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UNIVERSIDAD NACIONAL

FEDERICO VILLARREAL
PROFESIONALES FORMANDO PROFESIONALES

FACULTAD DE EDUCACIÓN
ESCUELA PROFESIONAL DE EDUACIÓN INICIAL

INNOVACION EDUCATIVA:

“EL JUEGO”
Docente: NICHO ROSADO, Oscar Ulises

Integrantes:
 Alvarado Inchicaqui, Ruth Nancy
 Carreño Vera, Mayra M.
 Espinal Condorcule, Tiffany D.
 García Quispe, Carmen R.

Año:

2010
CAPITULO I: EL JUEGO
1.1 CONCEPTO

1.1.1El juego

1.1.2 El juego infantil

1.2 CARACTERÍSTICAS DEL JUEGO INFANTIL

1.3TEORÍAS DEL JUEGO INFANTIL

1.3.1Teorías clásicas

1.3.1.1 Teoría del exceso de energía. (evolucionista)

1.3.1.2 teoría de la recapitulación.

1.3.1.3 teoría del ejercicio preparatorio (funcionalista)

1.3.2 Teorías modernas

1.3.2.1 Teoría de la autoexpresión (psicoanalítica)

1.3.2.2 Teoría de buytendijk

1.3.2.3 Teoría de claparede

1.3.2.4 teoría de piaget (cognitivista)

1.3.2.5 teoría de bühler

1.3.2.6 teoría de vygotski y elkonin (escuela soviética)

1.3.2.7 teoría ecológica

1.3.2.8 teorías biológicas

1.3.2.9 teoria psicoanalítica de winnicott

1.4 ETAPAS DEL JUEGO INFANTIL

1.4.1 sensorio motor

1.4.2 simbólico

1.4.3 reglas
1.5 CLASIFICACION DEL JUEGO INFANTIL

1.5.1 Juego Sensorial

1.5.2 .Juego Motor

1.5.3 Juegos Intelectual

1.5.4 Juegos Sociales

1.5.5 Juego funcional o de práctica y ejercicio

1.5.6 Juego constructivo

1.5.7 Juego Simbólico

1.6 IMPORTANCIA DEL JUEGO INFANTIL

1.7 EL JUEGO INFANTIL COMO APRENDIZAJE

1.8 ANÁLISIS POR ÁREAS DEL DESARROLLO

1.8.1 El Desarrollo Cognitivo

1.8.2 El Desarrollo Social

1.8.3 El Desarrollo Afectivo-Emocional

1.8.4. El Desarrollo Motor

1.9 NIVELES DE DESARROLLO DEL JUEGO

1.9.1 Primer Nivel de Desarrollo Del Juego

1.9.2. Segundo Nivel de Desarrollo Del Juego

1.9.3. Tercer Nivel de Desarrollo Del Juego

1.9.4. Cuarto Nivel de Desarrollo Del Juego

1.10 CONSIDERACIONES DIDÁCTICAS Y METODOLÓGICAS EN LA


PUESTA EN FUNCIONAMIENTO DE LOS JUEGOS
INTRODUCCIÓN

Todos sabemos que el jardín o la etapa preescolar de los niños y niñas es la


base fundamental en la formación de los seres humanos, así como también
que el mundo de hoy no es el mismo de ayer donde predominaba el viejo
tradicionalismo opresor y el autoritarismo del maestro estaba presente dando
poca importancia a las actividades lúdicas, por ello se busca nuevas formas
para educar y desarrollar los aprendizajes de los niños.

Preocupadas por mejorar la calidad de la educación y porque el niño adquiera


los conocimientos de forma diferente, de acuerdo a sus necesidades, se ha
tomado en consideración al juego infantil como un instrumento adecuado para
lograrlo, pues es más provechoso educar a través del juego infantil que es una
actividad propia de los niños y sobretodo muy agradable, que utilizar otros
métodos que poco o nada agrada al niño y mucho menos ayudaba a mejorar
su aprendizaje.
CAPITULO I
EL JUEGO

1.1 CONCEPTO
1.1.1 EL JUEGO
El juego se le denomina a aquella actividad espontánea en la que la persona
aprende toda clase de hábitos intelectuales, físicos, morales y sociales; siendo
fundamental para su desarrollo. El juego estimula el desarrollo cerebral y es
una necesidad vital que contribuye al equilibrio humano siendo una base para
el aprendizaje.

“El juego consiste en la participación activa en actividades físicas o mentales


placenteras con el fin de conseguir una satisfacción emocional.”
(M.C.PUGMIRE-STOY, 1996).

“El juego es tan necesario para el pleno desarrollo del cuerpo, el intelecto y la
personalidad del niño como lo son la comida, la vivienda, el vestido, el aire
fresco, el ejercicio, el descanso y la prevención de enfermedades y accidentes
para su existencia efectiva y prolongada como ser humano”. (M.C.PUGMIRE-
STOY, 1996).

El juego son actividades lúdicas que permiten el desarrollo integral del individuo
como parte del fortalecimiento de habilidades y destrezas psicomotoras.

Vemos entonces que el juego es una actividad inherente al ser humano. Todos
nosotros hemos aprendido a relacionarnos con nuestro ámbito familiar,
material, social y cultural a través del juego. Se trata de un concepto muy rico,
amplio, versátil y ambivalente que implica una difícil categorización.

El juego nunca deja de ser una ocupación de principal importancia durante la


niñez. La naturaleza implanta fuertes inclinaciones o propensiones al juego en
todo niño normal, para asegurarse de que serán satisfechas ciertas
necesidades básicas del desarrollo.
La vida de los niños es jugar, y juegan por instinto, por una fuerza interna que
les obliga a moverse, a manipular, gatear, ponerse de pie, andar, el deporte
que los disciplinan y permiten el disfrute pleno de su libertad de movimiento.

Mavilo Calero con su libro “Educar Jugando”(2006) Perú pp.19,22 nos dice
que : “ El juego en los niños surge espontáneamente de incitaciones instintivas
que representan necesidades evolutivas. Prepara para la madurez. Es un
ejercicio natural y placentero de poderes en crecimiento. El juego es un factor
poderoso para la preparación de la vida social del niño; jugando se aprende la
solidaridad, se forma y consolida el carácter y se estimula el poder creador.” El
juego infantil es algo natural en los niños y aunque no lo hagan con un
propósito siempre responden a la necesidad de algo como el de explorar y
conocer el mundo a través del cual el niño sin proponérselo adquiere
conocimientos.

De la misma manera Oscar Incarbone en su libro “Juguemos En El Jardín”


Argentina pp.71 nos dice: “El juego es algo mucho más importante que un
simple divertirse y contiene elementos importantísimos, con implicancias
físicas, psicológicas y sociales que bien aprovechadas por los docentes
contribuyen enormemente a un correcto desarrollo de los mismos y perdura a
lo largo de toda sus vidas. Todo el mundo juega, desde esta afirmación se
desprende que el juego no solo forma parte de la vida de los niños sino que
todas las personas a cualquiera sea su edad juegan o deberían hacerlo ya que
jugar es recrearse, comunicarse con los demás encontrarse con uno mismo y
ofrece muchas otras bondades”.

El juego no solo se debe considerar como una simple actividad para el tiempo
libre, en la educación juega un papel importante para el desarrollo del niño pero
no solo en la infancia pues el juego influye también en la vida adulta por lo que
no importa la edad. Un juego siempre ayudará al desarrollo, sobretodo en los
niños por lo que los docentes son los encargados de utilizar el juego en el
proceso de enseñanza - aprendizaje.
Con el juego encuentran nuevas soluciones e ideas y experimentan el sentido
de poder que surge de tener el control y de imaginar cosas por sí solos (algo
que los niños suelen no lograr en la vida real). Esto los ayuda a desarrollar una
actitud positiva hacia el aprendizaje: descubrir cómo funcionan algunos
problemas interesantes y a resolverlos de manera creativa.

No todos los juegos tienen el mismo valor, el nivel de crecimiento que


promueven depende de qué y cómo juegan los niños. Obtendrán un mayor
beneficio del juego en la medida que ellos aporten al mismo su propia
creatividad, imaginación, capacidades, experiencias y necesidades, como
guionistas, actores, productores y directores.

Cuando pasan rápidamente de una actividad a otra, de juguete a juguete y sus


juegos asocian mímica e imitación de los comportamientos y guiones de otros,
probablemente tendrán menos oportunidades de desarrollar la gama completa
de habilidades y actitudes positivas que el juego les puede brindar.

El juego del niño es una ocupación seria. Gran parte del trabajo de la infancia
se hace por medio del juego. Ésta es una actividad que realiza el niño porque
la necesita, porque es suficiente y remuneradora en sí misma. No la emprende
con el fin de un beneficio ulterior ni para obtener el elogio o la aprobación. El
juego es uno de los medios más importantes con el cual el niño ejercita su
impulso a desarrollarse. Es un medio con el cual el niño pone a prueba a sí
mismo, no solo con la imaginación valiéndose de fantasías, sino activamente
en persona.

Cuando un niño puede jugar libremente, puede ejercitar sus aptitudes


crecientes, espontáneamente, a su modo y en el grado de complicación y
dificultad elegido por él mismo, poner a prueba sus facultades en desarrollo,
arriesgarse en nuevas experiencias y aventuras. El juego es un medio con el
cual pasa de lo conocido a lo no probado y desconocido. Como tal, tiene una
importancia muy grande en el progreso del desarrollo y en la economía de la
vida diaria.
El juego tiene muchos aspectos. El comienzo de toda experiencia nueva
contiene habitualmente un elemento de peligro. Existe algún riesgo cuando el
niño trata una y otra vez de quedarse solo, de caminar sin ayuda, o de trepar,
andar en bicicleta o nadar. Hay un elemento de riesgo cuando los niños
pequeños corren, se esquivan, se persiguen, saltan y chocan unos contra
otros. En este sentido, el juego es una aventura. Hasta en algunas de las
formas más sencillas de juego existe, al menos potencialmente, una pequeña
posibilidad de peligro.

En muchos de sus juegos, los niños se crean deliberadamente condiciones


algo más peligrosas que lo necesario. Esto puede verse en el acto de
deslizarse cuesta abajo, trepar y también en los juegos corrientes. Por ejemplo,
el de la pelota no solo lo hacen más complicado, sino que cambian una pelota
blanda por una dura que arrojan con violencia, y que puede causar daño y
heridas si golpea a alguien o si es manejada con torpeza.

Otro elemento importante del juego es la repetición. Ésta da al niño la


oportunidad de consolidar las habilidades que exige el juego, y a medida que
se va haciendo más experto va adquiriendo facilidad para improvisar, para
intentar pequeñas sutilezas y para crear innovaciones propias. Un resultado de
esto es que, aun cuando los niños en su juego algunas veces parecen hacer lo
mismo una y otra vez, la repetición puede estar muy lejos de ser estática. Si el
niño, por ejemplo, ha aprendido las habilidades motrices elementales que le
permiten correr y escabullirse, puede crearse una estrategia, tratar de
anticiparse a los movimientos de sus compañeros de juego y hacerles frente.
Además con frecuencia los niños, tras alguna repetición que los ha capacitado
para dominar la aptitud fundamental, se sienten estimulados a desarrollarla
convirtiéndola en un movimiento más complicado. Esto se ha observado por
ejemplo, en relación con sus actividades rítmicas (Christiansen, 1938). Una vez
aprendidos más a fondo, los diversos elementos del juego se convierten en
medios para otras actividades.

