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•Los músculos, que utilizan glucosa y ATP para la contracción y el movimiento. Para
generar más ATP el cuerpo necesita oxígeno extra, así que aumenta la respiración y el
corazón comienza a bombear más sangre a los músculos.
Si no hay suficiente oxígeno, se formará ácido láctico. Las pequeñas rasgaduras en los
músculos harán que crezcan más y sean más fuertes al sanarse.
•Los pulmones. Conforme los músculos piden más oxígeno (hasta 15 veces más oxígeno
que cuando están en descanso), el índice de respiración aumenta. Cuando los músculos
alrededor de los pulmones no pueden moverse más rápido, usted ha alcanzado lo que se
llama VO2 máx - su capacidad máxima para el uso del oxígeno. Mientras más alto sea su
VO2 máx, estará más en forma.
•El corazón. Como mencioné anteriormente, el índice cardiaco aumenta con la actividad
física para distribuir más sangre oxigenada a los músculos. Mientras más en forma esté, su
corazón puede hacer esto de manera más eficiente, lo que permitirá que entrene durante
más tiempo y más arduamente. Como efecto secundario, esta mayor eficiencia también
reduce el índice cardiaco en reposo. La presión arterial también disminuirá como resultado
de la formación de nuevos vasos sanguíneos.
•El cerebro. El aumento en el flujo sanguíneo también beneficia al cerebro, lo que permite
que funcione mejor casi inmediatamente. Como resultado, tenderá a sentirse más
concentrado después de hacer ejercicio. Además, el ejercicio regular promoverá el
crecimiento de nuevas neuronas. En el hipocampo, estas nuevas neuronas ayudarán a
estimular la memoria y el aprendizaje. Como se afirma en el artículo mencionado:
"Cuando hace ejercicio regularmente, el cerebro se acostumbra a este aumento sanguíneo
frecuente y se adapta al apagar o encender ciertos genes. Muchos de estos cambios
estimulan la función de las neuronas y protegen contra enfermedades como
Alzheimer, Parkinson o incluso un derrame cerebral, y mantienen alejado el deterioro
relacionado con la edad".
•Las articulaciones y huesos. Ya que el ejercicio puede poner sobre ellos hasta cinco o
seis veces más peso que el corporal. La mayor masa ósea se logra en la madurez y luego
comienza a declinar lentamente, pero el ejercicio puede ayudarle a mantener una masa ósea
saludable, conforme envejece.
El ejercicio con peso es, en realidad, uno de los remedios más efectivos contra
la osteoporosis, ya que los huesos son muy porosos y suaves, y conforme envejece, los
huesos pierden fácilmente su densidad y, por lo tanto, se hacen más frágiles - especialmente
si no es activo.
"Si comienza a hacer ejercicio, su cerebro reconoce esto como un momento de estrés.
Conforme aumenta la presión cardiaca, su cerebro cree que usted está combatiendo al
enemigo o escapando de él. Para protegerse a sí mismo y a su cerebro del estrés, libera
una proteína llamada FNDC (factor neurotrófico derivado del cerebro). Este FNDC tiene
un elemento protector y reparador para las neuronas de la memoria y actúa como un
interruptor de reset. Es por ello que a menudo nos sentimos tan aliviados y como si las
cosas fueran muy claras después de hacer ejercicio", escribe Leo Widrich.
El ejercicio también estimula al cerebro para que trabaje a su capacidad óptima al ocasionar
que las neuronas se multipliquen, refuercen sus interconexiones y al protegerlas del daño.
Hay múltiples mecanismos que están en juego, pero algunos se van entendiendo más que
otros.
El papel rejuvenecedor del FNDC es uno de ellos: el FNDC activa las células del bulbo
raquídeo para convertirlas en nuevas neuronas. También desencadena numerosas sustancias
químicas que promueven la salud neural. Además, el ejercicio brinda efectos protectores al
cerebro, a través de:
Estos factores de crecimiento envían señales a las células del bulbo raquídeo y a las células
satelitales musculares para que se conviertan en nuevas neuronas y células musculares,
respectivamente. Es bastante interesante que, el FNDC también se expresa a sí mismo en el
sistema neuromuscular, donde protege los neuromotores de la degradación. (El neuromotor
es el elemento más crucial en el músculo. Sin el neuromotor, el músculo es como un motor
sin arranque. La degradación del neuromotor es parte del proceso que explica la atrofia
muscular relacionada con la edad).
Así que el FNDC está involucrado activamente tanto en los músculos como en el cerebro, y
esta conexión entrecruzada, por así decirlo, parece ser la mayor parte de la explicación
sobre porqué el ejercicio físico puede tener un impacto tan benéfico en el tejido cerebral.
Ayuda a prevenir, e incluso a revertir, el deterioro cerebral, tanto como previene y revierte
el deterioro muscular relacionado con la edad, de forma bastante literal.
También ayuda a explicar por qué hacer ejercicio mientras se ayuna puede ayudar a
mantener biológicamente jóvenes al cerebro, neuromotores y fibras musculares. Para más
información sobre cómo incorporar el ayuno intermitente en su rutina de ejercicio para
obtener los máximos beneficios, vea mi artículo previo. El azúcar reprime el FNDC, lo
que también explica por qué una alimentación baja en azúcar en con junto con el ejercicio
regular es tan efectiva para proteger la memoria y prevenir la depresión.
