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1-FUNDAMENTACION

En este siglo, en que las innovaciones tecnológicas y el nuevo orden informático mediante el empleo
de redes e Internet proporcionan nuevos canales de información y comunicación, la información y el
conocimiento adquieren un valor creciente. Estos tiempos exigen una renovación constante del
conocimiento y de los procesos educativos, que, para responder a estas exigencias y al cumplimiento
de los objetivos de enseñanza aprendizaje, se valen de la mediación tecnológica. La tecnología hace
posible disponer de fuentes de información (inaccesibles en otros tiempos, provenientes de diversos
lugares del mundo, muy alejados entre sí), que aparecen como resultado del desarrollo acelerado de la
Informática.
La educación a distancia rompe paradigmas y surge como una modalidad educativa que también se
puede considerar como una estrategia educativa que permite que los factores de espacio y tiempo,
ocupación o nivel de los participantes no condicionen el proceso enseñanza-aprendizaje. El
aprendizaje es un proceso dialógico, que, en educación a distancia, se desarrolla con mediación
pedagógica, que está dada por el docente que utiliza los avances tecnológicos para ofrecerla.
Para ilustras dichas cuestiones sirven los planteos de Webster y Hackley (1997), que consideran a la
mediación tecnológica como una opción importante en el aprendizaje a distancia porque hace posible
el compartir: costos, información y expertos de diferentes lugares, al dar oportunidad educativa
adicional a los lugares en desventaja y distantes.
Según la normativa vigente para la educación a distancia en la Provincia de Buenos Aires, se diseñó
un trayecto educativo con carácter semipresencial que permite a los estudiantes, entre otras cosas
avanzar según su propio ritmo, seleccionar su trayecto formativo y disponer de los módulos para
avanzar en sus estudios.

En este proceso educativo la incorporación del factor distancia y en consecuencia, de ciertos medios,
no significa prescindir del docente o reemplazarlo, sino modificar las formas de su presentación y de
la conducción del proceso de enseñanza-aprendizaje. El rol del educador consiste esencialmente en
crear las condiciones que den a los alumnos la posibilidad de aprender, de vivir experiencias que les
permitan adquirir nuevas conductas o modificar las existentes. El docente debe estimular, guiar y
orientar a los educandos en su proceso de aprendizaje, para ello el educador no sólo aplica los
conocimientos pedagógicos y psicológicos sino que utiliza y basa su quehacer en los procedimientos,
métodos y técnicas del enfoque de la tecnología educativa.
En este caso se propone, a su vez, un rol de tutor en el proceso enseñanza-aprendizaje que comprenda
la participación del mismo y sus alumnos de instancias de orientación y seguimiento durante todo su
trayecto formativo, participación en procesos de nivelación que permitan adquirir mayores niveles de
autonomía en el manejo de los materiales, como así también recibir de los docentes tutores
actividades complementarias a las planteadas en los materiales para facilitar el aprendizaje de algunos
contenidos que pueden presentar mayores dificultades para cada sujeto en particular.

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