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FOTOGRAFÍA: RAFAEL DONIZ

Lecciones 13

Los tres


anillos
PARÁBOLA SOBRE LA VERDAD, EL AMOR Y LA TOLERANCIA1

PABLO LATAPÍ SARRE*


(texto inédito)

E
l Gran Sultán Solimán del Imperio profunda que atormenta mi alma. Desde hace
Otomano2 albergaba en su Corte de muchos años me he preguntado si hay alguna re-
Bizancio a un sabio judío de nombre ligión verdadera; yo soy musulmán y practico mi
Nathán; era un funcionario que por religión; tú eres judío y sé que también practicas
alguna razón había emigrado a la diáspora y se la tuya y en tu habitación celebras tus ritos; y hay


había formado en alguna escuela rabínica de la también en mis reinos muchos cristianos que
Anatolia. El Sultán solía consultarle algunos creen en su propio dios y practican sus propios
asuntos de Estado, pero sobre todo disfrutaba rituales. Todos vivimos en paz; hay leyes que se
mucho conversar con él sobre cuestiones filosófi- respetan y que aseguran una convivencia sufi-
cas y científicas. cientemente armoniosa. Pero esto no quita que
Una tarde Solimán lo llamó, le ofreció algunos me pregunte si Alá en el que yo creo es el mismo
dátiles y vino que Nathán cortésmente rehusó, y Jahvé en el que tú crees y el mismo que el Dios
le dijo: “Nathán: llevas muchos años en mi corte cristiano; ¿serán tres rostros de la misma divini-
como consejero mío; cada vez aprecio más tu sa- dad? ¿Son las tres religiones verdaderas a pesar
biduría, tu experiencia, tu magnanimidad. Pero de sus diferencias? ¿O hay una religión que sea la
esta noche quiero plantearte una inquietud más verdadera?”

* Investigador Nacional Emérito del Sistema Nacional de In- con el tema de la tolerancia. De propósito no he recurrido a su


vestigadores.Trabaja actualmente en el Centro de Estudios so- fuente, que es el libro de Lessing Nathan, el Sabio; lo hice sólo
bre la Universidad de la UNAM. después de terminado mi escrito (ver Nota técnica, al final).
1
La problemática filosófica de la tolerancia en las sociedades Quiero suponer que Lessing estaría contento de reinterpreta-
contemporáneas, con sus ramificaciones hacia múltiples cues- ciones libres de su parábola, a más de dos siglos de escrita.
tiones debatidas, ha sido un tema preferido por mí en los últi- Confío en que este escrito contribuya a provocar reflexiones
mos años. Por razones que desconozco, recientemente revivió y debates sobre la tolerancia, especialmente entre los jóvenes.
en mi memoria el recuerdo de la parábola de Los Tres Anillos 2
Solimán (1495-1566), conocido entre los turcos como Ka-
de Gotthold Ephraim Lessing (1729-1781), autor que estudié nuki, el Legislador, y en Occidente apodado “El Magnífico”, go-
hace cuarenta años en Alemania en los cursos sobre la IIustra- bernó el Imperio Otomano de 1520 a 1566. Asedió a Hungría y
ción Alemana. Austria (llegó a sitiar a Viena); después dirigió sus campañas mi-
En este texto he querido recrear esa parábola incorporando litares hacia Persia. Murió al atacar la fortaleza de Szigetvar,
en ella experiencias y preocupaciones personales relacionadas Hungría. Dejó fama de monarca justo, prudente y magnánimo.
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Nathán quedó pensativo; vio a los ojos al Sul- de oro que portaba el rey. Este anillo debía cada
tán y le dijo: “Pregunta muy profunda me has rey entregarlo, al morir, al hijo que fuese más dig-
planteado, mi señor. Muy probablemente no tenga no de proseguir la tradición de su estirpe, por sus
yo una respuesta. Pero, si lo permites, déjame virtudes, por su magnanimidad, por su justicia.
veinticuatro horas para reflexionar y mañana po- Pero este rey se encontraba ahora ante una
dremos volver a conversar”. gran dificultad. Tenía tres hijos, y los tres eran
Se retiró Nathán a su habitación. A la noche si- igualmente perfectos en todas las virtudes y ame-
guiente se reunió nuevamente con Solimán y le ritaban ser sus sucesores. El rey pasó muchas no-
dijo: “Mi señor, he reflexionado sobre tu pregunta ches angustiado ante la decisión que debía tomar;
que manifiesta una profunda inquietud. No te ya era anciano y debía nombrar a su sucesor y
traigo una respuesta, pero quizás la parábola que entregarle el anillo.
te voy a contar pueda darte a ti tus propias res- Reunió a los tres hijos y les dijo: “Hijos míos,
puestas. ¿Me permites narrarla?” “Adelante”, acce- muy queridos: Ustedes conocen la tradición de
dió el Sultán. nuestra estirpe. Debo escoger al mejor de mis hi-
Había un rey en un país lejano que encabezaba jos para sucederme y entregarle el anillo que sim-
una dinastía ejemplar. Durante varias generaciones boliza la fuerza y sabiduría de nuestro reino, pero
sus antecesores habían sido gobernantes justos, ustedes tres son para mí igualmente queridos y
magnánimos, razonables y queridos por su pue- los considero igualmente perfectos; no podría yo
blo.Y el emblema de esta dinastía era un anillo en justicia escoger a uno sobre los otros dos.
La búsqueda del conocimiento debe correr a la par de la búsqueda de los valores. Cuanto más temprano, más arraigados quedarán
en el ser y el actuar de los niños y jóvenes. FOTOGRAFÍA: RAFAEL DONIZ
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El amor es el verdadero camino a la verdad


