Nº De Registro: 08/108463

ISBN: 978-84-691-8488-8
NOTA IMPORTANTE
Este trabajo ha sido elaborado por Fernando
Naclerio ayllón para desarrollar su tesis doctoral
“Análisis de la fuerza y la potencia mecánica
producida en los ejercicios con resistencias en
diferentes poblaciones de deportistas a lo largo
de una temporada”. Este trabajo de tesis ha sido
dirigido por los Doctores Alfonso Jiménez
Gutierrez y Pedro Benito Peinado y fue leído en la
Universidad de de León y calificado como la
máxima puntuación Sobresaliente Cum Lauden el
30 de Mayo de 2006
Breve resumen curricular del autor:
Fernando Naclerio se graduó como profesor
Universitario en Educación Física en la
Universidad Nacional de La Plata (Argentina) en
Diciembre de 1984.
Es Licenciado En Ciencias de la Actividad Física
y El Deporte por La Universidad Politécnica de
Madrid (España), 2006.
Doctor En Ciencias de la Actividad Física y El
Deporte por la Universidad de León (España),
2006 3º Dan de Judo por la Real Federación
Española de Judo (2003).
Entrenador de Futbol Infantil por El Comité
Olímpico Italiano (1990).
Ha trabajado como:
Profesor de Fisiología Aplicada Al Entrenamiento
Deportivo general en la Carrera de Educación
Física de la Universidad Nacional de La Plata
desde 1985 hasta 1990.
Concurrente y colaborador del Instituto de
Ciencias del Deporte (comité Olímpico Nacional
Italiano) desde Enero de 1990 hasta Octubre de
1991.
Entrenador y Director técnico centros deportivos
en Argentina, Italia y España.
Entrenador o preparador físico de numerosos
deportes: Judo, Karate, taekwondo, boxeo, tenis,
aeróbico de competición (femenino y masculino),
culturismo, fitness, baloncesto, rugby, futbol,
pruebas de oposición para ingresar al cuerpo de
bombero y policías en España, etc.
Colaborador de numerosas instituciones y clubes
de prestigio como El Valencia Club de Fútbol.
Director Científico de Globus España 1998-2003.
Actualmente desarrolla una amplia tareas
docentes e investigadoras así como preparador
físico o entrenador. Es profesor de las asignaturas:
Entrenamiento Deportivo II, Entrenamiento
Deportivo I, Dirección de Entrenamiento
Personalizado de la carrera de Licenciado en
Ciencias de la Actividad Física y Deportes de la
Universidad Europea de Madrid en donde además
es Director del Máster de entrenamiento y
Nutrición Deportiva de la Escuela de Estudios
Universitarios UEM-Real Madrid en donde
además es profesor de otros estudios de Máster
oficiales y no oficiales.
Actualmente, además de llevar la preparación
física de diversos deportistas es el preparador
Físico del equipo Masculino de futbol De La
universidad Europea de Madrid.
Tiene más de 60 artículos publicados en revistas
Nacionales e internacionales en idioma Español y
5 publicaciones de impacto en revistas indexadas,
además de 13 capítulos de libro y dos libros de
autoría propia, relacionados con el entrenamiento
y la nutrición deportiva.
A mi padre, por su bondad y dedicación que me
ha mostrado el mejor ejemplo de vida que podría
haber tenido jamás.
A mi madre, por su sinceridad y el amor que nos
ha transmitido.
A mi esposa Dunia, por haberme iluminado el
camino hacia el amor y la felicidad.
A mis Hermanos, Alejandro y María Laura porque
siempre están a mi lado de forma incondicional.
A mi hijo, Arturo por dar sentido y felicidad a mi
vida.
“Lo que sabemos es una gota de agua; lo que
ignoramos es todo un océano”
Isaac Newton.
Agradecimientos
Al Dr. Alfonso Jiménez Gutiérrez, profesor de la
Universidad Europea de Madrid y director de este
proyecto de tesis, por confiar en mi trabajo y estar
siempre dispuesto a ayudarme y colaborar para su
realización, pero fundamentalmente por su apoyo,
confianza y amistad.
Al Dr. Pedro Benito, profesor del INEF de
Madrid, y co director de este proyecto de tesis,
cuyos conocimientos sobre metodología científica
han sido uno de los hilos conductores de este
trabajo. Su seriedad y disposición para ayudar en
todo momento han sido esenciales para poder
desarrollar este proyecto de tesis.
A mi amigo y compañero, el Dr. Daniel Forte
Fernández, profesor de la Universidad Europea de
Madrid, porque sus consejos me han servido, me
sirven y servirán siempre para poder encontrar el
camino más adecuado en mi desempeño como
persona y profesional.
Al Dr. José Antonio de Paz Fernández, profesor
de la Universidad de León, que nos ha ayudado
incondicionalmente, proporcionándonos ideas y
críticas constructivas para corregir y mejorar
nuestro trabajo. Espero que a partir de este
proyecto se puedan realizar muchos más trabajos
en los que pueda compensar la confianza que
siempre me ha transmitido.
Al Dr. Juan Carlos Colado Sánchez, porque su
pasión por el estudio y la superación es siempre
un ejemplo y un estímulo para seguir creciendo.
Al Dr. Javier Calderón Montero, Jefe del
Departamento de Fisiología del INEF de Madrid
por haberme posibilitado el acceso a trabajar en
sus instalaciones y también por sus consejos como
tutor durante el primer año de los cursos de
doctorado.
Al Lic. José Santos Leyva, entrenador e
investigador de la Selección Nacional de
Levantamiento Olímpico de Cuba, porque sin
cuya ayuda este proyecto no se hubiera podido
realizar.
A Lic. Edecio Pérez Guerra, profesor de
Biomecánica de la Universidad de Las Tunas,
Cuba, que colaboró y trabajó junto a nosotros en
muchas de las evaluaciones desarrolladas para
llevar a cabo este proyecto.
A mi esposa Dunia Pantoja, por haber colaborado
como evaluadora en muchos de los trabajos
realizados en este estudio y por sus consejos,
orientaciones para redactar y corregir algunos de
los apartados de este trabajo.
Al profesor de la Universidad Alfonso X el Sabio,
Joaquín Figueroa Alchapar, con el que colaboro
desde hace muchos años en la preparación de
deportistas (muchos de ellos formaron parte de la
muestra de este proyecto), porque su cercanía me
ha permitido seguir creciendo como profesional.
Al profesor de Judo del INEF de Madrid, Alfonso
López Diaz de Durana, con el que comparto la
pasión por nuestro deporte y desde el primer día
en que nos conocimos me ayudó para poder
homologar mi titulación, así como para completar
algunas de las evaluaciones de este trabajo.
AL profesor Carlos Pérez Caballero, jefe del
gabinete de programación del entrenamiento
deportivo del servicio de deportes de la
Universidad de Murcia, por su disposición a
ayudar y a compartir su gran conocimiento y
experiencia en el campo del entrenamiento.
Al profesor Adrian Casas, profesor de la
Universidad Nacional de La Plata Argentina, cuya
cercanía me ayuda y motiva a seguir aprendiendo
cada día, pero por sobre todas las cosas, por ser
una gran persona.
Al profesor Ricardo Crisorio Vice Decano de La
Universidad Nacional de La Plata Argentina, por
confiar en mí, y estar siempre dispuesto a
ayudarme a pesar de las distancias y las
dificultades.
Al Dr. Jordi Alvaro Alcalde, Profesor y Jefe del
Departamento de Fundamentos de la Motricidad y
el Entrenamiento Deportivo de la Facultad de
Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la
Universidad Europea de Madrid, que siempre
estuvo dispuesto a colaborar enseñándome la
utilización de muchos de los recursos informáticos
con los que hemos podido organizar y redactar
este trabajo.
A Francisco Javier Bermell Insa, propietario de
“Bermellelectromedicina”, que siempre ha
confiado y reconocido mi trabajo, y porque sin su
ayuda no hubiera podido disponer de los recursos
tecnológicos que hemos empleado en este
proyecto.
Al Lic. Emilio Lozano Mazagatos que siempre
confió en mí como profesional y me estimuló a
continuar en el campo de la investigación y la
docencia.
Al Dr. Daniele Siriacopi que me permitió trabajar
junto a él en el Instituto de Ciencias del Deporte
de Roma, en el Comité Olímpico Nacional
Italiano (CONI) durante 1990 y 1991, y confió en
mí como entrenador cuando recién había llegado a
Italia.
Al Dr. Renato Manno que me ayudó durante mis
primeros años de trabajo y formación en Italia,
brindándome su confianza y permitiendo que me
formara junto a ellos en las escuelas deportivas
del Centro Olímpico Nacional Italiano (CONI) en
Roma durante 1990 y 1991.
Al personal y a los técnicos de Globus Italia, que
siempre me han ayudado y proporcionado la
información necesaria y adecuada acerca del
funcionamiento de los dispositivos utilizados en
este trabajo, ya que sin esta importantísima
aportación el mismo no hubiera podido
desarrollarse.
A todos mis deportistas, que siempre han confiado
en mí como profesional y especialmente a
aquellos que han participado como muestra para
el desarrollo de este proyecto.
A los profesores de la Facultad de Ciencias de la
Actividad Física y el Deporte de la Universidad
Europea de Madrid, con quienes comparto mi
trabajo cada día y de quienes siempre he tenido el
estímulo y apoyo suficiente para poder mejorar mi
labor.
A la Directora de MundoSalud, Cristina Calvo
González-Gallarza, por su confianza,
facilitándome siempre para un mejor desempeño
de mi trabajo como docente, investigador y
director técnico de su Centro Deportivo.
Luego de haber vivido en tres países y recorrido
muchos otros en donde siempre he intentando
aprender y mejorar, tendría que agradecer a una
gran cantidad de gente, profesionales y deportistas
con los cuales he entrenando, trabajado, y
compartido muchas vivencias que han estimulado
en mi la pasión por el conocimiento y la
investigación, pero por sobre todas las cosas debo
agradecer a las instituciones que me han permitido
educarme y formarme como profesional: El Club
de Gimnasia y Esgrima de La Plata de Argentina,
La Universidad Nacional de La Plata de
Argentina, El Instituto de Ciencias del Deporte de
Roma (Italia) y la redacción de la Revista de La
Escuela del deporte (SDS) de Roma Italia, La
Facultad de Cultura Física de La Universidad de
Las Tunas Cuba, Nutripro España, El Reebok
Sport Club de Madrid, El Centro Deportivo
Metropolitano de Madrid y el Instituto de
Educación Física de Madrid (INEF).
INDICE DE MATERIAS

RESUMEN
ANÁLISIS DE CONCEPTOS FUNDAMENTALES Y DEFINICIONES BÁSICAS.
• Conceptos y terminología básica.
• Conceptos y definiciones básicas (materia, masa y peso).
o Definiciones de fuerza, diferencia entre fuerza como acción mecánica y fuerza muscular.
o Tipos de tensión y regímenes de trabajo muscular.
o Formas de manifestación de la fuerza muscular.
o Relación fuerza-tiempo, fuerza máxima aplicada y velocidad de desarrollo de fuerza.
o Trabajo mecánico, velocidad de movimiento, potencia mecánica y muscular.
o Intensidad de realización de los ejercicios.
ANTECEDENTES
• Relación entre fuerza, velocidad y potencia.
• Tipos de relación entre fuerza y velocidad determinada en los movimientos humanos.
• Estudios sobre las relaciones paramétricas encontradas entre la fuerza y la velocidad en los
movimientos humanos.
• Clasificación mecánica de los ejercicios físicos.
o Cadenas cinemáticas de movimiento.
o Cadenas cinéticas de movimiento.
o Clasificación de los ejercicios según su modalidad de ejecución.
o Diferencias cinéticas entre los ejercicios con acción de empuje y secuencial.
• Zonas de entrenamiento de la fuerza con relación al peso, la velocidad y la potencia producida.
• Factores fisiológicos relacionados con la producción de potencia muscular.
o Factores neurales relacionados con la producción de potencia.
o Factores morfológicos relacionados con la producción de potencia.
• Importancia de la potencia mecánica producida en los ejercicios de fuerza.
o Variables que afectan a la localización de los valores más altos de potencia mecánica.
o Metodologías utilizadas en las evaluaciones de fuerza y potencia mecánica.
ƒ Dispositivos o equipamiento utilizado para recopilar los datos.
o Estudios sobre los pesos en donde se producen los máximos valores de potencia al realizar
ejercicios de fuerza.
ƒ Ejercicios de tren superior realizados con mecánica de empuje.
ƒ Ejercicios de tren inferior realizados con mecánica de empuje.
ƒ Ejercicios multiarticulares realizados con acción secuencial.
ƒ Modalidad de ejecución y medio utilizado para realizar los ejercicios de fuerza (pesos libres o
máquinas).
o Diferencias entre la potencia media y la potencia pico.
o Relación entre la fuerza y la potencia mecánica producida en los ejercicios contra resistencias.
ƒ Influencia del nivel de fuerza máxima sobre la potencia mecánica.
• Relación entre el nivel de fuerza máxima y los pesos en los que se localizan los valores más
altos de potencia mecánica.
o Relación entre la potencia mecánica producida en los ejercicios de fuerza contra resistencias y el
rendimiento específico.
ƒ Estudios sobre el rendimiento en acciones realizadas con el tren superior.
ƒ Estudios sobre el rendimiento en acciones realizadas con el tren inferior.
• Utilización de la potencia mecánica como herramienta de control y planificación del
entrenamiento de fuerza.
o Modificaciones del nivel de rendimiento y sus consecuencias sobre la potencia mecánica.
• Evaluación de la fuerza, velocidad y potencia mecánica en los ejercicios contra resistencias.
o Evaluación de la fuerza máxima dinámica concéntrica: test de la 1 MR.
o Test con pesos submáximos para determinar el valor de la 1 MR.
o Aplicación y limitaciones de los test de 1 MR y de máximas repeticiones con pesos submáximos.
o Valoración de la fuerza, velocidad y potencia con test progresivos.
• Consideraciones previas.
OBJETIVOS
• Metodología
o Material y métodos.
ƒ Diseño del estudio.
• Descripción de las poblaciones estudiadas.
ƒ Criterios generales, relacionados a la planificación del entrenamiento, desarrollado por cada
grupo de deportista y la secuencia de los test aplicados a lo largo del estudio.
• Picos de rendimiento.
• Cantidad y momento de realización de las evaluaciones.
• Organización del plan anual de entrenamiento.
• Planificación de las semanas de evaluación.
ƒ Evaluaciones realizadas.
• Determinación de peso y talla.
• Selección de los ejercicios estudiados.
• Descripción de los ejercicios estudiados.
 ƒ Protocolo de evaluación, con pesos crecientes, para determinar la fuerza aplicada y la potencia
producida en los ejercicios contra resistencias, (test progresivo).
• Repetitibidad de los resultados obtenidos en el test progresivo.
• Organización del protocolo.
• Determinación del peso total y el peso inicial en sentadilla paralela con barra libre.
o Justificación de la inclusión del peso corporal en el peso total a movilizar en el
ejercicio de sentadilla.
ƒ Metodología de realización de los test de fuerza.
• Dispositivo de medición.
o Características del dispositivo utilizado en este trabajo.
o Colocación del encoder, trayectoria y unión del cable con la barra durante las
evaluaciones.
• Control de la técnica de ejecución en cada uno de los ejercicios utilizados.
• Material utilizado en los test de fuerza.
• Ejercicios realizados por cada población.
ƒ Entrenamiento realizado por cada población.
• Análisis estadístico.
RESULTADOS
• Realización de los test de fuerza.
o Resultados descriptivos.
o Descripción de los resultados obtenidos en los ejercicios de fuerza.
ƒ Descripción de los resultados por ejercicio, analizados de forma conjunta, sin diferenciar entre
población ni momento de la evaluación.
ƒ Descripción de los resultados, clasificados por ejercicio y momento de la evaluación, sin
distinguir entre las poblaciones.
ƒ Descripción de los resultados, por ejercicio y población, analizados por momento de la
evaluación y de forma conjunta.
o Comparación de los resultados obtenidos en los ejercicios de fuerza.
ƒ Comparación de los resultados obtenidos analizados de forma conjunta.
ƒ Comparación de los resultados obtenidos en los ejercicios, analizados de forma conjunta, pero
diferenciando los momentos en donde se realizaron las evaluaciones.
ƒ Comparación de los resultados obtenidos en los ejercicios, sin diferenciar el momento de la
evaluación.
• Comparación entre las grupos de poblaciones estudiadas.
• Comparación de los resultados obtenidos en cada ejercicio dentro de Cada una de las
poblaciones estudiadas.
• Comparación de los resultados obtenidos por cada población diferenciando los
momentos de cada evaluación.
o Análisis de los resultados clasificando a los grupos según el entrenamiento realizado.
ƒ Comparación de los resultados, entre el grupo 1 y 2, diferenciando el momento de la
evaluación.
ƒ Comparación de los resultados, entre el grupo 1 y 2, considerando el valor medio de los tres
test efectuados.
o Análisis correlacional de las variables analizadas en cada ejercicio.
ƒ Análisis correlacional, sin diferenciar los grupos.
ƒ Análisis correlacional por ejercicio y población.
o Análisis de percentiles.
ƒ Tablas de percentiles por ejercicio y sexo.
ƒ Tablas de percentiles por ejercicio y población.
o Comparación de los resultados obtenidos clasificando a los sujetos por el nivel de la 1 MR.
ƒ Comparación de los resultados por sexo y nivel de la 1 MR absoluta.
• Comparación de los resultados por sexo y 1 MR por kg de peso corporal.
• Comparación de los resultados por grupo poblacional y 1 MR absoluta.
• Comparación de los resultados por grupo poblacional y 1 MR por kg de peso corporal.
o Resultados del análisis de regresión.
ƒ Análisis de regresión por ejercicio sin diferenciar las poblaciones.
ƒ Análisis de regresión por ejercicio y población.
DISCUSIÓN
• Discusión de las variables biométricas: edad, peso, talla e índice de masa corporal.
• Discusión, análisis y comparación de los resultados obtenidos en los ejercicios de fuerza.
o Discusión de los resultados al analizar la muestra de forma conjunta.
ƒ Análisis de la relación establecida entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia mecánica en los
ejercicios evaluados.
ƒ Discusión de los resultados obtenidos en los diferentes momentos de la temporada tomando
la muestra de forma conjunta.
o Discusión de los resultados obtenidos por cada población.
ƒ Población 1 (varones, opositores a bomberos).
ƒ Población 2 (varones, opositores a policía).
ƒ Población 3 (mujeres, competidoras de fitness).
ƒ Población 4 (varones, judokas de competición).
 ƒ Población 5 (varones, con entrenamiento recreativo en fuerza y resistencia aeróbica).
ƒ Población 6 (varones, competidores de fitness).
ƒ Población 7 (mujeres, jugadoras de voley de 1º división, Cuba).
ƒ Población 8 (varones, jugadores de béisbol de 14 a 17 años, Cuba).
ƒ Población 9 (varones, boxeadores o taekwondístas).
ƒ Población 10 (varones, practicantes de lucha libre y grecoromana de 14 a 17 años, Cuba).
ƒ Población 11 (mujeres, jugadoras de sóftbol de 1º división, Cuba).
ƒ Población 12 (mujeres, practicantes de taekwondo de 14 a 16 años, Cuba).
o Comparación de los resultados obtenidos entre las diferentes poblaciones estudiadas.
ƒ Comparación de los resultados obtenidos en press de banca plano con barra libre.
ƒ Comparación de los resultados obtenidos en sentadilla paralela.
ƒ Comparación de los resultados obtenidos en cargada en un tiempo.
ƒ Comparación de las modificaciones producidas entre los tres test realizados en las diferentes
poblaciones estudiadas.
o Comparación de los resultados de éste estudio con otros estudios similares.
ƒ Comparación de los resultados obtenidos en press de banca plano.
• Análisis y comparación de la localización de los valores más altos de potencia media.
• Análisis y comparación de la localización de los valores más altos de potencia pico.
• Comparación de las modificaciones en la localización de los valores más altos de
potencia media o pico en press de banca plano durante un ciclo de entrenamiento.
ƒ Comparación de los resultados obtenidos en sentadilla paralela.
• Análisis de la localización de los valores más altos de potencia media.
• Análisis de la localización de los valores más altos de potencia pico.
• Comparación de las modificaciones en la localización de los valores más altos de
potencia media o pico en sentadilla paralela con barra libre durante un ciclo de
entrenamiento.
ƒ Comparación de los resultados obtenidos en cargada en un tiempo.
• Análisis de la localización de los valores más altos de potencia media.
• Análisis de la localización de los valores más altos de potencia pico.
• Comparación de las modificaciones en la localización de los valores más altos de
potencia media o pico en cargada en un tiempo durante un ciclo de entrenamiento.
o Comparación de la relación entre los porcentajes de peso y la potencia mecánica entre los ejercicios
estudiados.
• Discusión, análisis y comparación de los resultados obtenidos en los ejercicios, clasificando a los
sujetos según el tipo de entrenamiento realizado.
o Discusión de las variables biométricas en los grupos, clasificados según el tipo de entrenamiento
realizado.
o Discusión de los resultados obtenidos por los grupos de sujetos clasificados según el tipo de
entrenamiento realizado.
ƒ Discusión de los resultados obtenidos por el grupo 1 (pesos > 70% de la 1 MR).
ƒ Discusión de los resultados obtenidos por el grupo 2 (< 70% de la 1 MR).
o Comparación de los resultados obtenidos, clasificando a los sujetos según el tipo de entrenamiento.
• Discusión de los resultados del análisis correlacional.
o Discusión del análisis correlacional analizando la muestra de forma conjunta.
o Discusión del análisis correlacional realizado en cada una de las poblaciones estudiadas.
ƒ Análisis correlacional por población en press de banca plano.
ƒ Análisis correlacional por población en sentadilla paralela.
ƒ Análisis correlacional por población en cargada en un tiempo.
o Comparación de los resultados obtenidos en el análisis de correlación efectuado en nuestro estudio
con el de otros estudios similares.
ƒ Estudios en ejercicios realizados con el tren superior.
ƒ Estudios en ejercicios realizados con el tren inferior.
ƒ Estudios en ejercicios realizados con cadena cinética secuencial.
• Discusión de los resultados obtenidos en el análisis de percentiles.
o Discusión del análisis de percentiles por sexo.
ƒ Análisis de percentiles en press de banca plano con barra libre.
ƒ Análisis de percentiles en sentadilla paralela con barra libre.
ƒ Análisis de percentiles en cargada en un tiempo.
o Discusión del análisis de percentiles por población.
ƒ Análisis de percentiles en press de banca plano con barra libre.
ƒ Análisis de percentiles en sentadilla paralela con barra libre.
ƒ Análisis de percentiles en cargada en un tiempo.
• Discusión de los resultados obtenidos al clasificar a los sujetos según el nivel de fuerza máxima
estimado por el valor de la 1 MR.
o Análisis de los resultados, clasificando a los sujetos por sexo.
ƒ Análisis de los resultados, según sexo y nivel de la 1MR absoluta.
ƒ Análisis de los resultados según sexo y 1 MR por kilogramo de peso corporal.
o Análisis de los resultados clasificando a los sujetos por población.
ƒ Análisis de los resultados según, población y nivel de la 1MR absoluta.
ƒ Análisis de los resultados, según población y nivel de la 1MR por kilogramo de peso corporal.
 o Comparación y discusión de los resultados de nuestro estudio con los de otros estudios similares.
• Discusión de los resultados obtenidos en el análisis de regresión.
o Discusión de los resultados obtenidos en el análisis de regresión realizado por ejercicio, tomando la
muestra de forma conjunta.
o Discusión de los resultados obtenidos en el análisis de regresión realizado por ejercicio y población.
• UTILIDAD Y APLICACIÓN PRÁCTICA DE LOS RESULTADOS OBTENIDOS.
• LIMITACIONES DEL ESTUDIO.
• FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN.
• CONCLUSIONES
• GLOSARIO
• BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
• Anexos

INDICE DE ABREVIATURAS RESUMEN

1 MR: Expresa el valor del peso máximo El entrenamiento de la fuerza utilizando
movilizado en una única repetición máxima en un resistencias que actúan por medio de la gravedad
ejercicio específico. (pesos libre, máquinas de palanca, etc.) u otras
CR: Unidades motoras de contracción rápida, formas (máquinas hidráulicas, gomas, resortes,
poco resistentes. etc.), es actualmente, considerado una actividad
CRR: Unidades mototas de contracción rápidas, esencial tanto para garantizar un adecuado
resistentes. rendimiento físico aplicado a cualquier deporte, la
CL: Unidades motoras de contracción lenta, movilidad y funcionamiento del aparato
resistentes. locomotor, y la independencia funcional en
F: Fuerza. personas mayores (Fleck & Kraemer, 1997;
g: Gravedad. Newton, Häkkinen et al., 2002). En los últimos
IMC: Índice de masa corporal. años las investigaciones en el campo del
I: Impulso de fuerza. entrenamiento de la fuerza han resaltado la
m: Masa. importancia de la relación entre el nivel de fuerza
n= Número de muestras recogidas durante una aplicada, la velocidad alcanzada y la potencia
valoración. producida para determinar los efectos reales y
P: Potencia. adaptaciones causadas por los entrenamientos
PM: Potencia media. realizados (Kawamori y col 2004; González
PP: Potencia pico. Badillo y Ribas Serna, 2003).
r: Coeficiente de correlación de Pearson.
R2: Coeficiente de determinación. El objetivo de este trabajo fue analizar la
v: Velocidad. localización de los porcentajes de peso respecto a
W: Trabajo. la 1MR en donde se alcanzan los valores más
t: Tiempo. altos de potencia media y pico, así como su
relación con la fuerza la potencia, las
características particulares y el tipo de
UNIDADES DE MEDIDA entrenamiento realizado por deportistas de
diferentes especialidades durante una temporada
Metro: m en los principales ejercicios comúnmente
Metro cuadrado: m2 utilizados. Un grupo de 122 sujetos (86 varones y
Metro por segundo cuadrado: m . s2 36 mujeres) pertenecientes a doce disciplinas
Kilogramo: kg deportivas fueron evaluados en tres momentos de
Newton: N la temporada de entrenamiento: al inicio, tras
Newton por metro: N.m cuatro semanas de haber comenzado la
Newton por metro por segundo: N . m . s temporada, a las 20 semanas (1er pico de
Velocidad: m . s rendimiento) y entre 46-50 semanas (2º pico de
Joules: J rendimiento). Se aplicó un test progresivo para
Joules por segundo: J . s determinar el nivel de 1MR y los valores de
Vatios: W potencia media y pico, así como las cargas en
Hertzio: Hz donde se localizaban los valores más altos. Se
utilizó un encoger óptico rotatorio con salida de
datos digital. Los resultados obtenidos indican que
los valores más altos de potencia media y pico en
los ejercicios ejecutados con acción de empuje
(press de banca, press de hombros y sentadilla) se
localizan en una zona comprendida entre el 40 y
el 60% del peso máximo, aunque en la sentadilla
estos porcentajes coinciden con los pesos más
ligeros movilizados por los sujetos. En los
ejercicios con acción secuencial (como la cargada
en un tiempo) los valores más altos de potencia
media y pico se localizan por encima del 70%.
ANALISIS DE CONCEPTOS
FUNDAMENTALES Y
DEFINICIONES BASICAS
CONCEPTOS Y TERMINOLOGIA BASICA
Antes de adentrarnos en el desarrollo de los
diferentes apartados que constituyen el marco
teórico de este trabajo, y debido a la gran
discrepancia conceptual encontrada en la
literatura, respecto a la temática desarrollada en el
mismo, hemos creído oportuno y necesario
realizar un breve análisis descriptivo y conceptual
de los principales términos a los que haremos
referencia repetidamente durante el texto.
Estos términos y conceptos, que definiremos en
función de las aportaciones más significativas y
de la orientación de nuestro trabajo, son los
siguientes:
• Masa y peso, fuerza, fuerza muscular, tensión
muscular, regímenes de trabajo muscular,
formas de manifestación de la fuerza
muscular, fuerza máxima excéntrica, estática y
concéntrica, el peso máximo con el cual puede
efectuarse una sóla repetición o 1 MR,
relación fuerza-tiempo, fuerza máxima
aplicada, velocidad de desarrollo de fuerza,
trabajo mecánico, velocidad de movimiento,
potencia mecánica, potencia muscular,
intensidad de realización de los ejercicios.
Conceptos y definiciones básicas (materia,
masa y peso)
Antes de abordar los contenidos relacionados con
la aplicación de fuerza desde diferentes cuerpos u
objetos es necesario definir algunos conceptos
básicos como materia, masa y peso.
Materia: Es una sustancia compuesta por
elementos, los átomos, que forman las moléculas
y le otorgan sus características. La materia ocupa
un lugar en el espacio, pudiendo cuantificarse por
medio de su masa (McArdle, Katch, & Katch,
1994).
Masa: Es la cantidad de materia que compone un
cuerpo (Gutiérrez, 1998).
Por lo tanto, todas las sustancias biológicas se
constituyen por materia, y por consiguiente tienen
una masa específica que se relaciona con la
cantidad de moléculas que la forman (McArdle et
al., 1994).
La resistencia que un cuerpo ofrece a cualquier
factor que pueda modificar su estado de reposo o
movimiento constante (aceleración o
desaceleración) representa su inercia que es
directamente proporcional al tamaño de su masa
(Gutiérrez, 1998; McArdle et al., 1994). Por lo
tanto, la masa de un cuerpo puede entenderse
como la medición cuantitativa de la inercia o
masa inercial, que expresa la resistencia del
mismo a ser acelerado por efecto de una fuerza
externa (Gutiérrez, 1998; Watkins, 1999).
También se aplica el termino masa como la
propiedad que tiene un cuerpo de ejercer una
fuerza de atracción o gravitatoria sobre otros, en
este caso se denomina masa gravitatoria
(Gutiérrez, 1998). Un ejemplo de este último
concepto es la atracción gravitatoria existente
entre la tierra y los objetos que se a encuentran
sobre esta, todos los objetos ejercen fuerzas
gravitatorias sobre los demás que son
proporcionales a su masa, por eso la tierra es la
que atrae todos los objetos hacia ella, debido a la
gran diferencia entre el tamaño de las masas de la
tierra con los demás objetos.
La masa que posee un objeto es una característica
constante, que sólo puede ser modificada si altera
la estructura del mismo. Su unidad de medición es
el kilogramo (kg) (Knutzen, Brilla, & Caine,
1999; McArdle et al., 1994).
Peso: Se refiere al producto entre la masa inercial
del objeto y la aceleración gravitatoria ejercida
por la tierra, sobre este, de modo que el peso de
un objeto expresa la fuerza con que la tierra atrae
al cuerpo sobre la superficie del lugar en donde se
encuentra (Watkins, 1999).
En la tierra la fuerza gravitatoria, si bien varía
ligeramente de un sitio a otro, es relativamente
constante, por lo que las diferencias en el peso de
las personas se deben fundamentalmente a las
modificaciones de la masa corporal. Por ejemplo,
cuando por efecto de un programa de
entrenamiento de fuerza un sujeto aumenta su
masa muscular, se produce un incremento de su
peso corporal, porque al tener mayor masa la
fuerza con que ésta cae sobre la superficie de la
tierra es mayor. No obstante, si un sujeto pudiera
ser transportado hacia la luna sin sufrir cambios
en su masa corporal, podríamos comprobar como,
a pesar de que mantiene su masa relativamente
constante, el peso con que cae sobre la superficie
se reduce significativamente porque la atracción
gravitatoria en la luna es cerca de 6 veces inferior
a la de la tierra. Entonces, a pesar de que la masa
corporal es la misma, la fuerza con que esta cae
sobre la superficie cambia ya que, se ha
modificado la aceleración, que es uno de los
factores que determinan el peso o fuerza con la
que el cuerpo cae sobre la superficie (Gutiérrez,
1998; Watkins, 1999).
De acuerdo con esto, la fuerza es el producto de
dos variables, la masa y la aceleración, y por lo
tanto, cualquier modificación que se produzca en
una de estas variables o las dos, causarán
modificaciones en la cantidad de fuerza producida
(Gutiérrez, 1998; Naclerio, 2005; Watkins, 1999).
De acuerdo a lo expuesto anteriormente, a
diferencia de la masa, la fuerza transmitida o
aplicada desde un objeto, es una característica que
puede variar sin que se altere la estructura del
mismo, ya que si se modifica la aceleración que
éste posea también se modificará la fuerza,
aunque la masa permanezca constante.
La unidad de medición de la fuerza es el Newton
(N) que se ha definido como la cantidad de fuerza
necesaria para causarle a una masa de 1 kg una
aceleración de 1 metro por segundo en cada
segundo (Gutiérrez, 1998; Knuttgen & Kraemer,
1987; Watkins, 1999).
En el campo del entrenamiento deportivo, al
referirse a la fuerza producida al realizar un
ejercicio, no suele hablarse de Newton sino de
kilogramos de fuerza.
Esto se explica porque como en la tierra la
atracción gravitatoria no varía significativamente,
la relación entre fuerza y masa se mantiene
constante, siendo de 10:1 respectivamente, es
decir por cada 10 N se produce 1 kg de fuerza
(Gutiérrez, 1998).
A modo de ejemplo, podríamos comparar cómo
cambia el peso de un sujeto cuya masa corporal es
expuesta a diferentes acciones gravitatorias:
• Caso A. Un sujeto con una masa corporal de
80 kg en la tierra, expuesto a la atracción de la
gravedad normal (9,81 m . s2) genera un peso
de 785 N (80 x 9,81).
• Caso B: Cuando la aceleración varía, como
por ejemplo en la superficie de la luna, el
sujeto, aunque mantenga una masa corporal de
80 kg, ya no genera un peso de 785 N, sino
uno inferior porque la aceleración se ha
reducido cerca de 6 veces, y por lo tanto el
peso o fuerza resultante se reduce en la misma
proporción, produciendo un valor de 131 N
(80 x (9.81/6))
• Caso C: En una situación de hipergravedad,
por ejemplo al incrementarse la atracción
gravitatoria como ocurre en las profundidades
del mar, la misma masa sufre un aumento de
su peso que es proporcional al incremento de
la aceleración aplicada, así, si se incrementa 4
veces la atracción gravitacional la fuerza
generada aumenta significativamente hasta
3139 N (80 x (9,8 x 4).
En resumen, se puede afirmar que la masa es una
unidad independiente, mientras que la fuerza es
una unidad dependiente, cuya magnitud varía, en
función del tamaño de la masa y de la aceleración
que se le trasmita.
Definiciones de fuerza, diferencia entre fuerza
como acción mecánica y fuerza muscular
El concepto de fuerza puede analizarse desde dos
puntos de vista:
1. Desde un punto de vista mecánico, la fuerza
se manifiesta como una acción capaz de
inducir cambios en el comportamiento de un
cuerpo, modificando el estado del mismo,
pudiendo detenerlo o alterar su
desplazamiento si está en movimiento,
desplazarlo si está quieto o deformarlo si esta
fijo (González-Badillo & Ribas, 2002;
Naclerio, 2005).
2. Desde un punto de vista fisiológico, la fuerza
es una capacidad funcional que se expresa por
la acción conjunta del sistema nervioso y
muscular para generar tensión (Bosco, 2000;
Siff & Verkhoshansky, 2000). La tensión es la
forma en que el sistema neuromuscular
produce fuerza (Astrand & Rodahl, 1985;
Bosco, 1992). Como capacidad condicional
humana, la fuerza puede manifestarse de
 diferentes formas dependiendo de las
condiciones particulares y objetivos con que
se realizan los movimientos (Bosco, 2000;
González-Badillo & Ribas, 2002).
La fuerza aplicada desde el sistema
neuromuscular puede tener relación con un cuerpo
externo o no, dependiendo de que se genere contra
una resistencia o la inercia de un cuerpo en
movimiento, o por la tensión simultánea de los
músculos agonistas y antagonistas empleados en
la acción (Martin, Carl, & Lehnertz, 2001). De
todas formas siempre que el sistema
neuromuscular genere fuerza, se producirá una
deformación cuya magnitud se relaciona con el
nivel o cantidad de tensión generada (Watkins,
1999).
González-Badillo y Ribas (2002) definen la fuerza
muscular como la capacidad del sistema
neuromuscular para producir deformaciones en un
cuerpo, modificar la aceleración del mismo,
iniciar o detener su movimiento, alterar su
velocidad o cambiar su dirección. No obstante, la
magnitud de fuerza transmitida desde el sistema
neuromuscular, en un sentido estrictamente
fisiológico, depende de la suma de las tensiones
producidas en las unidades motoras activadas
durante el transcurso de cada acción (Astrand &
Rodahl, 1985; McArdle, Katch, & Katch, 2000).
Aunque, con relación a la masa muscular, la
fuerza depende del grado de tensión producido
por cm2 de superficie muscular que, a su vez, está
determinado por la cantidad de puentes cruzados,
formados en un instante específico entre los
filamentos gruesos y delgados. Es decir, que
cuanto mayor sea el número de estos puentes
cruzados por superficie de fibra muscular, mayor
será la tensión y por ende la fuerza producida
(Martin et al., 2001; Naclerio, 2005; Watkins,
1999).
Al analizar la fuerza aplicada por una acción
muscular sobre objetos externos, como barras,
mancuernas, u otros implementos, suele
considerarse el efecto producido sobre estos, que
es generalmente observable a través de las
modificaciones en el comportamiento de los
mismos (modificación de la posición o
movimiento). Este efecto puede ser medido
utilizando algunos dispositivos específicos como
dinamómetros, plataformas de contacto,
transductores de posición, acelerómetros, etc.
cuyo uso y aplicación se ha extendido y facilitado
en los últimos años (Baker, 2001a; D. Baker, S.
Nance, & M Moore, 2001; D. Baker, S. Nance, &
M Moore, 2001; Cronin & Sleivert, 2005;
González-Badillo & Ribas, 2002; López, Padullés,
& Tous, 1999; Naclerio, 2001).
De acuerdo a lo expuesto anteriormente podemos
concluir que:
El término fuerza se refiere a cualquier acción
capaz de inducir cambios en el estado de reposo o
movimiento constante de un objeto, mientras que
el término fuerza muscular se refiere a la
cantidad de fuerza generada y transmitida desde el
sistema neuromuscular a una velocidad de
movimiento específica (Knutzen et al., 1999;
Newton & Kraemer, 1994).
Tipos de tensión y regímenes de trabajo
muscular
La fuerza generada desde el sistema
neuromuscular se manifiesta de diferentes
maneras que, han sido agrupadas en dos formas
básicas de tensión muscular:
1. Tensiones dinámicas.
2. Tensiones estáticas o isométricas.
1. Tensiones Dinámicas: La masa muscular
genera fuerza, produciéndose desplazamiento
de los segmentos óseos, con acercamiento o
alejamiento de los puntos de origen e
inserción muscular (hay modificación de los
ángulos articulares implicados en el gesto)
(Bompa, 1995).
De acuerdo al comportamiento muscular, se
distinguen los siguientes subtipos de tensión
dinámica:
a. Tensiones dinámicas concéntricas: El
músculo se acorta porque la cantidad de fuerza
generada internamente supera a la aplicada
desde las fuerzas externas (Knuttgen &
Kraemer, 1987).
b. Tensiones dinámicas excéntricas: El
músculo genera fuerza, pero se alarga porque
el nivel de fuerzas internas transmitido desde
la masa muscular es inferior al de las fuerzas
externas aplicadas sobre ésta (Knuttgen &
Kraemer, 1987; Lamb, 1984).
2. Tensiones estáticas o isométricas: las masa
muscular genera tensión pero no se observa
movimiento externo aparente, aunque existen
ligeras oscilaciones entre los componentes
miofibrilares, causada por una tendencia de
los sarcómeros a acortarse, que es compensada
por los elementos elásticos intramiofibrilares y
 los tendones, que tienden a alargarse,
permitiendo que el largo muscular y la
posición angular no se modifiquen
significativamente, aunque la tensión aumenta
transmitiendo fuerza, produciendo trabajo y
consumiendo energía cuya magnitud estará
determinada por el nivel de esfuerzo
producido (McComas, 1996; Siff &
Verkhoshansky, 2000).
Desde un punto de vista fisiológico, en este tipo
de tensión, al existir modificaciones internas en
las fibras musculares, la denominación de
tensiones isométricas (igual medida) no se ajusta a
la realidad del acontecer muscular, ya que lo
único que se mantiene igual es el ángulo articular,
pero hay acortamiento de fibras y estiramiento de
los elementos elásticos intramusculares, de este
modo, como mencionan González-Badillo y Ribas
(2002) la forma más adecuada para denominar
este régimen de trabajo muscular es “tensión
estática”.
Las tensiones estáticas pueden dividirse en
tensiones de limitación espacial, que se aplican
contra resistencias fijas como una pared, o las
tensiones de sostenimiento producidas al sostener
resistencias más ligeras, que pueden ser
eventualmente movilizadas, como por ejemplo Figura 1. Formas básicas de tensión muscular.
una barra o mancuerna (Lamb, 1984).
La Figura 1., muestra los tipos básicos de tensión Aunque, el nivel de tensión sea la forma por
muscular: dinámico, (concéntrico y excéntrico) y medio de la cual el sistema neuromuscular
estático (Knuttgen & Kraemer, 1987; Kraemer, expresa la cantidad de fuerza producida, la
1995). modalidad con que se desarrollen las tensiones
musculares dependerá de los siguientes factores:

a. El medio o tipo de resistencia utilizada

(máquinas especiales, resistencias
gravitacionales, resistencias elásticas, etc.).
b. Magnitud de la resistencia externa (baja,
media, alta o máxima).
c. Objetivos de cada movimiento (movilizar un
peso muy elevado, lograr precisión, alcanzar
elevadas velocidades de movimiento, etc.).

Según cómo se combinen estos tres factores con el

tipo de tensión muscular desarrollada, se
determinará lo que Kuznetsov (1989) ha llamado
regímenes de trabajo muscular.

Los regímenes de trabajo muscular comprenden

las formas en las que el sistema neuromuscular
manifiesta el trabajo desarrollado durante las
diversas acciones o movimientos (Siff &
Verkhoshansky, 2000).
En su forma más pura, los regímenes de trabajo
muscular coinciden con los tipos de tensión
explicados anteriormente:
• El régimen de acción muscular dinámico
concéntrico se produce cuando los grupos
musculares se contraen produciendo fuerzas
internas que superan a las fuerzas externas
(Kuznetsov, 1989; Lamb, 1984).
• El régimen de acción muscular dinámico
excéntrico se produce cuando los grupos
musculares generan tensión e intentan
acortarse, pero las fuerzas externas superan a
las internas, causando que la musculatura se
alargue en lugar de contraerse (González-
Badillo & Gorostiaga, 1995; Kuznetsov,
1989).
• En el régimen estático o isométrico la
musculatura genera tensión e intenta acortarse
pero el nivel de fuerza aplicada no es
suficiente para superar las fuerzas externas,
produciéndose un equilibrio de fuerzas
(González-Badillo & Gorostiaga, 1995;
Kuznetsov, 1989).
Durante la realización de actividades deportivas,
los regímenes de trabajo muscular suelen
manifestarse en forma combinada, dando origen a
las siguientes variantes o comportamientos
musculares específicos:
1. Régimen dinámico-isométrico funcional:
Implica movimientos con fases de tensiones
dinámicas concéntricas y excéntricas
alternadas con fases estáticas. Esta forma de
trabajo es la que más comúnmente se
manifiesta durante los ejercicios con pesos o
resistencias, ya que siempre hay una fase de
tensión isométrica, que puede ser más o
menos acentuada, y precede a la tensión
dinámica concéntrica o excéntrica durante los
diferentes ejercicios (De Hegedüs, 1984;
Verkhoshansky, 2002).
2. Régimen de estiramiento acortamiento: Son
ejercicios que comprenden una fase de
estiramiento activo, porque la musculatura se
intenta contraer, pero es estirada por las
fuerzas externas que actúan en sentido
contrario, determinando una acción excéntrica
veloz que es seguida por una fase de
transición, estática, relativamente corta, a la
que continúa un rápido acortamiento muscular
o acción concéntrica (Allerheilien, 1994). Este
tipo de acciones se manifiestan durante los
saltos o la carrera, cuando al tomar contacto el
pie con el suelo, en la fase de apoyo, el tríceps
sural se tensiona pero es estirado activamente
por las fuerzas externas que actúan en sentido
contrario a su acortamiento, determinando un
alargamiento de esta musculatura, tras el cual
se produce una fase de tensión estática
(transitoria), a la que sigue una inversión en el
sentido del movimiento, causada por la
contracción del tríceps sural. A este ciclo de
tensiones que se producen en forma veloz, sin
solución de continuidad, se las denomina
acción de estiramiento-acortamiento (figura
2) (Nicol & Komi, 2003; Potach & Chu,
2000).
Figura 2. Ciclo estiramiento-acortamiento: a) Fase
excéntrica b) fase de transición estática c) fase concéntrica.
Tomado de Potach y Chu, (2000).
Los ejercicios pliométricos serían una modalidad
de estas acciones de estiramiento-acortamiento,
que se caracterizan por una acción de estiramiento
muy rápida, generalmente causada por una caída
desde una altura determinada o estiramiento
brusco, que determina un corto desplazamiento
articular, seguido por un veloz acortamiento o
contracción muscular, de tipo balístico, que se
manifiesta como un modo particular de acción
muscular que ha sido también denominada
reactivo balístico explosivo (Allerheilien, 1994;
Wathen, 1993).
Formas de manifestación de la fuerza muscular
Si bien desde el punto de vista físico la fuerza es
el resultado del producto entre masa y aceleración,
con relación al movimiento humano, cuando se
aplica fuerza desde el sistema neuromuscular a un
objeto externo, la forma en que ésta se transmite
puede adquirir diversas características,
dependiendo tanto de la magnitud del objeto
(peso, tamaño, forma) como de la cantidad de
aceleración y la velocidad a la que se aplica la
fuerza (Kuznetsov, 1989; Nigg, 2000).
Según Verkhoshansky (2002), la fuerza aplicada
por el sistema neuromuscular podrá expresarse de
diferentes maneras, que estarán supeditadas a la
influencia de los siguientes factores:
1. Magnitud de la tensión generada desde el
sistema neuromuscular.
2. Velocidad de desarrollo de la fuerza o tensión.
3. Tiempo durante el cual se aplica un cierto
nivel o magnitud de fuerza o tensión.
Según Martín y Col (2001), la fuerza aplicada
puede diferenciarse por la magnitud del esfuerzo,
la velocidad alcanzada durante el mismo y el
tiempo durante el cual esta fuerza se realice. La
interacción de estos tres aspectos nos permitiría
distinguir las siguientes manifestaciones o tipos de
fuerza muscular:
1. Fuerza absoluta (involuntaria): Se refiere a
la mayor cantidad de tensión que el sistema
neuromuscular puede generar, utilizando toda
su potencialidad, que no puede activarse por
medio de la voluntad, sino en situaciones
especiales en las que se desencadenan
reacciones neurogénicas y metabólico-
hormonales que posibilitan la generación de
niveles de fuerza extremas o máximas
(utilizando las Fuerza de reserva) (De
Hegedús, 1981; De Hegedüs, 1984; Weineck,
2005).
2. Fuerza máxima (voluntaria): Se refiere al
máximo nivel de fuerza factible de producir
voluntariamente al actuar contra resistencias
maximales (Martin et al., 2001).
La magnitud de fuerza posible de desarrollar
depende del régimen de acción muscular
desarrollada, pudiéndose distinguir:
a) Fuerza máxima excéntrica: Se relaciona a la
mayor capacidad de regular o tolerar una
resistencia externa que por su magnitud
determina un alargamiento de la masa
muscular. La fuerza máxima excéntrica se
supera cuando la aceleración con la que cae la
resistencia externa iguala a la aceleración
gravitacional (9.81 m . s2). (Siff &
Verkhoshansky, 2000; Watkins, 1999).
b) Fuerza máxima estática: Es la mayor fuerza
que puede aplicarse contra una resistencia fija
e insuperable (Weineck, 2005). Su magnitud
es algo inferior a la fuerza máxima excéntrica
y ligeramente superior a la concéntrica (+ 5 a
+10 %) (Tihany, 1989).
c) Fuerza máxima concéntrica: Es la mayor
fuerza posible de aplicar contra una resistencia
superable (Weineck, 2005). La magnitud de
fuerza dinámica concéntrica estará limitada
por el punto o fase del recorrido articular
donde se produce la mayor desventaja
mecánica del movimiento, respecto a los
momentos de fuerza aplicados por las
resistencias externas (Gutiérrez, 1998;
Zatsiorsky, 1995). Su magnitud es entre un
50% a 60% y un 5% a 10% inferior a la fuerza
máxima excéntrica y estática respectivamente
(Branderbrug & Docherty, 2002; Tihany,
1989).
La fuerza máxima dinámica es comúnmente
determinada por el mayor peso posible de
movilizar en una única repetición, siendo
imposible ejecutar otra de forma inmediata, al
realizar un ejercicio específico (Casas, 2005). Este
nivel de peso (kg) determina el nivel de la
máxima repetición o 1 MR que es comúnmente
utilizado no sólo como un índice de los niveles de
fuerza, sino como un punto de referencia para
planificar los entrenamientos (Bompa, 1995;
Naclerio, 2005).
3. Fuerza velocidad: Se refiere a la posibilidad
de desarrollar altos valores de tensión
muscular en el menor tiempo posible
(Kuznetsov, 1989; Verkhoshansky, 2002).
4. Fuerza lenta: Se refiere a la habilidad para
desarrollar un nivel óptimo de tensión
muscular a una velocidad moderada o baja
(Harre, 1987a, 1987b).
5. Fuerza resistencia: Se refiere a la habilidad
de sostener un nivel de fuerza requerido por el
mayor tiempo posible, vinculado a un
rendimiento específico, de modo que los
niveles de tensión no se reduzcan
significativamente como para perjudicar el
rendimiento (De Hegedüs, 1984; Harre,
1987a, 1987b).
Dentro de estas formas básicas de expresar la
fuerza muscular, surgen diversos subtipos
específicos que dependen de factores como la
magnitud de la resistencia a vencer, el tiempo
necesario o disponible para aplicar fuerza, la
técnica de movimiento, etc. y que pueden
describirse cuando se analizan determinados
gestos específicos como los saltos, lanzamientos,
u otros movimientos que forman parte de las
diferentes modalidades deportivas (Naclerio,
2005).
Relación fuerza-tiempo, fuerza máxima
aplicada y velocidad de desarrollo de fuerza
El análisis de la relación entre la fuerza aplicada
respecto al tiempo es considerado un aspecto
fundamental para comprender el patrón de
activación neuromuscular con que cada sujeto
aplica fuerza (Hedrick, 1993). Según
Verkhoshansky (1996), la relación fuerza-tiempo
producida en diferentes acciones motoras permite
conocer las siguientes variables:
• Impulso mecánico de fuerza, que comprende
la cantidad de fuerza total y el tiempo durante
el cual se ha aplicado. Es representada por el
área sombreada en la Figura 3.
Figura 3. Relación fuerza aplicada y tiempo empleado.
Adaptado de Verkhoshansky, (2002).La curva de fuerza
muestra una primera fase isométrica que abarca desde el
inicio de la aplicación de la fuerza hasta que esta iguala y
supera el peso de la resistencia a vencer (kg) en ese momento
la acción se transforma en dinámica y puede observarse
movimiento.El área rellena de puntos expresa el impulso de
fuerza con relación al tiempo empleado en la acción, su
incremento hasta el valor máximo y reducción hasta volver a
los valores iniciales.
• Fuerza máxima (F max) y el tiempo
empleado en alcanzarla, (T max) muestran
la relación entre la fuerza y el tiempo (Figura
4a.).
Figura 4a. Relación entre la fuerza aplicada y el tiempo
empleado en alcanzarla en un gesto dinámico. Adaptado de
Verkhoshansky, (2002).
El análisis de la Figura 3. permite distinguir los
siguientes parámetros:
El valor tp indica el tiempo durante el cual se
aplica la fuerza inicial necesaria para llegar a
producir un nivel de fuerza que iguale al peso de
la resistencia a vencer (kg).
El índice a, expresa la fuerza explosiva máxima,
que se relaciona con la capacidad de producir el
mayor nivel de fuerza en el menor tiempo posible
(Verkhoshansky, 1996; Zatsiorsky, 2002b).
La velocidad de desarrollo de la fuerza en las
diferentes acciones deportivas, no es constante,
sino que está en función del tiempo. Zatsiorsky
(1995) propone una serie de relaciones para
estimar la capacidad de desarrollar fuerza en
velocidad, una de estas es el gradiente S, que se
aplica para estimar la velocidad de desarrollo de la
fuerza en las primeras fases del gesto (Siff &
Verkhoshansky, 2000; Zatsiorsky, 1995, 2002b).
Gradiente S o índice general de fuerza explosiva
= F0.5/T0.5
F0.5 es el 50% del nivel de fuerza máxima del
sujeto
T0.5 es el tiempo empleado en lograr el 50% de la
fuerza máxima.
Para valorar las capacidades de fuerza explosiva
en diferentes deportistas actualmente se suelen
seguir los siguientes criterios generales:
a. Hasta generar un porcentaje de fuerza
específico respecto al máximo posible, por
 ejemplo el tiempo requerido para llegar al
30% de la fuerza máxima isométrica:
Valor en N equivalente al 30% de la fuerza
máxima isométrica / tiempo empleado
b. Hasta lograr un valor determinado de fuerza:
N / Tiempo empleado
Ángulo a´, expresa la magnitud de Fuerza inicial,
relacionada con la velocidad para desarrollar altos
niveles de fuerza estática, hasta llegar a igualar el
peso de la resistencia de oposición
(Verkhoshansky, 1996, 2002). Esta fuerza inicial
se produce instantes antes de iniciar el
movimiento, y tiene gran importancia para las
acciones veloces, explosivas (Fuerza inicial
Explosiva), ya que influye notablemente en la
velocidad de ejecución de los movimientos,
especialmente cuando de utilizan resistencias
inferiores al 40% de la máxima (Verkhoshansky,
1996, 2002).
Ángulo a´´, expresa la magnitud de aceleración
transferida a la resistencia una vez que ésta a
comenzado a moverse. Se relaciona con la
velocidad con que se aplica la fuerza durante la
acción dinámica. La fuerza de aceleración esta
altamente influenciada por el nivel de fuerza
inicial, y se vincula con la habilidad del sujeto
para transmitir altos niveles de fuerza durante toda
la amplitud del movimiento (Hartfield, 1989;
Verkhoshansky, 2002).
La velocidad de producción de fuerza puede
calcularse a lo largo de toda la curva fuerza-
tiempo o en regiones concretas de la misma,
permitiéndonos analizar los diferentes aspectos
neuromusculares que la componen (Tous, 1999;
Verkhoshansky, 1996).
Fuerza inicial (ángulo a´), zona 1 de la Figura 4a.
Aceleración (ángulo a´´) zona 2 de la Figura 4a.
Fuerza máxima (índice a), zona 3 de la Figura 4a.
La relación observada entre la fuerza producida
con respecto al tiempo, permite determinar la
cantidad de fuerza que un sujeto es capaz de
aplicar en los lapsos de tiempo en que se
desarrollan las diferentes acciones deportivas
(Tous, 1999; Verkhoshansky, 2002).
La producción de altos niveles de fuerza requiere
tiempos de actividad muscular muy prolongados
(más de 300 a 400 milésimas de segundo), para
permitir una liberación de calcio dentro del
sarcoplasma de la célula muscular que estimule el
desarrollo de altos niveles de tensión (Bosco,
2000).
No obstante la mayoría de las acciones deportivas
comprenden gestos en los cuales el tiempo
disponible para aplicar fuerza suele ser inferior a
las 300 milésimas de segundo, en los saltos y las
carreras de velocidad el tiempo durante el cual el
pie aplica fuerza contra el suelo oscila entre 80 y
180 milésimas de segundo, dependiendo del nivel
de rendimiento del sujeto y el objetivo específico
de cada acción (Zatsiorsky, 2002b; Zhelyazkov,
2001).
En los ejercicios de fuerza contra resistencias,
como el press de banca o la sentadilla, la relación
entre la fuerza producida y el tiempo empleado en
alcanzarla está altamente determinada por la
magnitud de la resistencia a vencer. Esto puede
comprobarse al realizar un test con pesos
crecientes, en el que siempre se intente aplicar la
mayor fuerza posible independientemente del
nivel de la resistencia utilizada. A medida que los
pesos se hacen más altos la fuerza alcanzada
crecerá proporcionalmente y la velocidad caerá.
Por el contrario, cuando se movilizan pesos
ligeros la fuerza alcanzada disminuirá ya que, si
bien la aceleración transmitida será mayor, la
configuración del sistema de palancas humano no
permite incrementar este factor tanto como para
compensar la caída del peso (Baker, 2001b; Siff &
Verkhoshansky, 2000). De este modo, la fuerza
lograda con los pesos más ligeros será siempre
inferior a la alcanzada con los más altos o
máximos. Debido a esto el nivel más alto de
fuerza máxima dependerá en gran medida de la
magnitud de la resistencia de oposición, (figura
4b). No obstante, el nivel de fuerza aplicado, al
movilizar pesos de diferentes magnitudes estará
también afectado por otros factores como la
amplitud del recorrido articular, la velocidad
alcanzada y especialmente el tiempo disponible
para aplicar fuerza (Verkhoshansky, 2002;
Zatsiorsky, 2002b).
 Figura 4b. Tiempo empleado en alcanzar el pico máximo de fuerza aplicada con diferentes pesos. Con pesos más altos, la fuerza
aplicada es mayor, pero se necesita más tiempo para desarrollarla.
Del análisis anterior se desprende que no existe
sólo un nivel de fuerza máxima, sino infinitos, que
se producirían al intentar aplicar la mayor
aceleración posible a resistencias de diferentes
magnitudes. Estos han sido definidos por
Zatsiorsky (1995) como rendimientos
musculares máximos, cuyo valor más elevado
será alcanzado con el peso más alto y se denomina
“máximo maximorum” (González-Badillo &
Gorostiaga, 2000; Zatsiorsky, 1995).
Considerando los conceptos anteriores, nos
referiremos a la fuerza máxima aplicada como el
mayor nivel de fuerza que puede alcanzarse al
intentar transmitir la mayor aceleración posible
desde el sistema neuromuscular hacia una
resistencia externa, independientemente de su
magnitud (González-Badillo & Ribas, 2002),
mientras que por velocidad de desarrollo de
fuerza entenderemos la capacidad del sistema
neuromuscular de desarrollar altos niveles de
fuerza en poco tiempo (Newton & Dugan, 2002;
Newton & Kraemer, 1994).
Trabajo mecánico, velocidad de movimiento,
potencia mecánica y muscular
Desde el punto de vista mecánico, la aplicación de
fuerza por una distancia determinada conduce a la
producción de trabajo (W), cuya magnitud será
proporcional a la energía utilizada para generarlo
(Hedrick, 1993; Knutzen et al., 1999). Es decir,
que el trabajo (W) es el producto entre la fuerza
(F) y la distancia (d) sobre la cual ésta se ha
aplicado (Watkins, 1999).
W=Fxd
La unidad de medición del trabajo es el joule (J),
que equivale a aplicar una fuerza de 1 N por una
distancia de 1 m (Watkins, 1999). Por ejemplo, si
a una masa de 80 kg se le transmite una
aceleración de 2 m . s2, se producen 160 N, que al
desplazarla por 0.60 m producirán un trabajo de
96 joules (J) (160 N x 0.60 m = 96 J).
Al relacionar el trabajo producido con el tiempo
empleado en realizarlo, surge el concepto de
potencia mecánica (P), que ha sido definido
como la velocidad a la cual se produce el trabajo y
se relaciona con la eficiencia mecánica con que se
ejecutan las acciones (Watkins, 1999; Zatsiorsky,
2002b).
La potencia producida al realizar un trabajo
determinado se expresa por la siguiente ecuación.
P = W/t
La unidad de medición de la potencia es el vatio
(W). Un vatio equivale a producir un trabajo de 1
J . s, o 1 N . m . s.
Volviendo al ejemplo anterior, si una masa de 80
kg sufre una aceleración de 2 m . s2 producirá una
fuerza de 160 N, que en una distancia de 0.60 m
generará un trabajo de 96 J, que al realizarse en un
tiempo de 0.3 s, producirán una potencia de 320
vatios ((80 x 2 x 0.60) / 0.3 = 320).
Otra forma de definir la potencia proviene del
desarrollo de su fórmula. Así el producto de la
fuerza (F) y la distancia sobre la cual se ha
aplicado (d) sustituye al trabajo, de modo que la
ecuación puede expresarse de la siguiente manera.
P = (F x d) / t = F x d/t = F x v
F es la fuerza aplicada, y v es la velocidad
alcanzada por la aplicación de la fuerza. De esta
forma, la potencia resulta del producto entre la
fuerza aplicada y la velocidad de desplazamiento
alcanzada (Enoka, 2002; Gutiérrez, 1998).
Concepto de potencia muscular: Se refiere al
producto entre la fuerza aplicada y la velocidad de
la acción realizada (Herzog & Ait-Haddou, 2002).
En las acciones dinámicas, la potencia muscular
surge de la relación entre la magnitud de la
tensión o fuerza generada y la velocidad de
acortamiento o alargamiento muscular. De este
modo, pueden determinarse diferentes niveles de
potencia muscular dependiendo de la velocidad a
la que el músculo se acorte o se alargue (Cronin,
McNair, & Marshall, 2002). En estudios con
músculos aislados, en laboratorio, la mayor
potencia muscular se ha obtenido cuando la
velocidad de acortamiento era cercana al 31%
respecto de la máxima velocidad lograda al
contraerse sin ningún tipo de resistencia (Herzog
& Ait-Haddou, 2002).
En regímenes isométricos, la potencia muscular se
refiere a la relación entre el nivel de tensión
producido y la velocidad a la cual esta se
desarrolla (González-Badillo, 2000).
La mayoría de los dispositivos utilizados para
estimar la fuerza, la velocidad y la potencia
producida en un ejercicio, controlan los efectos
inducidos sobre los objetos externos y no los
cambios determinados a nivel muscular.
Debido a esto, cuando se analiza la fuerza
aplicada, la velocidad alcanzada o la potencia
mecánica producida en un ejercicio, por medio de
los cambios experimentados en las resistencias
utilizadas, se está relacionando el efecto externo,
expresado por la fuerza (N) velocidad (m . s) y la
potencia (W) (en caso de los movimientos
lineales), producidas por las resistencias
movilizadas, con la fuerza, la velocidad de
acortamiento y la potencia con que actúa el
sistema muscular (Fuentes, 1994). De todas
formas, los diversos estudios realizados sobre
fuerza aplicada y velocidad alcanzada en
diferentes movimientos humanos (carrera,
ciclismo, saltos, ejercicios con pesos, etc.)
demuestran una altísima relación entre la fuerza y
la velocidad medida externamente, y la fuerza y
velocidad generada a nivel muscular (MacIntosh
& Holash, 2000).
Velocidad de movimiento: La velocidad de
movimiento (v) de un objeto se refiere a la rapidez
con que este se mueve a través de una distancia
determinada (Watkins, 1999).
La velocidad se define por la distancia recorrida
en la unidad de tiempo (Gutiérrez, 1998; Watkins,
1999).
V=d/t
En las acciones deportivas, la velocidad está
limitada por el tiempo disponible para completar
cada movimiento, que a su vez depende del rango
de recorrido articular en el que cada sujeto realice
cada acción específica (Newton y Kraemer,
1994)1.
Intensidad de realización de los ejercicios
La intensidad de un ejercicio ha sido relacionada
con la cantidad de trabajo producido en la unidad
de tiempo, que se expresa por la potencia
desarrollada en cada acción (Bosco, 1991;
Chandler, 2001; González-Badillo, 2000). De este
modo creemos que la intensidad en los ejercicios
de fuerza debe determinarse por el nivel de la
resistencia utilizada y la velocidad a la cual se
movilizan los pesos en las acciones dinámicas, o
por el ritmo de aplicación de la fuerza en las
acciones estáticas. No pudiendo ser relacionada
sólo con el porcentaje de peso o por el numero
máximo de repeticiones posibles de realizar con
un peso determinado, como se ha sugerido hasta
ahora, sino por los valores de potencia producida
en cada acción, ya que la intensidad no depende
sólo del nivel de peso utilizado sino también de la
aceleración transmitida desde el sistema
neuromuscular y la velocidad alcanzada en cada
movimiento (Bosco, 1991; González-Badillo &
Ribas, 2002; Jiménez, 2003; Naclerio, 2001). De
esta forma, la intensidad en los ejercicios de
1
Para simplificar los conceptos descritos y ceñirnos a los
objetivos de este estudio, no hemos considerado que, tanto la
fuerza, el trabajo y la potencia producidas en las acciones
humanas no se manifiestan de forma constante durante los
movimientos completos. En estos casos para calcular el
trabajo o la potencia debiera considerarse la derivación de la
fuerza o el trabajo respecto al tiempo, ver (Enoka, 2002;
Gutiérrez, 1998).
fuerza se define por el nivel de actividad muscular
generado, que puede cuantificarse por la potencia
producida al realizar los ejercicios (Fry,
Häkkinen, & Kraemer, 2002; Graham, 2002).
Según Siff y Verkhoshansky (2000), en los
ejercicios de fuerza contra resistencias la
intensidad estará determinada por tres factores
fundamentales:
• La magnitud porcentual de la resistencia
de oposición (usualmente referido al
porcentaje de peso factible de movilizar en
una repetición máxima o 1 MR).
• La aceleración que el sistema
neuromuscular aplica a la resistencia
utilizada.
• La velocidad alcanzada en las acciones
dinámicas o el ritmo de desarrollo de la
fuerza en las acciones estáticas.
De acuerdo con esto, la prescripción y valoración
del rendimiento en los entrenamientos de fuerza
deberá hacerse considerando la intensidad
expresada por medio de la potencia mecánica
(PM), ya que este es el factor que engloba la
fuerza y velocidad de cada acción, determina la
eficiencia con que la energía es transferida entre
los segmentos corporales al realizar los ejercicios
y define el tipo o manifestación de fuerza
realizada (Cronin et al., 2002; Naclerio, 2001,
2005).
Considerando que la intensidad de los ejercicios
se expresa por medio de la potencia mecánica
producida deberíamos aclarar que en relación a
los entrenamientos de fuerza la intensidad puede
considerarse desde dos puntos de vista diferentes:
a. Intensidad absoluta, indicada por la cantidad
de vatios o potencia total producida por cada
sujeto al movilizar o actuar contra una
resistencia (Bosco, 1991; Kuznetzov, 1989)
Este es un aspecto individual que define el
rendimiento de cada sujeto y las
características específicas para entrenar con
mayor o menor eficiencia las diferentes
direcciones de fuerza.
b. Intensidad relativa, indicada por el
porcentaje de potencia producido respecto al
máximo factible de producir con cada peso,
que es un aspecto general que define el tipo
de fuerza entrenada, y que se determina, a su
vez, por porcentajes de intensidades,
rigurosamente determinados que son
“constantes” para todos los sujetos,
independientemente de su nivel de
rendimiento (Kuznetsov, 1989; Naclerio,
2005).
ANTECEDENTES
La fuerza ocupa un lugar esencial para cualquier
ser humano, ya sea como capacidad física
fundamental, limitante del rendimiento, o bien
para garantizar la realización de cualquier acción
motora (García, 1999; Siff & Verkhoshansky,
2000). La posibilidad de producir movimiento
estará condicionada por la disponibilidad de
energía que permita a la musculatura generar los
niveles de fuerza necesarios para ejecutar la
acción deseada (Kuznetsov, 1989). Esto depende
de un complejo mecanismo controlado por el
sistema nervioso central, que adecúa su función
para realizar las acciones requeridas con la mayor
eficiencia posible (García, 1999). Por lo tanto, el
sistema nervioso central desarrolla un control
superior que permite a cada sujeto generar los
niveles de fuerza más adecuados en cada
circunstancia específica (Gardiner, 2001; Siff &
Verkhoshansky, 2000).
El entrenamiento de la fuerza utilizando
resistencias que actúan por medio de la gravedad
(pesos libres, máquinas de palanca, etc.) u otras
formas (máquinas hidráulicas, gomas, resortes,
etc.), es actualmente considerado una actividad
esencial para garantizar un adecuado rendimiento
físico aplicado a cualquier deporte, la movilidad y
el funcionamiento del aparato locomotor, así
como la independencia funcional en personas
mayores (Fleck & Kraemer, 1997; Macaluso &
De Vito, 2004; Newton, Häkikinen et al., 2002).
En los últimos años las investigaciones en el
campo del entrenamiento de la fuerza han
destacado la importancia de la relación entre el
nivel de fuerza aplicada, la velocidad alcanzada y
la potencia producida en los ejercicios para
determinar los efectos y las adaptaciones causadas
por los entrenamientos realizados (Baker, 2001a;
D. Baker et al., 2001; González-Badillo, 2000;
González-Badillo & Ribas, 2002; Kawamori &
Haff, 2004).
Relación entre fuerza, velocidad y potencia
Fenn y March, en 1935, fueron los primeros en
describir matemáticamente la relación entre la
fuerza y la velocidad de acortamiento muscular,
pero fue Hill en 1938 el que propuso por primera
vez una ecuación de tipo hiperbólica, para
describir la relación encontrada entre estas dos
variables en estudios de laboratorio con
preparados de músculos aislados (ecuación 1)
(MacIntosh & Holash, 2000).
(P + a) x (v + b) = b x (Po + a) = constante (1)
P = Valor que representa la fuerza aplicada.
v = Valor que representa la velocidad de
contracción muscular al nivel de fuerza P.
Po = Fuerza máxima isométrica producida al nivel
óptimo de longitud muscular.
a = Constante en unidades de fuerza, que se
relaciona con la fuerza máxima Po.
b = Constante en unidades de velocidad, que se
relaciona con la velocidad máxima teórica
alcanzada en un movimiento sin peso (Vo).
Estas constantes determinan la forma de la curva,
que expresa la relación entre fuerza y velocidad,
encontrada al medir la fuerza producida con
distintas velocidades de acortamiento muscular, o
al medir la velocidad alcanzada con diferentes
magnitudes de peso aplicadas sobre el músculo
(Herzog & Ait-Haddou, 2002).
La relación fuerza-velocidad se establece por el
producto entre a x Po, que es equivalente al
producto entre b x Vo (MacIntosh & Holash,
2000).
En estos trabajos se medía la tensión o fuerza
producida, la energía liberada en forma de calor y
la velocidad de acortamiento con preparados de
músculos aislados de rana, que eran estimulados
eléctricamente en diferentes condiciones o
regímenes de trabajo muscular (isométricas o
dinámicas), como podemos observar en la figura 5
(Herzog & Ait-Haddou, 2002; Knuttgen &
Kraemer, 1987).
Figura 5. Determinación de la fuerza, trabajo, velocidad y
potencia en músculos asilados.1) Régimen isométrico, en
donde el músculo genera tensión unido a un mecanismo que
mantiene la longitud muscular.2) Régimen dinámico, en
donde el músculo genera tensión traccionando de una
palanca móvil (A) que actúa contra un peso libre (B).
La ecuación de Hill, desarrollada en base a
estudios de laboratorio con preparados asilados,
expresa una relación inversa, de tipo hiperbólico,
entre la fuerza y la velocidad, que configura una
hipérbola rectangular con asímptotas paralelas a
los dos ejes, x e y, donde P = -a, y v = -b , de
modo que a ambos extremos, esta relación se hace
paralela al eje de abscisas u ordenadas, y conserva
la linealidad sólo en las zonas centrales, (ver
figura 6, curva 1 en el apartado “Estudios sobre
las relaciones paramétricas encontradas entre la
fuerza y la velocidad en los movimientos
humanos”) (González-Badillo, 2000; Siff &
Verkhoshansky, 2000).
Otra forma de expresar la ecuación de Hill (1938)
es:
P = Po b –av / b + v
Al estudiar la relación entre la fuerza, velocidad y
potencia producida en los movimientos humanos,
se ha observado que esta es influenciada por
numerosos factores de orden fisiológico
(estructura y morfología muscular, ángulo de
inserción muscular, sección transversal o grosor
muscular, etc.), antropométricos (talla, peso,
longitudes óseas, etc.), mecánicos (tipo de
ejercicio) y otros relacionados con la edad, sexo y
nivel de rendimiento de cada sujeto. Debido a esto
a partir de las primeras investigaciones
presentadas por Hill a principios del siglo XX, se
desarrollaron numerosos trabajos para determinar
la relación entre fuerza y velocidad en diferentes
modalidades de ejercicios (Bosco, 1983; Nigg,
2000).
Tipos de relación entre fuerza y velocidad
determinada en los movimientos humanos
La interrelación entre la fuerza aplicada y la
velocidad alcanzada en las acciones humanas ha
sido analizada desde diferentes puntos de vista,
pero en este trabajo sólo haremos referencia a las
que han sido o son aplicadas para analizar o
controlar el rendimiento en las acciones
deportivas (Verkhoshansky, 1996; Zatsiorsky,
2002a, 2002b).
1. Relaciones entre fuerza y velocidad en
esfuerzos progresivos contra una
resistencia fija o constante. Este tipo de
relación puede establecerse al realizar
movimientos, como por ejemplo los saltos,
comenzando con acciones de baja intensidad
hasta llegar a producir esfuerzos máximos.
 Los valores de fuerza y velocidad alcanzada
en cada salto son vinculados unos con otros,
mostrando una relación con una tendencia
positiva. Este tipo de análisis no es
actualmente muy utilizado ya que carece de
valor como herramienta de control del
entrenamiento (Zatsiorsky, 2002a).
2. Relación entre el nivel de fuerza máxima en
un ejercicio específico (1 MR) y la velocidad
alcanzada con pesos submáximos. Esta
relación ha sido considerada de gran
importancia para determinar el nivel de fuerza
máxima necesario en un gesto determinado, de
modo que la falta de fuerza no limite el
desempeño o rendimiento específico en
acciones donde predomine otro tipo de
manifestación de fuerza, como la explosiva o
la de resistencia (Verkhoshansky, 1996;
Zatsiorsky, 1995). Por ejemplo, la relación
existente entre el nivel de la 1 MR en
sentadilla paralela y la altura alcanzada en el
salto vertical ha mostrado coeficientes de
correlación de Pearson moderados a altos (r =
0.75 a 0.90) o moderados a bajos (r = 0.74 a
0.51), según las características de la población
estudiada, ya que los sujetos menos
entrenados o especializados en este tipo de
acciones pueden mostrar coeficientes más
elevados, mientras que los más entrenados o
especializados suelen mostrar coeficientes
algo más bajos (Baker, 1996, 2001b). Este
tipo de relación entre el nivel de la 1 MR
(valor fijo) y velocidad alcanzada con
diferentes pesos submáximos (valor variable)
constituye una relación no paramétrica
(Zatsiorsky, 2002a).
Las relaciones no paramétricas pueden ser
positivas, es decir, que cuanto mayor sea el valor
fijo (1 MR), más alto será el valor comparado
(velocidad alcanzada con cada peso movilizado) o
no haber relación, es decir, que su valor sea = 0.
Diversos estudios han mostrado que el nivel de
fuerza máxima es un factor que limita la mayor
velocidad posible de alcanzar cuando los pesos
movilizados son cercanos al 40% de la 1 MR o
superiores (Siff, 2004; Verkchosanskij, 1987;
Verkhoshansky, 1996, 2002). A medida que los
pesos se acercan al 100% de la 1 MR, la relación
entre la fuerza máxima y la velocidad posible de
alcanzar crece progresivamente, obteniéndose una
estrecha dependencia de la velocidad respecto del
nivel de fuerza máxima que posea el sujeto en la
acción específica (Baker, 2001b; D. Baker & S
Nance, 1999; Zatsiorsky, 1995). Por otro lado,
cuando se movilizan pesos inferiores al 40% de la
1 MR, la influencia del nivel de fuerza máxima
sobre la velocidad alcanzada es progresivamente
menos importante, no existiendo ningún tipo de
relación entre ambas capacidades cuando el
esfuerzo se hace contra resistencias cercanas al
15% de la 1 MR (Verkhoshansky, 1996;
Zatsiorsky, 1995). Con este tipo de resistencias, el
rendimiento depende casi exclusivamente de la
rapidez con que se desarrollen los procesos
neurales y la velocidad de respuesta motriz (Siff
& Verkhoshansky, 2000). De acuerdo con esto, el
objetivo en el entrenamiento de fuerza para
mejorar el rendimiento en la mayoría de los
deportes, será alcanzar un nivel de fuerza óptimo,
que permita que la resistencia a movilizar en cada
especialidad deportiva (segmento corporal más
implemento) represente niveles porcentuales lo
más bajos posible, de modo que la falta de fuerza
no limite la ejecución eficiente de las acciones
deportivas específicas (Siff & Verkhoshansky,
2000; Verkchosanskij, 1987; Verkhoshansky,
1996, 2002).
Al diseñar un plan de entrenamiento a largo plazo,
uno de los primeros objetivos será alcanzar los
niveles de fuerza óptimos, que permitan entrenar
específicamente las capacidades vinculadas al
rendimiento deportivo. Por ejemplo, un lanzador
deberá poseer un nivel de fuerza máxima en la
musculatura extensora de los brazos que le
garantice que cuando realiza el gesto específico
del lanzamiento, el nivel de la resistencia a vencer
(implementos más segmentos corporales
movilizados) sea significativamente inferior al
40% de su fuerza máxima. De modo, que esté
trabajando en la zona más baja de la fuerza
explosiva, de lo contrario, su rendimiento podría
disminuir por no disponer de los niveles de fuerza
máxima adecuados (Baker, 2001b; D. Baker & S
Nance, 1999; D. Baker & S Nance, 1999).
3. Relaciones paramétricas entre la fuerza
aplicada y la velocidad alcanzada en los
movimientos humanos:
Este tipo de relaciones se establecen cuando:
• Se desarrollan varias acciones con esfuerzos
máximos.
• Un parámetro determinado es controlado por
el evaluador y varía sistemáticamente entre un
esfuerzo y otro. Por ejemplo, el peso a vencer
en un ejercicio se incrementa 5 kg entre un
esfuerzo y el siguiente.
• En cada acción se miden ciertos parámetros,
por ejemplo la fuerza o la velocidad,
estableciéndose emparejamientos de éstos
 respecto al parámetro que controla el
evaluador, por ejemplo, el peso.
• Los valores de las variables medidas en cada
acción son comparados entre sí.

Estudios sobre las relaciones paramétricas

encontradas entre la fuerza y la velocidad en
los movimientos humanos

En las acciones humanas, aunque siempre la

relación paramétrica entre fuerza y velocidad es
inversa, similar a la encontrada por Hill, a medida
que se incrementa el peso de la resistencia a
vencer, la forma de esta relación va cambiando
según el régimen de trabajo muscular realizado en
cada caso: dinámico concéntrico con un medio de
trabajo isocinético, que mantiene la velocidad
constante durante gran parte del recorrido
Figura 6. Relación entre fuerza y velocidad en músculos
articular, o dinámico concéntrico contra una aislados (1) y en una acción isocinética (2).
resistencia isoinercial, como una pesa, estático o
isométrico, sosteniendo resistencias de diferentes
magnitudes desde ligeras a máximas, o al realizar
acciones en régimen de estiramiento-acortamiento
(Siff & Verkhoshansky, 2000).

Muchos autores han destacado la existencia de

diferencias significativas en la relación fuerza
velocidad, entre los distintos regímenes de trabajo
muscular producidos, tanto en vivo como en
laboratorio, (ver figuras 6 y 7), (Naclerio, 2005;
Verkhoshansky, 2002). Estas diferencias suelen
acentuarse cuando la fuerza no sólo se vincula al
peso de la resistencia utilizada, sino con Figura 7. Relación entre el peso movilizado (kg), y la
porcentajes respecto a su valor máximo, que en el velocidad alcanzada (m . s) durante un ejercicio con pesos
crecientes.
caso de los ejercicios con resistencias
gravitatorias, suele determinarse por medio del
En este trabajo, nos centraremos en las relaciones
valor de la 1 MR (Campos et al., 2002; Fleck &
paramétricas encontradas entre la fuerza y la
Kraemer, 1997; Zhelyazkov, 2001). En este tipo
velocidad en el régimen de trabajo muscular
de ejercicios, la fuerza aplicada y la velocidad
dinámico concéntrico, ya que el tratamiento de
alcanzada se relacionan negativamente, mostrando
otros regímenes como el excéntrico o el reactivo
un coeficiente de correlación cercano a 1 (figura
balístico explosivo a pesar de ser de gran
7), que difiere del observado en los regímenes
importancia para muchas actividades deportivas,
isocinéticos, los cuales muestran una relación
escapan a nuestros objetivos.
hiperbólica similar a la señalada por Hill, aunque
se distinguen por una forma parabólica en los
El análisis de la relación entre la fuerza aplicada y
extremos, especialmente cuando la velocidad se
la velocidad alcanzada en los ejercicios de fuerza,
acerca a 0 y el nivel de fuerza producida es muy
permite estimar los valores de potencia
alto, (ver figura 3.2, curva 2) (Bosco, 2000; Siff &
producidos con cada peso utilizado. La relación
Verkhoshansky, 2000).
entre fuerza, velocidad y potencia, presentada por
Hill utilizando preparados en laboratorio, mostró
que la máxima potencia se alcanzaba en torno al
30% de la velocidad máxima de acortamiento
muscular, y entre el 25% y el 30% de la fuerza
máxima isométrica, (ver figura 3.4), (Plisk, 2000).
No obstante, el patrón de comportamiento
mecánico de un músculo aislado no puede
transferirse a los movimientos en vivo, que son el
resultado de la participación conjunta y
coordinada de varios grupos musculares, con
características morfológicas diferentes, que
transmiten momentos de fuerza variables para
alcanzar la mayor eficiencia posible en los
movimientos realizados (Kraemer, Fleck, &
Williams, 1996; Verkhoshansky, 2002).
Al realizar ejercicios contra resistencias
gravitacionales, como barras, mancuernas, etc. a
medida que aumenta el nivel de fuerza, la
velocidad de acortamiento muscular disminuye,
llegando a su valor mínimo cuando se aplica la
mayor fuerza posible en un régimen isométrico.
En este momento la velocidad es 0 y la fuerza
generada es máxima (Sale, 1991). Diversos
estudios que han analizado la producción de
Figura 8. Relación teórica entre fuerza, velocidad y potencia, en las acciones humanas. Tomado de Plisk, 2000, en Baechle y Earle,
Essential of Strength and conditioning (NSCA), (2º ed) p 474.
Clasificación mecánica de los ejercicios físicos
El análisis de los aspectos mecánicos relacionados
con las técnicas de ejecución de los diversos
ejercicios, permite su clasificación de acuerdo a la
complejidad y objetivos con que se realicen
(Verkhoshansky, 2002).
Todas las acciones motrices son realizadas por la
participación de músculos que actúan por medio
de cadenas musculares de acción, que implican la
participación de uno o más núcleos articulares, a
los que pueden flexionar, extender, rotar o
mantenerlos fijos (Martin et al., 2001). Por
ejemplo, al realizar un ejercicio como la sentadilla
o un salto vertical los grupos musculares
vinculados a las articulaciones de los tobillos,
rodillas, y cadera, trabajan armónicamente para
potencia en acciones dinámicas, como saltos,
ejercicios de fuerza con pesos, etc. han indicado
que en estos movimientos la máxima potencia se
alcanza al movilizar lo más rápido posible entre el
30% y el 45% del peso máximo, estimado por el
valor de la 1 MR (Izquierdo et al., 1999; Newton
et al., 1997; Tihany, 1989). No obstante, los
porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde
se expresan los mayores valores de potencia
pueden cambiar en función de muchos factores,
siendo uno de los más importantes el tipo de
ejercicio realizado (Cronin & Sleivert, 2005). Por
esto, antes de continuar analizando los aspectos
relacionados con la fuerza aplicada, la velocidad o
la potencia producida en los ejercicios de fuerza,
creemos que es necesario clasificar los ejercicios
de entrenamiento de acuerdo a su mecánica de
ejecución.
realizar este ejercicio con la mayor eficiencia
posible (Bobbert & Knoek van Soest, 2001).
Según Verkhoshansky (2002), los movimientos
humanos pueden analizarse considerando al
organismo como una unidad móvil, integrada por
un sistema de segmentos parciales, unidos e
interrelacionados por núcleos o articulaciones. De
esta manera, los movimientos podrían analizarse
desde dos puntos de vista:
a. Cinemático: Se refiere a las cadenas
cinemáticas de acción muscular que describen
la forma, el espacio y el tiempo en que se
realizan las acciones (Watkins, 1999).
b. Cinético: Se refiere al estudio de las causas
que originan cada movimiento y a los
objetivos con que éstos se realizan (Watkins,
1999).
Cadenas cinemáticas de movimiento
Desde el punto de vista cinemático los
movimientos humanos pueden organizarse en tres
niveles:
a. Par Cinemático
b. Cadena Cinemática
c. Sistema Cinemático
a. Par Cinemático: formado por dos segmentos
unidos por un núcleo articular, cuyos
movimientos se desarrollan con 2 a 3 grados
de libertad (articulaciones tibiotarsiana,
humeral, iliaca, algunos movimientos de la
articulación de la rodilla) Por ejemplo
ejercicios de flexión y extensión del codo o la
rodilla, (ver figura 3.5) (Zatsiorsky, 2002b).
Figura 9. Ejemplos de ejercicios que actúan por medio de un
par cinemático a) extensión de piernas b) curl de bíceps con
mancuernas.
Figura 10. Músculos y núcleos articulares implicados en un salto vertical (tomado de Bobbert, y Knoek van Soest, 2001).
Las condiciones en que actúan los músculos
durante un par cinemático van cambiando según
se modifican los ángulos en que actúan las
articulaciones implicadas en el movimiento, ya
que esto afecta significativamente a la longitud de
los músculos actuantes y el ángulo por medio del
cual se transmite la tracción hacia los segmentos
óseos. De esta manera, la cantidad de fuerza
aplicada, el momento de fuerza transmitido, la
velocidad alcanzada y la potencia producida a
través del sistema de palanca variará en función
de la posición angular adoptada en cada ejercicio
(Verkhoshansky, 2002; Zatsiorsky, 2002b). Por
ejemplo, al realizar una flexión del codo (figura
9b) la masa muscular debe aplicar la mayor fuerza
entre los 90º y 100º, porque en esta fase se sitúa la
mayor desventaja mecánica, y el movimiento
tiende a ralentizarse, mientras que en otros
ángulos articulares las relaciones mecánicas son
más ventajosas, permitiendo trasmitir más
aceleración y alcanzar más velocidad de
movimiento (Gutiérrez, 1998; Harman, 2000).
b. Cadena cinemática: formada por la unión de
una serie de segmentos que se vinculan entre
sí por los núcleos articulares que los unen
(Gutiérrez, 1998). La función de las cadenas
cinemáticas es la transformación de los
movimientos rotatorios generados por el
sistema de palancas en acciones lineales de
tracción o extensión, como por ejemplo
durante los saltos verticales. Al realizar un
salto los grupos musculares de las caderas
(glúteos), muslos, (cuádriceps, bíceps femoral,
semitendinoso y semimembranoso) y tobillos
(tríceps sural) aplican fuerzas que producen
momentos rotatorios sobre los núcleos
articulares de la cadera, rodilla y tobillo,
respectivamente, causando que el centro de
gravedad del cuerpo se desplace
verticalmente, (ver figura 3.6) (Bobbert &
Knoek van Soest, 2001; Siff &
Verkhoshansky, 2000).
El trabajo desarrollado por la cadena cinemática,
depende de la aplicación coordinada de fuerzas
desde los grupos musculares que actúan en cada
una de las estructuras implicadas (segmentos
óseos y articulaciones) (Verkhoshansky, 2002).
Las principales características de los movimientos
de las cadenas cinemáticas son:
1. El esfuerzo resultante es menor que la suma
de los esfuerzos máximos que son capaces de
producir los músculos de cada par cinemático
que forman la cadena de movimiento
(Verkhoshansky, 2002).
2. La influencia del nivel de fuerza máxima
capaz de generar en cada núcleo articular
aislado, es menor respecto al esfuerzo total
producido por el movimiento global de toda la
cadena (Verkhoshansky, 2002).
3. El movimiento comienza con la aplicación de
altos niveles de fuerza sobre los grupos
musculares más fuertes o propulsores,
vinculados a las articulaciones proximales. A
continuación, se van implicado los músculos
de los núcleos articulares o zonas más distales,
que es donde se logran las velocidades más
altas de movimiento (Gutiérrez, 1998).
Hay dos tendencias fundamentales que se
producen en los movimientos realizados por
cadenas cinemáticas:
1. Ejercicios en que la mayor cantidad de
fuerza se aplica al inicio del movimiento y
se alcanzan altas velocidad hacia el final,
cuando los niveles de fuerza son menores.
Esto sucede en los ejercicios de
levantamientos olímpicos o sus variantes
(Holloway, 1994).
2. Ejercicios en que la mayor cantidad de
fuerza se aplica en un ángulo o fase
específica del movimiento. Esto ocurre en
acciones en donde se intenta aplicar la mayor
cantidad de fuerza desde el inicio hasta el final
del movimiento, siendo las relaciones de las
palancas vinculadas a los núcleos articulares
las que determinan el grado de exigencia
tolerado por cada articulación en cada fase del
movimiento. Por ejemplo la sentadilla o en el
press de banca, serían dos ejercicios que
responden a estas características (Siff &
Verkhoshansky, 2000).
c. Sistema cinemático: Describe el máximo
nivel de acción que puede desarrollarse.
Comprende movimientos en los que participan
diferentes cadenas cinemáticas que actúan de
forma coordinada y sincronizada para lograr la
máxima eficiencia en un gesto específico
(Verkhoshansky, 2002).
El sistema cinemático posee una gran cantidad de
grados de libertad en los movimientos., por eso
sólo puede desarrollarse bajo un estricto control
de la actividad muscular en los núcleos y de los
segmentos que forman el sistema
(Verkhoshansky, 2002).
La diferencia fundamental del sistema cinemático
y la cadena cinemática radica sólo en la cantidad
de grupos musculares, núcleos y segmentos que
actúan coordinadamente para desarrollar los
movimientos de forma eficiente (Siff &
Verkhoshansky, 2000).
El perfeccionamiento de los movimientos en el
sistema cinemático se orienta a lograr la mayor
coordinación de las acciones desarrolladas por las
diversas cadenas cinemáticas de modo que, cada
una colabore para realizar las acciones con la
mayor eficiencia posible (Verkhoshansky, 2002).
Cadenas cinéticas de movimiento
El concepto de cadena cinética surge al considerar
las causas que determinan la realización de los
movimientos, analizando de qué manera las
fuerzas generadas en la musculatura se transmiten
a través de los núcleos articulares (Watkins,
1999).
Según la acción determinada sobre el segmento
distal, las cadenas cinéticas pueden clasificarse
en:
c. Cadenas Cinéticas Abiertas.
d. Cadenas Cinéticas Cerradas.
En los ejercicios de cadena abierta, como el
lanzamiento de una pelota de sóftbol con un sólo
brazo, el último segmento dispone de una gran
amplitud de movimiento y es considerado un
segmento libre (Gutiérrez, 1998).
En los ejercicios de cadena cerrada, como el press
de banca o la sentadilla, figura 3.7, el último
segmento está fijo, unido al suelo o a un
implemento, que vincula las extremidades entre sí,
mostrando una libertad de movimientos más
limitada (Watkins, 1999).
 a. Movimientos con acción secuencial.
b. Movimientos con acción de empuje.

Los movimientos de acción secuencial

comprenden acciones cuyo objetivo es imprimir la
mayor velocidad posible al último segmento de la
cadena.

Estas actúan con una secuencia de participación

segmentaria, en la cual la fuerza generada en los
Figura 11. Ejercicios de cadena cinética cerrada con acción núcleos articulares centrales se transmite a los
de empuje a) press de banca con barra libre y b) sentadilla segmentos proximales, desde donde las fuerzas se
paralela con barra libre.
irán transmitiendo hacia los núcleos articulares
subsiguientes, para acelerar y lograr la mayor
En los movimientos de cadena cinética cerrada los
velocidad posible en los segmentos más distales
segmentos corporales directamente implicados en
(Fuentes, 1994; Gutiérrez, 1998). Un ejemplo de
el ejercicio no pueden modificar libremente su
este tipo de movimiento lo constituyen los
posición sin afectar al curso del movimiento.
lanzamientos de objetos, o los levantamientos
Debido a esto, cualquier cambio que sufran estos
olímpicos (ver figura 3.8) (Naclerio, Santos
segmentos influirá en la posición del resto de los
Leyva, & Pantoja García, 2004; Santos, Naclerio,
componentes de la cadena y modificará la
& Hernández, 2004).
realización del ejercicio. Por ejemplo, al golpear
una pelota con una raqueta, si se efectúa con las
Los movimientos con acción de empuje,
dos manos unidas a la misma, se está actuando por
comprenden un conjunto de ejercicios en el que
medio de una cadena cerrada, pero si se realiza
los segmentos se desplazan como consecuencia de
sosteniendo el implemento sólo con una mano, la
los momentos de fuerza aplicados
cadena se abrirá, ya que en este último caso, a
simultáneamente desde los núcleos articulares
pesar de perder precisión y fuerza en el gesto, el
implicados. El objetivo de estas cadenas es
segmento distal tiene más libertad de movimiento,
transmitir altos niveles de fuerza, o realizar un
y mayores posibilidades de alcanzar altas
gesto con la mayor precisión posible (Gutiérrez,
velocidades de desplazamiento, pudiendo moverse
1998). En este caso, la musculatura de los núcleos
sin afectar la posición de la otra mano que ya no
centrales actúa estabilizando el cuerpo para que
está unida a la cadena (Gutiérrez, 1998).
los grupos musculares vinculados a los núcleos
distales puedan actuar dinámicamente, aplicando
Los movimientos realizados por medio de cadenas
la mayor fuerza posible durante todo el rango de
abiertas con acción secuencial, en un sistema
movimiento específico. Los ejercicios como el
cinemático, como por ejemplo al lanzar una pelota
press de banca o la sentadilla constituyen
de béisbol con una mano por encima del hombro,
ejemplos de cadenas cerradas con acción de
posibilitan mayores velocidades, aunque con
empuje (ver figura 3.7) (Fuentes, 1994; Watkins,
menor precisión, respecto a cuando se realizan
1999).
cadenas cerradas, como al lanzar un balón
medicinal, con las dos manos, y partiendo desde
En los movimientos secuenciales, las posiciones
una posición inicial con los brazos extendidos por
que van adoptando los segmentos distales respecto
encima de la cabeza.
a su eje de rotación deben ampliarse, ya que la
velocidad lineal alcanzada por el último segmento
Clasificación de los ejercicios según su
es directamente proporcional al producto entre la
modalidad de ejecución
velocidad angular y la distancia respecto al eje de
giro o núcleo articular (Gutiérrez, 1998). En los
Según Gutiérrez (1998), al considerar la sucesión
gestos de cadenas cinéticas con acción secuencial,
temporal en donde se aplican las fuerzas a través
la aplicación de fuerzas se realiza por fases,
de los núcleos articulares implicados en cada
siguiendo un orden que comienza con el
ejercicio, y el objetivo mecánico con que éste se
desplazamiento angular del segmento más estable,
realice (alcanzar altas velocidades de movimiento
seguida de la rotación del segmento distal
o producir altos niveles de fuerza final), tanto los
contiguo y así hasta acelerar los segmentos más
ejercicios de cadena cinética abierta como los de
distales. Como se ha mencionado anteriormente,
cadena cinética cerrada pueden desarrollarse de
en estos ejercicios el objetivo principal es que el
dos formas diferentes.
último segmento de la cadena adquiera la máxima
velocidad angular posible, por lo que es necesario
que durante dicha secuencia exista una adecuada
transferencia del momento angular (inercia del
segmento x la velocidad angular alcanzada por el
segmento) considerando que el momento angular
generado tiende a permanecer constante, siempre
y cuando no se apliquen fuerzas externas que
actúen en contra de la dirección del movimiento
(Watkins, 1999). En los movimientos
secuenciales, el momento de inercia de los
segmentos que participan progresivamente en el
gesto va disminuyendo como consecuencia de una
reducción del radio de giro, y para mantener el
momento angular generado se debe incrementar
progresivamente la velocidad angular, de modo
que permita alcanzar al último segmento de la
cadena una elevada velocidad de movimiento
(Gutiérrez, 1998; Watkins, 1999).
En los ejercicios de levantamiento olímpico o sus
variantes, como la cargada en un tiempo (ver
figura 3.12 a-c), el movimiento tiene una
característica secuencial que se inicia por la
aplicación de altos niveles de fuerza desde los
grupos musculares vinculados a los segmentos
proximales, tronco y cadera, fijando y
estabilizando estas zonas, que si bien transmiten
altas cantidades de fuerza, presentan una
velocidad angular muy baja. Pero en las fases
finales de este tipo de movimientos, el segmento
distal adquiere una velocidad relativamente
elevada, por lo que la musculatura agonista
vinculada directamente a este segmento tiene una
implicación mínima, ya que la velocidad que
Figura 12. Sistema de segmentos del tren superior vinculados por las articulaciones del hombro (1), codo (2) y muñeca (3) hasta la
mano (4) que es el segmento distal.
En un movimiento secuencial que comience por la
abducción del hombro, y prosiga con la elevación
del brazo y antebrazo en el plano transversal, para
acelerar y desarrollar la mayor velocidad posible
con la mano (segmento distal), los grupos
alcanza está fundamentalmente determinada por la
aceleración aplicada en las fases iniciales, desde
las masas musculares más fuertes (Gutiérrez,
1998).
En los ejercicios de cadena cinética abierta con
acción secuencial, que forman parte de un sistema
cinemático, como por ejemplo un remate en
voley, un golpe de fútbol, o un lanzamiento de
jabalina, debe considerarse la importancia de la
fuerza estabilizadora de la musculatura proximal
vinculada al tronco, mientras que la musculatura
distal debe ser capaz de aprovechar la aceleración
trasmitida desde estos grupos musculares más
fuertes para finalizar el movimiento con gran
velocidad, (ver figuras 12 a 15) (Bompa, 1995;
Gutiérrez, 1998). De ahí, la gran importancia de la
utilización de los ejercicios de levantamiento
olímpico como medio de preparación física,
destinados a fortalecer la musculatura central, y al
mismo tiempo desarrollar la capacidad de realizar
acciones con alta velocidad y potencia para
mejorar la eficiencia de gestos explosivos como
los saltos o los lanzamientos (Armtrong, 1993;
González-Badillo & Ribas, 2002).
La mecánica de ejecución de los ejercicios
realizados con acción secuencial puede
esquematizarse por medio de un sistema de
segmentos vinculados entre sí por las
articulaciones que los conectan. Por ejemplo, en el
tren superior las articulaciones del hombro, el
codo, y la muñeca conectan el tronco, el brazo, el
antebrazo y la mano, (ver figura 12).
musculares próximos al tronco (1) desarrollan
momentos de fuerza que aceleran el brazo (2)
mientras que los segmentos contiguos, antebrazo
(3) y mano (4) quedan retrasados, (ver figura 13).
 Figura 13. Inicio de un movimiento con acción secuencial en una cadena de segmentos del tren superior.

Cuando el segmento 1, alcanza la máxima fuerza hacia el segmento 2 (brazo), que es

aceleración angular y los segmentos contiguos acelerado hacia arriba y causa que los segmentos
quedan retrasados, el segmento proximal reduce 3 (antebrazo) y 4 (mano) queden retrasados, (ver
su velocidad, mientras que la musculatura figura 14).
abductora del hombro se contrae transmitiendo la

Figura 14. Aceleración del segundo segmento, en un movimiento con acción secuencial en el tren superior.

Cuando el segmento 2 (brazo) reduce su transmitida desde la musculatura vinculada a los

velocidad, el segmento 3 (antebrazo) se acelera segmentos 1 (hombros) y 2 (brazo) (ver figura
hacia arriba, alcanzando una elevada velocidad de 15).
desplazamiento al aprovechar la aceleración

Figura 15. Aceleración del tercer segmento, en un movimiento con acción secuencial en el tren superior.

En la secuencia mostrada en las figuras 12 a 15 se
observa cómo un sistema de segmentos se
comporta como una unidad, que se desplaza
rotando alrededor de sus ejes. Cuando parte de
esta unidad, el segmento 1 (proximal), es
inicialmente acelerado y luego desacelerado,
entonces los segmentos contiguos se aceleran para
conservar el momento angular creado por la
aplicación de los momentos de fuerza iniciales
desde los grupos musculares que actúan sobre el
segmento 1 (Fuentes, 1994; Gutiérrez, 1998). En
el ejemplo anterior, la musculatura agonista
abductora del hombro genera altos niveles de
fuerza, tanto en régimen excéntrico como
concéntrico, ya que produce un estiramiento
activo, cuando el segmento del brazo queda
retrasado al ser acelerado el segmento 1 (línea de
los hombros) en la primera fase del gesto, ahora
bien, en la segunda fase produce una acción
concéntrica para acelerar hacia arriba el segmento
2 (brazo) (Gutiérrez, 1998). Por otro lado, la
musculatura antagonista (aductora) realiza una
acción excéntrica, para reducir la velocidad
angular del brazo, y de este modo transferir
eficazmente el momento angular hacia el
segmento 3 (antebrazo), y posteriormente al 4
(antebrazo). El retroceso del segmento 2 (brazo)
persiste hasta que cesa la aceleración del
segmento proximal, se alcanza el limite de su
movilidad articular, o se completa el estiramiento
activo de la musculatura abductora del hombro
(Gutiérrez, 1998).
Los ejercicios de levantamiento olímpico o sus
variantes, (figuras 16 y 17) son movimientos de
cadena cinética cerrada ejecutados con acción
secuencial, en los que se desplazan elevadas
resistencias aplicando altos niveles de fuerza, con
la mayor velocidad posible (Newton & Dugan,
2002; Santos et al., 2004). En este tipo de
acciones los grupos musculares proximales, más
Figura 16. Secuencia de realización de los movimientos en la cargada en dos tiempos.
Figura 17. Secuencia de realización de los movimientos en la arrancada de fuerza.
En los gestos explosivos realizados por medio de
sistemas cinemáticos, como los lanzamientos
atléticos, el swing de golf, o el golpe de balón
durante un partido de fútbol, se debe generar una
gran aceleración de fuerzas desde los segmentos
proximales, más pesados, como las piernas o
tronco, para luego bloquearlos rápidamente y
transmitir el impulso de fuerza hacia los
segmentos distales (livianos), como los brazos,
para ejecutar una acción con la mayor potencia o
eficiencia mecánica posible (2ª ley de inercia)
(Escamilla, Lander, & Garhammer J, 2000;
Gutiérrez, 1998; McGinnis, 1999).
En los ejercicios con acción de empuje, a
diferencia de los movimientos secuenciales, la
intención será desplazar todos los segmentos de
forma simultánea, con una función
grandes y fuertes, monoarticulares, como los
glúteos, aplican altos niveles de fuerza, que se
transmite hacia otras articulaciones por medio de
músculos biarticulares o transmisores de fuerza,
como los femorales posteriores (bíceps femoral
largo, semitendinoso y semimembranoso), que
permiten a los segmentos distales aprovechar la
fuerza transmitida desde los músculos más
fuertes, para alcanzar altas velocidades de
movimientos final (Baechle, Eaerle, & Wathen,
2000; Holloway, 1994).
predominantemente estabilizadora de la
musculatura central, que permite transferir la
mayor fuerza o precisión posible a la acción en su
conjunto, en lugar hacerlo secuencialmente
(Bompa, 1995; Gutiérrez, 1998).
Diferencias cinéticas entre los ejercicios con
acción de empuje y secuencial
Considerando que en los ejercicios de cadena
cinética secuencial el objetivo es alcanzar la
mayor velocidad posible en las fases finales del
gesto, al valorar los niveles de fuerza velocidad y
potencia que pueden producirse utilizando pesos
muy bajos hasta máximos, la variación de la
velocidad con respecto al peso movilizado, si
bien, siempre mostrará una relación inversa, en
los ejercicios con acción secuencial, como la
cargada en un tiempo, la caída de la velocidad
será significativamente inferior respecto a la
observada en los ejercicios de empuje, como el
press de banca o la sentadilla (González-Badillo
& Ribas, 2002). Debido a esto, algunos estudios
han observado diferencias importantes en cuanto a
los pesos en donde se producen los máximos
valores de potencia, que tienden a ser
significativamente más altos en los ejercicios de
acción secuencial, respecto a los de empuje
(Cronin & Sleivert, 2005; Kawamori et al., 2005;
Kawamori & Haff, 2004).
González-Badillo y Ribas (2002) destacan que los
porcentajes de peso en donde se localiza la
máxima potencia mecánica media varían
significativamente entre diferentes técnicas o
ejercicios. Estos autores mencionan los siguientes
porcentajes de localización en sentadilla 65+7.6%,
press de banca 40+ 5.5%, arrancada 91+ 5.6%, y
en cargada en un tiempo 87+ 6.7%. Por su parte,
Baker (2001d) destaca que el tipo de ejercicio es
un factor clave que afecta a la localización de los
pesos en donde se produce la máxima potencia,
observando que en los ejercicios de acción
secuencial, como los levantamientos olímpicos,
ésta suele localizarse en porcentajes entre el 70%
y el 90% del valor de la 1 MR, mientras que en la
Figura 18. Comparación de la variación de la velocidad de la barra (m . s) respecto al porcentaje de la 1 MR, en un test con pesos
crecientes en dos ejercicios con mecánicas distintas. Cargada en 1 tiempo (acción secuencial) y Sentadilla paralela (acción de
empuje).
Zonas de entrenamiento de la fuerza con
relación al peso, la velocidad y la potencia
producida
El estudio de la relación entre fuerza, velocidad y
potencia, en los ejercicios con resistencias, ha
permitido diferenciar zonas en donde cada una de
estas variables se manifiesta de forma diferente,
en función del porcentaje de peso utilizado, la
sentadilla se suele localizar entre el 40% y el 60%
del nivel de la 1 MR. De todas maneras, es
importante destacar que entre los ejercicios de
cadena cinética secuencial y cerrada existe una
gran diferencia, relacionada con la velocidad
alcanzada con pesos altos a máximos, ya que en
los ejercicios secuenciales la velocidad es
significativamente más alta, permitiendo lograr
valores más elevados de potencia con mayores
porcentajes de peso, cercanos al máximo (1 MR)
(González-Badillo & Gorostiaga, 1995; Hedrick,
1993).
La figura 18 muestra la relación entre la velocidad
de la barra (metros por segundo), respecto al
porcentaje de la 1 MR, en un deportista que
realizó un test con pesos crecientes, en dos
ejercicios de cadena cinética cerrada, pero con
diferentes acciones: sentadilla paralela con barra
libre (acción de empuje, 1) y cargada en un
tiempo (acción secuencial, 2). La caída de la
velocidad es significativamente más pronunciada
en el ejercicio de sentadilla respecto a la cargada
en un tiempo. En este caso, la velocidad alcanzada
en la cargada en un tiempo al movilizar el peso
máximo (1 MR) es del 56% respecto a la
determinada con un peso cercano al 40%,
mientras que en la sentadilla es del 19%.
velocidad lograda y la potencia producida a lo
largo de un espectro de resistencias desde ligeras a
máximas (Chandler, 2001; González-Badillo &
Gorostiaga, 2000).
González-Badillo y Gorostiaga (2000) identifican
tres zonas que pueden distinguirse por la
predominancia de una capacidad sobre las otras
dos, (ver figura 19).
Figura 19. Zonas de entrenamiento de la fuerza, determinadas por la predominancia de la fuerza (1), la velocidad (2) o la potencia
(3). Tomado de González-Badillo y Gorostiaga, (2000).
En la zona 1, cuando se utilizan resistencias muy
altas, entre el 85% al 100% de la 1 MR, la fuerza
aplicada es mayor, la velocidad alcanzada es muy
baja y la potencia producida es submáxima, ya
que la velocidad es mínima (Bosco, 1991;
Naclerio, 2005).
En la zona 2, al utilizar resistencias muy bajas,
entre el 30% al 45% del valor de la 1 MR, la
fuerza aplicada es menor, la velocidad alcanzada
es mayor, y la potencia producida es submáxima,
ya que la fuerza es mínima, y por lo tanto el valor
de potencia producido no será muy alto.
En la zona 3, al utilizar resistencias intermedias,
entre el 45% y el 80% u 85% del valor de la 1
MR, la fuerza y la velocidad aplicada no son
máximas, sino que alcanzan valores intermedios,
pero que producen los niveles más altos de
potencia mecánica (Bosco, 2000; Cronin &
Hansen, 2005). Dentro de esta zona se pueden
distinguir dos áreas:
El área 3.1, donde el nivel de las resistencias
utilizas es mayor, entre el 55% o 60% hasta el
80% u 85% del valor de la 1 MR, la fuerza
aplicada es más elevada y la velocidad alcanzada
es menor.
El área 3.2, donde los pesos son más ligeros,
comprendidos entre el 45% hasta el 55% o 60%
del valor de la 1 MR, la fuerza aplicada es más
baja y la velocidad alcanzada es mayor.
Como hemos mencionado anteriormente en el
punto 3.4.4, uno de los aspectos que más influye
en la fuerza aplicada, la velocidad y la potencia
producida al realizar un ejercicio es la técnica o
modalidad de ejecución del mismo (Cronin &
Sleivert, 2005; Dugan, Doyle, Humphries,
Hasson, & Newton, 2004; Garhammer, 1993). Por
esto, al considerar no sólo el nivel de peso
utilizado sino la velocidad y la potencia producida
(para establecer las zonas de entrenamiento de las
diferentes manifestaciones de fuerza descritas por
González-Badillo y Gorostiaga (2000) en la figura
19), es necesario considerar las variaciones de la
velocidad y la potencia respecto al nivel de peso
utilizado, según las características del ejercicio
(cadenas abiertas o cerradas, con acción de
empuje, o secuencial).
Para ello, hemos propuesto un nuevo esquema en
el que se muestran las diferentes manifestaciones
de la fuerza, respecto al porcentaje de la 1 MR, el
nivel de velocidad o potencia alcanzado con cada
porcentaje de peso, y la evolución de la potencia
mecánica desde los pesos más bajos hasta los
máximos, considerando la mecánica de ejecución
de los ejercicios de empuje (figura 20) o
secuenciales (figura 21) (Naclerio & Jiménez,
2005).
 Figura 20. Determinación de la zonas de entrenamiento de la fuerza según el porcentaje de peso y la velocidad o potencia de
movimiento alcanzada en ejercicios de cadena de empuje.

Figura 21. Determinación de las zonas de entrenamiento de la fuerza según el porcentaje de peso y la velocidad o potencia de
movimiento alcanzada en ejercicios secuenciales.

La figuras 20 y 21, muestran cómo la interrelación
entre el porcentaje de la 1 MR, la velocidad, la
potencia mecánica y el tiempo que pueda
mantener un nivel determinado de esfuerzo son
los factores que determinan la manifestación de
fuerza entrenada. Por otro lado, es importante
destacar que en los ejercicios de cadena cinética
cerrada con acción secuencial, como la cargada en
un tiempo, los pesos en donde se expresan los
mayores valores de potencia mecánica tienden a
localizarse hacia los porcentajes más altos (entre
el 85% y el 90% del nivel de la 1 MR
(Garhammer, 1993; González-Badillo & Ribas,
2002; Kawamori & Haff, 2004). Mientras que en
ejercicios realizados con el tren superior, y con
una mecánica de cadena cinética cerrada con
acción de empuje, como el press de banca, los
pesos en donde se expresan las potencias más
altas se sitúan entre el 45% y el 55% del valor de
la 1 MR, (Baker, 2001a; D. Baker et al., 2001;
Naclerio et al., 2004). Al analizar un ejercicio de
cadena cinética cerrada y acción de empuje,
realizado fundamentalmente con el tren inferior a
través del plano vertical, movilizando una gran
proporción del peso corporal como parte de la
resistencia a vencer, los pesos que expresan los
máximos valores de potencia tienden a localizarse
entre el 45% y el 65% del valor de la 1 MR
(Dugan et al., 2004; Naclerio, Leyva Rodriguez,
& Forte, 2005). En este último caso, existen
diferentes criterios para determinar el total del
peso o resistencia movilizada. Así algunos autores
consideran sólo el peso externo, otros consideran
un porcentaje del peso corporal (entre el 88% y el
90%), y otros incluyen la totalidad del peso
corporal como parte de la resistencia a vencer.
Nosotros hemos incluido la totalidad del peso
corporal como parte de la resistencia a vencer,
tanto para determinar el nivel de la 1 MR como
para calcular la potencia producida (Dugan et al.,
2004).
El no incluir el peso corporal o un porcentaje de
éste como parte de la resistencia a vencer, puede
causar el desplazamiento de los pesos que
expresan las potencias más altas hacia niveles
algo más elevados respecto a los recomendados en
la figura 19 (Cronin & Sleivert, 2005; Dugan et
al., 2004). Más adelante, en los apartados
“Ejercicios de tren inferior realizados con
mecánica de empuje”. y “Organización del
protocolo”, se tratará específicamente este aspecto
y se justificará la postura adoptada en este trabajo.
Los ejercicios monoarticulares realizados con
cadenas cinéticas abiertas con acción de empuje
como el curl de bíceps con mancuernas, (figura 9),
presentan una relación entre fuerza, velocidad y
potencia similar a los ejercicios multiarticulares
realizados con las mismas características
mecánicas, como el press de banca, habiéndose
observado que los pesos en donde se producen los
máximos valores de potencia se localizan entre el
30% al 50% del nivel de la 1 MR, (Mooss,
Refness, Abilgaard, Nycolaysen, & Jensen, 1997).
De ésta forma, el análisis de la figuras 20 y 21,
nos proporciona la posibilidad de elegir los pesos,
y las velocidades o potencias con que estos deben
ser movilizados, para entrenar cada una de las
manifestaciones de fuerza descritas.
Para el entrenamiento de la fuerza máxima, se
utilizarán pesos entre el 80% u 85% hasta el 100%
del nivel de la 1 MR, y la intensidad resultará del
producto entre la velocidad a la que puedan
movilizarse estos pesos y la magnitud de los
mismos (Bosco, 1991; Naclerio, 2001).
Para fuerza velocidad, se utilizarán pesos más
ligeros, ente el 25% al 55% en el caso de la
fuerza explosiva y más del 55% hasta el 80%
para la fuerza potencia. En este caso, la
intensidad es máxima o cercana a la máxima,
desarrollándose velocidades y potencias de
movimiento comprendidas entre el 93% al 100%
de la máxima posible de producir con los pesos
utilizados (Bosco, 1991; Naclerio, 2005; Naclerio
& Jiménez, 2005; F. J. Naclerio et al., 2005).
Para la fuerza resistencia, se pueden determinar
varias zonas de entrenamiento, a partir de los
porcentajes de la velocidad y la potencia
producidas, pudiendo diferenciar áreas de fuerza
resistencia con baja velocidad o potencia hasta
zonas de fuerza resistencia con altas velocidades o
potencias, según se produzca entre el 50% al 90%
o 93% de la máxima velocidad o potencia posible
de producir con los pesos utilizados, (figura 20),
(Naclerio, 2005; Naclerio & Jiménez, 2005).
Sólo se puede asociar la intensidad de los trabajos
de fuerza con el porcentaje de peso utilizado
cuando se trabaja con niveles cercanos al máximo
(> 85% 1 MR) debido a que, con estas magnitudes
de peso, se determina un reclutamiento máximo,
no selectivo y progresivamente sincrónico (hasta
el 100% de la fuerza máxima) de la mayor
cantidad de unidades motoras factibles de
convocar, rápidas y lentas, porque la elevada
magnitud de la resistencia exige la aplicación de
un altísimo nivel de fuerza para superarla, que
requiere mucho tiempo de activación, lo cual
perjudicará la velocidad de movimiento y el nivel
de potencia resultante. En este caso, la
modulación de la aceleración aplicada es
prácticamente imposible, ya que los niveles de
fuerza producidos desde el sistema neuromuscular
están muy próximos al máximo, (todas las
unidades motoras de alto umbral de excitación
están siendo reclutadas con una frecuencia de
estimulación muy alta), y el margen para modular
la aceleración transmitida a la resistencia es muy
pobre y no puede reflejar cambios significativos
en la velocidad o potencia de la misma (Astrand
& Rodahl, 1985; Bosco, 2000). Ahora bien, con
pesos inferiores la capacidad de modular la
aceleración aplicada hace posible que aunque los
pesos a desplazar sean los mismos, los niveles de
fuerza producidos y las velocidades alcanzadas en
cada acción puedan ser diferentes (Bosco, 1991,
2000; Siff & Verkhoshansky, 2000).
Factores fisiologicos relacionados con la
produccion de potencia muscular
El sistema neuromuscular regula la cantidad de
fuerza necesaria para lograr la mayor eficiencia
posible en acciones dinámicas o estáticas
efectuadas a diferentes intensidades, desde muy
bajas como caminar o mantener la postura, hasta
extremas, como un lanzamiento o un salto
(Moritani, 2002). En este trabajo nos referiremos
sólo a los aspectos más importantes que afectan a
la fuerza, la velocidad y la potencia, producidas en
los movimientos explosivos realizados con
acciones predominantemente concéntricas.
Factores neurales relacionados con
producción de potencia
El sistema nervioso central está organizado de una
forma jerárquica. Los programas motores se
originan en la corteza motora primaria, áreas
suplementarias y otras zonas asociadas a la
corteza motora. Los impulsos de estas áreas, del
cerebelo y en alguna medida de los ganglios
basales, llegan a la corteza motora y excitan o
inhiben algunas o varias motoneuroas de la
corteza motora principal (Bawa, 2002). Para
desarrollar actividad muscular es necesario que el
sistema nervioso central envíe impulsos eléctricos,
en forma de potenciales de acción, que se
transmiten por medio de grandes fibras nerviosas,
llamadas motoneuronas α, que se extienden
Figura 22. Representación esquemática de las unidades motoras y sus componentes. Tomado de Moritani (2002, p 30).
Las fibras musculares pertenecientes a una misma
unidad motora, se encuentran distribuidas dentro
de un área muscular vecina y mezcladas con
grupos de fibras pertenecientes a otras unidades
motoras, lo cual causa que las fuerzas generadas
por una unidad motora se expandan sobre una
amplia área de músculo produciendo un efecto de
mimetismo que puede extenderse a las unidades
motoras vecinas (Astrand & Rodahl, 1985;
Billeter & Hoppeler, 1996).
desde la materia gris de la parte anterior de la
médula espinal o de las regiones correspondientes
del tallo cerebral, hacia la periferia, para permitir
al sistema nervioso central controlar la actividad
muscular, (ver figura 22) (González-Badillo &
la Ribas, 2002; Moritani, 2002).
Una motoneurona consiste en un cuerpo celular o
soma, procesos especiales, llamados dendritas y el
axón (Billeter & Hoppeler, 1996). Una unidad
motora consiste en una motoneurona y las células
musculares que ésta inerva (ver figura 20)
(McArdle et al., 2000; Moritani, 2002).
Una fibra muscular sólo recibe inervación de una
motoneurona, pero ésta última puede inervar
desde pocas (10 fibras) en músculos pequeños
utilizados para gestos de gran precisión como los
que realizan los ojos, o muchas (2000 a 3000) en
los grandes músculos que realizan movimientos
más fuertes y de menos precisión, como los de las
extremidades (McArdle et al., 2000).
Las unidades motoras han sido clasificadas de
acuerdo a sus características fisiológicas, como la
velocidad de transmisión de los estímulos, el
ritmo de desarrollo de la tensión muscular, el
grado de fatigabilidad, o la resistencia, etc., en tres
grupos principales (McComas, 1996; Moritani,
2002):
• Unidades motoras de contracción rápida, poco
resistentes (CR).
• Unidades mototas de contracción rápida,
resistentes (CRR).
• Unidades motoras de contracción lenta,
resistentes (CL).
Las unidades motoras CR tienen un desarrollo
muy importante de las vías energéticas
anaeróbicas (fosfágenos almacenados, ATP y
fosfocreatina), y una pobre actividad de la vía
oxidativa, con bajo nivel de capilarización y
densidad mitocondrial, mientras que las unidades
CRR tienen características muy similares a las
anteriores, aunque presentan un mayor desarrollo
de la vía glucolítica rápida, con capacidad para
producir mayores niveles de ácido láctico y una
vía oxidativa algo más desarrollada que las
unidades CR, pero que es siempre inferior al de
las unidades CL. Estas últimas, en cambio
presentan un alto desarrollo oxidativo, con alta
capacidad de absorber oxígeno, por su elevada
densidad mitocondrial y contenido de
hemoglobina (Astrand & Rodahl, 1985; McArdle
et al., 2000; Moritani, 2002).
Reclutamiento de unidades motoras y cuádriceps, el reclutamiento de unidades motoras
frecuencia de estimulación
En las acciones voluntarias, como las que se
efectúan cuando se realizan ejercicios de fuerza
con resistencias, el sistema nervioso central regula
el nivel de fuerza por dos mecanismos principales
(Astrand & Rodahl, 1985; Griffin & Cafarelli,
2005; Moritani, 2002).
1. Variando la cantidad de unidades motoras
activas en cada instante, llamado empleo o
sucesión espacial.
2. variando la frecuencia de activación de las
unidades motoras, llamado codificación del
ritmo o sucesión temporal.
Cuanto mayor sea la cantidad de unidades
motoras activas en un momento determinado y su
frecuencia de estimulación, mayor será la cantidad
de fuerza posible de aplicar en un gesto específico
(Billeter & Hoppeler, 1996; Moritani, 2002). De
todas formas, durante la mayoría de las
actividades físicas el principal mecanismo
empleado para regular la fuerza muscular es la
codificación del ritmo (Astrand & Rodahl, 1985;
Moritani, 2002). Por ejemplo, al realizar un
ejercicio submáximo no se convocan
simultáneamente la mayor cantidad de unidades
motoras posibles, ya que mientras algunas se
activan otras permanecen en reposo. De esta
manera, se produce un intercambio de funciones
entre las unidades motoras, que alternan intervalos
de trabajo y descanso, pudiendo así mantener el
nivel de fuerza requerido por un tiempo más
prolongado (Astrand & Rodahl, 1985; Lamb,
1984). No obstante en actividades que requieren
altos o máximos niveles de fuerza el sistema
nervioso central activará simultáneamente el
mayor número de unidades motoras posibles, que
desarrollarán así una actividad sincrónica
(Astrand & Rodahl, 1985; Billeter & Hoppeler,
1996).
La contribución relativa de los mecanismos de
reclutamiento, respecto a los de codificación del
ritmo para regular la fuerza, difieren en los
músculos más pequeños respecto a los más
grandes. En los músculos muy pequeños, como el
sóleo o los del antebrazo, la mayoría de las
unidades motoras se activarán al generar niveles
de fuerza próximos al 50%. De modo que, para
producir niveles de fuerza superiores se dependerá
fundamentalmente de la frecuencia de
estimulación, que se transforma en el mecanismo
principal para aumentar la fuerza por encima del
50% de los valores máximos. No obstante en los
músculos más grandes como el deltoides o el
adicionales parece ser el mecanismo principal
para incrementar la fuerza hasta niveles cercanos
del 80%, mientras que la frecuencia de
estimulación predomina sólo en los niveles más
altos, permitiendo incrementos desde el 80% hasta
el 100% de la máxima tensión voluntaria
(Zatsiorsky, 1995). El reclutamiento de la
cantidad y tipo de unidades motoras, así como su
frecuencia de estimulación, depende
fundamentalmente del nivel de fuerza requerido y
la velocidad de desarrollo de las acciones
(Moritani, 2002).
En la figura 23, se muestra cómo las unidades
motoras, con diferentes características, van
activándose y desactivándose con relación a la
frecuencia de activación y al nivel de fuerza
requerido en cada acción (González-Badillo &
Ribas, 2002).
El efecto de la frecuencia de activación sobre la
fuerza muscular por unidad motora activada es
fundamental para determinar la velocidad de
desarrollo de la fuerza. En efecto, cuando se
desarrollan altas frecuencias de activación la
velocidad con que se desarrolla la fuerza es
mayor.
Las unidades motoras de alto umbral alcanzan su
nivel máximo de tensión (tétano) a una frecuencia
comprendida entre 50 Hz y 65 Hz, sin embargo,
cuando las frecuencias son superiores, cercanas a
los 100 Hz, aunque el valor de fuerza máxima no
aumenta, la velocidad con que la fuerza se
desarrolla es mucho mayor, (ver figura 24)
(González-Badillo & Ribas, 2002).

Figura 23. Frecuencia de estimulación, fuerza producida y tipo de unidad motora activada. CR: Unidad motora rápida (alto umbral
de excitación); CRR: Unidad motora rápida resistente (umbral intermedio de excitación); CL: Unidad motora lenta (bajo umbral de
excitación). Tomado de González-Badillo y Ribas (2002) p 84.

entrenable que puede ser mejorado al realizar

ejercicios de fuerza movilizando resistencias de
diferentes magnitudes con la mayor velocidad
posible (Baker, 2001b; Kawamori et al., 2005;
Kawamori & Haff, 2004). En la Figura 6. 0 se
muestra una comparación de la curva fuerza-
tiempo producida por tres sujetos diferentes
(levantador olímpico, varón no entrenado y mujer
no entrenada), que realizaron un test de extensión
de piernas a la máxima velocidad posible. El
levantador no logra solamente valores más
elevados de fuerza máxima sino también
velocidades de desarrollo de fuerza muy
superiores (González-Badillo & Ribas, 2002).
Figura 24. Efecto de la Frecuencia de estimulación sobre la
velocidad de desarrollo de la fuerza. Tomado de González-
Badillo y Ribas (2002) p 84.

