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Introducción

a la Animagia
Por Robert Garrison
Robert P. Garrison, celebré hechicero y
docente de origen Norteamericano, realizó
sus estudios de magia en el Colegio
Ilvermorny de Magia y Hechicería, y ha
dedicado su vida al estudio de la magia
transformadora, haciendo estudios
publicados en la Revista de
Transformaciones Modernas en reiteradas
ocasiones.
El Profesor Garrison, actualmente ejerce
como parte del cuerpo docente de la Escuela
de Magia de Uagadou, en el Departamento
de Magia Transformadora, como especialista
en Animagia y Transformaciones Humanas.
Asimismo, es un animago reconocido y
registrado en al menos 3 continentes, y su
forma animal es un zorro, con el cual se siente muy identificado, lo cual lo refleja en sus
textos al incluirlo en sus portadas.
Introducción
Contempla de continuo que todo nace por transformación, y habitúate a pensar que nada ama tanto
la naturaleza del Universo como cambiar las cosas existentes y crear nuevos seres semejantes.
(“Meditaciones”, Marco Aurelio, 1558)
Ya en el siglo XVI, el autor citado reconocía en la naturaleza universal el continuo
cambio como una fuente de creación de nuevos seres, y aunque no es nuevo el
reconocimiento de la rama de la magia que fuerza en alguna medida este sistema de
cambio, la velocidad a la cual se ha desarrollado, ha hecho del estudio de las
Transfiguraciones, un intrincado y complejo camino para todos aquellos jóvenes magos y
brujas que pretenden adentrarse en este arte mágico.
Las transformaciones, constituyen la rama de la magia que requiere una mayor práctica y
también un mayor conocimiento, y a pesar de ello, es la que se encuentra menos
desarrollada educativamente, enfocada casi en su totalidad a la investigación científica y
algunos pasajes oscuros de nuestra historia contemporánea. Así la formación de jóvenes
magos y brujas está supeditada al entendimiento de gruesos y tediosos textos de estudio,
que explican de diversas y complejas formas el uso de este tipo de magia y sus hechizos.
Más aún, cuando prometedores jóvenes se enfrentan a los complejos teoremas que
plantean las transformaciones de alto nivel, la excesiva cantidad de teoría produce un
desaliento en ellos, algo muy considerable visto del punto de vista de este maestro.
La animagia, como una vertiente muy compleja de las transformaciones, ha sido una
hechicería que se ha llevado en lo oculto en la mayoría de sus casos, así los jóvenes
enamorados han utilizado esta forma para evitar los conflictos de podrían traer su unión y
se han visto obligados a huir o en algunos casos más conocidos fingir su propia muerte. Es
por ello que las autoridades de casi todas las partes de mundo se han empecinado en
mantener una limitación irrestricta del uso y motivación de esta magia, llegando incluso
a catalogar a quién la usa sin el debido cuidado y respeto, de un delincuente habitual,
ganándose en más de alguna ocasión un boleto directo a las cárceles mágicas.
Por lo que este, no tan humilde profesor, ha dedicado su vida a mantener al día a todos
aquellos magos y brujas que quieren entrar en el camino de la tereantropía, y facilitarles
lo que logré conocer luego de innumerables años de investigaciones, en un texto sencillo
y básico, que tiene por fin darles un abrazo de bienvenida a quienes consideran
especializar su camino en esta limitada área de la magia. Y espero que muchos de ustedes
logren obtener en estas líneas, el primer escalón de la larga escalera de logros que les
esperan.
I. ¿Qué es la Animagia?
Durante siglos los grandes estudiosos de la magia han tratado de darle forma y cabida a
esta particular magia llamada Animagia, conocer su sentido y alcance, estableciendo sus
límites prácticos y un marco teórico, han hecho de este conocimiento un base retrograda
y sin un sentido práctico, es por ello que para establecer que podemos o no entender por
animagia partiremos por analizar la terminología moderna.
La Animagia, se le considera un concepto relativamente nuevo, o más bien, una
definición que lleva en el mundo uno 4 o 5 siglos, y con el único objetivo de relacionar la
transformación humano-animal en un concepto fácil de entender. Este proviene de la
terminología inglesa para animal (animal), y del término en latín para mago (magus), lo
que a simple vista le dio una conceptualización adecuada que hace que tanto un joven
aprendiz como un mago avezado entiendan por el sólo nombre de que están hablando.
