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“Análisis Económico del Derecho”

DOCENTE:
Vicuña Honores, Giovani

ALUMNA:
Villanueva Rodríguez, María del Carmen

CICLO:
IV

TEMA:
"La Eficiencia Económica de las Instituciones Jurídicas"

TURNO:
Viernes (7:00 – 8:30pm)

TRUJILLO – PERÚ
2015
DEDICATORIA

A mis queridos padres quienes desde la


infancia me forjaron una personalidad y
futuro con gran cariño; por ser ellos mi apoyo
constante en la realización de mis metas y
proyectos

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INDICE

I. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………4

II. ANALISIS ECONÓMICO DEL DERECHO………………………….. 5

2.1. La escuela de Yale………………………………………………... 5

2.2. La escuela de Chicago………………………………………..…... 5

III. LA VERSION CRITICA DEL ANALISIS ECONOMICO………....... 6

IV. EFICIENCIA ECONÓMICA DE LAS INSTITUCIONES

JURÍDICAS……………………………………………………………….. 7

V. SISTEMAS ECONÓMICOS…………………………………………….. 8

VI. LA ESTRUCTURA EN EL SISTEMA ECONÓMICO……………..... 10

VII. INSTITUCIONES Y LA CONDUCTA HUMANA…………………..... 12

VIII. RECOMPOSICIÓN DE LAS INSTITUCIONES……………………… 15

IX. CONCLUSIONES…………………………………………………….….. 18

X. ANEXOS……………………………………………………….………….. 19

XI. BIBLIOGRAFIA………………………………………………………….. 20

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I. INTRODUCCIÓN

Cuando en los medios de comunicación masiva, como así también en las publicaciones
científicas, se encara la problemática de las instituciones en la economía, se señala la
necesidad de su más eficaz funcionamiento. Consecuente con este planteamiento, en el
presente trabajo nos proponemos efectuar un acercamiento a la problemática institucional
desde el punto de vista del derecho y de la economía.
No es una novedad analizar la relación entre el derecho y la economía, sobre la que no
existe una visión uniforme, apareciendo en primer lugar dos enfoques, el del economista y el
del jurista, que pueden adoptar posiciones extremas; el primero coloca el foco de su
investigación en la economía y otorga sólo un papel subalterno al derecho, en tanto que el
jurista le otorga el papel principal.
Desde que la noción de Derecho Económico existe, es objeto de acaloradas discusiones,
generando intranquilidad en el campo científico. Pero ha tenido también el efecto de
despertar intereses e inducir al dinamismo que fortaleció la dicotomía de derecho y economía.
Enfoque que podemos decir que se mantiene actualmente en el planteamiento de las distintas
corrientes de la Nueva Economía Institucional.
Para el tratamiento del tema, comenzaremos con el análisis del sistema económico y de
las normas que surgen de su estructura jurídica.
Ningún sistema económico puede concebirse sin una estructura jurídica dada y es
necesario analizar la posibilidad de adaptación de las instituciones jurídicas al sistema
económico para lograr una mayor eficacia en la evolución de la economía.
Por lo tanto, se efectuará el tratamiento del sistema económico, las estructuras en el
mismo, las instituciones, el derecho económico, sus ramas y la Nueva Economía
Institucional.
En cuanto a los problemas metodológicos y dificultades que se presentan, serán
mencionados para concluir resaltando la importancia de las instituciones jurídicas en la
economía.

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II. ANALISIS ECONÓMICO DEL DERECHO
El análisis económico del Derecho nace en Estados Unidos, y se presenta dentro del
intento de llevar a cabo un estudio interdisciplinar del Derecho, que termine con la
consideración autónoma del ámbito jurídico. Para conseguirlo, se trataría de revisar la
eficiencia económica de todas las instituciones jurídicas, entendiendo por eficiencia la
rentabilidad económica del sistema.
Esto implica que junto a la idea de la justicia como finalidad del ordenamiento
jurídico, hay que incluir también la referencia a la eficiencia, o si se prefiere a la
rentabilidad económica de las instituciones jurídicas.