En los ejercicios que requieren altos niveles de

fuerza y potencia muscular se convocan las
unidades motoras rápidas, mientras que las lentas
no son inicialmente activadas en este tipo de
acciones, en donde el sistema nervioso central
genera estímulos máximos para convocar
selectivamente la mayor cantidad de unidades
mototas rápidas, con la más alta frecuencia de
estimulación posible, para desarrollar altos niveles
de fuerza con elevada velocidad (Kawamori &
Haff, 2004). Esta capacidad es un aspecto

Figura 25. Comparación de la curva fuerza tiempo en el
ejercicio de extensión de piernas en tres sujetos diferentes
(levantador, varón no entrenado y mujer no entrenada). A
los 100 milisegundos el nivel de fuerza alcanzado por el
levantador es significativamente superior (p< 0.001
respecto del varón y la mujer no entrenados. Tomado de
González-Badillo y Ribas (2002) p 84.
Las adaptaciones neurales causadas por el
entrenamiento de fuerza contra resistencias se
basan en una modulación del patrón de activación
de las unidades motoras específicamente
entrenadas, que se manifiesta por:
a) Una disminución del umbral de reclutamiento
de las unidades motoras, que permite
activarlas más rápidamente y lograr niveles de
fuerza más elevados (Griffin & Cafarelli,
2005).
b) Aumento de la sincronización en la
generación de potenciales de acción desde las
unidades motoras implicadas en el gesto
(Gardiner, 2001; Griffin & Cafarelli, 2005).
c) Incremento del número de unidades motoras
que producen dobles descargas2 (Gardiner,
2001; Griffin & Cafarelli, 2005).
Estos procesos indican, que la corteza motora se
adaptaría a los diferentes estímulos de
entrenamiento de fuerza incrementado su
excitabilidad y sensibilidad cortical. No obstante,
todavía no se ha podido establecer precisamente
una relación entre la modalidad del entrenamiento
desarrollado y su patrón de reclutamiento motor
con las adaptaciones producidas a nivel cortical y
espinal (Griffin & Cafarelli, 2005).
Respecto al entrenamiento más adecuado para
mejorar la potencia en los ejercicios deportivos,
2
Se denomina dobles descargas, cuando una unidad motora
recibe dos impulsos con un intervalo de 20 milisegundos o
menos entre cada uno, (Griffin & Cafarelli, 2005).
algunos autores han propuesto que entrenar con
los pesos en los que se producen los mayores
valores de potencia mecánica en cada ejercicio,
sería el modo más adecuado para mejorar la
producción de potencia muscular, ya que de esta
manera se crearía un estímulo óptimo para
mejorar la sincronización y la frecuencia de
activación selectiva de las unidades motoras
rápidas (Baker, 2001a; Baker, 2001b; Cronin,
McNair, & Marshall, 2001; Cronin & Sleivert,
2005; Kawamori et al., 2005; Kawamori & Haff,
2004; Macaluso & De Vito, 2004).
Factores morfológicos relacionados con la
producción de potencia
El área de sección transversal o grosor fibrilar y el
tipo de fibra muscular predominante en la masa
muscular son factores morfológicos altamente
relacionados con la producción de potencia
mecánica durante acciones musculares (Bosco,
2000; Kawamori & Haff, 2004). Como las fibras
musculares inervadas por una misma
motoneurona expresan idénticas características
bioquímicas, histoquímicas y mecánicas, al igual
que las unidades motoras, los diferentes tipos de
fibras musculares también pueden clasificarse en
tres grupos básicos (Moritani, 2002):
• Fibras de contracción rápida, o tipo IIb
• Fibras de contracción rápida, resistentes o tipo
IIa
• Fibras de contracción lenta o tipo I
Muchos estudios han demostrado que el aumento
de la sección transversal muscular (hipertrofia) se
relaciona directamente con el incremento de la
fuerza muscular (Bosco, 1983, 1992; Fleck &
Kraemer, 1997). Como el nivel de fuerza máxima
posible de aplicar en un movimiento determinado
es una de las variables que limitan el nivel de
potencia muscular, el aumento del grosor
muscular o hipertrofia podría relacionarse con
mejoras en la producción de potencia durante las
acciones deportivas (Kawamori & Haff, 2004).
No obstante, existen evidencias de que un
entrenamiento de fuerza que conduzca a un
desarrollo de hipertrofia muscular excesiva, con
un incremento de la sección transversal muscular
significativo y no selectivo de las fibras rápidas
puede inducir adaptaciones negativas para la
producción de potencia muscular. Algunas de
estas adaptaciones son:
• Aumento del área de sección transversal de las
fibras lentas (Bosco, 1983, 1991, 1992).
• Modificación de la capacidad contráctil de las
fibras rápidas, que adquieren características
más similares a las lentas, debido
fundamentalmente a mutaciones producidas a
nivel de las cadenas pesadas y ligeras que
conforman los filamentos de miosina (Agarrad
& Andersen, 1998; Fitts, 2003; Fry, 2004).
• Alteración del ángulo de penación de las
fibras respecto al tendón y disminución del
rango de recorrido articular (Kawamori &
Haff, 2004).
La distinción fundamental entre las fibras lentas y
rápidas radica fundamentalmente en la velocidad
de producción de fuerza, y no tanto en el nivel de
fuerza máximo. Cuando se normaliza la cantidad
de fuerza producida por cada tipo de fibra
muscular, por el área o cm2 de fibra activada,
ambos tipos pueden producir la misma fuerza,
aunque difieren significativamente en la velocidad
con la que la desarrollan, (ver figura 26) (Fry &
Newton, 2002; González-Badillo & Gorostiaga,
2000).
De acuerdo con esto, a igualdad de masa
muscular, un sujeto con mayor proporción de
fibras rápidas podría generar velocidades y
potencias de movimiento superiores al aplicar la
mayor aceleración posible a pesos submáximos
(inferiores al 85% del nivel de la 1 MR), aunque
tal vez su nivel de fuerza máxima sea similar al de
otro sujeto que disponga de mayor porcentaje de
fibras lentas (González-Badillo & Gorostiaga,
2000).
Figura 26. Comparación de la relación fuerza / velocidad
por cm2 de área fibrilar, entre fibras rápidas y lentas.
Tomado de González-Badillo y Gorostiaga, (2000).
Siendo la diferencia fundamental entre fibras
rápidas y lentas la capacidad de aplicar fuerza en
velocidad y no tanto en los niveles de fuerza
máximos, se ha comprobado que las fibras rápidas
podrían generar una potencia de movimiento entre
3 y 4 veces superior a las lentas (Bosco, 2000;
Kraemer & Ratames, 2004). Por lo tanto, para
controlar y valorar el rendimiento físico, en
deportistas o en sedentarios, no sólo se deben
considerar los niveles de fuerza sino también la
potencia capaz de producir con diferentes
porcentajes de la fuerza máxima evaluada. Por
ejemplo, en el área de la salud, se ha observado
que la pérdida de potencia es incluso más
importante que la de fuerza, ya que con el
envejecimiento la potencia muscular declina entre
un 10% y un 50% más rápido que la fuerza
máxima (Izquierdo et al., 1999; Newton,
Häkikinen et al., 2002; Pearson et al., 2002).
Importancia de la potencia mecanica
producida en los ejercicios de fuerza
La importancia de conocer la potencia mecánica
producida en un ejercicio, radica en que ésta
define el grado de eficiencia con la que el sistema
neuromuscular actúa al realizar un movimiento
específico, ya que expresa la cantidad de trabajo
producido en un tiempo determinado (Enoka,
2002; Gutiérrez, 1998). De hecho, en los últimos
años se ha propuesto que la potencia producida en
los ejercicios de fuerza sea considerada el
indicador principal de la intensidad con que se
desarrollan los movimientos (Bosco, 1991;
González-Badillo, 2000; Jiménez, 2003; Naclerio,
2001). Los diferentes estudios realizados sobre la
relación entre la fuerza aplicada, la velocidad
alcanzada y la potencia mecánica producida al
movilizar una resistencia externa, medida en kilos
o en porcentaje respecto al valor de la 1 MR, han
permitido diferenciar distintas zonas en las que
una capacidad predomina sobre las otras dos
(Baker, 2001a; Baker, 2001a, 2001b; González-
Badillo, 2000; Naclerio et al., 2004). Estas zonas
configuran áreas de entrenamiento bien
diferenciadas, a las que nos hemos referido
anteriormente en el apartado “Zonas de
entrenamiento de la fuerza con relación al peso,
la velocidad y la potencia producida”, (figura 20
y 21).
El peso o rango de pesos en donde se localizan los
valores más elevados de potencia mecánica
expresan el nivel de resistencia o peso óptimo en
donde la fuerza aplicada y la velocidad alcanzada
en un ejercicio se relacionan más eficientemente
(Kawamori et al., 2005; Kawamori & Haff, 2004).
Debido a esto, algunos estudios publicados en los
últimos años (Baker, 2001a, 2001b, 2002; D.
Baker & S Nance, 1999; D. Baker et al., 2001; D.
Baker et al., 2001; Cronin & Sleivert, 2005;
Dugan et al., 2004; Izquierdo, Häkkinen,
González-Badillo, Ibáñez, & Gorostiaga, 2002;
Kawamori & Haff, 2004; Rahmani, Viale,
Dalleau, & Lacour, 2002), han destacado la
importancia de conocer los pesos con los que se
expresa la máxima potencia para orientar
adecuada y específicamente los entrenamientos.
Ahora bien, todavía no existe un consenso acerca
de cómo la potencia producida en cada ejercicio
tiende a modificarse en respuesta a un tipo
específico de entrenamiento, así como tampoco de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en
donde se localiza, ya que este puede variar por la
influencia de muchos factores propios del sujeto,
o relacionados con las metodologías de evaluación
aplicadas en cada caso (Cronin & Sleivert, 2005;
Izquierdo et al., 2001; Kawamori & Haff, 2004).
Variables que afectan a la localización de los
valores más altos de potencia mecánica
Como hemos mencionado anteriormente, uno de
los aspectos que ha suscitado más interés respecto
a la utilización de la potencia mecánica como
herramienta de control y planificación del
entrenamiento de fuerza, es la determinación de
los pesos en los que cada sujeto alcanza los
valores más altos al realizar un ejercicio
específico. Según Baker y Nance (2001a) estos
pesos configuran una zona de entrenamiento que
favorece el óptimo desarrollo de la potencia de
movimiento, que es un aspecto que puede
entrenarse independientemente de la fuerza o de la
velocidad, y marca la tendencia con la que cada
sujeto se adapta a los entrenamientos. No
obstante, y a pesar de la gran importancia
otorgada a este factor, las numerosas
investigaciones realizadas hasta el momento,
todavía no han logrado alcanzar una uniformidad
de criterios respecto a la forma más adecuada de
determinar la potencia y cómo utilizarla para
controlar y valorar el rendimiento en los
entrenamientos de fuerza.
Dugan y col (2004) realizaron una interesante
revisión destacando las diferencias que existen
entre los diversos estudios, acerca de la
localización de la potencia respecto al porcentaje
de la 1 MR en el ejercicio de sentadilla,
mencionando rangos de localización que van
desde el 10% hasta el 48%, 63% u 80%,
dependiendo de la metodología utilizada para su
determinación. Estos autores hacen hincapié en la
necesidad de estandarizar rigurosamente la
metodología de realización de los estudios para
que los datos puedan ser interpretados y utilizados
adecuadamente. En otra revisión, realizada por
Kawamori y col (2004), acerca de los porcentajes
de pesos en donde se han encontrado los valores
más altos de potencia en diferentes ejercicios de
fuerza, se destaca una gran discrepancia entre los
diversos estudios, mostrando que la potencia
máxima puede localizarse entre el 10% y el 70% u
80% del valor de la 1 MR. Estos autores indican
que la falta de homogeneidad en los resultados se
debe fundamentalmente a las diferencias en el
control de ciertas variables que han mostrado
influir significativamente en la producción de
potencia y la localización de su valor más alto.
Estas variables pueden ser consideradas desde
cuatro puntos de vista diferentes:
1. Biomecánico
• El tipo de ejercicios evaluado.
2. Metodológico
• Los medios utilizados (peso libres, máquinas,
etc.),
• La metodología de trabajo, relacionado con el
modo de cuantificar la sobrecarga en kilos, o
la potencia en vatios.
• Considerar la potencia media estimada en un
rango de movimiento o la potencia pico
producida en una fase específica del mimo.
• El tipo de dispositivo utilizado para medir o
estimar la potencia producida.
3. Propias del sujeto
• Edad y sexo.
• Morfológicas, relacionadas con la
composición fibrilar o tipo de unidades
motoras predominantes en los sujetos a
evaluar.
• Antropométricas (peso, estatura, longitudes
óseas, etc.) entre los sujetos que conforman las
muestras de los estudios.
4. Relacionadas con el rendimiento y la
especialidad deportiva
• Nivel de rendimiento del sujeto, muchas veces
relacionado con la fuerza máxima estimada
por el valor de la 1 MR, en uno o varios
ejercicios específicos.
• Orientación específica del entrenamiento
realizado en relación a la especialidad
deportiva de los sujetos.
• El momento del año en relación al ciclo
competitivo en el caso de deportistas
competidores.
Las últimas investigaciones realizadas sobre la
potencia mecánica producida en los ejercicios de
fuerza indican que, para comprender
adecuadamente la utilidad de la potencia mecánica
como parámetro de control y planificación del
entrenamiento, es necesario establecer una
uniformidad de criterios, considerando todas las
variables mencionadas, ya que sólo así se podrán
interpretar correctamente los resultados obtenidos
de forma que puedan ser aplicados y utilizados
por distintos investigadores, entrenadores y
deportistas en diferentes momentos y con distintas
poblaciones (Cronin & Sleivert, 2005; Dugan et
al., 2004; Kawamori & Haff, 2004; Sleivert &
Taingahue, 2004).
Metodologías utilizadas en las evaluaciones de
fuerza y potencia mecánica
Debido a la aparición en el mercado de aparatos
de medición que permiten estimar con bastante
facilidad y precisión la velocidad y la potencia
producidas en los ejercicios de fuerza con pesos,
muchos investigadores han analizado las
relaciones entre el peso y la velocidad, o el peso y
la potencia mecánica, producida en este tipo de
ejercitaciones (Baker, 2001b; Bosco, 1991;
Cronin & Sleivert, 2005; Cronin, Hing, &
McNair, 2004; Driss, Vanderwalle, Quievre,
Miller, & Monod, 2001; Dugan et al., 2004;
González-Badillo & Gorostiaga, 2000; Kawamori
& Haff, 2004; Tous, 1999; Young, McLean, &
Ardagna, 1995; Zhelyazkov, 2001). Al analizar
los resultados emergentes de las diversas
investigaciones realizadas, se observan diferencias
importantes que pueden deberse a la falta de
criterios homogéneos en el tratamiento de algunas
variables, como el tipo de ejercicio, las
características de los sujetos o su nivel de
rendimiento (Baker, 2001b; Cronin & Sleivert,
2005; Dugan et al., 2004; Jiménez, 2003; Naclerio
et al., 2004; Tous, 1999).
Dugan y col (2004), destacan que los aspectos
metodológicos que más afectan los resultados
obtenidos al estimar la potencia producida en los
ejercicios de fuerza contra resistencias son:
1. Equipamiento con el que se registran los
datos.
2. Inclusión o exclusión del peso corporal en los
cálculos de potencia, cuando se realizan
ejercicios con dirección vertical (en plano
sagital), con una elevada participación del tren
inferior.
3. Medio de entrenamiento utilizado (pesos
libres, máquinas, etc.).
4. Consideración de los valores de potencia
media obtenidos a lo largo del recorrido
articular, o de potencia pico producidos en un
instante o punto del recorrido articular
evaluado.
5. Consideración del peso movilizado en kg., o
los porcentajes de peso respecto un valor
máximo, determinado por el nivel de fuerza
máxima isométrica o del nivel de la 1 MR.
6. Protocolo de realización del test.
Dispositivos o equipamiento utilizado para
recopilar los datos
Dugan y col (2004), describen cuatro sistemas
fundamentales que han sido utilizados para
estimar la fuerza, velocidad y potencia al realizar
ejercicios de fuerza.
1. Sistemas que sólo miden el desplazamiento de
la resistencia o de la unidad dinámica formada
por la resistencia externa y el sujeto.
2. Sistemas que determinan las fuerzas de
reacción vertical (plataformas
dinamométricas).
3. Análisis combinado del desplazamiento y las
fuerzas de reacción vertical.
4. Acelerómetros.
1. Determinación y análisis del
desplazamiento
En los casos en que sólo se determina la posición
de la resistencia externa o del centro de masa del
sistema dinámico, la fuerza aplicada debe ser
calculada a partir de los datos cinemáticos,
recopilados a través del movimiento de la unidad
dinámica y la masa de la misma (Harman, 1995).
Para determinar el desplazamiento de la unidad
dinámica que conforma el sistema existen varias
tecnologías:
a) Transductores lineales de posición.
b) Encoder rotatórios.
c) Sensores por infrarrojos o V Scope.
a) Los transductores lineales de posición
comprenden potenciómetros de alta precisión,
que producen señales de voltajes, que varían
en proporción al desplazamiento. De esta
 forma, los datos relacionados con el
desplazamiento pueden ser calculados
aplicando algunas de las formas de conversión
de datos analógicos a digitales (Harman, 1995;
McBride, Triplett-McBride, Davie, &
Newton, 2002). En la figura 29, se muestra un
dispositivo de este tipo combinado con una
plataforma dinamométrica para realizar un
control más preciso del movimiento (Cronin et
al., 2004).
b) Los encoders rotatorios son dispositivos
compuestos por un cable que se desenrolla y
se enrolla alrededor de un eje al que hace
girar. El encoder envía una cantidad de
impulsos por cada vuelta que realiza el eje, de
modo que al conocer el tamaño del mismo y el
espacio recorrido por cada giro, es posible
calcular el desplazamiento realizado por cada
vuelta que efectúa el eje del encoder. Los
impulsos son transmitidos hacia una interface
conectada a un ordenador, en donde a través
de una tarjeta de recepción de datos, un
software específico determina la posición, el
tiempo en que se produce y estima el
desplazamiento realizado con una altísima
resolución. Los datos de posición, tiempo y
desplazamiento permiten al software calcular
los valores medios y picos de fuerza, potencia
y velocidad, producidos durante todo el
recorrido realizado (Baker, 2001b; Bosco,
2000; F. J. Naclerio et al., 2005). En la figura
27 se muestra un sistema compuesto por un
encoder, una interface y un ordenador,
conectado a un equipamiento de
entrenamiento de fuerza.
Figura 27. Sistema compuesto por encoder, interface y
ordenador, para captar el desplazamiento lineal de la
resistencia movilizada en los ejercicios de fuerza. Adaptado
de Bosco, (1991).
En los últimos años han sido utilizados
dispositivos de este tipo en numerosas
investigaciones para estimar las características
cinéticas de los movimientos, ya que al estar
integrado con un temporizador, se puede asociar
la posición del cable con el tiempo y calcular el
instante en que se van adoptando distintas
posiciones durante un ejercicio.
No obstante, debe considerarse que es un
dispositivo que permite sólo valorar los
movimientos realizados con dirección vertical
(respecto a la colocación del encoder), es decir,
que su utilización se restringe sólo a los ejercicios
que causan desplazamientos lineales de las
resistencias movilizadas (González-Badillo &
Ribas, 2002).
c) Los sensores por infrarrojos son dispositivos
que están vinculados a un transductor óptico,
el cual capta datos de posición en un espacio
determinado (por ejemplo cada 3 mm de
desplazamiento) (Bosco et al., 1995). El “V
Scope”, es un dispositivo similar utilizado
para analizar movimientos lineales, que está
formado por un sistema de rayos infrarrojos y
ultrasonidos que permite captar el
desplazamiento de un implemento uniendo un
transmisor de ultrasonidos a un extremo de la
resistencia movilizada. Este transmisor se
dispara por una señal de infrarrojos emitida de
forma regular desde tres dispositivos o torres,
(ver figura 28).
Figura 28. Dispositivo V Scope, que permite realizar un
análisis tridimensional de los desplazamientos al realizar
ejercicios con pesos. Tomado de Stone y col (2003).
El tiempo que tarda la barra en recorrer un espacio
es calculado al medir el intervalo de tiempo que
transcurre entre cada señal emitida por el
ultrasonido hacia las torres de infrarrojos. La
distancia entre el transmisor y las torres se calcula
por el tiempo que transcurre ya que se conoce la
velocidad a la cual se transmiten las señales de
ultrasonidos. Al disponer de tres torres se puede
analizar la posición que va adquiriendo la barra
por medio de un análisis tridimensional (M H.
Stone et al., 2003).
Cualquiera que sea la metodología utilizada para
conocer el desplazamiento de la resistencia
movilizada y el tiempo empleado en realizarlo, es
posible calcular la velocidad alcanzada entre cada
muestra de datos de posición y el tiempo en que se
produce cada una a partir de los cambios en la
posición con respecto al tiempo, ecuación 1
(Enoka, 2002).
(1) v ( i )= Δ p/Δ t
(1) v ( i ) = (p2-p1)/(t2-t1)
v: velocidad; i: Cantidad de datos obtenidos en un intervalo
de tiempo, por ejemplo, 1 dato cada 1 milisegundo; Δ:
Variación o cambios; p: posición; t: tiempo.
De este modo, se puede obtener: la velocidad
instantánea que va adquiriendo la resistencia en
cada momento del desplazamiento, que a su vez
permite determinar su valor más alto, que es la
velocidad pico (vp), y la velocidad media, que se
calcula por el promedio de todos los datos de
velocidad instantánea obtenidos a lo largo de todo
el desplazamiento (Dugan et al., 2004; Harman,
1995).
La segunda derivada de la posición respecto al
tiempo es la aceleración (a), que se calcula por las
variaciones de la velocidad respecto al tiempo en
que se realiza el desplazamiento. Es decir, que la
aceleración resulta de las diferencias que puedan
existir entre los valores de velocidad calculados
en un instante respecto a otro, (ecuación 2)
(Enoka, 2002).
(2) a ( i ) = Δ Velocidad / Δ Tiempo
(2) a ( i ) = (v2-v1)/ (t2-t1)
a: aceleración; i: Cantidad de datos obtenidos en un
intervalo de tiempo; por ejemplo, 1 dato cada 1 milisegundo;
Δ: Variación o cambios; v: velocidad; t: tiempo.
La fuerza total que actúa sobre el sistema puede
calcularse sumando la aceleración de la gravedad
(9.81 m . s2) a la determinada instantáneamente
por el sistema formado por la resistencia y el
cuerpo del sujeto, para luego multiplicar este valor
por el de la masa total del sistema, ecuación 3
(Dugan et al., 2004; Enoka, 2002).
(3) F ( i ) = m x a
F: fuerza aplicada (N); i: cantidad de datos obtenidos en un
intervalo de tiempo, por ejemplo, 1 dato cada 1 milisegundo;
m: masa total del sistema (kg) a: aceleración adquirida por
el sistema (m . s2).
La potencia puede calcularse por medio del
producto entre la velocidad y la fuerza
determinadas en cada instante del desplazamiento,
(ecuación 4). El pico de potencia de un
movimiento constituye el valor más alto de
potencia obtenido a lo largo de todo el
desplazamiento, mientras que la potencia media
resulta del promedio de todos los valores de
potencia obtenidos en un desplazamiento o fase
determinada del movimiento (Dugan et al., 2004).
(4) P ( i ) = F x v
P: potencia mecánica; i: cantidad de datos obtenidos en un
intervalo de tiempo, por ejemplo, 1 dato cada 1 milisegundo;
F: fuerza aplicada (N); v: velocidad alcanzada (m . s)
Las ecuaciones descritas consideran solamente el
desplazamiento y las fuerzas aplicadas en
dirección vertical, por lo tanto, la potencia
resultante se refiere a la producida sólo a lo largo
del eje vertical (Dugan et al., 2004).
2. Determinación de las fuerzas de reacción
vertical con plataforma dinamométrica
Cuando se dispone de una plataforma
dinamométrica, la fuerza, la velocidad y la
potencia producidas pueden calcularse analizando
las fuerzas de reacción vertical, la velocidad a que
éstas se producen, y el impulso de fuerza aplicado
fundamentalmente en la fase concéntrica. Para
realizar este análisis es necesario que el sistema a
ser analizado (sujeto más resistencia utilizada)
inicie las acciones con una velocidad 0 (estático)
(Dugan et al., 2004). El impulso de fuerza se
refiere a la cantidad de fuerza aplicada en relación
al tiempo empleado en producirla (Siff &
Verkhoshansky, 2000; Verkhoshansky, 1996). El
impulso de fuerza es empleado para determinar la
cantidad de movimiento que adquiere un cuerpo,
por lo que es asociado a los cambios en los
momentos de fuerza que sufre la masa desplazada,
y puede calcularse por el producto entre la masa
(kg) y la velocidad de la misma (m x v) (Dugan et
al., 2004; Enoka, 2002). En una plataforma
dinamométrica, para cada muestra de datos
obtenidos, los valores de fuerza, velocidad y
potencia se calculan aplicando las siguientes
ecuaciones:
V inicial = 0
F( i )t = m x (v ( i +1) – v( i ))
Δ v = (F( i )t/m)
P( i ) = F( i ) x v ( i )
F: fuerza aplicada (N); cantidad de datos obtenidos en un
intervalo de tiempo, por ejemplo, 1 dato cada 1 milisegundo;
t: tiempo m: masa total (kg); v : velocidad; P: potencia.
3. Análisis combinado del desplazamiento y
las fuerzas de reacción vertical
Combina la información derivada desde dos
dispositivos, un encoder rotatorio o un transductor
lineal de posición y una plataforma
dinamométrica, (ver figura 29), (Cronin et al.,
2004; Duthie, Young, & Aitken, 2002; McBride et
al., 2002).
Figura 29. Utilización simultanea del transductor lineal de
posición unido a un cinturón de fuerza, y la plataforma
dinamométrica.Tomado de Cronin y col (2004)
Este tipo de metodología asume que la masa
corporal y la resistencia externa forman una
unidad dinámica, en donde la velocidad de
implemento externo refleja la del sistema, como si
fuese un todo (Dugan et al., 2004; Gutiérrez,
1998). La potencia mecánica se determina por el
producto entre las fuerzas de reacción vertical,
obtenidas desde la plataforma dinamométrica, y la
velocidad instantánea calculada por el encoder
(Dugan et al., 2004).
4. Acelerómetros
Este dispositivo permite medir la aceleración que
adquiere la resistencia movilizada, utilizando un
transductor, que envía señales de voltajes
proporcionales a la aceleración gravitatoria más la
aceleración lineal que sufre el implemento
desplazado. Esta señal es recogida por un sistema
analógico-digital integrado con un software que
calcula los valores de fuerza a partir de la
aceleración y la masa movilizada. La velocidad se
calcula para la integración de la aceleración
respecto al tiempo (Dugan et al., 2004; Harman,
1995).
Dugan y col (2004), compararon la fiabilidad de
cada una de las metodologías analizadas,
indicando que aunque cada una parte de premisas
matemáticas procesadas de forma diferente, todas
serían validas para estimar los valores de potencia.
No obstante hay que destacar que las
metodologías que utilizan sólo el desplazamiento
o sólo las fuerzas de reacción vertical, están en
desventaja respecto a cuando se combinan los dos
sistemas.
Para analizar los ejercicios de fuerza con pesas, el
acelerómetro presenta algunas desventajas
respecto a los sistemas anteriores:
• El eje del acelerómetro debe ser siempre
alineado con el plano del movimiento para que
la aceleración sea calculada adecuadamente.
• Los acelerómetros son en general muy
pequeños, pesan menos de 5 gr, por lo que
pueden ser fáciles de dañar por cualquier
impacto, como los que se producen al realizar
saltos verticales, caídas o movimientos
bruscos típicos de los gestos de levantamiento.
Dugan y col (2004) concluyen que el método más
apropiado para determinar la fuerza, velocidad y
potencia en los movimientos con resistencias,
especialmente realizados en dirección vertical, es
la combinación de la plataforma dinamométrica y
determinación del desplazamiento por medio de
transductor lineal o encoder. Estos autores
realizaron una comparación de las potencias
obtenidas por dos sujetos que realizaron el
ejercicio de saltos con varios pesos, desde ligeros
a pesados, calculando la potencia pico por tres
metodologías, (ver figura 30).
1) Combinando la plataforma más el transductor
de posición,
2) Utilizando sólo el transductor,
3) Sólo con la plataforma.
Figura 30. Relación entre potencia pico y peso externo movilizado utilizando tres metodologías diferentes. FT: combina plataforma
dinamometría y transductor; T: sólo transductor; F: sólo plataforma.
En la figura 30 se observan diferencias
importantes entre la potencia absoluta calculada
por el transductor respecto a la obtenida por los
otros dos métodos. Incluso en el sujeto A, el peso
en donde se alcanza la máxima potencia se sitúa
en una zona superior, cuando se calcula la
potencia sólo con el transductor, respecto a
cuando se calcula con los otros dos métodos. No
obstante, en el sujeto B, si bien los valores de
potencia absolutos son distintos la forma de la
curva de potencia es similar en los tres métodos.
Los autores de este trabajo no explican las
posibles causas de estas diferencias, que tal vez
puedan deberse a la falta de estandarización en la
modalidad de ejecución del ejercicio (Cronin &
Sleivert, 2005).
Independientemente de la tecnología utilizada,
creemos que el aspecto más importante a
considerar para aplicar un método de evaluación o
control es la fiabilidad y reproducción de los datos
obtenidos (Sale, 1991). De acuerdo con esto,
aunque los dispositivos que analizan sólo del
desplazamiento, como los transductores o
encoders, no son los que ofrecen los mejores
resultados, respecto a los sistemas combinados o
las plataformas dinamométricas, creemos que
igualmente constituyen una metodología válida
para valorar y controlar la evolución de los
parámetros de fuerza, velocidad y potencia,
siempre que se estandaricen los procedimientos
evolución en función de las características que
presentan estos dispositivos (Cronin & Sleivert,
2005). De hecho, a pesar de las limitaciones
mencionadas, la utilización de los métodos
basados sólo en el desplazamiento, como los
encoders rotatorios, ha sido validada en
numerosos estudios realizados con diversos tipos
y marcas de encoder, en los que se ha observado
un margen de error estadísticamente aceptable
entre mediciones repetidas (Baker, 2001a, 2001b;
D. Baker & S Nance, 1999; D. Baker et al., 2001;
D. Baker et al., 2001; Cronin et al., 2001;
Gaasvaer & Bahr, 1999; Kawamori et al., 2005;
Naclerio et al., 2004; F. J. Naclerio et al., 2005).
Estudios sobre los pesos en donde se producen
los máximos valores de potencia al realizar
ejercicios de fuerza
Muchos autores han destacado la importancia de
determinar los porcentajes de pesos en los que se
localizan los valores más altos de potencia, debido
a que éstos tendrían una alta relación con el
rendimiento, o con las adaptaciones causadas por
los entrenamientos específicos (Baker, 2001b; D.
Baker et al., 2001; D. Baker et al., 2001;
Verkhoshansky, 2002). También se ha indicado
que los pesos en los que se localizan las potencias
más elevadas, al realizar diversos ejercicios de
fuerza, serían los más idóneos para atenuar la
pérdida de fuerza y potencia muscular que se
produce con la edad en sujetos sedentarios, ya que
la movilización de estos pesos con altas
velocidades producirá un óptimo estímulo para
mantener o mejorar la funcionalidad de las fibras
de contracción rápida, que son las más afectadas
por el envejecimiento (Izquierdo et al., 2001;
Kraemer & Ratames, 2004; Macaluso & De Vito,
2004).
Macaluso y De Vito (2004) indican que los pesos
en donde se producen las potencias más elevadas
al realizar ejercicios con el tren inferior, como la
prensa horizontal, o la sentadilla, se sitúan en
torno al 60% de la fuerza máxima isométrica. Por
otro lado, Kawamori y Haff (2004) destacan que
existen resultados muy diferentes entre los
diversos estudios, en los que se indica que la
potencia máxima podría localizarse desde el 10%,
o 30%, hasta el 50%, 70% u 80% del nivel de
fuerza máxima estimado por el valor de la 1 MR,
obtenido en los ejercidos de fuerza con pesos.
Debido a la disparidad de los resultados y con el
fin de facilitar la comparación de los diferentes
estudios, realizaremos nuestro propio análisis
agrupando los datos obtenidos en relación al tipo
de ejercicio estudiado.
Ejercicios de tren superior realizados con
mecánica de empuje
Cronin y Sleivert (2005), mencionan que la
mayoría de los estudios realizados con ejercicios
del tren superior indican que los pesos en donde
se localizan las potencias más altas abarcan una
zona muy amplia, en la que los valores de
potencia producidos no se diferencian
significativamente entre sí. Estos autores analizan
diferentes estudios en los que se ha investigado la
producción de potencia máxima (media y pico) en
el ejercicio de press de banca con barra libre o en
multipower3, indicando que la zona de pesos en la
que se alcanzan los valores más elevados de
potencia se extiende desde el 30 al 70% del nivel
de la 1 MR.
Moss y col (1997) utilizaron un transductor de
posición combinado con una plataforma de fuerza,
para analizar la potencia producida durante el
ejercicio de curl a un brazo (cadena cinética
abierta), observando que los pesos en donde se
producen los mayores valores de potencia se
sitúan entre el 35% y el 50% de la 1 MR. Estos
autores destacan que, tanto la localización como el
nivel de potencia máxima producida, son
variables que pueden ser significativamente
afectados por el patrón de fibras musculares
predominantes en cada sujeto (Mooss et al.,
1997). Toji y Kaneko (2004) realizaron otro
estudio analizando la potencia producida en el
ejercicio de curl de bíceps a un brazo, en sujetos
varones poco entrenados, valorando la velocidad
con un transductor lineal de posición y calculando
la potencia por medio de la ecuación presentada
por Hill en 1938. Estos autores indican que los
pesos en donde se producen los valores más altos
de potencia se sitúan en torno al 30% del nivel de
fuerza máxima isométrica.
En otro estudio realizado por Naclerio y Figueroa
(2004), con levantadores españoles de nivel
provincial y nacional, que realizaron el ejercicio
de press de banca con barra libre, (cadena cinética
3
Dispositivo que controla el desplazamiento de la barra,
haciendo que ésta se desplace verticalmente entre dos
carriles, creando un estímulo mucho más localizado, que no
necesita fuerzas adicionales para equilibrar el peso
movilizado.
cerrada) utilizando un encoder rotatorio, se
observó que la potencia máxima media se
localizaba en un rango comprendido entre el 31%
y el 67% de la 1 MR. En este estudio se destaca
que la amplitud de la zona que abarcan los pesos
con potencias más altas, podría deberse a la
influencia de factores como el nivel de
entrenamiento, o las características individuales
de cada sujeto (antropometría, composición
fibrilar, etc.). Los resultados de estos autores
puede compararse con un estudio realizado por
Izquierdo y col (2002) con 5 grupos de deportistas
diferentes (jugadores de balonmano, ciclistas de
ruta, levantadores olímpicos, mediofondistas y
jóvenes universitarios), que realizaron el ejercicio
de press de banca en multipower con diferentes
pesos, observando que los porcentajes en donde se
localizaba la máxima potencia eran
significativamente diferentes entre los grupos. Los
levantadores producían el mayor nivel de potencia
absoluta, pero la localizaban en los porcentajes
más bajos, (sobre el 30%), al igual que los
jugadores de balonmano, mientras que los
ciclistas, mediofondistas y los estudiantes
universitarios lo hacían sobre el 45% de la 1 MR.
Los resultados de los ciclistas, mediofondistas y
los estudiantes universitarios estudiados por
Izquierdo y col (2002) son similares a los
encontrados por Naclerio y col (2005a) en un
estudio realizado con una población de aspirantes
a bomberos, que realizaron un test progresivo con
una metodología similar a la aplicada en el estudio
de Naclerio y Figueroa (2004), utilizando un
encoder rotatorio, en el ejercicio de press de banca
plano con barra libre, observando que los valores
de potencia máxima media se localizaban sobre el
47.6 + 9.0% de la 1 MR (Naclerio, Leyva
Rodriguez, & Pantoja García, 2005).
Baker y col (2001a) mencionan que en diversos
estudios realizados con jugadores de rugby de
diferentes niveles de rendimiento los pesos en los
que se producen los valores más altos de potencia
mecánica, determinados con encoder rotatorio en
el ejercicio de press de banca con barra libre, se
ubican entre el 40% a 60% de la 1 MR, mientras
que al hacer el mismo ejercicio de forma
explosiva en el multipower las potencias máximas
tienden a localizarse en un rango algo más amplio,
comprendido entre el 30% al 60% de la 1 MR.
Estos mismos autores en otros trabajos destacan
que la zona de pesos en los que se localizan las
potencias más altas puede variar ligeramente
cuando se clasifica a los sujetos por su nivel de
rendimiento, ya que los profesionales que poseen
un nivel más alto, tienden a localizar los pesos en
se producen los mayores valores de potencia en
porcentajes más bajos (51.1+ 5.3%) respecto al
los jugadores más jóvenes, que poseen menor
nivel de rendimiento (54,9+ 5,6%) (Baker,
2001a). Las observaciones realizadas por Baker
(2001b) serían coherentes con los resultados
encontrados por Naclerio y col (2004) en un
trabajo con jugadoras de sóftbol, que poseían un
bajo nivel de rendimiento para realizar los
ejercicios de fuerza.
En este estudio se observó que los pesos en donde
se expresaban los mayores valores de potencia en
el ejercicio de press de banca en multipower se
situaba al 62.9+ 11.7% de la 1 MR. No obstante,
en otra investigación realizada por Iglesias Soler y
San Emesterio (2005) con estudiantes de
educación física, utilizando el mismo sistema de
medición (encoder rotatorio), encontraron que los
valores más altos de potencia en el ejercicios de
press de banca con barra libre se situaban al 52.2+
9.7% de la 1 MR. Estos resultados, si bien son
similares a los obtenidos por Baker (2001b) se
acercan más a los valores de los sujetos de mayor
rendimiento (profesionales) mientras que los
sujetos evaluados por Iglesias Soler y San
Emesterio (2005) eran estudiantes, que poseían un
nivel de fuerza máxima absoluta, estimado por el
valor de la 1 MR, relativamente bajo (71.9+ 11.9
kg), muy cercano a 1 kg por kg de peso corporal
cuando se considera la fuerza relativa (Iglesias
Soler & San Emesterio, 2005).
Los estudios mencionados coinciden con Cronin y
Sleivert (2005), al indicar que existen muchas
diferencias respecto a los pesos en los que se
localizan los valores más altos de potencia en los
ejercicios del tren superior, siendo el rango en el
que se han encontrado estos valores muy amplio,
entre el 30% y el 70% de la 1 MR.
Estas diferencias podrían deberse a varios de los
factores mencionados en el apartado “Variables
que afectan a la localización de los valores más
altos de potencia mecánica”, aunque podríamos
destacar que en los ejercicios de cadena cinética
abierta o que implican acciones de tracción,
(como el curl de bíceps con mancuernas), los
porcentajes de pesos en los que se expresan las
potencias más altas tienden a localizarse en
niveles inferiores, próximos al 30%, mientras que
en ejercicios de cadena cinética cerrada, o con
acción de extensión, los pesos que expresan las
potencias más altas pueden abarcar un rango más
amplio, siendo casi siempre localizadas por
encima del 45% hasta el 60% del nivel de la 1
MR, o más, en el caso de las mujeres o sujetos
muy poco entrenados (D. Baker et al., 2001;
Cronin & Sleivert, 2005; Toji & Kaneko, 2004).
Ejercicios de tren inferior realizados con
mecánica de empuje
Cronin y Sleivert (2005) indican que la mayoría
de los estudios realizados para determinar los
pesos que expresan las potencias más elevadas en
ejercicios del tren inferior muestran una zona muy
amplia, que puede variar desde el 10% hasta el
70% del nivel de la 1 MR. Estas diferencias
pueden deberse a la mecánica de los ejercicios,
pero más que nada se las ha relacionado con la
metodología aplicada para calcular tanto el peso
total movilizado como la potencia producida
(Dugan et al., 2004; Kawamori & Haff, 2004).
Siegel y col (2002) estudiaron 25 varones de 18 a
32 años, que realizaron el ejercicio de sentadilla
paralela en multipower, aplicando la máxima
velocidad posible con pesos del 30%, 50%, 70%,
y 90% de la 1 MR evaluada previamente,
utilizando un dispositivo que funcionaba por
señales luminosas para captar el desplazamiento y
el tiempo empleado por la barra en recorrer un
espacio determinado. En este trabajo se determinó
la potencia pico alcanzada a los 10, 20 y 30 cm
del recorrido ascendente de la barra, observándose
que los pesos en donde se producían los mayores
valores de potencia se situaban entre el 50% y el
70% de la 1 MR (Siegel, Gilders, Staron, &
Hagerman, 2002). Estos resultados difieren de los
encontrados por Baker y col (2001b) en un estudio
con jugadores de rugby de diferentes categorías
que realizaron saltos desde sentadilla utilizando
un multipower. En este último estudio se
determinó la potencia media, viéndose que los
pesos en donde se alcanzaban los valores más
altos, se situaban entre el 51% y el 55% del valor
de la 1 MR. Los resultados de Siegel y col (2002)
en donde se valoró la potencia pico, también
difieren de los encontrados por Naclerio y col
(2005b) que determinaron la potencia media en un
grupo de levantadores de peso, que ejecutaron el
ejercicio de sentadilla profunda con barra libre,
mostrando los valores más altos de potencia
media al 55+8.9% de la 1 MR. A pesar de la
similitud en los resultados entre el trabajo de
Baker y col (2001b) y de Naclerio y col (2005b),
cabe destacar que entre los dos existen diferencias
metodológicas muy importantes, relacionadas con
la inclusión o no del peso corporal como parte de
la resistencia a vencer. Así en el estudio de Baker
y col (2001b) sólo se considera para el cálculo de
la potencia mecánica, mientras que en el de
Naclerio y col (2005b) se considera tanto para
determinar la potencia como el nivel de fuerza
máxima, pero en cambio en el estudio de Siegel y
col (2002), no se considera en ninguno de los dos
casos.
Uno de los aspectos que más afecta a los
resultados, al estimar la potencia producida y los
porcentajes de peso en los que se localizan los
valores más elevados al realizar ejercicios del tren
inferior en dirección vertical, es la inclusión o no
del peso corporal como parte de la resistencia a
vencer (Dugan et al., 2004; Kawamori & Haff,
2004). Según Dugan (2004), al no incluir la masa
corporal como parte de la resistencia a vencer para
calcular tanto la fuerza como la potencia mecánica
producida, se subestima significativamente el
valor de estas dos variables, especialmente cuando
se realizan esfuerzos con resistencias externas
muy pequeñas. Esto se debe a que cuando se
realizan movimientos verticales, en donde se
desplaza el propio cuerpo, como en un salto o en
la sentadilla, se moviliza cerca del 87% del peso
corporal (Escamilla et al., 2000). De modo que, si
un sujeto que pesa 100 kg es capaz de movilizar
en un esfuerzo máximo (1 MR) una resistencia
externa de 200 kg, al realizar un esfuerzo con una
resistencia del 20% de su 1 MR externa, se estima
que esta realizando un esfuerzo contra una
resistencia de 40 kg que corresponde al 20% de su
1 MR externa, pero en realidad está trabajando
con una resistencia de 127 kg (40 kg externos más
el 87% de su peso corporal, que para un peso de
100 kg es 87 kg). En este caso hay una diferencia
muy alta entre la resistencia real movilizada (127
kg) y la que se estima que el sujeto está utilizando
(40 kg). El error principal se produce cuando se
calcula el valor de la 1 MR considerando sólo el
peso externo, ya que en lugar de 200 kg, el sujeto
mencionado anteriormente tiene un nivel de la 1
MR de 287 kg, es decir que mueve 87 kg más, o
tiene un 44% más de fuerza. Por otro lado, al
planificar un entrenamiento con el 20% de la
1MR, en realidad el sujeto va a entrenar con el
44% de la 1 MR (40 kg externos + 87 kg de su
peso corporal = 127 / 287 (1 MR) x 100 = 44 %),
lo cual le sitúa en una zona de entrenamiento de la
fuerza diferente, (ver figura 20).
Por otro lado cuando se incluye la totalidad del
peso corporal como parte de la resistencia a
vencer, aunque también existe un margen de error,
éste es muy inferior (Dugan et al., 2004).
Volviendo al ejemplo anterior, si el sujeto mueve
200 kg externos y pesa 100 kg, se estimaría un
nivel de la 1 MR de 300 kg en lugar de 287 kg. La
diferencia es de 13 kg, en lugar de 87 kg como en
el caso anterior. Por otro lado, cuando se plantea
un entrenamiento utilizando el 20% del peso
externo movilizado, que corresponde a 40 kg, al
sumarle el total del peso corporal nos da un peso
de 140 kg que es el 46.6 % de la 1 MR total (140
kg / 300 kg x 100 = 47%). Este valor es más
cercano al 44 % calculado anteriormente cuando
se asume que se mueve el 87% del peso corporal
en lugar del 100%.
El peso de los pies y las piernas representarían
porcentajes incluso inferiores al 13% del peso
corporal (~6%) por lo cual, su inclusión como
parte de la resistencia a vencer causaría un error
muy bajo (Dugan et al., 2004; Enoka, 2002). No
obstante como estos segmentos desempeñan una
acción relativamente estática durante la fase
concéntrica del movimiento ascendente, para tener
una mayor presición en los calculos de la masa
movilizada durante los ejercicios realizados con
dirección vertical, su peso debiera excluirse
(Dugan et al., 2004).
El razonamiento anterior puede ayudarnos a
comprender algunas de las discrepancias
encontradas en la literatura respecto a los niveles
de fuerza y potencia encontrados en algunos
ejercicios del tren inferior.
En el estudio de Izquierdo y col (2002),
mencionado anteriormente, realizado con 70
deportistas de 5 diciplinas diferentes, se observó
que la potencia máxima media, en el ejercicio de
sentadilla flexionando las rodillas hasta un ángulo
de 90º, se localizaba en un rango comprendido
entre el 45% y el 60% de la 1 MR. Estos datos
coinciden con el estudio de Siegel y col (2002), y
se aproximan a los valores encontrados por
Naclerio y col (2005b) con levantadores, y por
Baker y col (2001b) con jugadores de rugby,
aunque en el estudio de Izquierdo y col (2002), al
igual que en el de Siegel y col (2002), no se
incorpora el peso corporal como parte de la
resistencia a vencer para calcular el nivel del peso
máximo (1 MR), ni de la potencia media máxima.
Por lo tanto, y como se ha mencionado en párrafos
anteriores, al establecer los parámetros para
planificar los entrenamientos se puede incurrir en
errores significativos, especialmente relacionados
con la prescripción de los pesos a utilizar (Dugan
et al., 2004).
En el estudio de Baker y col (2001b) se menciona
que la zona de pesos en donde producen los
valores más altos de potencia en el ejercicio de
sentadilla puede variar ligeramente, cuando se
clasifica a los sujetos por categoría o nivel de
rendimiento, ya que los jugadores profesionales
que presentaban niveles de potencia más elevados
tienden a producirlos con porcentajes de pesos
respecto a la 1 MR ligeramente superior con
relación a los jugadores más jóvenes.
Estos resultados difieren de obtenidos por
Izquierdo y col (1999, 2001), que evaluaron a 26
varones de mediana edad (35 a 46 años) y a 21
varones de edad avanzada (60 a 74 años) que no
estaban habituados al entrenamiento de fuerza, y
realizaron un test progresivo en el ejercicio de
sentadilla en multipower, iniciándolo desde un
ángulo de flexión de rodillas de 90º hasta llegar a
la extensión total. Los sujetos de mediana edad
que tienen niveles de la 1 MR y potencia
significativamente superiores, logran los valores
más altos de potencia sobre el 60% de la 1MR,
mientras que los de edad avanzada los obtenían al
70% de la 1MR. Tanto los resultados obtenidos
por Baker y col (2001b) como Izquierdo (1999,
2001) podrían compararse a los hallados por
Naclerio y col (2004), que observaron que la
potencia máxima media, producida en el ejercicio
de sentadilla paralela, en un grupo de jugadoras de
sóftbol con bajo nivel de rendimiento de fuerza, se
localizada al 64.05+4.9 % de la 1 MR. No
obstante, cabe destacar que en el estudio de
Naclerio y col (2004) se incluyó a el peso corporal
como parte de la resistencia a vencer, mientras
que en los estudios de Baker y col (2001b) e
Izquierdo y col (1999, 2001) no, por lo que la
comparación de los resultados entre estos estudios
sin considerar éstas diferencias metodológicas
puede no ser del todo correcta.
En otra investigación realizada sobre la potencia
producida en ejercicios del tren inferior, Sleivert y
Taingahue (2004) investigaron a un grupo de
sujetos varones formado por jugadores de rugby y
de baloncesto, que realizaron el ejercicio de
sentadilla paralela y el de split frontal con salto en
un multipower, con un rango de pesos
comprendido entre el 30% al 70% de la 1 MR,
observando que los valores de potencia máxima
(media y pico) se localizaban sobre el 40% en la
sentadilla, mientras que en el split los valores más
altos de potencia media se situaban al 50% y los
de potencia pico al 60% de la 1 MR. Estos autores
describen que los niveles de potencia media y pico
en ambos ejercicios pueden alcanzar valores muy
altos y similares al trabajar con pesos entre el 30%
al 60% de la 1 MR, formando una zona en la que
las potencias producidas son muy altas y no
difieren significativamente entre sí. No obstante,
al igual que ocurre con otros estudios citados
anteriormente, en el trabajo de Sleivert y
Taingahue, no se consideró al peso corporal como
parte de la resistencia a vencer, tanto para
determinar el nivel de la 1 MR como los
porcentajes de evaluación. Además, para calcular
la potencia mecánica se utilizó un acelerómetro y
no un encoder como en los trabajos de Baker,
(2001b) Naclerio y col (2004), Naclerio y col
(2005b) e Izquierdo y col (2002).
Por su parte, Stone y col (2003), investigaron la
localización del pico de potencia en un grupo de
varones, que realizaron saltos verticales con pesos
crecientes, utilizando una plataforma
dinamométrica.
Los resultados obtenidos indicaban que la
potencia mecánica máxima se localizaba entre el
10% y el 40% de la 1 MR. Estos autores no
consideraron el peso corporal como parte de la
resistencia a vencer, para efectuar la localización
porcentual de los valores más elevados de
potencia, respecto a la 1 MR, por lo que sus
conclusiones respecto a los resultados obtenidos
podrían no ser adecuados a la hora de determinar
los porcentajes de peso en los que se producen las
potencias más altas (Dugan et al., 2004).
Al interpretar los resultados de los diferentes
trabajos citados, debe considerarse que existen
importantes diferencias en la metodología
utilizada para realizar la evaluación y
especialmente al realizar los cálculos de fuerza,
velocidad y potencia, que son muy diferentes a los
aplicados cuando se utilizan diferentes sistemas, y
especialmente si se incorpora o no el peso
corporal como parte de la resistencia a vencer para
determinar la fuerza y la potencia de movimiento
(Dugan et al., 2004; Kawamori & Haff, 2004).
Ejercicios multiarticulares realizados con
acción secuencial
Los ejercicios realizados por medio de cadenas
cinéticas cerradas con acción secuencial, como los
levantamientos olímpicos o sus variantes,
constituyen técnicas de movimiento en las que se
aplican altos niveles de fuerza con velocidades
elevadas, de modo que la potencia mecánica
producida tiende a ser significativamente más alta
respecto a la alcanzada en los ejercicios con
acción de empuje (Garhammer, 1993; Newton,
2002). Diversos estudios han analizado, por medio
de técnicas de digitalización, la potencia mecánica
alcanzada por la barra durante la ejecución de las
técnicas de levantamiento olímpico (cargada en
dos tiempos y arrancada) en levantadores
olímpicos de diferentes categorías de pesos,
hombres y mujeres, encontrando picos de potencia
comprendidos entre 1750 y 3000 vatios, en la
arrancada o la cargada en un tiempo, e incluso
hasta 2650 en mujeres o 5500 vatios en varones, si
se considera sólo el 2º tirón de la cargada o la
arrancada, (ver figuras 17 y 18), (Escamilla et al.,
2000; Garhammer, 1991; Stone & Kirksey, 2000).
Estos valores son significativamente más elevados
que los determinados en ejercicios de acción de
empuje como la sentadilla, el press de banca o el
peso muerto, en los que la velocidad de la barra
tiende a ser mucho más lenta, especialmente
cuando se incrementa el nivel de la resistencia
movilizada (Escamilla et al., 2000; Garhammer,
1993; González-Badillo & Ribas, 2002). De este
modo, al analizar los pesos en donde se alcanzan
los mayores valores de potencia mecánica, se
observa que, a diferencia de los ejercicios con
acción de empuje, en este tipo de acciones las
potencias más altas tienden a encontrarse en
porcentajes más elevados del nivel de la 1 MR
(González-Badillo & Gorostiaga, 1995; Hori,
Newton, & Nosaka, 2005; Stone & Kirksey,
2000).
Garhammer (1993), menciona que los pesos en
donde se localiza la máxima potencia mecánica en
los ejercicios de cadena cinética cerrada con
acción secuencial, como la cargada en un tiempo
o la arrancada de fuerza, se sitúan en torno al
80%, mientras que González-Badillo y Ribas
(2002) la sitúan entre el 75% y el 90% del valor
de la 1 MR.
Estos mismos autores en otra parte de su libro (p
326) indican que, utilizando un encoder rotatorio
con deportistas de diversas especialidades, la
potencia máxima media en el ejercicio de cargada
en 1 tiempo se localizó al 87+ 6,7%, de la 1 MR.
Estos datos son similares a los encontrados por
Moore y col (2003), que utilizaron un encoder
rotatorio para evaluar a 15 varones de entre 19 y
35 años que realizaron un test con pesos
progresivos en el ejercicio de cargada colgante
(que es una variante del ejercicio de la cargada en
un tiempo, en donde se parte de una posición
inicial con la barra sostenida a la altura de las
rodillas). Los sujetos iniciaban el test con el 40%
de la 1 MR e incrementaban el peso un 5% entre
cada serie, hasta llegar al 95% de la 1 MR
determinada con anterioridad. Los valores más
altos de potencia media se hallaron entre el 75 y el
95% de la 1 MR.
Hori y col (2005) destacan la importancia de los
ejercicios de levantamiento olímpico y sus
variantes como uno de los medios más eficaces
para entrenar la capacidad de aplicar fuerza en
velocidad y mejorar la potencia en las acciones
deportivas. Estos autores analizan la importancia
de localizar los pesos en donde se producen los
mayores valores de potencia mecánica, que en los
ejercicios con acción secuencial como la cargada
en un tiempo, suelen encontrarse entre el 75% y el
80% de la 1 MR.
En un reciente trabajo realizado por Kawamori y
col (2005), los autores utilizaron una plataforma
dinamométrica para evaluar a 15 deportistas,
varones de diferentes especialidades, que
realizaron un test con pesos progresivos desde el
30% hasta el 90% del valor de la 1 MR, en el
ejercicio de cargada colgante.
Los niveles de potencia máxima, media y pico se
localizaron al 70% de peso máximo o 1 MR,
aunque estos mostraban diferencias significativas
(p < 0.05) sólo con los valores producidos al 30%,
en el caso de la potencia media y con los
alcanzados al 30% y al 40% en la potencia pico.
De esta manera, con respecto a la potencia media,
se determinó una zona comprendida entre el 40%
y el 90%, donde los niveles de potencia
producidos, no manifestaban diferencias
estadísticamente significativas con los valores
máximos determinados al 70%, mientras que en la
potencia pico, esta zona se extendía desde el 50%
hasta el 90% del valor de la 1 MR.
Los estudios analizados indican que a diferencia
de los ejercicios con acción de empuje, en los que
suelen encontrarse mayores discrepancias en la
localización porcentual de los pesos en los que se
producen las potencias más elevadas, en los
ejercicios de acción secuencial todos los estudios
coinciden en que las potencias más altas suelen
localizarse ligeramente por debajo del 100%, en
una zona comprendida entre el 70% y el 90% del
peso máximo (1 MR) (Garhammer, 1993; Hori et
al., 2005; Kawamori et al., 2005; Kawamori &
Haff, 2004; Moore, Fry, Melton, Weiss, & F.D.,
2003).
Modalidad de ejecución y medio utilizado para
realizar los ejercicios de fuerza (pesos libres o
máquinas)
Cuando se planifican entrenamientos con pesos
destinados a mejorar la capacidad de aplicar
fuerza con altas velocidades de movimiento, uno
de los aspectos que influye significativamente
sobre los resultados obtenidos es la elección del
tipo de ejercicio a realizar. Diversos estudios han
analizado las diferencias cinemáticas y cinéticas
entre ejercicios similares pero realizados con
modalidades o medios de entrenamiento
diferentes (pesos libre o máquinas) (Cronin et al.,
2001; Keogh, Wilson, & Weatherby, 1999;
Newton & Kraemer, 1994; Newton, Kraemer,
Häkkinen, Humphries, & Murphy, 1996).
Cuando se realizan ejercicios con acción de
empuje, utilizando pesos libres para mejorar la
fuerza en velocidad y alcanzar altos niveles de
potencia, se ha observado que existe una gran fase
de desaceleración hacia el final del recorrido
articular, que tiende a ser más amplia con los
pesos más ligeros (< 55% de la 1 MR). Esto puede
deberse a que la cantidad de aceleración que
puede transferirse en una acción en donde se
intenta aplicar la mayor cantidad de fuerza desde
el inicio del movimiento es muy alta, y por lo
tanto, la velocidad lograda hacia el final de
recorrido será también elevada. De esta forma, al
realizar este tipo de acciones para evitar que la
resistencia movilizada salga despedida o se
provoque una tracción excesiva sobre las
estructuras articulares al final del movimiento,
será necesario aplicar una fase de desaceleración
para reducir la velocidad en los últimos tramos del
ejercicio, que afectará negativamente a la potencia
mecánica y a la velocidad final alcanzada durante
el mismo (Newton & Kraemer, 1994; Newton et
al., 1996). Esta fase de desaceleración puede
abarcar entre el 24% y el 52% de la acción
concéntrica en un ejercicio como el press de
banca, dependiendo de la magnitud del peso
movilizado, siendo más amplia cuanto más ligero
es el peso (Newton & Kraemer, 1994).
Para evitar el efecto negativo sobre la velocidad y
la potencia mecánica que se produce al realizar
ejercicios con pesos libres o máquinas, reteniendo
la barra hacia el final del movimiento, se ha
recomendado la ejecución de otras modalidades
de ejercicios como los saltos, diversas acciones de
estiramiento-acortamiento, ejercicios de acción
secuencial, o de acción de empuje pero ejecutados
de forma balística (Cronin et al., 2001; Keogh et
al., 1999; Newton & Kraemer, 1994; Newton et
al., 1997). La mecánica de ejecución de los
ejercicios balísticos permite reducir las
desventajas causadas por la fase de desaceleración
que ocurre cuando se debe controlar la resistencia
utilizada durante el movimiento, ya que en este
tipo de ejercicios se aplica la mayor fuerza posible
desde el inicio, para producir la mayor potencia y
lograr altas velocidades hacia el final, en donde se
intenta proyectar el implemento hacia el espacio
(Newton & Kraemer, 1994). Newton y col, (1996)
compararon las diferencias entre realizar el
ejercicio de press de banca ejecutado de forma
controlada o de forma balística, en un grupo de
sujetos con experiencia en el entrenamiento de
fuerza, que realizaron 3 repeticiones con el 45%
de la 1 MR en cada modalidad de trabajo. Estos
autores observaron que la ejecución balística
permite aplicar mayor cantidad de fuerza, producir
más potencia mecánica (media y pico) y lograr
más velocidad, especialmente en las últimas fases
del movimiento.
Newton y col (1997) evaluaron a un grupo de
sujetos varones que realizaron un test progresivo
con pesos del 15%, 30%, 45%, 60%, 75%, 90% y
100% de la 1 MR, en el ejercicio de press de
banca balístico en multipower, con una acción
sólo concéntrica y con una acción de estiramiento-
acortamiento, observando que los valores más
elevados de potencia se alcanzan entre el 30% y el
45% de la 1 MR en ambos casos.
Estos resultados son diferentes a los mencionados
anteriormente en el estudio de Baker y col
(2001b), en el que los valores más altos de
potencia se produjeron entre el 50% y el 60% de
la 1 MR, en un grupo de jugadores de rugby que
realizaron el press de banca balístico en
multipower. No obstante, hay que destacar que en
el estudio de Baker y col (2001b) el valor de la 1
MR se determinó en el ejercicio de press de banca
con barra libre, y luego se evaluó la potencia en el
press de banca en multipower. Esto constituye una
diferencia metodológica de gran importancia, ya
que como se ha mencionado anteriormente existen
variaciones cinemáticas y cinéticas significativas
entre las dos modalidades de ejercicio que pueden
causar diferencias respecto a los estudios de
Newton y col (1996; 1997) en los que el nivel de
la 1 MR se evaluó en el press de banca realizado
en multipower (Kawamori & Haff, 2004).
Por su parte, Cronin y col (2001), compararon la
producción de potencia y su localización en un
grupo de sujetos varones que entrenaron con
diferentes modalidades en el ejercicio de press de
banca en multipower (balístico sólo concéntrico,
balístico con una acción previa de estiramiento
acortamiento, sólo concéntrico controlando la
barra y con acción de estiramiento-acortamiento y
controlando la barra).
Estos autores concluyen que los ejercicios
balísticos permiten prolongar la fase de aplicación
de la fuerza sobre la resistencia movilizada,
alcanzando picos de velocidad más altos hacia el
final del movimiento, de modo que la potencia
máxima, tanto media como pico es más alta
respecto a cuando se realiza el mismo ejercicio
controlando la barra. Las potencias más altas en
este trabajo se localizaron entre el 50% y el 70%
de la 1 MR, lo cual difiere de los hallazgos de
Newton y col (1996; 1997) aunque coinciden con
los de Baker y col (2001b).
Por lo tanto, las investigaciones realizadas indican
que los ejercicios de con acción de empuje, tanto
del tren superior como inferior, ejecutados de
forma balística, permiten lograr valores de fuerza
más altos a lo largo de todo el movimiento,
producir picos de potencia y velocidad
significativamente más elevados hacia el final del
recorrido articular, siendo especialmente
beneficiosos en actividades como los
lanzamientos, en los que la eficiencia depende de
la velocidad que alcanza el implemento al final
del gesto, cuando se lanza o despega (J. Cronin, P.
J. McNair, & R. N. Marchall, 2003; Cronin et al.,
2001; Newton, Kraemer, & Häkkinen, 1999). Por
otro lado, en las acciones en donde se realiza un
ciclo de estiramiento-acortamiento muscular
explosivo, independientemente que se finalicen de
forma balística (como en los saltos) o con un
movimiento controlado (como al ejecutar el press
de banca con barra libre controlando la barra al
final de cada acción), favorecen un rápido
desarrollo de la fuerza inicial, permitiendo
alcanzar rendimientos de fuerza y potencia más
elevados, sólo en las primeras fases del
movimiento. De este modo, parece que su
aplicación como medio de entrenamiento es más
adecuada para mejorar el rendimiento cuando se
deben aplicar altos niveles de fuerza en tiempos
muy cortos, en torno a los 100 o máximo 250
milisegundos, como sucede en las fases de apoyo
de las carreras de velocidad o en la batida de
algunas técnicas de salto (Cronin et al., 2001;
Newton et al., 1997). En cualquier caso, hay que
destacar que la tanto las acciones balísticas como
las que son precedidas por el ciclo estiramiento-
acortamiento, resultan ser beneficiosas para
alcanzar mayores valores de potencia pico o
media, cuando se movilizan resistencias pequeñas,
comprendidas entre el 30% al 60% de la 1 MR.
Con pesos más altos la capacidad de acelerar el
peso hasta el final, y más aún el aprovechamiento
de la capacidad elástica muscular se compromete
significativamente (J. B. Cronin, P. J. McNair, &
R. N. Marchall, 2003; Cronin et al., 2002).
Diferencias entre la potencia media y la
potencia pico
Otro aspecto que puede inducir diferencias en la
interpretación de los resultados relacionados con
el valor de la potencia mecánica producida y la
localización de los valores máximos respecto del
porcentaje de la 1 MR, es la consideración de la
potencia pico o la media producida a lo largo de
un movimiento. McBride y col (2002)
consideraron los valores de potencia pico para
valorar el efecto de dos tipos de entrenamiento
sobre la capacidad de salto. Naclerio y col (2004)
a su vez, consideraron tanto a la potencia pico
como la media para analizar el rendimiento
específico de un grupo de jugadoras de sóftbol.
Por su parte, Baker (2001b, 2001c) considera
siempre a la potencia media producida en los
ejercicios de sentadilla y press de banca realizados
en forma balística en un multipower para valorar
el rendimiento de los sujetos estudiados.
Harman (1995) indica que, al considerar ejercicios
efectuados en forma balística como los saltos o
lanzamientos, la potencia pico tendría mayor
relación con el rendimiento específico. Por otro
lado, Cronin y Sleivert (2005) mencionan que la
potencia media producida durante un ejercicio es
un índice que indica la habilidad o eficiencia con
que la fuerza generada desde la masa muscular se
transmite a través de los segmentos corporales, y
por lo tanto, podría ser considerado un indicador
global de la capacidad neuromuscular para
realizar los movimientos contra determinadas
magnitudes de resistencias.
A pesar de las numerosas investigaciones
realizadas en los últimos años acerca de la
potencia mecánica producida en diferentes
ejercicios y a la localización de sus valores más
altos respecto a la 1 MR, la mayoría de los autores
coinciden en la necesidad de realizar más
investigaciones, en donde se controlen aquellas
variables que puedan condicionar
significativamente los resultados obtenidos
(Cronin & Sleivert, 2005; Dugan et al., 2004; Hori
et al., 2005).
Relación entre la fuerza y la potencia mecánica
producida en los ejercicios contra resistencias
La influencia de la fuerza máxima sobre la
potencia producida en ejercicios contra
resistencias, o acciones específicas como los
saltos o lanzamientos, ha sido investigada por
numerosos estudios que han destacado la
importancia de los niveles de fuerza como
capacidad limitante de la potencia mecánica,
especialmente cuando se movilizan altas
resistencias a velocidades elevadas (Baker, 2002;
Verkhoshansky, 2002).
Naclerio y Figueroa (2004) encontraron
coeficientes de correlación y determinación
significativos (p < 0.05) y altos (r =0.95; R2= 92)
entre el valor de la 1 MR y la potencia máxima,
media, producida durante un test progresivo en el
ejercicio de press de banca plano, en un grupo de
levantadores de peso. Estos resultados coinciden
con los obtenidos en otro estudio similar,
realizado por Naclerio y col (2005a) con un grupo
de aspirantes a bomberos, que mostraron un
coeficiente de correlación significativo y
moderado (p ≤ 0.05, r = 0.69) entre el nivel de la 1
MR y la potencia máxima producida durante un
test progresivo. Las diferencia con respecto al
estudio realizado con levantadores puede deberse
al tipo de entrenamiento, que en el caso de los
bomberos estaba orientado a mejorar la fuerza
resistencia y la velocidad de movimiento,
mientras que en los levantadores era
exclusivamente dirigido a mejorar la fuerza
máxima (Baker, 2001b; Naclerio, 2005). Por otro
lado, cuando se normalizan los valores de fuerza
por kg de peso corporal, los coeficientes de
correlación entre el valor de la 1 MR y la potencia
máxima tienden a bajar de una forma más
pronunciada en los levantadores respecto de los
aspirantes a bomberos, es decir, que el peso
corporal y otras variables antropométricas podrían
afectar este tipo de relación (Holloway, 1994; A.
F. Naclerio et al., 2005).
En diversos estudios realizados por Baker
(2001b), Baker y Nance (1999b) y Baker y col
(2001b) se observaron coeficientes de correlación
significativos (p < 0.05) moderados a altos entre
la potencia máxima media, producida con un
protocolo de evaluación con pesos crecientes en
los ejercicios de press de banca y sentadilla
paralela, ejecutados en forma balística en un
multipower, con el nivel de la 1 MR determinado
en los ejercicios de press de banca y sentadilla con
barra libre.
Baker (2001b) comparó 22 jugadores de rugby
profesionales con 27 jugadores escolares que
realizaron el ejercicio de press de banca en
multipower observando que cuando se
consideraba todo el grupo en general el
coeficiente de correlación entre el nivel de la 1
MR y la potencia máxima obtenida en un test
progresivo era de r = 0.82, mientras que cuando se
realizaba un análisis por grupos la correlación
bajaba en los jugadores profesionales a r = 0.58 y
en los escolares a r = 0.72.
En otro estudio realizado por Baker y col (2001b),
que evaluaron a jugadores de rugby pertenecientes
a tres categorías diferentes, 32 semiprofesionales
y profesionales; 24 escolares y 17 profesionales,
que realizaron el test de la 1 MR en sentadilla
profunda, y luego un test progresivo de sentadilla
realizada en forma balística, observaron
coeficientes de correlación entre el nivel de la 1
MR y la potencia media máxima, significativos y
altos, entre las tres poblaciones evaluadas: r =
0.79 (R2 = 63%), en los profesionales y
semiprofesionales, r = 0.81 (R2 = 65%) en los
colegiales y r = 0.86 (R2 = 74%) en el de sólo
profesionales. Si bien estos resultados indican que
la capacidad de producir potencia mecánica está
determinada entre el 63% al 74% por el nivel de la
1 MR, no evidencian que los sujetos con menor
nivel de rendimiento dependan más de la fuerza
para producir altos niveles de potencia,
posiblemente por el tipo de entrenamiento
realizado sobre el tren inferior en el rugby, que en
algunos puestos puede ser mucho más exigente
sobre la aplicación de fuerza máxima que sobre la
velocidad (D. Baker et al., 2001).
Stone y col (2003) investigaron las relaciones
entre la potencia producida en el salto vertical con
y sin contramovimiento en 22 varones que
realizaron saltos con el 10% hasta el 100% del
valor de la 1 MR, determinado en el ejercicio de
sentadilla paralela, observando coeficientes de
correlación significativos (p < 0.05) moderados a
altos, entre r = 0.60 a 0.94. De todos modos hay
que destacar que los coeficientes de correlación se
incrementan desde el 10% hasta el 50% de la 1
MR, y luego tienden a bajar alcanzando el valor
más bajo sobre el 100%. Estos autores no explican
las razones de este tipo de modificación y aunque
diferencian a los sujetos más fuertes de los menos
fuertes en base a su nivel de la 1 MR, e indican
como los primeros tienen valores de potencia
significativamente más elevados, no se muestra si
existen modificaciones en los coeficientes de
correlación entre la 1 MR y la potencia máxima
entre los dos grupos.
Stone y col (2003b) estudiaron a un grupo de 11
lanzadores de 18 a 21 años (5 varones y 6
mujeres) durante 8 semanas de entrenamiento
específicamente destinado a mejorar la aplicación
de fuerza en velocidad, independientemente del
nivel de resistencia utilizada. Los sujetos fueron
evaluados en tres momentos, en el ejercicio de
cargada colgante de forma isométrica (rodillas
entre 135º a 145º, y caderas de 155º a 165º) y de
forma dinámica, con el 30% y el 60% de la 1MR.
Se determinó el pico de fuerza isométrico y
dinámico, así como la potencia pico, con un
sistema combinado de plataforma dinamométrica
y de V Scope (descripto en el apartado
“Metodologías utilizadas en las evaluaciones de
fuerza y potencia mecánica”). El rendimiento
específico fue valorado por el nivel de la 1 MR en
el ejercicio de arrancada colgante, el lanzamiento
de peso y de martillo. Se observaron coeficientes
de correlación moderados a altos (r = 0.60 a 0.87)
entre el pico de fuerza isométrico y el pico de
potencia producido en la cargada colgante, y
moderados a muy altos (r = 0.67 a 0.98) entre el
pico de fuerza isométrico de la cargada colgante y
el rendimiento en las pruebas específicas. Estos
coeficientes se mantenían o mejoraban a lo largo
del estudio, mostrando que las mejoras en la
fuerza máxima se relacionan con un incremento
de la potencia producida con pesos submáximos
(30% al 60% de la 1 MR). No obstante, se destaca
que en sujetos más entrenados la relación entre la
fuerza máxima y la potencia puede no ser tan
evidente como en los sujetos más jóvenes o menos
entrenados, en los que se recomienda iniciar los
programas de entrenamiento orientándolos hacia
las ganancias de fuerza de forma general, para ir
evolucionando hacia programas más específicos
orientados hacia la fuerza velocidad (M.H. Stone
et al., 2003). Cronin y col (2000) utilizaron un
transductor lineal de posición para investigar la
influencia de la fuerza máxima sobre la potencia
máxima, media y pico, producida en los primeros
200 milisegundos de la fase concéntrica en el
ejercicio de press de banca en multipower,
ejecutado de forma balística, con y sin
contramovimiento, en 27 varones jóvenes, que
ejecutaron dos repeticiones al 40%, al 60% y al
80% de la 1 MR, en cada una de las dos
modalidades evaluadas. Los autores diferenciaron
a los sujetos por el nivel de la 1 MR,
distinguiendo un grupo más fuerte y otro más
débil, observando que el grupo más fuerte
producía niveles de potencia, media y pico,
significativamente más elevados en los tres
porcentajes evaluados. En este estudio se
concluye que el nivel de fuerza máxima estimado
por el valor de la 1 MR influye significativamente
en los valores de potencia media y pico producida
en acciones de muy corta duración (< 200
milisegundos) cuando estas son realizadas con un
contramovimiento, debido a su relación con el
desarrollo de un mayor nivel de activación
durante la fase excéntrica. Al parecer este
fenómeno provoca una contracción concéntrica
posterior más eficiente, mientras que no sería de
gran importancia cuanto este tipo acciones, cortas,
son sólo concéntricas (Bobbert & Knoek van
Soest, 2001; Cronin, McNair, & Marchall, 2000).
Los resultados de estos estudios coinciden con las
afirmaciones de muchos entrenadores, acerca de
que, cuanto menor es el nivel de rendimiento, más
alta es la influencia del nivel de fuerza máxima
sobre la capacidad de producir altos niveles de
potencia y velocidad (Martin et al., 2001;
Verkhoshansky, 2002).
Algunos estudios realizados con deportistas a lo
largo de toda una temporada de entrenamiento han
mostrado que los coeficientes de correlación entre
la fuerza máxima y la potencia máxima pueden
cambiar según el momento y los objetivos de cada
fase de la preparación. Baker (2001d) analiza una
serie de estudios realizados con jugadores de
rugby de diferentes categorías (profesionales,
semiprofesionales y colegiales), observando que
los coeficientes de correlación obtenidos entre el
nivel de la 1 MR y la potencia máxima (media),
en press de banca, varían significativamente a lo
largo de la temporada. Al inicio, cuando los
niveles de fuerza están bajos y el entrenamiento se
orienta más a ganar fuerza máxima, los
coeficientes de correlación son altos, r = 0.89,
pero a medida que avanza la preparación hacia la
fase específica y de competición, tienden a bajar,
siendo de 0.66 y 0.58 respectivamente, cuando se
han estabilizado los niveles de fuerza máxima y se
entrena específicamente la velocidad o potencia
de movimiento. En este trabajo se realiza un
análisis de regresión, con 59 casos, entre los
valores de la 1 MR del press de banca y la
potencia máxima (media) obtenida en un test
progresivo en el press de banca en multipower,
obteniéndose una fórmula de predicción de la
potencia máxima, media, (PM) a partir del valor
de la 1 MR, (PM = 4.11 (1 MR) + 60.16). El
coeficiente de correlación de la fórmula es de r =
0.85, lo que indica que la máxima potencia,
media, en el ejercicio de press de banca en
multipower está altamente determinada por el
valor de la 1 MR, pero existen otros factores que
influyen significativamente en su producción
(Baker, 2001b).
Los cambios observados entre los coeficientes de
correlación de la fuerza máxima y la potencia
dependen en gran medida de la orientación
específica del entrenamiento, ya que en deportes
como el rugby o el judo, u otros con acciones
esencialmente explosivas como el voley, karate,
boxeo, sóftbol o béisbol, en sujetos bien
entrenados, cuando alcanzan un nivel de fuerza
adecuado, y la preparación se orienta
específicamente a mejorar la explosividad y la
técnica de movimiento, la influencia de la fuerza
sobre el nivel de potencia puede caer, ya que
comienzan a influir más otras variables como la
velocidad y el dominio técnico (Baker, 2001b;
Naclerio, 2005). No obstante, en otros deportes
como los levantamientos de fuerza, cuyo objetivo
no es alcanzar velocidad y explosividad, sino
movilizar el mayor peso posible, tal vez la
relación entre la fuerza máxima y la potencia se
mantengan muy elevadas en todos los momentos
de la preparación (Naclerio et al., 2004; Naclerio
& Figueroa, 2004; F. J. Naclerio et al., 2005).
De acuerdo con esto, la fuerza máxima
constituiría una capacidad que limitaría otras
expresiones de fuerza como la potencia o la fuerza
resistencia, aunque el grado en que esta capacidad
influye en el rendimiento específico, tanto en
acciones explosivas como de resistencia, depende
del nivel de rendimiento de las necesidades de
cada especialidad y de la orientación específica de
los entrenamientos (Baker, 2002; García, 1999).
Influencia del nivel de fuerza máxima sobre la
potencia mecánica
Como se ha visto en algunos de los estudios
citados anteriormente (Cronin et al., 2000; M.H.
Stone et al., 2003), una de las variables que puede
explicar las diferencias en los niveles de potencia
producidos y en los pesos en donde se localizan
los valores más elevados es el nivel de fuerza que
posean los sujetos (Crewther, Cronin, & Keogh,
2005; Cronin et al., 2001; Cronin & Sleivert,
2005). La fuerza muscular producida por los
sujetos al ser sometidos a diferentes test o
metodologías de evaluación puede ser considerada
de forma absoluta, o en relación a ciertos índices
biométricos o antropométricos, como la masa
corporal, la masa magra la estatura, etc. (Jaric,
Ugarkovic, & Kukolj, 2002).
Muchos investigadores han intentado valorar la
fuerza de forma independiente a la masa o a las
dimensiones corporales que posea cada individuo,
aplicando diferentes índices de normalización, que
van desde considerar la fuerza total producida en
relación al peso corporal total, hasta la aplicación
de fórmulas o exponentes, algunos de los cuales
son actualmente utilizados para establecer
clasificaciones de rendimiento en deportes como
el levantamiento de fuerza u olímpico (Kauhanen,
Komí, & Häkkinen, 2002; Siff & Verkhoshansky,
2000). La fuerza que una persona puede generar
desde su masa muscular se relaciona
fundamentalmente con el tamaño o sección
transversal de la misma, que a su vez va a tener
una alta relación con la masa corporal de cada
sujeto, que es proporcional al cubo de sus
dimensiones lineales, pero la sección transversal
muscular es sólo proporcional al cuadrado de la
misma. De acuerdo con esto en 1957 Lietzke
desarrolló una ecuación que permitía expresar con
mayor precisión la relación entre la fuerza
producida y la masa corporal del sujeto:
Fn = F x m b
Fn= valor de fuerza normalizado, m: masa
corporal en kg, b: exponente.
Esta fórmula parte de la presunción de que todo el
cuerpo humano tiene la misma forma pero
diferentes tamaños. Es decir, que existiría una
similitud geométrica entre sus diferentes
segmentos, por lo que la fuerza muscular sería
proporcional a la masa del cuerpo elevada a las
dos terceras partes (m2/3) (Jaric et al., 2002;
Kauhanen et al., 2002).
Algunos estudios han investigado la eficiencia de
estos ajustes alométricos para obtener un índice
más individualizado del rendimiento de fuerza en
cada sujeto, llegando a la conclusión que, si bien
éstos permiten obtener una información más
adecuada sobre las mejoras de la fuerza en
relación con las características antropométricas
particulares de cada persona, todavía no existe un
criterio uniforme acerca de cuáles son los índices
más adecuados para cada tipo de población, ya
que el criterio de clasificación de los niveles de de
fuerza también debe contemplar la especialidad
deportiva u objetivos con los cuales se aplica la
fuerza al realizar una determinada acción (Atkins,
2004; Jaric et al., 2002; Stone et al., 2005).
En los deportes en donde el exceso de masa
corporal no es perjudicial, e incluso puede ser
beneficiosa, como en los lanzamientos, algunas
modalidades de lucha, (como el sumo), en algunos
puestos del béisbol, la fuerza debería ser valorada
fundamentalmente en términos absolutos, aunque
cuando el peso corporal tiene un influencia
fundamental para el rendimiento como en los
saltos o las carreras de velocidad, tal vez se deba
normalizar la fuerza aplicada por el peso corporal
(Cronin & Sleivert, 2005), por otra parte, cuando
los niveles de fuerza se relacionan a ciertas
categorías de peso, como en los levantamientos
olímpicos, la lucha, el boxeo, o existen diferencias
antropométricas entre los sujetos que practican un
mismo deporte, como sucede entre los distintos
puestos que existen en algunos deportes de
conjunto como el rugby o el fútbol, es posible que
la utilización de algunos índices alométricos
desarrollados específicamente para cada población
sea la metodología más adecuada (Atkins, 2004).
De todas formas, y en cualquier caso, las
metodologías más utilizadas hasta ahora para
valorar el rendimiento de fuerza son tres:
1. Considerar la fuerza absoluta.
2. Considerar la fuerza por kg de peso corporal.
3. Considerar la fuerza multiplicando el valor
absoluto por el resultado de elevar el peso
corporal a un exponente específicamente
desarrollado para cada población o el
propuesto inicialmente en la fórmula de
Lietzke (Fn = F x m0.67).
El criterio de normalizar los valores de fuerza
elevando la masa corporal al exponente sugerido
por Lietzke (0.67), o desarrollar un exponente
individual para cada población específica como
plantea Atkins (2004), no es una metodología muy
utilizada hasta el momento en muchos trabajos de
investigación o por los entrenadores de diferentes
especialidades deportivas, a excepción de los
deportes de fuerza, como los levantamientos
olímpicos, en donde se aplican coeficientes
específicos que incluso se actualizan de año a año
(Atkins, 2004; Jaric et al., 2002; Siff &
Verkhoshansky, 2000).
Hasta el momento, la mayoría de los trabajos que
investigan la fuerza producida en ejercicios contra
resistencias, han aplicado el criterio de fuerza
absoluta, o bien la han relacionado con el peso
corporal total (Cronin et al., 2001; Kawamori et
al., 2005; Newton et al., 1999; Newton et al.,
1997).
En ciertos estudios similares, realizados con
varones jóvenes adaptados al entrenamiento de
fuerza, en los que se analizó la influencia de
diferentes modalidades de ejecución del ejercicio
de press de banca en multipower (balístico, sólo
concéntrico, o con acción de contramovimiento)
sobre la producción de fuerza, velocidad y
potencia muscular, Cronin y col (2001), Newton y
col, (1996), Newton y col (1997) emplearon el
criterio de normalizar la fuerza por kg de peso
corporal para clasificar a los sujetos estudiados de
acuerdo al nivel de fuerza máxima. No obstante,
Cronin y col (2000) aplicaron el criterio de la 1
MR absoluta.
Baker (2002), en un estudio realizado para
describir las características del rendimiento de
fuerza y potencia en jugadores de rugby de 5
categorías, desde juveniles sin experiencia en el
entrenamiento de fuerza hasta profesionales de
élite, halló un coeficiente de correlación
significativo (p < 0.05) y alto r = 0.8, entre el
nivel de la 1 MR determinando en press de banca
en multipower y la categoría de los jugadores,
estableciendo las comparaciones entre la fuerza
estimada por el nivel de la 1 MR y la potencia
mecánica producida al movilizar un peso absoluto
de 20kg en relación a los valores absolutos. No
obstante, en un trabajo realizado con anterioridad,
Baker (2001d) utilizó la fórmula de Wilks,
aplicada por la federación internacional de
levantamiento de peso, para clasificar a los sujetos
en un grupo fuerte y uno menos fuerte, con el
objetivo de determinar diferencias en los pesos
absolutos y porcentuales en donde se expresaban
los mayores valores de potencia (Wilks, 1997).
Stone y col (2003a), en un estudio realizado para
determinar la relación entre el pico de potencia
producido en saltos con y sin contramovimiento,
con diferentes niveles de peso, respecto al nivel de
la 1 MR determinado en el ejercicio de sentadilla,
clasificaron a la población en sujetos más fuertes
y menos fuertes utilizando los valores de la 1 MR
absolutos, y sin considerar al peso corporal como
parte de la resistencia a vencer.
Kawamori y col (2005), en un estudio realizado
con deportistas de diferentes especialidades,
varones entrenados en fuerza, en los que se
investigó la producción de potencia media y pico
en el ejercicio de cargada colgante. Para
determinar si existían diferencias en los
porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en el que
se localizaban los valores más altos de potencia
media y pico clasificó a los sujetos según el valor
de la 1 MR absoluta.
El análisis de los estudios anteriores indica que
todavía no existe un criterio homogéneo en la
literatura, respecto a la forma más adecuada para
clasificar a los sujetos de acuerdo a sus niveles de
fuerza. No obstante, cabe destacar que, para
establecer un criterio de valoración útil y
aplicable, deberían considerarse las características
de los sujetos evaluados, su especialidad y los
objetivos específicos del entrenamiento (Cronin &
Owen, 2004; Mayhew, Bemben, Rohrs, &
Bemben, 1994).
En deportes en donde el peso corporal puede
influir positivamente en el rendimiento sin afectar
negativamente a la clasificación final (como los
lanzamientos, las categorías de peso libre en la
lucha o el judo, o ciertas pruebas en las que se
debe actuar siempre contra pesos absolutos como
la acción de bateo en el béisbol), sería más
aconsejable aplicar el criterio de fuerza absoluta,
mientras que en especialidades en donde el peso
corporal puede limitar la eficiencia de los
movimientos (como en los saltos, o las carreras de
velocidad), el relacionar los resultados al peso
corporal podría ser más aconsejable (Mayhew et
al., 1994).
De todas formas hay que destacar que, para
obtener una información más realista de la
capacidad de aplicar fuerza desde el sistema
neuromuscular, independientemente de la
influencia de la masa corporal, deberían adoptarse
los criterios que respeten las características
individuales de cada población, desarrollando o
aplicando índices de tipo exponencial, como los
propuestos por Jarin y col (2002) o por Atkins
(2004), con jugadores de rugby.
Relación entre el nivel de fuerza máxima y los
pesos en los que se localizan los valores más
altos de potencia mecánica
Algunos autores como Baker (2001d), Stone y col
(2003a) o Kawamori (2005), han sugerido que el
nivel de fuerza máxima estimado por el valor de
la 1 MR es una de las variables que puede influir
sobre el porcentaje de peso en el que se expresan
los valores más altos de potencia. De todas
formas, algunos aspectos metodológicos
relacionados con la determinación de los valores
de fuerza y potencia pueden arrojar resultados
contradictorios.
Así, Stone y col (2003a), destacan que, al realizar
un test de saltos con pesos progresivos, los sujetos
que poseen mayor nivel de la 1 MR en el ejercicio
de sentadilla tienden a localizar los valores de
potencia en porcentajes más elevados respecto a
los que tienen valores más bajos. No obstante,
Baker (2001d) sugiere que los sujetos más
entrenados producen sus valores de potencia con
pesos absolutos más altos, pero que representan
porcentajes de la 1 MR respecto a los menos
entrenados o con menor nivel de fuerza.
Este autor destaca que los sujetos más fuertes
alcanzan los valores más altos de potencia, al
realizar saltos con pesos crecientes en multipower,
entre el 46% y el 49% de la 1 MR determinada en
sentadilla profunda, mientras que los sujetos
menos fuertes los alcanzan entre el 64% y el 69%
del peso máximo o 1 MR (D. Baker et al., 2001).
En el ejercicio de press de banca en multipower
los jugadores de rugby profesionales, más fuertes,
logran los valores más altos de potencia sobre el
47% de la 1 MR, mientras que los menos fuertes
lo producen al 54%. Esta tendencia también se ve
en los jugadores de categoría escolar, en donde los
más fuertes producen las potencias más altas al
51% de la 1 MR y los menos fuertes al 58%
(Baker, 2001b).
Las diferencias entre el estudio de Stone y col
(2003a) y el de Baker (2001d) o Baker y col
(2001b), radican en las metodologías utilizadas
para efectuar los cálculos de la potencia, ya que en
el estudio de Stone y col (2003a) no se contabilizó
el peso corporal como parte de la resistencia a
vencer, para efectuar los cálculos porcentuales
respecto a la 1 MR, mientras que en los estudios
realizados por el grupo de Baker, sólo se
consideró el peso corporal para efectuar los
cálculos de la potencia producida, pero no para
determinar el valor de la 1 MR. De acuerdo con
esto, y considerando los criterios expuestos en el
apartado “Ejercicios de tren inferior realizados
con mecánica de empuje”, creemos que entre los
estudios mencionados, existen diferencias
metodológicas importantes que pueden
distorsionar las conclusiones, tanto al compararlos
entre sí como al interpretar y transferir los
resultados a las situaciones reales de
entrenamiento cuando se emplean ejercicios con
dirección vertical como la sentadilla o los saltos
(Dugan et al., 2004).
En los estudios realizados por Baker (2001c;
2001a) y Baker y col (2001b), se indica que al
determinar la potencia mecánica producida en los
ejercicios con resistencias, por medio de un test
progresivo, aunque el valor más alto de potencia
se localiza en un peso concreto, existe una zona de
pesos, muy próximos, entre los que el nivel de
potencia que se puede generar no es
significativamente diferente del valor más alto.
Esta zona configura un rango de pesos que
permiten realizar los ejercicios con la mayor
eficiencia mecánica posible, manteniendo una
óptima relación entre la fuerza aplicada y la
velocidad alcanzada en cada movimiento
(Kawamori et al., 2005; Kawamori & Haff, 2004).
Por su parte, Kawamori y Haff (2004)
investigaron la influencia del nivel fuerza máxima
absoluta sobre la localización de la potencia
máxima, media y pico, respecto al valor de la 1
MR, en el ejercicio de cargada colgante,
observando unos resultados contradictorios, ya
que los sujetos más fuertes produjeron mayores
niveles de potencia, media y pico, determinada de
forma absoluta y en relación al peso corporal,
localizando tanto la potencia pico como la media
al 70% de la 1 MR, mientras que los menos
fuertes localizaron la potencia pico al 80%, pero
la potencia media al 60% de la 1 MR.
El estado actual de las investigaciones realizadas
sobre la influencia del nivel de fuerza en la
localización de los pesos en donde se expresan los
mayores valores de potencia indica que la
determinación de estos pesos es un factor muy
sensible, vinculado a mecanismos de adaptación
complejos e íntimamente relacionados con los
estímulos creados por el entrenamiento, y por lo
tanto es necesario seguir realizando
investigaciones basadas en la realización de
determinaciones frecuentes de sus valores más
altos y los pesos en donde se localizan (Crewther
et al., 2005; Cronin & Sleivert, 2005; Kawamori
et al., 2005; Kawamori & Haff, 2004).
Relación entre la potencia mecánica producida
en los ejercicios de fuerza contra resistencias y
el rendimiento específico
Los beneficios obtenidos en los entrenamientos de
fuerza tienen una relación específica con el patrón
de movimiento, la velocidad y el régimen de
trabajo muscular desarrollado predominantemente
durante los entrenamientos (Fleck & Kraemer,
1997; Newton & Kraemer, 1994). Cuanto mayor
similitud mecánica tengan los ejercicios de
entrenamiento con las acciones deportivas, más
transferencia o aplicación tendrán para mejorar el
rendimiento específico (Kuznetsov, 1989; Newton
& Kraemer, 1994). Esta similitud, o especificidad
mecánica de los ejercicios de entrenamiento, se
refiere a las coincidencias cinéticas y cinemáticas
que puedan existir entre éstos y los gestos
específicos del deporte (Kawamori et al., 2005).
Los ejercicios aislados o monoarticulares, como el
curl de bíceps o las extensiones de piernas desde
sentado, tienen poca aplicación sobre la mejora
del rendimiento en los gestos multiarticulares, que
caracterizan a las acciones deportivas, como los
saltos, lanzamientos, golpes, etc, porque no
presentan coincidencias cinemáticas a partir de las
cuales se puedan establecer transferencias
neurales entre éstos (Newton et al., 1996; Siff &
Verkhoshansky, 2000).
Por otro lado, se ha observado que al intentar
realizar acciones muy explosivas con ejercicios
monoarticulares, se puede incrementar el riesgo
de lesión, ya que al intentar reducir la velocidad
de movimiento al final del recorrido articular la
energía cinética desarrollada en las fases iniciales
será absorbida por las estructuras blandas
(músculos, ligamentos, y cartílagos), que pueden
no soportar el nivel de las fuerzas aplicadas y
lesionarse (Watkins, 1999). Por el contrario, al
realizar ejercicios multiarticulares, de cadena
cinética cerrada con acción de empuje, como la
sentadilla o el press de banca, con acción balística
como los saltos, o con acción secuencial como los
levantamientos olímpicos o sus variantes, la
energía cinética irá disminuyendo por efecto de la
gravedad, no necesitándose la acción activa de las
estructuras articulares y musculares para reducir la
velocidad alcanzada en el movimiento.
Sólo al caer, o al amortiguar los pesos en la última
fase de los ejercicios, podría ponerse en riesgo la
integridad de las estructuras orgánicas, pero ésto
no sucederá si los sujetos han alcanzado las
adaptaciones osteoarticulares y musculares que
deben lograrse en las fases previas del proceso de
entrenamiento (Bompa, 1995; Bompa, 2003;
Newton & Kraemer, 1994).
El grado de influencia de los niveles de fuerza y
potencia producida en los ejercicios auxiliares
utilizados para mejorar el rendimiento físico sobre
la eficiencia de las acciones específicas de los
deportes ha sido analizado por diferentes
investigaciones, las cuales hemos clasificado entre
las que analizan los beneficios sobre los gestos
específicos realizados fundamentalmente con el
tren superior (como los lanzamientos), o con el
tren inferior (como los saltos y las carreras de
velocidad).
Estudios sobre el rendimiento en acciones
realizadas con el tren superior
Respecto a las investigaciones realizadas sobre
ejercicios ejecutados fundamentalmente con el
tren inferior, existen pocos trabajos en los que se
ha intentado vincular la potencia producida en los
ejercicios de fuerza y el rendimiento en acciones
en donde se emplea fundamentalmente el tren
superior.
Naclerio y col (2004) investigaron a 9 jugadoras
de sóftbol que poseían bajos niveles de fuerza
máxima, observando coeficientes de correlación
significativos (p < 0.05) entre dos ejercicios de
entrenamiento de fuerza y acciones específicas del
deporte, cuando éstas presentaban similitudes
mecánicas entre sí.
Estos autores observaron coeficientes de
correlación moderados (r = 0.73 y r = 0.76) entre
la velocidad del lanzamiento de la pelota de
sóftbol y la potencia máxima, media y pico,
respectivamente, alcanzadas en el ejercicio de
press de banca en multipower. Cuando los valores
de potencia se normalizaban por el peso corporal
los coeficientes de correlación con la velocidad de
lanzamiento, eran algo más altos, siendo de 0.77
para la potencia máxima media y 0.82 para la
potencia pico. Los hallazgos de este estudio
coinciden que los resultados de McEvoy y
Newton (1998), que investigaron los efectos de un
entrenamiento de tipo balístico, de 3 sesiones cada
2 semanas, en el ejercicio de press de banca en
multipower, utilizando pesos ligeros de entre el
30% al 50% de la 1 MR, destinado a mejorar la
fuerza explosiva y la potencia en un grupo de
jugadores de béisbol. Sus resultados indicaron que
éstos mejoraban significativamente (p < 0.05) la
velocidad de lanzamiento de la pelota de béisbol
en una distancia de 18.44 metros, respecto a un
grupo control.
Izquierdo y col (2002) estudiaron la producción
de potencia mecánica y su localización en el
ejercicio de press de banca en multipower en un
grupo de 70 deportistas, integrado por 11
Levantadores de peso, 19 Jugadores de balón
mano, 18 ciclistas de ruta, 10 corredores de fondo
y 12 estudiantes que hacían de grupo control, que
realizaron un test progresivo, con incrementos de
10 unidades porcentuales, desde el 30% hasta el
100% de la 1 MR, durante el que se utilizó un
encoder rotatorio para determinar los valores de
velocidad y potencia media. Los levantadores y
los jugadores de balonmano fueron los que
mayores valores de potencia alcanzaron (391 +
85, y 348 + 67 vatios, respectivamente)
localizándola al 30% de la 1 MR, mientras que el
resto de los grupos producían niveles de potencia
significativamente más bajos (desde 200+ 38 a
224+ 47 vatios), y la localizaban al 45% de la 1
MR. Es importante destacar que los jugadores de
balonmano, que realizaban un entrenamiento con
velocidades de movimiento más elevadas,
presentaban los valores de potencia más altos con
mayores velocidades de movimiento (1.34 m . s)
respecto a los demás grupos, en los que las
velocidades de movimiento en las que alcanzaban
los máximos valores de potencia estaban
comprendidas entre 0.80 a 0.99 m . s, incluido el
grupo de los levantadores. Estos autores
concluyen que la modalidad específica del
entrenamiento desarrollado crea adaptaciones
neuromusculares, que se reflejan en el nivel de
potencia producido, en su localización porcentual
respecto a la 1 MR y en la velocidad a la cual se
obtienen los valores máximos de potencia.
Algunos estudios han analizado las relaciones
entre la fuerza y la potencia producida en el
ejercicio de press de banca en multipower con la
distancia alcanzada al lanzar un balón desde el
pecho, encontrando que los resultados pueden
verse afectados por la similitud de los
movimientos estudiados y ciertas variables de tipo
antropométrico, como la longitud de los miembros
superiores, el desarrollo de la musculatura
predominante en cada ejercicio, la masa corporal
o el nivel de masa magra, que influyen
significativamente sobre la eficiencia mecánica de
los ejercicios realizados (Cronin & Owen, 2004;
Mayhew et al., 1993; Mayhew et al., 1994).
Mayhew y col (1993) estudiaron a 40 jugadores
colegiales de fútbol americano, que realizaron un
test para determinar la potencia máxima, media,
producida con un peso de 61 kg, y con el 60% de
la 1 MR determinada anteriormente, para
relacionarlo con la distancia alcanzada al lanzar
un balón medicinal de 4.5 kg desde una posición
concreta (sentado sobre el suelo con la espalda
apoyada en la pared y comenzando el lanzamiento
desde el pecho, con los codos flexionados). Estos
autores encontraron coeficientes de correlación
significativos (p < 0.05) y moderados entre el
lanzamiento del balón y la potencia lograda en el
press de banca con 61 kg (r = 0.51) y el 60% de la
1 MR (r = 0.66). Estos resultados difieren de los
encontrados por Mayhew y col (1994) en un
estudio realizado con 64 mujeres, de 19.6+ 1.2
años, deportistas de diferentes especialidades
(voley, baloncesto, fútbol, tenis, sóftbol), que
realizaron una batería de tests de fuerza, velocidad
y potencia. En este último trabajo se observó un
coeficiente de correlación pobre (r = 0.38) entre la
potencia producida en el ejercicio de press de
banca, realizado en una máquina similar al
multipower y equipada con un dispositivo de
sensores para medir el desplazamiento de la barra,
y calcular la potencia media, al movilizar lo más
rápido posible un peso de 20 kg, que representaba
cerca del 40% de la 1 MR en la mayoría de los
sujetos evaluados, y la distancia alcanzada al
lanzar una pelota de voley.
Cronin y Owen (2004), en un estudio con 12
jugadoras de voley de 21.6 + 2.1 años, utilizando
un transductor lineal de posición, investigaron las
relaciones entre varias medidas de fuerza y
potencia producidas en el ejercicio de press de
banca en multipower y la distancia alcanzada al
lanzar desde una posición de sentado una pelota
de voley de 400 gr, iniciando el movimiento con
los codos flexionados desde el pecho. Estos
autores observaron coeficientes de correlación
significativos (p < 0.05) entre el nivel de la 1 MR
(r = 0.71), la potencia media (r = 0.77), el pico de
potencia (r = 0.80) y el impulso de fuerza (0.80) y
la distancia alcanzada en el lanzamiento del balón.
Cabe destacar que en estos estudios no se
estableció un protocolo para determinar el peso en
donde se manifestaba la mayor potencia mecánica
en el ejercicio realizado con pesas, sino que se
utilizaron pesos arbitrarios, como 61 kg o 60% de
la 1 MR en el estudio de Mayhew y col (1993), 20
kg en el estudio de Mayhew y col (1994) o 10 kg
en el estudio de Cronin y Owen (2004).
Estudios sobre el rendimiento en acciones
realizadas con el tren inferior
Algunos estudios han analizado las relaciones
existentes entre gestos deportivos específicos
(como el salto vertical, la carrera de velocidad)
con el rendimiento producido en ejercicios de
fuerza (como la sentadilla y la cargada en un
tiempo), cuyas mecánicas de ejecución han
mostrado similitudes significativas con la cinética
del salto o las fases de la partida en las carreras de
velocidad (Escamilla et al., 2000; Garcia Manso,
Navarro Valdivieso, Ruiz Caballero, & Martin
Acero, 1998; Schmidtblicher, 1992; Young &
Prior, 2001).
En el estudio citado anteriormente, de Naclerio y
col (2004) con jugadoras de sóftbol, se
identificaron coeficientes de correlación
significativos (p<0.05) y moderados (r = 0.67),
entre la velocidad en recorrer 18.24 metros y la
potencia pico determinada en el ejercicio de
sentadilla. Este estudio es similar al realizado por
McEvoy y Newton (1998), en donde se observó
que un entrenamiento de tipo balístico en el
ejercicio de sentadilla, utilizando pesos del 30% al
50% de la 1 MR, condujo a mejoras
significativamente más altas respecto a un grupo
control, en la carrera de velocidad sobre 28.4
metros.
Estos autores afirman que entrenando con los
pesos en los que logran los valores más altos de
potencia se proporciona un estímulo mucho más
eficaz para mejorar la capacidad de aplicar fuerza
en velocidad, mientras que si se entrena con pesos
más elevados el estímulo se deriva hacia la fuerza
máxima, pudiendo influir negativamente sobre la
velocidad de movimiento (Bosco, 1992; McEvoy
& Newton, 1998).
En una revisión realizada por Young y Prior
(2001) se destaca la importancia de la sentadilla y
la cargada en un tiempo para mejorar la eficiencia
de la salida, y la fase de aceleración,
respectivamente, en las carreras de velocidad.
Otros estudios han destacado altos coeficientes de
correlación entre el rendimiento en los saltos
verticales y el nivel de fuerza y potencia
producidos en los ejercicios de levantamiento,
como la cargada en un tiempo o la arrancada, que
también han mostrado importantes similitudes
mecánicas entre las acciones del tren inferior y el
tronco, realizadas en el 2º tirón de la arrancada y
la cargada en 1 tiempo, con la fase de propulsión
en los saltos verticales (Baker, 1996; Hedrick &
Anderson, 1996).
Cronin y Sleivert (2005) indican que los valores
de potencia obtenidos en los ejercicios con
resistencias deben siempre ser normalizados por el
peso corporal, para que reflejen adecuadamente la
eficiencia del rendimiento en acciones específicas
como correr o saltar. Young, y col, (1995)
observaron que cuando los valores de fuerza
máxima y potencia producidos en un test de saltos
con pesos se expresaban por kg de peso corporal,
los coeficientes de correlación con el rendimiento
en las carreras de velocidad corta (2.5 a 50
metros) se hacían significativos (p < 0.01) y altos
(r = -0.80 y -0.86 respectivamente).
Baker y Nance (1999a) en una investigación
realizada con jugadores de rugby, en donde se
analizaban las relaciones entre la fuerza máxima
estimada por el valor de la 1 MR en sentadilla
profunda y en cargada en un tiempo, la fuerza y
potencia máxima, media, producida en un test con
pesos progresivos realizando saltos en el
multipower, y el rendimiento en carreras de
velocidad de 10 a 40 metros, observaron que los
coeficientes de correlación entre los parámetros de
potencia y la velocidad en la carrera de 10 y 40
metros no eran significativos (p> 0.05), aunque
que cuando se consideraba la potencia relacionada
con el peso corporal, los coeficientes de
correlación se hacían significativos (p < 0.05) y
moderados, r = -0.52 para la carrera de 10 metros
y -0.76, para la de 40 metros.
Estos autores encontraron coeficientes de
correlación altos entre la fuerza máxima de la
sentadilla y la cargada en un tiempo, con la
potencia producida en el test de saltos, con pesos
crecientes, en multipower (r =0.81 y r= 0.79),
respectivamente. Estos resultados son coherentes
con el principio de similitud mecánica expresado
anteriormente y demostrado en diversos estudios
que comparaban las características cinéticas y
cinemáticas de los ejercicios de sentadilla y
cargada en un tiempo con acciones específicas
como los saltos verticales o las partidas y
aceleraciones en las carreras de velocidad (Baker,
1996; Young & Prior, 2001).
Los resultados del estudio de Baker y Nance
(1999b) justifican la utilización de los ejercicios
de cargada en un tiempo y sentadilla como medios
de entrenamiento para mejorar la capacidad de
salto en deportistas, y enfatizan que la relación
entre la fuerza máxima y potencia máxima
producida en un ejercicio es específica para los
grupos musculares implicados, siendo el nivel de
fuerza máxima el factor que más influye en los
niveles de potencia alcanzados, siempre que los
ejercicios relacionados sean mecánicamente
similares.
Las conclusiones anteriores coinciden con los
resultados encontrados por Wilson y col (1995) en
15 deportistas de diferentes especialidades, que
mostraron coeficientes de correlación
significativos (p < 0.05; r = -0.62) entre la carrera
de velocidad en 30 metros lisos con salida baja, y
la fuerza máxima absoluta, aplicada sobre una
plataforma dinamométrica durante los primeros
30 milisegundos de la fase concéntrica en un salto
vertical. En este estudio se concluye que las
relaciones positivas y significativas encontradas
se deben a las similitudes mecánicas existentes
entre los saltos y el gesto de partida baja y
aceleración de la carrera de velocidad, en donde la
musculatura extensora de la cadera, glúteos, y
femorales posteriores aplican una gran cantidad de
fuerza para impulsar el cuerpo adelante, mientras
que los cuádriceps desarrollan una acción
fundamentalmente concéntrica para extender las
rodillas al iniciar el movimiento de salida
(Wilson, Lyttle, Ostrowoki, & Murphy, 1995).
Cronin y Hansen (2005) realizaron un estudio con
26 jugadores de rugby, varones, de 23.2 + 3.3
años, que realizaron una batería de tests de fuerza,
saltabilidad, y carreras de velocidad sobre
distancias de 5, 10, y 30 metros, estableciendo
relaciones entre los resultados obtenidos en cada
una de las pruebas realizadas. En esta
investigación se observaron coeficientes de
correlación significativos (p < 0.05) entre el salto
con contramovimiento sin uso de brazos, y la
velocidad en 5, 10 y 30 metros, de r = 0.56; 0.52 y
0.60, respectivamente, y entre la altura del salto
con un peso de 30 kg y la velocidad en 5, 10 y 30
metros, de r = 0.64, 0.66, y 0,66. La potencia
media absoluta producida en el salto con 30 kg
mostró coeficientes de correlación no
significativos (p > 0.05) y pobres con la carrera de
velocidad en 5, 10 y 30 metros, así como con la
altura alcanzada en el salto vertical. No obstante,
cuando los valores de potencia fueron
normalizados por el peso corporal se observaron
coeficientes de correlación significativos (p <
0.05) y moderados de 0.55; 0.54; y 0.66, con la
carrera de velocidad en 5 metros, 10 metros y en
el salto con contramovimiento respectivamente.
Cuando se clasifica a los sujetos por el
rendimiento en las pruebas de velocidad cíclica,
en 13 sujetos lentos y 13 rápidos, se observa que
los sujetos más rápidos presentan valores
significativamente más altos (p < 0.05) en la
altura del salto con contramovimiento y con 30 kg
y en la potencia producida con relación al peso
corporal (no en términos absolutos) al realizar el
salto con 30 kg. Estos autores concluyen que los
estudios de correlación sólo ofrecen una visión
general acerca de las posibles asociaciones que
puedan existir entre diferentes esfuerzos, pero no
explican las causas que los producen, ya que éstas
obedecen a una gran cantidad de factores que
debieran ser analizados por medio de análisis
multifactoriales específicos para cada población.
De todos modos, en este estudio sólo de consideró
la potencia media producida al saltar con 30 kg,
no determinándose el peso con el que se producen
los valores más altos de potencia, ni tampoco la
potencia pico producida durante los saltos, la cual
en algunos estudios ha mostrado mayor
correlación con el rendimiento en las pruebas de
velocidad y explosividad (Brown & Weir, 2001;
Harman, 1995; Naclerio et al., 2004).
Las investigaciones realizadas hasta ahora
destacan que el grado de influencia de las
variables de fuerza y potencia determinadas en
ejercicios de entrenamiento con pesas, sobre el
rendimiento en pruebas específicas, depende de
varios factores, entre los que el grado de similitud
mecánica y la influencia del peso corporal en los
resultados de la prueba específica parecen ser los
aspectos más importantes a considerar para
establecer el valor real de las relaciones
determinadas en cada caso.
Utilización de la potencia mecánica como
herramienta de control y planificación del
entrenamiento de fuerza
Si la potencia generada al movilizar un peso
determinado depende de la fuerza aplicada y la
velocidad alcanzada, la magnitud del peso
utilizado afectará significativamente al nivel de
potencia producida y a la eficiencia de cada
acción (Cronin & Crewther, 2004; Cronin &
Sleivert, 2005). De acuerdo con esto, se ha
propuesto que los pesos con los que se logren los
valores más altos de potencia, serían los más
eficientes para mejorar la capacidad de
incrementar la potencia mecánica al realizar
diversas acciones deportivas (Baker, 2001b; D.
Baker et al., 2001; D. Baker et al., 2001; Crewther
et al., 2005).
Teóricamente éstos pesos son más eficaces para
mejorar la contribución de la fuerza y la velocidad
en un determinado ejercicio ya que, ofrecerían
beneficios más amplios sobre la eficiencia
mecánica del mismo respecto a cuando se utilizan
pesos más ligeros (con alta velocidad) o más
pesados (con alta fuerza) (Crewther et al., 2005).
Diversos estudios han sugerido que los efectos
positivos de los entrenamientos de fuerza sobre la
potencia mecánica tienden a producirse en mayor
medida sobre la zona de pesos específicamente
utilizados durante los entrenamientos (Mooss et
al., 1997; Toji & Kaneko, 2004).
Según Bosco (1991), cada manifestación de
fuerza responde no sólo a un nivel de peso,
estimado por el porcentaje de la 1 MR, sino a la
velocidad y a la potencia producida, de modo que
cuando no se respeta una de estas variables puede
que las adaptaciones inducidas por el
entrenamiento no sean las adecuadas. Este autor
propone organizar el entrenamiento de fuerza
considerando el peso movilizado, la velocidad y la
potencia de movimiento, ya que es la interacción
entre estos parámetros la que determina la
orientación real del entrenamiento, e indica que la
longitud de las pausas de recuperación entre las
series de ejercicios, así como el volumen total de
los entrenamientos, deben ser planificados de
acuerdo a la capacidad individual de cada sujeto
para mantener la intensidad específica del mismo.
Bosco (1991; 2000) menciona 5 zonas básicas,
para entrenar las diferentes manifestaciones de
fuerza muscular:
1. Zona de fuerza máxima, en donde se utilizan
pesos comprendidos entre el 70% y el 100%
del valor de la 1 MR y potencias de
movimiento cercana al 90% de la máxima
posible de alcanzar con el peso utilizado.
2. Zona de fuerza resistencia, en donde se
utilizan pesos comprendidos entre el 70% y el
90% del valor de la 1 MR y potencias de
movimiento del 60% al 90% de la máxima
posible de alcanzar con el peso utilizado.
3. Zona de fuerza rápida, en donde se utilizan
pesos comprendidos entre el 20% y el 70% del
valor de la 1 MR y potencias del 90% al 100%
de la máxima posible de alcanzar con el peso
utilizado.
4. 4 Zona de resistencia de fuerza velocidad, en
donde se utilizan los mismos pesos que en el
caso anterior pero se desarrollan velocidades
inferiores, es decir que la potencia puede caer
hasta el 80% de la máxima posible de alcanzar
con el peso utilizado.
5. Zona de resistencia de fuerza con pesos
ligeros comprendidos entre el 20% y el 50%
del nivel de la 1 MR, movilizados con
velocidades más bajas, ya que la potencia de
movimiento puede caer hasta el 60% de la
máxima posible de alcanzar con el peso
utilizado.
Por su parte, Baker (2001d) identifica 4 zonas
diferentes para entrenar la fuerza muscular
basadas en el porcentaje de la, y otras 4 zonas
para entrenar la potencia muscular, basadas en el
peso en donde se expresan los mayores valores de
potencia mecánica o peso óptimo.
• Zonas de entrenamiento de la fuerza. Los
pesos se seleccionan en base al valor de la 1
MR, mientras que la velocidad de movimiento
se modifica en forma inversa respecto de la
magnitud del peso utilizado y de la cantidad
de repeticiones efectuadas.
1. Pesos inferiores al 50% del valor de la 1
MR: Conducen a una mejora de la fuerza
general y optimizan el aprendizaje técnico de
los ejercicios.
2. Pesos de entre el 50% y el 75% de la 1 MR:
Entrenan la resistencia de fuerza y la ganancia
de masa muscular (hipertrofia)
3. Pesos del 75% al 90% de la 1 MR: Entrenan
la fuerza de base.
4. Pesos del 90% al 100% de la 1 MR:
Entrenan la fuerza máxima.
• Zonas de entrenamiento de la potencia. Los
movimientos siempre se realizan con la mayor
velocidad posible y el 100% o peso óptimo
está determinado por el peso en donde se
localiza el mayor valor de potencia mecánica,
es decir que para utilizar esta metodología se
debe determinar el peso con el cual se logra el
nivel de potencia más alto (esto puede
efectuarse por medio de un test con pesos
crecientes como se explicará en el apartado
“Evaluación de la fuerza, velocidad y
potencia mecánica en los ejercicios contra
resistencias”).
1. Pesos inferiores en un 50% al peso óptimo:
Conducen a un incremento de la frecuencia de
estimulación neural y a una mayor
convocatoria de unidades motoras rápidas en
los gestos explosivos.
2. Pesos comprendidos entre el 50% y el 75%
del peso óptimo: Entrenan la capacidad de
realizar acciones veloces de forma balística.
3. Pesos comprendidos entre el 75% y el 90%
del peso óptimo: Entrenan la potencia básica
de movimiento.
4. Pesos mayores del 90% hasta el 100% del
peso óptimo: Sería el modo de entrenamiento
más efectivo para mejorar la potencia
mecánica de movimiento.
Baker (2001d) destaca que cuando un sujeto
dispone de niveles de fuerza máxima muy bajos,
este factor limita la producción de potencia, y por
ello su entrenamiento debiera orientarse hacia la
utilización de pesos que estén por encima del peso
óptimo, desarrollando su entrenamiento
abordando fundamentalmente las zonas de
entrenamiento mencionadas en el criterio de
fuerza muscular. Por otro parte los sujetos que
posean altos niveles de fuerza máxima y escasos
valores de potencia, debieran orientar su
entrenamiento considerando las zonas
mencionadas en el criterio de potencia muscular,
eligiendo el peso a utilizar de acuerdo a las
necesidades específicas del deporte.
Naclerio (2005, p 105) por su parte, identifica 6
zonas de entrenamiento de fuerza en función del
porcentaje de peso, la velocidad y la potencia
producida al realizar cada ejercicio. Esta última
propuesta ha sido aplicada para identificar las
zonas de entrenamiento propuestas en el apartado
“Zonas de entrenamiento de la fuerza con
relación al peso, la velocidad y la potencia
producida”, (ver figura 20).
1. Fuerza máxima: Se entrena con pesos
comprendidos entre el 80% y el 100% del
valor de la 1 MR (incluso superiores, en
régimen de acción muscular excéntrico) y
potencias de movimiento en torno al 90% de
la máxima posible de alcanzar con el peso
utilizado.
2. Resistencia de fuerza máxima: Se entrena
con pesos superiores al 80% del valor de la 1
MR, y potencias de movimiento del 80+ 10%
de la máxima posible de alcanzar con el peso
utilizado.
3. Resistencia de fuerza con pesos medios a
altos: Se entrena con pesos comprendidos
entre el 65% y el 80% del valor de la 1 MR, y
potencias de movimiento del 80+ 10% de la
máxima posible de alcanzar con el peso
utilizado.
4. Resistencia de fuerza con pesos bajos: Se
entrena con pesos comprendidos entre el 30%
y el 60% del valor de la 1 MR, y potencias de
movimiento del 70+ 10% de la máxima
posible de alcanzar con el peso utilizado.
5. Fuerza rápida (explosiva o potencia): Con
pesos comprendidos entre el 25% y el 50% del
valor de la 1 MR, se entrena la fuerza rápida
explosiva, mientras que con los pesos que
representan entre el 55% y el 85% del valor de
la 1 MR se entrena la fuerza potencia. En
ambos casos la potencia de movimiento debe
estar entre el 93% y el 100% de la máxima
posible de alcanzar con el peso utilizado.
6. Resistencia de fuerza rápida: Se utilizan los
mismos porcentajes que en el caso anterior
para entrenar la fuerza explosiva o potencia,
aunque la potencia de movimiento puede caer
hasta un 10% por debajo de la máxima posible
de alcanzar con el peso utilizado.
Las diferentes propuestas analizadas, si bien se
diferencian en algunos aspectos, aceptan que
cuando se entrena con pesos muy ligeros los
incrementos de fuerza, potencia y velocidad se
acentuarán en la zona de pesos más bajos,
mientras que cuando se entrena con pesos más
altos los beneficios se irán trasladando hacia los
pesos más elevados (González-Badillo & Ribas,
2002; Newton & Kraemer, 1994). No obstante, el
nivel de rendimiento de los sujetos puede alterar
relativamente estos resultados, ya que en los poco
entrenados, que poseen niveles de fuerza muy
pobres, un entrenamiento con pesos ligeros puede
causar un incremento significativo tanto de la
fuerza como de la velocidad y la potencia en todo
el espectro de pesos, pero en los sujetos más
entrenados esto no sería posible ya que en su caso
se requieren estímulos más específicos para
alcanzar los objetivos propuestos (Baker, 2001b;
Bompa, 1995).
Newton y Kraemer (1994) mencionan que para
mejorar específicamente la fuerza explosiva deben
utilizarse pesos inferiores al 70% del valor de la 1
MR, ya que con pesos superiores el tiempo de
aplicación de la fuerza para vencer la resistencia
es muy largo (superior a los 300 milisegundos),
excediendo significativamente la duración de los
gestos explosivos que caracterizan a la mayoría de
las actividades deportivas.
De todas formas las velocidades de los
movimientos que se producen en la mayoría de las
acciones deportivas son significativamente más
elevadas que las que se alcanzan en los ejercicios
de entrenamiento de fuerza con resistencias. Por
esto, muchos entrenadores recomiendan aplicar
este tipo de ejercicios como un medio auxiliar y
no específico de la preparación (Kuznetsov, 1989;
Verkhoshansky, 2002).
En los deportes en donde predominan las acciones
explosivas, como el voley, el sóftbol, el béisbol, el
boxeo o el karate, entre otros, se ha recomendado
realizar los ejercicios de entrenamiento con la
mayor velocidad posible, utilizando pesos
relativamente bajos (< 70% del valor de la 1 MR)
(Hasegawa et al., 2002). Jones y col (2001)
Estudiaron 30 jugadores de sóftbol que fueron
divididos en dos grupos: un grupo entrenó con
pesos comprendidos entre el 70% y el 90% y otro
con pesos comprendidos entre el 40% y el 60%
del valor de la 1 MR, realizando 3 series de
sentadilla completa y una de sentadilla parcial
(flexionando las rodillas hasta aproximadamente
45º) con dos entrenamientos por semana, durante
8 semanas, movilizando los pesos siempre con la
mayor velocidad posible para el peso utilizado.
Los resultados mostraron que los dos grupos
mejoraron el nivel de la 1 MR en sentadilla y el
rendimiento en saltos con contramovimiento con
el 30% y el 50% del valor de la 1 MR, el salto
desde 140º de angulación de la rodilla y en el salto
con caída previa desde 27 cm. En los saltos con
contramovimiento el grupo que entrenó con pesos
ligeros mostró mejoras significativas (p< 0.05)
mayores respecto al grupo que entrenó con pesos
más altos, mientras que en los demás tests de
saltos no se observaron diferencias significativas
entre los dos grupos, aunque, si se vieron
tendencias a mejorar más en el grupo que entreno
con pesos ligeros. Si bien los dos grupos
mejoraron significativamente el nivel de la 1 MR,
el grupo que entrenó con pesos altos mostró
mejoras significativas (p< 0.05) más elevadas
respecto al grupo que utilizó pesos bajos. Los
autores concluyen que la velocidad de
movimiento es un factor específico que determina
el tipo de adaptaciones causadas por los
entrenamientos de fuerza (Jones, Bishop, Hunter,
& Fleisig, 2001).
Si bien la velocidad de movimiento es un factor
fundamental para determinar el efecto de los
entrenamientos, hay que destacar, que ésta, es
altamente influenciada por el nivel de la
resistencia utilizada, que ha mostrado tener un rol
clave en la determinación del tipo de fuerza
aplicada y en los mecanismos de adaptación
neural inducidos por los entrenamientos (McBride
et al., 2002).
Considerando el alto grado de especificidad de los
beneficios inducidos por los ejercicios, no sólo
respecto al peso sino también a la velocidad de
movimiento, en los últimos años, algunos autores
han recomendado utilizar los pesos en los que se
producen los mayores valores de potencia en cada
ejercicio específico como los más eficaces para
mejorar la potencia mecánica (Baker, 2001a; D.
Baker & S Nance, 1999; Cronin & Sleivert,
2005).
No obstante el resultado de las ultimas
investigaciones nos indican que todavía faltan
evidencias para afirmar que la utilización de estos
pesos constituye la forma más efectiva de inducir
incrementos en la potencia mecánica en los
ejercicios de fuerza o en las acciones deportivas
específicas (Cronin & Crewther, 2004; Cronin &
Sleivert, 2005).
La potencia mecánica constituye un parámetro de
control adecuado de la intensidad del
entrenamiento de fuerza realizado en una sesión
de trabajo (Bosco, 1991; Naclerio, 2001). Aunque
también podría reflejar el curso de las
adaptaciones que se van produciendo a lo largo de
las semanas o un ciclo de entrenamiento (Baker,
2001a, 2001b).
Hori y col (2005) recomiendan que, para mejorar
la potencia mecánica con pesos ligeros, se debe
entrenar con pesos bajos, pero sólo realizando las
repeticiones que permitan mantener los niveles de
potencia deseados. Es decir, que si la potencia de
movimiento baja significativamente (más de un
10% respecto a los valores máximos alcanzado
con el peso específico de entrenamiento) el
trabajo ya no está estimulando las mejoras de la
potencia muscular sino otras capacidades de
fuerza más cercanas a la resistencia (Naclerio,
2005).
En resumen, puede aceptarse que, con deportistas
adaptados al entrenamiento de fuerza, la velocidad
de movimiento con que se realizan los ejercicios y
el peso utilizado determina adaptaciones
específicas que podrían observarse por medio de
las modificaciones de la potencia mecánica
producida al movilizar diferentes magnitudes de
peso, ya que esta última variable tendería a
aumentar más específicamente en la zona de pesos
fundamentalmente utilizada durante los
entrenamientos (Baker, 2001a; Baker, 2002;
Mooss et al., 1997; Toji & Kaneko, 2004).
La utilización de la potencia mecánica como
herramienta de control en los entrenamientos de
fuerza radica en que los cambios producidos al
utilizar diferentes porcentajes de peso, así como la
localización de sus valores más altos, serían
adaptaciones que reflejarían el tipo de
entrenamiento realizado predominantemente
(Baker, 2001a; Baker, 2001b; Newton &
Kraemer, 1994).
Modificaciones del nivel de rendimiento y sus
consecuencias sobre la potencia mecánica
En el campo del entrenamiento de la fuerza
destinado a mejorar el rendimiento en diferentes
acciones deportivas, siempre se ha intentado
vincular las modificaciones causadas por un plan
de entrenamiento con las mejoras en los niveles de
fuerza máxima. No obstante, este parámetro por sí
sólo, se ha visto, que no refleja adecuadamente las
modificaciones inducidas en acciones deportivas
específicas (como los lanzamientos, saltos,
carreras de velocidad, etc.), en donde los niveles
de fuerza máxima considerados idóneos pueden
variar de acuerdo con las necesidades del deporte
específico, así como también con las
características de cada persona (Brown & Weir,
2001; Verkhoshansky, 2002; Zhelyazkov, 2001).
Las investigaciones desarrolladas en los últimos
años destinadas a identificar aquellos aspectos que
puedan explicar con mayor fiabilidad el
rendimiento en ciertas actividades como saltos,
carreras de velocidad, lanzamientos, etc, han
demostrado que el éxito no depende del análisis
de parámetros aislados, como la fuerza máxima
determinada en un ejercicio, sino de un conjunto
de factores que interactúan entre sí, y que pueden
tener diferentes grados de influencia, dependiendo
de las características individuales y los objetivos
particulares de cada sujeto, según la etapa o fase
de preparación en la que se encuentre (Cronin &
Owen, 2004; Terreros, Navas, Gomez
Carramiñana, & Aragonés, 2003).
De todas formas, para evaluar los efectos de los
programas de acondicionamiento físico
desarrollados tanto en deportistas como en la
población general, la aplicación de pruebas
estandarizadas para valorar el rendimiento es una
metodología que se sigue aplicando
sistemáticamente, aunque los criterios de
valoración se han ido modificando (Bosco, 1991;
Gaasvaer & Bahr, 1999; García, 1999; González-
Badillo & Gorostiaga, 2000; Tous, 1999). Siendo
la potencia mecánica la variable más relacionada
con la eficiencia con que se realizan las acciones,
y debido a la elevada asociación encontrada entre
la fuerza máxima y la potencia alcanzada en
ejercicios ejecutados con mecánicas similares, se
acepta que es necesario disponer de niveles
suficientes de fuerza para poder realizar con un
alto grado de eficiencia movimientos que se
desarrollen con elevadas velocidades y potencias,
como los lanzamientos, los saltos, las carreras de
velocidad, algunas técnicas de lucha o artes
marciales, o los levantamientos olímpicos (Baker,
2001b; Bompa, 1995; Martin et al., 2001;
Naclerio, 2005; Naclerio et al., 2004;
Verkhoshansky, 2002; Zatsiorsky, 1995;
Zhelyazkov, 2001).
Debido a esto, muchos entrenadores e
investigadores aconsejan destinar las primeras
fases de la preparación a alcanzar los niveles de
fuerza requeridos, para luego orientar el
entrenamiento hacia las mejoras de la velocidad y
la potencia. Estos cambios estratégicos en la
programación de los entrenamientos podrían
reflejarse no sólo en los niveles de fuerza, como
mencionan ciertos autores como Bompa (1995;
2003), sino más específicamente en las
variaciones de la potencia mecánica alcanzada en
los ejercicios considerados claves en la
preparación, ya que ésta tendería a mejorar
cuando el nivel de rendimiento del sujeto se
incrementa, mientras que podría reducirse en
periodos de altos volúmenes de trabajo o cuando
el nivel de rendimiento del sujeto tiende a caer
(Baker, 1996).
Algunos autores han propuesto considerar a las
fluctuaciones de la potencia mecánica producida
en los principales ejercicios de fuerza como una
variable de control del rendimiento y de
planificación, ya que ésta se modificaría tanto en
respuesta a la aplicación de estímulos específicos
como al aumento o disminución del rendimiento
de cada sujeto (Baker, 2001a, 2001b; Newton &
Dugan, 2002).
Baker (2001a; 2001d), indica que el
entrenamiento debe ser organizado
específicamente en base a las fluctuaciones de la
potencia mecánica y a su relación con los niveles
de fuerza máxima que se vayan logrando en
diferentes fases de la programación anual, y
plantea 3 objetivos principales que deben ser
contemplados al planificar cada ciclo de
entrenamiento:
1º Elevar los niveles de fuerza máxima,
entrenando con pesos que se encuentren por
encima de la zona en donde se producen los
máximos valores de potencia (> del 70% en
 los ejercicios de acción de empuje). Según
Baker (2001b), este entrenamiento tiende a
desplazar los pesos que expresan las potencias
más altas hacia los porcentajes superiores.
2º Dsarrollar la capacidad de aplicar altos niveles
de fuerza en velocidad, entrenando con pesos
situados entre el 50% y el 70% del valor de la
1 MR. Este trabajo tenderá a situar los valores
de máxima potencia en una zona intermedia.
3º Dsarrollar la capacidad de aplicar altos niveles
de fuerza con los pesos específicos, más
relacionado con el rendimiento de la
especialidad deportiva. Este trabajo tenderá a
afianzar la zona de pesos que expresan las
potencias más altas en los porcentajes que se
relacionan con la manifestación de fuerza
específica de cada deporte (Baker, 2001b).
Baker (2001a), vincula las respuestas de
adaptación experimentadas por algunos
deportistas a lo largo de una temporada de
entrenamiento, con relación a las variaciones de la
potencia mecánica producida en ciertos ejercicios
utilizados en la preparación, como la sentadilla o
el press de banca ejecutados en multipower de
forma balística. Según este autor, la potencia
máxima absoluta obtenida en un test con pesos
progresivos constituye un parámetro que alcanza
los valores más elevados de la temporada en el
momento de máximo rendimiento (periodo
competitivo), y tiende a bajar cuando los
volúmenes de trabajo son muy elevados y se
intentan desarrollar las capacidades físicas
limitantes del rendimiento, como la capacidad
aeróbica o la fuerza máxima (período
preparatorio). No obstante, cuando el ejercicio en
el que se mide la potencia máxima no es utilizado
con cierta frecuencia en los entrenamientos, puede
que a pesar de estar en una fase de máximo
rendimiento específico, la potencia producida
tienda a bajar (Baker, 2001a; Baker, 2001b).
Baker (2001a) realizó un seguimiento de un
deportista a lo largo de una temporada,
observando que el mayor valor de potencia
determinado en un ejercicio específico mostraba
una tendencia inversa al volumen del
entrenamiento. Estas fluctuaciones en los niveles
de potencia suelen ser más claras en los sujetos
más entrenados, ya que cuando se trata de
individuos poco entrenados cualquier estímulo
puede mejorar los niveles de fuerza o potencia
mecánica (Bosco, 2000; Fleck, 2002).
Baker (2001c) analizó las variaciones de los
niveles de fuerza máxima estimados por el valor
de la 1 MR, y de potencia máxima (media) en un
grupo de jugadores de rugby de diferentes
categorías (14 profesionales y 15 escolares), que
fueron evaluados al final del periodo preparatorio
y durante el periodo competitivo determinando el
nivel de la 1 MR en press de banca con barra libre
y la potencia mecánica máxima (media) al
movilizar 40 kg, 60 kg, y 80 kg en el ejercicio de
press de banca balístico en multipower y con 40
kg, 60 kg, 80 kg y 100 kg en la sentadilla balística
en multipower.
Los coeficientes de correlación entre las
modificaciones de la fuerza máxima y la potencia
máxima producida en los ejercicios evaluados
fueron significativos (p < 0.05) y altos (r = 0.73)
en los jugadores escolares, mientras que en los
profesionales los coeficientes de correlación entre
las variaciones de la fuerza máxima y los de la
potencia máxima fueron pobres (r = 0.39) y no
significativos (p > 0.05). De todos modos, al
analizar los coeficientes de correlación entre la
fuerza máxima y la potencia máxima,
independientemente de sus modificaciones, en
cada momento de la temporada, estos siempre
fueron significativos (p < 0.05) altos o muy altos
(r entre 0.78 a 0.92). Las conclusiones de este
trabajo indican que a medida que mejora el nivel
de rendimiento, a lo largo de años de
entrenamiento, y los valores de fuerza máxima
llegan a ser óptimos, la relación entre ésta y la
potencia mecánica cae. De modo que la potencia
mecánica podrá seguir mejorando a expensas de
otras variables, como la velocidad de movimiento.
Las fluctuaciones de la potencia y la velocidad de
movimiento mostraron ser mucho más sensibles
que la fuerza máxima estimada por el valor de la 1
MR, respecto de las variaciones en las estrategias
de entrenamiento, ya que se observa que cuando
los volúmenes de trabajo físico realizado,
especialmente en el área de la resistencia, eran
elevados (periodo preparatorio general e inicio del
competitivo), la potencia mecánica tendía a caer
en los dos grupos, mientras que la fuerza máxima
no se modificaba significativamente. No obstante,
cuando el volumen de entrenamiento se reducía la
potencia producida se incrementaba
sensiblemente, mientras que la fuerza máxima
seguía relativamente estable.
Baker (2001c) concluye que, en la fase inicial de
la preparación la potencia mecánica tiende a subir
más que nada por los incrementos de la fuerza
máxima, pero cuando los niveles de fuerza
alcanzan los valores deseados, ésta se estabilizará
y las mejoras de la potencia se producirán por
mejoras en la velocidad de movimiento y por el
mayor dominio de los factores técnicos.
Por lo tanto, a lo largo de un periodo de
entrenamiento, el control de la potencia mecánica
y la velocidad de los movimientos refleja con
mayor precisión, respecto a la fuerza máxima, las
variaciones realizadas al manipular el volumen y
la intensidad de la carga global de entrenamiento
(Baker, 2001b).
Por su parte, Newton y Dugan (2002) proponen
considerar los niveles de potencia y su fluctuación
respecto al porcentaje de la 1 MR en los ejercicios
considerados más importantes para la preparación
como una herramienta fundamental a la hora de
interpretar las adaptaciones que se van
produciendo a lo largo de las diferentes fases un
periodo de entrenamiento, siendo de especial
interés observar que este parámetro tiende a bajar
significativamente en momentos de gran fatiga o
agotamiento.
No obstante, a pesar de las diversas propuestas y
estudios que han intentado asociar a la potencia
mecánica con las respuestas de adaptación
inducidas en el organismo por diferentes
programas de entrenamiento, hasta ahora no
tenemos conocimiento de estudios longitudinales,
realizados con poblaciones que tengan un tamaño
muestral que permitan llegar a conclusiones
científicas, en los que se relacionen los cambios
del rendimiento en un ciclo anual con las
modificaciones de los niveles de potencia, y la
localización de sus valores más elevados en los
ejercicios de fuerza, con los marcadores o índices
de fatiga o agotamiento.
Evaluación de la fuerza, velocidad y potencia
mecánica en los ejercicios contra resistencias
La valoración de la fuerza muscular aplicada, al
realizar ejercicios con resistencias, puede
efectuarse considerando los regímenes de trabajo
muscular predominantes en cada acción (Logan,
Fornasiero, Abernethy, & Lynch, 2000).
Diversos autores han creado protocolos de
evaluación de las diferentes formas en que se
manifiesta la fuerza, distinguiéndose tests para
valorar la fuerza dinámica concéntrica, la fuerza
dinámica excéntrica, la fuerza isométrica, o tests
específicos en donde se ejecutan regímenes de
acción muscular combinados, como los saltos, o
acciones ejecutadas por medio del ciclo
estiramiento-acortamiento (Logan et al., 2000;
Weineck, 2005).
La fuerza dinámica concéntrica puede
determinarse al realizar acciones en las que se
superan o vencen resistencias, tanto impuestas por
el propio peso corporal como por objetos externos
(pesos libres, máquinas, etc) (Sale, 1991).
La fuerza dinámica excéntrica puede determinarse
al soportar o resistir las fuerzas aplicadas durante
una acción muscular de alargamiento. Esta
capacidad, se manifiesta durante la caída en los
saltos, en la primera parte de la fase de apoyo en
la carrera, o al tolerar grandes pesos cuando se
hacen ejercicios con resistencias (Keogh et al.,
1999; Logan et al., 2000; Siff & Verkhoshansky,
2000).
La fuerza isométrica o estática puede determinarse
al realizar fuerza manteniendo fija la posición
angular de los núcleos articulares implicados en la
acción. Este tipo de test requiere que el sujeto
aplique fuerza contra una resistencia inmóvil,
vinculada a un dispositivo, mediante el cual se
registra la cantidad de fuerza aplicada en Newton
(célula de carga, tensiómetro de cable, plataforma
dinamométrica, etc.) (Wilson, 2000).
Siendo el objetivo de nuestro trabajo explicar los
aspectos más importantes relacionados con la
valoración de la fuerza al realizar ejercicios contra
resistencias con una modalidad de ejecución
dinámica, predominantemente concéntrica, nos
centraremos en la explicación de las metodologías
más utilizadas para valorar la fuerza durante este
tipo de acciones.
Evaluación de la fuerza máxima dinámica
concéntrica: test de la 1 MR
Clásicamente siempre se ha valorado el nivel de
fuerza muscular de un sujeto por el valor de la 1
MR, obtenido al realizar un test de una máxima
repetición en uno o varios ejercicios utilizados en
el entrenamiento (Baechle et al., 2000; Earle &
Baechle, 2000). No obstante, el test de la 1 MR no
mide la fuerza máxima, sino un valor de masa o
resistencia (kg), cuya magnitud permite sólo un
desplazamiento completo al realizar un ejercicio
específico (Simpson, Rozenek, Garhammer,
Lacourse, & Storer, 1997).
El resultado del test de la 1 MR informa acerca
del peso máximo posible de movilizar en un
ejercicio, sin considerar la velocidad o la potencia
producida para lograrlo (Casas, 2005; F. J.
Naclerio et al., 2005).
A pesar de los numerosos planteamientos
encontrados en la literatura sobre la aplicabilidad
del test de la 1 MR, especialmente relacionado
con los riesgos de lesión, no hemos encontrado
estudios concluyentes que vinculen directamente
la aplicación de este test con la incidencia de
lesiones (Dalton & Wallace, 1996; Newton &
Dugan, 2002; Ware, Clemens, Mayhew, &
Johnston, 1995)
Con relación al entrenamiento deportivo, el valor
de la 1 MR constituye un parámetro práctico, a
partir del cual se determinan los porcentajes de
peso a utilizar en los entrenamientos de fuerza
(Bompa, 2003; Stone, Collins, Plisk, Haff, &
Stone, 2000). Este valor ofrecería el punto de
partida, o 100%, para elegir los pesos que
permiten entrenar específicamente las diferentes
manifestaciones de fuerza: fuerza máxima, fuerza
velocidad, fuerza Resistencia, etc (Fleck &
Kraemer, 1997; Morales & Sobonya, 1996).
La metodología de aplicación del test de la 1 MR
ha sido descrita por numerosos autores, Casas,
(2005) p 251-252; Jiménez (2003) p 92; Brown y
Weir (2001) Baechle y col (2000) p 409, etc. No
obstante, cabe aclarar que siempre debe respetarse
la misma metodología de aplicación, realizando
una entrada en calor general y específica con
series de 2 a 3 repeticiones, con pesos
progresivos, hasta llegar a obtener el peso máximo
o 1 MR realizando no más de 5 intentos (Baechle
et al., 2000; Casas, 2005; Jiménez, 2003).
Test con pesos submáximos para determinar el
valor de la 1 MR
Si bien el test de la 1 MR, es la metodología más
aceptada para determinar el peso máximo en un
ejercicio específico, éste requiere una importante
preparación y predisposición mental, para la que
no todas las personas están preparadas (Matuzak,
Fry, Weiss, Ireland, & McKnight, 2003; Ware et
al., 1995).
Muchos investigadores han desarrollado
evaluaciones sobre tests de 3 MR, 5 MR, 6 MR, y
10 MR, e incluso con series hasta el agotamiento
muscular momentáneo, estimando el valor de la
1MR por medio de ecuaciones de predicción
(Brown & Weir, 2001).
Los test de máximas repeticiones con pesos
submáximos arrojan un valor determinado a partir
del número máximo de repeticiones realizadas con
un peso específico, que constituye un índice de
rendimiento vinculado a la fuerza aplicada con
pesos inferiores al máximo posible de movilizar.
A partir este dato debe calcularse el valor de la 1
MR, aplicando algunas de las ecuaciones
validadas científicamente, cuya fiabilidad ha sido
comprobada en ciertas poblaciones y ejercicios
(Jiménez, 2003; Kravitz, Akalan, Nowicki, &
Kinzey, 2003; Lesuer, McCormick, Mayhew,
Wasserstein, & Arnold, 1997).
Lessuer y col (1997), en un trabajo realizado con
67 estudiantes poco entrenados (40 varones y 27
mujeres), que ejecutaban una serie hasta el
agotamiento, con pesos submáximos, analizaron 7
ecuaciones utilizadas para predecir el valor de la 1
MR en tres ejercicios: press de banca, sentadilla y
peso muerto. En este estudio se observó que las
predicciones del peso máximo eran más precisas
cuando se realizaban 10 o menos repeticiones por
serie. Las 7 ecuaciones utilizadas mostraron altos
coeficientes de correlación (> 0.95) con el valor
de la 1 MR determinado por el test tradicional,
pero las fórmulas de tipo exponencial, como
Mayhew y col (1992) y Wathen (1994), mostraron
menor margen de error en la predicción del peso
máximo, especialmente cuando los pesos
utilizados permitían ejecutar entre 3 y 10
repeticiones máximas. Dentro de este rango, la
relación entre las repeticiones y la magnitud del
peso movilizado se hace prácticamente lineal,
mientras que con pesos muy altos, que permitan
sólo 2 repeticiones, o pesos muy ligeros que
permitan más de 10 repeticiones, la relación se
hace exponencial (Mayhew, Ball, Arnold, &
Bowen, 1992; Mayhew, Mayhew, Ware, &
Bowen, 2000).
La tabla 1 muestra un resumen de las ecuaciones
analizadas por Lessuer y col (1997), el grado de
correlación encontrado, y el rango de repeticiones
recomendado para predecir el nivel de la 1 MR
con mayor fiabilidad.
De las fórmulas presentadas en la tabla 1, la de
Eppley es la que muestra más fiabilidad, tanto en
ejercicios de tren inferior, como en los ejercicios
complejos (levantamiento olímpico) (Lesuer et al.,
1997; Ware et al., 1995), mientas que en
ejercicios de tren superior como el press de banca,
la fórmula de Mayhew y col (1992) ha mostrado
tener una fiabilidad elevada (Mayhew et al.,
2000).
 Autor Fórmula Correlación Rango de Rep. Recomendado
Alta tren superior
% 1MR = 102,78-2,78 Rep
Brzycki Moderada tren < 10
1MR = kg x100/ (102,78-2,78*Rep)
inferior
Alta tren superior
Eppley 1MR= (1 + O,033 x Rep) x Kg <15
Alta tren inferior
Alta tren superior
Lander % 1MR = 101,3 – 2,67123 Rep Moderada tren <15
inferior
% 1MR = 52,2+41,9x(e (-0,055*
Alta tren superior
Mayhew Y Col. Rep)) 6 a 20
Alta tren inferior
1MR= 100*kg/%1MR
% MR = 48,8 + 53,8*(e (-0,075*
Alta tren superior
Wathen Rep)) < 10
Alta tren inferior
1MR= 100*Kg/%1MR
Alta tren superior
O`Conner Y Col. 1MR = Peso*(1+0,025 *Rep) < 10
Alta tren inferior
Lombardi 1 MR = Rep + Kg (Rep) ^0,1 Alta < 10
Tabla 1. Ecuaciones utilizadas para calcular el valor de la 1MR. (Adaptado de Lesuer, (1997).

Sería un error pensar que los test submáximos
están menos sujetos a producir lesiones respecto
al test de la 1 MR, ya que en diversos estudios han
mostrado que diversas lesiones podrían ocurrir
más fácilmente, al realizar repeticiones
sistemáticas de un gesto en forma incorrecta,
respecto a cuando se realiza un sólo movimiento
con pesos máximos (Verkhoshansky, 2002).
inferior, aunque también puede utilizarse la de
Eppley, especialmente para el tren inferior y
los ejercicios de levantamiento (Knutzen et
al., 1999; Lesuer et al., 1997).
• Los test con pesos submáximos pueden ser de
gran utilidad en los jóvenes, que no entrenan
sistemáticamente con pesos máximos (Bompa,
2003).

