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LA OBESIDAD: Enfermedad globalizada

Chuco Leon, Soledad


Marcelo Barrera, Eliana
Universidad Peruana Los Andes

Introducción

Actualmente hablar de obesidad va más allá de las preocupaciones de como se ve la imagen


corporal y estética de cada persona, esta representa un problema serio de salud pública por
razones dadas como: las personas afectadas de obesidad presentan limitaciones en sus
capacidades biológicas, psicológicas y sociales, tienen una expectativa de vida menor que la de
las personas con peso adecuado. Por otro lado es preocupante que la conciencia humana
mundial sea tan limitada con respecto a la salud ya que ya la obesidad sirve como un canal para
desarrollar otras patologías e inclusivamente afecta a la autoestima de quienes la padecen. De
manera sencilla abordaremos este tema con la siguiente sistematización: ¿Qué es la obesidad?
¿Cuáles son las causas? ¿Por qué se presenta en los niños y sus consecuencias? y por
supuesto ¿Qué alimentos se debe consumir para evitar el riesgo de desarrollar obesidad?

Desarrollo
La obesidad es una enfermedad crónica caracterizada por la acumulación excesiva de grasa en
el cuerpo, en un grado mayor que provoca alteraciones en la salud. En tanto que supone mayor
peso según la edad, el sexo y la relación peso-talla; se la encasilla clínicamente como una
enfermedad metabólica que conduce a una excesiva acumulación de energía en forma de grasa
corporal. (Sunyer, p. 2000). Se debe saber diferenciar del sobrepeso, pues este significa pesar
demasiado, ya que el peso puede ser resultado de la edad, masa muscular, los huesos, la grasa
y/o el agua en el cuerpo.
Respecto a la nutrición pediátrica, Moreno, A. (2012) cita a Tojo, R. (2011) que la obesidad está
asociada a 300 mil muertes por año. Aproximadamente un 80 por ciento de los adolescentes
obesos lo seguirán siendo durante el resto de su vida, menos del cinco por ciento de los adultos
que pierden peso son capaces de mantenerse en su peso ideal durante cinco años después del
tratamiento y seis por ciento recupera el peso perdido en los primeros seis a doce meses.

Existen múltiples causas que están asociadas a esta patología pueden ser las siguientes: La
genética, el neuroendocrino lógico, vida sedentaria, la mala nutrición, uso de medicamentos,
depresión, estrés y consumo de alcohol y tabaco. Los genes de los padres determinan la
cantidad de masa corporal vinculado con las células adiposas. En la segunda causa se
encuentran los síndromes como el hipercortisolismo (aumento de la hormona cortisol) y
anomalías - tumores en las glándulas suprarrenales, el factor más común es llevar una vida
sedentaria sin ejercicios físicos en las personas esto complementado con la mala nutrición
alimenticia que provoca un desorden alimenticio por el excesivo consumo de comida con grasas
saturadas y dañinas dejando a un lado la comida sana ( verduras, frutas) así mismo el uso de
medicamentos por ejemplo: los antidepresivos, anticonceptivos que tienen la propiedad de alterar
las hormonas, una persona puede adquirir la enfermedad por depresión y estrés debido a que
no puede controlar sus impulsos sobre su alimentación por último el consumo de alcohol y
tabaco de manera exagerada causando ciertas adicciones y ya que su supresión de nicotina y
otra sustancias provocara que la grasa corporal aumente y se origine la obesidad.
El problema de riesgo que cada día aumenta se evidencia con mayor porcentaje en los niños
inclusivamente desde los primeros años de vida, hablamos de la obesidad infantil que
actualmente se presenta más en los países desarrollados en primer lugar se da por el mal
ejemplo de los hábitos alimenticos y descuido de los padres ya que estos no tienen el tiempo
adecuado para brindar un modelo de alimentación hacia sus hijos porque son los padres los que
consumen comidas procesadas, refinadas y desnaturalizados que influencian a sus hijos a llevar
una alimentación dañina que con el paso de los años traerá consigo consecuencias irreversibles
como: el desarrollo de malformaciones, desarrollo físico y por consiguiente enfermedades
culminantes, el desarrollo de malformaciones se refiere: Los huesos Faciales no se desarrollan
adecuadamente y como la mala alimentación impide que el niño alcance su estatura normal, el
esqueleto deformado le da una apariencia simiesca irreversible. (Hanson, 1982).
Por las mismas razones el niño puede experimentar deformaciones en la frente, de las
mandíbulas, de los dientes, del mentón y del pecho.
Sumándose a todas estas malformaciones, la obesidad crea enfermedades muy peligrosas que
pueden llegar a concluir con la muerte como son:
Alteraciones Cardiovasculares: Favorece al desarrollo de hipertensión arterial
Alteraciones Pulmonares: Aumenta el trabajo ventilatorio por lo que se tiene problemas al dormir
(apneas de sueño).
Alteraciones Endocrinas: Altera el metabolismo, favoreciendo el desarrollo de Diabetes insulina
independiente, favorece la aparición de acné, inician su pubertad a edades tempranas y el
proceso puberal tiene menor duración. (González, 2004).
A todos estos trastornos físicos hay que sumarles los problemas psicológicos provocados por la
discriminación social y las dificultades para relacionarse e interactuar con los demás que sufre
una persona cuya imagen corporal desborda los límites de la silueta saludable (perfecta).
Además en la infancia el problema puede ser aún mayor por la angustia que provoca en el niño
o niña la cruel discriminación de los compañeros del colegio y amigos de su entorno.

