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ASIGNATURA:

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

“EUTANASIA”

DOCENTE:

Lic. Simón Cuyate Reque

RESPONSABLES:

Karem Alvitez Monteza.


Alan Córdova Vílchez.
Melanie Figueroa Samillan.
Julio García Castro.
Andreé Miranda Alfaro.
Zusselly Romero Castañeda.

Chiclayo 25 de septiembre del 2013


INTRODUCCION

El presente trabajo trata de enfocar el tema sobre la eutanasia, pero enlazada en los principios
de la Doctrina Social de la Iglesia, es un tema muy polémico que se vivencia en la actualidad.
Por lo cual vivir y morir no son conceptos antagónicos, sino que ambos se integran. El morir
puede ser considerado como un proceso, que se va cumpliendo a medida que vamos viviendo,
por eso dice que los conceptos se integran. La medicina siempre ha tratado de prolongar la vida
del hombre, evitando o alejando el instante de la muerte lo más posible, a veces a cualquier
costo, mediante el desarrollo de técnicas de reanimación y de aparatos capaces de mantener
artificialmente vivos a pacientes por tiempo indeterminado. En los últimos años ha podido
apreciarse un cambio, ya no se busca sólo prolongar la vida, sino que se habla de vida útil, de
vida humana, lo que se intenta no es sólo ir sumando años, sino dar calidad de vida a esos años,
para lo cual se toman en cuenta los distintos planos en los que se desenvuelve un ser humano,
el físico, el psicológico, el moral, el espiritual.

Es necesario tener presente cuál es el objetivo, en que se va a centrar la atención del


profesional, si éste pone el acento en la lucha contra la enfermedad, indudablemente estará más
dispuesto a intentar mantener al paciente con vida a toda costa, si por el contrario ese acento lo
pone en el paciente, es decir si tiene en cuenta que esa enfermedad se desarrolla en un ser
humano, y que el campo de batalla en el que habrá de luchar será ese hombre, mujer o niño que
es su paciente, probablemente su decisión sea muy diferente.

Lo que me propongo analizar en este trabajo es justamente la etapa del final de la vida en
relación a las decisiones que se suelen presentar en ella, acerca de la conveniencia de
tratamientos o prácticas extraordinarias o no. Abordaré el tema de la eutanasia, ya sea a través
de una buena muerte o de seguir viviendo dignamente en un marco de contención y compasión.
EUTANASIA

El término eutanasia es todo acto u omisión cuya responsabilidad recae en personal médico o en
individuos cercanos al enfermo, y que ocasiona la muerte inmediata de éste. La palabra deriva
del griego: eu (‘bueno’) y thanatos (‘muerte’). "La eutanasia, es decir, el acto deliberado de poner
fin a la vida de un paciente, aunque sea por voluntad propia o a petición de sus familiares, es
contraria a la ética. Ello no impide al médico respetar el deseo del paciente de dejar que el
proceso natural de la muerte siga su curso en la fase terminal de su enfermedad”. Quienes
defienden la eutanasia sostienen que la finalidad del acto es evitarle sufrimientos insoportables o
la prolongación artificial de la vida a un enfermo, presentando tales situaciones como «contrarias
a la dignidad». También sus defensores sostienen que para que la eutanasia sea considerada
como tal, el enfermo ha de padecer, necesariamente, una enfermedad terminal o incurable, y en
segundo lugar, el personal sanitario ha de contar expresamente con el consentimiento del
enfermo. Por otro lado, tenemos que la definición esgrimida por el Papa Juan Pablo II, quien
aporta un sentido verdadero y propio, conceptualizando a la eutanasia como “una acción o una
omisión que por su naturaleza y en la intención causa la muerte, con el fin de eliminar cualquier
dolor”; esta acción constituye siempre “una grave violación de la ley de Dios, en cuanto
eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana 1”.

Tipos de eutanasia: ·Eutanasia activa: es la eutanasia que mediante una acción positiva
provoca la muerte del paciente.