Si bien el test de la 1 MR tradicional sigue siendo Aplicación y limitaciones de los test de 1 MR y

la metodología más aplicable para determinar el
valor de la 1 MR, se acepta que los test de
máximas repeticiones con pesos submáximos
constituyen una forma válida para estimar el valor
de la 1 MR, siempre que se apliquen con una
metodología correcta y se contemplen las
siguientes recomendaciones:
• Las ecuaciones lineales pierden precisión con
pesos muy altos (más del 95%) o muy bajos
(menos del 70%), ya que la relación entre la
magnitud del peso a vencer y las máximas
repeticiones posibles, está influida por otros
factores, además del nivel de fuerza en sí, de
modo que la relación deja de ser lineal
trasformándose en exponencial (Ware et al.,
1995).No es recomendable utilizar pesos muy
bajos que permitan realizar más de 10
repeticiones, especialmente con sujetos
entrenados en fuerza máxima. Por lo tanto, es
aconsejable utilizar pesos que permitan menos
de 10 MR, siendo ideal entre 5 y 10 (Mayhew
et al., 2000).
• Los test submáximos son más precisos en
ejercicios más localizados (Knutzen et al.,
1999).Las fórmulas más aceptables son la de
Mayhew y col (1992) aplicables
fundamentalmente en el tren superior, Wathen
(1994), aplicable especialmente en el tren
de máximas repeticiones con pesos
submáximos
Usualmente los tests para valorar la fuerza
muscular suelen aplicarse en los ejercicios más
importantes o significativos para el rendimiento,
constituyendo un índice orientativo del nivel de
fuerza que presentan los sujetos en los ejercicios
evaluados, a lo largo del periodo de entrenamiento
(Bompa, 1995; Fleck, 2002). No obstante, tanto el
test de la 1 MR como los realizados con pesos
submáximos, aunque siempre pueden ejecutarse
con un equipamiento relativamente accesible
(barras, mancuernas, etc.), presentan una serie de
limitaciones. Su valor está determinado por el
punto de mayor desventaja mecánica del recorrido
articular de cada ejercicio, no expresan ningún
tipo de información relacionada con la velocidad
o la potencia del movimiento, sólo ofrecen un
valor de peso relacionado a la fuerza máxima
aplicada en la fase concéntrica del movimiento y
no de la excéntrica, por lo que sus valores pueden
no reflejar adecuadamente el rendimiento en
muchas acciones deportivas caracterizadas por
regímenes de acción muscular, velocidad y
potencia completamente diferentes (Casas, 2005).
Valoración de la fuerza, velocidad y potencia
con test progresivos
La relación entre fuerza y velocidad, o potencia y
velocidad, ha sido estudiada detalladamente a
varios niveles de organización, molecular, celular,
unidades motoras, muscular, y movimientos de
varios grupos musculares. Cada nivel de
organización ofrece una información de gran valor
acerca de cómo estas variables interactúan entre sí
al producirse diferentes tipos de acción muscular.
El estudio de la relación entre fuerza y velocidad,
requiere que uno de los dos parámetros esté
controlado (variable independiente) mientras que
el otro parámetro es medido (variable
dependiente). En los ejercicios contra resistencias
realizados con pesos libres o máquinas, el peso es
controlado, mientras que en los ejercicios
realizados con regímenes isocinéticos se controla
la velocidad (MacIntosh & Holash, 2000).
Bosco (1991) menciona que, para orientar
adecuadamente los entrenamientos de acuerdo a
los objetivos funcionales buscados, es necesario
conocer la forma en que cada sujeto aplica fuerza
al realizar los ejercicios que van a ser
principalmente utilizados en los entrenamientos.
De esta manera, recomienda realizar un test que
permita valorar cómo se expresan las capacidades
neuromusculares, mecánicas y funcionales al
movilizar diferentes magnitudes de peso,
determinando la fuerza máxima, la velocidad y la
potencia producida con cada nivel de resistencia
movilizado, y al mismo tiempo estimar el peso
máximo posible de movilizar en una única
repetición
El conocimiento de la fuerza, velocidad y potencia
producidas con diferentes pesos, es esencial para
poder valorar adecuadamente el rendimiento, ya
que independientemente del nivel de resistencia
utilizado, cuando un sujeto intenta aplicar la
mayor cantidad de fuerza, los estímulos generados
desde el sistema nervioso central serán siempre
máximos, pero la fuerza transferida, la velocidad
y la potencia mecánica medida en la resistencia
movilizada serán diferentes, en función del peso
de la misma, que influirá también en el tipo y
cantidad de unidades motoras reclutadas por la
masa muscular implicada en el movimiento
(Verkhoshansky, 1996, 2002). De este modo, para
valorar el rendimiento de un sujeto en un ejercicio
de fuerza, no sería del todo correcto determinar un
sólo valor de fuerza máxima, por medio del peso
máximo movilizado o 1 MR, ya que existen
muchos valores de fuerza máxima, que pueden
obtenerse al aplicar la mayor fuerza posible contra
diferentes niveles de peso, desde muy ligeros
hasta el máximo posible, que permita realizar el
ejercicio, siendo este último, el que presenta el
valor más alto de todos las fuerzas máximas
obtenidas (González-Badillo, 2000). Por otro lado,
la velocidad y la potencia de movimiento
mostrarán un comportamiento diferente respecto a
la fuerza muscular, el cual podría observarse, si se
dispusieran de dispositivos de medición, como los
descritos en el apartado “Metodologías utilizadas
en las evaluaciones de fuerza y potencia
mecánica”.
Como se ha mencionado anteriormente en el
apartado “Estudios sobre las relaciones
paramétricas encontradas entre la fuerza y la
velocidad en los movimientos humanos” (figura
7), la relación entre fuerza aplicada y velocidad de
movimiento alcanzada en los ejercicios contra
resistencias gravitacionales es de tipo lineal.
El análisis de la forma específica de la relación
entre fuerza y velocidad que manifieste cada
sujeto al ejecutar los ejercicios de fuerza, ha sido
analizada por diversos autores que han
mencionado su utilidad para identificar las
características neuromusculares de cada sujeto y
observar las posibles modificaciones causadas por
los entrenamientos (Bosco, 1991, 1992; Kellis,
Arambatzi, & Papadopoulos, 2005; Rahmani et
al., 2002).
Diversos investigadores han propuesto la
realización de tests con pesos crecientes para
identificar la relación entre la fuerza y velocidad,
producida en los ejercicios con resistencias, así
como también para analizar la potencia producida
con cada peso movilizado. Shim y col (2001),
valoraron la potencia media producida en el
ejercicio de press de banca en multipower
utilizando un dispositivo con sensores, conectado
a un temporizador digital, que permitía medir el
desplazamiento y el tiempo empleado en realizar
cada movimiento. Estos autores realizaron un
estudio piloto con tres sujetos, en los que
determinaron el valor de la 1 MR y
posteriormente evaluaron la potencia media
producida en un protocolo con pesos crecientes,
de 6 series, en las que se realizaban dos
repeticiones con cada porcentaje evaluado, 30%,
40%, 50%, 60%, 70%, y 80% de la 1 MR (Shim,
Bailey, & Westings, 2001).
Rahmani y col (2002), evaluaron a un grupo de
esquiadores alpinos habituados al entrenamiento
de fuerza, que realizaron dos tests en el ejercicio
de sentadilla sobre plataforma dinamométrica. Un
test isométrico y otro progresivo, comenzando con
pesos de 60 kg y realizando incrementos entre
series, de 20 kg, hasta llegar a 180 kg. Se
realizaron un total de 7 series de dos repeticiones
con 3 minutos de pausa entre cada una.
Estos autores mencionan que este tipo de
protocolo permite obtener la relación ente fuerza y
velocidad, y entre potencia y velocidad, producida
con los pesos más ligeros hasta los máximos, ya
que los valores de fuerza con velocidad 0 (fuerza
máxima isométrica) pueden calcularse por medio
de la relación lineal existente entre estas dos
variables. Además, el análisis entre la velocidad y
la potencia permite diferenciar el valor de
velocidad óptima, que se corresponde con la
velocidad en la cual se logran los niveles más
altos de potencia (Rahmani et al., 2002).
Kellis y col (2005) estudiaron a un grupo de
varones de 22.1+8 años, que realizaron un test
progresivo en el ejercicio de sentadilla en
multipower utilizando una plataforma
dinamométrica, y efectuando un análisis de
digitalización sobre el movimiento de cinco
núcleos articulares, para calcular la fuerza, la
velocidad y potencia producidas. Se realizaron 10
series de 3 repeticiones cada una, con 3 minutos
de pausa con cada peso movilizado (10 kg, 20 kg,
30 kg, 40 kg, 50 kg, 60 kg, 70 kg, 80 kg,90 kg y
100 kg), que resultaron ser equivalentes al 7%,
14%, 21%, 28%, 32%, 40%, 47%, 54%, 62%, y
70% de la 1 MR externa (sin considerar el peso
corporal como parte de la resistencia a vencer).
Este protocolo permitió analizar no sólo los
aspectos cinéticos relacionados a la ejecución del
ejercicio de sentadilla, sino también los aspectos
cinemáticos. La velocidad de desplazamiento
angular fue significativamente más baja con pesos
del 62% y 70%, respecto a los más ligeros,
confirmándose así la relación lineal entre fuerza y
velocidad en los ejercicios multiarticulares como
la sentadilla (Zatsiorsky, 2002a). La técnica de
movimiento cambia significativamente a medida
que los pesos crecen, produciéndose una
inclinación significativa del tronco al frente, y una
mayor participación de la musculatura de la
cadera a partir del 14% de la 1MR (Escamilla,
Fleisig, Lowry, Barrentine, & Andrews, 2001;
Rahmani et al., 2002).
Baker y col (2001a) evaluaron a un grupo de
jugadores de rugby que realizaron un test con
pesos progresivos en el ejercicio de press de banca
en multipower, para determinar el peso con el que
se producen los valores más altos de potencia
media, a través de la relación entre el peso y la
potencia producida. El protocolo fue planteado
con pesos absolutos de 40 kg ,50 kg, 60kg ,70 kg
y 80kg, que luego fueron asociados con los
siguientes porcentajes medios de la 1MR:
31%,39%,46%,54%, y 62%.
En otro estudio Baker y col (2001b) plantearon un
protocolo similar, pero para determinar los pesos
en donde se expresan los valores más altos de
potencia, a través de la relación entre peso y
potencia en el ejercicio de saltos con barra en
multipower, en jugadores de rugby pertenecientes
a tres categorías de rendimiento diferentes, 1)
profesional y semiprofesional, 2) colegiales y 3)
profesionales. Al igual que en el estudio anterior,
se estableció un protocolo con pesos absolutos de
40 kg, 60 kg, 80 kg, y 100 kg, aunque el grupo
tres realizó una serie más con 120 kg. Estos pesos
se relacionaron con el 24%, 36%, 48%, y 60%, en
el grupo 1, el 26%, 40%, 54%, y 68%, en el grupo
2, y 25%, 37%, 50%, 62%, y 75%, en el grupo 3,
correspondiente a la 1 MR, determinado en
sentadilla profunda con barra libre, y
considerando sólo el peso externo.
Izquierdo y col (2002) evaluaron a un grupo de 70
deportistas de 5 especialidades diferentes que
realizaron primero el test de la 1 MR en los
ejercicios de press de banca y sentadilla en
multipower, y posteriormente un test con pesos
progresivos, en el que utilizaron un encoder
rotatorio para establecer las relaciones del peso
con la velocidad y entre el peso con la potencia
mecánica media. En este estudio los pesos del test
progresivo fueron determinados a partir de
porcentajes de la evaluado anteriormente,
realizándose 7 series de dos repeticiones al 30%,
45%, 60%, 70%, 80%, 90% y 100%, con 1 minuto
y 30 segundos de pausa entre cada serie.
Kawamori y col (2005) investigaron la relación
entre fuerza, peso y potencia mecánica producida
en el ejercicio de cargada colgante, realizado
sobre una plataforma dinamométrica. En este
trabajo primero se determinó el valor de la 1 MR,
y dos días más tarde se realizó un test progresivo
de 7 series, de dos repeticiones cada una y 3
minutos de pausa entre series. El test se iniciaba
con un peso del 30%, incrementándose un 10%
entre cada serie, para finalizar con el 90% de la 1
MR. En este trabajo, al igual que en los estudios
de Shim y col (2001) e Izquierdo y col (2002), se
determinó primero el valor de la 1 MR, y luego se
planteó el test progresivo, considerando valores
porcentuales y no absolutos, de modo que se pudo
evaluar a los sujetos en un espectro de pesos más
amplio que permitió abarcar todas
manifestaciones de la fuerza, (ver apartado
“Zonas de entrenamiento de la fuerza con
relación al peso, la velocidad y la potencia
producida”, figura 20). Mientras tanto, en los
demás estudios citados los protocolos fueron
planteados a partir de pesos absolutos, que fueron
asociados con posterioridad a los porcentajes de la
1 MR, por lo que como puede observarse en el
estudio de Baker (2001a; 2001b), o en el de Kellis
y col (2005) hay zonas de entrenamiento de la
fuerza que no fueron evaluadas.
En dos estudios realizados por Naclerio y
Figueroa (2004) y Naclerio y col (2005b) se
utilizó un encoder rotatorio para evaluar a un
grupo de levantadores de peso que realizaron el
ejercicio de press de banca con barra libre y
sentadilla profunda con barra libre,
respectivamente, aplicando un test con pesos
progresivos de 8 + 2 series de 2 a 3 repeticiones
cada una, con pausas de entre 1 a 5 minutos,
según se incrementaba el peso utilizado, para
determinar el valor de la 1 MR y establecer las
relaciones fuerza, velocidad y potencia mecánica
en un amplio espectro de pesos que estaban
comprendidos entre el 30% al 100% de la 1 MR.
Partiendo de la estimación del valor de la 1 MR
que supuestamente podía obtener cada sujeto
Figura 31. Relación entre peso y potencia, resultante de un test progresivo. PM: Potencia media producida con cada porcentaje de
peso.
Los pasos metodológicos de este protocolo serán
posteriormente explicados en forma detallada en
el apartado “Protocolo de evaluación, con pesos
crecientes, para determinar la fuerza aplicada y la
potencia producida en los ejercicios contra
resistencias, (test progresivo)”.
antes de iniciar el test, estos autores aplicaron una
ecuación para establecer el peso inicial y los
incrementos entre series, con la intensión de poder
determinar en una sóla prueba el valor de la 1 MR
y la fuerza aplicada, velocidad y potencia
alcanzada en al menos dos series en cada una de
las zonas de entrenamiento de la fuerza descritas
en el apartado “Zonas de entrenamiento de la
fuerza con relación al peso, la velocidad y la
potencia producida”. Los resultados obtenidos
mostraron coeficientes de correlación
significativos (p < 0.01) y muy altos entre el valor
de la 1 MR del test progresivo y el obtenido por el
test de la 1 MR aplicado con 48 horas de pausa en
forma tradicional, r = 0.99, en ambos casos. En
los dos trabajos, se pudieron establecer las
relaciones entre fuerza, velocidad y potencia,
obteniendo los valores de potencia máxima
(media y pico), velocidad y fuerza aplicada con
cada peso movilizado.
La figura 31 muestra un esquema del test
progresivo propuesto por Naclerio y Figueroa
(2004) y Naclerio y col (2005b), observándose
una relación hipotética entre el porcentaje de peso
y la potencia mecánica producida, a través de 8
series, en donde se realizan al menos dos con cada
zona de entrenamiento de fuerza.
Consideraciones previas
En los antecedentes hemos analizado todas las
variables que afectan al rendimiento en los
ejercicios de fuerza, y cómo éstas han sido
relacionadas para inferir o explicar los resultados
de algunas acciones que forman parte de los
gestos deportivos específicos. Las investigaciones
actuales coinciden en que, tanto la fuerza como la
potencia mecánica alcanzada en los ejercicios de
fuerza o saltabilidad, son factores de fundamental
importancia para controlar y planificar los
entrenamientos (Cronin & Sleivert, 2005; Dugan
et al., 2004; Kawamori et al., 2005; Kawamori &
Haff, 2004). No obstante, todavía no se ha llegado
a un acuerdo acerca de, cómo evaluar y utilizar los
valores de potencia mecánica, tanto, para
controlar la evolución del rendimiento durante un
periodo de entrenamiento, como para clasificar a
los sujetos o indicar los valores de referencia que
deben considerarse según cada especialidad u
objetivo (Cronin & Sleivert, 2005; Kawamori &
Haff, 2004).
En este trabajo, nos hemos propuesto estudiar la
potencia mecánica producida en tres ejercicios de
fuerza, utilizados durante un ciclo anual de
entrenamiento, en un grupo de sujetos
pertenecientes a diferentes especialidades
deportivas, para poder obtener datos suficientes
que nos permitan determinar los porcentajes de
peso en donde se alcanzan los valores más altos
de potencia mecánica, observar diferencias entre
los ejercicios, las poblaciones y los distintos
momentos de la temporada, así como también
establecer valores de referencia que puedan ser
aplicados en otras poblaciones similares para
clasificar el rendimiento de los sujetos.
OBJETIVOS
Como se ha visto durante la parte final de los
antecedentes, para poder solucionar algunos de los
interrogantes relacionados con la utilidad de la
potencia mecánica en los ejercicios de
entrenamiento con pesas, que hasta ahora no han
podido ser contestados de forma concluyente, nos
hemos propuesto el siguiente objetivo general:
• Localizar el porcentaje de la 1 MR en el que
se alcanzan los valores más elevados de
potencia mecánica (media y pico) en los
diferentes ejercicios estudiados.
A partir de este objetivo general no proponemos
alcanzar los siguientes objetivos específicos:
1. Determinar, si existen diferencias
significativas entre los porcentajes de peso en
donde se localizan los valores más altos de
potencia (media y pico) entre cada uno de los
ejercicios estudiados.
2. Determinar, si existen diferencias
significativas entre los porcentajes de pesos
donde se localizan las potencias más altas
(medias y pico) en cada uno de los ejercicios
evaluados, entre las diferentes poblaciones
analizadas.
3. Determinar si existen modificaciones
significativas en la localización de los valores
más altos de potencia máxima (media y pico),
respecto al valor 1 MR, en los ejercicios
estudiados, entre los tres test realizados (test 1,
inició del periodo de entrenamiento test 2,
primer pico de máximo rendimiento, y test 3,
segundo pico de máximo rendimiento).
4. Determinar en que medida, los porcentajes de
peso utilizados en el entrenamiento de fuerza,
influyen sobre los porcentajes, respecto al
valor de la 1 MR, en donde se localizan los
valores más altos de potencia (media y pico) a
lo largo de una temporada de entrenamiento.
5. Determinar el grado de relación existente,
entre la potencia mecánica (media y pico) y
los porcentajes de peso en donde se
manifiestan sus niveles más altos con otras
variables que sean de fácil determinación
como, el peso corporal, la estatura, y el nivel
de la 1 MR, en los ejercicios estudiados y en
cada una de las poblaciones analizadas.
6. Determinar la influencia del nivel de la 1 MR,
en la localización de los pesos en donde se
alcanzan las potencias (media y pico) más
altas, en cada uno de los ejercicios evaluados.
7. Establecer escalas de referencia para los
valores de potencia mecánica máxima (media
y pico) y 1 MR, producidas en los ejercicios
estudiados, que sean características de las
poblaciones analizadas.
8. Desarrollar ecuaciones de estimación, para
predecir los niveles de potencia máxima
(media y pico) en cada ejercicio, según las
variables descritas en cada una de las
poblaciones estudiadas.
METODOLOGIA
MATERIAL Y METODOS
Diseño del estudio
El trabajo fue realizado sobre una muestra total de
122 sujetos (36 mujeres y 86 varones)
comprendidos en un rango de edad de, entre 14 a
35 años, pertenecientes a 12 poblaciones que
fueron diferenciadas por el tipo de actividad
deportiva.
Cada uno de los sujetos pertenecientes a las
diferentes poblaciones estudiadas realizó un
programa de entrenamiento sistemático durante
aproximadamente 50 semanas que, estuvo
destinado a mejorar el rendimiento de la
especialidad deportiva a la que pertenecían.
Durante este período, los participantes fueron
evaluados en dos o tres ejercicios de fuerza contra
resistencias, para determinar el nivel de fuerza
máxima, estimado por el valor de la 1 MR, la
potencia máxima (media y pico) y su localización
respecto al nivel de la 1 MR, en tres momentos
diferente de la temporada:
• La primera evaluación, se efectúo tras un
periodo inicial de adaptación de 4 semanas.
• La segunda evaluación, se efectuó
aproximadamente a las 20 semanas tras el
primer test, coincidiendo con el primer pico de
rendimiento de la temporada.
• La tercera evaluación, se efectuó
aproximadamente a las 46 semanas, tras el
primer test y 26 semanas después de segundo
test, habiendo cumplido cerca de 50 semanas
de entrenamiento, coincidiendo con el
segundo pico de rendimiento de la temporada.
Antes de iniciar el estudio, todos los sujetos
fueron informados sobre los objetivos del mismo
y sólo aquellos que estaban de acuerdo, eran
considerados para formar parte de la muestra
experimental. Estos sujetos manifestaron su
conformidad por escrito y contestaron a un
cuestionario por medio del cual se evaluó el nivel
de rendimiento de fuerza, siendo seleccionados
sólo aquellos que supuestamente estaban
adaptados a este tipo de entrenamientos (Earle &
Baechle, 2004; Naclerio, 2005). El primer criterio
de exclusión fue seleccionar solamente a aquellos
sujetos que tenían una experiencia mínima de 6
meses en el entrenamiento de fuerza utilizando
resistencias gravitatorias, independientemente del
nivel de rendimiento manifestado en su deporte
específico. De todos modos, solamente se incluyó
en la muestra a los sujetos que alcanzaron una
puntuación mínima de 3 puntos en el cuestionario
1 (ver anexo 2).
Una vez seleccionados, los sujetos de cada
población, éstos contestaban a un segundo
cuestionario en el que se especificaba la
organización del entrenamiento desarrollado en
los últimos 6 meses previos al inicio del estudio.
Esta información fue considerada de relevancia
para comprender las posibles respuestas de cada
grupo de deportistas al realizar cada uno de los
ejercicios y evaluaciones de fuerza propuestas a lo
largo del estudio.
En el anexo 2 se muestra el cuestionario 1,
diseñado para estimar el nivel de rendimiento en
trabajos de fuerza y los criterios de valoración de
cada pregunta para asignar el puntaje final, y el
cuestionario 2 para estimar la organización y tipo
de entrenamiento desarrollado por cada sujeto
hasta antes de iniciar el estudio.
Tras el análisis de los cuestionarios 1 y 2, para
interpretar adecuadamente el tipo de
entrenamiento y la organización realizada por
cada uno de los deportistas, se realizó una reunión
con el entrenador de cada disciplina en donde éste
explicaba los objetivos plateados y los
fundamentos de cada actividad desarrollada. En el
caso de las poblaciones 1 (opositores para ingresar
al cuerpo de bomberos) 2 (opositores para
ingresar el cuerpo de policía), y 5 (entrenamiento
recreativo) que hasta el momento de iniciar el
estudio entrenaban por si sólos, se les preguntó
acerca de los objetivos y los motivos de los
entrenamientos realizados, durante una entrevista
individual.
Los cuestionarios 1 y 2 permitieron estimar el tipo
de entrenamiento desarrollado durante los 6 meses
previos al inicio del estudio (esta información se
ofrecerá en el apartado “Diseño del estudio”.).
Para garantizar una interpretación adecuada de los
resultados y mantener una uniformidad de
criterios en las evaluaciones, cada uno de los
entrenadores redactó un informe en donde
explicaba los objetivos generales, los medios
principales de entrenamiento y la frecuencia
semanal con que entrenaría cada capacidad física,
(fuerza, resistencia aeróbica, y las actividades
específicas del deporte).
Respecto a la selección de los ejercicios de fuerza
en los que serían evaluados los sujetos, se siguió
el criterio que se explicará posteriormente, aunque
siempre se respetó la opinión del entrenador que,
debía dar su conformidad para aplicar o no cada
uno de los ejercicios propuestos.
Al finalizar el informe, cada entrenador firmaba
una declaración por medio de la cual se
comprometía a respetar los criterios generales de
planificación y evaluación que se explicarán en
los puntos “Criterios generales, relacionados a la
planificación del entrenamiento, desarrollado
por cada grupo de deportista y la secuencia de
los test aplicados a lo largo del estudio”; al
“Metodología de realización de los test de
fuerza”. En este documento también se
comprometía a aplicar durante todo el tiempo que
durase el estudio, los ejercicios de fuerza con que
serían evaluados los deportistas y a utilizarlos con
una frecuencia no inferior a 2 veces por semana ni
mayor de 3. Sólo en los casos en que, se hubiese
planificado una competición importante se
permitía una frecuencia de 1 vez por semana, y
tan sólo durante la semana anterior a la
competición.
Figura 32. Esquema del diseño del estudio.
El informe realizado por el entrenador antes de
iniciar el estudio, permitió establecer los objetivos
y una breve descripción de la modalidad de
trabajo desarrollada a lo largo del ciclo de
entrenamiento por cada una de las poblaciones
estudiadas.
La figura 32 muestra un esquema del diseño
delestudio realizado.
DESCRIPCION DE LAS POBLACIONES
ESTUDIADAS
Población 1. Varones, aspirantes a ingresar en
el cuerpo de Bomberos de la Comunidad de
Madrid
Sujetos: Se seleccionaron 17 varones, voluntarios
que, entrenaron para superar las pruebas de acceso
al Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de
Madrid.
Entrenamiento en los 6 meses previos al inicio
del estudio: Los sujetos pertenecientes a esta
población, realizaban entre dos y tres sesiones de
entrenamiento de fuerza con resistencias (pesos
libres y máquinas), y dos a tres sesiones de
entrenamiento de resistencia aeróbica por semana,
utilizando la carrera como ejercicio principal para
el desarrollo de esta capacidad. Este
entrenamiento no era controlado ni estaba
destinado a mejorar el rendimiento en ninguna
prueba específica.
Objetivos y descripción del entrenamiento
desarrollado durante el estudio: Los sujetos de
esta población, realizaron un entrenamiento
personalizado destinado a mejorar el rendimiento
en las pruebas específicas que, deben superarse
para ingresar al Cuerpo de Bomberos de la
Comunidad de Madrid, y que son:
• Carrera de velocidad de 60 metros, en menos
de 8 segundos.
• Carrera de 300 metros, en menos de 45
segundos.
• Carrera de resistencia de 2000, metros en
menos de 7 minutos.
• Subir una cuerda de 7 metros de longitud sólo
con tracción de brazos en menos de 9
segundos.
• Realizar el mayor número de repeticiones
posibles con 40 kg, en un tiempo máximo de
40 segundos, en el ejercicio de press de banca
plano con barra libre (mínimo 30
repeticiones).
• Carrera de 50 metros en natación estilo libre,
en menos de 45 segundos.
El entrenamiento consistió en dos a tres sesiones
de ejercicios de fuerza con resistencias, dos a tres
de entrenamiento de carrera o saltos, realizados en
pista de atletismo o terreno de hierba para mejorar
la velocidad cíclica, resistencia a la velocidad y
potencia o capacidad aeróbica, más una sesión de
entrenamiento de natación por semana.
La secuencia de las sesiones y su orientación
especial variaba de acuerdo a la fase del
entrenamiento, y a los objetivos particulares de
cada sujeto.
Población 2. Varones, aspirantes a ingresar en
los cuerpos de policía Nacional o Municipal en
la comunidad de Madrid
Sujetos: Se seleccionaron 8 varones, voluntarios
que, entrenaron para superar las pruebas de acceso
al cuerpo de policía Nacional o Municipal de la
Comunidad de Madrid.
Entrenamiento en los 6 meses previos al inicio
del estudio: Los integrantes de esta población
realizaban entre dos y tres sesiones de
entrenamiento de fuerza con resistencias (pesos
libres y máquinas) y entre dos y tres de
entrenamiento de resistencia aeróbica por semana,
utilizando la carrera como ejercicio principal para
el desarrollo de esta capacidad. Este
entrenamiento, al igual que en la población 1, no
era controlado ni estaba destinado a mejorar el
rendimiento en ninguna prueba específica.
Objetivos y descripción del entrenamiento
desarrollado durante el estudio: Los sujetos de
esta población realizaron un entrenamiento
personalizado, para mejorar el rendimiento en las
pruebas específicas que, deben superarse para
acceder al cuerpo de policía Nacional o municipal
en la comunidad de Madrid y que son las
siguientes:
Policía Nacional
• Carrera de 2000 metros, en menos de 8
minutos y 45 segundos.
• Circuito específico de velocidad y agilidad.
• Dominadas en barra alta, mínimo cuatro
repeticiones.
• Salto vertical con impulso de brazos (detente),
más de 0.43 metros.
Policía Municipal
• Carrera de 60 metros, en menos de 8.57
segundos.
• Carrera de 800 metros, en menos de 3
minutos.
• Salto en longitud sin carrera previa, más de
2.15 metros.
• Lanzamiento del balón medicinal (5 kg), más
de 6 metros.
• Carrera de 25 metros estilo libre (natación), en
menos de 19 segundos.
El entrenamiento consistió en dos a tres sesiones
de ejercicios de fuerza contra resistencias y
movimientos de saltos y lanzamientos, dos de
entrenamiento de carrera en pista o terreno de
hierba (para mejorar la velocidad, resistencia a la
velocidad, y la potencia o capacidad aeróbica),
más una sesión por semana de entrenamiento de
natación.
La secuencia de las sesiones y su orientación
especial, variaba de acuerdo a la fase del
entrenamiento y a los objetivos particulares de
cada sujeto.
Población 3. Mujeres, competidoras de Fitness
(nivel local y provincial, España)
Sujetos: Se seleccionaron 7 voluntarias, mujeres
que entrenaban sistemáticamente para competir en
Fitness que, es una modalidad deportiva en donde
deben considerarse los siguientes aspectos:
• Valoración del aspecto físico.
• Una coreografía de aproximadamente 2
minutos de duración, integrada por
ejercitaciones de fuerza, velocidad,
flexibilidad, equilibrio y coordinación.
Entrenamiento en los 6 meses previos al inicio
del estudio: Los sujetos pertenecientes a esta
población realizaban entre tres y cuatro sesiones
de entrenamiento de fuerza con resistencias (pesos
libres y máquinas), dos sesiones de entrenamiento
de resistencia aeróbica, utilizando la carrera o la
bicicleta como medio principal de trabajo y 4 a 6
sesiones por la semana de entrenamiento
específico (coreografía), compuesto por saltos,
ejercicios de fuerza con el propio cuerpo,
ejercicios de flexibilidad activa, equilibrio y
coordinación.
Objetivos y descripción del entrenamiento
desarrollado durante el estudio: Los sujetos de
esta población, realizaron un entrenamiento
personalizado para mejorar el rendimiento en su
especialidad.
El entrenamiento consistió entre tres y 5 sesiones
de ejercicios de fuerza contra resistencias, y
movimientos específicos del deporte (saltos,
fondos, acrobacias, etc), dos sesiones de
entrenamiento de resistencia aeróbica en cinta
deslizante o bicicleta ergométrica, 3 a 5 sesiones
por semana de entrenamiento específico
(coreografía). La secuencia de las sesiones, y su
orientación especial, variaba de acuerdo a la fase
del entrenamiento y a los objetivos particulares de
cada sujeto.
Población 4. Varones, judokas de competición
(nivel nacional e internacional, España)
Sujetos: Se seleccionaron 12 varones, voluntarios
que entrenaban sistemáticamente para competir en
judo.
Entrenamiento en los 6 meses previos al inicio
del estudio: Los sujetos pertenecientes a esta
población realizaban entre dos y tres sesiones de
entrenamiento de fuerza con resistencias (pesos
libres y máquinas), dos sesiones de entrenamiento
de resistencia aeróbica, utilizando la carrera como
medio principal de trabajo, y 4 a 5 sesiones por
semana de entrenamiento de judo.
Objetivos y descripción del entrenamiento
desarrollado durante el estudio: Los sujetos de
esta población realizaron un entrenamiento
personalizado destinado a mejorar el rendimiento
en su especialidad. El entrenamiento consistió
entre dos y tres sesiones de ejercicios de fuerza
con resistencias, dos de entrenamiento de
resistencia aeróbica en cinta deslizante y 4 a 5
sesiones de entrenamiento específico de judo por
semana.
La secuencia de las sesiones y su orientación,
variaba de acuerdo a la fase del año y los
objetivos particulares de cada sujeto.
Población 5. Varones, con entrenamiento
recreativo de fuerza y resistencia aeróbica
Sujetos: Se seleccionaron 9 varones, voluntarios
que entrenaban sistemáticamente para mejorar su
condición física y no tenían objetivos
competitivos.
Entrenamiento en los 6 meses previos al inicio
del estudio: Los sujetos pertenecientes a esta
población, realizaban de tres a cinco sesiones de
entrenamiento de fuerza con resistencias (pesos
libres y máquinas) y tres a cuatro sesiones de
entrenamiento de resistencia aeróbica por semana,
utilizando la carrera en cinta deslizante o la
bicicleta como medios de trabajo para el
desarrollo de ésta capacidad.
Objetivos y descripción del entrenamiento
desarrollado durante el estudio: Los sujetos de
esta población realizaron un entrenamiento
personalizado para mejorar la condición física
general, sin considerar ningún objetivo
competitivo. El entrenamiento consistió en cuatro
a cinco sesiones de ejercicios de fuerza con
resistencias, y dos de entrenamiento de resistencia
aeróbica en cinta deslizante o bicicleta
ergométrica por semana.
La secuencia de las sesiones, y su orientación,
variaba de acuerdo a la fase del entrenamiento y
los objetivos particulares de cada sujeto.
Población 6. Varones, competidores de Fitness
(nivel local y provincial, España)
Sujetos: Se seleccionaron 8 varones, voluntarios
que, entrenaban sistemáticamente para competir
en fitness (modalidad deportiva descrita
anteriormente en el grupo 3).
Entrenamiento en los 6 meses previos al inicio
del estudio: Los sujetos pertenecientes a esta
población realizaban cuatro a cinco sesiones de
entrenamiento de fuerza con resistencias (pesos
libres y máquinas), tres sesiones de entrenamiento
de resistencia aeróbica, utilizando la carrera o la
bicicleta como principales para su desarrollo y 4
sesiones por semana de entrenamiento específico
(coreografía), compuesto por saltos, ejercicios de
fuerza, flexibilidad activa, equilibrio y
coordinación.
Objetivos y descripción del entrenamiento
desarrollado durante el estudio: Los sujetos de
esta población realizaron un entrenamiento
personalizado para mejorar el rendimiento en su
especialidad. El entrenamiento consistió en tres a
4 a 5 sesiones de ejercicios de fuerza con
resistencias, y movimientos específicos del
deporte (saltos, fondos, acrobacias, etc.), dos de
entrenamiento aeróbico en cinta deslizante o
bicicleta ergométrica y 3 a 4 sesiones de
entrenamiento específico (coreografía) a la
semana.
La secuencia de las sesiones, y su orientación
especial, variaba de acuerdo a la fase del
entrenamiento y los objetivos particulares de cada
sujeto.
Población 7. Mujeres, jugadoras de voley de 1º
división (Las Tunas, Cuba)
Sujetos: Se seleccionaron 10 mujeres, voluntarias
pertenecientes al equipo de primera división de
voley femenino de la provincia de Las Tunas,
(cuba), que entrenaban sistemáticamente para
competir en la Liga Nacional de este deporte, en
su país.
Entrenamiento en los 6 meses previos al inicio
del estudio: Los sujetos pertenecientes a esta
población realizaban entre dos a tres sesiones de
entrenamiento de fuerza con resistencias
(fundamentalmente pesos libres) y dos de
entrenamiento aeróbico, utilizando la carrera
como medio principal para el desarrollo de esta
capacidad y 5 a 6 sesiones por semana, más el
partido, como actividad específica (juego de voley
o ejercicios específicos compuestos por saltos,
caídas, movimientos explosivos con el tren
superior, golpeo de la pelota de voley, etc.)
Objetivos y descripción del entrenamiento
desarrollado durante el estudio: Los sujetos de
esta población realizaron un entrenamiento
personalizado destinado a mejorar su rendimiento
específico, que consistió en dos a tres sesiones de
ejercicios de fuerza con resistencias (pesos libres),
dos de entrenamiento de resistencia aeróbica,
utilizando la carrera en terreno de hierba como
medio principal de trabajo, y 5 a 6 sesiones de
entrenamiento específico de voley, a las que se les
sumaba el partido durante el periodo competitivo.
La secuencia de las sesiones, y su orientación
especial, variaba de acuerdo a la fase del
entrenamiento y los objetivos particulares de cada
sujeto.
Población 8. Varones, jugadores de béisbol,
categoría 14 a 17 años (Las Tunas, Cuba)
Sujetos: Se seleccionaron 12 varones voluntarios,
pertenecientes al equipo juvenil masculino de
béisbol de la provincia de Las tunas (Cuba), que
entrenaban sistemáticamente para competir en la
liga nacional de su país.
Entrenamiento en los 6 meses previos al inicio
del estudio: Los sujetos pertenecientes a esta
población realizaban entre dos a tres sesiones de
entrenamiento de fuerza con resistencias
(fundamentalmente pesos libres), más una o dos
sesiones de entrenamiento aeróbico a la semana,
utilizando la carrera como ejercicio principal para
el desarrollo de esta capacidad, y 4 a 5 sesiones
por semana de entrenamiento de béisbol (batéos,
carreras cortas, lanzamientos y recepción de
pelotas de béisbol, etc.)
Objetivos y descripción del entrenamiento
desarrollado durante el estudio: Debido a su
edad, los sujetos de esta población realizaron un
entrenamiento que, no estaba destinado sólo a la
mejora del rendimiento específico para jugar al
béisbol, sino también a crear adaptaciones básicas
a nivel cardiovascular y muscular (aumento del
consumo de oxígeno y de la capacidad aeróbica
general, mejora de la fuerza general y la
resistencia muscular, etc.) (Bompa, 2003).
El entrenamiento consistió en dos a tres sesiones
de ejercicios de fuerza con resistencias (pesos
libres), dos de entrenamiento aeróbico utilizando
la carrera en terreno de hierba, más 3 a 4 sesiones
semanales de entrenamiento específico, a las que
se les sumaba el partido durante el periodo
competitivo. La secuencia de las sesiones, y su
orientación especial, variaba de acuerdo a la fase
del entrenamiento y los objetivos particulares de
cada sujeto.
Población 9. Varones, boxeadores y cardiovascular y muscular (aumento del consumo
taekwondístas (nivel nacional e internacional)
Sujetos: Se seleccionaron 13 varones voluntarios,
que entrenaban sistemáticamente para competir en
boxeo o taekwondo.
Entrenamiento en los 6 meses previos al inicio
del estudio: Los sujetos pertenecientes a esta
población realizaban de dos a tres sesiones de
entrenamiento de fuerza con resistencias (pesos
libres y máquinas), tres sesiones de entrenamiento
de resistencia aeróbica, utilizando la carrera como
ejercicio principal, y 4 a 6 sesiones por semana de
entrenamiento de boxeo o taekwondo.
Objetivos y descripción del entrenamiento
desarrollado durante el estudio: Los sujetos de
esta población realizaron un entrenamiento
personalizado destinado a mejorar el rendimiento
en su especialidad. El entrenamiento consistió en
dos sesiones de ejercicios de fuerza con
resistencias, (pesos libres o máquinas) tres de
entrenamiento aeróbico en cinta deslizante y 4 a 6
sesiones de entrenamiento específico. La
secuencia de las sesiones, y su orientación
especial, variaba de acuerdo a la fase del
entrenamiento y los objetivos particulares de cada
sujeto.
Población 10. Varones, practicantes de lucha
libre y grecoromana, categoría 14 a 17 años
(Las tunas, Cuba)
Sujetos: Se seleccionaron 7 varones, voluntarios
pertenecientes al equipo juvenil masculino de
lucha libre y grecoromana de la Escuela de
Iniciación Deportiva (EIDE) de la provincia de
Las Tunas (Cuba), que entrenaban
sistemáticamente para competir a nivel local y
provincial en este deporte.
Entrenamiento en los 6 meses previos al inicio
del estudio: Los sujetos pertenecientes a esta
población realizaban de dos a tres sesiones de
entrenamiento de fuerza con resistencias
(fundamentalmente pesos libres), dos sesiones de
resistencia aeróbica, utilizando la carrera como
ejercicio principal y 3 sesiones por semana de
entrenamiento de específico de lucha.
Objetivos y descripción del entrenamiento
desarrollado durante el estudio: Debido a su
edad, los sujetos de esta población realizaron un
entrenamiento que, no estaba destinado sólo a la
mejora del rendimiento específico de su deporte,
sino también a crear adaptaciones básicas a nivel
de oxígeno y la capacidad aeróbica general,
mejora de la fuerza general y la resistencia
muscular, etc.) (Bompa, 2003).
El entrenamiento consistió en dos a tres sesiones
de ejercicios de fuerza con resistencias (pesos
libres), dos de resistencia aeróbica, utilizando la
carrera en terreno de hierba como ejercicio
principal, y 3 sesiones por semana de
entrenamiento específico, a la que eventualmente
se le sumaba una competición. La secuencia de las
sesiones, y su orientación especial, variaba de
acuerdo a la fase del entrenamiento y los objetivos
particulares de cada sujeto.
Población 11. Mujeres, jugadoras de sóftbol de
1º división (Las Tunas, Cuba)
Sujetos: Se seleccionaron 9 mujeres voluntarias,
pertenecientes al equipo de primera división de
sóftbol femenino de la provincia de Las tunas
(Cuba), que entrenaban sistemáticamente para
competir en la Liga Nacional de su país.
Entrenamiento en los 6 meses previos al inicio
del estudio: Los sujetos pertenecientes a esta
población realizaban entre dos a tres sesiones de
entrenamiento de fuerza con resistencias
(fundamentalmente pesos libres) más una o dos
sesiones de entrenamiento aeróbico a la semana,
utilizando la carrera como ejercicio principal y 3 a
4 sesiones por semana de entrenamiento
específico de sóftbol.
Objetivos y descripción del entrenamiento
desarrollado durante el estudio: Los sujetos de
esta población realizaron un entrenamiento
destinado a mejorar su rendimiento para jugar al
sóftbol. El entrenamiento consistió en dos a tres
sesiones de ejercicios de fuerza con resistencias
(pesos libres) dos de resistencia aeróbica,
utilizando la carrera en terreno de hierba y 3 a 4
sesiones de entrenamiento específico de sóftbol
que durante el periodo competitivo comprendían
el partido semanal. La secuencia de las sesiones, y
su orientación especial, variaba de acuerdo a la
fase del entrenamiento y los objetivos particulares
de cada sujeto.
Población 12. Mujeres, practicantes de
taekwondo, categoría 14 a 16 años (Las Tunas,
Cuba)
Sujetos: Se seleccionaron 10 mujeres voluntarias,
pertenecientes al equipo juvenil femenino de
taekwondo de la provincia de Las Tunas (Cuba),
que entrenaban sistemáticamente para competir en
este deporte a nivel provincial y nacional en su
país.
Entrenamiento en los 6 meses previos al inicio
del estudio: Los sujetos pertenecientes a esta
población realizaban de dos a tres sesiones de
entrenamiento de fuerza con resistencias
(fundamentalmente pesos libres) y dos a tres
sesiones de resistencia aeróbica, utilizando la
carrera como ejercicio principal y 3 a 4 sesiones
por semana de entrenamiento específico de
taekwondo.
Objetivos y descripción del entrenamiento
desarrollado durante el estudio: Debido a su
edad, los sujetos de esta población realizaron un
entrenamiento que, no estaba destinado sólo a la
mejora del rendimiento específico, sino también a
crear adaptaciones básicas a nivel cardiovascular
y muscular (aumento del consumo de oxígeno y la
capacidad aeróbica general, mejora de la fuerza
general y la resistencia muscular, etc.) (Bompa,
2003).
El entrenamiento consistió en dos a tres sesiones
de ejercicios de fuerza con resistencias (pesos
libres), dos de resistencia aeróbica, utilizando la
carrera en terreno de hierba y 3 sesiones de
entrenamiento específico, a las que eventualmente
se les sumaba una. La secuencia de las sesiones, y
su orientación especial, variaba de acuerdo a la
fase del entrenamiento y los objetivos particulares
de cada sujeto.
Criterios generales, relacionados a la
planificación del entrenamiento, desarrollado
por cada grupo de deportista y la secuencia de
los test aplicados a lo largo del estudio
Aunque, las diferentes poblaciones entrenaban
para alcanzar el máximo rendimiento en su
especialidad, en todos los casos, se determinaron
los siguientes criterios que debían respetarse
durante el proceso de entrenamiento:
Picos de rendimiento
La programación del entrenamiento estaba
orientada para alcanzar dos picos de rendimiento
durante la temporada, el 1º entre las semanas 22 a
24 y el 2º entre las semanas 42ª y 50ª aunque, el
rendimiento logrado en la 2º fase, debería ser el
más alto de los dos.
Para cumplir con este objetivo, fue necesario
establecer los criterios de planificación y control
del entrenamiento con cada uno de los
entrenadores de cada población, de modo de,
estableciéndose los criterios de planificación y
aplicación de las diferentes cargas de trabajo,
desarrolladas a lo largo del año, y las
metodologías utilizadas en los diferentes test para
controlar la evolución del rendimiento.
Cantidad y momento de realización de las
evaluaciones
Debido a que los test aislados tienen poca utilidad,
y sólo puede obtenerse información útil, cuando
éstos se realizan sistemáticamente a lo largo de
una o varias temporadas (Newton & Kraemer,
1994), en este trabajo, hemos determinado 3
momentos para realizar las valoraciones del
rendimiento.
Los momentos del año en donde se realizaron las
evaluaciones, fueron determinados de acuerdo con
los mecanismos de adaptación relacionados al
entrenamiento de la fuerza muscular,
considerando las estrategias de programación y
periodización establecidas para cada caso (Baker,
2001a; Bosco, 1992; Fleck, 1999, 2002; Fleck &
Kraemer, 1997; Navarro, 2003; Verkhoshansky,
2002).
A pesar de que los sujetos seleccionados en cada
uno de las poblaciones, estaban habituados al
entrenamiento de fuerza, algunos de los ejercicios
propuestos en este estudio diferían de los
realizados habitualmente por los sujetos
seleccionados. Por este motivo, las primeras 4
semanas fueron destinadas a la familiarización y
aprendizaje de las técnicas de levantamiento
especialmente de la cargada en un tiempo, y a la
consolidación de los factores neurales implicados
en las acciones de fuerza y velocidad (Fleck,
2002; Sale, 1991; Verkhoshansky, 2002).
Una vez completado este periodo de adaptación,
durante los últimos 3 días de la 4ª semana de
entrenamiento se realizó la primera evaluación.
La segunda evaluación se realizó durante la
semana 22ª a 24ª, dependiendo de la estructura
particular de cada caso, después de 4 ciclos de
entrenamiento integrados por 4 a 5 semanas cada
uno, en los que se priorizaron los objetivos de
rendimiento específico para cada sujeto o
especialidad deportiva, siendo el objetivo común
alcanzar el máximo rendimiento en las dos
semanas en donde se realizaría el test 2
(Hasegawa et al., 2002; Plisk & Stone, 2003).
La tercera evaluación se realizó entre las semanas
42ª y 50ª, después de 5 ciclos de 4 a 5 semanas
cada uno, más una última semana en la que se
redujo significativamente el volumen de los
entrenamientos para poder realizar las
evaluaciones finales con la mayor eficiencia
posible. En cada uno de estos ciclos se priorizaron
los objetivos de rendimiento específicos según las
necesidades de cada sujeto y considerando los
resultados obtenidos en el primer ciclo de
rendimiento (Verkhoshansky, 2002). En esta
última fase o 2º pico de rendimiento, el objetivo
principal fué alcanzar el mejor resultado posible
en la especialidad deportiva durante el momento
en que se realizó el test 3 (42 a 50º semanas).
Con el objetivo de adaptar las cargas de
entrenamiento a la evolución del rendimiento de
cada sujeto y mantener un control preciso de las
respuestas de adaptación, cada 5 semanas se
realizaban evaluaciones para controlar los niveles
de fuerza y potencia al final de cada mesociclo de
5 semanas (Platonov, 2001; Plisk & Stone, 2003;
Zatsiorsky, 1995).
Organización del plan anual de entrenamiento
El entrenamiento anual se dividió en tres fases
bien diferenciadas, al final de las cuales se
realizaban los test de control:
Fase 1) 4 semanas de entrenamiento
1º test
Fase 2) 22 a 24 semanas de entrenamiento
2º test
18 a 20 semanas luego del 1º test
Fase 3) 42 a 50 semanas de entrenamiento
3º test
38 a 46 semanas después del test 1 y 18 a 26
semanas después del 2º test
Sesiones mínimas a cumplir en cada fase:
Todos los sujetos debían cumplir un mínimo del
90% de las sesiones planificadas para cada una de
las fases del estudio, de lo contrario eran
apartados de la muestra de la investigación.
Planificación de las semanas de evaluación
La semana de evaluación fue planificada de modo
que los sujetos pudieran manifestar el máximo
rendimiento en las pruebas evaluadas. Para esto,
se estableció una reducción significativa del
volumen de entrenamiento durante los 7 días
previos al inicio de las evaluaciones (Fleck,
2002).
A excepción del test 1, el cual se efectuaba a
continuación del periodo de adaptación, en el 2º y
3º test, los últimos entrenamientos con alto
volumen e intensidad se desarrollaban el
miércoles de la semana previa a las evaluaciones.
Luego se procedía a una reducción de la carga de
trabajo, basada especialmente en el volumen, que
consistía en una disminución exponencial del
mismo durante los primeros 3 días, para luego
mantener un volumen bajo, durante los últimos 3
días previos a las evaluaciones (Mujika & Padilla,
2003).
El jueves se procedía a una reducción significativa
del volumen de entrenamiento, manteniéndose la
intensidad (velocidad, en los entrenamientos de
carrera, o de movimiento en los deportes con
acciones complejas, cantidad de peso y velocidad
de movimiento en los entrenamientos de fuerza
contra resistencias) pero se reducía un 40% el
volumen o cantidad total de repeticiones
realizadas, el viernes se reducía un 10% más, el
sábado un 10% más, el domingo no se realizaba
actividad física de ningún tipo, el lunes, se
realizaba un entrenamiento de fuerza con
resistencias, manteniendo la intensidad, pero con
un 33% del volumen máximo (repeticiones totales
por ejercicio) realizado en el último entrenamiento
de alto volumen (miércoles anterior) (Gonzalez-
Badillo, Gorostiaga, Arellano, & Izquierdo, 2005).
El martes se realizaban entrenamientos con
volúmenes reducidos, en donde predominaban las
acciones técnicas de cada deporte o el trabajo
aeróbico, cuyo tiempo de duración era de
alrededor del 50% respecto al entrenamiento de
mayor volumen realizado por cada sujeto o
población en la semana anterior.
El miércoles, se realizaban el test de fuerza de
press de banca.
El jueves se realizaba sólo el test de cargada en un
tiempo y un trabajo aeróbico de baja intensidad
más flexibilidad y movilidad articular.
El viernes se realizaba sólo el test de sentadilla
paralela con barra libre y un trabajo aeróbico de
baja intensidad más flexibilidad y movilidad
articular.
Las poblaciones que sólo realizaban dos ejercicios
dejaban un día de descanso entre cada uno de los
test, durante el cual realizaban ejercicios técnicos
y de flexibilidad, es decir que el miércoles
realizaban el ejercicio de tren superior y el viernes
el de tren inferior.
En las poblaciones que realizaron tres ejercicios,
cuando los sujetos no podían concurrir o disponer
de más de dos días para realizar los tests, el
miércoles se realizaban los dos ejercicios de
cadena cinética cerrada con acción de empuje.
Primero se evaluaba el press de banca y 20
minutos más tarde la sentadilla paralela y el
viernes se evaluaba la cargada en un tiempo.
Luego de realizar el test de sentadilla paralela se
realizaban ejercicios de flexibilidad y movilidad
articular más un trabajo aeróbico de baja
intensidad o bien un entrenamiento técnico táctico
de baja exigencia física.
EVALUACIONES REALIZADAS
Determinación de peso y talla
Inmediatamente antes de comenzar la primera
sesión, en cada una de las tres fases del estudio:
evaluación 1 (4 semanas) evaluación 2 (22ª a 24ª
semanas) y evaluación 3 (42ª a 50ª semanas), se
determinó el peso corporal y la estatura, según la
metodología descripta por Ross y Marflel-Jones,
(1991). A partir de estos datos se estimó el índice
masa corporal (IMC)4 para cada uno de los sujetos
de cada población (Heyward & Stolarczyk, 1996;
Ross & Marflel-Jones, 1991).
4
El índice de masa corporal (IMC) Índice determinado por el
peso (kg) dividido por el cuadrado de la estatura, (metros).
IMC = P.C. (kg) / (estatura, (metros)2 ) (McArdle et al.,
2000).
Selección de los ejercicios estudiados
Debido a que la mayoría de los movimientos
deportivos, como la carrera, los saltos, o
diferentes acciones en los deportes de combate o
de conjunto, implican la transmisión de fuerzas a
través de cadenas cinéticas. La selección de los
ejercicios de entrenamiento se efectuó intentando
mantener similitudes mecánicas con las acciones
específicas de cada deporte (Plisk, 2000; Siff &
Verkhoshansky, 2000; Verchoshansky & Lazarev,
1989).
La mayoría de los gestos específicos,
desarrollados por poblaciones estudiadas en este
trabajo, comprenden acciones como, las carreras
de velocidad, saltos, lanzamientos o gestos
complejos vinculados al dominio de las técnicas
propias de cada especialidad, que en su mayoría
constituyen ejercicios de cadenas cinéticas con
acción secuencial o de empuje, en donde
participan varios núcleos articulares de forma
coordinada que actúan a través de cadenas o
sistemas cinemáticos (Verkhoshansky, 2002).
Diversos autores, han mencionado que para lograr
una influencia positiva de los entrenamientos de
fuerza sobre el rendimiento específico de cada
deporte, los ejercicios utilizados debieran
mantener altas coincidencias cinéticas y
cinemáticas con los gestos específicos o al menos
con algunas de sus fases (Kawamori et al., 2005;
Siff & Verkhoshansky, 2000; Verchoshansky &
Lazarev, 1989). No obstante, existen ejercicios
como el press de banca, la sentadilla, y los
levantamientos olímpicos o sus variantes, que
aunque no presenten una correspondencia
estructural o cinemática exacta con muchas
acciones deportivas, su aplicación ha mostrado
influir positivamente en el rendimiento de algunas
técnicas atléticas, acciones en los deportes de
conjunto o de la lucha, etc. (Baker, 1996; D.
Baker & S Nance, 1999; Hoffman & Maresh,
2000; Kawamori et al., 2005; Kraemer &
Gotshalk, 2000; Kuznetsov, 1989; Newton, 2002).
En este trabajo, hemos decidido estudiar como
evolucionan la fuerza y la potencia en tres
ejercicios comúnmente utilizados en la
preparación física de varios deportes, de modo de
establecer relaciones entre los parámetros
analizados, las características particulares de cada
población y las orientaciones específicas de los
entrenamientos desarrollados.
Los ejercicios estudiados son: El press de banca
plano con barra libre, o el press de hombros de pie
y la sentadilla paralela con barra libre, que
comprenden ejercicios de cadena cinética cerrada 2004; Escamilla et al., 2000; Wilson, Elliot, &
con acción de empuje (Gutiérrez, 1998; Kerr, 1989).
Verkhoshansky, 2002).

Estos son comúnmente utilizados para mejorar los

niveles de fuerza en la mayoría de los deportes
(Hoffman & Maresh, 2000; Kawamori et al.,
2005).

También hemos estudiado la cargada en un

tiempo, que es un ejercicio de cadena cinética
cerrada con acción secuencial cuya velocidad de
movimiento tiende a mantenerse más elevada
respecto a los ejercicios de acción de empuje,
aunque el peso a vencer se incremente
(Garhammer, 1993; Hedrick, 1993; Newton,
2002). Estos ejercicios, son frecuentemente
aplicados para favorecer el desarrollo de elevados
niveles de potencia mecánica (Baker, 1996;
Hoffman & Maresh, 2000; Kawamori et al., 2005;
Kraemer & Gotshalk, 2000; Newton, 2002).

Descripción de los ejercicios estudiados

1. Press de banca plano con barra libre:

Ejercicio de cadena cinética cerrada ejecutado con
acción de empuje, frecuentemente utilizado para
mejorar la fuerza de la musculatura extensora del
tren superior (pectorales, hombros y tríceps)
(Escamilla et al., 2000).
Descripción técnica
En los entrenamientos y en las evaluaciones, se
realizó el press de banca con barra libre sobre un
banco plano (sin ninguna inclinación), figura 33.
Figura 33. Ejecución del ejercicio de press de banca plano
con barra libre.
El ancho de la empuñadura de la barra fue
seleccionado libremente por cada sujeto, para
garantizar la comodidad y seguridad del ejercicio
en el momento de aplicar la fuerza (Clemons &
Aron, 1997).
2. Press de hombros por delante con barra
libre

Los sujetos se colocaban decúbito supino con la
espalda y los glúteos apoyados sobre el banco,
pies en el suelo, cogiendo la barra con una
empuñadura prona, para despegarla de los apoyos,
y elevarla extendiendo los brazos para alcanzar la
posición inicial con los codos extendidos a la
altura del pecho (zona mesoesternal 4º costilla). El
ejercicio se inició descendiendo la barra hacia el
pecho, hasta llegar unos centímetros por encima
del proceso xifoideo, momento en el que, se debía
invertir el sentido del movimiento, flexionando
los hombros y extendiendo los codos hasta
recobrar la posición inicial (Forte, 2005). Al
realizar este ejercicio, la barra no debía apoyase
en ningún momento o descansarse sobre el pecho
del sujeto, de este modo se evitaba la realización
de acciones reactivo balísticas, las cuales han sido
asociadas con el aumento de la probabilidad de
lesiones en la articulación del hombro (Colado,
Ejercicio de cadena cinética cerrada ejecutado con
acción de empuje, utilizado para mejorar la fuerza
de la musculatura extensora del tren superior, en
donde se enfatiza la participación del deltoides
anterior y disminuye significativamente la
activación de los pectorales (Barnett, Kippers, &
Turner, 1995) .
Descripción técnica
En los entrenamientos y en las evaluaciones se
realizó el press de hombros por delante con barra
libre en posición de pie, evitando cualquier
impulso desde la articulación de las rodillas o
caderas, figura 34, (Forte, 2005).
Los sujetos elevaban la barra desde el suelo hasta
la posición inicial, sobre los hombros, realizando
un movimientos similar al del ejercicio de cargada
en un tiempo (ver más adelante) (Baechle et al.,
2000). Desde esta posición, con la barra sostenida
con empuñadura prona, a la altura de las
clavículas, por delante de los hombros, se
empujaba la barra hacia arriba, intentando
extender completamente los codos, para luego
descenderla en forma controlada hasta volver a la
posición inicial figura 34, (Forte, 2005).
Figura 34. Ejecución del ejercicio de press de hombros por
delante con barra libre.
Al igual que en el press de banca plano con barra
libre, el ancho de la empuñadura fue seleccionado
libremente por cada sujeto (Clemons & Aron,
1997).
Este ejercicio fue realizado sólo por la población 7
(jugadoras de voley) ya que, éstas no utilizaban el
press de banca en sus entrenamientos. El press de
hombros con barra libre, presenta coincidencias
mecánicas importantes con el press de banca
plano (implica los mismos núcleos articulares, es
un ejercicio de cadena cinética cerrada con acción
de empuje y se realiza por medio de la flexión de
hombros y extensión de los codos). No obstante,
la posición del sujeto durante el ejercicio (de pie)
y la menor participación de los pectorales en el
movimiento pueden determinar variaciones
significativas a nivel de la fuerza máxima
aplicada, y la potencia producida (Barnett et al.,
1995).
3. Sentadilla paralela con barra libre:
Ejercicio de cadena cinética cerrada ejecutado con
acción de empuje, comúnmente utilizado para
mejorar la fuerza del tren inferior y la estabilidad
de la musculatura del tronco (Escamilla et al.,
2000; Neitzel & Davies, 2000).
Descripción técnica
En los entrenamientos y en las evaluaciones se
realizó la sentadilla paralela. Para realizar este
ejercicio, los sujetos adoptaban una posición
inicial de pie, con rodillas y caderas extendidas
para iniciar el movimiento con una flexión de
rodillas y caderas, hasta llegar a colocar el borde
inferior de los muslos paralelos al suelo de modo
que el trocánter mayor se encontrase en el mismo
plano (horizontal), respecto del borde superior de
la rótula. Desde esta posición, se invertía el
sentido del movimiento extendiendo las rodillas y
las caderas hasta retornar a la posición inicial,
figura 35 (Escamilla, 2001; Kraemer et al., 2004).
Figura 35. Ejecución del ejercicio de sentadilla paralela con
barra libre.
En este ejercicio se permitió el uso de un cinturón
de cuero para ayudar a estabilizar el tronco,
especialmente con pesos altos o máximos, pero no
se dejó utilizar rodilleras u otros dispositivos de
protección similares o trajes de levantamiento (D.
Baker & S Nance, 1999; D. Baker et al., 2001;
Naclerio, 1998, 1999).
El apoyo de la barra aunque fue seleccionado
libremente por cada sujeto, en todos los casos se
aplicó la técnica de apoyo alto, cruzando la barra
sobre las vértebras cervicales, justo debajo de los
procesos espinales de la 7º vértebra cervical (ver
figura 36), (Wretmeberg, Feng, & Arborelus,
1996).
Esta técnica permite mantener el tronco más recto
y ampliar el recorrido articular de las rodillas
respecto a la cadera, acentuando la actividad de
los cuadriceps respecto a los extensores de la
cadera (glúteos y femorales posteriores)
(Escamilla et al., 2000; Wretmeberg et al., 1996).
El apoyo de los pies, si bien fue seleccionado
libremente por cada sujeto, para evitar diferencias
en las aplicaciones de fuerza y potencia debidas a
la colocación de los apoyos siempre se mantuvo
una separación entre los maleolos internos de
entre 121% a 153% del ancho de hombros
(Escamilla, Fleisig et al., 2001).
Figura 36. Posición del tronco y la barra al realizar la
sentadilla paralela con apoyo alto.
4. Cargada en un tiempo:
Ejercicio de cadena cinética cerrada, ejecutado
con acción secuencial, que constituye la primera
parte de la cargada en dos tiempos (ver figura 37),
que es uno de los ejercicios de competición en los
levantamientos olímpicos (Newton, 2002). El
objetivo de este ejercicio es elevar la barra desde
el suelo hasta los hombros, en un movimiento
continuo y veloz, realizando un recorrido lo más
vertical posible (Earle & Baechle, 2000; Souza,
Shimada, & Kootz, 2002).
Figura 37. Cargada en 1 tiempo.
Descripción técnica
En los entrenamientos, y en las evaluaciones, se
indicó la realización de la cargada en un tiempo
siguiendo las indicaciones descritas por Earle y
Baechle, (2000) (ver figura 38a – 38f).
Adoptar la posición inicial, inclinando el tronco al
frente, manteniendo la espalda recta, realizando el
agarre de la barra con empuñadura prona, y
manteniendo una separación entre las manos
ligeramente superior al ancho de hombros, con los
codos totalmente extendidos y dirigidos hacia
fuera (figura 38a).
Mantener el tronco tenso, recto y controlado, con
el peso del cuerpo balanceado entre las partes
medias y delanteras de los pies, pero manteniendo
los talones en el suelo.
La línea de los hombros debe caer ligeramente por
delante de la barra.
El movimiento ascendente de la barra se inicia
con la fase de 1º tirón, que comprende la
extensión de rodillas y caderas, que luego se
proyectan al frente al mismo tiempo que se elevan
los hombros y la barra la cual debe describir un
recorrido lo más vertical y cercano a cuerpo
posible (figura 38b).
Una vez que la barra supera la altura de las
rodillas, se produce un 2º empuje o tirón, causado
por la extensión coordinada de la cadera, rodillas
y tobillos, realizando un gesto similar a un salto,
pero sin despegar los pies completamente del
suelo, que impulsa la barra hacia arriba, al mismo
tiempo se elevan los hombros y flexionan los
codos continuando con un movimiento de flexión
de rodillas que permite descender ligeramente el
centro de gravedad y prepararse para la fase de
recepción (figuras 38c y 38d).
Una vez que el cuerpo esta completamente
extendido y la barra alcanza su máxima altura, se
debe trasladar el centro de gravedad del cuerpo
debajo de la barra rotando los codos, e
hiperextendiendo las muñecas de modo de mover
los antebrazos, brazos y manos debajo de la
misma. La recepción de la barra se debe realizar
con los codos hacia el frente colocando los brazos
paralelos entre sí, flexionando las rodillas y
caderas para amortiguar el peso, (figura 38e).
Luego de recepcionar la barra, se extienden las
rodillas y caderas para retomar la posición final,
de pie (figura 38f).
El 1º tirón, es la fase donde se aplica la mayor
cantidad de fuerza posible, y se realiza el mayor
trabajo para despegar la barra del suelo y elevarla
hacia las rodillas, donde el sujeto, se alinea para
comenzar el 2º tirón, que es más explosivo. En
este momento, la cadera, la espalda y tren inferior
se elevan a una gran velocidad alcanzando fuerzas
muy altas en poco tiempo y por lo tanto
generando altos valores de potencia mecánica
(Kyle, 1999; Souza et al., 2002).
En la cargada en un tiempo, al igual que en el
ejercicio anterior se permitió la utilización de un
Figura 38. Fases de la cargada en 1 tiempo tomado de Kyle, (1999).
Protocolo de evaluación, con pesos crecientes,
para determinar la fuerza aplicada y la
potencia producida en los ejercicios contra
resistencias, (test progresivo)
Se realizó el protocolo de valoración propuesto
por Naclerio y Figueroa, (2004) y Naclerio y col
(2005b).
Esta metodología, comprende la ejecución de
varias series con pesos crecientes de 2 a 3
repeticiones cada una, aplicando la máxima
aceleración posible, alternadas con pausas de
recuperación de 2 a 5 min según la duración de los
esfuerzos de modo, de evitar los perjuicios de la
fatiga acumulada (Dl`Slep & Gollin, 2002;
Sleivert & Taingahue, 2004). Para analizar los
niveles de fuerza, velocidad y potencia se
seleccionaba la repetición en la cual, habiendo
realizado una técnica correcta se alcanzaba el
mayor valor de potencia media (D. Baker & S
Nance, 1999; D. Baker et al., 2001; Izquierdo et
al., 2002). Este protocolo permite comprobar el
valor de la 1 MR y al mismo tiempo obtener los
niveles de fuerza aplicada, velocidad y potencia
en un amplio espectro de pesos desde los muy
ligeros (30% al 40%), moderados (41% al 60%),
altos (61% al 80%), casi máximos (81% al 90%) y
máximos (más del 90%), que permiten determinar
cinturón de cuero para ayudar a estabilizar el
tronco, especialmente al movilizar peso altos a
máximos, pero en este caso se dejó utilizar
dispositivos de protección para las muñecas (D.
Baker & S Nance, 1999; Naclerio, 1998, 1999)
el perfil de rendimiento a través de todas las zonas
de entrenamiento de la fuerza descritas en el
apartado “Zonas de entrenamiento de la fuerza
con relación al peso, la velocidad y la potencia
producida” (González-Badillo & Gorostiaga,
1995; González-Badillo & Gorostiaga, 2000;
Naclerio & Jiménez, 2005).
Repetitibidad de los resultados obtenidos
en el test progresivo
La repetitibidad de los valores de fuerza aplicada
y potencia mecánica obtenidas utilizan el
protocolo de test propuesto en este estudio, ha
sido comprobada en diferentes ocasiones en las
que se evaluaron diversas poblaciones y ejercicios
de fuerza. Naclerio y Figueroa (2004), evaluaron a
un grupo de 9 levantadores que realizaron tres
veces el test progresivo en el ejercicio de press de
banca plano con barra libre con intervalos de 24 a
48 horas entre cada valoración efectuando 3
repeticiones en cada uno de los pesos utilizados, a
excepción de los pesos más altos (superiores al
90% del valor de la 1 MR), en los que se
realizaron sólo una o dos repeticiones,
manifestando coeficientes de correlación de
Pearson significativos (p < 0.01) y muy altos,
comprendidos entre r = 0.98 y 0.95 para la
potencia mecánica media y pico. Más tarde
Naclerio y col (2005b), en otro estudio efectuado
sobre la misma población comprobaron la
repetitibidad de los resultados, al realizar tres
valoraciones del protocolo mencionado, con
intervalos de 24 a 48 horas entre cada test,
efectuado 3 repeticiones con cada peso, a
excepción de los pesos más altos (superiores al
90% del valor de la 1 MR) en los que se
realizaron sólo dos o una repetición, en el
ejercicio de sentadilla completa con barra libre.
En este trabajo se encontraron coeficientes de
correlación de Pearson significativos (p < 0.01) y
muy altos, comprendidos entre r = 0.98 a 0.95
para la potencia mecánica media y pico.
En otro trabajo realizado por Naclerio y col
(2004) donde se evaluaron a 9 jugadoras de
sóftbol que realizaron 3 veces un test progresivo
con 3 repeticiones en cada uno de los pesos
utilizados, a excepción del peso máximo
movilizado (con el que sólo se efectuaron una o
dos repeticiones) en sentadilla paralela y press de
banca, ejecutados en forma balística en
multipower, se determinaron coeficientes de
correlación de Pearson comprendidos entre 0.90 y
0.95 en ambos ejercicios, para la potencia media y
pico respectivamente.
En un estudio piloto realizado en el laboratorio
polivalente del departamento de Fundamentos de
la Motricidad y Entrenamiento Deportivo de la
Universidad Europea de Madrid, durante el ciclo
lectivo 2004-2005, se comprobó la repetitibidad
de los valores de la potencia mecánica media y
pico, obtenidos en un grupo de 7 estudiantes de
22.1+ 0.6 años que cursaban el 3º año de la
licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y el
Deporte. Estos sujetos, realizaron 4 test
progresivos con 48 horas de pausa entre cada
sesión, en press de banca plano con barra libre y
sentadilla paralela con barra libre, mostrando
coeficientes de correlación de Pearson
significativos (p < 0.01) positivos y altos o muy
altos comprendidos entre r = 0.80 a r = 0.95 para
la potencia media y pico respectivamente. En este
caso también se aplicó la prueba t para muestras
relacionadas, con el objetivo de determinar la
existencia diferencias significativas entre los
valores medios del test 1 respecto a los test 2, 3 y
4, del test 2 respecto a los tests 3 y 4, y del test 3
respecto al 4, para poder determinar si algún error
sistemático pudo haber condicionado los
resultados. En este caso no se observaron
diferencias significativas para un valor p < 0.05
entre los valores de potencia media y pico
determinados en los 4 test realizados en cada
ejercicio (datos todavía sin publicar pertenecientes
a los trabajos del prácticum de investigación de
los alumnos de 4º año de la Licenciatura de
Ciencias de la Actividad Física y Deportes año
2004 2005 en la Universidad Europea de Madrid).
Organización del protocolo
1º Estimación del peso final (peso máximo o 1
MR):
Antes de comenzar los test, se estimaba el peso
máximo o 1 MR que cada sujeto podría alcanzar
en la última serie del test progresivo. Esta
estimación era efectuada considerando el
rendimiento demostrado en los entrenamientos de
la fase de adaptación (1º cuatro semanas), las
apreciaciones subjetivas de cada sujeto o los datos
de evaluaciones anteriores (2º y 3º test). Esta
metodología permitió estimar con bastante
precisión el valor de la 1 MR que cada sujeto
podía alcanzar durante cada test, ofreciendo una
referencia importante para organizar
adecuadamente la secuencia de los pesos a utilizar
durante el test progresivo (Naclerio & Figueroa,
2004; F. J. Naclerio et al., 2005).
2º Determinación del peso inicial:
Para poder evaluar el mayor rango de pesos
posibles, la primera serie se realizó con un peso
muy ligero siempre que permitiese expresar
predominantemente la capacidad de aplicar fuerza
explosiva. Este peso ha sido vinculado a
resistencias próximas al 30% del valor de la 1 MR
estimado en el peso anterior (Naclerio, 2005;
Verkhoshansky, 2002).
3º Estimación de las series totales a realizar:
Se estableció un número ideal de series totales de
8 + 2, ya que éstas permiten obtener un espectro
lo suficientemente amplio para analizar los
parámetros de fuerza y potencia producidos con
distintos porcentajes de pesos, relacionados con
las diversas manifestaciones de fuerza muscular
(ver figura 20, apartado “Zonas de entrenamiento
de la fuerza con relación al peso, la velocidad y
la potencia producida”), además de identificar el
peso máximo o 1 MR, y establecer la zona en
donde se localizan los valores más altos de
potencia (Naclerio et al., 2004; Naclerio &
Figueroa, 2004; Thomas, Fiatarone, & Fielding,
1996).
La realización de este protocolo ha mostrado no
causar un grado de fatiga que afecte
negativamente la realización de esfuerzos
máximos en cada una de las series que
comprenden el test (Naclerio et al., 2004; Naclerio
& Figueroa, 2004; F. J. Naclerio et al., 2005).
Para poder valorar adecuadamente la relación
entre la fuerza y la potencia producida con
diferentes porcentajes de peso, vinculados a las
distintos tipos de fuerza, de las 8 series
determinadas en este protocolo, la 1ª y 2ª deberían
realizarse con pesos ligeros del 30% al 45% (zona
de fuerza explosiva), la 3ª y 4ª con pesos medios
entre el 50% al 65% (zona de transición entre
fuerza explosiva y fuerza potencia), la 5ª y 6ª con
pesos medios-altos, entre el 70% y el 80% (zona
de fuerza potencia), y la 7ª y 8ª serie con pesos
casi máximos y máximos, entre el 85% y el 95% o
100% del peso máximo estimado (1 MR) (zona de
fuerza máxima) (Naclerio, 2005; Naclerio et al.,
2004; Naclerio & Figueroa, 2004).
4º Determinación de los pesos a incrementar
entre series:
Para poder realizar cada serie con los porcentajes
indicados anteriormente fue necesario determinar
los incrementos de pesos entre series, utilizando la
ecuación propuesta por Naclerio y Figueroa
(2004).
kies (kg a aumentar entre series) = (1 MR
estimado (kg) – peso inicial (kg)/(8-1)
Por ejemplo, un sujeto en el que se estime un peso
máximo de 100 kg, el peso inicial y los kg a
incrementar entre series serán:
100 x 0.30 = 30 kg
kies = (100-30)/(8-1) = 10 kg
En este caso, el test iniciaría con 30 kg, y se
incrementarían 10 kg por serie5.
5º Finalización del test:
De acuerdo al valor del peso máximo estimado
para cada sujeto antes de comenzar el test, al
análisis en tiempo real de los parámetros de
fuerza, velocidad y potencia, así como la
5
como los discos disponibles en los sitios de evaluación eran
de 1.25 kg, 2.5 kg, 5 k, 10 kg, 15 kg, y 20 kg, no siempre se
podía respetar el resultado de la fórmula de determinación del
incremento de peso (kies), debiendo optar por realizar los
incrementos con una cantidad de peso lo más aproximada
posible a la determinada por la ecuación 1.
percepción subjetiva que expresaba cada sujeto al
final de cada serie. Se estimó la evolución de los
pesos a lo largo del test, de esta manera, cuando el
sujeto se aproximaba al peso máximo, las pausas
se alargaban llegando a ser de 5 minutos justo
antes de la última serie.
El test podía acortarse o alargarse un máximo de 2
series, determinando un número mínimo de 6
series y máximo de 8 series. Esto era decidido
arbitrariamente por el evaluador si observaba que
el rendimiento del sujeto era inferior al estimado y
se llegaba antes al peso máximo, o si por el
contrario era subestimado y se alcanzaba el peso
máximo con pesos más altos de los estimados. De
todas maneras, siempre era el evaluador el que de
decidía con anterioridad cuando se debía realizar
la última serie, que en todos los casos era
realizada hasta el agotamiento o fallo muscular
momentáneo (Naclerio et al., 2004; F. J. Naclerio
et al., 2005).
6º Determinación del nivel de la 1 MR según
el rendimiento en la última serie:
Como se ha mencionado en el párrafo anterior, el
evaluador decidía e informaba al sujeto que debía
realizar la última serie efectuando la mayor
cantidad de repeticiones posibles. Si realizaba una
sola repetición, el peso movilizado se
correspondía con el valor de la 1 MR, pero si
realizaban más de 1 repetición y no más de 7, se
procedía a calcular el valor de la 1 MR aplicando
una de las fórmulas de predicción del peso
máximo, descritas en la tabla 1, apartado
”Evaluación de la fuerza, velocidad y potencia
mecánica en los ejercicios contra resistencias”.
(Knutzen et al., 1999; Lesuer et al., 1997).
En el press de banca plano o el press de hombros,
se aplico la fórmula de Mayhew y col (1992) que
ha sido validada con series hasta el fallo o
agotamiento muscular momentáneo (Lesuer et al.,
1997).
En los ejercicios de sentadilla paralela y la
cargada en un tiempo se aplicó la fórmula de
Eppley, que ha sido validada en diversos
ejercicios del tren inferior y de levantamiento
olímpico (Lesuer et al., 1997).
Si los sujetos realizaban más de 7 repeticiones se
suspendía el test, y se les citaba para el día
siguiente en donde se plateaba el mismo test pero
estimando una 1 MR entre un 10% a un 20%
superior respecto a la determinada anteriormente
(Cronin & Crewther, 2004).
Determinación del peso total y el peso inicial en
sentadilla paralela con barra libre
El peso total movilizado en la sentadilla con barra
libre, fue considerado sumando el peso corporal
de cada sujeto al peso externo movilizado (barra y
discos) (Dugan et al., 2004). Por lo tanto, al
determinar el peso inicial a partir del nivel de la 1
MR o peso final, como se mencionó
anteriormente, al incluir al peso corporal como
parte de la resistencia a vencer, en este ejercicio,
el 30% del peso final en la mayoría de los casos
resultaba ser un valor inferior al peso corporal de
los sujetos. De esta manera, se decidió comenzar
los test, con un peso externo de 10 kg, que era
sumado arbitrariamente al peso corporal de cada
sujeto. Luego se continuaba el test, realizando los
incrementos, según la metodología explicada
anteriormente (F. J. Naclerio et al., 2005).
Por ejemplo: Si en un sujeto que pesaba 80 kg, se
estimaba un peso máximo (1 MR) de 210 kg, el
30% es 63 kg, que es inferior a su peso corporal,
el cual representa un 34% de nivel de la 1 MR
estimada. En este caso, el test se iniciaba con un
peso externo de 10 kg que sumado al peso
corporal nos daría un peso inicial de 80 kg (10 kg
externos + 80 del peso corporal) y los incrementos
de peso entre serie serían:
KIES = (210-80)/(8-1) = 18.6 Kg (∼20k)
El test se inicia con 80 kg, y se incrementan 20 kg
por serie.
Justificación de la inclusión del peso corporal
en el peso total a movilizar en el ejercicio de
sentadilla
Dugan y col, (2004) destacan que los pesos en
donde se localiza la máxima potencia mecánica,
respecto a la 1 MR, al realizar el ejercicio de
sentadilla, pueden variar entre el 20% al 70%, si
el peso corporal se incluye o no en los cálculos.
La exclusión del peso corporal causa una
modificación significativa del peso externo en
donde se alcanza la máxima potencia mecánica,
trasladando los valores más altos de potencia,
hacia los pesos mayores, respecto a cuando se
incluye el peso corporal (Dugan et al., 2004; M H.
Stone et al., 2003). Estas diferencias, se deben
fundamentalmente, a que cuando no se considera
el peso corporal como parte de la resistencia a
vencer, se ignora un porcentaje muy elevado del
peso desplazado, determinando una reducción
significativa en la fuerza aplicada, porque la
cantidad de masa considerada cae
significativamente, y por consiguiente la potencia
producida resultará ser mucho más baja respecto a
cuando se considera el peso del sujeto como parte
de la resistencia desplazada (Nigg, 2000).
Cuando el peso externo es bajo, el peso corporal
representa un porcentaje más alto de la resistencia
total, que al no ser contemplado, el error en la
estimación de la fuerza aplicada y la potencia
producida crece respecto, a los pesos más altos o
máximos, en los que el peso corporal representa
un porcentaje inferior respecto, al peso total
movilizado (Dugan et al., 2004).
Otro aspecto a considerar, para determinar el peso
total movilizado en la sentadilla, es si se debe
considerar el peso corporal total o se debe excluir
el peso de las piernas y los pies, que representan
cerca del 12% del peso total, ya que estos
segmentos, no serían desplazados vertidamente
como parte de la resistencia a vencer en este
ejercicio (Dugan et al., 2004; Escamilla et al.,
2000). Según Dugan y col, (2004) las diferencias
causadas por la inclusión o exclusión del peso de
las piernas y los pies no es, en principio, de gran
importancia como para afectar los cálculos de la
fuerza aplicada y la potencia producida. Por lo
tanto en este estudio hemos considerado el peso
corporal total, como parte de la resistencia a
vencer, sumándolo al peso externo movilizado
para calcular el nivel de fuerza aplicada y la
potencia producida al realizar el ejercicio de
sentadilla paralela con barra libre.
Metodología de realización de los test de fuerza
Al llegar al gimnasio en donde se realizaban las
evaluaciones, los sujetos realizaban un
calentamiento integrado por ejercicios de
flexibilidad pasiva y activa durante 10 minutos, a
los cuales seguía una entrada en calor específica,
que consistía en realizar 2 series de 5 a 6
repeticiones con velocidad creciente utilizando un
el peso designado para iniciar el test progresivo.
Entre cada serie se dejaban dos minutos de pausas
durante los que se realizaban ejercicios de
movilidad articular (Kawamori et al., 2005; F. J.
Naclerio et al., 2005).
Dispositivo de medición
Se utilizó un transductor de posición, que consiste
en un encoder digital, rotatorio (ver figura 39a),
que funciona según los principios descriptos en el
apartado “Metodologías utilizadas en las
evaluaciones de fuerza y potencia mecánica”.
 Figura 39a. Odernador, interfase y encoger digital, rotatorio.
El funcionamiento de este dispositivo permite al
cable desplazarse verticalmente, respetando una
dirección ascendente durante la fase concéntrica y
descendente durante la fase excéntrica de los
movimientos (ver figura 39b).
Figura 39b. Control del desplazamiento de la barra con un
encoder rotatorio, durante el ejercicio de sentadilla.
Este aparato, ha sido utilizado en otras
oportunidades, para valorar el rendimiento en
ejercicios similares a los desarrollados en este
estudio (Naclerio et al., 2004; Naclerio &
Figueroa, 2004; F. J. Naclerio et al., 2005). En el
anexo 1 se presenta el certificado de calibración
(N. 02/8889/23) del dispositivo utilizado en
nuestro estudio.
Características del dispositivo utilizado en este
trabajo
• Encoder óptico rotatorio con salida de datos
digital.
• Marca Globus Italia.
• Modelo Real Power.
• Resolución de 500 pasos por giro.
• Resolución de la medida de desplazamiento
0.4909mm + 5%, que equivale a 2037
impulsos por metro y se relaciona a la
capacidad de detectar movimientos muy
pequeños.
• Cable acero con diámetro de 1mm.
• Capacidad máxima del cable 2.20 metros.
• Precisión para medir el tiempo por un
temporizador incorporado, 0.2
Microsegundos.
• Frecuencia máxima mensurable 1000 Hz, que
equivale a una velocidad máxima de 5 metros
por segundo + 5% (18 km/hora).
• Frecuencia mínima mensurable 0 Hz, que
equivale a una acción estática (0 m por
segundo).
• Aceleración máxima aconsejada para los
movimientos que desenroscan el cable
(concéntricos) 14.71 m . s2.
• Aceleración máxima aconsejada para los
movimientos que enroscan el cable
(excéntricos) -9.81 m . s2..
• Software Real Power 2002, versión USB.
• Precisión del software para interpretar el
desplazamiento + 1%.
Colocación del encoder, trayectoria y unión del
cable con la barra durante las evaluaciones
Los estudios realizados con encoders rotatorios
para analizar ejercicios con resistencias, han
demostrado que cuando la trayectoria del cable se
mantiene lo más vertical posible, el error al
estimar la posición del implemento es muy
próximo a 0, pero cuando el cable sufre una
angulación de 5º respecto al eje vertical, el error
puede ser del 0,38% y con 10º de inclinación, el
error crece hasta el 1.5% (González-Badillo &
Ribas, 2002).
Considerando éstas recomendaciones, además de
las indicadas por el fabricante del dispositivo
utilizado, y con el objetivo de lograr la mayor
fiabilidad posible en la recopilación de los datos,
elaboramos una serie de normativas relacionadas a
la colocación del encoder y la forma de adherir el
cable a la barra.
El encoder se colocó sobre el suelo, y se
aseguraba con cinta adhesiva, para mantenerlo fijo
durante todo el desarrollo de los test.
La posición del encoder debía permitir que el
desplazamiento del cable durante la fase
concéntrica (ascendente) y excéntrica
(descendente) de cada ejercicio siguiese una
trayectoria vertical, tolerándose una inclinación no
superior a los 5º respecto al eje vertical.
La unión del cable con la barra se realizó en un
extremo, junto a los cierres o topes que bloquean
el desplazamiento de los discos, ya que en este
sitio, no dificultaba la ejecución de ninguno de los
ejercicios evaluados. En la figura 40 se muestra el
dispositivo utilizado y la forma en que el cable del
encoder fue unido a la barra, y en las figuras 41,
42, y 43 se muestra la empuñadura realizada en
cada uno de los ejercicios y su relación con la
unión del cable del encoder.
Figura 40. Unión del cable del encoder a la barra.
Figura 41. Empuñadura realizada en el press de banca
plano con barra libre y su relación con la unión del cable del
encoder.
Figura 42. Empuñadura realizada en la sentadilla paralela
con barra libre y su relación con la unión del cable del
encoder.
Figura 43. Empuñadura realizada en la cargada en un
tiempo y su relación con la unión del cable del encoder.
En este estudio hemos analizado la fuerza, la
velocidad y la potencia producidas en la fase
concéntrica de cada movimiento.
Control de la técnica de ejecución en cada uno
de los ejercicios utilizados
Con el objetivo de garantizar una adecuada
ejecución de los diferentes ejercicios evaluados, la
realización de los mismos era controlada por dos
evaluadores expertos (Licenciado en Ciencias de
La Actividad Física y El Deporte o entrenadores
certificados por una federación deportiva). De esta
manera, cuando se observaba un error técnico que
no se ajustaba a la descripción de los ejercicios
realizada en el apartado “Evaluaciones
realizadas”, éste era indicado inmediatamente a
los sujetos en forma verbal, para facilitar la
corrección del mismo durante las siguientes
repeticiones, y luego se apuntaba en una planilla
de control para poder anular la repetición una vez
finalizado el test y evitar que el software de
análisis pudiera seleccionarla si la mayor potencia
mecánica media se alcanzaba en esta acción.
En estos casos, se observaba y seleccionaba
manualmente la repetición que, habiendo sido
realizada correctamente, manifestaba el valor de
potencia mecánica media más elevado.
Material utilizado en los test de fuerza
En los tres ejercicios realizados, durante las
evaluaciones y en los entrenamientos, se
utilizaron barras y discos de hierro, cuyo peso fue
confirmado con anterioridad a la realización de
los test, pesando todo el material en una báscula
de precisión que en todos los casos disponía de un
rango de peso de 0.1 a 140 kilos.
Ejercicios realizados por cada población
Las poblaciones 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 9, realizaron y
fueron evaluadas en el press de banca con barra
libre, la sentadilla y la cargada en un tiempo,
durante todo el programa de entrenamiento.
Las poblaciones 8, 10, 11, y 12, sólo realizaron
los el press de banca y la sentadilla paralela ya
que, los entrenadores de estas poblaciones no
incluían ejercicios de cadena cinética cerrada con
acción secuencial como medio de preparación en
sus programas de entrenamiento. Por otro lado la
población 7, además de no utilizar tampoco
ejercicios de cadena cinética cerrada con acción
secuencial, no realizó el press de banca plano con
barra libre, sino el ejercicio de press de hombros
con barra para entrenar la fuerza en el tren
superior.
Entrenamiento realizado por cada población
Al no estar comprendido entre los objetivos de
nuestro estudio valorar la eficiencia de los
diferentes planes de entrenamiento efectuados por
cada población, sino determinar y comparar
solamente la evolución de los parámetros de
fuerza y potencia producidos en los ejercicios
evaluados, la descripción detallada de los
programas de entrenamiento desarrollados en cada
caso, así como las estrategias de planificación
aplicadas por cada entrenador y el resultado de las
evaluaciones parciales efectuadas cada 5 semanas,
no han sido aportadas. No obstante, luego de
analizar la organización de los entrenamientos de
fuerza, propuesta por cada uno de los
entrenadores, nos propusimos comparar las
modificaciones en las variables analizadas con
relación al porcentaje de peso utilizado en los
ejercicios de fuerza. Esto fue posible ya que, las
poblaciones 1, 2, 3, 4, 5 y 6 entrenaron siempre
con porcentajes iguales o superiores al 70% del
valor de la 1 MR, mientras que las poblaciones 7,
8, 9, 10, 11, y 12 utilizaron porcentajes iguales o
inferiores al 70% del nivel de la 1 MR
determinada en cada ejercicio. De esta manera, se
confeccionaron dos grupos:
• Grupo 1, formado por las poblaciones 1, 2, 3,
4, 5 y 6, que entrenaron con pesos iguales o
superiores al 70% de la 1 MR.
• Grupo 2, formado por las poblaciones 7, 8, 9,
10, 11, y 12, que entrenó con pesos iguales o
inferiores al 70% de la 1 MR.
Considerando al porcentaje de peso, como el
factor diferenciador más importante, decidimos
intentar estandarizar el resto de las variables
relacionadas con la organización del
entrenamiento de fuerza. De este modo, se indicó
a los entrenadores que organizaran los
entrenamientos respetando las siguientes
orientaciones generales:
Cantidad y ejercicios realizados por sesión de
entrenamiento: El número de ejercicios totales
por sesión debía oscilar entre 6 a 8 durante el
periodo de adaptación inicial (primeras cuatro
semanas) y entre 7 a 9 durante el resto de la
temporada, pudiendo descender a 3 en la semana
de descanso activo o activación, antes de realizar
competiciones importantes.
Del total de los ejercicios realizados, por lo menos
la mitad (4 o 5) debían ser multiarticulares, de los
cuales uno sería de cadena cinética cerrada con
acción secuencial, dos de cadena cinética cerrada
con acción de empuje para el tren superior y uno o
dos de cadena cinética cerrada con acción de
empuje para el tren inferior. Las poblaciones que
no realizaban ejercicios con acción secuencial (7,
8, 10, 11, y 12) realizaban 2 ejercicios de cadena
cinética cerrada con acción de empuje para el tren
inferior y dos para el tren superior, el resto de los
ejercicios podían comprender menor cantidad de
masas musculares y localizarse sobre uno o dos
núcleos articulares específicos (Keen, 1997).
Modalidad de ejecución de los ejercicios: Con
el objetivo de orientar los beneficios del
entrenamiento, no sólo hacia la ganancia de fuerza
sino también de potencia muscular, se indicó que
todas las poblaciones, independientemente del
grupo al que pertenecían, ejecutasen los ejercicios
siempre con la máxima velocidad posible (Cronin
& Sleivert, 2005; Hákkinen et al., 2003).
Repeticiones por serie: Considerando que el
entrenamiento de fuerza tiene una función
complementaria en la preparación física de la
mayoría de los deportes (González-Badillo &
Ribas, 2002; Hasegawa et al., 2002), el número de
repeticiones por serie fue establecido de modo de
abordar las zonas de entrenamiento relacionadas
con la fuerza velocidad (explosiva y potencia) o
incluso la fuerza máxima, en aquellas poblaciones
que entrenasen con pesos superiores al 70%. Por
lo tanto, en los ejercicios de cadena cinética
cerrada con acción secuencial, como la cargada en
un tiempo, se determinó un rango de 3 a 5
repeticiones, mientras que en los ejercicios
ejecutados con acción de empuje, como la
sentadilla, el press de banca o el press de
hombros, se indicaron entre 6 y 8 repeticiones
(Naclerio, 2005; Naclerio & Jiménez, 2005).
Pausas de recuperación: Las pausas de
recuperación entre las series de los ejercicios
multiarticulares en donde se empleaba
fundamentalmente el tren inferior, como la
cargada en un tiempo y la sentadilla, debían estar
comprendidas entre 3 a 5 minutos, mientras que
en los ejercicios del tren superior como el press de
banca debían ser de más de 2 minutos (Berhm,
Reardom, Fitzgerald, & Drinkwater, 2002;
Naclerio & Jiménez, 2005).
Característica del esfuerzo realizado en cada
serie de trabajo: En el grupo 1 (que utilizaban
pesos iguales o superiores al 70% de la 1 MR), las
poblaciones 5 y 6, entrenaban una semana cada 5
llegando al fallo o impotencia muscular
momentánea en la última serie de los ejercicios de
cadena cinética cerrada con acción de empuje (no
en los de acción secuencial), ya que algunos
autores han recomendado que esta modalidad de
trabajo aplicada en forma periodizada conduce a
mejoras superiores en los niveles de fuerza y
posiblemente de hipertrofia muscular, respecto a
cuando no se aplica (Drinkwater et al., 2005;
Hakkinen, 2002b). No obstante, en el resto de las
poblaciones esta modalidad de trabajo no fue
recomendada e incluso en las poblaciones 8, 10,
11, y 12, se intentaba evitar, ya que podría ser
incluso perjudicial para los sujetos (juveniles de
una edad comprendida entre 14 a 17 años)
(Bompa, 1995; Tittel, 1990).
Diversas investigaciones han demostrado que el
porcentaje de peso utilizado, respecto a la 1 MR,
influye significativamente en las adaptaciones
inducidas por los programas de entrenamiento
(Baechle et al., 2000; Bosco, 1991; Fry, 2004).
Estas diferencias no se producen solamente en los
valores de fuerza máxima, sino también en otros
parámetros como la velocidad de movimiento con
diferentes niveles de peso, la potencia mecánica
máxima (media y pico) y en los pesos en donde se
expresan sus valores más altos (Baker, 2001b;
Cronin & Sleivert, 2005; Dugan et al., 2004). Al
entrenar con pesos iguales o superiores al 70% y
series de 1 a 6 repeticiones, los beneficios se
orientarán fundamentalmente hacia la zona de
fuerza máxima o fuerza velocidad con pesos
elevados, aunque si se realizan más de 6 hasta 8 o
10 repeticiones los beneficios se producirían en la
zona de fuerza resistencia con pesos altos (70% al
80% de la 1 MR) (Martin et al., 2001; Martin,
Nicolaus, Ostrowoki, & Rost, 2005; Naclerio,
2005). Por otro lado, cuando se utilizan pesos
iguales o inferiores al 70% y series de entre 1 y 6
repeticiones, las mejoras se acentuarán en la zona
de fuerza velocidad con pesos bajos, pero si se
realizan más de 6 repeticiones, las mejoras se
trasladan progresivamente hacia la fuerza
resistencia con pesos moderados o ligeros
(comprendidos entre el 70% y el 40% del nivel de
la 1 MR), siendo los beneficios sobre la fuerza
máxima menos importantes, especialmente
cuando se trata de sujetos con un nivel de
rendimiento elevado (Baker, 2001a; Bompa,
1995; Naclerio, 2005).
De acuerdo al razonamiento anterior, la
utilización sistemática de un rango específico de
pesos y por periodos relativamente prolongados,
como el desarrollado en este estudio, podría
causar que los máximos valores de potencia
tiendan a localizarse en una zona específica. De
este modo, los sujetos del grupo 1 deberían tender
a localizar los mayores valores de potencia (media
y pico) en una zona de pesos iguales o mayores
del 70%, mientras que los del grupo 2 deberían
localizarla en una zona igual o inferior al 70% del
valor de la 1 MR (Baker, 2001a; Baker, 2001b;
Cronin & Sleivert, 2005; Dugan et al., 2004;
Kawamori et al., 2005).
ANALISIS ESTADISTICO
Para el análisis descriptivo de las variables
estudiadas se calcularon la media y la desviación
típica.
En el caso de los ejercicios realizados, los valores
descriptivos (media y desviación típica) se
presentan según los siguientes criterios:
1. Para cada ejercicio en forma conjunta, sin
distinguir entre población y momento de la
evaluación.
2. Para cada ejercicio, clasificando los datos
según el momento en que se realizaron las
 evaluaciones, pero sin distinguir las
poblaciones evaluadas.
3. Para cada ejercicio clasificando los datos por
población, y sin distinguir el momento de la
evaluación.
4. Para cada ejercicio, clasificando los datos por
población y momento de la evaluación.
Se realizó la prueba de Kolmogorov-Smirnov, así
como la asimetría y curtosis para verificar el
criterio de normalidad de la distribución de las
variables analizadas. Determinándose la unidad
para la asimetría y dos unidades para la curtosis,
aceptando que no son normales cuando estos
valores son superados (Benito, 2004; Carter &
Jeukendrup, 2002; Martínez-González, De Irala,
& Faulin-Fajardo, 2001).
Para observar las diferencias en las variables y en
los ejercicios analizados, entre las diversas
poblaciones estudiadas, y entre los diferentes
momentos en que se realizaron las evaluaciones,
se aplicó un análisis de varianza (ANOVA) de dos
vías, tomando como factores fijos el tipo de
ejercicio y a la población estudiada en cada caso.
Se realizó la prueba de Levene, para determinar la
homocedasticidad de las variables analizadas, y
determinar si procedía el análisis de ANOVA
(Martínez-González et al., 2001).
Para determinar diferencias entre las variables
estudiadas en cada ejercicio y población se realizó
un análisis de varianza de una vía, tomando como
factor al momento de la evaluación.
Para observar la influencia del tipo de
entrenamiento, sobre las variables estudiadas en
cada ejercicio, se aplicó un análisis de varianza de
una vía, tomando como factor el tipo de
entrenamiento realizado.
En todos los casos en que se aplicó el análisis de
varianza a más de 2 variables, si se observaban
diferencias significativas, éstas eran localizadas
por un análisis Post Hoc de Scheffe, (Martínez-
González et al., 2001).
Cuando las variables no presentaban una
distribución normal y el tamaño de la muestra no
permitía la aplicación de pruebas paramétricas, se
utilizó el ANOVA de Friedman, para muestras
relacionadas no paramétricas, y si se observaban
diferencias, estas eran localizadas por la prueba de
Tukey post hoc (Martínez-González et al., 2001).
Aplicamos el coeficiente de correlación de
Pearson (r) entre las variables estudiadas,
clasificando la muestra por población y tipo de
ejercicio realizado.
Se aplico el siguiente criterio, para evaluar el
grado de relación entre las variables: Menos de
0.50 pobre, entre 0.51 a 0.75 moderada, entre 0.76
a 0.95 alta, y entre 0.96 a 0.99 muy alta, (D. Baker
& S Nance, 1999; Voelker & Orton, 1993). Se
calculó el coeficiente de determinación (r2) para
expresar en porcentajes el grado de relación entre
dos variables (Martínez-González et al., 2001;
Voelker & Orton, 1993).
Se confeccionó una escala de percentiles, con
escalones de 10 puntos, para los valores de
potencia mecánica máxima (media y pico) y 1
MR, en los ejercicios estudiados en cada
población.
Para determinar la influencia del nivel de fuerza
máxima estimado por el valor de la 1 MR sobre
los niveles de potencia máxima (media y pico)
producida en cada ejercicio, y su localización
porcentual respecto al valor de la 1 MR, se
aplicaron dos tipos de análisis:
• Análisis 1, donde todos los sujetos estudiados
independientemente de la población a la que
pertenecían fueron clasificados por sexo,
determinándose una escala de percentiles con
escalones de 10 puntos, similar a la construida
para cada población.
• Análisis 2, donde se realizó un tratamiento
independiente para cada una de las 12
poblaciones estudiadas.
Tanto el análisis 1 (por sexo) como el 2 (por
población) fueron, a su vez, realizados con dos
criterios diferentes:
• 1º Criterio, se consideró al nivel de la 1 MR
absoluto (Baker, 2001a; Kawamori et al.,
2005).
• 2º Criterio, se consideró al nivel de la 1 MR
relativa al peso corporal (Cronin et al., 2001;
Newton et al., 1996; Newton et al., 1997).
En cada uno de los criterios mencionados, se
determinaron dos grupos basados en el valor del
percentil 50, para la 1 MR absoluto o la 1 MR por
kilogramo de peso corporal respectivamente:
Grupo menos fuerte (-F), que incluía a los sujetos
con valores por debajo del percentil 50.
Grupo más fuerte (+F), que incluía a los sujetos
con valores iguales o superiores al percentil 50.
Los datos de los sujetos más fuertes y menos
fuertes obtenidos en los dos análisis realizados,
fueron comparados por medio de una prueba de t
de Student para muestras independientes, con el
objetivo de determinar la existencia de diferencias
significativas entre los valores de potencia
mecánica máxima, (media y pico) y los
porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde
se expresaban sus valores más elevados, en cada
uno de los ejercicios estudiados.
Considerando los resultados del estudio
correlacional y el análisis bibliográfico, se
realizaron análisis de regresión lineal múltiple por
pasos, para calcular fórmulas de predicción de la
potencia máxima y pico que puedan aplicarse en
poblaciones similares que realicen los mismos
ejercicios. Este análisis fue realizado tomando
como variables independientes al sexo y a las
características biométricas de los sujetos (edad,
peso, talla e índice de masa corporal) y al valor de
la 1 MR absoluta y relativa al peso corporal.
En todos los casos, el nivel de significación
elegido fue de p < 0.05.
Para el estudio estadístico se utilizó el programa
de análisis estadístico SPSS, 12.0 para Windows,
y las figuras fueron realizadas con el programa
Excel 2003.
RESULTADOS
Realización de los test de fuerza
Se evaluaron un total de 122 sujetos que
realizaron tres evaluaciones del test progresivo en
los 2 o 3 ejercicios de fuerza que utilizaron como
medio de entrenamiento habitual durante la
temporada de entrenamiento.
En press de banca plano con barra libre, 106
sujetos realizaron los tres test, produciendo un
total de 318 evaluaciones en este ejercicio.
En sentadilla paralela con barra libre, 108
sujetos realizaron los tres test, produciendo un
total de 324 evaluaciones totales en este ejercicio.
En cargada en un tiempo, 63 sujetos realizaron
los tres test produciendo un total de 189
evaluaciones totales en este ejercicio.
En press de hombros con barra por delante, 10
sujetos realizaron los tres test, produciendo un
total de 30 evaluaciones totales en este ejercicio.
La tabla 2 muestra un resumen del estudio, en
donde se específica el número de sujetos por
población, la cantidad de sujetos que realizaron
los tres test en cada ejercicio, la totalidad de los
test realizados por cada población y su relación
porcentual con el total de evaluaciones efectuadas,
el subgrupo al que pertenecía cada población
según el tipo de entrenamiento desarrollado
durante el estudio y la cantidad total de test
realizados por ejercicio en todo el estudio.
 P n E Press banca plano sentadilla paralela cargada en un tiempo Press de hombros
T1 T2 T3 T1 T2 T3 T1 T2 T3 T1 T2 T 3 Tot. Porc
1 17 1 17 17 17 16 16 16 13 13 13 N N N 138 16.0%
2 8 1 8 8 8 6 6 6 8 8 8 N N N 66 7.7%
3 7 1 7 7 7 7 7 7 5 5 5 N N N 57 6.6%
4 12 1 12 12 12 11 11 11 7 7 7 N N N 90 10.5%
5 9 1 8 8 8 9 9 9 9 9 9 N N N 78 9.1%
6 8 1 8 8 8 8 8 8 8 8 8 N N N 72 8.4%
7 10 2 N N N 8 8 8 N N N 10 10 10 54 6.3%
8 12 2 12 12 12 10 10 10 N N N N N N 66 7.7%
9 13 2 12 12 12 8 8 8 13 13 13 N N N 99 11.5%
10 7 2 7 7 7 6 6 6 N N N N N N 39 4.5%
11 9 2 8 8 8 9 9 9 N N N N N N 51 5.9%
12 10 2 7 7 7 10 10 10 N N N N N N 51 5.9%
Total 122 106 x 3 = 318 108 x 3 = 324 63 x 3 = 189 10 x 3 = 30 861 100%
P: población, n número de sujetos en cada población, E: tipo de entrenamiento realizado 1: utilizaban pesos
superiores o iguales al 70% del valor de la 1 MR 2: utilizaban pesos inferiores o iguales al 70% del valor de la 1 MR,
T1, T2, T3: test 1, test 2, test 3, Tot. Se refiere a la cantidad total de test realizados por cada población sumando
todos los ejercicios ejecutados por cada una de éstas, Porc: porcentajes de test realizados por cada población. N: no
se ha realizado el ejercicio correspondiente 1. Opositores a bomberos, 2. Opositores a policía, 3 Mujeres, competidoras
de fitness, 4. Varones, judokas de competición, 5 Varones, con entrenamiento recreativo en fuerza y resistencia, 6.
Varones, competidores de fitness, 7. Mujeres, jugadoras de voley de 1º división, Cuba. 8. Varones, jugadores de
béisbol, categoría 14 a 17 años, Cuba. 9. Varones, boxeadores o taekwondístas, 10. Varones, practicantes de lucha
libre y grecoromana, categoría 14 a 17 años, Cuba. 11. Mujeres, jugadoras de sóftbol de 1º división, Cuba. 12.
Mujeres, practicantes de taekwondo, categoría 14 a 16 años, Cuba.
Tabla 2. Resumen de los test realizados por las poblaciones estudiadas en la investigación.

Los números colocados debajo de las columnas
T1, T2, y T3 en la tabla 2, indican la cantidad de
sujetos de cada población que efectuaron los test
en cada ejercicio y momento correspondiente. En
la última fila (total) se indica la cantidad de
sujetos evaluados de forma conjunta, por ejercicio
y momento, que es igual en cada uno de los tres
test realizados. Por lo tanto, para conocer el
número total de evaluaciones efectuadas en cada
ejercicio, basta sólo con multiplicar por 3 el
número de sujetos que realizaron cada ejercicio.
Por ejemplo, en el press de banca, se evaluó a 106
sujetos que realizaron 3 test (T1, T2, y T3) por lo
tanto, el total de test efectuados fue de 318.
Resultados descriptivos
Las tablas siguientes muestran los valores medios
y de desviación típica de toda la población
evaluada de forma conjunta y clasificados por
grupo de deportistas estudiados.

Momento Test 1 Test 2 Test 3

Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC
Variables
(años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) Kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2
Media 23.2 69.7 172.6 23.25 23.6 70.4 172.8 23.5 24.25 70.50 172.8 23.5
Desv. Típ. 6.04 12.02 9.13 2.49 6.00 11.10 9.08 2.36 6.13 10.65 8.87 2.31
Asimetría 0.11 0.35 -0.03 -0.02 0.14 0.28 -0.06 -0.15 0.10 0.28 -0.06 -0.06
Curtosis -1.27 0.53 -0.37 -0.23 -1.17 0.44 -0.37 0.13 -1.18 0.34 -0.35 0.24
IMC: índice de masa corporal.
Tabla 3. Valores medios de desviación típica de las variables biométricas determinadas a lo largo del estudio tomando la población
en forma conjunta n= 122.

Momento Test 1 Test 2 Test 3

Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC
Variables
(años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) Kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2
Media 28.06 76.46 176.3 24.58 28.41 76.85 176.28 24.71 29.06 76.82 176.22 24.73
Desv. Típ. 3.47 7.83 8.65 1.55 3.48 7.94 8.64 1.57 3.47 7.50 8.55 1.70
Asimetría -0.03 -0.21 0.04 0.48 -0.07 -0.07 0.04 0.96 -0.03 0.06 0.02 0.87
Curtosis -0.36 -1.21 -1.27 1.9 -1.06 -1.59 -1.27 1.78 -0.36 -1.56 -1.29 1.87
IMC: índice de masa corporal.
Tabla 4. Media y desviación típica de las variables descriptivas, y resultados del análisis de asimétrica y curtosis en cada uno de los
tres test efectuados, en la población 1, opositores a bomberos, n= 17.
Momento Test 1 Test 2 Test 3
Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC
Variables
(años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2
Media 25.00 80.61 176.3 25.93 25.00 79.99 176.26 25.73 26.00 78.29 175.14 25.54
Desv. Típ. 3.38 6.47 7.11 1.16 3.38 5.99 7.11 0.81 3.38 6.68 8.84 1.46
Asimetría -0.15 0.16 0.77 -0.98 -0.15 0.36 0.77 -0.53 -0.15 1.57 -0.08 1.64
Curtosis -2.20 -1.86 -0.32 0.92 -2.20 -1.62 -0.32 -0.78 -2.20 1.19 0.06 1.63
IMC: índice de masa corporal.
Tabla 5. Media y desviación típica de las variables descriptivas, y resultados del análisis de asimétrica y curtosis en cada uno de los tres test
efectuados, en la población 2, opositores a policía, n= 8.

Momento Test 1 Test 2 Test 3

Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC
Variables
(años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2
Media 24.86 56.23 163.9 20.90 24.86 58.33 163.91 21.68 25.57 58.26 163.90 21.65
Desv. Típ. 4.88 5.27 6.16 1.18 4.88 4.91 6.16 0.93 4.58 5.29 6.15 0.93
Asimetría 0.37 -0.92 0.09 0.42 0.37 -1.84 0.09 -0.49 0.46 -1.62 0.10 -0.51
Curtosis -2.53 0.02 2.66 -1.50 -2.53 3.79 2.66 -1.45 -2.17 3.18 2.67 -0.68
IMC: índice de masa corporal.
Tabla 6. Media y desviación típica de las variables descriptivas, y resultados del análisis de asimétrica y curtosis en cada uno de los tres test
efectuados, en la población 3, fitness, mujeres, competidoras n= 7.

Momento Test 1 Test 2 Test 3

Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC
Variables
(años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2
Media 22.67 74.29 172.7 24.74 23.00 74.37 172.68 24.80 23.58 74.72 172.39 24.98
Desv. Típ. 4.33 14.33 9.25 2.67 4.07 13.06 9.25 2.35 4.21 13.41 9.07 2.42
Asimetría 0.91 1.90 0.67 0.41 0.99 1.84 0.67 0.23 0.94 1.70 0.83 0.08
Curtosis 0.27 4.73 0.76 0.43 0.66 1.64 0.76 -0.15 0.95 1.97 1.25 -0.34
IMC: índice de masa corporal.
Tabla 7. Media y desviación típica de las variables descriptivas, y resultados del análisis de asimétrica y curtosis en cada uno de los tres test
efectuados, en la población 4, varones, Judokas de competición n= 12.

Momento Test 1 Test 2 Test 3

Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC
Variables
(años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2
Media 29.56 77.56 178.9 24.18 31.00 76.83 178.93 23.99 32.00 78.00 178.91 24.36
Desv. Típ. 4.13 8.52 8.57 1.31 4.06 7.35 8.57 1.33 4.15 7.42 8.54 1.28
Asimetría -0.73 1.23 0.00 0.04 -0.86 1.13 0.00 0.08 -0.65 1.05 -0.01 -0.76
Curtosis -0.41 -0.12 -1.70 -1.94 0.38 -0.05 -1.70 -1.52 0.50 -0.50 -1.70 -0.54
IMC: índice de masa corporal.
Tabla 8. Media y desviación típica de las variables descriptivas, y resultados del análisis de asimétrica y curtosis en cada uno de los tres test
efectuados, en la población 5, varones con entrenamiento recreativo de fuerza y resistencia n= 9.

Momento Test 1 Test 2 Test 3

Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC
Variables
(años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2
Media 24.63 74.9 175.6 24.18 24.63 74.70 175.59 24.14 25.38 74.50 175.59 24.05
Desv. Típ. 2.92 9.53 6.37 1.65 3.16 8.90 6.37 1.51 3.16 9.93 6.37 1.93
Asimetría 0.31 -1.09 -0.80 -1.02 0.13 -1.00 -0.80 -0.54 -0.13 -1.30 -0.80 -1.04
Curtosis -1.30 0.43 0.66 -0.30 -1.73 0.46 0.66 -1.12 -1.73 1.09 0.66 -0.27
IMC: índice de masa corporal.
Tabla 9. Media y desviación típica de las variables descriptivas, y resultados del análisis de asimétrica y curtosis en cada uno de los tres test
efectuados, en la población 6, varones competidores de fitness n= 8.
 Momento Test 1 Test 2 Test 3
Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC
Variables
(años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2
Media 17.4 61.7 172.9 20.7 18.4 60.8 174.0 20.1 18.4 61.0 174.0 20.2
Desv. Típ. 0.5 3.1 5.3 1.5 0.5 4.3 5.0 1.7 0.5 3.8 5.0 1.4
Asimetría 0.5 0.5 1.5 0.2 0.5 -0.2 1.7 0.9 0.5 0.1 1.7 1.0
Curtosis -2.3 -0.9 1.4 -1.3 -2.3 -0.4 3.7 0.0 -2.3 -0.4 3.7 0.1
IMC: índice de masa corporal.
Tabla 10. Media y desviación típica de las variables descriptivas, y resultados del análisis de asimétrica y curtosis en cada uno de los tres test
efectuados, en la población 7, mujeres, jugadoras de voley de 1º división (Cuba), n= 10.

Momento Test 1 Test 2 Test 3

Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC
Variables
(años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2
Media 15.6 62.6 170.3 21.5 15.7 63.5 170.7 21.7 16.25 * 64.6 171.1 22.0
Desv. Típ. 0.7 7.2 5.6 1.4 0.5 8.4 5.5 1.8 0.8 8.1 5.6 1.6
Asimetría -1.5 0.2 -0.6 0.1 -0.8 0.2 -0.6 0.3 -0.5 0.2 -0.7 0.4
Curtosis 1.4 -1.6 0.0 -0.9 -1.7 -1.3 0.0 -1.1 -0.9 -1.2 0.0 -1.1
IMC: índice de masa corporal, * Significativo p < 0.05 respecto al test 1.
Tabla 11. Media y desviación típica de las variables descriptivas, y resultados del análisis de asimétrica y curtosis en cada uno de los tres test
efectuados, en la población 8, varones, jugadores de béisbol de 14 a 17 años (Cuba), n= 12.

Momento Test 1 Test 2 Test 3

Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC
Variables
(años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2
Media 26.7 72.8 177.1 23.2 27.1 73.4 177.1 23.4 27.4 72.8 177.1 23.2

Desv. Típ. 4.8 7.2 4.7 2.5 5.0 7.7 4.7 2.6 5.0 8.3 4.7 2.8

Asimetría -0.3 0.1 0.7 -0.6 -0.3 0.3 0.7 -0.5 -0.1 1.0 0.7 0.3

Curtosis -0.9 -1.3 2.8 0.5 -0.9 -0.8 2.8 0.4 -1.4 1.0 2.8 1.1

IMC: índice de masa corporal.

Tabla 12. Media y desviación típica de las variables descriptivas, y resultados del análisis de asimétrica y curtosis en cada uno de los tres test
efectuados, en la población 9, Boxeadores o taekwondístas, n= 13.

Momento test 1 Test 2 test 3

Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC
Variables
(años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2
Media 14.4 62.9 169.3 21.9 15.0 64.9 169.6 22.5 15.42 ** 67.2 169.9 23.2
Desv. Típ. 0.5 8.5 5.3 2.2 0.0 8.9 5.4 1.9 0.8 8.9 5.4 2.1
Asimetría 0.4 -0.1 1.4 -1.1 . 0.6 1.4 -0.2 1.8 0.2 1.3 0.0
Curtosis -2.8 -0.3 1.9 -0.6 . 1.8 3.2 -0.9 2.4 -0.4 2.8 -2.1
IMC: índice de masa corporal, ** Significativo p < 0.01 respecto al test.
Tabla 13. Media y desviación típica de las variables descriptivas, y resultados del análisis de asimétrica y curtosis en cada uno de los tres test
efectuados, en la población 10, varones de lucha libre y greco romana, de 14 a 17 años (Cuba), n= 7.

Momento Test 1 Test 2 Test 3

Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC
Variables
(años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2
Media 17.2 57.0 159.3 22.4 17.8 59.0 159.0 23.3 17.9 59.4 159.1 23.4
Desv. Típ. 0.8 6.3 4.0 2.0 1.0 6.2 3.7 1.9 1.1 5.1 3.8 1.3
Asimetría -0.5 -0.6 -0.5 0.4 -0.5 -1.5 -0.3 -0.8 -0.6 -1.6 -0.2 -1.8
Curtosis -1.3 0.4 -1.0 1.5 0.0 1.8 0.0 1.9 -0.5 2.8 -0.1 1.9
IMC: índice de masa corporal.
Tabla 14. Media y desviación típica de las variables descriptivas, y resultados del análisis de asimétrica y curtosis en cada uno de los tres test
efectuados, en la población 11, mujeres jugadoras de sóftbol de 1º división (Cuba), n= 9.
 Momento test 1 Test 2 test 3
Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC Edad Peso Estatura IMC
Variables
(años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2 (años) (kg) (cm) kg/m2
Media 15.2 54.7 160.2 21.2 15.3 56.2 159.9 21.9 15.8 58.5 162.3 22.1

Desv. Típ. 0.4 9.7 6.8 2.5 0.5 9.4 6.2 3.2 0.6 8.5 6.8 2.4

Asimetría 1.8 1.6 0.0 1.6 1.0 0.9 0.2 1.9 0.1 1.0 -0.2 1.2

Curtosis 1.4 3.6 -1.1 1.9 -1.2 2.0 0.0 1.5 0.2 0.8 -1.2 0.3

IMC: índice de masa corporal.

Tabla 15. Media y desviación típica de las variables descriptivas, y resultados del análisis de asimétrica y curtosis en cada uno de
los tres test efectuados, en la población 12, mujeres, taekwondístas de 14 a 16 años (Cuba), n= 10.

Descripción de los resultados obtenidos en los
ejercicios de fuerza
En este apartado se mostraran los valores medios
y de desviación típica obtenidos al analizar los
datos de los test de fuerza, según los cuatro
criterios mencionados en el apartado “Análisis
estadístico”.
• En primer lugar, se muestran los resultados,
clasificando la muestra sólo por el ejercicio
realizado: press de banca con barra libre,
sentadilla paralela con barra libre, cargada en
un tiempo y press de hombros con barra por
delante.
• En segundo lugar, se muestran los resultados
clasificando la muestra por el ejercicio
realizado y el momento de realización de cada
test: Press de banca con barra libre, sentadilla
paralela con barra libre, y cargada en un
tiempo con barra libre, en el 1º test; 2º test; y
3º test realizados.
• En tercer lugar, se muestran los resultados
clasificando la muestra por el ejercicio
realizado y la población, diferenciando y sin
diferenciar el momento de realización de cada
test.
Descripción de los resultados por ejercicio,
analizados de forma conjunta, sin diferenciar
entre población ni momento de la evaluación
La tabla 16, muestra los valores medios y de
desviación típica de los resultados obtenidos en el
press de banca plano con barra libre, press de
hombros con barra por delante, sentadilla paralela
con barra libre y cargada en un tiempo, analizados
de forma conjunta, sin diferenciar entre las
poblaciones, ni los momentos en que fueron
realizados los test.

1 MR 1 MR PM PP Loc % Loc %
Ejercicio Estadísticos PM PP
Abs Kp Kp Kp PM PP

Press de banca plano Media 75.0 1.1 387.8 5.5 701.9 9.9 50.3% 46.5%
con barra libre, (n : 318) Desv. Típ. 24.6 0.3 148.5 1.7 512.5 6.9 11.9% 13.7%

Sentadilla Paralela Media 160.7 2.3 1161.1 17.0 2368.3 34.3 60.8% 63.3%
Con barra libre (n= 324) Desv. Típ. 36.9 0.3 290.1 3.4 759.1 8.5 9.4% 12.5%

Cargada en 1 tiempo Media 69.0 0.9 776.3 10.4 1848.8 24.7 86.9% 79.6%
(n 189) Desv. Típ. 13.7 0.1 229.9 2.6 1208.0 14.6 14.0% 20.0%

Press de hombros* Media 29.6 0.5 137.3 2.2 200.1 3.3 65.5% 69.8%
con barra, (n= 30) Desv. Típ. 3.3 0.1 36.6 0.6 42.5 0.7 10.0% 16.2%
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM:
Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc %
PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 16. Media y desviación típica de las variables analizadas en press banca de banca plano con barra libre, press de hombros
con barra por delante, sentadilla paralela con barra libre, y cargada en un tiempo, analizando los datos de forma conjunta, sin
diferenciar ente las poblaciones, ni los momentos en que se realizaron los test.

* El ejercicio de press de hombros con barra por La tabla anterior muestra como los valores más
delante, fue sólo realizado por la población 10, altos de potencia, media y pico, en press de banca
(mujeres, jugadoras de voley, de 1ª división, Cuba). con barra libre, sentadilla paralela con barra libre,
y press de hombros con barra, se localizan en una
zona intermedia, respecto al valor de la 1 MR, con
valores medios comprendidos entre el 50.3+
11.9% al 65.5+10.0%, para la potencia máxima
media, y entre el 46.5+ 13.7% y 69.8+ 16.2% para
la potencia pico.
Por otro lado en el ejercicio de cargada en un
tiempo, los valores máximos de potencia se
alcanzan en porcentajes de la, mostrando valores
medios del 86.9+ 14.0% para la potencia media, y
del 79.6+ 20.0% en la potencia pico.
Descripción de los resultados, clasificados por
ejercicio y momento de la evaluación, sin
distinguir entre las poblaciones
La tablas siguientes muestran los valores medios y
de desviación típica de los resultados obtenidos en
press de banca plano con barra libre, sentadilla
paralela con barra libre y cargada en un
tiempo, en cada uno de los tres test realizados,
tomando la muestra de forma conjunta (sin
diferenciar las poblaciones estudiadas).

Momento Test 1 Test 2 Test 3

Estadístico Media Desv. Típ. Media Desv. Típ. Media Desv. Típ.
1 MR abs 73.0 23.9 75.0 25.2 77.0 24.9
1 MR kp 1.0 0.2 1.1 0.3 1.1 0.3
PM 371.3 148.2 380.7 144.4 411.6 151.2
PM kp 5.3 1.7 5.3 1.6 5.8 ª 1.7
PP 637.0 293.1 715.1 562.8 753.6 619.1
PP kp 9.0 3.4 10.1 8.1 10.5 8.0
loc % PM 51.35% 12.36% 50.52% 11.67% 49.00% 11.51%
Loc % PP 47.74% 14.33% 46.67% 13.81% 45.22% 12.94%
**p < 0.01, * p < 0.05, ª tendencia que no llega a ser significativa p = 0.076, respecto al test 1. 1 MR abs: Peso
máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición
relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio
(vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia
pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM:
Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc %
PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 17. Media y desviación típica de las variables analizadas en press banca plano con barra libre, analizando los datos, en cada
uno de los tres test realizados, pero sin distinguir entre las poblaciones estudiadas, n= 106.

La tabla anterior muestra como los valores más valores medios comprendidos entre el 49.0+
altos de potencia, media y pico, en el ejercicio de 11.51% y el 51.35+12.36 %, para la potencia
press de banca con barra libre, se localizan en una máxima media, y entre el 45.2+ 12.94 y el 46.67+
zona intermedia respecto al valor de la 1 MR, con 13.8 % para la potencia pico.

Momento Test 1 Test 2 Test 3

Estadístico Media Desv. Típ. Media Desv. Típ. Media Desv. Típ.
1 MR abs 155.33 37.70 160.86 35.52 165.77 36.92
1 MR kp 2.28 0.32 2.33 0.30 2.38 ª 0.34
PM 1127.08 320.71 1156.62 270.84 1199.63 274.04
PM kp 16.65 3.63 16.89 3.08 17.40 3.38
PP 2223.04 800.16 2391.69 715.87 2490.2 * 741.53
PP kp 32.46 8.65 34.74 8.30 35.79 * 8.19
Loc % PM 61.2% 9.2% 61.1% 10.4% 60.1% 8.5%
Loc % PP 62.4% 12.0% 63.6% 12.9% 63.9% 12.6%
**p < 0.01, * p < 0.05, ª tendencia que no llega a ser significativa p = 0.059, respecto al test 1. 1 MR abs: Peso
máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición
relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio
(vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia
pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM:
Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media Loc % PP:
Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 18. Media y desviación típica de las variables analizadas en sentadilla paralela con barra libre, analizando los datos, en cada
uno de los tres test realizados, pero sin distinguir entre las poblaciones estudiadas, n= 108.
La tabla anterior, muestra como los valores más valores medios comprendidos entre el 60.1+8.5%
altos de potencia media y pico en sentadilla y el 61.1+10.4%, para la máxima potencia media,
paralela con barra libre, se localizan en una zona y entre el 62.4+ 12.0 y el 63.9+ 12.6% para la
intermedia, respecto al valor de la 1 MR, con potencia pico.

Momento Test 1 Test 2 Test 3

Estadístico Media Desv. Típ. Media Desv. Típ. Media Desv. Típ.

1 MR abs 66.10 13.38 69.0 13.2 71.8 ª 14.1

1 MR kp 0.89 0.14 0.92 0.13 0.9 * 0.14

PM 741.8 219.00 769.44 253.14 817.5 212.8

PM kp 9.98 2.55 10.22 2.81 10.9 2.5

PP 1868.0 1353.35 1862.4 1397.4 1816 799.5

PP kp 25.0 16.76 24.71 16.34 24.5 10.0

Loc % PM 85.8% 14.0% 85.7% 14.8% 89.3% 13.1%

Loc % PP 76.7% 21.7% 81.2% 18.0% 81.0% 20.1%

**p < 0.01, * p < 0.05, ª tendencia que no llega a ser significativa p = 0.056, respecto al test 1. 1 MR abs: Peso
máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición
relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio
(vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia
pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM:
Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP:
Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 19. Media y desviación típica de las variables analizadas en cargada en un tiempo tomando los datos, en cada uno de los tres
test realizados, sin distinguir entre las poblaciones estudiadas, n= 63.

La tabla anterior muestra como los valores más
altos de potencia, media y pico, en la cargada en
un tiempo, se localizan en una zona de pesos más
alta respecto al valor de la 1 MR, con valores
medios comprendidos entre el 85.8+ 14.0% y el
89.3+13.1%, para la potencia máxima media, y
entre el 76.7+ 21.7% y el 81.0+ 20.1% para la
potencia pico.
Descripción de los resultados, por ejercicio y
población, analizados por momento de la
evaluación y de forma conjunta
Las tablas siguientes muestran los valores medios
y de desviación típica de las variables analizadas
en los diferentes ejercicios.
• Resultados obtenidos en press de banca
plano con barra libre.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 98.6 10.8 103.0 10.1ª 105.2** 10.1 102.3 10.5
1 MR kp 1.3 0.1 1.3 0.1* 1.4** 0.1 1.34 0.1
PM 533.1 177.2 531.1 124.4 564.1 144.5 542.8 148.0
PM kp 6.9 1.9 6.9 1.1 7.3 1.4 7.0 1.5
PP 932.9 368.2 931.5 337.0 1120.5 556.7 995.0 432.4
PP kp 12.0 4.0 12.0 3.6 14.3 6.3 12.8 4.8
Loc % PM 52.0% 11.8% 50.0% 9.5% 48.6% 11.3% 50.2% 10.8%
Loc % PP 47.8% 15.0% 46.6% 11.7% 44.9% 12.6% 46.4% 13.0%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2, ª tendencia que no llega a ser
significativa respecto al test 1 (p = 0.059). 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal
(vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el
valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el
valor más alto de potencia pico.
Tabla 20. Media y desviación típica de las variables analizadas en press de banca plano con barra libre, en la población 1, opositores
a bomberos, n= 17.
 Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.

1 MR abs 82.4 21.7 85.7 21.4 86.2 20.0 84.8 20.2

1 MR kp 1.0 0.3 1.1 0.3 1.1* 0.3 1.08 0.3
PM 404.8 107.1 417.7 90.1 443.5 88.0 422.0 92.7
PM kp 5.1 1.5 5.2 1.0 5.7 1.0 5.3 1.2
PP 690.6 210.3 677.2 136.6 687.8 114.3 685.2 152.2
PP kp 8.6 2.7 8.5 1.4 8.8 1.4 8.6 1.9
Loc % PM 51.9% 13.3% 56.1% 8.5% 47.8% 10.5% 51.9% 11.0%

Loc % PP 56.1% 16.0% 51.6% 14.0% 53.6% 14.8% 53.8% 14.4%

**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso
corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia
media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp:
Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al
valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al
valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 21. Media y desviación típica de las variables analizadas en press de banca plano con barra libre, en la población 2, opositores
a policía, n= 8.

Los sujetos de esta población, poseen una 1 MR vatios (5.3+ 1.2, vatios por kg de peso corporal) y
en press de banca con barra libre de 84.8+20.2 685.2+ 152.2 vatios (8.6+ 1.9 vatios por kg de
kg (1.1+ 0.3 kg por kg de peso corporal) y logran peso corporal), localizándolas al 51.9+ 11.0% y
potencias máxima, media y pico de 422.0+ 92.7 53.8+ 14.4% respectivamente.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.

