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1
Obstetrics & Gynecology
Patrocinado por la subvención número P50HS023418 de la Agencia para la Investigación y Calidad de la Atención a la Salud [Agency for
Healthcare Research and Quality].
Cada autora ha indicado haber cumplido con los requisitos de autoría de la revista.
Recibido el 5 de enero de 2018. Recibido en formato modificado el 2 de marzo de 2018. Aceptado el 19 de abril de 2018.
Autor a quien se puede remitir correspondencia: Shannon K. Laughlin-Tommaso, MD, MPH, Division of Gynecology, Department of
Obstetrics and Gynecology, 200 First Street SW, Rochester, MN 55905; correo electrónico: laughlintommaso.shannon@mayo.edu.
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Declaración Financiera
La Dra. Laughlin-Tommaso recibió retribución personal por parte de Allergan y subvenciones de Halt Medical fuera del trabajo
presentado. La Dra. Stewart recibió retribución personal por parte de AbbVie, Allergan, Astellas, Bayer, GlaxoSmithKline, Gynesonics,
Myovant, y Welltwigs fuera del trabajo presentado.
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© 2018 por el American College of Obstetricians and Gynecologists. Publicado por Wolters Kluwer Health, Inc. Todos los derechos
reservados.
ISSN: 0029-7844/18
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os leiomiomas uterinos son neoplasias monoclonales benignas que se presentan en una variedad
L heterogénea de tamaños, síntomas y ubicaciones.1 Son comunes, ocurren en hasta 80% de las
mujeres y producen síntomas que afectan hasta 50%. 2 El síntoma más común del leiomioma es
un sangrado menstrual abundante o prolongado, también denominado sangrado uterino anormal
relacionado con leiomiomas en el sistema de clasificación de la Federación Internacional de Ginecología
y Obstetricia. Otros síntomas comunes de los leiomiomas son anemia secundaria al sangrado menstrual
abundante, presión pélvica, y frecuencia urinaria. Los leiomiomas sintomáticos disminuyen la calidad
de vida, provocan ausentismo laboral, limitan el potencial de trabajo, y representan una disparidad
significativa en la salud dado su mayor efecto en las mujeres con ascendencia africana.3 Se prevé que
los costos de atención a la salud relacionados con los leiomiomas, que ya son elevados, aumenten 20–
30% en las próximas décadas, en gran parte debido a la creciente diversidad racial y étnica en los
Estados Unidos, y que habrá más de 400,000 hospitalizaciones por año relacionadas con leiomiomas
para 2050.4
EPIDEMIOLOGÍA
Los factores de riesgo para el desarrollo de leiomiomas han sido bien estudiados e incluyen ascendencia
africana, aumento de la edad hasta el momento de la menopausia, antecedentes familiares de
leiomiomas uterinos, tiempo transcurrido desde el último parto, hipertensión, y consumo de aditivos
alimentarios y de leche de soya.5,6 Los factores que se han encontrado asociados a la disminución del
riesgo de leiomioma incluyen mayor paridad, uso de anticonceptivos orales o de acetato de
medroxiprogesterona de depósito, y tabaquismo en mujeres con un índice de masa corporal bajo (IMC,
peso (kg)/[altura (m)]2).6 Los factores de riesgo modificables, como la actividad física, la dieta y el IMC
son menos consistentes en todos los estudios, pero probablemente influyen en el desarrollo de los
leiomiomas. Los perfiles de los factores de riesgo varían en función de si los estudios dependen de
leiomiomas diagnosticados por imágenes o sólo estudian mujeres sintomáticas. Los estudios de
detección con ultrasonido pueden ayudar a encontrar datos relacionados con la presencia de
leiomiomas, mientras que los estudios que requieren síntomas clínicos pueden ser más informativos
sobre los factores de riesgo que conducen al tratamiento o que predicen el crecimiento del leiomioma.5
Incluso dentro del mismo útero, existe una heterogeneidad biológica sustancial. Los
leiomiomas crecen y reducen su tamaño a diferentes ritmos y a menudo pertenecen a diferentes
subgrupos genéticos.7 Hay evidencia que permite sugerir que los leiomiomas más cercanos a la cavidad
endometrial (submucosa) contribuyen más a un sangrado menstrual abundante que otros,8 pero es
problemático atribuirle otros síntomas a leiomiomas específicos o predecir síntomas de acuerdo al
volumen uterino. A pesar de esta heterogeneidad, o debido a la misma, los leiomiomas se han tratado
tradicionalmente como una enfermedad única y la histerectomía se ha utilizado como terapia primaria.
