrato saturado con sales que perjudicarán el desarrollo de las futuras plantas.
Es indispensable eliminar las raíces de las plantas cosechadas así como cualquier otro
residuo orgánico. Con las raíces desechadas se puede hacer abono orgánico.
CULTIVOS ORGANOPÓNICOS

Introducción

La producción de cultivos utilizando sustratos orgánicos sólidos y líquidos es lo que se


ha dado en llamar Organoponía. Esta técnica de producción de cultivos, que
aprovecha al máximo los espacios disponibles (sean verticales u horizontales) así
como los recursos generados en el hogar, la comunidad o la finca, puede convertirse
en una alternativa barata y eficiente para la producción de alimentos sanos. La
organoponía permite aprovechar los desechos orgánicos para la elaboración de abonos
sólidos y líquidos, así como también los desechos inorgánicos que se utilizan como
recipientes para el crecimiento de las plantas. Algunos suelos degradados, no aptos
para la agricultura, podrían ser utilizados con éxito si previamente se enriquecen con la
adición de abonos orgánicos.

La Organoponía promueve el autoabastecimiento de alimentos así como una mejora


sustancial en la alimentación. Además, la producción sistemática de cultivos
organopónicos, en cierta escala, puede generar ingresos económicos a los productores
y fomentar la protección del ambiente. Finalmente, este tipo de producción estimula el
trabajo en equipo, la solidaridad entre las personas y el amor por el trabajo.

Lugares apropiados para la producción

Cualquier lugar donde haya suficiente luz, buena aireación y se disponga de agua de
buena calidad, es apta para la producción organopónica de alimentos. Para ello se
deberán tomar en cuenta las recomendaciones dadas en la sección “Construcciones
aptas para la Hidroponía y la Organoponía”. Los cultivos deberán seleccionarse de
acuerdo con las condiciones climáticas imperantes en cada lugar de producción.

La Organoponía no requiere de espacios grandes ni de altas inversiones para ser


exitosa. A nivel familiar solo se requiere de un pequeño espacio de terreno, deseos de
aprender y de compartir los conocimientos con otras personas.

Producción en camas (canteros)

La forma y la dimensión de las camas pueden ser tan variadas como se desee. No
obstante, se recomienda que el ancho no sea mayor a 1,2 m a fin de facilitar el manejo
de los cultivos.
Si el suelo donde se construyen las camas es pobre (desde el punto de vista de su
fertilidad natural), es necesario agregar abonos orgánicos como el compost,
lombricompost, MM compost, Bokashi, a fin de mejorar las condiciones físicas,
químicas y biológicas de ese suelo y permitir un adecuado desarrollo de las plantas.
Es deseable que estos abonos orgánicos se incorporen al suelo al menos 6 meses
antes de la siembra de las plantas, a fin de enriquecerlo con algunos nutrimentos
esenciales y permitir su paulatino mejoramiento. La cantidad de abono orgánico a
agregar puede oscilar desde 1 kg hasta 5 kg por metro cuadrado en la fase inicial.
Posteriormente se podría ir reduciendo esta cantidad conforme mejoren las condiciones
físico-químicas y biológicas de ese suelo. En la Figura 9 se observa una cama
organopónica construida al aire libre.

Figura 9. Cama para la siembra de cultivos organopónicos

Producción en recipientes

Se pueden utilizar recipientes desechables y de diferentes tamaños. Entre los


recipientes más comúnmente utilizados están las llantas desechables, los envases
plásticos y de madera así como los tubos de PVC. Algunas ventajas que ofrecen estos
recipientes son: pueden reutilizarse por mucho tiempo, pueden manipularse con
facilidad, permiten tener un adecuado control de la humedad en el sustrato y permiten
adicionar los nutrimentos con facilidad.

Si bien el color de los recipientes no es un factor limitante para la producción, se


prefieren aquellos de color blanco pues ellos reducen la temperatura interna del
sustrato y evitan la quema de las raíces. En la Figura 10 se muestran algunos
recipientes que pueden ser utilizados para la producción de cultivos organopónicos.

Figura 10. Recipientes sugeridos para la producción organopónica.


Sustratos

Se utiliza suelo y abonos orgánicos como el MM-compost, el compost, el


lombricompost y el bokashi. También se utilizan las mezclas de dos o tres de ellos, en
diferentes proporciones, para mejorar la calidad del sustrato.
El bokashi es un abono orgánico fermentado, rico en nutrimentos y en microorganismos
benéficos. No obstante, no se recomienda usarlo fresco porque puede “quemar” las
plantas. Si se usa mezclado con otros sustratos sus resultados pueden ser
satisfactorios, siempre y cuando el bokashi agregado se haya fermentado
completamente.

Semilleros

Cualquier recipiente debidamente acondicionado puede ser apto para sembrar un


semillero. No obstante, se prefieren las bandejas con hoyos individuales de diferentes
dimensiones, pues ellas facilitan la penetración de las raíces, la buena retención de
agua y la buena aireación del sustrato. Además, las raíces permanecen intactas al
momento de realizar el trasplante (Figura 7).
Los semilleros deben ubicarse en un lugar con alta humedad relativa (mayor de 85%),
temperaturas entre 20°C y 30°C y buena calidad de luz. En ocasiones es necesario
utilizar lámparas o bombillos de luz clara para suministrar la cantidad y calidad de luz
que necesitan las semillas para germinar y las plántulas para crecer.

Trasplante

Cumplido el plazo en el semillero, las plantas deben trasladarse a su sitio definitivo.


Para ello es necesario haber preparado previamente el lugar de siembra y hacer el
trasplante preferiblemente en las primeras horas de la mañana, a fin de evitar pérdida
de agua por transpiración. También se puede hacer el trasplante en horas de la tarde
cuando la temperatura haya descendido.
Se debe tener especial cuidado de que, al momento de sacar las plantas de la bandeja,
su raíz quede intacta, sin daño alguno. De esa manera se asegura que la planta no
sufra mucho estrés al momento de ser sembrada en el nuevo sustrato. Otro cuidado
que debe tenerse es el de sembrar al mismo nivel del tallo, a fin de evitar problemas de
exceso de humedad en el mismo y, consecuentemente, la muerte de las plantas.
Previo al trasplante, la bandeja o lugar donde crecen las plantas debe regarse con
agua sin que el sustrato llegue a saturarse. De igual manera, el nuevo sustrato donde
se trasladarán las plantas debe estar humedecido, nunca saturado con agua. En caso
de que el sustrato se sature con agua, habrá que esperar hasta que drene el exceso
para iniciar las labores.
NUTRICIÓN DE LAS PLANTAS
Los cultivos organopónicos obtienen del sustrato la mayoría de sus nutrimentos. De
ahí la importancia de que el sustrato sea lo más rico posible en elementos esenciales,
los cuales pueden ser suministrados por medio de abonos orgánicos líquidos y abonos
orgánicos sólidos, ambos utilizados como estimuladores del crecimiento y
coadyuvantes en el combate de las plagas.

Importancia de los abonos orgánicos

En los sistemas organopónicos los abonos orgánicos sólidos y líquidos juegan un papel
preponderante, pues de ellos dependerá, en buena parte, la producción del cultivo así
como su calidad.

Existen muchas formas de preparar los abonos orgánicos pero todos ellos tienen la
característica en común de que son fáciles de hacer y requieren materiales que están
al alcance de todos. Además, no se necesita de mucho espacio para su elaboración y
el ahorro de dinero es significativo.

Una buena forma de aprovechar los residuos orgánicos es transformarlos en abonos


que luego serán utilizados para el crecimiento de las plantas. De esa manera se cuida
el ambiente y se reducen los costos de producción de alimentos. La adición
sistemática de abonos orgánicos en los suelos degradados contribuye
significativamente al mejoramiento paulatino de las condiciones físicas, químicas y
biológicas de esos suelos.

Materiales para producir abonos orgánicos líquidos

Para la elaboración de estos abonos es conveniente tomar en cuenta lo siguiente:

- Agua. El agua no debe contener metales pesados como el Aluminio, Arsénico,


Cobre, Cadmio, Plomo y otros. Debe estar libre de coliformes fecales y otros
contaminantes. Las concentraciones de Cloro deben ser las permitidas para el
consumo humano. Se puede utilizar el agua de lluvia recolectada directamente
en recipientes de plástico.

- Residuos de animales. Se prefiere el uso del estiércol fresco, procedente de


animales sanos, que no hayan sido tratados con antibióticos ni otros
medicamentos. Los antibióticos afectan negativamente la vida microbiana del
suelo.
- Minerales. Deben proceder de fuentes naturales. Se utilizan para enriquecer los
biofermentos. Aportan elementos esenciales para el crecimiento de las plantas.

- Residuos de plantas. Pueden ser frescos o secos y que no hayan sido tratados
con plaguicidas

Abonos orgánicos líquidos

Son sustancias líquidas obtenidas a partir de desechos de plantas, de animales


o de la mezcla de ambos, que contribuyen notablemente al mejoramiento de la
salud de las plantas. En ocasiones se agregan algunos minerales naturales
para incrementar la riqueza de sus nutrimentos.
Algunas sustancias originadas en el proceso de fermentación son muy ricas en
energía, las que, al ser absorbidas, nutren a las plantas de tal manera que les
permiten resistir con éxito el ataque de algunas plagas.