y la única manera de superar la inescapable condición humana
de ser hombres históricos sujetos a nuestra cultura.

Después de mucho cavilar, tomé la decisión si- Los tres hijos guardaron silencio.Y con una
guiente: llamé al orfebre de la corte y le ordené reverencia se retiraron.
hacerme dos copias idénticas del anillo. Idénticas Pasaron los años y los tres hijos fueron monar-
en su diseño, en su material, en su perfección; y cas perfectos; cada uno se esforzó por estar a la
romper después los moldes de las dos copias, de altura de su compromiso y por hacer que su ani-
modo que aquí están –y los arrojó sobre la mesa– llo fuese el verdadero.
tres anillos: uno es el verdadero, los otros dos son Solimán se quedó pensativo. “Nathán –le dijo–
copias. Les pido a ustedes que escoja cada uno el es muy profunda esta parábola. No sé si encuen-
suyo; uno tendrá el verdadero anillo, los otros dos tre ahí respuesta a mis inquietudes sobre la ver-
tendrán copias, pero ninguno sabrá si tiene el ver- dad y el error. Déjame reflexionar y mañana en la
dadero o una copia.” noche volveremos a conversar.”
Los tres hijos se miraron desconcertados; en- A la noche siguiente Solimán llamó a Nathán,
trecruzaron sus miradas, trataron de balbucear al- lo miró largamente y le dijo: “Amigo Nathán: toda
guna objeción. Pero el rey repitió: “Escoja cada la noche he reflexionado en la parábola. Su men-
uno su anillo y póngaselo en su mano. Coloquen saje principal, como yo lo entiendo, es que es más
ahora los tres sus manos bajo la mía y escuchen importante el amor y la virtud que la verdad.To-
lo que les voy a decir: hijos míos, cada uno de us- dos los seres humanos nacemos condicionados
tedes, sin saber si tiene el anillo verdadero o uno por nuestra historia y cultura; recibimos en he-
que no lo es, deberá esforzarse por vivir y compor- rencia una religión que consideramos la verdade-
tarse como si tuviese el verdadero. De esta mane- ra.Algunos opinan que su religión es la única ver-
ra el comportamiento, las virtudes, la magnanimi- dadera y tienen derecho a ello; algunos inclusive
dad y la justicia de cada uno convertirá en creen que es su obligación moral creer en su reli-
verdadero el anillo que no lo es y los tres serán gión como absoluta y que la salvación de su alma
por igual reyes con idénticos anillos.” depende de ello; están en su derecho. Es una