Los métodos innovadores de tratamiento son de vital importancia por varias razones. Primero,
cada vez más datos muestran que la histerectomía, incluso con conservación ovárica, tiene
consecuencias a largo plazo (fig. 1):9–11 puede acortar el tiempo hasta la menopausia en 2–4 años y
aumentar el riesgo a largo plazo de enfermedad cardiovascular, en particular en mujeres que se
someten a histerectomía a una edad temprana, probablemente por los efectos perjudiciales en la
función ovárica.11,12 Si se realiza una ooforectomía bilateral con histerectomía, los riesgos son aún
mayores, incluido un riesgo superior de mortalidad de 8%.13 En segundo lugar, las mujeres buscan
alternativas a la histerectomía por diversas razones: mantener la fertilidad, conservar la función
ovárica, limitar el tiempo sin trabajar, razones familiares y otras actividades, así como para mantener
la integridad del cuerpo. Las pautas del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos apoyan a las
mujeres que buscan alternativas a la histerectomía, ya sea que deseen o no la maternidad en el futuro.14
Muchas mujeres también buscan alternativas a cualquier tipo de cirugía, específicamente
terapias médicas que traten los síntomas del leiomioma y disminuyan su tamaño con menos efectos
secundarios que las opciones disponibles en la actualidad. Los nuevos tipos de medicamentos, algunos
actualmente en etapa de estudio clínico, ofrecen a las mujeres una opción de tratamiento no quirúrgico
que podría usarse más tempranamente dentro del proceso de la enfermedad y quizá por un período de
tiempo más prolongado. Si se demuestra que es seguro, su uso futuro podría incluir la prevención
Fig. 1. Riesgos y beneficios relacionados con la histerectomía con conservación bilateral de ovarios a cualquier edad. 9–
11,56–58
*Aunque los síntomas se pueden mejorar con otras opciones de tratamiento menos invasivas.
Laughlin-Tommaso. Individualized Medicine for Uterine Leiomyomas. Obstet Gynecol 2018.
DIAGNÓSTICO
Tradicionalmente, la ultrasonografía se ha utilizado para confirmar el diagnóstico de leiomiomas
después de ser indicado por los síntomas o el examen físico. Los informes de ultrasonido a veces ofrecen
detalles en cuanto al número, tamaño y ubicación de los leiomiomas, pero generalmente sólo reportan
la presencia de leiomiomas con la medida del diámetro más grande. Además de su clasificación por el
sangrado uterino anormal, la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia ha propuesto un
sistema de clasificación para la ubicación del leiomioma en relación al endometrio y la serosa (Fig. 2),22
que no se ha implementado por completo. La categorización mediante ultrasonografía, o incluso
imágenes de resonancia magnética (IRM), es más difícil con leiomiomas mayores o múltiples donde los
puntos uterinos de referencia están distorsionados.23
Aunque la ultrasonografía es rentable y mínimamente invasiva, es efectiva para mapear hasta
cuatro leiomiomas o hasta un volumen uterino de 375 mL,24 pero por encima de esos límites,
generalmente funcionan mejor las IRM. La relación del leiomioma con la cavidad uterina es importante
para comprender los síntomas y las opciones de tratamiento; el compromiso intracavitario se
determina mejor con histeroscopía o con sonograma con infusión salina.25
Con el uso cada vez mayor de procedimientos radiológicos y mínimamente invasivos que se
centran en la destrucción del tejido, en lugar de la extirpación, así como con la inquietud emergente
sobre malignidad no sospechada, las IRM se utilizan con más frecuencia. Para este problema, la IRM
proporciona una excelente evaluación previa al procedimiento, en cuanto a la ubicación del leiomioma
con referencia a las estructuras circundantes, cantidad, realce del contraste, y heterogeneidad.26 Estos
detalles permiten a los médicos determinar los probables beneficios y efectividad de cada
intervención.27 Se ha estudiado la intensidad de la señal en IRM para las imágenes ponderadas en T2 y
T1 con el fin de predecir los resultados de la embolización de arteria uterina y la ultrasonografía
enfocada guiada por resonancia magnética, pero no se ha encontrado consenso.27,28 Estas discrepancias
pueden ser el resultado de la interpretación de una señal alta ponderada en T2, que puede indicar alta
vascularización (bueno para los resultados de embolización de arteria uterina) o alta celularidad
(deficiente para los resultados de embolización de arteria uterina). 28
Fig. 2. El sistema de clasificación de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) identifica los tipos de
leiomioma 0–7 (A). La clasificación de FIGO puede ser más difícil de implementar en pacientes con leiomiomas grandes
(B) o múltiples (C). Bl, vejiga; BW, intestino. Figura 2A utilizada con permiso de la Fundación Mayo para la Educación e
Investigación Médica. Todos los derechos reservados.
Laughlin-Tommaso. Individualized Medicine for Uterine Leiomyomas. Obstet Gynecol 2018.
leiomiomas como de leiomiosarcomas. Aunque están surgiendo muchas nuevas técnicas de estudios de
imagen, algunas de las cuales aumentan la sensibilidad y la especificidad de las pruebas, la baja
prevalencia de leiomiosarcoma, que va de 0.023% a 0.2%, limita el valor predictivo positivo de
cualquier prueba.29 Por ejemplo, con una probabilidad previa de sarcoma inferior a 0.2%, el valor
predictivo positivo de una prueba que es 90% sensible y 99% específica sería de 3% (comunicación
personal, E.R. Myers, 2017). Las pruebas que descartan confiablemente el leiomiosarcoma tienen
mejores resultados; en esta situación, el valor predictivo negativo es de 99.98% y puede ser útil para
evitar una histerectomía innecesaria. Las imágenes de resonancia magnética que muestran un tumor
homogéneo oscuro en la imagen ponderada en T2 son altamente predictivas de un leiomioma
benigno.30
Los estudios dinámicos o funcionales de IRM superan el diagnóstico con ponderación en T2
solamente. La adición de contraste de gadolinio puede resaltar el aumento de vascularidad del
leiomioma normal en relación con el miometrio; sin embargo, esto no es universal porque la falta de
realce puede indicar una degeneración completa de un leiomioma benigno (Fig. 3). El aumento de las
lesiones a los 60 segundos con contraste de gadolinio es altamente predictivo de leiomiomas
normales.31
Una técnica emergente de IRM que está ampliamente disponible y que tiene la posibilidad de
ayudar a distinguir los tumores con potencial maligno de los leiomiomas benignos es la imagen
ponderada por difusión, la cual se basa en el movimiento de difusión de las moléculas de agua en el
espacio extracelular que está restringido en tumores con alta celularidad, como los tumores con
potencial maligno.32,33 Las imágenes ponderadas por difusión se pueden cuantificar utilizando un
coeficiente de difusión aparente y se utilizan como complemento de la IRM tradicional, pero aún se
necesitan imágenes ponderadas en T2 y T1 para determinar las características biológicas del
leiomioma. Por ejemplo, los leiomiosarcomas tienden a tener un bajo coeficiente de difusión aparente,
pero los valores del coeficiente de difusión aparente se traslapan con los de los leiomiomas "ordinarios"
porque algunos de ellos tienen un alto contenido de MEC de leiomiomas que limitan la difusión.32 Sin
embargo, una intensidad de señal baja ponderada en T2 y T1 y un borde liso indicarían un leiomioma
homogéneo, altamente fibrótico, incluso si el coeficiente de difusión aparente fuera bajo. La intensidad
de señal alta en imágenes ponderadas en T2, ponderadas en T1, o en ambas imágenes podría indicar
un leiomiosarcoma, un leiomioma celular o un leiomioma degenerado; en este caso, las imágenes
ponderadas por difusión con un alto coeficiente de difusión aparente pueden dar la confianza de que es
más probable que se trate de un leiomioma degenerado (Fig. 3), mientras que un coeficiente de difusión
aparente bajo sería más preocupante, pero no confirmatorio, de que existiera malignidad. Cuando se
utilizaron juntos el coeficiente de difusión aparente y la imagen ponderada en T2, la precisión de la
clasificación de tumor benigno y maligno fue de 92.4%. 30 Los estudios en curso continúan intentando
mejorar el valor predictivo positivo de malignidad.
Otras pruebas preoperatorias que podrían servir como biomarcadores para sarcomas, como la
biopsia endometrial y los marcadores sanguíneos de lactato deshidrogenasa, también tienen valores
predictivos positivos bajos para el diagnóstico de leiomiosarcoma y no se utilizan de forma rutinaria.
La sensibilidad de la biopsia endometrial para tumores malignos del estroma, como el leiomiosarcoma
y el sarcoma del estroma endometrial, está entre 38% y 86%.34,35 Sin embargo, el Colegio Americano
de Obstetras y Ginecólogos recomienda que las mujeres de 45 años o más con sangrado uterino anormal
se practiquen una biopsia endometrial para descartar cáncer de endometrio o hiperplasia;36 esta
importante prueba no debe pasarse por alto, incluso si se presume que el sangrado es resultado de
leiomiomas (sangrado uterino anormal relacionado con leiomiomas).