Los abonos orgánicos líquidos son relativamente fáciles de hacer. La idea


fundamental es conseguir la mayoría de los materiales en la casa, finca o
comunidad donde se van a utilizar. De esa manera se reducirán
considerablemente los costos de producción del sistema organopónico.

A continuación se presentan algunos ejemplos de abonos orgánicos líquidos que


podrían utilizarse en la producción organopónica de cultivos.

1. Mantillo del bosque y cabezas de pescado

Materiales

- 200 litros de agua (colocarlos en un recipiente de plástico)


- 1 litro de leche (entera es mejor)
- 20 kg de estiércol de vaca o de caballo (fresco)
- 5 kg de mantillo de bosque (hojarasca) bien picado
- 0,5 kg de sal
- 5 kg de miel de purga (melaza)
- 0,5 kg de levadura
- 1,5 kg de cabezas de pescado
Preparación

Moler o macerar bien las cabezas de pescado. Mezclar bien todos los ingredientes con
el agua. Tapar bien el recipiente. Al cabo de 30 días la mezcla se debe colar (cernir).
Los residuos se pueden incorporar al sustrato.

Frecuencia de aplicación

Se aplica al suelo dos veces por semana cuando las plantas están pequeñas. En
plantas adultas se puede aplicar cada 8 días. Se puede usar en cualquier cultivo. Lo
mejor es rotar con otros caldos o soluciones.

Dosis

- Hortalizas. 1 litro de caldo en 10 litros de agua, aplicados al suelo


- Plantas perennes. 1 litro de caldo en 5 litros de agua, aplicados al suelo

2. Sopa de plantas medicinales

Materiales

- Dos especies de plantas medicinales de olor fuerte y dos especies de plantas


medicinales de sabor amargo.
Ejemplos de plantas medicinales de olor fuerte: juanilama (Lippia alba), menta criolla
(Satureja viminea), romero (Rosmarinus officinalis), culantro coyote (Eryngium
foetidum), orégano (Lippia graveolens).
Ejemplos de plantas medicinales de sabor amargo: gotas amargas (Ambrosia
cumanensis), indio desnudo (Bursera simaruba), amargo (Aspidosperma
spruceanum), hierba mora (Solanum americanum), hombre grande (Quassia amara).

- De las 4 especies seleccionadas pesar 1 kg (pueden ser hojas, corteza o una


mezcla de ambas)
- 2 hojas de zábila (Aloe vera) o 2 pencas de tuna (Opuntia ficus-indica)
- 1 cabeza de ajo (Allium sativum)
- 1 chile picante mediano (Capsicum frutescens)
- 10 litros de agua

Preparación
- Picar bien las plantas medicinales seleccionadas así como los ajos y el chile
picante.
- Colocar en un recipiente de acero inoxidable o de otro material que no sea
aluminio. Agregar 10 litros de agua limpia y agitar. Cocinar todos los
ingredientes permitiendo que la mezcla hierva por aproximadamente 5 minutos.
El recipiente debe estar bien tapado durante la cocción.

- Enfriar a temperatura ambiente y colar (cernir). Mientras la mezcla se está


enfriando, agregar el gel de las hojas de zábila o de las pencas de tuna. Estos
geles deben ser previamente extraídos para no retardar la preparación.

Frecuencia de aplicación

Dependiendo del lugar donde esté localizada la siembra y de las condiciones del
tiempo, se puede aplicar cada 3 a 4 días al follaje de las plantas, al suelo o ambos.

Dosis

1 litro de concentrado en 10 litros de agua limpia

3. Caldo de estiércol de caballo

Materiales

- 100 litros de agua limpia


- 20 kg de estiércol de caballo (fresco y de animales sanos)
- 2 litros de leche (preferiblemente entera)
- 3 kg de melaza (miel de purga)

Preparación

- Disolver, en una parte del agua, el estiércol de caballo y eliminar toda la basura
flotante.
- En el agua restante disolver la melaza y la leche.
- Mezclar el estiércol, la melaza y la leche en un solo recipiente y agitar
vigorosamente por aproximadamente 20 minutos.
- Cubrir el recipiente y dejarlo en reposo por aproximadamente un mes.
Frecuencia de aplicación

- Se aplica al suelo cada 3 días. Se puede utilizar en cualquier tipo de plantas.


Tiene efecto como bioestimulante y como fungicida.

Dosis

- 1 litro del caldo en 5 litros de agua.

4. Sopa de Compost o de Lombricompost

Materiales

- 5 kg de compost o de lombricompost
- 20 litros de agua
- 1 kg de melaza (miel de purga)

Preparación

- En un recipiente de plástico mezclar el agua con el compost o el lombricompost


- Agregar lentamente la melaza agitando vigorosamente la mezcla.
- Colar (cernir) en un recipiente de plástico.

Frecuencia de aplicación

- Se recomienda su aplicación una vez por semana, ya sea al follaje o al suelo.


- En las especies cuyo órgano de consumo es la hoja, se recomienda su
aplicación únicamente al suelo.

Dosis

Se puede aplicar a las plantas o al suelo diluyendo 1 litro de sopa en 10 litros de


agua.

5. Fermento de hierbas y frutas

Materiales

- 25 kg de hierbas de hoja ancha, bien picadas. Estas hierbas debe ser bien
suculentas y no deben presentar daño por plagas.
- 12 kg de cáscaras de frutas dulces bien picadas (por ejemplo: banano, papaya,
melón, sandía, mango). No usar cítricos.
- Un recipiente de plástico
- 4 litros de melaza (miel de purga)
- 2 litros de suero de leche

Preparación
- En el recipiente de plástico colocar una capa de hierbas seguida por otra capa
de cáscaras de frutas.
- Agregar un poco de melaza y de suero.
- Seguir agregando capas de hierbas, cáscaras de frutas, melaza y suero hasta
agotar los ingredientes.
- Encima de las capas colocar una tabla y un objeto pesado con el propósito de
hacer presión.
- Tapar el recipiente con un plástico negro bien amarrado o con la tapa.
- Dejar en reposo una semana (7 días).
- Al cabo de una semana recoger el líquido resultante y guardarlo en recipientes
oscuros bien cerrados.

Frecuencia de aplicación

Se aplica a plantas en crecimiento una o dos veces por semana.

Dosis
- Para plantas jóvenes se aplica medio litro en 10 litros de agua limpia.
- Para plantas adultas se aplican 1,5 litros en 10 litros de agua limpia.
En ambos casos se puede aplicar al sustrato o al follaje de las plantas.

6. Abono enriquecido con sales minerales

Materiales

- 20 kg de estiércol (vaca, cabra, cerdo, caballo, otros)


- 100 litros de agua
- 1 litro de melaza (o azúcar de tapa de dulce)
- 1 litro de suero de leche (o yogurt)
- 700 gramos de roca fosfórica
- 150 gramos de Bórax
- 150 gramos de Sulfato de Zinc
- 200 gramos de Carbonato de Calcio
- 30 gramos de Sulfato de Cobre
- 10 gramos de Sulfato de Hierro

Preparación
- En un recipiente colocar el estiércol, agregar agua y agitar vigorosamente.
- Colar (cernir) el líquido para limpiar las impurezas.
- Agregar cada uno de los ingredientes agitando constantemente la mezcla.
- El Carbonato de Calcio se prepara agregando agua al sólido y agitando
constantemente. Luego se añade a la mezcla.
- Dejar en reposo por 3 a 4 semanas en un ambiente anaeróbico (Figura 11).

Frecuencia de aplicación
Dos veces por semana alternando con otros abonos orgánicos líquidos.

Dosis
1 litro en 10 litros de agua limpia, aplicados al sustrato.

Figura 11. Fermentación anaeróbica en recipientes de plástico.


Aplicación de los abonos orgánicos líquidos

Con el propósito de que las plantas crezcan saludables es necesario estar adicionando
con regularidad los nutrimentos esenciales. La frecuencia de aplicación dependerá del
sustrato utilizado y de la concentración de nutrimentos en la solución. En términos
generales se sugiere lo siguiente:

a) 5 % a 10 % de abono orgánico líquido para plantas que crecen en semilleros.

b) 10 % a 15 % de abono orgánico líquido desde el trasplante hasta la cosecha


(plantas hortícolas).

c) 15 % a 20 % de abono orgánico líquido para plantas perennes.