Pero la historia no reconoce a la animagia desde los siglos pasados, no al menos desde que
se conocen a los primeros hombres capaces de transformarse en animales, de acuerdo a los
primeros descubrimientos de este tipo de magia, los magos o brujas capaces de realizar
este tipo de modificaciones corporales eran denominados teriantropos, que significa parte
hombre y parte bestia, y proviene del griego Θηριον (therion) que significa animal salvaje
o bestia, y ανθρωπος (anthropos) en referencia al ser humano.
La teriantropía era reconocida por los antiguos griegos como la habilidad de un mago o
bruja de convertirse a gusto en animal, así los textos en roca que recuerdan a Falco
Aesalon, lo denominan como γεράκιανθρωπος, que significa parte hombre y parte halcón.
Como otros textos del medioevo caracterizaban a la bruja Cliodne por tener antes de su
nombre el termino irlandés Therianthrope Máistir, que significa “Maestra de la
Teriantropía”. Esta terminología, con los años y los diferentes estudiosos en el área, fue
mutando hasta la actual “Animagia”, no de la misma forma sino más bien como una
relación de género-especie, por cuanto la teriantropía, englobaría el estudio base o
fundamental de toda magia que involucre la transformación humana, total o parcial,
consciente o inconsciente, y la animagia era una rama específica que busca en la
autotransformación, un mecanismo para obtener un resultado igual al realizado con un
varita y un tercero.

Es en base a la explicación antedicha y a la relación entre una magia general y una


particular que ahondaremos a la largo de estas páginas, para darle contexto y cabida real
a la magia transformadora. Sin embargo, siempre es necesario aclarar que el dominio de
esta magia tan avanzada requiere años de estudio y aunque este manual pretenda dar una
pincelada básica al respecto, no puede tomarse como texto único en el estudio
profundizado de las transformaciones humanas.

Es resumen la animagia constituye una particular forma de autotransformación, que


deriva de un dominio complejo de la magia transformadora, y que sienta sus bases en la
transformación humano- animal. Esta habilidad se ha plasmado en la historia de la magia,
como una habilidad única y difícil de adquirir, un dominio teriantrópico que requiere no
sólo el conocimiento, sino también la aptitud del mago o bruja. Y si bien su definición no
está del todo clara, se reconoce que este tipo de magia constituye una amalgame de
habilidad y disciplina, que conjugan el dominio corporal y mágico en uno sólo.
II. Breve historia de la Animagia
Los textos en roca encontrados, en el último siglo, en las antiguas ruinas sumergidas al
sur de la región Cantábrica, constituyen el primer hallazgo de la habilidad mostrada por
magos o brujas de transformarse completamente en animales. Se ha observado que los
magos de épocas prehistóricas ya contaban con una habilidad innata para modificar su
cuerpo en animales, de acuerdo con los estudios de la magia prehistórica se da cuenta
que la relación de los seres humanos con los animales era tan arraigada y continua, que
de acuerdo con antiguas leyendas los primeros magos de lograron obtener la habilidad les
fue enseñada por los mismos animales, con el fin de sobrevivir y protegerse. Sin
embargo, los registros no incluyen el proceso de transformación mismo o su enseñanza,
pero podemos establecer que la animagia ha existido de tiempos inmemoriales en el
inconsciente humano.

Los primeros registros de la enseñanza y práctica de la animagia como una disciplina


mágica se remontan a la Antigua Grecia en la su época clásica en el año 498 a.C., cuando
de acuerdo con la escritura en las tablillas griegas se da cuenta de que el mago más
reconocido como animago, Falco Aesalon, entrenaba a sus pupilos, con la venía de la
asamblea de hombres libres, en el arte teriantrópico, mediante un método de estudio
general de la magia transformadora y un enfoque concreto hacia la autotransformación,
la que en aquella época le denominaban “magia sobre sí”. Estos largos estudios, se
concebían como parte fundamental de la educación mágica en la Antigua Grecia, pero no
todos los que se educaban terminaban por entender o practicar la animagia.
La guerra del Peloponeso puso fin a la educación como se conocía en Atenas, y producto
de la muerte y asesinado de varios magos y brujas por parte de los bélicos espartanos, se
comenzó a instruir a los jóvenes griegos en el arte de la guerra, y tanto magos como no
magos de la época compartían lanza para derrotar la amenaza espartana. Como es sabido
la derrota griega conllevó no sólo la pérdida de un sin número de vidas mágicas, sino
también la perdida de la mayoría de los conocimientos en las artes mágicas, como
también la desaparición de todos aquellos que las enseñaban y practicaban.