El hecho de que un juego relativamente sencillo puede convertirse en un medio


para un propósito más complicado, se observa a veces en el juego de niños y
niñas cuando llegan a la adolescencia. En la adolescencia, los niños y niñas
recurren muchas veces a juegos muy “pueriles”, como correr, perseguirse y
golpearse, pero este juego es un medio con el cual se hacen requerimientos
amorosos. Hasta un hombre juguetón de cuarenta años y una mujer retozona
de la misma edad se hacen a veces sus primeros requerimientos por medio de
juegos pueriles en las reuniones sociales y excursiones.

Estos ejemplos ponen de manifiesto que el juego puede implicar mucho más
que lo que se advierte superficialmente. Un observador puede considerar un
tanto pueril que un niño de catorce años o un hombre de cuarenta traten como
un niño de cuatro años a miembros del sexo opuesto, a menos que comprenda
que esas actitudes pueriles implican un drama serio.

Mediante el juego, los niños pueden esforzarse por alcanzar fines serios sin
tener que enfrentar plenamente la prueba de la realidad. Pueden acercarse a
ellos poco a poco. Pueden arriesgarse sin exponerse a todas las
consecuencias de un acto ni asumir toda la responsabilidad, como ocurre
cuando juegan a la guerra o a manejar la casa. Pueden explorar, poner a
prueba y definir sus relaciones con otras personas, salvando las apariencias en
caso de desaire. Pueden poner a prueba los límites de la paciencia, el afecto,
la pena, la ira y el fastidio propio y de los demás. Por medio del juego pueden
ofrecer la tentación y ceder parcialmente a ella, sin prometer rendirse o seguir
hasta el fin, como en el juego de besos.

Por medio del juego, los niños pueden expresar sus necesidades con mayor o
menor seguridad, así, cuando desean afecto abrazan con cariño a otra persona
mientras juegan. Pueden hacer experimentos con lo que está prohibido, como
ocurre cuando juegan con el sexo o ejercitan, dentro de “las reglas del juego”,
el deseo de pegar y castigar. También pueden desempeñar varios papeles –del
niño de pecho, de madre, de maestra- y poner así de manifiesto con gritos y
actos algunos sentimientos con respecto de esos papeles, que de otro modo
permanecerían ocultos. De este modo (y de otros muchos) el juego del niño
actúa como una especie de revelación para los demás y para si mismo. Al
desempeñar un papel el niño puede poner de manifiesto su necesidad de hacer
daño a otros. Puede someterse al dolor y a expresar o dar a entender así su
deseo de castigarse. Puede revelar el deseo de dominio o de sumisión, el de
mayor libertad o seguridad. Puede manifestar su aprensión o descubrir la
tendencia a ser bueno, limpio, juicioso y prolijo (o lo contrario) de una manera
que sugiere que está ansioso por complacer o siente un impulso de rebelarse,
parcialmente oculto.
El hecho de que el niño revela en el juego deseos, temores, motivos de queja y
los estados afectivos que lo inquietan, pero que no se atreve a comunicar a los
demás de una manera positiva o ni siquiera a confesarse a sí mismo
francamente ha proporcionado la base para la práctica de la terapia por el
juego. Durante el juego, el niño puede ser capaz no solo de formular y revelar
sino también de resolver y aceptar ayuda para resolver problemas importantes
en sumo grado para él en su vida privada.

Muchos factores del ambiente tienen influencia en el modo de jugar de los


niños: la cantidad de tiempo que tienen para jugar, las experiencias que tienen
para proveer contenido a su juego, las actitudes de los adultos hacia el juego y
lo que los adultos hacen para promoverlo, la función de la televisión y otros
medios de comunicación en sus vidas, así como el tipo de juguetes que utilizan
para jugar.

Los cambios en la infancia que han ocurrido en los últimos años debilitan
paulatinamente la calidad de juego de muchos niños. En la escuela se ha
reducido el "tiempo para jugar" ya que se da más importancia a la enseñanza
"básica" a edades cada vez más tempranas. Los niños y sus padres tienen
vidas muy ocupadas, por lo cual tienen menos tiempo libre para jugar fuera de
la escuela. Por motivos económicos y de seguridad, la cultura de juego en el
barrio que existía, ahora es algo del pasado; debido a que los niños no tienen
la libertad que se tenía años atrás para jugar en el barrio.

Actualmente cuando los niños tienen tiempo para jugar, buscan generalmente
ver televisión (un promedio de cuatro horas por día), sin mencionar el tiempo
adicional que gastan viendo cintas de vídeo o juegos de video. Pero de todos
los factores que afectan el juego, pocos han tenido un impacto tan inquietante.
• Fundamentación Filosófica

Froobel nos menciona que”El juego es la actividad más pura, más espiritual del
hombre en cualquier etapa. “Los juegos del niño son los gérmenes de su vida
interior”.

El juego constituye la actividad más libre en los seres humanos e importante a


cualquier edad no solo en la infancia pues este ayuda a todas las personas a
desarrollar sus capacidades y a mejorar su vida además es la actividad propia
del ser humano nadie obliga a realizarlo, es espontánea y quien lo realiza lo
hace con gusto porque esta satisfaciendo una de sus necesidades naturales y
lo hace para sentirse bien consigo mismo y no busca dañar a otros.

En los niños el juego lo prepara para una vida sana y de éxito porque a través
del mismo se expresan y aprenden desde pequeños, siendo esto una de las
oportunidades de los docentes para enseñar en las aulas a triunfar a los
adultos.

• Fundamentación Pedagógica

Claparede: “El niño ejerce actividades que le serán útiles más tarde, se
comprende que se trata de un ejercicio de las actividades mentales, de las
funciones psíquicas como: observar, manipular, asociarse a compañeros, etc.”

Esta teoría nos dice que toda actividad que realiza el niño a futuro le será útil,
dicho de otra forma el niño debe estar constantemente en actividad para lograr
su desarrollo integral y en el futuro llegar a ser un adulto que ha desarrollado
sus capacidades y lucha por lo que quiere. Por lo tanto el juego cumple un
papel importante en el proceso de enseñanza aprendizaje y en la vida de los
niños, sobretodo en su vida educativa pero más en su educación inicial ya que
es la etapa donde más aprende y de la que depende para el resto de su vida.
Vygotski: “El niño ve la actividad de los adultos que lo rodea, la imita y la
transforma en juego y a través del mismo adquiere las relaciones sociales
fundamentales. La principal actividad de los niños es el juego pues todo lo que
hace el niño lo convierte en juego a través del cual aprende y adquiere lo que
necesita para su vida”.

Por este motivo se considera al juego como un medio para aprender de manera
voluntaria y creativa, además Vygotsky señala que el desarrollo intelectual del
individuo no puede entenderse como independiente del medio social en el que
está inmersa la persona por lo que el individuo no puede vivir sin actividad ni
apartado de la sociedad porque el aprende observando, imitando, jugando e
interactuando con los demás. Dichas interacciones favorecen el desarrollo e
incluyen la ayuda activa, la participación guiada o la construcción de
aprendizajes por medio de la experiencia.

• Fundamentación legal

En la declaración de los derechos humanos para los niños, niñas y


adolescentes en el artículo N.-3 litera nos menciona: c) Estudiar y jugar en su
entorno seguro y agradable.

La Convención de las Naciones Unidas sobre Los derechos del Niño, afirma en
su artículo 31: "1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al
descanso y al entretenimiento, al esparcimiento y a las actividades recreativas
propias de la edad, bien así a la libre participación en la vida cultural y
artística."

"2. Los Estados Partes respetarán y promoverán el derecho del niño a


participar plenamente de la vida cultural y artística y estimularán la creación de
oportunidades adecuadas, en condición de igualdad, para que participen de la
vida cultural, artística, recreativa y de entretenimiento."
1.1.2 EL JUEGO INFANTIL

El juego infantil es una necesidad básica para un buen desarrollo de la


inteligencia y también para el equilibrio físico emocional del niño acorde a su
edad. El juego infantil entra en otras etapas pero siempre será básico para el
desarrollo de la inteligencia del ser humano.

El juego infantil es un proceso dinámico y diverso. Tiene un gran poder


socializante pues ayuda al niño a salir de sí mismo, a respetar las reglas que
hacen posible una convivencia pacífica, a compartir y a cuidar su entorno.
Asimismo, el juego individual de cada niño (a) evoluciona y cambia a medida
que el niño madura y adquiere experiencia y destreza. Varía entre los niños de
acuerdo a la edad, las experiencias, el ambiente familiar y la disposición
individual.

Los Juegos Infantiles comprenden desde el nacimiento hasta los seis años y
con manifestaciones de placer, no exigen esfuerzo muscular, sus juegos son
individuales. Esta es la edad de oro del juguete, es decir, del estímulo para el
juego individual.

Los adultos a menudo pensamos que los niños juegan para entretenerse, para
dejarnos tiempo libre. La realidad es bien distinta. Los niños no juegan para
entretenerse, ni para dejarnos tiempo, sino porque es el medio por el que
comprenden cómo es el mundo y se integran en él. Jugando desarrollan sus
aptitudes físicas, su inteligencia emocional, su creatividad, su imaginación, su
capacidad intelectual, sus habilidades sociales... y al tiempo que desarrollan
todo eso, disfrutan y se entretienen. Pero nunca en la historia los niños han
jugado menos que ahora. ¿Puede esta revolución silenciosa no tener
consecuencias?

Básicamente el juego infantil es cualquier tipo de actividad que aprendemos por


puro placer, sin ninguna preocupación por el resultado final. En el caso de los
niños y niñas, adquiere una vital importancia ya que mediante el juego crecen
físicas, espiritual e intelectualmente.
Entonces podemos ver que el juego infantil es una actividad que puede
abordarse desde muchos puntos de vista, uno de ellos es el educativo. Con el
juego infantil el niño pone en marcha los mecanismos de su imaginación,
expresa su manera de ver el mundo que le rodea, de transformarlo, desarrolla
su creatividad y le da la posibilidad de abrirse a los demás. Cumple un papel
muy importante en el desarrollo armonioso de la personalidad de cada niño.
Tanto en la escuela como en el ámbito familiar los niños emplean parte de su
tiempo en jugar, según sus edades y preferencias, ya sea individualmente o en
grupo, dirigidos por personas mayores o libremente, con una intencionalidad
pedagógica en unos casos o en otros simplemente lúdica y de relación
espontánea con los demás, pero en todos los casos implica una maduración de
la personalidad del niño.

El juego infantil es vital en muchos aspectos del desarrollo social, emocional e


intelectual de los niños y presenta una importante repercusión en el aprendizaje
académico. Es uno de los vehículos más poderosos que tienen los niños para
probar y aprender bien nuevas habilidades, conceptos y experiencias. El juego
infantil puede ayudar a los niños a desarrollar el conocimiento que necesitan
para conectarse de manera significativa con los desafíos que encuentran en la
escuela. Además, contribuye al modo en que los niños se ven a sí mismos
mientras juegan, resuelven problemas confusos y perturbadores de índole
social, emocional e intelectual.