Abonos orgánicos sólidos (Compost)

Para la elaboración de este tipo de abonos se deben considerar los aspectos


siguientes:

a) Techo protector

En lugares donde llueve mucho es necesario hacer las composteras en un lugar


cubierto para evitar la pérdida de nutrimentos por lavado y por la putrefacción de los
materiales. En la Figura 12 se muestra un lugar apropiado para hacer las composteras.

b) Residuos orgánicos

Cualquier residuo orgánico sin contaminación, sea de origen animal o vegetal, se


puede utilizar para la elaboración de este tipo de abono. Su calidad dependerá de los
materiales empleados y del cuidado suministrado durante la fase de transformación a
abono sólido.

c) Aireación

El Oxígeno es un elemento indispensable para obtener un abono de calidad. La mezcla


de todos los materiales debe ser homogénea, para permitir una adecuada aireación de
la compostera.
d) Humedad

Este factor, igual que el anterior, es clave para la vida de los microorganismos
procesadores de la materia orgánica. Tanto el faltante como el exceso de agua
perjudican seriamente a los microorganismos, pues en el primer caso falta agua para
los procesos vitales y en el segundo falta oxígeno. La humedad requerida es de
aproximadamente 45 a 50% durante todo el proceso. La compostera deberá
humedecerse solamente al inicio y cuando se voltea (cada 8 días), en caso de ser
necesario.

Figura 12. Lugar recomendado para preparar abonos orgánicos.

Una forma práctica de saber si la compostera está saturada con agua es coger con la
mano un poco del abono orgánico y apretarlo fuertemente. Si del puño salen algunas
gotas de agua la humedad es adecuada, pero si sale un chorro de agua esto es
indicador de exceso de humedad. De inmediato se debe proceder al volteo (viraje) de
la compostera para drenarla y permitir que el proceso de compostaje se realice en
forma adecuada (Figura 13).

Figura 13. Medición empírica de la humedad en la compostera

e) Temperatura

No debe superar los 70 oC pues los materiales de la compostera se descomponen


rápidamente y despiden un olor desagradable. Si la temperatura se mantiene por
debajo de ese valor, indica que la acción microbiana se está desarrollando en forma
adecuada.

Cuando la temperatura interna de la compostera es menor de 30 oC indica que el


proceso no se está realizando en forma adecuada y que el tiempo de descomposición
de los materiales será mayor.

Durante el compostaje de los materiales se pueden distinguir tres fases de


temperatura, a saber:
 Mesofílica inicial. En esta fase la temperatura de la pila de compostaje es muy
parecida a la del ambiente circundante. Esto ocurre en las primeras horas de
establecida la compostera.

 Termofílica. La temperatura sube hasta 70 oC y en esta fase se produce la


mayor descomposición de los materiales orgánicos. Por ningún motivo la
temperatura debe superar ese valor pues los microorganismos benéficos
presentes corren el riesgo de morir. En esta fase mueren la mayoría de los
microorganismos patógenos, semillas de arvenses e insectos plaga, pudiéndose
producir un abono orgánico exento de esos agentes nocivos.

 Mesofílica final. La temperatura interna de la compostera es la misma que la del


ambiente circundante. Si todo el proceso ha transcurrido con normalidad esta
fase estará concluyendo aproximadamente ocho semanas después (la duración
del proceso dependerá, entre otras cosas, de la temperatura del lugar).

f) Volteo de la compostera

Cada ocho días la compostera deberá voltearse (virarse) con el propósito de


mantener un buen control de la humedad, la temperatura y la aireación. Este es el
momento oportuno para agregar agua, si fuera necesario, o para drenar el exceso
hasta que alcance la humedad deseada.

g) Altura y longitud de la compostera

La altura de la compostera es un factor que incide directamente en la calidad del abono


producido. Se recomienda una altura entre 1,20 m y 1,50 m por las razones siguientes:

- Facilita el volteo (viraje) de los materiales


- Mantiene la humedad, la temperatura y la aireación apropiadas
- Favorece el compostaje de los materiales y la actividad de los microorganismos
- Facilita los riegos con agua, en caso de ser necesarios

La longitud de la compostera no es un factor limitante y dependerá del sitio y del gusto


de quien la confecciona.

h) Medición de la humedad, la temperatura y el pH

Se recomienda dar seguimiento constante a estos tres factores con el fin de obtener un
abono de calidad aceptable. Si la temperatura de la compostera supera los 70 oC
deberá voltearse inmediatamente y agregar agua para provocar un descenso de la
misma. La temperatura final de la compostera deberá ser muy parecida a la del
ambiente circundante.
El pH del compost dependerá, en buena parte, de los materiales que se utilicen. Lo
recomendable es que oscile entre 5,5 y 6,5.

i) Características físico-químicas del compost

Al finalizar el proceso de compostaje el producto final debe presentar características


deseables como las siguientes:

- Color oscuro
- Olor agradable (a tierra fresca)
- Buen contenido de nutrimentos (macro y micro)

En la Figura 14 se presenta una muestra de abono orgánico recién procesado y listo


para ser utilizado.

Figura 14. Muestra de abono orgánico listo para ser aplicado a las plantas.
j) Relación Carbono : Nitrógeno (C : N)

En las condiciones tropicales húmedas es deseable que esta relación sea inferior a
20:1, a fin de permitir que el N sea un nutrimento disponible para las plantas. Cuando
la relación C : N es superior a 20 : 1 la cantidad de Nitrógeno presente en el compost
se considera baja, en cuyo caso habrá que agregar ese elemento para corregir las
deficiencias que se presenten en las plantas.

Importancia del riego

Para cultivos organopónicos que crecen en sustratos sólidos el riego con agua de
buena calidad es de vital importancia, pues de él depende, en buena parte, el
crecimiento de las plantas.

Si el cultivo está bajo techo se deben realizar dos riegos por día, uno en la mañana y
otro por la tarde, en caso de que el riego sea manual. No obstante, deberá mantenerse
una vigilancia permanente del cultivo para determinar las necesidades de agua y, si
fuera del caso, aumentar el número de riegos por día. Si en el lugar existe equipo para
riego, éste deberá adecuarse a las necesidades del cultivo.
Si el cultivo crece en un lugar al aire libre deberá regarse las veces que sean
necesarias para mantener el nivel adecuado de humedad en el sustrato. En caso de
que haya exceso de lluvia, deberán tomarse las precauciones para favorecer el drenaje
y evitar encharcamientos de agua.

MICROORGANISMOS DE MONTAÑA

En los sistemas organopónicos los Microorganismos de Montaña (MM) se consideran


valiosos coadyuvantes para la producción de plantas vigorosas y saludables, pues ellos
aportan, entre otras cosas, vitaminas, nutrimentos y protección contra las plagas.

Los MM crecen en forma abundante en la materia orgánica de los suelos de las


montañas, bosques y terrenos agrícolas poco disturbados. Son los encargados de
descomponer la materia orgánica y de permitir que el ciclo de la vida continúe
indefinidamente. Además, contribuyen a mejorar las condiciones físicas, químicas y
biológicas de los suelos, combaten organismos patógenos y degradan sustancias
químicas sintéticas (plaguicidas) aplicadas al suelo.
Composición de los MM

Los MM están compuestos por los grupos siguientes:

a) Bacterias ácido lácticas. Producen ácido láctico que contribuye a solubilizar el


fósforo en el suelo y permiten que ese elemento esté disponible para las plantas.
Adicionalmente, ayudan a combatir algunos patógenos del suelo.

b) Actinomicetos. Son hongos que ayudan a controlar patógenos que afectan el


desarrollo de las plantas.

c) Levaduras. Estas bacterias contribuyen con la síntesis de vitaminas y con la


activación de otros microorganismos benéficos.

d) Bacterias fotosintéticas. Sintetizan vitaminas y nutrimentos que luego son


aprovechados por las plantas. Contribuyen a incrementar las poblaciones de
otros microorganismos (actinomicetos, micorrizas, bacterias fijadoras de
nitrógeno).

Recolección de los MM

Se debe recolectar únicamente la materia orgánica que está en proceso de


descomposición (hojas, ramas, frutos, tallos, otros), que no huela mal (podrida) y que
los microorganismos tengan una coloración blanquecina. La materia orgánica recién
incorporada no debe recolectarse pues carece de suficientes microorganismos para
lograr una eficiente descomposición. La materia orgánica que presente
microorganismos con coloraciones oscuras se debe descartar, pues eso es indicador
de que estos están viejos y el proceso de descomposición no será el adecuado.

La materia orgánica recolectada deberá colocarse dentro de un recipiente apropiado


(saco, bolsa, otro) que facilite su manejo hasta el sitio donde será procesada. En la
Figura 16 se ilustra la recolección de MM.
Figura 16. Recolección de los MM en un bosque.

Reproducción de los MM

La reproducción se puede realizar tanto en la fase sólida como líquida. A continuación


se describen ambos tipos de reproducción.

