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La figura del precedente, ha sido definida por la Corte como “(…) aquel antecedente
del conjunto de sentencias previas al caso que se habrá de resolver, que por su
pertinencia para la resolución de un problema jurídico, debe considerar
necesariamente un juez o una autoridad determinada, al momento de dictar
sentencia” Así, la Corte ha entendido que el precedente debe ser anterior a la decisión
donde se pretende su aplicación y que debe existir una semejanza de problemas
Notas de Derecho Constitucional
Docente: Guillermo León Betancur Hincapié Año: 2014
jurídicos, cuestiones constitucionales, hechos del caso, normas juzgadas o puntos de 2
derecho. En ausencia de uno de estos elementos, no puede predicarse la aplicación
de un precedente.
Artículo 243. Los fallos que la Corte dicte en ejercicio del control jurisdiccional hacen
tránsito a cosa juzgada constitucional. Ninguna autoridad podrá reproducir el contenido
material del acto declarado inexequible por razones de fondo, mientras subsistan en la
Carta las disposiciones que sirvieron para hacer la confrontación entre la norma
ordinaria y la Constitución.
1
Al respecto de los efectos de la cosa juzgada constitucional también pueden consultarse los fallos C-113 y C-131 DE
1993.
2
Betancur Hincapié, Guillermo León. (2014). Artículo ACTIVISMO DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
COLOMBIANA- Argumentos que lo justifican. Artículo escrito para la Revista Nuevo Derecho de la Facultad de
Derecho y Ciencias Política y Jurídicas de la Institución Universitaria de Envigado.
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Docente: Guillermo León Betancur Hincapié Año: 2014
órganos de la rama judicial, es decir, toda la jurisprudencia constitucional, 5
ordinaria y de las jurisdicciones especiales tendría sólo el carácter de “criterio
auxiliar”.
Este cambio que hubo en la Constitución de 1991 trajo consigo dos tesis una
tesis escéptica y otra tesis optimista.
En virtud del artículo 243 de la Constitución Política, solo se necesita una sola
sentencia de la Corte Constitucional para que exista precedente. Esto quiere
decir que, como ella misma ha sostenido, toda sentencia de la Alta Corte
constituye precedente. En cambio, la respuesta es distinta cuando se trata
de la jurisprudencia ordinaria. Tanto el artículo 4 de la Ley 169 de 1896 como
la Sentencia C-836 de 2001 determinan que no una, sino tres sentencias
uniformes de la Corte Suprema de Justicia o del Consejo de Estado sobre
un mismo punto de derecho, constituyen “doctrina legal probable” y
conforman un precedente.
Luego, el artículo 371 de la Ley 105 de 1890, se refirió a la “doctrina legal” así:
Es doctrina legal la interpretación que la Corte Suprema dé a unas mismas leyes en dos
decisiones uniformes. También constituyen doctrina legal las declaraciones que la
misma Corte haga en dos decisiones uniformes para llenar los vacíos que ocurran, es
decir, en fuerza de la necesidad de que en una cuestión dada no quede sin resolver por
no existir ley apropiada al caso.
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Ver al respecto el documento DESARROLLOS RECIENTES EN LA DOCTRINA DEL PRECEDENTE JUDICIAL
EN COLOMBIA, de Diego Eduardo López Medina.
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Docente: Guillermo León Betancur Hincapié Año: 2014
“Tres decisiones uniformes, dadas por la Corte Suprema como Tribunal de Casación,
sobre un mismo punto de derecho, constituyen doctrina probable, y los jueces podrán 8
aplicarla en casos análogos, lo cual no obsta para que la Corte varíe la doctrina en caso
de que juzgue erróneas las decisiones anteriores”
Afirma López Medina, que tal fue el consenso a nivel nacional durante casi un siglo,
el mismo que solo vino a ser alterado en 1991 cuando el legislador y la Corte
Constitucional empezaron a insistir en la necesidad de contar con un sistema fuerte
de jurisprudencia, situación que vino a consolidarse mediante sentencias de 1995 y
1996, al instituir “un sistema de precedentes basado en principios y derechos
constitucionales como la igualdad, la seguridad jurídica, el principio de buena fe y
confianza legítima y, finalmente, en la autoridad entregada a las altas cortes como
unificadoras de la jurisprudencia nacional” (López Medina).
Con la expedición del Decreto 2067 de 1991, en los artículos 21 y 23, se sugiere, de
manera ambigua, un sistema fuerte de precedentes vinculantes que se materializan
en la sentencia T-406 de 1991, en la que se dice que: “es innegable el valor
pedagógico e incluso normativo general de la jurisprudencia de tutela que crea la
Corte Constitucional…” A ese nuevo régimen de disciplina jurisprudencial la Corte
le da el nombre de “doctrina constitucional”. Tras fuertes disensos al interior de la
Corte acerca del tema, en el Decreto 2591 de 1991, se reinscribe el papel auxiliar de
la jurisprudencia constitucional. Luego con la sentencia C-037 de 1996 se instaura
de manera unánime una tesis fuerte de obligatoriedad del precedente que luego se
consolida con la sentencia SU-047 de 1999 (López Medina).
Entre los desarrollos más recientes, López Medina destaca la sentencia C-836 de
2001, en la cual se revisa la constitucionalidad del artículo 4° de la Ley 169 de 1896,
el fallo es importante porque en primer lugar, permite a la tercera Corte posicionarse
frente a la doctrina del precedente, en segundo lugar porque la Corte se pronuncia
frente a la norma que había controlado el sistema de jurisprudencia imperante, y
finalmente, porque a través de esta sentencia se reabrió el tema de la vinculatoriedad,
ya no solo del precedente constitucional, sino también del precedente de la
jurisdicción común.