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Hoja de presentación

Alumna:
Nancy Carolina Ruiz Brito

Matricula: 68927
Grupo: AC03

Materia:
Tendencias literarias del siglo XIX
realismo y naturalismo

Docente:
Mtra. Patricia Garibay Dávila

Análisis de lectura:
Tópicos del realismo en las obras: La
regenta y Tiempos difíciles

Cuernavaca Morelos
julio/2016
Tópicos del realismo en las obras: La regenta y Tiempos difíciles
“El arte como espejo de la realidad
La mirada objetiva del autor
La relación entre la literatura y la sociedad”

La literatura realista y la naturalista, han surgido como una corriente en rechazo


del idealismo romántico, son el resultado de una sociedad cambiante donde la
burguesía va en aumento, donde han fallado muchos ideales nacionalistas y
donde hay una transformación social, donde surgen nuevos valores y
percepciones del mundo.

De la misma manera, la nueva visión del mundo no intenta evadir la realidad,


más bien enfrentarla, estudiarla y revelar los detalles más escandalosos que
anteriormente se intentaba callar, la literatura de la época se transforma en un
afán científico por la observación de la conducta humana y llega a tener un
carácter de retrato fotográfico lo más idéntico posible, al menos esa es la
pretensión, y en medio de todo no deja de tener cierto tono de denuncia.

Y dentro de este movimiento mencionado existen ciertos elementos que son


fundamentales para la visión realista y son los mencionados desde el principio,
iremos desglosando uno por uno en un análisis de dos obras representativas
como son La regenta de Leopoldo “Alas” Clarín y Tiempos difíciles de Charles
Dickens.

El primer punto a tratar es el del “arte como espejo de la realidad”, ésta es toda
una visión característica de la época; a lo largo de la historia, la visión del arte
ha ido cambiando mucho, sin embargo para este momento no se tiene una
visión del arte en donde se ve al arte intentando retener mediante el texto una
porción de la realidad e incluso la visión de lo estético puede resultar un tanto
sórdida.

Vemos entonces que se retoma la visión de la fotografía y se pretende acercar


al lector a la realidad misma, dar una mirada hacia la sociedad de manera tan
clara que pueda ser confrontado consigo mismo, como con un espejo. De esta
manera, la obra artística es un reflejo idéntico de lo que somos y que a veces
pretendemos evadir, el realismo quiere terminar con esta evasión por eso nos
presenta con cada obra, un espejo de la realidad, una fotografía, un cuadro
realizado lo más cercano y detallado posible, para develar lo oculto y
enfrentarnos con la realidad impactante.

Muchas veces, dentro de sus obras, lo autores no logran detenerse para


demostrar su punto, de esta manera resulta tan interesante que desde el
principio de la obra Tiempos difíciles quede clara la opinión que tiene Dickens
para plasmar “la realidad” a través de sus palabras:

Pues bien; lo que yo quiero son realidades. No les enseñéis a estos


muchachos y muchachas otra cosa que realidades. En la vida sólo
son necesarias las realidades. No planteéis otra cosa y arrancad de
raíz todo lo demás. (Dickens)

Otro punto importante a tratar es el de la “mirada objetiva del autor”,


mencionábamos que durante la época había una pretensión científica, de esta
manera, existe una clara influencia del positivismo y del naturalismo, los
escritores ya no son promotores de mundos ideales, por el contrario, pretenden
entender la realidad tal como es, para lo cual es indispensable la observación
paciente y fiel de un científico, lo cual se ve reflejado en las obras , llegando a
utilizar técnicas como el cuadro de costumbres, lo cual llega a presentarse en
la novela La regenta, en donde se hace una detallada presentación de los
personajes durante toda la primera parte, para así denunciar la realidad de todo
un pueblo.

Por último trataremos el punto de “la relación entre la literatura y la sociedad”,


también es todo un tema de análisis por sí mismo, a través del tiempo se ha
analizado el punto de cuál es la relación que hay entre la literatura y la
sociedad, se hacen preguntas como qué surge primero y quién transforma a
quien, cuál es su aportación etcétera.

Contraponemos otra vez la visión del arte por el arte en donde éste, e
incluiremos a la literatura dentro de él, existe por sí mismo sin la necesidad de
aportar algo “útil” a la sociedad, cada palabra en estos términos tendría que ser
analizada, sin embargo, no es la pretensión de este escrito, sobre todo porque
la visón de estos tiempos es contraria a esa visión.

Justamente, durante el siglo XIX, la visión del escritor es la defender un arte


práctico, útil a la sociedad que retrata, es una visión cansada de los ideales
evasivos y de un arte adornado y adormecido, es la visión de una literatura que
denuncia realidades escondidas, que demuestra hipótesis sociales, que detalla
casi antropológicamente conductas y vicios y que expone al microscopio los
más desagradables aspectos del mundo.

Por tanto, la literatura de la época mantiene una visión “útil” que aporta mucho
a su sociedad, que la revela, que la analiza y que también la educa. Los
autores de la época tienen toda una crítica de la educación rígida, muchas
veces delimitada por la religión o la moral, como es el caso también de La
regenta, en donde Clarín muestra a través de su personaje cómo la educación
recibida había sido un factor limitante generador de la gran frustración y
represión de su personaje principal a través del pueblo mismo, lo que
representa los estándares sociales y la educación.

Sin embargo, la narrativa de la época, por excelencia, es la que a través del


narrador omnisciente que en su inicio pretendió ser objetivo, no puede evitar
exponer sus discursos sobre la visión del autor, es decir, poco a poco, la
literatura del siglo XIX empieza a no sólo denunciar la realidad, sino también
empieza a construirla, tomando modo de ensayo donde la narración llega a ser
una demostración de los supuestos presentados. Por tanto la literatura intenta
construir también la realidad, educar a través de la narración.

Las inteligencias de los animales racionales se moldean únicamente


a base de realidades; todo lo que no sea esto no les servirá jamás de
nada. De acuerdo con esta norma educo yo a mis hijos, y de acuerdo
con esta norma hago educar a estos muchachos. ¡Ateneos a las
realidades, caballero! (Dickens)
De tal manera vemos que la literatura de la época tiene una propuesta bastante

firme con la visión de retratar la realidad, no solo con su discurso específico

sino también con sus técnicas. En lo personal creo que su aportación es

bastante importante, la disfruto mucho en la narrativa corta como los cuentos,

sin embargo, en las novelas que es uno de sus más altos exponentes llegan a

ser textos un tanto saturados mediante la mediación del narrador.

Bibliografía:

Alas Clarín, L, La regenta, recuperado de: http://www.cervantesvirtual.com/obra-


visor/la-regenta--1/html/

Apuntes de la materia “Tendencias literarias del siglo XIX. Realismo y naturalismo”,


Recuperado de:
http://m3.ieu.edu.mx/mod/lesson/view.php?id=16046&pageid=8946&startlastseen=yes

Dickens, Tiempos difíciles. Recuperado de:


http://www.ataun.net/BIBLIOTECAGRATUITA/Cl%C3%A1sicos%20en%20Espa%C3%
B1ol/Charles%20Dickens/Tiempos%20dif%C3%ADciles.pdf

(s/a)(s/d). Realismo y Naturalismo. Recuperado el día 08 de Septiembre del 2015


de: http://www.auladeletras.net/material/real.pdf

s/a)(s/d). Siglo XIX: Realismo y Naturalismo. Recuperado el día 08 de Septiembre del


2015
de:http://centros.edu.xunta.es/iesastelleiras/depart/lincas/temas/lite/s%20xix/Realis.pdf

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