I. Fase sólida

a. El mismo día de la recolección, la materia orgánica y los MM deberán ser


desmenuzados y colocados encima de una tela limpia y seca, extendida
preferiblemente en un lugar bajo techo.

b. Por cada 10 kg de materia orgánica desmenuzada se deberá agregar lo


siguiente:
4 litros de melaza (miel de purga)
4 litros de suero de leche o de leche cruda
Medio kilogramo de levadura
Un saco de semolina de arroz o de otro cereal (46 kg)
3 kilogramos de carbón vegetal molido
10 kilogramos de granza de arroz (o de otro material parecido)
Agua (sin cloro)

c. Todos estos materiales deberán mezclarse bien y al final agregar el agua. Esta
debe agregarse lentamente hasta permitir que la mezcla quede húmeda pero no
saturada. Si la humedad de la mezcla es excesiva se puede agregar un poco
más de semolina.

d. Cuando la mezcla de los materiales está lista se debe colocar dentro de un


recipiente de plástico limpio y seco y compactarse con la ayuda de una estaca
de madera, a fin de extraer el aire. Seguidamente se coloca un trozo de madera
encima y un objeto pesado (piedra o algo similar) con el fin de mantener la
compactación.

e. Sellar el recipiente herméticamente y colocarlo en un lugar limpio, seco y a la


sombra por espacio de cuatro semanas.

f. En la tapa superior del recipiente deberá hacerse un hoyo por el cual se


introducirá el extremo de una manguera delgada de aproximadamente un
centímetro de diámetro y longitud variable. El otro extremo de la manguera se
conectará a una botella de plástico que contiene agua hasta la mitad de su
volumen, asegurándose de que la manguera quede introducida en el agua. De
esa manera la reproducción de los MM se realizará en un ambiente anaeróbico
(Figura 17).

g. Al cabo de 4 semanas se debe verificar la calidad de los MM. Si el color


predominante es azul o violeta, significa que los MM no se han desarrollado en
forma adecuada. En este caso es mejor desecharlos. Si el color es amarillo
oscuro y el olor es agradable (no huele a podrido) los MM se pueden utilizar con
toda seguridad.

h. El producto bien tapado se puede almacenar en un lugar fresco, limpio, seco y a


la sombra hasta por espacio de 1 año.
Figura 17. Reproducción anaeróbica de los MM en un recipiente de plástico.

Uso de los MM en fase sólida

Se utilizan como mejoradores físicos, químicos y biológicos del suelo. Para ello se
deben incorporar al suelo con suficiente tiempo (al menos 3 meses antes de la
siembra) para permitir su utilización por parte de las plantas.
Si el suelo donde se aplican los MM es rico en materia orgánica, la incorporación será
más rápida y mayor, favoreciendo así el desarrollo de las plantas.

Otra forma de utilizar los MM en esta fase es incorporándolos al fondo del hoyo en el
momento del trasplante.

II. Fase líquida

Transcurridas las cuatro semanas en su fase sólida los MM están listos para ser
activados y utilizados en forma líquida. Para ello se deberá proceder de la manera
siguiente:

a. Pesar 10 kg de MM sólido y depositarlos dentro de un saco de tela permeable al


agua.

b. Colocar el saco dentro de un recipiente con agua no clorada (aproximadamente


170 litros). Sumergir el saco para que, poco a poco, los microorganismos vayan
activándose en el agua.

c. Agregar 10 litros de melaza (miel de purga) como fuente de energía. Agitar


vigorosamente.

d. Tapar herméticamente el recipiente.

e. Dejar en reposo de 8 a 10 días.

f. Transcurrido ese tiempo, coger 1 litro de MM líquido y diluirlo en 9 litros de agua


(sin cloro). Aplicar esta mezcla con regadera, con bomba de espalda o con
cualquier otro equipo disponible.

g. La aplicación de la mezcla debe hacerse al suelo o al follaje de las plantas,


cuidando de que no haya mucho sol, pues éste incrementa la temperatura y
muchos de los MM son sensibles al calor y a la luz.

h. La frecuencia de aplicación así como la concentración dependerán del cultivo o


de la actividad que se desee realizar. Por ejemplo, en hortalizas se puede
aplicar semanalmente una concentración entre 5 y 10 por ciento, en tanto que
para plantas perennes entre 15 y 20 por ciento cada mes.
REPELENTES
En circunstancias particulares es necesario recurrir al uso de repelentes naturales para
controlar plagas. En el Anexo 2 se mencionan algunas especies de plantas que se
utilizan para ese fin, en tanto que en el Anexo 3 se anotan algunas estrategias para el
combate de las plagas por medio del Manejo Integrado del Cultivo (MIC). Debe
recordarse que en los sistemas organopónicos solo se deben utilizar productos
autorizados por las Agencias Certificadoras, pues de lo contrario los cultivos producidos
perderían la condición de orgánicos.

A continuación se mencionan algunos preparados para el control de plagas.

1. Sopa de ceniza

Materiales

 5 kg de ceniza bien colada (cernida)


 10 litros de agua limpia
 250 gramos de almidón de yuca, o gel de tuna (Opuntia ficus-indica), o gel de
zábila (Aloe vera)

Preparación

En un recipiente de plástico colocar los 5 kg de ceniza bien cernida y agregar


lentamente el agua, agitando constantemente, hasta lograr una mezcla homogénea.
Agregar el almidón de yuca y los geles de tuna o de zábila previamente disueltos en
agua. Agitar bien la mezcla para homogenizarla. Calentar la mezcla en el fuego por
espacio de 20 minutos, agitando con cierta frecuencia. Enfriar la mezcla y cernir
(colar).

Frecuencia de aplicación

Se puede aplicar cada 3 a 4 semanas para combatir hongos. No aplicar a plantas


recién germinadas pues las podría quemar. Debe alternarse con otras preparaciones.
Aplicar preferentemente por las mañanas al follaje. La ceniza sobrante se puede
aplicar al suelo.

Dosis

En general, se usan las dosis siguientes:

Plantas pequeñas……….. 1 litro de sopa en 10 litros de agua


Plantas en crecimiento…. 1 litro de sopa en 5 litros de agua
Plantas adultas………….. 1 litro de sopa en 2 litros de agua
2. Solución de ajo (Allium sativum) y chile picante (Capsicum frutescens)

Materiales

 500 gramos de ajos


 200 gramos de chile picante
 400 gramos de gel de zábila (Aloe vera) o de tuna (Opuntia ficus-indica)
 50 litros de agua

Preparación

Macerar (majar) bien los ajos y colocarlos en un recipiente de plástico. Agregar 10


litros de agua limpia. Tapar el recipiente y dejar en reposo 4 a 5 días. Agitar
vigorosamente la solución 2 veces al día mientras esté en reposo. No olvidar tapar la
solución.

Macerar bien el chile picante, colocarlo en un recipiente de plástico y agregar 5 litros de


agua limpia. Dejarlo en reposo por 4 a 5 días, bien tapado. Mientras dure el reposo, la
solución debe agitarse vigorosamente 2 veces al día. Después de transcurridos los
días del reposo, ambas soluciones se deben mezclar y agregar los 35 litros de agua
restantes. Se debe agitar constantemente para homogenizar la solución. Agregar el
gel de zábila o de tuna y agitar vigorosamente. Cernir (colar) la solución y recoger el
filtrado.

Frecuencia de aplicación

Se puede aplicar 2 veces por semana, dependiendo del estado del tiempo. Sirve para
combatir problemas con insectos, hongos y bacterias. Se puede aplicar a cualquier tipo
de plantas, incluyendo hortalizas.

Dosis

En general, se usan las dosis siguientes:

Plantas pequeñas……...... 1 litro de ajo + chile en 8 litros de agua


Plantas en crecimiento…. 1 litro de ajo + chile en 5 litros de agua
Plantas adultas………….. 1 litro de ajo + chile en 3 litros de agua

3. Solución de diente de león (Taraxacum officinale)

Materiales

- 1 kg de plantas frescas (raíces, tallos, hojas, flores) de diente de león


- 400 gramos de gel de zábila (Aloe vera) o de tuna (Opuntia ficus-indica)
- 10 litros de agua limpia
Preparación

Lavar bien las plantas con agua limpia. Picar bien todas las plantas y colocarlas en un
recipiente de plástico. Agregar 5 litros de agua y tapar bien el recipiente. Dejar en
reposo por 3 días en un lugar fresco, seco y a la sombra. Mientras la solución
permanezca en reposo se deberá agitar 2 veces al día. No olvidar tapar cada vez que
se agita. A los 3 días se deberá cernir (colar) el líquido y agregar la zábila previamente
diluida en agua. Agregar el agua faltante hasta completar el volumen deseado.

Frecuencia de aplicación

Varía de acuerdo con las condiciones ambientales. Se puede aplicar una o dos veces
por semana. Además de ser un protector contra algunas plagas actúa como
bioestimulante.

Dosis

Por cada litro de solución de diente de león se debe agregar 2-3 litros de agua.

4. Vinagre con aceite

Materiales

- 1 litro de vinagre natural


- 0,5 litros de aceite vegetal
- 100 mililitros de agua jabonosa

Preparación

Mezclar el aceite y el vinagre. Agitar vigorosamente. Agregar lentamente el agua


jabonosa, agitando constantemente.

Frecuencia de aplicación

Dos veces por semana, alternando con otros repelentes.