1.2 CARACTERÍSTICAS DEL JUEGO INFANTIL


Entre las principales características mencionaremos las más importantes:
• Es espontáneo, libre, produce placer.
• El juego no es la vida corriente o la vida propiamente dicha. Más bien consiste
en escaparse de ella a una esfera temporal de actividad que posee su
tendencia propia.
• Aunque se puede practicar durante toda la vida, es una actividad propia de la
infancia.
• El juego transforma la realidad externa, creando un mundo de fantasía.
• El juego es desinteresado es una actividad que transcurre dentro de sí misma
y se practica en razón de la satisfacción que produce su propia práctica
• El juego se caracteriza por la facilidad con que se rodea el misterio.
• Es algo innato.
• Organiza las acciones de un modo propio y especifico.
• Ayuda a conocer la realidad, favorece el proceso socializador.
• Cumple una función de desigualdades, integradora y rehabilitadora.
• En el juego el material no es indispensable.
• El juego no necesariamente tiene que ser de tipo físico.
• Se deriva placer o satisfacción inmediata (el acto de jugar por sí mismo
representa la recompensa). El juego enfatiza el disfrute. Se dirige hacia la
diversión, exploración, satisfacción, entretenimiento y expresión personal.
• La participación en el propio juego representa la recompensa deseada, las
acciones que se realizan por la gratificación inmediata derivada, sin pensar en
beneficios ulteriores.
• Comúnmente la persona que juega se desvincula del tiempo.
• El juego crea orden. La desviación más pequeña, estropea todo el juego, le
hace perder su carácter y le anula.
• El juego es un tender hacia la resolución, porque se ponen en juego las
facultades del niño.
• Otra de las características del juego es la facultad con que se rodea de
misterio. Para los niños aumenta el encanto de su juego si hacen de él un
secreto. Es algo para nosotros y no para los demás.

1.3 TEORIAS DEL JUEGO INFANTIL


1.3.1 TEORIAS CLÁSICAS
1.3.1.1 TEORÍA DEL EXCESO DE ENERGÍA. (EVOLUCIONISTA)
Autores como Spencer (1855) ven en el juego un medio para liberar y dar
rienda suelta a la energía que se acumula por no realizar actividades serias. El
juego del niño se justificaría como modo de canalizar la energía que no gasta,
puesto que sus necesidades son satisfechas por otros.

1.3.1.2 TEORÍA DE LA RECAPITULACIÓN.


Los autores que la defienden, como Hall (1904), mantienen que el niño, desde
que nace, va haciendo a través de su juego una especie de recapitulación de la
evolución del hombre. De este modo aparecen las distintas actividades
humanas, más o menos en el mismo orden en que se han sucedido en la
historia. Al principio se comporta como un animal (juegos de trepar), luego,
como un salvaje (el escondite reproduce la búsqueda de la presa) y así
sucesivamente, hasta llegar a realizar actividades más complejas y superiores.

Estas dos teorías dan un enfoque evolucionista a la explicación de la


naturaleza del juego infantil y, aunque desfasadas respecto a la perspectiva
con que se aborda la educación infantil en la actualidad, han servido para hacer
reflexionar sobre la importancia del juego en la vida del niño.

1.3.1.3 TEORÍA DEL EJERCICIO PREPARATORIO (FUNCIONALISTA)


La interpretación de Gross (1901) hace del juego un ejercicio de entrenamiento
en las acciones propias del adulto. Al igual que un gatito salta sobre un ovillo
de lana en la forma en que lo hará un gato adulto sobre un ratón, así el
pequeño, durante el juego simbólico, imita al hombre o a la mujer en muchas
de sus acciones. El juego es un aprendizaje para la vida.

1.3.2 TEORIAS MODERNAS


1.3.2.1 TEORÍA DE LA AUTOEXPRESIÓN (PSICOANALÍTICA)
El juego se considera como el medio para expresar las necesidades y
satisfacerlas. Para Freud (1905) el juego es la expresión de las pulsiones,
fundamentalmente de la pulsión del placer, y por medio de él se expresa lo que
resulta conflictivo.

Mientras se juega, se expresan los instintos; Freud vincula el juego al instinto


de placer. Por medio de las acciones lúdicas el niño manifiesta sus deseos
inconscientes y puede revivir sus experiencias traumáticas, canalizando la
angustia de las experiencias reales, reconstruyendo lo sucedido; así puede
dominar los acontecimientos y dar solución a estos conflictos.

1.3.2.2 TEORÍA DE BUYTENDIJK


Buytendijk (1935), en contraposición a Gross, explica el juego como una
consecuencia de las propias características de la infancia, que se diferencia
substancialmente de la edad adulta en la forma de expresar esas
características, satisfaciendo el deseo de autonomía. Otorga gran importancia
a la función del objeto con el que se juega.

1.3.2.3 TEORÍA DE CLAPAREDE


Para Claparede (1934), el juego se define por la forma de interactuar de quien
juega. Es una actitud del organismo ante la realidad. La clave del juego es la
ficción.

1.3.2.4 TEORÍA DE PIAGET (COGNITIVISTA)


Piaget considera que el juego refleja las estructuras cognitivas y contribuye al
establecimiento de nuevas estructuras. Constituye la asimilación de lo real al
yo. Adapta la realidad al sujeto, que así se puede relacionar con realidades
que, por ser muy complejas, desbordarían al niño.
J. Piaget (1959), propone una clasificación fundamentada en la estructura del
juego, que sigue estrechamente la evolución genética de los proceso
cognoscitivos, distinguiendo el juego del acto intelectual más por su finalidad
que por su estructura, al señalar que el acto intelectual siempre persigue una
meta y que sin embargo el juego tiene su fin en sí mismo.

1.3.2.4.1 Sensorio motor


Son los primeros que aparecen (en los dos primeros años) en el periodo
sensorio – motor- pre verbal. Ser característicos de estos dos primeros
años no impide que se mantengan a lo largo e toda la infancia,
estructurándose de manera compleja con los juegos simbólicos y de
reglas que aparecen posteriormente. Se trata de elementos que van
enriqueciendo progresivamente las conductas lúdicas. Entre los juegos
sensorio motores están los juegos de interacción con el adulto. Son
juegos de interés también para la adquisición del lenguaje y de
estructuras temporales. Durante los dos primeros años, época de la
inteligencia pre simbólica, el juego se limita a acciones y movimientos
que permiten explorar algunas características del medio y de los objetos
que lo pueblan.

1.3.2.4.2 Simbólico
Se considera esencial en el desarrollo intelectual. Se trata de un tipo de
actividad en la que los objetos, acciones y palabras se usan como
sustitutos de otros objetos, acciones y palabras de la vida real. Los
principales teóricos del desarrollo ven esta transformación de la realidad
como un paso indispensable para conseguir el grado de abstracción que
caracteriza el pensamiento adulto. Una categoría del juego simbólico es
el juego socio dramático que ocurre cuando dos o mas niños/as adoptan
roles y pretenden recrear una situación de la vida real.los niños
interactúan conectados por un tema común.

1.3.2.4.3 Reglas
Se sistematiza alrededor de los 7 años y se extiende hasta los 12. En
este tipo de juegos la interacción social es el factor central. Estos juegos
están estructurados por un reglamento que todos los participantes deben
respetar. En los primeros momentos se asumen las reglas existentes,
pero en el transcurso del desarrollo los niños/as van codificando su
propio sistema de normas.

1.3.2.5 TEORÍA DE BÜHLER


Bühler (1935) contempla el juego como una actividad que se lleva a cabo por el
placer que produce el ejercicio de una función, la realización de la actividad.
Este placer refuerza la propia actividad.

1.3.2.6 TEORÍA DE VYGOTSKI Y ELKONIN (ESCUELA SOVIÉTICA)


Vygotski (1966) Y Elkonin (1980) explican que la actividad lúdica constituye el
motor del desarrollo, posibilitando la creación de zonas de desarrollo próximo.
La acción lúdica partiría de deseos insatisfechos que, mediante la creación de
una situación fingida, se pueden resolver. Así mismo, en el juego el niño se
conoce a él mismo y a los demás. El juego es una actividad fundamentalmente
social.

1.3.2.7 TEORÍA ECOLÓGICA


Bronfenbrenner defiende que en el entorno del niño existen diferentes niveles
ambientales o sistemas que condicionan el juego. Concibe a la persona como
un organismo activo, como un sistema que encaja dentro de otro, y así
sucesivamente, estableciéndose relaciones recíprocas entre ellos, de tal forma
que, al cambiar un elemento, todo el conjunto lo hace en su medida.

1.3.2.8 TEORÍAS BIOLÓGICAS


El juego ayuda al crecimiento del cerebro, a los mecanismos y conexiones
nerviosas. Es muy importante para el desarrollo de la persona.

1.3.2.9 TEORIA PSICOANALÍTICA DE WINNICOTT


En los escritos y estudios psicoanalíticos se ha vinculado tradicionalmente el
tema del juego con la masturbación y con distintas experiencias sensoriales.
Pero Winnicott defiende que el juego se debe abordar como un tema por sí
mismo, complementario del concepto de sublimación del instinto.

El juego no es una cuestión de realidad psíquica interna ni de realidad exterior.


Entonces ¿dónde está el juego? Existe un rasgo especial que se distingue de
las otras dos realidades y al que Winnicott llama experiencia cultural o juego.
Esta “tercera área o zona mental” permite al niño entender las situaciones
“como si” (mamá hace como si se fuera, pero no se va) y supone una zona que
se encuentra fuera del niño, pero que no es el mundo real y exterior en el que
vive. En este lugar se originan los fenómenos transicionales que mas tarde
darán lugar al juego, de éste al juego compartido y de él a las experiencias
culturales. En este contexto surge el concepto de objeto transaccional, que
describe una tercera área de experiencia intermedia entre la pura subjetividad y
la experiencia de relación con el otro. Por tanto, es algo interno y externo a la
vez y puesto que supone un proceso fundamental de encuentro con la realidad
en la infancia, jugará un papel importante en la vida adulta.

Por tanto, para Winnicott, la experiencia cultural supone un espacio potencial


que existe entre el niño y el ambiente; lo mismo se puede decir en relación al
juego que siempre está en el límite entre los subjetivo y lo objetivo. Este
espacio potencial es un factor muy variable que varía de individuo en individuo
y que depende fundamentalmente de la confianza que establezca el niño con la
madre. Sin embargo, las otras dos realidades (la psíquica o la personal y el
mundo real) son más o menos constantes, ya que la primera está relativamente
determinada por lo biológico y la segunda es de propiedad común. El
reconocimiento de la existencia de esta zona es de gran utilidad para el
analista ya que es el único lugar donde se puede originar el juego; la terapia
debe ofrecer oportunidades para los impulsos creadores, motores y sensoriales
que constituyen la malaria del juego.

De entre todas la teorías psicoanalíticas de interpretación del juego infantil, la


teoría de Winnicott es la mas interesante porque aporta un modelo que intenta
dar respuesta a los fenómenos interactivos que se producen en el juego
teniendo en cuenta tanto los aspectos emocionales como cognitivos del
desarrollo del juego infantil.

1.3.2.10 TEORIA DE JEAN CHATEAU

Para Jean Chateau (1973), un elemento fundamental para clasificar los


distintos tipos de juego en el periodo infantil es la regla y su aparición en el
mundo del juego. Su clasificación queda agrupada en: juegos no reglados y
juegos reglados.