La historia le reconoce un papel preponderante en la transformación humano-animal a
los antiguos reinos egipcios, pero la transformación parcial enfocada por ellos hacía sus
deidades y sus sacerdotes, magos y brujas de la época, sólo muestras la ignorancia que
muestra la historia muggle, dándole un papel casi sobre cualquier otra cultura, en la
adoración de las semi humanos. Claramente esta referencia tiene por objeto dejar en
claro que tal civilización puede o no haber realizado grandes aportes al área, pero aún
hasta esta época mucho más moderna, no se ha podido hallar origen de las referencias
religiosas de los egipcios, ni tampoco se han encontrado atisbos del uso de magia
transfiguradora.
Siglos después los seres humanos regresaron al origen de la magia, a la naturaleza, y
fueron aquellos magos denominados “druidas”, quienes reconocieron en la habilidad de
transformarse un animal, el inicio de la magia. Los textos de los romanos que hablan de
ellos, los señalan como seres unidos metafísicamente con la tierra, con la habilidad de
domar bestias y ser parte de ellas, fueron estos habilidosos magos irlandeses, quienes
mostraron nuevamente su dominio mágico mediante la animagia, sin embargo, su poder
fue temido en la época y castigado con la muerte, debido a que parecían poder
manipular y dirigir a las bestias hacía otros. Esto no es del todo equivocado, de acuerdo
ha algunos textos asturianos, aquellos magos que han dominado su bestia interna, podrán
dominar a las demás como su líder, y es esta oración la que se repite en algunas
referencias a la bruja Morgana, quien mediante su dominio de las aves podía controlar y
saber todo lo que sucedía en la gran isla británica.
Es en los mismos textos romanos, que se identifica a estos poderosos magos con el
sacrificio humano, y los sacrificios animales en honor a la naturaleza. Los sacrificios
humanos los realizaban mediante el ritual del Hombre de Mimbre, y los sacrificios animales,
eran parte del proceso del rito del Muérdago, con el fin de transformar a los iniciados en
animales. Es este último proceso es el atisbo más profundo de la enseñanza de la
animagia, y consistía en sacrificar la luz de la luna nueva dos criaturas de pieles blancas, las
cuales eran alimentadas durante 3 días con sabia de árbol vital, y bajo un árbol de
muérdago, se les abría el estómago y se les dejaba desangrar, para que luego consumieran
el corazón de las dos bestias en una poción de hierbas blancas, así con el primer rayo de
sol del amanecer el cuerpo del druida comenzaba a mutar hasta convertirse en una total
bestia.
Este proceso grotesco de rituales mágicos, no se consideraron en la época ni actualmente
el método correcto de aprender esta magia, es más de acuerdo con el Estatuto de
restricción de la animagia, los rituales que requieran sacrificios se encuentran vetados de
toda Europa. La historia europea no ha sido muy buena amiga de la animagia y ha
limitado tanto su escritura como su lectura, prohibiendo en diversas escuelas el uso de
ciertos textos ritualistas o de magia que denominan oscura, por utilizar seres vivos o seres
humanos.
El desarrollo posterior de la animagia, más que un desarrollo mismo, constituye un
conjunto de estatuto y reglas autoimpuestas por la comunidad mágica mundial, producto
de una serie de incidentes criminales que llevaron a las más altas autoridades a reducir el
número de animagos, debido a que la habilidad podría considerarse peligrosa,
particularmente con su uso para ocultarse o evitar ser castigado. La historia reciente
muestra además que la animagia puede ser utilizada para comunicarse con aquellos que
se transforman sin quererlo como los hombres lobo, o puede evitar ser afectado por las
salvajes criaturas conocidas como dementores.
El estudio nunca ha sido profundizado más allá de establecer reglas básicas del ritual de
inicio y la obtención de ciertos márgenes de poder mientras estas transformado, pero es
predecible determinar que este tipo de magia lleva más ventajas históricas que la mayoría
y puede constituirse en la regla a seguir en una época futura.
III. De la autotransformación y el autoencantamiento
El conocimiento basal del estudio de la animagia, implicar entender y aplicar dos
conceptos que no se consideran ramas de la magia en sí mismos, pero requieren un
conocimiento interno del mago diverso a los conocimientos básicos impartidos. Así la
transformación siempre implica como base un mago frente a un objetivo ajeno, y algunos
casos 2 o más objetivos, por otro lado, los encantamientos también implican a la bruja
frente a un objetivo o más. Sin embargo, la animagia presenta la particularidad
conceptual, de dos términos, la denominada autotransformación y el autoencantamiento.