 Eutanasia pasiva: es la eutanasia por dejar morir intencionadamente al paciente por


omisión de cuidados o tratamientos que son necesarios y razonables.
Esta expresión —eutanasia pasiva— se utiliza en ocasiones indebidamente para
referirse, en una buena práctica médica, a la omisión de tratamientos desproporcionados
que son contraproducentes, indeseables o muy costosos.

No se debe hablar de ningún tipo de eutanasia en esos casos, puesto que fomenta la
ambigüedad y contribuye a difuminar los límites entre el correcto ejercicio de la medicina
y la eutanasia. Es lo que intentan los partidarios de esta práctica. Conviene, sin
embargo, mantener la expresión y el concepto específicos de eutanasia pasiva, pues, en
ocasiones, se acaba así con la vida del paciente, por indicación médica: negándole
cuidados que son necesarios y razonables.

 Eutanasia voluntaria: la que se lleva a cabo con consentimiento del paciente.

 Eutanasia involuntaria: practicada sin el consentimiento del paciente.

 Eutanasia directa: es lo que entendemos comúnmente por eutanasia; es decir, la


muerte intencionada del enfermo a cargo del médico, por compasión. Puede ser activa o
pasiva.

1
 Eutanasia indirecta: en realidad no existe la eutanasia indirecta; pues no hay
eutanasia sin intención de provocar la muerte. Sería para algunos —que confunden a
otros con esta expresión— la muerte no buscada del paciente en el curso de un correcto
tratamiento paliativo, por ejemplo contra el dolor.

LA SOCIEDAD ANTE LA EUTANASIA:

La eutanasia fue un problema social en aquellas sociedades primitivas en que se practicaba la


eliminación de vidas consideradas inútiles, costumbre que estuvo admitida respecto a los recién
nacidos con malformaciones o los ancianos en distintos pueblos de la antigüedad, hasta que la
influencia del cristianismo acabó con tales prácticas inhumanas. Desde la llegada del
cristianismo, la eutanasia dejó de ser un problema social hasta el siglo XX, en que algunos
vuelven a convertirla en problema al pretender su legalización. La eutanasia es un problema
político, sin duda, porque uno de los deberes primordiales del Estado es el de respetar y hacer
respetar los derechos fundamentales de la persona, el primero de los cuales es el derecho a la
vida, y la eutanasia no es sino la destrucción de vidas humanas inocentes en determinadas
condiciones.

¿CÓMO AFECTA LA EUTANASIA A LA FAMILIA?

Si se tiene en cuenta la facilidad con que se pueden introducir motivos egoístas al decidir unos
por otros en materia de eutanasia: herencias, supresión de cargas e incomodidades, ahorro de
gastos... la tensión psicológica y afectiva que se genera al haber propiciado un homicidio puede
ser, y es de hecho, fuente de problemas e inestabilidades emocionales, dadas las inevitables
connotaciones éticas de tal conducta.

En este problema encontramos en cuanto los PRINCIPIOS DE LA DSI:

1. Principio Bien Común (BC):


Este es un principio fundamental en lo que es la vida humana y en las relaciones de los
seres humanos. Todos los bienes que existen son bienes para todos los seres humanos.
Por lo cual la eutanasia va en contra de este bien, ya que atentamos contra su vida, es
decir seremos nosotros los que disponemos de su vida y quienes vamos a decidir por
ellos.También el bien común es el conjunto de condiciones de la vida social que hacen
posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil
de la propia perfección. Por lo cual la vida es el fundamento de todos los bienes

Es por ello que todos tienen también derecho a gozar de las condiciones de vida social
que resultan de la búsqueda del bien común. Sigue siendo actual la enseñanza del papa
Pío XI: es « necesario que la partición de los bienes creados se revoque y se ajuste a las
normas del bien común o de la justicia social, pues cualquier persona sensata ve cuan
gravísimo trastorno acarrea consigo esta enorme diferencia actual entre unos pocos
cargados de fabulosas riquezas y la incontable multitud de los necesitados ».Reflexionar
una y otra vez sobre el bien común nos coloca y nos sitúa en un principio clave en el
desarrollo y en el progreso de todos los seres humanos.
Por eso consideramos que la solución sería:
Que Este principio debe ser el principal motivo por el cual no se debe aplicar la
eutanasia, no se debe atentar con la vida de la persona sino, ver hasta dónde puede
llegar y como responde a determinado tratamiento porque va contra de la ética y la
moral, contra el principio del bien común.