Dosis

Se aplica sin diluir, directamente a los organismos que se desea controlar. Se debe
asegurar que los organismos a controlar queden impregnados con la solución.
TRAMPAS CONTRA INSECTOS

1. Trampas con cebos atrayentes

Estas trampas son bastante efectivas para atraer insectos, pero tienen el inconveniente
de que atraen tanto insectos dañinos como benéficos.

Materiales

• Un recipiente de plástico de aproximadamente 2 litros (las botellas desechables


de plástico, con tapa y bien limpias, son apropiadas para ese fin)
• 1 m de cuerda (mecate)
• Cebo atrayente

Construcción

• A 5 cm de la base del recipiente perfore el plástico y haga un cuadrado de


aproximadamente 2 cm de lado.

• Amarre la cuerda (mecate) al recipiente, asegurándose de que quede bien


sujeta.

Cebos atrayentes

Se pueden utilizar diferentes tipos de cebos. Entre ellos están los siguientes:

a) cebo con orina

Materiales

• 1 vaso de orina humana o de bovinos


• 3 cucharadas de esencia de vainilla
• 8 cucharadas de melaza o de panela (tapa de dulce)
• agua

Preparación y cambio

En un recipiente de plástico limpio y seco colocar todos los ingredientes y mezclarlos.


La mezcla no debe quedar muy acuosa.
Una vez preparado, el cebo debe colocarse en la trampa hasta el nivel inferior del
orificio. Cambiar el cebo cada ocho días o cuando se considere necesario.
En la Figura 18 se muestra una trampa construida con una botella desechable de
plástico.

Figura 18. Trampa con cebo atrayente para capturar insectos


b) cebo con plátano maduro y papaya

Materiales

• Un vaso de orina humana o de bovinos


• 5 cucharadas de melaza o de panela (tapa de dulce)
• 1 plátano bien maduro
• 150 gramos de papaya bien madura
• agua

Preparación y cambio

En un recipiente de plástico limpio y seco colocar todos los ingredientes y mezclarlos.


La mezcla no debe quedar muy acuosa. El cebo preparado debe colocarse en la
trampa y cambiarlo cada ocho días o cuando se considere necesario.

c) cebo con pepinos (se pueden usar también frutas dulces)

Materiales

• 1 vaso de pulpa de pepino (Cucumis sativus)


• 4 cucharadas de esencia de vainilla
• 1 vaso de melaza o de panela (tapa de dulce) rayada

Preparación y cambio

En un recipiente de plástico limpio y seco colocar todos los ingredientes y mezclarlos.


Una vez preparado, el cebo debe colocarse en la trampa hasta el nivel inferior del
orificio y cambiarlo cada ocho días o cuando se considere necesario.

2. Trampas con olor

Estas trampas son fáciles de hacer. Se necesita una tabla de madera o un pedazo de
material sólido de tamaño variable, un pedazo de plástico amarillo o blanco, algunas
grapas o clavos pequeños, grasa sin olor con un atrayente natural incorporado, un palo
o regla de algún material fácil de perforar. El atrayente natural puede ser vainilla
líquida, melaza o tapa de dulce raspada, canela en polvo, clavo de olor en polvo, nuez
moscada en polvo u otro de olor agradable y fuerte. En la Figura 19 se muestra la
trampa para atraer insectos.
La grasa mezclada con el atrayente natural debe untarse en el plástico, con una
brocha, para atraer a los insectos. La grasa y el atrayente deben revisarse
periódicamente para renovarlos cuando sea necesario.
La desventaja que presentan estas trampas es que atraen tanto insectos benéficos
como perjudiciales.
Se pueden colocar en lugares estratégicos del invernadero o del campo, a alturas entre
1,0 m y 1,50 m. En el campo se pueden colocar entre 8 y 10 trampas por hectárea.

Figura 19. Trampa con grasa y cebo atrayente contra insectos


ESPECIES SUGERIDAS PARA CULTIVAR EN UN SISTEMA ORGANOPÓNICO

Muchas especies se prestan para cultivarlas en sistemas organopónicos. En el Cuadro


2 se presenta un listado de especies que se sugiere producir. No obstante, los
interesados deberán realizar las pruebas correspondientes con diferentes especies, a
fin de seleccionar las que mejor se adapten a las condiciones climáticas del lugar
donde se desea producir.

Cuadro 2. Especies sugeridas para la producción en sistemas organopónicos.

Nombre científico Nombre común Familia Parte


comestible
Allium cepa Cebolla Liliaceae Bulbo

Allium porrum Puerro Liliaceae Hoja, bulbo

Allium sativum Ajo Liliaceae Bulbo

Allium schoenoprasum Cebollino Liliaceae Hoja, bulbo

Ananas comosus Piña Bromeliaceae Fruta

Apium graveolens Apio Apiaceae Tallo, hoja

Arachis hypogaea Maní; cacahuete Fabaceae Semilla

Beta vulgaris cv. cicla Acelga Chenopodiaceae Tallo, hoja

Beta vulgaris cv. Remolacha Chenopodiaceae Raíz


conditiva

Brassica campestris cv. Col china Brassicaceae Hoja


pekinensis

Brassica oleracea cv. Coliflor Brassicaceae Flor


botrytis

Brassica juncea Mostaza Brassicaceae Hoja

Brassica oleracea cv. Repollo Brassicaceae Hoja


capitata

Brassica oleracea cv. Brócoli Brassicaceae Flor


italica
Nombre científico Nombre común Familia Parte
comestible
Brassica chinensis Pak-choi Brassicaceae Hoja

Capsicum annuum cv. Chile dulce; ají Solanaceae Fruto


annuum

Capsicum frutescens Chile picante; Solanaceae Fruto


pimiento
Citrullus lanatus Sandía Cucurbitaceae Fruto

Colocasia esculenta cv. Malanga Araceae Tubérculo


esculenta

Colocasia esculenta cv. Chamol Araceae Tubérculo, hoja


antiquorum tierna

Coryandrum sativum Culantro Apiaceae Hoja, tallo

Cucumis melo Melón Cucurbitaceae Fruto

Cucumis sativus Pepino Cucurbitaceae Fruto

Cucurbita pepo Zapallo, pipián Cucurbitaceae Fruto

Cucurbita moschata Ayote; calabaza Cucurbitaceae Fruto, brotes

Daucus carota Zanahoria Apiaceae Raíz

Dioscorea alata Ñame blanco Dioscoreaceae Tubérculo

Dioscorea trifida Yampí; papa china Dioscoreaceae Tubérculo

Eryngium foetidum Culantro coyote Apiaceae Hoja

Fragaria x ananasa Fresa Rosaceae Fruto

Hibiscus esculentus Okra; quimbombó Malvaceae Fruto

Ipomoea batatas Camote; boniato Convolvulaceae Raíz tuberosa

Lactuca sativa Lechuga Asteraceae Hoja

Lycopersicon Tomate Solanaceae Fruto


esculentum
Nombre científico Nombre común Familia Parte comestible

Manihot esculenta Yuca; mandioca Euphorbiaceae Raíz; hoja tierna

Phaseolus Vainica; judía verde Fabaceae Fruto, semilla


vulgaris cv.
vulgaris

Phaseolus Frijol; fríjol Fabaceae Semilla


vulgaris

Pisum sativum Arveja; guisante Fabaceae Semilla

Raphanus sativus Rábano; rabanito Brassicaceae Raíz

Sechium edule Chayote; güisquil Cucurbitaceae Fruto, raíz, brotes

Solanum Berenjena Solanaceae Fruto


melongena

Tetragonia Espinaca Aizoaceae Hoja


tetragonoides

Xanthosoma Tiquizque blanco Araceae Tubérculo


sagitiifolium

Xanthosoma Tiquizque morado Araceae Tubérculo


violaceum

Zea mays Maíz Poaceae Fruto, semilla


ANEXOS
ANEXO 1

Pruebas de germinación de semillas

Son muy útiles para conocer el estado actual de un lote de semillas y facilitar su
manejo y conservación. A continuación se sugiere una prueba de germinación sencilla
y confiable que permitirá tomar decisiones acertadas en el momento oportuno.

a. Cuente al azar 100 semillas de la especie con la que se va a trabajar. Duplique


o triplique la cantidad en caso de disponer de suficientes semillas.

b. En un recipiente apropiado (p.e. plato desechable de plástico o de cartón),


coloque un papel blanco absorbente bien humedecido.

c. Coloque las semillas encima del papel absorbente dispersándolas lo más que
pueda una de la otra.

d. Introduzca el recipiente y las semillas dentro de una bolsa plástica y amárrela


por el extremo abierto. Si la bolsa es de plástico transparente usted podrá
verificar la humedad del sustrato y el proceso de germinación de las semillas sin
necesidad de estar sacando el recipiente de la bolsa.

e. El papel absorbente siempre deberá permanecer húmedo para evitar que el


proceso de germinación se detenga. Si el papel se seca agregue más agua
hasta humedecerlo completamente.

f. La mayoría de las semillas de especies hortícolas germinan en los primeros 8 a


15 días después de la siembra. Si después de ese tiempo no han germinado o
han germinado muy pocas, habrá que descartar ese lote de semillas.

g. Obtenga el porcentaje de germinación de las semillas y tome decisiones.