Parafraseando a Hipócrates quien decía “Permite que el alimento sea tu medicina”, podríamos
decir que una buena nutrición balanceada constituye una primera línea de defensa contra las
enfermedades y sirve de principal medio para alcanzar salud.
Una alternativa son los cereales integrales aquellos que han sido menos procesados, por lo cual
contienen más fibra y nutrientes, los tubérculos se destacan las papas, yuca, zanahoria blanca,
camote, oca. La gran variedad de frutas: aguacate, chirimoya, durazno, guaba, guayaba, guineo
(plátano de seda), limón, manzana, mandarina, mango, melón, maracuyá, naranja, naranjilla,
papaya, piña, pera, sandía, uva. También agregando verduras y hortalizas cabe citar: acelga,
apio, brócoli, cebolla, col, coliflor, culantro, espinaca, nabo, lechuga, palmito, pepinillo, perejil,
pimiento, vainita, zanahoria, zapallo y complementando la dieta balanceada con pescados,
mariscos, lácteos y sus derivados; todos estos presentan nutrientes que son sustancias
contenidas en los alimentos que se incorporan al organismo para garantizar el crecimiento, la
renovación o la reparación de las células y tejidos del cuerpo y para asegurar la provisión de
energía necesaria para mantener una vida sana y productiva.
Los macronutrientes al ser ingeridos con los alimentos son digeridos, absorbidos y
metabolizados, fraccionándose en moléculas muy pequeñas que son utilizadas por las células
de cuerpo en procesos que generan energía la cual es consumida para garantizar la vida, es
decir, para mantener latiendo al corazón, hacer circular la sangre, respirar, permitir que funcione
el cerebro, los intestinos, la vejiga urinaria; para ver y oír; comer y beber; jugar y trabajar; reír y
llorar, etc.
Conclusión

La obesidad es más que un problema estético, su presencia conlleva serios riesgos para la salud
de los que la padecen por el excesivo incremento de grasa corporal por causas mencionadas
anteriormente la cual es la más importante, llevar una vida inactiva y mala nutrición. Algunos
padres piensan que la obesidad no es una enfermedad y que no hay que tratarla cuanto antes y
es importante hablarlo con los hijos porque es más frecuente que sufra un niño obeso que un
mayor porque necesita protección y contención de parte de las personas que lo rodean y como
padre ser su ejemplo para que adopten un hábito alimenticio adecuado y sano consumiendo
alimentos bajos en grasas sino por el contrario aquellos que contengan fibra proteínas.
Cada uno de nosotros debe concientizarse sobre lo importante que es prevenir la obesidad tanto
en los niños como en los adultos para que puedan desempeñarse con sus capacidades físicas y
mentales adecuadamente así tendrán mejor calidad de vida y el tiempo de vida se prolongara.

Referencias bibliográficas

1. La Sociedad Ecuatoriana de Ciencias de la Alimentación y Nutrición (SECIAN)


& La Organización Panamericana de la Salud (OPS). (2007). La obesidad.
Ecuador: Autor.

2. Montignac, M. (2008). Prevenir y combatir la obesidad en el niño. México: H.


Blume.

3. DÍaz, S. (2011). La Obesidad: la epidemia del siglo XXI. Buenos Aires:

4. Anónimo. (2012). La obesidad y el cerebro. EL nuevo día. (p. 117).


Recuperado de
http://www.bibliocatalogo.buap.mx:2439/pressdisplay/es/viewer.aspx

5. ANAVIP. (1993, mayo).ejercicio, alimentación y salud. Conferencia Magistral: I


jornada Nacional de Nutrición y Salud.

Ciudad Universitaria de
Huancayo, mayo 23 de 2016

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