1 MR abs 46.5 7.0 47.6 10.3 49.1 7.4 47.7 8.0

1 MR kp 0.84 0.16 0.82 0.17 0.85 0.15 0.84 0.15
PM 217.8 32.1 218.2 56.6 246.5 59.2 227.5 50.1
PM kp 3.9 0.9 3.8 1.0 4.3 1.1 4.0 1.0
PP 331.3 46.3 334.6 53.5 418.8* 163.0 361.6 105.8
PP kp 6.0 1.3 5.8 1.0 7.2*ª 2.8 6.3 1.9
Loc % PM 50.7% 10.4% 57.0% 13.4% 50.7% 10.0% 52.8% 11.2%

Loc % PP 50.6% 10.2% 50.0% 13.7% 54.4% 15.6% 51.7% 12.8%

**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2, ª tendencias que no llega a ser
significativa respecto al test 2 (p = 0.063). 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal
(vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el
valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el
valor más alto de potencia pico.
Tabla 22. Media y desviación típica de las variables analizadas en press de banca plano con barra libre, en la población 3, mujeres,
competidoras de fitness, n= 7.
 Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto
Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 81.0 15.5 83.5 19.8 87.2*c 20.0 83.9 18.2
1 MR kp 1.11 0.20 1.13ª 0.24 1.18*α 0.24 1.14 0.23
PM 437.8 73.9 471.5 115.4 506.4*α 116.8 471.9 104.9
PM kp 6.0 1.2 6.4 1.3 6.8*d 1.4 6.4 1.3
PP 710.0 140.4 758.3* 147.0 773.0*e 187.6 747.1 157.5
PP kp 9.7 1.8 10.3* 1.8 10.4b 2.2 10.1 1.9
Loc % PM 49.4% 16.1% 49.1% 13.8% 49.7% 8.9% 49.4% 12.9%
Loc % PP 44.0% 12.3% 42.8% 12.5% 41.0% 9.2% 42.6% 11.2%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2, tendencias que no llega a ser
significativa respecto al test 1 (p = 0.067), b tendencias que no llega a ser significativa respecto al test 1 (p = 0.084),
c, d, e tendencias que no llega a ser significativas respecto al test 2 (p = 0.067, 0.055, 0.070 respectivamente). 1 MR
abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición
relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio
(vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia
pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM:
Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP:
Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 23. Media y desviación típica de las variables analizadas en press de banca plano con barra libre, en la población 4, varones,
Judokas de competición, n= 12.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 84.1 19.6 83.3 14.6 85.2 16.4 84.2 16.2
1 MR kp 1.06 0.15 1.07 0.11 1.08 0.10 1.07 0.12
PM 366.2 94.4 348.8 61.6 341.0 38.5 352.0 66.6
PM kp 4.6 0.8 4.5 0.9 4.4 0.3 4.5 0.7
PP 687.6 280.1 830.7 634.0 611.4 132.7 709.9 400.2
PP kp 8.7 3.2 11.0 9.1 7.8 1.2 9.1 5.5
Loc % PM 55.0% 11.6% 56.3% 10.7% 52.8% 8.8% 54.7% 10.1%
Loc % PP 58.5% 13.4% 62.6% 12.5% 48.6% 9.8% 56.6% 12.9%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso
corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia
media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp:
Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al
valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al
valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 24. Media y desviación típica de las variables analizadas en press de banca plano con barra libre, en la población 5, varones,
con entrenamiento recreativo de fuerza y resistencia, n= 8.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 90.4 12.9 92.1 9.6 91.6 7.7 91.4 9.9
1 MR kp 1.22 0.21 1.24 0.16 1.35 0.21 1.24 0.19
PM 390.8 100.3 421.1* 110.5 448.1* 47.9 420.0 89.7
PM kp 5.2 1.1 5.6ª 1.2 6.1* 0.5 5.6 1.0
PP 745.3 285.1 752.0 225.5 758.2 100.2 751.8 208.1
PP kp 9.9 3.7 10.0 2.8 10.2 0.7 10.1 2.6
Loc % PM 48.0% 7.9% 49.1% 8.0% 47.0% 9.2% 48.0% 8.1%
Loc % PP 41.6% 12.7% 48.6% 8.6% 45.1% 17.9% 45.1% 13.3%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2, tendencias que no llega a ser
significativa respecto al test 1 (p = 0.069). 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal
(vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el
valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el
valor más alto de potencia pico.
Tabla 25. Media y desviación típica de las variables analizadas en press de banca plano con barra libre, en la población 6, varones
competidores de fitness n= 8.
 Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto
Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 28.8 2.5 28.6** 3.6 31.5** 3.3 29.6 3.3
1 MR kp 0.50 0.15 0.47 ** 0.06 0.52** 0.06 0.49 0.05
PM 124.0 23.4 123.2 26.0 164.6*β 43.1 137.3 36.6
PM kp 2.0 1.4 2.0 0.4 2.7*β 0.7 2.2 0.6
PP 186.5 40.5 198.4 43.7 215.3**β 42.5 200.1 42.5
PP kp 3.0 2.4 3.3 0.7 3.5β 0.6 3.3 0.7
Loc % PM 66.7% 9.9% 63.0% 8.8% 66.7% 11.8% 65.5% 10.0%
Loc % PP 69.3% 14.4% 72.6% 20.4% 67.4% 14.4% 69.8% 16.2%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso
corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia
media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp:
Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al
valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al
valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 26. Media y desviación típica de las variables analizadas en press de hombros con barra por delante*, en la población 7,
mujeres, jugadoras de voley, 1º división, Cuba, n= 10.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 64.9 10.8 63.9 14.8 69.1 β 13.8 66.0 13.1
1 MR kp 1.04 0.14 1.0 0.13 1.06 0.12 1.03 0.13
PM 406.6 78.6 357.0 100.8 446.5 115.9 403.4 103.6
PM kp 6.5 0.9 5.5 0.9 6.8 α 1.2 6.3 1.1
PP 667.4 136.4 642.2 249.4 1187.7 1507.2 832.4 896.9
PP kp 10.7 2.1 10.1 4.1 17.6 20.1 12.8 12.0
loc % PM 43.0% 9.6% 45.8% 8.2% 41.2% 13.9% 43.3% 10.7%
Loc % PP 38.1% 12.2% 36.2% 12.7% 37.8% 11.6% 37.4% 11.9%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso
corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia
media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp:
Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al
valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al
valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 27. Media y desviación típica de las variables analizadas en press de banca plano con barra libre, en la población 8, varones,
jugadores de béisbol, 14 a 17 años, Cuba, n= 12.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 74.0 16.3 78.0* 16.5 77.4 16.8 ª 76.47 16.18
1 MR kp 1.01 0.14 1.06* 0.13 1.05 0.13 b 1.04 0.13
PM 366.7 113.4 349.8 112.8 379.7 146.5 365.4 122.2
PM kp 5.0 1.1 4.7 1.3 5.2 1.8 4.95 1.39
PP 630.3 207.8 602.1 174.5 601.8 204.0 611.4 190.8
PP kp 8.5 2.1 8.1 1.9 8.2 2.3 8.3 2.0
loc % PM 55.1 10.3% 46.8% 13.0% 54.4% d 12.0% 52.1% 12.1%
Loc % PP 48.3% 13.2% 43.5% c 12.7% 46.3% 8.6% 46.0% 12.5%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2, ª tendencias que no llegan a ser
significativas respecto al test 1 (p = 0.052), b tendencias que no llegan a ser significativas respecto al test 1 (p =
0.056), c tendencias que no llegan a ser significativas respecto al test 1 (p = 0.084) d tendencias que no llegan a ser
significativas respecto al test 2 (p = 0.079). 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR
kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal
(vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el
valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el
valor más alto de potencia pico.
Tabla 28. Media y desviación típica de las variables analizadas en press de banca plano con barra libre, en la población 9, varones,
boxeo y taekwondo de competición, n= 12.
 Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto
Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 70.9 13.5 76.4 14.4 78.6 15.1 75.3 14.0
1 MR kp 1.12 0.8 1.18 0.13 1.17 0.16 1.16 0.13
PM 330.0 54.1 450.9 125.3* 438.5 126.9* 406.4 116.3
PM kp 5.2 0.4 6.9 1.4* 6.5 1.3* 6.2 1.3
PP 597.4 104.4 1521.4 1717.9* 816.7 240.5ª 978.5 934.0
PP kp 9.7 2.7 23.3 25.9* 12.1 2.9 15.0 15.6
loc % PM 52.9% 10.0% 39.7% 12.7% 48.3% 17.3% 47.0% 14.1%
Loc % PP 45.1% 12.5% 34.4% 6.2% 43.9% 15.3% 41.1% 12.3%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2, ª tendencias que no llegan a ser
significativas respecto al test 1 (p = 0.091). 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR
kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se
localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 29. Media y desviación típica de las variables analizadas en press de banca plano con barra libre, en la población 10, varones,
lucha libre y grecoromana, 14 a 17 años Cuba, n= 7.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 35.6 7.1 36.8ª 8.3 38.5* 6.4 37.0 7.1
1 MR kp 0.62 0.9 0.62 0.12 0.65 0.09 0.63 0.10
PM 171.1 46.2 205.3 42.2 219.9* 59.4 198.8 52.0
PM kp 3.0 0.7 3.4 0.6 3.7* 0.9 3.4 0.8
PP 271.4 109.7 341.6 122.9 349.8 130.7 321.0 121.4
PP kp 4.7 1.7 5.7 1.8 5.8 2.0 5.4 1.8
loc % PM 65.3% 14.3% 55.8% 14.7% 49.8%* 11.7% 56.9% 14.6%
Loc % PP 63.0% 10.4% 52.9%* 15.3% 40.3%* 14.8% 52.0% 16.2%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2, ª tendencias que no llegan a ser
significativas respecto al test 1 (p = 0.066). 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR
kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se
localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 30. Media y desviación típica de las variables analizadas en press de banca plano con barra libre, en la población 11, mujeres,
jugadoras de Sóftbol, 1º división, Cuba, n= 8.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 36.9 4.6 35.5 4.1 38.0 4.2 36.8 4.2
1 MR kp 0.7 0.12 0.63* 0.08 0.68α 0.1 0.67 0.1
PM 179.9 18.5 194.0 29.2 233.5*α 39.5 202.5 37.0
PM kp 3.4 0.3 3.4 0.4 4.2*α 0.7 3.7 0.6
PP 273.5 29.1 303.9 67.6 311.5* 69.1 296.3 57.8
PP kp 5.2 0.6 5.4 0.8 5.5 0.8 5.4 0.7
loc % PM 43.1% 6.1% 55.7%* 7.6% 50.4% 11.2% 49.8% 9.7%
Loc % PP 37.1% 8.7% 52.6%* 12.7% 48.4% 9.5% 46.1% 11.9%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 31. Media y desviación típica de las variables analizadas en press de banca plano con barra libre, en la población 12, mujeres,
practicantes de taekwondo, categoría 14 a 16 años, Cuba, n= 7.
• Resultados obtenidos en sentadilla paralela con barra libre.
Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto
Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 184.5 20.5 190.3 20.4 193.8* 19.6 189.5 20.1
1 MR kp 2.42 0.19 2.5 019 2.56*β 0.27 2.49 0.20
PM 1323.6 254.5 1329.7 194.9 1278.0 199.8 1310.4 214.7
PM kp 17.3 2.7 17.5 2.1 16.8 1.9 17.2 2.2
PP 2928.7 871.5 3075.7 792.1 3015.1 894.9 3006.5 837.8
PP kp 38.3 11.1 40.4 9.9 39.4 9.5 39.4 10.0
loc % PM 54.4% 6.3% 55.6% 7.7% 56.3% 7.6% 55.4% 7.1%
Loc % PP 58.2% 9.0% 60.2% 12.0% 64.4% 16.9% 60.9% 13.0%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 32. Media y desviación típica de las variables analizadas en sentadilla paralela con barra libre, en la población 1, opositores a
bomberos, n= 16.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
G1 MR abs 183.0 21.1 191.6 10.1 190.2 11.9 188.3 14.7
1 MR kp 2.31 0.4 2.4 0.27 2.43 0.31 2.38 0.32
PM 1200.5 145.4 1283.9 189.3 1270.8 220.5 1251.7 180.2
PM kp 15.0 1.7 15.9 2.0 16.2 3.2 15.7 2.3
PP 2626.0 564.3 2700.2 287.4 2771.9 568.4 2699.4 465.6
PP kp 32.8 5.9 33.6 3.0 35.1 6.4 33.8 5.1
loc % PM 64.8% 7.2% 68.0% 17.0% 63.8%*α 8.0% 65.6% 11.1%
Loc % PP 69.5% 15.9% 66.3% 14.0% 60.5% 12.1% 65.4% 13.1%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 33. Media y desviación típica de las variables analizadas en sentadilla paralela con barra libre, en la población 2, opositores a
policía, n= 6.

Momento test 1 test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 129.1 15.1 134.1 15.8 137.9 19.7 133.7 16.5
1 MR kp 2.29 0.15 2.3 0.17 2.35 0.2 2.31 0.17
PM 857.3 138.0 920.7 174.6 967.5 187.2 915.1 165.9
PM kp 15.2 2.3 15.7 2.4 16.5 2.7 15.8 2.4
PP 1737.3 336.7 1928.0 525.2 1966.6 357.4 1877.3 407.0
PP kp 31.3 8.2 33.1 8.5 33.8 6.3 32.7 7.4
loc % PM 63.1% 9.2% 59.3% 8.6% 55.4% 8.7% 59.3% 9.0%
Loc % PP 65.3% 14.9% 65.7% 14.6% 69.3% 9.8% 66.8% 12.8%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 34. Media y desviación típica de las variables analizadas en sentadilla paralela con barra libre, en la población 3, mujeres,
competidoras de fitness, n= 7.
 Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto
Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 180.2 27.0 180.9 31.4 188.9* 27.2 183.3 28.0
1 MR kp 2.45 0.4 2.45 0.4 2.55* 0.38 2.49 0.38
PM 1284.7 223.2 1281.5 286.4 1385.2 292.6 1317.2 265.2
PM kp 17.5 3.0 17.3 2.7 18.5 2.5 17.7 2.7
PP 2634.8 772.7 2679.5 770.4 2928.6α 932.0 2747.6 812.9
PP kp 35.3 8.4 36.1* 8.2 38.9α 10.0 36.8 8.8
loc % PM 58.4% 9.1% 58.9% 5.8% 56.2% 6.3% 57.8% 7.1%
Loc % PP 58.5% 10.3% 56.8% 10.0% 59.4% 11.5% 58.2% 10.3%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 35. Media y desviación típica de las variables analizadas en sentadilla paralela con barra libre, en la población 4, varones,
judokas de competición, n= 11.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 189.8 33.3 188.5 24.7 202.1 34.9 193.5 30.7
1 MR kp 2.45 0.29 2.45 0.21 2.59*α 0.3 2.5 0.27
PM 1277.5 472.6 1151.9 250.9 1211.6 252.8 1213.7 332.4
PM kp 16.3 4.6 15.0 3.0 15.5 2.6 15.6 3.4
PP 2385.8 550.7 2263.2 468.1 2352.8 503.7 2333.9 491.5
PP kp 31.0 7.5 29.8 7.2 30.2α 5.7 30.3 6.6
loc % PM 63.7% 6.6% 57.9%* 8.4% 58.8% 6.1% 60.1% 7.3%
Loc % PP 56.1% 10.3% 66.3% 14.2% 55.3% 10.0% 59.3% 12.3%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 36. Media y desviación típica de las variables analizadas en sentadilla paralela con barra libre, en la población 5, varones,
entrenamiento recreativo de fuerza y resistencia, n= 9.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 183.4 29.8 189.6 26.0 191.1 24.1 188.0 25.8
1 MR kp 2.44 0.36 2.51 0.26 2.58 0.21 2.51 0.28
PM 1096.0 373.5 1160.0 417.0 1182.4 231.3 1146.2 336.3
PM kp 14.3 3.7 15.2 4.8 15.9 2.3 15.1 3.6
PP 2436.6 1309.0 2389.1 935.7 2606.3 558.7 2477.3 944.5
PP kp 31.4 14.4 31.3 11.3 34.8 4.1 32.5 10.5
loc % PM 58.9% 9.8% 58.8% 12.1% 55.8% 4.6% 57.8% 9.1%
Loc % PP 59.4% 9.4% 60.9% 16.4% 58.8% 12.1% 59.7% 12.4%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 37. Media y desviación típica de las variables analizadas en sentadilla paralela con barra libre, en la población 6, varones,
competidores de fitness, n= 8.
 Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto
Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 108.3 10.2 127.5** 6.7 129.6** 5.5 121.8 12.3
1 MR kp 1.8 0.12 2.07* 0.19 2.1** 0.18 1.99 0.21
PM 1001.7 144.9 1111.7 109.7 1328.4**α 207.4 1147.2 205.8
PM kp 16.6 1.8 18.0 2.0 21.4**α 3.2 18.7 3.1
PP 2138.3 243.6 2339.8 409.4 2453.7 625.4 2310.6 453.7
PP kp 35.5 3.1 37.8 6.2 39.4 9.1 37.6 6.5
loc % PM 69.3% 3.2% 61.4% 8.0% 65.1% 10.2% 65.3% 8.1%
Loc % PP 72.4% 6.6% 66.1% 13.0% 69.1% 9.5% 69.2% 10.0%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 38. Media y desviación típica de las variables analizadas en sentadilla paralela con barra libre, en la población 7, mujeres,
jugadoras de voley de 1º división, Cuba, n= 7.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 151.1 20.8 151.8 21.5 158.7 26.9 153.9 22.7
1 MR kp 2.37 0.19 2.25 0.15 2.29 0.26 2.3 0.21
PM 1383.1 388.5 1231.1 261.7 1376.7 265.7 1330.3 308.4
PM kp 21.7 5.6 18.2 2.6 19.9 3.0 19.9 4.1
PP 2044.5 395.5 2238.5 407.6 2589.2* 432.8 2290.7 459.1
PP kp 32.2 5.5 33.1 4.4 37.4ª 4.8 34.2 5.3
loc % PM 53.3% 7.8% 63.7% 16.0% 57.0% 7.0% 58.0% 11.5%
Loc % PP 53.3% 7.8% 60.1% 14.5% 57.4% 10.0% 56.9% 11.1%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2, ª tendencias que no llega a ser
significativa respecto al test 1 (p = 0.073). 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR
kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se
localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 39. Media y desviación típica de las variables analizadas en sentadilla paralela con barra libre, en la población 8, varones,
jugadores de béisbol, 14 a 17 años, n= 10.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 169.8 19.0 173.8* 22.3 179.6* 22.7 174.4 20.9
1 MR kp 2.37 0.09 2.4* 0.15 2.53* 0.13 2.43 0.14
PM 1073.8 320.8 1067.1 333.0 1032.8 349.0 1057.9 320.1
PM kp 15.0 4.0 14.7 3.9 14.4 4.3 14.7 3.9
PP 2373.5 667.2 2516.4 820.7 2535.8 871.1 2475.3 759.5
PP kp 32.9 7.8 34.7 10.0 35.4 10.7 34.4 9.2
loc % PM 61.9% 12.3% 63.3% 15.9% 58.9% 10.7% 61.3% 12.7%
Loc % PP 66.6% 15.9% 70.3% 18.4% 70.4% 15.9% 69.1% 16.1%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 40. Media y desviación típica de las variables analizadas en sentadilla paralela con barra libre, en la población 9, varones,
boxeo y taekwondo de competición, n= 8.
 Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto
Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 139.2 25.4 151.3* 30.2 160.7* c 28.5 150.4 27.9
1 MR kp 2.41 0.21 2.55 0.41 2.55 0.46 2.5 0.36
PM 1055.0 171.1 1282.9* 222.4 1361.1*α 169.7 1233.0 222.4
PM kp 18.3 1.6 21.5* 2.4 21.6ª 3.1 20.5 2.8
PP 1815.2 356.6 2289.8* 464.7 2429.0 b 416.3 2178.0 474.4
PP kp 31.6 4.8 38.4* 5.7 38.2* 5.0 36.1 5.9
loc % PM 58.0% 6.7% 64.2% 6.2% 62.8% 7.1% 61.7% 6.8%
Loc % PP 57.2% 12.5% 65.8% 4.8% 66.3% 7.1% 63.1% 9.3%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2, ª tendencias que no llegan a ser
significativas respecto al test 1 (p = 0.075), b tendencias que no llegan a ser significativas respecto al test 1 (p =
0.091), c tendencias que no llega a ser significativas respecto al test 2. 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una
única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por
kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media,
máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia
pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor
de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor
de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 41. Media y desviación típica de las variables analizadas en sentadilla paralela con barra libre, en la población 10, varones,
lucha libre y grecoromana, 14 a 17 años, Cuba, n= 6.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 112.0 12.7 114.0 11.4 116.9 9.7 114.3 11.1
1 MR kp 1.97 0.18 1.94 0.2 1.98 0.21 1.97 0.19
PM 850.0 109.1 1013.6* 187.3 1050.8* 194.5 971.5 184.4
PM kp 15.0 1.5 17.3* 3.0 17.7* 2.8 16.6 2.7
PP 1398.1 445.3 2062.5* 576.1 2045.6* 630.1 1835.4 620.2
PP kp 24.5 6.5 35.1* 9.2 34.5* 10.4 31.4 9.8
loc % PM 68.2% 5.2% 65.2% 7.1% 68.8% 4.3% 67.4% 5.6%
Loc % PP 72.9% 10.6% 64.0% 8.6% 68.8% 8.6% 68.6% 9.7%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de
peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 42. Media y desviación típica de las variables analizadas en sentadilla paralela con barra libre, en la población 11, mujeres,
jugadoras de sóftbol, 1º división, Cuba, n= 9.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 108.7 13.5 117.6* 11.3 119.5* 7.8 115.2 11.8
1 MR kp 2.01 0.22 2.12 0.21 2.07 0.22 2.07 0.21
PM 853.2 135.1 918.9 167.3 883.3 100.8 885.1 135.1
PM kp 15.7 1.6 16.4 1.6 15.3 1.9 15.8 1.7
PP 1535.2 449.5 1690.1 402.6 1727.4 301.7 1650.9 385.3
PP kp 27.9 4.9 30.1 4.9 29.7 4.7 29.2 4.8
loc % PM 67.9% 7.7% 63.8% 6.2% 66.8% 7.9% 66.2% 7.2%
Loc % PP 66.4% 7.6% 68.1% 10.3% 69.0% 12.1% 67.8% 9.9%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de
peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 43. Media y desviación típica de las variables analizadas en sentadilla paralela con barra libre, en la población 12, mujeres,
practicantes de taekwondo, 14 a 16 años, Cuba, n= 10.
Resultados obtenidos en carga en un tiempo.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media desv. tip. Media desv. Tip. Media desv. tip. Media desv. tip.
1 MR abs 72.2 11.2 76.4ª 9.4 78.5*b 12.4 75.7 11.1
1 MR kp 0.94 0.9 1.0 0.11 1.02 0.13 0.99 0.11
PM 801.5 145.5 798.9 159.9 900.4 257.5 833.6 194.9
PM kp 10.4 1.4 10.4 1.9 11.7 3.1 10.8 2.3
PP 1706.0 514.7 1760.6 395.7 1713.7 476.7 1726.7 453.3
PP kp 22.3 7.1 23.2 6.1 22.3 6.4 22.6 6.4
loc % PM 85.7% 10.7% 90.4% 11.7% 86.3% 11.4% 87.5% 11.2%
Loc % PP 79.9% 19.2% 84.3% 18.3% 80.9% 17.5% 81.7% 18.0%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2, ª tendencias que no llegan a ser
significativas respecto al test 1 (p = 0.074), b tendencias que no llegan a ser significativas respecto al test 2 (p =
0.094). 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (Kg.); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una
única repetición relacionado al peso corporal (Kg. por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en
el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal);
PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc %
PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc
% PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 44. Media y desviación típica de las variables analizadas en cargada en 1 tiempo, en la población 1, opositores a bomberos, n=
13.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media desv. tip. Media Desv. Tip. Media desv. tip. Media desv. tip.
1 MR abs 59.5 7.0 64.4ª 9.3 70.6*α 8.1 64.8 9.1
1 MR kp 0.75 0.12 0.82 0.14 0.91*α 0.13 0.83 0.14
PM 679.4 125.0 680.4 147.1 764.6*α 127.7 708.1 134.1
PM kp 8.6 1.9 8.6 1.6 9.8*α 1.6 9.0 1.7
PP 1623.3 324.1 1296.4* 225.1 1684.8 618.9 1534.8 440.8
PP kp 20.4 5.0 16.4 b 2.9 21.7 8.4 19.5 6.1
loc % PM 85.9% 8.0% 90.0% 12.1% 92.4% 8.8% 89.4% 9.8%
Loc % PP 78.8% 19.7% 83.3% 16.0% 78.4% 21.2% 80.1% 18.4%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2. ª, b, tendencias que no llegan a
ser significativas (p = 0.069). 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (Kg.); 1 MR kp: peso
máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (Kg. por kg de peso corporal); PM: Potencia
media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal
(vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios
por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor
más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el
valor más alto de potencia pico.
Tabla 45. Media y desviación típica de las variables analizadas en cargada en 1 tiempo, en la población 2, opositores a policía, n=
8.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media desv. tip. Media desv. Tip. Media Desv. tip. Media Desv. tip.
1 MR abs 46.2 6.7 47.7 7.5 48.8 5.1 47.6 6.1
1 MR kp 0.84 0.8 0.83 0.07 0.85 0.03 0.84 0.06
PM 454.1 35.3 435.6 50.7 589.1* 140.7 493.0 108.4
PM kp 8.4 1.3 7.7 1.4 10.3 2.4 8.8 2.0
PP 1152.0 246.2 1064.6 298.1 1545.9α 260.2 1254.1 330.2
PP kp 20.8 2.9 18.9 6.4 27.0α 4.8 22.2 5.8
loc % PM 87.6% 10.6% 81.8% 4.3% 84.4% 14.4% 84.6% 10.1%
Loc % PP 78.2% 29.9% 89.6% 7.7% 79.6% 25.1% 82.5% 21.9%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (Kg.); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (Kg. por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de
peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 46. Media y desviación típica de las variables analizadas en cargada en 1 tiempo, en la población 3, mujeres, fitness de
competición, n= 5.
 Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto
Estadístico Media Desv. tip. Media Desv. Tip. Media Desv. tip. Media desv. Tip.
1 MR abs 71.4 12.6 73.4ª 12.1 78.9*α 11.8 74.5 12.0
1 MR kp 0.92 0.16 0.94 0.14 1.07*α 0.16 0.98 0.16
PM 819.4 256.9 914.9* 288.5 901.8 b 197.5 878.7 241.6
PM kp 10.6 3.3 11.8* 3.9 12.2* 2.5 11.5 3.2
PP 2425.4 2821.9 1581.4 272.0 1968.5 577.4 1991.8 1623.6
PP kp 31.6 37.3 20.5 4.0 26.4 6.7 26.2 21.4
loc % PM 84.1% 19.4% 91.7% 20.2% 90.1% 20.9% 88.7% 19.4%
Loc % PP 71.1% 28.1% 85.6% 15.6% 91.1% 9.3% 82.6% 20.3%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2, ª tendencias que no llega a ser
significativa respecto al test 1 (P = 0.063), b, tendencia que no llega a ser significativa respecto al test 1 (p = 0.063).
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (Kg.); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (Kg. por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM:
Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc %
PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico).
Tabla 47. Media y desviación típica de las variables analizadas en cargada en 1 tiempo, en la población 4, varones, judokas de
competición, n= 7.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media desv. tip. Media desv. Tip. Media Desv. tip. Media Desv. tip.
1 MR abs 69.2 16.5 71.3 13.5 73.6* 15.9 71.4 14.9
1 MR kp 0.89 0.14 0.92 0.11 0.94* 0.14 0.92 0.13
PM 805.1 226.2 766.4 213.5 768.3 191.4 779.9 203.4
PM kp 10.4 2.8 10.0 2.4 9.9 2.3 10.1 2.4
PP 2126.4 705.7 2321.2 1334.7 1751.1 800.9 2066.2 978.2
PP kp 27.6 9.5 30.4 18.2 22.8 11.4 26.9 13.4
loc % PM 88.6% 16.5% 79.4% 14.0% 91.3% 12.3% 86.4% 14.7%
Loc % PP 69.2% 24.1% 73.3% 15.1% 75.2% 23.9% 72.6% 20.8%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (Kg.); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (Kg. por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de
peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 48. Media y desviación típica de las variables analizadas en cargada en 1 tiempo, en la población 5, varones, con
entrenamiento recreativo de fuerza y resistencia, n= 9.

Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media desv. Tip. Media desv. Tip. Media desv. tip. Media desv. tip.
1 MR abs 72.0 8.9 74.2 9.7 75.9 10.6 74.0 9.5
1 MR kp 1.02 0.15 0.99 0.07 1.02 0.07 1.01 0.1
PM 766.7 156.8 860.0 227.2 886.0 88.5 837.6 168.3
PM kp 10.9 2.8 11.5 2.6 12.0 0.9 11.4 2.2
PP 1732.6 392.6 1819.3 321.8 1976.3 497.8 1842.7 405.5
PP kp 24.8 7.3 24.4 3.7 26.5 4.9 25.2 5.3
loc % PM 84.6% 17.5% 84.1% 16.7% 88.0% 16.4% 85.6% 16.2%
Loc % PP 78.3% 21.0% 81.1% 21.6% 79.5% 24.8% 79.6% 21.6%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (Kg.); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (Kg. por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de
peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 49. Media y desviación típica de las variables analizadas en cargada en 1 tiempo, en la población 6, varones competidores de
fitness n= 8.
 Momento Test 1 Test 2 Test 3 Conjunto

Estadístico Media desv. Tip. Media desv. Tip. Media desv. tip. Media Desv. Tip.

1 MR abs 63.1 12.5 65.7* 13.7 67.8*ª 13.8 65.5 13.1

1 MR kp 0.86 0.13 0.88 0.13 0.93* b 0.16 0.89 0.14
PM 730.2 296.0 791.2 344.9 801.8 250.3 774.4 293.3
PM kp 9.8 3.2 10.5 3.6 10.8 2.7 10.4 3.1
PP 2060.6 2036.6 2479.5* 2735.0 1967.4 1406.6 2169.2 2085.1
PP kp 27.0 23.1 32.0 30.5 26.4 16.8 28.4 23.6
loc % PM 84.9% 16.4% 81.8% 17.2% 91.2% 11.7% 85.9% 15.4%
Loc % PP 78.9% 20.5% 76.8% 22.6% 82.7%α 20.6% 79.5% 20.8%
**p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2, tendencias que no llegan a ser
significativas respecto al test 2 (p = 0.068), b, tendencias que no llegan a ser significativas respecto al test 2 (p =
0.052). 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (Kg.); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una
única repetición relacionado al peso corporal (Kg. por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en
el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal);
PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc %
PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc
% PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia.
Tabla 50. Media y desviación típica de las variables analizadas en cargada en 1 tiempo, en la población 9, varones, boxeo y
taekwondo de competición, n= 13.

Comparación de los resultados obtenidos y pico en sentadilla con respecto al press de

en los ejercicios de fuerza hombros (ver figuras 44; 45; 46; y 47).

• En primer lugar, se mostrarán las

comparaciones realizadas entre los ejercicios,
tomando los datos en forma conjunta, sin
diferenciar los momentos en que fueron
realizados los test, ni las poblaciones.
• En segundo lugar, se mostrarán las
comparaciones realizadas entre los ejercicios,
distinguiendo los momentos en que fueron
realizados los test, pero sin diferenciar entre
las poblaciones.
• En tercer lugar, se mostrarán las
comparaciones realizadas entre los ejercicios,
y entre poblaciones, sin distinguir entre los
momentos que fueron realizados los test.
• En cuarto lugar, se mostrarán las
comparaciones realizadas entre los ejercicios,
poblaciones y momentos en que fueron
realizados los test.

Comparación de los resultados obtenidos Figura 44. Comparación de la media y desviación típica, de
analizados de forma conjunta la 1 MR absoluta y por kg de peso corporal, obtenida en
press de banca plano (n= 318); sentadilla paralela (n= 324),
El análisis de la varianza mostró la existencia de cargada en 1 tiempo (n= 189) y press de hombros (n= 30).
** p< 0.01 respecto al valor del press de banca con barra
diferencias significativas (p < 0.01) entre las libre. γ p< 0.01, respecto al valor de sentadilla paralela con
variables estudiadas en cada uno e los ejercicios. barra libre. β p< 0.01, especto al valor de cargada en 1
Los resultados del análisis post hoc de de Scheffe tiempo.
indican la existencia de diferencias significativas
entre todas las variables comparadas, a excepción
del nivel de la 1 MR en press de banca con la
obtenida en cargada en un tiempo, y el porcentaje
de peso, respecto de la 1 MR, en donde se
localizan los máximos valores de potencia media
 Figura 45. Comparación de la media y desviación típica, de
la potencia máxima, media, absoluta y por kg de peso
corporal, obtenido en press de banca plano (n= 318);
sentadilla paralela (n= 324), cargada en 1 tiempo (n= 189) y
press de hombros (n= 30). ** p< 0.01 respecto al valor del
press de banca con barra libre.γ p< 0.01, respecto al valor
de sentadilla paralela con barra libre.β p< 0.01, especto al
valor de cargada en 1 tiempo.
Figura 46. Comparación de la media y desviación típica, de
la potencia pico, absoluta y por kg de peso corporal,
obtenido en press de banca plano (n= 318); sentadilla
paralela (n= 324), cargada en 1 tiempo (n= 189) y press de
hombros (n= 30). ** p< 0.01 respecto al valor del press de
banca con barra libre.γ p< 0.01, respecto al valor de
sentadilla paralela con barra libre.β p< 0.01, especto al
valor de cargada en 1 tiempo.
Figura 47. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
press de banca plano (n= 318); sentadilla paralela (n= 324),
cargada en 1 tiempo (n= 189) y press de hombros (n= 30).
** p< 0.01 respecto al valor del press de banca con barra
libre.γ p< 0.01, respecto al valor de sentadilla paralela con
barra libre.β p< 0.01, especto al valor de cargada en 1
tiempo.
La comparación de los datos obtenidos en cada
uno de los ejercicios estudiados, muestra que
además de las diferencias en los valores de la 1
MR, existen diferencias significativas en la
potencia mecánica y en el localización de los
porcentajes de peso en donde se producen los
valores más altos de potencia media y pico, ya que
salvo entre la sentadilla y el press de hombros, en
donde no existen diferencias significativas, los
porcentajes de peso en donde se alcanzan las
potencias, medias y picos más altas, son diferentes
en cada ejercicio realizado: 50.29%; 60.79%;
86.92% y 62.20% para la potencia media en press
de banca, sentadilla paralela, cargada en un
tiempo y press de hombros, respectivamente, y
45.54%; 63.29%; 79.64%; y 68.49%, para la
potencia pico en press de banca, sentadilla
paralela, cargada en un tiempo y press de
hombros, respectivamente.
Comparación de los resultados obtenidos en los
ejercicios, analizados de forma conjunta, pero
diferenciando los momentos en donde se
realizaron las evaluaciones
Al comparar los resultados obtenidos en cada uno
de los tres test realizados, al inicio del periodo de
entrenamiento (test 1), en el primer pico de
rendimiento (test 2) y en el segundo pico de
rendimiento (test 3), en cada uno de los ejercicios,
analizados de forma conjunta, sin diferenciar la
población, el análisis post hoc de Scheffe, mostró
diferencias significativas, (p < 0.05) solamente, en
los valores obtenidos en el test 3 respecto al test 1
en:

1. En el nivel de la 1 MR por kg de peso corporal

de la cargada en un tiempo (tabla 19).
2. En la potencia pico absoluta y por kg de peso
corporal de la sentadilla paralela con barra
libre (tabla 18).

Por otro lado debemos destacar la existencia de

tendencias que no llegaron a ser significativas, en
el test 3 respecto al test 1, en la potencia media
por kg de peso corporal, en press de banca con
barra libre (p = 0.076) en el valor de la 1 MR por
kg de peso corporal en sentadilla paralela (p =
0.59) y en el valor de la 1 MR absoluto en la
cargada en un tiempo (p = 0.56), (ver tablas 17, 18
y 19).
Figura 49. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
alcanzan los valores más altos de potencia media y pico, en
sentadilla paralela (n= 108) entre los tres test realizados a lo
largo del estudio.
* p< 0.05.

Las figuras 48, 49 y 50 muestran la comparación

entre los porcentajes de peso en donde se alcanzan
los máximos valores de potencia media y pico en
los ejercicios de press de banca plano con barra
libre, sentadilla paralela con barra libre y cargada
en un tiempo.

Figura 50. Comparación de la media y desviación típica, de

los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
alcanzan los valores más altos de potencia media y pico, en
cargada en un tiempo (n= 63) entre los tres test realizados a
lo largo del estudio.
* p< 0.05.

El análisis de los resultados obtenidos en cada uno

Figura 48. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
producen los valores más altos de potencia media y pico, en
press de banca plano (n= 106) entre los tres test realizados a
lo largo del estudio.
* p< 0.05.
de los tres test efectuados a lo largo del estudio,
indica que cuando no se clasifica a los sujetos por
población, no se producen diferencias en la
localización de los valores más altos de potencia.
Comparación de los resultados obtenidos en los
ejercicios, sin diferenciar el momento de la
evaluación
• En primer lugar, se mostrarán los resultados al
comparar los datos obtenidos entre las
diferencias poblaciones.
• En segundo lugar, se mostrarán los resultados
de la comparación de los datos obtenidos
dentro de cada una de las poblaciones
estudiadas.
Comparación entre las grupos de La población 1 (n= 51) opositores a bomberos,
poblaciones estudiadas presenta diferencias significativas (p < 0.01) en el
nivel de la 1 MR absoluta y por kg de peso
En este apartado, se mostrarán las comparaciones corporal con las poblaciones 2, 3, 4, 5, 7, 8, 9, 11,
entre los resultados obtenidos en cada ejercicio, y 12, mientras que con la población 10 sólo se ven
considerando la muestra de forma conjunta, sin diferencias significativas (p < 0.01) con el nivel
diferenciar los momentos en que fueron de la 1 MR absoluta, pero no con el valor de la 1
evaluados. MR por kg de peso corporal. Con la población 6
no se ven diferencias significativas para un valor p
• En primer lugar, se mostrarán las < 0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparaciones realizadas entre las comparados en la figura 51.
poblaciones para el ejercicio de press de banca
plano. La población 2 (n= 24) opositores a policía,
• En segundo lugar, se mostrarán las presenta diferencias significativas (p < 0.01) en el
comparaciones realizadas entre las nivel de la 1 MR absoluta y por kg de peso
poblaciones para el ejercicio de sentadilla corporal con las poblaciones 1, 7, 11, y 12,
paralela. mientras que con la poblaciones 3, y 8 sólo se ven
• En tercer lugar, se mostraran las diferencias significativas (p < 0.01) con el valor
comparaciones realizadas entre las de la 1 MR absoluto, pero no con el nivel de la 1
poblaciones que ejecutaron el ejercicio de MR por kg de peso corporal. Con las poblaciones,
cargada en un tiempo. 4, 5, 6, 9, y 10 no se ven diferencias significativas
para un valor p < 0.05 en ninguno de los dos
1. Press de banca con barra libre: En las figuras parámetros comparados en la figura 51.
51 a 55 se muestran las comparaciones de los
valores medios y de desviación típica de los La población 3 (n= 21) mujeres, competidoras
resultados obtenidos por las 12 poblaciones de fitness, presenta diferencias significativas (p <
evaluadas en press de banca plano con barra 0.01) en el nivel de la 1 MR absoluta y por kg de
libre. peso corporal con las poblaciones 1, 4, 6, 7, y 10
mientras que con la poblaciones 2, 5, 8, y 9 sólo
Comparación de la 1 MR absoluta y por se ven diferencias significativas (p < 0.01) con el
kilogramo de peso corporal: valor de la 1 MR absoluta, pero no con el valor de
la 1 MR por kg de peso corporal. Con las
poblaciones, 11 y 12 no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados en la figura 51.

La población 4 (n= 36) varones judokas de

competición, presenta diferencias significativas
(p < 0.01) en el nivel de la 1 MR absoluta y por kg
de peso corporal con las poblaciones 3, 7, 11, y 12
mientras que con la poblaciones 1 y 8 sólo se ven
diferencias significativas (p < 0.01) con el valor
de la 1 MR absoluto, pero no con el valor de la 1
MR por kg de peso corporal. Con las poblaciones,
2, 5, 6, 9, y 10 no se ven diferencias significativas
para un valor p < 0.05 en ninguno de los dos
parámetros comparados en la figura 51.

La población 5 (n= 24) varones con

Nota: La población 7 realizó el ejercicio de press de
hombros con barra por delante.
Figura 51. Comparación de la media y desviación típica, de
los valores de la 1 MR absoluta y por kg de peso corporal, en
press de banca plano, entre las diferentes poblaciones
evaluadas. **p < 0.01; *p < 0.05, respecto a las demás
poblaciones.
entrenamiento recreativo de fuerza y
resistencia, presenta diferencias significativas (p
< 0.01) en el nivel de la 1 MR absoluta y por kg
de peso corporal con las poblaciones 1, 11, y 12
mientras que con la poblaciones 3, 7, y 8 sólo se
ven diferencias significativas (p < 0.01) con el
nivel de la 1 MR absoluto, pero no con el valor de
la 1 MR por kg de peso corporal. Con las
poblaciones, 2, 4, 5, 9, y 10 no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados en la figura 51.
La población 6 (n= 24) varones, competidores
de fitness, presenta diferencias significativas (p <
0.01) en el nivel de la 1 MR absoluta y por kg de
peso corporal con las poblaciones 3, 7, 9, 10, 11, y
12 mientras que con la población 8 sólo se ven
diferencias significativas (p < 0.01) con el nivel
de la 1 MR absoluto, pero no con e nivel de la 1
MR por kg de peso corporal. Con las poblaciones,
1, 2, 4, y 5 no se ven diferencias significativas
para un valor p < 0.05 en ninguno de los dos
parámetros comparados en la figura 51.
La población 7 (n= 30) mujeres, jugadoras de
voley de 1º división (Cuba), presenta diferencias
significativas (p < 0.01) en el nivel de la 1 MR
absoluta y por kg de peso corporal con las
poblaciones 1, 2, 3, 4, 5, 6, 8, 9, y 10. Con las
poblaciones 11 y 12 no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados en la figura 51.
La población 8 (n= 36) jugadores de béisbol de
14 a 17 años (Cuba), presenta diferencias
significativas (p < 0.01) en el nivel de la 1 MR
absoluta y por kg de peso corporal con las
poblaciones 1, 11, y 12 mientras que con la
poblaciones 2, 3, 4, 5, 6, 7, sólo se ven diferencias
significativas (p < 0.01) con el nivel de la 1 MR
absoluta, pero no con el valor de la 1 MR por kg
de peso corporal. Con las poblaciones, 9, y 10 no
se ven diferencias significativas para un valor p <
0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparados en la figura 51.
de la 1 MR absoluta, pero no con el valor de la 1
MR por kg de peso corporal. Con las poblaciones,
2, 4, 5, 8, y 9 no se ven diferencias significativas
para un valor p < 0.05 en ninguno de los dos
parámetros comparados en la figura 51.
La población 11, (n= 24) mujeres, jugadoras de
sóftbol, 1º división (Cuba), presenta diferencias
significativas (p < 0.01) en el nivel de la 1 MR
absoluta y por kg de peso corporal con las
poblaciones 1, 2, 4, 5, 6, 8, 9, y 11. Con las
poblaciones, 3, 7, y 12 no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados en la figura 51.
La población 12, (n= 21) mujeres, practicantes
de taekwondo, de 14 a 16 años (Cuba), presenta
diferencias significativas (p < 0.01) en el nivel de
la 1 MR absoluta y por kg de peso corporal con
las poblaciones 1, 2, 4, 5, 6, 8, 9, y 11. Con las
poblaciones, 3, 7, y 11 no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados en la figura 51.
Las poblaciones 1, 2, 4, 5, 6 y 9, integradas por
varones mayores de 17 años, muestran niveles de
fuerza superiores, siendo la 1 (opositores a
bombero) y la 6 (competidores de fitness) las que
tienen los valores más altos, mientras que las
poblaciones de mujeres 7, 11, y 12, integradas por
mujeres los más bajos. De todos modos, las
diferencias tienden a reducirse cuando se
normalizan los valores por kg de peso corporal,
especialmente con las poblaciones 8 y 10
integradas por varones de 14 a 17 años.

La población 9 (n= 36) varones, boxeadores o

taekwondístas, presenta diferencias significativas
(p < 0.01) en el nivel de la 1 MR absoluta y por kg
de peso corporal con las poblaciones 1, 11, y 12
mientras que con la poblaciones 3 6, y 7, sólo se
ven diferencias significativas (p < 0.01) con el
valor de la 1 MR absoluta, pero no con el valor de
la 1 MR por kg de peso corporal. Con las
poblaciones, 2, 4, 5, 8 y 10 no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados en la figura 51.

La población 10 (n= 21) varones, practicantes

de lucha libre y grecoromana de 14 a 17 años
(Cuba), presenta diferencias significativas (p <
0.01) en el nivel de la 1 MR absoluta y por kg de
peso corporal con las poblaciones 3, 7, 11, y 12
mientras que con la poblaciones 1 y 6 sólo se ven
diferencias significativas (p < 0.01) con el valor
Comparación de los valores de potencia
máxima media, absoluta y por kilogramo de
peso corporal:
Nota: La población 7 realizó el ejercicio de press de
hombros con barra por delante.
Figura 52. Comparación de la media y desviación típica, de
los valores de la máxima potencia media, absoluta y por kg
de peso corporal, en press de banca plano, entre las
diferentes poblaciones evaluadas.
**p < 0.01; *p < 0.05, respecto a las demás poblaciones.
La población 1 (n= 51), opositores a bomberos,
presenta diferencias significativas (p < 0.01) en la
máxima potencia media, absoluta y por kg de peso
corporal, con las poblaciones 2, 3, 5, 7, 9, 11, y
12, mientras que con las poblaciones, 6, 8, y 10
sólo se ven diferencias significativas (p < 0.01)
con la máxima potencia máxima media absoluta,
pero no por kg de peso corporal. Con las
población 4, no se ven diferencias significativas
para un valor p < 0.05 en ninguno de los dos
parámetros comparados en la figura 52.
La población 2 (n= 24), opositores a policía,
muestra diferencias significativas (p < 0.01) en la
máxima potencia media, absoluta y por kg de peso
corporal, con las poblaciones 1, 7, y 11 mientras
que con las poblaciones 3 y 12 sólo se ven
diferencias significativas (p < 0.01) en la máxima
potencia media absoluta, pero no con la relativa al
peso corporal. Con las poblaciones 4, 5, 6, 8, 9, y
10, no se ven diferencias significativas para un
valor p < 0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparados en la figura 52.
La población 3 (n= 21), mujeres competidoras
de fitness, muestra diferencias significativas (p <
0.01) en la máxima potencia media, absoluta y por
kg de peso corporal con las poblaciones 1, 4, 6, 8,
y 10, mientras que con las poblaciones 2, 5, y 9,
sólo se ven diferencias significativas (p < 0.01)
con la potencia máxima, media, absoluta, pero no
con la relativa al peso corporal. Con las
poblaciones 7, 11, y 12 no se observan diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados.
La población 4 (n= 36), varones judokas de
competición, muestra diferencias significativas (p
< 0.01) en la máxima potencia media, absoluta y
por kg de peso corporal con las poblaciones 3, 7,
11 y 12, y para una p < 0.05 con las población 9.
Con la población 5 presenta diferencias
significativas, p < 0.01, en la máxima potencia
media por kg de peso corporal y de p < 0.05 con
la máxima potencia media, absoluta. Con las
poblaciones, 1, 2, 6, 8, y 10, no se distinguen
diferencias significativas para un valor p < 0.05 en
ninguno de los dos parámetros comparados.
La población 5 (n= 24), varones con
entrenamiento recreativo de fuerza y
resistencia, muestra diferencias significativas (p <
0.01) en la máxima potencia media, absoluta y por
kg de peso corporal con las poblaciones 1, 4, y 7
mientras que con la población 3 sólo se ven
diferencias significativas (p < 0.01) con la
máxima potencia media absoluta, pero no con la
relativa al peso corporal. Por el contrario con las
poblaciones 8 y 10 se ven diferencias
significativas (p < 0.05) con la máxima potencia
media por kg de peso corporal, pero no con la
absoluta. Con las poblaciones, 2, 6, y 9 no se ven
diferencias significativas para un valor p < 0.05 en
ninguno de los dos parámetros comparados.
La población 6 (n= 24), varones, competidores
de fitness, presenta diferencias significativas (p <
0.01) en la máxima potencia media, absoluta y por
kg de peso corporal con las poblaciones 1, 3, 7,
11, y 12. Con las poblaciones, 2, 4, 5, 8, 9, y 10,
no se distinguen diferencias significativas para un
valor p < 0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparados.
La población 7 (n= 30), jugadoras de voley de
1º división (Cuba), muestra diferencias
significativas (p < 0.01) en la máxima potencia
media, absoluta y por kg de peso corporal con las
poblaciones 1, 2, 4, 5, 6, 8, 9, y 10. Con las
poblaciones, 3, 11, y 12 no se observaron
diferencias significativas para un valor p < 0.05 en
ninguno de los dos parámetros comparados.
La población 8 (n= 36), jugadores de béisbol de
14 a 17 años (Cuba), presenta diferencias
significativas (p < 0.01) en la máxima potencia
media, absoluta y por kg de peso corporal, con las
poblaciones 3 y 7, mientras que con las
poblaciones 1, y 6 sólo se observaron diferencias
significativas (p < 0.01) en la máxima potencia
media absoluta, pero no con la relativa al peso
corporal. Por el contrario con las poblaciones 5, 9,
11, y 12, sólo se distinguen diferencias
significativas (p < 0.01) con la potencia máxima,
media, por kg de peso corporal, y no con la
absoluta. Con las poblaciones, 2, 4, y 10 no se ven
diferencias significativas para un valor p < 0.05 en
ninguno de los dos parámetros comparados.
La población 9 (n= 36), boxeadores o
taekwondístas, muestra diferencias significativas
(p < 0.01) en la máxima potencia media, absoluta
y por kg de peso corporal con las poblaciones 1, 4,
7, y 11, mientras que con las poblaciones, 3, y 12
sólo se observaron diferencias significativas (p <
0.01) con la máxima potencia media absoluta,
pero no con la relativa al peso corporal. Por el
contrario con la población 8 sólo se distinguen
diferencias significativas (p < 0.01) con la
máxima potencia media por kg de peso corporal,
pero no con la absoluta. Con las población 2, 5, 6,
y 10 no se observaron diferencias significativas
para un valor p < 0.05 en ninguno de los dos
parámetros comparados.
ven diferencias significativas (p < 0.01) en la
máxima potencia media absoluta, pero no en la
relativa al peso corporal. Con las poblaciones 3, 7,
y 12, no se observaron diferencias significativas
para un valor p < 0.05 en ninguno de los dos
parámetros comparados.
La población 12, (n= 21), mujeres practicantes
de taekwondo, de 14 a 16 años (Cuba), muestra
diferencias significativas (p < 0.01) en la máxima
potencia media, absoluta y por kg de peso
corporal, con las poblaciones 1, 2, 4, 6, 8 y 10
mientras que con la poblaciones 5, y 9, sólo se ven
diferencias significativas (p < 0.01) en la máxima
potencia media absoluta, pero no con la relativa al
peso corporal. Con las poblaciones 3, 7, y 11, no
se ven diferencias significativas para un valor p <
0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparados.
Las poblaciones 1, 2, 4, 5, 6, 8, 9 y 10, integradas
por varones, muestran valores de máxima
potencia media superiores al de las poblaciones 3,
7, 11, y 12, integradas por mujeres. La población
1 es la que posee los niveles más altos de potencia
media máxima absoluta. De todos modos, las
diferencias tienden a reducirse cuando se
consideran los valores de potencia media por kg
de peso corporal, especialmente con respecto la
población 3 (mujeres competidoras de fitness).

La población 10 (n= 21), varones, practicantes

de lucha libre y grecoromana de 14 a 17 años
(Cuba), muestra diferencias significativas (p <
0.01) en la máxima potencia media, absoluta y por
kg de peso corporal, con las poblaciones 3, 7, 11,
y 12 mientras que con la población 1 sólo se ven
diferencias significativas (p < 0.01) en la máxima
potencia media absoluta, pero no con la relativa al
peso corporal. Por el contrario con la población 5
sólo se ven diferencias significativas (p < 0.01)
con la máxima potencia media por kg de peso
corporal, pero no en la absoluta. Con las
población 2, 4, 6, 8, y 9, no se distinguen
diferencias significativas para un valor p < 0.05 en
ninguno de los dos parámetros comparados.

La población 11, (n= 24), mujeres jugadoras de

sóftbol de 1º división (Cuba), muestra
diferencias significativas (p < 0.01) en la máxima
potencia media, absoluta y por kg de peso
corporal, con las poblaciones 1, 4, y 8, mientras
que con las poblaciones, 2, 5, 6, 9 y 10, sólo se
Comparación de los valores de potencia pico,
absoluta y por kilogramo de peso corporal:
* de los dos parámetros comparados.
Nota: La población 7 realizó el ejercicio de press de
hombros con barra por delante.
Figura 53. Comparación de la media y desviación típica, de
los valores de potencia pico absoluta y por kg de peso
corporal, en press de banca plano, entre las diferentes
poblaciones evaluadas.
**p < 0.01; *p < 0.05, respecto a las demás poblaciones.
La población 1 (n= 51), opositores a bomberos,
muestra diferencias significativas (p < 0.01) en la
potencia pico absoluta y por kg de peso corporal
con las poblaciones 3, 7, 11, y 12, mientras que
con las población 9 sólo se ven diferencias
significativas (p < 0.01) con la potencia pico,
absoluta, pero no con la relativa al peso corporal.
Con las poblaciones, 2, 4, 5, 6, 8 y 10 no se ven
diferencias significativas para un valor p < 0.05 en
ninguno de los dos parámetros comparados en la
figura 53.
La población 2 (n= 24), opositores a policía,
sólo muestra diferencias significativas (p < 0.01)
en la potencia pico absoluta y por kg de peso
corporal, con la población 7. No se ven
diferencias significativas con el resto de las
poblaciones para un valor p < 0.05 en ninguno de
los dos parámetros comparados en la figura 53.
La población 3 (n= 21), mujeres competidoras
de fitness, muestra diferencias significativas (p <
0.01) en la potencia pico absoluta y por kg de
peso corporal, con las poblaciones 1 y 10,
mientras que con las población 8 sólo se ven
diferencias significativas (p < 0.01) con la
potencia pico, absoluta, pero no con la relativa al
peso corporal. Con las poblaciones 2, 4, 5, 6, 7, 9,
11, y 12 no se ven diferencias significativas para
un valor p < 0.05 en ninguno de los dos
parámetros comparados en la figura 53.
La población 4 (n= 36), varones judokas de
competición, no ** muestra diferencias
significativas, para un valor p < 0.05 en ninguno
*
La población 5 (n= 24), ** varones con
entrenamiento recreativo de fuerza y
resistencia, muestra diferencias significativas (p <
0.01) en la potencia pico absoluta y por kg de
peso corporal, con la población 7. Con el resto de
las poblaciones no presenta diferencias
significativas, para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados.
La población 6 (n= 24), varones competidores
de fitness, muestra diferencias significativas (p <
0.05) en la potencia pico absoluta y por kg de
peso corporal con la población 7. Con el resto de
las poblaciones no presenta diferencias
significativas, para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados.
La población 7 (n= 30), jugadoras de voley de
1º división (Cuba), muestra diferencias
significativas (p < 0.01) en la potencia pico
absoluta y por kg de peso corporal con las
poblaciones 1, 2, 4, 5, 8, y 10, mientras que con la
población 6 estas diferencias son significativas
para un valor p < 0.05. Con la población 9 se ven
diferencias significativas (p < 0.01) sólo en la
potencia pico por kg de peso corporal y no con la
absoluta. Con las poblaciones 3, 11, y 12 no se
ven diferencias significativas para un valor p <
0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparados.
La población 8 (n= 36), jugadores de béisbol de
14 a 17 años (Cuba), presenta diferencias
significativas (p < 0.01) en la potencia pico
absoluta y por kg de peso corporal con las
poblaciones 7, 11, y 12, mientras que con la
población 3 sólo se ven diferencias (p < 0.01) con
la potencia pico absoluta, y no por kg de peso
corporal. Con el resto de las poblaciones, no se
ven diferencias significativas para un valor p <
0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparados.
La población 9 (n= 36), boxeadores o
taekwondístas, muestra diferencias significativas
(p < 0.01) sólo en la potencia pico por kg de peso
corporal, con las poblaciones 7 y 10. Con el resto
de las poblaciones, no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados.
La población 10 (n= 21), varones practicantes
de lucha libre y grecoromana de 14 a 17 años
(Cuba), presenta diferencias significativas (p <
0.01) en la potencia pico absoluta y por kg de
peso corporal, con las poblaciones 3, 7, 11, y 12.
Con las poblaciones 1, 2, 4, 5, 6 8 y 9 no se ven
diferencias significativas para un valor p < 0.05 en
ninguno de los dos parámetros comparados.
La población 11, (n= 24) jugadoras de sóftbol,
1º división (Cuba), presenta diferencias
significativas (p < 0.01) en la potencia pico
absoluta y por kg de peso corporal, con las
poblaciones 1, 8 y 10. Con el resto de las
poblaciones no se ven diferencias significativas
para un valor p < 0.05 en ninguno de los dos
parámetros comparados.
La población 12, (n= 21) mujeres, practicantes
de taekwondo de 14 a 16 años (Cuba), presenta
diferencias significativas (p < 0.01) en la potencia
pico absoluta y por kg de peso corporal, con las
poblaciones 1, 8 y 10. Con el resto de las
poblaciones no se ven diferencias significativas
para un valor p < 0.05 en ninguno de los dos
parámetros comparados.
Las poblaciones 1, 2, 4, 5, 6, 8, 9 y 10, integradas
por varones muestran los mayores niveles de
potencia pico, mientras que las poblaciones 3, 7,
11, y 12 integradas por mujeres, los menores. No
obstante, al igual que sucede con la máxima
potencia media, las diferencias tienden a reducirse
cuando se consideran los valores por kg de peso
corporal.

Comparación de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan los valores más
altos de potencia media:

Nota: La población 7 realizó el ejercicio de press de hombros con barra por delante.
Figura 54. Comparación de la media y desviación típica, de los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se alcanzan los
valores más altos de potencia media en press de banca plano, entre las diferentes poblaciones evaluadas.
**p < 0.01; *p < 0.05, respecto a las demás poblaciones.

La población 1 (n= 51), opositores a bomberos,
muestra diferencias significativas (p < 0.01) en los
porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde
se localizan los valores más altos de potencia
media, sólo con la población 7. Con el resto de las
poblaciones no se ven diferencias significativas
para un valor p < 0.05.
< 0.05, en los porcentajes de peso, respecto al
valor de la 1 MR, en donde se localizan los
valores más altos de potencia media, con ninguna
de las demás poblaciones, con ninguna de las
poblaciones. No obstante existe una tendencia que
no llega a ser significativa respecto de la
población 7 (p = 0.068).

La población 2 (n= 24), opositores a policía, no La población 3 (n= 21), mujeres competidoras
muestra diferencias significativas, para un valor p de fitness, muestra diferencias significativas (p <
0.01) en los porcentajes de peso, respecto a la 1
MR, en donde se localizan los valores más altos
de potencia media, sólo con la población 7. Con el
resto de las poblaciones no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05.
La población 4 (n= 36), varones judokas de
competición, muestra diferencias significativas (p
< 0.01) en los porcentajes de peso, respecto a la 1
MR, donde se localizan los valores más altos de
potencia media, sólo con la población 7. Con el
resto de las poblaciones no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05.
La población 5 (n= 24), varones con
entrenamiento recreativo de fuerza y
resistencia, no muestra diferencias significativas,
para un valor p < 0.05, en los porcentajes de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde se
localizan los valores más altos de potencia media,
con ninguna de las demás poblaciones, con
ninguna de las poblaciones.
La población 6 (n= 24), varones competidores
de fitness, muestra diferencias significativas (p <
0.01) en los porcentajes de peso, respecto a la 1
MR, en donde se localizan los valores más altos
de potencia media, sólo con la población 7. Con el
resto de las poblaciones no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05.
La población 7 (n= 30) jugadoras de voley de 1º
división (Cuba), muestra diferencias
significativas (p < 0.01) en los porcentajes de
peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan
los valores más altos de potencia media, con las
poblaciones 1, 3, 4, 6, 8 y 10, y para un valor p <
0.05 con las poblaciones 9 y 12.
Con las poblaciones 2, 5, y 11 no se observan
diferencias significativas para un valor p < 0.05
aunque, en el caso de la población 2 se distingue
una tendencia que no llega a ser significativa (p =
0.068).
La población 8 (n= 36) jugadores de béisbol de
14 a 17 años (Cuba), presenta diferencias
significativas (p < 0.01) en los porcentajes de
peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan
los valores más altos de potencia media, con la
población 7, y para un valor p < 0.05 con las
poblaciones 11 . Con el resto de las poblaciones
no se ven diferencias significativas para un valor p
< 0.05.
La población 9 (n= 36), boxeadores o
taekwondístas, presenta diferencias significativas
(p < 0.05) en los porcentajes de peso, respecto a la
1 MR, en donde se localizan los valores más altos
de potencia media, sólo con la población 7. Con el
resto de las poblaciones no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05.
La población 10 (n= 21), varones, practicantes
de lucha libre y grecoromana de 14 a 17 años
(Cuba), muestra diferencias significativas (p <
0.01) en los porcentajes de peso, respecto a la 1
MR, en donde se localizan los valores más altos
de potencia media, sólo con la población 7. Con el
resto de las poblaciones no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05.
La población 11, (n= 24), jugadoras de sóftbol
de 1º división (Cuba), presenta diferencias
significativas (p < 0.05) en los porcentajes de
peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan
los valores más altos de potencia media, sólo con
la población 8. Con el resto de las poblaciones no
se ven diferencias significativas para un valor p <
0.05.
La población 12, (n= 21) mujeres, practicantes
de taekwondo de 14 a 16 años (Cuba), muestra
diferencias significativas (p < 0.05) en los
porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde
se localizan los valores más altos de potencia
media, sólo con la población 7. Con el resto de las
poblaciones no se ven diferencias significativas
para un valor p < 0.05.
Las principales diferencias se producen respecto a
la población 7, que realizó el ejercicio de press de
hombros con barra, y muestra una localización de
los valores más altos de potencia media, en
porcentajes más elevados. Luego, pueden
destacarse las diferencias entre la población 8
compuesta por varones juveniles, jugadores de
béisbol, que tienden a localizar la potencia media
en porcentajes más bajos, respecto a las jugadoras
de sóftbol de la población 11 que tienden a tener
una localización más alta.
Comparación de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan los valores más
altos de potencia pico:

* La población 7 realizó el ejercicio de press de hombros con barra por delante.

Figura 55. Comparación de la media y desviación típica, de los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se alcanzan los
valores más altos de potencia pico en press de banca plano, entre las diferentes poblaciones evaluadas. **p < 0.01; *p < 0.05,
respecto a las demás poblaciones.

La población 1 (n= 51), opositores a bomberos,
muestra diferencias significativas, para un valor p
< 0.01, en los porcentajes de peso, respecto al
valor de la 1 MR, en donde se localizan los
valores más altos de potencia pico, con la
población 7. Con el resto de las poblaciones no se
observan diferencias significativas para un valor p
< 0.05.
La población 5 (n= 24), varones con
entrenamiento recreativo de fuerza y
resistencia, muestra diferencias significativas (p <
0.05) en los porcentajes de peso, respecto a la 1
MR en donde se localizan los valores más altos de
potencia pico, sólo con la población 8. Con el
resto de las poblaciones no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05.

La población 2 (n= 24), opositores a policía,
presenta diferencias significativas, ( p < 0.05) en
los porcentajes de peso, respecto al valor de la 1
MR, en donde se localizan los valores más altos
de potencia pico, con las poblaciones 7 y 8. Con el
resto de las poblaciones no se ven diferencias
significativas, para un valor p < 0.05.
La población 3 (n= 21), mujeres competidoras
de fitness, muestra diferencias significativas (p <
0.05) en los porcentajes de peso, respecto a la 1
MR, en donde se localizan los valores más altos
de potencia pico, sólo con la población 7. Con el
resto de las poblaciones no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05.
La población 4 (n= 36), varones judokas de
competición, presenta diferencias significativas
(p < 0.01) en los porcentajes de peso, respecto a la
1 MR, en donde se localizan los valores más altos
de potencia pico, sólo con la población 7. Con el
resto de las poblaciones no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05.
La población 6 (n= 24), varones competidores
de fitness, muestra diferencias significativas
(p<0.01) sólo con la población 7, con el resto de
las poblaciones no se observan diferencias
significativas, para un valor p < 0.05, en los
porcentajes de peso, respecto al valor de la 1 MR,
en donde se localizan los valores más altos de
potencia pico.
La población 7 (n= 30) jugadoras de voley de 1º
división (Cuba), presenta diferencias
significativas (p < 0.01) en los porcentajes de
peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan
los valores más altos de potencia pico, con las
poblaciones 1, 4, 6, 8, 9, 10 y 12, y para un valor
p < 0.05 con las poblaciones 2, 3, y 11. Con la
población 5 no se observan diferencias
significativas para un valor p < 0.05.
La población 8 (n= 36) jugadores de béisbol de
14 a 17 años (Cuba), muestra diferencias
significativas (p < 0.01) en los porcentajes de
peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan
los valores más altos de potencia pico, con la
poblaciones 5 y 7, para un valor p < 0.05 con la
población 2. Con la población 11 se observa una
tendencia, que no llega a ser significativa (p =
0.087). Con el resto de las poblaciones no se
observan diferencias significativas para un valor p
< 0.05.
La población 9 (n= 36), boxeadores o
taekwondístas, no presenta diferencias
significativas, para un valor p < 0.05, en los
porcentajes de peso, respecto al valor de la 1 MR,
en donde se localizan los valores más altos de
potencia pico, con ninguna de las poblaciones.
La población 10 (n= 21) varones, practicantes
de lucha libre y grecoromana de 14 a 17 años
(Cuba), presenta diferencias significativas (p <
0.01) en los porcentajes de peso respecto a la 1
MR, en donde se localizan los valores más altos
de potencia pico, sólo con la población 7. Con el
resto de las poblaciones no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05.
La población 11, (n= 24) jugadoras de sóftbol
de 1º división (Cuba), presenta diferencias
significativas (p < 0.01) en los porcentajes de
peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan
los valores más altos de potencia pico, con las
poblaciones 7 y 8. Con el resto de las poblaciones
no se ven diferencias significativas para un valor p
< 0.05.
La población 12, (n= 21) mujeres, practicantes
de taekwondo de 14 a 16 años (Cuba), muestra
diferencias significativas (p < 0.01) en los
porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde
se localizan los valores más altos de potencia
pico, sólo con la población 7. Con el resto de las
poblaciones no se ven diferencias significativas
para un valor p < 0.05.
Las principales diferencias se producen respecto
de la población 7, que realizó el ejercicio de press
de hombros con barra, y muestra una localización
de los valores más altos de potencia pico, en
porcentajes más elevados. Luego, pueden
destacarse las diferencias entre la población 8 de
varones juveniles, jugadores de béisbol, que
tiende a localizar la potencia pico en porcentajes
más bajos respecto a las poblaciones que la han
localizado en niveles más altos como las 2, 5 y 7.
2. Sentadilla paralela con barra libre: En las
figuras 6.13 a 6.17 se muestran las comparaciones
de los valores medios y de desviación típica de los
resultados obtenidos por las 12 poblaciones
evaluadas en sentadilla paralela con barra libre.
Comparación de los niveles de la 1 MR
absoluta y por kg de peso corporal:
Figura 56. Comparación de la media y desviación típica, de
la 1 MR absoluta y por kg de peso corporal en sentadilla
paralela con barra libre, entre las diferentes poblaciones
evaluadas. **p < 0.01; *p < 0.05, respecto a las demás
poblaciones.
La población 1 (n= 48), opositores a bomberos,
presenta diferencias significativas (p < 0.01) en el
nivel de la 1 MR absoluta y por kg de peso
corporal con las poblaciones 11, y 12, mientras
que con las poblaciones 3,7 8 y 10 sólo se ven
diferencias significativas (p < 0.01) con el nivel
de la 1 MR absoluta, pero no con la 1 MR por kg
de peso corporal. Con las poblaciones 2, 4, 5, 6, y
9 no se ven diferencias significativas para un valor
p < 0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparados en la figura 56.
La población 2 (n= 18), opositores a policía,
presenta diferencias significativas (p < 0.01) en el
nivel de la 1 MR absoluta y por kg de peso
corporal con las poblaciones 7, y 11, mientras que
con las poblaciones 3, 8, 10 y 12 sólo se ven
diferencias significativas (p < 0.01) con el valor
de la 1 MR absoluta, pero no con la 1 MR por kg
de peso corporal. Con las poblaciones 1, 4, 5, 6, y
9 no se ven diferencias significativas para un valor
p < 0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparados en la figura 56.
La población 3 (n= 21), mujeres competidoras
de fitness, presenta diferencias significativas (p <
0.01) en el nivel de la 1 MR absoluta con las
poblaciones 1, 2, 4, 5, 6 y 9, y con la población
11, para un valor p < 0.05, con el nivel de la 1 MR
por kg de peso corporal, pero no con la absoluta.
Con las poblaciones 7, 8, 10, y 12 no se ven
diferencias significativas para un valor p < 0.05 en
ninguno de los dos parámetros comparados.
La población 4 (n= 33), varones judokas de
competición, muestra diferencias significativas (p
< 0.01) en el nivel de la 1 MR absoluta con las
poblaciones 7, 11, y 12, mientras que con las
poblaciones 3, 8, y 10 sólo muestra diferencias
significativas con el nivel de la 1 MR absoluta y
no por kg de peso corporal. Con las poblaciones 1,
2, 5, 6 y 9 no se ven diferencias significativas para
un valor p < 0.05 en ninguno de los parámetros
comparados.
La población 5 (n= 27), varones con
entrenamiento recreativo de fuerza y
resistencia, presenta diferencias significativas (p
< 0.01) en el nivel de la 1 MR absoluta con las
poblaciones 11, y 12, mientras que con las
poblaciones 3, 7, 8, y 10 sólo muestra diferencias
significativas con el nivel de la 1 MR absoluta y
no por kg de peso corporal. Con las poblaciones 1,
2, 5, 6 y 9 no se ven diferencias significativas para
un valor p < 0.05 en ninguno de los parámetros
comparados.
La población 6 (n= 24), varones, competidores
de fitness, presenta diferencias significativas (p <
0.01) en el nivel de la 1 MR absoluta con las
poblaciones 7, 11, y 12, mientras que con las
poblaciones 3, 8, y 10 sólo muestra diferencias
significativas con el nivel de la 1 MR absoluta y
no por kg de peso corporal. Con las poblaciones 1,
2, 5, 6 y 9 no se ven diferencias significativas para
un valor p < 0.05 en ninguno de los parámetros
comparados.
La población 7 (n= 24) jugadoras de voley de 1º
división (Cuba), muestra diferencias
significativas (p < 0.01) en el nivel de la 1 MR
absoluta y por kg de peso corporal con las
poblaciones 1, 2, 4, 5, 6, 8, 9 y 10. Con las
poblaciones 3, 11, y 12 no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los parámetros comparados.
La población 8 (n= 30) jugadores de béisbol de
14 a 17 años (Cuba), muestra diferencias
significativas (p < 0.01) sólo en el nivel de la 1
MR absoluta con las poblaciones 1, 2, 4, 5, 6, 7,
11, y 12. Con las poblaciones 3, 9, y 10 no se ven
diferencias significativas para un valor p < 0.05 en
ninguno de los parámetros comparados.
La población 9 (n= 24) boxeadores o
taekwondístas, presenta diferencias significativas
(p < 0.01) en el nivel de la 1 MR absoluta con las
poblaciones 7, 11, y 12, mientras que con la
población 3 sólo muestra diferencias significativas
con el nivel de la 1 MR absoluta y no por kg de
peso corporal. Con las poblaciones 1, 2, 4, 5, 6, 8
y 10 no se ven diferencias significativas para un
valor p < 0.05 en ninguno de los parámetros
comparados.
La población 10 (n= 18) varones, practicantes
de lucha libre y grecoromana de 14 a 17 años
(Cuba), muestra diferencias significativas (p <
0.01) en el nivel de la 1 MR absoluta con las
poblaciones 7, 11, y 12, mientras que con las
poblaciones 1, 2, 4, 5, y 6 sólo muestra diferencias
significativas con el nivel de la 1 MR absoluta y
no por kg de peso corporal. Con las poblaciones 3,
8 y 9 no se ven diferencias significativas para un
valor p < 0.05 en ninguno de los parámetros
comparados.
La población 11, (n= 27) jugadoras de sóftbol
de 1º división (Cuba), muestra diferencias
significativas (p < 0.01) en el nivel de la 1 MR
absoluta, con las poblaciones 1, 2, 4, 5, 6, 8, 9, y
10 mientras que con la población 3 sólo muestra
diferencias significativas, para un valor p < 0.05,
respecto al nivel de la 1 MR por kg de peso
corporal y no con la absoluta. Con las poblaciones
7 y 12 no se ven diferencias significativas para un
valor p < 0.05 en ninguno de los parámetros
comparados.
La población 12 (n= 30), mujeres practicantes
de taekwondo de 14 a 16 años (Cuba), muestra
diferencias significativas (p < 0.01) en el nivel de
la 1 MR absoluta con las poblaciones 1, 4, 5, 6, 9,
y 10 mientras que con las poblaciones 2 y 8 sólo
muestra diferencias significativas con el nivel de
la 1 MR absoluta y no por kg de peso corporal.
Con las poblaciones 3, 7 y 11 no se ven
diferencias significativas para un valor p < 0.05 en
ninguno de los parámetros comparados.
Las poblaciones 1, 2, 4, 5, 6 y 9, integradas por
varones mayores de más de 17 años muestran
niveles de 1 MR superiores al de las poblaciones
3, 7, 11 y 12 integradas por mujeres y las
poblaciones 8 y 10 de varones jóvenes. Las
poblaciones 1, 2, 5 y 6 presentan los niveles de la
1 MR absoluto más altos, mientras que las
poblaciones de mujeres 7, 11, y 12, los más bajos
aunque, las diferencias desaparecen, cuando se
consideran los valores por kg de peso corporal,
especialmente con las poblaciones de varones
jóvenes (8 y 10).
Comparación de los valores de potencia
máxima media, absoluta y por kilogramo de
peso corporal:
Figura 57. Comparación de la media y desviación típica, de
los valores de potencia máxima, media absoluta y por kg de
peso corporal en sentadilla paralela con barra libre, entre
las diferentes poblaciones evaluadas.
**p < 0.01; *p < 0.05, respecto a las demás poblaciones.
La población 1 (n= 48), opositores a bomberos,
muestra diferencias significativas (p < 0.01) sólo
en la máxima potencia media, absoluta con las
poblaciones 3, 11, y 12. Con el resto de las
poblaciones no se ven diferencias significativas
para un valor p < 0.05 en ninguno de los dos
parámetros comparados en la figura 57.
La población 2 (n= 18), opositores a policía,
presenta diferencias significativas (p < 0.01) sólo
en la máxima potencia media absoluta, con la
población 12, mientras con las poblaciones 8 y 10
muestra diferencias para un valor p < 0.05 en la
potencia máxima, media, por kg de peso corporal
y no con la absoluta. Con el resto de las
poblaciones no se ven diferencias significativas
para un valor p < 0.05 en ninguno de los dos
parámetros comparados en la figura 57.
La población 3 (n= 21), mujeres competidoras
de fitness, muestra diferencias significativas (p <
0.01) sólo en la máxima potencia media absoluta
con las poblaciones 1, 4 y 8 mientras que, con la
población 10 muestra diferencias para un valor p
< 0.05 en la máxima potencia media, por kg de
peso corporal, y no con la absoluta. Con el resto
de las poblaciones no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados.
La población 4 (n= 33) varones judokas de
competición, presenta diferencias significativas
(p < 0.01) sólo en la máxima potencia media
absoluta con las poblaciones 3, 11, y 12. Con el
resto de las poblaciones no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados.
La población 5 (n= 27), varones con
entrenamiento recreativo de fuerza y
resistencia, muestra diferencias significativas (p <
0.05) sólo en la máxima potencia media absoluta,
con la población 12, mientras con las poblaciones
8 y 10 muestra diferencias para un valor p < 0.01
en la máxima potencia media por kg de peso
corporal y no con la absoluta. Con el resto de las
poblaciones no se ven diferencias significativas
para un valor p < 0.05 en ninguno de los dos
parámetros comparados.
La población 6 (n= 24), varones competidores
de fitness, presenta diferencias significativas (p <
0.01) sólo en la máxima potencia media por kg de
peso corporal, con la población 10. Con el resto
de las poblaciones no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados.
La población 7 (n= 24), jugadoras de voley de
1º división (Cuba), presenta diferencias
significativas (p < 0.05) sólo en la máxima
potencia media, por kg de peso corporal con la
población 9. Con el resto de las poblaciones no se
ven diferencias significativas para un valor p <
0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparados.
La población 8 (n= 30), jugadores de béisbol de
14 a 17 años (Cuba), presenta diferencias
significativas (p < 0.01) en la máxima potencia
media, absoluta y por kg de peso corporal, con la
población 3, 11, y 12 mientras que con las
poblaciones 5, 6, y 9 muestra diferencias sólo en
la máxima potencia media, por kg de peso
corporal y no con la absoluta. Con la población 2
se distinguen diferencias para un valor p < 0.05
sólo en la máxima potencia media por kg de peso
corporal. Con las poblaciones 1, 4, 7, y 10 no se
ven diferencias significativas para un valor p <
0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparados.
La población 9 (n= 24), boxeadores o
taekwondístas, muestra diferencias significativas
(p < 0.01) sólo en la máxima potencia media, por
kg de peso corporal con las poblaciones 8 y 10,
mientras que con la población 7 presenta
diferencias, en este parámetro, pero para un valor
p < 0.05. Con el resto de las poblaciones no ven
diferencias significativas para un valor p < 0.05 en
ninguno de los dos parámetros comparados.
La población 10 (n= 18), varones, practicantes
de lucha libre y grecoromana de 14 a 17 años
(Cuba), muestra diferencias significativas (p <
0.01) en la máxima potencia media, absoluta y por
kg de peso corporal, con las población 12,
mientras que con las poblaciones 5, 6, 9, y 11 se
ven diferencias significativas sólo en la máxima
potencia media por kg de peso corporal. Con las
poblaciones 2 y 3 se ven diferencias para un valor
p < 0.05 en la máxima potencia media por kg de
peso corporal y no con la absoluta. Con las
poblaciones 1, 7 y 8 no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados.
La población 11, (n= 27), jugadoras de sóftbol
de 1º división (Cuba), muestra diferencias
significativas (p < 0.01) en la máxima potencia
media, absoluta y por kg de peso corporal, con la
población 8. Con las poblaciones 1, y 4 sólo se
observan diferencias en la máxima potencia
media, absoluta y no por kg de peso corporal. Por
el contrario con la población 10 se observan
diferencias significativas en la máxima potencia
media por kg de peso corporal y no con la
absoluta. Con las poblaciones 2, 3, 5, 6, 7, 9, y 12
no se ven diferencias significativas para un valor p
< 0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparados.
La población 12, (n= 30), mujeres practicantes
de taekwondo de 14 a 16 años (Cuba), muestra
diferencias significativas (p < 0.01) en la máxima
potencia media, absoluta y por kg de peso
corporal, con las poblaciones 8 y 10. Con las
poblaciones 1, 2, y 4 sólo se observan diferencias
en la máxima potencia media absoluta y no por kg
de peso corporal. Con la población 5 se observan
diferencias significativas para un valor p < 0.05 en
la máxima potencia media absoluta. Con las
poblaciones 3, 6, 7, 9, y 11 no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados.
Las poblaciones 1, 2, 4, 5, 6, 8, 9 y 10, integradas
por varones muestran los valores de máxima
potencia media (absoluta) superiores, mientras
que las poblaciones 3, 11 y 12, de mujeres los más
bajos. La población 7, de jugadoras de voley de 1º
división (Cuba), tiene valores de potencia media
(absoluta) ligeramente superior a las demás
poblaciones de mujeres (no estadísticamente
significativos), que son al mismo tiempo similares
a los valores de potencia alcanzados por la
mayoría de las poblaciones de varones. Cuando se
consideran los valores por kg de peso corporal las
diferencias entre las poblaciones de varones y
mujeres se reducen o desaparecen y en el caso de
las poblaciones 8 y 10, integradas por varones
jóvenes, se invierten ya que, éstas muestran los
niveles más altos de potencia máxima media por
kg de peso corporal.
Comparación de los valores de potencia pico,
absoluta y por kilogramo de peso corporal:
Figura 58. Comparación de la media y desviación típica, de
los valores de potencia pico, absoluta y por kg de peso
corporal en sentadilla paralela con barra libre, entre las
diferentes poblaciones evaluadas.
**p < 0.01; *p < 0.05, respecto a las demás poblaciones.
La población 1 (n= 48), opositores a bomberos,
muestra diferencias significativas (p < 0.01) en la
potencia pico absoluta y por kg de peso corporal
con la población 5, mientras que con las
poblaciones 3, 11, y 12 se observan diferencias
significativas, sólo en la potencia pico absoluta.
Con las poblaciones 7, 8 y 10 se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05 sólo con la
potencia pico absoluta. Con las poblaciones 2, 5,
6, y 9 no se ven diferencias significativas para un
valor p < 0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparados en la figura 58.
La población 2 (n= 18), opositores a policía,
presenta diferencias significativas (p < 0.01) en la
potencia pico absoluta, sólo con las poblaciones
11 y 12. Con el resto de las poblaciones no se
observan diferencias significativas para un valor p
< 0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparados en la figura 58.
La población 3 (n= 21), mujeres, competidoras
de fitness, presenta diferencias significativas (p <
0.01) en la potencia pico absoluta, sólo con las
población 1 y con la población 4 para un valor p <
0.05. Con el resto de las poblaciones no se
observan diferencias significativas para un valor p
< 0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparados en la figura 58.
La población 4 (n= 33), varones judokas de
competición, presenta diferencias significativas
(p < 0.01) en la potencia pico absoluta, sólo con
las poblaciones 11 y 12 y con la población 3 para
un valor p < 0.05. Con el resto de las poblaciones
no se observan diferencias significativas para un
valor p < 0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparados.
La población 5 (n= 27), varones con
entrenamiento recreativo de fuerza y
resistencia, muestra diferencias significativas (p <
0.01) en la potencia pico absoluta y por kg de
peso corporal con la población 1. Con el resto de
las poblaciones no se observan diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados.
La población 6 (n= 24), varones competidores
de fitness, presenta diferencias significativas (p <
0.05) en la potencia pico absoluta, sólo con la
población 12. Con el resto de las poblaciones no
se observan diferencias significativas para un
valor p < 0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparados.
La población 7 (n= 24), jugadoras de voley de
1º división (Cuba), muestra diferencias
significativas (p < 0.05) en la potencia pico
absoluta, sólo con la población 1. Con el resto de
las poblaciones no se observan diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados.
La población 8 (n= 30), jugadores de béisbol de
14 a 17 años (Cuba), muestra diferencias
significativas (p < 0.05) en la potencia pico
absoluta sólo con la población 1. Con el resto de
las poblaciones no se observan diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados.
La población 9 (n= 24), boxeadores o
taekwondístas, muestra diferencias significativas
(p < 0.05) en la potencia pico absoluta, sólo con la
población 12. Con el resto de las poblaciones no
se observan diferencias significativas para un
valor p < 0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparados.
La población 10 (n= 18), varones practicantes
de lucha libre y grecoromana de 14 a 17 años
(Cuba), presenta diferencias significativas (p <
0.05) en la potencia pico absoluta, sólo con la
población 1. Con el resto de las poblaciones no se
observan diferencias significativas para un valor p
< 0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparados.
La población 11 (n= 27), jugadoras de sóftbol
de 1º división (Cuba), presenta diferencias
significativas (p < 0.01) sólo en la potencia pico
absoluta, con las poblaciones 1, 2, y 4. Con el
resto de las poblaciones no se observan
diferencias significativas para un valor p < 0.05 en
ninguno de los dos parámetros comparados.
La población 12 (n= 30), mujeres practicantes
de taekwondo de 14 a 16 años (Cuba), presenta
diferencias significativas (p < 0.01) sólo en la
potencia pico absoluta y por kg de peso corporal
con la población 1, mientras que con las
poblaciones 2, 4 y 9 muestra diferencias
significativas sólo con la potencia pico absoluta y
no por kg de peso corporal. Con la población 6
muestra diferencias significativas para un valor p
< 0.05, con la potencia pico absoluta. Con las
poblaciones 3, 5, 7, 8, 10 y 11 no se observan
diferencias significativas para un valor p < 0.05 en
ninguno de los dos parámetros comparados.
Las poblaciones 1, 2, 4, 5, 6, 8, 9 y 10, integradas
por varones muestran los niveles de potencia pico
absoluta más elevados, mientras que las
poblaciones 3, 11 y 12, de mujeres tienden a tener
los más bajos.
La población 7 de jugadoras de voley, manifiesta
niveles de potencia pico, similares a los obtenidos
por los varones. De todos modos, cuando se
consideran los valores por kg de peso corporal, las
diferencias se reducen o desaparecen.
Comparación de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan los valores más
altos de potencia media:

Figura 59. Comparación de la media y desviación típica, de los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se alcanzan los
valores más altos de potencia máxima, media en sentadilla paralela con barra libre, entre las diferentes poblaciones evaluadas.
**p < 0.01; *p < 0.05, respecto a las demás poblaciones.

La población 1 (n= 48), opositores a bomberos,
muestra diferencias significativas en los
porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde
se localizan los valores más altos de potencia
máxima, media (p < 0.01) con las poblaciones 11
y 12, y para un valor p < 0.05 con la población 7.
Con la población 2 sólo se ve una tendencia que
no llega a ser significativa, p = 0.084. Con el resto
de las poblaciones no se observan diferencias
significativas.
La población 2 (n= 18), opositores a policía,
Sólo muestra una tendencia que no llega ser
significativa respecto de la población 1 (p =
0.084).
significativas en los porcentajes de peso, respecto
a la 1 MR, en donde se localizan los valores más
altos de potencia máxima, media (p < 0.05) sólo
con la población 1. Con el resto de las poblaciones
no se observan diferencias significativas.
La población 11, (n= 27), jugadoras de sóftbol
de 1º división (Cuba), muestra diferencias
significativas en los porcentajes de peso, respecto
a la 1 MR, en donde se localizan los valores más
altos de potencia máxima, media (p < 0.01) con la
población 1. Con la población 4 sólo se ve una
tendencia que no llega a ser significativa, p =
0.078. Con el resto de las poblaciones no se
observan diferencias significativas.

Las poblaciones 3 (n= 21) mujeres competidoras
de fitness, 5 (n= 27) varones con entrenamiento
recreativo de fuerza y resistencia, 6 (n= 24),
varones competidores de fitness, 8 (n= 30)
jugadores de béisbol de 14 a 16 años (Cuba), 9
(n= 24) varones, boxeadores o taekwondístas y 10
(n= 18), varones practicantes de lucha libre y
grecoromana de 14 a 17 años (Cuba), no muestran
diferencias significativas con el resto de las
poblaciones.
La población 4 (n= 33), varones judokas de
competición, sólo muestra una tendencia que no
llega a ser significativa, (p = 0.078) respecto de la
población 11.
La población 7 (n= 24) jugadoras de voley de 1º
división (Cuba), muestra diferencias
La población 12, (n= 30), mujeres practicantes
de taekwondo de 14 a 16 años (Cuba), muestra
diferencias significativas en los porcentajes de
peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan
los valores más altos de potencia máxima, media
(p < 0.01) con la población 1. Con el resto de las
poblaciones no se observan diferencias
significativas.
Sólo se observan diferencias significativas en los
porcentajes de peso en donde se alcanzan los
niveles más altos de potencia media entre la
población 1 que, la localiza en porcentajes más
bajos respecto a las poblaciones 7, 11 y 12 de
mujeres, que son las que tienden a localizarla en
porcentajes más altos.
Comparación de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan los valores más
altos de potencia pico:

Figura 60. Comparación de la media y desviación típica, de los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se alcanzan los
valores más altos de potencia pico, en sentadilla paralela con barra libre, entre las diferentes poblaciones evaluadas.
**p < 0.01; *p < 0.05, respecto a las demás poblaciones.

La comparación de los valores medios y de Comparación de los niveles de la 1 MR

desviación típica de los porcentajes de peso en absoluta y por kg de peso corporal:
donde se alcanzan los valores más altos de
potencia pico, indica que no existen diferencias
significativas entre las 12 poblaciones estudiadas:
1 (n= 48) opositores a bomberos, 2 (n= 18)
opositores a policía, 3 (n= 21) mujeres,
competidoras de fitness, 4 (n= 33) varones
judokas de competición, 5 (n= 27) varones con
entrenamiento recreativo de fuerza y resistencia, 6
(n= 24) varones, competidores de fitness, 7 (n=
24) jugadoras de voley de 1º división (Cuba), 8
(n= 30) jugadores de béisbol de 14 a 16 años
(Cuba), población 9 (n= 24) boxeadores o
taekwondístas, población 10 (n= 18) varones,
practicantes de lucha libre y grecoromana de 14 a
17 años (Cuba), 11 (n= 27) jugadoras de sóftbol
de 1º división, (Cuba), 12 (n= 30), mujeres
practicantes de taekwondo de 14 a 16 años
(Cuba).
Figura 61. Comparación de la media y desviación típica, de
los valores de la 1 MR absoluta y por kg de peso corporal en
3. Cargada en un tiempo: En las figuras 61 a 65 cargada en un tiempo, entre las diferentes poblaciones
se muestran las comparaciones de los valores evaluadas.
medios y de desviación típica de los resultados **p < 0.01; *p < 0.05, respecto a las demás poblaciones.
obtenidos por las 7 poblaciones que realizaron
éste ejercicio. La población 1 (n= 39), opositores a bomberos,
muestra diferencias significativas (p < 0.01) en el
nivel de la 1 MR, absoluta y por kg de peso
corporal, con las poblaciones 2, 3, y 9. Con las
poblaciones 4, 5, y 6 no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados en la figura 61.
La población 2 (n= 24), opositores a policía,
muestra diferencias significativas (p < 0.01) en el
nivel de la 1 MR absoluta y por kg de peso
corporal con la población 1, mientras que con la
población 3 sólo se ven diferencias significativas
con el valor de la 1 MR absoluta, y no con el nivel
de la 1 MR por kg de peso corporal. Por el
contrario con la población 4 y 6 se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05 y p < 0.01
respectivamente con el nivel de la 1 MR por kg de
peso corporal no en forma absoluta.
Con las poblaciones 5 y 9 no se ven diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los dos parámetros comparados en la figura 61.
La población 3 (n= 15), mujeres competidoras
de fitness, muestra diferencias significativas (p <
0.01) en el nivel de la 1 MR absoluta y por kg de
peso corporal con las poblaciones 1, 4, y 6,
mientras que con las poblaciones 2, 5, y 9 sólo se
ven diferencias significativas con el nivel de la 1
MR absoluta, y no por kg de peso corporal.
(p < 0.01) en el nivel de la 1 MR absoluta y por kg
de peso corporal con la población 1, mientras que
con la población 3 sólo se distinguen diferencias
significativas con la 1 MR por kg de peso
corporal. Con las poblaciones 2, 4, 5 y 6 no se ven
diferencias significativas para un valor p < 0.05 en
ninguno de los dos parámetros comparados.
Las poblaciones 1, 4, 5 y 6 integradas por varones
mayores de 17 años, muestran los niveles de 1
MR absoluta más altos, mientras que la población
3 de mujeres, muestran los más bajos. Al
considerar los valores por kg de peso corporal, las
diferencias respecto a la población 3, se reducen
aunque, se mantiene respecto de las poblaciones
1, 4 y 6 que a su vez manifiestan los valores de
más altos.
Comparación de los valores de potencia
máxima media, absoluta y por kilogramo de
peso corporal:

La población 4 (n= 21), varones judokas de

competición, muestra diferencias significativas (p
< 0.01) en el nivel de la 1 MR absoluta y por kg
de peso corporal con la población 3, mientras que
con la población 2 sólo se ven diferencias
significativas, para un valor p < 0.05, con la 1 MR
por kg de peso corporal. Con las poblaciones 1, 5,
6, y 9 no se ven diferencias significativas para un
valor p < 0.05 en ninguno de los dos parámetros
comparados.

La población 5 (n= 27), varones con

entrenamiento recreativo de fuerza y
resistencia, muestra diferencias significativas (p <
0.01) en el nivel de la 1 MR absoluta sólo con la
población 3. No presenta diferencias significativas
para un valor p < 0.05, con el resto de las
poblaciones, en ninguno de los dos parámetros
comparados.
Figura 62. Comparación de la media y desviación típica, de
La población 6 (n= 24), varones competidores los valores de potencia máxima, media absoluta y por kg de
de fitness, presenta diferencias significativas (p < peso corporal en cargada en un tiempo, entre las diferentes
poblaciones evaluadas.
0.01) en el nivel de la 1 MR absoluta y por kg de **p < 0.01; *p < 0.05, respecto a las demás poblaciones.
peso corporal con la población 3, mientras que
con las poblaciones 2 y 9 sólo se ven diferencias La población 1 (n= 39), opositores a bomberos,
significativas, para una p < 0.01 y p < 0.05, presenta diferencias significativas (p < 0.01) en la
respectivamente, sólo con la 1 MR por kg de peso máxima potencia media, absoluta y por kg de peso
corporal. Con las poblaciones 1, 4, y 5 no se ven corporal, con la población 3. Con el resto de las
diferencias significativas para un valor p < 0.05 en poblaciones, no se ven diferencias significativas,
ninguno de los dos parámetros comparados. para un valor p < 0.05, en ninguno de los dos
parámetros comparados en la figura 62.
La población 9 (n= 39), boxeadores o
taekwondístas, muestra diferencias significativas
La población 2 (n= 24), opositores a policía, no No obstante, cuando se consideran los valores por
presenta diferencias significativas con el resto de kg de peso corporal, las diferencias desaparecen.
las poblaciones, para un valor p < 0.05, en
ninguno de los dos parámetros comparados. Comparación de los valores de potencia pico,
absoluta y por kilogramo de peso corporal:
La población 3 (n= 15), mujeres competidoras
de fitness, presenta diferencias significativas (p <
0.01) sólo en la potencia máxima media absoluta
con las poblaciones 1, 4, 5, 6, y 9. Con la
población 2, no se ven diferencias significativas
para un valor p < 0.05 en ninguno de los dos
parámetros comparados.

La población 4 (n= 21), varones judokas de

competición, presenta diferencias significativas,
(p < 0.01) sólo con la población 3 y en la potencia
máxima media absoluta. Con el resto de las
poblaciones no se ven diferencias significativas,
para un valor p < 0.05, en ninguno de los dos
parámetros.
La población 5 (n= 27), varones con
entrenamiento recreativo de fuerza y
resistencia, muestra diferencias significativas, (p
< 0.01) sólo con la población 3 y en la potencia
máxima, media, absoluta. Con el resto de las Figura 63. Comparación de la media y desviación típica, de
poblaciones no se ven diferencias significativas, los valores de potencia pico, absoluta y por kg de peso
para un valor p < 0.05, en ninguno de los dos corporal en cargada en un tiempo, entre las diferentes
parámetros comparados. poblaciones evaluadas. **p < 0.01; *p < 0.05, respecto a las
demás poblaciones.

La población 6 (n= 24), varones competidores
de fitness, muestra diferencias significativas, (p <
0.01) sólo con la población 3 y en la potencia
máxima, media, absoluta. Con el resto de las
poblaciones no se ven diferencias significativas,
para un valor p < 0.05, en ninguno de los dos
parámetros comparados.
La población 9 (n= 39), boxeadores o
taekwondístas, muestra diferencias significativas,
(p < 0.01) sólo con la población 3, en la potencia
máxima media absoluta. Con el resto de las
poblaciones no se ven diferencias significativas,
para un valor p < 0.05, en ninguno de los dos
parámetros comparados.
Las poblaciones 1, 4, 5, 6 y 9, integradas por
varones de más de 17 años, muestran los valores
más elevados de potencia media absoluta,
mientras que la población 3, de mujeres,
competidoras de fitness, presenta los más bajos.
Ninguna de las poblaciones comparadas, 1 (n= 39)
opositores a bomberos, 2 (n= 24) opositores a
policía, 3 (n= 15) mujeres, competidoras de
fitness, 4 (n= 21) varones judokas de competición,
5 (n= 27) varones con entrenamiento recreativo de
fuerza y resistencia, 6 (n= 24) varones,
competidores de fitness, 9 (n= 39) boxeadores o
taekwondístas, muestran diferencias significativas
en la potencia pico.
Los valores de potencia pico, absoluta y por kg de
peso corporal, en cargada en un tiempo, no
presentan diferencias significativas entre las
poblaciones comparadas. A diferencia de la
máxima potencia media, la población 3 de
mujeres, muestra niveles de potencia pico
similares a los alcanzados por las poblaciones de
varones.
Comparación de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan los valores más
altos de potencia media:

Figura 64. Comparación de la media y desviación típica, de los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se alcanzan los
valores más altos de potencia máxima, media en cargada en un tiempo, entre las diferentes poblaciones evaluadas.
**p < 0.01; *p < 0.05, respecto a las demás poblaciones.

Ninguna de las poblaciones comparadas, 1 (n= 39) competidores de fitness, 9 (n= 39) boxeadores o
opositores a bomberos, 2 (n= 24) opositores a taekwondístas, muestran diferencias significativas
policía, 3 (n= 15) mujeres, competidoras de en los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en
fitness, 4 (n= 21) varones judokas de competición, donde se localizan los valores más altos de
5 (n= 27) varones con entrenamiento recreativo de potencia máxima, media.
fuerza y resistencia, 6 (n= 24) varones,
Comparación de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan los valores más
altos de potencia pico:

Figura 65. Comparación de la media y desviación típica, de los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se alcanzan los
valores más altos de potencia pico, en cargada en un tiempo, entre las diferentes poblaciones evaluadas. **p < 0.01; *p < 0.05,
respecto a las demás poblaciones.

Ninguna de las poblaciones comparadas, 1 (n= 39) taekwondístas, muestran diferencias significativas
opositores a bomberos, 2 (n= 24) opositores a en los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en
policía, 3 (n= 15) mujeres, competidoras de donde se localizan los valores más altos de
fitness, 4 (n= 21) varones judokas de competición, potencia máxima, media.
5 (n= 27) varones con entrenamiento recreativo de
fuerza y resistencia, 6 (n= 24) varones,
competidores de fitness, 9 (n= 39) boxeadores o
Comparación de los resultados obtenidos en
cada ejercicio dentro de Cada una de las
poblaciones estudiadas
En este apartado compararemos los resultados
entre los ejercicios de fuerza, realizados por una
misma población, sin diferenciar el momento de la
evaluación.
1. Opositores a bombero
En esta población se observan diferencias
significativas (p < 0.01) entre los tres ejercicios
comparados, press de banca con barra libre (n
51); sentadilla paralela con barra libre (n= 48)
y cargada en un tiempo (n= 39), para todas las
variables determinadas: 1 MR absoluta; y por kg
de peso corporal; la potencia máxima, media y
pico, absoluta y por kg de peso corporal; así como
la localización de los valores más altos de
potencia media y pico respecto a la 1 MR.
La figura 66, muestra la existencia de diferencias
significativas, al comparar los porcentajes de
peso, respecto a la 1 MR en donde se localizan los
valores más altos de potencia medía y pico, entre
los tres ejercicios realizados por esta población.
Figura 66. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
alcanzan los valores más altos de potencia media y pico, en
los tres ejercicios realizados por la población 1, (opositores
a bomberos) en los tres test realizados.
**p < 0.01; *p < 0.05 respecto al press de banca
β p < 0.01; θ p< 0.05 respecto a la sentadilla
2. Opositores a policía
Al comparar el press de banca (n= 24) con la
sentadilla paralela (n= 18) se observan
diferencias significativas (p < 0.01) entre el nivel
de la 1 MR absoluto; 1 MR por kg de peso
corporal; la potencia máxima, media y pico,
absoluta y por kg de peso corporal, y la
localización de los valores más altos de potencia
media respecto a la 1 MR. Sólo la localización del
nivel más alto de potencia pico, respecto a la 1
MR, mostró una tendencia que no llegó a ser
significativa (p = 0.069).
Entre el press de banca (n= 24) y la cargada en
un tiempo (n= 24), y entre la sentadilla paralela
(n= 18) y la cargada en un tiempo (n= 24);
todas las variables comparadas mostraron
diferencias significativas.
La figura 67, muestra la existencia de diferencias
significativas entre la localización de los
porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde
se alcanzan los valores más altos de potencia
media, en los tres ejercicios realizados mientras
que, en el caso de la potencia pico sólo se ven
diferencias significativas entre la cargada con el
press de banca y la sentadilla paralela, pero no
entre el press de banca y la sentadilla.
** ** β
Figura 67. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
alcanzan los valores más altos de potencia media y pico, en
los tres ejercicios realizados por la población 2 (opositores a
policía), en los tres test realizados.**p < 0.01; *p < 0.05
respecto al press de bancaβ p < 0.01; θ p< 0.05 respecto a
la sentadilla. ª p = 0.069 respecto al press banca.
3. Mujeres, competidoras de fitness

Al comparar el press de banca con barra libre

(n 21) con la sentadilla paralela (n= 21) se ven
diferencias significativas (p < 0.01) entre el nivel
de la 1 MR absoluta y por kg de peso corporal; la
potencia máxima, media y pico, absoluta y por kg
de peso corporal, y en la localización de los
valores más altos de potencia media. No obstante
no se ven diferencias significativas para un valor p
< 0.05 al comparar los porcentajes de peso en los
que se localizan los valores más altos de potencia
pico.

Entre el press de banca con barra libre (n= 21)

y la cargada en un tiempo (n= 15) se ven
diferencias significativas (p < 0.01) en todas las
variables comparadas, a excepción del nivel de la
1 MR absoluta, que no presenta diferencias
significativas para un valor p < 0.05.
Figura 68. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
Entre la sentadilla paralela (n= 21) y la cargada alcanzan los valores más altos de potencia media y pico, en
en un tiempo (n= 15) se observan diferencias los tres ejercicios realizados por la población 3 (mujeres
significativas (p < 0.01) en todas las variables competidoras de fitness), en los tres test realizados.**p <
comparadas. 0.01; *p < 0.05 respecto al press de banca β p < 0.01; θ p<
0.05 respecto a la sentadilla ª p = 0.069 respecto al press
banca.
La figura 68, muestra la existencia de diferencias
significativas entre el press de banca, y la cargada
• Varones, judokas de competición
en un tiempo, y entre este último ejercicio y la
sentadilla paralela, tanto para la potencia media
En el press de banca (n= 36) y la sentadilla
como en la pico, mientras que entre el press de
paralela (n= 33) y entre la cargada en un tiempo
banca y la sentadilla sólo se ven diferencias, en la
(n= 21) y la sentadilla paralela (n= 33) se
localización de la potencia media, pero no en la
observan diferencias significativas (p < 0.01) en
potencia pico.
todas las variables comparadas.

Entre el press de banca (n= 24) y la cargada en

un tiempo (n= 21) también se observan
diferencias significativas (p < 0.01) en casi todas
las variables, a excepción de la 1MR absoluta, que
no muestra diferencias significativas, para un
valor p < 0.05.

La figura 69, muestra la existencia de diferencias

significativas, al comparar los porcentajes de
peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan
los niveles más altos de potencia media y pico
entre los tres ejercicios realizados por esta
población.

Figura 69. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
alcanzan los valores más altos de potencia media y pico, en
los tres ejercicios realizados por la población 4 (varones,
judokas de competición), en los tres test realizados. **p <
0.01; *p < 0.05 respecto al press de banca β p < 0.01; θ p<
0.05 respecto a la sentadilla.
5. Varones, con entrenamiento recreativo en
fuerza y resistencia
Al comparar el press de banca con barra libre
(n 24) con la sentadilla paralela (n= 27) se ven
diferencias significativas (p < 0.01) entre el nivel
de la 1 MR absoluto y por kg de peso corporal, y
la potencia máxima, media y pico, absoluta y por
kg de peso corporal, pero no en los porcentajes de
peso respecto a la 1 MR en donde se localizan los
valores de potencia, media y pico más elevadas.
Entre el press de banca con barra libre (n= 24)
y la cargada en un tiempo (n= 27) se ven
diferencias significativas (p < 0.01) en todas las
variables comparadas a excepción del nivel de la 1
MR absoluta, que no presenta diferencias
significativas para un valor p < 0.05.
Entre la sentadilla paralela (n= 27) y la cargada
en un tiempo (n= 27) se observan diferencias
significativas (p < 0.01) en todas el nivel de la 1
MR absoluto y por kg de peso corporal, la
potencia máxima, media y los porcentajes de
peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan
las potencias medias y pico más elevada, no
obstante, no se ven diferencias, para un valor p <
0.05 en la potencia pico absoluta y por kg de peso
corporal.
La figura 70a, muestra la existencia de diferencias
significativas, al comparar los porcentajes de
peso, respecto a la 1 MR, en que se localizan los
valores más altos de potencia media y pico, entre
la cargada en un tiempo, respecto al press de
banca y la sentadilla paralela, pero no entre este
último ejercicio y el press de banca.
Figura 70a. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de la en donde se alcanzan los valores más
altos de potencia media y pico, en los ejercicios realizados
por la población 5 (varones, con entrenamiento recreativo
de fuerza y resistencia), en los tres test realizados. **p <
0.01; *p < 0.05 respecto al press de banca β p < 0.01; θ p<
0.05 respecto a la sentadilla.
6. Varones, competidores de fitness
En esta población, se observan diferencias
significativas (p < 0.01) entre los tres ejercicios
comparados, press de banca con barra libre (n
24); sentadilla paralela con barra libre (n= 24)
y cargada en un tiempo (n= 24), para todas las
variables determinadas: 1 MR absoluta; y por kg
de peso corporal; la potencia máxima, media y
pico, absoluta y por kg de peso corporal; así como
la localización de los valores más altos de
potencia media y pico respecto a la 1 MR.
En la figura 70b, se muestra la existencia de
diferencias significativas, al comparar los
porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde
se localizar los valores más altos de potencia
media y pico en los tres ejercicios realizados por
esta población.
Figura 70b. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de la en donde se localizan los valores más
altos de potencia media y pico, en los ejercicios realizados
por la población 6 (varones, competidores de fitness), en los
tres test realizados. **p < 0.01; *p < 0.05 respecto al press
de banca. β p < 0.01; θ p< 0.05 respecto a la sentadilla.
7. Mujeres, jugadoras de voley de 1º división
(Cuba)
Como se ha mencionado anteriormente, esta
población realizó el ejercicio de press de press de
hombros con barra por delante (n 24) que al
compararla con la sentadilla paralela (n= 30)
muestra diferencias significativas (p < 0.01) entre
el nivel de la 1 MR absoluto y por kg de peso
corporal, y la potencia máxima media y pico,
absoluta y por kg de peso corporal, pero no en los
porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde
se localizan los valores de potencia, media y pico
más elevadas.
La figura 71, muestra que no existen diferencias
significativas al comparar la localización de los
valores más altos de potencia media y pico en los
dos ejercicios realizados por esta población.
Figura 71. Comparación de la media y desviación típica,
de los porcentajes de la en donde se alcanzan los valores
más altos de potencia media y pico, en los ejercicios
realizados por la población 7 (mujeres, jugadoras de voley
de 1º división, Cuba), en los tres test realizados. **p <
0.01; *p < 0.05 respecto al press de hombros.
8. Varones, jugadores de béisbol de 14 a 16
años (Cuba)
En esta población se observan diferencias
significativas (p < 0.01) entre los dos ejercicios
comparados, press de banca con barra libre (n
36); y sentadilla paralela con barra libre (n=
30), para todas las variables determinadas: 1 MR
absoluta; y por kg, de peso corporal; la potencia
máxima, media y pico, absoluta y por kg de peso
corporal; así como la localización de los valores
más altos de potencia media y pico respecto a la 1
MR.
En la figura 72, se muestra la existencia de
diferencias significativas, al comparar los
porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde
se localizan los niveles más altos de potencia
media y pico, entre los dos ejercicios realizados
por esta población.

Figura 72. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de la 1 MR en donde se alcanzan los valores
más altos de potencia media y pico, en los ejercicios
realizados por la población 8 (varones, jugadores de
béisbol, categoría, 14 a 16 años, Cuba), en los tres test
realizados. **p < 0.01; *p < 0.05 respecto al press de banca.
9. Varones, boxeadores o taekwondístas
Al comparar el press de banca con barra libre
(n 36) con la sentadilla paralela (n= 24) y con la
cargada en un tiempo (n= 39) se ven diferencias
significativas (p < 0.01) en todas las variables
comparadas.
Entre la sentadilla paralela (n= 24) y la cargada
en un tiempo (n= 39) se observan diferencias
significativas (p < 0.01) entre el valor de la 1 MR
absoluta y por kg de peso corporal, la potencia
máxima media (absoluta y por kg de peso
corporal) y los porcentajes de peso, respecto a la 1
MR, en donde se localizan los valores más altos
de potencia media.
Por otro lado la potencia pico absoluta y por kg de
peso corporal, así como los porcentajes de peso,
respecto a la 1 MR en donde se localizan los
valores más altos de potencia pico, no presentan
diferencias significativas para un valor p < 0.05,
aunque esta ultima variable muestra una tendencia
que no llega a ser significativa (p = 0.064).
La figura 73, muestra la existencia de diferencias
significativas entre los pesos en donde se
localizan los valores más altos de potencia media
entre los tres ejercicios realizados, mientras que
en la localización de la potencia pico, sólo
existen diferencias entre la cargada en un tiempo y
el press de banca, pero no entre la cargada en un
tiempo y la sentadilla, donde sólo se ve una
tendencia que no llega a ser estadísticamente
significativa.
Figura 73. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
producen los valores más altos de potencia media y pico, en
los ejercicios realizados por la población 9 (varones,
boxeadores o taekwondístas), en los tres test realizados. **p
< 0.01; *p < 0.05 respecto al press de banca β p < 0.01; θ p<
0.05 respecto a la sentadilla. ª p = 0.064 respecto de la
sentadilla.
10. Varones practicantes de lucha libre y
grecoromana de 14 a 17 años (Cuba)
En esta población se observan diferencias
significativas (p < 0.01) entre los dos ejercicios
comparados, press de banca con barra libre (n=
21); y sentadilla paralela con barra libre (n=
18), para todas las variables determinadas: 1 MR
absoluta; y por kg de peso corporal; la potencia
máxima, media y pico, absoluta y por kg de peso
corporal; así como la localización de los valores
más altos de potencia media y pico respecto a la 1
MR.
La figura 74, muestra la existencia de diferencias
significativas, al comparar los porcentajes de
peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan
los niveles más altos de potencia media y pico
entre los dos ejercicios realizados por esta
población.

Figura 74. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de la 1 MR en donde se alcanzan los valores
más altos de potencia media y pico, en los ejercicios
realizados por la población 10 (varones, practicantes de
lucha libre y grecoromana, de14 a 17 años, Cuba), en los
tres test realizados. **p < 0.01; *p < 0.05 respecto al press
de banca.
11. Mujeres, jugadoras de sóftbol de 1º división
(Cuba)
Al igual que en la población anterior, en esta,
también se observan diferencias significativas (p <
0.01) entre los dos ejercicios comparados, press
de banca con barra libre (n= 24); y sentadilla
paralela con barra libre (n= 27), en todas las
variables comparadas: 1 MR absoluta; y por kg de
peso corporal; la potencia máxima, media y pico,
absoluta y por kg de peso corporal; así como la
localización de los valores más altos de potencia
media y pico respecto a la 1 MR.
La figura 75, muestra la existencia de diferencias
significativas, al comparar los porcentajes de
peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan
los niveles más altos de potencia media y pico
entre los dos ejercicios realizados por esta
población.
Figura 75. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
producen los valores más altos de potencia media y pico, en
los ejercicios realizados por la población 11 (mujeres,
jugadoras de sóftbol, 1º división, Cuba), en los tres test
realizados. **p < 0.01; *p < 0.05 respecto al press de banca.
Los pesos en los que se alcanzan los valores más
altos de potencia media y pico, son
significativamente diferentes en los dos ejercicios
realizados por esta población.
12. Mujeres, practicantes de taekwondo de 14 a
16 (Cuba)
Al comparar los dos ejercicios realizados por ésta
población (press de banca con barra libre, n=
21), y sentadilla paralela con barra libre, n=
30) se han observado diferencias significativas (p
< 0.01) entre todas las variables comparadas (1
MR absoluta; y por kg. de peso corporal, la
potencia máxima media y pico, absoluta y por kg
de peso corporal y los porcentajes de peso en
donde se manifiestan los niveles más altos de
potencia media y pico).
La figura 76, muestra la existencia de diferencias
significativas entre los porcentajes de peso,
respecto a la 1 MR, en donde se localizan los
niveles más altos de potencia media y pico entre
los dos ejercicios realizados por ésta población.

Figura 76. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
alcanzan los valores más altos de potencia media y pico, en
los ejercicios realizados por la población 11 (mujeres,
practicantes de taekwondo, de 14 a 16 años, Cuba), en los
tres test realizados. **p < 0.01; *p < 0.05 respecto al press
de banca.
Los resultados obtenidos al comparar los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia, media y pico
indican la existencia de diferencias significativas
entre los ejercicios comparados. Sólo en la
población 5, no se observan diferencias
significativas entre la localización de la potencia
media y pico del press de banca respecto a la
sentadilla paralela, y en la población 7 que realizó
el ejercicio de press de hombros, no se observaron
diferencias significativas respecto a la
localización de la potencia media y pico entre este
ejercicio y la sentadilla paralela.
Comparación de los resultados obtenidos
por cada población diferenciando los
momentos de cada evaluación
En este apartado compararemos los resultados
obtenidos en los ejercicios de fuerza realizados
por una misma población, diferenciado los tres
test realizados: test 1, al final del período de
adaptación, test 2, en el primer pico de
rendimiento, y test 3 en el segundo pico de
rendimiento.
1. Opositores a bombero
a) Press de banca plano con barra libre: Los
resultados presentados en la tabla 20 muestran
que esta población presenta diferencias
significativas (p < 0.01) en el nivel de la 1 MR
(absoluto y por kg de peso corporal)
determinado en el test 3 respecto al test 1,
mientras que entre el test 2 respecto al test 1,
sólo se ven diferencias significativas para un
valor p < 0.05 en el valor de la 1 MR por kg
de peso corporal y una tendencia que no llega
a ser significativa (p = 0.059) en el nivel de la
1 MR absoluta.
En el resto de las variables comparadas no se han
observado diferencias significativas para un valor
p < 0.05 entre los tres test realizados.
La figura 77, muestra como al comparar los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia media y pico, no se
producen diferencias significativas entre los tres
test realizados.
Figura 77. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
press de banca con barra libre, en los test realizados por la
Población 1 (opositores a bomberos n= 17). *p < 0.05..
b) Sentadilla paralela con barra libre: Los
resultados presentados en la tabla 32 indican
la existencias de diferencias significativas (p <
0.05) en el nivel de la 1 MR (absoluto y por
kg de peso corporal) determinado en el test 3,
respecto al test 1 y para un valor p < 0.01 en el
nivel de la 1 MR por kg de peso corporal,
entre el test 3 respecto al test 2.
Para el resto de las variables comparadas no se
observan diferencias significativas, para un valor
p < 0.05, entre los tres test realizados.
La figura 78, muestra como al comparar los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia media y pico, no se
producen diferencias significativas entre los tres
test realizados.

Figura 79. Comparación de la media y desviación típica, de

los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
cargada en un tiempo, en los test realizados por la
población 1 (opositores a bomberos n= 13). *p < 0.05

Figura 78. Comparación de la media y desviación típica, de 2. Opositores a policía

los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
sentadilla paralela con barra libre, en los test realizados por a) Press de banca plano con barra libre: Los
la población 1 (opositores a bomberos n= 16). *p < 0.05 resultados presentados en la tabla 21,
muestran diferencias significativas (p < 0.05),
c) Cargada en un tiempo: Los resultados sólo en el nivel de la 1 MR por kg de peso
presentados en la tabla 44, indican que en este corporal, determinada en el test 3 respecto a la
ejercicio sólo se observan diferencias obtenida en el test 1. En el resto de las
significativas (p < 0.05) en el nivel de la 1 MR variables comparadas no se observaron
absoluto, en el test 3 respecto al test 1, diferencias significativas en los tres test
mientras que entre el nivel de la 1 MR realizados.
absoluta alcanzada en el test 2 respecto al del
test 1 y en el test 3 respecto al test 2 se La figura 80, muestra como al comparar los
observan tendencias que no llegan a ser porcentajes de peso en donde se localizan los
significativas (p = 0.074; y p = 0.094, valores más altos de potencia media y pico, no se
respectivamente). producen diferencias significativas entre los tres
test realizados.
Al igual que en el los dos ejercicios anteriores,
tampoco se observan diferencias significativas,
para un valor p < 0.05, en la potencia máxima
media y pico, absoluta y por kg de peso corporal,
así como en los porcentajes de peso donde se
localizan sus valores más elevados, al comparar
los resultados de los tres test realizados a lo largo
del estudio.

La figura 79, muestra como al comparar los

porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia, media y pico, no se
producen diferencias significativas entre los tres
test realizados.

Figura 80. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
press de banca con barra libre, en los test realizados por la
población 2 (opositores a policía, n= 8). *p < 0.05
b) Sentadilla paralela con barra libre: Los
resultados presentados en la tabla 33 muestran
diferencias significativas (p < 0.05) entre el
test 3 respecto al test 1 y al 2 en los
porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en
donde se localizan los valores más altos de
potencia pico. Para el resto de las variables
comparadas no se observaron diferencias
significativas, para un valor p < 0.05.
La figura 81, muestra como al comparar los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia media, no se
observan diferencias significativas mientras que,
si se producen en el caso de la potencia pico, entre
el test 3 y el test 1.
Figura 81. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
sentadilla paralela con barra libre, en los test realizados por
la población 2 (opositores a policía, n= 6). *p < 0.05,
respecto al test 1 β p < 0.05 respecto al test 2.
c) Cargada en un tiempo: Los resultados
presentados en la tabla 45 muestran
diferencias significativas (p < 0.05) entre la
potencia pico absoluta alcanzada en el test 2
respecto a la obtenida en el test 1. En este
mismo momento se distinguen tendencias, que
no llegan a ser significativas en el nivel de la 1
MR por kg de peso corporal y la potencia pico
por kg de peso corporal (p = 0.069 en ambos
casos).
Entre el test 3 respecto al test 2, se observan
diferencias significativas (p < 0.05) en el nivel de
la 1 MR (absoluto y por kg de peso corporal) y la
potencia máxima media (absoluta y por kg de
peso corporal).
Entre el test 3 respecto al test 1 se observan
diferencias significativas (p < 0.05) en el nivel de
la 1 MR (absoluta y por kg de peso corporal), y la
potencia máxima, media y pico (absolutas y por
kg de peso corporal).
La figura 82, muestra como, al comparar los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia media y pico, no se
observan diferencias significativas entre ninguno
de los tres test realizados.

Figura 82. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
cargada en un tiempo, en los test realizados por la
población 2 (opositores a policía, n= 8). *p < 0.05.
3. Mujeres competidoras de fitness
a) Press de banca plano con barra libre: Los
resultados presentados en la tabla 22 muestra
la existencia de diferencias significativas (p <
0.05) sólo en la potencia pico por kg de peso
corporal determinada en el test 3 respecto a la
obtenida en el test 1 mientras que, entre el test
3 y el test 2 esta variable manifiesta una
tendencia que no llega a ser significativa (p =
0.063). En el resto de las variables
comparadas no se observaron diferencias
significativas para un valor p < 0.05 entre los
tres test realizados.
La figura 83, muestra como al comparar los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia, media y pico, no se
producen diferencias significativas entre los tres
test realizados.
Figura 83. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
press de banca con barra libre, en los test realizados por la
población 3 (mujeres, competidoras de fitness, n= 7). *p <
0.05.
b) sentadilla paralela con barra libre: Los
resultados presentados en la tabla 34 indican
que, no existen diferencias significativas para
un valor p < 0.05 en ninguna de las variables
analizadas.
La figura 84, muestra como al comparar los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia media y pico, no se
producen diferencias significativas entre los tres
test realizados.
Figura 84. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
sentadilla paralela con barra libre, en los test realizados por
la población 3 (mujeres, competidoras de fitness, n= 7). *p
< 0.05.
c) Cargada en un tiempo: Los resultados
presentados en la tabla 46 indican la existencia
de diferencias significativas (p < 0.05) en la
potencia máxima media absoluta alcanzada en
el test 3 respecto al 1 y entre la potencia pico
(absoluta y por kg de peso corporal) obtenida
en el test 3 respecto a la del test 2. En el resto
de las variables analizadas no se determinaron
diferencias significativas para un valor p <
0.05.
La figura 85, muestra como al comparar los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia media y pico, no se
producen diferencias significativas entre los tres
test realizados.
Figura 85. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
cargada en un tiempo en los test realizados por la población
3 (mujeres, competidoras de fitness, n= 5). *p < 0.05.
4. Varones, judokas de competición:
a) Press de banca plano con barra libre: Los
resultados presentados en la tabla 23 muestran
diferencias significativas (p < 0.05) entre el
test 2 respecto al 1 en los valores de potencia
pico (absoluta y por kg de peso corporal),
mientras que en los niveles de la 1 MR por kg
de peso corporal, se observa sólo una
tendencia que no llega a ser significativa (p =
0.067).
Entre el test 3 y el test 1 se observan diferencias
significativas (p < 0.05) en el nivel de la 1 MR
(absoluto y por kg de peso corporal), la potencia
máxima media (absoluta y por kg de peso
corporal) y la potencia pico absoluta, mientras que
para la potencia pico por kg de peso corporal se
observa sólo una tendencia que no llega a ser
significativa (p < 0.084).
Entre el test 3 respecto al 2, se observan
diferencias significativas (p < 0.05) entre el valor
de la 1 MR por kg de peso corporal, y la potencia
máxima media absoluta, mientras que para el
nivel de la 1 MR absoluta, la potencia máxima
media por kg de peso corporal y la potencia pico
absoluta, se manifiestan tendencias que no llega a
ser significativas (p = 0.067; p = 0.055; p = 0.070,
respectivamente).
En la potencia pico por kg de peso corporal y los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia media y pico, no se
han observando diferencias significativas.
La figura 86, muestra como al comparar los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia media y pico, no se
producen diferencias significativas entre los tres
test realizados.
Figura 86. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
press de banca con barra libre, en los test realizados por la
población 4 (varones, judokas de competición, n=12). *p <
0.05.
b) Sentadilla paralela con barra libre: Los
resultados presentados en la tabla 35 indican
que existen diferencias significativas (p <
0.05) al comparar los resultados del test 2
respecto al test 1 sólo en potencia pico por kg
de peso corporal.
Entre el test 3 respecto al test 1, se observan
diferencias significativas (p < 0.05) en el nivel de
la 1 MR (absoluto y por kg de peso corporal).
Entre el test 3 respecto al test 2, se observan de potencia media y pico, como puede observarse
diferencias significativas (p < 0.05) en la potencia en la figura 88, no existen diferencias
pico (absoluta y por kg de peso corporal). significativas, para un valor p < 0.05, en ninguno
de los tres test realizados.
En los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media y pico no se observan diferencias
significativas entre ninguno de los tres test
realizados (ver figura 87).

Figura 88. Comparación de la media y desviación típica, de

Figura 87. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
sentadilla paralela con barra libre, en los test realizados por
la población 4 (varones, judokas de competición, n=11).
*p < 0.05.
c) Cargada en un tiempo: Los resultados
presentados en la tabla 47 indican la existencia
de diferencias significativas (p < 0.05) al
comparar los resultados del test 2 respecto al
test 1, sólo en la potencia media (absoluta y
por kg de peso corporal), mientras que en los
valores de la 1 MR absoluta manifiesta una
tendencia que no llega a ser significativa (p =
0.063).
Entre el test 3 respecto al test 1, se observan
diferencias significativas (p < 0.05) en el nivel de
la 1 MR (absoluto y por kg de peso corporal) y en
la potencia máxima media por kg de peso
corporal, mientras que en la potencia media
absoluta existe sólo una tendencia que no llega a
ser significativa (p = 0.063).
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
cargada en un tiempo, en los test realizados por la
población 4 (varones, judokas de competición, n=7). *p <
0.05.
5. Varones, con entrenamiento recreativo en
fuerza y resistencia.
a) Press de banca plano con barra libre: Los
resultados presentados en la tabla 24 muestran
que no existen diferencias significativas, para
un valor p < 0.05 en ninguna de las variables
estudiadas.
La figura 89, muestra como al comparar los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia media y pico, no se
producen diferencias significativas entre los tres
test realizados.

Entre el test 3 respecto al test 2, se observan

diferencias significativas (p < 0.05) en los valores
de la 1 MR (absoluta y por kg de peso corporal).

Al analizar los porcentajes de peso, respecto a la 1

MR, en donde se localizan los valores más altos

Figura 89. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
alcanzan los valores más altos de potencia media y pico, en
press de banca con barra libre, en los test realizados por la
población 5 (varones, entrenamiento recreativo de fuerza y
resistencia, n= 8). *p < 0.05.
b) Sentadilla paralela con barra libre: Los
resultados presentados en la tabla 36 indican
que existen diferencias significativas (p <
0.05) entre el test 3 respecto a los test 1 y 2 en
los valores de la 1 MR por kg de peso
corporal.
Entre el test 2 respecto a los test 1 y 3 se observan
diferencias significativas en los porcentajes de
peso, respecto al nivel de la 1 MR, en donde se
localizan los valores más altos de potencia pico
(ver figura 90).
Figura 90. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico en
sentadilla paralela con barra libre en los test realizados por
la población 5 (varones con entrenamiento recreativo en
fuerza y resistencia, n= 9) *p < 0.05, respecto al test 1 y al
test 3.
c) Cargada en un tiempo: Los resultados
presentados en la tabla 48 muestran la
existencia de diferencias significativas (p <
0.05) entre el test 1 y el 3, en los valores de la
1 MR (absoluta y por kg de peso corporal). En
el resto de las variables comparadas no
observan diferencias significativas para un
valor p < 0.05 en ninguno de los tres test
realizados.
La figura 91, muestra como al comparar los
porcentajes de peso en los que se localizan los
valores más altos de potencia, media y pico, no se
producen diferencias significativas entre los tres
test realizados.
Figura 91. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
producen los valores más altos de potencia media y pico, en
cargada en un tiempo, en los test realizados por la
población 5 (varones, entrenamiento recreativo de fuerza y
resistencia, n= 9). *p < 0.05.
6. Varones, competidores de fitness.
a) Press de banca plano con barra libre: Los
resultados presentados en la tabla 25 muestran
la existencia de diferencias significativas (p <
0.05) entre el test 2 y el 1 en la potencia
máxima media absoluta, mientras que para la
potencia máxima media por kg de peso
corporal se observa una tendencia que no llega
a ser significativa (p = 0.069).
Entre el test 3 y el 1 se observan diferencias
significativas (p < 0.05) en la potencia máxima
media (absoluta y por kg de peso corporal).
Entre el test 3 y el 2 no se observan diferencias
significativas, para un valor p < 0.05, en ninguna
de las variables analizadas.
En los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media y pico, como puede observarse en
la figura 92, no se han determinado diferencias
significativas, para un valor p < 0.05 en ninguno
de los tres test realizados.

Figura 93. Comparación de la media y desviación típica, de

los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
sentadilla paralela con barra libre, en los test realizados por
la población 6 (varones, competidores de fitness, n= 8).
*p < 0.05.

c) Cargada en un tiempo: Los resultados

Figura 92. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
press de banca con barra libre, en los test realizados por la
población 6 (varones, competidores de fitness, n= 8).
*p < 0.05.
b) Sentadilla paralela con barra libre: Los
resultados presentados en la tabla 37 indican
que no se observan diferencias significativas,
para un valor p < 0.05 en ninguna de las
variables estudiadas.
presentados en la tabla 49 indican que no se
observan diferencias significativas, para un
valor p < 0.05 en ninguna de las variables
estudiadas.
La figura 94, muestra como al comparar los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia, media y pico, no se
producen diferencias significativas entre los tres
test realizados.

La figura 93, muestra como al comparar los

porcentajes de peso en los que se localizan los
valores más altos de potencia media y pico, no se
producen diferencias significativas entre los tres
test realizados.

Figura 94. Comparación de la media y desviación típica, de

los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
cargada en un tiempo, en los test realizados por la
población 6 (varones, competidores de fitness, n= 8).
*p < 0.05.
7. Mujeres, jugadoras de voley de 1º división
(Cuba).
a) Press de hombros con barra por delante:
Como se ha mencionado anteriormente, esta
población, a diferencia de las demás, realizó el
ejercicio de press de hombros con barra por
delante. Los resultados presentados en la tabla
26, indican la existencia de diferencias
significativas para un valor p < 0.01 entre el
test 2 y 3 respecto al test 1, en el valor de la 1
MR (absoluta y por kg de peso corporal) y en
la potencia máxima media y pico (absolutas y
por kg de peso corporal).
Entre el test 3 y el 2 se observan diferencias
significativas para un valor p < 0.01 en la potencia
máxima media (absoluta) y la potencia pico
(absoluta y por kg de peso corporal).
En los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media y pico, como puede observarse en
la figura 95, no se han determinado diferencias
significativas para un valor p < 0.05 en ninguno
de los tres test realizados.
Figura 95. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR en donde se
localizan los niveles más altos de potencia media y pico, en
press de hombros con barra por delante, en los test
realizados por la población 7 (mujeres, jugadoras de voley,
1º división, cuba, n= 10). *p < 0.05.
b) Sentadilla paralela con barra libre: Los
resultados presentados en la tabla 38 indican
que se observan diferencias significativas (p <
0.01) entre el test 2 y el 1 en el nivel de la 1
MR absoluta y para un valor p < 0.05 en el
nivel de la 1 MR por kg de peso corporal.
Entre el test 3 y el 1 existen diferencias
significativa (p < 0.01) en el nivel de la 1 MR
(absoluta y por kg de peso corporal) y la potencia
máxima, media (absoluta y por kg de peso
corporal).
Entre el test 3 y el 2 se manifiestan diferencias
significativas (p < 0.05) entre la potencia máxima
media (absoluta y por kg de peso corporal).
En los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media y pico, como puede observarse en
la figura 96, no se han determinado diferencias
significativas, para un valor p < 0.05 entre
ninguno de los tres test realizados.
Figura 96. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
sentadilla paralela con barra libre, en los test realizados por
la población 7 (mujeres, jugadoras de voley, 1º división,
Cuba, n= 8). p < 0.05.
8. Varones, jugadores de béisbol de 14 a 17
años (Cuba).
a) Press de banca plano con barra libre: Los
resultados presentados en la tabla 27 indican
que existen diferencias significativas (p <
0.01) entre el test 3 y el 2 en el nivel de la 1
MR absoluta, y para un valor p < 0.05 en la
potencia máxima media, por kg de peso
corporal.
Al comparar los resultados del test 1 con el 2 y
con el 3 no se encontraron diferencias
significativas para ninguna de las variables
estudiadas.
La figura 97, muestra como, al comparar los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia, media y pico, no se
producen diferencias significativas entre los tres
test realizados.
Figura 97. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
press de banca plano con barra libre, en los test realizados
por la población 8 (jugadores de béisbol, de 14 a 17 años,
Cuba, n= 12). p < 0.05.
b) Sentadilla paralela con barra libre: Los
resultados presentados en la tabla 39 muestran
la existencia de diferencias significativas (p <
0.05) entre el test 3 y el 1 en la potencia pico
absoluta, mientras que en la potencia pico por
kg de peso corporal se determina sólo una
tendencia que no llega a ser significativa (p =
0.073).
Al comparar los resultados del test 1 con el 2, y
del 2 con 3 no se observaron diferencias
significativas en ninguna de las variables
estudiadas.
La figura 98., muestra como al comparar los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia, media y pico, no se
producen diferencias significativas entre los tres
test realizados.
Figura 98. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
sentadilla paralela con barra libre, en los test realizados por
la población 8 (jugadores de béisbol, de 14 a 17 años, Cuba,
n= 10). p < 0.05.
9. Varones, boxeadores y taekwondístas.
a) Press de banca plano con barra libre: Los
resultados presentados en la tabla 28 indican
que existen diferencias significativas (p <
0.05) entre el test 2 y el 1 en el valor de la 1
MR (absoluto y por kg de peso corporal),
mientras que entre el test 3 y el 1 se ha
observan tendencias que no llegan a ser
significativas en el nivel de la 1 MR (absoluto
y por kg de peso corporal) (p = 0.052 y p =
0.056 respectivamente).
En los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR,
donde se localizan los valores más altos de
potencia media, no se observan diferencias
significativas, mientras que, en la potencia pico se
observan tendencias que no llegan a ser
significativas entre el test 2 y el 1 (p = 0.084) y
entre el test 3 con el 2 (p = 0.079).
La figura 99, muestra como, al comparar los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia, media y pico, no se
producen diferencias significativas entre los tres
test realizados, aunque se distinguen tendencias
que no llegan a ser significativas para la potencia
pico entre el test 2 respecto al 1 y entre el test 3
respecto al 2.
 c) Cargada en un tiempo: Los resultados
presentados en la tabla 50 indican que existen
diferencias significativas (p < 0.05) entre el
test 2 respecto al 1 en el nivel de la 1 MR
absoluto y en la potencia pico absoluta en el
test 3 con el 1 en el valor de la 1 MR (absoluta
y por kg de peso corporal) y entre el test 3 con
el 2 en los porcentajes de peso, respecto a la 1
MR, en donde se localizan los valores más
altos de potencia pico. En este mismo
momento se han determinado tendencias que
no llegan a ser significativas (p = 0.068, y p =
0.052) entre el nivel de la 1 MR absoluta y por
kg de peso corporal, respectivamente.
Figura 99. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
La figura 101, muestra como al comparar los
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en porcentajes de peso en donde se localizan los
press de banca con barra libre, en los test realizados por la valores más altos de potencia media, no se ven
población 9 (varones, boxeadores o taekwondístas, n= 12). diferencias significativas entre los tres test
*p < 0.05; ª tendencia p = 0.084 respecto al test 1; b
realizados, mientras que en el caso de la potencia
tendencia p = 0.079 respecto al test 3.
pico se distinguen diferencias significativas entre
b) Sentadilla paralela con barra libre: Los el test 3 respecto al 2.
resultados presentados en la tabla 40 indican
la existencia de diferencias significativas (p <
0.05) entre los test 2 y 3 respecto al test 1 en el
valor de la 1 MR (absoluto y por kg de peso
corporal). Para el resto de las variables
comparadas, no se han determinado
diferencias significativas para un valor p <
0.05.
La figura 100, muestra como al comparar los
porcentajes de peso en los que se localizan los
valores más altos de potencia media y pico no se
producen diferencias significativas entre los tres
test realizados.

Figura 101. Comparación de la media y desviación típica, de

los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
cargada en un tiempo, en los test realizados por la
población 9 (varones, boxeadores o taekwondístas, n= 13).
*p < 0.05, respecto al test 2.

10. Varones practicantes de lucha libre y

grecoromana de 14 a 17 años (Cuba).

a) Press de banca plano con barra libre: Los

Figura 100. Comparación de la media y desviación típica, de resultados presentados en la tabla 29 indican
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se que existen diferencias significativas (p <
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
0.05) entre:
sentadilla paralela con barra libre, en los test realizados por
la población 9 (varones, boxeadores o taekwondístas, n= 8).
*p < 0.05.
El test 2 respecto al 1, en la potencia máxima
media y pico (absolutas y por kg de peso
corporal).
Entre el test 3 respecto al 1 en la potencia máxima
media (absoluta y por kg de peso corporal),
mientras que en este momento también se observa
una tendencia que no llega a ser significativa en la
potencia pico absoluta (p = 0.091).
Entre el test 3 respecto al 2 no se observan
diferencias significativas para un valor p < 0.05,
en ninguna de las variables comparadas.
En los porcentajes de peso, respecto al valor de la
1 MR, en donde se localizan los valores más altos
de potencia media y pico, como puede observarse
en la figura 102, no se han determinado
diferencias significativa para un valor p < 0.05
entre ninguno de los tres test realizados.
Figura 102. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
press de banca con barra libre, en los test realizados por la
población 10 (varones, practicantes de lucha libre y
grecoromana, n= 7). *p < 0.05.
b) Sentadilla paralela con barra libre: Los
resultados presentados en la tabla 41 indican
que existen diferencias significativas (p <
0.05) entre:
El test 2 respecto al test 1 en el nivel de la 1 MR
absoluto y la potencia máximas media y pico
(absolutas y por kg de peso corporal).
Entre el test 3 y el 1, en el nivel de la 1 MR
absoluta, la potencia máxima media (absoluta) y
la potencia pico por kg de peso corporal, mientras
que para la potencia máxima, media, por kg de
peso corporal, y la potencia pico absoluto se
distinguen tendencias que no llegan a ser
significativas (p = 0.075 y p = 0.091,
respectivamente).
Entre el test 3 respecto al 2, se observan
diferencias significativas (p < 0.05) sólo para la
potencia máxima media absoluta, mientras que en
el nivel de la 1 MR absoluto se distingue una
tendencia que no llega a ser significativa (p =
0.068).
En los porcentajes de peso, respecto al valor de la
1 MR, en donde se localizan los valores más altos
de potencia media y pico, como puede observarse
en la figura 103, no se han determinado
diferencias significativas, para un valor p < 0.05,
entre ninguno de los tres test realizados.
Figura 103. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
sentadilla paralela con barra libre, en los test realizados por
la población 10 (varones, practicantes de lucha libre y
grecoromana, n= 6). *p < 0.05.
11. Mujeres, jugadoras de sóftbol de 1º división
(Cuba).
a) Press de banca plano con barra libre: Los
resultados presentados en la tabla 30 indican
que existen diferencias significativas (p <
0.05) entre:
El test 2 respecto al 1 en los porcentajes de peso,
respecto a la 1 MR, en donde se localizan los
valores más altos de potencia pico.
Entre el test 3 y el 1, en el nivel de la 1 MR
absoluta, la potencia máxima media (absoluta y
por kg de peso corporal) y los porcentajes de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde se
localizan los valores más altos de potencia media significativas, para un valor p < 0.05 entre
y pico. ninguno de los tres test realizados.

Entre el test 3 respecto al 2, no se observan

diferencias significativas para un valor p < 0.05,
en ninguna de las variables comparadas, aunque
se distingue una tendencia que no llega a ser
significativa (p = 0.066) en el nivel de la 1 MR
absoluta.

La figura 104, muestra como al comparar los

porcentajes de peso en los que se localizan los
valores más altos de potencia media y pico, se
manifiestan diferencias significativas entre el test
3 respecto al 1, y para la potencia pico, también
entre el test 2 respecto al 3.

Figura 105. Comparación de la media y desviación típica, de

los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
sentadilla paralela con barra libre, en los test realizados por
la población 11 (jugadoras de sóftbol, 1º división (Cuba), n=
9). p < 0.05.