El trabajo de reinterpretación se lleva a cabo en dos escuelas, que son las significativas:

2.1.La escuela de Yale: liderada por Guido Calabresi, que se conoce como una escuela
liberal-reformista, en la medida en que es mucho más moderada en sus
planteamientos.
Entiende esta escuela que el análisis económico es sólo uno más de los modos de
estudiar el Derecho, pero no el único. Y dentro del estudio económico, la versión
escogida es la capitalista. Sin embargo, es un capitalismo moderado, que aceptaría la
intervención del Estado en casos como los monopolios.

2.2.La escuela de Chicago: liderada por Posner, es considerada como la escuela radical.
Entienden que el análisis económico es el único modo de analizar el Derecho, de
manera que la eficiencia y las consecuencias económicas de las instituciones tienen a
veces prioridad incluso respecto a la misma idea de justicia. El capitalismo de Chicago
es también más radical, puesto que no se acepta ninguna intervención estatal.
Además, habría que mencionar a los neoinstitucionales, pero una explicación más
detallada del análisis económico nos llevaría demasiado lejos. Basta que señalar aquí
que este movimiento se ha extendido a través de diferentes causes:
o A través del mundo académico, al haber incorporado a los planes de estudio
de algunas Universidades americanas, el estudio del análisis económico,
creando centros de investigación dedicados a ello.

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o A través del trabajo teórico, introduciendo un vocabulario y una temática
especifica en el dialogo con los juristas, que se extiende a todas las ramas del
Derecho.
o A través del trabajo práctico, en los tribunales, teniendo en cuenta que
muchos de los teóricos del movimiento han sido nombrado jueces, aplicando
en los casos los argumentos de análisis económico.
La sistemática elegida abarca como se ha dicho todos los campos del Derecho y tiene
su origen en los siguientes términos: en primer lugar, es necesaria una distribución inicial de
los recursos, y ello se haría materia del Derecho de cosas. Esta distribución de derechos
requiere la posibilidad de que sean readscritos a otros que se consideren más valiosos, y por
ello sería necesaria la libertad de mercado, siendo esta materia propia del Derecho
contractual. Por ultimo son también necesarias las reglas que simulen las operaciones de
mercado, y ello es materia del Derecho de responsabilidad civil. Además, estos tres aspectos
exigen un sistema de remedios legales con los que se puedan solucionar los posibles daños a
los derechos subjetivos: seria la materia propia del Derecho Procesal. Así, la propiedad, los
contratos y la responsabilidad civil perfilan la oferta de un análisis económico del derecho,
que es la propuesta más genuina del Derecho privado del capitalismo.

III. LA VERSION CRITICA DEL ANALISIS ECONOMICO


Además de las consecuencias detalladas que haya que analizar, se podría decir que
la crítica hay que hacerla a la totalidad.
El análisis económico se articula sobre el individualismo metodológico, que sitúa las
preferencias individuales por encima de cualquier otro criterio. Esto significa que bajo la
defensa de la libertad propia del sistema capitalista quedan al margen las referencias a
cualquier modo de solidaridad, como se ha confirmado en la práctica de las sociedades que
han optado por este sistema.
Junto a ello, la primacía de la eficiencia lleva a estudiar las instituciones jurídicas en
función de sus resultados. Y esto significa la sustitución del sistema de responsabilidad por
culpa por un sistema de responsabilidad objetiva, que domina las doctrinas finalistas, y que
conlleva importantes consecuencias en el sector del Derecho Penal.

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Como consecuencia, los bienes pierden su clasificación tradicional entre primarios y
secundarios; y no es posible diferenciar entre bienes alienables e inalienables, puesto que los
bienes son calificados por su valor, que vendrá determinado por el precio.
En la misma línea, desaparece la relación entre intención y voluntad, siendo la
responsabilidad de tipo objetivo, y consecuentemente tomando la acción y el resultado final
como barómetro para verificarla.
En definitiva, habría que señalar que el análisis económico ha solucionado algunos
problemas de responsabilidad civil. Pero se ha pretendido extender su actuación a otros
sectores del derecho, globalizando sus afirmaciones. Y quizá se olvida que si la eficiencia
sustituye a la justicia, y ésta deja de ser la finalidad de todo el sistema jurídico, este pasa a
convertirse en un mecanismo de economía de mercado, donde más que adjudicar a cada uno
lo suyo, se sitúa a la persona dentro de los parámetros del mercado, y por tanto en los esquema
arbitrarios de las preferencias individuales.