En el Cuadro 3 se mencionan algunas especies cultivadas en Hidroponía y


Organoponía así como el tiempo de germinación de sus semillas.
Cuadro 3. Tiempo de germinación de las semillas de algunas especies de interés
económico.

Germinación (días)
Nombre científico Nombre común Primer conteo Segundo conteo

Phaseolus vulgaris Frijol 5 8


Lactuca sativa Lechuga 5 7
Coriandrum sativum Culantro 8 21
Eryngium foetidum Culantro coyote 5 8
Ocimum basilicum Albahaca 7 14
Brassica juncea Mostaza 3 7
Brassica chinensis Pack-choi 3 7
Lycopersicon Tomate 5 14
esculentum
Capsicum annuum Chile dulce 6 14
Apium graveolens Apio 10 21
Allium Cebollino 6 14
schoenoprasum
Beta vulgaris Remolacha 3 14
Abelmoschus Okra 4 14
esculentus
Citrullus lanatus Sandía 4 14
Cucumis melo Melón 4 10
Cucumis sativus Pepino 3 7
Daucus carota Zanahoria 6 14
Raphanus sativus Rábano 4 6
Solanum melongena Berenjena 7 14

Nota: En el primer conteo la mayoría de las semillas deben haber germinado. Solo se
espera hacer un segundo conteo en caso de que haya duda en la germinación de las
semillas.
ANEXO 2

Los extractos vegetales en la agricultura


Introducción

Desde tiempos inmemoriales la humanidad ha obtenido su alimento de la tierra,


utilizando técnicas sencillas y adecuadas de labranza. Ha utilizado prácticas agrícolas
como la diversificación de cultivos, la rotación, los cultivos asociados, las plantas
trampa, el control biológico de los enemigos naturales, entre otras, buscando
fundamentalmente preservar el equilibrio existente en la naturaleza.

No es sino con el advenimiento de la llamada agricultura tecnificada que se produce un


cambio sustancial en los sistemas de producción agrícola, pues se introducen los
agroquímicos con el propósito manifiesto de incrementar los rendimientos y combatir
las plagas que afectan a los cultivos.

La aparición de los agroquímicos hizo pensar a muchos que se había alcanzado la


solución real de los problemas que aquejaban a la agricultura y que, de una vez para
siempre, se terminarían los problemas relacionados con la producción de alimentos. Lo
que en un principio pareció ser la solución a los problemas de la agricultura, años
después se convirtió en un serio problema ambiental y social, que amenaza hoy en día
la sostenibilidad de los sistemas agrícolas.

El uso desmedido de los plaguicidas sintéticos ha traído como consecuencia, entre


otros, problemas tales como contaminación de los suelos y aguas, residuos tóxicos en
los alimentos, disminución y desaparición de poblaciones de parásitos y depredadores
naturales, aparición de nuevas plagas y resistencia de muchas de ellas a los productos
aplicados.

Una alternativa para el control de algunas plagas que afectan los cultivos es el uso de
extractos de plantas. Esos extractos, debidamente utilizados, tienen la ventaja de ser
fáciles de preparar, son baratos, no dejan residuos tóxicos en los alimentos y no
causan contaminación en el ambiente. Deben usarse solamente si es necesario, pues
en un sistema agrícola que está en equilibrio, los depredadores naturales se encargan
de hacer la labor de control.

Ante la disyuntiva de producir alimentos sanos para una humanidad cada vez más
creciente, surge la imperiosa necesidad de revertir la actual tendencia en la producción,
a fin de ofrecerle a los consumidores productos saludables, en cantidades adecuadas,
de buena calidad y a bajo costo. Ello solo podrá lograrse cuando entendamos las
estrechas interrelaciones existentes en los ecosistemas naturales y aprendamos a
respetarlas, a fin de lograr mayor bienestar para todas las formas de vida existentes en
el planeta.
Breve reseña histórica de los plaguicidas
En la época del antiguo imperio romano ya se conocían algunas sustancias de origen
vegetal que se utilizaban para el combate de algunas plagas. Entre esas sustancias
estaba la nicotina, el piretro, la rotenona, la sabadilla y la cuasina, algunas de las
cuales se utilizan hoy en día para combatir plagas insectiles (Jacobson, 1988).
Por muchos años la humanidad solamente dispuso de los extractos de plantas para
combatir las plagas que eventualmente aparecían. Con el paso del tiempo y, conforme
la ciencia y la tecnología fueron avanzando, aparecieron nuevos productos que
finalmente condujeron al descubrimiento de los plaguicidas y al nacimiento de la
agricultura tecnificada (Calvert, 1979; Jacobson, 1988).
En la última década del siglo diecinueve y en las primeras del siglo veinte, se difundió
entre los agricultores el uso de los plaguicidas, cuya irrupción en el mercado se dio en
forma sistemática y cada vez más frecuente (Calvert, 1979; Jacobson, 1988).
De acuerdo con Galli et al. (1968), Castañeda (1993), Jacobson (1988), Sustain (1998),
y Bo Van (1998), el orden de aparición de los plaguicidas se dio tal cual se menciona a
continuación:

1850 Se introducen al mercado dos insecticidas naturales: la rotenona,


obtenida de las raíces de Derris spp. y el piretro, obtenido del
crisantemo (Chrysanthemum spp.)

1867 Aparece el primer insecticida conocido con el nombre de “verde de París”


cuyo principal ingrediente activo es el Arsénico.

1873 El DDT (diclorodifeniltricloroetano) es sintetizado por un científico


alemán pero su fórmula es descartada y olvidada.

1882 Se presenta el primer fungicida conocido con el nombre de


Caldo Bordelés, el cual es utilizado para combatir algunas enfermedades
de plantas.

1892 El arseniato de plomo sale al mercado como insecticida y pronto gana


popularidad por ser más aceptado que el Verde de París.

1903 Se diseñan y construyen equipos de espolvoreo y aspersión de


agroquímicos.

1912 Se descubre el arseniato de calcio que sustituye al Verde de


París.

1913 Se descubren los fungicidas mercuriales orgánicos para el


tratamiento de semillas.
1914-1918 Primera Guerra Mundial. La industria agroquímica se desarrolla
con gran ímpetu.

1919-1938 La cloropicrina y el paradiclorobenceno hacen su aparición en el


mercado.

1930 En esta década se marca el verdadero comienzo de la era


moderna de los plaguicidas.

1934 Tisdale y Williams descubren y ponen a disposición de los


agricultores los fungicidas orgánicos del grupo de los
tiocarbamatos, abriendo nuevos frentes para el combate de las
plagas.

1939 El entomólogo suizo Paul Müller descubre las propiedades del


DDT como insecticida.

1939-1945 Segunda Guerra Mundial. La industria de los agroquímicos recibe un gran


Impulso y se desarrollan gran cantidad de nuevos productos.

1945-1970 Gran auge de la industria de agroquímicos en los países desarrollados. Se


populariza el uso de clorados como DDT, aldrín, dieldrín, endrín,
heptacloro. Se descubren insecticidas del grupo de los ésteres
carbámicos, la actividad herbicida de los ácidos fenoxiacéticos y otros.

1970 Revolución verde. Paquetes tecnológicos por cultivo. Alto uso


de insumos externos. Híbridos específicos. Reducción de la variabilidad
genética. Aumento de las plagas. Resistencia de las plagas. Desaparición
de los enemigos naturales de las plagas. Dependencia económica.

1972 Se prohíbe el uso del DDT en los Estados Unidos de América.


No obstante, en los países del Tercer Mundo continúa su uso.

1970-hasta La industria productora de plaguicidas ha incrementado su extensa


la fecha lista. Muchos de ellos se han prohibido y han salido del mercado, en
tanto que otros se han prohibido pero aún se siguen utilizando.
Importancia de los extractos vegetales
Muchas especies de plantas tienen la capacidad de repeler o tolerar el ataque de
algunas plagas, pues su constitución genética, el ambiente en que ellas se desarrollan
y algunas sustancias químicas internas así lo permiten. Cuando esas sustancias se
extraen de las plantas se pueden utilizar para el combate de plagas.

Si se utilizan correctamente, los extractos vegetales ofrecen, entre otras, las siguientes
ventajas:

 Controlan las plagas de manera eficiente


 Se degradan en poco tiempo, razón por la cual no dejan residuos
tóxicos en los alimentos
 Escasa contaminación del suelo y del ambiente circundante
 Muy pocos daños a las plantas y a las personas
 Son fáciles de preparar y son baratos

Especies vegetales utilizadas para extractos


Existen en la naturaleza gran cantidad de especies vegetales que pueden usarse para
hacer extractos que luego serán empleados en el combate de plagas. De acuerdo con
Jacobson (1988), las especies de las familias Meliaceae, Rutaceae, Asteraceae,
Malvaceae, Canellaceae y Lamiaceae (Labiatae) son las que podrían dar los mejores
resultados en el combate de plagas.
Las especies que a continuación se mencionan han mostrado su efectividad en el
combate de plagas que afectan algunos cultivos.