12. Mujeres, practicantes de taekwondo

categoría, 14 a 16 años, Cuba.

a) Press de banca plano con barra libre: En

Los resultados presentados en la tabla 43
indican que existen diferencias significativas
(p < 0.05) entre:

El test 2 respecto al 1, en la 1 MR por kg de peso

Figura 104. Comparación de la media y desviación típica, de
corporal y en los porcentajes de peso, respecto a la
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se 1 MR, en donde se localizan los valores más altos
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en de potencia media y pico.
press de banca con barra libre, en los test realizados por la
población 11 (jugadoras de sóftbol, 1º división (Cuba), n= Entre el test 3 respecto al 1, en la potencia
8). *p < 0.05, respecto al test 1.
máxima media (absoluta y por kg de peso
corporal) y la potencia pico absoluta.
b) Sentadilla paralela con barra libre: Los
resultados presentados en la tabla 42 indican
Entre el test 3 respecto al 2, en el valor de la 1 MR
que existen diferencias significativas (p <
por kg de peso corporal y la potencia máximas
0.05) entre los test 2 y 3 respecto al test 1 en la
media y pico (absoluta y por kg de peso corporal).
potencia máxima media y pico (absolutas y
por kg de peso corporal).
La figura 106, muestra como, al comparar los
porcentajes de peso en los que se localizan los
Entre el test 3 respecto al 2, no se observan
valores más altos de potencia media y pico, se
diferencias significativas para un valor p < 0.05,
manifiestan diferencias significativas entre el test
en ninguna de las variables comparadas.
2 respecto al 1, pero no entre el test 1 y 2 respecto
al 3.
Los porcentajes de peso, respecto al valor de la 1
MR, en donde se localizan los valores más altos
de potencia media y pico, como puede observarse
en la figura 105 no muestran diferencias
Figura 106. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
press de banca plano con barra libre, en los test realizados
por la población 12 (mujeres, taekwondístas, de 14 a 16
años, Cuba, n= 7). *p < 0.05, respecto al test 1.
b) Sentadilla paralela con barra libre: Los
resultados presentados en la tabla 43 indican
que existen diferencias significativas (p <
0.05) entre los test 2 y 3 respecto al test 1 en el
nivel de la 1 MR absoluto. Para el resto de las
variables analizadas no se determinaron
diferencias significativas para un valor p <
0.05, en ninguno de los tres test realizados.
La figura muestra como al comparar los
porcentajes de peso en los que se localizan los
valores más altos de potencia, media y pico, no se
ven diferencias significativas entre ninguno de los
tres test realizados.
Figura 107. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso respecto a la 1 MR en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico, en
sentadilla paralela con barra libre, en los test realizados por
la población 12 (mujeres, taekwondístas, de 14 a 16 años,
Cuba, n= 10). p < 0.05.
Al comparar los resultados obtenidos entre los tres
test realizados a lo largo del año, por cada grupo
de deportistas, se observan cambios significativos
fundamentalmente en los valores de la 1 MR y
potencia media y pico, mientras que son muy
pocos los casos en donde se han observado
variaciones en los porcentajes de peso en donde se
localizan los niveles más altos de potencia. No
obstante, éste último factor suele variar más en el
caso de la potencia pico que con respecto a la
potencia media.
Por ejemplo, las poblaciones 2 y 5 muestran
diferencias en la localización de los valores más
altos de potencia pico en sentadilla paralela, entre
el test 3 y el 1, y entre el test 3 y el 2, en el caso
de la población 2 (figura 6.39), y entre el test 2
respecto al 1 y al 3, en el caso de la población 5
(figura 6.48).
Por otro lado las poblaciones 11 y 12 muestran
diferencias en la localización de los valores más
altos la potencia pico en el ejercicio de press de
banca, entre el test 1 respecto al 3, en el caso de la
población 11 (figura 104) y entre el test 1 respecto
al 2 en la población 12 (figura 107). Sin embargo,
la localización de los valores más altos de
potencia media sólo muestran modificaciones
significativas en la población 9, entre el test 2 y el
3, en el ejercicio de cargada en un tiempo (figura
101) y en el ejercicio de press de banca en las
poblaciones 11 y 12, al comparar el test 3 con el 1
y el 1 con el 2 respectivamente (figuras 104 y
107).
ANALISIS DE LOS RESULTADOS diferenciando el momento que se realizaron las
CLASIFICANDO A LOS GRUPOS SEGUN evaluaciones (test 1, test 2 y test 3)
EL ENTRENAMIENTO REALIZADO

En primer lugar se mostrarán los resultados

descriptivos de los dos grupos comparados

Variables Edad Peso corporal Estatura IMC

Test 1 G1 G2 G1 G2 G1 G2 G1 G2
Grupos >70% < 70% >70% <70% >70% <70% >70% <70%
** ** ** **
Media 26.02 74.30 174.56 24.25
18.48 63.00 168.48 22.09
Desv. Típica 4.46 5.54 11.40 9.62 8.87 8.40 2.15 2.14
Test 2 G1 G2 G1 G2 G1 G2 G1 G2
Grupos >70% < 70% >70% <70% >70% <70% >70% <70%
** ** ** **
Media 26.25 74.41 174.56 24.32
18.87 64.53 168.85 22.56
Desv. Típica 4.50 5.62 10.49 9.45 8.87 8.31 1.88 2.24
Test 3 G1 G2 G1 G2 G1 G2 G1 G2
grupos >70% < 70% >70% <70% >70% <70% >70% <70%
** ** ** **
Media 26.98 74.29 174.33 24.34
19.28 65.03 169.07 22.69
Desv. Típica 4.50 5.59 10.66 9.26 8.98 8.30 2.03 2.17
** p < 0.01 * p < 0.05 respecto al grupo 1.
Tabla 51. Media y desviación típica de las variables biométricas, clasificando a los sujetos por el tipo de entrenamiento y
diferenciado el momento de las evaluaciones, en press de banca con barra libre.Grupo 1 (n= 60): (poblaciones 1 a 6): utilizaron
pesos superiores o iguales al 70% de la 1MR.Grupo 2 (n= 46): (poblaciones 7 a 12): utilizaron pesos inferiores o iguales al 70% de
la 1 MR.

En press de banca plano, se observaron grupo 2 (entrenamiento con pesos iguales o

diferencias significativas entre los sujetos del inferiores al 70% del nivel de la 1 MR) en la edad,
gripo 1 (entrenamiento con pesos iguales o el peso corporal, la estatura y el índice de masa
superiores al 70% del nivel de la 1 MR) y los del corporal.

Variables Edad Peso corporal Estatura IMC

Test 1 G1 G2 G1 G2 G1 G2 G1 G2
grupos >70% < 70% >70% <70% >70% <70% >70% <70%
** ** ** **
Media 26.25 74.16 174.33 24.25
17.76 60.74 167.84 21.51
Desv. Típica 4.40 4.64 11.73 8.93 9.10 9.08 2.08 2.29
Test 2 G1 G2 G1 G2 G1 G2 G1 G2
grupos >70% < 70% >70% <70% >70% <70% >70% <70%
** ** ** **
Media 26.53 74.23 174.31 24.32
18.71 62.69 168.02 22.19
Desv. Típica 4.60 4.98 10.67 8.84 9.06 9.19 1.88 2.45
Test 3 G1 G2 G1 G2 G1 G2 G1 G2
grupos >70% < 70% >70% <70% >70% <70% >70% <70%
** ** ** **
Media 27.40 74.11 174.30 24.28
19.02 63.89 168.68 22.45
Desv. Típica 4.59 4.96 10.67 8.32 9.05 8.86 1.89 2.33
** p < 0.01 * p < 0.05 respecto al grupo 1.
Tabla 52. Media y desviación típica de las variables biométricas, clasificando a los sujetos por el tipo de entrenamiento y
diferenciado el momento de las evaluaciones en sentadilla paralela con barra libre.Grupo 1 (n= 57): (poblaciones 1 a 6): utilizaron
pesos superiores o iguales al 70% de la 1MR.Grupo 2 (n= 51): (poblaciones 7 a 12): utilizaron pesos inferiores o iguales al 70% de
la 1 MR.

La sentadilla paralela se observan diferencias en la edad, el peso corporal, la estatura y el índice

entre los sujetos del grupo 1 (entrenamiento con de masa corporal.
pesos iguales o superiores al 70% del nivel de la 1
MR) y los del grupo 2 (entrenamiento con pesos
iguales o inferiores al 70% del nivel de la 1 MR)
 Test 1 Edad Peso corporal Estatura IMC
Test 1 G1 G2 G1 G2 G1 G2 G1 G2
Grupos >70% < 70% >70% <70% >70% <70% >70% <70%
Media 26.32 26.92 74.73 73.35 174.90 177.26 24.29 23.38
Desv. Típica 4.44 4.66 11.73 7.24 8.95 4.58 2.18 2.42
Test 2 G1 G2 G1 G2 G1 G2 G1 G2
Grupos >70% < 70% >70% <70% >70% <70% >70% <70%
Media 26.44 27.38 75.09 73.75 175.25 177.42 24.35 23.47
Desv. Típica 4.45 4.93 10.34 7.61 8.79 4.62 1.88 2.58
Test 3 G1 G2 G1 G2 G1 G2 G1 G2
grupos >70% < 70% >70% <70% >70% <70% >70% <70%
Media 27.30 27.85 74.58 73.32 174.69 177.26 24.36 23.37
Desv. Típica 4.45 4.78 9.36 8.17 8.40 4.58 1.82 2.72
** p < 0.01 * p < 0.05 respecto al grupo 1.
Tabla 53. Media y desviación típica de las variables biométricas clasificando, a los sujetos por el tipo de entrenamiento y
diferenciado el momento de las evaluaciones en cargada en un tiempo.
Grupo 1 (n= 50): (poblaciones 1 a 6): utilizaron pesos superiores o iguales al 70% de la 1MR.
Grupo 2 (n= 13): utilizaron pesos inferiores o iguales al 70% de la 1 MR.

A diferencia de los otros dos ejercicios, las
poblaciones que realizaron la cargada en un
tiempo, cuando fueron clasificadas por el tipo de
entrenamiento realizado, no mostraron diferencias
significativas para un valor p < 0.05, en ninguno
de los parámetros evaluados.
Las tablas siguientes muestran los valores medios
y de desviación típica de los resultados obtenidos
en cada ejercicio, en los tres test , tomando la
muestra de forma conjunta.
Las tablas 54 a 56 muestran los resultados del
grupo 1 (poblaciones 1 a 6), que entrenaron con
pesos iguales o superiores al 70% del valor de la 1
MR.

Momento Test 1 n= 60 Test 2 n= 60 Test 3 n= 60 Conjunto n= 180

Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 83.84 20.95 86.23 21.60 88.05 21.53 86.04 21.31
1 MR kp 1.13 0.23 1.16 0.24 1.18 0.25 1.16 0.24
PM 418.92 149.63 428.58 139.35 454.21 144.34 433.90 144.47
PM kp 5.60 1.68 5.70 1.50 6.08 1.61 5.79 1.60
PP 728.09 310.08 755.96 350.13 795.26 389.73 759.77 350.61
PP kp 9.68 3.50 10.05 4.35 10.56 4.46 10.09 4.12
loc % PM 51.2% 12.1% 52.2% 10.9% 49.3% 9.7% 50.9% 11.0%
Loc % PP 49.1% 14.2% 49.3% 13.1% 46.9% 13.5% 48.4% 13.6%
* p < 0.05. 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (Kg.); 1 MR kp: peso máximo movilizado en
una única repetición relacionado al peso corporal (Kg. por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima
alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de
peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso
corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de
potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto
de potencia pico.
Tabla 54. Media y desviación típica de las variables analizadas en press de banca con barra libre, en el grupo 1 (poblaciones 1 a 6)
que entrenaron con pesos superiores o iguales al 70% de la 1MR.

En press banca plano con barra libre, las significativas entre los tres test realizados en
poblaciones del grupo 1, no mostraron diferencias ninguno de los parámetros comparados.
 Momento Test 1 n= 57 Test 2 n= 57 Test 3 n= 57 Conjunto n= 171
Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 177.37 30.25 181.33 28.73 186.53 29.87 181.74 29.69
1 MR kp 2.40 0.30 2.45 0.26 2.52 0.29 2.46 0.28
PM 1206.65 320.07 1213.46 281.17 1235.91 253.82 1218.67 284.90
PM kp 16.25 3.25 16.35 2.94 16.70 2.54 16.43 2.91
PP 2538.99 860.09 2594.12 774.37 2682.09 783.69 2605.07 804.38
PP kp 34.18 9.95 34.98 9.24 36.07 8.27 35.07 9.16
loc % PM 59.4% 8.5% 58.8% 9.8% 57.3% 7.1% 58.5% 8.5%
Loc % PP 60.2% 11.4% 61.9% 13.1% 61.4% 13.2% 61.2% 12.6%
* p < 0.05. 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (Kg.); 1 MR kp: peso máximo movilizado en
una única repetición relacionado al peso corporal (Kg. por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima
alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de
peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso
corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de
potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto
de potencia pico.
Tabla 55. Media y desviación típica de las variables analizadas en sentadilla paralela con barra libre, en el grupo 1 (poblaciones 1 a
6) que entrenaron con pesos superiores o iguales al 70% de la 1MR.

En sentadilla paralela, las poblaciones del grupo tres test realizados en ninguno de los parámetros
1, no mostraron diferencias significativas entre los comparados.
Momento Test 1 n= 50 Test 2 n= 50 Test 3 n= 50 Conjunto n= 150
Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 66.89 13.61 69.90 13.08 73.01ª 14.10 69.93 13.74
1 MR kp 0.90 0.15 0.93 0.13 0.98* 0.14 0.94 0.14
PM 744.80 197.93 763.78 227.59 821.64 204.61 776.74 211.57
PM kp 10.01 2.39 10.14 2.62 11.03 2.44 10.39 2.51
PP 1817.98 1135.50 1701.94 715.20 1776.70 562.66 1765.54 835.86
PP kp 24.52 14.94 22.82 9.57 24.01 7.55 23.78 11.08
loc % PM 86.0% 13.5% 86.7% 14.1% 88.8% 13.5% 87.2% 13.7%
Loc % PP 76.1% 22.2% 82.4% 16.7% 80.6% 20.1% 79.7% 19.8%
* p < 0.05, respecto al tets 1; ª tendencia p = 0.083, respecto al test 1. 1 MR abs: Peso máximo movilizado
en una única repetición (Kg.); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal
(Kg. por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media,
máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia
pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor
de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al
valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 56. Media y desviación típica de las variables analizadas en cargada en un tiempo, en el grupo 1 (poblaciones 1 a 6) que
entrenaron con pesos superiores o iguales al 70% de la 1MR.

En la cargada en un tiempo, las poblaciones del Las tablas 57 a 59 muestran los resultados del
grupo 1, mostraron diferencias significativas sólo grupo 2 (poblaciones 7 a 12) que entrenaron con
en el nivel de la 1 MR por kg de peso corporal, pesos iguales o superiores al 70% de la 1 MR.
mientras que en el nivel de la 1 MR absoluta, se
distingue una tendencia que no llega a ser
significativa, entre el test 3 respecto al test 1.
 Momento Test 1 n= 46 Test 2 n= 46 Test 3 n= 46 Conjunto n= 138
Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 58.80 19.83 60.47 21.97 62.65 21.48 60.64 21.02
1 MR kp 0.92 0.22 0.92 0.24 0.95 0.24 0.93 0.23
PM 309.10 122.03 318.21 127.08 356.0 143.00 327.78 131.64
PM kp 4.82 1.53 4.85 1.55 5.39 1.74 5.02 1.62
PP 518.27 221.23 661.78 757.12 699.3 830.60 626.46 661.14
PP kp 8.10 3.03 10.12 11.40 10.41 11.15 9.54 9.36
loc % PM 51.6% 12.9 48.4% 12.4 28.6 13.6 49.5 12.9
Loc % PP 46% 14.4 43.4% 14.1 43% 12.0 44.1 13.5
*p < 0.05. 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (Kg.); 1 MR kp: peso máximo movilizado en
una única repetición relacionado al peso corporal (Kg. por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima
alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de
peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso
corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de
potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto
de potencia pico.
Tabla 57. Media y desviación típica de las variables analizadas en press de banca con barra libre, en el grupo 2 (poblaciones 7 a
12) que entrenaron con pesos inferiores o iguales al 70% de la 1MR.

En press de banca con barra libre, las poblaciones significativas entre los tres test realizados, en
del grupo 2, no mostraron diferencias ninguno de los parámetros comparados.

Momento Test 1 n= 51 Test 2 n= 51 test 3 n= 51 Conjunto n= 153

Estadístico Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip. Media Desv tip.
1 MR abs 130.69 29.04 137.97 27.62 142.58 29.62 137.08 29.00
1 MR kp 2.14 0.29 2.20 0.28 2.23 0.32 2.19 0.30
PM 1038.16 300.15 1093.11 246.24 1159.0ª 292.18 1096.79 283.06
PM kp 17.08 3.99 17.49 3.15 18.18 4.02 17.58 3.74
PP 1869.92 548.30 2165.4* 571.08 2275.8* 632.45 2103.72 606.06
PP kp 30.54 6.49 34.5* 7.19 35.5** 8.17 33.50 7.58
loc % PM 63.2% 9.5% 63.6% 10.5% 63.3% 8.8% 63.4% 9.6%
Loc % PP 64.9% 12.3% 65.6% 12.4% 66.6% 11.5% 65.7% 12%
*p < 0.05, respecto al test 1 ** p < 0.01, respecto al test 1; ª tendencia p = 0.097 respecto al test 1. 1 MR abs:
Peso máximo movilizado en una única repetición (Kg.); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición
relacionado al peso corporal (Kg. por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio
(vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia
pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM:
Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP:
Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 58. Media y desviación típica de las variables analizadas en sentadilla paralela con barra libre, en el grupo 2 (poblaciones 7
a 12) que entrenaron con pesos inferiores o iguales al 70% de la 1MR.

En sentadilla paralela, las poblaciones del grupo
2, mostraron diferencias significativas en el test 2
y el 3 respecto al 1 en la potencia pico (absoluta y
por kg de peso corporal). En la máxima potencia
media, se ha visto una tendencia que no llega a ser
significativa entre el test 3 respecto al 1.
Debido a que solamente la población 9, de todas
las que integraban el grupo 2, realizó la cargada
en un tiempo, los resultados de este ejercicio, se
corresponden con los presentados en la tabla 50
del apartado “Descripción de los resultados,
clasificados por ejercicio y momento de la
evaluación, sin distinguir entre las poblaciones”.
Los resultados obtenidos por el grupo 1 y el 2,
pueden resumirse de la siguiente forma:
En press de banca plano con barra libre, no se
observaron cambios significativos en ninguna de
las variables estudiadas.
En sentadilla paralela con barra libre, sólo se
manifestaron cambios significativos en el grupo
que realizó el entrenamiento 2, para la potencia
pico absoluta y por kg de peso corporal, tanto en
el test 2 como en el test 3, respecto a los valores
iniciales determinados en el test 1.
En cargada en un tiempo, el grupo 1, manifestó
cambios significativos, en los valores de la 1 MR
por kg de peso corporal obtenidos en el test 3,
respecto a los del test 1, mientras que el grupo 2
que, en este caso sólo estaba integrado por la
población 9 mostró mejoras significativas (p <
0.05) entre los valores de la 1 MR absoluta y por
kg de peso corporal entre el test 3 respecto al 1, e
incrementos significativos (p < 0.05) en los
porcentajes de la 1 MR en donde se localizaron
los valores más altos de potencia pico (ver tabla
50).
Comparación de los resultados, entre el grupo
1 y 2, diferenciando el momento de la
evaluación
1. Press de banca plano con barra libre
En la figura 108 se muestra la comparación entre
el grupo 1 y el 2, respecto a los valores medios y
de desviación típica de los porcentajes de peso en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media y pico en los tres test realizados.
*

Variable Test 1 Test 2 Test 3

comparada Significación Significación Significación
1 MR abs ** ** **
1 MR kp ** ** **
PM ** ** **
PM kp ** ** *
PP ** NS NS
PP kp ** NS NS
Loc % PM NS NSª NS
Loc % PP NS * NS
** p < 0.01; * p < 0.05; ª tendencia p = 0.097. NS:
diferencias no significativas, entre el grupo 1 y el 2.
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única
repetición (Kg.); 1 MR kp: peso máximo movilizado
en una única repetición relacionado al peso corporal Figura 108. Comparación de la media y desviación típica, de
(Kg. por kg de peso corporal); PM: Potencia media los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se
máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: localizan los valores más altos de potencia media (PM) y
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal pico (PP), en press de banca con barra libre, entre el grupo
(vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico
1 n= 60 (entrenamiento con pesos > 70% de la 1 MR) y 2,
(vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
n= 46 (entrenamiento con pesos < 70% de la 1 MR).
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM:
Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el
*p < 0.05; ** p < 0.01 ª tendencias no significativa p =
que se localiza el valor más alto de potencia media ; 0.097.
Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la
1 MR, en donde se localiza el valor más alto de 2. Sentadilla paralela con barra libre
potencia pico.
Tabla 59. Comparación de las variables analizadas en press
de banca plano con barra libre. -Grupo 1 n= 60, (poblaciones Variable Test 1 Test 2 Test 3
1 a 6, que entrenó con pesos > 70% de la 1 MR)-Grupo 2 n comparada Significación Significación Significación
46, (poblaciones 7 a 12, que entrenó con pesos < 70% de la 1 1 MR abs ** ** **
MR). 1 MR kp ** ** **
PM NS ** NS
En el press de banca plano, al inicio del programa
PM kp NSª * *
de entrenamiento el grupo 1 muestra valores de
PP ** ** **
fuerza y la potencia máxima (media y pico),
PP kp * NS NS
absolutas y por kg de peso corporal
Loc % PM NS * **
significativamente más altos respecto al 2, aunque
Loc % PP NS NS *
no se observan diferencias en los porcentajes de
** p < 0.01; * p < 0.05; ª tendencia p = 0.84, NS:
peso en donde se localizan los valores más altos diferencias no significativas, entre el grupo 1 y el 2. 1
de potencia media y pico. No obstante con el MR abs: Peso máximo movilizado en una única
avance del entrenamiento, desaparecen las repetición (Kg.); 1 MR kp: peso máximo movilizado
en una única repetición relacionado al peso corporal
diferencias en la potencia pico (absoluta y por kg (Kg. por kg de peso corporal); PM: Potencia media
de peso corporal), mientras que se mantiene en los máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
valores de la 1 MR y potencia máxima media. Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal
Respecto a la localización de los valores de (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico
(vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
potencia máxima, sólo se observan diferencias corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM:
significativas en la localización de la potencia Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el
pico y una tendencia que no llega a ser que se localiza el valor más alto de potencia media ;
Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la
significativa (p = 0.097) en la localización de los 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de
valores más altos de potencia media en el test 2 potencia pico.
(primer pico de rendimiento). Tabla 60. Comparación de las variables analizadas en la
sentadilla paralela con barra libre. -Grupo 1 n= 57,
(poblaciones 1 a 6, que entrenó con peso > 70% de la 1 MR)-
 Grupo 2 n 51, (poblaciones 7 a 12, que entrenó con pesos <
70% de la 1 MR).
En la sentadilla paralela, al inicio del programa de
entrenamiento, el grupo 1 muestra valores
significativamente más altos de fuerza máxima y
potencia pico, absolutas y por kg de peso corporal,
mientras que la potencia máxima, media, muestra
una tendencia que no llega a ser significativa.
Con el avance del entrenamiento, en el test 2, se
denotan diferencias también en la potencia
máxima media y por kg de peso corporal así como
en los porcentajes de peso en los que se localiza al
potencia media. En el test tres las diferencias en la
potencia media, desaparecen, pero se determinan
diferencias en los porcentajes de peso en los que
se localizan los valores más altos de potencia
media y pico. En la figura 109, se muestra la
comparación de los valores medios y de
desviación típica de los porcentajes de peso,
respecto a la 1 MR, en donde se localizan los
máximos valores de potencia media y pico en los
tres test realizados.
Figura 109. Comparación de la media y desviación típica, de
los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se
localizan los valores más altos de potencia media (PM) y
pico (PP), en sentadilla paralela con barra libre, entre el
grupo 1, n= 57 (entrenamiento con pesos > 70% de la 1 MR)
y 2, n= 51 (entrenamiento con pesos < 70% de la 1 MR).
*p < 0.05; ** p < 0.01.
3. Cargada en un tiempo
Variable Test 1 Test 2 Test 3
comparada Significación Significación Significación
1 MR abs NS NS NS
1 MR kp NS NS NS
PM NS NS NS
PM kp NS NS NS
PP NS ** NSª
PP kp NS ** NSb
Loc % PM NS NS NS
Loc % PP NS NS NS
** p < 0.01, * p < 0.05, ª tendencia p = 0.051, b
tendencia p = 0.052, NS: diferencias no significativas,
entre el grupo 1 y el 2. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (Kg.); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición
relacionado al peso corporal (Kg. por kg de peso
corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en
el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima,
relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso
corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia
pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de
peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el
valor más alto de potencia media ; Loc % PP:
Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en
donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 61. Comparación de las variables analizadas en
cargada en un tiempo. -Grupo 1 n= 46, (poblaciones 1 a 6,
que entrenó con pesos > 70% de la 1 MR)-Grupo 2 n 13,
(población 9, que entrenó con pesos < 70% de la 1 MR).
En la cargada en un tiempo, al inicio del programa
de entrenamiento, entre los dos grupos
comparados, no existen diferencias significativas
en ninguna de las variables analizadas.
Con el avance del entrenamiento, en el test 2, el
grupo 1 muestra valores de potencia pico, absoluta
y por kg de peso corporal significativamente más
altas, pero en el test tres estas diferencias tienden
a reducirse, observándose sólo una tendencia que
no llega a ser significativa.
En los porcentajes de peso en los que se localizan
los valores máximos de potencia media y pico, no
se observaron diferencias significativas en
ninguno de los tres test realizados.
Comparación de los resultados, entre el grupo
1 y 2, considerando el valor medio de los tres
test efectuados
La tabla 6.61 muestra la comparación de los
valores medios y de desviación típica, de los
resultados obtenidos a lo largo de todo el estudio
por el grupo 1 y el grupo 2 en los tres ejercicios
estudiados.
 Press banca Sentadilla
Cargada en tendencias que no legaron a ser significativas, del
con barra paralela con
libre barra libre
un tiempo grupo 1 a tener niveles superiores de 1 MR y la
Grupo 1 potencia pico, (absoluta y por kg de peso
Variable Grupo 1 Grupo 1
n= 138
comparada n= 180 n= 171
Grupo 2
corporal).
Grupo 2 Grupo 2
n= 39
n= 138 n= 153 La figura 110, muestra la comparación de los
Significación
Significación Significación
1 MR abs ** ** NSb
valores medios y de desviación típica de los
1 MR kp ** ** NSc porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde
PM ** ** NS se localizan los máximos valores de potencia
PM kp ** ** NS media y pico en los tres ejercicios realizados por
PP * ** NSd ambos grupos.
PP kp NS NSª NSe
Loc % PM NS ** NS
Loc % PP * ** NS
** p < 0.01, * p < 0.05, ª tendencia p = 0.095, b
tendencia p = 0.073, c tendencia p = 0.059, d
tendencia p = 0.063, e tendencia p = 0.076, NS:
diferencias no significativas, entre el grupo 1 y el 2. 1
MR abs: Peso máximo movilizado en una única
repetición (Kg.); 1 MR kp: peso máximo movilizado
en una única repetición relacionado al peso corporal
(Kg. por kg de peso corporal); PM: Potencia media
máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal
(vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico
(vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM:
Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el
que se localiza el valor más alto de potencia media ;
Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la
1 MR, en donde se localiza el valor más alto de
potencia pico.
Tabla 62. Comparación de las variables analizadas en los tres
ejercicios comparados. -Grupo 1, (poblaciones 1 a 6) que Figura 110. Comparación de la media y desviación típica,
entrenó con pesos >l 70% de la 1 MR )-Grupo 2, (poblaciones de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se
7 a 12, que entrenó con pesos < 70% de la 1 MR). localizan los valores más altos de potencia media y pico.
Grupo 1, entrenamiento con pesos mayores del 70% de la 1
En el press de banca plano, el análisis de los MR, press de banca n= 180; sentadilla paralela n= 171, y
valores medios obtenidos a lo largo de todo el cargada en un tiempo, n= 150.Grupo 2, entrenamiento con
pesos menores del 70% de la 1 MR, press de banca n= 138;
estudio, mostró que el grupo 1 tiene niveles sentadilla paralela n= 153, y cargada en un tiempo, n= 39
significativamente más altos de 1 MR absoluta y *p < 0.05; ** p < 0.01.
por kg de peso corporal, potencia máxima (media
y pico) absoluta y por kg de peso corporal, así Como puede observarse en la figura 110, los
como en los porcentajes de peso en donde se sujetos del grupo 1, que entrenaron con pesos
alcanzan los niveles más altos de potencia pico. iguales o superiores al 70%, localizan la máxima
Por otro lado, no se observaron diferencias en la potencia media y la potencia pico en sentadilla
potencia pico por kg de peso corporal y en los paralela en porcentajes inferiores. Esta misma
porcentajes de peso en donde se alcanzan los tendencia, se observó en la localización de los
niveles más altos de potencia media. valores más altos de potencia pico en press de
banca, pero no en la potencia media.
En la sentadilla paralela, el grupo 1 muestra
valores significativamente superiores en todas las
variables a excepción de la localización de los
ANALISIS CORRELACIONAL DE LAS
niveles más altos de potencia media y pico que
VARIABLES ANALIZADAS EN CADA
son significativamente inferiores y en los niveles
EJERCICIO
de potencia pico por g de peso corporal que sólo
mostró una tendencia que no llegó a ser
Análisis correlacional, sin diferenciar los
significativa.
grupos
En la cargada en un tiempo, a diferencia de los
dos ejercicios anteriores, no se observaron Las tablas 63, 64, y 65 muestran los coeficientes
diferencias significativas en ninguno de las de correlación significativos, moderados, altos o
variables comparadas aunque, se manifestaron muy altos y los coeficientes de determinación R2
obtenidos al relacionar el sexo, la edad, el peso de hombros con barra por delante fue realizado
corporal, la estatura, el índice de masa corporal sólo por la población 7, éste ha sido excluido del
(IMC), el nivel de la 1 MR absoluta y por kg de análisis correlacional realizado en ésta primera
peso corporal, con la potencia media y pico, instancia, siendo sus resultados presentados en el
(absolutas y por kg de peso corporal), y los próximo apartado en donde se muestran los datos
porcentajes de peso en donde se localizan los obtenidos por cada una de las poblaciones de
valores más altos de potencia media y pico en los forma independiente.
ejercicios evaluados. Cómo el ejercicio de press
PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP
Variables r r2 r r2 r r2 r r2 R r2 r r2
Sexo -0.62** 0.38 (38%) -0.56** 0.31 (31%) CI CI CI CI CI CI CI CI
Peso corporal 0.66** 0.44 (44%) CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
Estatura 0.59** 0.35 (35%) CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
1 MR abs 0.78** 0.61 (61%) 0.64** 0.41 (41%) CI CI CI CI CI CI CI CI
1 MR kp 0.66** 0.44 (44%) 0.67** 0.45 (45%) CI CI CI CI CI CI CI CI
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de
peso, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 63. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en press de banca plano con barra libre, n= 318.

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
Peso 0.38
CI CI CI CI 0.62** CI CI CI CI CI CI
Corporal (38%)
1 MR abs 0.58** 0.34 (34%) CI CI 0.59** 0.35 (35%) CI CI CI CI CI CI
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso
en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 64. Coeficiente de correlación (r) y determinación (r2),, obtenidos en sentadilla paralela con barra libre, n= 324.

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
1 MR abs 0.73** 0.53 (53%) 0.51* 0.26 (26%) CI CI CI CI CI CI CI CI
1 MR kp CI CI 0.62** 0.38 (38%) CI CI CI CI CI CI CI CI
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso
en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 65. Coeficiente de correlación (r) y determinación (r2), obtenidos en cargada en un tiempo, n= 189.

Los resultados del análisis correlacional por
ejercicio, realizado en forma conjunta para todas
las poblaciones estudiadas, indican que en el press
de banca y la sentadilla paralela las variables que
más relacionan con el nivel de potencia, son el
peso corporal y el nivel de la 1 MR absoluto y por
kg de peso corporal. De todos modos hay que
destacar que en el press de banca, el sexo y la
estatura parecen ser variables que influyen
significativamente el nivel de potencia media
producida.
En la cargada en un tiempo, sólo el nivel de la 1
MR absoluto, y por kg de peso corporal
mantienen coeficientes de correlación
significativos y moderados con la potencia media,
absoluta y por kg de peso corporal.
Respecto a sexo cabe destacar que, a excepción de
la potencia media y pico en el press de banca, ha
mostrado coeficientes de correlación moderados a
altos (r > 0.5 a 0.75) y significativos (p < 0.01)
sólo con los niveles de la 1 MR absoluto y por kg
de peso corporal en el press de banca y la
sentadilla, pero no con la cargada en un tiempo.
Análisis correlacional por ejercicio y población

1. Opositores a bomberos

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
Peso ** **
0.50 (50%) CI CI 0.34 (34%) CI CI CI CI CI CI
corporal 0.71 0.58
**
Estatura 0.46 (46%) CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.68
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. IMC: índice de masa
corporal (Peso en kg / talla en metros)2 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de
potencia pico.
Tabla 66. Coeficiente de correlación (r) y determinación (r2), obtenidos en press de banca plano con barra libre, n= 51.

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
Peso **
0.38 (38%) CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
corporal 0.62
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. IMC: índice de masa
corporal (Peso en kg / talla en metros)2 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de
potencia pico.
Tabla 67. Coeficiente de correlación (r) y determinación (r2), obtenidos en sentadilla paralela con barra libre, n= 48.

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
**
Edad 0.31 (31%) CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.56
**
1 MR abs 0.37 (37%) CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.61
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. IMC: índice de masa
corporal (Peso en kg / talla en metros)2 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de
potencia pico.
Tabla 68. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en cargada en un tiempo, n= 39.

2. Opositores a policía

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
**
1 MR abs CI CI 0.31 (31%) CI CI CI CI CI CI CI CI
0.56
**
1MR kp CI CI 0.31 (31%) CI CI CI CI CI CI CI CI
0.56
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. IMC: índice de masa
corporal (Peso en kg / talla en metros)2 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de
potencia pico.
Tabla 69. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en press de banca plano con barra libre, n= 24.
 PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP
Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
**
1 MR abs CI CI CI CI CI CI CI CI NS NS 0.38 (38%)
-0.62
* **
1 MR kp CI CI CI CI CI CI 0.27 (27%)
CI CI 0.46 (46%)
-0.52 -0.68
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. IMC: índice de masa
corporal (Peso en kg / talla en metros)2 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de
potencia pico.
Tabla 70. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en sentadilla paralela con barra libre, n= 18.

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
*
Edad 0.35 (35%) CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.57
**
IMC CI CI CI CI CI CI 0.27 (27%) CI CI CI CI
0.52
* ** *
1 MR abs 0.26 (26%) 0.31 (31%) 0.26 (26%) CI CI CI CI CI CI
0.51 0.56 0.51
* **
1 MR kp CI CI 0.35 (35%) CI CI 0.34 (34%) CI CI CI CI
0.57 0.58
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. IMC: índice de masa
corporal (Peso en kg / talla en metros)2 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de
potencia pico.
Tabla 71. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en cargada en un tiempo, n= 24.

3. Mujeres, competidoras de fitness

% loc
PM abs PM kp PP PP kp % loc PM
PP
Variables r r2 r r2 R r2 r r2 r r2 r r2
** 0.50 ** 0.44 * * 0.29
Edad 0.29 (29%) CI CI CI CI
0.71 (50%) 0.66 (44%) 0.54 0.54 (29%)
Peso * 0.33
CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
Corporal 0.57 (33%)
** 0.52 ** 0.41 * (0.26)
1 MR abs CI CI CI CI CI CI
0.73 (52%) 0.64 (41%) 0.51 (26%)
** 0.48 ** 0.62 ** 0.33
1 MR kp CI CI CI CI CI CI
0.69 (48%) 0.79 (62%) 0.57 (33%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso
en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 72. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en press de banca plano con barra libre, n= 21.
 PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP
Variables r r2 r r2 R R2 r r2 r r2 r r2
Peso * 0.29 **
CI CI CI CI CI CI CI CI
corporal 0.54 (29%) -0.57
** 0.41
Estatura CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.64 (41%)
*
IMC CI CI CI CI CI CI CI CI 0.28 (28%) CI CI
-0.53
** 0.41 **
1 MR abs CI CI CI CI CI CI 0.52 (52%) CI CI
-0.64 (41%) -0.72
* 0.29 *
1 MR kp CI CI CI CI 0.30 (30%) CI CI CI CI
-0.54 (29%) -0.55
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. IMC: índice de masa
corporal (Peso en kg / talla en metros)2 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de
potencia pico.
Tabla 73. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en sentadilla paralela con barra libre, n= 21.

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 R r2 r r2 r r2 r r2
Peso * 0.37
CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
Corporal -0.61 (37%)
* 0.34
Estatura CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
-0.58 (34%)
* 0.29
IMC CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
-0.54 (29%)
* 0.37
1 MR abs CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
-0.61 (37%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5.IMC: índice de masa
corporal (Peso en kg / talla en metros)2 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de
potencia pico.
Tabla 74. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en cargada en un tiempo, n= 15.

4. Varones, judokas de competición

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 R r2 r r2 r r2 r r2
** 0.36
Edad CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.60 (36%)
**
IMC CI CI CI CI 0.33 (33%) CI CI CI CI CI CI
0.57
** 0.30 ** 0.69 ** 0.34
1 MR abs CI CI CI CI CI CI
0.55 (30%) 0.83 (69%) 0.58 (34%)
** 0.26 ** 0.28 ** 0.66
1 MR kp CI CI CI CI CI CI
0.51 (26%) 0.53 (28%) 0.81 (66%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. IMC: índice de masa
corporal (Peso en kg / talla en metros)2 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de
potencia pico.
Tabla 75. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en press de banca plano con barra libre, n= 36.
 PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP
Variables r r2 r r2 R r2 r r2 r r2 r r2
** 0.66 ** 0.48 ** 0.25
Edad CI CI CI CI CI CI
0.81 (66%) 0.69 (48%) 0.50 (25%)
Peso ** 0.46 ** 0.37
CI CI CI CI CI CI CI CI
Corporal 0.68 (46%) 0.61 (37%)
** 0.59 ** 0.62
IMC CI CI CI CI CI CI CI CI
0.77 (59%) 0.79 (62%)
** 0.55 ** 0.53 ** 0.30
1 MR abs CI CI CI CI CI CI
0.74 (55%) 0.73 (53%) 0.55 (30%)
0.45 ** 0.32
1 MR kp CI CI 0.67** CI CI CI CI CI CI
(45%) 0.57 (32%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. IMC: índice de masa
corporal (Peso en kg / talla en metros)2 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de
potencia pico.
Tabla 76. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en sentadilla paralela con barra libre, n= 33.

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
** 0.55 ** 0.34 ** 0.31 * 0.26 * 0.49
Edad CI CI
0.74 (55%) 0.58 (34%) 0.56 (31%) 0.51 (26%) -0.70 (49%)
** 0.33
Estatura CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
-0.57 (33%)
** 0.79 ** 0.50
1 MR abs CI CI CI CI CI CI CI CI
0.89 (79%) 0.71 (50%)
** 0.52 ** 0.79 ** 0.45
1 MR kp CI CI CI CI CI CI
0.72 (52%) 0.89 (79%) -0.67 (45%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso
en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 77. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en cargada en un tiempo, n= 21.

5. Varones, con entrenamiento recreativo de fuerza y resistencia aeróbica

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
Peso ** 0.32
CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
Corporal 0.57 (32%)
** 0.37
Estatura CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.61 (37%)
** 0.44
IMC CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.66 (44%)
** 0.34
MR abs CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.58 (34%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso
en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 78. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en press de banca plano con barra libre, n= 24.
 PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP
Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
Peso ** 0.28
CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
Corporal 0.53 (28%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. PM: Potencia media
máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por
kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de
peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de
potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 79. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en sentadilla paralela con barra libre, n= 27.

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
** 0.28
1 MR abs CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.53 (28%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso
en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 80. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en cargada en un tiempo, n= 27.

6. Varones, competidores de fitness

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP
Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
* 0.28
Edad CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
-0.53 (28%)
Peso ** 0.46 ** 0.28
CI CI CI CI CI CI CI CI
Corporal 0.68 (46%) 0.53 (28%)
** 0.35
Estatura CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.59 (35%)
** 0.41 ** 0.29
IMC CI CI CI CI CI CI CI CI
0.64 (41%) 0.54 (29%)
** 0.27 ** 0.50 ** 0.37 ** 0.52
1 MR abs NS NS CI CI
0.52 (27%) 0.71 (50%) 0.61 (37%) -0.72 (52%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. IMC: índice de masa
corporal (Peso en kg / talla en metros)2 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de
potencia pico.
Tabla 81. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en press de banca plano con barra libre, n= 24.

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 R r2 r r2 r r2 r r2
Peso ** 0.34 ** 0.34
CI CI CI CI CI CI CI CI
Corporal 0.58 (34%) 0.58 (34%)
** 0.35 ** 0.28
Estatura CI CI CI CI CI CI CI CI
0.59 (35%) 0.53 (28%)
** 0.33 ** 0.42 ** 0.29
1 MR abs CI CI CI CI CI CI
0.57 (33%) 0.65 (42%) 0.54 (29%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso
en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 82. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en sentadilla paralela con barra libre,
n= 24.
 PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP
Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
** 0.30 ** 0.31
IMC CI CI CI CI CI CI CI CI
0.55 (30%) 0.56 (31%)
** 0.48 ** 0.35
1 MR abs CI CI CI CI CI CI CI CI
0.69 (48%) 0.59 (35%)
** 0.34 ** 0.29
1 MR kp CI CI CI CI CI CI CI CI
0.58 (34%) 0.54 (29%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. IMC: índice de masa
corporal (Peso en kg / talla en metros)2 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de
potencia pico.
Tabla 83. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en cargada en un tiempo, n= 24.

7. Mujeres, jugadoras de voley de 1º división (Cuba)

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 R r2 r r2 r r2 r r2
** 0.56 ** 0.53
Edad CI CI CI CI CI CI CI CI
-0.75 (56%) -0.73 (53%)
** 0.48 ** 0.55
1 MR abs CI CI CI CI CI CI CI CI
0.69 (48%) 0.74 (55%)
** 0.90 ** 0.90
1 MR kp CI CI CI CI CI CI CI CI
0.95 (90%) 0.95 (90%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso
en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 84. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en press de hombros con barra por delante, n= 30.

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 R r2 r r2 r r2 r r2
** 0.35
IMC CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.59 (35%)
** 0.62 ** 0.45 ** 0.38
1 MR abs CI CI CI CI CI CI
0.79 (62%) 0.67 (45%) 0.62 (38%)
** 0.35 ** 0.31
1 MR kp CI CI CI CI CI CI CI CI
0.59 (35%) -0.56 (31%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. IMC: índice de masa
corporal (Peso en kg / talla en metros)2 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de
potencia pico.
Tabla 85. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en sentadilla paralela con barra libre, n= 24.
8. Varones, jugadores de béisbol de 14 a 17 años (Cuba)

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
** 0.26
Edad CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.51 (26%)
Peso ** 0.58
CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
Corporal 0.76 (58%)
** 0.45
Estatura CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.67 (45%)
** 0.48
IMC CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.69 (48%)
** 0.71 ** 0.44
1 MR abs CI CI CI CI CI CI CI CI
0.84 (71%) 0.66 (44%)
** 0.34 ** 0.45
1 MR kp CI CI CI CI CI CI CI CI
0.58 (34%) 0.67 (45%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. IMC: índice de masa
corporal (Peso en kg / talla en metros)2 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de
potencia pico.
Tabla 86. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en press de banca plano con barra libre, n= 36.

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 R r2 r r2 r r2 r r2
Peso ** 0.41
corporal CI CI CI CI 0.64 (41%) CI CI CI CI CI CI
** 0.38 ** 0.29
Estatura CI CI CI CI 0.62 (38%) CI CI CI CI -0.54 (29%)
** 0.42 ** 0.38
1 MR abs 0.65 (42%) CI CI 0.62 (38%) CI CI CI CI CI CI
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso
en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 87. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en sentadilla paralela con barra libre, n= 30.

9. Varones, boxeadores o taekwondístas

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
Peso ** 0.44 ** 0.48
CI CI CI CI CI CI CI CI
corporal 0.66 (44%) 0.69 (48%)
** 0.28
IMC CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.53 (28%)
** 0.52 ** 0.27 ** 0.53
1 MR abs CI CI CI CI CI CI
0.72 (52%) 0.52 (27%) 0.73 (53%)
** 0.40 ** 0.37
1 MR kp CI CI CI CI CI CI CI CI
0.63 (40%) 0.61 (37%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. IMC: índice de masa
corporal (Peso en kg / talla en metros)2 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de
potencia pico.
Tabla 88. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en press de banca plano con barra libre, n= 36.
 PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP
Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
Peso ** 0.27 ** 0.59
CI CI CI CI CI CI CI CI
corporal 0.52 (27%) -0.59 (59%)
* 0.30
Estatura CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.55 (30%)
** 0.30 ** 0.44 ** 0.50
1 MR abs CI CI CI CI CI CI
0.55 (30%) 0.66 (44%) -0.71 (50%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. IMC: índice de masa
corporal (Peso en kg / talla en metros)2 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de
potencia pico.
Tabla 89. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en sentadilla paralela con barra libre,
n= 24.

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
Peso ** 0.41 ** 0.28 ** 0.26
CI CI CI CI CI CI
corporal 0.64 (41%) 0.53 (28%) -0.51 (26%)
** 0.30
IMC CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.55 (30%)
** 0.62 ** 0.54 ** 0.42 ** 0.37
1 MR abs CI CI CI CI
0.79 (62%) 0.73 (54%) 0.65 (42%) 0.61 (37%)
** 0.34 ** 0.40
1 MR kp CI CI CI CI CI CI CI CI
0.58 (34%) 0.63 (40%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. IMC: índice de masa
corporal (Peso en kg / talla en metros)2 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de
potencia pico.
Tabla 90. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en cargada en un tiempo, n= 39.

10. Varones, practicantes de lucha libre y grecoromana, de 14 a 17 años (Cuba)

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
Peso ** 0.46
CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
Corporal 0.68 (46%)
Estatura ** 0.50
CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.71 (50%)
1 MR abs ** 0.82 **
CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.82 (82%) 0.56
1 MR kp ** 0.31 ** 0.38 ** 0.34
CI CI CI CI CI CI
0.56 (31%) 0.62 (38%) 0.58 (34%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso
en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 91. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en press de banca plano con barra libre, n= 21.
 PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP
Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
Peso ** 0.42 ** 0.44
CI CI CI CI CI CI CI CI
Corporal 0.65 (42%) 0.66 (44%)
* 0.26 * 0.33
IMC CI CI CI CI CI CI CI CI
0.51 (26%) 0.57 (33%)
** 0.70 ** 0.30
1 MR abs CI CI CI CI CI CI CI CI
0.84 (70%) 0.55 (30%)
** 0.27 ** 0.56
1 MR kp CI CI CI CI CI CI CI CI
0.52 (27%) 0.75 (56%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. IMC: índice de masa
corporal (Peso en kg / talla en metros)2 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se
localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de
potencia pico.
Tabla 92. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en sentadilla paralela con barra libre, n= 18.

11. Mujeres, jugadoras de sóftbol de 1º división (Cuba)

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
Edad ** 0.37
CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
-0.61 37%
1 MR abs ** 0.46 ** 0.29 ** 0.46 ** 0.38
CI CI CI CI
0.68 (46%) 0.54 (29%) 0.68 (46%) 0.62 (38%)
1 MR kp ** 0.28 ** 0.31 ** 0.28 ** 0.33
CI CI CI CI
0.53 (28%) 0.56 (31%) 0.53 (28%) 0.57 (33%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso
en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 93. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en press de banca plano con barra libre, n= 24.

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
** 0.33
Edad CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.57 (33%)
** 0.34 ** 0.27
1 MR abs CI CI CI CI CI CI CI CI
0.58 (34%) -0.52 (27%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso
en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 94. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en sentadilla paralela con barra libre, n= 27.
12. Mujeres, practicantes de taekwondo de 14 a 16 años (Cuba)

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 R r2 r r2 r r2 r r2
** 0.38 ** 0.35
Edad CI CI CI CI CI CI CI CI
0.62 (38%) 0.59 (35%)
Peso ** 0.31 ** 0.50
CI CI CI CI CI CI CI CI
Corporal 0.56 (31%) 0.71 (50%)
** 0.34 * ** 0.36
1 MR abs CI CI CI CI CI CI CI
0.58 (34%) 0.54 0.60 (36%)
* 0.26
1 MR kp CI CI CI CI CI CI CI CI CI CI
0.51 (26%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso
corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso
en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 95. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en press de banca plano con barra libre, n= 21.

PM abs PM kp PP PP kp % loc PM % loc PP

Variables r r2 r r2 r r2 r r2 r r2 r r2
** 0.37 ** 0.36
Edad CI CI CI CI CI CI CI CI
0.61 (37%) 0.60 (36%)
Peso ** 0.56 ** 0.56
CI CI CI CI CI CI CI CI
corporal 0.75 (56%) 0.75 (56%)
** 0.61 ** 0.59
IMC CI CI CI CI CI CI CI CI
0.78 (61%) 0.77 (59%)
** 0.38 ** 0.27
1 MR kp CI CI CI CI CI CI CI CI
0.62 (38%) 0.52 (27%)
*p< 0.05; ** p < 0.01; CI: el coeficiente de correlación (r) encontrado es inferior a 0.5. MR kp: peso máximo
movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media
máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por
kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de
peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en el que se localiza el valor más alto de
potencia media ; Loc % PP: Porcentaje de peso en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 96. Coeficiente de correlación (r) y de determinación (r2), obtenidos en sentadilla paralela con barra libre, n= 30.

En press de banca plano con barra libre, los
resultados del análisis correlacional por población
indican que:
La potencia máxima media absoluta, muestra
los coeficientes de correlación moderados, altos y
significativos con el nivel de la 1 MR absoluta (r
entre 0.52 y 0.84). Si bien la población 1, es la
única en que el coeficiente de correlación entre
estas dos variables no llega a alcanzar un valor
mínimo de 0.50, si mostró un nivel de
significación inferior a 0.01 con un coeficiente de
correlación de r = 0.45.
La potencia máxima media por kg de peso
corporal, muestra coeficientes de correlación
moderados, altos y significativos con el nivel de la
1 MR absoluto y por kg de peso corporal (r entre
0.56 y 0.66, y r entre 0.51 y 0.79,
respectivamente) aunque este grado de correlación
no se ve en todas las poblaciones analizadas, ya
que por ejemplo en las poblaciones 1, 5, 6, y 12,
los coeficientes de correlación entre estas dos
variables no llegan a un nivel mínimo de 0.5. Por
otro lado la población 4 si bien muestra un
coeficientes de correlación moderado (r = 0.51)
entre la potencia media por kg de peso y el nivel
de la 1 MR por kg de peso, éste no llega a un nivel
mínimo de 0.5 cuado se considera al nivel de la 1
MR absoluto. En el caso de la población 7, se han
visto coeficientes de correlación altos (r = 0.95)
entre la potencia máxima media por kg de peso
corporal y la 1 MR por kg de peso y pobres r < a
0.5 con respecto al nivel de la 1 MR absoluta,
aunque se debe recordar que, ésta población no
realizó el ejercicio de press de banca plano con
barra libre, como el resto de las poblaciones, sino
el press de hombros de pie.
La potencia pico absoluta, no muestra un grado
de relación tan evidente como la potencia máxima
media, con ninguna de las variables estudiadas,
aunque podría destacarse su relación con el nivel
de la 1 MR absoluto que mostró coeficientes de
correlación moderados, altos y significativos en
las poblaciones 3, 4, 6, 9 y 11. En la población 7,
que realizó el press de hombros de pie se observó
un coeficientes de correlación moderado y
significativo (r = 0.73) entre éstas dos variables,
(ver tabla 85.)
La potencia pico por kg de peso corporal, al
igual que en el caso anterior tampoco muestra un
grado de asociación evidente con ninguna de las
variables estudiadas, aunque pueden destacarse
los coeficientes de correlación moderados, altos y
significativos con el nivel de la 1 MR por kg de
peso corporal observado en las poblaciones 3, 4, y
11 y con el nivel de la 1 MR absoluta determinado
en las poblaciones 4, 6, 11, 12. Por su parte la
población 7, que realizó el ejercicio de press de
hombros de pie, mostró un coeficiente de
correlación alto y significativo (r = 0.95) entre la
potencia pico por kg de peso y el nivel de la 1 MR
absoluto, (ver tabla 85.).
Respecto a los porcentajes de peso en donde se
localizan los valores más altos de potencia
media y pico, en general no se han observado
coeficientes de correlación significativos entre las
variables comparadas, aunque es importante
mencionar, que en ciertos casos la localización de
la máxima potencia media, ha mostrado
coeficientes de correlación moderados y
significativos con el peso corporal en la población
3 (r = 0.57), con el índice de masa corporal en la
población 5 (r = 0.66), con la edad en población 6
(r = -0.53), con el nivel de la 1 MR absoluta en la
población 6 (r = -0.72) y con la edad en la
población 11 (r = -0.61).
En sentadilla paralela con barra libre, los
resultados del análisis correlacional por población
indican que:
La potencia máxima media absoluta, muestra
los coeficientes de correlación moderados, altos y
significativos con el nivel de la 1 MR absoluta (r
entre 0.57 y 0.85) y con el peso corporal (r entre
0.54 a 0.75), aunque no, en todas las poblaciones
estudiadas ya que, en las poblaciones 1, 2, 3, y 5,
los coeficientes de correlación encontrados entre
la potencia máxima media absoluta y el nivel de la
1 MR no alcanzaron un nivel mínimo de 0.55. Del
mismo modo, las poblaciones 2, 4, 7, 8, 9, y 11,
tampoco alcanzaron coeficientes de correlación de
al menos 0.5 o significativos entre la potencia
máxima media y el peso corporal.
La potencia máxima media por kg de peso
corporal, no muestra un grado de relación muy
evidente con ninguna de las variables analizadas,
aunque es importante destacar que con las
poblaciones 4, 7 y 10 se observaron coeficientes
de correlación moderados (r = 0.67, r = 0.58 y r =
0.75, respectivamente) con el nivel de la 1MR por
kg de peso corporal.
La potencia pico absoluta, no muestra un grado
de relación tan evidente como la potencia máxima
media absoluta, con ninguna de las variables
estudiadas, aunque podría destacarse su relación
con el peso corporal que mostró coeficientes de
correlación moderados (r entre 0.52 a 0.75) en las
poblaciones 4, 8, 9, 10 y 12, o con el índice de
masa corporal (IMC) que mostró coeficientes de
correlación moderados (r entre 0.53 a 0.79) en las
poblaciones 4, 6, 7, 10 y 12.
También el nivel de la 1MR absoluta mostró
coeficientes de correlación moderados sólo en las
poblaciones 4, 6, 8, y 9.
La potencia pico por kg de peso corporal, al
igual que en el caso anterior tampoco muestra un
grado de asociación evidente con ninguna de las
variables estudiadas, aunque pueden destacarse
los coeficientes de correlación moderados, y
significativos con el nivel de la 1 MR absoluto y
por kg de peso corporal encontrados en las
poblaciones 5 y 6. Por otro lado la población 3,
muestra coeficientes de correlación moderados y
significativos, pero a diferencias del resto de las
poblaciones, la correlación entre la potencia pico
por kg de peso corporal y el nivel de la 1 MR
absoluta y por kg de peso corporal es de tipo
negativa (r = - 0.64 y r = - 0.55, respectivamente).
Respecto a los porcentajes de peso en los que se
localizan los valores más altos de potencia
media y pico, en general no se observa una
relación muy evidente con las variables
estudiadas, aunque es interesante destacar que la
localización de la potencia máxima media,
muestra coeficientes de correlación moderados y
significativos (r = -0.52 y r = -0.72) con el nivel
de la 1 MR absoluta con las poblaciones 2 y 3
respectivamente. También se han observado
coeficientes de correlación significativos y
moderados entre la localización de la potencia
pico y el nivel de la 1 MR absoluta (r = -0.68, -
0.56, -0.71, y -0.52) con las poblaciones 2, 7, 9 y
11, respectivamente.
En la cargada en un tiempo, los resultados del
análisis correlacional por población indican que:
La potencia máxima media absoluta, muestra
los coeficientes de correlación moderados, altos y
significativos, en todas las poblaciones que
realizaron este ejercicio, a excepción de la
poblaciones 3, con el nivel de la 1 MR absoluta (r
entre 0.50 y 0.89).
La potencia máxima media por kg de peso
corporal, no muestra un grado de relación muy
evidente con ninguna de las variables analizadas,
aunque es importante destacar que con las
poblaciones 2, 4, 6 y 9 muestra coeficientes de
correlación moderados (r entre 0.57, y r = 0.89)
con el nivel de la 1 MR por kg de peso corporal.
La potencia pico absoluta, no muestra un grado
de relación tan evidente como la potencia máxima
media absoluta, con ninguna de las variables
estudiadas, aunque podría destacarse su relación
con el nivel de la 1 MR absoluto que mostró
coeficientes de correlación moderados (r = 0.51, r
= 0.59, r = 0.65) con las poblaciones 2, 6, y 9,
respectivamente.
La potencia pico por kg de peso corporal, al
igual que en el caso anterior tampoco muestra un
grado de asociación evidente con ninguna de las
variables estudiadas, aunque pueden destacarse
los coeficientes de correlación moderados, y
significativos con el nivel de la 1 MR por kg de
peso corporal encontrados en las poblaciones 2 y
6.
Respecto a los porcentajes de peso en donde se
localizan los valores más altos de potencia
media y pico, en general no se observa una
relación muy evidente con las variables
estudiadas, aunque es interesante destacar que la
localización de la potencia máxima media,
muestra coeficientes de correlación moderados y
significativos (r = -0.61 y r = -0.67) con el nivel
de la 1 MR absoluta con las poblaciones 3 y 4
respectivamente.
ANALISIS DE PERCENTILES
En este apartado se mostrarán las tablas de
percentiles calculadas para los valores de la 1 MR,
potencia máxima y pico, absolutos y por kg de
peso corporal, según dos criterios fundamentales.
1. Tablas de referencias para cada ejercicio,
diferenciando el sexo.
2. Tablas de referencias para cada ejercicio,
diferenciando cada una de las poblaciones
estudiadas.

Tablas de percentiles por ejercicio y sexo

Estadístico 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
Media 84.1 1.1 434.7 5.9 800.4 10.9
Desv. típ. 18.7 0.2 129.0 1.5 531.2 7.3
Percentiles
10 60.0 0.89 282.9 4.0 492.2 6.9
20 66.0 0.97 336.3 4.8 547.8 7.7
30 71.0 1.03 360.8 5.2 603.6 8.35
40 76.0 1.09 392.8 5.6 641.9 8.98
50 82.0 1.15 415.8 5.8 692.7 9.6
60 92.0 1.2 446.9 6.1 770.9 10.48
70 97.0 1.26 493.6 6.5 842.5 11.4
80 102.0 1.31 535.9 7.1 924.0 12.3
90 110.0 1.40 596.1 7.9 1108.8 14.2
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 97. Escala de percentiles, valores medios y de desviación típica, calculados en press de banca plano con barra libre
considerando sólo las poblaciones integradas por varones, n= 252.
 Estadístico 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
Media 40.3 0.71 207.1 3.7 326.0 5.7
Desv. típ. 8.3 0.15 48.1 0.8 102.0 1.6
Percentiles
10 30.0 0.52 153.0 2.8 216.5 4.1
20 32.0 0.55 171.6 3.1 258.2 4.6
30 35.1 0.69 182.1 3.3 269.8 4.8
40 37.0 0.65 202.6 3.4 287.8 5.1
50 40.0 0.68 204.7 3.6 308.1 5.3
60 42.0 0.3 212.7 3.7 326.8 5.6
70 45.0 0.79 222.0 3.9 339.8 5.9
80 47.3 0.86 237.7 4.0 361.1 6.8
90 52.0 0.95 280.2 4.9 457.5 7.9
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Nota: La población 7 (jugadoras de voley de 1º división), que realizó el ejercicio de press de hombros con barra, fue
excluida del cálculo de la tabla de percentiles.
Tabla 98. Escala de percentiles, valores medios y de desviación típica, calculados en press de banca plano con barra libre
considerando sólo las poblaciones integradas por mujeres, n= 66.

Estadístico 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
Media 179.2 2.45 1246.2 17.1 2582.8 35.2
Desv. típ. 28.1 0.28 186.2 3.6 763.0 8.6
Percentiles
10 141.3 2.09 925.9 12.6 1755.0 25.2
20 157.2 2.23 1011.6 14.1 1950.1 27.8
30 162.0 2.32 1093.2 15.1 2134.2 30.2
40 169.1 2.37 1158.9 16.3 2347.5 32.8
50 179.5 2.44 1208.7 17.0 2496.3 34.5
60 189.4 2.50 1279.2 17.8 2622.9 36.7
70 197.0 2.67 1362.2 18.9 2805.2 38.8
80 202.0 2.66 1514.6 19.7 3139.6 41.4
90 213.0 2.82 1630.4 21.7 3645.6 45.5
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 99. Escala de percentiles, valores medios y de desviación típica, calculados en Sentadilla paralela con barra libre
considerando sólo las poblaciones integradas por varones, n= 222.

Estadístico 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
Media 120.3 2.07 975.8 16.7 1901.6 32.5
Desv. típ. 14.7 0.24 198.2 2.7 530.1 7.9
Percentiles
10 102.7 1.75 734.8 13.3 1252.6 22.6
20 108.0 1.87 787.3 14.5 1428.3 25.5
30 112.0 1.98 858.8 15.1 1525.6 27.5
40 116.7 2.0 896.9 15.9 1711.6 30.0
50 120.0 2.06 944.0 16.5 1849.8 32.5
60 125.0 2.14 997.8 17.2 1966.5 34.1
70 128.1 2.21 1050.4 17.8 2195.4 36.4
80 131.4 2.25 1142.5 18.9 2446.9 38.8
90 134.9 2.39 1248.8 19.9 2578.1 42.1
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 100. Escala de percentiles, valores medios y de desviación típica, calculados en Sentadilla paralela con barra libre
considerando sólo las poblaciones integradas por mujeres n= 102.
 Estadístico 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
Media 70.9 0.93 800.7 10.5 1900.1 25.0
Desv. típ. 12.5 0.14 221.2 2.6 1242.5 15.1
Percentiles
10 58.5 0.77 544.7 7.3 1133.6 15.4
20 60.0 0.81 607.8 8.1 1295.1 17.2
30 62.0 0.87 669.2 9.0 1380.8 18.3
40 67.0 0.90 728.6 9.8 1547.3 20.0
50 70.0 0.94 770.3 10.4 1599.3 21.5
60 72.0 0.98 841.6 10.9 1773.8 23.4
70 77.0 1.01 893.4 11.6 1932.1 25.4
80 80.0 1.05 944.3 12.4 2134.0 28.7
90 90.0 1.10 1072.5 13.5 2695.4 34.7
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 101. Escala de percentiles, valores medios y de desviación típica, calculados en cargada en un tiempo considerando sólo las
poblaciones integradas por varones, n= 174.

* La única población de mujeres que realizó la resultados será presentados en el próximo

cargada en un tiempo, fue la 3 (mujeres, apartado, junto a los demás datos obtenidos por
competidoras de fitness), por lo tanto sus esta población.

Tablas de percentiles por ejercicio y población

1. Opositores a bomberos

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 87.6 1.17 365.3 5.2 585.7 8.2
20 92.0 1.24 396.5 5.8 641.0 9.1
30 96.2 1.27 438.2 6.3 736.8 9.8
40 100.0 1.29 501.6 6.6 853.0 10.8
50 102.0 1.32 538.6 6.9 899.9 11.6
60 105.4 1.34 559.0 7.2 945.1 12.1
70 110.0 1.41 589.8 7.5 1035.3 13.3
80 111.2 1.45 636.5 8.1 1176.8 16.2
90 116.6 1.51 766.8 8.9 1615.9 19.3
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 102. Escala de percentiles, calculada en press de banca plano con barra libre, población 1, n= 51.

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 161.0 2.25 1033.2 14.1 2159.2 27.4
20 166.0 2.33 1140.9 14.8 2299.7 32.6
30 179.7 2.38 1194.1 15.7 2515.1 33.1
40 191.0 2.44 1216.1 16.9 2631.9 35.4
50 194.0 2.45 1285.1 17.3 2706.6 37.3
60 198.0 2.50 1351.9 17.7 3022.3 40.0
70 200.0 2.54 1407.8 18.2 3377.7 41.8
80 205.0 2.67 1518.1 19.0 3731.2 46.5
90 211.4 2.91 1663.9 20.5 3970.4 58.2
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 103. Escala de percentiles, calculada en sentadilla paralela con barra libre, población 1, n= 48.
 Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 62.0 0.85 587.9 8.0 1122.4 15.2
20 65.0 0.89 662.2 9.0 1310.5 17.2
30 70.0 0.91 746.0 9.6 1448.4 18.1
40 72.0 0.94 774.3 10.1 1594.7 20.3
50 72.5 0.97 796.3 10.7 1742.0 22.6
60 80.0 1.02 858.6 11.0 1855.3 23.9
70 80.0 1.03 909.9 11.8 2000.5 25.3
80 85.0 1.07 949.0 12.3 2100.3 26.2
90 92.0 1.16 1112.8 13.5 2188.5 32.4
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 104. Escala de percentiles, calculada en cargada en un tiempo, población 1, n= 39.

2. Opositores a policías

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 60.0 0.69 295.4 3.6 519.1 6.5
20 64.5 0.76 342.6 4.7 557.0 7.0
30 67.5 0.86 360.2 4.8 572.8 7.7
40 70.0 0.96 392.5 5.0 641.5 7.8
50 79.8 1.08 411.7 5.0 653.7 8.3
60 99.5 1.21 419.4 5.5 676.8 8.6
70 102.0 1.35 451.9 5.7 730.4 9.1
80 102.0 1.37 531.9 6.0 811.4 10.0
90 112.0 1.42 552.3 7.2 978.7 11.4
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 105. Escala de percentiles, calculada en press de banca plano con barra libre, población 2, n= 24.

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 163.6 1.89 1037.6 12.7 2129.4 26.6
20 174.6 2.03 1082.8 14.0 2296.7 29.2
30 178.7 2.17 1107.4 14.6 2480.3 31.3
40 188.1 2.32 1155.6 14.9 2535.0 32.7
50 190.0 2.44 1242.6 15.6 2601.6 33.4
60 192.6 2.49 1292.5 16.0 2714.1 34.6
70 197.6 2.60 1373.1 16.4 2842.2 36.3
80 202.6 2.70 1408.6 17.2 2988.8 39.0
90 208.2 2.81 1543.3 19.5 3668.3 41.4
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 106. Escala de percentiles, calculada en sentadilla paralela con barra libre, población 2, n= 24.
 Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 51.3 0.60 531.3 6.6 1129.3 14.1
20 55.0 0.70 587.9 7.3 1242.5 16.6
30 60.0 0.73 632.9 7.8 1319.9 16.9
40 60.0 0.80 656.1 8.5 1360.9 17.4
50 64.5 0.82 670.5 9.0 1433.5 17.7
60 70.0 0.88 738.1 10.0 1551.7 18.2
70 72.0 0.91 759.0 10.2 1598.8 20.0
80 74.5 0.96 874.4 10.3 1872.2 23.4
90 75.8 1.02 930.7 11.2 2114.3 28.4
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 107. Escala de percentiles, calculada en cargada en un tiempo, población 2, n= 24.

3. Mujeres competidoras de fitness

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 33.0 0.53 175.6 2.9 271.9 4.5
20 41.8 0.74 198.3 3.3 317.6 5.1
30 45.0 0.82 202.7 3.3 320.8 5.3
40 47.4 0.83 207.9 3.6 325.7 5.6
50 50.0 0.86 214.9 3.8 330.0 5.6
60 52.0 0.90 222.4 4.0 335.0 6.0
70 52.0 0.95 227.6 4.4 339.8 6.7
80 53.7 0.96 262.9 5.1 391.9 7.6
90 56.5 0.99 325.9 5.5 535.7 9.2
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 108. Escala de percentiles, calculada en press de banca plano con barra libre, población 3, n= 21.

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 107.6 2.10 719.6 12.5 1358.5 21.9
20 119.4 2.16 759.0 13.2 1491.6 24.6
30 127.2 2.21 783.4 13.6 1671.3 27.9
40 130.0 2.25 834.9 15.5 1761.6 30.1
50 132.0 2.26 895.7 16.1 1851.4 31.9
60 134.2 2.33 954.8 16.7 1864.9 35.3
70 149.0 2.43 989.6 17.4 1980.6 38.9
80 153.2 2.50 1065.6 18.2 2181.9 40.4
90 154.8 2.57 1209.0 19.1 2631.3 42.6
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 109. Escala de percentiles, calculada en sentadilla paralela con barra libre, población 3, n= 21.

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 34.5 0.72 392.6 6.6 762.2 13.4
20 41.4 0.81 405.7 6.8 826.1 16.1
30 49.0 0.82 442.4 7.5 1124.5 20.0
40 49.5 0.84 462.7 8.0 1210.7 21.5
50 50.0 0.85 474.2 8.1 1357.1 22.0
60 50.0 0.86 489.1 9.0 1360.4 22.6
70 50.4 0.87 494.6 9.7 1362.5 24.4
80 52.0 0.89 497.1 10.3 1386.5 28.5
90 52.5 0.92 734.5 12.5 1828.3 31.2
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 110. Escala de percentiles, calculada en cargada en un tiempo, población 3, n= 15.
4. Varones, judokas de competición

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 60.0 0.82 348.0 4.9 543.1 7.7
20 70.0 0.92 387.0 5.3 618.1 8.2
30 72.7 1.03 408.8 5.6 620.6 8.7
40 77.0 1.06 418.9 5.9 634.6 9.2
50 81.3 1.13 453.2 6.4 785.4 10.0
60 90.0 1.17 492.0 6.6 812.0 10.6
70 92.3 1.27 505.3 7.2 833.8 11.7
80 95.0 1.31 545.4 7.7 880.5 12.2
90 106.5 1.38 614.8 8.4 980.7 12.8
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 111. Escala de percentiles, calculada en press de banca plano con barra libre, población 4, n= 36.

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 141.4 2.0 978.4 14.1 1869.4 26.6
20 158.8 2.27 1105.1 15.1 2037.1 27.9
30 171.0 2.30 1149.0 16.2 2184.3 30.3
40 179.2 2.32 1210.0 16.9 2412.3 31.6
50 185.5 2.33 1281.5 17.2 2500.0 35.3
60 188.0 2.42 1355.5 18.1 2603.2 38.4
70 191.0 2.71 1374.7 19.0 3381.8 40.4
80 200.0 2.92 1543.0 20.5 3619.4 45.3
90 227.6 3.08 1767.2 22.0 4104.7 50.6
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 112. Escala de percentiles, calculada en sentadilla paralela con barra libre, población 4, n= 33.

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 60.0 0.78 640.4 7.8 1229.8 15.7
20 63.3 0.81 675.0 8.5 1272.9 17.0
30 65.0 0.88 698.7 9.5 1361.8 18.6
40 67.0 0.93 738.1 10.5 1547.9 19.3
50 72.5 0.98 833.4 11.0 1559.8 20.1
60 80.0 0.99 876.0 11.9 1599.3 22.4
70 81.8 1.05 1010.0 12.5 1708.3 23.4
80 88.0 1.15 1058.4 13.7 2084.2 27.8
90 92.0 1.21 1274.7 16.8 2745.0 36.0
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 113. Escala de percentiles, calculada en cargada en un tiempo, población 4, n= 21.
5. Varones, con entrenamiento recreativo en fuerza y resistencia aeróbica

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 65.0 0.90 262.5 3.6 432.2 6.0
20 70.0 0.96 305.0 4.0 496.8 6.8
30 73.5 1.0 316.2 4.1 524.2 6.9
40 80.0 1.08 333.9 4.3 560.1 7.3
50 81.0 1.10 343.8 4.4 591.0 7.8
60 82.0 1.11 357.5 4.6 632.7 8.1
70 86.0 1.13 370.3 4.7 687.1 8.3
80 105.0 1.17 400.7 5.1 842.3 9.3
90 113.5 1.24 446.3 5.7 1123.3 14.2
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 114. Escala de percentiles, calculada en press de banca plano con barra libre, población 5, n= 24.

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 160.0 2.06 924.2 12.4 1781.9 22.7
20 165.6 2.21 977.9 12.8 1911.9 24.7
30 174.4 2.38 1021.8 13.1 2022.2 25.7
40 180.6 2.41 1056.4 14.0 2066.1 27.0
50 187.0 2.52 1113.0 14.4 2094.9 28.4
60 192.4 2.63 1228.3 15.3 2302.8 30.0
70 204.2 2.67 1316.6 17.7 2500.0 34.3
80 215.0 2.72 1337.5 18.7 2930.3 36.1
90 252.0 2.86 1691.4 19.3 3135.2 42.0
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 115. Escala de percentiles, calculada en sentadilla paralela con barra libre, población 5, n= 27.

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 54.0 0.72 536.1 7.3 981.2 13.0
20 59.8 0.80 590.2 7.6 1331.0 17.8
30 60.0 0.83 634.2 8.5 1494.6 19.3
40 65.4 0.88 676.1 9.0 1587.1 21.1
50 70.0 0.92 748.7 9.5 1773.8 21.5
60 71.6 0.97 818.8 10.5 1989.7 24.4
70 75.0 1.01 854.3 11.0 2089.9 28.7
80 88.2 1.04 983.3 12.4 3225.4 36.8
90 96.4 1.09 1151.1 14.0 3594.8 49.6
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 116. Escala de percentiles, calculada en cargada en un tiempo, población 5, n= 27.
6. Varones, varones competidores de fitness

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 78.5 1.03 269.5 3.9 417.6 5.8
20 80.0 1.10 369.6 5.2 613.8 8.4
30 82.0 1.19 395.9 5.5 672.1 9.2
40 90.0 1.20 422.6 5.6 742.7 9.9
50 94.5 1.21 435.9 5.7 766.7 10.2
60 100.0 1.22 449.2 6.0 785.7 10.5
70 100.0 1.28 469.4 6.1 853.3 11.1
80 100.0 1.35 493.2 6.2 919.4 12.3
90 102.3 1.58 512.0 6.6 1047.4 13.3
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 117. Escala de percentiles, calculada en press de banca plano con barra libre, población 6, n= 24.

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 154.0 2.02 697.6 9.8 1109.8 15.7
20 160.0 2.39 912.6 11.9 1670.0 22.6
30 164.3 2.46 979.5 12.9 2092.1 28.4
40 174.5 2.53 1009.0 13.5 2270.1 30.3
50 192.3 2.56 1067.4 15.9 2392.4 34.1
60 204.0 2.57 1154.7 17.0 2635.7 35.9
70 211.5 2.64 1277.7 17.5 2886.3 38.0
80 213.0 2.71 1521.6 18.3 3205.5 39.3
90 217.0 2.82 1628.3 19.4 3775.8 45.2
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 118. Escala de percentiles, calculada en sentadilla paralela con barra libre, población 6, n= 24.

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 60.0 0.90 563.2 7.8 1368.9 19.4
20 62.0 0.96 735.1 10.6 1533.6 20.2
30 68.5 0.97 784.5 10.9 1581.7 21.3
40 70.0 0.99 854.4 11.3 1631.4 22.3
50 74.5 1.01 876.9 11.5 1713.2 24.3
60 80.0 1.02 891.9 11.8 1808.1 26.6
70 82.5 1.06 898.4 12.6 2069.8 28.0
80 84.5 1.0.9 944.3 13.0 2314.9 28.7
90 84.8 1.15 1046.9 14.2 2360.6 33.0
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 119. Escala de percentiles, calculada en cargada en un tiempo, población 6, n= 24.
7. Mujeres, jugadoras de voley de 1º división (Cuba)

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 26.0 0.42 87.2 1.4 128.5 2.0
20 26.0 0.44 107.4 1.8 151.9 2.7
30 28.5 0.48 118.2 1.9 192.2 3.2
40 28.5 0.49 129.2 2.1 203.5 3.3
50 28.5 0.51 136.4 2.2 210.4 3.4
60 31.0 0.52 141.0 2.3 215.8 3.5
70 31.0 0.53 145.6 2.5 226.3 3.6
80 33.2 0.54 168.9 2.9 235.4 3.8
90 34.0 0.57 203.3 3.4 246.1 4.3
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 120. Escala de percentiles, calculada en press de hombros con barra, población 7, n= 30.

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 106.5 1.73 897.5 14.6 1759.3 29.8
20 109.0 1.81 975.5 16.8 1948.2 33.3
30 118.1 1.86 1049.1 17.4 2031.0 34.4
40 121.0 1.91 1071.5 17.6 2243.4 35.1
50 124.0 1.99 1133.0 18.3 2291.1 35.9
60 127.0 2.02 1187.7 19.0 2333.6 36.9
70 128.8 2.04 1207.9 19.6 2449.6 38.4
80 132.5 2.22 1265.3 20.0 2556.0 41.6
90 135.3 2.34 1411.4 22.9 2887.9 47.2
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 121. Escala de percentiles, calculada en sentadilla paralela con barra libre, población 7, n= 24.

8. Varones, jugadores de béisbol de 14 a 17 años (Cuba)

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 49.1 0.88 267.4 4.8 425.4 7.1
20 53.2 0.92 312.0 5.2 479.9 8.4
30 56.5 0.94 344.0 5.7 594.8 9.1
40 66.0 0.99 372.0 5.9 602.8 9.4
50 66.0 1.01 387.5 6.0 656.9 10.1
60 66.6 1.06 409.3 6.3 705.6 11.2
70 71.0 1.10 449.4 6.8 792.0 11.6
80 76.0 1.16 510.4 7.7 867.1 12.7
90 84.0 1.25 549.5 8.0 1132.8 18.1
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 122. Escala de percentiles, calculada en press de banca plano con barra libre, población 8, n= 36.
 Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 127.9 2.05 1002.4 15.9 1739.7 27.3
20 135.2 2.13 1088.1 16.2 1903.3 29.4
30 139.0 2.16 1103.2 16.9 1946.5 31.3
40 142.4 2.21 1173.2 17.4 2115.1 32.0
50 149.0 2.25 1205.5 19.3 2275.6 33.4
60 158.6 2.35 1258.8 20.7 2426.3 35.3
70 164.7 2.38 1545.3 21.9 2558.8 37.6
80 168.0 2.50 1684.0 22.7 2649.1 38.8
90 196.9 2.62 1783.6 26.3 2969.2 43.3
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 123. Escala de percentiles, calculada en sentadilla paralela con barra libre, población 8, n= 30.

9. Varones, boxeadores o taekwondístas

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 59.1 0.89 216.1 3.0 374.0 5.2
20 63.5 0.91 224.0 3.4 426.8 6.5
30 65.0 0.93 260.9 3.8 500.8 7.1
40 66.6 0.98 322.6 4.8 539.1 7.6
50 71.0 1.0 374.4 5.2 584.4 8.6
60 75.4 1.06 413.5 5.6 643.3 8.9
70 91.8 1.14 447.5 5.7 724.1 9.5
80 96.0 1.18 482.3 6.1 748.0 9.7
90 102.0 1.24 536.3 6.6 858.0 10.7
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 124. Escala de percentiles, calculada en press de banca plano con barra libre, población 9, n= 36.

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 151.5 2.27 712.3 10.0 1605.7 22.7
20 158.0 2.29 750.5 10.7 1709.0 24.3
30 160.5 2.34 784.4 11.3 1815.6 26.7
40 161.0 2.36 810.4 12.2 2086.0 31.6
50 167.5 2.44 987.3 14.6 2414.1 35.6
60 170.0 2.46 1195.4 16.4 2622.9 38.0
70 185.0 2.51 1254.1 18.1 3056.4 41.0
80 198.5 2.61 1290.6 19.6 3327.5 43.7
90 209.5 2.63 1614.0 19.8 3608.0 46.2
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 125. Escala de percentiles, calculada en sentadilla paralela con barra libre, población 9, n= 24.

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 52.0 0.76 490.5 7.2 992.5 13.0
20 60.0 0.80 538.1 7.3 1076.4 16.2
30 60.0 0.82 574.5 8.4 1214.5 18.2
40 60.0 0.86 643.1 9.8 1329.0 19.4
50 64.0 0.88 692.0 10.3 1500.9 20.9
60 70.0 0.90 770.6 10.8 1847.6 24.1
70 70.0 0.94 860.5 11.2 1934.2 29.1
80 72.0 1.03 931.5 12.1 2517.0 31.1
90 80.0 1.08 1102.2 13.5 3469.3 44.0
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 126. Escala de percentiles, calculada en cargada en un tiempo, población 9, n= 13.
10. Varones, practicantes de lucha libre y grecoromana, de 14 a 17 años (Cuba)

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 57.0 1.01 297.8 4.7 498.5 7.6
20 63.2 1.06 320.2 5.2 540.3 8.3
30 67.9 1.08 326.4 5.4 595.9 9.4
40 71.0 1.09 333.8 5.7 658.2 10.5
50 73.0 1.12 379.7 5.8 694.6 11.5
60 74.6 1.14 403.1 6.3 780.5 11.9
70 83.6 1.24 426.9 6.6 830.6 13.8
80 90.4 1.25 477.7 7.2 1117.9 15.1
90 99.2 1.36 638.0 8.3 1340.2 20.3
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 127. Escala de percentiles, calculada en press de banca plano con barra libre, población 10, n= 21.

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 113.2 2.08 854.1 16.6 1549.9 29.1
20 122.4 2.14 1054.4 18.5 1627.8 29.6
30 132.2 2.32 1097.7 18.9 1769.0 32.3
40 137.6 2.39 1191.2 19.7 1822.3 33.7
50 145.3 2.43 1245.8 20.2 2425.4 35.3
60 161.7 2.52 1306.4 20.7 2465.5 37.1
70 171.9 2.64 1368.1 21.7 2542.6 40.6
80 174.6 2.68 1445.5 22.0 2643.3 42.4
90 198.0 3.30 1571.0 26.2 2743.9 45.7
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 128. Escala de percentiles, calculada en sentadilla paralela con barra libre, población 10, n= 18.

11. Mujeres, jugadoras sóftbol de 1º división (Cuba)

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 26.8 0.49 125.6 2.2 184.4 3.3
20 31.0 0.52 149.7 2.8 211.4 3.7
30 31.0 0.54 169.0 3.0 224.7 4.6
40 35.0 0.58 185.8 3.1 279.7 4.7
50 36.5 0.63 205.6 3.4 290.3 4.8
60 40.0 0.67 209.3 3.5 300.4 5.2
70 43.0 0.72 219.3 3.7 351.2 5.7
80 45.0 0.74 235.6 3.9 440.0 7.5
90 46.0 0.77 271.2 4.5 539.8 8.7
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 129. Escala de percentiles, calculada en press de banca plano con barra libre, población 11, n= 24.
 Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 98.2 1.63 735.1 13.1 1135.7 19.7
20 104.0 1.78 808.0 14.9 1293.9 21.5
30 109.0 1.88 877.4 15.3 1403.0 23.2
40 112.1 1.96 914.6 15.7 1468.3 26.1
50 113.0 2.0 922.7 16.1 1701.2 29.9
60 117.6 2.05 985.3 16.5 1763.2 35.1
70 120.5 2.09 1021.6 17.9 2358.7 37.0
80 127.4 2.13 1157.1 19.3 2490.9 40.8
90 128.6 2.20 1287.2 20.8 2713.0 43.8
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 130. Escala de percentiles, calculada en sentadilla paralela con barra libre, población 11, n= 27.

12. Mujeres, practicantes de taekwondo de 14 a 17 años (Cuba)

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 30.0 0.55 166.4 3.1 243.9 4.5
20 32.0 0.58 171.6 3.2 256.9 4.8
30 34.0 0.61 179.9 3.3 265.8 4.8
40 37.0 0.64 180.5 3.4 268.9 5.0
50 37.5 0.66 191.9 3.6 273.5 5.3
60 38.0 0.67 204.2 3.8 280.8 5.4
70 40.0 0.69 212.9 3.9 307.1 5.6
80 41.0 0.77 236.2 3.9 336.0 5.9
90 42.0 0.86 262.9 4.5 421.4 6.7
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 131. Escala de percentiles, calculada en press de banca plano con barra libre, población 12, n= 21.

Percentiles 1 MR abs 1 MR kp PM PM kp PP PP kp
10 98.7 1.67 711.9 13.2 1243.1 22.6
20 106.2 1.89 771.4 14.4 1285.0 25.5
30 108.6 1.98 818.3 14.7 1454.0 26.2
40 113.4 2.01 860.6 15.1 1467.2 27.2
50 116.0 2.07 876.3 16.1 1533.7 28.1
60 118.0 2.15 887.5 16.4 1715.7 31.2
70 123.5 2.24 937.9 16.6 1902.9 32.1
80 126.6 2.25 996.3 17.5 1997.5 33.3
90 130.9 2.30 1110.4 18.2 2125.3 34.9
1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el
ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP:
Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal).
Tabla 132. Escala de percentiles, calculada en sentadilla paralela con barra libre, población 12, n= 30.

Comparación de los resultados obtenidos obtenidos cuando se considera el sexo y el

clasificando a los sujetos por el nivel de la 1 mr
• En primer lugar, se muestran las
características de los sujetos y los resultados
obtenidos cuando se considera el sexo y el
nivel de la 1 MR absoluta.
• En segundo lugar, se muestran las
características de los sujetos y los resultados
nivel de la 1 MR por kg de peso corporal.
• En tercer lugar, se presentarán los resultados
obtenidos clasificando a los sujetos por
población y por el nivel de la 1 MR absoluta.
• En cuarto lugar, se presentarán los resultados
obtenidos clasificando a los sujetos por
población y por el nivel de la 1 MR por kg de
peso corporal.
Comparación de los resultados por sexo y nivel
de la 1 MR absoluta

Tomando como punto de referencia al valor

encontrado en el percentil 50, se han determinado
los siguientes valores de 1 MR absoluta:

Valor del percentil 50 en

Ejercicio Valor del percentil 50 en mujeres
varones
Press de banca plano con barra libre 82 kg 40 kg
Sentadilla paralela con barra libre 179.5 kg 120 kg
Cargada en un tiempo 70 kg Ver población 3 en el apartado siguiente.

Resultados obtenidos en el press de banca plano con barra libre

Variables Edad Peso corporal Estatura IMC

Varones -F +F -F +F -F +F -F +F
** ** ** **
Meda 21.7 67.75 172.7 22.7
26.3 78.0 176.6 24.95
Desv. Tip 6.8 4.6 8.4 9.05 6.7 4.4 2.5 1.29
Mujeres -F +F -F +F -F +F -F +F
**
Meda 16.9 56.6 58.05 160.5 162.2 21.9 22.04
21.5
Desv. Tip 2.0 4.6 6.5 4.9 6.7 4.4 2.5 1.3
IMC = índice de masa corporal (peso corporal / (estatura en metros 2)), * p< 0.05, ** p< 0.01,
diferencias significativas respecto al grupo menos fuerte (-F).
Tabla 133. Valores medios y de desviación típica de la edad, peso corporal y estatura de los sujetos diferenciados por sexo y
clasificados según el nivel de la 1 MR absoluta en press de banca plano. -F: Grupo menos fuerte 1 MR < 82 kg en varones (n= 118)
y 40 kg en mujeres (n= 31). +F: Grupo más fuerte 1 MR > 82 kg en varones (n= 134) y 40 kg en mujeres (n= 35).

Variables Loc % PM Loc% PP

Varones -F +F -F +F
*
Media 51.2% 46.8% 44.6%
48.0%
Desv. Tip. 12.4% 10.7% 14.9% 12.1%
Mujeres -F +F -F +F
ª b
Media 56.1% 53.5%
50.9% 46.9%
Desv. Tip. 10.9% 13.1% 12.5% 14.6%
* p< 0.05, ** p< 0.01, diferencias significativas respecto al grupo menos fuerte (-F),
ª tendencia no significativa, p = 0.090, respecto al grupo más fuerte (+F);
b tendencias no significativa, p = 0.052, respecto al grupo más fuerte.
Tabla 134. Comparación de los valores medios y de desviación de los resultados obtenidos en el ejercicio de press de banca plano,
según sexo y nivel de la 1 MR absoluta-F: Grupo menos fuerte 1 MR < 82 kg en varones (n= 118) y 40 kg en mujeres (n= 31).+F:
Grupo más fuerte 1 MR > 82 kg en varones (n= 134) y 40 kg en mujeres (n= 35).

En press de banca plano con barra libre, los sólo se distingue una tendencia que no llega a ser
varones muestran diferencias en los porcentajes de significativa tanto, en la localización de la
peso en donde se localizan los valores más altos potencia media como en la potencia pico.
de potencia media mientras que, en las mujeres
Resultados obtenidos en la sentadilla paralela con barra libre
Variables Edad Peso corporal Estatura IMC
Varones -F +F -F +F -F +F -F +F
** ** ** **
Meda 22.2 68.07 172.3 22.9
27.0 78.7 176.4 25.1
Desv. Tip 6.5 4.6 8.74 8.8 7.7 8.0 1.9 1.6
Mujeres -F +F -F +F -F +F -F +F
** ** ** ª
Meda 17.1 54.7 160.87 21.14
20.35 61.05 167.25 21.9
Desv. Tip 4.95 3.8 6.6 5.4 8.76 6.61 2.27 2.2
IMC = índice de masa corporal (peso corporal / (estatura en metros 2)), p< 0.05, ** p< 0.01,
diferencias significativas respecto al grupo menos fuerte (-F), tendencia no significativa p = 0.092.
Tabla 135. Valores medios y de desviación típica de la edad, peso corporal y estatura de los sujetos diferenciados por sexo y
clasificados según el nivel de la 1 MR absoluta en sentadilla paralela.-F: Grupo menos fuerte 1 MR < 179 kg en varones (n= 112) y
120 kg en mujeres (n= 42). +F: Grupo más fuerte 1 MR > 179 kg en varones (n= 110) y 120 kg en mujeres (n= 60).

Loc % PM Loc% PP
Varones -F +F -F +F
** **
Media 60.7% 64.7%
57.1% 57.4%
Desv. Tip. 9.8% 8.6% 12.6% 11.9%
Mujeres +F -F +F -F
*
Media 67.0% 69.2% 67.4%
63.4%
Desv. Tip. 6.0% 8.7% 8.0% 11.8%
* p< 0.05, ** p< 0.01, diferencias significativas respecto al grupo menos fuerte (-F),
ª tendencia no significativa p = 0.099, b tendencias no significativa p = 0.090.
Tabla 136. Comparación de los valores medios y de desviación de los resultados obtenidos en el ejercicio de sentadilla paralela,
según sexo y nivel de la 1 MR absoluta -F: Grupo menos fuerte 1 MR < 179 kg en varones (n= 112) y 40 kg en mujeres (n= 42). +F:
Grupo más fuerte 1 MR > 179 kg en varones (n= 110) y 40 kg en mujeres (n= 60).

En la sentadilla paralela con barra libre, se

observan diferencias significativas entre los
sujetos más fuertes y menos fuertes, tanto para
hombres como para mujeres, en la localización de
los niveles más altos de potencia media, mientras
que en la localización de los porcentajes de peso
en donde se alcanzan los valores más altos de
potencia pico, sólo se distinguen diferencias entre
los grupos de varones.

En las figuras 111 y 112, se distingue claramente

como los sujetos más fuertes localizan los valores
más altos de potencia media y pico en porcentajes
de peso inferiores respecto a los sujetos menos
fuertes.

Figura 111. Comparación de los valores medios y de

desviación típica, de los porcentajes de peso, respecto a la 1
MR, en donde se localizan los valores más altos de potencia
media y pico entre los grupos de varones en sentadilla
paralela con barra libre. Sujetos menos fuertes (-F) n= 112,
y más fuertes (+F) n= 110.*p < 0.05; ** p < 0.01, respecto
a los sujetos menos fuerte según el criterio de la 1 MR
absoluto.
 Figura 112. Comparación de los valores medios y de desviación típica, de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico entre los grupos de mujeres en el ejercicio de sentadilla paralela con barra
libre. Sujetos menos fuertes (-F) n= 42, y más fuertes (+F) n= 60.*p < 0.05; ** p < 0.01, respecto a los sujetos menos fuerte según
el criterio de la 1 MR absoluto.

Resultados obtenidos en cargada en un tiempo

variables Edad Peso corporal Estatura IMC

Varones -F +F -F +F -F +F -F +F
** ** ª **
Meda 25.95 72.3 175.6 23.5
27.8 79.1 177.4 25.1
Desv. Tip 4.95 3.8 6.9 8.7 6.3 7.7 1.98 1.75
IMC = índice de masa corporal (peso corporal / (estatura en metros 2)),
* p< 0.05, ** p< 0.01, diferencias significativas respecto al grupo menos fuerte (-F), ª tendencia no significativa p =
0.090.
Tabla 137. Valores medios y de desviación típica de la edad, peso corporal y estatura de los sujetos diferenciados por sexo y
clasificados según el nivel de la 1 MR absoluta en cargada en un tiempo. -F: Grupo menos fuerte 1 MR < 70 kg en varones (n= 77).
+F: Grupo más fuerte 1 MR > 70 kg en varones (n= 97).

Loc % PM Loc% PP
Varones -F +F -F +F
Media 87.9% 86.5% 79.5% 79.3%
Desv. Tip. 13.4% 15.1% 20.1% 19.8%
* p< 0.05, ** p< 0.01, diferencias significativas respecto al grupo menos fuerte (-F)
Tabla 138. Comparación de los valores medios y de desviación de los resultados obtenidos en cargada en un tiempo, según sexo y
nivel de la 1 MR absoluta -F: Grupo menos fuerte 1 MR < 70 kg en varones (n= 77). +F: Grupo más fuerte 1 MR > 70 kg en
varones (n= 97).

Nota: En mujeres no se han mostrado los valores
obtenidos en cargada en un tiempo debido a que
este ejercicio fue realizado solamente por la
población 3 (mujeres, competidoras de fitness).
En cargada en un tiempo, no se distinguen
diferencias significativas en los porcentajes de
peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan
los valores más elevados de potencia media o
pico.
Comparación de los resultados por sexo y 1
MR por kg de peso corporal
Tomando como punto de referencia al valor
encontrado en el percentil 50, se han determinado
los siguientes valores de 1 MR por kg de peso
corporal:

Valor del percentil 50 en

Valor del percentil 50 en mujeres
varones
Press de banca plano con barra
1.15 kg por kg de peso 0.68 kg por kg de peso
libre
Sentadilla paralela con barra libre 2.4 kg por kg de peso 2.06 kg por kg de peso
Ver población 3 en el apartado
Cargada en un tiempo 0.94 kg por kg de peso
siguiente.
Resultados obtenidos en press de banca plano con barra libre

Variables Edad Peso corporal Estatura IMC

Varones -F +F -F +F -F +F -F +F
** ** **
Meda 22.49 70.9 174.7 174.87 23.14
25.74 75.43 24.6
Desv. Tip 6.7 5.2 10.9 8.8 7.87 7.39 2.41 1.72
Mujeres -F +F -F +F -F +F -F +F
**
Meda 17 58.6 56.3 161.7 161.2 22.4 21.6
21.34
Desv. Tip 1.91 5.74 5.79 5.53 6.91 4.26 2.2 1.54
IMC = índice de masa corporal (peso corporal / (estatura en metros 2)),
* p< 0.05, ** p< 0.01, diferencias significativas respecto al grupo menos fuerte (- F).
Tabla 139. Valores medios y de desviación típica de la edad, peso corporal y estatura de los sujetos diferenciados por sexo y nivel
de la 1 MR por kg de peso corporal en press de banca plano. -F: Grupo menos fuerte 1 MR kp < 1.15 kg en varones (n= 123) y en
mujeres < 0.68 kg (n= 31) +F: Grupo más fuerte 1 MR kp > 1.15 kg en varones (n= 129) y en mujeres > 0.68 kg (n= 35).

Loc% PM Loc % PP
Varones -F +F -F +F
ª
Media 50.3% 48.75% 47.3%
44.1%
Desv. típ. 12.6% 10.6% 13.9% 13.0%
Mujeres +F -F +F -F
Media 0.55 0.52 0.53 0.47
Desv. típ. 0.12 0.13 0.14 0.13
* p< 0.05, ** p< 0.01, diferencias significativas respecto al grupo menos fuerte (-F),
ª tendencia que no llega a ser significativa p = 0.058.
Tabla 140. Comparación de los valores medios y de desviación de los resultados obtenidos en press de banca plano, según sexo y
nivel de la 1 MR por kg de peso corporal. -F: Grupo menos fuerte 1 MR kp < 1.15 kg en varones (n= 123) y en mujeres < 0.68 kg
(n= 31) +F: Grupo más fuerte 1 MR kp > 1.15 kg en varones (n= 129) y en mujeres > 0.68 kg (n= 35).

En press de banca plano con barra libre no se tanto en varones como en mujeres. Sólo se
observan diferencias significativas en los distingue, una tendencia que no llega a ser
porcentajes de peso en donde se localizan los significativa (p = 0.058) en la localización de la
valores más elevados de potencia media o pico, potencia pico entre, los grupos de varones.

Resultados obtenidos en sentadilla paralela con barra libre

Variables Edad Peso corporal Estatura IMC

Varones -F +F -F +F -F +F -F +F
** ** ª
Media 23.1 73.8 72.7 176.05 23.7
25.98 173.0 24.2
Desv. Tip 6.5 5.6 11.8 8.5 8.7 7.3 2.43 1.75
Mujeres -F +F -F +F -F +F -F +F
* ** * **
Meda 18.2 61.4 166.8 22.2
19.9 65.35 162.4 21.0
Desv. Tip 3.2 5.1 6.3 5.6 8.45 8.4 2.6 1.64
IMC = índice de masa corporal (peso corporal / (estatura en metros 2)) * p< 0.05, ** p< 0.01,
diferencias significativas respecto al grupo menos fuerte (-F), ª tendencia no significativa p = 0.62.
Tabla 141. Valores medios y de desviación típica de la edad, peso corporal y estatura de los sujetos diferenciados por sexo y nivel
de la 1 MR por kg de peso corporal sentadilla paralela. -F: Grupo menos fuerte 1 MR kp < 2.44 kg en varones (n= 106) y en
mujeres < 2.06 kg (n= 52) +F: Grupo más fuerte 1 MR kp > 2.44 kg en varones (n= 115) y en mujeres > 2.06 kg (n= 50).
 Varones Loc % PM Loc % PP
-F +F -F +F
** **
Media 60.7% 64.1%
57.2% 58.1%
Desv. típ.. 9.9% 8.6% 12.3% 12.5%
Mujeres -F +F -F +F
** **
Media 66.9% 70.8%
62.7% 65.4%
Desv. típ. 6.8% 8.5% 9.2% 10.9%
* p< 0.05, ** p< 0.01, diferencias significativas respecto al grupo menos fuerte (-F).
Tabla 142. Comparación de los valores medios y de desviación de los resultados obtenidos en sentadilla paralela, según sexo y nivel
de la 1 MR por kg de peso corporal. -F: Grupo menos fuerte 1 MR kp < 2.44 kg en varones (n= 106) y en mujeres < 2.06 kg (n= 52)
+F: Grupo más fuerte 1 MR kp > 2.44 kg en varones (n= 115) y en mujeres > 2.06 kg (n= 50).

En sentadilla paralela con barra libre, existen

diferencias significativas entre los porcentajes de
peso en donde se localizan los valores más altos
de potencia media y pico, entre el grupo más
fuerte y el menos fuerte, tanto en varones como en
mujeres. Las figuras 113 y 114, muestran como
los grupos más fuertes (+F) localizan los valores
más altos de potencia media y pico en porcentajes
inferiores.

Figura 114. Comparación de la media y desviación típica,

de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico en
mujeres, en sentadilla paralela con barra libre. Sujetos
menos fuertes (-F) n= 52 y más fuertes (+F) n= 50.*p <
0.05; ** p < 0.01, respecto a los menos fuertes según el
criterio de la 1 MR por kg de peso corporal.

Figura 113. Comparación de la media y desviación típica,

de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico en
los varones, en sentadilla paralela con barra libre. Sujetos
menos fuertes (- F) n= 106, más fuertes (+ F) n= 115.
*p < 0.05; ** p < 0.01, respecto a los sujetos menos fuertes
según el criterio de la 1 MR por kg de peso corporal.
Resultados obtenidos en cargada en un tiempo

Variables Edad Peso corporal Estatura IMC

Varones -F +F -F +F -F +F -F +F
ª
Meda 26.7 27.3 76.4 75.9 177.7 24.2 24.5
175.6
Desv. Tip 4.9 4.0 8.7 8.6 6.7 7.3 2.4 1.56
IMC = índice de masa corporal (peso corporal / (estatura en metros 2)), * p< 0.05, ** p< 0.01,
diferencias significativas respecto al grupo menos fuerte (-F), ª tendencia que no llega a ser significativa p = 0.60.
Tabla 143. Valores medios y de desviación típica de la edad, peso corporal y estatura de los sujetos diferenciados por sexo y nivel
de la 1 MR por kg de peso corporal en cargada en un tiempo. -F: Grupo menos fuerte 1 MR kp < 0.94 kg en varones (n= 85).+F:
Grupo más fuerte 1 MR kp > 0.94 kg en varones (n= 88).

Loc% PM Loc % PP
Varones -F +F -F +F
Media 88.2% 86.2% 79.2% 79.7%
Desv. típ.. 12.0% 16.3% 18.5% 21.4%
* p< 0.05, ** p< 0.01, diferencias significativas respecto al grupo menos fuerte (-F)
Tabla 144. Comparación de los valores medios y de desviación de los resultados obtenidos en cargada en un tiempo según sexo y
nivel de la 1 MR por kg de peso corporal.
-F: Grupo menos fuerte 1 MR kp < 0.94 kg en varones (n= 85).
+F: Grupo más fuerte 1 MR kp > 0.94 kg en varones (n= 88).

Comparación de los resultados por grupo

poblacional y 1 MR absoluta
Los criterios de clasificación se basaron en los
niveles de la 1 MR absoluta hallados en percentil
50 para cada ejercicio y grupo evaluado:

Valor de percentil 50 en press de Valor de percentil 50 sentadilla Valor de percentil 50 en

Población
banca plano con barra libre paralela con barra libre cargada en un tiempo
1 102 194 72.5
2 79.8 190 64.5
3 50 132 50
4 81.3 185.5 72.5
5 81 187 70
6 94.5 192.3 74.5
7 28.5* 124 NR
8 66 149 NR
9 71 167.5 64
10 73 145.3 NR
11 36.5 113 NR
12 37.5 116 NR
1. Opositores a bomberos, 2. Opositores a policía, 3 Mujeres, competidoras de fitness, 4. Varones, judokas de
competición, 5 Varones, con entrenamiento recreativo en fuerza y resistencia, 6. Varones, competidores de fitness, 7.
Mujeres, jugadoras de voley de 1º división, Cuba. 8. Varones, jugadores de béisbol, categoría 14 a 17 años, Cuba. 9.
Varones, boxeadores o taekwondístas, 10. Varones, practicantes de lucha libre y grecoromana, categoría 14 a 17
años, Cuba. 11. Mujeres, jugadoras de sóftbol de 1º división, Cuba. 12. Mujeres, practicantes de taekwondo, categoría
14 a 16 años, Cuba. NR: no se ha realizado éste ejercicio. * La población 7 realizó el press de hombros con barra.

La tabla 145, muestra los valores medios y de potencia media y pico en los grupos menos fuerte
desviación típica de los porcentajes de peso en (- F) y más fuerte (+ F) según el nivel de la 1 MR
donde se localizan los valores más altos de absoluta.
 Press de banca plano Sentadilla paralela Cargada en un tiempo
Loc % PM Loc % PP Loc % PM Loc % PP Loc % PM Loc % PP
P E -F +F -F +F -F +F -F +F -F +F -F +F
N 25 26 21 27 21 27 25 26 15 24 15 24
*
1 Media 48.4% 51.9% 57.1% 54.1% 61.4% 60.6% 45.9% 47.0% 92.6% 79.0% 83.4%
84.3%
desv. Tip 12.1% 9.2% 7.6% 6.6% 13.2% 13.1% 13.5% 12.8% 7.0% 12.2% 17.3% 18.5%
n 12 12 8 10 8 10 12 12 11 13 11 13
* *
2 Media 53.2% 50.7% 69.3% 62.6% 72.8% 59.7% 88.7% 90.0% 84.0% 76.8%
59.6% 47.9%
desv. Tip 12.2% 10.0% 5.7% 13.5% 10.3% 13.8% 13.5% 13.3% 10.5% 9.4% 18.6% 18.2%
n 10 11 9 12 9 12 10 11 7 8 7 8
* *
3 Media 50.0% 55.4% 64.8% 70.9% 63.7% 48.7% 54.4% 90.1% 76.1% 88.0%
55.2% 79.8%
desv. Tip 12.7% 9.6% 6.9% 8.3% 14.5% 10.9% 13.6% 12.1% 9.0% 8.9% 22.4% 21.3%
n 18 18 16 17 16 17 18 18 10 11 10 11
*
4 Media 52.3% 46.4% 55.5% 60.0% 60.8% 55.8% 47.5% 93.9% 83.9% 84.0% 81.4%
37.7%
desv. Tip 9.9% 15.0% 5.6% 7.8% 8.8% 11.3% 12.6% 6.9% 9.1% 25.1% 22.9% 18.6%
n 11 13 14 13 14 13 11 13 13 14 13 14
ª
5 Media 55.1% 54.3% 59.8% 60.5% 63.1% 55.4% 57.6% 84.9% 87.9% 74.5% 70.8%
55.1%
desv. Tip 10.9% 9.8% 8.3% 6.3% 13.7% 9.5% 14.1% 12.3% 17.4% 12.2% 23.4% 18.6%
n 11 13 12 12 12 12 11 13 11 13 11 13
* ** * ** **
6 Media 51.5% 62.8% 65.8% 55.3% 80.5% 89.9% 67.2%
45.2% 52.8% 53.5% 36.5% 90.2%
desv. Tip 9.4% 5.6% 9.3% 5.5% 11.7% 10.2% 12.2% 6.6% 17.5% 14.3% 19.1% 18.0%
n 7 23 14 10 14 10 7 23
*
7β Media 60.4% 67.0% 67.2% 62.5% 72.8% 71.4%
64.2% 69.3%
desv. Tip 11.9% 9.1% 5.0% 10.8% 9.1% 9.2% 16.6% 16.4%
n 14 22 15 15 15 15 14 22
* * ª
8 Media 47.8% 60.0% 56.0% 60.9% 41.7%
40.5% 53.0% 34.6%
desv. Tip 9.8% 10.5% 13.3% 9.4% 12.3% 8.4% 13.8% 9.8%
n 18 18 11 13 11 13 18 18 21 18 21 18
* *
9 Media 57.1% 63.1% 59.8% 77.6% 48.5% 43.6% 88.8% 82.7% 83.3% 74.9%
47.2% 61.8%
desv. Tip 7.1% 14.1% 15.4% 10.3% 12.0% 16.0% 11.5% 11.2% 13.4% 17.3% 19.6% 21.9%
N 10 11 9 9 9 9 10 11
ª
10 Media 50.7% 43.5% 58.9% 64.4% 62.9% 43.1% 39.4%
63.3%
desv. Tip 13.9% 14.1% 6.6% 6.2% 6.9% 11.6% 15.5% 9.1%
n 12 12 12 15 12 15 12 12
**
11 Media 61.0% 52.8% 68.8% 66.3% 73.9% 56.3% 47.8%
64.3%
desv. Tip 13.6% 14.9% 5.6% 5.6% 5.8% 10.2% 14.5% 17.3%
n 10 11 15 15 15 15 10 11
12 Media 53.1% 46.7% 66.5% 65.9% 66.7% 68.9% 50.2% 42.3%
desv. Tip 8.1% 10.3% 7.1% 7.6% 8.6% 11.2% 12.6% 10.5%
P: población, E: estadístico, +F, grupo más fuerte; -F grupo menos fuerte. * p < 0.05, ** p< 0.01, diferencias
significativas, ª tendencias a la significación, p < 0.10, respecto al grupo menos fuerte (+F), 1. Opositores a
bomberos, 2. Opositores a policía, 3 Mujeres, competidoras de fitness, 4. judokas de competición, 5 Varones, con
entrenamiento recreativo en fuerza y resistencia, 6.competidores de fitness, 7. jugadoras de voley de 1º división,
Cuba. 8. jugadores de béisbol, de 14 a 17 años, Cuba. 9. boxeadores o taekwondístas, 10. lucha libre y grecoromana,
de 14 a 17 años, Cuba. 11. jugadoras de sóftbol de 1º división, Cuba. 12. taekwondístas, de 14 a 16 años, Cuba, β, la
población 7 ha realizado el ejercicio de press de hombros con barra en lugar del press de banca plano.
Tabla 145. Media y de desviación típica de los porcentajes de peso en donde se manifiestan las potencias más altas en los sujetos
menos fuertes (-F) y más fuertes (+F), según el nivel de la 1 MR absoluta.
La comparación de los resultados obtenidos al
dividir la muestra de cada una de las poblaciones
en sujetos más fuertes (+ F) y menos fuertes (-F),
de acuerdo al nivel de la 1 MR absoluta, indica
que las diferencias en la localización de los
porcentajes de peso en los que se expresan los
valores más altos de potencia se hacen más
evidentes en la potencia pico respecto a la
potencia meda.
En press de banca plano con barra libre, se
observan diferencias significativas en la
localización de los valores más altos de potencia
media en las poblaciones 6, 8, y 9, (ver figura
115) mientras que, con respecto a la potencia pico,
se observan diferencias en las poblaciones 2, 4, y
6. Aunque la población 8 muestra una tendencia
que no llega a ser significativa (p = 0.070), (ver
figura 116).

Figura 115. Comparación de la media y desviación típica, de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan los
valores más altos de potencia media (PM) en las 12 poblaciones, subdivididas en sujetos menos fuertes (-F) y más fuertes (+F) en
press de banca plano. *p < 0.05; ** p < 0.01, respecto a los sujetos más fuertes.

Figura 116. Comparación de la media y desviación típica, de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan los
valores más altos de potencia pico (PP) en las 12 poblaciones, subdivididas en sujetos menos fuertes (-F) y más fuertes (+F) en
press de banca plano. *p < 0.05; ** p < 0.01, ª tendencia p = 0.70, respecto a los sujetos más fuertes.

En sentadilla paralela, se observan diferencias
significativas en la localización de los valores más
altos de potencia media en las poblaciones 3 y 6,
mientras que la población 10 muestra una
tendencia que no llega a ser significativa (p =
0.085) (ver figura 117). La localización de los
valores más elevados de potencia pico muestran
diferencias en las poblaciones 2, 6, 7, 8, 9 y 11,
aunque en la población 5 se observa una tendencia
que no llega a ser significativa (p = 0.089), (ver
figura 118.).
Figura 117. Comparación de la media y desviación típica, de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan los
valores más altos de potencia media (PM) en las 12 poblaciones, subdivididas en sujetos menos fuertes (-F) y más fuertes (+F) en
sentadilla paralela. *p < 0.05; ** p < 0.01, ª tendencias p = 0.085, respecto a los sujetos más fuertes.

Figura 118. Comparación de la media y desviación típica, de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan los
valores más altos de potencia pico (PP) en las 12 poblaciones, subdivididas en sujetos menos fuertes (-F) y más fuertes (+F) en
sentadilla paralela. *p < 0.05; ** p < 0.01, ª tendencias p = 0.089, respecto a los sujetos más fuertes.

En cargada en un tiempo, se observan poblaciones 1 y 3 (ver figura 119), mientras que

diferencias significativas en la localización de los con respecto a pico, sólo se distinguen diferencias
valores más altos de potencia media en las en la población 6 (ver figura 120).

Figura 119. Comparación de la media y desviación típica, de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan los
valores más altos de potencia media (PM) en las 7 poblaciones que realizaron la cargada en un tiempo. Sujetos menos fuertes (-F)
y más fuertes (+F). *p < 0.05; ** p < 0.01, respecto a los sujetos más fuertes.
Figura 120. Comparación de la media y desviación típica, de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan los
valores más altos de potencia pico (PP) en las 7 poblaciones que realizaron la cargada en un tiempo. Sujetos menos fuertes (-F) y
más fuertes (+F). *p < 0.05; ** p < 0.01, respecto a los sujetos más fuertes.

Tanto, en la localización de los valores más altos
de potencia media como en la potencia pico, en
los dos ejercicios de cadena cinética cerrada con
acción de empuje (press de banca plano y
sentadilla paralela), cuando se distinguen
diferencias significativas o tendencias muy
cercanas a la significación, los sujetos más fuertes
(+F) localizan los niveles más elevados de
potencia en porcentajes inferiores.
Mientras que, en el ejercicio de cadena cinética
cerrada con acción secuencial (cargada en un
tiempo), cuando se distinguen diferencias
significativas, los sujetos más fuertes (+F)
manifiestan los valores más altos de potencia
media en porcentajes de peso inferiores, pero en la
localización de la potencia pico, tienden a
localizarla en porcentajes de peso superiores.
Comparación de los resultados por grupo
poblacional y 1 MR por kg de peso corporal
Tomando como punto de referencia al valor
encontrado en el percentil 50, se han determinado
los siguientes valores de 1 MR por kg de peso
corporal:

Valor de percentil 50 en press de Valor de percentil 50 sentadilla Valor de percentil 50 en

población
banca plano con barra libre paralela con barra libre cargada en un tiempo
1 1.3 2.5 1.0
2 1.1 2.4 0.8
3 0.9 2.3 0.9
4 1.1 2.3 1.0
5 1.1 2.5 0.9
6 1.2 2.6 1.0
7 0.5* 2.0 NR
8 1.0 2.2 NR
9 1.0 2.4 0.9
10 1.1 2.4 NR
11 0.6 2.0 NR
12 0.7 2.1 NR
1. Opositores a bomberos, 2. Opositores a policía, 3 Mujeres, competidoras de fitness, 4. Varones, judokas de
competición, 5 Varones, con entrenamiento recreativo en fuerza y resistencia, 6. Varones, competidores de fitness, 7.
Mujeres, jugadoras de voley de 1º división, Cuba. 8. Varones, jugadores de béisbol, categoría 14 a 17 años, Cuba. 9.
Varones, boxeadores o taekwondístas, 10. Varones, practicantes de lucha libre y grecoromana, categoría 14 a 17
años, Cuba. 11. Mujeres, jugadoras de sóftbol de 1º división, Cuba. 12. Mujeres, practicantes de taekwondo, categoría
14 a 16 años, Cuba.
NR: no se ha realizado éste ejercicio. * La población 7, realizó el ejercicio de press de hombros con barra.

La tabla 146, muestra los valores medios y de potencia media y pico en los grupos menos fuerte
desviación típica de los porcentajes de peso en (- F) y más fuerte (+ F) según el nivel de la 1 MR
donde se localizan los valores más altos de por kg de peso corporal.
 Press de banca plano Sentadilla paralela Cargada en un tiempo
P E Loc % PM Loc % PP Loc % PM Loc % PP Loc % PM Loc % PP
-F +F -F +F -F +F -F +F -F +F -F +F
N 22 29 22 29 22 26 22 26 19 20 19 20
*
1 Media 50.0% 50.3% 48.7% 44.7% 63.4% 58.8% 89.1% 85.9% 81.1% 82.3%
57.7% 53.5%
desv. Tip 12.7% 9.3% 14.0% 12.2% 7.9% 5.9% 12.4% 13.5% 8.6% 13.2% 16.8% 19.4%
N 12 12 12 12 7 11 7 11 10 14 10 14
* ª **
2 Media 71.3% 76.7% 86.4% 91.6% 84.0% 77.4%
53.2% 50.7% 59.7% 47.9% 61.9% 58.3%
desv. Tip 12.2% 10.0% 13.5% 13.3% 7.7% 11.6% 9.0% 11.3% 11.6% 8.0% 18.2% 18.6%
N 10 11 10 11 10 11 10 11 8 7 8 7
*
3 Media 63.3% 70.8% 63.1% 87.3% 81.6% 86.9% 77.4%
54.4% 51.4% 51.1% 52.2% 55.6%
desv. Tip 11.0% 11.7% 12.9% 13.3% 7.4% 9.0% 13.7% 11.3% 11.1% 8.6% 21.7% 22.7%
n 19 17 19 17 14 18 14 18 10 11 10 11
ª
4 Media 58.3% 57.7% 60.7% 56.3% 94.3% 83.5% 80.0% 85.0%
49.7% 49.1% 45.8% 38.9%
desv. Tip 14.6% 11.2% 11.7% 9.5% 8.5% 6.1% 9.0% 11.4% 9.3% 24.8% 22.5% 18.8%
n 11 13 11 13 13 14 13 14 14 13 14 13
*
5 Media 61.3% 59.0% 62.5% 56.2% 88.1% 84.6% 75.4% 69.5%
49.2% 59.3% 57.3% 56.0%
desv. Tip 9.5% 8.2% 14.7% 11.8% 7.1% 7.5% 14.3% 9.7% 16.9% 12.4% 22.7% 18.9%
n 9 15 9 15 11 13 11 13 11 13 11 13
* **
6 Media 62.5% 66.7% 84.9% 86.2% 73.5% 84.8%
51.3% 46.1% 50.6% 41.9% 53.8% 53.7%
desv. Tip 10.2% 6.0% 15.3% 11.3% 9.9% 6.1% 12.0% 9.6% 14.4% 18.2% 18.4% 23.4%
n 11 19 11 19 12 12 12 12
**
7β Media 67.8% 62.7% 75.3%
63.6% 66.5% 75.9% 66.2% 63.2%
desv. Tip 10.6% 9.8% 17.7% 14.6% 4.4% 10.1% 6.4% 9.3%
n 16 20 16 20 15 15 15 15
ª
8 Media 57.4% 58.6% 57.2% 56.7%
45.0% 42.0% 41.6% 34.0%
desv. Tip 8.8% 12.1% 13.1% 9.9% 4.3% 16.0% 8.5% 13.5%
n 16 20 16 20 11 13 11 13 19 20 19 20
* * ª
9 Media 65.4% 57.9% 76.5% 90.1% 83.1% 76.1%
57.2% 48.1% 47.6% 44.8% 62.8% 82.0%
desv. Tip 6.2% 14.1% 11.1% 11.9% 14.3% 10.5% 15.0% 14.8% 12.8% 16.9% 19.4% 22.0%
N 10 11 10 11 8 10 8 10
ª
10 Media 62.6% 60.9% 65.4% 61.3%
52.7% 41.7% 44.3% 38.3%
desv. Tip 14.8% 11.9% 14.8% 9.4% 5.6% 7.9% 6.9% 10.9%
n 12 12 12 12 12 15 12 15
*
11 Media 69.0% 66.1% 71.7% 66.1%
60.3% 53.6% 58.5% 45.6%
desv. Tip 14.4% 14.6% 12.3% 17.4% 5.4% 5.7% 9.8% 9.2%
n 10 11 10 11 14 16 14 16
* **
12 Media 51.3% 48.4% 47.6% 44.6% 69.4% 73.9%
63.4% 62.5%
desv. Tip 10.4% 9.2% 13.8% 10.4% 6.7% 6.7% 9.3% 7.0%
P: población, E: estadístico, -F grupo menos fuerte, +F, grupo más fuerte. *p < 0.05, **p< 0.01, diferencias significativas,
ª tendencias p < 0.10, respecto al grupo más fuerte (+ F). 1. Opositores a bomberos, 2. Opositores a policía, 3
Mujeres, competidoras de fitness, 4. judokas de competición, 5 Varones, con entrenamiento recreativo en fuerza y
resistencia, 6. Varones, competidores de fitness, 7. Mujeres, jugadoras de voley de 1º división, Cuba. 8. jugadores de béisbol,
de 14 a 17 años, Cuba. 9. boxeadores o taekwondístas, 10. lucha libre y grecoromana, de 14 a 17 años, Cuba. 11.
jugadoras de sóftbol de 1º división, Cuba. 12. Taekwondístas de 14 a 16 años, Cuba. β la población 7 ha realizado el ejercicio
de press de hombros con barra.
Tabla 146. Media y desviación típica de los porcentajes de peso en donde se manifiestan las potencias más altas en los sujetos más
fuertes (+F) y menos fuertes (-F) según el nivel de la 1 MR por kg de peso corporal.
La comparación de los resultados obtenidos al
dividir la muestra de cada grupo en sujetos más
fuertes y menos fuertes, según la 1 MR por kg de
peso corporal, indica que en el press de banca
plano con barra libre, se observan diferencias
significativas en la localización de los valores más
altos de potencia media en las poblaciones 5, y 9,
mientras que la población 10 muestra una
tendencia que no llega a ser significativa (p =
0.074) (ver figura 121), mientras que en la
localización de los valores más elevados de
potencia pico, se observan diferencias en las
poblaciones 2 y 11. Aunque las poblaciones 4 y 8
muestran tendencias que no llega a ser
significativa (p = 0.056 y p = 0.063,
respectivamente), (ver figura 122).

Figura 121. Comparación de la media y desviación típica, de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan los
valores más altos de potencia media (PM) en las 12 poblaciones, subdivididas en sujetos menos fuertes (-F) y más fuertes (+F) en
press de banca plano.*p < 0.05; ** p < 0.01, ª tendencias p = 0.074, respecto a los sujetos más fuertes.

Figura 122. Comparación de la media y desviación típica, de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan los
valores más altos de potencia pico (PP) en las 12 poblaciones, subdivididas en sujetos menos fuertes (-F) y más fuertes (+F) en
press de banca plano.*p < 0.05; ** p < 0.01, ª tendencias p < 0.10 respecto a los sujetos más fuertes.

En sentadilla paralela, se observan diferencias potencia pico, se observan diferencias en las

significativas en la localización de los valores más poblaciones 1, 3, 6 y 12. Aunque la población 2
altos de potencia media en las poblaciones 2, 6, 7, muestra una tendencia que no llega a ser
9 y 12 (ver figura 123), mientras que en la significativa (p = 0.078), (ver figura 124).
localización de los valores más elevados de
Figura 123. Comparación de la media y desviación típica, de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan los
valores más altos de potencia media (PM) en las 12 poblaciones, subdivididas en sujetos menos fuertes (-F) y más fuertes (+F) en
sentadilla paralela.*p < 0.05; ** p < 0.01, ª tendencias p = 0.078, respecto a los sujetos más fuertes.

Figura 124. Comparación de la media y desviación típica, de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se localizan los
valores más altos de potencia pico (PP) en las 12 poblaciones, subdivididas en sujetos menos fuertes (-F) y más fuertes (+F) en
sentadilla paralela.*p < 0.05; ** p < 0.01, ª tendencias p < 0.10 respecto a los sujetos más fuertes.

En la cargada en un tiempo, no se observaron En el anexo 6 se muestra la comparación de los

diferencias significativas en la localización de los
pesos en donde se alcanzan los valores más altos
de potencia media o pico.
La localización de los valores más altos de
potencia media y pico en los dos ejercicios de
cadena cinética cerrada con acción de empuje
(press de banca plano y sentadilla paralela),
muestras diferencias significativas en algunas de
las poblaciones evaluadas, notándose siempre una
tendencia de los sujetos más fuertes a lograr los
valores más altos de potencia, sobre porcentajes
de peso ligeramente inferiores respecto a los
menos fuertes. De todos modos, llama la atención
en el press de banca plano, las diferencias
encontradas en la localización de los porcentajes
de peso en donde se logran los valores más altos
de potencia media en la población 5 ya que, en
este caso los sujetos más fuertes alcanzan los
valores de potencia en porcentajes de peso
superiores (ver figura 121).
valores de potencia media y pico entre los dos
grupos de sujetos, más fuertes (+F) y menos
fuertes (-F), clasificados por sexo y población,
clasificados por 1 MR absoluta y por kg de peso
corporal.
RESULTADOS DEL ANALISIS DE
REGRESION
Considerando el estudio correlacional realizado
tanto de forma conjunta, como diferenciando las
poblaciones estudiadas, hemos realizado un
análisis de regresión múltiple por pasos para
excluir de las formulas de regresión resultantes a
aquellas variables que no muestren un grado de
influencia significativo (p < 0.05) para predecir
los valores de potencia media y pico, en cada uno
de los ejercicios estudiados.
Análisis de regresión por ejercicio sin
diferenciar las poblaciones
1. Press de banca plano con barra libre
Estimación de la potencia máxima media (PM):
El análisis de regresión mostró dos formulas, con
coeficientes de correlación múltiples (R) y de
determinación múltiples (R2) significativos (p <
0.01) y altos:
1. Utiliza sólo el valor de la 1 MR absoluta.
r = 0.784, R2 = 0.61 (61%), Error típico de
estimación 92.35 vatios.
PM = 33.265 + (4.727 1 MR abs) (Ecuación 1).
2. Utiliza el valor de la 1 MR absoluto y el de la
1 MR por kg de peso corporal.
2
R = 0.798, R = 0.637 (63.7%), Error típico de
estimación 87.7 vatios.
PM = 81.054 + (6.069 1 MR abs)+ (-140.503 1
MR kp) (Ecuación 2).
1 MR abs: valor de la 1 MR absoluta, 1 MR kp:
valor de la 1 MR por kg de peso corporal.
Estimación de la potencia máxima pico (PP):
No se observaron formulas con coeficientes de
correlación superiores a 0.5.
2. Sentadilla paralela con barra libre
Estimación de la potencia máxima media (PM):
El análisis de regresión arrojo dos formulas, cuyos
coeficientes de correlación (r) y de determinación
(R2) fueron significativos (p < 0.01) y moderados:
1. Utiliza sólo el valor de la 1 MR absoluta.
R = 0.594, R2 = 0.35 (35%), Error típico de
estimación 233.7 vatios.
PM = 430.059 + (4.55 MR abs) (Ecuación 3).
2. Utiliza el valor de la 1 MR absoluta y la
estatura en cm.
R = 621, R2 = 0.39 (39%), Error típico de
estimación 228.0 vatios
PM = -588.085 + (3.483 1MR abs) + (6.944
estatura (cm)) (Ecuación 4).
Estimación de la potencia máxima media (PP):
El análisis de regresión mostró dos formulas,
cuyos coeficientes de correlación (r) y de
determinación (R2) fueron significativos (p <
0.01) y moderados:
1. Utiliza sólo el peso corporal.
R = 0.618, R2 = 0.38 (38%), Error típico de
estimación 597.4 vatios.
PP =-418.406 + (40.605 peso corporal) (Ecuación
5).
2. Utiliza el peso corporal y el valor de la 1 MR
por kg de peso corporal.
R = 641, R2 = 0.41 (41%), Error típico de
estimación 584.4 vatios
PP = -1243.142 + (38.847 Peso corporal) +
(405.313 1 MR kp) (Ecuación 6).
1 MR abs: valor de la 1 MR absoluta, 1 MR kp:
valor de la 1 MR por kg de peso corporal.
2. Cargada en un tiempo
Estimación de la potencia máxima media (PM):
El análisis de regresión realizado arrojo una
formula, cuyo coeficiente de correlación (r) y de
determinación R2) fue significativo (p < 0.01) y
moderado:
R = 0.73, R2 = 0.53 (53%), Error típico de
estimación 157.5 vatios
PM = -69.746 + (12.257 1 MR abs) (Ecuación 7).
1 MR abs: valor de la 1 MR absoluta.
Estimación de la potencia máxima pico (PP):
No se observaron formulas con coeficientes de
correlación superiores a 0.5.
Análisis de regresión por ejercicio y población
1. Press de banca plano con barra libre: En las
tablas 147 y 148 se muestran las fórmulas de
regresión, que han alcanzado un coeficiente de
regresión al menos moderado (> 0.5) y
significativo (p < 0.05) para predecir la
máxima potencia media o pico.
 Error típico de
Coeficiente de Coeficiente de
Población Fórmula de regresión Significación estimación
correlación R determinación R2
(vatios)
1 (n= 51) 0.713 0.51 (51%) -521. 014 + (13.868 P.C.) P<0.01 104.9
3 (n= 21) 0.727 0.53 (53%) 101.193 + (4.552 1MRabs) P<0.01 35.5
4 (n= 36) 0.550 0.30 (30%) 206.127 + (3.168 1 MRabs) P<0.01 88.9
5 (n= 24) 0.610 0.37 (37%) -599.203 + (5.276 Est) P<0.01 53.9
-2267.362 + (33.171 P.C.) +
6 (n= 24) 0.831 0.69 (69%) (-16.895 1 MR abs) + P<0.01 53.5
(1415.499 1 MR kp)
7*
0.694 0.48 (48%) -87.408 + (7.587 1 MRabs) P<0.01 26.8
(n= 30)
8 (n= 36) 0.838 0.70 (70%) -35.379 + (6.650 1 Mabs) P<0.01 57.4
-2385.267 + (5.998 1 MRabs)
9 (n= 36) 0.870 0.76 (76%) P<0.01 61.9
+ (12.941 Est)
10
0.817 0.67 (67%) -104.393+(6.785 1MR abs) P<0.01 68.7
(n= 21)
11
0.678 0.46 (46%) 15.110 + (5.076 1MR abs) P<0.01 39.1
(n= 24)
12 -108.754 + (2.853 P.C.) +
0.730 (0.53) 53% P<0.01 26.6
(n= 21) (4.177 1 MR abs)
1 MR abs: valor de la 1 MR absoluta, 1 MR kp: valor de la 1 MR por kg de peso corporal, P.C. Peso corporal, Est:
estatura en cm. 1. Opositores a bomberos, 3 Mujeres, competidoras de fitness, 4. Varones, judokas de competición, 5
Varones, con entrenamiento recreativo en fuerza y resistencia, 6. Varones, competidores de fitness, 7. Mujeres,
jugadoras de voley de 1º división, Cuba. 8. Varones, jugadores de béisbol, categoría 14 a 17 años, Cuba. 9. Varones,
boxeadores o taekwondístas, 10. Varones, practicantes de lucha libre y grecoromana, categoría 14 a 17 años, Cuba.
11. Mujeres, jugadoras de sóftbol de 1º división, Cuba. 12. Mujeres, practicantes de taekwondo, categoría 14 a 16
años, Cuba. * La población 7 realizó el ejercicio de press de hombros con barra libre.
Tabla 147. Fórmulas de regresión para predecir la máxima potencia media en press de banca plano.

Error típico de
Coeficiente de Coeficiente de
Población Fórmula de regresión Significación estimación
correlación R determinación R2
(vatios)
-1520.400 +
1 (n= 51) 0.577 0.33 (33%) P<0.01 356.7
(32.792 P.C.)
36.949 +
3 (n= 21 0.514 0.26 (26%) P<0.01 93.1
(2.600 1 MRabs)
141.869 +
4 (n= 36) 0.834 0.695 (69.5%) P<0.01 88.2
(7.214 1 MRabs)
-2604.801 + (11.761
6 (n= 24) 0.781 0.61 (61%) Est) + (14.134 1 MR P<0.01 136.0
abs)
-76.116 +
7 (n= 30) 0.735 0.54 (54%) P<0.05 29.3
(9.325 1 MRabs)
-2921.456 + (15952
9 (n= 36) 0.823 0.68 (68%) P<0.01 111.6
Est) + (9.251 1 MR abs)
11 -112.314 +
0.685 0.47 (47%) P<0.01 90.4
(n= 21) (11.723 1 MRabs)
-469.115 + (10.146
12
0.823 0.68 (68%) P.C.) + (304.822 1 MR P<0.01 34.6
(n= 21)
kp)
1 MR abs: valor de la 1 MR absoluta, 1 MR kp: valor de la 1 MR por kg de peso corporal, P.C. Peso corporal, Est:
estatura en cm. 1. Opositores a bomberos, 3 Mujeres, competidoras de fitness, 4. Varones, judokas de competición, 6.
Varones, competidores de fitness, 7. Mujeres, jugadoras de voley de 1º división, Cuba. 9. Varones, boxeadores o
taekwondístas, 11. Mujeres, jugadoras de sóftbol de 1º división, Cuba. 12. Mujeres, practicantes de taekwondo,
categoría 14 a 16 años, Cuba.
Tabla 148. Fórmulas de regresión para predecir la máxima potencia pico en press de banca plano.

Las poblaciones 2 (opositores a policía) 5
(varones, con entrenamiento recreativo en fuerza y
resistencia) 8 (varones, jugadores de béisbol,
categoría 14 a 17 años, Cuba) y 10 (varones,
practicantes de lucha, categoría 14 a 17 años,
Cuba) no mostraron formulas de regresión con
valores superiores a 0.50 tanto en la potencia
media como en la pico, mientras que la población
2 tampoco obtuvo coeficientes de correlación
mayores de 0.50 para predecir la potencia media.
En la potencia media, las poblaciones 6 y 9 han
mostrado valores significativos y moderados o
altos en más de una formula, pero sólo se ha
presentado aquellas en las que se observaron los
coeficientes de correlación más elevados.
En la potencia pico, la población 9 mostró dos
formulas con valores significativos y moderados o
altos, pero sólo se presentó la que obtuvo el
coeficiente de correlación más elevado.
2. Sentadilla paralela con barra libre: En las
tablas 149 y 150 se muestran las formulas que
han alcanzado un coeficiente de regresión, al
menos moderado (> 0.5) y significativo (p <
0.05), para predecir la máxima potencia media
o pico.

Error típico de
Coeficiente de Coeficiente de
Población Fórmula de regresión Significación estimación
correlación R determinación R2
(vatios)
1 (n= 48) 0.622 0.39 (39%) -7.216 + (17.259 P.C.) P<0.01 169.9
3 (n= 21) 0.643 0.41 (41%) -2070 + (18.217 Est) P<0.01 130.4
27.025 +
4 (n= 33) 0.824 0.68 (68%) P<0.01 155.35
(7.039 1 MR abs)
-626.763 + (23.759
5 (n= 27) 0.535 0.29 (29%) P<0.01 286.3
P.C.)
-4549.426 + (32.437
6 (n= 24) 0.587 0.34 (34%) P<0.01 278.36
Est)
7 (n= 24) 0.669 0.45 (45%) -218.948 + (11.221 Est) P<0.01 156.4
-29.636 +
8 (n= 30) 0.650 0.42 (42%) P<0.01 238.5
(8.839 1 MRabs)
-5720.071 + (9.469 1
9 (n= 24) 0.750 0.56 (56%) P<0.01 221.5
MRabs) + (28.997 Est)
10 220.613 +
0.845 0.71 (71%) P<0.01 122.8
(n= 18) (9.718 1 MRabs)
11 -139-363 +
0.584 0.34 (34%) P<0.01 152.7
(n= 27) (9.718 1 MRabs)
12 1170.943 + (14.332
0,785 0.62 (62%) P<0.01 86.7
(n= 30) P.C.) + (-6.806 Est)
1 MR abs: valor de la 1 MR absoluta, 1 MR kp: valor de la 1 MR por kg de peso corporal, P.C. Peso corporal, Est:
estatura en cm. 1. Opositores a bomberos, 3 Mujeres, competidoras de fitness, 4. Varones, judokas de competición, 5
Varones, con entrenamiento recreativo en fuerza y resistencia, 6. Varones, competidores de fitness, 7. Mujeres,
jugadoras de voley de 1º división, Cuba. 8. Varones, jugadores de béisbol, categoría 14 a 17 años, Cuba. 9. Varones,
boxeadores o taekwondístas, 10. Varones, practicantes de lucha libre y grecoromana, categoría 14 a 17 años, Cuba.
11. Mujeres, jugadoras de sóftbol de 1º división, Cuba. 12. Mujeres, practicantes de taekwondo, categoría 14 a 16
años, Cuba.
Tabla 149. Fórmulas de regresión para predecir la máxima potencia media en sentadilla paralela.