IV. EFICIENCIA ECONÓMICA DE LAS INSTITUCIONES JURÍDICAS


Primero debemos diferenciar las instituciones jurídicas de las instituciones legales, siendo
las primeras las que se encuentran consagradas en el derecho o en las diferentes fuentes del
mismo, y las segundas las que se encuentran consagradas sólo en el derecho positivo o
legislación.
El derecho abarca a todas las fuentes del derecho, mientras que el derecho positivo abarca
sólo a la ley o legislación.
El derecho positivo que existe sobre todo en la familia jurídica romano germánica al cual
pertenece el sistema jurídico peruano consagra diferentes instituciones jurídicas, como los
contratos o derechos personales, garantías, obligaciones, derechos reales, títulos valores,
medidas cautelares y personas jurídicas, entre otras. Las cuales se encuentran siendo
estudiadas por todas las fuentes del derecho. Por lo cual al momento de estudiar y aplicar
derecho no se debe tener en cuenta sólo el derecho positivo o legislación, sino también otras
fuentes del derecho.
En todos los estados se aplican instituciones jurídicas, sin importar que un estado se
encuentre más o menos desarrollado que otro, sin embargo, es claro que en todos los estados

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no se aplican las mismas instituciones jurídicas.
El derecho busca instituciones jurídicas eficientes, y en caso de encontrar algunas que no
lo son deben ser eliminadas o sustituidas del mismo, a fin de evitar que se atente contra el
mercado.
Los agentes económicos sólo hacen uso de las instituciones jurídicas eficientes, por lo
cual, el anticresis tiene poco campo de aplicación en comparación con la hipoteca.
Es decir, por más que se consagre legislativamente una institución jurídica puede el
mercado eliminarla por ineficiente.

V. SISTEMAS ECONÓMICOS
Entendemos por sistema económico al conjunto de estructuras (de factores, instituciones
y normas), es decir partes constitutivas y esenciales, vinculadas entre sí por reglas o leyes y
que se encuentran organizadas para satisfacer necesidades de los hombres a través de la
utilización de los medios y recursos disponibles.
Desagregando los elementos del sistema económico podemos recordar los que constituían
la definición de Sombart que comenzaba por el espíritu, quien consideraba que constituía el
conjunto de motivos predominantes en la actividad económica.
A esto agregaba la forma, es decir los elementos sociales, jurídicos e institucionales que
definen el marco de la actividad económica y condicionan las relaciones entre sujetos
económicos. Al respecto se puede citar, a manera de ejemplo, el régimen de propiedad, las
condiciones de trabajo y la conducta del Estado.
Señalaba también los procedimientos de mediación, en base a los cuales se obtienen y
transforman los bienes.
Caracterizaba como elementos del sistema económico a los recursos naturales, la
población, las empresas, el gobierno, que actúan dentro de un proceso al que deben agregarse
las instituciones.
Zalduendo, en la obra citada, señala que el sistema económico es equivalente a la
"economía realidad" y que ésta, en distintas épocas y lugares se presenta en forma diferente.
Con la salvedad expuesta precedentemente, corresponde además señalar que los sistemas
económicos nunca se dan en la realidad económica en forma pura y que en cada uno de ellos

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las organizaciones jurídicas presentan notas distintivas.

Así también podemos decir que los sistemas económicos son arreglos históricamente
constituidos, a partir de los cuales los agentes económicos emplean recursos e interactúan
por vía de la producción, la distribución y el uso de los productos generados dentro de
mecanismos institucionales de control y disciplina. Dichos mecanismos involucran desde el
empleo de los factores productivos hasta las formas de actuación, las funciones y los límites
de cada uno de los agentes.

Ningún sistema económico es posible sin que un conjunto de normas jurídicas defina los
deberes y las obligaciones de quienes poseen los recursos y las unidades económicas que los
emplearán.

Otra forma de plantearlo, coincidente con las anteriores, es a través del análisis del proceso
productivo en escala macroeconómica en el que existen dos cuestiones claves, la eficiencia
productiva y la eficacia de distribución, a las que se agregan otras dos que son la justicia
distributiva y el sistema institucional, que se compone de instituciones jurídicas, políticas y
sociales.

El sistema institucional está dado por la definición de reglas de convivencia política,


económica y social, que procuran la satisfacción de los objetivos generales de eficiencia,
eficacia y justicia.