1. Quassia amara L. (Hombre grande, hombrón)

Pertenece a la familia Simaroubaceae. Se caracteriza por el sabor amargo de la


corteza. Esta especie se distribuye desde México hasta el norte de Suramérica. Crece
en las regiones bajas húmedas y puede alcanzar hasta 8 metros de altura, hojas con el
peciolo y raquis de los folíolos alados, flores vistosas de color rosado vivo o rojas, de
fruto drupáceo oval de 1-1,5 cm de longitud (Núñez, 1978).
La corteza de esta especie sirve para controlar áfidos, minadores de hojas y ácaros.

2. Gliricidia sepium (Madero negro, madrecacao, mata ratón)

Pertenece a la familia Fabaceae (Leguminosae). Puede alcanzar 12 o más metros de


altura. Hojas compuestas, flores blancas o rosadas en grupos. El fruto es una vaina
aplanada de 10 a 20 cm de largo. Se utiliza mucho en cercos vivos. Su capacidad de
regeneración es rápida. La corteza sirve para controlar áfidos y nemátodos.
En El Salvador, Nicaragua y Honduras se utilizan los brotes de las ramas para hacer
escobas y barrer las casas que tienen piso de tierra. De esa manera se controlan las
pulgas y los piojos.

3. Cymbopogon nardus (Citronela)

Pertenece a la familia Poaceae. Es una planta perenne, herbácea, de olor aromático.


Es conocida como citronella, citronela "citronella grass" y otros. Esta planta ha sido
utilizada para el control de plagas y su forma de actuar es como insecticida,
específicamente de contacto (Grainged y Ahmed, 1988; Pahlow, 1985).
La parte de la planta utilizada para el control de plagas es la hoja, de la cual se extrae
el aceite jugoso que posee la misma, siendo el método de preparación o extracción del
aceite por destilación. La aplicación en forma de aceite tarda más de 2 meses en el
campo si las condiciones del tiempo son favorables. La dilución máxima del principio
activo es de 1:100. Predominan geraniol y citronelal (Grainged y Ahmed, 1988).

4. Capsicum spp. (Chile picante, ají picante)

Las diferentes especies del género Capsicum pertenecen a la familia Solanaceae. Son
plantas herbáceas o arbustivas, anuales o perennes, que se caracterizan por tener
hojas enteras o dentadas, flores blancas, verde-amarillentas o moradas, frutos erectos
o deciduos. El fruto contiene capsaicina y sirve para combatir áfidos, orugas y
hormigas.

5. Azadirachta indica (Nim, neem)

Este árbol es miembro de la familia Meliaceae. Es siempre verde excepto en periodos


de sequía. Sus hojas son alternas y compuestas.
El principio activo de esta especie son tripertenoides (azadirachtin, meliantriol y
salannin). Esta especie tiene propiedades repelentes y se ha reportado efecto sobre
Diabrotica undecimpunctata (Grainged y Ahmed, 1988). Las semillas y las hojas se
emplean para elaborar extractos. Sirve para controlar áfidos, ácaros, langostas,
barrenadores, gusanos cortadores.

6. Annona spp. (Anona, cherimoya)

Todas las especies utilizadas como repelentes pertenecen a la familia Annonacea.


Entre las especies comúnmente utilizadas están: cherimoya (Annona cherimola),
guanábana (Annona muricata), soncoya (Annona purpurea), anona (Annona reticulata).
Las anonáceas se caracterizan por la disposición en espiral de estambres y carpelos y
por tener semillas con endosperma ruminado. Producen aceites esenciales (León,
1987). Para la elaboración de extractos se utilizan las semillas y las hojas, las cuales
se emplean para el control de áfidos y langostas.

7. Tradescantia zebrina (Cucaracha, hoja del milagro)


Pertenece a la familia Commelinaceae. Es una hierba rastrera que produce raíces en
los nudos; las hojas son ovadas, punteadas en el ápice de color morado y variegadas.
Las flores son de color rosado-púrpura. Se utiliza como planta ornamental. Toda la
planta se utiliza para hacer extractos que ayudan a controlar plagas de langostas,
cogolleros, barrenadores y chinches que atacan cucurbitáceas.

8. Tagetes spp. (Flor de muerto)

Algunas especies de Tagetes, de la familia Asteraceae (Compositae), se utilizan con


éxito para combatir algunas plagas que afectan los cultivos. Son hierbas anuales o
perennes, con hojas usualmente opuestas. Las flores son amarillas, anaranjadas o
café-rojizas. Las hojas de la planta desprenden un olor fuerte que sirve para ahuyentar
los insectos. Las raíces de estas plantas atraen nemátodos, razón por la que se han
utilizado para combatirlos directamente en el campo.
Los extractos de las hojas y de las semillas se utilizan para controlar moscas de las
frutas, langostas, gusanos cortadores y cogolleros del maíz.

9. Curcuma longa (C. domestica) (Cúrcuma, yuquilla)

Es de la familia Zingiberaceae. Tiene hojas grandes, oblongas o elípticas, punteadas


en el ápice y lampiñas. No posee un tallo verdadero, pues las vainas envolventes de
las hojas al agruparse mantienen la planta erecta. Produce rizomas gruesos, sésiles, y
de color amarillo intenso en el interior. Los rizomas se utilizan para controlar ácaros y
orugas.

10. Urera baccifera (Ortiga)

Esta especie urticante, utilizada para controlar áfidos, pertenece a la familia Urticaceae.
Kreuter (1994) afirma que la ortiga es clasificada como una planta herbácea, la cual
posee las características de servir como abono líquido, actúa equilibrando y saneando,
como también favoreciendo el crecimiento y la formación de clorofila. Su extracto es
utilizado con mayor frecuencia contra la plaga de áfidos.
La característica distintiva de esta especie se puede observar en las hojas, ya que son
grandes, alternas, pecioladas y con numerosos pelos urticantes que, al contacto con la
piel de las personas, producen irritaciones de grado variable. También se puede usar
esta planta como desinfectante del suelo (CENAP, 1992).

11. Allium cepa (Cebolla)

Esta especie, de la familia Liliaceae, es una gran aliada en la lucha contra las plagas
que afectan los cultivos. Es una planta que produce un bulbo en forma variable,
compuesto de escamas anchas que se desarrollan a partir de un tallo sólido.
Las raíces son superficiales y el tallo de donde emergen es muy corto, aumentando el
diámetro con el crecimiento de la planta, alcanzando la madurez en la forma de un
cono invertido, mientras que las hojas son de forma lisa cubiertas de una capa cerosa
las cuales emergen del falso tallo (Valadez, 1993).
Se utiliza para controlar áfidos. Además, hongos de los géneros Fusarium, Alternaria,
Aspergillus (Sabillón y Bustamante, 1996).
12. Allium sativum (Ajo)

Pertenece a la familia Liliaceae. Es un bulbo compuesto, formado de dientes, con un


sistema radicular similar al de la cebolla y es fibroso, pero con mayor ramificación. El
tallo es un disco pequeño similar al de la cebolla donde se originan las hojas. Las
bases de las hojas forman un tallo (falso cuello de la planta). Algunas de estas hojas
(usualmente de 6 a 8) tienen en su base yemas axilares que dan origen a los "dientes"
o "gajos", también hay otras hojas sin yemas axilares. Las hojas son sólidas y chatas
diferenciándose en esto de las hojas huecas y cilíndricas de la cebolla (Valadez, 1993).
Esta especie ha mostrado ser muy eficiente en el control de insectos en general,
hongos y bacterias (Sabillón y Bustamante, 1996).

13. Bixa orellana (Achiote, bija, bixa, annatto, colorado)

Es un arbusto que puede medir hasta 8 m de altura y pertenece a la familia Bixaceae.


Pose un tallo principal que presenta ramificación desde la base. Sus hojas son
simples, alternas, acorazonadas, lisas en ambos lados. Las flores tienen 5 pétalos, 5
sépalos y numerosos estambres. Son de color rosado, morado y blanco.
Los frutos son cónicos, redondeados u ovoides, de tamaño variado y de colores café,
rojo, verde, amarillo.
El fruto contiene en su interior muchas semillas pequeñas, livianas, de formas y
tamaños muy variados. En la periferia de la semilla se encuentra un pigmento
conocido con el nombre de bixina.
Las semillas de esta especie se utilizan para combatir algunos mosquitos. El extracto
de la raíz se usa para combatir la bacteria Burkholderia (Pseudomonas) solanacearum
(Sabillón y Bustamante, 1996).

14. Carica papaya (Papaya, lechosa)

Esta interesante fruta pertenece a la familia Caricaceae. De esta especie se extrae la


papaína, sustancia utilizada en la industria de la carne y de la cerveza (León, 1987).
En los trópicos se produce todo el año y tiene un alto valor nutritivo, razón por la cual
es una de las frutas preferidas por muchas personas.
De las hojas de la papaya se hace un extracto que sirve para controlar algunas plagas
del suelo, entre ellas nemátodos.