DIBUJO DE ERIK CRISTHIAN URBANO MARQUEZ. 12 AÑOS D I B U J O D E M Ó N I C A VA I N E Y M A N D U J A N O E S P E J E L . 7 A Ñ O S DIBUJO DE ERICK RAMÍREZ MUÑOZ. 11 AÑOS
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manera de escapar al relativismo que afirma que todo hombre verdadero encontrará al Dios ver-
todas las religiones son iguales. Pero creo que hay dadero...”
en la parábola otra respuesta que también supera Y añadió: “Sabia es tu conclusión, Señor mío;
el relativismo: y es que el amor es el verdadero ojalá esa respuesta aquiete tus angustias y te dé la
camino a la verdad y la única manera de superar paz”. Pronunció esta última palabra con una in-
la inescapable condición humana de ser hombres flexión en la que Solimán percibió efluvios de la
históricos sujetos a nuestra cultura.” tradición bíblica de Shalom.
Y tras una larga pausa añadió: “O sea, que más Pero Solimán lo detuvo: “Espera, Nathán;
importante que buscar al Dios verdadero es en- además de esta conclusión, tengo otras dos refle-
contrar al hombre verdadero...” xiones que comunicarte.”
Nathán esbozó una sonrisa:“Lo dices hermosa- “En primer lugar he reflexionado en que casi
mente: el camino para lo primero es lo segundo; todas las religiones apelan a una elección divina
Es mejor saber vivir que saber definir, pues la práctica es el mejor fundamento del conocimiento. FOTOGRAFÍA: JORGE GONZÁLEZ
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“¡Cuántas cosas no sabemos, mi Señor...!
El mundo es una gran metáfora y dedicamos
la vida a descifrarla”.

para formar en sus fieles la idea de que son un dadera con nuestro comportamiento y nuestra
pueblo elegido. Están en su derecho, pero yo creo virtud. Esto no conduce a ningún relativismo; po-
que ahí está el principio de la intolerancia. Creo demos considerar que nuestro anillo es el verdade-
que es importante considerar que no tenemos ro si estamos a la altura de lo que ese anillo exige.”
autoridad por nosotros mismos para considerar- Tras una pausa, preguntó el Sultán:
nos particularmente elegidos sobre otros seres “Dime, Nathán, ¿hay valores absolutos?”
humanos para un destino que nos es gratuita- “El “absoluto-en-sí” es Dios, y nos es inaccesi-
mente concedido.” ble. No tiene ni principio ni fin; más allá de nues-
“Mi segunda reflexión se refiere a la relación tras incertidumbres tiene que existir como expli-
entre verdad y poder.Yo soy político, soy sobera- cación que anhelamos, pero sobre todo como
no, conduzco a mis ejércitos a las batallas, he orga- afirmación de sí mismo.”


nizado gobiernos en todos mis territorios y siem- “Tu pregunta se refiere, creo, al “absoluto-para-
pre considero el poder como una dimensión mí”. Estos absolutos, dijo Nathán, son indispensa-
fundamental de la vida humana.Y pienso que en bles para los hombres; son nuestros asideros. Sin
la mayor parte de las religiones se da un fenó- ellos nuestra contingencia se diluiría sin significa-
meno político: convierten el afán de buscar la ver- dos. Estos valores subjetivos que se asumen como
dad en una tendencia al control del conocimiento absolutos algunos los consideran como vincula-
para declararse dueñas únicas de una ortodoxia dos con la libertad moral, como las decisiones éti-
que ellas definen.Y de esta manera se pierde el cas fundamentales a que nos enfrentamos. Yo
espíritu original de los grandes fundadores de prefiero llamarlos “fidelidades extremas”: hacia lo
muchas religiones; los grandes sabios de la India, sagrado, hacia la vida, hacia los seres que amamos;
Zoroastro, Buda, en China Lao-Tsé, los grandes son las lealtades con que nos comprometemos.
profetas de Israel, también Jesús de Nazaret. Su carácter absoluto-para-sí no sólo es posible,
Ninguno de ellos estuvo quisquillosamente pre- sino necesario”.
ocupado por definir los límites de cada verdad “¡Cuántas cosas no sé, Nathán...!”