La combinación de pruebas preoperatorias con sistemas de puntuación para mejorar el
diagnóstico de leiomiosarcoma se está volviendo cada vez más común.33 Con la modificación de la
Puntuación Preoperatoria de Sarcoma, se encontró que la edad de la paciente, los niveles en sangre de
marcadores de lactato deshidrogenasa y la citología endometrial eran suficientes para un alto valor
predictivo (92.3%) y no incluyó características de IRM en el sistema final.37,38 El valor predictivo
negativo para el modelo modificado de Puntuación Preoperatoria de Sarcoma fue de 94.0% con una
precisión de 93.7%.
Fig. 3. Uso de imágenes ponderadas en T2, imágenes de resonancia magnética dinámica realzadas con contraste, e
imágenes ponderadas por difusión (con mapa añadido de coeficiente de difusión aparente) para el diagnóstico de leiomioma
o leiomiosarcoma. Leiomioma benigno: señal T2 baja levemente heterogénea (A), realce ávido temprano y heterogéneo
(B), difusión restringida no significativa (C). Leiomioma degenerado: señal heterogénea alta ponderada en T2 (D), imágenes
ponderadas en T1 con saturación de grasa muestran hiporealce homogéneo (E), restricción de difusión heterogénea (F).
Leiomiosarcoma: masa infiltrativa, mal definida con señal T2 intermedia (G), realce del tejido tumoral viable (H), e imagen
hiperintensa en valor B alto con señal oscura restringida subsecuente en el mapa de coeficiente de difusión aparente (I).
Laughlin-Tommaso. Individualized Medicine for Uterine Leiomyomas. Obstet Gynecol 2018.
Fig. 4. Un leiomioma típico demuestra realce de contraste en las imágenes ponderadas en T1 (A) y tiene una rigidez
promedio (C). Después de la embolización de la arteria uterina, el leiomioma ya no realza (B) y tiene una mayor rigidez (D).
Laughlin-Tommaso. Individualized Medicine for Uterine Leiomyomas. Obstet Gynecol 2018.
Una segunda idea innovadora es obtener una imagen de la pseudocápsula que rodea al
leiomioma para determinar mejor la ubicación del mismo, lo que ayudaría a la planificación quirúrgica
de la miomectomía y podría tener el potencial de distinguir tumores benignos de malignos. Los
leiomiomas intramurales que tienen un componente intracavitario aumentan el riesgo de
miomectomía abdominal o laparoscópica;40 este conocimiento es de primordial importancia para
asesoría preoperatoria. Bajo un microscopio electrónico, la pseudocápsula parece estar compuesta por
células de músculo liso cuyo citoplasma está lleno de filamentos delgados y que tienen una membrana
basal circundante.41 Esta estructura carece de la MEC más rígida del leiomioma típico, lo que le permite
ser más elástico y estirarse para crecer. También se describe como un haz neurovascular, que se debe
conservar durante la miomectomía.40 Se puede obtener una imagen de la pseudocápsula en la
ultrasonografía y aparece como un "anillo de fuego".40
Por último, es vital poder definir biomarcadores para diagnosticar y predecir el curso clínico
de los leiomiomas. Se ha avanzado enormemente en la detección temprana de los cánceres de colon y
endometrio mediante la identificación de ADN metilado liberado por los tumores en las muestras de
heces y menstruales, respectivamente.42,43 Si se presenta un sangrado uterino anormal relacionado con
leiomiomas, es probable que se pueda recolectar ADN de manera similar durante la menstruación. 42
Las limitaciones son que los leiomiomas generalmente no son necróticos, que es cuando la excreción
del tumor puede estar aumentada, y que el tumor en sí puede no tener contacto directo con el
endometrio; sin embargo, los estudios han demostrado cambios, incluso en el endometrio distante del
leiomioma.44,45
Con los leiomiomas, nos gustaría ir más allá de la diferenciación entre tumores benignos y
malignos. Encontrar marcadores moleculares para cada uno de los subtipos genéticos que se liberan en
la sangre menstrual podría ofrecer una ventana para la predicción del fenotipo de los leiomiomas en el
útero, lo que permitiría opciones de tratamiento individualizadas.
LE, Jacoby V, Stewart EA. Long term outcomes in a randomized controlled trial of uterine artery
embolization and MR-guided focused ultrasound: the FIRSTT study [resumen]. Fertil Steril
2017;108:E26.).