15. Momordica charantia (Sorosí, pepinillo)

Esta planta comúnmente considerada como "mala hierba", pertenece a la familia


Cucurbitaceae.
Es una hierba trepadora, de tallos delgados con zarcillos para su sostén. Las hojas son
alternas, lobuladas y con pecíolos grandes. Posee flores masculinas y femeninas, de
color amarillo. Los frutos son elípticos y puntiagudos en el ápice, de color amarillo o
anaranjado cuando están maduros (Núñez, 1978). Las hojas son amargas y con ellas
se puede hacer un extracto para usarlo en el control de nemátodos.

Bibliografía
Bo Van, E. Comp. 1995. Principios y prácticas de la agricultura orgánica en el
trópico. San José, Costa Rica. Fundación Güilombé. 128 p.

Calvert, D. 1979. Historia del control integrado de plagas. In Control integrado de


plagas en sistemas de producción de cultivos para pequeños agricultores. CATIE/UC-
USAID/OIRSA. Turrialba, Costa Rica. pp. 141-150 (Volumen I).

Castañeda, O. 1993. Origen y evolución de las plagas y su manejo en la


agricultura. In Manejo de plagas en el sistema de producción orgánica.
Altertec/Clades/Helvetas. Retalhuleu, Guatemala. pp. 1-9 (Módulo II).

Centro Nacional de Acción Pastoral (CENAP). 1992. Para sus cultivos:


insecticidas, fungicidas y nematicidas naturales. CENAP. San José,
Costa Rica. 66 p.

Galli, F. et al. 1968. Manual de Fitopatología: doenças das plantas e seu controle.
Ceres Ltda. Sao Paulo, Brasil. 640 p.

Grainged, M. and Ahmed, S. 1988. Handbook of plants with pest control


properties. John Wiley and Son. New York, U.S.A. 470 p.

Jacobson, M. 1988. Botanical Pesticides: past, present and future. Ed. by


Arnason, J. et al. American Chemical Society, Washington, D. C. pp. 1-10 (ACS
Symposium series; 387).

Kreuter, M. 1994. Jardín y huerto biológicos. Mundi-Prensa, Madrid, España.

León, J. 1987. Botánica de los cultivos tropicales. 2a. ed. IICA, San José,
Costa Rica. 445 p.

Núñez, E. 1978. Plantas medicinales de Costa Rica y su Folclore. 2a. ed. Ed.
Universidad de Costa Rica. San José, Costa Rica. 318 p.

Pahlow, H. 1985. El libro de las plantas medicinales: la salud mediante las fuerzas
curativas de la naturaleza. 6ª. ed. Everest. La Coruña, España. 465 p.

Sabillón, A. y Bustamante, M. 1996. Guía fotográfica para la identificación de


plantas con propiedades plaguicidas. Zamorano, Honduras. Escuela Agrícola
Panamericana. 110 p.
Sustain. 1998. Dirección electrónica: http://www.saveorganic.org (History). 4p.

Valadez, A. 1993. Producción de hortalizas. Ed. Limusa. 1ª ed. 3ª reimpresión.


México, D.F. 297 p.

ANEXO 3

Manejo Integrado de Cultivos (MIC)

Se entiende por tal, todas aquellas prácticas culturales que permitan obtener un
producto final de primera calidad, saludable, económicamente rentable y con el menor
impacto sobre el ambiente. El MIC se basa en la toma de decisiones prácticas en el
momento oportuno, considerando factores biológicos, socio-económicos, ecológicos y
culturales. En este enfoque no solamente se consideran las plagas del cultivo y su
control, sino también la calidad de las semillas empleadas, el vigor de los cultivares, el
ambiente donde crecen las plantas, la interacción planta-ambiente, la disponibilidad de
agua y de nutrientes, las buenas prácticas agrícolas, la calidad e inocuidad del
producto final así como la rentabilidad del sistema.

El MIC permite a los productores ver los sistemas agrícolas formando parte de un todo,
nunca aislados de la realidad circundante. Esa visión les permite incorporar
tecnologías apropiadas para la producción de cultivos, considerar la protección del
ambiente, realizar buenas prácticas agrícolas, aumentar la rentabilidad de los cultivos y
mantener las poblaciones “plaga” por debajo del nivel de daño económico.

Para que el MIC sea exitoso es necesario cumplir con las etapas siguientes:

Observación. Es necesario inspeccionar constantemente el cultivo o


cultivos con el propósito de verificar la presencia de las
plagas. En esta etapa es necesario tener claro el nivel de
daño económico que se desea tolerar, a fin de no incurrir en
aplicaciones innecesarias de sustancias tóxicas que
controlen las plagas. De esa manera se reducirán los
costos de producción.

Identificación. Se requiere identificar las poblaciones de organismos


causantes del problema, a fin de seleccionar el método o los
métodos de control más apropiados.

Intervención. Cuando se verifica que una población de organismos se ha


constituido en plaga, se debe proceder a su adecuado
control. Para ello se pueden utilizar varios métodos, pero
antes de mencionarlos conviene hacer algunas
consideraciones de interés en relación con las plagas.

¿Qué es una plaga?

Se entiende como tal, una población de organismos que produce daños económicos en
los cultivos y que afectan sensiblemente los intereses de los productores.

¿Por qué surgen las plagas?

En la inalterada naturaleza existe un perfecto equilibrio entre todos los organismos que
forman parte de ella. Cuando de una u otra manera ese equilibrio se rompe, algunos
organismos desaparecen, otros disminuyen sus poblaciones y otros proliferan.

La agricultura basada en la utilización de productos químicos-sintéticos ha promovido el


surgimiento de las plagas al utilizar en forma inadecuada (a veces irracional) los
productos de que dispone. Así, muchas de las plagas que hoy afectan a los cultivos
agrícolas han sido provocadas por los seres humanos en su intento por producir
alimentos. Esta paradoja se ha acentuado en los últimos años, pues la cantidad de
organismos considerados plaga ha aumentado considerablemente, a tal punto que
algunos de ellos han adquirido resistencia que luego heredan a sus futuras
generaciones.

Daños que provocan las plagas

Entre los problemas más comunes que provocan las plagas en los cultivos están los
siguientes:

• Reducción del área foliar de la planta


• Transmisión de enfermedades virales
• Reducción de la fotosíntesis
• Pérdida de calidad de los órganos cosechados
• Retardo en el crecimiento de la planta
• Baja productividad
• Menor rentabilidad del sistema

Combate de las plagas

A continuación se mencionan algunos métodos de control de plagas que se pueden


utilizar en los sistemas hidropónicos y organopónicos.

a) Rotación de cultivos
Es conveniente estar rotando los cultivos tanto como se pueda. Esto permitirá romper
el ciclo de vida de muchos organismos que se convierten en plagas.

b) Desinfección y cambio del sustrato

Cada vez que se realiza una nueva siembra es necesario desinfectar el sustrato para
eliminar o reducir considerablemente los organismos plaga que se hospedan en él. Se
deberá hacer el cambio total del sustrato cuando se considere que está contaminado y
no favorece el crecimiento de la planta. Esto aplica para aquellas plantas que se
cultivan en sustratos sólidos.

c) Siembras mixtas y alternas

Esta estrategia permite sembrar varios cultivos en un lugar determinado, evitando con
ello la concentración de una sola especie que pueda favorecer el ataque de algún
organismo. La distribución espacial de las especies queda a criterio de cada productor.
En la Figura 20 se muestran dos distribuciones espaciales.

Especie 2
Especie 2

Especie 1
Especie 5
Especie 1

Especie 3
Especie 3

Especie 4
Especie 4

A B

Figura 20. Distribuciones espaciales de varias especies sembradas en sistemas


hidropónicos y organopónicos.
d) Control biológico

Consiste en favorecer la presencia de algunos organismos que son antagónicos con


aquellos que producen daños a las plantas, de tal manera que los puedan controlar y
evitar su proliferación. Siempre que se pueda, es recomendable favorecer la presencia
de organismos nativos para el control de las plagas.

e) Trampas de color

En lugares estratégicos se colocan trampas de plástico amarillo o blanco, impregnadas


con grasa y atrayentes. Estas trampas atraen a muchos insectos que quedan
adheridos a su superficie y poco tiempo después mueren.

f) Cebos atrayentes

Despiden un olor característico que atrae a algunos insectos y los mata. Se


confeccionan con plantas o ingredientes que despiden olores fuertes, capaces de
atraer a los insectos.

g) Extractos de plantas

Se obtienen a partir de plantas que muestran actividad biológica contra algunas plagas
que afectan los cultivos. Su uso debe ser restringido, pues el abuso de los mismos
puede contaminar a las personas, a los animales que están en el entorno y al
ambiente. Deben usarse en forma alternada para disminuir el riesgo de que las plagas
adquieran resistencia.

h) Control manual

Consiste en recolectar y destruir larvas y adultos de plagas que afectan los diferentes
órganos de las plantas a fin de minimizar sus daños.

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