Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
“EUTANASIA”
DOCENTE:
RESPONSABLES:
El presente trabajo trata de enfocar el tema sobre la eutanasia, pero enlazada en los principios
de la Doctrina Social de la Iglesia, es un tema muy polémico que se vivencia en la actualidad.
Por lo cual vivir y morir no son conceptos antagónicos, sino que ambos se integran. El morir
puede ser considerado como un proceso, que se va cumpliendo a medida que vamos viviendo,
por eso dice que los conceptos se integran. La medicina siempre ha tratado de prolongar la vida
del hombre, evitando o alejando el instante de la muerte lo más posible, a veces a cualquier
costo, mediante el desarrollo de técnicas de reanimación y de aparatos capaces de mantener
artificialmente vivos a pacientes por tiempo indeterminado. En los últimos años ha podido
apreciarse un cambio, ya no se busca sólo prolongar la vida, sino que se habla de vida útil, de
vida humana, lo que se intenta no es sólo ir sumando años, sino dar calidad de vida a esos años,
para lo cual se toman en cuenta los distintos planos en los que se desenvuelve un ser humano,
el físico, el psicológico, el moral, el espiritual.
Lo que me propongo analizar en este trabajo es justamente la etapa del final de la vida en
relación a las decisiones que se suelen presentar en ella, acerca de la conveniencia de
tratamientos o prácticas extraordinarias o no. Abordaré el tema de la eutanasia, ya sea a través
de una buena muerte o de seguir viviendo dignamente en un marco de contención y compasión.
EUTANASIA
El término eutanasia es todo acto u omisión cuya responsabilidad recae en personal médico o en
individuos cercanos al enfermo, y que ocasiona la muerte inmediata de éste. La palabra deriva
del griego: eu (‘bueno’) y thanatos (‘muerte’). "La eutanasia, es decir, el acto deliberado de poner
fin a la vida de un paciente, aunque sea por voluntad propia o a petición de sus familiares, es
contraria a la ética. Ello no impide al médico respetar el deseo del paciente de dejar que el
proceso natural de la muerte siga su curso en la fase terminal de su enfermedad”. Quienes
defienden la eutanasia sostienen que la finalidad del acto es evitarle sufrimientos insoportables o
la prolongación artificial de la vida a un enfermo, presentando tales situaciones como «contrarias
a la dignidad». También sus defensores sostienen que para que la eutanasia sea considerada
como tal, el enfermo ha de padecer, necesariamente, una enfermedad terminal o incurable, y en
segundo lugar, el personal sanitario ha de contar expresamente con el consentimiento del
enfermo. Por otro lado, tenemos que la definición esgrimida por el Papa Juan Pablo II, quien
aporta un sentido verdadero y propio, conceptualizando a la eutanasia como “una acción o una
omisión que por su naturaleza y en la intención causa la muerte, con el fin de eliminar cualquier
dolor”; esta acción constituye siempre “una grave violación de la ley de Dios, en cuanto
eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana 1”.
Tipos de eutanasia: ·Eutanasia activa: es la eutanasia que mediante una acción positiva
provoca la muerte del paciente.
No se debe hablar de ningún tipo de eutanasia en esos casos, puesto que fomenta la
ambigüedad y contribuye a difuminar los límites entre el correcto ejercicio de la medicina
y la eutanasia. Es lo que intentan los partidarios de esta práctica. Conviene, sin
embargo, mantener la expresión y el concepto específicos de eutanasia pasiva, pues, en
ocasiones, se acaba así con la vida del paciente, por indicación médica: negándole
cuidados que son necesarios y razonables.
1
Eutanasia indirecta: en realidad no existe la eutanasia indirecta; pues no hay
eutanasia sin intención de provocar la muerte. Sería para algunos que confunden a
otros con esta expresión la muerte no buscada del paciente en el curso de un correcto
tratamiento paliativo, por ejemplo contra el dolor.
Si se tiene en cuenta la facilidad con que se pueden introducir motivos egoístas al decidir unos
por otros en materia de eutanasia: herencias, supresión de cargas e incomodidades, ahorro de
gastos... la tensión psicológica y afectiva que se genera al haber propiciado un homicidio puede
ser, y es de hecho, fuente de problemas e inestabilidades emocionales, dadas las inevitables
connotaciones éticas de tal conducta.