"Aquellas personas que hicieron ejercicio durante el mes anterior, pero no ese día,
generalmente tuvieron mejores resultados en el examen de la memoria que aquellas
personas que habían sido sedentarias, pero no se acercaron siquiera a los resultados de
aquellas personas que habían hecho ejercicio esa mañana", escriben los autores.
Quizá la razón de esto pueda percibirse mejor visualmente. Eche un vistazo a estas
imágenes, que muestran el aumento dramático en la actividad cerebral después de una
caminata de 20 minutos, en comparación con haber estado sentado silenciosamente durante
la misma cantidad de tiempo.
Sin embargo, hay una pequeña advertencia. Los investigadores también descubrieron que el
ejercicio no afecta el cerebro de todas las personas de la misma forma. Algunas personas,
cerca del 30 por ciento de las personas descendientes de caucásicos europeos, tienen una
variante en el gen FNDC que dificulta la producción de FNDC después del ejercicio. En las
personas con esta variante de FNDC, no mejoró de forma tan significativa la calificación en
el examen de la memoria, incluso al hacer ejercicio regularmente, como en aquellas
personas que no tienen este variante.
Aun así, las investigaciones sugieren claramente que – con variaciones individuales en
cuanto al grado - el ejercicio regular mejorará la memoria y otras funciones cerebrales de
forma acumulativa.
"Dos tercios de las personas en Estados Unidos no hacen nada de ejercicio. Si una de esas
personas se levanta y se mueve durante 20 minutos, obtendrá una enorme cantidad de
beneficios a la salud, y todo lo que venga después de esos 20 minutos es, hasta cierto
grado, un extra. Esto no significa que sugiera a las personas que no hagan más ejercicio si
quieren hacerlo. Siempre puede hacer más. Pero la ciencia indica que si hace cualquier
cosa, incluso estar de pie durante 20 minutos, estará más saludable".
El 72 por ciento tuvo un mejor manejo del tiempo en los días en que hizo ejercicio, en
comparación con los días en que no lo hizo.
El 79 por ciento reportó un mejor desempeño mental e interpersonal en los días de
ejercicio.
El 74 por ciento dijo que manejó mejor su carga de trabajo.
Aquellas personas que hicieron ejercicio regularmente también reportaron sentirse
más del 40 por ciento más "motivados a trabajar" y tuvieron una calificación 20 por
ciento más alta en la concentración y al terminar el trabajo a tiempo.
Pero recuerde, es MUCHO mejor hacer ejercicio regularmente. Creo que también es vital
estar regularmente en movimiento si tiene un trabajo donde está sentado, como la mayoría
de nosotros, incluso yo. Yo generalmente me siento frente a una computadora durante más
de 12 horas al día. Lo que he descubierto recientemente es que levantarme cada 10 minutos
(con ayuda de un temporizador) y hacer algún tipo de ejercicio breve, es un hábito
increíblemente poderoso para minimizar el daño ocasionado por estar sentado a largo plazo.
Adicionalmente, más investigaciones recientes me han abierto los ojos a la importancia del
movimiento que no es ejercicio. Verdaderamente, la clave para la salud es estar tan activo
como pueda durante todo el día, pero eso no significa que entrene como un atleta durante
varias horas al día. Simplemente significa que, cada que tenga tiempo de moverse o estirar
su cuerpo a lo largo del día - ¡hágalo en este momento!
Y mientras más frecuentemente sea, mejor. Desde estar de pie, o estirarse para alcanzar un
objeto en una repisa alta, o quitar la hierba del jardín y caminar de una habitación a otra, o
incluso lavar los platos, todo cuenta. En resumen, es el movimiento físico, punto, lo que
promueve los beneficios a la salud, debido a la interacción del cuerpo con la gravedad. Para
conocer más acerca de este importante aspecto de la salud, vea este artículo previo. Dicho
esto, le recomiendo incorporar los siguientes tipos de ejercicios a su programa:
•Ejercicios para los músculos del torso: el cuerpo tiene 29 músculos del torso localizados
mayormente en la espalda, abdomen y pelvis. Este grupo de músculos proporciona la base
para el movimiento de todo el cuerpo y al fortalecerlos puede ayudar a proteger y soportar
su espalda, hacer que su espina dorsal y su cuerpo sea menos propenso a las lesiones y
ayudar a aumentar su balance y estabilidad.
Programas de ejercicio como pilates y el yoga también son geniales para fortalecer los
músculos del torso, así como algunos ejercicios específicos que puede aprender de un
entrenador personal.
El aparato circulatorio del cuerpo humano incluye una vasta red de conductos
sanguíneos conocidos como capilares, que se conectan a una mayor
compuesta por venas y arterias. En el centro de todo, una bomba muscular
conocida como corazón. Cuando nos cortamos o herimos, la sangre brota porque
se violenta algún tramo (usualmente menor) de dicha red. Por suerte, en la sangre
también se transportan las células encargadas de reparar el tejido y detener las
hemorragias menores.
Por último, la sangre en circulación pasa también por ciertos filtros, como el
hígado, en donde es despojada de toxinas, contaminantes y sustancias producto
del metabolismo. El sistema circulatorio es, a la vez, un canal de nutrición y de
recolección de desechos.