Error típico
Coeficiente de Coeficiente de de
Población Fórmula de regresión Significación
correlación R determinación R2 estimación
(vatios)
4890.371 +
3 (n= 21) 0.544 0.27 (27%) P<0.01 350.3
(-1304.087 1 MR kp)
7093.279 + (63.744
4 (n= 33) 0.841 0.71 (71%) P.C.) + (-64.356 Est) + P<0.01 461.6
(10.763 1 MR abs)
-2027.912 +
6 (n= 24) 0.653 0.46 (46%) P<0.01 730.9
(23.964 1 MRabs)
-803.836 + (50.703
7 (n= 24) 0.468 0.22 (22%) P<0.01 410.0
P.C.)
-328.675 + (39.222
8 (n= 30) 0.637 0.405 (40.5%) P<0.01 360.2
P.C.)
-10645.6 + (48.947 Est)
9 (n= 24) 0.751 0.56 (56%) P<0.01 525.2
+ 25.615 1 MRabs)
-165.524 + (38.897
10 (n= 18) 0.662 0.44 (44%) P<0.01 366.5
P.C.)
-169.840 + (32.273
12 (n= 30) 0.755 0.57 (57%) P<0.01 257.2
P.C.)
1 MR abs: valor de la 1 MR absoluta, 1 MR kp: valor de la 1 MR por kg de peso corporal, P.C. Peso corporal, Est:
estatura en cm. 1. Opositores a bomberos, 3 Mujeres, competidoras de fitness, 4. Varones, judokas de competición, 6.
Varones, competidores de fitness, 7. Mujeres, jugadoras de voley de 1º división, Cuba. 8. Varones, jugadores de
béisbol, categoría 14 a 17 años, Cuba. 9. Varones, boxeadores o taekwondístas, 10. Varones, practicantes de lucha
libre y grecoromana, categoría 14 a 17 años, Cuba. 12. Mujeres, practicantes de taekwondo, categoría 14 a 16 años,
Cuba.
Tabla 150. Fórmulas de regresión para predecir la máxima potencia pico en sentadilla paralela.
Las poblaciones 2 (opositores a policía) 5
(varones, con entrenamiento recreativo en fuerza y
resistencia) y 11 (mujeres, jugadoras de voley, 1º
división, Cuba) no mostraron formulas de
regresión con valores superiores a 0.5 tanto para
la potencia media como para la pico, mientras que
la población 2 tampoco obtuvo coeficientes de
correlación mayores de 0.5 para predecir la
potencia media.
En la potencia media, las poblaciones 4, 9 y 12
han mostrado valores significativos y moderados
o altos en más de una formula, pero sólo se ha
presentado aquellas en las que se obtuvieron los
coeficientes de correlación más elevados.
En la potencia pico, la población 9 mostró dos
formulas con valores significativos y moderaos o
altos, pero sólo se presentó la que obtuvo el
coeficiente de correlación más elevado.
3. Cargada en un tiempo: En las tablas 151 y
152 se muestran las formulas que han
alcanzado un coeficiente de regresión, al
menos moderado (> 0.5) y significativo (p <
0.05), para predecir la máxima potencia media
o pico.

Error típico de
Coeficiente de Coeficiente de
Población Fórmula de regresión Significación estimación
correlación R determinación R2
(vatios)
25.625 +
1 (n= 39) 0.609 0.37 (37%) P<0.01 156.7
(10.674 1 MRabs)
223.792 +
2 (n= 24) 0.507 0.26 (26%) P<0.01 118.1
(7.471 1 MRabs)
-463.891 +
4 (n= 21) 0.895 0.80 (80%) P<0.01 110.4
(18.0151 MRabs)
261.285 +
5 (n= 27) 0.531 0.28n (28%) P<0.01 175.7
(7.269 + 1 MRabs)
67.572 +
6 (n= 24) 0.689 0.47 (47%) P<0.01 124.7
(12.225 1 MRabs)
3956.979 + (-56.959
P.C.) + (88.587
9 (n= 39) 0.866 0.75 (75%) P<0.01 152.9
1MRabs)
+ (-5403.608 1MR kp)
1 MR abs: valor de la 1 MR absoluta, 1 MR kp: valor de la 1 MR por kg de peso corporal, P.C. Peso corporal, Est:
estatura en cm. 1. Opositores a bomberos, 2. Opositores a policía, 3 Mujeres, competidoras de fitness, 4. Varones,
judokas de competición, 5 Varones, con entrenamiento recreativo en fuerza y resistencia, 6. Varones, competidores de
fitness, 7. Mujeres, jugadoras de voley de 1º división, Cuba. 8. Varones, jugadores de béisbol, categoría 14 a 17 años,
Cuba. 9. Varones, boxeadores o taekwondístas, 10. Varones, practicantes de lucha libre y grecoromana, categoría 14
a 17 años, Cuba. 11. Mujeres, jugadoras de sóftbol de 1º división, Cuba. 12. Mujeres, practicantes de taekwondo,
categoría 14 a 16 años, Cuba.
Tabla 151. Fórmulas de regresión para predecir la máxima potencia media en cargada en un tiempo.

Coeficiente de Error típico de

Coeficiente de
Población determinación Fórmula de regresión Significación estimación
correlación R
R2 (vatios)
-70.774 +
2 (n= 24) 0.511 0.26 (26%) P<0.01 387.4
(24.765 1MRabs)
-31.259 +
6 (n= 24) 0.592 0.35 (35%) P<0.01 334.2
(25.310 1 MR abs)
47228.450 (-694.039
P.C.)
9 (n= 39) 0.844 0.71 (71%) P<0.01 1166.6
+ (933.458 1 MRabs)
+ (-62146.5 1 MR kp)
1 MR abs: valor de la 1 MR absoluta, 1 MR kp: valor de la 1 MR por kg de peso corporal, P.C. Peso corporal, Est:
estatura en cm. 2. Opositores a policía, 6. Varones, competidores de fitness 9. Varones, boxeadores o taekwondístas.
Tabla 152. Fórmulas de regresión para predecir la máxima potencia pico en cargada en un tiempo.

La población 3 (mujeres, competidores de fitness), con entrenamiento recreativo en fuerza y

no mostró formulas de regresión con valores
superiores a 0.5 en la potencia media y en la
potencia pico.
Las paciones 1 (Opositores a bombero), 3, 4
(varones, judokas de competición) y 5 (varones,
musculación) no mostraron coeficientes de
correlación mayores de 0.5 para predecir la
potencia pico.
En la potencia media y en la pico, la población 9
mostró valores significativos y altos en más de
una formula, pero sólo se han presentado aquellas
en la que se obtuvieron los coeficientes de
correlación más elevados.
DISCUSION
Para facilitar su presentación, estudio y
comprensión, la discusión de los resultados
obtenidos en éste estudio han sido divididos en los
siguientes apartados:
• Apartado “Discusión de las variables
biométricas: edad, peso, talla e índice de
masa corporal”, se discutirán los resultados
obtenidos en las variables biométricas
(descriptivas) de cada una de las poblaciones
estudiadas.
• Apartado “Discusión, análisis y comparación
de los resultados obtenidos en los ejercicios
de fuerza”, se discutirán, analizarán y
compararán los resultados obtenidos en los
ejercicios de fuerza (press de banca plano con
barra libre, sentadilla paralela con barra libre,
cargada en un tiempo, y press de hombros con
barra de pie).
• Apartado “Discusión, análisis y donde las escuelas de formación deportiva
comparación de los resultados obtenidos en
los ejercicios, clasificando a los sujetos
según el tipo de entrenamiento realizado”,
se discutirán, analizarán y compararán los
resultados obtenidos en los ejercicios de
fuerza clasificando a los sujetos según el tipo
de entrenamiento realizado.
• Apartado “Discusión de los resultados del
análisis correlacional”, se discutirán los
resultados del análisis correlacional.
• Apartado “Discusión de los resultados
obtenidos en el análisis de percentiles”, se
discutirán los resultados del análisis de
percentiles.
• Apartado “Discusión de los resultados
obtenidos al clasificar a los sujetos según el
nivel de fuerza máxima estimado por el valor
de la 1 MR”, se discutirán los resultados
obtenidos al comparar los valores de potencia
máxima (media y pico) y su localización,
clasificando a los sujetos de acuerdo al nivel
de fuerza máxima.
• Apartado “Discusión de los resultados
obtenidos en el análisis de regresión”, se
discutirán los resultados del análisis de
regresión realizado para estimar los valores de
potencia media y pico en cada uno de los
ejercicios estudiados.
Discusión de las variables biométricas: edad,
peso, talla e índice de masa corporal
Edad: Los grupos de las poblaciones 1, 2, 3, 4, 5,
6, y 9 presentan edades medias por encima de los
20 años. Entre estas, la población 5 muestra una
edad superior a las demás, aunque no se diferencia
significativamente de las poblaciones 1 y 9. Esto
puede deberse, a que los sujetos de la población 5
que entrenaban sistemáticamente con ejercicios de
musculación y de resistencia aeróbica, a diferencia
del resto de las poblaciones no realizaban su
actividad para competir sino por superación
personal, sin la necesidad de vencer a un oponente
o tener que manifestar un estado de forma en un
momento específico. Por lo tanto, no tenían la
presión de la competición, que muchos autores
han relacionado con el aumento de la deserción en
la práctica de algunos deportes (Hohmann, Lames,
& Letzeier, 2005).
Por otro lado, las poblaciones 7, 8, 10, 11 y 12,
presentan edades inferiores a los 20 años. Entre
estas, cabe destacar a las poblaciones 7, y 11
integradas por jugadoras de primera división de
voley y sóftbol respectivamente en Cuba, en
desarrollan un trabajo metodológico que permite
llegar a alcanzar altos niveles de rendimiento en
edades relativamente tempranas (Volkov & Filin,
1989).
Peso corporal: Las poblaciones 1, 2, 4, 5, 6, y 9
integradas por varones presentan un peso corporal
similar. La población 4, integrada por judokas de
competición presenta una mayor desviación típica
debido a la inclusión de sujetos de diferentes
categorías de pesos, cuyo rango está comprendido
entre 59.9 kg y 113 kg. La población 9 aunque,
también esta integrada por sujetos que realizan
deportes de combate, como el taekwondo y boxeo
en donde se clasifica a los deportistas por
categorías de peso, en este estudio los integrantes
de esta población han mostrado un peso corporal
más homogéneo respecto a la población 4, con un
rango comprendido entre 62 kg y 91.5 kg.
Las poblaciones 3, 7, 11, y 12, integradas por
mujeres, presentan un peso corporal
significativamente inferior respecto a las
poblaciones de varones de más de 20 años. Esta
diferencia es de esperar, ya que en general la masa
corporal de las mujeres tiende a ser inferior a la de
los varones de edades similares y superiores (Fry
et al., 2002). Por otro lado, no se han visto
diferencias con las poblaciones 8 y 10 integradas
por varones de 14 a 17 años, que han mostrado
una masa corporal significativamente inferior
respecto de las otras poblaciones de varones. Esto
puede deberse a la edad, pero también a factores
relacionados con las características
antropométricas de los deportistas de estas
especialidades, que en el caso de la población 8
(jugadores de béisbol de 14 a 17 años), en estas
edades suelen verse sujetos más bien delgados,
con escaso desarrollo muscular y mayores
longitudes de los miembros superiores e
inferiores, que los hacen más aptos para las
acciones de velocidad, respecto a las de fuerza
(Alonso, 1986). Mientras que la población 10,
aunque esta compuesta por luchadores, estos
pertenecían a categorías de peso ligero y mediano,
comprendidas dentro de un rango de 56 kg hasta
81 kg.
Estatura: Las poblaciones 1, 2, 4, 5, 6, y 9
presentan una estatura superior a las poblaciones
3, 11, y 12 integradas por mujeres. La población 8
(varones, jugadores de béisbol de 14 a 17 años),
presenta una estatura superior a la de las
poblaciones 11 (mujeres jugadoras de sóftbol) y
12 (mujeres taekwondístas), pero no
significativamente diferente de la determinada en
las poblaciones 3 (mujeres competidoras de
fitness) y 7 (mujeres jugadoras de voley). Esta
última población, presenta una estatura similar a
la de los hombres, lo cual es de esperar ya que el
voley es un deporte en el cual la estatura
constituye una variable de gran importancia para
el rendimiento (Alonso, 1986; Bompa, 2003;
Volkov & Filin, 1989).
Las poblaciones 5 (varones con entrenamiento
recreativo) y 9 (varones, boxeadores o
taekwondístas) muestran las estaturas más
elevadas. En el caso de la población 9, que eran
deportistas de nivel nacional e internacional, la
estatura constituye un variable que suele otorgar
cierta ventaja en la competición (Bompa, 2003).
La población 10 integrada por luchadores de 14 a
17 años presenta una estatura similar a la de las
mujeres de la población 11 (jugadoras de sóftbol
de primera división) y las de la población 12
(taekwondístas de 14 a 16 años). Esto es de
esperar, debido a los diferentes ritmos de
crecimiento en la estatura, que suelen ser más
precoces en las mujeres respecto a los varones,
especialmente cuando hay una actividad física
intensa desde edades tempranas, que de todas
maneras se ha demostrado que no afecta la
estatura final (Bompa, 2003; Hohmann et al.,
2005; Martin et al., 2005).
Índice de masa corporal (IMC): Las
poblaciones 1, 2, 4, 5, 6, y 9 integradas por
varones, mayores de 20 años, tienden a tener los
valores más elevados de índice de masa corporal,
(con medias comprendidas entre 23.2 y 25.93)
(ver tablas 4, 5, 7, 8, 9 y 11) mientras que las
poblaciones 3 y 7, compuestas por mujeres,
tienden a tener los más bajos, con valores medios
comprendidos entre 20.1 y 21.65, (ver tablas 6 y
10). La población 2 (varones, opositores a policía)
muestra el índice de masa corporal más alto
(25.93 ± 1.16 en el test 1, ver tabla 5), que es
significativamente diferente del de las poblaciones
3, 7, 11 y 12 compuestas por mujeres y cuyos
valores medios están comprendidos entre 20.1 a
23.4, (ver tablas 6, 10,14 y 15), la población 10,
integrada por luchadores de 14 a 17 años, cuyos
valores medios más altos fueron de 23.2± 2.1 en el
test 3, (ver tabla 13) y la 9, integrada por varones
(boxeadores y taekwondístas), que mostraron un
valor medio más alto de 23.4± 2.6 en el test 2,
(ver tabla 12). Mientras que la población 1
integrada por varones opositores a bombero, cuyo
valor medio más alto fue de 24.73 en el test 3,
(ver tabla 4) sólo muestra diferencias con las
poblaciones 3 y 12, de mujeres y la 10 (luchadores
de 14 a 17 años). Las poblaciones de mujeres,
presentan índices de masa corporal similares,
viéndose que la población 11 posee un índice
ligeramente superior (23.4± 1.3 en el test 3, ver
tabla 14), que ha excepción de la población 2, no
es diferente del resto de las poblaciones de
varones. Esto puede explicarse por las diferencias
en las características antropométricas entre los
puestos de las jugadoras de sóftbol, ya que las
receptoras suelen presentar un peso más elevado,
y menor estatura respecto a las lanzadoras y el
resto de jugadoras de campo (Alonso, 1986).
La población 8 (jugadores de béisbol de 14 a 17
años) presenta valores inferiores a los observados
en las poblaciones de varones mayores de 20
años, pero que son similares a los determinados en
las poblaciones de mujeres. Esto es de esperar, ya
que se trata de una población de adolescentes
especializados en un deporte como el béisbol, que
como hemos mencionado, suelen presentar
características antropométricas más favorables
para la velocidad de movimiento, con un
desarrollo muscular menos pronunciado respecto
a otros sujetos de la misma edad, que realizan
otras especialidades deportivas como la lucha
(Alonso, 1986; Volkov & Filin, 1989).
Por otro lado, la población 10 (luchadores de 14 a
17 años) presentan diferencias significativas con
las poblaciones 1, 2, y 4, de varones, opositores a
bomberos, opositores a policías, y judokas de
competición, pero no con las poblaciones 5 y 6
integradas por sujetos que entrenan
recreativamente y varones competidores de
fitness. Esto puede deberse al desarrollo muscular
que presentan los jóvenes practicantes de lucha
libre y grecoromana, que a pesar de su corta edad,
provoca una elevación del índice de masa corporal
y los acerca a los índices determinados en las
poblaciones 5, y 6, que de todas formas tienden a
presentar valores ligeramente más bajos respecto a
las poblaciones 1 y 2. Por otro lado, la población 4
(judokas de competición) muestra una alta
variabilidad, debido a que estaba compuesta por
sujetos de diferentes categorías de peso, cuyos
índices de masa corporal están comprendidos
entre 20.7 y 30.3.
Los valores medios del índice de masa corporal
obtenidos en las poblaciones estudiadas, se
extienden desde 20.1 a 23.4, 23.3 a 25.93, y 21.5 a
23.2, en los grupos de mujeres, en los varones
mayores de 20 años, y en los varones menores de
18 años respectivamente. Estos resultados, se
corresponden con los valores límites o
ligeramente por encima de los recomendados para
la población normal (Brooks, Fahey, & Baldwin,
2005). No obstante, debe destacare que no es
adecuado aplicar el índice de masa corporal como
un indicador de la composición corporal en
deportistas, especialmente cuando realizan
entrenamiento de fuerza, que favorece el
desarrollo muscular, ya que éste índice no
considera la composición proporcional de las
diferentes masas corporales (masa grasa, masa
muscular, piel, masa ósea y visceral) que afectan
significativamente sus resultados, causando que
los sujetos con mayor desarrollo muscular y muy
poco nivel de grasa corporal, como los luchadores
o los practicantes de fitness recreativo o
competitivo, tengan índices elevados y similares a
sujetos sedentarios con bajo desarrollo muscular y
elevado contenidos de grasa corporal, como puede
ser el caso de las receptoras de sóftbol (Bowers &
Fox, 1995; Brooks et al., 2005).
La aplicación del índice de masa corporal,
actualmente se restringe al campo de la clínica
para establecer criterios de riesgo cardiovascular o
simplemente como un parámetro de referencia
más, cuando no es posible aplicar otras
metodologías más adecuadas para el estudio de la
composición corporal, como por ejemplo la las
técnicas antropométricas (Heyward & Stolarczyk,
1996; McArdle et al., 2000; Seidell, 1996).
Discusión, análisis y comparación de los
resultados obtenidos en los ejercicios de fuerza
En este apartado discutiremos los resultados
obtenidos siguiendo el siguiente orden:
• En primer lugar, discutiremos los resultados
obtenidos al analizar la muestra de sujetos de
forma conjunta, sin diferenciar las poblaciones
estudiadas.
• En segundo lugar, discutiremos los resultados
obtenidos clasificando a los sujetos por
población.
• En tercer lugar, se compararán los resultados
obtenidos entre las diferencias poblaciones.
• En cuarto lugar, se compararán los resultados
obtenidos en este estudio con los de otros
estudios similares.
• En quinto lugar, compararemos las relaciones
entre los porcentajes de peso y la potencia
mecánica entre los ejercicios estudiados.
Discusión de los resultados al analizar la
muestra de forma conjunta
Como hemos visto en la tabla 16 y las figuras 44,
45, y 46, cuando se considera a todos los sujetos
de forma conjunta existen diferencias
significativas en los niveles de la 1 MR (absoluta
y por kg de peso corporal), en la potencia media
(absoluta y por kg de peso corporal), en la
potencia pico (absoluta y por kg de peso corporal)
entre los 4 ejercicios evaluados. No obstante, debe
destacarse que no se observaron diferencias
significativas entre el nivel de la 1 MR absoluta
obtenido en la cargada en un tiempo respecto al
determinado en el press de banca plano.
Esto puede deberse a la elevada complejidad
técnica de la cargada en un tiempo que en muchas
poblaciones, a diferencia del press de banca, era
un ejercicio relativamente nuevo, cuya falta de
dominio técnico afectó el peso máximo
movilizado (Newton, 2002). Además se debe
destacar que en este tipo de ejercicios, realizados
por medio de cadenas cinéticas cerradas y acción
secuencial, aunque el objetivo de rendimiento es
movilizar el mayor peso posible, su estructura
mecánica está configurada para que los segmentos
más distales (antebrazos y manos que se unen a la
barra) alcancen velocidades de desplazamiento
muy elevadas durante las últimas fases del
movimiento (Gutiérrez, 1998; Holloway, 1994) de
este modo, la velocidad con que se mueven los
núcleos articulares implicados en la acción,
incluso en las fases iniciales (1º tirón), a igualdad
del porcentaje de peso movilizado, es
significativamente más alta respecto a la
manifestada en los ejercicios ejecutados en forma
de empuje (como la sentadilla o el press de
banca), y por lo tanto, debido a la relación inversa
entre fuerza y velocidad, la cantidad de fuerza
aplicada en cada instante nunca podrá alcanzar
magnitudes muy elevadas, cercanas a la fuerza
máxima isométrica que podría determinarse en
cada núcleo articular, ya que el tiempo del que se
dispone para aplicar fuerza es muy limitado
(González-Badillo & Ribas, 2002). Así, aunque el
peso movilizado pueda ser similar al de los
ejercicios de empuje, la velocidad de movimiento
alcanzada en las acciones secuenciales será
significativamente mayor, y por lo tanto, los
niveles de potencia resultantes serán también más
altos (Escamilla et al., 2000; Garhammer, 1993;
Siff & Verkhoshansky, 2000). De hecho, al
considerar los valores de potencia media y pico, sí
se observaron diferencias significativas entre la
cargada en un tiempo y el press de banca (ver
figuras 45 y 46), y aunque respecto a la sentadilla
la potencia media y pico producida en la cargada
en un tiempo mostró valores significativamente
más bajos, esto se debe a la inclusión del peso
corporal como parte de la resistencia a vencer, que
produjo un incremento significativo de la masa
total movilizada respecto a los demás ejercicios,
en donde solo se cuantificó el peso externo.
Estos resultados, confirman que a medida que se
incrementa la masa muscular, la fuerza y la
potencia mecánica alcanzada en cada ejercicio
tienden a mejorar (Stone, Pierce, Sands, & Stone,
2006), y aunque es cierto, que la potencia
producida en los ejercicios contra resistencias
gravitatorias está muy influenciada por la fuerza
máxima (Baker, 2001a; Baker, 2001a, 2001b; D.
Baker et al., 2001; D. Baker et al., 2001;
González-Badillo & Ribas, 2002), los factores
neurales relacionados con el dominio técnico
específico de cada ejercicio ejercen una influencia
muy importante que puede limitar el peso máximo
movilizado (Bompa, 1995; Fry, 2004).
Por otro lado, en el caso de los ejercicios
realizados con acción secuencial, en los cuales,
aunque el nivel de la 1 MR puede ser similar o
más bajo respecto de algunos ejercicios ejecutados
con acción de empuje (como la sentadilla o el
press de banca) en éstos, la elevada velocidad de
movimiento observada aún al movilizar
porcentajes de peso elevados permite alcanzar
valores de potencia mecánica muy altos
(Escamilla et al., 2000; Garhammer, 1993; Stone
et al., 2006).
Respecto a la localización de los valores más altos
de potencia media y pico en cada uno de los
ejercicios evaluados, la tabla 16 muestra los
siguientes resultados:
• En press de baca plano con barra libre la
potencia media se alcanza al 50.3± 11.9% y la
pico al 46.5± 13.7%.
• En sentadilla paralela con barra libre la
potencia media se alcanza al 60.8± 9.4% y la
pico al 63.3± 12.25%.
• En cargada en un tiempo la potencia media
se alcanza al 86.9± 14.0% y la pico al 79.6±
20%.
• En press de hombros con barra por delante
la potencia media se alcanza al 65.5±10.0% y
la pico al 69.8±16.2%.
En la cargada en un tiempo, las altas varianzas
observadas en los niveles de potencia pico, puede
deberse a la gran variabilidad en el dominio
técnico de este ejercicio, ya que los sujetos de éste
estudio la utilizaban para mejorar el rendimiento
de una actividad deportiva específica o en el caso
de la población 5 (varones, que entrenaban en
forma recreativa) para incrementar su fuerza y
masa muscular, siendo el dominio técnico un
factor secundario. La técnica de la cargada en un
tiempo puede afectar significativamente a la
magnitud de los momentos de fuerza aplicados en
las primeras fases del ejercicio, y más
específicamente a los picos de velocidad y
potencia producidos en el primer y segundo tirón
(Gorgoulis et al., 2002; Winchester, Erickson,
Blaak, & McBride, 2005).
Como se ha mencionado en el apartado “Cadenas
cinéticas de movimiento”, la cargada en un
tiempo es una acción de cadena cinética cerrada
ejecutada de forma secuencial, en donde deben
aplicarse altos niveles de fuerza durante el primer
tirón, que se realiza con mayor lentitud, mientras
que en la fase final del segundo tirón cuando el
sujeto proyecta explosivamente la cadera hacia al
frente, se alcanzan los picos de potencia y
velocidad más altos (Escamilla et al., 2000;
Gorgoulis et al., 2002; Stone et al., 2006). No
obstante, cuando la técnica de movimiento no está
bien consolidada, como sucede en los sujetos
menos entrenados o habituados a realizar este tipo
de ejercicios, la fase inicial se reduce y se acorta
el tiempo disponible para aplicar fuerza,
produciéndose una disminución de la velocidad y
la potencia de movimiento (Gorgoulis et al., 2002;
Souza et al., 2002). Por otro lado, la realización de
una fase inicial más corta lleva a alcanzar
prematuramente los picos de velocidad y potencia
que se producen al final del 1º tirón, y a reducir la
velocidad y potencia del 2º tirón. En este caso, los
sujetos se ven obligados a desplazar
exageradamente la cadera al frente, para poder
coger la barra incluso, por delante de la posición
inicial, reduciendo la eficiencia y por lo tanto la
fuerza y la potencia del ejercicio (Winchester et
al., 2005). No obstante, a medida que la técnica de
ejecución mejora, la fase inicial se alarga y por lo
tanto se puede aplicar mayor cantidad de fuerza y
transferir más aceleración desde los segmentos
proximales, al inicio del ejercicio. De esta manera
los picos más altos de velocidad y potencia
alcanzan magnitudes superes y se logran más
tarde, hacia el final del segundo tirón y el
desplazamiento de la cadera al frente (que se
produce para coger la barra en la posición final)
será menos pronunciado (inferior a 20 cm en
sujetos bien entrenados) (Santos et al., 2004;
Winchester et al., 2005).
Las diferencias técnicas mencionadas,
provocarían que los sujetos con menor control del
movimiento no aprovechen eficientemente la
fuerza aplicada en las primeras fases del ejercicio
y alcancen prematuramente los picos más altos de
velocidad y potencia, que serán inferiores a los
alcanzados por los sujetos que muestran mejores
técnicas de movimiento y alcanzan los picos más
altos de potencia hacia el final del segundo tirón
(Souza et al., 2002; Winchester et al., 2005). De
hecho, los coeficientes de variación de la potencia
pico absoluta en el test 1 y test 2 fueron 73.4% y
75% respectivamente, mientras que en el test 3,
cuando se estima que los sujetos han alcanzado
una mejor técnica de movimiento, el coeficiente
de variación se redujo al 44% y aunque, sigue
Ejercicio Press de banca plano Sentadilla paralela
Varones Mujeres Varones
Variable
(n= 252) (n= 66) (n= 222)
49.5% 53.3%* 58.9%
Loc % PM
(11.6) (12.3) (0.94)
45.6% 50%* 61.1%
Loc % PP
(13.5) (13.9) (0.l12)
**p < 0.01, * p < 0.05. Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor
más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde localiza el valor
más alto de potencia pico.
Tabla 153. Valores medios y desviación típica (entre paréntesis) de los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en donde se
localizan los valores más altos de potencia media y pico en los ejercicios evaluados, al diferenciar la muestra por sexos.
Los resultados de la tabla 153, a pesar de mostrar
diferencias, entre varones y mujeres, respecto de
los porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia media y pico, en el
press de banca plano (p < 0.05) y la sentadilla
paralela (p < 0.01), también nos permiten
confirmar los resultados obtenidos en el análisis
conjunto de la muestra ya que, respecto al press de
siendo valor muy alto también puede estar
determinado por las diferencias de rendimiento
observadas entre los integrantes de la muestra.
Según el análisis de correlación presentado en el
apartado 6.6 de los resultados y que discutiremos
más tarde en el apartado 7.6, el sexo es una
variable que aunque no ha mostrado coeficientes
de correlación significativos con respecto a los
porcentajes en donde se localizan los valores más
altos de potencia media y pico, sí hemos
observado coeficientes de correlación
significativos (p < 0.01) moderados a altos con los
niveles de la 1 MR y la potencia media y pico en
sentadilla y press de banca (ver tablas 63 y 64),
mientras que con la cargada sólo se han observado
coeficientes de correlación significativos (p <
0.01), y pobres (r = -0.46 y r = 0.18) con la 1 MR
absoluta y por kg de peso corporal
respectivamente. Al comparar los valores medios
y de desviación típica de la 1 MR (absoluta y por
kg de peso corporal) mostrados en las tablas 97 y
98, para el press de banca plano, 6.98 y 6.99 para
la sentadilla, así como los valores de la 1 MR del
grupo de varones, mostrados en la tabla 101 del
análisis de percentiles, con los de la población 3,
integrada por mujeres competidoras de fitness
(único grupo de mujeres que realizó la cargada en
un tiempo), mostrados en la tabla 46, como es
lógico, se observan diferencias significativas (p <
0.01) entre la fuerza máxima de los varones
respecto a la manifestada por el grupo de mujeres.
Por esta razón, hemos decidido comparar la
localización de los pesos en donde se producen los
valores más altos de potencia media y pico
diferenciando la muestra por sexo (ver tabla).
Cargada en un tiempo
Mujeres Varones Mujeres
(n= 102) (n= 174) (n= 15)
64.9%** 87.1% 79.4%
(0.79) (14.3) (19.8)
68.1%** 84.6% 82.4%
(10.4) (10.1) (21.9)
banca, aunque las mujeres tienden a localizar los
valores más altos de potencia en una zona más
alta proxima al 55% y los varones en una más baja
proxima o ligeramente inferior al 50% del nivel de
la 1 MR. En el caso de la sentadilla paralela con
barra libre, tanto las mujeres como los varones
muestran los máximos valores de potencia media
y pico en porcentajes superiores al 50% del valor
de la 1 MR, mientras que en la cargada en un
tiempo las mujeres y los varones alcanzan los
niveles más elevados de potencia media y pico por
encima del 70% del valor de la 1 MR.
Las diferencias encontradas en la localización de
los pesos en donde se logran los niveles más altos
de potencia media y pico en press de banca y
sentadilla pueden estar relacionados con el nivel
de la 1 MR absoluta, que es significativamente
inferior en las mujeres respecto a los varones
(Baker, 2001b). No obstante, en la cargada en un
tiempo, aunque existen diferencias significativas
entre los valores de la 1 MR absoluta y por kg de
peso corporal entre las mujeres y los varones,
éstas no se encuentran al comparar los porcentajes
de peso en donde se localizan los valores más
altos de potencia media y pico. El
comportamiento diferente observado en la cargada
en un tiempo, podría explicarse por la mayor
influencia de la técnica de movimiento en los
ejercicios con acción secuencial, que permite
mantener niveles de velocidad significativamente
más elevados respecto a los ejercicios con acción
de empuje aunque el peso se incremente (ver
figura 18 en el apartado de los antecedentes)
(González-Badillo & Ribas, 2002; Haff et al.,
2005; Stone et al., 2006)
De todos modos, los resultados obtenidos en la
cargada en un tiempo deben ser considerados con
precaución, ya que el número de evaluaciones
realizadas en las mujeres es muy pequeño (n= 15)
en comparación con el de varones (n= 174). Por lo
tanto, puede incurrirse en un error tipo 2, al
aceptar que no existen diferencias significativas
en la localización de los porcentajes de peso en
donde se expresan los valores más altos de
potencia media o pico entre varones y mujeres
(Martínez-González et al., 2001).
Análisis de la relación establecida entre el
porcentaje de la 1 MR y la potencia mecánica
en los ejercicios evaluados
Con el objetivo de analizar la evolución de la
potencia mecánica producida a través de los
diferentes porcentajes que definen las zonas de
entrenamiento de fuerza descritas en el apartado
“Zonas de entrenamiento de la fuerza con
relación al peso, la velocidad y la potencia
producida” (figura 20 y 21) (Naclerio & Jiménez,
2005), y que fueron evaluados por medio del test
progresivo aplicado en este estudio, hemos
seguido el criterio que proponen González-Badillo
y Ribas (2002 p 344) al establecer que las zonas
de porcentajes de peso utilizados en el
entrenamiento de fuerza suelen agruparse en
intervalos comprendidos entre un 5% y un 10% de
amplitud. El análisis por separado de estos
intervalos y su interacción con el rendimiento
constituye una información fundamental para
determinar la influencia de cada zona de
entrenamiento sobre las adaptaciones inducidas
por los diferentes programas de entrenamiento de
fuerza (González-Badillo & Ribas, 2002).
De esta forma, hemos agrupado los resultados
obtenidos en todos los test evaluados dentro de 9
rangos porcentuales con respecto al valor de la 1
MR obtenido en cada test: < 30%, 31 al 40%, 41
al 50%, 51 al 60%, 61 al 70%, 71 al 80%, 81 al
90%, 91 al 99%, y 100%. Debido a que el peso
asociado al 100% en algunas ocasiones era
obtenido por medio de fórmulas de predicción,
hemos creído oportuno aislar este valor ya que,
independientemente de que sea o no evaluado
durante el test, en todos los casos se obtenía un
peso relacionado con el valor máximo o 1 MR,
mientras que los datos obtenidos de las demás
repeticiones realizadas en el test progresivo eran
distribuidos entre los 8 rangos de porcentajes
mencionados anteriormente, considerando la
relación entre el peso movilizado en cada caso,
con el valor de la 1 MR determinado en el test.
El procedimiento explicado en el párrafo anterior
nos permitió observar con mayor claridad cómo
fluctúa la potencia respecto de los porcentajes de
peso movilizados en cada ejercicio. En las figuras
125 y 126 se muestran los valores medios y de
desviación típica de la potencia media y pico
alcanzada en cada ejercicio dentro de cada uno de
los 9 rangos porcentuales descritos anteriormente.
 Figura 125. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia media en los 4 ejercicios evaluados, considerando a todos los
sujetos de forma conjunta. Press de banca (n= 318), sentadilla paralela (n= 324), cargada en un tiempo (n= 189) y press de
hombros (n= 30).

Figura 126. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia pico en los 4 ejercicios evaluados, considerando a todos los
sujetos de forma conjunta. Press de banca (n= 318), sentadilla paralela (n= 324), cargada en un tiempo (n= 189) y press de
hombros (n= 30).

El análisis de los valores de potencia media y pico
alcanzados en press de banca, sentadilla paralela y
cargada en un tiempo mostró una zona de pesos
en donde los valores de potencia son muy
similares y muestran una diferencia inferior al
10% respecto del valor máximo. Esta zona
configura un rango de pesos dentro los cuales se
alcanza la mayor eficiencia mecánica en cada
ejercicio y determina aquellos porcentajes que
conducirían a un incremento específico de la
potencia mecánica en cada técnica o ejercicio
seleccionado (D. Baker et al., 2001; D. Baker et
al., 2001; Hori et al., 2005; Naclerio, 2005;
Naclerio & Jiménez, 2005; F. J. Naclerio et al.,
2005). Con respecto al press de hombros, la zona
de máxima potencia o máxima eficiencia
mecánica fue mucho más estrecha respecto a los
otros ejercicios quedando circunscrita a un sólo
rango porcentual (entre el 61% y el 70% del nivel
de la 1 MR).
En las tablas 154 y 155, se muestran los valores
medios y de desviación típica del porcentaje de
potencia media (tabla 154) y pico (155) y los
vatios producidos en cada uno de los 9 rangos
porcentuales determinados para construir la
relación entre el porcentaje de peso y la potencia.
Las áreas sombreadas delimitan la zona de
máxima eficiencia mecánica para cada uno de los
cuatro ejercicios evaluados.
 Rangos Press banca plano Sentadilla paralela Cargada en un tiempo Press de hombros
Porcentuales % PM Vatios % PM Vatios % PM Vatios % PM Vatios
>31% 81% 319.1 60% 440.0 49% 69.1
31-40% 93% 365.0 100% 1158.7 69% 508.0 76% 108.6
41-50% 100% 393.5 98% 1140.3 83% 607.9 88% 125.2
51-60% 97% 381.5 98% 1138.7 89% 653.6 88% 125.2
61-70% 91% 359.7 94% 1087.8 92% 675.2 100% 142.3
71-80% 80% 314.4 87% 1007.0 100% 732.6 90% 128.4
81-90% 62% 242.1 73% 844.4 99% 726.1 82% 116.9
91-99% 49% 191.1 59% 679.1 99% 724.8 71% 101.5
100% 31% 121.0 43% 493.5 95% 693.1 54% 77.2
% PM: porcentaje de potencia media (vatios) respecto al valor más alto alcanzado,
al clasificar las mediciones realizadas en el test progresivo en rangos de porcentuales de 10 intervalos de amplitud.
Tabla 154. Valores medios y de desviación típica de la potencia media y los porcentajes respecto al máximo valor producido,
agrupando los resultados en 9 rangos porcentuales.

Rangos Press banca plano Sentadilla paralela Cargada en un tiempo Press de hombros
Porcentuales % PP Vatios % PP Vatios Porcentuales % PP Vatios % PP
>31% 87% 560.8 74% 1158.5 53% 107.36
31-40% 99% 640.9 100% 2367.7 83% 1311.4 78% 157.12
41-50% 100% 646.4 99% 2348.3 93% 1460.1 88% 176.9
51-60% 97% 626.8 94% 2227.9 96% 1503.0 89% 179.42
61-70% 89% 578.3 89% 2115.5 94% 1472.6 100% 201.04
71-80% 78% 507.0 85% 2001.6 100% 1573.4 91% 182.17
81-90% 64% 412.8 74% 1750.3 94% 1485.4 85% 170.64
91-99% 54% 349.0 64% 1510.2 95% 1488.2 81% 162.28
100% 40% 260.3 53% 1264.1 93% 1462.3 72% 145.63
% PM: porcentaje de potencia media (vatios) respecto al valor más alto alcanzado,
al clasificar las mediciones realizadas en el test progresivo en rangos de porcentuales de 10 intervalos de amplitud.
Tabla 155. Valores medios y de desviación típica de la potencia pico y los porcentajes respecto al máximo valor producido,
agrupando los resultados en 9 rangos porcentuales.

Análisis de la relación establecida entre el Al establcer la relación entre el porcentaje de la 1

porcentaje de la 1 MR y la potencia en press de
banca plano con barra libre:
En este ejercicio la zona en donde se expresan los
valores más altos de potencia media y pico abarca
un rango comprendido entre el 31% y el 60% de
la 1 MR. Estos resultados son coherentes con los
valores medios y de desviación típica de la
potencia media (50.3±11.9%) y pico (46.5±
13.7%), presentados en la tabla 16 del apartado
“Descripción de los resultados, clasificados por
ejercicio y momento de la evaluación, sin
distinguir entre las poblaciones”. Las tablas 153
y 154 muestran claramente cómo los valores más
altos de potencia media y pico se producen en el
rango comprendido entre el 41% y el 50% del
valor de la 1 MR, creando una zona de máxima
eficiencia mecánica que comprende la parte media
inferior de la relación porcentaje de la 1 MR y la
potencia (ver figuras 125 y 126).
MR y la potencia diferenciando las poblaciones de
mujeres y de varones, observamos que además de
las diferencias en la potencia máxima absoluta,
tanto en la potencia media como en la pico, en las
mujeres la zona de máxima eficiencia mecánica se
centraliza en un rango concreto de pesos,
comprendido entre el 51% y el 60%, mientras que
los varones muestran una curva muy similar a la
establecida al analizar la muestra de forma
conjunta, ya que es más amplia y está
comprendida entre el 31% y el 60% del valor de la
1 MR (ver figuras 127 y 128a). Esto sería
coherente con los resultados del análisis de
medias presentado anteriormente en la tabla 7.1 en
donde se diferenció a la población por sexo y las
mujeres localizaron los valores de potencia media
y pico en una zona de pesos ligeramente más alta
respecto a los varones.
Figura 127. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia media en press de banca plano con barra libre, diferenciando a
los sujetos por sexo, varones (n= 252), mujeres (n= 66).

Figura 128a. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia pico en press de banca plano con barra libre, diferenciando a
los sujetos por sexo, varones (n= 252), mujeres (n= 66).

Análisis de la relación establecida entre el
porcentaje de la 1 MR y la potencia en press de
hombros con barra por delante:
En el ejercicio de press de hombros, la zona en
donde se alcanzan los valores más altos de
potencia media y pico configura un rango muy
estrecho localizado entre el 61% y el 70% de la 1
MR. Estos resultados son coherentes con los
valores medios y de desviación típica de la
potencia media (65.5±10%) y pico (69.8± 12.2%),
presentados en la tabla 16 del apartado
“Descripción de los resultados, clasificados por
ejercicio y momento de la evaluación, sin
distinguir entre las poblaciones”. (ver figuras
125 y 126 y tablas 1 y 2).
Es importante considerar que el ejercicio de press
de hombros fue sólo realizado por 10 mujeres
pertenecientes a la población 7 (jugadoras de
voley de 1º división, Cuba), las cuales realizaron
tres evaluaciones arrojando un número total de 30
tests formando una población muy homogénea a
diferencia de los otros tres ejercicios, cuyos datos
al ser analizados considerando a toda la muestra
de forma conjunta, provienen de un número muy
superior de sujetos (318 en press de banca, 324 en
sentadilla y 189 en cargada en un tiempo), que
pertenecen a poblaciones con diferentes
características, distintas especialidades deportivas
y niveles de rendimiento.
Por otro lado, debe mencionarse que el nivel de la
1 MR absoluta y por kg de peso corporal
determinado en el ejercicio de press de hombros
en la población 7, muestra diferencias
significativas con todas las poblaciones a
excepción de la 11 (mujeres jugadoras de sóftbol
de 1º división, Cuba) y la 12 (mujeres,
practicantes de taekwondo categorías 14 a 16
años, cuba). Esto puede considerarse un resultado
contradictorio, ya que el ejercicio de press de
hombros al implicar la participación de una
cantidad menor de masa muscular y desarrollarse
con un ancho de empuñadora más angosto,
determina rangos de recorrido articular más
amplios, que causan una reducción del peso
máximo o 1 MR y de los máximos valores de
potencia mecánica respecto al press de banca
plano (Barnett et al., 1995; Clemons & Aron,
1997).
De este modo, además de las diferencias causadas
por el sexo, la mecánica específica de cada
ejercicio, la especialidad o el tipo de
entrenamiento específico, también pueden influir
en los resultados. De hecho, en la población 3
siguen existiendo diferencias en los valores de la 1
MR (absoluta y por kilogramo de peso corporal) y
en la potencia mecánica media y pico (absoluta y
por kilogramo de peso corporal), debidas
fundamentalmente a las diferencias mecánicas
existentes entre el press de banca plano y el press
de hombros de pie, las cuales radican
fundamentalmente en la posición del cuerpo (en el
press de banca, al estar tumbado en decúbito
supino, presenta mayor superficie de apoyo y más
estabilidad para aplicar fuerza, mientras que en el
press de hombros, la posición de pie determina
una alta participación de la musculatura
estabilizadora del tronco para mantener la cadera
fija y poder aplicar fuerza manteniendo el cuerpo
estable) (Forte, 2005). Además, en el press de
banca plano hay mayor participación de la masa
muscular, siendo la diferencia fundamental
respecto al press de hombros, la mayor
convocatoria de la musculatura de los pectorales.
Por su parte, el press de hombros es un ejercicio
que convoca fundamentalmente a las fibras
anteriores y medias del deltoides, las fibras
superiores del trapecio, los romboides (que
mantienen la aducción escapular) y el tríceps
braquial (Barnett et al., 1995; Forte, 2005).
Es posible que la falta de diferencias significativas
entre el nivel de la 1 MR absoluta y por kg de
peso corporal observado entre la población 7 (que
realizó el ejercicio de press de hombros de pie) y
las poblaciones 11 y 12 que realizaron el press de
banca, se deban, en el caso de la población 11 a su
bajo nivel de fuerza, mientras que en la población
12 a su edad, que limita el tiempo de
entrenamiento de esta capacidad respecto a otras
poblaciones de mujeres como la 3 (ver figura 51).
No obstante, cuando se analizan los valores de
potencia media y pico (absolutos y por kilogramo
de peso corporal) tampoco se observan diferencias
entre las poblaciones de mujeres, aunque la
población 7 realizara un ejercicio diferente (ver
figura 52 y 53).
Por lo tanto, es posible que cuando se ejecuten
ejercicios de cadena cinética cerrada con acción
de empuje y extensión de los miembros
superiores, que mantienen una mecánica de
ejecución similar, aunque se diferencien en la
posición del cuerpo y la zona o cantidad de masa
muscular solicitada, las variables que más afectan
a los niveles de potencia media y pico, serían el
nivel de la 1 MR (absoluta y por kilogramo de
peso corporal) y el sexo.
Respecto a la localización de la potencia media y
pico, la población 7 muestra diferencias
significativas con todas las poblaciones a
excepción de la 11 y la 5 en el caso de la potencia
media y de la 5 en la potencia pico. No obstante,
si se observan las figuras 54 y 55, observamos que
siempre existe una tendencia en la población 7 a
localizar los valores de potencia media y pico en
porcentajes más altos respecto a las demás
poblaciones. Esto puede estar relacionado con la
tendencia que han mencionado algunos autores y
que analizaremos más adelante en el apartado 7.6,
de que los sujetos con mayor nivel de 1 MR
tienden a localizar los valores más altos de
potencia en porcentajes más bajos (Baker, 2001a;
Cronin & Sleivert, 2005). Al considerar los
resultados obtenidos en press de banca plano y
press de hombros, podría especularse que cuanto
mayor nivel de 1 MR pueda alcanzase en un
ejercicio, los porcentajes en donde se expresan los
niveles de potencia más altos, tienden a
localizarse en las zonas inferiores y viceversa
(Baker, 2001b, 2002; Cronin & Sleivert, 2005).
No obstante, si consideramos algunos trabajos
realizados con ejercicios monoarticulares como el
curl de bíceps o las extensiones de piernas desde
la posición de sentado, cuyos valores de la 1 MR
tienden a ser más bajos respecto a otros ejercicios
como el press de banca, los porcentajes de peso
respecto al nivel de la 1 MR en donde diversas
investigaciones han localizado los niveles más
altos de potencia mecánica, se sitúan entre el 30%
y el 50% (Cronin & Sleivert, 2005; Mooss et al.,
1997; Toji & Kaneko, 2004). De acuerdo con
esto, creemos que el criterio de relacionar el nivel
de la 1 MR producido en un ejercicio con una
localización más baja de los pesos en donde se
alcanzan los valores más altos de potencia, sólo
podría considerarse cuando los ejercicios
comparados presentan mecánicas similares, es
decir que se realizan con las mismas cadenas
cinéticas, modalidades de ejecución y dirección de
movimiento (extensión o tracción).

Por último, si consideramos que la localización de
los valores más altos de potencia podría ser un
índice de referencia que puede modificarse en
respuesta a la aplicación de programas de
entrenamiento específicos (Baker, 2001a; Baker,
2001a, 2001b; Kawamori et al., 2005; Kawamori
& Haff, 2004), es posible que la gran variabilidad
de las características de la muestra, con diferentes
edades, sexo, niveles de rendimiento y
especialidades deportivas, al considerar todos los
sujetos de forma conjunta, determine que las
zonas de máxima eficiencia mecánica sean más
amplias y no muestren una localización tan
específica como se observa en el press de
hombros con barra (que es realizado sólo por una
población). No obstante, es importante destacar
que cuando se analiza la relación entre el
porcentaje de la 1 MR y la potencia en el ejercicio
de press de banca plano, diferenciando a los
sujetos por sexo, las mujeres muestran una zona
de eficiencia mecánica muy estrecha, similar a la
determinada por la población 7 (mujeres,
jugadoras de voley) en el press de hombros, pero
localizada en un rango de pesos inferiores
(comprendido entre el 51% y el 60% del valor de
la 1 MR) (ver figuras 155 y 156). Esto podría
explicarse por la menor variabilidad en las
características de las mujeres, que eran sólo tres
poblaciones con 22 sujetos, que realizaron 66
tests, mientras que los varones eran 84 sujetos
pertenecientes a 8 poblaciones de distintas
especialidades deportivas, que realizaron 252
tests.
Análisis de la relación establecida entre el
porcentaje de la 1 MR y la potencia en
sentadilla paralela:
En sentadilla paralela con barra libre, al
considerar la potencia media, la zona de pesos
vinculados a la máxima eficiencia mecánica
abarca un rango muy amplio comprendido entre el
31% y el 70% de la 1 MR. En una primera
aproximación, estos resultados son coherentes con
los valores medios y de desviación típica
(60.8±9.4%), presentados en la tabla 16 del
apartado “Descripción de los resultados,
clasificados por ejercicio y momento de la
evaluación, sin distinguir entre las poblaciones”.
No obstante, si observamos detenidamente la
evolución de los niveles de potencia dentro de esta
zona (ver tabla 1) podemos observar que esta se
extiende hasta los pesos más bajos (comprendidos
entre el 31% y el 40% de la 1 MR), y que es
precisamente dentro de este rango en donde se
producen los valores más elevados, mientras que
en los rangos subsiguientes, a medida que los
pesos se incrementan, la potencia tiende a bajar.
En el caso de la potencia pico, los resultados son
muy similares a los obtenidos con la potencia
media, aunque hay que destacar que la zona de
máxima eficiencia mecánica es más estrecha
(comprendida entre el 31% y el 60% de la 1 MR)
y no coincide con los valores medios mostrados
en la tabla 16, en donde se muestra que la
potencia pico se localiza al 63.3± 12.25%.
Por otro lado, al igual que sucede con la potencia
media, los mayores valores de potencia pico se
producen en el rango más bajo (comprendido
entre el 31% y el 40% de la 1 MR) y bajan a
medida que los pesos se incrementan (ver tablas
154 y 155).
La explicación de estos resultados, aparentemente
contradictorios respecto a los mostrados en la
tabla 16, en donde los valores más altos de
potencia se sitúan en una zona de pesos
intermedia en torno al 60% de la 1 MR o por
encima, pueden explicarse al observar el nivel de
la 1 MR de las diferentes poblaciones evaluadas,
en donde las poblaciones de mujeres (3, 7, 11, y
12) presentan niveles de 1 MR absoluta, y en
algunos casos por kilogramo de peso corporal,
significativamente más bajos respecto a las
poblaciones de varones (ver figura 56, apartado
“Comparación de los resultados obtenidos en los
ejercicios, analizados de forma conjunta, pero
diferenciando los momentos en donde se
realizaron las evaluaciones”). Este hecho nos
llevó a analizar la relación entre el peso corporal y
el nivel de la 1 MR, aplicando un índice que nos
informara qué porcentaje del peso máximo
significaba el peso corporal (Escamilla, 2001; F. J.
Naclerio et al., 2005). De esta manera, aplicamos
el siguiente índice en todos los sujetos estudiados:
% P.C. = P.C. / 1 MR x 100
P.C.: Peso corporal del sujeto en kg.
1 MR: peso máximo determinado en el test
progresivo en kg.
Los índices obtenidos en las poblaciones de
mujeres (3, 7, 11 y 12) mostraron que el peso
corporal era del 48.9± 0.57% de la 1 MR, que
mostró diferencias significativas (p < 0.01)
respecto al índice encontrado en las poblaciones
de varones, en donde el peso corporal representó
el 41.3±0.47% de la 1 MR. Este valor constituye
de por sí, una limitación muy importante en los
sujetos estudiados, porque como se ha explicado
en el apartado “Determinación del peso total y el
peso inicial en sentadilla paralela con barra
libre”, en nuestro estudio hemos incluido el peso
corporal como parte de la resistencia a vencer, de
modo que su magnitud sumado al peso externo
mínimo utilizado en las evaluaciones determinaba
el porcentaje de peso menor con el que se iniciaba
el test progresivo y que en el caso de las mujeres
fue del 55.4± 2.4% y en los varones del 45.7±
2.6%.
Por otro lado, al analizar el número de casos
evaluados en cada uno de los 9 rangos,
observamos que en los pesos comprendidos entre
el 31% y 40% se han determinado sólo 32 (1.4%)
mediciones pertenecientes a los grupos integrados
por varones, mientras que las mujeres no
presentan casos en este rango de pesos y aportan
sólo 7 casos de los 180 evaluados (3.8%) en el
rango comprendido entre el 41% y el 50% de la 1
MR. En los rangos siguientes, el número de casos
evaluados fue relativamente uniforme
(comprendido entre 341 y 368 determinaciones,
representan entre el 15% y el 16% del total de las
mediciones realizadas).
El análisis anterior nos indica porqué al considerar
toda la muestra de sujetos de forma conjunta, los
valores más altos de potencia mecánica media y
pico en sentadilla paralela se sitúan en una zona
intermedia cercana o por encima del 60% de la 1
MR.
De esta manera, cuando se divide la muestra en
varones y mujeres, la localización varía debido a
que las mujeres alcanzan las potencias más altas
en porcentajes significativamente superiores
respecto a los varones (ver tabla 153).
De todas formas, tanto en los varones como en las
mujeres, los resultados del análisis de medias, está
siempre influenciado por la gran cantidad de datos
obtenidos con los porcentajes de peso más altos
respecto a los determinados con los porcentajes
más bajos, lo cual conduce a obtener valores
medios de localización de la potencia mecánica
relativamente más altos (superiores al 50% de la 1
MR). Esto se debe fundamentalmente a que en
muchos sujetos este porcentaje se situó muy cerca
del peso mínimo movilizado en el test progresivo.
De acuerdo con esto, los pesos en donde se
expresan los valores más altos de potencia (media
y pico) en la sentadilla paralela, tienden a
localizarse hacia la zona inferior.
Análisis de la relación establecida entre el
porcentaje de la 1 MR y la potencia en cargada
en un tiempo:
En la cargada en un tiempo, la zona en donde se
expresan los valores más altos de potencia media
y pico se sitúa en la parte superior del espectro
determinado por la relación establecida entre
porcentaje de la 1 MR y la potencia, abarcando un
rango comprendido entre el 71% y el 100% para
la potencia media y entre el 51% y el 99 % de la 1
MR, en el la potencia pico (ver figuras 153 y 154).
Estos resultados son coherentes con los valores
medios y de desviación típica de la potencia
media (86.9±14.0%) y pico (79.9± 20.0%),
presentados en la tabla 16 del apartado
“Descripción de los resultados, clasificados por
ejercicio y momento de la evaluación, sin
distinguir entre las poblaciones”. No obstante, si
analizamos las tablas 153 y 154, puede observarse
cómo, los valores más altos de potencia media y
pico se producen en el rango comprendido entre el
71% y el 80% de la 1 MR.
En el caso de la potencia media, la zona de
máxima eficiencia mecánica se extiende hacia la
parte superior, llegando hasta el 100% del nivel de
la 1 MR, observándose que las potencia alcanzada
en los rangos porcentuales sucesivos (81% a 90%
y 91% a 99%) es muy alta y se diferencia sólo en
un 1% de la potencia lograda entre el 71% y 80%,
y en un 5% respecto de la manifestada al 100% de
la 1 MR.
Mientras que en el caso de la potencia pico, la
zona muestra una evolución diferente mostrando
los valores más altos en el rango comprendido
entre el 71% y el 80%, pero abarcando dos rangos
hacia la zona inferior (en donde llega hasta el 51%
de la 1 MR) y dos hasta la zona superior (en
donde llega hasta el 99% de la 1 MR).
Al clasificar a los sujetos por sexo, como se ha
realizado en el análisis de las relaciones entre los
porcentajes de peso y la potencia, sólo se
observaron diferencias significativas en los
valores absolutos de potencia media y pico, pero
no en la evolución de la curva y en la localización
de sus valores más altos y la determinación de las
zonas de máxima eficiencia mecánica.
Por lo tanto, a diferencia de lo observado en los
otros ejercicios, en donde el sexo podría tener una
influencia importante sobre la localización o la
amplitud de la zona de máxima eficiencia
mecánica, en los ejercicios de cadena cinética
secuencial parece que esta variable no tiene una
influencia significativa en la ubicación de los
valores más altos de potencia media o pico.
La comparación de los resultados obtenidos en
cada ejercicio indica que la localización de los
valores más altos de potencia media y pico en
press de banca plano con barra libre y en la
cargada en un tiempo es significativamente
diferente de la observada en los demás ejercicios
evaluados. Sólo entre la sentadilla paralela con
barra libre y el press de hombros con barra no se
distinguen diferencias en la localización de los
pesos en donde se alcanzan los máximos valores
de potencia media y pico (ver figura 47).
No obstante, como se ha mencionado al analizar
la relación entre el porcentaje de peso y la
potencia en la sentadilla paralela, la localización
de los pesos en donde se expresan los valores más
altos de potencia media o pico, considerando sólo
los valores medios del análisis conjunto de la
población estudiada, puede conducir a errores
debidos a la inclusión del peso corporal como
parte de la resistencia a vencer que en un gran
número de sujetos representa porcentajes de peso
muy elevados (superiores al 50%) del nivel de la 1
MR. Así, aunque la potencia máxima se
localizaba en los pesos más bajos, en muchos
casos éstos se correspondían con porcentajes
intermedios, comprendidos entre el 50% y el 61%
o más de la 1 MR, y por lo tanto al calcular la
media de todo el grupo, el resultado global mostró
un valor relativamente alto, pero como se ha
demostrado al efectuar el análisis con rangos de
10 intervalos porcentuales, no es real, ya que la
tendencia de todos los sujetos fue siempre a
localizar los valores más altos de potencia en la
zona de pesos inferiores, dependiendo del tipo de
relación entre el peso corporal y el valor de la 1
MR que muestre cada sujeto.
mecánica o modalidad de ejecución, entre
ejercicios de cadenas cinéticas cerradas o abiertas
con acción secuencial o de empuje, así como por
la cantidad de núcleos articulares implicados en
los movimientos, observamos que la mecánica de
los ejercicios tiene una influencia determinante en
la localización de los porcentajes de peso en
donde se alcanzan los valores más altos de
potencia mecánica (media o pico).
El análisis conjunto de todos los sujetos evaluados
en este trabajo indica que en los ejercicios de
cadena cinética cerrada con acción de empuje los
valores más altos de potencia media y pico se
localizan en la zona de los pesos asociados con el
entrenamiento de la fuerza explosiva (30% al 60%
de la 1 MR), llegando en algunos casos a entrar en
la zona inferior de pesos vinculados al
entrenamiento de la fuerza potencia (60% al 80%
de la 1 MR). Por su parte, en los ejercicios de
cadena cinética secuencial los valores más altos
de potencia media y pico se encuentran en la zona
de pesos vinculados con el entrenamiento de la
fuerza máxima (comprendida ente el 80% y el
100% de la 1 MR) (ver figura 58 (Naclerio &
Jiménez, 2005).
Discusión de los resultados obtenidos en los
diferentes momentos de la temporada tomando
la muestra de forma conjunta
En las tablas 17, 18, y 19, del apartado 6.3.2.2, se
presentan los resultados obtenidos en cada
ejercicio diferenciando los momentos en que
fueron realizados los tests, tomando la muestra de
forma conjunta.
En la tabla 156 se resumen los resultados de la
comparación de los datos obtenidos en cada
ejercicio en el test 1, el test 2 y el test 3.

De acuerdo con esta afirmación, cuando se

diferencian los ejercicios de fuerza por la

Ejercicio Press de banca plano Sentadilla paralela Cargada en un tiempo

Variables 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1
1 MR abs NS NS NS NS NS NS NS NS ת
1 MR kp NS NS NS NS NS ת NS NS ×*
PM NS NS NS NS NS NS NS NS NS
PM kp NS NS ת NS NS NS NS NS NS
PP NS NS ×* NS NS ×* NS NS NS
PP kp NS NS ×* NS NS ×* NS NS NS
loc % PM NS NS NS NS NS NS NS NS NS
Loc % PP NS NS NS NS NS NS NS NS NS
NS: No significativo, **p < 0.01, * p < 0.05, ª Tendencias no significativas p < 0.10, × Aumento, Ø disminución. 2 ≠
1: Comparación entre los resultados del test 2 con los del test 1, 2 ≠ 3: Comparación entre los resultados del test 2
con los del test 3, 3 ≠ 1: Comparación de los resultados del test 3 con los del test 1.1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia media, Loc % PP: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 156. Resultados de la comparación de los datos obtenidos entre los tres test realizados en cada ejercicio tomando la muestra
de forma conjunta.

De acuerdo con éstos resultados y como se para superar esta zona del recorrido articular, lo
demuestra en las figuras 48, 46 y 47 del apartado cual provoca que en las fases posteriores se
6.2.2.2, no se observaron diferencias significativas alcancen los picos de velocidad más altos de todo
entre los pesos en donde se localizaban los valores el desplazamiento, y por lo tanto los valores de
más altos de potencia media y pico en los potencia pico resultantes sean superiores
ejercicios evaluados en los tres test efectuados. (Escamilla, Fleisig et al., 2001). Esto no sucede
con la potencia media, ya que las bajas
El análisis de los resultados mostrados en la tabla velocidades determinadas durante la fase de
157 nos indica que en los ejercicios de cadena mayor desventaja mecánica son compensadas por
cinética cerrada con acción de empuje (press de las altas velocidades logradas en las últimas fases
banca plano y sentadilla paralela), no se producen del movimiento (Dugan et al., 2004).
mejoras significativas en los valores de la 1 MR
absoluta y por kg de peso corporal. Los cambios observados en las figuras 128b y
129, aunque no son estadísticamente
De todas maneras, cuando se comparan las significativos, pueden determinar mejoras
variaciones porcentuales producidas en los niveles importantes del rendimiento físico en sujetos
de fuerza máxima y en los pesos en donde se entrenados como algunos de los evaluados en este
localizan los valores más altos de potencia media estudio (Morrow, Jackson, Disch, & Mood, 2000).
y pico entre el test 1, el test 2 y el test 3, en press
de banca plano y sentadilla paralela, como se ha
mencionado anteriormente, no se han determinado
diferencias estadísticamente significativas, esto
tampoco quiere decir que no existan sino más bien
que faltan evidencias para asegurar que éstas se
producen (Martínez-González et al., 2001). De
hecho, como puede observarse en las figuras 128
y 129, existen tendencias muy importantes en los
dos ejercicios a mejorar los niveles de 1 MR
(absoluta y por kilogramo de peso corporal) y al
mismo tiempo a reducir la localización de los
porcentajes de peso en donde se alcanzan los
mayores valores de potencia media. Mientras
tanto, la potencia pico manifiesta la misma
tendencia en el ejercicio de press de banca, cosa
que no ocurre en la sentadilla paralela, en donde Figura 128b. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta
tiende a incrementarse ligeramente en el test 2 (1 MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
respecto al 1 (aunque en el test 3 baja ligeramente los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en press de
con respecto al 2 pero mantiene una tendencia a banca plano, entre el test 1, 2 y 3, tomando la muestra de
subir su localización respecto al test 1). Esta forma conjunta.
modificación contraria a lo esperado en la
localización de la potencia pico, podría deberse a
las características cinéticas de la sentadilla, que
manifiesta la fase de mayor dificultad mecánica
en el punto más bajo del recorrido articular,
cuando los muslos están paralelos al suelo y las
rodillas llegan a una angulación de 110º a 116º
aproximadamente (Escamilla, Fleisig et al., 2001;
Fry, Chadwicksmith, & Schilling, 2003;
Wretmeberg et al., 1996). A medida que los pesos
se incrementan el sujeto debe aplicar más fuerza

Figura 129. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en sentadilla
paralela, en el test 1, 2 y 3, tomando la muestra de forma
conjunta.
Con respecto a la cargada en un tiempo, sí hemos
observado incrementos significativos en los
niveles de la 1 MR por kg de peso corporal, y una
tendencia muy próxima a la significación a
mejorar el valor de la 1 MR absoluta, que como
mencionamos en el párrafo anterior, aunque no
llegue a ser estadísticamente significativa,
igualmente pueden ser importante para mejorar el
rendimiento de fuerza en deportistas entrenados.
Estos resultados, indican que a pesar de
producirse incrementos en los niveles de fuerza
máxima, éstos no se relacionan con
modificaciones de los pesos en donde se alcanzan
los valores más altos de potencia media y pico en
el ejercicio de cada en un tiempo.
Los resultados obtenidos son coherentes con el
análisis de las variaciones porcentuales de los
niveles de la 1 MR (absoluta y por kg de peso
corporal) y los pesos en donde se localizan los
valores más altos de potencia (media y pico)
efectuado en la figura 130.
Aunque la localización de la potencia pico
muestra una tendencia a incrementarse en el 2º y
3º test respecto al 1º. Esto puede deberse más que
nada a una mejora de la técnica de ejecución, que
permite alcanzar el pico más alto de velocidad en
una fase posterior del movimiento (2º tirón) (Haff
et al., 2005; Santos et al., 2004; Winchester et al.,
2005), y por lo tanto, constituye una tendencia que
sólo se produciría en las primeras fases del
entrenamiento, causada fundamentalmente por
mejoras en el dominio técnico del ejercicio
(Cissik, 1999; Stone et al., 2006).
Figura 130. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en cargada en
un tiempo, en los tests 1, 2 y 3, tomando la muestra de forma
conjunta.
La observación de los resultados obtenidos en las
poblaciones integradas por varones y mujeres
demuestra que existen diferencias entre las
variables analizadas en los distintos ejercicios y
en los tres test realizados. Aunque estas
diferencias en algunos casos no alcanzan un nivel
de significación estadística de p < 0.05, siempre se
ve una tendencia en las 4 poblaciones de mujeres
(3, 7, 11, y 12) a tener valores inferiores de 1 MR
y potencia (media y pico) absolutas, que en varios
casos se repite con respecto a los valores por
kilogramo de peso corporal. Ahora bien, esta
tendencia desaparece por completo cuando se
comparan los porcentajes de peso en donde se
manifiestan los mayores niveles de potencia
media y pico (ver figuras 51 a 65 presentadas en
el apartado “Comparación de los resultados
obtenidos en los ejercicios, analizados de forma
conjunta, pero diferenciando los momentos en
donde se realizaron las evaluaciones”).
Debido a esto, hemos analizado la evolución de
las variables clasificando a las poblaciones por
sexo, observando que las poblaciones integradas
por varones muestran modificaciones
significativas sólo entre el test 3 respecto al test 1
en los niveles de 1 MR absoluta y por kg de peso
corporal en cargada en un tiempo, mientras que en
la sentadilla se observa sólo una tendencia que no
llega a ser significativa a aumentar el nivel de la 1
MR absoluta y por kilogramo de peso corporal (p
= 0.094 y 0.077, respectivamente). Estos
resultados se asemejan a los obtenidos en el
análisis conjunto, aunque no se han llegado a
producir diferencias estadísticamente
significativas en los valores de potencia pico
absoluta y por kilogramo de peso corporal, en la
sentadilla los niveles de significación obtenidos
fueron p = 0.180 y 0.15 respectivamente lo cual,
junto con las tendencias observadas en los niveles
de la 1 MR absoluta y por kg de peso corporal (p
= 0.094 y 0.077 respectivamente), nos indicarían
que en los varones habría un incremento del
rendimiento de fuerza y potencia pico en el
ejercicio de sentadilla paralela entre el test 3
respecto al test 1.
Por el contrario, en las mujeres se ha observado
una evolución diferente respecto a la mostrada en
el análisis conjunto de los datos, ya que estas
muestran diferencias significativas (p < 0.05), en
los siguientes casos:
1. Press de banca plano con barra libre:
En la potencia máxima media (absoluta y por
kg de peso corporal) que es significativamente
más alta en el test 3 respecto al test 1.
En este caso, la potencia pico muestra una
tendencia a incrementarse en el test 3, aunque no
llega a ser significativa respecto al test 1 (p =
0.082).
2. Sentadilla paralela con barra libre:
En el nivel de la 1 MR absoluta y por kg de peso
corporal, que es significativamente más alto en el
test 3 respecto al test 1.
En la potencia media absoluta y por kg de peso
corporal, que es significativamente más alta en el
test 3 respecto al test 1 y en el caso de la potencia
absoluta, se destaca una tendencia, no
significativa a aumentar en el test 3 respecto al
test 2 (p = 0.090).
En la potencia pico absoluta y por kg de peso
corporal, que es significativamente más alta en el
test 3 y el test 2 respecto al test 1.
En el grupo de mujeres, en sentadilla paralela con
barra libre se ha observado una tendencia muy
próxima a la significación (p = 0.052) en los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia media, los cuales,
tienden a situarse en una zona inferior (64.6%±
0.9%) en el test 3 respecto al test 1 (en el cual se
ubicaban sobre el 67.3%±0.67%).
En las figuras 131 y 132, se comparan las
modificaciones porcentuales mostradas por los
grupos de varones y mujeres en press de banca
plano y sentadilla paralela.
Figura 131. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp) así como de los
pesos en donde se localizan los valores más altos de potencia
media (% loc PM) y pico (% loc PP) en press de banca plano
entre el test 1, 2 y 3, en los grupos de varones y mujeres.
Aunque, tanto los varones como las mujeres
tienden a reducir los porcentajes de peso en donde
se localizan los valores más altos de potencia
media y pico, en los varones esta tendencia es más
evidente en el test 3 respecto al 1, mientras que en
las mujeres en el test 3 respecto al 2 y al 1, ya que
al comparar el test 2 (primer pico de rendimiento)
con respecto al 1, la localización de los pesos en
que se expresan las potencias más altas tiende a
subir mientras que los niveles de fuerza no
mejoran e incluso tienden a bajar (como es el caso
del nivel de la 1 MR por kg de peso corporal).
Esto puede deberse a una capacidad menor de las
mujeres para recuperarse luego de los volúmenes
elevados de entrenamiento aplicados durante las
fases preparatorias, causada por un entorno
hormonal diferente (por disponer de niveles de
testosterona significativamente inferiores a los
varones) (Bosco, 2000; Bosco, Colli, Bononi, Von
Duvillard, & Viru, 2000; Fry et al., 2002). No
obstante, a medida que los métodos de trabajo se
hacen más específicos y menos voluminosos, las
mujeres manifiestan una mejora del rendimiento
igual e incluso proporcionalmente superior a la de
los varones, que puede observarse
fundamentalmente por el incremento del nivel de
la 1MR absoluta observado en el test 3 (Fry et al.,
2002). En este momento, también se observa una
marcada reducción de los porcentajes de peso en
que se localizan los valores máximos de potencia
media y pico.
Figura 132. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en sentadilla
paralela entre el test 1, 2 y 3 en los grupos de varones y
mujeres.
Aunque, tanto las mujeres como los varones
mejoran los valores de la 1 MR absoluta y por kg
de peso corporal en el test 2 y el test 3, los pesos
en donde se localizan los mayores valores de
potencia media y pico muestran una evolución
diferente. En las mujeres, en el test 2 los pesos en
donde se expresan las potencias más altas tienden
a disminuir, mientras que en el test 3 tienden
aumentar aunque en el caso de la potencia pico se
observa una localización similar y en la potencia
media ligeramente inferior, respecto de la
presentada en el test 1. Por su parte los varones,
muestran un incremento de la localización
porcentual de los pesos en donde se expresan las
potencias más altas en el test 2 respecto al 1
mientras que estas tienden a disminuir en el test 3
respecto al 2, aunque se observan localizaciones
similares (en el caso de la potencia media) o más
elevadas (en la potencia pico) cuando se compara
el test 3 con el 1.
Por lo tanto, en el grupo de mujeres, los
incrementos de fuerza sí, se han relacionado con
una modificación inversa de la localización de los
pesos en donde se alcanzan los valores más altos
de potencia media y pico, mientras que en los
varones las respuestas han sido contradictorias.
En la cargada en un tiempo la tendencia de
cambio del grupo de varones es muy similar al
presentado anteriormente en la figura 130,
mientras que en las mujeres se observa un
incremento menos pronunciado de los niveles de
la 1 MR, y una tendencia a mantener la
localización de la máxima potencia pico o a
reducir muy ligeramente la localización de la
máxima potencia media. De todas maneras, como
en las mujeres, éste ejercicio fue realizado sólo
por el grupo 3 (competidoras de fitness), su
análisis y comparación será presentado en el
apartado “Población 3 (mujeres, competidoras de
fitness).”.
Los resultados anteriores, indican que el sexo
tiene una influencia muy importante sobre el
rendimiento de fuerza y potencia
(fundamentalmente en términos absolutos) que
puede afectar la magnitud de los cambios
inducidos en el nivel de rendimiento a lo largo de
una temporada. De todos modos, parece que esta
variable no afecta significativamente los pesos en
donde se sitúan los valores más altos de potencia,
cuyas diferencias podrían estar vinculadas en
mayor medida a los valores de fuerza máxima
absoluta.
En el press de banca plano los dos grupos
muestran tendencias a reducir los porcentajes de
peso en donde se localizan los valores más altos
de potencia, aunque en el caso de las mujeres las
tendencias se hacen más importantes en el test 3.
En la sentadilla paralela los grupos de mujeres
muestran tendencias a modificar inversamente la
localización de los pesos en donde se manifiestan
las potencias más altas, respecto de los
incrementos de fuerza, observándose una
tendencia muy importante, que no llega a ser
significativa (p = 0.052) en la localización de la
potencia media, ya que la fuerza máxima,
estimada por el nivel de la 1 MR, se incrementa y
los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en
donde se localizan los niveles de potencia media
más elevados, disminuye.
Discusión de los resultados obtenidos por cada
población
En este apartado, discutiremos los resultados
obtenidos por cada población sin compararlos con
las demás poblaciones.
Población 1 (varones, opositores a bomberos)
El análisis de la fuerza y potencia alcanzada en los
tres ejercicios realizados por esta población: press
de banca plano con barra libre (n 51);
sentadilla paralela con barra libre (n= 48) y
cargada en un tiempo (n= 39) ha mostrado la
existencia de diferencias significativas (p < 0.01)
en todas las variables comparadas: 1 MR
(absoluta y por kg de peso corporal), potencia
máxima media y pico (absoluta y por kg de peso
corporal) y en la localización de los porcentajes de
peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se
manifiestan los valores más altos de potencia
media y pico.
Como se ha mostrado en la figura 66 los valores
medios y de desviación típica de los porcentajes
de peso en donde se localizan los valores más
altos de potencia media y pico son
significativamente diferentes entre los tres
ejercicios realizados:
Figura 133. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia media en los tres ejercicios realizados por la población 1
(varones opositores a bomberos), tomando los resultados de los tres test de forma conjunta.
• En press de banca plano la potencia media se
localiza sobre el 50.2%± 10.8% y la potencia
pico en el 46.4± 13%, (ver tabla 6.19).
• En sentadilla paralela la potencia media se
localiza sobre el 55.4± 7.1% y la potencia pico
en el 60.9± 13.5 (ver tabla 6.31).
• En la cargada en un tiempo la potencia media
se localiza sobre el 87.4%± 11.2% y la
potencia pico en el 81.7%± 11.2% (ver tabla
6.43).
Al analizar la relación entre el porcentaje de la 1
MR y la potencia mecánica, agrupando los
porcentajes de peso en intervalos de a 10 unidades
porcentuales, como se ha explicado en el apartado
“Análisis de la relación establecida entre el
porcentaje de la 1 MR y la potencia mecánica en
los ejercicios evaluados.”, se observa que las
curvas de la potencia media y pico son muy
similares a las obtenidas en el análisis conjunto de
los datos, ya que los valores más altos de potencia
y las zonas de máxima eficiencia mecánica
abarcan los mismos rangos porcentuales (ver
figuras 133 y 134).
Figura 134. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia pico en los tres ejercicios realizados por la población 1 (varones
opositores a bomberos), tomando los resultados de los tres test de forma conjunta.
Al igual que en el análisis conjunto de los datos,
en la sentadilla paralela la localización de los
porcentajes de peso en donde se alcanzan los
valores más altos de potencia media y pico se
encuentran comprendidos entre el 55% y el 60%
de la 1 MR. No obstante, debemos recordar que
esto se debe a la inclusión del peso corporal como
parte de la resistencia a vencer, que determina un
valor mínimo de peso o porcentaje mínimo de
resistencia el cual es imposible de reducir.
En esta población, el peso corporal representó un
46.56± 40.25, 40.25± 0.30 y 39.4± 0.4 de la 1 MR
absoluta, en el test 1, 2 y 3 respectivamente y por
lo tanto, si consideramos que al peso corporal se
le sumaba el peso de la barra para determinar el
peso inicial en el test progresivo vemos, como se
demuestran en las figuras 133 y 134, que no se
han realizado valoraciones con los rangos de
pesos inferiores, comprendidos entre el 31% y el
40% de la 1 MR. De acuerdo con esto, aunque los
resultados indiquen que la máxima potencia media
pico se sitúa al 55.4±7% y 60.9±13%
respectivamente, si observamos la relación entre
el porcentaje de peso y la potencia mostrada en las
figuras 133 y 134 se ve claramente como los
pesos en donde se logran las potencias más altas
son siempre los situados en la zona inferior
(Dugan et al., 2004; F. J. Naclerio et al., 2005).
El análisis anterior, indica que la localización de
los valores más altos de potencia media y pico en
los tres ejercicios realizados por esta población
(press de banca plano, sentadilla paralela y
cargada en un tiempo) es significativamente
diferente entre los tres ejercicios evaluados.
Aunque, como se ha destacado previamente, en el
caso de la sentadilla paralela la localización está
altamente influencia por el porcentaje de peso que
represente el peso corporal respecto al valor de la
1 MR.
En resumen, los datos obtenidos en la población 1
(varones opositores a bomberos) indican que la
mecánica de los ejercicios influye
significativamente en la localización de los
porcentajes de peso en donde se alcanzan los
valores más altos de potencia (media o pico).
Discusión de los resultados obtenidos en los
diferentes momentos de la temporada en la
población 1 (varones, opositores a bomberos):
Los resultados obtenidos en cada uno de los
ejercicios realizados por esta población a lo largo
de la temporada (test 1, test 2 y test 3) han sido
presentados en las tablas 20 (press de banca plano
con barra libre), 32 (sentadilla paralela con barra
libre), y 44 (cargada en un tiempo).
En la tabla 157 se comparan de los datos
obtenidos en el test 1, el test 2 y el test 3 en cada
uno de los ejercicios realizados por esta
población.
 Ejercicio Press de banca plano Sentadilla paralela Cargada en un tiempo
Variables 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1
1 MR abs ת NS ×* NS NS ×* ת ת ×*
1 MR kp ×* NS ×* NS ת NS NS NS NS
PM NS NS NS NS NS NS NS NS NS
PM kp NS NS NS NS NS NS NS NS NS
PP NS NS NS NS NS NS NS NS NS
PP kp NS NS NS NS NS NS NS NS NS
Loc % PM NS NS NS NS NS NS NS NS NS
Loc % PP NS NS NS NS NS NS NS NS NS
NS: No significativo, **p < 0.01, * p < 0.05, ª Tendencias no significativas p < 0.10, × Aumento, Ø disminución. 2 ≠
1: Comparación entre los resultados del test 2 con los del test 1, 2 ≠ 3: Comparación entre los resultados del test 2
con los del test 3, 3 ≠ 1: Comparación de los resultados del test 3 con los del test 1. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia media Loc % PP: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 157. Resultados de la comparación de los datos obtenidos entre los tres test realizados en cada ejercicio en la población 1
(varones, opositores a bombero).

De acuerdo con éstos resultados, y como se

demuestra en la figuras 78, 89, y 80 del apartado
6.4.2.4, no se han observado diferencias
significativas entre los pesos en donde se
localizan los valores más altos de potencia media
y pico entre los diferentes momentos en que
fueron realizados los test.

En esta población, el incremento de los niveles de

fuerza observados en los tres ejercicios
ejecutados, no se asocian con modificaciones en la
localización de los porcentajes de peso en donde
se alcanzan los valores más altos de potencia
media y pico.
No obstante, cuando se comparan las variaciones
porcentuales producidas en los niveles de fuerza
máxima y en los pesos en donde se localizan los
valores más altos de potencia media y pico, entre
el test 1, el test 2 y el test 3, en los tres ejercicios
realizados, independientemente de que se
determinen modificaciones estadísticamente
significativas, se han observado los siguientes
comportamientos:
En press de banca plano existe una tendencia a
reducir los pesos en donde se localizan los valores
más altos de potencia media y pico, (figura 135).
Figura 135. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp) así como de los
pesos en donde se localizan los valores más altos de potencia
media (% loc PM) y pico (% loc PP) en press de banca plano
entre los 3 tests realizados por la población 1
(varones, opositores a bomberos n= 17).
A diferencia de lo que sucede en el press de
banca, como puede observarse en la figura 136, en
la sentadilla paralela existe una tendencia a
incrementar la localización de los pesos en donde
se expresan los valores más altos de potencia, que
se evidencia en la potencia pico, y que como se ha
explicado anteriormente puede deberse a las
características cinéticas de este ejercicio, ya que
cuando se movilizan pesos elevados una vez
superada la fase de mayor dificultad mecánica, los
sujetos tienden a realizar una acción muy
explosiva en las ultimas fases del rango de
recorrido articular, alcanzado picos de velocidad
de movimiento muy altos, que tienden a
incrementar el pico de potencia, con estos pesos,
en mayor medida respecto a los pesos inferiores
(Dugan et al., 2004).
Figura 136. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en sentadilla
paralela entre los tres tests realizados por la población 1
(varones opositores a bomberos n= 16).
En la cargada en un tiempo, las mejoras en los
niveles de fuerza máxima se ven acompañadas
con una tendencia muy marcada a localizar los
valores más altos de potencia media y pico en
porcentajes de peso más elevados en el test 2. No
obstante, esto no sucede en el test 3, en donde los
porcentajes de peso en los que se manifiestan las
potencias más elevadas, vuelven a localizarse en
una zona muy similar a la determinada en el test 1
(ver figura 137). Este comportamiento podría
explicarse en una primera instancia por las
mejoras del dominio técnico, que lleva a los
sujetos a aumentar el nivel de la 1 MR, y a
alcanzar los valores más altos de potencia con los
porcentajes superiores (> 80% de la 1 MR)
(Cissik, 1999; Santos et al., 2004). No obstante,
esta explicación no puede comprobarse en el test 3
en donde supuestamente los sujetos mantienen un
dominio técnico adecuado y la localización de los
valores de potencia es similar a la del test 1,
aunque se mantienen dentro de la zona de pesos
esperada (alrededor del 80 %) y mencionada por
otros autores (Garhammer, 1993; González-
Badillo & Ribas, 2002; Kawamori et al., 2005;
Stone et al., 2006).
Figura 137. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp) así como de los
pesos en donde se localizan los valores más altos de potencia
media (% loc PM) y pico (% loc PP) en cargada en un
tiempo en los tres test realizados en la población 1
(opositores a bomberos, n= 13).
Población 2 (varones, opositores a policía)
Al igual que la población anterior los opositores a
policía fueron evaluados en press de banca con
barra libre (n 24); sentadilla paralela con
barra libre (n= 18) y cargada en un tiempo (n=
24). La comparación de los resultados obtenidos
por estos tres ejercicios mostró diferencias
significativas entre todas las variables comparadas
a excepción de los pesos en donde se localizaron
los valores más altos de potencia pico, los cuales
mostraron sólo una tendencia que no llegó a ser
significativa (p = 0.069) entre el press de banca
plano y la sentadilla paralela.
En la figura 67 se muestra la comparación de los
valores medios y de desviación típica de los
porcentajes de peso en donde se localizaron los
niveles más altos de potencia media y pico en los
tres ejercicios evaluados en esta población.
• En press de banca plano la potencia media se
localiza sobre el 51.9%± 11.0% y la potencia
pico en el 53.8± 14.4%, (ver tabla 6.20).
• En sentadilla paralela la potencia media se
localiza sobre el 65.6± 11.1% y la potencia
pico en el 65.4± 13.1 (ver tabla 6.32).
• En la cargada en un tiempo la potencia media
se localiza sobre el 89.4%± 9.8% y la potencia
pico en el 80.1%±18.4 (ver tabla 6.44).
Al analizar la relación entre el porcentaje de la 1
MR y la potencia mecánica, agrupando los
porcentajes de peso en intervalos de a 10 unidades
porcentuales, como se explicó en el apartado
“Análisis de la relación establecida entre el
porcentaje de la 1 MR y la potencia mecánica en
los ejercicios evaluados.”, se observa que las
curvas determinadas en la potencia media y pico,
para el caso del press de banca y cargada en un
tiempo son muy similares a las obtenidas en el
análisis conjunto de los datos, aunque los valores
de potencia máxima en la cargada en un tiempo se
localizan dentro de un rango específico,
comprendido entre el 81% y el 90% de la 1 MR,
mientras que en el análisis conjunto de los datos,
los valores más altos se encuentran entre el 71% y
el 80%, pero la zona de máxima eficiencia
mecánica se extiende hasta el 100% de la 1 MR.
No obstante, en el press de banca tanto los pesos
en donde se localizan los valores más altos de
potencia, así como la extensión de la zona de
máxima eficiencia mecánica, son similares a los
determinados en el análisis conjunto de la muestra
(ver figuras 138 y 139).
En la sentadilla paralela, a diferencia de lo
observado en el análisis de la muestra de forma
conjunta en donde se observa una curva
descendente, en este caso, la curva es parabólica
(creciente-decreciente), ya que los valores más
altos de potencia (media y pico) se alcanzan entre
el 61% y el 70%, describiendo una zona de
máxima eficiencia mecánica, que se extiende
desde el 41% hasta el 70% de la 1 MR. Es decir,
que en este caso a diferencia de lo observado en el
análisis conjunto o en la población analizada
anteriormente (opositores a bombero), los valores
más altos de potencia no se logran con los pesos
Figura 138. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia media en los ejercicios realizados por la población 2 (varones
opositores a policía), tomando los resultados de los tres test de forma conjunta.
más bajos utilizados durante el test (ver figuras
138 y 139, curva superior).
En la población 2 (varones opositores a policía) el
peso corporal representó un 44.5±0.80,
42.17±0.48 y 41.8± 0.57 del nivel de la 1 MR
absoluta, en el test 1, 2 y 3 respectivamente por lo
tanto, el peso inicial movilizado en la primera
serie se situó entre el 41% y el 50% del valor de la
1 MR (ver curvas superiores en las figuras 138 y
139). En este caso, el análisis de la relación entre
el porcentaje de peso y la potencia coincide con
los resultados del análisis de medias, presentado
en la tabla 33 (en donde el valor de potencia
media más elevado, se sitúa al 65.6%±11.1% y el
de potencia pico al 65.4%±13.1%), ya que a
diferencia de las curvas determinadas en el
análisis conjunto de los datos (figuras 125 y 126),
que muestran una forma descendente, en la
población 2 la curva es ligeramente parabólica.
Estas diferencias pueden deberse a la modalidad
de ejecución del ejercicio, ya que a pesar de las
indicaciones impartidas a los sujetos para que
realizasen los movimientos con la mayor
velocidad posible, los integrantes de esta
población, ejecutaron los movimientos siempre de
una forma controlada, acentuando la fase de
desaceleración en los últimos grados del recorrido
articular, respecto a otras poblaciones, como por
ejemplo la 1 (opositores a bombero), que eran
sujetos más entrenados y ejecutaban todos los
ejercicios con una gran velocidad y explosividad.
 Figura 139. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia pico en los ejercicios realizados por la población 2 (varones
opositores a policía), tomando los resultados de los tres test de forma conjunta.
El análisis anterior, indica que la localización de
los valores más altos de potencia media y pico en
los tres ejercicios realizados por esta población
(press de banca plano con barra libre, sentadilla
paralela con barra libre y cargada en un tiempo) es
significativamente diferente entre los tres
ejercicios evaluados, y aunque no se observen
diferencias estadísticamente significativas, entre
los porcentajes de peso en donde se alcanzan los
niveles más altos de potencia pico en sentadilla
paralela y press de banca plano, en el análisis por
rangos, se demuestra que el pico de potencia en
sentadilla se sitúa en la zona comprendida entre
61% y el 70%, mientras que en el press de banca
se encuentra entre el 41% y el 50% de la 1 MR.
No obstante, en éste ultimo caso la zona de
máxima eficiencia mecánica es mucho más
amplia, ya que se extiende desde el 31% hasta el
80% de la 1 MR. Esto, puede deberse a la gran
aceleración aplicada a la barra inmediatamente
luego de superar la fase de mayor dificultad
mecánica que en este ejercicio se encuentra
cuando los codos pasan por un ángulo cercano a
los 90º, pudiendo disparar los valores de potencia
pico especialmente cuando se utilizan pesos
moderados o altos (Barnett et al., 1995; Clemons
& Aron, 1997; Wilson et al., 1989).
En resumen, los datos obtenidos en esta población
de varones opositores a policía, indican que la
mecánica de ejecución de los ejercicios influye
significativamente sobre la localización de los
porcentajes de peso en donde se alcanzan los
valores más altos de potencia (media o pico).
Discusión de los resultados obtenidos en los
diferentes momentos de la temporada en la
población 2 (varones opositores a policía)
Los resultados obtenidos en cada uno de los
ejercicios realizados por esta población a lo largo
de la temporada (test 1, test 2 y test 3) han sido
presentados en las tablas 21 (press de banca plano
con barra libre), 33 (sentadilla paralela con barra
libre), y 45 (cargada en un tiempo).
La tabla 158, resume los resultados de la
comparación de los datos obtenidos en el test 1, el
test 2 y el test 3, en cada uno de los ejercicios
realizados por la población 2.
 Ejercicio Press de banca plano Sentadilla paralela Cargada en un tiempo
Variables 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1
1 MR abs NS NS ×* NS NS ×* NS ×* ×*
1 MR kp NS NS ×* NS ת NS ת ×* ×*
PM NS NS NS NS NS NS NS ×* ×*
PM kp NS NS NS NS NS NS NS ×* ×*
PP NS NS NS NS NS NS ×* NS NS
PP kp NS NS NS NS NS NS ת NS NS
loc % PM NS NS NS NS NS NS NS NS NS
Loc % PP NS NS NS NS Ø* Ø* NS NS NS
NS: No significativo, **p < 0.01, * p < 0.05, ª Tendencias no significativas p < 0.10, × Aumento, Ø disminución. 2 ≠
1: Comparación entre los resultados del test 2 con los del test 1, 2 ≠ 3: Comparación entre los resultados del test 2
con los del test 3, 3 ≠ 1: Comparación de los resultados del test 3 con los del test 1. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde e se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de
peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 158. Resultados de la comparación de los datos obtenidos entre los tres test realizados en cada ejercicio en la población 2
(varones, opositores a policía).

De acuerdo éstos resultados, además de las localización de la potencia pico las tendencias son
diferencias observadas en los valores de la 1 MR algo menos marcadas, notándose una ligera
y potencia media y pico (absoluta y por kg de disminución en el test 2 y el 3 respecto a la
peso corporal), sólo se observan diferencias mostrada en el test 1 (figura 140).
significativas (< 0.05) en la localización de los
valores más altos de potencia pico en la sentadilla
paralela, en donde sus niveles más elevados se
sitúan en porcentajes inferiores en el test 3
respecto al 1 y al 2 (ver figura 85).

Los resultados anteriores muestran que los

incrementos de los niveles de fuerza demostrados
por la población 2, tanto en el press de banca
plano como en la cargada en un tiempo, no se
asocian con modificaciones en la localización de
los porcentajes de peso en donde se manifiestan
los valores más altos de potencia media y pico.

En la sentadilla paralela, aunque se producen

modificaciones en la localización de la potencia
pico, en el test 3 respecto al test 1 y al 2, éstas no
se ven acompañada por mejoras en los niveles de
fuerza.
Cuando se comparan las variaciones porcentuales
producidas en la fuerza máxima y en los pesos en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media y pico entre el test 1, el test 2 y el
test 3, en los tres ejercicios realizados,
independientemente que se determinen
modificaciones estadísticamente significativas, se
observan los siguientes comportamientos:
En press de banca plano existe una tendencia a
reducir los pesos en donde se localizan los valores
más altos de potencia media, mientras que en la
Figura 140. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en press de
banca plano en los tres test realizados por la población 2
(Opositores a policía n= 8).
A diferencia de lo que sucede en el press de
banca, como puede observarse en la figura 141 en
la sentadilla paralela, existe una tendencia muy
marcada a reducir los porcentajes de peso en
donde se localizan los valores más altos de
potencia pico mientras que en la potencia media
esta disminución es menos evidente. Este
comportamiento es contrario a lo observado en la
población 1, de opositores a bombero, en donde
los porcentajes de peso en que se manifiestan los
niveles más altos de potencia pico en sentadilla
paralela tienden a subir. En el caso de los
opositores a policía, al ser un grupo con menor
nivel de fuerza y al entrenar con movimientos más
controlados, el incremento de la aceleración que
se produce al superar la fase de mayor dificultad
mecánica y que se acentúa con los pesos más
altos, no sería tan evidente como el manifestado
en los opositores a bombero de la población 1. De
esta manera, la población 2 a medida que progresa
el entrenamiento tiende a manifestar los valores
más altos de potencia pico con los pesos más
bajos cuando los picos de velocidad de
movimiento son mayores (Crewther et al., 2005).
Figura 141. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en sentadilla
paralela en los tres test realizados por la población 2
(opositores a policía n= 8).
En la cargada en un tiempo, las mejoras en los
niveles de fuerza máxima se ven acompañadas
con una tendencia a localizar los valores más altos
de potencia media sobre porcentajes de peso más
elevados, en los test 2 y 3 respecto al test 1. No
obstante, no sucede los mismo con los pesos en
donde se localizan los niveles más altos de
potencia pico, que tienden a incrementarse en el
test 2 respecto al 1, pero en el test 3 vuelven a
bajar situándose en una zona similar a la
determinada en el test 1. (ver figura 142). Al igual
que en la población 1, este comportamiento, por el
cual los pesos tienden a localizarse en zonas más
altas en el test 2 respecto al 1 y luego vuelven a
una zona inferior o similar a la encontrada al
inicio de la temporada, podría explicarse por las
mejoras en la técnica de ejecución del ejercicio,
aunque de todas formas no nos explicamos porque
no hay una tendencia a mantener estos porcentajes
en lugar de bajarlos.
Figura 142. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp) así como de los
pesos en donde se localizan los valores más altos de potencia
media (% loc PM) y pico (% loc PP) en cargada en un
tiempo en los tres test realizados por la población 2
(opositores a policía n= 8).
Población 3 (mujeres, competidoras de fitness)
El análisis de la fuerza y potencia producida en
los tres ejercicios realizados por esta población:
press de banca con barra libre (n 21);
sentadilla paralela con barra libre (n= 21) y
cargada en un tiempo (n= 15) ha mostrado la
existencia de diferencias significativas (p < 0.01)
en todas las variables comparadas a excepción de:
• Los porcentajes de peso en donde se localizan
valores más altos de potencia pico entre el
press de banca plano y la sentadilla
paralela.
• En el nivel de la 1 MR absoluta entre el press
de banca plano y la cargada en un tiempo.
De esta manera, como indica la figura 68, los
valores medios y de desviación típica de los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia media y pico son
significativamente diferentes entre la cargada en
un tiempo respecto al press de banca y a la
sentadilla paralela, mientras que entre el press de
banca y la sentadilla se han determinado
diferencias significativas sólo en la localización
de los niveles más altos de potencia media.
• En press de banca plano la potencia media se
localiza sobre el 52.8%± 11.2% y la potencia
pico en el 51.7± 12.8%, (ver tabla 22).
• En sentadilla paralela la potencia media se
localiza sobre el 59.3± 9% y la potencia pico
en el 66.8± 12.8% (ver tabla 34).
• En la cargada en un tiempo la potencia media
se localiza sobre el 84.6%± 10.1% y la
potencia pico en el 82.5%± 21.9% (ver tabla
46).

Al analizar la relación entre el porcentaje de la 1
MR y la potencia mecánica agrupando los
porcentajes de peso en intervalos de a 10 unidades
porcentuales, se observan curvas similares a las
del análisis conjunto.
En el caso de la potencia media los valores más
altos en press de banca y cargada en un tiempo se
localizan en los mismos rangos porcentuales
respecto al análisis conjunto, aunque en el press
de banca, la zona de máxima eficiencia mecánica
mostrada por esta población es mucho más amplia
(ver figura 143).
En la sentadilla paralela aunque, los valores de
potencia media más elevados se localizan entre el
41% y el 50% (ligeramente más alto que el
determinado en el análisis conjunto), debe
considerarse que éste es el rango de pesos más
bajo evaluado en esta población, en donde el peso
corporal representó el 44.0%± 0.30%, 43.7%±
0.30% y 42.7%±0.39% del nivel de 1 MR
absoluta, en el test 1, 2 y 3 respectivamente y
además, si consideramos que al peso corporal se
le sumaba el peso de la barra para determinar el
peso inicial en el test progresivo vemos, como se
demuestra en las figuras 143, que no se han
realizado valoraciones con los rangos
comprendidos entre el 31% y el 40% del nivel de
la 1 MR. De acuerdo con esto, aunque los
resultados indiquen que las potencias medias más
altas se sitúan al 59.3±9% de la 1 MR, la relación
Figura 143. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia media en los tres ejercicios realizados por la población 3
(mujeres, competidoras de fitness), tomando los resultados de los tres test de forma conjunta.
En el caso de la localización de los mayores
niveles de potencia pico, tanto en el press de
banca como en la cargada en un tiempo, sus
valores más altos se sitúan en zonas superiores
establecida entre el porcentaje de peso y la
potencia en sentadilla paralela mostrada en la
figura 143, demuestra que los pesos en donde se
alcanzan los mayores valores de potencia media
se sitúan en las zonas inferiores (Dugan et al.,
2004; F. J. Naclerio et al., 2005).
Los motivos por los que se produce esta
contradicción en los resultados, radican en la
cantidad de casos recogidos en cada uno de los
rangos porcentuales evaluados para establecer la
relación entre el porcentaje de peso y la potencia,
ya que en los pesos comprendidos entre el 41% y
el 50% se han determinado sólo 4 mediciones
(2.7%), mientras que en los rangos subsiguientes
el número de casos se incrementa
significativamente hasta 20 o 25 (entre el 13.7% y
el 17%), manteniéndose muy estable durante los 6
rangos restantes evaluados.
Debido a esto, al igual que sucede en el análisis
conjunto de los datos, existe una marcada
tendencia a localizar los pesos en donde se
manifiestan las potencias medias más elevadas en
la zona inferior.
No obstante, las limitaciones causadas por la
inclusión del peso corporal como parte de la
resistencia a vencer y el nivel de la 1 MR
manifestado por los sujetos, puede determinar que
el análisis de medias arroje valores que sitúen a
los pesos en donde se alcanzan las potencias
medias mayores en porcentajes intermedios.
respecto a la potencia media, (entre el 51% y el
60%, y entre el 90% y el 99% para el press de
banca y la cargada en un tiempo respectivamente)
(ver figura 144). Esto puede explicarse por la gran
aceleración transmitida al peso inmediatamente
luego de superar la fase de máxima dificultad
mecánica en el press de banca y posiblemente a
las mejoras del dominio técnico observadas en
esta población a medida que progresa la
temporada de entrenamiento (De Hegedús, 1981;
Santos et al., 2004).
En el caso de la sentadilla paralela, la localización
de los mayores valores de potencia pico, muestran
una zona de máxima eficiencia mecánica más
amplia respecto a la potencia media,
Figura 144. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia pico en los tres ejercicios realizados por la población 3 (mujeres,
competidoras de fitness), tomando los resultados de los tres test de forma conjunta.
El análisis anterior, indica que la localización de
los de los valores más altos de potencia media y
pico en los tres ejercicios realizados por esta
población (press de banca plano con barra libre,
sentadilla paralela con barra libre y cargada en un
tiempo) es significativamente diferente entre los
tres ejercicios evaluados. Aunque en este caso, las
diferencias existentes en la localización de la
potencia pico entre el press de banca plano y la
sentadilla paralela, no alcanzan a determinar
diferencias estadísticamente significativas, ya que
en el la sentadilla el porcentaje de peso que
representa el peso corporal respecto al valor de la
1 MR es un factor muy importante que puede
alterar la forma de la relación establecida entre el
porcentaje de la 1 MR y la potencia mecánica
alcanzada en este ejercicio.
En resumen, los datos obtenidos en la población 3
(mujeres, competidoras de fitness), indican que la
determinándose los valores más elevados en el
rango comprendidos entre el 71% y el 80% de la 1
MR. Como se ha explicado anteriormente en los
sujetos más entrenados y habituados a realizar
gestos veloces, como era el caso de esta población
(mujeres competidoras de fitness), al superar la
fase de máxima dificultad mecánica especialmente
cuando se movilizan pesos relativamente
elevados, se aplica una altísima aceleración que
permite lograr los picos de velocidad y potencia
mecánica más altos, hacia el final de recorrido
articular (Dugan et al., 2004).
mecánica de ejecución de los ejercicios influye
significativamente sobre la localización de los
porcentajes de peso en donde se alcanzan los
valores más altos de potencia (media o pico).
Discusión de los resultados obtenidos en los
diferentes momentos de la temporada en la
población 3 (mujeres, competidoras de fitness):
Los resultados obtenidos en cada uno de los
ejercicios realizados por esta población a lo largo
de la temporada (test 1, test 2 y test 3) han sido
presentados en las tablas 22 (press de banca plano
con barra libre), 34 (sentadilla paralela con barra
libre), y 46 (cargada en un tiempo). En la tabla
159 se resume los resultados de la comparación de
los datos obtenidos en el test 1, el test 2 y el test 3
en cada uno de los ejercicios realizados por esta
población.
 Ejercicio Press de banca plano Sentadilla paralela Cargada en un tiempo
Variables 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1
1 MR abs NS NS NS NS NS NS NS NS NS
1 MR kp NS NS NS NS NS NS NS NS NS
PM NS NS NS NS NS NS NS NS ×*
PM kp NS NS NS NS NS NS NS NS NS
PP NS NS NS NS NS NS NS ×* NS
PP kp NS ת ×* NS NS NS NS ×* NS
Loc % PM NS NS NS NS NS NS NS NS NS
Loc % PP NS NS NS NS NS NS NS NS NS
NS: No significativo, **p < 0.01, * p < 0.05, ª Tendencias no significativas p < 0.10, × Aumento, Ø disminución. ×
Aumento, Ø disminución. 2 ≠ 1: Comparación entre los resultados del test 2 con los del test 1, 2 ≠ 3: Comparación
entre los resultados del test 2 con los del test 3, 3 ≠ 1: Comparación de los resultados del test 3 con los del test 1. 1
MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única
repetición relacionado al peso corporal (kilogramo por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en
el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal);
PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc %
PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia media; Loc
% PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 159. Resultados de la comparación de los datos obtenidos entre los tres test realizados en cada ejercicio en la población 3
(mujeres, competidoras de fitness).

De acuerdo éstos resultados, como se demuestra

en la figuras 85, 86, y 87 del apartado 6.4.2.4, no
se han observado diferencias significativas entre
los pesos en donde se localizan los valores más
altos de potencia media y pico.

Los resultados anteriores, muestran que en esta

población de mujeres competidoras de fitness no
se producen incrementos significativos en los
niveles de fuerza máxima, aunque cuando se
comparan las variaciones porcentuales producidas
en los niveles de fuerza máxima y en los pesos en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media y pico entre el test 1, el test 2 y el
test 3, en los tres ejercicios realizados,
independientemente de que se determinen
modificaciones estadísticamente significativas, se
observan los siguientes comportamientos:
En press de banca plano las mejoras en los
niveles de la 1 MR (absoluta y por kg de peso
corporal) son muy pobres, mientras que los
porcentajes de peso en donde se manifiestan los
valores más altos de potencia pico tienden a subir
y la localización de los mayores valores de
potencia media muestran un comportamiento
contradictorio (suben en el test 2 y bajan en el test
3 quedando en una zona similar a la del test 1),
(ver figura 145).
Figura 145. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en press de
banca plano en los tres test realizados por la población 3
(competidoras de fitness, n = 7).
A diferencia de lo que sucede en el press de
banca, como puede observarse en la figura 146, en
la sentadilla paralela, existe una tendencia a
mejorar los niveles de la 1 MR absoluta y por kg
de peso corporal, que es acompañada por una
tendencia muy marcada a reducir los porcentajes
de peso en donde se localizan los valores más
altos de potencia media especialmente al
comparar los resultados del test 3 respecto al test
1. Por otro lado, en la localización de los
porcentajes de peso en donde se manifiestan los
valores más altos de potencia pico se observa una
tendencia contraria a la encontrada en la
localización de la potencia media, ya que los
pesos en donde se manifiestan las potencias picos
más altas, tienden a localizarse en zonas
superiores en el test 3 respecto al test 1 y al test 2
(ver figura 146). Esta tendencia se explica, al
igual que en los casos anteriores, por la mayor
aceleración aplicada al peso inmediatamente luego
de superar la fase de máxima dificultad mecánica
en éste ejercicio.
Figura146. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en sentadilla
paralela en los tres test realizados por la población 3
(competidoras de fitness, n= 7).
En la cargada en un tiempo, las mejoras de los
niveles de la 1 MR absoluta y por kg de peso
corporal son muy pobres y las modificaciones en
la localización de los pesos en donde se alcanzan
los mayores valores de potencia (media y pico) no
cambian significativamente en el test 3 respecto al
1 (ver figura 147).
Figura 147. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en cargada en
un tiempo en los tres test realizados por la población 3
(competidoras de fitness, n= 7).
Población 4 (varones, judokas de competición)
El análisis de la fuerza y potencia producida en
los tres ejercicios realizados por esta población:
press de banca con barra libre (n 36);
sentadilla paralela con barra libre (n= 33) y
cargada en un tiempo (n= 21) ha mostrado la
existencia de diferencias significativas (p < 0.01)
en todas las variables comparadas a excepción del
valor de la 1 MR absoluta entre el press de banca
y la cargada en un tiempo.
La figura 69, indica que los valores medios y de
desviación típica de los porcentajes de peso en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media y pico, son significativamente
diferentes entre los tres ejercicios realizados por
esta población.
• En press de banca plano la potencia media se
localiza sobre el 49.4%± 12.9% y la potencia
pico en el 42.6± 11.2%, (ver tabla 6.22).
• En sentadilla paralela la potencia media se
localiza sobre el 57.8± 7.1% y la potencia pico
en el 58.2± 10.3% (ver tabla 6.34).
• En la cargada en un tiempo la potencia media
se localiza sobre el 88.7%± 19.4% y la
potencia pico en el 82.6%± 20.3% (ver tabla
6.46).
Al analizar la relación entre el porcentaje de la 1
MR y la potencia mecánica agrupando los
porcentajes en intervalos de a 10 unidades
porcentuales, se observa que las curvas son
similares a las determinadas en el análisis
conjunto de la muestra. En el caso del press de
banca los valores más altos de potencia media y
pico se sitúan entre el 41% y el 50%, mostrando
una zona de máxima eficiencia mecánica que se
extiende desde el 31% hasta el 60% de la 1 MR
(ver figuras 148 y .149).
En la cargada en un tiempo los valores más altos
de potencia media se sitúan entre el 81% y 90%,
pero a diferencia del análisis conjunto, en donde
la zona de máxima eficiencia mecánica se
extiende hacia los pesos más altos, en éste caso se
dirige hacia la zona inferior, llegando hasta el
51% de la 1 MR (ver figura 148). En el caso de la
potencia pico sus valores más altos se sitúan entre
el 31% al 40%, aunque se debe destacar que las
potencias producidas con todos los rangos
porcentuales mostraron valores muy altos que no
se diferenciaron en más de un 7% respecto de los
valores máximos (ver figura 149). Este
comportamiento por el cual, los niveles más altos
de potencia media se alcanzan en una zona
intermedia es contrario a lo esperado, ya que esta
población entrenó con pesos superiores al 70% del
nivel de la 1 MR.
Por otro lado, la gran amplitud de la zona de
máxima eficiencia mecánica observada en la
potencia pico, así como la alta variabilidad de los
valores determinados dentro de cada rango
porcentual, podrían deberse al escaso dominio
técnico del ejercicio. No obstante, la falta de
técnica aunque puede explicar los resultados
obtenidos en el test 1 no explica lo acontecido en
el test 2 y 3, ya que el tiempo transcurrido debería
haber servido para consolidar la técnica de este
ejercicio (Hakkinen, 2002b).
En la sentadilla paralela los niveles más altos de
potencia media y pico se localizan en el rango
comprendido entre el 31% y el 40% del nivel de la
1 MR aunque, en el caso de la potencia media los
valores alcanzados con los porcentajes sucesivos
hasta el 70% de la 1 MR, presentan valores
prácticamente iguales a los de los pesos más bajos
(ver figura 148). No obstante, en el caso de la
potencia pico, a medida que los pesos se
incrementan, los niveles de potencia muestran una
tendencia decreciente (ver figura 149). La relación
establecida entre el porcentaje de peso y la
potencia no coinciden, en primera instancia, con
los resultados del análisis de medias cuyos valores
mostraron ser ligeramente superiores a los
comprendidos en los rangos más bajos (57.8%±
7.1% y 58.2± 10.3% para la potencia media y la
pico respectivamente). Esto puede explicarse por
Figura 148. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia media en los tres ejercicios realizados por la población 4
(varones, judokas de competición), tomando los resultados de los tres test de forma conjunta.
la relación entre el peso corporal y el nivel de la 1
MR, que en esta población representó el 41.7%±
0.69%, 41.7%± 0.63 y 40%±0.57% en el test 1, 2
y 3 respectivamente y por lo tanto, el rango de
pesos inferior (comprendido entre el 31% y el
40% de la 1 MR) solamente fue evaluado en un
grupo reducido de sujetos, cuyos niveles de fuerza
máxima eran superiores al resto de la población y
determinaron sólo 10 mediciones (3.4% del total),
mientras que en los demás rangos porcentuales se
determinaron entre 35 y 40 mediciones (12.6% y
15.6% del total). De esta manera, aunque los
resultados del análisis de media indiquen que las
potencias medias y picos más altas si sitúan en
una zona ligeramente superior al 50% de la 1 MR
(ver figura 88), la relación entre el porcentaje de
peso y la potencia, mostrada en las figuras 147 y
148, demuestra que en la sentadilla, los pesos en
donde se alcanzan las potencias más altas tienden
a localizarse en las zonas inferiores (Dugan et al.,
2004; F. J. Naclerio et al., 2005).
El análisis anterior, junto con los resultados
comparados en la figura 69, indica que la
localización de los de los valores más altos de
potencia media y pico en los tres ejercicios
realizados por esta población (press de banca
plano con barra libre, sentadilla paralela con barra
libre y cargada en un tiempo) es
significativamente diferente de modo, que al igual
que en los casos anteriores, la mecánica de
ejecución de los ejercicios sería el factor que más
influye sobre la localización de los pesos en donde
se alcanzan los niveles de potencia más elevados.
Figura 149. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia pico en los tres ejercicios realizados por la población 4 (varones,
judokas de competición), tomando los resultados de los tres test de forma conjunta.

Discusión de los resultados obtenidos en los
diferentes momentos de la temporada en la
población 4 (varones, judokas de competición):
Los resultados obtenidos por esta población, han
sido presentados en las tablas 23 (press de banca
plano con barra libre), 35 (sentadilla paralela con
barra libre) y 47 (cargada en un tiempo). En la
tabla 160 se resumen los resultados de la
comparación de los datos obtenidos en cada uno
de los ejercicios realizados en el test 1, el test 2 y
el test 3.

Ejercicio Press de banca plano Sentadilla paralela Cargada en un tiempo

Variables 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1
1 MR abs NS ת ×* NS NS ×* ת ×* ×*
1 MR kp ת ×* ×* NS NS ×* NS ×* ×*
PM NS ×* ×* NS NS NS ×* NS ת
PM kp NS ת ×* NS NS NS ×* NS ×*
PP ×* ת NS NS ×* NS NS NS NS
PP kp ×* NS ת ×* ×* NS NS NS NS
loc % PM NS NS NS NS NS NS NS NS NS
Loc % PP NS NS NS NS NS NS NS NS NS
NS: No significativo, **p < 0.01, * p < 0.05, respecto al test 1, β p < 0.01, α p < 0.05, respecto al test 2,
ª Tendencias no significativas p < 0.10. × Aumento, Ø disminución. 2 ≠ 1: Comparación entre los resultados del test 2
con los del test 1, 2 ≠ 3: Comparación entre los resultados del test 2 con los del test 3, 3 ≠ 1: Comparación de los
resultados del test 3 con los del test 1. 1 MR abs: Peso máximo movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp:
peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM:
Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se
localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se
localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 160. Resultados de la comparación de los datos obtenidos entre los tres test realizados en cada ejercicio en la población 4
(varones, judokas de competición).

De acuerdo éstos resultados, como se demuestra un tiempo, no se relacionan con modificaciones

en la figuras 87, 88, y 89 del apartado 6.4.2.4, no
se han observado diferencias significativas entre
los pesos en donde se localizan los valores más
altos de potencia media y pico.
Los resultados anteriores, muestran que en esta
población de judokas de competición, las mejoras
inducidas en los niveles de fuerza en el press de
banca plano, la sentadilla paralela y el cargada en
significativas en la localización de los pesos en
donde se alcanzan los valores más altos de
potencia media y pico. De todas formas, cuando
se comparan las variaciones porcentuales
producidas en los niveles de fuerza máxima y en
los pesos en donde se localizan los valores más
altos de potencia media y pico, entre el test 1, el
test 2 y el test 3, en los tres ejercicios realizados,
independientemente de que se determinen
modificaciones estadísticamente significativas, se
observan los siguientes comportamientos:

En press de banca plano las mejoras en los

niveles de la 1 MR (absoluta y por kg de peso
corporal) se asocian a una tendencia marcada a
disminuir los porcentajes de peso en donde se
localizan los valores más altos de potencia pico,
pero no en los de potencia media (ver figura 150).

Figura 151. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1

MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en que se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en sentadilla
paralela en los tres test realizados por la población 4
(judokas varones, n= 11).

La figura 152, indica que en la cargada en un

Figura 150. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en press de
banca plano en los tres test realizados por la población 4
(Judokas varones, n= 12).
tiempo, las mejoras en los niveles de la 1 MR,
observadas especialmente en el test 3, se asocian
con una tendencia localizar los valores más altos
de potencia (especialmente la pico) en zonas
superiores, porque al mejorar la técnica, los
mayores picos de velocidad se alcanzan con pesos
cada vez más altos (Santos et al., 2004).

A diferencia de lo que sucede en el press de

banca, como puede observarse en la figura 151 en
la sentadilla paralela, los incrementos en los
niveles de la 1 MR absoluta, que son más
evidentes en el test 3 respecto al 1, se asocian con
un incremento en la localización de los valores
más altos de potencia pico y a una disminución de
la localización de los valores más altos de
potencia media. Esta tendencia ha sido explicada
por la mayor aceleración aplicada en este ejercicio
una vez superada la fase de mayor dificultad
mecánica, que permite alcanzar picos de velocidad
y potencia más elevados especialmente cuando se Figura 152. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
movilizan pesos más altos. No obstante la MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp) y de los pesos
localización de los valores más altos de potencia en que se localizan los valores más altos de potencia media
(% loc PM) y pico (% loc PP) en cargada en un tiempo en
media no se incrementan en la misma medida, ya los tres test realizados por la población 4 (judokas varones,
que en este caso la baja velocidad y potencia n= 7).
producida en las zonas de mayor dificultad
mecánica compensa las altas velocidades y Población 5 (varones, con entrenamiento
potencia alcanzadas hacia el final de movimiento recreativo en fuerza y resistencia aeróbica)
(Dugan et al., 2004; Rahmani et al., 2002).
El análisis de la fuerza y potencia producida en
los tres ejercicios realizados por esta población:
press de banca con barra libre (n 24);
sentadilla paralela con barra libre (n= 27) y
cargada en un tiempo (n= 27) ha mostrado la
existencia de diferencias significativas (p < 0.01)
en todas las variables comparadas a excepción de
los siguientes casos:
• En el nivel de la 1 MR absoluta entre el press
de banca y la cargada en un tiempo.
• Entre la potencia pico (absoluta y por kg de
peso corporal) entre la sentadilla y cagada en
un tiempo.
• Entre los porcentajes de peso en donde se
localizan los valores más altos de potencia
media y pico en el press de banca plano y la
sentadilla paralela (ver figura 70).
Como se observa en la figura 70, los valores
medios y de desviación típica de los porcentajes
de peso en donde se localizan los mayores niveles
de potencia media y pico en los tres ejercicios
realizados por esta población son los siguientes:
• En press de banca plano la potencia media se
localiza sobre el 54.7%± 10.1% y la potencia
pico en el 56.6± 12.9%, (ver tabla 24).
• En sentadilla paralela la potencia media se
localiza sobre el 60.1± 7.3% y la potencia pico
en el 59.3± 12.3% (ver tabla 36).
• En la cargada en un tiempo la potencia media
se localiza sobre el 86.4%± 14.7% y la
potencia pico en el 72.6%± 20.8% (ver tabla
48).
Al analizar la relación entre el porcentaje de la 1
MR y la potencia mecánica agrupando los
porcentajes de peso en intervalos de a 10 unidades
porcentuales, las curvas resultantes muestran las
siguientes características:
En el press de banca, los valores más altos de
potencia media y pico, así como la zona de
máxima eficiencia mecánica se sitúan dentro del
rango comprendido entre el 41% y el 50% de la 1
MR (ver figuras 153 y 154).
En la cargada en un tiempo, los valores más altos
de potencia media, al igual que en el análisis
conjunto de los datos se sitúan entre el 71% y el
80%, mostrando una zona de máxima eficiencia
mecánica comprendida desde el 61% hasta el
100% de la 1 MR (ver figura 153). En el caso de
la potencia pico sus valores más altos y la zona de
máxima eficiencia mecánica se ubican entre el
61% y el 70% de la 1 MR (ver figura 154). El
comportamiento de la potencia media es coherente
con la evolución del rendimiento ya que, en la
medida que los sujetos mejoran el dominio
técnico del ejercicio, la transmisión de fuerzas
entre los diferentes núcleos articulares se produce
con más eficiencia y por lo tanto los valores de
potencia media tienden a mejorar y a localizarse
en los porcentajes de peso más comúnmente
utilizados en los entrenamientos, que en el caso de
esta población son superiores al 70% del nivel la 1
MR (Baker, 2001b; Cronin et al., 2001; Cronin &
Sleivert, 2005). No obstante, al igual que se ha
visto en otras poblaciones la potencia pico
muestra una gran variabilidad, posiblemente por
las diferencias en la técnica de ejecución, que ha
pesar del tiempo de entrenamiento, no llegó a ser
adecuadamente consolidada en gran parte de los
sujetos estudiados.
En la sentadilla paralela, los niveles más altos de
potencia media y pico muestran un
comportamiento diferente, determinando una
curva parabólica en la potencia media y una
descendiente en la potencia pico. Los valores más
altos de potencia media, se localizan en el rango
de pesos comprendidos entre el 51% y el 60%
mostrando una zona de máxima eficiencia
mecánica que se extendió desde el 41% hasta el
70% de la 1 MR (ver figura 153). Este
comportamiento es contrario al observado en el
análisis conjunto de la muestra, pero puede
explicarse por el modo de entrenamiento
desarrollado por esta población, que estuvo
orientado fundamentalmente hacia la fuerza
resistencia con el objetivo de alcanzar elevados
incrementos en la masa muscular (hipertrofia).
Estos objetivos, creemos que pueden haber
influenciado la modalidad de ejecución de los
ejercicios, y a pesar de las pautas indicadas en el
estudio acerca de la ejecución de los movimientos,
los sujetos de esta población, siempre
manifestaron una tendencia a trabajar de una
forma controlada, alcanzando velocidades
inferiores respecto a otras poblaciones que
entrenaron de formas más explosiva, como los
opositores a bombero (población 1) o los
boxeadores o taekwondístas (población 9). De
esta manera, es posible que los pesos en donde se
alcanzaron los niveles más altos de potencia,
tiendan a producirse en porcentajes más elevados
y cercanos a los pesos más comúnmente utilizados
durante los entrenamientos (D. Baker et al., 2001;
D. Baker et al., 2001; Cronin & Sleivert, 2005).
Del mismo modo, la potencia pico, que en otros
casos muestra una tendencia a localizarse en pesos
superiores, en este caso determina una curva más
estable y descendiente, ya que la aceleración que
se produce especialmente con los pesos más altos
luego de superar la fase de máxima dificultad
mecánica, en éstos sujetos que ejecutan los
movimientos de forma controlada, no alcanzó
niveles tan altos como en otras poblaciones (ver
figura 154).

Las relaciones determinadas entre el porcentaje de
peso y la potencia, en sentadilla paralela son
coherentes con los resultados obtenidos por los
análisis de medias, ya que parece que cuando los
sujetos ejecutan los movimientos con una
modalidad más controlada las potencias más altas
se localizarían en una zona intermedia de pesos.
De hecho, a diferencia de lo que sucede en otras
poblaciones que realizan los gestos con mayor
explosividad, en esta población los porcentajes de
peso en donde se alcanzan las potencias más altas
en press de banca plano y en sentadilla paralela no
muestran diferencias significativas.
En el press de banca con barra libre, la
localización de las potencias más altas hacia una
zona intermedia es de esperar, ya que la necesidad
de controlar el desplazamiento de la barra hacia el
final del recorrido articular causa una reducción
de la velocidad y la potencia de movimiento que
se evidencia cuanto más ligeros son los pesos
movilizados (Cronin et al., 2001). No obstante, en
la sentadilla paralela aunque cuando se realiza con
barra libre, también se produce la fase de
desaceleración, no existe el riesgo de que el
Figura 153. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia media en los tres ejercicios realizados por la población 5
(varones, con entrenamiento recreativo en fuerza y resistencia) tomando los resultados de los tres test de forma conjunta.
implemento salga despedido como en el press de
banca, y por lo tanto la necesidad de reducir la
velocidad de movimiento hacia el final del
recorrido articulare es menor. Debido a esto, los
niveles de potencia máxima media y pico tienden
a ser más altos y a localizarse en los pesos más
bajos cuando se ejecuta éste ejercicio con la
mayor velocidad posible hasta alcanzar la
posición final (Cronin et al., 2001; Newton &
Kraemer, 1994; Newton et al., 1996; Newton et
al., 1999).
El análisis anterior, indica que sólo se observan
diferencias significativas entre la localización de
los de los valores más altos de potencia media y
pico en el press de banca y la sentadilla respecto
de la cargada en un tiempo, pero no entre los dos
ejercicios de acción de empuje (press de banca y
sentadilla). De esta forma parece que en esta
población, los pesos en donde se alcanzan los
niveles de potencia más elevado son influidos
fundamentalmente por la modalidad de ejecución
de los ejercicios (de empuje o secuencial) y no
tanto por la participación del tren inferior o
superior.
Figura 154. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia pico en los tres ejercicios realizados por la población 5 (varones,
con entrenamiento recreativo en fuerza y resistencia), tomando los resultados de los tres test de forma conjunta.

Discusión de los resultados obtenidos en los
diferentes momentos de la temporada en la
población 5 (varones, con entrenamiento
recreativo en fuerza y resistencia):
Los resultados obtenidos en cada uno de los
ejercicios realizados por esta población a lo largo
de la temporada (test 1, test 2 y test 3) han sido
presentados en las tablas 24 (press de banca plano
con barra libre), 36 (sentadilla paralela con barra
libre), y 48 (cargada en un tiempo).
En la tabla 161 se resumen los resultados de la
comparación de los datos obtenidos en el test 1, el
test 2 y el test 3 en cada uno de los ejercicios
realizados por esta población.

Ejercicio Press de banca plano Sentadilla paralela Cargada en un tiempo

Variables 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1
1 MR abs NS NS NS NS NS NS NS NS ×*
1 MR kp NS NS NS NS ×* ×* NS NS ×*
PM NS NS NS NS NS NS NS NS NS
PM kp NS NS NS NS NS NS NS NS NS
PP NS NS NS NS NS NS NS NS NS
PP kp NS NS NS NS NS NS NS NS NS
Loc % PM NS NS NS NS NS NS NS NS NS
Loc % PP NS NS NS Ø* Ø* NS NS NS NS
NS: No significativo, **p < 0.01, * p < 0.05, ª Tendencias no significativas p < 0.10, × Aumento, Ø disminución. 2 ≠
1: Comparación entre los resultados del test 2 con los del test 1, 2 ≠ 3: Comparación entre los resultados del test 2
con los del test 3, 3 ≠ 1: Comparación de los resultados del test 3 con los del test 1. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 161. Resultados de la comparación de los datos obtenidos entre los tres test realizados en cada ejercicio en la población 5
(varones, con entrenamiento recreativo en fuerza y resistencia).

De acuerdo a estos resultados, como se demuestra de potencia pico determinados en el test 2

en las figuras 90, 91, y 92, en el press de banca
plano y en la cargada en un tiempo, no se
observan diferencias significativas entre los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia media y pico.
En el caso de la sentadilla paralela sólo se han
determinado diferencias estadísticamente
significativas entre la localización de los valores
respecto al test 1 y al test 3, pero no para la
localización de los valores más altos de potencia
media.
Cuando se comparan las variaciones porcentuales
producidas en los niveles de fuerza máxima y en
los pesos en donde se localizan los valores más
altos de potencia media y pico, entre el test 1, el
test 2 y el test 3, en los tres ejercicios realizados,
independientemente de que se determinen
modificaciones estadísticamente significativas, se
distinguen los siguientes comportamientos:
En press de banca plano, los niveles de la 1 MR
(absoluta y por kg de peso corporal)
prácticamente no se modifican, mientras que los
pesos en donde se localizan los valores más altos
de potencia tienden a reducirse (especialmente en
el caso de la potencia pico) (ver figura 155). Estos
resultados son algo extraños, debido a que el
entrenamiento de este grupo estuvo destinado
fundamentalmente para ganar masa muscular y
por lo tanto se trabaja en la zona de resistencia de
fuerza con pesos altos (comprendidos entre el
70% y el 80% de la 1 MR) lo cual debía haber
conducido a mejoras de los niveles de fuerza
máxima (Fleck & Kraemer, 1997; Fry, 2004;
Hasegawa et al., 2002). Por otro lado, la
modalidad de ejecución de los ejercicios, que fue
más controlada en esta población, en principio,
tiende a causar una localización de los pesos en
donde se alcanzan los valores más altos de
potencia hacia una zona intermedia, superiores al
50% de la 1 MR, que aunque coincide con los
valores obtenidos, tiende a bajar entre los
diferentes momentos de la temporada (ver figura
156). Esto puede explicarse por las instrucciones
impartidas a los sujetos, en las que se indicaba que
debían realizar cada movimiento con la mayor
velocidad posible (ver apartado 5.1.6) y aunque,
los integrantes de esta población no cambiaron
drásticamente su modalidad de ejecución, sí
mostraron una tendencia a realizar las acciones de
una forma más explosiva, lo cual creemos que
pudo haber influido sobre la cinética de los
movimientos a medida que avanzaba la temporada
de entrenamiento.
La figura 156, indica que en la sentadilla los
niveles de la 1 MR tienden a aumentar
fundamentalmente en el test 3, al mismo tiempo
que los valores más altos de potencia media se
desplazan hacia una zona inferior y la localización
de la potencia pico muestra un comportamiento
contradictorio no observándose diferencias entre
el test 3 y el 1.
Figura 156. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp) y de los pesos
en que se localizan los valores más altos de potencia media
(% loc PM) y pico (% loc PP) en sentadilla paralela en los
tres test realizados por la población 5 (varones, con
entrenamiento recreativo, n= 9).
En la cargada en un tiempo, los aumentos en los
valores de la 1 MR se asocian con una tendencia a
incrementar los porcentajes de peso en donde se
localizan los valores más altos de potencia pico,
mientras que la localización de la potencia media,
aunque en el test 2 muestra una tendencia a bajar,
en el test 3 se incrementa localizándose en niveles
superiores respecto al test 1 (ver figura 157). Este
comportamiento es coherente con las mejoras del
dominio técnico experimentado por los sujetos a
medida que avanzaba la temporada y que condujo
a producir los niveles más altos de potencia media
en zonas muy próximas al 90% de la 1 MR
(Garhammer, 1993; Garhammer, 1991).

Figura 155. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1

MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp),así como de los
pesos en donde se localizan los valores más altos de potencia
media (% loc PM) y pico (% loc PP) en press de banca plano
en los tres test realizados por la población 5 (varones, con
entrenamiento recreativo n= 8).

Figura 157. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en cargada en
un tiempo en los tres test realizados por la población 5
(varones, con entrenamiento recreativo, n= 9).
Población 6 (varones, competidores de fitness)
El análisis de la fuerza y potencia producida en
los tres ejercicios realizados por esta población:
press de banca con barra libre (n 24);
sentadilla paralela con barra libre (n= 24) y
cargada en un tiempo (n= 24) ha mostrado la
existencia de diferencias significativas (p < 0.01)
entre todas las variables comparadas.
Como hemos visto en la figura 71, los valores
medios y de desviación típica de los porcentajes
de peso en donde se localizan los valores más
altos de potencia media y pico son
significativamente diferentes entre los tres
ejercicios realizados.
• En press de banca plano la potencia media se
localiza sobre el 48.0%± 8.1% y la potencia
pico en el 45.1± 13.3% (ver tabla 25).
• En sentadilla paralela la potencia media se
localiza sobre el 57.8± 9.1% y la potencia pico
en el 59.7± 12.4% (ver tabla 37).
• En la cargada en un tiempo la potencia media
se localiza sobre el 85.6%± 16.2% y la
potencia pico en el 79.6%± 21.6% (ver tabla
49).
Al analizar la relación entre el porcentaje de la 1
MR y la potencia mecánica, agrupando los
porcentajes de peso en intervalos de a 10 unidades
porcentuales, las curvas resultantes muestran las
siguientes características:
En el press de banca plano, los valores más altos
de potencia media se localizan en el rango
comprendido entre el 41% y el 50%, mostrando
una zona de máxima eficiencia mecánica que se
extiende desde el 31% hasta el 60% de la 1 MR,
mientras que la potencia pico muestra los valores
más altos en el rango inferior, situado por debajo
del 31%, con una zona de máxima eficiencia
mecánica que llega hasta el 50% de la 1 MR (ver
figuras 158 y 159). La tendencia de esta población
a localizar los valores más altos de potencia
mecánica en las zonas inferiores, coincide con la
orientación de su entrenamiento específico, el cual
requiere movimientos muy explosivos para
movilizar su peso corporal en los gestos
específicos de la coreografía (Baker, 2001a; D.
Baker et al., 2001). No obstante, al comparar los
resultados de esta población con las mujeres de la
población 3, que realizan la misma especialidad
deportiva, éstas muestran una tendencia menos
marcada a localizar los valores más altos de
potencia media y pico en la zona inferior,
posiblemente por su menor nivel de fuerza
absoluta y relativa al peso corporal respecto a los
determinados en los varones de la población 6
(ver figura 51 en el apartado “Comparación de
los resultados obtenidos en los ejercicios,
analizados de forma conjunta, pero
diferenciando los momentos en donde se
realizaron las evaluaciones”). De esta forma, las
mujeres de la población 3 realizarán sus ejercicios
en la zona de fuerza máxima, tanto al utilizar
resistencias o pesas como al ejecutar las
ejercitaciones específicas, ya que cuando se
realizan fondos (que es un ejercicio muy aplicado
en esta disciplina deportiva) se moviliza entre el
66% al 75% del peso corporal dependiendo de
cómo se coloquen las manos durante los apoyos
(Gouvali & Boudolos, 2005; LaChance &
Hortobagyi, 1994). Este nivel de peso a vencer en
las mujeres del grupo 3 que mostraron un valor
medio de la 1 MR por kg de peso corporal en
press de banca plano de 0.8±0.2 (ver tabla 22)
determina, que al realizar los fondos de brazos,
movilicen un peso superior el 80% de su 1 MR y
por lo tanto estarían entrenando siempre en la
zona de fuerza máxima (ver tabla 17 en el
apartado 3.5 de los antecedentes), mientras que
los varones del grupo 6, que mostraron un valor
medio de 1 MR por kg de peso corporal de
1.2±0.2 entrenarían en el límite superior de la
zona de fuerza explosiva, ya que movilizarían
entre el 55% y el 62% de su 1 MR.
Según este razonamiento, el nivel de peso
utilizado o la zona de fuerza entrenada más
específicamente por cada una de las dos
poblaciones (varones o mujeres) con la misma
especialidad deportiva pero, con diferentes niveles
de fuerza, cuando movilizan una parte de su peso
corporal, abordan zonas de entrenamiento
distintas de modo, que los porcentajes en donde se
localizan los valores más altos de potencia pueden
localizarse en zonas ligeramente diferentes,
situándose hacia los pesos más bajos en el grupo
que entrena en la zona de fuerza explosiva
(varones) y en los pesos más altos en el grupo que
entrena en la zona de fuerza máxima (mujeres).
En la cargada en un tiempo, los valores más altos
de potencia media y pico en esta población, se
localizan en una zona más alta (comprendida entre
el 90% y el 99% de la 1 MR) respecto a la
encontrada en el análisis conjunto de la muestra,
mostrando una zona de máxima eficiencia muy
estrecha circunscrita a este rango de pesos (ver
figuras 158 y 159). Este comportamiento, es
coherente con la evolución del rendimiento de
éstos sujetos que realizaban siempre los gestos
con la mayor explosividad posible y mostraban un
dominio de la técnica de ejecución mucho más
elevado respecto a otras poblaciones, incluso a las
mujeres del grupo 3 que realizaban la misma
especialidad deportiva. Estas diferencias a favor
de una técnica más depurada en los varones
respecto a las mujeres para ejecutar ejercicios de
cadena cinética secuencial ha sido observada
también en investigaciones con levantadores
griegos de nivel nacional e internacional
(Gorgoulis et al., 2002).
En la sentadilla paralela los niveles más altos de
potencia media y pico muestran un
comportamiento descendente produciendo los
niveles más altos de potencia en los rangos
Figura 158. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia media en los tres ejercicios realizados por la población 6
(varones, competidores de fitness) tomando los resultados de los tres test de forma conjunta.
inferiores (localizados entre el 41% y el 50% de la
1 MR (ver figuras 158 y 159).
Estos resultados, son coherentes con el tipo de
entrenamiento explosivo, desarrollado por esta
población que incluso al trabajar con pesos libre
mostraban una fase de desaceleración final
inferior respecto a otras poblaciones como la 2
(varones opositores a policía) o la 5 (varones con
entrenamiento recreativo de fuerza y resistencia)
que ejecutaban los movimientos de una forma
mucho más controlada. No obstante, al observar
las relaciones establecidas entre el porcentaje de
peso y la potencia en sentadilla paralela, estas no
son coherentes con los resultados obtenidos por
los análisis de medias en los cuales se determina
una localización de los niveles más altos de
potencia (media y pico) en porcentajes muy altos,
incluso por encima del 50% de la 1 MR.
Esto se explica al observar la relación entre el
peso corporal y el nivel de la 1 MR, que en esta
población representó un 41.9%± 0.66,
41.22%±0.35% y 38.9%±0.35% de la 1 MR
absoluta, en el test 1, 2 y 3 respectivamente. De
hecho en las figuras 158 y 159, se observan
claramente como no se han realizado valoraciones
con los rangos de pesos inferiores, comprendidos
entre el 31% y el 40%. De este modo, podemos
afirmar que en esta población los pesos en donde
se alcanzan las potencias mecánicas más altas en
sentadilla paralela se localizan en las zonas de
pesos inferiores.
Figura 159. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia pico en los tres ejercicios realizados por la población 6 (varones,
competidores de fitness), tomando los resultados de los tres test realizados de forma conjunta.

El análisis anterior y los resultados comparados en
la figura 71, indican que la localización de los de
los valores más altos de potencia media y pico, es
significativamente diferente entre los tres
ejercicios realizados por esta población y por lo
tanto la mecánica de ejecución de cada ejercicio
ejercería una influencia fundamental sobre la
localización de los porcentajes de peso en donde
se expresan los valores de potencia.
Discusión de los resultados obtenidos en los
diferentes momentos de la temporada en la
población 6 (varones, competidores de fitness):
Los resultados obtenidos en cada uno de los
ejercicios realizados por esta población a lo largo
de la temporada (test 1, test 2 y test 3) han sido
presentados en las tablas 25 (press de banca plano
con barra libre), 37 (sentadilla paralela con barra
libre), y 49 (cargada en un tiempo). En la tabla
162 se resumen los resultados de la comparación
de los datos obtenidos en el test 1, el test 2 y el
test 3 en cada uno de los ejercicios realizados por
esta población.

Ejercicio Press de banca plano Sentadilla paralela Cargada en un tiempo

Variables 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1
1 MR abs NS NS NS NS NS NS NS NS NS
1 MR kp NS NS NS NS NS NS NS NS NS
PM ×* NS ×* NS NS NS NS NS NS
PM kp ת BS ת NS NS NS NS NS NS
PP NS NS NS NS NS NS NS NS NS
PP kp NS NS NS NS NS NS NS NS NS
loc % PM NS NS NS NS NS NS NS NS NS
Loc % PP NS NS NS NS NS NS NS NS NS
NS: No significativo, **p < 0.01, * p < 0.05, ª Tendencias no significativas p < 0.10, × Aumento, Ø disminución. 2 ≠
1: Comparación entre los resultados del test 2 con los del test 1, 2 ≠ 3: Comparación entre los resultados del test 2
con los del test 3, 3 ≠ 1: Comparación de los resultados del test 3 con los del test 1.1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kilogramo de peso corporal); PP: Potencia pico
(vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje
de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje
de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 162. Resultados de la comparación de los datos obtenidos entre los tres test realizados en cada ejercicio en la población 6
(varones, competidores de fitness).

De acuerdo éstos resultados, como se demuestra altos de potencia media y pico entre los diferentes
en las figuras 93, 94 y 95 del apartado 6.4.2.4, no momentos en los que se han realizado las
se han observado diferencias significativas entre evaluaciones.
los pesos en donde se localizan los valores más
Cuando se comparan las variaciones porcentuales
producidas en la fuerza máxima y en los pesos en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media y pico entre el test 1, el test 2 y el
test 3, en los tres ejercicios realizados,
independientemente de que se determinen
modificaciones estadísticamente significativas se
observan los siguientes comportamientos:
En press de banca plano, los niveles de la 1 MR
(absoluta y por kg de peso corporal)
prácticamente no se modifican, mientras que los
pesos en donde se localizan los valores más altos
de potencia media tienden a reducirse
especialmente en el test 3 respecto al 1 y al 2, y
aquellos en donde se manifiestan los valores más
altos de potencia pico muestran localizaciones
más elevadas en el test 2 y el 3 respecto al test 1
(ver figura 160).
Figura 160. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kilogramo de peso corporal (1 MR kp), así
como de los pesos en donde se localizan los valores más altos
de potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en press de
banca plano en los tres test realizados por la población 6
(varones, competidores de fitness, n= 8).
Los resultados obtenidos por esta población, en
press de banca plano indican que contrariamente a
lo esperado, las mejoras del rendimiento se
reflejaron más específicamente en las
modificaciones de la potencia mecánica media y
no tanto en los niveles de fuerza máxima (ver
tabla 25). Al margen del entrenamiento auxiliar
con pesos, el trabajo específico de esta población
comprendió movimientos explosivos, que
requieren altos niveles de fuerza (especialmente
relativa al peso corporal).
Por otro lado, en las competiciones de fitness el
aspecto que más puntúa no es precisamente la
coreografía sino el estético, que depende de lograr
elevados volúmenes y definiciones musculares,
por medio de entrenamientos desarrolladas en la
zona de fuerza resistencia con pesos altos y un
minucioso control dietético. De todas maneras, es
posible que en esta población al alcanzar el 1º y el
2º pico de rendimiento, se hayan producido
modificaciones en la composición corporal
(incrementos o mantenimiento de los niveles de
masa muscular y una reducción significativa de la
grasa corporal) que no se reflejaron en cambios
significativos del peso o el índice de masa
corporal, y que no hemos podido determinar al no
haber efectuado análisis antropométricos u otros
metodologías que nos permitieran observar
profundamente los cambios en esta variables
(Norton et al., 2000).
Por otro lado, el rendimiento específico en el
fitness de competición no se basa en alcanzar
valores extremos de fuerza máxima sino en
disponer de un nivel de fuerza “optimo” de modo
que la falta de esta capacidad no limite la
realización de los ejercicios específicos del
deporte y permita desarrollar con la mayor
eficiencia posible las ejercitaciones con el propio
peso corporal dentro de la zona de la fuerza
explosiva (comprendida entre el 30% y el 60% de
la 1 MR) (Murray & Brown, 2006; Siff, 2004;
Zatsiorsky, 1995). Al mismo tiempo, también se
debe alcanzar y mantener un elevado nivel de
desarrollo muscular y fuerza máxima, entrenando
en la zona de resistencia con pesos altos
(comprendida entre el 70% y el 80% de la 1 MR),
que en los sujetos muy entrenados, como los que
integraban esta población no alcanza a crear un
estimulo suficiente para inducir mejoras
significativas de los niveles de fuerza sino que
están destinados más que nada a mantenerla (Fry,
2004). La explicación anterior puede justificar las
tendencias observadas en la figura 160, ya que
como hemos mencionado anteriormente, el nivel
de la 1 MR por kilogramo de peso corporal de esta
población fue de 1.2 kilogramos por kg de peso,
que es suficiente para realizar los movimientos
con el propio peso dentro de la zona de fuerza
explosiva (Gouvali & Boudolos, 2005) y por lo
tanto, en este caso los beneficios debían centrarse
en mejorar la velocidad y potencia de las
ejercitaciones en lugar de incrementar la fuerza
máxima, ya que sus niveles eran los adecuados u
óptimos (Baker, 2001a; Verkhoshansky, 2002).
A diferencia de lo que sucede en el press de
banca, como puede observarse en la figura 161, en
la sentadilla paralela, los valores de la 1 MR
(absoluta y por kg de peso corporal) tienden a
incrementarse fundamentalmente en el test 3,
asociándose en este momento con una
disminución de los porcentajes de peso en donde
se manifiestan los valores más altos de potencia
media y pico. Estas modificaciones son
coherentes con los objetivos específicos de esta
población, cuyos sujetos debe mover con gran
eficiencia el peso corporal y realizan gran
cantidad de saltos y movimientos explosivos. El
rendimiento de estos deportistas se basa en
disponer de un nivel de fuerza suficiente, de modo
que el peso corporal o el porcentaje que sea
movilizado en cada una de las acciones
específicas del deporte, no represente una
sobrecarga muy elevada que exceda la zona de la
fuerza explosiva, para que de esta manera el
entrenamiento se centre en mejorar la velocidad y
potencia de los movimientos con porcentajes de
peso ligeros que a su vez, es en donde se deben
alcanzar los niveles de mayor eficiencia mecánica
al realizar los ejercicios específicos y de
entrenamiento (Baker, 2001a; Baker, 2001b).
Figura161. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp) y de los pesos
en que se localizan los valores más altos de potencia media
(% loc PM) y pico (% loc PP) en sentadilla paralela en los
tres test realizados durante el estudio en la población 6
(varones, competidores de fitness, n= 8).
En la cargada en un tiempo, se observa una
tendencia muy marcada a mejorar los niveles de la
1 MR absoluta, que se asocian a un incremento de
los porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia media y en menor
medida de los de potencia pico (ver figura 162).
Este comportamiento, es coherente con las
mejoras del dominio técnico experimentado por
los sujetos a medida que avanzaba la temporada, y
que condujo a lograr los niveles más altos de
potencia media en pesos cada vez más altos,
cercanos al 90% de la 1 MR (ver figura 95)
(Garhammer, 1993; Winchester et al., 2005).
Figura 162. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp) y de los pesos
en que se localizan los valores más altos de potencia media
(% loc PM) y pico (% loc PP) en cargada en un tiempo en
los tres test realizados por la población 6 (varones,
competidores de fitness, n= 8).
Población 7 (mujeres, jugadoras de voley de 1º
división, Cuba)
El análisis de la fuerza y potencia producida en
los dos ejercicios realizados por esta población:
sentadilla paralela con barra libre (n 24) y
press de hombros con barra por delante (n=
30) ha mostrado la existencia de diferencias
significativas (p < 0.01) en todas las variables
comparadas a excepción de los porcentajes de
peso en donde se localizan los valores más altos
de potencia media y pico (ver figura 67).
• En sentadilla paralela con barra libre la
potencia media se localiza sobre el 65.3%±
8.1% y la potencia pico en el 69.2± 10.0%,
(ver tabla 38).
• En press de hombros con barra por delante la
potencia media se localiza sobre el 65.5±
10.0% y la potencia pico en el 69.8± 16.2%
(ver tabla 26).
Al analizar la relación entre el porcentaje de la 1
MR y la potencia mecánica agrupando los
porcentajes de peso en intervalos de a 10 unidades
porcentuales, se observan los siguientes
comportamientos:
En sentadilla paralela, aunque las potencias
(media y pico) más altas, se localizan en un rango
de pesos intermedio, comprendido entre el 41% y
el 50%, que como puede observarse en las figuras
163 y 164, constituye el rango porcentual más
bajo evaluado en esta población, en donde, el peso
corporal representó porcentajes muy altos del
nivel de la 1 MR: 56.0%± 0.36%, 48.9%± 0.44%
y 48.0%±0.38% en el test 1, 2 y 3
respectivamente. De esta manera, aunque los
resultados del análisis de medias indiquen que las
potencias más altas se sitúan en pesos elevados
(65.3%± 8.1% y 69.2%± 10.0% en la potencia
media y la pico respectivamente) la relación
establecida entre el porcentaje de peso y la
potencia, en la sentadilla paralela demuestra que
los pesos en donde se alcanzan las potencias más
altas siempre se sitúan en los pesos inferiores
(Dugan et al., 2004; Naclerio et al., 2004; F. J.
Naclerio et al., 2005). Al igual de lo que sucede
en otras poblaciones, como en la 3 (mujeres
competidoras de fitness), la cantidad de casos
recogidos en el rango comprendido entre el 41%
al 50% de la 1 MR son muy escasos, sólo 4
(2.3%) y entre el 51% al 60% 18 (10.4%),
mientras que en los rangos subsiguientes se han
medido entre 25 y 30 casos (14.4% a 17.3%).
Debido a esto, existe una marcada tendencia a
localizar los pesos en donde se manifiestan las
potencias más elevadas sobre la zona inferior,
aunque las limitaciones causadas por la inclusión
del peso corporal como parte de la resistencia a
vencer y el nivel de la 1 MR, provoquen que el
análisis de medias arroje valores más elevados.
Con respecto al press de hombros con barra por
delante, las características de la relación entre el
porcentaje de peso y la potencia, fueron
explicadas en el apartado “Análisis de la relación
establecida entre el porcentaje de la 1 MR y la
potencia mecánica en los ejercicios evaluados.”,
correspondiente el análisis conjunto de la muestra.

Figura 163. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia media en los dos ejercicios realizados por la población 7
(mujeres, jugadoras de voley de 1º división, Cuba), tomando los resultados de los tres test de forma conjunta.

Figura 164. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia pico en los dos ejercicios realizados por la población 7 (mujeres,
jugadoras de voley de 1º división, Cuba), tomando los resultados de los tres test de forma conjunta.

El análisis anterior indica, que la localización de población (press de hombros con barra por delante
los de los valores más altos de potencia media y y sentadilla paralela con barra libre) no muestra
pico en los dos ejercicios realizados por esta diferencias significativas. Estos resultados, se
explican por los escasos niveles de fuerza población y no a una coincidencia cinemática o
mostrados por esta población en la sentadilla cinética entre los dos ejercicios.
paralela, ya que como se ha explicado
anteriormente, al incluir el peso corporal como Discusión de los resultados obtenidos en los
parte de la resistencia a vencer, este representa un diferentes momentos de la temporada en la
porcentaje de peso elevado que sumado al peso de población 7 (jugadoras de voley de 1º división,
la barra provoca que la mayoría de las jugadoras Cuba)
comiencen el test progresivo con porcentajes
incluso superiores al 51% de la 1 MR. Por lo Los resultados obtenidos en cada uno de los
tanto, al calcular los valores medios en donde se ejercicios realizados por la población 7 a lo largo
alcanzan los niveles más altos de potencia, aunque de la temporada (test 1, test 2 y test 3) han sido
estos se logren en los pesos más bajos, igualmente presentados en las tablas 26 (press de hombros
se corresponden con porcentajes intermedios o con barra por delante) y 38 (sentadilla paralela
altos, similares a los observados en el press de con barra libre).
hombros. De acuerdo a esto, creemos que la falta
de diferencias significativas entre la localización La tabla 163, resume los resultados de la
de los niveles más altos de potencia media y pico comparación de los datos obtenidos en el test 1, el
entre el press de hombros y la sentadilla paralela, test 2 y el test 3 en los dos ejercicios realizados
se debe fundamentalmente a los escasos niveles por la población 7.
de fuerza máxima, manifestados por esta
Ejercicio Press de hombros Sentadilla paralela
Variables 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1
1 MR abs Ø** NS ×** ×** NS ×**
1 MR kp Ø** NS ×** ×* NS ×**
PM Ø** ×** ×** NS ×* ×**
PM kp ×** NS ×** NS ×* ×**
PP ×** ×** ×** NS NS NS
PP kp ×** ×** ×** NS NS NS
loc % PM NS NS NS NS NS NS
Loc % PP NS NS NS NS NS NS
NS: No significativo, **p < 0.01, * p < 0.05, ª Tendencias no significativas p < 0.10, × Aumento, Ø disminución. 2 ≠
1: Comparación entre los resultados del test 2 con los del test 1, 2 ≠ 3: Comparación entre los resultados del test 2
con los del test 3, 3 ≠ 1: Comparación de los resultados del test 3 con los del test 1. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kilogramo por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM
kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico
(vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje
de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde e se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP:
Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 163. Resultados de la comparación de los datos obtenidos entre los tres test realizados en cada ejercicio en la población 7
(Mujeres, jugadoras de voley de 1º división, Cuba).

Como hemos podido observar en las figuras 96 y
97 del apartado 6.4.2.4, no se han determinado
diferencias significativas entre los pesos en donde
se localizan los valores más altos de potencia
media y pico, en ninguno de los dos ejercicios
realizados por esta población al comparar los
resultados obtenidos entre los diferentes
momentos en que se realizaron los test. De esta
menera, en esta población de mujeres jugadoras
de voley de 1º división, las mejoras en los valores
de la 1 MR observadas en el test 2 y el 3 respecto
al test 1, no se asocian con modificaciones
estadísticamente significativas en los porcentajes
de peso en donde se alcanzan los niveles más altos
de potencia media y pico.
Cuando se comparan las variaciones porcentuales
producidas en la fuerza máxima y en los pesos en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media y pico, entre el test 1, el test 2 y el
test 3, en los dos ejercicios realizados por esta
población, independientemente de que se
determinen modificaciones estadísticamente
significativas, se observan los siguientes
comportamientos:
En press de hombros con barra por delante las
mejoras en los niveles de la 1 MR (absoluta y por
kg de peso corporal), que se evidencian en el test
2 y en el 3 respecto al test 1 no se ven
acompañados por modificaciones importantes en
la localización de los valores más altos de la
potencia media y pico, ya que aunque exista una
tendencia a incrementar la localización de los
valores más altos de la potencia pico y a
descender la localización de los valores más altos
de potencia media, en el test 3 estos vuelven a
localizarse en zonas similares a las determinadas
en el test 1 (ver figura 165). Este comportamiento
es de esperar, ya que las mejoras del rendimiento
físico mostrado por esta población tanto en los
niveles de fuerza como en los de potencia, se
deben fundamentalmente a los aumentos de los
niveles de la 1 MR, cuyos bajos valores iniciales
limitan la producción de potencia mecánica (D.
Baker et al., 2001; F. J. Naclerio et al., 2005). Por
otro lado, aunque a lo largo de la temporada, se
logren aumentos significativos en los niveles de la
1 MR y de potencia mecánica media y pico
(absolutas y por kg de peso corporal), estas
mejoras no serían suficientes para alcanzar valores
de fuerza que se asocien con una disminución de
los porcentajes de peso en donde se manifiestan
los valores más altos de potencia (Baker, 2001b;
D. Baker & S Nance, 1999).
Figura 165. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp) y de los pesos
en que se localizan los valores más altos de potencia media
(% loc PM) y pico (% loc PP) sentadilla paralela en los tres
test realizados por la población 7 (jugadoras de voley, n= 8).
En la sentadilla paralela, los incrementos en los
niveles de la 1 MR producidos en los test 2 y 3
respecto al 1, se acompañan por una tendencia de
los valores más altos de potencia media y pico a
localizarse en porcentajes más bajos (ver figura
166).
Estas modificaciones, son coherentes con la
orientación específica del entrenamiento de esta
población, que aunque utilizó pesos inferiores al
70%, sus bajos niveles de fuerza al inicio de la
temporada, hacen posible que aún utilizando
pesos ligeros o medios, se logren incrementos
significativos de la fuerza máxima y la potencia
mecánica (Bompa, 1995; J. Cronin et al., 2003).
Por otro lado, el trabajo específico de saltabilidad
realizado con el tren inferior que tiene altas
similitudes mecánicas con el ejercicio de
sentadilla puede haber influido en la tendencia a
localizar los valores más altos de potencia hacia
las zonas inferiores en el test 2 y el 3 (Baker,
1996; Baker, 2001a; Verchoshansky & Lazarev,
1989).
Figura 166. Modificaciones del nivel de 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp) y de los pesos
en que se localizan los valores más altos de potencia media
(% loc PM) y pico (% loc PP) en press de hombros con
barra en los tres test realizados por la población 7
(jugadoras de voley, n= 10).
Población 8 (varones, jugadores de béisbol de
14 a 17 años, Cuba)
El análisis de la fuerza y potencia producida en
los dos ejercicios realizados por esta población:
press de banca plano con barra libre (n= 36) y
sentadilla paralela con barra libre (n= 30) ha
mostrado la existencia de diferencias
significativas (p < 0.01) en todas las variables
comparadas.
• En press de banca con barra libre la potencia
media se localiza sobre el 43.3%± 10.7% y la
potencia pico en el 37.4± 11.9%, (ver tabla
27).
• En sentadilla paralela con barra libre la
potencia media se localiza sobre el 58.0±
11.5% y la potencia pico en el 56.9± 11.1%
(ver tabla 39).
Al analizar la relación entre el porcentaje de la 1
MR y la potencia mecánica agrupando los
porcentajes de peso en intervalos de a 10 unidades
porcentuales, se observan los siguientes
comportamientos:
En press de banca plano, los pesos en donde se
alcanzan los valores más altos de potencia se
encuentran dentro del rango comprendido entre el
41% y el 50%, formando una zona de máxima
eficiencia mecánica que se extiende hasta el 60%
de la 1 MR. Este comportamiento es coherente
con el modo de entrenamiento realizado por esta
población, ya que además de entrenar con pesos
inferiores al 70% la especialidad deportiva exige
la realización de gestos explosivos (Murray &
Brown, 2006; Naclerio et al., 2004).
En sentadilla paralela, los niveles más altos de
potencia (media y pico), se localizan en un rango
de pesos intermedios, comprendidos entre el 41%
y el 50%, que como puede observarse en las
figuras 167 y 168 es el rango más bajo evaluado
en esta población cuyo peso corporal representó el
42.4%± 0.34%, 44.7%± 0.30% y 44.3%±0.48%
de la 1 MR absoluta en el test 1, 2 y 3
respectivamente. De esta manera, aunque los
resultados del análisis de medias indiquen que las
potencias más altas se sitúan en un rango de pesos
intermedio (58.0%± 11.5% y 56.9%± 11.1% en la
potencia media y la pico respectivamente), la
relación entre el porcentaje de peso y la potencia
establecida en este ejercicio, demuestra que los
pesos en donde se alcanzan las potencias más
altas, siempre se localizan sobre los pesos
inferiores (Dugan et al., 2004; Naclerio et al.,
2004; F. J. Naclerio et al., 2005). Como sucede en
Figura 167. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia media en los dos ejercicios realizados por la población 8
(varones, jugadores de béisbol, categoría 14 a 17 años, Cuba), tomando los resultados de los tres test de forma conjunta.
otras poblaciones, la cantidad de casos recogidos
en el rango comprendido entre el 41% al 50% de
la 1 MR son muy escasos, sólo 10 (4.2%)
mientras que en los rangos subsiguientes se han
medido entre 35 y 40 casos (15% a 17%). Debido
a esto, existe una marcada tendencia a localizar
los pesos en donde se manifiestan las potencias
medias y picos más elevadas en la zona inferior,
aunque las limitaciones causadas por la inclusión
del peso corporal como parte de la resistencia a
vencer y el nivel de la 1 MR, provocan que al
calcular los valores medios de los pesos en donde
se alcanzan los niveles más altos de potencia, se
obtengan resultados elevados, pero en realidad,
como se observa en la curva superior de las
figuras 167 y 168, siempre las potencias más
elevadas se producen con los porcentajes de peso
más bajos.
El comportamiento observado en la sentadilla
paralela es coherente con el tipo de entrenamiento
desarrollado por esta población, que utilizó pesos
inferiores al 70% de la 1 MR y realizaba una
actividad deportiva en donde predominan los
gestos explosivos ejecutados con pesos muy
ligeros o contra el propio peso corporal (Baker,
1996; McBride et al., 2002).
Figura 168. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia pico en los dos ejercicios realizados por la población 8 (varones,
jugadores de béisbol, categoría 14 a 17 años, Cuba), tomando los resultados de los tres test de forma conjunta.
El análisis anterior y los resultados comparados en Discusión de los resultados obtenidos en los
la figura 73, indican que la localización de los diferentes momentos de la temporada en la
valores más altos de potencia media y pico en los población 8 (varones, jugadores de béisbol, de
dos ejercicios realizados por esta población (press 14 a 17 años, Cuba)
de banca plano con barra libre y sentadilla
paralela con barra libre) muestra diferencias Los resultados obtenidos en cada uno de los
significativas y por lo tanto las diferencias en la ejercicios realizados por esta población a lo largo
ejecución mecánica de estos ejercicios de la temporada (test 1, test 2 y test 3) han sido
relacionadas con el empleo del tren superior o presentados en las tablas 27 (press de banca barra
inferior o los niveles de peso inicial, por delante) y 39 (sentadilla paralela con barra
significativamente más altos en el ejercicios de libre).
sentadilla podrían causar estas diferencias.
En la tabla 164 se resumen los resultados de la
comparación de los datos obtenidos entre el test 1,
el test 2 y el test 3 en los dos ejercicios realizados
por esta población.

Ejercicio Press de banca plano Sentadilla paralela

Variables 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1
1 MR abs NS ×** NS NS NS NS
1 MR kp NS NS NS NS NS NS
PM NS NS NS NS NS NS
PM kp NS ×* NS NS NS NS
PP NS NS NS NS NS ×*
PP kp NS NS NS NS NS ת
loc % PM NS NS NS NS NS NS
Loc % PP NS NS NS NS NS NS
NS: No significativo, **p < 0.01, * p < 0.05, ª Tendencias no significativas p < 0.10, × Aumento, Ø disminución. 2 ≠
1: Comparación entre los resultados del test 2 con los del test 1, 2 ≠ 3: Comparación entre los resultados del test 2
con los del test 3, 3 ≠ 1: Comparación de los resultados del test 3 con los del test 1. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kilogramo por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM
kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico
(vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje
de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje
de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 164. Resultados de la comparación de los datos obtenidos entre los tres test realizados en cada ejercicio en la población 8
(varones, jugadores de béisbol, de 14 a 17 años, Cuba).

De acuerdo éstos resultados, como se demuestra de potencia media y picoal comparar los tres test
en las figuras 98 y 99 del apartado 6.4.2.4, no se realizados durante el estudio. De este modo, en
han observado diferencias significativas entre los esta población de varones, jugadores de béisbol de
pesos en donde se localizan los valores más altos 14 a 17 años, las mejoras producidas en los
valores de la 1MR en sentadilla paralela, no se
asocian a variaciones estadísticamente
significativas en los porcentajes de peso en donde
se alcanzan los niveles más altos de potencia
media y pico.
Cuando se comparan las variaciones porcentuales
producidas en los niveles de fuerza máxima y en
los pesos en donde se localizan los valores más
altos de potencia media y pico entre el test 1, el
test 2 y el test 3, en los dos ejercicios realizados
por esta población, independientemente de que se
determinen modificaciones estadísticamente
significativas, se observan los siguientes
comportamientos:
En press banca plano con barra libre las
mejoras en los niveles de la 1 MR (absoluta y por
kg de peso corporal), que se evidencian en el test
2 y en el 3 respecto al test 1, se asocian a un
descenso de los porcentajes de peso en donde se
localizan los valores más altos de potencia media,
mientras que la potencia pico se mantiene en los
mismos pesos si se comparan los resultados
obtenidos en el test 2 y el 3 respecto al 1 (ver
figura 169). Este comportamiento, es de esperar
ya que el entrenamiento de esta población era
realizado con pesos inferiores al 70% de la 1 MR
y debido a su edad y nivel de rendimiento sería
suficiente para inducir aumentos en la fuerza y
potencia mecánica (Bompa, 2003; Weineck,
2005).
No obstante, no podemos explicar el
comportamiento de los pesos en donde se
manifiestan los valores más altos de la potencia
media (que tienden a bajar) y de la potencia pico
(que se mantienen respecto al test 1).
Figura 169. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en press de
banca plano con barra libre en los tres test realizados por la
población 8 (jugadores de béisbol, de 14 a 17 años, n = 12).
En la sentadilla paralela, los niveles de 1 MR
absoluta muestran una leve tendencia a mejorar,
mientras que los de la 1 MR por kilogramo de
peso corporal se mantienen relativamente estables
e incluso bajan. Por otro lado, la localización de
los pesos en donde se alcanzan los niveles más
altos de potencia, muestran una tendencia a subir
en el test 2 y el 3 respecto al test 1 (ver figura
170). Estas modificaciones, podrían deberse a las
características de los sujetos de esta población que
al estar en la tercera etapa de crecimiento, durante
las fases de entrenamiento físico tienden a
incrementar en mayor medida su masa corporal
respecto a la estatura, para luego en los periodos
de menor actividad física producir el mecanismo
inverso (Martin et al., 2005; Tittel, 1990). Por lo
tanto, aunque la fuerza absoluta mejora, los
aumentos paralelos de la masa corporal
compensan e incluso tienden a reducir los
incrementos de la fuerza relativa al peso corporal,
que tienen mucha más influencia para realizar
movimientos con el propio cuerpo como los que
se producen en las salidas de las carreras de
velocidad, los cambios de dirección u otros
movimientos que son comunes en el béisbol
(DeRenne, Ho, & Murphy, 2001; Jaric et al.,
2002; McEvoy & Newton, 1998).
La tendencia a localizar los pesos en donde se
logran los valores más altos de potencia mecánica
hacia zonas superiores, en el test 2 y el 3 respecto
al 1, podría deberse a la insistencia en realizar los
movimientos con la mayor velocidad posible, que
como se ha explicado anteriormente, provoca un
incremento de la aceleración inmediatamente
luego de superar la fase de mayor dificultad
mecánica, el cual se acentúa a medida que los
pesos se incrementan, permitiendo logar mayores
picos de velocidad y potencia en las fases finales
del ejercicio (Dugan et al., 2004). No obstante, en
esta población el aumento de la localización de los
valores más altos de potencia, también se ha
producido en la potencia media, posiblemente por
presentar valores de fuerza por kg de peso
corporal algo escasos.

Figura 170. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp) y de los pesos
en que se localizan los valores más altos de potencia media
(% loc PM) y pico (% loc PP) en sentadilla paralela con
barra en los tres test realizados por la población 8
(jugadores de béisbol de 14 a 17 años, n= 10).
Población 9 (varones, boxeadores o Posiblemente la caída de la potencia mecánica con
taekwondístas)
El análisis de la fuerza y potencia producida en
los tres ejercicios realizados por esta población:
press de banca con barra libre (n= 36);
sentadilla paralela con barra libre (n= 24) y
cargada en un tiempo (n= 39) ha mostrado la
existencia de diferencias significativas (p < 0.01)
en todas las variables comparadas entre el press de
banca con la sentadilla paralela y la cargada en un
tiempo. No obstante, entre la sentadilla paralela
y la cargada en un tiempo se observaron
diferencias en los niveles de 1 MR absoluta y por
kg de peso corporal, La potencia máxima media
(absoluta y por kg de peso corporal) y
Los porcentajes de peso, respecto a la 1 MR, en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media, pero no en la localización de los
valores más altos de potencia pico, que de todas
maneras mostraron una tendencia que no llega a
ser significativa (p = 0.064) (ver figura 74).
• En press de banca plano la potencia media se
localiza sobre el 52.14%± 12.1% y la potencia
pico en el 46.0± 12.5%, (ver tabla 28).
• En sentadilla paralela la potencia media se
localiza sobre el 61.3± 12.7% y la potencia
pico en el 69.1± 16.1% (ver tabla 40).
• En la cargada en un tiempo la potencia media
se localiza sobre el 85.9± 15.4% y la potencia
pico en el 79.5%± 20.8% (ver tabla 50).
Al analizar la relación entre el porcentaje de la 1
MR y la potencia mecánica, agrupando los
porcentajes de peso en intervalos de a 10 unidades
porcentuales, se observa el siguiente
comportamiento:
En el press de banca plano los valores más altos
de potencia media y pico se sitúan en el rango
comprendido entre el 41% y el 50%, mostrando
una zona de máxima eficiencia mecánica que en el
caso de la potencia media es muy amplia (va
desde el 31% hasta el 70% de la 1 MR) y en la
potencia pico es más estrecha (entre el 31% al
50% de la 1 MR) (ver figuras 171 y 172).
Este comportamiento, es contrario a lo esperado
en esta población que entrenó con pesos inferiores
al 70% y se caracteriza por la realización de
gestos con elevada potencia y velocidad de
movimiento en el tren superior, especialmente con
pesos muy ligeros.
los pesos inferiores al 31% se deba a que como la
aceleración transferida al peso en las primeras
fases del recorrido era muy elevada, la fase de
desaceleración se acentuaba causando una caída
exagerada de la velocidad y la potencia en la
mitad superior del rango de movimiento (Newton
& Kraemer, 1994; Newton et al., 1996).
En la cargada en un tiempo, los valores más
altos de potencia media y pico se sitúan entre el
71% y el 80%, determinando una zona muy
concreta (ver figuras 171 y 172). En este caso, la
localización de la zona de potencia obedece a lo
esperado ya que, aunque esta población entrenó
con pesos inferiores al 70% las características
cinéticas del ejercicio permiten mantener los
niveles de velocidad muy elevados aunque los
pesos se incrementen y por lo tanto las potencias
más altas siempre tienden a producirse en los
rangos de pesos superiores (Garhammer, 1993;
Garhammer, 1991; Kawamori et al., 2005).
En la sentadilla paralela, los niveles más altos de
potencia media y pico se localizan en zonas
intermedias o altas (comprendidas entre el 71% y
el 80% para la potencia media y entre el 61% y el
70% en la potencia pico) (ver curvas superiores de
las figuras 171 y 172). Estos resultados, aunque
son coherentes con el los valores obtenidos por el
análisis de medias, son también contrarios a lo
esperado para esta población, que como se ha
mencionado, se caracteriza por realizar
movimientos muy explosivos tanto en los
entrenamientos auxiliares con pesos, como en los
gestos específicos del deporte. Tal vez, la falta de
similitud mecánica entre los gestos específicos del
deporte con el ejercicio de sentadilla, junto a una
elevada desaceleración producida en las últimas
fases del gesto cuando se movilizan pesos bajos,
puedan haber causado este comportamiento
(Baker, 1996; Verchoshansky, 2001). Por otro
lado, en este caso no se puede responsabilizar,
como en otras poblaciones, a la falta de fuerza
relativa al peso corporal, como el factor
responsable asociado a una localización más
elevada de los valores más altos de potencia, ya
que si observamos la relación entre peso corporal
y el nivel de la 1 MR en esta población (42.5±
0.16, 41.75± y 39.75± 0.22, para el test 1, 2 y 3
respectivamente) observaremos que es similar a la
encontrada en otras poblaciones en donde se ha
establecido una curva descendente (ver figuras
132 y 133 de la población 1, opositores a
bombero, o las figuras 158 y 159 de la población
6, varones competidores de fitness). No obstante
los niveles de fuerza máxima absoluta, si fueron
más bajos en esta población respecto a las
mencionadas anteriormente, siendo posiblemente
este factor el que pueda estar relacionado a una
localización más alta o más bajo de los valores de
potencia media (Baker & Newton, 2005).
El análisis anterior, junto a los resultados
comparados en la figura 74, indica que la
localización de los de los valores más altos de
Figura 171. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia media en los tres ejercicios realizados por la población 9
(varones, boxeadores o taekwondístas), tomando los resultados de los tres test de forma conjunta.
potencia media en los tres ejercicios realizados
por esta población (press de banca plano con barra
libre, sentadilla paralela con barra libre y cargada
en un tiempo) es significativamente diferente y
por lo tanto en este caso, también la mecánica de
ejecución de los ejercicios es un factor de gran
importancia para determinar los pesos en donde se
logran los niveles de potencia más elevados. De
todos modos, cuando se observa la localización de
los valores máximos de potencia pico, vemos que
no se han observado diferencias significativas
entre la cargada en un tiempo y la sentadilla, (en
sólo se manifiesta una tendencia que no llego a ser
significativa). Esto puede explicarse por la alta
variabilidad observada en los dos ejercicios que
puede ser causada, en el caso de la sentadilla
paralela, por las diferencias de rendimiento
observadas entre los distintos integrantes de esta
población, cuyo rango de peso corporal osciló
entre 67 kg a 82 kg, siendo algunos integrantes
competidores de nivel nacional y otros de nivel
internacional. Mientras que en el caso de la
cargada en un tiempo, se deben considerar
también a las diferencias en el dominio técnico de
éste ejercicio (Winchester et al., 2005).
Figura 172. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia pico en los tres ejercicios realizados por la población 9 (varones,
boxeadores o taekwondístas), tomando los resultados de los tres test de forma conjunta.

Discusión de los resultados obtenidos en los presentados en las tablas 28 (press de banca plano
diferentes momentos de la temporada en la con barra libre), 40 (sentadilla paralela con barra
población 9 (varones, boxeadores o libre), y 50 (cargada en un tiempo). En la tabla
taekwondístas) 165 se resumen los resultados de la comparación
de los datos obtenidos en el test 1, el test 2 y el
Los resultados obtenidos en cada uno de los test 3 en cada uno de los ejercicios realizados por
ejercicios realizados por esta población a lo largo esta población.
de la temporada (test 1, test 2 y test 3) han sido

Ejercicio Press de banca plano Sentadilla paralela Cargada en un tiempo

Variables 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1
1 MR abs ×* NS ת ×* NS ×* ×* ×* ×*
1 MR kp ×* NS ת ×* NS ×* NS Ø* ×*
PM NS NS NS NS NS NS NS NS NS
PM kp NS NS NS NS NS NS NS NS NS
PP NS NS NS NS NS NS ×* NS NS
PP kp NS NS NS NS NS NS NS NS NS
Loc % PM NS NS NS NS NS NS NS NS NS
Loc % PP ت ת NS NS NS NS NS ×* NS
NS: No significativo, **p < 0.01, * p < 0.05, ª Tendencias no significativas p < 0.10, × Aumento, Ø disminución. 2 ≠
1: Comparación entre los resultados del test 2 con los del test 1, 2 ≠ 3: Comparación entre los resultados del test 2
con los del test 3, 3 ≠ 1: Comparación de los resultados del test 3 con los del test 1.1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kg por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp:
Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP
kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso,
respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 165. Resultados de la comparación de los datos obtenidos entre los tres test realizados en cada ejercicio en la población 9
(boxeadores o taekwondístas).

De acuerdo con estos resultados, en sentadilla porcentajes de pesos en donde se localizan los
paralela, no se producen modificaciones valores más altos de potencia media y pico (ver
estadísticamente significativas entre los figura 101) y tampoco se han visto diferencias en
la localización de los pesos en donde se producen
los valores más altos de potencia media en el
press de banca plano y en la cargada en un tiempo
(ver figuras 101 y 102) al comparar los resultados
de los tres test realizados a lo largo del estudio.
Aunque, cuando se considera la localización de
los valores más altos de potencia pico en cargada
en un tiempo vemos que su localización varía en
el test 3 respecto al test 2, aunque no se producen
variaciones respecto al test 1. De todas formas, si
consideramos que las modificaciones más
importantes del rendimiento debieran conseguirse
al comparar los resultados obtenidos al inicio de la
temporada respecto a los alcanzados en la fase
final, coincidiendo con el mayor pico de Figura 173. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
rendimiento, las modificaciones observadas en el MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
test 3 respecto al 2 no sería de gran importancia. potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en press de
banca plano en los tres test realizados por la población 9
Cuando se comparan las variaciones porcentuales (boxeadores o taekwondístas, n=12).
producidas en los niveles de fuerza máxima y en
los pesos en donde se localizan los valores más A diferencia de lo que sucede en el press de
altos de potencia media y pico entre el test 1, el banca, como puede observarse en la figura 174, en
test 2 y el test 3, en los tres ejercicios realizados, la sentadilla paralela los incrementos en los
independientemente de que se determinen niveles de la 1 MR absoluta, se asocian con un
modificaciones estadísticamente significativas, se aumento de los porcentajes de peso en donde se
observan los siguientes comportamientos: localizan los valores más altos de potencia pico,
mientras que los porcentajes en donde se
En press de banca plano, las mejoras en los manifiestan los niveles más elevados de potencia
valores de la 1 MR (absoluta y por kg de peso media tienden a disminuir.
corporal) observadas en el test 2 respecto al 1, se
asocian con una disminución de los porcentajes de Como se ha mencionado en los casos anteriores,
peso en donde se localizan los valores más altos esta tendencia se explica por la mayor aceleración
de potencia media y pico, pero luego, en el test 3 aplicada a la barra una vez que se supera la zona
esta tendencia se corrige no encontrándose de mayor dificultad mecánica durante la fase
modificaciones en la localización de los valores concéntrica de éste ejercicio (Dugan et al., 2004;
más elevados de potencia media y pico respecto a Rahmani et al., 2002).
las observadas en el test 1 (ver figura 173).
Posiblemente, en esta población a pesar de
realizar un entrenamiento con pesos inferiores al
70% de la 1 MR, los beneficios del entrenamiento
físico se produjeron fundamentalmente sobre la
fuerza máxima y no tanto sobre los de potencia,
en donde tampoco se observaron modificaciones
muy claras en la localización de sus valores más
altos.

Figura 174. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1

MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en sentadilla
paralela en los tres test realizados por la población 9
(Boxeadores o taekwondístas, n= 8).
En la cargada en un tiempo, las mejoras en el
nivel de la 1 MR se asocian a incremento de la
localización de los valores más altos de potencia
media y pico (ver figura 175), causadas
fundamentalmente por las mejoras en la técnica de
ejecución de este ejercicio (Santos et al., 2004;
Winchester et al., 2005).
Figura 175. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (%loc PM) y pico (%loc PP) en cargada en 1
tiempo en los tres test realizados por la población 9
(boxeadores o taekwondístas, =13).
Población 10 (varones, practicantes de lucha
libre y grecoromana de 14 a 17 años, Cuba)
El análisis de la fuerza y potencia producida en
los dos ejercicios realizados por esta población:
press de banca plano con barra libre (n= 21) y
sentadilla paralela con barra libre (n= 18) ha
mostrado la existencia de diferencias
significativas (p < 0.01) en todas las variables
comparadas.
• En press de banca con barra libre la potencia
media se localiza sobre el 47.0%± 14.1% y la
potencia pico en el 41.1± 12.3%, (ver tabla
29).
• En sentadilla paralela con barra libre la
potencia media se localiza sobre el 61.7±
6.8% y la potencia pico en el 63.1± 9.3% (ver
tabla 41).
Al analizar la relación entre el porcentaje de la 1
MR y la potencia mecánica, agrupando los
porcentajes de peso en intervalos de a 10 unidades
porcentuales, se observan los siguientes
comportamientos:
En press de banca plano, los pesos en donde se
alcanzan los valores más altos de potencia media
y pico se encuentran dentro del rango
comprendido entre el 31% y el 40% formando, en
el caso de la potencia media, una zona de máxima
eficiencia mecánica que se extiende desde los
pesos más bajos (inferiores al 31%) hasta el 70%
de la 1 MR, mientras que en la potencia pico, la
zona se circunscribe al rango comprendido entre
el 31% y el 40% de la 1 MR (ver figuras 176 y
177). Según este análisis, gran parte de la
población manifiesta los máximos valores de
potencia media y pico por debajo del 40% de la 1
MR.
Este comportamiento, aunque es coherente con el
modo de entrenamiento realizado por esta
población (que utilizó pesos iguales o inferiores al
70%), podría no ser el esperado para su
especialidad deportiva, que se caracteriza por la
aplicación de elevados niveles de fuerza con
velocidades relativamente altas y por la capacidad
de repetir estos esfuerzos con la mayor eficiencia
posible un número elevado de veces (Hasegawa et
al., 2002; Pulkkinen, 2001). Aunque, de todos
modos las acciones específicas de este deporte
incluyen en mayor medida movimientos de
tracción respecto a los de extensión, y por lo tanto
no mostrarían una mecánica muy similar con el
ejercicio de press de banca (Callan et al., 2000;
Pulkkinen, 2001).
En sentadilla paralela, los niveles más altos de
potencia mecánica se sitúan en rangos de pesos
intermedios, comprendidos entre el 51% y el 60%,
en el caso de la potencia media y entre el 61% y el
70% en la potencia pico, mostrando una curva con
una tendencia parabólica (ver figuras 176 y 177).
Este comportamiento, puede explicarse por el tipo
de entrenamiento específico realizado por esta
población, que aunque en el caso de los ejercicios
auxiliares con pesos, se respetaron las
indicaciones mencionadas en el apartado 5.1.6, la
orientación específica del entrenamiento de éstos
sujetos estaba destinada hacia la zona de la fuerza
resistencia, realizando gran parte de las sesiones
de entrenamiento con ejercicios específicos en los
que se movilizaba el propio peso corporal o el de
los oponentes. Por otro lado, aunque la relación
determinada entre el porcentaje de peso y la
potencia, en sentadilla paralela no muestra una
tendencia tan descendente como la observada en
otras poblaciones (1, de aspirantes a bomberos o
la 6, de competidores de fitness) debe destacarse
que los niveles de potencia media producidos con
los pesos más bajos no se diferencian en más de
un 10% de los valores máximos alcanzados en el
rango comprendido entre 51% y el 60% de la 1
MR y por lo tanto configuran una zona de máxima
eficiencia mecánica orientada hacia los pesos
inferiores. En el caso de la potencia pico aunque
la zona se desplaza hacia el centro de la curva (ver
figura 177), al igual que en otros casos, es posible
que la mayor aceleración aplicada a la resistencia
luego de superar la fase de máxima dificultad
mecánica permita alcanzar mayores valores de
potencia pico hacia las ultimas fases del
movimiento, especialmente cuando se movilizan
pesos moderados a altos (Dugan et al., 2004;
Rahmani et al., 2002).
En esta población el peso corporal representó el
41.7%± 0.35%, 40.0%± 0.57% y 40.3%±0.71%
del nivel de 1 MR absoluta, en el test 1, 2 y 3
respectivamente y por lo tanto aunque, los
resultados del análisis de medias indiquen que las
potencias más altas se sitúan en un rango de pesos
intermedios, ligeramente superior al 60% de la 1
MR (ver tabla 41), al observar las curvas
superiores de las figuras 176 y 177 se demuestra
que la tendencia de esta población es a localizar
los valores más altos de potencia media en una
zona ligeramente inferior respecto de los valores
medios, aunque en el caso de la potencia pico se
situarían en el mismo nivel.

Figura 176. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia media en los dos ejercicios realizados por la población 10
(varones, practicantes de lucha libre y grecoromana, categoría 14 a 17 años, Cuba), tomando los resultados de los tres test de forma
conjunta.

Figura 177. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia pico en los dos ejercicios realizados por la población 10 (varones,
practicantes de lucha libre y grecoromana, categoría 14 a 17 años, Cuba), tomando los resultados de los tres tests de forma
conjunta.

El análisis anterior y los resultados comparados en
la figura 75, indican que la localización de los de
los valores más altos de potencia media y pico en
los dos ejercicios realizados por esta población
(press de banca plano con barra libre y sentadilla
paralela con barra libre) muestra diferencias
significativas. De este modo, las diferencias en la
ejecución de estos dos ejercicios (uno realizado
con el tren superior y el otro con l tren inferior)
podrían ejercer una influenza importante sobre la
localización de los pesos en donde se expresan las
potencias más elevadas.

Discusión de los resultados obtenidos en los
diferentes momentos de la temporada en la
población 10 (varones, practicantes de lucha
libre y grecoromana de 14 a 17 años, Cuba)
Los resultados obtenidos en los dos ejercicios
realizados por esta población a lo largo de la
temporada (test 1, test 2 y test 3) han sido
presentados en las tablas 29 (press de banca barra
por delante) y 41 (sentadilla paralela con barra
libre).
En la tabla 166 se resumen los resultados de la
comparación de los datos obtenidos en el test 1, el
test 2 y el test 3 en los dos ejercicios realizados
por esta población.

Ejercicio Press de banca plano Sentadilla paralela

Variables 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1
1 MR abs NS NS NS ×* ת ×*
1 MR kp NS NS NS NS NS NS
PM ×* NS ×* ×* ×* ×*
PM kp ×* NS ×* ×* NS ת
PP ×* NS ת NS NS ת
PP kp ×* NS NS NS NS ×*
loc % PM NS NS NS NS NS NS
Loc % PP NS NS NS NS NS NS
NS: No significativo, **p < 0.01, * p < 0.05, ª Tendencias no significativas p < 0.10, × Aumento, Ø disminución. 2 ≠
1: Comparación entre los resultados del test 2 con los del test 1, 2 ≠ 3: Comparación entre los resultados del test 2
con los del test 3, 3 ≠ 1: Comparación de los resultados del test 3 con los del test 1. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kilogramo por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM
kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico
(vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje
de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje
de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 166. Resultados de la comparación de los datos obtenidos entre los tres test realizados en cada ejercicio por la población 10
(varones, practicantes de lucha libre y grecoromana de 14 a 17 años, Cuba).

De acuerdo con éstos resultados, como se
demuestra en la figuras 103 y 104 del apartado
6.4.2.4, no se han observado diferencias
significativas entre los pesos en donde se
localizan los valores más altos de potencia media
y pico entre los diferentes momentos en que
fueron realizados los test.
Cuando se comparan las variaciones porcentuales
producidas en los niveles de fuerza máxima y en
los pesos en donde se alcanzan los valores más
altos de potencia media y pico entre el test 1, el
test 2 y el test 3, en los dos ejercicios realizados
por esta población, independientemente de que se
determinen modificaciones estadísticamente
significativas, se observan los siguientes
comportamientos:
respuesta obtenida en esta población es contraria a
la esperada, ya que por la edad de los sujetos (que
se encontraban en la última etapa de su desarrollo)
y el modo de actividad específica (más orientada
hacia la resistencia de fuerza) era de esperar que
se hubieran producido mayores incrementos en la
fuerza máxima y no tanto en los de la potencia
mecánica (Bompa, 2003; Martin et al., 2001).
Por otro lado, como sucede en la población 8,
(que estaba integrada por sujetos de la misma
edad, pero pertenecientes a otra especialidad
deportiva), no podemos explicar el
comportamiento de los pesos en donde se
localizan los valores más altos de potencia media
y pico.

En press banca plano con barra libre existen

sólo ligeras modificaciones en los valores de la 1
MR absoluta y por kg de peso corporal que se
asocian a una disminución de la localización de
los pesos en donde se alcanzan los valores más
altos de potencia media y pico, especialmente en
el test 2 respecto al test 1, ya que en el test 3 se
vuelven a localizar en una zona próxima a la
encontrada en el test 1 (ver figura 178). La

Figura 178. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en press de
banca plano con barra libre en los tres test realizados por la
población 10 (varones, practicantes de lucha libre y
grecoromana, de 14 a 17 años Cuba, n= 7).
A diferencia de lo que sucede en el press de de
banca plano, como puede observarse en la figura
179, en la sentadilla paralela, los incrementos en
los niveles de la 1 MR (absoluta y por kg de peso
corporal) se asocian a un aumento de los
porcentajes de peso en donde se sitúan los niveles
más altos de potencia, los cuales se hacen más
evidentes cuando se comparan los resultados del
test 2 y el 3 respecto a los encontrados en el test 1.
Estas modificaciones en sentido contrario a lo
esperado, o al menos a la estimada de acuerdo a la
información proporcionada por diversas
investigaciones, en las que se menciona que la
localización de los pesos en donde se logran las
potencias más altas tiende a bajar a medida que
los niveles de fuerza máxima se incrementan
(Baker, 2001b; D. Baker et al., 2001; D. Baker et
al., 2001; Cronin & Sleivert, 2005), podría
deberse al nivel de rendimiento de los sujetos, que
eran jóvenes de 14 a 17 años, estaban en pleno
proceso de desarrollo y no habían llegado a
entrenar específicamente para mejorar la fuerza
explosiva, ya que su entrenamiento había estado
orientado hacia la mejora de los niveles de fuerza
por medio de un entrenamiento realizado
fundamentalmente en la zona de fuerza resistencia
utilizando pesos medios, cuyos beneficios, no
suelen manifestarse por una reducción de los
porcentajes de peso en donde se localizan los
niveles de potencia máxima, sino por una
estabilización de estos pesos en la zona más
comúnmente entrenada (Baker, 2001b).
Figura 179. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en sentadilla
paralela con barra en los tres test realizados por la
población 10 (varones, practicantes de lucha libre y
grecoromana, de 14 a 17 años, Cuba n= 6).
Población 11 (mujeres, jugadoras de sóftbol de
1º división, Cuba)
El análisis de la fuerza y potencia producida en
los dos ejercicios realizados por esta población:
press de banca plano con barra libre (n= 24) y
sentadilla paralela con barra libre (n= 27) ha
mostrado la existencia de diferencias
significativas (p < 0.01) en todas las variables
comparadas.
• En press de banca con barra libre la potencia
media se localiza sobre el 56.9%± 14.6% y la
potencia pico en el 52.0± 16.2%, (ver tabla
30).
• En sentadilla paralela con barra libre la
potencia media se localiza sobre el 67.4±
5.6% y la potencia pico en el 68.6± 9.73%
(ver tabla 42).
Al analizar la relación entre el porcentaje de la 1
MR y la potencia mecánica, agrupando los
porcentajes de peso en intervalos de a 10 unidades
porcentuales, se observan los siguientes
comportamientos:
En press de banca plano los pesos en donde se
localizan los valores más altos de potencia media
se encuentran entre el 51% y el 60% de la 1 MR,
determinando una zona muy concreta y localizada
(ver figura 180). En el caso de la potencia pico,
los pesos en donde se producen sus valores más
altos, se sitúan en el rango comprendido entre el
31% y el 40%, determinando una zona que se
extiende hacia los pesos superiores y llega hasta el
60% de la 1 MR (ver figura 181).
Este comportamiento, aunque es coherente con el
modo de entrenamiento realizado por esta
población (que utilizó pesos inferiores o iguales al
70% de la 1 MR) podría no ser el esperado para la
especialidad deportiva, que se caracteriza por
acciones muy explosivas contra pesos muy ligeros
(lanzamientos de pelotas de sóftbol) (Crewther et
al., 2005).
En sentadilla paralela, los niveles más altos de
potencia mecánica media y pico, se sitúan entre el
51% y el 60% del valor de la 1 MR, que como
puede observarse en las figuras 180 y 181, es el
rango de pesos más bajo evaluado en esta
población, cuyo peso corporal representó el
51.1%± 0.51%, 51.9%± 0.60% y 51.3%±0.58%
de la 1 MR absoluta, en el test 1, 2 y 3
respectivamente. De acuerdo con esto, aunque los
resultados del análisis de medias, indiquen que las
potencias más altas se sitúan en un rango de pesos
medio a alto, ligeramente por debajo del 70% de
la 1 MR (ver tabla 6.41), la relación entre el
porcentaje de peso y la potencia mostrada por esta
población es claramente descendente ya que los
pesos en donde se alcanzan las potencias
mecánicas más altas se localizan en la zona
inferior (Dugan et al., 2004; Naclerio et al., 2004).
La explicación a estas diferencias entre los
Figura 180. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia media en los dos ejercicios realizados por la población 11
(mujeres, jugadoras de sóftbol de 1º división, Cuba), tomando los resultados de los tres test de forma conjunta.
resultados del análisis de medias y la relación
establecida entre el porcentaje de peso y la
potencia, como ha sucedido en otras poblaciones,
radica en la cantidad de casos recogidos en el
rango comprendido entre el 51% y el 60% de la 1
MR, que sólo fueron 13 (7.8%), mientras que en
los rangos subsiguientes se han medido entre 25 y
30 casos (15% a 18%). Debido a esto, al igual que
sucede en el análisis conjunto de la muestra o
también en la población 8 integrada por jóvenes
jugadores de béisbol, existe una marcada
tendencia a localizar los pesos en donde se
manifiestan las potencias más elevadas en la zona
inferior, aunque las limitaciones causadas por la
inclusión del peso corporal como parte de la
resistencia a vencer y el bajo nivel de fuerza de
esta población, provoca que los valores medios se
sitúen en porcentajes superiores.
Los resultados obtenidos por esta población en la
sentadilla paralela, son coherentes con el tipo de
entrenamiento de fuerza realizado (utilizando
pesos inferiores o iguales al 70% de la 1 MR) y
las acciones específicas del deporte, que se
caracterizan movimientos explosivos utilizando el
propio peso corporal o elementos muy ligeros
(Baker, 1996; McBride et al., 2002).
Figura 181. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia pico en los dos ejercicios realizados por la población 11 (mujeres,
jugadoras de sóftbol de 1º división, Cuba), tomando los resultados de los tres test de forma conjunta.

El análisis anterior y los resultados comparados en
la figura 76, indican que la localización de los de
los valores más altos de potencia media y pico en
los dos ejercicios realizados por esta población
(press de banca plano con barra libre y sentadilla
paralela con barra libre) muestra diferencias
significativas y por lo tanto, al igual que en el
caso anterior, las diferencias en la ejecución de
estos dos ejercicios (uno realizado con el tren
superior y otro con el tren inferior) ejercen una
influencia importante sobre la localización de los
porcentajes de peso en donde se alcanzan los
valores más elevados de potencia mecánica.
Discusión de los resultados obtenidos en los
diferentes momentos de la temporada en la
población 11 (mujeres, jugadoras de sóftbol de
1º división, Cuba)
Los resultados obtenidos en cada uno de los
ejercicios realizados por esta población a lo largo
de la temporada (test 1, test 2 y test 3) han sido
presentados en las tablas 30 (press de banca plano
con barra libre) y 42 (sentadilla paralela con barra
libre). En la tabla 167 se resumen los resultados
de la comparación de los datos obtenidos en el test
1, el test 2 y el test 3 en los dos ejercicios
realizados por esta población.

Ejercicio Press de banca plano Sentadilla paralela

Variables 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1
1 MR abs NS NS ×* NS NS NS
1 MR kp NS NS NS NS NS NS
PM NS NS ×* ×* NS ×*
PM kp NS NS ×* ×* NS ×*
PP NS NS NS ×* NS ×*
PP kp NS NS NS ×* NS ×*
loc % PM Ø* NS Ø* NS NS NS
Loc % PP NS NS Ø* NS NS NS
NS: No significativo, **p < 0.01, * p < 0.05, ª Tendencias no significativas p < 0.10, × Aumento, Ø disminución. 2 ≠
1: Comparación entre los resultados del test 2 con los del test 1, 2 ≠ 3: Comparación entre los resultados del test 2
con los del test 3, 3 ≠ 1: Comparación de los resultados del test 3 con los del test 1. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kilogramo por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM
kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico
(vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje
de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje
de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 167. Resultados de la comparación de los datos obtenidos entre los tres test realizados en cada ejercicio en la población 11
(Mujeres, jugadoras de sóftbol de 1º división, Cuba).

Estos resultados, demuestran que en la sentadilla entre los tres momentos en que fueron realizados
paralela no se han producido variaciones los tests.
significativas en la localización de los valores más
altos de potencia media y pico (ver figura 106)
No obstante, en el caso del press de banca plano,
sí se ha determinado una disminución significativa
de los porcentajes de peso en donde se alcanzan
los valores más altos de potencia media y pico al
comparar los tres momentos en que fueron
realizados los test, siendo más baja, en el caso de
la potencia media, en el test 3 con respecto al 1 y
en la potencia pico en el test 3 y el 2 con resecto
al 1.
Cuando se comparan las variaciones porcentuales
producidas en los niveles de fuerza máxima y en
los pesos en donde se localizan los valores más
altos de potencia media y pico entre el test 1, el
test 2 y el test 3, en los dos ejercicios realizados
por esta población, independientemente de que se
determinen modificaciones estadísticamente
significativas, se observan los siguientes
comportamientos:
En press banca plano con barra libre se
distinguen mejoras en el valor de la 1MR
(fundamentalmente absoluta y en menor medida
con relación al peso corporal), que como se
observa claramente en la figura 182, se asocian
con una disminución de la localización de los
pesos en donde se alcanzan los valores más altos
de potencia media y pico. La respuesta obtenida
en esta población es coherente con la esperada, ya
que el entrenamiento de fuerza con ejercicios
auxiliares fue realizado con porcentajes inferiores
iguales al 70% de la 1 MR, lo cual junto a las
características del deporte deben favorecer el
desarrollo de la velocidad y potencia de
movimiento (Baker, 2001b). No obstante, el bajo
nivel de fuerza observado en las jugadoras de esta
población (ver tabla 30) puede ser una de las
causas por las cuales aún, utilizando pesos
inferiores al 70% se hallan inducido mejoras
significativas en la fuerza máxima (Bompa, 2003;
Fry, 2004).
Por otra parte, debemos recordar que la
movilización de pesos inferiores al 70% de la 1
MR con altas velocidades de desplazamiento,
permite abordar la zona de entrenamiento de la
fuerza potencia o de la resistencia de fuerza
potencia (Naclerio, 2005; Naclerio & Jiménez,
2005). Este entrenamiento auxiliar conjuntamente
con los ejercicios específicos de éste deporte (que
comprende la realización de lanzamientos de
objetos muy ligeros) predispone al sistema
neuromuscular a orientar sus adaptaciones hacia
los movimientos con velocidades muy elevadas y
por lo tanto causar una disminución en la
localización de los pesos en donde se alcanzan los
valores de potencia más altos (Baker, 2001a;
Moritani, 2002). Este tipo de adaptación se vería
reforzada, en este caso particular, por las elevadas
coincidencias mecánicas que existen entre el
lanzamiento de la pelota de sóftbol y la
realización del ejercicio de press de banca con
altas velocidades de movimiento (DeRenne et al.,
2001). El hecho de que este tipo de adaptaciones
no se hayan producido en otras poblaciones puede
deberse precisamente a las diferencias mecánicas
existentes entre los gestos específicos de cada
deporte y los ejercicios de entrenamiento
utilizados en cada caso, aunque posiblemente el
bajo nivel de fuerza máxima absoluta de esta
población sea el factor que más se relacione con el
aumento de la fuerza y la disminución simultánea
de la localización de los valores más altos de
potencia observada durante el ciclo de
entrenamiento (aproximadamente 46 semanas)
(Baker & Newton, 2005; Kuznetsov, 1989;
Verchoshansky, 2001; Verchoshansky & Lazarev,
1989).
Figura 182. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en press de
banca plano con barra libre en los tres test realizados por la
población 11 (jugadoras de sóftbol de 1º división, n= 8).
En la sentadilla paralela los incrementos en los
valores de la 1 MR (más que nada absoluta), se
asocian a una disminución de la localización de
los pesos en donde se alcanzan los niveles más
altos de potencia pico, mientras que la potencia
media tiende a mantenerse en una zona similar a
la determinada en el test 1 (ver figura 183). Estas
modificaciones, son coherentes con el tipo de
entrenamiento aplicado, ya que como se ha
mencionado anteriormente en este tipo de
especialidad deportiva, se hace mucho hincapié en
el desarrollo de altos niveles de velocidad y
potencia de movimiento. No obstante, es de
destacar que el nivel de fuerza mostrado por las
jugadoras de este equipo, fue muy bajo y por lo
tanto los ejercicios como la sentadilla en que el
peso corporal determina una gran parte de la
resistencia movilizada provoca, que los esfuerzos
se orienten hacia la zona de fuerza potencia en
lugar de la fuerza explosiva (Naclerio, 2005;
Naclerio & Jiménez, 2005).
Figura 183. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en sentadilla
paralela en los tres test realizados por la población 11
(jugadoras de sóftbol de 1º división, n= 9).
Población 12 (mujeres, practicantes de
taekwondo de 14 a 16 años, Cuba)
El análisis de la fuerza y potencia producida en
los dos ejercicios realizados por esta población:
press de banca plano con barra libre (n= 21) y
sentadilla paralela con barra libre (n= 30) ha
mostrado la existencia de diferencias
significativas (p < 0.01) en todas las variables
comparadas.
• En press de banca con barra libre la potencia
media se localiza sobre el 49.8± 9.7% y la
potencia pico en el 46.1± 11.9%, (ver tabla
31).
• En sentadilla paralela con barra libre la
potencia media se localiza sobre el 66.2±
7.2% y la potencia pico en el 67.8± 9.9% (ver
tabla 43).
Al analizar la relación entre el porcentaje de la 1
MR y la potencia mecánica agrupando los
porcentajes de peso en intervalos de a 10 unidades
porcentuales, se observan los siguientes
comportamientos:
En press de banca plano, los pesos en donde se
expresan los valores más altos de potencia media
se encuentran dentro del rango comprendido entre
el 51% y el 60% de la 1 MR, pero determinando
una zona de máxima eficiencia mecánica que se
dirige hacia los pesos inferiores (ver figura 184).
En el caso de la potencia pico, los pesos en donde
se alcanzan los valores más altos se sitúan en el
rango inferior, con pesos incluso más bajos del
31% del nivel de la 1 MR (ver figura 185). Este
comportamiento es coherente con el modo de
entrenamiento de fuerza realizado por esta
población (que utilizó pesos inferiores o iguales al
70% de la 1 MR) y las acciones específicas de
éste deporte que se caracterizan por movimientos
muy explosivos con escasa resistencia a vencer
(solamente los propios segmentos caporales del
mismo sujeto), que desde el punto de vista
fisiológico depende fundamentalmente de las
capacidades de velocidad de movimiento o
rapidez (Siff, 2004; Verkhoshansky, 2002;
Zatsiorsky, 1995).
En sentadilla paralela, los niveles más altos de
potencia mecánica media y pico, se sitúan en la
zona de pesos comprendida entre el 51% y el 60%
de la 1 MR, que como puede observarse en las
figuras 184 y 185 es el rango más bajo evaluado
en esta población, cuyo peso corporal representó
el 50.2%± 0.55%, 47.7%± 0.54% y 48.8%±0.59%
de la 1 MR absoluta, en el test 1, 2 y 3
respectivamente. De acuerdo con esto, aunque los
resultados del análisis de medias indiquen que las
potencias más altas se sitúan en un rango de pesos
medios a altos (entre el 60% y el 70% de la 1 MR)
(ver tabla 43) la relación entre el porcentaje de
peso y la potencia establecida en esta población es
claramente descendente, ya que los pesos en
donde se alcanzan las potencias mecánicas más
altas siempre se localizan en la zona inferior
(Dugan et al., 2004; Naclerio et al., 2004). La
explicación de las diferencias encontradas entre
los resultados del análisis de medias y los de la
relación entre el porcentaje de peso y la potencia,
como ha sucedido en otras poblaciones, radica en
la cantidad de los datos recogidos en el rango
comprendido entre el 51% y el 60%, que sólo
fueron 14 (7.2%), mientras que en los rangos
subsiguientes se han medido entre 33 y 37 casos
(17% a 19%). Debido a esto, al igual que sucede
en el análisis conjunto de la muestra o en los
resultados observados en la población 11 de
jugadoras de sóftbol, existe una marcada
tendencia a localizar los pesos en donde se sitúan
las potencias medias y picos más elevadas en la
zona inferior, aunque las limitaciones causadas
por la inclusión del peso corporal como parte de la
resistencia a vencer y el bajo nivel de fuerza de
esta población provoque que los valores medios se
desplacen hacia una zona más alta. No obstante,
como se demuestra la curva superior de las figuras
184 y 185, las potencias más altas siempre se
logran los pesos más bajos.
Los resultados obtenidos por esta población, en
sentadilla paralela son coherentes con el tipo de
entrenamiento realizado (utilizando pesos
inferiores o iguales al 70% de la 1 MR) y la
actividad deportiva específica, con alta cantidad
de gestos explosivos en los que se moviliza
fundamentalmente el propio peso corporal (Baker,
1996; McBride et al., 2002).

Figura 184. Relación entre el porcentaje de la 1 MR la potencia media en los dos ejercicios realizados por la población 12
(mujeres, taekwondístas de de 14 a 16 años, Cuba), considerando los tres tests de forma conjunta.

Figura 185. Relación entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia pico en los dos ejercicios realizados por la población 12 (mujeres,
taekwondístas de 14 a 16 años, Cuba), considerando los tres tests de forma conjunta.

El análisis anterior y los resultados comparados en

la figura 77, indican que la localización de los
valores más altos de potencia media y pico en los
dos ejercicios realizados por esta población (press
de banca plano y sentadilla paralela, con barra
libre) muestran diferencias significativas. De esta
manera, las diferencias en la ejecución mecánica
de estos dos ejercicios influencian de forma
importante la localización de los porcentajes de
peso en donde se alcanzan los niveles superiores
de potencia.
Discusión de los resultados obtenidos en los
diferentes momentos de la temporada en la
población 12 (mujeres, taekwondístas, de 14 a
16 años, Cuba)
Los resultados obtenidos en cada uno de los
ejercicios realizados por esta población a lo largo
de la temporada (test 1, test 2 y test 3) han sido
presentados en las tablas 31 (press de banca barra
por delante) y 43 (sentadilla paralela con barra En la tabla 168 se resumen los resultados de la
libre). comparación de los datos obtenidos en el test 1, el
test 2 y el test 3 en los dos ejercicios realizados
por esta población.

Ejercicio Press de banca plano Sentadilla paralela

Variables 2≠1 3≠2 3≠1 2≠1 3≠2 3≠1
1 MR abs Ø* ×* NS ×* NS ×*
1 MR kp NS NS NS NS NS NS
PM NS ×* ×* NS NS NS
PM kp NS ×* ×* NS NS NS
PP NS ×* ×* NS NS NS
PP kp NS ×* NS NS NS NS
loc % PM ×* NS NS NS NS NS
Loc % PP ×* NS NS NS NS NS
NS: No significativo, **p < 0.01, * p < 0.05, ª Tendencias no significativas p < 0.10, × Aumento, Ø disminución. 2 ≠
1: Comparación entre los resultados del test 2 con los del test 1, 2 ≠ 3: Comparación entre los resultados del test 2
con los del test 3, 3 ≠ 1: Comparación de los resultados del test 3 con los del test 1. 1 MR abs: Peso máximo
movilizado en una única repetición (kg); 1 MR kp: peso máximo movilizado en una única repetición relacionado al
peso corporal (kilogramo por kg de peso corporal); PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM
kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico
(vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal (vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje
de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje
de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el valor más alto de potencia pico.
Tabla 168. Resultados de la comparación de los datos obtenidos entre los tres test realizados en cada ejercicio en la población 12
(Mujeres, practicantes de taekwondo, Cuba).

De acuerdo con estos resultados y como se
demuestra en la figuras 108 del apartado 6.4.2.4,
en la sentadilla paralela, no se determinaron
variaciones significativas en la localización de los
valores más altos de potencia media al comparar
los resultados de los tres test realizados durante el
estudio, mientras que el en el press de banca, se
han observado diferencias en la localización de
los pesos en donde se producen los nivelees de
potencia (media y pico) que
sonsiginificativamente más altos en el test 2
respecto al 1.
De acuerdo a esto, en sentadilla las mejoras en los
niveles de la 1 MR absoluta, observadas en el test
2 respecto al 1 no se relacionan con una reducción
de los porcentajes de peso en donde se alcanzan
los mayores valores de potencia, mientras que en
el press de banca las modificaciones significativas
encontradas al comparar el test 2 con el 1 son
opuestas a las esperadas ya que disminuye el valor
de la 1 MR por kg de peso corporal y las
potencias más altas tienden a situarse en zonas
superiores (ver tabla 43). Por otro lado, cuando se
comparan los resultados del test 3, los
incrementos en el valor de la 1 MR respecto al test
2, no se asocian a modificaciones significativas en
la localización de los valores más altos de
potencia. Con respecto al test 1, los resultados del
test 3 no han mostrado variaciones en los niveles
de la 1 MR ni en la localización de las potencias
más altas.
Cuando se comparan las variaciones porcentuales
producidas en los niveles de fuerza máxima y en
los pesos en donde se localizan los valores más
altos de potencia media y pico entre el test 1, el
test 2 y el test 3, en los dos ejercicios realizados
por esta población, independientemente de que se
determinen modificaciones estadísticamente
significativas, se observan los siguientes
comportamientos:
Como se ha mencionado anteriormente, las
modificaciones encontradas en el press banca
plano con barra libre son opuestas a las
esperadas, ya que disminuye la fuerza y los
porcentajes de peso en donde se expresan los
valores más altos de potencia se incrementan. No
obstante, la potencia mecánica media y pico
mejoran significativamente en el test 3 respecto al
1 y al 2 (ver tabla 30). Este comportamiento puede
explicarse por las características de la población
(mujeres de 14 a 16 años) y la especialidad
deportiva desarrollada, ya que en estas edades, la
fuerza muscular en las mujeres, si bien sigue
creciendo, lo hace a un ritmo más lento respecto a
los varones (Martin et al., 2005). Esto, junto al
tipo de entrenamiento que estaba orientado
específicamente para mejorar los gestos técnicos
del deporte, creemos que puede haber influido en
los resultados encontrados, los cuales manifiestan
una tendencia a mantener los niveles de fuerza y a
mejorar la potencia de los movimientos (ver
figura 186).
En la sentadilla paralela los aumentos en los
valores de la 1 MR, se asocian a una tendencia a
reducir los porcentajes de peso en donde se
manifiestan los niveles más altos de potencia
(especialmente en el test 2) (ver figura 187). Estas
modificaciones son coherentes con el tipo de
entrenamiento desarrollado por esta población,
que en el caso de la sentadilla está más
influenciado por la fuerza máxima, ya que a
diferencia de los gestos efectuados con el tren
superior (extensiones o movimientos veloces de
brazos, etc.), gran parte de las acciones del tren
inferior implican movilizar o estabilizar el propio
peso corporal, que en esta población representó
cerca del 50% del nivel de la 1 MR obtenido en la
sentadilla paralela y por lo tanto, la falta de fuerza
puede ejercer una influencia muy importante
sobre la eficiencia mecánica y la velocidad de los
movimientos (Siff, 2004; Verkhoshansky, 2002;
Zatsiorsky, 1995).
Figura 187. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp), así como de
los pesos en donde se localizan los valores más altos de
potencia media (% loc PM) y pico (% loc PP) en press de
banca plano en los tres test realizados por la población 12
(mujeres taekwondístas, de 14 a 16 años, n=10).
Figura 188. Modificaciones del nivel de la 1 MR absoluta (1
MR abs) y por kg de peso corporal (1 MR kp) así como de los
pesos en donde se localizan los valores más altos de potencia
media y pico en sentadilla paralela en los tres test realizados
durante el estudio en la población 12 (mujeres,
taekwondístas, de 14 a 16 años, Cuba n= 7).
Comparación de los resultados obtenidos entre
las diferentes poblaciones estudiadas
Para facilitar su comprensión, en este apartado
realizaremos la discusión en el siguiente orden:
• En primer lugar, se discutirá la comparación
de los resultados obtenidos en press de banca
plano.
• En segundo lugar, se discutirá la comparación
de los resultados obtenidos en sentadilla
paralela.
• En tercer lugar, se discutirá la comparación de
los resultados obtenidos en cargada en un
tiempo.
• En cuarto lugar, se discutirá la comparación
de los resultados obtenidos entre las diferentes
poblaciones comparando los tres momentos en
que fueron realizados los test.
Comparación de los resultados obtenidos en
press de banca plano con barra libre
Comparación de los niveles de la 1 MR
Cómo hemos visto en la figura 51 del apartado
“Comparación de los resultados obtenidos en los
ejercicios, analizados de forma conjunta, pero
diferenciando los momentos en donde se
realizaron las evaluaciones”, las poblaciones 1,
2, 4, 5, 6 y 9, integradas por varones mayores de
17 años, muestran niveles de fuerza superiores a
las poblaciones 3, 7, 11, y 12, integradas por
mujeres. Con respecto a las poblaciones de
varones jóvenes de 14 a 17 años existen
diferencias especialmente con la población 8
(jugadores de béisbol) en el nivel de la 1 MR
absoluta, pero no tanto respecto a la 1MR por kg
de peso corporal. Las poblaciones 1 y 6 presentan
los niveles de 1 MR absoluta más altos, mientras
que las poblaciones 7, 11, y 12 compuestas por
mujeres los más bajos aunque, las diferencias
tienden a reducirse cuando se normalizan los
valores por kg de peso corporal igualándose
especialmente en las poblaciones 8 y 10 integrada
por varones jóvenes.
Estos resultados, son coherentes con la evolución
de la fuerza con la edad, el sexo, la especialidad
deportiva y el tipo de entrenamiento de fuerza
realizado (Bosco, 2000; Martin et al., 2005).
Con respecto a la edad, el nivel de fuerza
manifestado por las poblaciones 8 (jugadores de
béisbol de 14 a 17 años) 10 (luchadores de 14 a 17
años) y 12 (mujeres taekwondístas de 14 a 16
años) se corresponde con la evolución de esta
capacidad, que tiende a mejorar
independientemente del nivel de entrenamiento,
produciéndose un incremento muy acentuado a
partir de la etapa púberal (aproximadamente 12
años en niñas y 14 años en niños) (Martin et al.,
2005). Aunque, debe considerarse que el
entrenamiento de fuerza con resistencias en
jóvenes aplicado con una metodología adecuada
que respete los principios de progresión y las
etapas de desarrollo, causa adaptaciones positivas
con importantes ganancias de fuerza muscular,
que pueden alcanzar niveles similares e incluso
superiores a los encontrados en algunas
poblaciones de adultos, especialmente cuando se
los considera por kilogramo de peso corporal y no
en forma absoluta (Faigembaum et al., 1996). De
hecho las diferencias entre los niveles de la 1 MR,
obtenidos en las poblaciones de varones jóvenes
se reducen incluso desaparecen o se invierten
cuando se las considera con relación al peso
corporal. Si comparamos los niveles de la 1 MR
de la población 10 integrada por jóvenes
luchadores con las de la población 9 compuesta
por boxeadores o taekwondístas, aunque no
existen diferencias significativas cuando se
consideran los niveles de la 1MR por kilogramo
de peso corporal, se distingue una tendencia de los
jóvenes de la población 10 a tener valores
superiores respecto a los adultos de la población 9
(ver tablas 26 y 28).
Respecto al sexo, es evidente que las poblaciones
de varones son significativamente más fuertes que
las de mujeres especialmente cuando se considera
el nivel de la 1 MR absoluta. No obstante, hay que
destacar que la única población en la que los
valores de la 1 MR por kilogramo de peso
corporal se acercan a la alcanzada por las
poblaciones de varones, es la población 3,
integrada por mujeres competidoras de fitness y
cuyo entrenamiento estaba más orientado hacia las
ganancias de fuerza máxima del tren superior para
poder controlar eficientemente su peso corporal,
respecto a las otras poblaciones de mujeres en las
que los gestos con el tren superior se orientan más
hacia la velocidad y explosividad de los
movimientos (Bompa, 2003; Siff, 2004;
Zatsiorsky, 1995). Por otro lado, se debe recordar
que la población 7 (mujeres, jugadoras de voley)
realizó el ejercicio de press de hombros, el cual
como se ha mencionado, es un movimiento en el
que participan menor cantidad de masas
musculares y se alcanzan menores niveles de
fuerza respecto al ejercicio de press de banca
plano (Barnett et al., 1995).
Con relación a la especialidad deportiva y el tipo
de entrenamiento de fuerza desarrollado, en la
figura 51, se observa claramente como a pesar de
que el sexo es la variable que más afecta los
niveles de fuerza máxima (especialmente en
términos absolutos), las poblaciones que
entrenaron con pesos iguales o superiores al 70%
de la 1 MR, también tienden a tener mayores
niveles de 1 MR absoluta.
Aunque, de todas formas, estas diferencias se
reducen cuando se considera a la 1 MR por
kilogramo de peso corporal.
Los niveles más altos de la 1 MR se observan en
las poblaciones 1 y 6, compuestas por opositores a
bomberos y competidores de fitness, cuyos gestos
específicos de competición muestran elevadas
similitudes mecánicas con el press de banca. En
los opositores a bomberos este ejercicio constituye
en sí mismo una de las acciones de competición,
siendo el nivel de la 1 MR absoluta el factor que
más influencia ha mostrado sobre el rendimiento
de la prueba específica (lograr la mayor cantidad
de repeticiones posibles en 40 segundos con un
peso de 40 kg) (A. F. Naclerio et al., 2005),
mientras que en los competidores de fitness, el
press de banca mantiene una correspondencia muy
alta con la mecánica de los diferentes formas de
realizar los ejercicios de flexo extensiones de
brazos, que forman parte de las coreografías de
éste deporte (Gouvali & Boudolos, 2005; Wilson
et al., 1989).
Para aclarar las diferencias encontradas entre las
distintas poblaciones evaluadas en este estudio,
hemos comparado los valores medios de la 1 MR
absoluta y por kg de peso corporal obtenido en
cada población con el valor medio de toda la
muestra analizada de forma conjunta. En la figura
189 puede apreciarse como las poblaciones 1, 2,
4, 5, y 6, son las más fuertes, aunque cuando se
considera la 1 MR por kg de peso corporal, las
diferencias se hacen menos pronunciadas.
Figura 189. Comparación de los valores de la 1 MR absoluta
y por kg de peso corporal (1 MR kp) de cada población
respecto a la media de la muestra conjunta en press de banca
plano.
** p < 0.01, * p < 0.05 respecto al valor medio obtenido de
la muestra conjunta.
Comparación de la potencia mecánica (media y
pico)
Como hemos visto en las figuras 52 y 53 del
apartado “Comparación de los resultados
obtenidos en los ejercicios, analizados de forma
conjunta, pero diferenciando los momentos en
donde se realizaron las evaluaciones”, tanto en la
potencia media como en la pico, las poblaciones
1, 2, 4, 5, 6, 8, 9 y 10, integradas por varones
muestran los mayores niveles de potencia,
mientras que las poblaciones 3, 7, 11, y 12,
integradas por mujeres tienen los niveles más
bajos.
De todos modos, al igual que sucede con la fuerza
máxima, las diferencias tienden a reducirse
cuando se consideran los valores por kg de peso
corporal, especialmente con respecto la población
3 de mujeres competidoras de fitness.
Estos resultados, muestran un comportamiento
muy similar a los observados en los niveles de la 1
MR, tanto al considerar los valores absolutos
como por kg de peso corporal. De acuerdo a esto,
la potencia mecánica mostrada por las diversas
poblaciones evaluadas en este estudio, depende en
gran medida de los niveles de fuerza. Esto ha sido
confirmado, cómo veremos más adelante, por el
análisis correlacional realizado en este estudio
(ver tabla 63) y por muchos estudios similares en
los que se han encontrado coeficientes de
correlación altos y muy altos entre los valores de
la 1 MR y la potencia mecánica producida en
diversos ejercicios como el press de banca plano,
la cargada colgante y la sentadilla paralela o
profunda con barra libre o multipower (Baker,
2001a; Baker, 2001a, 2001b; D. Baker & S
Nance, 1999; D. Baker et al., 2001; D. Baker et
al., 2001; Crewther et al., 2005; Cronin &
Sleivert, 2005; Naclerio et al., 2004; F. J. Naclerio
et al., 2005).
Respecto a la especialidad deportiva y el tipo de
entrenamiento de fuerza desarrollado, en las
figuras 52 y 53 se observa que aunque el sexo
parece ser la variable que más afecta los niveles
de potencia absoluta, cuando se considera la
potencia por kg de peso corporal, las diferencias
se reducen. Por otro lado, las poblaciones 8
(jugadores de béisbol) y 10 (luchadores),
integradas por varones jóvenes, que mostraban
diferencias en los niveles de la 1 MR absoluta y
en algunos casos también por kilogramo de peso
corporal, cuando se consideran los valores de la
potencia media o pico, las diferencias se reducen,
ya que en el caso de la potencia absoluta, la
población 8 sólo es superada por las poblaciones 1
y 6 (que muestran los valores más altos) y la
población 10, sólo por los opositores a bombero
de la población 1, mientras que los valores la
potencia mecánica por kg de peso corporal
alcanzados por los jóvenes no muestran
diferencias significativas con la producida en los
grupos de varones adultos, he incluso alcanzan
valores de potencias media más altos respecto de
los logrados por la población 5 (varones con
entrenamiento recreativo) y en el caso de la
población 8 también respecto a los manifestados
por la población 9 (boxeadores y taekwondístas).
Por otro lado cuando se observa la potencia pico
por kg de peso corporal, las diferencias tienden a
reducirse incluso independientemente del sexo.
Éste análisis, nos indicaría que en el caso de la
potencia mecánica la edad sería un factor menos
determinante que la fuerza. De todas formas, la
potencia mecánica, como se ha demostrado en el
análisis correlacional realizado en el apartado 6.6
tabla 63, presenta una gran asociación con los
niveles de la 1 MR, aunque también es afectada
por otras variables, que no hemos determinado en
este estudio como la velocidad de movimiento, la
coordinación o eficiencia neuromuscular para
realizar acciones veloces y la velocidad de
activación neural cuya importancia ha sido
demostrada, especialmente en los sujetos que
alcanzan niveles de fuerza superiores a los
manifestados por los sujetos de nuestro estudio
(D. Baker et al., 2001; Moritani, 2002). No
obstante, los movimientos realizados con mayor
frecuencia durante cada actividad deportiva
específica, pueden desempeñar un estimulo que
predisponga a los sujetos a actuar con un
determinado patrón motor, especialmente cuando
los ejercicios mantienen altas coincidencias
mecánicas (como sucede cuando se compara la
mecánica del press de banca con los movimientos
realizados durante los lanzamiento en el béisbol)
(DeRenne et al., 2001; Naclerio et al., 2004).
Para aclarar las diferencias encontradas entre las
diferentes poblaciones evaluadas en nuestro
estudio, al igual que hemos hecho con los niveles
de fuerza máxima, también comparamos los
valores medios de la potencia máxima media y
pico determinado de forma conjunta con los
obtenidos por cada una de las 12 poblaciones
estudiadas. Las figuras 190 y 191, muestran cómo
las poblaciones 1, 2, 4, y 6, son las que poseen los
mayores valores de potencia mecánica media
absoluta, mientras que cuando se considera la
potencia media por kg de peso corporal, las
poblaciones 8 y 10 (integradas por jóvenes),
también muestran valores muy altos y las
poblaciones de mujeres siempre tienden a
producir los valores más bajos.
Figura 190. Comparación de los valores de potencia máxima
absoluta (PM absoluta) y por kg de peso corporal (PM kp) de
cada población respecto a la media de la muestra conjunta
en press de banca plano.
** p < 0.01, * p < 0.05 respecto al valor medio obtenido de
la muestra conjunta.
En el caso de la potencia pico, aunque la
población 1 sigue siendo la que mayor valor
alcanza, su valor es bastante similar al obtenido
por las poblaciones 8 y 10 (de jóvenes), mientras
que las mujeres siguen mostrando los valores más
bajos. De todos modos, como se ha mencionado
anteriormente cuando se considera la potencia
pico por kilogramo de peso corporal las
diferencias tienden a reducirse.
**
Figura 191. Comparación de los valores de potencia pico
absoluta (PP absoluta) y por kg de peso corporal (PP kp) de
cada población respecto a la media de la muestra conjunta
en press de banca plano.
** p < 0.01, * p < 0.05 respecto al valor medio obtenido de
la muestra conjunta.
A diferencia de la potencia media, la respuesta de
la potencia pico podría estar más asociada, con las
características de la especialidad deportiva o el
tipo de entrenamiento realizado, ya que la
población 1 (opositores a bombero) que deben
realizar el mayor número de repeticiones posibles
con un peso de 40 kg en éste mismo ejercicio, el
mantenimiento de niveles de potencia pico muy
altos a lo largo del test específico ha mostrado
coeficientes de correlación significativos (p <
0.05) y moderados (r = 0.70) con el mayor
numero de repeticiones efectuadas (A. F. Naclerio
et al., 2005), mientras que las poblaciones 8 y 10
que han entrenado con pesos inferiores o iguales
al 70% de la 1 MR, alcanzan los niveles más
elevados de potencia y muestran la zona de
máxima eficiencia mecánica en pesos más
similares a los utilizados en su entrenamiento
habitual. (ver apartado “Análisis de la relación
establecida entre el porcentaje de la 1 MR y la
potencia mecánica en los ejercicios evaluados.”,
figura 126 y tabla 127). Además, en el caso de la
población 8 sus movimientos específicos implican
acciones explosivas con mecánicas similares a las
del press de banca y realizadas con implementos
muy ligeros como las pelotas de béisbol
(DeRenne et al., 2001; McEvoy & Newton, 1998).
Comparación de los porcentajes de peso en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media
Como hemos visto en la figura 54 del apartado
“Comparación de los resultados obtenidos en los
ejercicios, analizados de forma conjunta, pero
diferenciando los momentos en donde se
realizaron las evaluaciones”, la mayoría de las
poblaciones estudiadas localizan los valores más
altos de potencia media en una zona similar,
observándose diferencias fundamentalmente con
la población 7, que realizó el ejercicio de press de
hombros con barra, y muestra una localización de
los valores más altos de potencia media en
porcentajes superiores. Por otro lado, la población
11 (jugadoras de sóftbol), que mostraron niveles
de fuerza muy bajos también tienden a localizar
los valores más altos de potencia media en una
zona algo más elevada respecto al resto de las
poblaciones, aunque siempre más bajo respecto de
la población 7. La población 8 por su parte,
muestra los niveles de localización más bajos.
Estas tendencias, pueden explicarse
fundamentalmente por las diferencias mecánicas
entre el press de banca plano y el press de
hombros de pie, así como por la menor capacidad
para aplicar fuerza en este ultimo ejercicio
respecto al anterior (Barnett et al., 1995). Además,
la tendencias de la población 11, a localizar los
mayores valores de potencia media sobre
porcentajes más elevados, podría asociarse a sus
bajos niveles de fuerza máxima (Baker, 2001b).
De todas formas, esto no sucede con la población
12 (mujeres taekwondístas), que muestran niveles
de fuerza similares y tienden a localizar los
mayores valores de potencia media en una zona
inferior y aunque en un principio podríamos
pensar que dicha tendencia se debía a la similitud
de los movimientos específicos del deporte, que
comprenden acciones muy explosivas con el
ejercicio de press de banca, esto también sucede
en las softbolístas de la población 11 las cuales,
como puede observarse en la figura 54, muestran
una alta variabilidad, debido a la heterogeneidad
del rendimiento físico de sus integrantes. De
hecho, si se observa el análisis de percentiles
presentado en el apartado “Análisis de
percentiles”, los valores correspondientes al
percentil 50 de la población 11 son de 36.5 y 0.63
en la 1 MR absoluta y por kg de peso corporal
respectivamente (ver tabla 129), que se
encuentran entre el percentil 30 y 40 del análisis
realizado de forma conjunta para la población de
mujeres (ver tabla 98).
De las 8 jugadoras de sóftbol que realizaron el
press de banca plano, dos se encontraban entre el
percentil 10 y el 20, una entre el 30 y el 40, dos en
el 40, y 3 en el 70. En la población 12, los valores
de 1 MR absoluta y por kilogramo de peso
corporal asociados al percentil 50 muestran
valores más altos (37.5 y 0.66 respectivamente)
(ver tabla 131) en donde 6 de las 7 integrantes que
realizaron este ejercicio estaban entre el percentil
40 y 50 y la restante entre el percentil 80 y 90. Es
decir, que las taekwondístas muestran un nivel de
fuerza mucho más homogéneo respecto a las
jugadoras de sóftbol. Esto nos llevo a analizar la
localización de la potencia media en la población
11 diferenciado a las 3 jugadoras que presentaban
los valores de fuerza más elevados (en el percentil
70) respecto de las que tenían niveles de fuerza
más bajos. Los resultados de éste análisis
indicaron que en este caso, la fuerza máxima
ejerce una influencia muy importante sobre la
localización de los pesos en donde se sitúan los
valores más altos de potencia media, ya que las
jugadoras con menos fuerza la localizan sobre el
62.86%±13.4%, mientras que las más fuertes la
localizan sobre el 47.4%± 10.45% del nivel de la
1MR. De acuerdo con esto, la tendencia de la
población 11 a localizar los valores de potencia
media en un nivel más elevado respecto al resto
de las poblaciones que realizaron el press de
banca plano puede explicarse por el bajo nivel de
fuerza de 5 de sus integrantes.
La tendencia de la población 8 (integrada por
jóvenes jugadores de béisbol) a localizar los
valores más altos de potencia media en
porcentajes muy bajos (próximos al 40% de la 1
MR), puede deberse a la influencia del
entrenamiento específico, que como se ha
mencionado comprende la realización de gestos
muy explosivos contra resistencias muy ligeras y
acciones similares a la mecánica del press de
banca plano (D. Baker et al., 2001; Cronin &
Sleivert, 2005; Naclerio et al., 2004).
En la figura 192, hemos comparado los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia media en todas las
poblaciones estudiadas respecto a los valores
medios obtenidos al analizar la muestra de forma
conjunta. Como puede observarse, es evidente la
diferencia en la localización de la potencia media
hacia porcentajes de peso más altos en las
poblaciones 7 y 11.

Figura 192. Comparación de los pesos en donde se localizan los valores más altos de potencia media (Loc % PM) de cada
población respecto a la media de la muestra conjunta en press de banca plano.
** p < 0.01, * p < 0.05 respecto al valor medio obtenido de la muestra conjunta.

En la tabla 169, se muestra la comparación de los
análisis de las relaciones establecidas entre el
porcentaje de peso y la potencia media, efectuado
en cada una de las poblaciones, agrupando los
pesos en intervalos de 10 unidades porcentuales.
Estos resultados, coinciden con los obtenidos en el
análisis de medias, ya que la mayoría de las
poblaciones alcanzan los valores más altos de
potencia en rangos comprendidos entre el 41% y
el 50% o entre el 51% y el 60% de la 1 MR. Sólo
la población 7 muestra una localización más
elevada, mientras que a diferencia de lo que
sucede con el análisis de media, la población 11
muestra una localización algo más baja, pero con
una zona de máxima eficiencia mecánica muy
estrecha y circunscripta sólo a éste rango
porcentual. Esto puede deberse a que en este sitio
se alcanzan los promedios más elevados de
potencia media, si se consideran los datos
provenientes de las jugadoras más fuertes, las
cuales alcanzan sus niveles más elevados en la
zona inferior y los de las jugadoras más débiles
que alcanzan sus potencias más altas en la zona
superior.
También sorprende la localización de los valores
más altos de potencia de la población 10, que se
ubican por debajo del 40% de la 1 MR, pero en
este caso los valores de potencia logrados entre el
31% y el 70% de la 1 MR son muy similares al
valor más alto (que se sitúa específicamente
dentro del rango comprendido entre el 31 y el
40%), de modo que al calcular el valor medio este
arroja resultados más elevados (47%±14.1%) (ver
tabla 29).

Poblaciones > 31% 31% al 40% 41% al 50% 51% al 60% 61 al 70% 71 al 80% 81% al 90% 91 al 99% 100%
1 X
2 X
3 X
4 X
5 X
6 X
7 X
8 X
9 X
10 X
11 X
12 X
 Tabla 169. Porcentaje de peso respecto al nivel de la 1 MR (agrupados en intervalos de 10 unidades) en donde se producen los
valores más altos de potencia media (X) y amplitud de la zona de máxima eficiencia mecánica (área sombreada en gris) en las 12
poblaciones evaluadas en press de banca plano con barra libre.
Comparación de los porcentajes de peso en
donde se localizan los valores más altos de
potencia pico
Como hemos visto en la figura 55 del apartado
“Comparación de los resultados obtenidos en los
ejercicios, analizados de forma conjunta, pero
diferenciando los momentos en donde se
realizaron las evaluaciones”, la localización de
los valores más altos de potencia pico sigue la
misma tendencia respecto a la observada en los
valores más elevados de potencia media. Aunque,
podríamos destacar la tendencia de la población 8
a localizar los valores más altos de potencia pico
en porcentajes más bajos respecto de la potencia
media. Esto también se explicaría por el tipo de
entrenamiento específico desarrollado por esta
población, ya que la velocidad de lanzamiento de
la pelota de béisbol depende, entre otros factores,
del pico de velocidad alcanzado en el momento en
el que se lanza el implemento, y por lo tanto
estaría más relacionada con la velocidad y
potencia pico y no tanto a la potencia media
(Dugan et al., 2004; Gutiérrez, 1998). Por otro
lado, para alcanzar altas velocidades de
lanzamiento se debe intentar aplicar la mayor
fuerza posible y lograr los picos de potencia más
altos al realizar los gestos con las velocidades
específicas desarrolladas durante la actividad
deportiva, que en este caso es muy alta, ya que el
implemento a vencer es muy ligero (141.75 gr.)
(Crewther et al., 2005). Por lo tanto, no es extraño
que en los sujetos que posean niveles de fuerza
adecuados para su especialidad, los valores más
altos de potencia pico tiendan a localizarse en
porcentajes de peso más bajos (Baker, 2001a).
Este mismo razonamiento, también puede
aplicarse para explicar la tendencia de la
población 11, que aunque localiza los valores de
potencia pico en una zona más alta, sus
diferencias con el resto de las poblaciones se
reducen respecto a las observadas en la
localización de la potencia media (ver figuras 54 y
55).
En el caso de las poblaciones 1 y 2, la localización
porcentual igual o algo más alta de la potencia
pico respecto de la media del grupo en conjunto,
podría explicarse por el nivel de fuerza
manifestado por estas poblaciones, que puede
considerarse relativamente escaso respecto de las
necesidades de las pruebas deportivas que deben
superar (A. F. Naclerio et al., 2005).
Los opositores a bombero (población 1),
manifiestan niveles medios de 1 MR en press de
banca plano comprendidos entre 98.6 ± 10.8 kg
(en el test 1) y 105.2 ± 10.1 kg (en el test 3) (ver
tabla 20), que resultan valores apenas superiores a
los 100 kg, que han sido determinados por
Naclerio y col (2005a), como el umbral mínimo
de peso en que debe alcanzarse la 1 MR para
lograr un buen rendimiento en el test de máximas
repeticiones con 40 kg, que es una de las pruebas
específicas para las que se preparaba esta
población.
En el caso de los opositores a policía los niveles
de fuerza máxima manifestados en press de banca
serían algo escasos, debido a que éstos necesitan
alcanzar valores de 1 MR absoluta comprendidos
entre 100 kg y 110 kg (que son muy superiores a
los encontrados en esta población, ver tabla 6.20),
ya que estos niveles de peso máximo han
mostrado coeficientes de correlación altos (r >
0.70) y significativos (p < 0.05) con la distancia
del lanzamiento del balón medicinal de 5 kg
(datos no publicados obtenidos en la misma
población evaluada en este estudio), por otro lado
en un trabajo realizado por Mayhew y col (1993)
con jugadores de fútbol americano se observó que
la distancia alcanzada en los lanzamientos del
balón medicinal de 4.5 a 5 kg tenía un coeficiente
de correlación significativo (p < 0.05) moderado a
alto (r = 0.66) con la potencia mecánica producida
al realizar el ejercicio de press de banca con el
60% de la 1MR, que es un porcentaje similar al
expresado por los pesos en donde se localizan los
mayores valores de potencia pico en la población
2 (Mayhew et al., 1993).
Por su parte, en la población 3, como se ha
mencionado anteriormente, gran cantidad de sus
gestos específicos implican la ejecución de fondos
con diferentes apoyos en donde se mueve entre el
66% al 75% del peso corporal (Gouvali &
Boudolos, 2005). Estos esfuerzos determinan
sobrecargas relativamente altas para esta
población, que ha mostrado un valor medio de
MR por kg de peso de 0.84±0.2 (ver tabla 22) y
por lo tanto, deben realizar la mayoría de los
ejercicios de flexo-extensiones de brazos
movilizando una resistencia cercana al 80% del
valor de su 1 MR en press de banca plano. La
aplicación sistemática de este tipo de esfuerzos ha
sido asociada, por algunos autores, con la
tendencia a lograr los valores más altos de
potencia pico en los porcentajes de peso más
elevados (Baker, 2001b; D. Baker et al., 2001;
Crewther et al., 2005; Cronin & Sleivert, 2005).
En la figura 193, hemos comparado los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia pico en todas las
poblaciones estudiadas respecto a los valores
medios obtenidos al analizar la muestra de forma
conjunta. Como puede observarse, al igual que
sucede con la potencia media, es evidente la
diferencia en la localización de la potencia pico en
porcentajes de peso más altos en las poblaciones 7
y 11 mientras, que se acentúa la localización hacia
la zona inferior en la población 8.

Figura 193. Comparación de los pesos en donde se localizan los valores más altos de potencia pico (Loc % PP) de cada población
respecto a la media de la muestra conjunta en press de banca plano.
** p < 0.01, * p < 0.05 respecto al valor medio obtenido de la muestra conjunta.

En la tabla 170, se muestra la comparación de los observa una alta variabilidad de los valores de
análisis de las relaciones establecidas entre los potencia pico entre los sujetos evaluados, que
porcentajes de peso y la potencia media, efectuado creemos que pueden causar estas diferencias entre
en cada una de las poblaciones, agrupando los los dos tipos de análisis, ya que los valores de
pesos en intervalos de 10 unidades porcentuales, potencia pico encontrados dentro de los rangos
que presentan algunas diferencias respecto a los comprendidos entre el 61% y el 70% en la
resultados del análisis de medias, y aunque la población 8, entre el 31% y el 40% en la
mayoría de las poblaciones muestran una población 11 y en la zona inferior del 31% en la
localización de los rangos donde se alcanzan los población 12, son justo valores muy altos que
mayores valores de potencia en una zona que inducen a alcanzar un valor medio de potencia
coincide con los resultados de la figura 192, pico muy elevado en esa zona concreta mientras,
sorprende la localización de los rangos en donde que en los demás rangos, la alta variabilidad de
se localizan los valores más altos de potencia pico los resultados obtenidos tiende a bajar el valor
en las poblaciones 8, 11 y 12. En estos casos, se medio calculado en cada intervalo de datos.
31% al 41% al 51% al 61 al 71 al 81% al 91 al
Poblaciones > 31% 100%
40% 50% 60% 70% 80% 90% 99%
1 X
2 X
3 X
4 X
5 X
6 X
7 X
8 X
9 X
10 X
11 X
12 X
Tabla 170. Porcentaje de peso respecto al nivel de la 1 MR (agrupados en intervalos de 10 unidades) en donde se alcanzan los
valores más altos de potencia pico (X) y amplitud de la zona de máxima eficiencia mecánica (área sombreada en gris) en las 12
poblaciones evaluadas en press de banca plano con barra libre.
Comparación de los resultados obtenidos en
sentadilla paralela
Comparación de los niveles de la 1 MR
Cómo hemos visto en la figura 56 del apartado
“Comparación de los resultados obtenidos en los
ejercicios, analizados de forma conjunta, pero
diferenciando los momentos en donde se
realizaron las evaluaciones”, las poblaciones 1,
2, 4, 5, 6 y 9, integradas por varones mayores de
17 años, muestran los niveles de 1 MR más altos,
mientras que las poblaciones 3, 7, 11 y 12
integradas por mujeres, los más bajos. Al igual
que sucede en el press de banca, las poblaciones 8
y 10 integras por jóvenes de 14 a 17 años, aunque
muestran los valores de 1 MR absoluta más bajos
respecto de las demás poblaciones de varones,
siempre sus niveles son superiores a los
observados en las poblaciones de mujeres. Por
otro lado, las diferencias se reducen
significativamente entre todas las poblaciones
cuando se normalizan los valores por kilogramo
de peso corporal.
Estos resultados, aunque son similares, no
muestran diferencias tan importantes como los
observados en el press de banca. Esto es coherente
con las diversas investigaciones en donde se
demuestra que las diferencias en la fuerza
muscular entre varones y mujeres son menos
acentuadas e incluso tienden igualarse en los
ejercicios realizados con el tren inferior (Fry et al.,
2002; Weineck, 2005).
Con respecto a la edad, al igual que sucede en el
press de banca, el nivel de fuerza manifestado por
las poblaciones 8 (jugadores de béisbol de 14 a 17
años) 10 (luchadores de 14 a 17 años) y 12
(mujeres taekwondístas de 14 a 16 años), el nivel
de fuerza por kilogramo de peso corporal, que es
igual e incluso superior a algunas poblaciones de
adultos, es coherente con la etapa evolutiva en que
se encuentran estos jóvenes, especialmente los
varones, que muestran una gran susceptibilidad a
adaptarse al entrenamiento de fuerza,
especialmente cuando entrenan con los rangos de
peso utilizados por las poblaciones de jóvenes que
participaron en nuestro estudio (inferiores o
iguales al 70% de la 1 MR) (Faigembaum, 2000;
Faigembaum et al., 1996).
Respecto a la especialidad deportiva y el tipo de
entrenamiento de fuerza desarrollado, en la 56 se
observa claramente como, con respecto a los
valores de la 1 MR absoluta, el sexo constituye
una variable determinante, pero con relación a la 1
MR por kilogramo de peso corporal, las
diferencias se reducen considerablemente, aunque
en el caso de las poblaciones 7 (jugadoras de
voley), 11 (jugadoras de sóftbol) y 12 (mujeres
taekwondístas de 14 a 16 años), aún se mantienen
diferencias significativas con el resto de las
poblaciones evaluadas, e incluso con la población
3 (integrada por mujeres competidoras de fitness).
Estas diferencias son de esperar en las
poblaciones 11 y 12 debido al bajo nivel de fuerza
manifestado por las jugadoras de sóftbol
(población 11) y también a la edad de las
taekwondístas (población 12), pero sorprende en
el caso de las jugadoras de voley (de la población
7), ya que al tratarse de un equipo de primera
división con experiencia en el entrenamiento de
fuerza y saltabilidad, se podría esperar un nivel
mayor o al menos similar al manifestado por la
población 3. No obstante, la población 7 a
diferencia de la 3, realizó un entrenamiento con
pesos inferiores o iguales al 70% de la 1 MR,
privilegiando en todo momento los esfuerzos con
altas velocidades de movimiento, incluso cuando
se realizaban entrenamientos con resistencias, en
cambio la población 3, aunque también empleaba
una gran cantidad de esfuerzos explosivos con el
tren inferior, su entrenamiento con resistencias se
realizó con pesos superiores o iguales al 70%. De
modo, que la tendencias manifestadas por las dos
poblaciones serían coherentes con el tipo de
entrenamiento de fuerza desarrollado, ya que
como veremos más adelante la potencia media y
pico tienden a ser más alta en la población 7 en
donde se enfatizó la velocidad y explosividad de
los movimientos, respecto a la 3, que trabajo con
pesos mayores y velocidades absolutas más lentas
(Baker, 2001b).
Al igual que hemos hecho con el ejercicio de
press de banca, para clarificar las diferencias
encontradas entre las poblaciones evaluadas en
este estudio, hemos comparado los valores medios
del nivel de la 1 MR absoluta y por kilogramo de
peso corporal obtenido en cada población con el
valor medio de toda la muestra conjunta. En la
figura 194, se observa como las poblaciones 1, 2,
4, 5, 6 y 9 son las que manifiestan los niveles de 1
MR absoluta más elevados, mientras que las
poblaciones 3, 7, 11 y 12 los más bajos. De todos
modos, cuando se analizan los valores por
kilogramo de peso corporal, observamos como la
población 3, muestra niveles muy similares al de
las poblaciones de hombres, mientras que las
diferencias con las demás poblaciones de mujeres
(7, 11 y 12) se reducen.

Figura 194. Comparación de los valores de 1 MR absoluta y
por kg de peso corporal (1 MR kp) de cada población
respecto a la media de la muestra conjunta en sentadilla
paralela.
** p < 0.01, * p < 0.05 respecto al valor medio obtenido de
la muestra conjunta.
Comparación de la potencia mecánica (media y
pico)
Como hemos visto en las figuras 57 y 58 del
apartado “Comparación de los resultados
obtenidos en los ejercicios, analizados de forma
conjunta, pero diferenciando los momentos en
donde se realizaron las evaluaciones”, Las
poblaciones 1, 2, 4, 5, 6, 8, 9 y 10 integradas por
varones, tienden a tener los valores de potencia
media y pico absoluta más altos, mientras que las
poblaciones 3, 11 y 12, compuestas por mujeres,
los más bajos. No obstante, la población 7 de
jugadoras de voley de 1º división, muestra niveles
de potencia media y especialmente pico muy
altos, iguales e incluso superiores (aunque no
estadísticamente significativos) a la mayoría de
las poblaciones de varones, pero que son al mismo
tiempo similares a las potencias manifestadas por
las demás poblaciones de mujeres. Como sucede
en el caso de la fuerza muscular, cuando se
consideran la potencia media o pico por
kilogramo de peso corporal, las diferencias entre
las poblaciones de varones y mujeres se reducen o
desaparecen y como hemos observado en la figura
57 (apartado “Comparación de los resultados
obtenidos en los ejercicios, analizados de forma
conjunta, pero diferenciando los momentos en
donde se realizaron las evaluaciones” de los
resultados), en la potencia media por kg de peso
corporal, las poblaciones 8 y 10, integradas por
varones jóvenes muestran los niveles más altos.
Al igual que sucede en el ejercicio de press de
banca, el comportamiento de la potencia mecánica
es similar al de la fuerza. Esto confirma el hecho,
ya demostrado por diversas investigaciones y
también por el análisis correlacional realizado en
este estudio, de que también en los ejercicios del
tren inferior la capacidad de producir altos niveles
de potencia mecánica media y pico dependen en
gran medida de los niveles de fuerza (ver tabla 64)
(Baker, 2001b; D. Baker et al., 2001; Dugan et al.,
2004).
El análisis de las figuras 57 y 58, indican que
aunque el sexo parece ser la variable que más
afecta los valores máximos de potencia mecánica
absoluta, su influencia no sería tan evidente como
con respecto a la fuerza muscular. Por otro lado,
también es posible que la especialidad deportiva y
el tipo de entrenamiento de fuerza desarrollado
tengan más influencia sobre la potencia mecánica,
especialmente cuando esta se expresa con relación
al peso corporal, respecto a los niveles de 1 MR,
los cuales estarían más influenciados por la fuerza
específica aplicada en un ejercicio determinado
(Baker, 2001b; Crewther et al., 2005; Cronin &
Sleivert, 2005).
Si consideramos a la población 7, integrada por
mujeres jugadoras de voley que desarrollaron un
entrenamiento de fuerza con pesos inferiores o
iguales al 70% de la 1 MR, junto con un trabajo
específico del tren inferior orientado
fundamentalmente para mejorar la saltabilidad, se
observa que los niveles de potencia media y pico
son similares a los alcanzados por la mayoría de
las poblaciones de varones (siendo inferiores sólo
respecto de la potencia pico absoluta obtenida por
la población 1 y superiores a la potencia media y
por kilogramo de peso corporal de la población 9),
aunque sin embargo esta población mostró valores
de 1 MR absoluta y por kilogramo de peso
corporal significativamente más bajos respecto a
todas las poblaciones de varones (ver figura 57), y
podría esperarse (por la relación significativa y
alta observada entre la fuerza máxima y la
potencia), que también manifiesten niveles de
potencia más bajos, pero no es así, ya que
posiblemente las adaptaciones neuromusculares
inducidas por la especialidad deportiva, que
comprende gran cantidad de movimientos
explosivos con acciones similares a la sentadilla,
provoquen que aunque no se dispongan de niveles
de fuerza máxima suficientes en este ejercicio
(auxiliar), la capacidad de realizar los gestos
específicos con alta velocidad y potencia de
movimiento sean relativamente adecuados. De
todas formas, como hemos visto en la tabla 85 del
análisis correlacional, esta población mostró una Para aclarar las diferencias encontradas entre las
alta influencia de los niveles de fuerza absoluta poblaciones evaluadas en este estudio, hemos
sobre la potencia media y pico, es decir que, comparado los valores medios de la potencia
aquellas jugadoras que poseían más fuerza máxima media y pico, obtenidos por toda la
también eran las que más potencia producían. De muestra de forma conjunta con los de cada
esta forma, si consideramos la similitud mecánica población. En la figura 195, se observa cómo las
del ejercicio de sentadilla con el salto vertical y la poblaciones 1, 2, 4, y 8 poseen los mayores
alta dependencia de la altura alcanzada con la valores de potencia mecánica media absoluta,
velocidad y la potencia pico del salto, es muy aunque cuando se considera la potencia media por
posible que las jugadoras con más fuerza y kilogramo de peso corporal, las poblaciones 8 y
mayores niveles de potencia realizaran los 10 (integradas por jóvenes) y la 7 (de mujeres
mejores saltos (Baker, 1996, 2001b; D. Baker & S jugadoras de voley) son las que muestran los
Nance, 1999; Weiss, Fry, & Relyea, 2002). valores más altos.
Las poblaciones 8 (jugadores de béisbol) y 10
(luchadores), integradas por varones jóvenes, al
igual que la población 7 de mujeres, mostraban
niveles de 1 MR absoluta significativamente
inferiores respecto a las poblaciones de varones
adultos, cuando se analizan los valores absolutos
de potencia media y pico, las diferencias se
reducen, permaneciendo sólo con respecto la
potencia pico absoluta de la población 1 (que es la
que muestra los valores más altos). La figura 58,
indica que las poblaciones 8 y 10 son las que
tienden a tener los niveles de potencia media por
kilogramo de peso corporal, más elevados
mientras que en el caso de la potencia pico por kg
de peso corporal, sus valores son similares a los
alcanzados por las de demás poblaciones.

En al caso de la población 12, (mujeres

taekwondístas de 14 a 16 años), las diferencias
con las demás poblaciones se observan
fundamentalmente en los valores absolutos,
mientras que tienden a desaparecer cuando se Figura 195. Comparación de los valores de potencia máxima
consideran los valores por kg de peso corporal absoluta (PM absoluta) y por kg de peso corporal (PM kp) de
cada población respecto a la media de la muestra conjunta
(ver figuras 57 y 58). en sentadilla paralela. ** p < 0.01, * p < 0.05 respecto al
valor medio obtenido de la muestra conjunta.
Al igual que hemos visto en el ejercicio de press
de banca plano, en el caso de la potencia mecánica En la figura 196, se observa como las poblaciones
producida en sentadilla paralela, la edad sería un 1, 2, y 4, integradas por varones, muestran los
factor menos determinante respecto a la fuerza valores más elevados de potencia pico absoluta,
máxima. De todas formas, como demuestran los pero en el caso de la potencia pico por kilogramo
resultados obtenidos en la población 7, los de peso corporal, aunque la población 1 sigue
movimientos realizados con mayor frecuencia teniendo los niveles más altos, estos son muy
durante cada actividad deportiva específica, similares a los de la población 7.
podrían ejercer un estimulo que predispone a los
sujetos a actuar con un patrón de activación
neuromuscular más o menos explosivo,
especialmente cuando los ejercicios muestran
mecánicas muy similares, como es el caso de los
saltos verticales, las partidas de velocidad con la
sentadilla paralela evaluada en nuestro estudio
(Baker, 1996; Bilazevich & Juenkins, 2002;
Young et al., 1995).

Figura 196. Comparación de los valores de potencia pico
absoluta (PP absoluta) y por kg de peso corporal (PP kp) de
cada población respecto a la media de la muestra conjunta
en sentadilla paralela. ** p < 0.01, * p < 0.05 respecto al
valor medio obtenido de la muestra conjunta.
Comparación de los porcentajes de peso en
donde se localizan los niveles más altos de
potencia media
Como hemos visto en la figura 59 del apartado
“Comparación de los resultados obtenidos en los
ejercicios, analizados de forma conjunta, pero
diferenciando los momentos en donde se
Figura 197. Comparación de los pesos en donde se localizan los valores más altos de potencia media (Loc % PM) de cada
población respecto a la media de la muestra conjunta en sentadilla paralela. ** p < 0.01, * p < 0.05 respecto al valor medio
obtenido de la muestra conjunta.
Estos resultados, deben considerarse con
precaución, ya que como se ha mencionado
anteriormente en el apartado “Discusión de los
resultados obtenidos por cada población”, la
inclusión del peso corporal como parte de la
resistencia a vencer, provoca un desplazamiento
realizaron las evaluaciones”, la mayoría de las
poblaciones estudiadas localizan los valores más
altos de potencia media en una zona similar,
observándose diferencias entre la población 1
(opositores a bombero) que tiende a localizarla en
porcentajes inferiores (55.4±7.1%) respecto a las
poblaciones 7, 11 y 12 (integradas por mujeres)
que tienden a localizarla en una zona de pesos
superiores (63.3%±8.1%, 67.4±5.6% y 66.2±9.7%
respectivamente). Estas tendencias podrían estar
relacionadas a los niveles de 1 MR absoluta, que
son significativamente más altos en la población 1
respecto a las poblaciones 8. 11 y 12 (ver figura
56). No obstante, las diferencias no son tan
evidentes con respecto a los niveles de la 1 MR
por kg de peso corporal o a la potencia media y
pico, en donde, incluso la población 7 tiende a
mostrar los valores de potencia media más
elevados (ver figuras 57 y 58).
En la figura 197, hemos comparado los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia media en todas las
poblaciones estudiadas respecto a los valores
medios obtenidos al analizar la muestra de forma
conjunta. Como puede observarse, es evidente la
diferencia en la localización de la potencia media
sobre porcentajes de peso más altos en las
poblaciones 7, 11 y 12, mientras que la población
1 muestra la localización más baja.
de los porcentajes de peso más bajos, utilizados en
el test progresivo, hacia una zona intermedia,
generalmente situada por encima del 41% del
nivel de la 1 MR.
Por otro lado, el análisis de la relación establecida
entre el porcentaje de peso y la potencia, aunque
indica que en la mayoría de las poblaciones los
pesos en donde se localizan los valores más altos
de potencia se sitúan en la zona inferior,
abarcando un área comprendida entre el 41% y el
70% de la 1 MR, existen algunas poblaciones en
donde los mayores valores de potencia media se
encuentran desplazados hacia una zona media o
superior. En la tabla 171, se describen las zonas
de máxima eficiencia mecánica y el rango de
pesos en donde se localizan los mayores valores
de potencia media para cada una de las
poblaciones evaluadas.

41% al 51% al 61 al 71 al 81% al 91 al

Poblaciones 31% 100%
50% 60% 70% 80% 90% 99%
1 X
2 X
3 X
4 X
5 X
6
7 X
8 X
9 X
10 X
11 X
12 X
Tabla 171. Porcentaje de peso respecto al nivel de la 1 MR (agrupados en intervalos de 10 unidades) en donde se alcanzan los
valores más altos de potencia media (X) y amplitud de la zona de máxima eficiencia mecánica (área sombreada en gris) en las 12
poblaciones evaluadas en sentadilla paralela.

Las poblaciones 7, 10, 11 y 12, localizan los
valores más altos de potencia media en la zona
inferior respecto de los utilizados durante el test
progresivo, que como fue explicado cuando se
analizaron específicamente los resultados de cada
una de estas poblaciones en los apartados
“Población 7 (mujeres, jugadoras de voley de 1º
división, Cuba)”, “Población 10 (varones,
practicantes de lucha libre y grecoromana de 14
a 17 años, Cuba)”, “Población 11 (mujeres,
jugadoras de sóftbol de 1º división, Cuba)” y
“Población 12 (mujeres, practicantes de
taekwondo de 14 a 16 años, Cuba).”, se debe a la
metodología utilizada para realizar este test, a la
inclusión del peso corporal, y también a la forma
de agrupar los datos en intervalos de 10 unidades
porcentuales para establecer la relación entre el
porcentaje de peso y la potencia mecánica
alcanzada, que como se ha planteado en este
estudio, no se contemplan la determinación del
mismo número de mediciones en cada rango.
Comparación de los valores en donde se
localizan los valores más altos de potencia pico
Como hemos visto en la figura 60 del apartado
“Comparación de los resultados obtenidos en los
ejercicios, analizados de forma conjunta, pero
diferenciando los momentos en donde se
realizaron las evaluaciones”, no se han
observado diferencias significativas entre los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia pico en la sentadilla
paralela entre las 12 poblaciones estudiadas.
En la figura 198 hemos comparado los porcentajes
de peso en donde se localizan los valores más
altos de potencia pico en todas las poblaciones
estudiadas, respecto de los valores medios
obtenidos al analizar la muestra de forma
conjunta.
Figura 198. Comparación de los pesos en los que se localizan los valores más altos de potencia pico (Loc % PP) de cada población
respecto a la media de la muestra conjunta en sentadilla paralela.
** p < 0.01, * p < 0.05 respecto al valor medio obtenido de la muestra conjunta.

Como puede observarse, en una primera instancia
la comparación de los valores medios de los
resultados obtenidos por las 12 poblaciones
respecto de la media conjunta, no es coherente
con los resultados anteriores, ya que las
poblaciones de mujeres 7, 11 y 12, muestran una
tendencia a localizar los valores más altos de
potencia pico en una zona superior, mientras que
las poblaciones 4 (judokas de competición) y 8
(varones, jugadores de béisbol de 14 a 17 años)
tienden a localizarla en una zona inferior.
desplazamiento de los pesos más bajos utilizados
en el test progresivo hacia una zona intermedia.
De hecho, el análisis de la relación establecida
entre el porcentaje de peso y la potencia pico,
efectuado en cada una de las poblaciones
estudiadas, aunque indica que en la mayoría de las
poblaciones los pesos en donde se localizan los
valores más altos de potencia se sitúan en la zona
inferior, existen algunos casos en donde los
niveles más altos están desplazados hacia
porcentajes intermedios o superiores.

De todas formas, al igual que sucede con la En la tabla 172, se describen las zonas de máxima
localización de los valores más altos de potencia eficiencia mecánica y el rango de pesos en donde
media, la inclusión del peso corporal como parte se localizan los mayores valores de potencia pico,
de la resistencia a vencer, causa un en cada una de las poblaciones evaluadas.

41% al 51% al 61 al 71 al 81% al 91 al

Poblaciones 31% 100%
50% 60% 70% 80% 90% 99%
1 X
2 X
3 X
4 X
5 X
6 X
7 X
8 X
9 X
10 X
11 X
12 X
Tabla 172. Porcentaje de peso respecto al nivel de la 1 MR (agrupados en intervalos de 10 unidades) en donde se alcanzan los
valores más altos de potencia pico (X) y amplitud de la zona de máxima eficiencia mecánica (área sombreada en gris) en las 12
poblaciones evaluadas en sentadilla paralela.

En las poblaciones 7, 11 y 12, la localización de durante el test progresivo. En el resto de las

los pesos en donde se alcanzan los valores más poblaciones, el resultado de la análisis de las
altos de potencia pico se sitúa en la zona más relación establecida entre el porcentaje de peso y
inferior respecto de los porcentajes utilizados
la potencia pico es coherente con los resultados
del análisis de medias.
Comparación de los resultados obtenidos en
cargada en un tiempo
Comparación de los niveles de la 1 MR
Cómo hemos visto en la figura 61 del apartado
“Comparación de los resultados obtenidos en los
ejercicios, analizados de forma conjunta, pero
diferenciando los momentos en donde se
realizaron las evaluaciones”, Las poblaciones 1,
4, 5 y 6 integradas por varones, muestran los
valores más elevados de 1 MR absoluta, mientras
que la población 3 (mujeres competidoras de
fitness), presenta los más bajos. Al considerar los
resultados por kilogramo de peso corporal, las
diferencias respecto a la población 3 se reducen,
aunque se mantienen respecto de las poblaciones
de 1, 4 y 6, que a su vez muestran de los valores
de 1 MR más altos.
Aunque, sólo una de las poblaciones de mujeres
realizó éste ejercicio, es evidente que los valores
de 1 MR absoluta son significativamente
inferiores respecto a los alcanzados por todas las
poblaciones de varones, incluso las poblaciones 2
y 9 que muestran los valores más bajos de 1 MR
absoluta cuando se considera sólo a las
poblaciones de varones. No obstante al igual que
sucede en el press de banca y la sentadilla
paralela, las diferencias se reducen e incluso
desaparecen respecto a las poblaciones 2, 5 y 9,
cuando se considera el nivel de 1 MR por
kilogramo de peso corporal. Estos resultados,
confirman una vez más que las diferencias en los
niveles de fuerza entre varones y mujeres son muy
evidentes respecto a los valores absolutos,
mientras que cuando se normalizan por kilogramo
de peso corporal pueden hasta desaparecer, ya que
el efecto del entrenamiento puede causar que las
mujeres manifiesten valores de fuerza muy
similares a los obtenidos por los varones,
especialmente cuando se valoran ejercicios en los
que participan fundamentalmente los grupos
musculares del tren inferior y el tronco como es el
caso de la cargada en un tiempo (Bosco, 2000; Fry
et al., 2002). Por otro lado, es importante
considerar que la población 3 estaba integrada por
mujeres competidoras de fitness, que entrenaban
sistemáticamente con pesos iguales o superiores al
70% y cuyo entrenamiento específico comprendía
la realización sistemática de ejercicios de fuerza y
explosividad con el propio peso corporal.
Estas características pueden haber influido en el
desarrollo de niveles de fuerza por kilogramo de
peso corporal muy elevados, que como hemos
visto son similares a los alcanzado por las
poblaciones 2, 5, y 9.
En el caso de la población 2, es importante
destacar, que es el grupo con menor nivel de 1
MR absoluta, posiblemente por tener una
especialidad cuya exigencia es inferior al de las
demás poblaciones, ya que no es una disciplina
deportiva en sí, sino que comprende un grupo de
pruebas, las cuales a diferencia de las que deben
realizar los sujetos de la población 1 (opositores a
bombero) no requieren un nivel de rendimiento
muy alto. Esto puede ser una de las causas que
determinen la tendencia de esta población a
manifestar valores de fuerza inferiores, que se
evidencian fundamentalmente en éste ejercicio, el
cual debe ser ejecutado con un elevado dominio
técnico, altas velocidades de movimiento incluso
con pesos altos, de modo de mantener elevadas
coincidencias mecánicas con acciones deportivas
específicas como las carreras de velocidad o los
saltos que forman parte de las pruebas deportivas
paras las que éstos sujetos se entrenan (Hori et al.,
2005; Newton, 2002).
La población 5 por su parte, estaba integrada por
sujetos que entrenaban por afición y manifestaban
un pobre dominio técnico del ejercicio en las fases
iniciales y aunque éste mejoró a lo largo de la
temporada nunca llegó a ser tan elevado como el
de las poblaciones 1, 4 y 6.
El bajo nivel de fuerza de la población 9,
integrada por boxeadores o taekwondístas, puede
asociarse más que nada al tipo de entrenamiento
desarrollado, ya que el trabajo con pesos fue
realizado con porcentajes inferiores o iguales al
70%, y en su entrenamiento específico siempre se
enfatizó la velocidad de los movimientos por
sobre la fuerza. No obstante, es de destacar que
aunque el nivel de fuerza de la población 9 puede
ser considerado bajo cuando se lo compara con el
de otras poblaciones estudiadas en nuestro trabajo,
como la 1 de opositores a bombero o la 6 de
competidores de fitness, creemos que no lo es
cuando se consideran las necesidades específicas
de su deporte ya que, en términos relativos
manifiestan valores de 0.89±0.1 kg por kilogramo
de peso corporal, que serían suficientes para las
exigencias de estas especialidades deportivas, las
cuales se basan en alcanzar los niveles de fuerza
óptimos que permitan mantener la estabilidad del
tronco para poder realizar acciones explosivas con
el tren superior o inferior (Baker, 1996; Bompa,
1995; Dintiman, Ward, & Tellez, 1998). Por lo
tanto, en esta población la necesidad de mantener
y no de aumentar los niveles de fuerza máxima (1
MR), para potenciar más específicamente la
velocidad y potencia de movimiento, sería una de
las causas por las que sus niveles de fuerza son
más bajos.
La figura 199, muestra la comparación de los
valores medios obtenidos las 7 poblaciones que
realizaron éste ejercicio respecto de la media
obtenida al analizar a toda la muestra de forma
conjunta. Las poblaciones 1 (opositores a
bombero), 4 (judokas de competición) y 6
(competidores de fitness), cuyas especialidades
exigen la aplicación de altos niveles de fuerza con
velocidades elevadas y han entrenado con pesos
iguales o superiores al 70% de la 1 MR, son las
que más fuerza absoluta manifiestan, mientras que
las mujeres del grupo 3, muestran el nivel más
bajo. Aunque, como se ha comentado
anteriormente, estas diferencias se reducen e
incluso se invierten, cuando se consideran los
valores por kilogramo de peso corporal.
Figura 199. Comparación de los valores de 1 MR absoluta y
por kg de peso corporal (1 MR kp) de cada población
respecto a la media de la muestra conjunta en cargada en un
tiempo.
** p < 0.01, * p < 0.05 respecto al valor medio obtenido de
la muestra conjunta.
Comparación de la potencia mecánica (media y
pico)
Como hemos visto en las figura 62 del apartado
“Comparación de los resultados obtenidos en los
ejercicios, analizados de forma conjunta, pero
diferenciando los momentos en donde se
realizaron las evaluaciones”, la potencia media
manifiesta un comportamiento similar al
observado en la fuerza, siendo las poblaciones de
varones las que logran los valores más altos,
mientras que la población 3 de mujeres, los más
bajos. No obstante, a diferencia de lo que sucede
con los niveles de la 1 MR por kilogramo de peso
corporal, en el caso de la potencia media por
kilogramo de peso corporal no existen diferencias
significativas entre las 7 poblaciones evaluadas.
Aunque, la potencia máxima media absoluta
alcanzada en este ejercicio, como hemos
mencionado, muestra una similitud con los
resultados obtenidos en los valores de la 1 MR
absoluta, las diferencias no son tan evidentes
como en la fuerza, ya que la población 3, aunque
sigue teniendo los valores más bajos éstos no se
diferencian significativamente de los obtenidos
por la población 2 (que sigue siendo la población
de varones con menor rendimiento) y por otro
lado la población 9, que mostraba valores de 1
MR absoluta significativamente más bajos
respecto a los alcanzados por la población 1,
cuando se observan la potencia media absoluta,
estas diferencias desaparecen. Además, cuando se
consideran los niveles de potencia media por
kilogramo de peso corporal, no se encuentran
diferencias significativas entre las poblaciones
evaluadas.
En el caso de la potencia pico, como se ha
observado en la figura 63, no existen diferencias
significativas en los valores absolutos o por
kilogramo de peso corporal.
El análisis de la figura 62, nos permite deducir
que, aunque el sexo parece seguir siendo una
variable que afecta los niveles de potencia media
absoluta, su influencia desaparece cuando se
relacionan los resultados con el peso corporal o se
consideran los valores de potencia pico (ver figura
63). Si consideramos que las potencias más altas,
tanto medias como pico casi siempre se alcanzan
con pesos superiores al 70% de la 1 MR, podemos
decir que nuestros resultados son coherentes con
las afirmaciones de Bosco (2000 p 377) cuando
luego de realizar estudios sobre la capacidad de
salto entre hombres y mujeres concluye que los
primeros presentan siempre más potencia por kg
de peso corporal respecto de las mujeres cuando
los pesos a desplazar son mínimos, pero estas
diferencias desaparecen cuando las sobrecargas se
incrementan (Bosco, 2000; Bosco et al., 2000).
Por otro lado, debe destacarse el comportamiento
de la población 9, que a pesar de haber mostrado
niveles de 1 MR inferiores, manifiesta valores de
potencia media y pico (absolutos y por kg de peso
corporal) muy altos y similares a los de las demás
poblaciones.
Esto puede explicarse por el tipo de entrenamiento
de fuerza (con pesos inferiores o iguales al 70%
de la 1 MR) y a las características de la
especialidad deportiva, que se basa en la ejecución
de gestos donde se privilegia la velocidad y la
potencia de movimiento con respecto a las
acciones de fuerza máxima (Baker, 2001b;
Crewther et al., 2005; Cronin & Sleivert, 2005).
En la figura 200, se muestra la comparación de los
valores medios de la máxima potencia media
(absoluta y por kg de peso corporal), obtenidos
por cada una de las poblaciones que realizaron
éste ejercicio, respecto de la media calculada para
toda la muestra analizada de forma conjunta. Las
mujeres del grupo 3 tienen los niveles más bajos,
mientras que cuando se consideran los valores por
kg de peso corporal las diferencias se reducen e
incluso se igualan con la población 2 (varones
opositores a policía).
Figura 200. Comparación de los valores de potencia máxima
absoluta (PM absoluta) y por kg de peso corporal (PM kp) de
cada población respecto a la media de la muestra conjunta
en cargada en un tiempo.
** p < 0.01, * p < 0.05 respecto al valor medio obtenido de
la muestra conjunta.
En el caso de la potencia pico, aunque no se han
determinado diferencias significativas entre los
valores alcanzados por las 7 poblaciones
evaluadas (ver figura 63), la comparación de los
valores medios obtenidos por cada población
respecto de la media determinada en toda la
muestra de forma conjunta (ver figura 201), indica
que la población 3 sigue mostrando los niveles
más bajos de potencia pico absoluta, mientras que
cuando se consideran los resultados por kilogramo
de peso corporal, las diferencias desaparecen. Por
otro lado, se evidencia que la población 9, a pesar
de tener niveles de 1 MR inferiores, alcanza
valores de potencias picos muy altos.
Figura 201. Comparación de los valores de potencia pico
absoluta (PP absoluta) y por kg de peso corporal (PP kp) de
cada población respecto a la media de la muestra conjunta
en cargada en un tiempo.
** p < 0.01, * p < 0.05* respecto al valor medio obtenido de
la muestra conjunta.
Comparación de los valores en donde se
localizan los niveles más altos de potencia
media
Como hemos visto en la figura 64 del apartado
“Comparación de los resultados obtenidos en los
ejercicios, analizados de forma conjunta, pero
diferenciando los momentos en donde se
realizaron las evaluaciones”, la mayoría de las
poblaciones estudiadas localizan los valores más
altos de potencia media en una zona similar, que
esta siempre por encima del 70% de la 1 MR.
En la figura 202, hemos comparado los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia media en todas las
poblaciones estudiadas respecto a los valores
medios obtenidos al analizar la muestra de forma
conjunta, observándose que todas las poblaciones
localizan los valores más altos de potencia en en niveles ligeramente superiores mientras que las
zonas muy similares. Aunque, puede destacarse poblaciones 3, 6 y 9 en una zona ligeramente
que las poblaciones 1, 2 y 4 tienden a localizarlos inferior.

Figura 202. Comparación de los pesos en donde se localizan los valores más altos de potencia media (Loc % PM) de cada
población respecto a la media de la muestra conjunta en cargada en un tiempo.
** p < 0.01, * p < 0.05 respecto al valor medio obtenido de la muestra conjunta.

En la tabla 173, se muestra la comparación de las inferior al de la media conjunta) y en el análisis

relaciones establecidas entre los porcentajes de
peso y la potencia media, efectuadas en cada una
de las poblaciones, agrupando los pesos en
intervalos de 10 unidades porcentuales. Estos
resultados coinciden con los del análisis de
medias, aunque sorprende la ubicación del rango
de pesos en donde se manifiestan los mayores
valores de potencia media en la población 6, cuyo
valor medio es de 85.6± 16.2% (ligeramente
por rangos porcentuales, los valores más altos se
localizan entre el 91% y el 99%, mostrando una
zona de máxima eficiencia mecánica circunscripta
dentro de éste rango. Esto se explica, porque es
justo en esta zona en donde se determinan los
promedios más elevados de potencia media,
aunque cuando se calcula la media de todos los
sujetos de esta población el resultado tiende a
arrojar un valor inferior.

31% al 41% al 51% al 61 al 71 al 81% al 91 al

Poblaciones > 31% 100%
40% 50% 60% 70% 80% 90% 99%
1 X
2 X
3 X
4 X
5 X
6 X
9 X
Tabla 173. Porcentaje de peso respecto al nivel de 1 MR (agrupados en intervalos de 10 unidades) en que se producen los valores
más altos de potencia media (X) y amplitud de la zona de máxima eficiencia mecánica (área sombreada en gris) en las 7
poblaciones que realizaron la cargada en un tiempo.

Las tendencias manifestadas en la localización de Comparación de los porcentajes de peso en

la potencia media, se corresponden con los
resultados encontrados en la literatura, que sitúan
a la mayor potencia media alcanzada en los
ejercicios de cadena cinética secuencial como la
cargada o la arrancada, entre el 70% y el 85 % del
nivel de la 1 MR (Garhammer, 1993; Garhammer,
1991; González-Badillo & Ribas, 2002;
Kawamori et al., 2005).
donde se localizan los niveles más altos de
potencia pico
Como hemos visto en la figura 65 del apartado
“Comparación de los resultados obtenidos en los
ejercicios, analizados de forma conjunta, pero
diferenciando los momentos en donde se
realizaron las evaluaciones”, la localización de
los valores más altos de potencia pico, no muestra
diferencias significativas entre las 7 poblaciones
evaluadas.
En la figura 203, hemos comparado los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia pico en todas las
poblaciones estudiadas respecto a los valores
medios obtenidos al analizar la muestra de forma
conjunta, observándose que todas las poblaciones
localizan los valores de potencia pico en zonas
muy similares. Aunque, la población 5 tiende a
localizar los valores más elevados de potencia
pico en una zona inferior respecto de las demás.
Esta tendencia, podría explicarse por las
características del entrenamiento de esta
población que siempre mostró una ejecución más
controlada en todos los ejercicios realizados, y
posiblemente en la cargada en 1 tiempo (que es
una acción de cadena cinética secuencial), en
donde es indispensable mantener altísimas
velocidades de movimiento para poder movilizar
con éxito elevadas magnitudes de peso, la perdida
prematura de velocidad determine a una caída
significativa de la potencia con peso superiores al
70% del valor de la 1 MR (Siff, 2004).