2. Principio de Destino Universal de los Bienes:

La eutanasia es una de esas inclinaciones perversas que tiene el hombre, para afectar
su dignidad moral, y es que este encierra en esa “muerte digna”, al suicidio o asesinato
de la persona. Por la cual, nuestra razón ha de discernir entre lo bueno y lo malo, lo
correcto e incorrecto.

Este discernimiento hace que todos conozcamos de que matar es un acto malo, pero
matarse así mismo es mucho peor, porque nosotros no somos dueños de nuestra vida,
el único que es dueño es Dios, y sólo él sabrá el momento en que hemos de ser
llamados. Con lo cual, nos quedamos con esta cita que señala que “el hombre es
ciertamente libre, desde el momento en que puede comprender y acoger los
mandamientos de Dios.

Por ello, creo que no existe una relación entre este principio con la eutanasia, ya que la
eutanasia es una decisión que tiene el individuo para auto-eliminarse o que otros lo
maten, y este principio se basa en la utilización de los bienes materiales, con lo cual no
existe una relación.

Por eso consideramos que la solución sería:


Creo que este principio tiene una íntima relación con el principio de subsidiariedad, ya
que este principio, ya que como bien señala debe cuidarse a la familia, asociaciones,
grupos o al Estado mismo, ya que una política como permitir que se de este tipo de
muerte perjudicaría, el derecho a la vida, y el primer llamado a respetar este derecho es
el Estado, y es que el Estado Peruano en el artículo 1 de la Constitución señala que “la
defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la
sociedad y el Estado”. Por ello, si permitimos una política de si a la eutanasia estamos
atacando primero el derecho a la vida y segundo a la dignidad de la persona. Además
que este tipo de actos son contrarios al amor de Cristo, ya que Cristo entrego su vida
para salvarnos y no para que mediante a una supuesta “libertad”, seamos capaces
nosotros de auto-eliminarnos.

3. Principio de Subsidiaridad:

Por otro lado el Principio de Subsidiariedad a una gran escala, podemos definirlo como
aquel principio de la Doctrina Social de la Iglesia que pregona la ayuda hacia el prójimo,
pero sin recaer en el facilismo. Como directriz más importante y característica de la
Doctrina Social de la Iglesia, promueve y cuida el conservacionismo de la dignidad de la
persona humana.
Así mismo considero importante manifestar que tanto la Eutanasia como el Principio de
la DSI (Subsidiariedad), son dos ámbitos por completo y distintos como tal. Si esto es
observado desde un punto de vista religioso, podemos ser claros al manifestar que
cualquier persona en el mundo no es dueña de su propia vida y menos aún de la ajena.
En base al derecho natural, cada una de persona tiene derecho a la vida, es un derecho
constitucional y como tal reconocido en nuestra Carta Magna. Toda persona tiene
derecho a vivir y no por el contrario, tiene el derecho a decidir sobre otra vida humana.

Considero que visto tal vez desde un punto de vista jurídico, es un tema muy debatible,
pues encontramos las posturas basadas y muy bien fundamentadas por el Derecho
Natural, como un derecho inherente a la persona humana como tal y por el otro lado de
la moneda, sin necesidad de ser extremista o radical, encontramos al derecho positivo
como una postura y forma totalmente distinta de pensar.

El fundamento a favor de la Eutanasia manifiesta que la sociedad moderna basa su


ordenamiento jurídico en la protección de los derechos humanos. En este sentido, cada
enfermo tiene derecho a decidir, informadamente, sobre los asuntos que pertenecen a
una esfera tan privada como su cuerpo; y en virtud de esto, decidir cómo quiere seguir o
no seguir viviendo. Es por ello que bajo esta perspectiva, lo que se propugna es la
despenalización de la Eutanasia como tal y por el contrario su inmediata aplicación
legislativa.