Es necesario establecer que ambos conceptos no implican un hechizo o conjuro en sí
mismo, sino lo que varía es el objetivo de este hechizo o conjuro, la determinación de un
objetivo claro en la disciplina transformadora constituye un factor básico en el resultado
de esta, asimismo los encantamientos pueden no verse afectados por el hechizo en sí
mismo, pero si el objetivo no se encuentra claro los efectos pueden ser caóticos. La
denominación auto, implica uno mismo o uno en sí mismo, lo que se traduce en que el
objetivo de la magia será uno mismo como ser completo, en otras palabras, nuestra
magia afectará nuestro cuerpo y en algunos casos nuestra mente.
La autotransformación, implica la posibilidad y la capacidad de modificar, de acuerdo
con el hechizo transformador, parte de mí ser en otra cosa, siendo hechizos de esta clase,
un sin número de transformaciones físicas como el hechizo Colovaria, que consiste en
cambiar el color o tono de un objeto o ser vivo y puede ser usado para cambiarse le tono
del cabello o inclusive de la piel. Este tipo de “automagia” implica un dominio particular
en el conocimiento del ser humano, su estructura física y su morfología, y si bien son de
aquellos que se enseñan en un aula, los resultados por regla general son desastrosos, y
muchas veces irreversibles. Es por ello, por lo que, se enseñan con especial cuidado y se
prohíbe del uso continuo de este tipo de magia que podría volverse irremediable.
Por otro lado, el autoencantamiento, también se establece en base a la posibilidad y
capacidad de hechizarse a sí mismo, sin obtener resultados negativos. Esta determinación
establece la condición de no generar un resultado negativo, debido a que, los
encantamientos se encuentran en una rama de la hechicería que tiene por objetivo
principal algo o alguien ajeno, y su aplicación sobre sí mismo puede tener resultados
irreversibles, a modo ejemplar, el hechizo Engorgio, puede aumentar considerablemente
el tamaño de un objetivo, sea un ser vivo o una cosa, pero al ser usado en sí mismo
requiere un conocimiento concreto de la estructura humana y las implicancias de
aumentar su tamaño, pudiendo generar adversidades sólo recuperables por un avezado
medimago.
En resumidas cuentas, podemos entender que la autotransformación, cambia el todo o
parte de sí mismo, y el autoencantamiento, hechiza el todo o parte de sí mismo. Y ambas
disciplinas consideran un gran conocimiento de la morfología del ser humano y de sí
mismos, entendiendo las implicancias negativas que pueden causarse por el uso o mal
uso de este tipo de “automagia”.
La animagia está determinada por el autoencantamiento usado sobre sí mismo para
mantener el consiente humano en el ser animal, y aun así saber usar el cuerpo animal; y
por otro lado, por la autotransformación utilizada sobre el aspecto físico para emular la
estructura física de un animal determinado.
IV. De la conciencia humana y la estructura animal
Parte del estudio básico de la animagia, es conocer que sucede al transformarse en
animal, y cuáles son sus implicancias prácticas, así podemos separar en dos aspectos
fundamentales estas interrogantes, por un lado, la conciencia humana, la cual como he
dicho anteriormente se mantiene como tal aun en el cuerpo animal; y por otro, la
estructura animal, particularmente como se define esta y que se debe tener en mente
para lograr el objetivo de manera óptima.
La conciencia humana, es el estado de conocimiento de objetos externos y de algo interno
en sí mismo, si bien no hay una conceptualización clara, es entendido que se entiende la
existencia de esta conciencia en base al sentido de individualidad y la determinación de un
entorno, es decir, es una sensación intuitiva del ser. Esta conciencia en el proceso de
autotransformación no muta ni tampoco se pierde, sino que crece debido a que comienzas
a ampliar la forma de autodeterminarte en sí mismo y con el entorno dependiente de
qué forma física se haya tomado, así es como convivir dos partes de un mismo ser, una
bestial y otra racional. Uno de los errores fundamentales en la animagia, es no encontrar
el equilibrio entre estas dos partes de la conciencia, y muchos pierden el control de sí
mismos, dejándose llevar por instintos básicos y animales dados por su transformación.
El dominio del consciente no implica ser completamente racional y lógico, sino más bien
saber cuándo liberar la intuición bestial o retenerla, como un juego de tira y afloja.
La conciencia transformada, convive con las habilidades propias de la transformación, así
un ave tendrá un gran sentido de la visión, y un felino tendrá una capacidad auditiva
extraordinaria, pero tales habilidades no constituyen la conciencia animal, sino un
conjunto de habilidades reemplazadas entre el ser humano físico y ser humano animal.