Estas cuatro cuestiones están muy interrelacionadas y si bien pueden llegar a obtenerse
las tres primeras, si falla la cuarta, la cuestión institucional, tarde o temprano se interrumpirá
el buen desempeño de las demás.

Utilizando una analogía podemos decir que cuando observamos un paisaje nos podemos
encontrar con una zona de montaña, una planicie u otra conformación geográfica en la que a
su vez existen bosques de pinos, arrayanes, eucaliptos; esto en una primera visión.

Pero en un segundo enfoque, si acercamos nuestra base de observación veremos que en la


conformación del bosque existe una especie arbórea predominante, sin perjuicio de que se
den otras en forma concomitante.

Pues lo mismo ocurre con los sistemas económicos en los que el economista o geógrafo
en su caso, descubren distintas conformaciones y proporciones de elementos componentes,

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que conforman el sistema económico o el bosque.

Dentro de los sistemas económicos encontramos como elemento constitutivo a las


instituciones sobre las que podemos decir, siguiendo a Douglas North, que para poder evaluar
el por qué de la situación de un país es necesario explicar los marcos institucionales que
aparecen como estructuras de encuadre.

VI. LA ESTRUCTURA EN EL SISTEMA ECONÓMICO

El concepto de estructura no es demasiado preciso y tiene varios sentidos, utilizándose


además, en diversas disciplinas.

Así se da en la física, la biología, en el derecho, en la economía, y también en el individuo


que tiene una estructura general de comportamiento expresado por medio de constantes, que
abarcan sus afectos y hasta la presión sanguínea.

Entrando en la estructura del sistema económico, vemos que los elementos que lo
componen tendrán una determinada importancia o proporción entre sí.

A ello deben agregarse las relaciones que se establecen entre los elementos constitutivos
de la unidad y de ésta con otras.

Como ya señaláramos, además de las estructuras económicas propiamente dichas existen


las de encuadre, que constituyen el marco de la actividad económica, como ser las
demográficas, sociales e institucionales.

Estas estructuras institucionales, si bien su estudio corresponde a los diversos


especialistas, el economista no puede menos que tenerlo en cuenta.

Para el tratamiento de las estructuras jurídicas en el sistema económico, debemos señalar


que "entre derecho y economía ha existido siempre una relación de mutua dependencia",
adquiriendo ésta un valor fundamental cuando tratamos los sistemas económicos en Derecho
Económico.

Podemos señalar que en la búsqueda de un concepto de Derecho Económico vemos que


"cada sistema económico tiene su propio derecho económico", el que se presenta como un

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conjunto de normas jurídicas relacionadas entre sí, en función de la estructura del sistema
económico y de la conexión y relaciones de dependencia entre los distintos sectores del
sistema.

Señalando que la mayoría de las instituciones jurídico-económicas son comunes a los


distintos sistemas económicos, y que éstos a su vez condicionan tanto la estructura del
conjunto institucional como la función de cada una de las instituciones.

Agregando que toda evolución o cambio de un principio o de un instituto económico


repercute en el correspondiente principio o institución jurídica.

Según esta corriente doctrinaria sobre el derecho económico, éste sólo puede tener sentido
si es instrumento de conocimiento y de valoración de la incidencia de las instituciones
jurídicas, en materia económica.

Las instituciones jurídicas no pierden el carácter de categoría lógica formal, en beneficio


de la consideración de institutos de la vida económica que efectúan; a su vez, son expresión
de las instituciones económicas o instrumentos técnicos al servicio de la economía.

Esta interrelación entre pensamiento económico y pensamiento jurídico permite señalar,


como ya lo hiciéramos anteriormente, que toda evolución o todo cambio de un principio o de
un instituto económico repercute en el correspondiente principio o institución jurídica,
resaltándose además, el sustrato económico de las instituciones jurídicas.

Como se ha puesto de manifiesto en el desarrollo del presente análisis, cuando nos


ocupamos de las instituciones jurídicas aparece una corriente doctrinaria denominada
Derecho Económico, acerca de la cual existen posiciones encontradas en cuanto a su
denominación, contenido y método, como así también si la misma constituye una rama más
al lado de las tradicionales del derecho, o si es una metodología de análisis de las cuestiones
económicas.