La optimización de la fertilidad es importante para muchas mujeres con leiomiomas y de hecho
es la única indicación para tratamiento en algunas pacientes. Las conclusiones de la mayoría de estudios
pequeños sugieren que los leiomiomas que distorsionan la cavidad uterina afectan la fertilidad y que
retirarlos la mejora. Sin embargo, un estudio extenso reciente que tenía como fin examinar otros
factores de confusión investigó la relación entre los leiomiomas y el aborto espontáneo.50 Este estudio
mostró que los leiomiomas estaban relacionados con el aborto en un análisis de una sola variable. Sin
embargo, cuando se examinaron otros factores de confusión, la relación desapareció y la edad avanzada
pareció ser la asociación más importante. Aunque el riesgo de aborto espontáneo y la infertilidad tienen
aspectos en común, no son lo mismo. Sin embargo, los hallazgos de este estudio bien diseñado con un
amplio número de participantes dan lugar a preguntas respecto a los estudios más pequeños sobre
infertilidad y sobre si el mismo factor de confusión de la edad podría estar presente para la infertilidad.
Desafortunadamente, en los Estados Unidos, donde muchas pacientes tienen cobertura de seguro
médico para procedimientos quirúrgicos pero no para tratamiento de infertilidad, es posible que
persista el sesgo hacia la terapia quirúrgica para los leiomiomas.
leiomiomas. Muchos factores de crecimiento, citoquinas, y microARN además de las hormonas afectan
la MEC y son potenciales objetivos de intervención médica.55 Los fármacos antiproliferativos como el
galato de epigalocatequina (encontrado en el té verde) han mostrado algunos resultados prometedores
en los estudios iniciales. El ácido holotransretinoico se ha probado en líneas celulares y se ha
encontrado que ejerce una reducción en la proliferación celular y la formación de MEC. Por otra parte,
la insuficiencia de vitamina D se ha relacionado a un aumento de riesgo de leiomiomas; en modelos
animales, la vitamina D ha mostrado reducir el tamaño de los leiomiomas, probablemente a través de
la ruta del factor de crecimiento transformante β.55
Tabla 2. Estado de las investigaciones de nuevas terapias médicas para leiomiomas uterinos
Fase de estudio clínico en los
Medicamento Estado Estados Unidos ClinicalTrials.gov
Medicamentos selectivos de los
receptores de progesterona
Acetato de ulipristal Aprobado en VENUS I y II, terminados NCT02147197
Europa, Asia, Canadá para NDA reportado aceptado NCT02147158
uso intermitente repetido 10/10/2017
Vilaprisan En investigación Estudio ASTEROID Fase III iniciado NCT03240523
el 7/8/2017 NCT03194646
Proellex En investigación Estudios terminados fase II para NCT00737282
administración vaginal y oral NCT00683917
Antagonistas de GnRH
Elagolix En investigación Estudio fase IIIb terminado, IIIb NCT02654054
reclutando NCT02691494
NCT03271489
Relugolix En investigación LIBERTY fase III 1 y 2 reclutando NCT03049735
NCT03103087
OBE2109 En investigación PRIMROSE fase III 1 y 2 NCT03070899
reclutando NCT03070951
CONCLUSIONES
Los leiomiomas son un trastorno heterogéneo que muestra algunas rutas moleculares definidas
asociadas a los subtipos genéticos conocidos y a algunas rutas moleculares comunes. Creemos que el
enfoque del tratamiento pasará por un cambio de paradigma análogo al del tratamiento de los casos de
malignidad, en el cual la ubicación del tumor es de segunda importancia en comparación con la
comprensión de sus alteraciones moleculares. Conocer las rutas moleculares y su efecto en el
crecimiento del leiomioma puede crear opciones innovadoras de tratamiento que se enfoquen en los
receptores hormonales, la MEC o trastornos del colágeno que se puedan relacionar con el genotipo del
tumor. Estas opciones no quirúrgicas son atractivas para las mujeres que desean conservar el útero con
fines de fertilidad y beneficios en la salud a largo plazo. Adicionalmente, por su alta prevalencia, la carga
de los costos de atención a la salud para el tratamiento de leiomiomas, continuará en aumento; sin
embargo, para contar con tratamientos médicos viables, se necesitan herramientas de diagnóstico para
identificar estos subgrupos de genotipo y fenotipo. La investigación futura debe buscar opciones no
quirúrgicas con potencial para tratamiento de largo plazo o incluso prevención secundaria. Desarrollar
un algoritmo de riesgo para mujeres en alto riesgo y buscar la prevención primaria será la meta futura
para esta enfermedad.
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