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Milton Santos

Por una geografía nueva


(Primera parte)

El objetivo del autor en esta obra es hacer una revisión crítica de la geografía, así
como también de su evolución y sus diferentes acepciones con el paso del tiempo.

La geografía tiene pocos años de haberse conformado como una ciencia


autónoma. Fue en el siglo XIX cuando surge como tal, sin embargo, se seguía
estudiando como elementos de teorías anticuadas. Esto retardo bastante el
progreso de la geografía como ciencia.

Para muchos académicos y estudiosos de la geografía, no fueron de todo su


agrado las ideas sobre una ciencia diferente a como hasta entonces se trabajaba.
Anteriormente, esta disciplina estaba mayormente orientada a los fines y
propósitos políticos, sirviendo también como instrumento de conquista.

Las primeras cátedras en geografía surgieron en Francia en los primeros años del
siglo XIX, siendo uno de los más importantes Paul Vidal de la Blache. Otro
geógrafo importante, aunque años posteriores a De la Blache y con ideas que
difieren al primero en cuanto a la geografía (fundador de la escuela
norteamericana de Berkeley), fue Carl Sauer. Existe una diferenciación entre dos
maneras diferentes de abordar la geografía: la humana y la cultural. La primera se
enfoca en la relación entre el hombre y su medio, la adaptación y el medio físico
en el que se desarrolló. La segunda dirige su atención a los elementos de la
cultura material que caracterizan un área específica.

Es importante destacar que algunos escritos de los fundadores de la geografía


francesa se vieron influenciados por Hegel y Marx; principalmente por este último,
lo que provocó que se utilizaran “métodos congelados”.

El autor insiste en que la geografía se tiene que actualizar constantemente. Es una


ciencia en constante cambio.
Milton Santos
Por una geografía nueva
(Segunda Parte)

La geografía tradicional o de la vieja escuela se caracterizaba por buscar un


lenguaje accesible para todos, procurando siempre la descripción por encima de la
explicación. La nueva geografía quería conformar todo un conjunto de conceptos
(empleando modelos matemáticos) que permitieran explicar otro tipo de
fenómenos geográficos. Tres aspectos impulsaron la transformación de las
llamadas ciencias humanas: el avance en las bases del trabajo científico, el
cambio en las necesidades del usuario y las modificaciones en la actividad
científica.

Esta geografía cuantitativa crea modelos explicativos de las estructuras urbanas,


regionales y económicas, prescindiendo de los datos históricos sobre la génesis
de los espacios, es decir, trabaja con resultados, pero omite el proceso. A estos
modelos o sistemas los caracterizan cuatro puntos importantes: la cantidad, la
escala, las relaciones entre cantidades y la propiedad que determina las
relaciones.

En este apartado el autor nos menciona dos modelos en la geografía, el


descriptivo y el evolutivo. El primero es un conjunto de sistemas locales tomado en
un mismo momento histórico y en lugares diferentes en el interior del mismo
espacio. El segundo es un simulacro de evoluciones en el tiempo de los sistemas
locales, resultando de cada uno otro sistema. También nos habla de la geografía
de la percepción, donde cada conoce y evalúa el espacio de una manera
particular. Por otra parte, la geografía del comportamiento es de una escala
espacial más particular e íntima, relacionada a las porciones del espacio que cada
individuo frecuenta y le otorga cierto significado.
Milton Santos

Por una geografía nueva

(Tercera Parte)

Las escuelas nacionales que surgieron a raíz de esta nueva forma de concebir la
ciencia geográfica competían entre ellas mismas. No obstante, la
interdisciplinariedad aún se encontraba en un estado prematuro, influyendo en
esto el número tan reducido de geógrafos profesionales.

Los geógrafos del siglo XIX sostenían que la historia se encargaba de contar el
acontecimiento de acuerdo al tiempo, mientras la geografía de acuerdo al espacio.
Estos últimos se negaban a perfeccionar el conocimiento de la disciplina, lo que
cambiaría tiempo después con la interdisciplinariedad y la especialización.

Un aspecto interesante de la lectura es cuando el autor nos dice que la geografía


atrasó durante muchos años su objeto de estudio, pues no lo tenía del todo claro
al dejar en segundo plano el espacio social, interpretación del espacio,
funcionamiento y evolución depende de la definición de sus categorías, y así
poder desmembrar el proceso de análisis. Sin embargo, la definición del espacio
va cambiando conforme los procesos históricos, es decir, las categorías no son
permanentes, tendrán que estar en constante modificación. De lo contrario se
caería en interpretaciones incongruentes.

El autor dice que el espacio se define como un conjunto de formas representativas


de relaciones sociales del pasado y del presente, por una estructura representada
por las relaciones sociales que ocurren ante nuestros ojos y se manifiestan por
medio de los procesos y funciones.
Félix Pillet Capdepón

“La geografía y las distintas acepciones del espacio geográfico”

1- Según la relación de los paradigmas geográficos con el conjunto de las


ciencias sociales, ¿cuál es la división que establece el autor en las
geografías?

Los geógrafos neopositivistas se interpretaron en el contexto de las ciencias empíricas


analíticas; la geografía de la percepción y del comportamiento, así como la geografía
humanística será considerada como ciencias histórico-hermenéuticas. La geografía
radical, la geografía realista y la geografía posmoderna estarían dentro de las ciencias
sociales críticas.

2- Diferencia entre la geografía de la primera mitad del siglo XX y las


corrientes geográficas de la segunda mitad.

La geografía de la primera mitad del siglo XX se dedicó al estudio del espacio concreto o
regional; las corrientes de la segunda mitad se centraron en el contexto de las ciencias
sociales.

3- ¿A qué se refiere con espacios abstractos, según la geografía


neopositivista?

Se refiere a la búsqueda por convertir a la geografía en una ciencia nomotécnica, capaz


de establecer las leyes que rigen la ordenación espacial a partir del lenguaje matemático,
y de las teorías de la localización, especialmente los modelos geométricos propuestos
hasta los años cuarenta. Sus principales teóricos reclamaban nuevos modelos o
estructuras simplificados de la realidad que dieran respuesta a los problemas espaciales
de la segunda mitad del siglo XX.
4- ¿Qué es el espacio subjetivo? ¿De qué corrientes geográficas proviene?

Bajo este modelo de hacer geografía se comenzó a trabajar con mapas mentales, y se
pretendía identificar imágenes que guardaban los individuos de las áreas concretas,
tratando de relacionar la imagen con las características sociales y económicas en que
vivían los sujetos con este paso se pretendía sacar a la geografía de la deshumanización
cuantitativista.

5- ¿Desde qué ángulo se analiza el espacio social?

El autor maneja tres ángulos para analizar en espacio:

Geografía radical:

Surge como respuesta a la crisis del capitalismo, a la guerra de Vietnam y al mayo


francés de 1968. A partir de los setenta los geógrafos, en conexión con algunos
sociólogos, pusieron su mirada en las relaciones entre el poder y el espacio, más
concretamente en el espacio.

Geografía realista:

Basada en el uso de la abstracción como medio de identificación de las estructuras


sociales particulares que admite la e3xplicacion estructural justo a una fuente cargada de
escepticismo en la propia teoría.

Geografía posmoderna:

El posmodernismo hace una defensa de la diferencia, flexibilidad, subjetividad,


discontinuada, indeterminación y fragmentación. La geografía posmoderna nace en la
transición de los 80´s y 90´s.
Carl O. Sauer
Introducción a la geografía histórica

En este texto, Carl Sauer nos habla de la geografía histórica y diversos aspectos,
desde su historia hasta las maneras en las que se trabaja.

Se debe considerar los procesos históricos dentro de la geografía, elemento que


hizo falta durante mucho tiempo en la geografía norteamericana. Para él conocer
de la historia de la geografía es fundamental para el pleno desarrollo de la
disciplina, pues se puede conocer diferentes maneras en las que se ha trabajado
durante el transcurso del tiempo. Un buen conocimiento del trabajo de una o mas
de las figuras importantes es una buena inducción a la geografía.

Los ambientalistas norteamericanos redujeron en la primera mitad del siglo XX su


atención a los suelos, climas y tiempo, lo cual para Sauer era limitar en exceso a
la geografía. También menciona abiertamente la interdisciplinariedad con la que
debe trabajar la geografía, en especial –para él- con la antropología.

La geografía puede adaptarse a un número ilimitado de fenómenos, existe una


geografía de cada enfermedad, dialecto o idiomas, de quiebras bancarias y de
genialidad. También los habla de la geografía humana, que a diferencia de la
psicología y de la historia, es una ciencia que nada tiene que hacer con individuos,
sino que se ocupa de instituciones humanas o culturas.

Un concepto clave en la geografía de Sauer es el área cultural. Alude que en tanto


que comunidad con una forma de vida, es un crecimiento que ocurre en un suelo u
hogar particular; su modo de vida es su manera de maximizar las satisfacciones
que busca, y de minimizar los esfuerzos que invierte en ellos.
Silvia Pappe y María Luna

Espacialidad

Los objetivos de este texto breve son los siguientes: diferenciar los espacios
reales, los espacios conceptuales y la visión del mundo. Relacionar las distintas
percepciones del espacio con los aspectos socioculturales en la historiografía y
problematizar la noción del espacio.

Durante mucho tiempo, el problema del espacio entre los historiadores significó u
asunto resuelto sin necesidad de ahondar sobre ello. Pero la importancia del
espacio y el interés por sacarla del mundo de lo cotidiano y elevar su valor como
categoría traerían consigo nuevos estudios y vertientes de análisis.

En el espacio se conforman estados y se construyen identidades nacionales


producidas por el territorio en que se habita. Pero en el espacio también surgen
conflictos bélicos, al no coincidir o estar en desacuerdo con las delimitaciones
señaladas entre unos y otros. En este sentido, el espacio requiere de una
ubicación y una orientación: se requieren demarcaciones, direcciones, ángulos,
dimensiones, horizontes. El espacio es visión y realidad.

El sujeto que habita en un espacio determinado forma parte de él, pero también
tiene la capacidad de separarse conceptualmente y analizarlo en función de un
ejercicio analítico y con fines reflexivos, de esta manera lo conoce desde un plano
real-presencial pero también desde lo abstracto y difuso que puede ser en su
representación. El espacio cambia, ya sea por acción directa de la naturaleza o del
hombre, es por eso que esa transformación debe ir acorde a los conceptos con los
cuales pretendemos analizarlos y explicarlos.

El espacio también puede ser visto desde lo cotidiano. Aquí se aprecia cómo se
concibe y se entiende una sociedad, una comunidad, una cultura en la
organización y significación de lo que consideran como su espacio, como suyo.
Fernand Braudel
El mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II
(Primera Parte)

En este trabajo Fernand Braudel reconoce la influencia en su formación de Paul


Vidal de la Blache y su propuesta de geografía humana. Esto hace que vea al
Mediterráneo sólo como un volumen de agua, sino hasta donde llega su influencia,
pues existe una relación entre el medio y la sociedad. Braudel tuvo influencia de
algunos otros estudiosos que habían tratado –no con la rigurosidad de este-
problemáticas en donde el Mediterráneo estaba presente, entre estos Lamblach y
Henri Pirrene.

El Mediterráneo es un personaje complejo, que escapa las medidas habituales. Su


influencia no sólo llega a donde tocan sus costas, sino también donde llega su
influencia. Por una parte ubica una historia espacial de larga duración, en otro las
relaciones económicas y sociales y finalmente a los actores humanos. Esta forma
de investigación histórica y la búsqueda por abarcar integralmente
estructuralmente fue un modelo que aún prevalece en el quehacer historiográfico.

(Segunda Parte)

El este apartado Fernand Braudel nos habla de tres istmos muy importantes, el
alemán, polaco, ruso y francés, mismos que tienen relación con el Mediterráneo,
trazando las líneas de la transmisión de influencia de este último. Algunas de las
características de las regiones áridas son 1) el nomadismo de rebaños y
transportes, 2) los pueblos en constante movimiento y 3) las caravanas de
transporte. En las caravanas se agrupaban diferente tipos de personas para
trasladar a otro lugar, viajaba tanto pobres como ricos, y marchaban de
madrugada para aprovechar el fresco de la mañana. Se habla también de los
oasis, que en el medio del desierto han ayudado a erigir civilizaciones. El norte de
Europa exporta hacia el sur productos marinos, mientras que el sur exportaba
principalmente vinos, mientras que la economía más fuerte de Inglaterra eran los
paños.

La tesis central de Fernand Braudel es que el Mediterráneo no perdió importancia


a raíz de los descubrimientos a partir del siglo XV, y que este cobró de nuevo
relevancia en el interés por poseerlo como espacio de poder político y económico
con el canal de Suez en 1869. Su investigación demuestra que fuertes
transacciones se siguieron dando aún entrado en siglo XVII, resultado que
contradecía aquella historia tradicional.
Fernand Braudel

Las ambiciones de la historia, Barcelona

En este capítulo del libro: “las ambiciones de la historia Fernand Braudel retoma
algunas premisas importantes de la geografía y de los geógrafos para analizarlas
y reflexionar sobre ellas.

La geografía es una ciencia inacabada, una disciplina que empezó a


independizarse como disciplina en el siglo XIX pero que alcanzaría su mejor
momento en la centuria siguiente. Al igual que la historia, la geografía tiene un
pasado similar: a pesar de ser empleadas desde hace mucho por el hombre,
fueron delegadas como simples herramientas secundarias.

Las aportaciones de los geógrafos más destacados han dejado huella a quienes
esta ciencia ha sembrado algo más que un gusto momentáneo o episódico. Sin
embargo, algo muy criticable para aquellas primeras generaciones en que se
enfocaban únicamente en la descripción física del entorno, sin tomar en cuenta
otros elementos necesarios para analizar y entender el entorno. En el caso
francés, los estudios de Vidal de la Blache fomentaron un interés por la geografía
que a su vez produjo una generación de nuevos geógrafos donde el espacio en sí
no era solamente aquello que debía ser estudiado, sino hasta donde llegaba su
influencia. Uno de los peligros de la llamada geografía humana es su tendencia a
explicarlo todo a través del medio geográfico y biológico, cuando con ello sólo se
explica pates de la realidad. Hay que dejar de considerar al hombre como
individuo, por lo menos en la geografía

Quizá la ciencia en donde envejezcan más rápido los conceptos y categorías sea
en la geografía, pues “apenas se seca la pintura, hay que descubrir, redescubrir y
redescribir.

En los estudios de geografía alemana generalmente se dividen en espacio,


economía y sociedad. Sobre esto se da una aportación importante: el hombre no
es el único que deforma y cambia el espacio, una idea que se siguió durante
mucho tiempo.
Bernardo García Martínez

En busca de la geografía histórica

En este texto el autor nos habla de algunos geógrafos que han dejado huella en
nuestro país por sus trabajos y propuestas de excelente calidad, y que influyeron
significativamente en generaciones posteriores. Francoise Chevalier es uno de
estos; su obra aportó piezas claves a la geografía histórica y culturas cuyo objeto
era el paisaje. Vale la pena recordar que este concepto ganó una posición clave
en los enfoques regionales y comparativos durante el siglo XX. Carl Sauer, otro de
estos estudiosos que aportaron investigaciones de gran importancia en nuestro
país, definió en uno de sus ensayos el concepto de “áreas” para entender la
organización espacial del país. Sus investigaciones fueron bien recibida por la
comunidad académica, e incluso, su definición es considerada como un anticipo al
concepto de “Mesoamérica” que posteriormente vendría a desarrollar Paul
Kirchhoff.

Después de la Segunda Guerra Mundial algunas disciplinas y ciencias tuvieron un


impulso creciente en su producción y propuestas teóricas-metodológicas, sin
embargo, en el caso de la geografía mexicana, se inspiraron en diversas teorías lo
que dio como resultado estudios muy variados. En este sentido, se puede decir
que durante estos primeros años de desarrollo de la geografía en México la falta
de un paradigma o un modelo impidió un desarrollo lineal. Para la década de
1970, la producción historiográfica regional fue bastante enriquecedora, no
obstante el avance en el conocimiento del espacio en términos de evolución,
comparación y análisis tuvo un impulso tímido y de poco avance. Una de las
personas que contribuyeron en la evolución geohistórica de las regiones es Eric
Van Young. Sus trabajos se enfocan en la historia agraria de la época colonial,
además de la historia cultural, social y política de México. Otro que hizo
aportaciones importantes fue Trautmann, sin embargo, el autor dice que no recibió
el mérito correspondiente ya que sus trabajos estaban “muy adelantados”, pues
planteaba interrogantes nuevas: “apuntaba a encontrar las transformaciones no
sólo de lo visible, también en lo estructural y lo funcional.

Algo que aportaron los autores antes mencionados fue que enriquecieron las
bibliografías de los estudios dedicados a la historia de México, haciendo figurar
títulos nunca antes considerados.

Situación que se presenta en la década de 1990

• Áreas y periodos
• Eric Van Young fueron abordados • Covertura de temas
prmueve una simultaneamente. que estaban
reunión con Esto significaría que aislados o que poco
especialistas para los estudios se les había tomado
superar las geográficos ya no en cuenta-
limitaciones en la estarán tan
historia regional aislados.
Primero Segundo Tercero
Emmanuel Le Roy Ladurie

Historia del clima en el año mil

Emmanuel Le Roy Ladurie nos ofrece una propuesta bastante interesante de


hacer historia: el clima como fenómeno de estudio. Tal como él señala, el clima
está sujeto a fluctuaciones, por lo tanto, debe ser tomado en cuenta para la
explicación de procesos históricos.

En texto menciona a Gustav Uttlerstoon. Su estudio reúne datos sobre la


influencia del clima en la historia medieval y moderna. Dice que el clima sufrió un
enfriamiento general en los siglos XIII XV y XVII, esto por el avance de los
glaciares escandinavos, de tal manera que el siglo XVII vivió una pequeña era
glacial. Así mismo, la reducción de borregos en España después del año 1560
podría explicarse por cambios drásticos de temperatura. En este sentido, la crisis
que se vivió en el siglo XVII tuvo relación no sólo con la economía y la sociedad,
sino también con el factor climático.

Le Roy Ladurie sostiene que para asegurar tal hipótesis hace falta demostrar que
realmente esos años fueron terribles en cuestiones de cambios climáticos. Para
aquellos años -dice Le Roy Ladurie-, hubo años húmedos; lo que provocó que
muchas cosechas no se dieran. Generalmente se dice que aquellos siglos fueron
de carestía, pero el autor sostiene que en algunos lugares la producción agrícola
se recuperó rápidamente.

Pienso que esta propuesta merece ser trabajada pues es una línea investigativa
que no se ha desarrollado como debiera. Sin embargo, no se debe de tomar como
el factor dominante sino incorporarse como otro elemento que ayuda en la
explicación de fenómenos históricos. No obstante, creo que se cae en muchas
generalidades al trabajar este tipo de temas.
Emilio Alejandro Villafañez

Entre la geografía y la arqueología: el espacio como objeto y representación

Este texto está dividido en tres apartados: el primero es un panorama general


sobre las ciencias sociales y grandes paradigmas de moda que permitieron tener
una mayor relación entre sí. La segunda parte habla sobre los inicios de la
geografía y la arqueología en el marco de los paradigmas reinantes del siglo XX.
La tercera parte analiza las aproximaciones y distanciamientos tanto de la
arqueología como de la geografía.

La influencia más fuerte para la geografía y la arqueología, así como de otras


ciencias sociales, fueron las escuelas positivistas y neopositivistas a mediados del
siglo XIX y principios del XX. A partir de entonces se comenzó a plantear teorías y
métodos enfocados a la cientificidad de las mismas. Es en este tiempo cuando la
noción de paisaje -concepto esencialmente de las artes plásticas- como término te
uso primordial en la geografía y la arqueología, aunque después se tomaría con
mayor fuerza en concepto espacio. Otro concepto –ya en el siglo XX- fue el de
región de Vidal de la Blache. La región como objeto de estudio era algo que el
investigador construía y delimitaba acorde a sus objetivos.

El giro cultural de la segunda mitad del siglo XX permitió a muchas disciplinas y


autores tomar conceptos de otras ciencias, entre ellos la arqueología y la
arqueología. Esta última empieza a tomar conceptos de la otra y viceversa. Estas
dos ciencias tienen especial relación entre sí, la geografía, grosso modo, estudia
el espacio, mientras que la arqueología los restos de ese espacio pero que fueron
de culturas pasadas. En este sentido, debe tenerse mucho cuidado al momento de
retomar las teorías y conceptos de la otra, ya que estamos hablando de una
distancia temporal y, como bien sabemos, no se pueden utilizar las mismas
categorías aun cuando el espacio sea el mismo. Me parece importante recordar lo
siguiente: se debe ver al espacio geográfico y arqueológico como un espacio
social, como producto de la acción humana. No es una realidad preexistente, sino
que se produce socialmente y como tal históricamente.
Micheline Cariño

Del saqueo a la conservación. Historia ambiental contemporánea de Baja


California Sur 1940-2003

(Introducción)

La finalidad de este texto es mostrar cómo, entre 1940 y la actualidad, las


estrategias de saqueo y conservación han caracterizado las relaciones
sociedad/naturaleza en Baja California. Ambas estrategias son protagonizadas por
actores sociales diferentes, que tienen una cultura de la naturaleza
diametralmente opuesta y no comparten la misma visión respecto a la apropiación
del espacio y al uso de los recursos naturales. El texto se divide en tres partes, el
primero está dedicado a un contexto general histórico y conceptual, dando cuenta
de la construcción de una política ambiental, pues es en la década de 1960
cuando se genera un discurso y una preocupación por la conservación ambiental.
La segunda parte, está dedicada al saqueo de los recursos sudcalifornianos, ya
tratando el caso el concreto .La tercera parte estudia las manifestaciones de estos
procesos y las esferas de acción en Baja California Sur, donde se habla de los
instrumentos que han tenido aplicación en el estado y la política ambiental
impulsada por el gobierno federal en la creación de áreas protegidas. La autora
toma como base el impacto de la conservación ambiental y la mejora de la calidad
de vida de la sociedad regional para proponer tres etapas en las cuales transcurre
la conservación
Son aquellos que ya muestran resultados
efectivos de protección del ambiente y/o de
manejo sustentable de los recursos naturales
Los procesos contundentes
involucrando a los habitantes de la(s) zona(s) en
la(s) que se presentan estos procesos.

Los que se llevan a cabo acciones que en un


mediano plazo son susceptibles de contribuir
Los procesos trascendentes sustantivamente a la conservación del ambiente
y al desarrollo sustentable.

Son aquellos que manifiestan sus


consecuencias favorables en pro de la
Los procesos preparatorios conservación y el desarrollo sustentable en el
largo plazo, y que por sus características
resultan indispensables para que alguno de los
dos tipos anteriores de procesos se lleve a
cabo
Micheline Cariño

De las históricas utopías a la concreción de un sistema histórico alternativo:


utopística

Desde los años posteriores a la conquista del mundo precolombino las californias
han significado un bastión de riqueza y sueños utópicos para los peninsulares. Se
menciona que el origen del mito perlero californiano se encuentra tanto en la
cultura europea como en la náhuatl: la primera por la novena de Garci Ordoñez de
Montalvo (las sergas de Esplandián) y la segunda del antiguo mito de Cihuatán.

Los primeros dos intentos por dominar esta tierra fueron los de Hernán Cortés y
Francisco de Ulloa. Ambas concluyeron de la manera no esperada, el primero por
la dificultad de la geografía y la falta de alimentos y de la expedición se perdió la
pista, dado por hecho que se perdieron. Tiempo después se les otorgó permisos a
empresarios perleros para que estos explotaran los lechos marítimos siempre y
cuando cartografiaran la región y entregaran los manuscritos a la corona. Pero
también fracasó debido a la falta de hombres y la poca extracción que tuvieron.

La siguiente expedición estuvo al mando de los jesuitas; paradójicamente lo que


movió a esta empresa no fue la ausencia de riqueza material, sino la conquista de
almas para la cristiandad. Pero la incomprensión y desdén por la cultura indígena,
la lucha constante contra el medio geográfico y los conflictos con soldados que se
insubordinaban imposibilitaron el desarrollo de la misión.