Por otro lado, son de antigua data los análisis con respecto a si el Derecho Económico
constituía una rama más en la sistemática tradicional del derecho, o un análisis metodológico
interdisciplinario. El tema se ha tratado recientemente con motivo de llevarse a cabo el
"Proyecto de Digesto Jurídico Argentino", en el que se lo incluía entre otras ramas del
derecho como ser, Comercial, Monetario, Bancario y Financiero.

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Además, el aditamento de económico a las divisiones tradicionales del derecho como
público, privado y penal son frecuentes.

Citaremos asimismo, en este trabajo, a diversos autores que se ocupan de las instituciones
jurídicas y que se pueden encuadrar dentro de la Nueva Economía Institucional, sobre la cual
existen también diversos enfoques.

Así, Saiegh y Tommasi sostienen "que a pesar de que el estudio interdisciplinario de la


política y de la economía tiene magra trayectoria, la particular mezcla que constituye el sello
identificatorio de la moderna economía política (o institucional) es fruto de un desarrollo
relativamente reciente".

En la Nueva Economía Institucional son diversas y variadas las posiciones de los autores
sobre el análisis de las instituciones desde el punto del derecho y la economía.

En la Nueva Economía Institucional existen corrientes que se ocupan de resaltar el


sustrato de las instituciones jurídicas o que propugnan un análisis económico del derecho.

VII. INSTITUCIONES Y LA CONDUCTA HUMANA

Las instituciones son las reglas de juego de una sociedad que se plasman en
reglamentaciones creadas por el hombre, que inciden y llegan a determinar el proceso de la
actividad económica y que se presentan en forma intrincada como planes y decisiones que
afectan la actividad de los diversos sujetos económicos.

A continuación, daremos algunos conceptos de instituciones que nos permitirán ubicar el


enfoque dentro de la llamada Nueva Economía institucional, cuyo mensaje central es "las
instituciones importan".

Así, Dagnino Pastore dice que "las instituciones pueden verse como "conjuntos de
normas".

Esto agrega nuevas dimensiones al análisis económico que lo enlazan con otras disciplinas
sociales, ya que no se trata solamente de estudiar cómo los agentes económicos toman sus
decisiones dentro de un marco de normas establecidos, sino de estudiar positivamente cómo
se establecen dichas normas, y normativamente, cuáles convendrían elegir.

Zalduendo entiende por instituciones a las pautas estables de relaciones que ligan a los
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participantes entre sí o las que regulan los diferentes procesos sociales.

En suma, las instituciones son formas de hacer las cosas, modos de discutir, tomar
decisiones, modalidades para administrar recursos, que se encuentran expresadas en
tradiciones seculares o que se han manifestado en leyes o contratos, o que han sido aceptadas
por la costumbre; en todo caso, se respetan como normas para las actividades de una
comunidad.

Revitalizándose el papel de los incentivos institucionales y del modo en que las


instituciones restringen los comportamientos individuales, podemos considerar tales a las
disposiciones constitucionales, los derechos de propiedad, las formas organizativas de las
actividades económicas y políticas que establecen aquello que se prohíbe hacer a las personas
y/o las condiciones en que a algunas de ellas se les permite hacerse cargo de ciertas
actividades.

El premio Nobel de economía Douglas North sostiene, cuando explica el desarrollo del
mundo occidental, que si una sociedad no crece es porque no existen incentivos para la
iniciativa económica.

Los individuos necesitan incentivos para emprender las actividades socialmente


deseables, para lo cual se debe dar una organización económica eficaz que implica un marco
institucional y una estructura de propiedad capaz de canalizar los esfuerzos económicos
individuales hacia un beneficio que redunde en toda la comunidad.

Para ello deben encaminarse los esfuerzos económicos individuales hacia actividades que
supongan una tasa social de beneficios positiva.

La hipótesis de investigación de que el crecimiento económico no tendrá lugar si no existe


una organización económica eficaz, constituye un desafío para analizar y ver su posible
aplicación a la realidad de nuestro país e intentar realizar los cambios jurídicos e
institucionales, canalizando las actividades individuales hacia aquéllas que den una tasa
social de beneficios positiva. Posteriormente, el premio Nobel se ocupó más especialmente
de las instituciones, efectuando un más elaborado esbozo de la teoría de su cambio y el
desempeño económico, siendo ésta fundamental para los economistas, los historiadores de la
economía y otros investigadores sociales, entre los que podemos contar a los profesionales
del derecho y de la ciencia política.