con precisión lógica y matemática. Su mensaje “¡Cuántas cosas no sabemos, mi Señor...! El
era otro; de purificación, de unión con la di- mundo es una gran metáfora y dedicamos la vida
vinidad, de bondad con los demás. Pero al organi- a descifrarla.”
zarse institucionalmente las religiones, los profe- Quedaron los dos en silencio largo rato. Nathán
sionales de la divinidad tendieron a definir añadió: “He aprendido mucho, Señor mío, de
dogmas, a trazar líneas precisas entre la verdad y nuestras conversaciones. Creo que has encontra-
el error, y esto, desde mi punto de vista, es un fe- do más respuestas en la parábola de lo que al
nómeno perverso no sólo para el mundo religioso principio creíamos los dos. Te pido tu permiso
sino para el ser humano.” para retirarme.”
“De tu parábola yo extraigo esta enseñanza: no “Aún no”, lo interrumpió el Sultán.“Quiero dar-
importa tanto la verdad que defina una religión te un obsequio en recuerdo de nuestras conversa-
cuanto la manera como nosotros la hacemos ver- ciones”. Desprendió de su túnica una joya y aña-
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dió: “Es un relicario que guarda un poco de ca- hijo, Solimán El Magnífico’. Como joya es bella y
bello de una mujer. Fue una princesa cretense valiosa, pero tú la harás más valiosa con nuestros
que en mi juventud estuvo profundamente ena- recuerdos.”
morada de mí y yo de ella; razones de Estado la Nathán recibió la joya con una reverencia. “Las
obligaron a casarse con el rey de Samarkanda, joyas, señor mío, valen por los recuerdos, las nostal-
donde poco después murió. Al despedirse de mí, gias y los deseos que acumulan; así será con ésta.”
me entregó este broche para que yo lo entregase Todo estaba dicho, pero ninguno de los dos
a mi madre; desde que mi madre murió, lo he traí- quería separarse. Se miraron largo rato: a Solimán
do siempre bajo mi manto. Observa: es de oro, y se le humedecieron los ojos. En respuesta, Nathán
los orfebres de Creta incrustaron en él turquesas, lo envolvió en una mirada infinitamente tierna
ópalos azules, aguamarinas, zafiros y lapislázulis. que parecía decirle: “Hoy puedo perdonarte tu
La inscripción en griego que la princesa mandó poder; me has descubierto tu vulnerabilidad, como
grabar dice así: ‘Los reflejos de las aguas del Me- la mía, como la de todos los hombres”. Y en el
diterráneo son infinitos, como son las virtudes diálogo que no se pronunció, Solimán parecía
que tú, gran señora, infundiste en el alma de tu confesar: “Me dicen el Magnífico, pero sé que soy
La tolerancia es la puerta de entrada a la convivencia en armonía y a la ayuda desinteresada al prójimo. F O T O G R A F Í A : JORGE GONZÁLEZ

