MARTA LAMAS: "DIFERENCIAS DE SEXO, GÉNERO Y DIFERENCIA SEXUAL"
Antropología y Perspectivas de Género
Grado en Antropología Social y Cultural
UNED Por género se entiende el conjunto de prácticas, creencias, representaciones y prescripciones sociales que surgen entre los integrantes de un grupo humano en función de una simbolización de la diferencia anatómica entre hombres y mujeres (Lamas). Y, además, como una categoría complejamente entramada en distintas estructuras personales, sociales y políticas, en intersección con otras categorías tales como la cultura, la etnia, la clase, la elección sexual, entre otras. Por un lado, nos enfrenta a la posición subalterna de las mujeres con respecto a los varones, pero por otro, hace visible la existencia de una jerarquía entre mujeres que dependen de sus trayectorias sociales, históricas y culturales. De ahí que "ser mujer, indígena y además pobre es entonces un triple estigma que inhabilita a un creciente número de gente para acceder a un estatus digno de persona humana" (Rivera Cusicanqui, 1996) o, que ser mujer y ser negra, conlleva entrecruzamiento de opresiones. Con esto quiero decir que el género afecta a la manera de cómo se vive, porque interviene en el proceso de la constitución de la identidad. En este proceso de constitución de la identidad también interviene la diferencia sexual porque marca la experiencia, no sólo como diferencia anatómica sino como subjetividad inconsciente. El sujeto es producto de las prácticas y representaciones simbólicas dentro de formaciones sociales dadas, pero también por procesos inconscientes vinculados a la vivencia y a la simbolización de la diferencia sexual. Nacemos en una sociedad que tiene ya un discurso sobre el género, y nos hace ocupar un lugar, así una oposición binaria mujer/hombre genera una simbolización que repercute en todos los aspectos de la vida, formando un conjunto de prácticas, ideas, discursos y representaciones sociales que dan atribuciones a la conducta objetiva y subjetiva de las personas en función de su sexo. La diferencia sexual recreada en el orden representacional contribuye ideológicamente a la esencialización de la masculinidad y feminidad y produce efectos en el imaginario de las personas. La diferencia sexual nos estructura psíquicamente y su simbolización cultural, el género, no sólo marca los géneros sino nuestra percepción de todo lo demás: lo social, lo político, lo religioso, lo cotidiano. Por esto, la experiencia no está sólo marcada por el género, sino por la diferencia sexual. La idea de que la diferencia sexual no es cultura, plantea la existencia de una realidad psíquica distinta a una esencia biológica o a una marca de la socialización. En conclusión, el mensaje que nos transmite la autora es que tenemos que entender la complejidad de un hecho: la diferencia sexual, sobre la cual se construye el género en un doble movimiento, como una especie de filtro cultural con el que interpretamos el mundo, y como un corsé con el que constreñimos nuestra vida. Nuestra identidad no está sólo formada por el género o por la diferencia sexual, pero estas categorías tienen tanta fuerza que son capaces de interferir en otras muchas categorías sociales inscritas en jerarquías de poder.