Es por ello que todos tienen también derecho a gozar de las condiciones de vida social
que resultan de la búsqueda del bien común. Sigue siendo actual la enseñanza del papa
Pío XI: es « necesario que la partición de los bienes creados se revoque y se ajuste a las
normas del bien común o de la justicia social, pues cualquier persona sensata ve cuan
gravísimo trastorno acarrea consigo esta enorme diferencia actual entre unos pocos
cargados de fabulosas riquezas y la incontable multitud de los necesitados ».Reflexionar
una y otra vez sobre el bien común nos coloca y nos sitúa en un principio clave en el
desarrollo y en el progreso de todos los seres humanos.
Por eso consideramos que la solución sería:
Que Este principio debe ser el principal motivo por el cual no se debe aplicar la
eutanasia, no se debe atentar con la vida de la persona sino, ver hasta dónde puede
llegar y como responde a determinado tratamiento porque va contra de la ética y la
moral, contra el principio del bien común.
La eutanasia es una de esas inclinaciones perversas que tiene el hombre, para afectar
su dignidad moral, y es que este encierra en esa “muerte digna”, al suicidio o asesinato
de la persona. Por la cual, nuestra razón ha de discernir entre lo bueno y lo malo, lo
correcto e incorrecto.
Este discernimiento hace que todos conozcamos de que matar es un acto malo, pero
matarse así mismo es mucho peor, porque nosotros no somos dueños de nuestra vida,
el único que es dueño es Dios, y sólo él sabrá el momento en que hemos de ser
llamados. Con lo cual, nos quedamos con esta cita que señala que “el hombre es
ciertamente libre, desde el momento en que puede comprender y acoger los
mandamientos de Dios.
Por ello, creo que no existe una relación entre este principio con la eutanasia, ya que la
eutanasia es una decisión que tiene el individuo para auto-eliminarse o que otros lo
maten, y este principio se basa en la utilización de los bienes materiales, con lo cual no
existe una relación.
3. Principio de Subsidiaridad:
Por otro lado el Principio de Subsidiariedad a una gran escala, podemos definirlo como
aquel principio de la Doctrina Social de la Iglesia que pregona la ayuda hacia el prójimo,
pero sin recaer en el facilismo. Como directriz más importante y característica de la
Doctrina Social de la Iglesia, promueve y cuida el conservacionismo de la dignidad de la
persona humana.
Así mismo considero importante manifestar que tanto la Eutanasia como el Principio de
la DSI (Subsidiariedad), son dos ámbitos por completo y distintos como tal. Si esto es
observado desde un punto de vista religioso, podemos ser claros al manifestar que
cualquier persona en el mundo no es dueña de su propia vida y menos aún de la ajena.
En base al derecho natural, cada una de persona tiene derecho a la vida, es un derecho
constitucional y como tal reconocido en nuestra Carta Magna. Toda persona tiene
derecho a vivir y no por el contrario, tiene el derecho a decidir sobre otra vida humana.
Considero que visto tal vez desde un punto de vista jurídico, es un tema muy debatible,
pues encontramos las posturas basadas y muy bien fundamentadas por el Derecho
Natural, como un derecho inherente a la persona humana como tal y por el otro lado de
la moneda, sin necesidad de ser extremista o radical, encontramos al derecho positivo
como una postura y forma totalmente distinta de pensar.
4. Principio de Participación:
En el cual este principio, lo relacionamos con el tema de la eutanasia, un tema muy visto
en nuestra sociedad, donde se ven afectadas las personas más vulnerables, como
también en la familia y su entorno. Como sabemos la eutanasia, es un acto deliberado
de poner fin a la vida de un paciente, aunque sea por voluntad propia o a petición de sus
familiares, es contraria a la ética y las leyes naturales de la Iglesia Católica. Ello no
impide al médico respetar el deseo del paciente de dejar que el proceso natural de la
muerte siga su curso en la fase terminal de su enfermedad. Sino que lo relacionamos al
sufrimiento de la persona, al ver que quizás no responde al tratamiento o esta entubado
a una maquina ventilatoria, donde la maquina trabaja por la persona. Como se sabe una
persona vulnerable, ya no participa ni contribuye con su sociedad, en cuanto a su deber
como ciudadano, se encuentra limitado. Pero la sociedad si contribuye con la persona en
cuanto a la salud pública.
Pero este principio de la participación el católico está llamado a ofrecer la visión
completa del mundo que le ha legado Jesucristo, he intentar con fuerte empeño moral
que la gestión de la vida pública sea honesta y orientada al bien común. Pero debemos
tener en cuenta que este principio se centra en la participación de la persona en la
sociedad, de cómo contribuye con su entorno.
5. Principio de Solidaridad: