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Viuda Rumi

Viuda Rumi es una estatua de roca natural de color negro que asemeja a una mujer
viuda cargando un niño en sus espaldas, se encuentra en la parte alta del lado este
del pueblo de Chungui. En los años que la violencia asoló la región una mañana
amaneció con una bandera roja, los soldados subieron y la dispararon destrozando
parte de la estatua.

Sobre Viuda Rumi hay varias versiones, mencionaremos los más importantes.

Versión recopilada por Grimaldo Chalco y Roque Ccellccascca.

Viuda Rumi
Según esta versión llegó una vez a Chungui una mujer viuda, posiblemente
proveniente de Apurimac o Anco. Según la leyenda dos Apus, montañas tutelares
llamados Pichi y Minaq se enamoraron de ella (según otras versiones participaron
también Osambre, Yanaqocha, Qorisilla y Llaveqaqa). El Apu Minaq convertido en
joven buen mozo la enamoró y la convirtió en su esposa, viendo esto el Apu Pichi le
declaró la guerra, para entonces el Apu Minaq había dado muchos regalos a la mujer
y había tenido un niño con ella, el Apu Pichi le arrebató las riquezas que la mujer
tenía, la guerra fue estruendosa puesto que usaban rayos y truenos como armas.
Como el Apu Pichi era más poderoso, venció al Apu Minaq arrebatándole sus
riquezas y a su mujer llevándose consigo a sus aposentos en Pichi, durante la huída
la mujer se convirtió en piedra al dar la vuelta para ver lo que pasaba por obra del
Apu Minaq quedando su imagen para consuelo de él, pero según parece es sólo una
imagen y que a la verdadera mujer logró llevarse el Apu Pichi.

Viuda Rumi

Según los abuelos esta piedra tenía un poder sobrenatural, pues se decía que la
mujer que daba una vuelta alrededor de la piedra indefectiblemente enviudaba,
entonces las mujeres que no se llevaban bien con su marido sólo daban una vuelta a
la piedra para quedar viuda, por esta razón los forasteros no contraían matrimonio
con una mujer natural de Chungui, pero según esta versión de la historia esta piedra
no tiene tal poder y que la verdadera Viuda Rumi se hallaría en Pichi.

Versión que evoca a Sodoma y Gomorra

Según varias fuentes hay una versión que se asemeja a lo sucedido en Sodoma y
Gomorra, en grandes líneas ésta es la síntesis.

Mama Petecc

Cuentan que por aquel tiempo había mucha maldad. Uno de los personajes más
prominentes había organizado una fiesta cuando llegó un viejito harapiento pidiendo
comida y nadie le daba nada, andando llegó hasta el extremo del pueblo donde
encontró a una mujer viuda que tenía un hijo, cuando el anciano llegó a su casa le
dio comida y le atendió muy bien. El anciano, que en realidad era la personificación
de Dios, dijo a la mujer que se marchara y que no volteara pase lo que pase. La
mujer se marchó hacia el este y cuando estaba por alcanzar la cumbre se oyó un
estruendo y seguidamente rayos y truenos, la mujer sin resistir la tentación dio la
vuelta para ver lo que pasaba y se convirtió en piedra junto con su hijo.

Versión recogida por Yoni Medina Roca

Según esta versión habían tres hermanas que vivían en Chunniq Wayqo llamadas
María, Virginia y Carmen. Las tres hermanas se querían mucho, Carmen era viuda y
sufría mucho por la ausencia de su marido. De Virginia se enamoró un hombre de la
selva quien la llevó hasta Osambre cruzando por el Río Apurimac, allí no se
acostumbraba y lloraba tanto por sus hermanas, así que decidió buscarlas
perdiéndose en el monte y convirtiéndose en una planta PALMA.

María no se quedaba atrás y buscando a su hermana llegó hasta Ranraccocha, allí


dicen que la tentó el espíritu de Llaveqaqa llevándose a sus aposentos dentro de la
montaña.

Un día de primavera un anciano andrajoso apareció por el pueblo pidiendo comida y


flores pero nadie quería darle alojamiento, cuando llegó a la última casa que era de
la viuda Carmen, ella le ofreció comida, flores y le dio alojamiento. Entonces el
anciano le dijo a Carmen que abandone el pueblo sin mirar atrás, la viuda cargó a su
hijo, llevando consigo una ovejita y su hilado se fue hacia el este, al escuchar el
estruendo por la destrucción del pueblo se dio la vuelta y en ese instante quedó
convertida en piedra.
Santuario de Cocharcas (Apurimac)

El origen de este santuario lo inicia un indio llamado Sebastián Quimichi,


nacido en Cocharcas, Provincia de Chinchero en Andahuaylas.

Sebastián era bueno, honrado y trabajador, pero había nacido con una enfermedad
congénita que lo inválido, viviendo de la caridad de las personas. Sebastián no
deseando ser una carga, salió de Cocharcas (Andahuaylas) con rumbo al Cusco,
con la esperanza de trabajar en esa ciudad, pero con poca suerte, pues por ser
impedido físicamente, muy pocos le daban trabajo.

Santuario de Cocharcas - Virgen de Cocharcas

No obstante pasa por muchas penalidades, Sebastián nunca perdió la fe en Dios ni


en los hombres y en esos instantes aciagos, una india de nombre Inés le aconsejo
que fuera al Santuario de Copacabana y que le pidiera a la Virgen, que le ayudara a
calmar sus padecimientos.

Sebastián no lo sabía, pero había sido marcado por la Santísima Virgen como
instrumento de su amor a esas regiones que recién recibían la luz del evangelio,
pues Dios usa a las personas más modestas, para hacer su voluntad.

Una vez en Copacabana, la Virgen le concedió el milagro de curarlo de su invalidez.


Entonces feliz de haber encontrado esta gracia, quiso estar cerca de la Virgen y
pidió trabajo en el Santuario, realizando labores como personal de limpieza, portero,
campanero, etc.

Diez años después Sebastián decide regresar a su pueblo, pidiendo como pago de
sus servicios se le concediera una réplica de la imagen de la Candelaria, para
llevarla a su pueblo natal y fomentar su culto en gratitud al milagro que había
alcanzado tan generosamente.

Sucede que esos momentos, estaba en Copacabana, visitando el Santuario de la


virgen, un buen clérigo argentino de nombre Hermano Camargo, quien al conocer la
historia de Sebastián, le encargo a Tito Yupanqui, escultor que había hecho el
original, para que realice dos copias, una de tamaño natural y otra de 50 cm, con la
idea de llevarla a todos los pueblos, para promover su culto y pedir limosna para la
construcción de su santuario.
Ya terminadas las réplicas de tan hermosa escultura, Sebastián regreso orgulloso a
su pueblo de Cocharcas en Andahuaylas, donde con las limosnas obtenidas en el
trayecto, comenzaron a levantar un santuario, que una vez terminando y por
disposición del primer Obispo Ayacucho Fray Agustín Carvo, señala como inicio del
culto en honor a la Virgen un 8 de Setiembre de 1598, en lugar del 02 de febrero,
pues este mes es de temporada de lluvias y crecida de los ríos, haciendo difícil y
peligrosa la concurrencia de peregrinos.

Monseñor Fidel Olivas Escuderos, Obispo de Ayacucho, deseando hacer crecer el


culto a la Mamacha Cocharcas, mando hacer un diminuta imagen de la Virgen de
Cocharcas, con la piedra llamada Huamanga, conduciendo esta pequeña imagen por
toda la región del Mantaro, donde los indios la veneraban, danzaban y daban
limosnas para hacer su santuario.

Es por esto que se supone que esta imagen fue traída a esta región para recoger la
limosna y por causa desconocida, tal vez por robo o por muerte del que la
trasladaba, quedo al pie del cerro del barrio Llamus (hoy anexo de Cocharcas), en
una vertiente de agua cristalina, que no deja de brotar. Una vez encontrada tan bella
imagen fue trasladada a la Iglesia de Sapallanga, sin que se pueda precisar la fecha,
pero la tradición asegura que esto ocurrió hace más de 300 años.

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