En la visita que realizó el Marqués de Gálvez en la segunda mitad del siglo XVIII
tuvo como prioridad elaborar un plan político para cohesionar los territorios de la
Nueva España, entre ellos las californias. Gálvez consideraba que el fracaso en
las californias se debía a la maña administración de los jesuitas, por lo tanto, su
primera medida fue declara a todas las tierras como propiedad de la corona.
Propuso muchas cosas pero se efectuaron muy pocas, sin embargo, lo que debe
resaltarse es que para este entonces el mito de las californias como tierra utópica
y de ensueño aún sigue vigente.
Cuando México empieza su periodo independiente le presta especial importancia
al tema de las californias. Se dio origen a siete documentos que pretendían la
reestructuración y la planificación de la economía y del gobierno de las provincias.
El objetivo principal era volver a estar regiones autosuficientes y productivas para
su propio beneficio, también tener un conocimiento cartográfico preciso. No
obstante, los esfuerzos no consideraron la falta de recursos y materiales y
humanos, lo que les llevó al fracaso.

En la actualidad, más que una utopía se busca un autopística, donde figura una
preocupación ambientalista y de conservación de recursos de la región
californiana.
Eric Van Young

Haciendo historia regional: consideraciones metodológicas y teóricas

En este texto de Eric Van Young explica la manera en la que se debe acercar al
estudio de las regiones. El menciona que es muy frecuente que el historiador
tenga problemas al momento de abordar la región, pues hacen falta
planteamientos teóricos y metodológicos de mayor solidez.

Para Van Young entre las relaciones que se producen en una región determinada
se generan redes económicas, hasta lograr una de dimensiones macro cuya
extensión rebasa los límites de cualquier jurisdicción administrativa, es decir no se
determinada por este tipo de separaciones.

El historiador que aborda un tema donde la región está implícita se mueve hacia
ella por un interés personal que tiene, podría ser que esta persona sea originaria
de ese lugar o le produzca cierta sensación emocional. Es así como surge un
amor por la región, pues e inclusive nuestra inclinación por este tipo de temáticas
puede estar encaminada a la selección inconsciente, sin darnos cuenta realmente
del por qué.
Carol A. Smith

Sistemas económicos regionales: modelos geográficos y problemas


socioeconómicos combinados

En este texto la autora habla sobre los sistemas económicos regionales. Da una
introducción un tanto general para después pasar al objeto del trabajo.

Dos maneras en la que los economistas trabajan son mediante el estilo deductivo
y el inductivo, estos dos se emplean para llegar a un conocimiento comprensivo de
la sociedad, no diferenciándose en calidad ninguno de los dos, pues ambos tienen
funcionalidades importantes.

Los comerciantes van en busca de mejores pecios para tener mayores ganancias,
no obstante quienes venden los productos buscan aumentar los precios y para
obtener mayores ganancias.

Aquellos mercados en donde existe mucha mercancías porque de haber exceso el


precio se abarataría. Lo anterior según el modelo Thurner.

La autora propone la teoría o propuesta del lugar central. “Las áreas de demanda
son atendidas proporcionalmente y donde no haya se evita perdidas. La política
también esta inversa en el precio de los productos, hay lugares donde los precios
dependen del mercado central que controla el movimiento en la zona.”

“Debemos tener en cuenta que se pueden hacer conglomerados que monopolicen


los precios y decidan cuanto subo o baja cada cosa. Al final son varias cuestiones
las que afectan el desarrollo de una sociedad, son varios polos que se deben tener
en cuenta para que se llegue a una unidad estable que beneficie a la sociedad.”
Pedro S. Urquijo Torres y Narciso Barrera Bassols

Historia y paisaje. Explorando un concepto geográfico monista

En este texto el autor propone una manera diferente de concebir el paisaje, desde
un enfoque epistémico monista. Para él, el paisaje debe tomarse como una
totalidad en donde no debe haber separación de los componentes que lo integran.

En la década de 1980 algunos investigadores realizaban trabajos a partir de


conceptos puros, derivados principalmente de posturas dualistas. El binomio
naturaleza/sociedad era fundamental para la construcción las visiones del mundo
existente. Tiempo después emergieron algunos conceptos como biodiversidad,
socioambientalismo, biocultura, naturaleza híbrida, entre otros Esto permitió que
las investigaciones donde el paisaje era determinante no siguieran líneas únicas
en donde era difícil la integración y las percepciones, esto último concebido como
la forma en la que el yo conoce el mundo. En este sentido, el paisaje debe ser
entendido como una unidad espacio temporal en la que los elementos de la
naturaleza y también los de la cultura convergen en una sólida, pero a la vez
inestable comunión.

El paisaje se observa desde cuatro intenciones básicas: estética, vivencial o


utilitario, identitario y científica o técnica. La primera está relacionado a las
proyecciones de la pintura, fotografías y literatura, y lo que de ahí percibimos y se
nos transmite; la segunda es el paisaje y lo que ahí se produce como proveedor
de recursos indispensable para la existencia; el tercero es cuando sentimos
pertenecía a ese lugar en donde seguramente tuvimos buenas o malas
experiencias; el último es el aspecto analítico, en donde se fragmenta y se explora
para facilitar su entendimiento y comprenderlo desde una perspectiva meramente
teórica y epistemológica.

El autor menciona que lo anterior señalado se debe observador desde una


perspectiva integradora, unida y no segregada, -pues a eso se refiere cuando
menciona el enfoque monista- con cuyos resultados serían mayormente
completos sin dejar de lado aspectos relevantes.
Bernard Vicent

La evolución del paisaje de Almería, siglo XVI-XIX

Almería fue en un tiempo tierra ganadera, dice Bernard Vicent en las primeras
páginas de este texto. Este es un ejemplo de cómo el clima es un elemento
importante en el desarrollo o actividades de ciertos espacios, y que a su vez,
algunas modificaciones climáticas pueden cambiar completamente las actividades
desarrolladas en una región.

En el siglo XVI Almería era un territorio en donde se arrendaban sectores de tierra


para la trashumancia, (las características topográficas se prestaban para esta
actividad) representando ingresos importantes para el municipio de hasta el 60%.
La lectura menciona que para los pastores era muy seguro arrendar en este lugar,
pues se conocía muy bien a quienes se arrendaba las tierras (significaría que eran
casi siempre los mismos clientes y existía una relación confiable entre arrendatario
y arrendado). Estos pastores estaban satisfechos con el servicio proporcionado ya
que era muy poco frecuente el hurto o el robo de sus animales. Quienes
arrendaban las tierras tomaban en cuenta algunas precauciones para obtener
plenamente sus ganancias sin tener problemas con los pastores que solicitaban la
tierra para su ganado. La renta de la tierra se tenía que pagar lloviera o no lloviera,
hubiera yerba o la hubiera. Es común que los ganaderos prolongaran el tiempo de
arrendamiento debido a las irregularidades del clima, obteniendo en arrendatario
mejores ganancias. Entre los años de 1568 y 1570, se levantaron algunos
movimientos en las cercanías de la región, sin embargo, poco afectó en Almería.
Se puede decir que de los siglos XVI al XVII fueron fastuosos para la
trashumancia.

Pese a lo anterior, en el siglo XIX Almería deja de ser un lugar donde la


trashumancia de ganado representa la actividad principal que enriquece las arcas
municipales. Se mencionan que algunas modificaciones climáticas tuvieron que
ver en este cambio de vida en la región de Almería, no obstante, otros factores se
suman a ello como las necesidades de la armada de Cartagena tan próxima a
estos territorios.
Cyinthia Radding

Paisaje de poder e identidad:

Fronteras imperiales en el desierto de Sonora y Bosques de la Amazonia

En este estudio se relacionan las expresiones de la cultura con las culturas


manifiestas en la economía y la ecología de dos colonias específicas, siguiendo
dos premisas fundamentales: 1) los pueblos crean los paisajes que habían y sus
culturas se forman por el ambiente físico que los rodea; 2) las diferencias
geográficas son relevantes en el curso de los acontecimientos humanos. Aquí se
concibe a la cultura como valores y sistemas de pensamiento, al igual que las
condiciones materiales de vida que forman parte de la construcción histórica de
las relaciones sociales y políticas. Los paisajes surgirían entonces de procesos
ecológicos y culturales, por esta relación hombre/naturaleza. Sin embargo, es
importante destacar que la cultura material no es igual para ambos extremos, pues
esta última es condicionada por el tipo de recursos de la zona.

Sonora y Chiquitos tienen algunas semejanzas, como por ejemplo, ambos lugares
estaban distantes de los centros de la autoridad virreinal, sin embargo, sus
modelos ecológicos peculiares produjeron fronteras climáticas, vegetales y
topográficas distintas. Las dos regiones eran conservadoras en el sentido de que
defendía sus espacios comunitarios, e innovadoras porque aplicaban nociones
políticas de nación y ciudadanía.
Anahí Membribe

Análisis crítico de la cartografía histórica del Valle del Río Negro

La idea que guía este trabajo es que cada representación gráfica de los territorios
encierra una determinada visión del mismo, y a su vez expresa el grado de
desarrollo e las técnicas cartográficas empleadas en cada momento histórico. En
este sentido se entiende que la cartografía no solo representa un espacio, sino
que también se produce a partir de su re-presentación.

La autora selecciona seis documentos cartográficos del valle del rio Negro, región
del norte de la Patagonia que va analizar. El trabajo lo divide en seis momentos en
que la cartografía del territorio tiene algunas particularidades importantes.

1. Lo artístico en la representación de lo conocido

El desarrollo y producción de la cartografía comienza a cargo de exploradores,


navegantes y empresas. Se reconocen rasgos artísticos en la representación
propia de la época (siglo XVI), donde la información se refiere a accidentes
geográficos costeros como bahías y o penínsulas, con las particularidad de
encontrarse escrita dentro del continente llenando el vacío producto de la falta de
información en gran parte del extremo sur del continente.

2. La exploración de lo desconocido

En este momento (siglo XVIII) la elaboración de los mapas va dirigida a reconocer


y diferenciar las posesiones territoriales y la clasificación de los recursos naturales.
El objetivo está encaminado a realizar un inventario de bienes localizados en el
espacio y también localiza algunos grupos indígenas como los puelches y los
tehuelches.

3. Los mapas propagandísticos

En este momento (siglo XIX) el Estado contrata a personal extranjero capacitado


para elaborar información geográfica y cartográfica. La mayor parte de la
simbología es de implementación puntual y se refiere a la localización de
aglomeraciones de población así como estancias, fuertes, fortines y fugas de
agua. Directamente relacionado con el objetivo propagandístico.

4. Las décadas de los silencios

Aquí se intenta comunicar una imagen del territorio construido simbólicamente a


través de efectos estéticos, y a la vez quiere legitimar los derechos territoriales
tanto de forma simbólica como práctica. Se explica cómo un mapa, a partir de su
carácter estratégico puede ser sometido a todo tipo de manipulaciones para
sustentar proyectos militares del Estado con intereses comerciales privados. Las
distorsiones, imprecisiones o desviaciones se relacionan más con variables
políticas-ideológicas implícitas en los mapas que con asuntos técnicos.

5. La construcción de una cartografía oficial

En este momento se le asigna a la cartografía un nuevo papel en correlato con las


políticas del Estado. Lo interno aparece en los mapas diferenciado de lo externo y
refiere a una superficie homogénea a pesar de las diferencias regionales, étnicas y
económicas. Otro aspecto interesante es que el Estado definió través de leyes y
decretos ciertas condiciones para la representación del territorio y la publicación
de los textos relacionados.

6. La sistematización de la representación del territorio

En este momento se consagra el monopolio de la producción cartográfica y


desautoriza a cualquier otra institución que no sea el Instituto Geográfico Militar en
la construcción de la cartografía nacional. También para este último momento la
representación cartográfica analizada es un claro ejemplo de la uniformización y
homogeneización tanto simbólica como de fuentes, en la representación de las
distintas jurisdicciones a nivel nacional como provincial.
Alain Musset y Carmen Val de Julián

De la Nueva España a México: nacimiento de una geopolítica

En este artículo se habla sobre los diferentes nombres y representaciones del


actual territorio nacional en varias facetas históricas.

Nombrar un determinado territorio significa posesión, ese nombre se basa


principalmente en el contexto social y cultural en el cual desarrollamos nuestras
actividades diarias, es decir aquello de lo que no escapamos por el simple hecho
de alejarnos territorialmente de ese lugar.

Un documento cartográfico es percepción, asimilación y representación en un


momento determinado. Algo que pasó siglos anteriores es que los impresores
copiaban documentos anteriores, sin agregar nuevos descubrimientos
geográficos; esto explica en gran medida en retraso de la cartografía con los
textos e información que estos contenían.

El actual territorio nacional mexicano recibió muchos nombres. Cortés fue quien lo
llamó Nueva España o Grande España: en la época ambas palabras eran
utilizadas como sinónimos. En hecho de nombrarlo de tal manera refleja la
tentación asimiladora que pretendía integrar lo desconocido en el ámbito de lo
conocido, pues cuando se asume tal nombre no se tenía cabal conocimiento de
los lindes y límites de este espacio territorial. Lo cierto es que la corona aceptó el
nombre, muy distinto a lo que pasó con Nuño Beltrán de Guzmán, para quien sus
expediciones en el norte del nuevo reino fueron un tanto insignificante para la
corona española.

Gracias a la imprenta se difundió rápidamente el nombre “Nueva España”. Una


pregunta interesante del texto es la siguiente: ¿Por qué a México se le llama así y
no Tenochtitlán? El primero se superpuso al segundo ya que no tenía la misma
carga religiosa y cultural que tiene el primero, por lo tanto había que eliminarlo
totalmente.
Reymond Williams

El campo y la ciudad

En este texto el autor analiza los ámbitos culturales de la ciudad y el campo en la


Inglaterra moderna. Se produce una escenografía del campo y la ciudad como
espacios culturales. Menciona que este contraste entre el campo y la ciudad se
remonta a la época clásica. Para emprender la investigación se basa
principalmente en literatura inglesa y lo aborda desde una perspectiva marxista-
culturalista.

En diferentes momentos históricos se ha hablado de cambios importantes en los


valores culturales y estilos de vida rural, pero esto es algo que se presenta casi
siempre; es un asunto de perspectiva. Generalmente se maneja la idea de que en
el campo todo es inocencia mientras que en las ciudades son focos de codicia,
vico y corrupción. El autor está en desacuerdo con esa concepción arbitraria y
muy superficial de ambos lugares.

Existían familias poderosas que explotaban en el campo a las personas, siento


tratados con muchas injusticias. En este sentido la vida en el campo no sería del
todo tranquila; en punto de vista de un campo donde la vida es tranquila y serena
responde más a una visión posterior y un tanto idealizada propiciada en gran parte
por que “siempre se dice que antes era mejor que ahora”. En aquel contexto
citadino se creó una literatura contra pastoral en donde se burlaban de aquellos
que vivían en el campo, conformando cierta identidad. Pese a lo anterior, el
hombre de la ciudad no deja de buscar contraer lazos familiares con las familias
importantes del campo para apropiarse de sus bienes.

Aquí también se habla de la relación entre campo y ciudad indicando que el


capitalismo es el proceso elemental de la mayor parte que conocemos como la
historia de campo y ciudad, e inclusive, creando los tipos de ciudades que hoy
tenemos.
Alejandro Tonatiuh Romero Contreras y Laura Ávila Ramos

Mesoamérica: historia y reconsideración del concepto

En este texto el autor nos habla de que antes de la conformación del concepto de
Mesoamérica existían una preconcepción de cierta unidad cultura, tal es el caso
de los conquistadores peninsulares en el siglo XVI, quienes manejaban una idea
de homogeneidad de algunas zonas. También se hace una análisis sobre dicho
conceptos, lo que atribuye y los aspectos sobre los que faltó ahondar.

La creación de conceptos para definir zonas en el continente tiene antecedentes


muy interesantes cuyas acepciones –en un principio- estaban mayormente
enfocados aspectos físicos. Por ejemplo, América Media era un término empleado
en un sentido geológico-ambiental, dejando de lado los procesos culturales. La
antropología norteamericana vendría a desarrollar un concepto conocido como
“área cultural”, en donde se superpone el aspecto de la cultura con el objetivo de
definir espacios con relaciones propias a su desarrollo. Posteriormente, Kroeber
propondría que uno de los problemas que se presentan en la definición de
espacios no está en discutir la localización del centro cultural y dispersión de los
elementos, sino en las delimitaciones espaciales, es decir, la frontera. Un dato
curioso que menciona la lectura, es que casi en paralelo con las investigaciones
antropológicas de los norteamericanos, en México se trabajaba las delimitaciones
fronterizas de las altas culturas.

Cuando Paul Kirchoff propone su concepto de Mesoamérica disemina una serie de


grupos de distribución de rasgos culturales: 1) elementos culturales exclusivos del
área, 2) elementos culturales comunes del área, 3) elementos que sobresalen por
su ausencia en el área, entre otros. La propuesta de Kirchhoff fue bien aceptada
por la comunidad de etnógrafos y antropólogos, sin embargo, los trabajos no se
concluyeron. El texto menciona que hizo falta participación de más especialistas
para un mejor resultado. Un aspecto en que desacierta Kirchhoff es en la
jerarquización de los rasgos culturales de Mesoamérica, lo cual es bastante
criticable.
Karl Schögel

En el espacio leemos el tiempo


(Primera parte)
Es esta obra Karl Schögel parte de dos preguntas fundamentales: ¿Qué nos
cuenta el plano de una ciudad estadounidense acerca del sueño americano?
¿Cómo se distinguen fronteras surgidas históricamente de las trazadas con
tiralíneas sobre el mapa? Para el autor, existen muchas maneras en que el
espacio y el tiempo nos hablan, puede ser mediante mapas, planos, directorios,
agendas, etc. Como dice la reseña de este libro, aquí se “despiertan a la vida
detalles que el historiador pasa habitualmente por alto: highways y estaciones de
metro, pavimentos de la calle y pasajes del flâneur. Y de pronto se hace claro que
la historia no trata de estructuras abstractas, está siempre relacionada con lugares
concretos que quieren ser buscados y vividos”.