• Juegos no reglados

Se encuentran englobadas en la etapa que va desde del nacimiento hasta los 2


ó 3 años, en contraste con Piaget (1959) donde remarca la aparición de los
primeros juegos reglados en torno a los 4 ó 5 años. Entre estos juegos el autor
incluye los siguientes tipos:
- Juegos funcionales. Estos juegos se dan inmediatamente
después del nacimiento e incluso con anterioridad, pues queda
demostrado que los pataleos del feto en el vientre materno
poseen una importancia vital para dar tono muscular al futuro niño
y niña. Estos juegos se caracterizan por ser movimientos
espontáneos que de una manera instintiva el niño y la niña
repiten, contribuyendo al desarrollo de las funciones típicamente
humanas (la marcha en posición bípeda, el lenguaje, etc.).

- Juegos hedonísticos. Este tipo de juegos se producen de forma


casi simultánea con los juegos funcionales, contribuyendo
enormemente al conocimiento del propio cuerpo. Se caracterizan
por ser juegos donde existe una búsqueda de placer mediante
actividades que estimulen los sentidos. Entre los juegos
hedonísticos más característicos encontramos; “el chuparse las
manos, el producir ruido o el tocar cualquier objeto”.

- Juegos con los nuevos. Con estos juegos los niños y niñas
comienzan a conocer todo aquello que le rodea, desde el entorno
más inmediato hasta sus compañeros y compañeras de juego.
Con la puesta en práctica de los juegos con los nuevos el niño y
la niña adquieren unos valores totalmente distintos, que
propiciarán la autoafirmación y la búsqueda del desarrollo de la
personalidad.

- Juegos de destrucción (desorden y arrebato). Gracias a la


continua búsqueda de la autoafirmación y búsqueda de sí mismo,
el niño y la niña entran en una fase en la que desean afirmarse,
utilizando para ello el placer de la destrucción.

• Juegos reglados

Una vez pasada la etapa en la que los juegos de desorden y arrebato, los
juegos empiezan a estructurarse bajo una normativa operativa, la regla. A partir
de aquí el juego adquiere un carácter totalmente distinto. Los juegos reglados
se dividen en:
- Juegos de imitación.

Guardan una relación directa con el modelo de imitación a los padres,


familiares allegados y adultos en general. Pero estos juegos de imitación
adquieren un carácter totalmente distinto; aproximadamente a los 6 ó 7 años la
imitación ya no es de los adultos sino de seres imaginarios esta complejidad
creciente de los modelos imitativos hace que el niño y la niña, que hasta ahora
jugaba solo, busque y desee la relación social con sus iguales, ocasionando
una organización de grupo.

- Juegos de construcción.

Adquiere su máxima intensidad entre los 2 y 4 años y hacen su aparición


conjuntamente con los juegos de imitación. Todos ellos proceden de una
tendencia instintiva al orden, que se plasma en la colocación sistemática de
objetos o cosas.

- Juegos de regla arbitraria.

Se localizan entre los 4 y 6 años de edad. El niño y la niña crean reglas que
surgen de la propia naturaleza o características de objetos particulares usados
en el juego.

1.3.2.11 TEORIA DE BRYANT J. CRATTY

B. J. Cratty en sus respectivas obras (1974, 1979 y 1982) centra su análisis de


los juegos en la importancia del comportamiento humano regulado a través de
las actividades lúdicas. Los aprendizajes intelectuales por medio de
experiencias de movimientos son la base para Cratty en la clasificación de sus
juegos. Por ello para Cratty “las actividades motrices se motivan y pueden
observarse enseguida, y que están invitando al niño a participar ofreciendo al
educador una rápida retroalimentación de la calidad de esfuerzo intelectual que
ha comprometido en las acciones sus alumnos”. Así el autor clasifica los
juegos en torno a los siguientes apartados:

• Juegos de memorización.

• Juegos de categorización.
• Juegos de comunicación del lenguaje.

• Juegos de evaluación.

• Juegos de resolución de problemas.

1.4 CLASIFICACION DEL JUEGO INFANTIL

1.4.1 Juego Sensorial


Los juegos se realizan utilizando diversos objetos que educan la mano, oído, la
vista, etc. Se emplean estos procedimientos en forma progresiva a partir de
Froebel.

1.4.2 .Juego Motor


El juego motor implica, por un lado, el compromiso de todo el cuerpo, en el que
se da prioridad a las extremidades como eje de la acción (coordinación motora
gruesa) y, por otro, la participación de la coordinación óculo-manual, que lleva
al niño a desplegar acciones más finas. Existen destrezas motoras
fundamentales que deben ser desarrolladas durante los años preescolares y
afinadas posteriormente durante el periodo de la escuela primaria. Estas no
dependen únicamente de la maduración del niño, sino que deben ser
estimuladas a través de la instrucción y la práctica regular. Las oportunidades
frecuentes de juego libre son fundamentales para el incremento de estas
habilidades.

Los juegos motores son innumerables, unos desarrollan la coordinación de


movimientos como los juegos de destreza, juegos de mano; boxeo, remo, juego
de pelota: básquetbol, fútbol, tenis; otros juegos por su fuerza y prontitud como
las carreras, saltos etc. Tienden al desarrollo muscular, mediante ejercicios de
músculos de brazos, piernas, etc.

1.4.3 Juegos Intelectual


Estos juegos se realizan mediante la experimentación y la curiosidad que
tienden al desarrollo de la inteligencia. Ejemplo rompecabezas, ajedrez,
domino.

1.4.4 Juegos Sociales


Son los juegos cuya finalidad es la agrupación, cooperación, sentido de
responsabilidad grupal, espíritu institucional, etc.
Ethel Kawin dice, "el juego es una de las fuerzas socializadoras más grandes",
porque cuando los niños juegan despiertan la sensibilidad social y aprenden a
comportarse en los grupos.

1.4.5 Juego funcional o de práctica y ejercicio


El niño utiliza los sentidos y sus destrezas motrices, es más consciente de su
cuerpo y de los sentidos. El juego es activo y dura hasta los 2 años.

1.4.6 Juego constructivo


Es un juego que lleva a un producto final. Está el juego con bloques, el juego
con medios artísticos o también el uso de cualquier cosa con la que pueda
construirse algo.

El juego constructivo comienza con los bloques (18-20 meses).Este juego


supone la posesión de destrezas sensitivas y motrices y el aumento de la
capacidad de utilizar los procesos intelectuales que implican reconocimiento y
el recuerdo de elementos memorizados. El juego constructivo se prolonga
hasta la edad adulta.

1.4.7 Juego Simbólico


El juego simbólico es uno de los más importantes en el repertorio de
modalidades de juego infantil. Aparece alrededor del sexto mes de vida y
supone una representación mental de la realidad cargada de afecto. Es un
logro evolutivo basado en las interacciones vinculares con los cuidadores
primarios y tiene una evolución creciente que lo va complejizando y
enriqueciendo durante la infancia.
Hay dos tipos de juego simbólico que consideramos en este estudio: el juego
socio dramático, en el cual el niño adopta roles imaginarios y se involucra
completamente como personaje que simula una situación (este tipo de juego
tiene un efecto sumamente importante en la adquisición y perfeccionamiento de
las habilidades sociales); y el juego simbólico diferido, en el cual el niño
representa escenas con muñecos u otros accesorios en miniatura, creando
escenas o historias completas. El juego simbólico puede tener diversos niveles
de complejidad y riqueza, desde la simple transformación de objetos, hasta la
creación de secuencias representadas a partir de habilidades socio dramáticas.

El tipo y el nivel de juego simbólico que el niño exhibe es un potente predictor


de las habilidades que mostrará en la escritura y la lectura. Se ha encontrado
que las habilidades de clasificación y comprensión espacial se correlacionan
con niveles superiores de juego simbólico; que parece incrementar el
reconocimiento de números y la capacidad de entender la teoría de conjuntos,
así como la ejecución de la memoria secuencial20, la habilidad de planificación,
el razonamiento hipotético y la comprensión de símbolos abstractos y
transformaciones lógicas. El juego simbólico contribuye con los procesos
mentales que son necesarios para la transición del jardín de infantes a la
escuela primaria.

1.5 IMPORTANCIA DEL JUEGO INFANTIL


La importancia del juego en el niño es que toda clase de experiencias de juego
que tenga este estimulará el cerebro infantil. Entre más variadas sean las
experiencias de juego, más conexiones cerebrales tendrán lugar, y aún más, se
estimulará las conexiones cerebrales, si las actividades se repiten
continuamente.

El juego que realizan los bebés parte de la exploración que ellos mismos hacen
del mundo que los rodea, siendo la primera forma de juego, la manipulación
sensorio motriz que lleva al niño a la exploración de cosas nuevas produciendo
mayor actividad física, comodidad y seguridad.
Por ejemplo: cuando los bebés se llevan a la boca todo lo que ven exploran el
mundo.
Es por esta razón que los niños se interesan más por los juguetes utilizándolos
de diferentes formas. La habilidad de jugar imaginariamente es importante en el
aprendizaje del niño, ya que representar a alguien o algo, provoca que se
retenga la imagen de lo representado en la mente, generando el pensamiento
abstracto.

A la edad de tres y cinco años, los niños aprenden mediante el juego con otros
niños. El juego contribuye a desarrollar destrezas del pensamiento y
destrezas sociales, a medida que juega con otros niños

Por eso es importante el juego en el niño puesto que:


- Experimenta con personas y cosas.
- Almacena información en la memoria.
- Estudia causas y efectos.
- Resuelve problemas.
- Construye un vocabulario útil.
- Aprende a controlar las reacciones e impulsos emocionales centrados
sobre sí mismo.
- Adapta su conducta a los hábitos culturales sobre sí mismo.
- Interpreta acontecimientos nuevos.
- Incrementa las ideas positivas relativas a su auto concepto.
- Desarrolla destrezas motrices finas y gruesas.

A su vez:
• La acción del juego tiene la finalidad en sí mismo: En el niño el juego es
una necesidad vital y una afirmación del yo. Cuando el niño juega no
admite disposiciones exteriores.
• El juego es una acción libre: El niño convierte en juego cualquier
actividad. La libertad es una necesidad para gozar, explorar y descubrir
por sí mismo, estimulando la creatividad en el niño.
• El juego da la sensación de otro modo de vivir: El niño cuando juega se
convierte en otro ser o transforma cualquier objeto en un ser imaginado
por él.
• El juego proporciona satisfacciones: Permite exteriorizar sus
pensamientos y sentimientos, descarga impulsos y emociones,
promueve la creatividad y la fantasía; y puede ser lo que el niño desea
ser.

Entonces podemos ver que el niño a través del juego desarrolla los siguientes
aspectos:
• Desarrollo Psicomotor:
- Conocimiento del esquema corporal.
- Desarrolla e integra aspectos neurosensoriales.
- Coordinación motriz.
- Coordinación visomotora.
- Manipulación de objetos.
- Equilibrio.
- Agilidad.
- Fuerza.
- Dominio y aprovechamiento del espacio.

• Desarrollo Cognitivo:
Estimula:
- La atención.
- La memoria.
- La imaginación.
- La creatividad.
- La iniciativa.
- La discriminación de la fantasía y la realidad.
- El pensamiento matemático.
- La comunicación y el lenguaje.
- El pensamiento abstracto y divergente.

• Desarrollo Social:
En los juegos simbólicos se desarrollan:
- Procesos de comunicación
- Cooperación con los demás.
- Aumento del vocabulario.
- Conocimiento del mundo del adulto
- Preparación para la vida laboral
- Estimulación del desarrollo moral.

En los juegos cooperativos se desarrolla:


- La comunicación, unión y confianza en sí mismos.
- Potencia el desarrollo de las conductas
- Disminuye las conductas agresivas y pasivas.
- Se relaciona y acepta reglas de los demás.