Por eso consideramos que la solución sería:


Los argumentos en contra inciden en la inviolabilidad de la vida humana, la defensa de
su dignidad independientemente de las condiciones de vida o la voluntad del individuo
implicado, y las repercusiones sociales de desconfianza que podría conllevar la
eutanasia. En este sentido podemos ser claros e imparciales aunque parezca algo frio
que las posturas respecto al tema hay dos, de las cuales cada persona en base a sus
principios, educación y cultura es libre de pregonar, apoyar y fundamentar. Se desea
manifestar que lo tras expuesto no es la intensión del grupo incentivar o cultivar la duda,
sino que por el contrario, solo es dar a conocer dos posturas que respeto al tema uno es
libre de conocer. Nosotros tenemos en claro que la protección del derecho Natural
(derecho a la vida) esta simple y llanamente por encima de todo. Toda persona tiene
derecho a vivir y no por el contrario a decidir sobre su propia muerte o por una vida ajena
a la suya.

4. Principio de Participación:

El principio de participación consiste principalmente en un compromiso del cristiano, en


promover una sociedad más conforme con los designios de Cristo. Es decir “Nosotros
creemos que las personas tienen el derecho y el deber de participar en la sociedad,
buscando juntos el bien común y el bienestar de todos, especialmente de los pobres y
más vulnerables”

En el cual este principio, lo relacionamos con el tema de la eutanasia, un tema muy visto
en nuestra sociedad, donde se ven afectadas las personas más vulnerables, como
también en la familia y su entorno. Como sabemos la eutanasia, es un acto deliberado
de poner fin a la vida de un paciente, aunque sea por voluntad propia o a petición de sus
familiares, es contraria a la ética y las leyes naturales de la Iglesia Católica. Ello no
impide al médico respetar el deseo del paciente de dejar que el proceso natural de la
muerte siga su curso en la fase terminal de su enfermedad. Sino que lo relacionamos al
sufrimiento de la persona, al ver que quizás no responde al tratamiento o esta entubado
a una maquina ventilatoria, donde la maquina trabaja por la persona. Como se sabe una
persona vulnerable, ya no participa ni contribuye con su sociedad, en cuanto a su deber
como ciudadano, se encuentra limitado. Pero la sociedad si contribuye con la persona en
cuanto a la salud pública.
Pero este principio de la participación el católico está llamado a ofrecer la visión
completa del mundo que le ha legado Jesucristo, he intentar con fuerte empeño moral
que la gestión de la vida pública sea honesta y orientada al bien común. Pero debemos
tener en cuenta que este principio se centra en la participación de la persona en la
sociedad, de cómo contribuye con su entorno.

Por eso consideramos que la solución sería:


La solución a este principio que es la participación, se ve afectado ya que la persona no
está lucida y no sabe que sucede a su alrededor. Pero detrás de ella se encuentra otras
a su cargo y quienes tienen la decisión de decidir, sé que va contra el mandato de Dios y
los derechos del paciente vulnerado, la solución sería la aplicación de la eutanasia.
Siempre y cuando la persona no responda por sí misma, sino por maquinas o
ventiladores mecánicos.

5. Principio de Solidaridad:

En ese sentido, podría equivocadamente pensarse que significaría un acto solidario


hacia un ser humano el terminar con su vida ante un sufrimiento constante. Tal hecho,
que para muchos resulta coherente y hasta correcto, sale de todo el ámbito que implica
ser solidario; ya que independientemente de ser una manera de comportarse o dirigirse
en el actuar humano, es una verdadera y propia virtud moral, es decir: “es
la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el
bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de
todos”, de tal manera que si lo que busca es el bien de todos y cada uno, respetando la
dignidad de la persona humana, no podría pretenderse acabar con la vida de un ser
humano, porque implicaría materializar al hombre, atribuyéndole solo derechos mientras
pueda desenvolverse de manera normal y quitándole o negándose esos derechos
cuando se encuentra en una situación de desmedro corporal o enfermo.

Por eso consideramos que la solución sería:


Es por esa razón, que en igualdad de condiciones y trayendo a colación lo dicho en
párrafos anteriores, la eutanasia es un homicidio ante un ser humano digno, que merece
un trato distinto, pero distinto en el aspecto vivencial, más no discriminatorio y violatorio
de derechos más que civiles, naturales.

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