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Las instituciones jurídicas afectan el desempeño de la economía que se da en forma
diferencial a lo largo del tiempo; consecuentemente, la evolución económica está
íntegramente ligada con el devenir de las instituciones.

North se ocupa, en la última de las obras citadas, de las instituciones económicas y


políticas y cómo es que éstas cambian. Señala que la tensión central recae en el problema de
la colaboración humana, específicamente en aquéllas que facilitan a las economías captar las
ganancias y el comercio. Y agrega que este análisis permite explicar tanto la declinación
económica como sus éxitos.

Distingue entre instituciones y organismos, lo que constituye un aporte para lograr en esta
materia una mayor precisión terminológica que debe darse tanto en el derecho como en la
economía. Al respecto Olivera, citando a Bielsa, dice: "Si hay una disciplina en la cual
conviene emplear la palabra adecuada o propia, ella es el derecho. Tanto en el orden
legislativo como en el judicial -y no digamos en el administrativo- esta precaución es
indispensable, aunque sólo sea para evitar la confusión o duda, y como consecuencia,
controversias y discusiones". Bielsa rechaza el uso de sinónimos.

Considera que las instituciones son las reglas de juego en una sociedad o, más
formalmente, son las limitaciones ideadas por el hombre que dan forma a la interacción
humana, mientras que los organismos son grupos de individuos enlazados por alguna
identidad común hacia ciertos objetivos.

"Las instituciones son una creación humana. Evolucionan y son alteradas por los
humanos; por consiguiente, nuestra teoría debe empezar con el individuo", por lo que se
requiere una reflexión desde el punto de vista de la conducta del operador económico. Si bien
el sujeto económico no coincide siempre con el concepto de persona física, esto se produce
generalmente de hecho, y el proceso de la actividad económica aparece como una red de
planes y decisiones que expresan la actividad de los distintos sujetos económicos.

Los organismos incluyen cuerpos políticos: partidos políticos, el Senado, cuerpos


económicos: empresas, sindicatos, familias, cooperativas, cuerpos sociales: iglesias, clubes,
asociaciones deportivas y organismos educativos: escuelas, universidades.

Las instituciones, con las limitaciones que establecen sobre lo que pueden hacer los
individuos, como así también las condiciones que se requieren para hacerse cargo de ciertas

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actividades, son las reglas, siendo tanto las limitaciones formales -por ejemplo, las normas
dictadas- como las limitaciones informales -como son los acuerdos o código de conducta, los
que generalmente no son escritos y subyacen y complementan las reglas formales-.

North dice que una parte esencial del funcionamiento de las instituciones es lo costoso
que resulta conocer las violaciones y aplicar el castigo; establece una analogía con los
deportes competitivos de equipos, como puede ser el fútbol, el rugby, el básquet, el hockey,
etc., debiéndose diferenciar con claridad cuáles son las reglas y los jugadores.

Las reglas (instituciones) son las pautas a las que deberán ajustarse las partes y que pueden
ser, como ya se dijo, formales dadas por disposiciones, o informales debidas a la evolución
de la práctica a lo largo del tiempo.

De la interacción entre instituciones y organismos resulta que se pueda lograr ganar el


juego o lograr un eficiente desempeño económico, según el caso. Si bien ésta es en esencia
la analogía desarrollada por el autor, podríamos llegar a preguntarnos qué es lo que ocurre
con el público asistente a los espectáculos deportivos, la seguridad en el estadio o los
sponsors y dirigentes de los clubes.

VIII. RECOMPOSICIÓN DE LAS INSTITUCIONES

La misión esencial de las instituciones es la de dar límites justos a las pretensiones y al


accionar de los distintos grupos y su reconstrucción, la que sólo es posible si se genera una
estrategia que incluye a todos los sectores de la vida económica, en aras del interés general.

Pero debemos tener presente que ningún esquema institucional puede contener por sí solo
la falta de confianza de la sociedad, ya que la economía está constituida esencialmente por
vínculos de confianza.

Sostiene Arriazu que "La actividad económica de cualquier país esta condicionada por el
conjunto de instituciones y valores que la rigen "Mercados libres, propiedad privada de los
medios de producción, justicia independiente del poder político, democracia representativa,
residiendo su importancia en que proveen un nivel mínimo de certidumbre a partir de la cual
la actividad económica, inherentemente riesgosa, puede desarrollarse.