Así el ave que cuenta con gran visión puede tener mal sentido del olfato, o el felino de
gran capacidad auditiva, puede ser completamente ciego. La conciencia transformada,
mantiene en un equilibrio de realidad al mago transformado, haciendo reconocible sus
habilidades nuevas como también sus habilidades perdidas, con total naturalidad
El mago que logra la transformación física total se encuentra a mitad de camino entre
obtener el completo conocimiento y control de su nuevo aspecto, y el caer en los
instintos más básicos animales. Por ello una mente fuerte y entrenada puede mantener la
calma frente a los cambios y controlas de mejor forma su autotransformación,
manteniendo en paz la lucha de sus aspectos de la conciencia.
Por otro lado, la estructura animal, se configura por la apariencia física y la morfología
animal que en muchos casos se desconoce, así los rituales de animagia estudiados en
algunas escuelas de magia, se basan en no tener certeza en qué se transformaran, pero en
nuestra opinión, el conocimiento mejora ostensiblemente las oportunidades de lograr
una transformación completa y mantener el control de la forma animal.
Así la forma básica para determinar la estructura animal de cada ser, está dada por un
estudio profundo de sí mismo, y su manifestación corpórea, así el ejemplo más claro de
conocimiento es haber dominado el hechizo Patronus, con el cual podrán hacerse una idea
básica pero no definitiva de su ser animal interior y su manifestación corpórea, también es
un método adecuado, la poción Inique Agunt, también conocida como poción de alarido
bestial, que permite saber la bestia interior mediante un rugido producido al ingerirla,
como también el ungüento salino (i-salin), un descubrimiento moderno que permite
definir que aspecto tendría la zona en que se aplica si fuera animal.
El estudio de la estructura ósea y muscular del animal determinado, a lo menos en su
especie, podrá mejorar considerablemente la transformación animal, además mejorará la
adaptación natural al uso de este nuevo cuerpo físico, y podrá utilizar habilidades del
animal de mejor forma, y más específicas, como el sentido de orientación de algunos
animales o la habilidad específicas como la ecolocalización que poseen otros.
La estructura animal completa, podrá establecer una comunicación directa con aquellos
animales de su misma especie, que mantengan un lenguaje común o similar, así siendo un
gato podrá comunicarse con otros felinos. Sin embargo, tal comunicación es en términos
intuitivos, a pesar de que la conciencia humana controla someramente el contenido.
Por último, la destransformación, desprende una parte de la conciencia animal del ser
humano, manteniendo sólo los aspectos de recuerdo o memoria, no pudiendo tener
conciencia cierta sobre el uso del cuerpo o habilidades. Y la estructura física, volverá a su
origen perdiendo totalmente las habilidades motrices que se tenían como bestia. Una
parte de los autores de textos de animagia, concierten en que ciertas habilidades de los
animales pueden traspasarse al ser humano en el proceso de cambio constante, pero este
autor piensa más allá de cualquier duda que eso no es posible, aunque concuerda en que
las habilidades del mago pueden potenciarse con el dominio de su bestia interior, la
transmisión no es algo posible ni natural ni mágicamente, por otro lado, siguiendo una
línea más ecléctica de la discusión, las capacidades del mago podrán siempre verse
potenciadas con el cambio animágico, pero este potencial no llegará al punto de
establecer un traspaso total de la habilidad pura de una bestia a un ser humano.
V. De la conciencia humana y la estructura animal
Un mago avanzado puede elegir entrenar como un Animago después de su tercer año en
Hogwarts. Este requisito de edad varía en las diferentes escuelas mágicas.
Para convertirse en un animago, se deben seguir estos pasos y en el siguiente orden:
I. Mantenga una hoja de mandrágora en su lengua durante un mes
II. Mientras lo hace, coloque la punta de su varita sobre su corazón y recite “Amato
Animo Animato Animagus” al amanecer todos los días.
III. Cree la poción Animagus y bébala durante una tormenta eléctrica. Recite el
conjuro justo antes de beberlo cada vez que haga la poción.
IV. Recite el conjuro al atardecer todos los días.
Una vez que finaliza el entrenamiento, no hay necesidad de una varita o comando verbal
para cambiar de forma.
Los animagos se han vuelto raros porque no son muy prácticos a menos que se usen para
disfrazarse. Eso, y que requieren tanta paciencia y habilidad que la mayoría de las
personas prefiere dedicar su tiempo a otra cosa.

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