En periodos de ruptura, los mapas cambian, dice en las primeras páginas Schögel.
Y es que el tiempo también se capta cartográficamente, ya desde 1492 había
comenzado una revolución cartográfica en donde esta disciplina influyó
sobremanera en la concepción que se tenía del planeta. Los mapas también son
pieza clave en las guerras, ya que no existe “guerra que empiece sin ellos, ni
guerra que acabe con ellos”. En ellos también se encuentran las visualizaciones
político-espacial que llegan a penetrar de forma duradera, e inclusive, se podría
decir que la imagen traslucida a través de un mapa termina cuando el individuo (o
los individuos) que lo recuerdan muere. Los mapas son proyecciones en el futuro:
basta con recordar los las construcciones que tenían planeadas la Alemania NAZI
y que se habrían realizado materialmente de haber sucedo de otra manera los
acontecimientos. Todo lo que sucede en el tiempo, -y lo que no sucede también-
se representa en un mapa.

Los mapas no están exentos de representar una fuerte carga ideológica, pues se
están determinados por contextos culturales, espaciales e históricos específicos.
En este sentido, los mapas también hablan de sus autores, al momento de su
hechura, lo que representan y lo que no representan.
A partir de lo anterior nacen dos preguntas fundamentales: ¿Cómo hacer hablar a
los mapas? ¿Cómo se plantea en lenguaje del mapa mismo? Esto depende de la
perspectiva y la disciplina en que se analicen. No obstante tiene componentes
fundamentales que se mantienen indistintamente de la disciplina o ciencia desde
la cual se analicen; estos son: escala, proyección y símbolos gráficos. El primer se
refiere a la distancia real o figurada de los que se representa; el segundo a la
superficie terrestre y el último a puntos de referencia lugares y otros tipos de
informaciones espaciales como podrían ser ríos, calles, parques, entre otros. Un
aspecto interesante es que el propósito de los mapas no es trazar fielmente todo
de la manera más exacta; un mapa también desecha, resumen y reduce.

Uno de los motivos por los cuales surgió la cartografía y tuvo un impulso
significativo fue por las confrontaciones militares y la necesidad de conocer los
terrenos sitiado. Durante la Segunda Guerra Mundial algunas líneas fronterizas y
divisiones espaciales estuvieron en constante cambio; esto significaría que la
identidad también se vio afectada. Este es un punto en el que me hubiera gustado
una mayor profundidad por parte del autor.

El gueto de Kovno era un barrio en donde vivían algunos judíos. En 1944


desapareció tras el holocausto de la Segunda Guerra Mundial. Pese a ello, gracias
a documentos, fotos, mapas y diarios se ha llegado a la reconstrucción
representacional de ese espacio.

Algo muy interesante de lo que nos habla el texto nos habla del Filoatlas, un
prontuario de emigración judía con mapas, tablas, diagramas y columnas, que era
utilizado para emigrar a otros países. Estos contenían la siguiente información: 1)
los colores de los países según fuesen aliados o no aliados, 2) temperatura y
humedad y 3) distancia entre Berlín y estos lugares.

Los espacios interiores son mundos en miniatura, espacios vitales. Walter


Benjamin comenzó su última obra (inconclusa) en la Biblioteca Nacional de París;
el autor nos enseña que de pequeños espacios (como alcoholas o cocinas)
también se puede hacer historia.
Una frontera significa separación, restringe y asegura. Existen algunas que están
hechas con alambrados –diferente a las fronteras de muros-, llamada también
“movediza” pues señala líneas de conflicto que pueden moverse o cambiar en
cualquier momento. No obstante, la mayoría de las fronteras en el mundo son
invisibles, como las naturas, que se manifiestan en nuestra lealtad y sentimiento
de pertenencia.

(Segunda parte)

Cada época tiene su propia representación del espacio. Antes de que se supiera
firmemente a finales del siglo XV y XVI la esfericidad de la tierra, prevalecía –
aunque, debe decirse, no todos aún en aquellos siglos afirmaban tal idea- la idea
de un planeta con trazos rectos. No obstante, desde la Grecia clásica existieron
estudiosos cuya visión del orbe respondía más a una esfericidad, tal es el caso de
Eratóstenes, cuyas aportaciones iban encaminadas a ello. Posteriormente, en
Roma se tomaron muchos de los conocimientos griegos en la cartografía, pero
durante la edad media se perdieron muchos de los avances realizados en la
materia.

Domenico Cassini fue el primero en realizar una medición en grados muy altos de
exactitud. Lo realizó en Francia. Su proyecto se extendió a más de cuarenta años.

Un rasgo curioso del actual territorio estadounidense son las divisiones rectilíneas
tan características. Según el texto, esta distribución responde a una idea de
equidad de poder y estabilidad entre todos los estados de la unión.
Elisabetta Bertola

Federaciones y Estados: Espacios políticos y relaciones de poder en México


(siglos XIX)

Uno de los peligros con los cuales se tienden malinterpretar la historia liberal de
México son las separaciones cronológicas que comúnmente se hacen, como La
Reforma y el Segundo Imperio, la República restaurada y el Porfiriato. Únicamente
la reforma y la república restaurada serían consideradas como etapas liberales

Los procesos liberales en México surgieron al principio por el sector de los nobles
que querían centralizar el poder y no perder ante el expansionismo
norteamericano.

Es posteriormente a la intervención francesa cuando se escoge al liberalismo


como forma o sistema político en México, depositando muchas esperanzas en
esta doctrina política. En palabras del autor, “el liberalismo resuelve la discordia
entre autonomías municipales, deseadas por nuevos actores en la política y las
capitales provinciales que son de los notables.”

En este sentido también rompe con el monopolio político de los notables al darle
sufragio a todos los mexicanos adultos. Puede decirse que el liberalismo le dio
poder y equilibrio al contexto regional, sin embargo, no se pudo adherir a los
Estados de la federación. El gobierno seguía fuertemente centralizado.

Comúnmente se dice que el gobierno de Porfirio Díaz fue liberal, sin embargo,
actualmente se dice que “fue un gobierno liberal que siguió otro camino”. El
liberalismo de Díaz se transformó en un “liberalismo emergente”. La estabilidad
era gracias a la unión del poder presidencial, los notables el poder militar.

Posteriormente se crean tensiones ocasionadas por reformas porfirianas, lo que


ocasionó que el progreso de la autonomía de los Estados se bloqueara. Los
rivales surgidos a partir de estos conflictos tuvieron ideas liberales.

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