Agrega también, con respecto a las instituciones jurídicas, que "un programa sustentable
debería tomar como precondición la existencia de un sistema judicial independiente, que

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aplique las leyes y demás regulaciones en forma imparcial y asegure una pronta y justa
solución de conflictos.

Así, existe bastante material de análisis que identifica a los factores empíricos claves que
explican mejor el crecimiento de los distintos países del mundo. Los países en los cuales un
sistema judicial independiente hace cumplir los contratos de manera justa y dentro de la ley,
tienden a mostrar mejores indicadores que aquéllos donde el gobierno está al margen de la
ley, es corrupto o actúa de forma depredatoria con los inversionistas privados.

Es sabido que el grado de conocimiento es imperfecto, partiendo del hecho de que los
operadores económicos se diferencian unos de los otros por los distintos "horizontes
económicos", por lo que resulta de fundamental importancia la información, ya que su falta
deriva en incertidumbre.

El conocimiento del operador económico es imperfecto y puede derivar en un error de


apreciación de la circunstancia que va a encarar o en la incertidumbre de lo que va a ocurrir.

Dice North que la función principal en la sociedad de las instituciones es reducir la


incertidumbre, estableciendo una estructura estable (no necesariamente eficiente) de
interacción humana.

En la actual situación económica nos encontramos con un alto grado de incertidumbre que
afecta a todos los planes de los operadores económicos en forma negativa y paralizante; por
ello, deben fortalecerse las instituciones, estableciéndose una estructura estable, lo que no
significa que no puedan cambiar dentro de una dinámica previsible.

Olivera señala que como todo fenómeno temporal, el crecimiento está constituido por
estímulos y respuestas, pero las respuestas no están determinadas inequívocamente por los
estímulos, ya que la capacidad de respuesta resulta de circunstancias distintas, según el marco
institucional del proceso económico.

Ya que si bien el cambio institucional es un proceso complicado, no por ello es imposible


de lograr, siempre y cuando se comprenda que, aunque las reglas formales pueden cambiarse
abruptamente como resultado de decisiones políticas, legislativas o judiciales, existen
además costumbres, tradiciones y códigos de conducta en la sociedad que si no son tomados
en cuenta, van a resistir a la imposición de esas políticas.

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Existen factores subyacentes del crecimiento económico que no son explicados por los
modelos económicos, cuando la política y las instituciones no se toman en cuenta.

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IX. CONCLUSIONES

o La eficiencia es un componente de la idea de justicia pero no es el único, ya


que los derechos y los objetivos colectivos ocupan un lugar sumamente
importante.

o La eficiencia es un componente de la idea de justicia pero no es el único, ya


que los derechos y los objetivos colectivos ocupan un lugar sumamente
importante.

o Por todo ello es necesario un proceso sostenido de restablecimiento institucional con


un diálogo interdisciplinario constructivo.

o En el mundo real, las decisiones económicas dependen en gran medida de las


instituciones, por lo que es necesario avanzar en el campo de su mejora con una base
razonable de seguridad jurídica.

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X. ANEXOS

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XI. BIBLIOGRAFÍA

AYASTA GONZALES, Julio. El Derecho Comparado y los Sistemas Jurídicos


Contemporáneos. Editora Recata. 1991. Primera Edición. Lima Perú.

BULLARD GONZALES, Alfredo. Derecho y Economía. El análisis económico de las


instituciones legales. Editorial Palestra. Lima Perú. 2003.

NIZAMA VALLADOLID, Medardo. Técnicas de estudio e investigación jurídica. Principios


básicos que influyen en la formación de abogados y juristas investigadores. Ediciones
Jurídicas Sociales y Políticas Tarpuy. 2004. Lima Perú.

Conf. COTTELY, Esteban, "El derecho económico en un documento reciente".


Boletín Informativo de Techint, p. 37. Enero-marzo 1977.

CARRILLO, Julio A. J., "La defensa de las instituciones en la economía y en el


derecho", 1/7/03, Suplemento Derecho Económico en elDial.com primer Diario
Jurídico en Internet.

ARRIAZU, ob. cit. p. 300. Conf. "Las instituciones en el futuro económico". Editorial
Clarín. Domingo 1 de febrero 2004.

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