• Desarrollo Emocional:
- Desarrolla la subjetividad del niño.
- Produce satisfacción emocional.
- Controla la ansiedad, el stress y la tensión.
- Controla la agresividad.
- Facilita patrones de identificación sexual.
- Facilita la resolución de conflictos
- Logra conocer a si mismo y a los demás.
- Contribuye al proceso de maduración.

1.6 EL JUEGO INFANTIL COMO APRENDIZAJE


Educar a los niños a través del juego se ha de considerar profundamente. El
juego bien orientado es una fuente de grandes provechos. El niño aprende
porque el juego es el aprendizaje y los mejores maestros han de ser los
padres. Como adultos tendemos a pensar que el juego de los niños es algo
demasiado infantil como para convertirlo en parte importante de nuestra vida, y
no es así. Para los niños, jugar es la actividad que lo abarca todo en su vida:
trabajo, entretenimiento, adquisición de experiencias, forma de explorar el
mundo que le rodea, etc. El niño no separa el trabajo del juego y viceversa.
Jugando el niño se pone en contacto con las cosas y aprende,
inconscientemente, su utilidad y sus cualidades.

Los estudios de la historia de los juegos demuestran las funciones de la


actividad lúdica de la infancia: biológicas, culturales, educativas, etcétera. Los
juegos marcan las etapas de crecimiento del ser humano: infancia,
adolescencia y edad adulta. Los niños no necesitan que nadie les explique la
importancia y la necesidad de jugar, la llevan dentro de ellos.

El tiempo para jugar es tiempo para aprender. El niño necesita horas para sus
creaciones y para que su fantasía le empuje a mil experimentos positivos.
Jugando, el niño siente la imperiosa necesidad de tener compañía, porque el
juego lleva consigo el espíritu de la sociabilidad. Para ser verdaderamente
educativo, el juego debe ser variado y ofrecer problemas a resolver
progresivamente más difíciles y más interesantes. En el juego, se debe de
convertir a los niños en protagonistas de una acción heroica creada a medida
de su imaginación maravillosa. Su desbordante fantasía hará que amplíe lo
jugado a puntos por nosotros insospechados.

Entonces el juego en el aprendizaje logra que:


1. El niño explora el mundo que le rodea. Realmente ha de explorarlo si quiere
llegar a ser un adulto con conocimientos. Los padres han de ayudarle en su
insaciable curiosidad y contestar a sus constantes porqués.

2. Los niños, aunque tengan compañeros de juegos reales, pueden albergar


también uno o varios compañeros imaginarios. No será raro ver a los niños
hablar en tonos distintos de voz y tener una larga y curiosa conversación
consigo mismo, está jugando.

3. La óptica del niño sobre el juego es totalmente distinta a la del adulto,


ninguno de los motivos que mueven a éste a jugar interviene en el juego del
niño.
4. Para educar jugando, hemos de ser capaces de hacer propiedad e idea de
los pequeños cualquier iniciativa u orientación que les queramos dar, como si la
idea hubiera surgido de ellos. Sus « inventos » les encantan.
5. Para el niño no existe una frontera claramente definida entre el sueño y la
realidad, entre el juego y la vida real. El procura seleccionar, comprender e
interpretar aquello que más le interesa.

6. Con experiencias logradas con el juego, el niño puede aprender con


vivacidad y sencillez las complejidades de causa y efecto. Es muy importante
que vaya conociendo una buena gama de juegos y materiales para enriquecer
mejor sus experiencias. Los niños no tienen las facilidades de aprender que
tienen los mayores al tener a su alcance el teatro la radio, la lectura, etc.

7. La imaginación que podemos desarrollar y educar en los niños por medio del
juego es la misma que el día de mañana utilizará para proyectar edificios,
diseñar piezas industriales o de decoración, etc.

8. El niño, al jugar, imita, lo cual es un producto secundario de la curiosidad. El


pequeño sólo seleccionará para su realización, al que capte su interés, en lo
cual, su imaginación juega un gran papel. Y si imita, le hemos de poner cosas
buenas delante, empezando por nuestro comportamiento.

9. Jugar ha de ser divertido. Un juego educativo que hayamos comprado,


puede no ser divertido y, si no hay diversión, difícilmente habrá aprendizaje.

10. El juego le permite al pensamiento acciones espontáneas y eficaces para


enriquecer las estructuras que posee y hallar nuevos caminos, nuevas
respuestas, nuevas preguntas.

11. Un niño que necesita conocer el mundo desde sus posibilidades, y un


docente que necesita conocer al niño, tienen en el juego un espacio que
permite actos conjuntos, integradores. Este espacio favorece, además, la
vivencia y la reflexión.
12. Jugando, los niños aprenden las cualidades de las cosas que maneja; ve
cómo el papel se deshace en el agua, cómo el carbón ensucia, que las piedras
son más duras que el pan, que el fuego quema, etc.

La didáctica del nivel Inicial reconoce la necesidad intrínseca de jugar que


tienen la niña y el niño. Esta necesidad y el interés que pone en el juego les
ofrecen posibilidades y oportunidades para el desarrollo de la socialización, la
comunicación, la psicomotricidad, la afectividad y la construcción del
conocimiento, es decir para su desarrollo físico, intelectual, social y emocional.

En este contexto, cabe destacar que en Educación Inicial se ha privilegiado el


juego como un recurso metodológico apropiado para lograr el desarrollo de las
capacidades y actitudes de los educandos. Esta no es una aseveración actual,
se remonta al siglo XVIII donde reconocidos investigadores realizaron aportes a
la educación, desde la perspectiva del juego. Entre ellos podemos mencionar a
Froebel, Montessori y Decroly, entre los más destacados.

A partir de lo expresado y con intencionalidad pedagógica es posible asignar a


la actividad lúdica en educación inicial las siguientes funciones:

• Ofrece la posibilidad de evolucionar desde los esquemas sensorio


motores de los menores de dos años a lo pre operacional y lógico
concreto,

• Permite al docente, por ser una actividad espontánea, observar y


descubrir algunas facetas de la personalidad infantil que se traducen en
comportamientos y actitudes, que en algunos casos requieren de la
orientación oportuna, para superar dificultades y contribuir al logro de las
capacidades y actitudes propuestas.

• Es un medio a través del cual el alumno se integra al contexto


sociocultural del aula, logrando una mejor comprensión de sí mismo y de
su relación con los otros.
• Es un medio para favorecer la comunicación integral, la creatividad y la
socialización

• Permite la organización de la realidad y de este modo superar los


desafíos que el entorno le plantea.

• Facilita la autoafirmación del yo, el equilibrio emocional y el desarrollo de


valores.

• Desarrolla e integra las nociones espacio temporales, lógico


matemáticas
• y de comunicación integral, a partir de la satisfacción de su necesidad de
movimiento.

1.7 JUEGO Y DESARROLLO


En las escuelas infantiles y en el ciclo inicial, el juego y el desarrollo infantil
tienen un claro papel dominante. La actividad lúdica es utilizada como un
recurso psicopedagógico, sirviendo de base para posteriores desarrollos. Este
aspecto nos hace recalcar la importancia del juego en esta etapa. A
continuación y siguiendo las palabras de Garaigordobil (1992) se detallan las
características generales del juego infantil:

- Actividad fuente de placer: es divertido y generalmente suscita excitación y


hace aparecer signos de alegría y hasta carcajadas.

-Experiencia que proporciona libertad y arbitrariedad: pues la característica


principal del juego es que se produce sobre un fondo psíquico general
caracterizado por la libertad de elección (Amonachvilli, 1986).

- La ficción es su elemento constitutivo: se puede afirmar que jugar es hacer


el “como sí” de la realidad, teniendo al mismo tiempo conciencia de esa ficción.
Por ello, cualquier cosa puede ser convertida en un juego y cuanto más
pequeño es el niño y la niña, mayor es su tendencia a convertir cada actividad
en juego, pero lo que caracteriza el juego no es la actividad en sí misma, sino
la actitud del sujeto frente a esa actividad.

- Actividad que implica acción y participación: pues jugar es hacer, y


siempre implica participación activa del jugador y de la jugadora, movilizándose
a la acción.

- Actividad seria: el juego es tomado por el niño y la niña con gran seriedad,
porque en el niño y la niña, el juego es el equivalente al trabajo del adulto, ya
que en él afirma su personalidad, y por sus aciertos se crece lo mismo que el
adulto lo hace a través del trabajo. Pero si la seriedad del trabajo del adulto
tiene su origen en sus resultados, la seriedad del juego infantil tiene su origen
en afirmar su ser, proclamar su autonomía y su poder (Chateau, 1973).

- Puede implicar un gran esfuerzo: en ocasiones el juego puede llevar a


provocar que se empleen cantidades de energía superiores a las requeridas
para una tarea obligatoria.

- Elemento de expresión y descubrimiento de sí mismo y del mundo: el


niño y la niña a través del juego expresa su personalidad integral, su sí mismo.
- Interacción y comunicación: el juego promueve la relación y comunicación
con los “otros”, empujando al niño y la niña a buscar frecuentemente
compañeros, pero también el juego en solitario es comunicativo y es un diálogo
que el niño y la niña establece consigo mismo y con su entorno.

- Espacio de experiencia peculiar: el juego, como indica Elkonin (1985), es


una reconstrucción sin fines utilitarios de la realidad hecha por el niño y la niña
en la que plasma papeles de los adultos y las relaciones que observa entre
ellos; en este sentido, el niño y la niña observa e imita, reproduce en sus
juegos la realidad social que le circunda. Cuando un juego contiene uno o
varios objetivos es necesario considerar que este objetivo debe ser el
apropiado para la edad de maduración del niño y la niña. Existen controversias
entre la práctica de ciertos juegos en edades tempranas, por ello vamos a
detallar algunos factores esenciales que serán necesarios analizar antes de
decidir el tipo de juego. Estos requisitos son la disponibilidad, la motivación, la
actividad, la atención y la retroalimentación (Craig, 1989).

1.7.1 DISPOSICIÓN
Toda nueva situación de aprendizaje requiere de un estado de disposición por
parte del niño y la niña. Por ello, para que el niño y la niña aprovechen el
aprendizaje en el juego es necesario que exista un cierto grado de maduración,
que se haya realizado un aprendizaje previo y que se dominen varias
habilidades preliminares. Diversos estudios demuestran que, aunque la
enseñanza temprana de las habilidades motoras normales (cortar, abotonarse
o trepar escaleras) acelera la adquisición de esas habilidades, las ganancias
tuvieron un carácter temporal, viniendo a demostrar que la enseñanza
temprana (la que se imparte antes de alcanzar el punto correspondiente de
maduración) no produce una ventaja permanente. Los niños y niñas que se
encuentran en el punto óptimo de maduración quieren aprender, disfrutar la
práctica y les emociona su rendimiento.

1.7.2 MOTIVACIÓN PARA LA COMPETENCIA


La motivación para la competencia es entendida como la necesidad de logro
para sentirse eficiente, por ello los niños sufren dos tipos de motivaciones
diferentes: la motivación intrínseca y la motivación extrínseca.

La motivación intrínseca en los niños y niñas es entendida como la necesidad


de saltar, correr, trepar por el simple placer y reto de hacerlas.