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un hombre necesitado de misericordia. No siempre ción de su Profeta. Era la señal de despedirse y lo


soy justo y me inclino a ser justiciero; ante los agra- hicieron sin palabras.
vios logro el olvido, que es fácil, pero no el perdón El Sultán quedó largo rato pensativo; en la ma-
verdadero, que implica reconocer que también yo drugada abrió el balcón y contempló el firma-
estoy necesitado de perdón; a veces mi magnani- mento; millones de estrellas parecían plantearle


midad está movida por mi vanidad; soy un hom- preguntas y darle también nuevas respuestas. Sus
bre en búsqueda de sí mismo, como todos.” ojos se perdieron en el espectáculo de la noche.
Y en ese diálogo no pronunciado, Nathán refle- Al mismo tiempo, en su humilde habitación,
xionaba: ¿Por qué Dios nos creó con la capacidad Nathán también estaba contemplando el mismo
de plantearnos las preguntas últimas, pero no nos firmamento. Era el mismo para los dos, pero los
otorgó la capacidad de darles respuestas definiti- dos veían preguntas y respuestas diferentes. Am-
vas? ¿Serán estas dudas intelectuales invitaciones bos escucharon largo rato la música de las esferas
a buscar los símbolos con preferencia a las verda- celestes y de repente a ambos les pareció que en-
des? ¿Será la búsqueda ya el encuentro? Si la ver- tre los astros danzaban miles de anillos de oro, to-
dad nos elude, ¿no está siempre ante nosotros la dos verdaderos.Tanto Solimán como Nathán son-
belleza, inmóvil y eterna, que podemos poseer o rieron agradecidos.Y ambos, sin saber el uno del
dejarnos absorber en ella? otro, quedaron unidos en una profunda humildad
A lo lejos se oyó, desde algún minarete lejano, y en un sobrecogedor reconocimiento, ante el uni-
el canto árabe que anunciaba el nuevo día e invi- verso inescrutable que se desplegaba en la noche


taba a invocar la piedad infinita de Alá y la protec- y ante el misterio de su propia existencia.

Nota técnica sobre Los tres anillos de Lessing


fectivamente, después de termi-

E
Concibe el desarrollo del hombre 1193), que combatió las Cruzadas; otra
nar mi texto, he revisado la obra (Leibnitz) como proceso gradual y as- diferencia es que los tres herederos ter-
de Lessing. Conté con la ayuda cendente hacia la perfección que es el minan peleándose y la solución sobre el
de mi buena amiga Elisabeth Siefer, Cosmos-Dios. El punto de partida es la anillo verdadero se espera de un juez
quien fuera compañera de clases en la revelación bíblica, judía y cristiana, pero supremo. Por supuesto que en el origi-
Universidad de Hamburgo (1960-1963) el ser humano está destinado a superar- nal no hay ninguno de los diálogos pos-
y desde hace muchos años es profesora la mediante la razón pura (Kant) que re- teriores que incluí en mi texto).
de lenguas modernas en el IPN y la UNAM. basará todas las religiones positivas. El Parece que Lessing retoma esta
Lessing escribió Nathán, el Sabio en hombre no debe dudar de que “a él le parábola del Decamerón de Bocaccio
1779. Es un poema dramático que al- pertenece toda la eternidad.” (Cuento 3) y ejemplifica la discusión so-
gunos consideran la primera obra teatral Nathán es el ideal de este desarrollo bre la pluralidad religiosa, la intercul-
clásica escrita en alemán moderno hacia la razón pura; superando su ju- turalidad y la cultura de la tolerancia,
(Lexikon der Pädagogik, Vol. III, A Fran- daísmo se convierte en maestro de propia de su tiempo.
ke, Bern, 1952, p. 283). Está escrito en musulmanes y cristianos. La parábola de En alemán existe una edición re-
“verso blanco”, sin rima. los Tres Anillos la narra en lo esencial co- ciente: Nathan der Weise, Peter von
En la Ilustración Alemana figura mo figura en mi texto (con algunas va- Düffel, Stuttgart, Reclam, 2000. En es-
como un filósofo particularmente intere- riantes: su interlocutor no es Solimán, pañol hay una traducción de Sara Bo-
sado en educar a través de la poesía. sino Saladino, varios siglos antes (1138- laño de Valdés, UNAM, 1964.

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