La motivación extrínseca son aquellos premios o elogios dados por realizar


bien una tarea. Las mejores motivaciones que los padres pueden proporcionar
pueden hacerse con juegos durante todo el año. Las investigaciones muestran
que el nivel de actividad física de los niños preescolares está significativamente
relacionado con la cantidad de tiempo que sus padres dedicaron al ejercicio
físico (Poest, Williams, Witt y Atwood, 1989). Por ello, también la participación
sensible de los adultos en el juego infantil puede ser muy benéfica para los
niños y niñas. Las investigaciones han sugerido 3 modelos básicos de la
participación de los adultos en los juegos de los niños y niñas:

- Juego paralelo: implica que un adulto juegue al lado de un niño y niña sin
interactuar de manera directa, como cuando cada uno construye su propio
objeto con bloques de madera.

- Juego compartido: implica que un adulto se una a un niño y niña en el


transcurso del juego en el cual el participante mantiene el control. El adulto
interactúa con el niño y niña pero sólo provee una guía indirecta a través de
preguntas.
- Juego dirigido: implica que un adulto enseñe al niño y niña nuevas formas
de jugar. La aplicación del juego en el campo educativo hace imprescindible la
intervención del educador y la educadora, propiciando a través de su
participación una determinada motivación en el participante. Ello implica una
serie de inconvenientes respecto al juego libre por parte del niño y la niña. En
un intento de clarificar cuál puede ser más apropiado, el juego libre ó el juego
dirigido, para la motivación optima del participante, en el cuadro 1 se
esquematizan las ventajas e inconvenientes de cada uno.

1.7.3 ACTIVIDAD
La actividad es imprescindible para el desarrollo motor, es decir, es necesario
que se practique una actividad para conseguir hacerlo bien. Los niños y niñas
criados en ambientes de hacinamiento muestran a menudo un retraso en la
adquisición de las habilidades de los músculos grandes. Les falta fuerza,
coordinación y flexibilidad al correr, saltar, trepar, equilibrase y otras acciones.

Cuadro 1. Ventajas e inconvenientes del juego espontáneo y del juego


dirigido
JUEGO ESPONTANEO JUEGO DIRIGIDO
Posee objetivos señalados por parte
Ausencia de finalidad del adulto

INCONVENIENTES

- Falta de variedad
Limitación de la libertad y autonomía
- Falta de perseverancia
- Supresión de la espontaneidad y de
- Falta de dirección
la pureza del juego
- Falta de compañerismo
- Falta de medida

VENTAJAS
- Conocimiento profundo del niño y la
niña
- Variedad
- Conocimiento, estructuras y
- Corrección y eliminación de defectos
relaciones de grupo
- Ecuanimidad en los resultados
- Perfecto ajuste con la edad e
- Efectos controlados y planificados
intereses
- Rico vivero de juegos dirigidos

1.7.4 ATENCIÓN
El aprendizaje físico-motor mejora asimismo por medio de la atención. Por ello
los rusos han logrado idear ejercicios y juegos que sirven para enseñarle al
niño y la niña a mover sus brazos y piernas en una forma deseada.

Aquellos cuya edad fluctúa entre 3 y 5 años pueden centrar su atención mejor
por medio de la imitación activa. Se obtienen buenos resultados con diversos
tipos de juego consistentes en seguir al líder. Poco a poco el educador y la
educadora van introduciendo recordatorios verbales para ayudarles a centrarse
en un aspecto particular de la actividad física. Por último, cuando ya tienen 6,
incluso 7 años, pueden prestar atención a las instrucciones verbales y seguirlas
bastante bien (Zaporozlets y Elkonin, 1971).
1.7.5 RETROALIMENTACIÓN
La retroalimentación motiva la evolución del aprendizaje de las habilidades
motoras. La retroalimentación extrínseca se da en forma de premios
(recompensas) o elogio por una tarea bien ejecutada. La retroalimentación
intrínseca es un importantísimo factor en la adquisición de habilidades y
destrezas. Los niños y niñas se dan cuenta de que existen ciertas
consecuencias naturales de sus acatos y de que pueden ser más fuertes que la
retroalimentación extrínseca arbitraria.

1.8 ANÁLISIS POR ÁREAS DEL DESARROLLO


Los juegos en esta etapa deben contribuir al logro de los objetivos generales
como son la autonomía, autoconfianza, aprendizajes instrumentales básicos,
mejora de las posibilidades expresivas, cognoscitivas, comunicativas, lúdicas y
de movimiento. Para ello es necesario recurrir a un análisis de las cuatro áreas
evolutivas concernientes al desarrollo del ser humano en esta etapa crucial:
desarrollo cognitivo, social, afectivo-emocional y motriz.

1.8.1 EL DESARROLLO COGNITIVO


Está sometido a los procesos de globalismo, simbolismo y egocentrismo, lo
cual da lugar a comportamientos poco ajustados que impiden que su cognición
se desarrolle en toda su potencia, y se adapte al sistema conceptual y
procesual adulto. Por ello Piaget (1959) lo denomina, período preoperatorio.

En cuanto a la percepción y el uso de conceptos básicos relacionales


(arriba/abajo, derecha/izquierda) aún no se ajusta al parámetro espacio-
temporal matizado, necesitando usar términos polares muy marcados como
muy lejos y muy cerca. La memoria y la atención son aún demasiado
inestables. El pensamiento es fantasioso y simbólico, mezclando los sueños
con la realidad, uniendo caprichosamente los datos de ésta y simbolizándolos
sin regla definida. Se manifiesta en las siguientes formas enunciadas por
Piaget (1959):
- Animismo: creencia de que los objetos que rodean al niño y la niña están
animados y dotados de intención (tropieza con una piedra y dice que es
"mala").

- Realismo: creencia de que todo lo que siente (sueños, imágenes, cuentos)


tiene una realidad objetiva. Confunde la realidad física con la psicológica (cree
en la existencia de superman o los reyes magos).

- Artificialismo: creencia de que los fenómenos físicos son producto de la


creación de los seres humanos (el humo del cigarro hace las nubes). Sus
conceptos, llamados preconceptos por Piaget (1959), fluctúan entre la
generalidad y la singularidad, contaminándose de imágenes. A partir de los 6
años aparece un cambio marcado, fundamentalmente con lo que Piaget (1959)
denomina las "operaciones concretas". El ajuste a lo real marca el atributo
fundamental de ésta área. El sujeto va a utilizar los procesos y elementos de la
cognición adulta (operatoria), pero aún sin un total grado de eficacia, al no
poder explotar los procesos formales. Va ha comenzar el desarrollo de su
capacidad analítica por superación del globalismo preescolar, que supone
separar los hechos (incluido su propio comportamiento) o las categorías de lo
"real" en sus enlaces clave y contextualizándolo bajo un sentido de conjunto,
todo ello con el fin de comprenderlo mejor, relacionarlo con otros hechos o para
actuar más adecuadamente.

La percepción se ajusta a los parámetros espacio-temporales y a los conceptos


básicos operativos que la sustentan. Con ello emprende el tiempo y se adapta
a sus consecuencias prácticas, conecta varias conductas (por ejemplo, se
adapta a la trayectoria del balón) y su montante conceptual (funcionamiento del
reloj, el calendario). Con respecto al espacio, sabe organizar los objetos y
diferenciar distancias, áreas y volúmenes. Desarrolla las relaciones topológicas
y proyectivas que distingue Piaget (1959). Igualmente afronta la interacción
temporo-espacial usando y comprendiendo la idea de velocidad, aceleración,
etc. Domina los conceptos básicos operativos que organizan los datos de la
realidad y procesamiento. Siguiendo a Piaget e Inhelder (1969), destacamos de
ellos:
- Conservación: el niño y la niña descubrirán la conservación de la sustancia
hacia los 7-8 años, el peso hacia los 9-10 años y el volumen hacia los 11-12
años.

- Seriación: consiste en ordenar los elementos según sus dimensiones


crecientes o decrecientes.

- Clasificación: será hacia los 8 años cuando se consiga una clasificación


racional operativa.

- Número: la construcción de los números estará ligada de forma estrecha a


las seriaciones y a las clases. Adquirir el concepto de número, la capacidad de
ordenar escalonadamente un grupo de elementos.
- Espacio: un conjunto de operaciones, que podemos denominar infralógicas,
en el sentido de que afectan a otro nivel de realidad, se construyen
paralelamente a las operaciones lógico-aritméticas y sincrónicamente con ellas
en particular, por lo que atañe a las operaciones espaciales.

- Tiempo y velocidad: la noción de velocidad no se inicia bajo su forma


métrica, que sólo se alcanza hacia los 10-11 años, sino en forma ordinal: un
móvil es más rápido que otro si le rebasa, es decir, si estaba detrás de él en un
momento anterior y luego pasa a estar delante en un momento posterior.

En cuanto a la noción del tiempo, se basa en su forma acabada, sobre tres


clases de operaciones: primero, una seriación de los acontecimientos,
constitutiva de sucesión temporal; segundo, un ajuste de los intervalos entre los
acontecimientos puntuales, fuente de la educación; tercero, una métrica
temporal, isomorfa de la métrica espacial.
Desarrollo de la inteligencia de 3 a 6 años:
- Periodo pueril.
- Globalismo.
- Pensamiento discontinuo.
- Atención inconstante y difusa.
- Subjetivismo (egocentrismo).
Constitución de la personalidad de 3 a 6 años:
- Crisis de oposición en el 3º año.
- Es capaz de plegarse a la demanda de los adultos.
- Autosugestión y miedos.
- Comienzo a aprender a nadar.

1.8.2 EL DESARROLLO SOCIAL


En preescolar es esencialmente un ser asociable. Su egocentrismo le impide
comprender al grupo como unidad superior a la suya, lo cual dificulta una
verdadera integración grupal. Su relación con los demás es de individualidades
en paralelo. No cooperan, y es por ello que en el juego cada uno juega para sí,
nunca para un equipo. No suelen respetarse demasiado las reglas, y todos
quieren ganar. A pesar de todo en éste periodo, se da un comienzo de respeto
de las normas y reglas de funcionamiento del grupo, aunque en general no se
someten a ellas estrictamente. Aparece también una mejora en las conductas
de autonomía (lavarse o comer), como resultado de los aprendizajes recibidos
y de la presión del grupo de pares en el que se desenvuelven. Como se
desprende de los estudios de Piaget (1959), en este campo laboral es todavía
heterónoma, no existe conciencia clara del deber, y las normas las recibe
mágicamente de los adultos. El lenguaje presenta un gran avance en lo oral y
lo convencional, tanto en la morfología como en la sintaxis. A partir de los 6
años comienza la etapa de socialización plena del sujeto. A lo largo de ella,
comprende que ha de adaptarse a una unidad superior a su propio yo.

Esa unidad tiene unas necesidades de funcionamiento autónomo y es algo más


que la agregación mecánica de varios sujetos, teniendo un significado propio.
Así mismo asimila que sus actividades y funcionamiento se han de regir por
unas normas o reglas que hay que aceptar, concienciar, y poner en práctica en
toda su amplitud. Esto permite poner en funcionamiento actividades regladas y
grupales, como los juegos y los deportes. La competición es otro fenómeno que
comienza con esta edad y es una consecuencia de la actividad cognitiva de
evaluación, por lo que mide y compara. Sin embargo, no es una competición a
imagen adulta, es menos compleja y sin tantas contaminaciones culturales y
emocionales. En otra vertiente, podemos decir que mejora la comunicación
gracias al avance del lenguaje y por el aumento de la interacción grupal.
También es la fase de comienzo de una moral autónoma, aparece la idea del
deber moral, y un sistema de valores de raíz fundamentalmente social.

Se manifiesta una marcada predilección por las compañías del mismo sexo y
un fuerte antagonismo por los miembros del sexo opuesto. En cuanto a estas
compañías, suelen ser afines en edad, dándose la existencia del líder.

1.8.3 EL DESARROLLO AFECTIVO-EMOCIONAL


El niño y la niña en esta etapa van desarrollando progresivamente una mayor
diferenciación de sus emociones, aunque falte todavía una cierta conciencia y
racionalización de las mismas. Le motivan la actividad y el ejercicio, pero no
existe un sistema de motivaciones organizado. El avance se produce a partir de
los 6 años en la dirección ya emprendida de estabilidad, control y matización,
consiguiéndose un gran salto en cada aspecto. Los intereses y motivaciones
son mucho más variadas que en la etapa anterior, descentrándose de sí mismo
para compartirlos y ajustarlos al entorno. Se agrupan y ordenan en sistemas,
siendo ahora las motivaciones secundarias las organizadoras de los demás.

Tanto las sociales (comunicación e interacción) y las del logro (competición,


resultados), como las de conocimiento (disonancia, evaluación, curiosidad).
Indiferencia al sexo. Los niños-as de estas edades se encuentran en el período
de latencia a nivel psico-sexual, lo que les permite adaptarse a los aprendizajes
escolares. Época de estabilidad emocional, no dándose normalmente
problemas afectivos. Control creciente de la manifestación externa de las
emociones. Manifestación de un gran deseo interno de curiosidad, de conocer
(cultura) y de relacionarse con los demás (socialización). Muestra una gran
seguridad y confianza en sí mismo (etapa del desarrollo del yo y personalidad:
mayor independencia), sobre todo en las actividades físicas.

1.8.4. EL DESARROLLO MOTOR


Las características motrices que corresponden a cada una ésta etapa vienen
representadas en el cuadro 2.
Cuadro 2. Características motrices (Rada y González, 1983).
EDAD CARACTERÍSTICAS
1. Disminuye la globalidad en el gesto.
2. Perfecciona la ejecución de la carrera dándole fluidez y soltura. Cambia de
velocidad y se detiene eficientemente.
3. Sube escaleras alternando los pies sin apoyo ni ayuda.
4. Transporta y arrastra objetos de mayor tamaño, individual y
colectivamente.
5. Salta en profundidad desde alturas mayores. Salto horizontal sin impulso y
3
con pies juntos. Intenta utilizar el desplazamiento previo al salto aunque
corta la secuencia del movimiento.
6. Lanza sin control sobre la cabeza o desde abajo, aunque con cierta
dirección.
7. Recibe con piernas juntas a un pase justo acercando la pelota al cuerpo.
8. Intenta correr y patear la pelota.
9. Pasa sobre tacos a 20 cm de distancia.
1. Mayor soltura en la motricidad general.
2. Fuerza, soltura y facilidad en el uso de las piernas. Se desplaza
hábilmente, frena y esquiva.
3. Trepa, se suspende y balancea con facilidad.
4. Transporta, arrastra objetos y compañeros-as individual y colectivamente.
5. Salta en profundidad alrededor de 80 cm equilibrando la caída. Coordina
la carrera con el salto, a lo largo y en alto.
4 6. Lanza con dominio de dirección. Puede hacer puntería sobre blancos a la
altura de los ojos y a 2 m de distancia.
7. Evoluciona a la recepción en forma de tenaza. Anticipa el desplazamiento
del objeto.
8. Corre y patea.
9. Pasa sobre tacos a 20 cm. de distancia con paso alternado.
10. Comienza el trabajo de en colaboración con otros (parejas, tríos).
11. Puede botar la pelota. Intenta trasladarla con el pie.
1. Domina suficientemente su cuerpo y sus movimientos que ahora son más
económicos
y eficaces. Se orienta fácilmente en el espacio.
2. Corre veloz y con técnica adecuada. Esquiva. Cambia de dirección.
Reacciona con rapidez.
3. Trepa, se suspende y balance con absoluta seguridad y a elevadas
alturas.
5y6
4. Perfecciona la ejecución de transporte y arrastre: colectiva o
individualmente, sin o con elementos.
5. Salta en profundidad alrededor de 1 m.; a lo largo 50-60 cm. y en alto 40-
50 cm. Es capaz de saltar rebotando con suficiente control.
6. Lanza con seguridad y potencia. Intenta coordinar carrera y lanzamiento.
Dentro del análisis de la motricidad en la segunda infancia, diversos autores
coinciden en considerar las habilidades motrices bajo la siguiente perspectiva:

- Habilidades motrices básicas cuya característica primordial es la locomoción.


- Habilidades motrices cuya característica principal es el manejo y dominio del
cuerpo en el espacio, sin una locomoción comprobable.
- Habilidades motrices caracterizadas por la proyección, manipulación y
recepción de móviles y objetos.

Analizaremos ahora en el cuadro 2, cuáles son las características del juego en


cada edad de esta etapa.

Las relaciones entre el juego y el desarrollo motor o psicomotor, nos permite


establecer variadas relaciones, que han quedado demostradas en diferentes
investigaciones. A través del estudio de varios trabajos se observa que las
funciones psicomotrices básicas se sirven de forma espontánea para su
desarrollo de las actividades lúdicas “de” y “con” movimiento del niño y la niña.

Pero es necesario señalar que el desarrollo psicomotriz no es algo disociado


del resto de las dimensiones del desarrollo infantil, sino más bien algo conjunto,
donde se entremezclan las mejoras psicomotrices con las socio-afectivas de
forma directa y continua.

Cuadro 3. Caracterización y evolución del juego (Rada y González, 1983)


EDAD EVOLUCIÓN DEL JUEGO
EDAD EVOLUCION DEL JUEGO
3 1. Creciente interés por el juego con otros, pero persiste en los juegos de
tipo solitario o paralelo.
2. Cooperación vacilante o fragmentaria.
3. Comprende lo que significa esperar turno, le gusta hacerlo.
4. Puede compartir sus juguetes.
4 1. Equilibrio entre independencia y sociabilidad.
2. Ricos contactos sociales. Establece relaciones prolongadas en el grupo
de juegos.
3. Sugiere turnos.
4. Comparte el material.
5. Prefiere los grupos de 2 o 3 integrantes.
5y6 1. Puede jugar sin excesiva ayuda del adulto.
2. Representa roles dramáticos con gracia y soltura.
3. Comprende su rol. Percibe y elabora situaciones de picardía en el
juego.
4. Comparte, cuida y ordena el material.
5. Los compañeros y las compañeras le atraen decididamente y gusta de
las empresas en conjunto.
6. Otorga a la competencia un carácter de forma. No le interesa ganar o
perder, a su juicio él siempre gana.

Toda esta interrelación existente entre el juego y el desarrollo psicomotor


provoca que el niño y la niña que participa en él, conquiste su propio cuerpo y
el mundo exterior. A través de ello se consigue (Garaigordobil, 1990):

- El descubrimiento de nuevas sensaciones.


- La mejora en la coordinación de los movimientos de su cuerpo.
- Estructuración de la representación mental del esquema corporal.
- Exploración de sus nuevas posibilidades sensoriales y motoras.
- Descubrimiento de sí mismo en el origen de las modificaciones materiales que
provoca.
- Conquista del mundo exterior.

El juego psicomotor se despliega a lo largo de la infancia en tres niveles


evolutivos (Garaigordobil, 1990):
- Juegos con su propio cuerpo.
- Juegos con su propio cuerpo y los objetos.
- Juegos con su propio cuerpo, con objetos y con los otros.

Durante los tres primeros años las actividades lúdicas variadas van a ayudar a
adquirir cierta capacidad visomotora (coordinación oculo-manual, que se debe
a los efectos conjugados entre la maduración y el ejercicio) y un control preciso
de sus músculos.

Entre los 3 y 4 años los juegos motrices son variados y de gran ayuda en el
desarrollo psicomotriz infantil. Realiza construcciones de cubos en equilibrio y
empieza a tener cierta destreza en la coordinación visomotora jugando a apilar,
juntar, encajar, hacer rodar, mostrando además un gran interés por estas
actividades. Entre los juegos que más se realizan en estas edades
encontramos los juegos de equilibrio con la carretilla o el triciclo, juegos con
pelota, juegos de correr, juegos de patear objetos o juegos de dar volteretas.
También empieza a dibujar y pintar con un carácter claramente lúdico.

Durante los 4 y 5 años mejoran en el salto, brinco, juegan a andar por


diferentes superficies, es decir, existe una mejora en la coordinación dinámica
general o global y una mejora en el equilibrio. También empiezan a realizar
juegos organizados sencillos de pelota y juegos de habilidad corporal (mejora
en la percepción espacio-visual y la coordinación óculo-motriz y óculo-manual).
Empieza a realizar actividades en grupo, donde comienzan a desarrollarse los
juegos de imitación.

Hacia los 5 y 6 años perfecciona el encaje de las piezas y puzzles, motivándole


en un alto grado todas aquellas actividades que supongan el clavar, atornillar,
unir, montar, etc. También aparecen los primeros juegos con reglas arbitrarias
(5-7 años) como por ejemplo dar dos pasos y dar una palmada.

Como resumen se pueden agrupar los objetivos del desarrollo psicomotor en


estas edades en los siguientes dos puntos:

1. Coordinación psicomotriz:
- Motricidad gruesa (coordinación dinámica global, equilibrio, respiración,
relajación).
- Motricidad fina (coordinación oculo-manual, coordinación oculo-motriz).
- Otros aspectos motores (fuerza muscular, velocidad, control del movimiento,
reflejos, resistencia, precisión, confianza en el uso del cuerpo,...).
2. Estructuración perceptiva:
- Esquema corporal (conocimiento de las partes del cuerpo, noción de
lateralidad, noción del eje central de simetría,...).
- Percepción espacio-visual: percepción visual, partes-todo, figura-fondo,
noción de dirección, orientación y estructuración espacial; captación de
posiciones en el espacio, relaciones espaciales, topología: abiertocerrado,...).
- Percepción rítmico-temporal (percepción auditiva, ritmo, orientación y
estructuración temporal,...).
- Percepción táctil, gustativa, olfativa,...
- Organización perceptiva.

1.9 NIVELES DE DESARROLLO DEL JUEGO


Según Elkonin (1985), el argumento del juego, es decir, al reconstruir los niños
y niñas una misma esfera de actividad, el lugar central en el juego del niño lo
ocupan de hecho diversos aspectos de esa realidad. En el juego, la esfera de
actividad que se refleja es el tema o el argumento del mismo, y lo que de esta
esfera se refleja precisamente en el juego es lo que se denomina contenido del
mismo. Según esta afirmación, con un mismo argumento, los niños y niñas de
distinta edad reflejan diversos contenidos.

Según estos datos Elkonin destaca los siguientes cuatro niveles de desarrollo
del juego, los cuales respecto al análisis del proceso evolutivo del juego se
agrupan en dos fases (primera fase, que engloba el primer y segundo nivel,
entre los 3 y 5 años, donde el contenido fundamental del juego son las
acciones objetales, de orientación social, correspondientes a la lógica de las
acciones reales; y una segunda fase que engloba el tercer y cuarto nivel, entre
los 5 y 7 años, donde existes unas relaciones sociales reales entre las
personas y todo lo que hacen tiene un claro sentido social).

1.9.1 PRIMER NIVEL DE DESARROLLO DEL JUEGO


- El contenido central del juego son principalmente las acciones con
determinados objetos dirigidas al compañero de juego. Son las acciones de la
madre o la educadora dirigidas a los niños y niñas o hijos y hijas.
Lo más importante en la representación de esos papeles es dar de comer a
alguien.
- Los papeles existen en realidad, pero vienen determinados por el carácter de
las acciones, y no son ellos los que las determinan. Los papeles no son
impuestos a los niños y niñas.
- Las acciones son monótonas y constan de una serie de operaciones que se
repiten (por ejemplo, el paso de un plato a otro al dar de comer).
- El paso al segundo nivel viene caracterizado principalmente por la aparición
de indicios de ofrecer resistencia a las infracciones de la lógica operacional, es
decir, una correspondencia mayor con la lógica de las acciones protagonizadas
a la realidad de la vida, pues darán lugar a una interpretación más precisa del
papel.

1.9.2. SEGUNDO NIVEL DE DESARROLLO DEL JUEGO


- El contenido principal del juego es la acción con el objeto. Pero se pone en
primer plano la correspondencia de la acción lúdica a la acción real.
- Los papeles son denominados por los niños y niñas. Se reparten las
funciones. La representación del papel se reduce a ejecutar acciones
relacionadas con el papel dado.
- La lógica de las acciones viene determinada por la sucesión de la vida, es
decir, por la sucesión observada de la vida real.
- En este nivel existe algunas contradicciones entre los niños y niñas que se
encuentran en él, ante todo en que sobre el fondo general del juego comienza
un proceso de enriquecimiento mayor cada vez de las acciones ejecutadas por
el niño y la niña. El contenido que, en la fase anterior entraba en un papel,
ahora se divide entre dos papeles. Existe una conexión con el tercer nivel, en
cuyo contenido lúdico se van manifestando claramente ya las reglas que
reflejan sistemas de relaciones con los otros participantes en el juego que
asumen el protagonismo de tal o cual papel.

1.9.3. TERCER NIVEL DE DESARROLLO DEL JUEGO


- El contenido fundamental del juego llega a ser la interpretación del papel y la
ejecución de las acciones dimanantes de él, entre las que comienzan a
destacar las acciones transmisoras del carácter de las relaciones con los otros
participantes en el juego.
- Los papeles están bien perfilados y realzados.
- La lógica y el carácter de las acciones se determinan por el papel asumido.
- La infracción de la lógica de las acciones es protestada. Se entresaca la regla
de conducta a la que los niños y niñas supeditan sus acciones.
- La diferencia de este nivel con los demás es que las acciones objetales
constituidoras del contenido del juego pasan a segundo plano, y las funciones
sociales de las personas pasan a primer plano.
- La transición al cuarto nivel transcurre bajo el signo de una correspondencia
mayor cada vez de las relaciones lúdicas a las relaciones reales.

1.9.4. CUARTO NIVEL DE DESARROLLO DEL JUEGO


- El contenido fundamental del juego es la ejecución de acciones relacionadas
con la actitud adoptada ante otras personas cuyos papeles interpretan otros
niños y niñas.
- Los papeles están claramente perfilados y destacados. A lo largo de todo el
juego, el niño observa una línea de conducta.
- Las acciones se despliegan en orden estrictamente reconstituidos de la lógica
real. Están claramente entresacadas las reglas que el niño y la niña observa,
con invocaciones a la vida real, y las reglas existentes en ésta.
- La infracción de la lógica de las acciones y reglas se rechaza, y la renuncia a
infringirla no se motiva simplemente a la realidad existente, sino indicando
también la racionalidad de las reglas.

1.10 CONSIDERACIONES DIDÁCTICAS Y METODOLÓGICAS EN LA


PUESTA EN FUNCIONAMIENTO DE LOS JUEGOS
Algunas de las pautas, que pueden servir de sugerencia, para una planificación
y estructuración de las sesiones de juegos son las que se exponen a
continuación:

- El tiempo debe ser flexible, dependiendo del alumnado y el educador y


educadora lo debe distribuir de acuerdo con la edad de los niños y niñas, las
características del propio grupo y los propios recursos con los que se cuente.
- Cuando se tienen grupos no muy numerosos, según Garaigordobil (1990), el
modelo de rincones y aulas abiertas, en que los niños y niñas eligen libremente
el espacio de juego donde desean jugar, y se mezclan con otros niveles de
edad, es más enriquecedor, porque no coarta la libertad y arbitrariedad que
nunca debe perder el juego.

- Es de obligado cumplimiento que los integrantes del grupo de juego dediquen


un cierto tiempo al descubrimiento de ellos mismos y, a su vez, se enriquezcan
con la participación y creación de juegos espontáneos.

- Los juegos tienen que plantearse tanto en grupos grandes como en grupos
pequeños.

- Se deben compaginar actividades que requieran mucha atención y esfuerzo


intelectual con actividades de movimiento y manipulación.

- Hay que respetar los ritmos individuales y las necesidades de los niños y
niñas, necesidades fisiológicas, afectivas, de movimiento y expresión corporal,
de expresión simbólica, de relajación, de socialización, de expresión y
comunicación, de descubrimiento, de manipulación, y de creación.

- El material tiene que ser lo mas atractivo posible y, a su vez, adecuado a la


edad del participante. Cuando éste no motive lo suficiente se renovará por otro
que lo consiga.

- La participación de los niños y niñas en el diseño y montaje de los juegos es


un elemento que proporciona un gran atractivo al participante y propicia un
mayor interés por la actividad.

- Cuando los niños y niñas que participan en el juego empiezan a tener cierto
dominio sobre sí mismo y, por tanto, un cierto desarrollo madurativo (6 años
aproximadamente), se les puede empezar a consultar a través de puestas en
común, de forma básica y elemental a través de intercambio de ideas y
actividades.
- El espacio de juego tiene que posibilitar una gran experiencia al participante.
Este lugar puede ir desde un aula habitual de interior hasta la playa en el
exterior.

- Los materiales que se deben utilizar han de ser variados, incorporando tanto
materiales muy estructurados (balones, colchonetas, etc.) como materiales
poco estructurales (cartones, maderas, etc.).

- Respecto al tiempo de juego, el niño y la niña deben disponer del tiempo


suficiente para el desarrollo de su actividad lúdica y libre y, a su vez, el
educador y la educadora deben favorecer la socialización del grupo,
provocando la integración grupal, estructurando situaciones en las que los
niños y las niñas jueguen juntos (Zabalza, 1978).

- El educador y la educadora deben de adoptar una postura no directiva en el


juego libre, posibilitando la actitud creativa del participante. Esta situación
provoca que el educador se coloque en el lugar del niño y la niña,
desarrollando la capacidad de empatía, provocando una aceptación
incondicional de cómo es y permitiendo la creación de un clima permisivo
estableciendo una situación de actitud de confianza y respeto (Bruner, 1986).

Entre otras consideraciones que afectan a la organización didáctica del juego


en la etapa infantil resaltamos las que Díaz (1993) y Zapata (1989) detallan en
sus respectivas obras:

- Tener en cuenta que intervengan todos en la actividad y que haya mucho


movimiento.

- Analizar las reglas del juego.

- Exigir lo que se sea capaz de efectuar con relación al grupo.

- Contemplar dentro del juego el desarrollo de las capacidades sociales, éticas,


estéticas, en función de la actividad física.
- Intentar que los juegos representen vivencias que los hagan recordar con
agrado.

- Procurar tener en cuenta la iniciativa del niño y la niña.

- Pedir la opinión del niño y la niña sobre variantes.

- El educador y educadora ha de preparar concienzudamente la actividad


lúdica, es decir, deben de realizar una planificación anual en relación a los
objetivos que se proponen lograr, a la vez que tendrán que evaluar los
siguientes aspectos: las características del grupo de niños y niñas con los que
trabajen, las instalaciones y material disponible para el desarrollo de los juegos,
el número de clases que se podrá realizar, dentro del ciclo lectivo y la duración
de las clases.

- Crear situaciones que hagan desear realizar la actividad lúdica.

- Es conveniente que todo juego vaya precedido de una explicación y


demostración.

Todo juego tiene un inicio y parte de una rápida explicación, donde se


ejemplifican con actos concretos las leyes y situaciones del mismo, haciendo
que lo practiquen los propios niños y niñas. Posteriormente, viene el desarrollo,
lo que genera un mayor interés y alegría de los participantes, con una duración
muy elástica, en relación a diversos factores. Por último, a medida que el
entusiasmo decae, esto marca la necesidad de modificar la actividad y pasar a
otra. El educador y la educadora tienen que estar muy atentos a que la última
etapa se corte rápidamente y que los niños y niñas cuenten o se queden con el
deseo de repetir.

- De acuerdo con el desarrollo combinar las formas motoras básicas.

- Con el fin de mantener el interés procurar que cada juego tenga algo nuevo.
- Son aconsejables los juegos que presenten pequeños problemas.

- Palabras de elogio pueden ayudar a personas que tengan dificultad de


integrarse en el grupo.

- Exigir de la actividad lúdica una estructuración adecuada en base a los


medios y a la intervención de las personas.

- Procurar que todas las esencias y contenidos del juego sean presentados
proporcional y equitativamente según el grado de desarrollo de la persona.

- Siempre se debe programar un espacio para “juegos libres”, en el que el


educador y educadora observen la conducta de juego de los niños y niñas.

- Al preparar los juegos se deben tomar en cuenta: la época del año y las
condiciones climáticas, las necesidades e intereses de los niños y niñas que
conforman el grupo, la adecuación de la enseñanza al ritmo natural de
aprendizaje de los niños y niñas, dándoles la posibilidad de disfrutar del juego,
tener amplio criterio en la realización de lo programado, ser flexible, de acuerdo
a las circunstancias y en especial, al estado físico y psíquico del participante.

- El educador y educadora deben tratar de aprovechar la formación, distribución


del grupo y el uso del material, para la realización de varios juegos y para evitar
la pérdida de tiempo en compromiso motor.

- Se debe evitar al máximo la espera de turnos o los momentos para intervenir


activamente, es mejor que jueguen cuatro grupos, a que dos estén esperando
para intervenir en el torneo relámpago.

- La situación del educador y la educadora en el espacio del juego es aquella


en la que abarque a todos los participantes con la vista, y pueda acudir a ellos
rápidamente.
- Se debe estimular, de forma prioritaria, a aquellos niños y niñas más tímidos;
a los que se inhiben fácilmente, a los que tengan menos coordinación y que
sean poco diestros.

- Se debe estimular y apoyar a los perdedores, enseñándole que lo importante


es jugar, no ganar o perder.

- El juego limpio será la norma moral y de justicia que debe preponderar el


educador y educadora en los juegos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
BIBLIOGRAFÍAS:
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http://www.minedu.gob.pe/dinfocad/modernización/Unidad04.p
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Juego, recreación y aprendizaje

2. Autor: Sarlé, Patricia Mónica /Título: Juego y aprendizaje


escolar: los rasgos del juego en la educación infantil
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Educativas, 2001http://www.scribd.com/doc/16596941/Tesis-
Yugcha

3. Sarlé patricia Mónica 2001, "Juego y aprendizaje escolar",


Buenos aires; México D.F.
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4. . Coral colonia Luis a., "teorías del aprendizaje" Perú,


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http://www.scribd.com/doc/16596941/Tesis- Yugcha
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http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/17543/2/carmen
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http://www.csicsif.es/andalucia/modules/mod
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