Figura 203. Comparación de los pesos en donde se localizan los valores más altos de potencia pico (Loc % PP) de cada población
respecto a la media de la muestra conjunta en cargada en un tiempo. ** p < 0.01, * p < 0.05 respecto al valor medio obtenido de la
muestra conjunta.

El análisis de las relaciones establecidas entre los
porcentajes de peso y la potencia pico en
intervalos de 10 unidades porcentuales presentado
en la tabla 174, muestra resultados coherentes con
el análisis de medias, aunque sorprende la
situación de los valores más altos de potencia y la
amplitud de la zona de máxima eficiencia
mecánica en la población 4. Este comportamiento,
se debe más que nada a la metodología utilizada
en el análisis por rangos, que en éste caso, produjo
los promedios más altos de potencia pico entre el
31% y el 40% de la 1 MR, aunque los valores
alcanzados a lo largo de todos los porcentajes
analizados mostraron ser también muy altos (con
una diferencia inferior al 10% respecto de los
valores máximos) y por lo tanto, cuando se
calculan los valores medios, se obtiene un
resultado diferente al encontrado en la relación
entre el porcentaje de peso y la potencia
alcanzada.

31% al 41% al 51% al 61 al 71 al 81% al 91 al

Poblaciones > 31% 100%
40% 50% 60% 70% 80% 90% 99%
1 X
2 X
3 X
4 X
5 X
6 X
9 X
Tabla 174. Porcentaje de peso respecto al nivel de la 1 MR (agrupados en intervalos de 10 unidades) en donde se producen los
valores más altos de potencia pico (X) y amplitud de la zona de máxima eficiencia mecánica (área sombreada en gris) en las
poblaciones que realizaron la cargada en un tiempo.
Como sucede con la localización de la potencia
media, en el caso de la potencia pico, los
resultados coinciden con los datos encontrados en
la literatura para los ejercicios de levantamiento
olímpico, en los que se han mencionado que los
valores más altos de potencia pico se alcanzan
entre el 60% y el 80% de la 1 MR (Kawamori et
al., 2005; Santos et al., 2004).
Comparación de las modificaciones producidas
entre los tres test realizados en las diferentes
poblaciones estudiadas
En este apartado compararemos las
modificaciones observadas entre los resultados
obtenidos en cada uno de los ejercicios realizados
por las diferentes poblaciones, entre el test 1 (4
semanas, luego de iniciado el entrenamiento), el
test 2 (20 semanas de entrenamiento específico, 1º
pico de rendimiento) y el test 3 (46 semanas de
entrenamiento específico, 2º pico de rendimiento).
Los resultados obtenidos en los distintos ejercicios
de fuerza realizados por cada una de las
poblaciones, y que han sido discutidos desde el
apartado “Análisis de la relación establecida
entre el porcentaje de la 1 MR y la potencia
mecánica en los ejercicios evaluados.” hasta el
apartado “Población 12 (mujeres, practicantes de
taekwondo de 14 a 16 años, Cuba).”, se resumen
en las tablas 175, 176, y 177. En estas tablas, sólo
se han señalado aquellas modificaciones en los
niveles de la 1 MR absoluta y por kilogramo de
peso corporal, cuando alcanzaron una
significación estadística para un valor p < 0.05,
mientras que en las modificaciones manifestadas
en los porcentajes de peso en donde se localizaron
los valores más altos de potencia media y pico, se
han señalado las tendencias y resaltado con un
asterisco y sombreando con gris, cuando estas
alcanzaban un nivel de significación estadístico de
p < 0.05.
 Población Variable T1≠T2 T 2 ≠T 3 T3≠T1
1 MR abs × ×
1 1 MR kp × ×
Opositores a bombero. % loc PM Ð Ð Ð
% loc PP Ð Ð Ð
1 MR abs ×
2 1 MR kp ×
Opositores a policía. % loc PM Ï Ð Ð
% loc PP Ï Ï Ð
1 MR abs
3 1 MR kp
Mujeres competidoras
% loc PM Ï Ï ↔
de fitness.
% loc PP ↔ Ï Ï
1 MR abs × ×
4 1 MR kp × ×
Judokas de competición. % loc PM ↔ Ò ↔
% loc PP Ð Ð Ð
1 MR abs
5 1 MR kp
Varones con entrenamiento
Recreativo en fuerza y resistencia. % loc PM Ò Ð Ð
% loc PP Ï Ð Ð
1 MR abs
6 1 MR kp
Varones, competidores de
Fitness. % loc PM Ò Ô Ô
% loc PP Ï Ð Ï
1 MR abs × ×
7 (press de hombros) 1 MR kp × ×
Mujeres, jugadoras de
% loc PM Ð Ï ↔
voley de 1º división, Cuba.
% loc PP Ï Ð Ô
1 MR abs ×
8 1 MR kp
Varones, jugadores de
béisbol categoría 14 a 17 Años, Cuba. % loc PM Ï Ð Ô
% loc PP Ð Ï ↔
1 MR abs ×
9 1 MR kp ×
Boxeadores o taekwondístas. % loc PM Ð Ï ↔
% loc PP Ð Ï* Ô

1 MR abs
10 1 MR kp
Varones, de Lucha libre y grecoromana
Categoría 14 a 17 años, Cuba. % loc PM Ð Ï Ô
% loc PP Ð Ï Ô
1 MR abs ×
11 1 MR kp
Mujeres, jugadoras de sóftbol
1º división, Cuba. % loc PM Ð* Ð Ð*
% loc PP Ð Ð Ð*
1 MR abs Ø ×
12 1 MR kp
Mujeres, Taekwondístas, categoría
14 a 16 años, Cuba. % loc PM Ï* Ð Ï
% loc PP Ï* Ð Ï
*p < 0.05, ×: Incremento no significativo (p > 0.05), Ø: disminución no significativa (p > 0.05) Ï: incremento, Ò:
ligero incremento Ð: disminución, Ô: ligera disminución, ↔: sin modificación.
Tabla 175. Comparación de las modificaciones observadas en el press de banca plano con barra libre.

La comparación de los resultados anteriores, Además, en las poblaciones 1, 2, 4, 7 y 11 esta

indica que en todas las poblaciones, a excepción
de las taekwondístas de 14 a 16 años (población
12), se observa una tendencia a reducir la
localización de los valores más altos de potencia
media y pico en el test 3, que es cuando se debe
alcanzar el mayor rendimiento de la temporada.
tendencia se relacionó con mejoras significativas
de los valores de la 1 MR (fundamentalmente
absoluta). De este modo, es posible que a
excepción de la población 12, en la mayoría de los
sujetos de nuestro estudio en el press de banca
plano, a medida que los niveles de fuerza máxima
se incrementan y el entrenamiento se hace más localizan los valores más altos de potencia media
específico, los porcentajes de peso en donde se y pico muestren una tendencia a bajar.
Población Variable T1≠T2 T 2 ≠T 3 T3≠T1
1 MR abs × ×
1 1 MR kp
Opositores a bombero. % loc PM Ï Ï Ï
% loc PP Ï Ï Ï
1 MR abs ×
2 1 MR kp
Opositores a policía. % loc PM Ï ↔ Ô
% loc PP Ð Ð* Ð*
1 MR abs
3 1 MR kp
Mujeres competidoras
De fitness. % loc PM Ð Ð Ð
% loc PP ↔ Ï Ï
1 MR abs ×
4 1 MR kp ×
Judokas de competición. % loc PM Ò Ð Ð
% loc PP Ð Ï Ï
1 MR abs × ×
5 1 MR kp × ×
Varones con entrenamiento
% loc PM Ð ↔ Ð
Recreativo en fuerza y resistencia.
% loc PP Ï* Ð* ↔
1 MR abs
6 1 MR kp
Varones, competidores de
Fitness. % loc PM ↔ Ð Ð
% loc PP Ï Ð Ð
1 MR abs × ×
7 (press de hombros) 1 MR kp × ×
Mujeres, jugadoras de
voley de 1º división, Cuba. % loc PM Ð Ò Ô
% loc PP Ð Ò Ô
1 MR abs
8 1 MR kp
Varones, jugadores de
béisbol categoría 14 a 17 Años, Cuba. % loc PM Ï Ð Ï
% loc PP Ï Ô Ï
1 MR abs × ×
9 1 MR kp × ×
Boxeadores o taekwondístas. % loc PM Ï Ð Ð
% loc PP Ï Ò Ï
1 MR abs × ×
10 1 MR kp
Varones, de Lucha libre y grecoromana
Categoría 14 a 17 años, Cuba. % loc PM Ï Ô Ï
% loc PP Ï Ò Ï
1 MR abs
11 1 MR kp
Mujeres, jugadoras de sóftbol
1º división, Cuba. % loc PM Ð Ï ↔
% loc PP Ð Ï Ð
1 MR abs × ×
12 1 MR kp
Mujeres, Taekwondístas, categoría
14 a 16 años, Cuba. % loc PM Ð Ï Ô
% loc PP Ò Ò Ò
*p < 0.05, ×: Incremento no significativo (p > 0.05), Ø: disminución no significativa (p > 0.05) Ï: incremento, Ò:
ligero incremento Ð: disminución, Ô: ligera disminución, ↔: sin modificación.
Tabla 176. Comparación de las modificaciones observadas en la sentadilla paralela con barra libre.

Las tendencias de modificación observadas en la reduce, aunque en las poblaciones 1 y 10 tiende a

sentadilla paralela con barra libre muestran un aumentar.
comportamiento contradictorio, ya que en el test
3, en la mayoría de las poblaciones la localización Estos cambios no se asocian específicamente con
de los valores más altos de potencia media se modificaciones en los valores de la 1 MR, ya que
en la población 1, que muestra los niveles más
altos de fuerza máxima absoluta, se observan
mejoras significativas en éste parámetro en el test
3, mientras que en la poblaciones 4 y 5, que
también manifiestan valores de la 1 MR absoluta
elevados y muestran mejoras significativas de sus
niveles en el test 3, se observa un comportamiento
contrario, ya que tienden a reducir la localización
de los pesos en donde se manifiestan los valores
más altos de potencia media.
Por otro lado, la localización de los valores más
altos de potencia pico tienden a subir en las
poblaciones 1, 3, 4, 8, 9, 10 y 12, mientras que
bajan en las poblaciones 2, 6, 7 y 11 y por lo tato,
no podemos asociar estas modificaciones con un
comportamiento general relacionado a los niveles
de fuerza sino a las características propias de cada
población, como se ha explicado anteriormente en
los apartados “Población 1 (varones, opositores a
bomberos)” hasta “Población 12 (mujeres,
practicantes de taekwondo de 14 a 16 años,
Cuba).”.

Población Variable T1≠T2 T 2 ≠T 3 T3≠T1

1 MR abs × × ×
1 1 MR kp
Opositores a bombero. % loc PM Ï Ð ↔
% loc PP Ï Ð ↔
1 MR abs × × ×
2 1 MR kp × × ×
Opositores a policía. % loc PM Ï Ò Ï
% loc PP Ï Ð ↔
1 MR abs
3 1 MR kp
Mujeres competidoras
De fitness. % loc PM Ð Ò Ð
% loc PP Ï Ð Ò
1 MR abs × ×
4 1 MR kp × ×
Judokas de competición. % loc PM Ï ↔ Ï
% loc PP Ï Ò Ï
1 MR abs ×
5 1 MR kp ×
Varones con entrenamiento
Recreativo en fuerza y resistencia. % loc PM Ð Ï Ò
% loc PP Ð Ï Ò
1 MR abs
6 1 MR kp
Varones, competidores de
Fitness. % loc PM ↔ Ï Ï
% loc PP Ï Ð Ï
1 MR abs × × ×
9 1 MR kp Ø ×
Boxeadores o taekwondístas. % loc PM Ð Ï Ï
% loc PP Ð Ï* Ï
*p < 0.05, ×: Incremento no significativo (p > 0.05), Ø: disminución no significativa (p > 0.05) Ï: incremento, Ò:
ligero incremento Ð: disminución, Ô: ligera disminución, ↔: sin modificación.
Tabla 177. Comparación de las modificaciones observadas en la cargada en un tiempo.

En la cargada en un tiempo, las tendencias significativas en los niveles de la 1 MR absoluta y

mostradas por las diferentes poblaciones que
realizaron este ejercicio son coherentes con las
mejoras manifestadas, ya que a excepción de la
población 3, que muestra una tendencia a reducir
la localización de los pesos en donde se
manifiestan los valores más altos de potencia
media, en el resto de la poblaciones la tendencia
es a subirlos. Además, al igual que sucede con el
press de banca en algunas poblaciones como la 1,
2, 4, 5 y 9 estas tendencias se asocian con mejoras
por kilogramo de peso corporal.
Respecto a la localización de los valores más altos
de potencia pico, las modificaciones son similares
a las observadas en la potencia media, salvo en la
población 3, que también muestra una tendencia a
incrementar ligeramente los pesos en donde se
localizan sus valores más altos.
La mayor homogeneidad de las modificaciones
observadas en este ejercicio respecto a los demás,
especialmente a la sentadilla, se debe
fundamentalmente a que la mejora de la fuerza
máxima (1 MR), o de la potencia máxima,
depende en gran medida del dominio técnico, que
permite lograr una gran coordinación de los
movimientos y mantener altas velocidades de
desplazamiento de la barra incluso con los pesos
más altos. Estas características, en mayor o menor
medida, siempre fueron mejorando en todas las
poblaciones a lo largo de la temporada de
entrenamiento.
De acuerdo a estos resultados, en la cargada en un
tiempo, en la mayoría de los sujetos de nuestro
estudio, a medida que los niveles de fuerza
máxima se incrementaban y el entrenamiento se
hacía más específico, los porcentajes de peso en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media y pico mostraron una tendencia a
subir.
Comparación de los resultados de éste estudio
con otros estudios similares
Con el objetivo de facilitar la interpretación de los
resultados obtenidos y centrarnos en los objetivos
específicos de nuestro estudio, que se basan
fundamentalmente en analizar la localización de
los porcentajes de peso en donde se manifiestan
los valores más altos de potencia mecánica, el
análisis y las comparaciones con otros estudios lo
realizaremos considerando este tema como eje
central de nuestra discusión, y no otros como las
modificaciones en los niveles de fuerza máxima
(1 MR) o de los valores de potencia media o pico,
que aunque son de gran importancia, en esta
ocasión sólo los discutiremos en la medida en que
afecten a la localización de los valores más altos
de potencia.
Para facilitar la comprensión, realizaremos esta
parte de la discusión en el siguiente orden:
• En primer lugar, discutiremos los resultados
obtenidos en el ejercicio de press de banca
plano.
• En segundo lugar, discutiremos los resultados
obtenidos en el ejercicio de sentadilla paralela.
• En tercer lugar, discutiremos los resultados
obtenidos en el ejercicio de cargada en un
tiempo.
Comparación de los resultados obtenidos en
press de banca plano
Este apartado será dividido en tres partes:
• En primer lugar, se compararán los resultados
obtenidos en la localización de los valores más
altos de potencia mecánica media.
• En segundo lugar, se compararán los
resultados obtenidos en la localización de los
valores más altos potencia pico
• En tercer lugar, se comparan las
modificaciones producidas en la localización
de los valores más altos de potencia mecánica
(media y pico) entre los tres test realizados.
Análisis y comparación de la localización de los
valores más altos de potencia media
Con relación a los pesos en donde se manifiestan
los valores más altos de potencia media, los
resultados de nuestro estudio son coherentes con
las afirmaciones de Cronin y Sleivert (2005),
Baker (2001d) y Baker y col (2001a) cuando
destacan que los pesos en donde se localizan las
potencias medias más altas se distribuyen dentro
de una zona en donde los valores de potencia
producidos no se diferencian significativamente
entre sí. No obstante, a diferencia de la revisión de
Cronin y Sleivert (2005), en donde se destaca que
esta zona estaría comprendida entre el 30% y el
70% del peso máximo o 1 MR, en la mayoría de
las poblaciones de nuestro estudio, esta zona se
extiende desde el 41% hasta el 60% del valor de la
1 MR. Estos resultados coinciden con Baker
(2001a), cuando menciona que en diversos
estudios efectuados con jugadores de rugby de
diferentes niveles de rendimiento, los pesos en
donde se localizan los valores más altos de
potencia mecánica media en el press de banca,
están comprendidos entre el 40% y el 60% de la 1
MR. De todos modos, en nuestro estudio las
poblaciones 10 (varones, jugadores de béisbol de
14 a 17 años) y 12 (mujeres taekwondístas de 14 a
16 años) manifiestan niveles de potencia muy
altos que se sitúan en porcentajes muy bajos,
incluso por debajo del 31% de la 1 MR (ver tabla
179), lo cual coincide con las afirmaciones de
Cronin y Sleivert (2005). De todos modos, si nos
circunscribimos a los resultados del análisis de
medias obtenido en nuestro estudio, observamos
que los valores más altos de potencia media en
press de banca plano se sitúan en una zona
próxima al 50% del nivel de la 1 MR (ver figura
192).
Estos resultados, son parecidos a los obtenidos por
Naclerio y Figueroa (2004), que evaluaron a 9
levantadores de peso que realizaron el ejercicio de
press de banca plano con barra libre, aplicando los
mismos criterios metodológicos de nuestro
estudio, utilizando un encoder rotatorio para
determinar la potencia alcanzada con cada peso
movilizado. En este trabajo los valores más altos
de potencia se localizaron al 45.5±10.6%
(abarcando una zona comprendida entre el 31% y
el 67% de la 1 MR) y por lo tanto, coincidirían
con las conclusiones de la revisión de Cronin y
Sleivert (2005). En el trabajo de Naclerio y
Figueroa (2004) la gran variabilidad observada en
los pesos en donde se manifiestan los niveles de
potencia más alta de los levantadores, fue
explicada por el modo de entrenamiento de su
población, que en la mayoría de los casos
utilizaban pesos muy elevados y bajas velocidades
absolutas de movimiento, y además por los
diferentes niveles de rendimiento manifestados
por los integrantes de la población estudiada. Los
resultados obtenidos por los levantadores del
estudios de Naclerio y Figueroa (2004) podrían
compararse con los de la población 4 (judokas de
competición), que localizaron los valores más
altos de potencia en torno al 49% del peso
máximo (ver tabla 23). Los sujetos de este grupo
realizaban un entrenamiento con pesos iguales o
superiores al 70%, que es similar al utilizado por
los levantadores estudiados por Naclerio y
Figueroa (2004), aunque con unos objetivos de
rendimiento muy diferentes. Si embargo, en
nuestro estudio, la población 8 (varones,
jugadores de sóftbol de 14 a 17 años) fue la que
alcanzó los mayores valores de potencia media en
porcentajes de peso similares a los de los
levantadores de Naclerio y Figueroa (2004).
Esta población realizaba un entrenamiento muy
diferente a los de los levantadores, tanto con
respecto a la preparación física como a la
específica.
De acuerdo con esto, aunque las tres poblaciones
mencionadas muestran una localización similar de
la máxima potencia media, no hemos podido
establecer puntos en común relacionados con su
nivel de rendimiento o la especialidad deportiva.
Los resultados de nuestro estudio muestran
mayores semejanzas con los obtenidos por
Naclerio y col (2005a), que evaluaron una
población de aspirantes a bomberos, los cuales
realizaron un test progresivo en press de banca
plano con barra libre, utilizando un encoder
rotatorio para determinar la potencia media.
Estos autores, encontraron que los valores
máximos de potencia media se localizaban sobre
el 47.6 ± 9.0% del nivel de la 1 MR, es decir
ligeramente por debajo de los valores obtenidos
en nuestro estudio al analizar a todos los sujetos
de forma conjunta (50.3± 11.9%) y a los
aspirantes a bombero de la población 1
(50.2±10.8). No obstante, cabe destacar que en la
población 1, la localización de los valores más
altos de potencia media en el test 3 (máximo pico
de rendimiento) tiende a bajar situándose sobre el
48.6± 11.3% de la 1 MR (ver tabla 20) que se
aproxima bastante a los resultados mencionados
por Naclerio y col (2005a).
Por otro lado, los resultados de nuestro estudio no
coinciden con las conclusiones del estudio
realizado por Izquierdo y col (2002), que
evaluaron la producción de potencia mecánica y
su localización en el ejercicio de press de banca
ejecutado en multipower con un grupo de 70
deportistas, integrado por 11 Levantadores de
peso, 19 Jugadores de balón mano, 18 ciclistas de
ruta, 10 corredores de fondo y 12 estudiantes que
hacían de grupo control, que realizaron un test
progresivo, con incrementos de 10 unidades
porcentuales, desde el 30% hasta el 100% del
valor de la 1 MR, utilizando un encoder rotatorio
para determinar los valores de velocidad y
potencia media. Los levantadores y los jugadores
de balonmano fueron los que mayores valores de
potencia alcanzaron (391 ± 85, y 348 ± 67 vatios,
respectivamente) localizándola al 30% de la 1
MR, mientras que el resto de los grupos mostraron
niveles de potencia significativamente más bajos
(desde 200± 38 a 224± 47 vatios), y la localizaban
al 45% de la 1 MR. Estos autores, concluyen que
la modalidad específica del entrenamiento
desarrollado crea adaptaciones neuromusculares
relacionadas con el nivel de potencia producido y
a su localización porcentual respecto al valor de la
1 MR, así como a la velocidad con la que se
logran los máximos valores de potencia. En este
trabajo, se sugiere que los sujetos que más
potencia producen son también los que la
localizan en porcentajes más bajos, lo cual no
coincide con los resultados de nuestro estudio, en
donde las poblaciones de 1 (opositores a
bombero) y 4 (judokas de competición), son las
que más potencia media alcanzan (ver figura 132),
pero sólo la población 8 muestra una tendencia
más marcada a localizar los valores más altos de
potencia media en una zona inferior que de todos
modos, es siempre mucho más elevada respecto
de la determinada en los jugadores de balonmano
estudiados por izquierdo y col (2002) (43.3%
contra 30%), aunque hay que destacar que en el
test 3 esta población mostró una tendencia a
localizar las valores más altos de potencia media
en una zona inferior (41.2%) la cual se acerca
bastante a la determinada en los jugadores de
balonmano de izquierdo y col (2002). Por lo tanto,
en este sentido, podríamos coincidir con estos
autores, cuando mencionan que los
entrenamientos sistemáticos en los que se realizan
ejercicios con mecánicas y velocidades similares a
las manifestadas en las acciones específicas de
cada deporte, inducen adaptaciones que se
expresan al alcanzar los valores más altos de
potencia en porcentajes de peso y velocidades
muy próximas a las desarrolladas en la
especialidad deportiva. Este tipo de relación ha
sido mencionada en diversos trabajos al comparar
el rendimiento en el ejercicio de press de banca
plano con acciones de lanzamiento en el
balonmano, en béisbol, o sóftbol (Hoff & Bjorn,
2005; Naclerio et al., 2004).
Los pesos en donde se localizan los valores más
altos de potencia media en nuestro estudio, son
también semejantes aunque ligeramente más bajos
de los encontrados por Baker (2001b) en un
trabajo realizado con jugadores de rugby que
fueron clasificados en dos grupos según su nivel
de rendimiento específico:
• 22 jugadores de la liga profesional de 24± 3.7
años, 93.4± 9,6 kg de peso y 181.7± 6,9 cm de
estatura.
• 27 jugadores de la liga escolar de 18.1 ± 1.1
años 91.1± 9.8 kg de peso corporal y 183.3 ±
6.1 cm de estatura.
Los sujetos fueron evaluados luego de 8 semanas
de entrenamiento, cuando se encontraban en su
primer pico de rendimiento y supuestamente
debían alcanzar valores ideales de fuerza máxima
(1 MR) y potencia mecánica para su especialidad.
A diferencia de nuestro estudio, en el trabajo de
Baker (2001b) primero se determinó el peso
correspondiente a la 1 MR en press de banca con
barra libre y 48 después se realizó un test con
pesos crecientes, desde 40 kg hasta 80 kg, en
press de banca ejecutado en forma balística en un
multipower, durante el que se midió el
desplazamiento de la barra con un encoder
rotatorio para luego calcular la potencia media
con una metodología similar a la utilizada e
nuestro estudio.
Los resultados del trabajo de Baker (2001a),
indican que salvo en la edad no había diferencias
significativas en el resto de las variable
biométricas evaluadas (peso y estatura) aunque si,
se determinaron diferencias significativas (p <
0.05) en los niveles de la 1 MR (134.8± 15.2
contra 11± 15.3 para los profesionales y los
colegiales respectivamente) y la potencia
mecánica producida en todos los pesos
movilizados en el test progresivo.
Los resultados más relevantes del estudio de
Baker (2001b), indican que los pesos absolutos
(kg) en donde se localizan los mayores valores de
potencia media son más altos en los profesionales
(69.1± 7.5 kg) respecto a los colegiales
(60.7±9.6kg), aunque con relación a los
porcentajes de la 1 MR, los profesionales los
localizan en una zona inferior (51.1± 5.3%)
respecto a los colegiales (54.9± 5,6%).
Estos resultados, aunque se acercan a los
obtenidos en nuestro estudio al analizar la muestra
de forma conjunta, en donde los valores más altos
de potencia media se localizan al 50.3± 11.9%, se
alejan un poco cuando se los compara sólo con la
población de varones, que muestra una
localización algo más baja de los pesos en donde
se sitúan los niveles más altos de potencia media
(49.5± 11.6%). No obstante, es importante
mencionar que los datos de los jugadores rugby
del estudio de Baker (2001b) son muy similares a
los obtenidos por la población 5 (varones,
entrenados en forma recreativa en fuerza y
resistencia) y por la 9 (varones, boxeadores y
taekwondístas) que alcanzan los niveles más
elevados de potencia media sobre el 54.7± 10.1 y
52.1± 12.1 % respectivamente.
En otro estudio muy similar realizado por Baker y
col (2001a) con 31 jugadores de rugby (18
profesionales y 13 semiprofesionales) de la liga
australiana utilizando la misma metodología
descrita en el estudio de Baker (2001b), se
observó que la potencia media máxima se
alcanzaba con un peso de 70.1±7.9 kg y se
localizaba al 55±5.3% del valor de la 1 MR,
determinando previamente en press de banca
plano con barra libre. En este último estudio, los
autores destacan la existencia de una zona de
pesos en donde los valores de potencia máxima
alcanzados no difieren significativamente del
valor más alto logrado en el test progresivo. Dicha
zona, se encuentra entre el 45% y el 60% del valor
de la 1 MR y configuraría una área de
entrenamiento específico para el desarrollo de la
potencia mecánica de el press de banca plano (D.
Baker et al., 2001). La zona descrita por Baker y
col (2001a) es similar a la determinada en la
mayoría de las poblaciones de nuestro estudio al
establecer la relación entre el porcentaje de peso y
la potencia media que hemos resumido
anteriormente en la tabla 179.
De todas formas, los resultados presentados en los
estudios de Baker (2001b) y Baker y col (2001a)
deben ser considerados con precaución, ya que en
estos trabajos se determinó el valor de la 1 MR en
el ejercicio de press de banca con barra libre y
luego se valoró la potencia mecánica media en el
press de banca balístico ejecutado en un
multipower, que como se ha descrito en el
apartado “Modalidad de ejecución y medio
utilizado para realizar los ejercicios de fuerza
(pesos libres o máquinas)” de los antecedentes, si
bien son ejercicios que muestran importantes
similitudes, sus mecánicas de ejecución son
también muy diferentes, mostrando discrepancias
en la participación de los grupos musculares
implicados, así como en los momentos de fuerza,
la velocidad y la potencia alcanzada a lo largo del
movimiento (Cotterman, Darby, & Skelly, 2005;
Cronin et al., 2001; Newton & Kraemer, 1994).
De hecho, en un estudio reciente, realizado por
Cotterman y col (2005) con 32 sujetos (varones y
mujeres) de 22 ± 2 años y al menos un año de
experiencia en el entrenamiento de fuerza con
resistencias, se observó que los valores de la 1
MR en el press de banca con barra libre eran
significativamente superiores (p < 0.0001)
respecto a los alcanzados en el press de banca en
multipower, siendo la diferencia cercana al 12%.
Por otro lado, en la revisión de Crewther y Cronin
(2005) acerca de los métodos más eficaces para
entrenar la fuerza y la potencia muscular, estos
autores destacan que la gran variabilidad en los
pesos en donde se alcanzan los máximos valores
de potencia mecánica se debe a la falta de
uniformidad en los criterios para determinar el
peso máximo de referencia (1 MR) y su relación
con los pesos submáximos utilizados. Por lo tanto,
es posible que las ligeras diferencias encontradas
entre nuestro estudio y el de Baker (2001b) se
deban fundamentalmente a las diferencias
metodológicas existentes entre los dos trabajos.
En otro trabajo realizado por Naclerio y col
(2004), con un grupo de jugadoras de sóftbol que
realizaron un test progresivo en press de banca en
multipower con una metodología similar a la
aplicada en nuestro estudio, los pesos en donde se
localizaron los valores más altos de potencia
media se situaron al 62.9±11.7% del valor de la 1
MR, lo cual es ligeramente superior al encontrado
en la población 11 de nuestro estudio (en donde la
máxima potencia media se localizó sobre el
56.9±14.6%, ver tabla 6.29). Las mujeres de
nuestro estudio eran jugadoras de sóftbol de 1º
división, mientras que las del estudio de Naclerio
y col (2004) pertenecían a la categoría juvenil (14
a 17 años). No obstante, si observamos los
resultados del test 1 (efectuado al inicio de la
temporada) los pesos en donde se localizan los
valores más altos de potencia media en la
población 11 son muy similares a los del estudio
de Naclerio y col (2004), ya que se localizan al
63.3± 14.3%. En este momento, las jugadoras de
sóftbol de la población 11 manifestaba niveles de
fuerza (1 MR) muy bajos 35.6±7.1 kg, que fueron
significativamente inferiores de los evaluados en
el test 3 (ver taba 176). Por otro lado, debe
considerarse que en el estudio de Naclerio y col
(2004) se aplicó el press de banca en multipower,
mientras que en nuestro estudio se realizó el press
de banca con barra libre, que como hemos
mencionado son ejercicios similares pero con
diferencias mecánicas muy importantes
(Cotterman et al., 2005; Cronin et al., 2001). De
todos modos, si comparamos algunos de los
estudios que han analizado la evolución de los
niveles de fuerza y potencia en el press de banca
ejecutado en multipower observaremos ciertas
diferencias en los resultados.
Newton y col, (1997) investigaron la evolución de
la potencia media en el press de banca en
multipower ejecutado con dos modalidades
diferentes:
1. Balística, con un movimiento sólo concéntrico
2. Balística, pero con una acción de estiramiento
acortamiento para aprovechar el impulso
elástico muscular.
Estos autores, evaluaron 17 estudiantes con un
mínimo de 6 meses de entrenamiento de fuerza y
un nivel de fuerza máxima estimado por el valor
de la 1 MR no inferior a 1 kg por kg de peso
corporal. Los sujetos realizaron un test para
determinar el valor de la 1 MR y luego dos test
progresivos (uno en cada modalidad), utilizando
el 15%, 30%, 45%, 60%, 75% y 90% del valor de
la 1 MR hallado previamente. Los resultados de
este estudio indican que los valores más altos de
potencia media se producen con el régimen de
estiramiento acortamiento, y se localizan entre el
30% (560 w) y el 45% (562 w) del nivel de la 1
MR.
Los resultados del estudio de Newton y col
(1997), difieren tanto de los resultados del estudio
de Naclerio y col (2004) como de la mayoría de
las poblaciones analizadas en nuestro estudio,
viéndose que la localización de los valores más
altos de potencia media, sólo se acercan a los
resultados obtenidos por las poblaciones 8 y 10,
integradas por jugadores de béisbol y luchadores
de 14 a 17 años, en donde los valores más altos de
potencia media se situaron sobre 43.3± 10.7% y
47± 14.1% respectivamente, cuyos niveles de 1
MR por kilogramo de peso corporal eran también
superiores a 1 kg por kilogramo de peso (ver
tablas 6.26 y 6.28), auque sus valores de 1 MR
absoluta eran significativamente más bajos
respecto a los sujetos evaluados por Newton y col
(1997) (66±13.1 kg, y 75.3±14 kg contra 104±16
kg, respectivamente).
En un estudio similar al de Newton col (1997),
Cronin y col (2001) investigaron la fuerza,
potencia y velocidad en 27 varones de 21.9 ± 3.1
años, en los que se evaluó el peso máximo o 1
MR, en press de banca en multipower para
posteriormente realizar un test progresivo de 6
series (30%, 40%, 50%, 60%, 70%, y 80% del
valor de la 1 MR) empleando 4 modalidades de
ejecución (sólo concéntrico ejecutado en forma
balística, sólo concéntrico con control de la barra
al final del movimiento, con impulso elástico con
finalización balística, y con impulso elástico con
control de la barra al final del movimiento). Los
resultados del estudio de Cronin y col (2001),
coinciden con el trabajo de Newton y col (1997),
al indicar que los valores más altos de potencia se
alcanzan con el régimen de estiramiento
acortamiento, aunque difieren cuando se
consideran los porcentajes de peso en donde se
manifiestan las potencias más elevadas, ya que
Cronin y col (2001) los sitúan entre el 50% y el
70%, algo más elevados que el 30% o 45%
mencionado por Newton y col (1997). De todos
modos, si consideramos la ejecución sólo
concéntrica, controlando la barra al final de
movimiento, que es similar a la realizada por los
sujetos de nuestro estudio, en el estudio de Cronin
y col (2001), la máxima potencia media se situó al
60% del valor de la 1 MR, es decir ligeramente
más alta de la obtenida en las poblaciones de
nuestro estudio. Mientras que, si consideramos el
análisis establecido entre la relación porcentaje de
peso y la potencia, así como la extensión de la
zona de máxima eficiencia mecánica presentada
en la tabla 7.17, los resultados serían bastante
similares. De esta manera, cuando se realiza el
press de banca en multipower los máximos
valores de potencia media tenderían a localizarse
en una zona superior respecto a cuando se ejecuta
el press de banca con barra libre.
Los hallazgos de Cronin y col (2001) son opuestos
a los obtenidos por Izquierdo y col (2002) e
Izquierdo y col (1999). En el primer trabajo,
comentado anteriormente, los sujetos realizaron el
press de banca en multipower con una acción
explosiva y controlando la barra al final del
movimiento, alcanzando las potencias más altas
entre el 30% y el 45% del nivel de la 1 MR,
mientras que en el segundo trabajo investigaron
sujetos no habituados al entrenamiento de fuerza
que realizaban actividad física recreativa y que a
su vez, fueron clasificados en un grupo de
mediana edad (de 35 a 46 años) y otro de edad
avanzada (60 a 74 años). Ambos, realizaron un
test para determinar el valor de la 1 MR en press
de banca en multipower y posteriormente fueron
evaluados con un test progresivo utilizando dos
modalidades de ejecución (sólo concéntrico y con
ciclo estiramiento acortamiento), comenzando sin
peso y continuando con el 30%, 45%, 60% y 70%
de la 1 MR determinada anteriormente. Los
resultados de este estudio indicaron que los
valores más altos de potencia media en los sujetos
de mediana edad, cuyos niveles de 1 MR eran
significativamente más elevados, se situaban al
45% y en los sujetos de mayor edad se ubicaba al
30% de la 1 MR (Izquierdo et al., 1999).
Al comparar los resultados de nuestro estudio o el
de los trabajos de Cronin y col (2001) o Newton y
col (1997) con el de Izquierdo y col (1999),
observamos que existen diferencias significativas
en el nivel de rendimiento, la actividad física
desarrollada y en el caso del grupo de 60 a 74
años, también con la edad.
La falta de control de estas variables pueden
influir significativamente sobre los resultados
obtenidos, causando diferencias en la potencia y
tal vez en su localización (Cronin & Sleivert,
2005; Hakkinen, 2002a; Macaluso & De Vito,
2004).
La comparación de los resultados de nuestro
estudio, con otros similares, indican que los pesos
en donde se manifiestan los valores más altos de
potencia media en ejercicios de cadena cinética
cerrada con acción de empuje y mecánica de
extensión, controlando la barra al final del
movimiento, como el press de banca plano con
barra libre, tienden a localizarse entre el 40% y el
60% de la 1 MR, aunque cuando se considera al
press de hombros con barra, las potencias medias
o picos más altas, se localizan en una zona
superior (entren el 61% y el 70%). De todas
formas, la localización de los valores más altos de
potencia, puede variar por la influencia de factores
como la mecánica o modalidad de ejecución, los
niveles de fuerza o las características específicas
del entrenamiento de cada sujeto (Cronin et al.,
 2001; Cronin & Sleivert, 2005; Izquierdo et al.,
2002; Kawamori & Haff, 2004).
La tabla 178, resume los resultados de nuestro
estudio y otros similares respecto a la potencia
mecánica media y su localización, en ejercicios de
cadena cinética cerrada con acción de empuje y
mecánicas de extensión en el tren superior.

Localización
Estudio Sujetos Ej. Metodología 1 MR (kg) PM (vatios)
Kg % 1 MR
TP 30%-
50.2%
Este estudio P1 PB BL 100% de la 1 102.3 (10.5) 543 (148) 51.3 (12)
(10.8)
MR
“ P2 “ “ 84.8 (20.2) 422 (93) 43.8 (13) 51.9% (11)
52.8%
“ P3 “ “ 47.7 (8) 227 (50) 25.3 (7)
(11.2)
49.4%
“ P4 “ “ 83.9 (18.2) 472 (105) 40.8 (12)
(12.9)
54.7%
“ P5 “ “ 84.2(16.2) 352 (67) 46.2 (12)
(10.1)
“ P6 “ “ 91.4(9.9) 420 (90) 43.5 (6) 48%(8.1)
“ P7 Press h “ 29.6 (3.3) 137 (37) 19.3 (3) 65.5% (10)
43.3%
“ P8 PB BL “ 66 (13) 403 (104) 28.2 (8)
(10.7)
52.1%
“ P9 “ “ 76.5 (16) 365 (122) 38.3 (10)
(12.1)
“ P 10 “ “ 75.3 (14) 407 (116) 34.5 (10) 47% (14.1)
“ P 11 “ “ 37 (7) 199 (52) 20.6 (5) 56.9%(14.6)
“ P 12 “ “ 36.8 (3) 203 (37) 18.2 (4) 49.8% (9.7)
1 MR PB BL y
22 jug. Prof
Baker TP en PB MTP 134,8 (15.2) 610 (79) 69.1 (7.5) 51.1 % (5.3)
27 jug. Col. PB MTP
(2001b) 40,50,60,70 111 (15.3) 515 (78) 60.7 (9.6) 54.9%(5.6)
Rugby
y 80 k
1 MR PB BL y
Baker y col TP en PB MTP
31 jug rugby PB MTP 129.7 (14.3) 598 (99) 70.1 (7.9) 55.5% (5.3)
(2001b) 40,50,60,70
y 80 k
Cronin y col 27 varones
PB MTP TP 30%-80% 86.3 (13.7) 270 ∼ 52 60%
(2001) voluntarios
11 levantadores
89 (13.9) 391 (4.9) ∼ 27 30%
19 j. balonmano 1 MR PB TMP
78 (12.9) 348 (4.2) ∼ 23.5 30%
Izquierdo y col 18 ciclistas ruta y TP 30%-
PB MTP 54.9 (7) 200 (3.8) ∼25 45%
(2002) 10 medio fondistas 100% de la 1
54.9 (7) 225 (3.4) ∼25 45%
12 controles MR
54.9 (7.4) 224 (3.2) ∼25 45%
(estad. Univ.)
1 MR y TP
26 varones de 35 a
PB MTP iniciando sin
Izquierdo y col 46 años 59.5 (2) 293 (11) ∼ 26.5 45%
peso, 30, 45,
balístico y
(1999) 21 varones de 60 a 47 (2.4) 237 (11) ∼ 14 30%
con CEA 60 y 70% de
74 años
la 1 MR
TP 30%-
Naclerio y col 9 jugadoras de 62.9%
PB MTP 100% de la 1 39.6 (5.7) 153.6 (34.5) ∼ 25
(2004) sóftbol (11.7)
MR
TP 30%-
Naclerio y 45.5%
9 levantadores PB BL 100% de la 1 137.8 (3.5) 619 (150.3) ∼ 63
Figueroa (10.6)
MR
TP 30%-
Naclerio y col 14 aspirantes a
PB BL 100% de la 1 107.4 (12.2) 555.9 (139.2) ∼ 51 47.6% (9)
(2005ª) bombero
MR
1 MR PB MTP
PB MTP
Newton y col 17 varones (6 meses y TP 15%- 560 ∼31.2 30%
balístico y 104 (16)
(1997) de entr. fuerza) 90% de la 1 563 ∼41.6 40%
con CEA
MR
Ej. Modalidad de ejercicio realizado, P: población, PM: potencia media, kg: kgs en los que se alcanza el máximo nivel
de potencia media, % 1MR: porcentaje de peso, respecto al 1 MR, en que se alcanzan los máximos valores de
potencia media, PB MTP: press de banca en multipower TP: test progresivo, PB BL: press de banca con barra libre,
CEA: ciclo estiramiento acortamiento, press h: press de hombros con barra libre.
Tabla 178. Estudios sobre la potencia mecánica media en ejercicios de cadena cinética cerrada con acción de empuje y extensión
de brazos (valores medios y de desviación típica, entre paréntesis).
Análisis y comparación de la localización de los
valores más altos de potencia pico
Con relación a los pesos en donde se manifiestan
los valores más altos de potencia pico, en el press
de banca plano los resultados de nuestro estudio
son coherentes con los del trabajo de Cronin y col
(2001), descrito anteriormente, en donde se
destaca que los valores más altos de potencia pico
se alcanzan con porcentajes de peso ligeramente
inferiores (comprendidos entre el 50% y el 60%
de la 1 MR) respecto a donde se alcanzan los
niveles más altos de potencia media (situados
entre el 50% y el 70% del valor de la 1 MR). No
obstante, si analizamos detenidamente éste
trabajo, observamos que en las cuatro
modalidades de press de banca ejecutadas los
valores más altos de potencia pico siempre se
logran con el 50% del nivel de la 1 MR, aunque
con el 60%, los valores de potencia pico son casi
iguales a los alcanzados con el 50% (Cronin et al.,
2001). Estos resultados, coinciden con los
mencionados en la revisión de Cronin y Sleivert
(2005) cuando citan el trabajo de Bemben y col
publicado en 1991, en donde se evaluó a un grupo
de estudiantes varones, que realizaron un test
progresivo con el 30%, 40%, 50%, 60%, 70% y
80% del valor de la 1 MR en el ejercicio de press
de banca en multipower ejecutado con la
modalidad de ciclo estiramiento acortamiento. En
este estudio, los valores más altos de potencia
pico también se situaron sobre el 50% del peso
máximo movilizado. De todos modos, cuando se
clasifica a las poblaciones de nuestro estudio entre
varones y mujeres, observamos que los varones
alcanzan los niveles más altos de potencia pico en
una zona inferior (45.6± 13.5%) la cual, es
ligeramente más baja respecto de la observada en
los sujetos evaluados por Cronin y col (2001) y
por Bemben y col (1991). Estas diferencias, como
se ha mencionado anteriormente, es posible que se
deban a la modalidad de ejecución del ejercicio,
que en el caso de los trabajos de Cronin y col
(2001) y de Bemben y col (1991) se realizaron en
el multipower, mientras que en nuestro estudio se
ejecutó con barra libre (Cotterman et al., 2005).
Los resultados de nuestro estudio presentan mayor
similitud con el trabajo de Siegel y col (2002) en
el que se observó la evolución de la potencia pico
en un grupo de estudiantes varones habituados al
entrenamiento de fuerza. Estos sujetos, realizaron
primero un test para determinar el peso asociado a
la 1 MR en press de banca en multipower para
luego, utilizando un dispositivo con fotocélulas,
medir el pico de potencia alcanzado a los 10 cm y
a los 20 cm del desplazamiento de la barra,
utilizando el 30%, 40%, 50%, 60%, 70% 80% y
90% del valor de la 1 MR. En este estudio los
mayores valores de potencia pico se alcanzaron al
40%, aunque los autores concluyen que los
niveles más altos de potencia pueden lograrse
entre el 40% y el 60% de la 1 MR (Siegel et al.,
2002). Este rango es muy similar al observado en
la mayoría de las poblaciones de nuestro estudio,
a excepción de la población 7 que ejecutó el
ejercicio de press de hombros (ver tabla 7.18).
Por otro lado, en el estudio realizado por Naclerio
y col (2004), con jugadoras de sóftbol juveniles,
que ejecutaron el ejercicio de press de banca en
multipower, se observó una localización más alta
de la potencia pico (63% de la 1 MR). Estos
valores, al igual que ha sucedido con la
localización de la potencia media, aunque son
algo superiores respecto a los de la población 11
(jugadoras de sóftbol de 1º división), coinciden
con los resultados obtenidos por esta misma
población al inicio de la temporada (test 1),
cuando sus niveles de fuerza máxima (1 MR),
eran significativamente más bajos respecto a los
alcanzados en el test 3.
Al igual que en el caso de la potencia media, en la
potencia pico los resultados de nuestro estudio y
el de otros similares indican que los pesos en
donde se manifiestan sus valores más altos, en los
ejercicios de cadena cinética cerrada con acción
de empuje y mecánica de extensión, controlando
la barra al final del recorrido articular, se localizan
entre el 40% y el 60% del nivel de la 1 MR,
aunque esta localización puede variar por la
influencia de la mecánica de ejecución, los niveles
de fuerza o las características específicas del
entrenamiento de cada sujeto (Cronin et al., 2001;
Kawamori & Haff, 2004).
La tabla siguiente resume los resultados de
nuestro estudio y otros similares en los cuales, se
ha investigado la producción de potencia
mecánica pico y su localización en ejercicios de
cadena cinética cerrada con acción de empuje y
mecánicas de extensión en el tren superior.
 1 MR PP Localización
Estudio Sujetos Ej. Metodología
(kg) (vatios) Kg % 1 MR
TP 30%-100% de
Este estudio P1 PB BL 102.3 (10.5) 995 (432) 47.3 (13) 46.4%(13)
la 1 MR
“ P2 “ “ 84.8 (20.2) 685 (152) 42.8 (15) 53.8% (14)
“ P3 “ “ 47.7 (8) 362 (106) 24.7 (8) 51.7%(12.8)
“ P4 “ “ 83.9 (18.2) 747 (157) 34 (10) 42.6% (11.2)
“ P5 “ “ 84.2(16.2) 710 (400) 47.4 (13) 56.6% (12.9)
“ P6 “ “ 91.4(9.9) 752 (208) 40.3 (9) 45.1% (13)
“ P7 Press h “ 29.6 (3.3) 200 (42) 21.9 (10) 69.8% (16)
“ P8 PB BL “ 66 (13) 832 (897) 24 (9.5) 37.4% (11)
“ P9 “ “ 76.5 (16) 611 (191) 34.7 (10) 46% (12.5)
“ P 10 “ “ 75.3 (14) 978 (934) 30.7 (10) 41.1%(12)
“ P 11 “ “ 37 (7) 321 (121) 18.1 (7) 52% (16.2)
“ P 12 “ “ 36.8 (3) 296 (58) 16.7 (4) 46% (12)
31 estudiantes PB MTP
Bemben y col (1991)b TP 30%.80% 50%
varones con CEA
27 varones
Cronin y col (2001) PB MTP TP 30%-80% 86.3 (13.7) 555 ∼ 52 50%
voluntarios
9 jugadoras de TP 30%-100% de
Naclerio y col (2004) PB MTP 39.6 (5.7) 217.8 (42.5) ∼ 25 63%
sóftbol la 1 MR
5 repeticiones con
25 varones,
el 30,40,50,60,
Siegel y col (2002) estudiantes PB MTP 500 c 40%
70, 80 y 90% de
entrenados en fuerza
la 1 MR
Ej. Modalidad de ejercicio realizado, P: población, PP: potencia pico, kg: kg en los que se alcanza el máximo nivel de
potencia pico, % 1MR: porcentaje de peso, respecto al 1 MR, en que se alcanzan los máximos valores de potencia
pico, PB MTP: press de banca en multipower TP: test progresivo, PB BL: press de banca con barra libre, CEA: ciclo
estiramiento acortamiento, press h: press de hombros con barra libre, b: Citado por Cronin y Sleivert (2005), c: se
calcula al extrapolar una curva de tendencia.
Tabla 179. Estudios sobre la potencia pico en ejercicios de cadena cinética cerrada con acción de empuje y extensión de brazos
(valores medios y de desviación típica, entre paréntesis).

Comparación de las modificaciones en la asociado con modificaciones significativas en los

localización de los valores más altos de
potencia media o pico en press de banca plano
durante un ciclo de entrenamiento
Como se ha mencionado en el apartado
“Modificaciones del nivel de rendimiento y sus
consecuencias sobre la potencia mecánica” de
los antecedentes, a excepción de las propuestas de
Baker (2001a), (2001c, d) y Baker y Newton
(2005) hasta el momento no conocemos estudios
longitudinales realizados con poblaciones
similares a las de nuestro trabajo, en donde se
relacionen los cambios del rendimiento durante
una temporada de entrenamiento con las
modificaciones de los pesos en donde se localizan
los valores más altos de potencia media y pico en
los ejercicios de fuerza.
Como se ha mencionado del apartado “Discusión
de los resultados obtenidos por cada población”
y en el resumen mostrado en la tabla 175 del
apartado “Comparación de las modificaciones
producidas entre los tres test realizados en las
diferentes poblaciones estudiadas”, las
modificaciones producidas en la localización de
los pesos en que se localizan los valores más altos
de potencia media y pico en el ejercicio de press
de banca plano con barra libre, en la mayoría de
las poblaciones de nuestro estudio, no alcanzan un
nivel de significación estadístico para un valor p <
0.05. No obstante sí, se han determinado
tendencias de cambio que en algunos casos se han
niveles de la 1 MR.
Estos resultados pueden relacionarse con el
trabajo de Baker (2001a) en donde se realiza un
seguimiento de un deportista a lo largo de una
temporada de entrenamiento. Este autor, indica
como a través de las modificaciones en la potencia
media alcanzada en los ejercicios de fuerza,
utilizados en la preparación física, pueden
controlarse las modificaciones del rendimiento.
En este trabajo, se destaca que los valores
máximos de potencia media producidos durante
un test con pesos progresivos tienden a mejorar
significativamente cuando se logran los mejores
niveles de rendimiento específico y el volumen
global del entrenamiento se reduce mientras que
manifiestan un comportamiento inverso cuando el
volumen del entrenamiento se incrementa y el
rendimiento específico tiende a disminuir. No
obstante, en este trabajo no se presentan datos
concluyentes sobre la modificación de los
porcentajes de peso en donde se alcanzan los
niveles más altos de potencia en los ejercicios de
fuerza y sólo se sugiere que éstos tienden a
situarse en la zona de pesos más comúnmente
utilizadas en los entrenamientos, subiendo cuando
se realizan entrenamientos con pesos altos o
bajando si se utilizan pesos bajos.
En otros estudios, también realizados por Baker
(2001b, d) con jugadores de rugby de diferentes
categorías de rendimiento, en los que se
compararon los niveles de la 1 MR en press de
banca con barra libre y la potencia media máxima
alcanzada en el press de banca balístico, realizado
en un multipower a lo largo de una temporada, se
observaron diferencias significativas en los
niveles de la 1 MR y la máxima potencia media,
destacando especialmente que el grado de
influencia de la fuerza máxima sobre la capacidad
de lograr altos valores de potencia en un test con
pesos crecientes va cambiando entre las diferentes
etapas del entrenamiento, siendo mucho más
determinante en los jugadores más jóvenes
respecto a los profesionales, ya que estos últimos
mostraron niveles de fuerza más elevados y
suficientes, que son difíciles de mejorar y por lo
tanto, deben incrementar su rendimiento a partir
de otras variables, como la velocidad y la potencia
(Baker, 2001b). Por otro lado,
independientemente de la categoría de los
jugadores, la influencia de los niveles de fuerza
máxima sobre la potencia producida, puede variar
dentro de una misma temporada o ciclo anual de
entrenamiento, observándose una mayor
dependencia entre estas dos variables al inicio de
la temporada, cuando los niveles de fuerza son
más bajos, mientras que al final, cuando la fuerza
máxima alcanza valores óptimos y se hace más
hincapié en otras variables como la velocidad y la
potencia, la relación entre los niveles de la 1 MR
y la potencia alcanzada en los ejercicios auxiliares
con resistencias, utilizados en la preparación
física, tiende a disminuir (Baker, 2001a, 2001b;
Baker & Newton, 2005).
En estos trabajos, también se menciona que los
sujetos con mayores niveles de fuerza máxima (1
MR), tienden a localizar los valores más altos de
potencia en porcentajes inferiores respecto a los
menos fuertes, pero sólo se sugiere que como los
coeficientes de correlación entre los pesos
asociados a la 1 MR y la máxima potencia media
se modifican entre las diferentes etapas de la
preparación, también podrían cambiarse los
porcentajes de peso en donde se localizan las
potencias más altas, aunque tampoco en este caso
se muestra un análisis específico de la evolución
de este parámetro (Baker, 2001a, 2001b).
En un reciente trabajo realizado por Gorostiaga y
col (2006), en donde investigaron la evolución del
rendimiento físico y técnico en 15 jugadores de
balonmano de elite durante una temporada
completa (47 semanas), aplicando una batería de
test que fueron realizados en 4 oportunidades a lo
largo del estudio (a las 2 semanas, al final del
primer periodo preparatorio, entre el final del
primer periodo de competición y el segundo
periodo preparatorio y al final del segundo
periodo de competición). Estos autores valoraron
el nivel de la 1 MR en press de banca plano y
sentadilla con 90º de flexión de las rodillas, ambos
realizados en multipower. Luego utilizaron un
encoder rotatorio, similar al empleado en nuestro
estudio, para determinar la velocidad y la potencia
mecánica media alcanzada por la resistencia
desplazada al realizar los dos ejercicios
mencionados en un test progresivo con el 30%,
45%, 60% y 70% de la 1 MR en el press de banca
y con el 60%, 80%, 100% y 125% del peso
corporal en la sentadilla. La batería de test fue
completada con ejercicios de saltabilidad, carreras
de velocidad máxima, resistencia aeróbica y dos
ejercicios específicos de lanzamiento. Los
resultados de este estudio indicaron que, de todos
los parámetros relacionados con el rendimiento
físico, sólo el nivel de la 1 MR en press de banca
mejoró significativamente durante la temporada,
no viéndose mejoras significativas en la potencia
mecánica media, aunque sí se observaron
incrementos significativos en la velocidad de los
lanzamientos específicos. A pesar de las
similitudes encontradas entre el planteamiento de
este trabajo y el de nuestro estudio, en donde
también hemos realizado un seguimiento anual de
diferentes poblaciones de deportistas, en el
estudio de Gorostiaga y col (2006), aunque se
determinaron los valores de potencia mecánica
durante el test progresivo, estos autores sólo han
descrito la evolución de la potencia media y no
mencionan los pesos en donde se manifestaron sus
valores más altos, como hemos hecho nosotros.
No obstante, cuando se observan los resultados
mostrados por Gorostiaga y col (2006), puede
deducirse que los pesos en donde se manifiestan
los valores más altos de potencia media en press
de banca, se localizan sobre el 45% del nivel de la
1 MR en los 4 test realizados, es decir que su
localización porcentual, al igual que sus niveles
absolutos, no se modifica a lo largo de la
temporada de entrenamiento y como ha sucedido
en la mayoría de las poblaciones de nuestro
estudio o al considerar la muestra de forma
conjunta, las mejoras en los niveles de la 1 MR en
press de banca, no se asociaron con
modificaciones en la localización de los pesos en
donde se manifestaron los valores más altos de
potencia media (Gorostiaga, Granados, Ibáñez,
González-Badillo, & Izquierdo, 2006).
Considerando los estudios analizados, como
mencionan Kawamori y Haff (2004) y Cronin y
Sleivert (2005) hasta el momento, no existen
trabajos que hallan analizado específicamente las
modificaciones de los pesos en donde se alcanzan
los valores más altos de potencia mecánica media
y pico a lo largo de una temporada en los
ejercicios de fuerza realizados con el tren superior
y por lo tanto, creemos que los resultados de este
estudio son los primeros en abordar directa y
específicamente esta problemática.
En las figuras 204 y 205 hemos establecido la
relación entre el porcentaje de peso y la potencia
mecánica media y pico, tomando los datos de toda
la población de forma conjunta, según los criterios
descritos en el apartado “Análisis de la relación
establecida entre el porcentaje de la 1 MR y la
potencia mecánica en los ejercicios evaluados.”,
pero, en lugar de introducir en el eje de ordenadas
a los valores de potencia media en vatios, hemos
introducido los porcentajes de potencia respecto al
valor máximo alcanzado en cada uno de los
rangos de peso presentados en el eje x.

Figura 204. Relaciones obtenidas en el test 1, el test 2 y el test 3, entre el porcentaje de peso máximo (1 MR) y el porcentaje de
potencia media alcanzado en press de banca plano (datos de toda la población analizada de forma conjunta, n = 106).

Figura 205. Relaciones obtenidas en el test 1, el test 2 y el test 3, entre el porcentaje de peso máximo (1 MR) y el porcentaje de
potencia pico alcanzado en press de banca plano (datos de toda la población analizada de forma conjunta, n = 106).

Si observamos detenidamente las figuras la 1 MR crece o se estabiliza sobre valores

anteriores, veremos que tanto en la potencia media
como en la pico existe una tendencia a localizar
los valores más altos, en el test 2 y especialmente
en el test 3, sobre los rangos inferiores respecto a
los del test 1. Es decir que a medida que el
entrenamiento se hace más específico y el nivel de
elevados (adecuados para cada deporte), los
porcentajes en donde se alcanzan los mayores
niveles de potencia media o pico tienden a bajar y
por lo tanto, los pesos absolutos (kg) con los
cuales se logran las potencias más altas serán los
mismos e incluso más altos en aquellos sujetos
que manifiesten incrementos muy importantes de
su fuerza máxima (Baker, 2001b). De hecho,
cuando hemos analizado esta variable (kilogramos
en donde se localizan los valores más altos de
potencia) a lo largo de los tres test, observamos
que en este ejercicio no se producen diferencias
significativas (p < 0.05), aunque se distingue una
tendencia a incrementar los pesos en el test 3
respecto al 1 o al 2, tanto al analizar a cada una de
las poblaciones de forma independiente así como
a toda la muestra de forma conjunta. En el anexo
4 se muestran las tablas en donde se indican los
valores medios y de desviación típica de los pesos
en donde se alcanzaron los valores más altos de
potencia media y pico en el test 1, 2 y 3, tomando
la muestra de forma conjunta.
Comparación de los resultados obtenidos
en sentadilla paralela
Al igual que el apartado anterior, seguiremos el
siguiente orden:
• En primer lugar, se compararán los resultados
obtenidos en la localización de los pesos en
donde se manifiestan los valores más altos de
potencia mecánica media.
• En segundo lugar, se compararán los
resultados obtenidos en la localización de los
pesos en donde se manifiestan los valores más
altos de potencia mecánica pico
• En tercer lugar, se comparan las
modificaciones producidas en la localización
de los valores más altos de potencia mecánica
(media y pico) entre los tres test realizados.
Análisis de la localización de los valores más
altos de potencia media
Con relación a los pesos en donde se manifiestan
los valores más altos de potencia media en
sentadilla paralela, los resultados de nuestro
estudio coinciden con las apreciaciones de Baker
(2001d) y Baker y col (2001b), cuando destacan
que los valores más altos de potencia media se
sitúan en una zona de pesos en donde los valores
de potencia alcanzados no se diferencian
significativamente entre sí.
Los hallazgos de nuestro estudio son coherentes
con las manifestaciones de Cronin y Sleivert
(2005), cuando mencionan que los pesos en donde
se han determinado los valores más altos de
potencia media en ejercicios realizados con el tren
inferior moviéndose en dirección vertical, como la
sentadilla, abarcan un rango muy amplio,
comprendido entre el 10% y el 70% del peso
máximo (1 MR), aunque en las poblaciones de
nuestro estudio, esta zona es más estrecha, ya que
va desde el 31% hasta el 70% del nivel de la 1
MR (ver figura 125 y tabla 70). Esta diferencia, se
debe fundamentalmente a la inclusión del peso
corporal como parte de la resistencia movilizada
en nuestro estudio, que difiere de algunos de los
trabajos revisados por Cronin y Sleivert (2005), en
los cuales sólo se ha considerado el peso externo y
por lo tanto, mencionan esfuerzos realizados con
porcentajes de peso del 0%, que equivale a
movilizar el propio peso corporal, mientras que en
nuestro estudio este nivel de esfuerzo ya
determina de por si una sobrecarga, cuya relación
porcentual varía entre los diferentes sujetos
dependiendo del nivel de la 1 MR, que como se ha
mencionado en el apartado “Análisis de la
relación establecida entre el porcentaje de la 1
MR y la potencia mecánica en los ejercicios
evaluados.”, fue del 50.05±0.59% para las
poblaciones 3,7,11 y 12 integradas por mujeres y
del 42.07±0.49% para el resto de las poblaciones
integradas por varones.
Los resultados de nuestro estudio pueden
compararse con el de Baker y col (2001b) que
evaluaron un grupo de jugadores de rugby de tres
categorías diferentes:
1. 32 semiprofesionales y profesionales,
2. 24 escolares.
3. 17 profesionales.
Primero se determinó el valor de la 1 MR en
sentadilla profunda, y luego se realizó un test
progresivo para localizar los pesos en donde se
manifiestan los valores más altos de potencia
media al realizar saltos con contramovimiento
utilizando 40 kg, 60 kg, 80 kg y 100 kg, que en el
caso del grupo 3 (17 profesionales) se agregó otra
serie con 120 kg.
Estos pesos se relacionaron con los siguientes
porcentajes de la 1 MR, determinado
anteriormente en cada uno de los grupos:
1. Semiprofesionales y profesionales 24%, 36%,
48%, 60%
2. Escolares 26%, 40%, 54%, 68%
3. Profesionales 25%, 37%, 50%, 62%, y 75%.
Los resultados de Baker y col (2001b), al igual
que en nuestro estudio, mostraron que los grupos
con mayores valores 1 MR absolutas, integrados
por semiprofesionales y profesionales o sólo por
profesionales, eran los que alcanzaban las
potencias más altas en el test progresivo. No
obstante, a diferencia de lo observado en las
poblaciones de nuestro estudio, en donde se ve
una tendencia de los sujetos más fuertes a
localizar los valores más altos de potencia media valores de potencia media estarían situados
en porcentajes más bajos, en el estudio de Baker y alrededor del 72.9%, 73.7% y 71.6% en cada
col (2001b) no se observa esta tendencia, ya que uno de los tres grupos estudiados, que es más
los grupos de semiprofesionales y profesionales alto de los valores medios encontrados en
localizan los valores más altos de potencia media nuestro estudio, incluso cuando se los
al 58.8± 11%, el de profesionales al 55± 9%, y el compara sólo con el determinado en el grupo
de los escolares al 57.1± 12.6%. de varones, que fue 58.9± 9.4% o el de las
poblaciones 1 (opositores a bombero), 4
Aunque los resultados del estudio de Baker y col (judokas de competición), 5 (con
(2001b) muestran cierta coincidencia con los entrenamiento recreativo en fuerza y
valores medios en donde se ubica la potencia resistencia) y 6 (varones, competidores de
media en las poblaciones de nuestro estudio (ver fitness) que mostraban los valores de 1 MR
figura 59), es importante destacar que existen absoluta más altos y localizaban los mayores
diferencias metodológicas muy importantes entre valores de potencia media sobre el 55.4±7.1%,
los dos trabajos: 57.8±7.1%, 60.1± 7.3% y 57.8±9.1%
respectivamente (ver tablas 6.31, 6.34, 6.35 y
1. En el estudio de Baker y col (2001), se
6.36). Aunque, si consideramos el resumen del
determinó el peso asociado a la 1 MR en un
análisis de las relaciones establecidas entre los
ejercicio diferente (sentadilla completa con
porcentajes de peso y la potencia media,
barra libre) respecto al que se utilizó para
presentado en la tabla 171, observamos que
realizar el test progresivo y determinar los
cuando se suma el peso corporal a los
valores de potencia media, que fue evaluada
resultados de Baker y col (2001b) estos
realizando saltos con contramovimiento. Estos
coincidirían con el rango de pesos en donde se
dos ejercicios han mostrado patrones
localizan los valores más altos de potencia
mecánicos muy distintos especialmente
media en la población 2 (opositores a policía)
relacionados con el rango de movimiento de
y en la población 9 (boxeadores o
las rodillas y las caderas, que pueden afectar
taekwondístas) que muestran las potencias
los niveles de fuerza aplicados y por lo tanto
más altas entre el 61% y el 70% o entre el
la estimación de los porcentajes de peso
71% y el 80% respectivamente.
relacionados con el valor de la 1 MR en donde
4. En el estudio de Baker y col (2001) la
se alcanzan las potencias más altas (Cotterman
determinación de los valores de potencia
et al., 2005; Dugan et al., 2004).
media se efectúa considerando tanto la fase de
2. En el estudio de Baker y col (2001b), sólo se
propulsión como la de vuelo, es decir que aún
consideró al peso corporal como parte de la
cuando el sujeto ha dejado de aplicar fuerza
resistencia a vencer para calcular la potencia
contra el suelo estos autores siguen
producida con cada peso, pero no para
cuantificando trabajo. Esto difiere de la
determinar el porcentaje de peso movilizado
metodología de ejecución de la sentadilla
respecto al valor de la 1 MR. Debido a esto,
paralela realizada por los sujetos de nuestro
no se puede afirmar que la potencia máxima
estudio, en donde se calculó la potencia media
alcanzada por los jugadores de rugby
considerando el desplazamiento y la velocidad
valorados por Baker y col (2001b) se localice
alcanzada en la fase concéntrica, mintiendo en
en porcentajes similares a los encontrados en
todo momento los pies en contacto con el
nuestro estudio, porque cuando incluimos al
suelo (ver apartado “Evaluaciones
peso corporal como parte de la resistencia a
realizadas”.3). Esta diferencia, puede haber
vencer en el estudio de Baker y col (2001b), la
causado que en el estudio de Beber y col
máxima potencia se desplaza hacia
(2001) se subestime el nivel de potencia
porcentajes de peso más elevados, próximos al
producida en la fase de propulsión,
73% de la 1 MR, que es mucho más alto del
especialmente con los pesos más bajos en
observado en la mayoría de nuestras
donde la duración de esta fase es más corta y
poblaciones (ver figura 6.16). De acuerdo a
se alarga el tiempo de vuelo del implemento
esto, es posible que los porcentajes de peso
afectando así los niveles de potencia media
respecto a la 1 MR en donde se alcanzan los
resultantes (Crewther et al., 2005; Dugan et
valores más altos de potencia en el trabajo de
al., 2004; Watkins, 1999).
Baker y col (2001b) sean diferentes.
3. Si en el trabajo de Baker y col (2001b), se
Al comparar los resultados de nuestro estudio con
considerara al peso corporal para determinar
el realizado por Izquierdo y col (2002), con 70
el valor de la 1MR, los pesos absolutos en
deportistas de distintas especialidades (11
donde estos autores localizan los máximos
levantadores olímpicos, 19 jugadores de
balonmano, 18 ciclistas de ruta, 10 corredores de
medio fondo y 10 estudiantes que hacía de grupo
control), que realizaron un test progresivo con
incrementos de 10 unidades porcentuales
abarcando una zona de pesos comprendida entre
el 30% y el 100% del valor de la 1 MR en
sentadilla paralela ejecutada en multipower
flexionando las rodillas hasta formar un ángulo de
90º. En este estudio, se observó que los pesos en
donde se alcanzan los valores más altos de
potencia mecánica media se localizaban entre el
45% y el 60% de la 1 MR, aunque existían
variaciones que fueron asociadas a la especialidad
deportiva de los sujetos evaluados. Los
levantadores y los ciclistas manifestaron los
valores más altos de potencia media al 45%,
mientras que los otros tres grupos los situaron
sobre el 60% de la 1 MR. Estos valores son
inferiores a los obtenidos por el análisis de medias
realzado en nuestro estudio, lo cual se debe
fundamentalmente a la metodología de evaluación
empleada por estos autores, los cuales no
incluyeron el peso corporal como parte de la
resistencia movilizada, tanto para calcular los
porcentajes de la 1 MR como para determinar los
valores de potencia alcanzados con cada
porcentaje peso utilizado. Por lo tanto, como se ha
mencionado en párrafos anteriores, al establecer
los parámetros para planificar los entrenamientos
se puede incurrir en errores significativos,
especialmente relacionados con la prescripción de
los pesos a utilizar (Dugan et al., 2004).
Como se ha mencionado en apartado
“Justificación de la inclusión del peso corporal
en el peso total a movilizar en el ejercicio de
sentadilla” de los antecedentes, el no incluir el
peso corporal como parte de la resistencia
movilizada en los ejercicios realizados en
dirección vertical, determina diferencias muy
grandes al calcular la cantidad de fuerza aplicada,
debido fundamentalmente a que la cantidad de
masa realmente movilizada es significativamente
más grande de la que se considera.
De esta manera, en el trabajo de Izquierdo y col
(2002), en donde tampoco se incluye al peso
corporal para calcular la potencia mecánica, no
sólo se subestima significativamente el peso
movilizado sino también los valores de potencia
alcanzados. Esta situación, se agrava todavía más
cuando se movilizan pesos externos bajos, ya que
en este caso el peso corporal representa un
porcentaje más alto de la masa total movilizada y
por lo tanto los valores de fuerza y de potencia
son subestimados en una proporción mucho
mayor respecto a cuando se movilizan pesos
superiores. Por lo tanto, es posible que al no
considerar el peso corporal los valores más altos
de potencia tiendan a desplazarse hacia una zona
central o superior respecto del porcentaje de peso
movilizado (Dugan et al., 2004). Por ejemplo, si
en el trabajo de Izquierdo y col (2002)
introdujésemos el peso corporal como parte de la
resistencia movilizada en el ejercicio de
sentadilla, en los levantadores que tenían un peso
corporal medio de 80.6 kg, el nivel de la 1 MR
ascendería desde 157.8 kg (peso externo) hasta
238.4 kg (peso externo más el peso corporal). De
esta forma, si los levantadores localizaban los
valores más altos de potencia media sobre el 45%
del nivel de la 1 MR externa que se corresponde
con un peso aproximado de 71 kg, y a este peso le
sumamos el peso corporal nos da un valor de
151,6 kg, que se corresponde con el 63.6% del
nivel de la 1 MR calculado anteriormente. No
obstante, al incrementar la masa total movilizada
también aumenta la cantidad de fuerza aplicada,
fundamentalmente con los pesos inferiores, siendo
posible que los mayores valores de potencia se
localicen en las zonas de pesos más bajos, como
ha sucedido en la mayoría de las poblaciones de
nuestro estudio, cuando se efectúa el análisis de la
relación establecida entre el porcentaje de peso y
la potencia producida (ver tabla 171). De hecho,
en los levantadores del trabajo de Izquierdo y col
(2002) el peso corporal ya significaba cerca del
34%, mientras en los estudiantes que poseían los
niveles de fuerza más bajos, el peso corporal era
cerca del 41% de la 1 MR mostrada por estos
grupos. Si estos autores iniciaron el test
progresivo con un 30% de la 1 MR externa, en los
levantadores se comenzó a testear realmente con
un peso cercano al 54%, mientras que en los
estudiantes comenzaron el test con el 58% de la 1
MR si se considera el peso corporal como parte de
la resistencia a vencer. De este modo, si
consideramos que los valores más altos de
potencia, al introducir el peso corporal como parte
de la masa movilizada, tienden a crecer en mayor
proporción en los pesos más bajos, es posible que
los sujetos del estudio de Izquierdo y col (2002)
manifiesten los niveles más elevados de potencia
media en torno a los valores señalados
anteriormente, que son muy similares a los
obtenidos en nuestro estudio, especialmente
cuando se consideran las poblaciones integradas
por varones.
En otro estudio realizado con una metodología
similar Izquierdo y col (1999, 2001), evaluaron a
26 varones de mediana edad (35 a 46 años) y a 21
de edad avanzada (60 a 74 años) no habituados al
entrenamiento de fuerza, que realizaron un test
progresivo en sentadilla en multipower,
iniciándolo desde un ángulo de flexión de rodillas
de 90º hasta llegar a la extensión total. Los sujetos
de mediana edad que poseían los niveles de 1 MR
y potencia media significativamente superiores,
localizaron las potencias más altas sobre el 60%,
mientras que los de edad avanzada las obtenían al
70% del valor de la 1MR. Al igual que en el
estudio citado anteriormente, estos autores
tampoco consideraron el peso corporal como parte
de la resistencia movilizada, de modo que es
posible que si se realizan los ajustes
metodológicos descritos previamente, la zona en
donde se alcanzan los valores más altos de
potencia tienda a desplazarse hacia porcentajes de
peso inferiores, aproximándose a los obtenidos en
nuestro estudio.
Los razonamientos anteriores, también pueden
aplicarse para analizar el trabajo de Sleivert y
Taingahue (2004), que investigaron a un grupo de
30 deportistas (jugadores de rugby y de
baloncesto), que realizaron dos test de 1 MR para
obtener el peso máximo en sentadilla paralela y en
el split frontal, ambos ejercicios realizados en
multipower.
Posteriormente se efectuaron dos test progresivos,
ejecutando los dos ejercicios mencionados de
forma balística, utilizando los siguientes
porcentajes respecto del valor de 1 MR
determinado anteriormente: 30%, 40%, 50%, 60%
y 70%. En este estudio los valores más altos de
potencia media se localizaron sobre el 40% en la
sentadilla y al 50% en el split. Aunque, en ambos
ejercicios se describe una zona de peso
comprendida entre el 30% y el 60% en donde los
niveles de potencia son muy similares entre sí y
no difieren significativamente de los valores
máximos. Los resultados de Sleivert y Taingahue
(2004) son similares a los del estudio de Baker y
col (2001) e incluso de los de Izquierdo y col
(2002, 2001, y 1999), aunque como sucede en
estos estudios, tampoco se ha considerado al peso
corporal como parte de la resistencia movilizada,
tanto para determinar el valor la 1 MR como para
calcular los porcentajes de peso utilizados en el
test progresivo.
Además, para calcular la potencia mecánica se
utilizó un acelerómetro y no un encoder rotatorio
como en nuestro trabajo. De todos modos, si se
incluyera el peso corporal como parte de la
resistencia a vencer, como se ha ejemplificado
anteriormente al analizar los estudios de Baker y
col (2001b) y de Izquierdo y col (2002), es posible
que los resultados obtenidos sean muy similares a
los nuestros.
Los resultados de nuestro estudio coinciden con
los obtenidos por Naclerio y col (2004) y Naclerio
y col (2002b), que aplicaron un test progresivo
similar al realizado en nuestro trabajo, para
evaluar a un grupo de 9 jugadoras sóftbol que
ejecutaron el ejercicio de sentadilla paralela en
multipower, y a 9 levantadores de peso que
realizaron el ejercicio de sentadilla completa con
barra libre. Los resultados de estos estudios,
indican que los valores más altos de potencia
media en las jugadoras de sóftbol que alcanzaban
valores de 1 MR bajos (116.11±13.4 o 2.0±0.15
kg por kg de peso, incluido el peso corporal), se
situaron sobre el 64.9% mientras que en los
levantadores, que poseían niveles de 1 MR muy
elevados (292.3±54.3 kg, o 3.0±0.4 kg por kg de
peso, incluido el peso corporal) lo hacían sobre el
55±8.9% del valor de la 1 MR. Estos resultados,
son muy semejantes a los encontrados en nuestro
estudio, ya que la población 1, integrada por
varones opositores a bombero alcanzó los
máximos valores de potencia media al 55.1±7.1%
y la población 11 (jugadoras de sóftbol), al 67.4±
5.6% del nivel de la 1 MR. Las altas coincidencias
encontradas entre los dos estudios mencionados y
el nuestro radica fundamentalmente en que a
diferencia de los demás estudios citados, en éstos
últimos, se incluyó el peso corporal como parte de
la resistencia a vencer, tanto para calcular los
pesos asociados a la 1 MR y los porcentajes de
peso submáximos utilizados, como para
determinar los valores de potencia media.
Rahmani y col (2002), en un estudio con
esquiadores alpinos que hicieron un test
progresivo de 7 series de saltos iniciando con una
flexión de rodillas de 90º, utilizando un
multipower con pesos de 60 kg, 80 kg, 100 kg,
120 kg, 140 kg, 160 kg, y 180 kg, determinaron
las fuerzas de reacción vertical y calcularon la
velocidad a partir del cociente entre la fuerza
obtenida en una plataforma dinamométrica y la
masa total movilizada, restada por la aceleración
gravitacional (m . s = N . m – g). Estos autores
establecieron una relación lineal entre la fuerza y
la velocidad calculada con cada peso para
determinar el valor de fuerza máxima isométrica a
velocidad 0 y también calcular la potencia
alcanzada al multiplicar los valores de fuerza y
velocidad obtenidos a lo largo de la relación
establecida entre estas dos variables.
En este estudio, los valores más altos de potencia
y velocidad se alcanzaron con los pesos más
bajos, describiendo una relación descendente entre
el peso movilizado y potencia mecánica
producida, similar a la descrita en la relación
establecida entre el porcentaje de peso y la
potencia en la mayoría de las poblaciones
estudiadas de nuestro trabajo y la mostrada en las
curvas superiores de las figuras 125 y 126
correspondientes al análisis de la muestra de
forma conjunta. Las conclusiones de este estudio,
indican la imposibilidad de determinar realmente
la velocidad en donde se alcanzan los valores de
potencia más elevados ya que, estos se
producirían con pesos inferiores a los utilizados
en este trabajo, en una zona de peso muy cercana
a la equivalente al peso corporal (Rahmani et al.,
2002). Este razonamiento, es válido también para
las evaluaciones realizadas en nuestro estudio, ya
que como se ha descrito en el apartado de
“Determinación del peso total y el peso inicial en
sentadilla paralela con barra libre”, el peso
inicial en nuestro caso, estaba determinado por el
peso corporal de cada sujeto más un peso absoluto
de 10 kg, determinado arbitrariamente y que se
correspondía al peso de la barra. De este modo, al
observar la forma descendente de las curvas
formadas al determinar la relación entre el
porcentaje de peso y la potencia, mostradas en la
mayoría de las poblaciones evaluadas, es posible
que en muchos sujetos de nuestro estudio los
pesos en donde se alcanzan los valores más altos
de potencia, se situasen en un nivel inferior,
otorgado sólo por la sobrecarga determinada por
el propio peso corporal o ligeramente por encima
(Driss et al., 2001). No obstante, es importante
destacar que a diferencia del trabajo de Rahmani y
col (2002) en nuestro estudio no se ejecutaron
saltos, sino el ejercicio de sentadilla paralela, que
aunque era siempre ejecutado con la mayor
velocidad posible, no debía implicar la acción de
saltar.
En otro estudio realizado por Thomas y col
(1996), investigaron a 20 mujeres de 21 a 29 años
no entrenadas, que realizaron una batería de tests
(salto vertical, carrera de velocidad y ejercicios de
fuerza) para determinar la fuerza máxima y la
potencia del tren inferior al realizar el ejercicio de
prensa de piernas en una máquina de presión de
aire. Estos autores aplicaron un test incremental,
similar al de nuestro estudio, pero haciendo
realizar a los sujetos sólo una repetición por serie,
iniciando el mismo con una resistencia cercana al
34% del valor de la 1MR, he incrementándola de
un 5% hasta llegar al máximo.
La velocidad de movimiento se estimaba por un
transductor unido al cilindro móvil de la prensa,
que a su vez enviaba los datos a un ordenador en
donde un software específico calculaba la fuerza y
potencia media de cada acción. Los resultados
mostraron que la mayor potencia media se
localizó al 68% del valor de la 1 MR determinado
anteriormente, no siendo significativamente
diferente (p < 0.05) de la cantidad de potencia
alcanzada al 56% y el 78%. De esta manera, se
determinó una zona comprendida entre el 56% y
el 78% de la 1 MR, en donde las potencias
producidas eran muy similares. Los resultados de
Thomas y col (1996), son muy parecidos a los
obtenidos en nuestro estudio cuando se considera
sólo las 4 poblaciones de mujeres, que localizan
los valores más altos de potencia media sobre el
64.86±7.9%, es decir ligeramente por debajo de
las mujeres de Thomas y col (1996), que lo hacían
al 68% del nivel de la 1 MR. No obstante, si
consideramos sólo los resultados obtenidos en el
1º test, en donde supuestamente, el nivel de los
deportistas de nuestro estudio es el más bajo de la
temporada y por lo tanto puede comparase al de
las mujeres estudiadas por Thomas y col (1996),
que no estaban entrenadas, solamente en las
poblaciones 7 (jugadoras de voley), 11 (jugadoras
de sóftbol) y 12 (taekwondístas de 14 a 16 años)
que mostraban los valores más bajos de fuerza
máxima (1 MR), se observa como los porcentajes
de peso en donde se manifiestan los valores más
altos de potencia media son muy similares a los
presentados por Thomas y col (1996) (69.3±3.2%,
68.2±5.2 y 67.9±7.7% contra 68%
respectivamente) (ver tablas 38, 42 y 43).
En un estudio muy similar realizado por Fielding
y col (2002), en donde evaluaron a un grupo de 30
mujeres mayores de 65 años, en las que primero
se determinó el nivel de la 1 MR y posteriormente
se aplicó un test progresivo con el 40%, 50%,
60%, 70%, 80% y 90%, con el objetivo de
determinar la potencia media producida durante la
realización de dos ejercicios de tren inferior:
Prensa horizontal con dos piernas y extensiones
de piernas desde sentado, utilizando la misma
metodología empleada en el estudio de Thomas y
col (1996). En ambos ejercicios evaluados, los
valores más altos de potencia se alcanzaron sobre
el 75% de la 1 MR, es decir ligeramente por
encima de los porcentajes mencionados por
Thomas y col (1996) y de los determinados en
nuestro estudio. Estas diferencias pueden
explicarse por las características de los sujetos
evaluados, que eran personas mayores con niveles
de fuerza significativamente inferiores a los de
nuestro estudio e incluso de las mujeres
estudiadas por Thomas (1996) (Hakkinen, 2002a,
2002b).
De todas maneras, a pesar de las coincidencias
entre los estudios de Thomas y col (1996) y de
Fielding y col (2002), es importante considerar
que en estos trabajos, además del tipo de
población estudiada (mujeres jóvenes no
entrenadas y mujeres mayores de 65 años), existen
diferentas substanciales con respecto al tipo de
ejercicio realizado y al medio de entrenamiento
empleado.
En nuestro estudio, hemos realizado la sentadilla
paralela con barra libre, que es un ejercicio
durante el cual se mantiene una dirección
predominantemente vertical del movimiento,
mientras que en los otros dos trabajos
mencionados se realizo la prensa horizontal, que
aunque ha mostrado coincidencias mecánicas muy
importantes con la sentadilla, existen diferencias
significativas respecto a la participación de grupos
musculares del tronco y los glúteos, cuyo grado de
actividad es menor en la prensa, y a la magnitud
de los momentos de fuerza generados en los
núcleos articulares fundamentalmente implicados
en estos ejercicios (cadera, rodilla y tobillo)
(Escamilla, Flesing et al., 2001).
Respecto al medio de entrenamiento, en nuestro
caso utilizamos pesos libres, que actúan por medio
de la acción de la gravedad, determinando la fase
de mayor dificultad mecánica cuando la relación
de palancas de los segmentos óseos y núcleos
articulares implicados en la acción determinan la
mayor desventaja mecánica, que en el caso de la
sentadilla paralela se sitúa en torno a los 110º o
120º del recorrido articular (muslos paralelos al
suelo, si se considera que cuando el sujeto está de
pie el ángulo de la articulación de las rodillas es
0º) (Escamilla, 2001; Escamilla et al., 2000;
Gutiérrez, 1998), mientras que en los estudios de
Thomas y col (1996) y Fielding y col (2002) se
utilizó un sistema a presión de aire, en donde la
fuerza aplicada se incrementa con la amplitud del
movimiento, determinando la fase de mayor
dificultad en los grados finales del recorrido
articular (Naclerio, 2005; Tous, 1999; Wathen &
Roll, 1994).
La comparación de los resultados de nuestro
estudio, con los presentados por otras
investigaciones, indican que los pesos en donde se
manifiestan los valores más altos de potencia
media en los ejercicios de cadena cinética cerrada
con acción de empuje ejecutados con el tren
inferior, como la sentadilla paralela, tienden a
localizarse en una zona muy amplia comprendida
entre el 40% y el 70% del nivel de la 1 MR,
aunque esta localización puede variar por la
metodología de evaluación y la consideración del
peso corporal como parte de la resistencia
movilizada, que tiende a desplazar la zona en
donde se sitúan las potencias más altas hacia los
pesos inferiores (cercanos al peso corporal),
aunque su valor porcentual respecto al valor de la
1 MR, pueda representar porcentajes intermedios,
ya que esta muy influenciado por el cociente de la
relación peso corporal / 1 MR (Dugan et al.,
2004). Por otro lado, también debe considerarse
que el nivel de fuerza de los sujetos, el
entrenamiento específico y especialmente otras
características antropométricas como la estatura o
las longitudes de los miembros inferiores, son
factores que pueden afectar la localización de los
pesos en donde se producen los niveles más altos
de potencia mecánica (Baker, 2001b; Crewther et
al., 2005; Cronin & Sleivert, 2005).
La tabla siguiente, resume los resultados de
nuestro estudio y otros similares, en los cuales se
ha investigado la producción de potencia
mecánica media y su localización, en ejercicios de
cadena cinética cerrada con acción de empuje
empleando el tren inferior.
 PM Localización
Estudio Sujetos Ej. Metodología 1 MR (kg)
(vatios) Kg % 1 MR
TP PC+10k-
Este estudio P1 S. BL 189.5 (20) 1310 (215) 102 (19) 55.4% (7)
100%1 MR
“ P 2 “ “ 188.3 (15) 1252 (180) 115 (32) 65.6% (11)
“ P 3 “ “ 133.7 (16.5) 915 (166) 78 (8) 59.3% (9)
“ P 4 “ “ 183.3 (28) 1317 (265) 106 (23) 57.8% (7)
“ P 5 “ “ 193.5 (31) 1213 (332) 116 (20) 60%(7.3)
“ P 6 “ “ 188 (26) 1146 (336) 109 (16) 57.8%(9)
“ P 7 “ “ 121.8 (12) 1147 (206) 77 (17) 65.3% (8)
“ P 8 “ “ 153.9 (28) 1330 (309) 87 (17) 58% (11.5)
61.3%
“ P9 “ “ 174.4 (21) 1058 (320) 106 (19)
(12.7)
67.4%
“ P 10 “ “ 150.4 (28) 1233 (224) 94 (22)
(6.8)
66.2%
“ P 11 “ “ 114.3 (11.1) 971.5 (184) 77 (9.5)
(5.6)
65.3%
“ P 12 “ “ 115.2 (12) 885 (135) 76 (10)
(7.2)
32 jug semiprof. y 1 MR S.C Bl y TP
58.8% (11)
prof. con saltos en MTP 165 (19.1) 1851 (210) ∼95.6
Baker y col Saltos en 57.1%
24 escolares (40,60,80 y 147.6 (25.2) 1726 (187) 85 (18)
(2001b) ª MTP (12.6)
17 prof. 100kg) 161.2 (19.7) 1740(205) 89 (16)
55% (9.9)
Jugadores rugby (120kg los prof.)
11 levantadores
157.8 (17.9) 755(9.4) ∼71 45%
19 j. balonmano
S.MTP 135.9 (16) 652 (8) ∼81.5 60%
Izquierdo y col 18 ciclistas ruta 1 MR S. MTP TP
90º flexión 133.9 (17.9) 397 (5.6) ∼60 45%
(2002) b 10 medio fondistas 30%-100% 1 MR
rodillas 108.9 (11) 393 (5.9) ∼65 60%
12 controles
104.9 (4.9) 385 (5.5) ∼66 60%
(estud. Univ.)
26 varones de 35 a
Izquierdo y col S.MTP
46 años 1 MR y TP 117.5 (3.9) 486 (20) ∼70.5 60%
(1999, 2001) 90º flexión
21 varones de 60 a 15 a 70% 1 MR 101 (5) 391 (28) ∼70.7 70%
b rodillas
74 años
Fielding y col 30 mujeres 1 MR y TP 40% a
PHz (PA) 75%
(2002) (+ 65 años) 90% 1 MR
Naclerio y col 9 jugadoras de TP PC+10k-100%
S. MTP 116.1 (13.4) 774.9± 97 ∼75.3 63.9%(4.9)
(2004) c sóftbol 1 MR
Naclerio y col 9 levantadores de PC+20k-100% de 1797.9
S.C. BL 292.3 (54.3) ∼162.2 55.5 (8.9)
(2005b)c peso la 1 MR (355)
1 MR en S. MTP y Sp MTP
Sleivert y
30 jug. de rugby y Sp B MTP Sp MTP más TP al ∼206 (34.7) ∼663 ∼82.5 40%
Taingahue
balonmano S.B MTP 30,40,50,60, y S.MTP ∼640.5 ∼74.5 50%
(2004) d
70% 1 MR ∼149 (22.6)
Thomas y col 20 mujeres, 21 a 29 1 MR y TP 34% al
PH (PA) 68%
(1996) años no entrenadas 100%
Ej. Modalidad de ejercicio realizado, P: población, PM: potencia media, kg: kg en los que se alcanza el máximo nivel
de potencia media, %1MR: porcentaje de peso, respecto al 1 MR, en que se alcanzan los máximos valores de
potencia media, P.C: peso corporal S. MTP: sentadilla en multipower, S.B. MTP: sentadilla balística (saltos) en
multipower Sp B MTP: Split balístico (saltos) en multipower, TP: test progresivo, S. BL: sentadilla con barra libre,
CEA: ciclo estiramiento acortamiento, S.C. BL: sentadilla completa con barra libre, PHz (PA): prensa horizontal a
presión de aire a: no se considera el peso corporal para determinar el peso movilizado, pero si para calcular la
potencia mecánica, b: No consideran el peso corporal, para determinar el peso movilizado, ni la potencia media, c:
incluyen el peso corporal como parte de la resistencia movilizada y para calcular la potencia media d: no incluyen el
peso corporal para calcular el nivel de 1 MR y utilizan un acelerómetro para determinar la potencia mecánica.
Tabla 180. Estudios sobre la potencia mecánica media en ejercicios de cadena cinética cerrada con acción de empuje en el tren
inferior (valores medios y de desviación típica, entre paréntesis).

Análisis de la localización de los valores más
altos de potencia pico
Con relación a los pesos en donde se manifiestan
los valores más altos de potencia pico en
sentadilla paralela, los resultados de nuestro
estudio coinciden con la revisión de Dugan y col
(2004) al mencionar que los pesos en donde se
manifiestan los valores más altos pueden variar
según la metodología utilizada en una zona de
pesos muy amplia, que va desde pesos muy
ligeros, cercanos al 10% hasta el 80%,
dependiendo del tipo de ejercicio, el sistema de
medición y la inclusión o no del peso corporal o
un porcentaje de éste como parte del peso
desplazado (Dugan et al., 2004). En nuestro
estudio, al incluir el peso corporal para determinar
las resistencias movilizadas y también la potencia
alcanzada, la zona en donde se localizaron los
mayores valores de potencia pico se situó entre el
31% y el 71% u 80% del valor de la 1 MR (ver
tabla 172).
Al comparar nuestros resultados con los obtenidos
por Stone y col (2003) en una investigación con
10 varones que realizaron saltos verticales con
pesos crecientes sobre una plataforma
dinamométrica, alcanzando los valores más altos
de potencia pico entre el 10% y el 40% del valor
de la 1 MR, debemos mencionar, al igual que
hemos hecho anteriormente con la potencia
media, que estos autores no consideraron el peso
corporal como parte de la resistencia a vencer,
tanto para determinar el peso movilizado como
para establecer la relación porcentual con el valor
de la 1 MR. Por lo tanto, a pesar de que en
principio los porcentajes expresados parecen muy
bajos respecto a los hallados en nuestro estudio, si
consideramos que están situados en una zona
inferior podríamos suponer que en realidad son
bastante similares a los obtenidos por nosotros,
especialmente cuando se considera la relación
establecida entre el porcentaje de peso y la
potencia, en lugar de los resultados del análisis de
medias.
Siegel y col (2002) estudiaron 25 varones de 18 a
32 años, que realizaron el ejercicio de sentadilla
paralela en multipower aplicando la máxima
velocidad posible con pesos del 30%, 50%, 70%,
y 90% de la 1 MR evaluado previamente,
determinando el desplazamiento de la barra por
medio de un dispositivo compuesto por
fotocélulas. Estos autores determinaron la
potencia pico alcanzada a los 10, 20 y 30 cm del
recorrido ascendente de la barra, y localizaron las
picos más altos entre el 50% y el 70% de la 1 MR.
Los autores de este estudio, tampoco incluyeron el
peso corporal para determinar los pesos
movilizados o la potencia alcanzada, y por lo
tanto es posible que la localización hacia una zona
media superior se deba a la subestimación de los
niveles de potencia alcanzados con los pesos más
bajos (Dugan et al., 2004). De este modo, si
incluyéramos al peso corporal, es posible que los
resultados de este estudio se acercaran a los
encontrados por nosotros, tanto en lo que respecta
a los pesos movilizados como a los porcentajes en
donde se expresan los niveles más altos de
potencia pico.
El mismo criterio, puede aplicarse al comparar los
resultados de nuestro trabajo con los del trabajo de
Sleivert y Taingahue (2004) realizado con
jugadores de rugby y de baloncesto, que
localizaron los valores más altos de potencia pico
al 40%, en la sentadilla paralela en multipower y
al 60% de la 1 MR en el split balístico en
multipower, ya que como se ha mencionado
anteriormente, estos autores no incluyeron el peso
corporal para determinar la masa movilizada ni la
potencia alcanzada en los ejercicios evaluados.
Por otro lado, los valores más altos de potencia
pico y su localización alcanzados por las
jugadoras de sóftbol que integraban la población
11 de nuestro estudio, al igual que sucede con la
potencia media, coinciden con las jugadoras de
sóftbol evaluadas por Naclerio y col (2004), que
localizaron los niveles más altos de potencia pico
sobre el 64±5% de la 1 MR, que es ligeramente
inferior a lo encontrado en la población 11 de
nuestro estudio (68.6%± 9.7).
La comparación de los resultados de nuestro
estudio con los de otros estudios similares, indica
que los pesos en donde se localizan los valores
más altos de potencia pico en los ejercicios de tren
inferior realizados en dirección vertical, al igual
que sucede con la potencia media, se encuentran
entre el 31% y el 71% u 80%, dependiendo del
nivel de fuerza de cada sujeto y los criterios
metodológicos aplicados en cada caso (Cronin &
Sleivert, 2005; Dugan et al., 2004).
La tabla siguiente resume los resultados de
nuestro estudio y otros similares en los cuales se
ha investigado la producción de potencia
mecánica pico y su localización, en ejercicios de
cadena cinética cerrada con acción de empuje
empleando el tren inferior.
 PP Localización
Estudio Sujetos Ej. Metodología 1 MR (kg)
(vatios) Kg % 1 MR
Este estudio P1 S. BL TP PC+10k-100%1 MR 189.5 (20) 3006 (838) 107 (38) 60.9% (11.3)
“ P2 “ “ 188.3 (15) 2699 (466) 113(33) 65.4% (13.1)
“ P3 “ “ 133.7 (16.5) 1877 (407) 89 (19) 66.8% (12.8)
“ P4 “ “ 183.3 (28) 2748 (813) 103 (30) 58.2% (10.3)
“ P5 “ “ 193.5 (31) 2334 (491) 113 (22) 59.3% (12.3)
“ P6 “ “ 188 (26) 2477 (944) 108 (31) 59.7% (12.4)
“ P7 “ “ 121.8 (12) 2311 (454) 82 (19) 69.2 (10)
“ P8 “ “ 153.9 (28) 2291 (459) 89 (17) 56.9% (11)
“ P9 “ “ 174.4 (21) 2475 (759) 118 (21) 59.8% (16)
“ P 10 “ “ 150.4 (28) 2178 (474) 90 (34) 63.3% (9.3)
“ P 11 “ “ 114.3 (11.1) 1835 (620) 78 (10) 68.6% (9.7)
“ P 12 “ “ 115.2 (12) 1651 (385) 75 (20) 67.8% (9.9)
Naclerio y col 9 jugadoras de TP PC+10k-100% 1
S. MTP 116.1 (13.4) 1221 (226) ∼ 74 64%(5)
(2004) c sóftbol MR
25 varones, 5 repeticiones con el
Siegel y col
estudiantes S. MTP 30,40,50,60, 70, 80 y 950 a 50 al 70%
(2002) b
entrenados en fuerza 90% de la 1 MR
1 MR en S. MTP y Sp Sp MTP
Sleivert y
30 jug. de rugby y Sp B MTP MTP más TP al ∼206 (34.7) ∼1549 ∼123.6 60%
Taingahue
balonmano S.B MTP 30,40,50,60, y 70% 1 S.MTP ∼1593 ∼59.6 40%
(2004) d
MR ∼149 (22.6)
SJ - F
3842 (443)
CMJ - F
Stone y col 10 estudiantes - F: 95 3785 (376) + F ∼9.5 + F10%
SJ y CMJ TP 30% al 90% 1 MR
(2003) b varones + F: 212 SJ + F - F ∼ 85 - F 40%
5635(2577)
CMJ + F
5391(2576)
Ej. Modalidad de ejercicio realizado, P: población, PP: potencia pico, kg: kilogramos en los que se alcanza el máximo
nivel de potencia pico, %1MR: porcentaje de peso, respecto al 1 MR, en que se alcanzan los máximos valores de
potencia pico, P.C: peso corporal S. MTP: sentadilla en multipower, S.B. MTP: sentadilla balística (saltos) en
multipower Sp B MTP: Split balístico (saltos) en multipower, TP: test progresivo, S. BL: sentadilla con barra libre, a:
calcula la potencia al extrapolar una curva de tendencia b: No consideran el peso corporal, para determinar el peso
movilizado, ni la potencia media, c: incluyen el peso corporal como parte de la resistencia movilizada y para calcular la
potencia media d: no incluyen el peso corporal para calcular el nivel de 1 MR y utilizan un acelerómetro para
determinar la potencia mecánica, SJ saltos desde flexión de rodillas sin realizar contramovimiento, CMJ saltos con
contramovimiento,+ F: sujetos más fuertes del estudio – F: sujetos menos fuertes del estudio.
Tabla 181. Estudios sobre la potencia mecánica pico en ejercicios de cadena cinética cerrada con acción de empuje en el tren
inferior (valores medios y de desviación típica, entre paréntesis).

Comparación de las modificaciones en la observar tendencias de cambio, que en algunos

localización de los valores más altos de
potencia media o pico en sentadilla paralela
con barra libre durante un ciclo de
entrenamiento
Como hemos mencionado en el apartado
“Discusión de los resultados obtenidos por cada
población” y en el resumen mostrado en la tabla
176 del apartado “Comparación de las
modificaciones producidas entre los tres test
realizados en las diferentes poblaciones
estudiadas”, las modificaciones producidas en la
localización de los pesos en donde se alcanzan los
valores más altos de potencia media y pico en el
ejercicio de sentadilla paralela con barra libre, en
la mayoría de las poblaciones de nuestro estudio
no alcanzan un nivel de significación estadístico
para un valor p < 0.05. No obstante, hemos podido
casos se han asociado con modificaciones
significativas en los niveles de los valores de la 1
MR. Estos resultados, pueden compararse con los
estudios realizados por Baker (2001a, c) en donde
se realiza un seguimiento del rendimiento de un
jugador y dos equipos de rugby de diferentes
categorías (profesionales y escolares) a lo largo de
varias temporadas de entrenamiento. En ambos
trabajos, se destaca que las fluctuaciones en la
máxima potencia media alcanzada al realizar un
test de saltos con pesos crecientes en multipower,
reflejan con mayor precisión los cambios del
rendimiento específico respecto a los niveles de
fuerza máxima, los cuales pueden permanecer
elevados aunque el rendimiento específico se
reduzca, mientras que la potencia muestra un
comportamiento más sensible que permite
controlar la evolución de las capacidades de
fuerza y velocidad con mayor precisión (Baker,
2001a; Baker & Newton, 2005; Hakkinen, 2002a,
2002b).
En una serie de estudios realizados con jugadores
de rugby de diversas categorías (escolares,
juveniles, semiprofesionales y profesionales),
Baker (2001d) comparó los valores de la 1 MR en
sentadilla completa con barra libre y la potencia
media máxima alcanzada al realizar saltos en
multipower, durante una temporada de
entrenamiento. Este autor observó diferencias
significativas (p < 0.05) en los niveles de la 1 MR
y la máxima potencia media entre jugadores de
diferentes categorías, destacando especialmente
que el grado de influencia de la fuerza máxima
sobre la mayor potencia media lograda durante en
un test con pesos crecientes, va cambiando a lo
largo de las diferentes etapas del entrenamiento e
incluso dentro de una misma temporada.
Respecto a la modificación de los porcentajes de
peso en donde se logran los valores más altos de
potencia, en estos trabajos, al igual que hemos
visto en el press de banca, sólo se demuestra que a
medida que mejoran los niveles de fuerza, el peso
absoluto (kg) en donde se expresan los valores
más altos de potencia cambia hacia pesos cada vez
Figura 206. Relaciones obtenidas en el test 1, el test 2 y el test 3, entre el porcentaje de peso máximo (1 MR) y el porcentaje de
potencia media alcanzado en sentadilla paralela con barra libre (datos de toda la población analizada de forma conjunta, n = 108).
más altos. Este autor, presenta otros estudios de
carácter transversal, realizados con jugadores de
rugby escolares, semiprofesionales y
profesionales en donde menciona que cuanto
mayor es el nivel de rendimiento o de fuerza en un
ejercicio determinado los valores de potencia
tienden a localizarse en porcentajes de peso más
bajos (Baker, 2001b). De todos modos, tampoco
hemos encontrado un análisis específico sobre
este factor que demuestre de forma concluyente
como esta variable se modifica durante una
temporada de entrenamiento.
De acuerdo al expuesto anteriormente, con
respecto a la sentadilla paralela, creemos que los
resultados de este estudio son los primeros en
abordar de forma directa las variaciones inducidas
sobre la localización de los pesos en donde se
producen los valores más altos de potencia media
y pico a lo largo de una temporada de
entrenamiento en sujetos pertenecientes a
diferentes disciplinas deportivas.
Las figuras 206 y 207, muestran la relación
establecida entre los porcentajes de peso y los de
potencia media y pico en la sentadilla paralela,
analizando la muestra de forma conjunta.
 Figura 207. Relaciones obtenidas en el test 1, el test 2 y el test 3, entre el porcentaje de peso máximo (1 MR) y el porcentaje de
potencia pico alcanzado en sentadilla paralela con barra libre (datos de toda la población analizada de forma conjunta, n = 108).
Si observamos detenidamente las figuras
anteriores, veremos que tanto en la potencia media
como en la pico, existe una tendencia a localizar
los valores más altos en el test 2 y el test 3 hacia
porcentajes inferiores respecto los encontrados en
el test 1. Es decir, que al igual que sucede en el
press de banca a medida que el entrenamiento se
hace más específico y el nivel de la 1 MR crece o
se estabiliza, los porcentajes en donde se expresan
los mayores valores de potencia media y pico
tienden a bajar y por lo tanto, los pesos absolutos
(kg) en los que se alcanzan las potencias más altas
no se modifican e incluso serían superiores si los
incrementos de fuerza máxima son muy elevados
(Baker, 2001b). De hecho, cuando hemos
analizado esta variable (kilogramos en donde se
localizan los valores más altos de potencia) a lo
largo de los tres test, observamos que al analizar
la muestra de forma conjunta, se observa un
incremento significativo de los pesos en donde se
alcanzan los valores más altos de potencia pico en
el test 3 respecto al 1, mientras que en la potencia
media no se han visto diferencias significativas,
aunque al igual que sucede en el press de banca,
cuando se analizan a cada una de las poblaciones
de forma independiente existe una marcada
tendencia a incrementar los pesos en el test 3
respecto al test 1 o al 2. En el anexo 4, se
muestran las tablas en donde se indican los
valores medios y de desviación típica de los pesos
en donde se alcanzaron los valores más altos de
potencia media y pico en el test 1, 2 y 3,
analizando la muestra de forma conjunta.
Comparación de los resultados obtenidos en
cargada en un tiempo
• En primer lugar, se compararán los resultados
obtenidos en los porcentajes de peso en donde
los localizan los valores más altos de potencia
mecánica media.
• En segundo lugar, se compararán los
resultados obtenidos en los porcentajes de
peso en donde los localizan los valores más
altos de la potencia mecánica pico.
• En tercer lugar, se comparan las
modificaciones producidas en la localización
de los valores más altos de potencia mecánica
(media y pico) entre los tres test realizados.
Análisis de la localización de los valores más
altos de potencia media
Con relación a los pesos en donde se manifiestan
los valores más altos de potencia media en
cargada en un tiempo, los resultados de nuestro
estudio coinciden con todos los trabajos
analizados en los cuales se indica que éstos pesos
se sitúan entre el 70% y el 85% o 90% de la 1 MR
(Garhammer, 1993; González-Badillo & Ribas,
2002; Kawamori et al., 2005; Stone & Kirksey,
2000).
Garhammer (1991, 1993), analizó las
características cinéticas y cinemáticas de los
levantamientos olímpicos (cargada en dos tiempos
y arrancada de fuerza) por medio de un análisis de
digitalización realizado en levantadores olímpicos
(varones y mujeres) e indicó que los porcentajes
de peso respecto al nivel de la 1 MR en donde se
alcanzaban los máximos valores de potencia
mecánica se sitúan en torno al 80%. Estos
resultados, son coherentes con los mencionados
por González-Badillo y Ribas (2002), cuando
indican que en la mayoría de los sujetos que han
evaluado utilizando un encoder rotatorio con
características similares al empleado en nuestro
estudio, los valores más altos de potencia media
en la cargada en un tiempo se localizan al
87±6.7% y en la arrancada sobre el 91±5.6% de la
1 MR.
Por su parte Moore y col (2003), estudiaron a 15
varones de 19 a 35 años que realizaron un test
progresivo en cargada colgante iniciando con el
40% del peso máximo e incrementando de a un
5% entre cada serie hasta alcanzar el 95% de la 1
MR determinada previamente. Estos autores,
hallaron que los valores más altos de potencia se
producían entre el 75% y el 90% de la 1 MR.
Kawamori y col (2005), utilizaron una plataforma
dinamométrica para evaluar a 15 deportistas,
varones de diferentes especialidades, que
realizaron un test con pesos progresivos desde el
30% al 90% del valor de la 1 MR, en cargada
colgante. Los niveles de potencia máxima media
se localizaron al 70% de la 1 MR, no obstante
estos autores destacan que con el 40%, 50%, 60%,
80% y 90% de la 1 MR, se alcanzan niveles de
potencia que no son significativamente diferentes
de los logrados al 70% (p < 0.05) y por lo tanto,
establecen una zona de máxima eficiencia
mecánica muy amplia (comprendida entre el 40%
y el 90% del nivel de la 1MR), que difiere
ligeramente de la encontrada en las poblaciones
de nuestro estudio (ver tabla 173). Estas
diferencias, se deben fundamentalmente a la
metodología utilizada, tanto en el protocolo de
evaluación como en la determinación de la zona
de máxima eficiencia mecánica, ya que en el
trabajo de Kawamori y col (2005) no se valoró la
potencia con pesos superiores al 90% y por lo
tanto, no podemos saber si la zona de máxima
eficiencia mecánica podría extenderse hasta este
rango porcentual, como sucede en las poblaciones
1, 5 y 6 de nuestro estudio. Por otro lado, a
diferencia de nuestro trabajo, en donde la zona de
máxima eficiencia mecánica la hemos construido
considerando aquellos valores de potencia que
mostraban una diferencia inferior al 10% respecto
del valor máximo alcanzado en el test, en el
estudio de Kawamori y col (2005), se ha realizado
un análisis de ANOVA de 1 factor (tomando
como factor al porcentaje de peso) y estableciendo
un valor p < 0.05. De este modo, los valores de
potencia media alcanzados al 40% de la 1 MR,
que fueron un 15.3% inferiores respecto de la
potencia máxima lograda con el 70%, al no
mostrar diferencias estadísticamente
significativas, fueron incluidos dentro de la zona.
De acuerdo con esto, si en el trabajo de Kawamori
y col (2005) consideramos sólo a aquellos valores
de potencia que mostraban una diferencia inferior
al 10% respecto del máximo alcanzado en el test,
la zona de máxima eficiencia mecánica quedaría
comprendida entre el 50% y el 90% de la 1 MR lo
cual es más similar a lo manifestado por algunas
de las poblaciones de nuestro estudio.
En otro estudio, realizado por Santos y col (2004)
en donde estudiaron a 6 levantadores olímpicos de
17 a 19 años con un experiencia de 8 años de
entrenamiento sistemático de fuerza, que
realizaron un test progresivo en el ejercicio de
arrancada de fuerza, iniciando con pesos
comprendidos entre el 60% y el 70% hasta llegar
al 100% del valor de la 1 MR determinado en
competición, se observó que los valores más altos
de potencia media se localizaban al 91.9 ± 7.8%
del nivel de la 1 MR obtenido en el test
progresivo, siendo los sujetos con mayor nivel de
rendimiento los que lograban las potencias más
elevadas en los porcentajes superiores, incluso en
un caso, la mayor potencia media se alcanzó con
el 100% (Santos et al., 2004). Estos resultados,
pueden compararse a los obtenidos por las
poblaciones 1, 4 y 6 que muestran los mayores
valores de fuerza máxima (1 MR) en la cargada en
un tiempo (ver figura 61) y tienden a localizar la
zona de máxima eficiencia mecánica en los
porcentajes superiores (ver tabla 173).
La comparación de los resultados de nuestro
estudio con los presentados por otras
investigaciones, indican que los pesos en donde se
manifiestan los valores más altos de potencia
media en los ejercicios de cadena cinética cerrada
y acción secuencial, tienden a localizarse en la
zona superior comprendida entre el 70% y el 90%
del nivel de la 1 MR. No obstante, esta
localización puede variar fundamentalmente por
las mejoras en el dominio técnico del ejercicio, ya
que en la medida que los sujetos optimizan la
técnica de movimiento, los valores de máxima
potencia tienden a localizarse en los pesos
superiores, ligeramente por debajo del 100%
(Garhammer, 1993; Garhammer, 1991; Santos et
al., 2004; Winchester et al., 2005).
La tabla 182, resume los resultados de nuestro
estudio y de otros similares, en los cuales se ha
investigado la producción de potencia mecánica
media y su localización, en ejercicios de cadena
cinética cerrada con acción secuencial.
 PM Localización
Estudio Sujetos Ej. Metodología 1 MR (kg)
(vatios) Kg % 1 MR
TP 30%-
Este estudio P1 Car 1 T 75.7 (11) 837 (195) 67.5 (10) 87.5%(11)
100% 1 MR
“ P2 “ “ 64.8 (9) 708 (134) 58.1 (11) 89.4% (9.8)
“ P3 “ “ 47.6 (6) 493 (108) 39.9 (41) 84.6% (10)
“ P4 “ “ 74.5 (12) 879 (242) 64.9 (15) 88.7% (19)
“ P5 “ “ 71.4 (15) 780 (203) 61.9 (17) 86.4% (14.7)
“ P6 “ “ 74 (9.5) 838 (168) 63.7 (16) 85.6% (16)
“ P9 “ “ 65.5 (13) 774 (293) 55.5 (12) 86% (15.4)
González-Badillo y Car 1 T 87% (6.7)
Varios deportistas TP.
Ribas (2002) Arrc. 91 (5.6)
Moore y col 15 varones TP 40% al 1150 a
Car colg 75% - 90%
(2003) (19 a 35 años) 95% 1MR. 1330
Kawamori y col 15 deportistas TP 30%
Car colg 107 (18.8) ∼1933 ∼ 75 70%
(2005) entrenados en fuerza al 90%
Santos y col 6 levantadores TP 60% 994.5
Arrc. 95.4 (15.8) ∼ 88 91.9% (7.8)
(2004) olímpicos 17 a 19 años al 100% (202.3)
Ej. Modalidad de ejercicio realizado, P: población, PM: potencia media, kg: kilogramos en los que se alcanza el
máximo nivel de potencia media, %1MR: porcentaje de peso, respecto al 1 MR, en que se alcanzan los máximos
valores de potencia media, car 1 T: cargada en un tiempo, car col. Cargada colgante, Arrc: arrancada de fuerza TP:
test progresivo.
Tabla 182. Estudios sobre la potencia mecánica media en ejercicios de cadena cinética cerrada con acción secuencial (valores
medios y de desviación típica, entre paréntesis).

Análisis de la localización de los valores más localización de los niveles más elevados de
altos de potencia pico potencia media.

Con relación a los pesos en donde se manifiestan
los valores más altos de potencia pico en cargada
en un tiempo, los resultados de nuestro, al igual
que sucede con la potencia media, coinciden con
los pocos trabajos en donde se han realizado
evaluaciones destinadas a determinar el valor de
la 1 MR y los porcentajes de peso sobre los que se
alcanzan los valores más altos de potencia pico.
En el estudio de Kawamori y col (2005),
mencionado anteriormente, los mayores valores
de potencia pico se alcanzan con el 70%, aunque
los niveles de potencia logrados con este
porcentaje no fueron estadísticamente diferentes
de los producidos con el 50%, 60%, 80% y 90%
del valor de la 1 MR. De esta manera, la zona de
máxima eficiencia mecánica, para la potencia
pico, quedaría comprendida entre el 50% y el 90%
de la 1 MR, que es ligeramente diferente de la
mostrada por las poblaciones de nuestro estudio
(ver tabla 174). No obstante, debemos recordar
que estas diferencias estarían relacionadas con las
metodologías aplicadas en cada trabajo, y que ya
hemos mencionado anteriormente, al comparar la
Hall y col (1997), estudiaron a 8 varones
entrenados que realizaron una serie de test de
saltos y el ejercicio de cargada colgante (en forma
isométrica y dinámica utilizando el 80%, 90% y
100% de la 1 MR) iniciando cada acción desde
una angulación de rodillas y caderas cercana a los
35º (en la posición de pie con piernas extendidas,
se considera que se posee una angulación de 0º).
En este trabajo, se utilizó una plataforma
dinamométrica para establecer la relación entre la
fuerza aplicada y el tiempo. Los resultados
mostraron que la mayor velocidad de desarrollo
de fuerza se alcanzaba con el 80% de la 1MR. De
acuerdo a esto, los autores han sugerido que los
mayores valores de potencia pico en los ejercicios
de levantamiento olímpico o sus variantes, como
la cargada en un tiempo, la arrancada o la cargada
colgante se situarían sobre el 80% del nivel de la 1
MR o incluso algo por debajo (Hall et al., 1997).
La tabla 183, resume los resultados de nuestro
estudio y otros similares, en los cuales se ha
investigado la producción de potencia mecánica
pico y su localización, en ejercicios de cadena
cinética cerrada con acción secuencial.
 1 MR PP Localización
Estudio Sujetos Ej. Metodología
(kg) (vatios) Kg % 1 MR
Car 1 TP 30%-
Este estudio P1 75.7 (11) 1727 (453) 62.3 (18) 81.7% (18)
T 100% 1 MR
“ P2 “ “ 64.8 (9) 1535 (441) 51.7 (14) 80.1% (18)
“ P3 “ “ 47.6 (6) 1264 (330) 39.1 (12) 82.5% (22)
“ P4 “ “ 74.5 (12) 1992(1624) 61.8 (14) 82.6% (20)
“ P5 “ “ 71.4 (15) 2066 (978) 51.8 (19) 72.6% (21)
“ P6 “ “ 74 (9.5) 1843 (405) 56.4 (23) 79.7 (22)
“ P9 “ “ 65.5 (13) 2169(2085) 50.8 (14) 79.5 (21)
15 deportistas
Kawamori y col Car TP 30% al
entrenados en 107 (18.8) ∼4073 ∼ 75 70%
(2005) colg 90%
fuerza
Ej. Modalidad de ejercicio realizado, P: población, PP: potencia pico, kg: kilogramos en los que se alcanza el máximo
nivel de potencia pico, %1MR: porcentaje de peso, respecto al 1 MR, en que se alcanzan los máximos valores de
potencia pico, car 1 T: cargada en un tiempo, car col. Cargada colgante, TP: test progresivo.
Tabla 183. Estudios sobre la potencia pico en ejercicios de cadena cinética cerrada con acción secuencial (valores medios y de
desviación típica, entre paréntesis).

Comparación de las modificaciones en la en donde se manifiestan los valores más altos de

localización de los valores más altos de
potencia media o pico en cargada en un tiempo
durante un ciclo de entrenamiento
Como hemos mencionado del apartado
“Discusión de los resultados obtenidos por cada
población” y en el resumen mostrado en la tabla
177 del apartado “Comparación de las
modificaciones producidas entre los tres test
realizados en las diferentes poblaciones
estudiadas”, las modificaciones producidas en la
localización de los pesos en donde se alcanzan los
valores más altos de potencia media y pico en el
ejercicio de cargada en un tiempo, en la mayoría
de las poblaciones de nuestro estudio no alcanza
el nivel de significación estadístico de p < 0.05.
No obstante, sí se han determinado tendencias de
cambio que en algunos casos se han asociado con
modificaciones significativas en los niveles de la
1 MR.
Hasta el momento, no conocemos trabajos que
hallan analizado las modificaciones de los pesos
potencia media y pico en ejercicios de cadena
cinética cerrada con acción secuencial, como los
levantamientos olímpicos o sus variantes,
solamente el trabajo de Santos y col (2004)
sugiere que a medida que mejora el nivel de
rendimiento, los valores de potencia media
tienden a desplazarse hacia los porcentajes
superiores. Del mismo modo, Garhammer (1993),
indica que a medida que mejora el rendimiento,
los deportistas son capaces de mantener niveles
cada vez más altos de potencia (media y pico),
incluso con los pesos máximos. Este autor,
destaca que el factor que más se incrementa con la
mejora del rendimiento en los levantadores
olímpicos es la potencia mecánica cuyos niveles
de mejora llegan a se superiores a los del peso
máximo.
Las figuras 208 y 209, muestran la relación entre
los porcentajes de peso y los de potencia media y
pico en cargada en un tiempo, analizando los
sujetos evaluados en este estudio de forma
conjunta.
 Figura 208. Relaciones obtenidas en el test 1, el test 2 y el test 3, entre el porcentaje de peso máximo (1 MR) y el porcentaje de
potencia media alcanzado en cargada en un tiempo (datos de toda la población analizada de forma conjunta, n = 63)

Figura 209. Relaciones obtenidas en el test 1, el test 2 y el test 3, entre el porcentaje de peso máximo (1 MR) y el porcentaje de
potencia pico alcanzado en cargada en un tiempo (datos de toda la población analizada de forma conjunta, n = 63).

Si observamos detenidamente las figuras
anteriores, veremos que tanto en la potencia media
como en la pico, existe una tendencia a localizar
los valores más altos hacia porcentajes superiores
en el test 3 respecto al test 1. Por lo tanto, a
medida que el entrenamiento se hace más
específico y los niveles de fuerza aplicados en este
ejercicio crecen, los valores más altos de potencia
tienden a localizarse en una zona de pesos cada
vez más elevada y por lo tanto, los pesos
absolutos (kg) en donde se logran las potencias
más altas se incrementan (Santos et al., 2004). De
hecho, cuando hemos analizado esta variable (kg
en donde se localizan los valores más altos de
potencia) a lo largo de los tres test, observamos
que aunque sólo se producen diferencias
significativas (p < 0.05) entre los pesos en donde
se expresan los valores más altos de potencia
media en el test 3 respecto al 1 (al analizar la
muestra de forma conjunta), en todos los casos
existe una tendencia muy marcada a incrementar
los pesos en el test 3 respecto al test 1 o al 2. En el
anexo 4, se muestran las tablas en donde se
indican los valores medios y de desviación típica
de los pesos en donde se alcanzaron los valores
más altos de potencia media y pico en el test 1, 2
y 3, tomando la muestra de forma conjunta.
Comparación de la relación entre los
porcentajes de peso y la potencia mecánica
entre los ejercicios estudiados
Para finalizar esta sección de la discusión, hemos
considerado oportuno comparar las relaciones
establecidas entre los porcentajes de peso y los de en el press de banca, la sentadilla paralela y la
potencia (media y pico) en cada uno de los cargada en un tiempo, tomando la muestra de
ejercicios evaluados. En las figuras 210 y 211, se forma conjunta.
observan las curvas de las relaciones mencionadas

Figura 210. Comparación de las relaciones establecidas entre los porcentajes de la 1 MR y los de potencia media entre los
ejercicios estudiados.

Figura 211. Comparación de las relaciones establecidas entre los porcentajes de la 1 MR y los de potencia pico entre los ejercicios
estudiados.

El análisis de las relaciones establecidas en las los de acción secuencial. No obstante, no

figuras anteriores nos demuestra que:
1. La relación entre la potencia mecánica (media
o pico) con respecto a los porcentajes de la 1
MR, es parabólica en el press de banca,
descendente en la sentadilla paralela y
ascendente en la cargada en un tiempo.
2. La localización de los valores más altos de
potencia (media o pico) difieren entre los
ejercicios de cadena cinética cerrada
ejecutados con acción de empuje respecto a
parecen ser muy diferentes entre los dos
ejercicios ejecutados con acción de empuje,
aunque impliquen la participación de
diferentes zonas musculares (tren inferior o
tren superior).
3. El hecho, de que en el press de banca se
observe una curva parabólica y en la sentadilla
una descendente, se debe al la inclusión del
peso corporal como parte de la resistencia a
vencer, que como se ha mencionado obliga a
los sujetos a iniciar el test progresivo con un
 nivel de peso relativamente alto, el cual
dependerá del conciente entre su peso corporal
y el nivel de peso movilizado en la 1 MR. De
hecho, si observamos las dos curvas en su
zona media superior estas son muy similares
tanto, respecto a la potencia media como a la
pico.
4. Las pequeñas diferencias que existen entre la
producción de potencia media con los pesos
inferiores (ver figura 7.86) pueden deberse al
criterio de introducir el 100% del peso
corporal como parte de la resistencia a vencer
en lugar del 87% (Dugan et al., 2004;
Escamilla, 2001). Este error aunque es
considerado pequeño, puede causar una
sobreestimación de los valores de potencia
alcanzados con los pesos más bajos (Dugan et
al., 2004).
5. Los valores relativamente más elevados, de
potencia media y pico, determinados en la
sentadilla paralela al movilizar los porcentajes
de peso más altos, se deben al impulso que
suele producirse una vez superada la fase de
mayor dificultad mecánica, que permite lograr
picos más altos de velocidad y potencia. Esto
suele ser más pronunciado en la sentadilla
respecto a otros ejercicios (Escamilla, Fleisig
et al., 2001).
Discusión, análisis y comparación de los
resultados obtenidos en los ejercicios,
clasificando a los sujetos según el tipo de
entrenamiento realizado
Para facilitar la comprensión de los resultados
obtenidos en este apartado seguiremos el siguiente
orden:
• En primer lugar, discutiremos los resultados
obtenidos en las variables biométricas.
• En segundo lugar, discutiremos los resultados
obtenidos por cada uno de los grupos en los
que se han clasificado a los sujetos:
1. Grupo 1, integrado por las poblaciones 1 a 6
(que entrenaron con pesos iguales o superiores
al 70% de la 1 MR).
2. Grupo 2, integrado por las poblaciones 7 a 12
(que entrenaron con peso iguales o inferiores
al 70% de la 1 MR).
• En tercer lugar, compararemos los resultados
obtenidos por cada uno de los dos grupos en
los que se han dividido los sujetos.
Discusión de las variables biométricas en los
grupos, clasificados según el tipo de
entrenamiento realizado
Los resultados de las tablas 51 y 52, indican que
en el press de banca plano y sentadilla paralela
con barra libre las poblaciones pertenecientes al
grupo 1 (poblaciones 1 a 6) tenían una edad
superior, mayor peso corporal y estatura respecto
a las que integraron el grupo 2 (poblaciones 7 a
12) (p < 0.01). No obstante, con respecto a las
poblaciones que realizaron la cargada en un
tiempo no se observaron diferencias entre las
variables biométricas analizadas, ya que el grupo
2 estaba integrado sólo por la población 9
(varones, boxeadores y taekwondístas).
Las diferencias encontradas entre los grupos que
realizaron los dos primeros ejercicios, se debe en
primer lugar a la edad, que en el grupo 1 estaba
comprendida entre 26 a 27 años y en el grupo 2
era inferior a los 20 años. Por otro lado, el grupo 2
estaba integrado con 3 poblaciones de mujeres (7,
jugadoras de voley, 11 jugadoras de sóftbol y 12
practicantes de taekwondo) lo cual, constituye un
factor (el sexo) que tiende a reducir
significativamente el peso y la estatura de los
integrantes de este grupo, aunque no tiene porque
afectar la respuesta a los estímulos de
entrenamiento, ya que como se ha demostrado,
ante los mismos estímulos relativos de
entrenamiento, los varones y las mujeres
manifiestan adaptaciones similares ante las cargas
de entrenamiento físico, siendo la diferencia
fundamental en los valores de rendimiento
absoluto pero no con respecto a las mejoras
porcentuales (Fleck & Kraemer, 1997; Fry et al.,
2002; Krivickas et al., 2006).
Discusión de los resultados obtenidos por los
grupos de sujetos clasificados según el tipo de
entrenamiento realizado
En este apartado, primero analizaremos los
resultados obtenidos en el grupo 1, (integrado por
las poblaciones 1 a 6), que utilizó pesos iguales o
superiores al 70% y posteriormente analizaremos
los resultados del grupo 2, (integrado por las
poblaciones 7 a 12), que utilizó pesos iguales o
inferiores al 70% del nivel de la 1 MR.
Discusión de los resultados obtenidos por el
grupo 1 (pesos > 70% de la 1 MR)
Análisis de los resultados obtenidos en press de
banca plano
Como puede observarse en la tabla 54, en las
poblaciones del grupo 1, no se encontraron
diferencias estadísticamente significativas (p <
0.05) en ninguna de las variables analizadas en
press de banca plano al comparar los resultados de
los tres test efectuados a lo largo del estudio.
Estos resultados, son en cierta manera
contradictorios, si se consideran las
modificaciones observadas en los valores de la 1
MR absoluta y por kg de peso corporal, en las
poblaciones 1, 2 y 4, aunque pueden explicarse
por la falta de significación estadística mostrada
por las poblaciones 3, 5 y 6. De todos modos, la
falta de diferencias significativas entre los pesos
alcanzados en la 1 MR, la potencia media y pico,
en las poblaciones que integran el grupo 1, no
significa que no las halla, sino que tal vez estas no
alcanzacen la amplitud necesaria para llegar a un
valor p < 0.05, incluso podría incurrise en error
tipo 2 (al aceptar que no hay diferencias
significativas cuando en realidad las hay)
(Martínez-González et al., 2001).
Con el objetivo de poder observar con mayor
claridad las tendencias de cambios producidas en
los sujetos de este grupo sobre los porcentajes de
peso en donde se localizan los valores más altos
de potencia media y pico, en la figura 212,
independientemente de que se manifiesten
diferencias estadísticamente significativas, hemos
comparado las variaciones porcentuales de éstos
dos parámetros entre el test 1, el test 2 y el test 3.
En esta ocasión, no hemos descrito las tendencias
de los niveles de la 1 MR, como se ha realizado en
el análisis efectuado por población (ver aparatados
“Población 1 (varones, opositores a bomberos)”
a “Población 12 (mujeres, practicantes de
taekwondo de 14 a 16 años, Cuba).”), o de la
potencia, ya que aunque las modificaciones de
éstos dos parámetros serían de gran importancia
para analizar los efectos del programa de
entrenamiento, nuestro estudio no estuvo dirigido
a resolver específicamente esta problemática, sino
a analizar las modificaciones en la localización de
los pesos en donde se manifiestan los valores más
altos de potencia media y pico.
Figura 212. Tendencias de cambio producidas en los pesos
en donde se manifiestan los valores más altos de potencia
media (loc % PM) y pico (loc % PP) en press de banca plano
por las poblaciones del grupo 1 (entrenamiento con pesos >
70% del nivel de la 1 MR).
Como puede observarse en la figura 212, existe
una tendencia muy marcada a reducir los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia media y pico en el
test 3, que coincide con el momento en el cual
deben lograrse los niveles más altos de
rendimiento específico. Las tendencias descritas
anteriormente son coherentes con la propuesta de
Baker (2001a) cuando menciona que la relación
establecida entre el peso movilizado y la potencia
producida en los ejercicios de entrenamiento
puede alterarse de diferentes maneras de acuerdo
con la modalidad del entrenamiento desarrollado,
ya que los niveles de potencia máximos
alcanzados en un test incremental tienden a crecer
en la zona de pesos más empleados durante cada
período de entrenamiento y por lo tanto, se
producirían cambios en los porcentajes de pesos
en donde se sitúen los valores más altos de
potencia. Este mismo autor, ha observado
modificaciones significativas al establecer la
relación entre el peso y la potencia media en el
press de banca balístico en multipower al estudiar
un equipo de rugby profesional durante un
periodo de 4 años, demostrando que los pesos en
donde se producen los valores más altos de
potencia, se incrementan significativamente a
medida que se mejora el nivel de rendimiento. De
todas formas, en estos trabajos no se demuestra si
éste incremento en la localización de los pesos
absolutos (kg) se corresponde con una
modificación de la localización porcentual (Baker
& Newton, 2005). Respecto a esto, en trabajos
previos realizados por éste mismo autor (Baker,
2001b; D. Baker & S Nance, 1999) así como en la
revisión de Crewther y col (2005), se destaca que
las mejoras en los niveles de potencia máxima
alcanzada en un test incremental se reflejan
fundamentalmente en los pesos absolutos y no
tanto a nivel de los porcentajes de la 1 MR. No
obstante, en otros trabajos, si se sugiere que este
tipo de modificación pueda producirse incluso a lo
largo de una misma temporada de entrenamiento
(Baker, 2001a; Baker, 2001b). De hecho, Baker y
Newton (2005) recomiendan que cuando no se
disponga de dispositivos para determinar la
potencia producida en los ejercicios de fuerza, se
estime su localización en base a los niveles de la
fuerza máxima absoluta o la 1 MR. De este modo,
para el caso del press de banca plano con barra
libre, se estima que los sujetos con niveles de
fuerza bajos, inferiores a 120 kg, alcanzarían los
valores más altos de potencia en porcentajes
superiores al 55%, los que posean niveles de 1
MR superiores a 120 kg e inferiores a 150 kg la
lograrían entre el 50% y el 55%, mientras que
aquellos que muestren niveles de 1 MR superiores
a los 150 kg los localizarían sobre 45% (Baker,
2001b; Baker & Newton, 2005). Aunque esta
recomendación se basa fundamentalmente en el
criterio, que discutiremos más tarde, relacionado
con la influencia de la fuerza sobre la localización
de los valores más altos de potencia, Baker y
Newton (2005) y Baker (2001b) también la
aplican a las fluctuaciones del rendimiento
observadas dentro de una temporada, aunque sólo
se mencionan las variaciones de los coeficientes
de correlación entre los valores de la 1 MR y la
máxima potencia media alcanzada en un test
incremental en press de banca balístico, los cuales
se reducen desde el inicio de la temporada cuando
los sujetos muestran su nivel más bajo de fuerza y
los coeficientes de correlación son más elevados
(r = 0.89) hasta el final de la temporada, cuando
sus niveles de fuerza son significativamente más
elevados y el entrenamiento se orienta
específicamente hacia la velocidad y potencia de
movimiento y los coeficientes de correlación
descienden a r = 0.66 o r = 0.58 (Baker, 2001a).
La propuesta de Baker y Newton (2005), respecto
a la consideración de los pesos en donde se
localizan los valores más altos de potencia media
en press de banca balístico considerando a los
valores de la 1 MR absoluta en press de banca
plano con barra libre, no coincide con los
resultados de la mayoría de las poblaciones de
varones de nuestro estudio, las cuales estarían
encuadradas dentro de los sujetos con menor
cantidad de fuerza máxima o 1 MR (ver figura
51), ya que todas manifiestan sus valores más
altos de potencia media en porcentajes inferiores
al 55%, e incluso las poblaciones 8 y 10
(integradas por jóvenes de 14 a 17) las
manifiestan en porcentajes próximos al 45%. Esto
puede explicarse por las diferencias en las
mecánicas de ejecución de los ejercicios utilizados
en cada caso, ya que en nuestro estudio
empleamos el press de banca plano con barra
libre, mientras que en los estudios de Baker (2001
b, d) y Baker y Newton (2005), se hace referencia
al press de banca balístico. Esto se debe, a que los
sujetos con mayores niveles de fuerza máxima y
entrenados en fuerza explosiva, tienden a
desarrollar más eficientemente la capacidad de
aplicar altas magnitudes de fuerza con pesos bajos
de modo de alcanzar altísimos valores de potencia
con niveles de resistencia inferiores, que se
manifiestan en mayor medida cuando se realizan
ejercicios balísticos respecto a cuando se utilizan
pesos libres, ya que en estos últimos se produce
una gran desaceleración final por la necesidad de
controlar el desplazamiento de la resistencia hacia
el final del ejercicio (Baker, 2001b; Cronin et al.,
2001; Siff, 2004).
Análisis de los resultados obtenidos en
sentadilla paralela
Como puede observarse en la tabla 55, en las
poblaciones agrupadas en el grupo 1, no se
determinaron diferencias estadísticamente
significativas (p < 0.05) en ninguna de las
variables analizadas en la sentadilla paralela con
barra libre, al comparar los resultados de los tres
test efectuados a lo largo del estudio.
Estos resultados, también resultan contradictorios
con respecto a las modificaciones observadas,
especialmente en los pesos correspondientes a la 1
MR absoluta y por kg de peso corporal, en las
poblaciones 1, 2, 4 y 5, aunque pueden explicarse
por la falta de significación estadística que
muestran las modificaciones de éstos parámetros
en las poblaciones 3 y 6. Por otro lado, son más
coherentes con respecto a las modificaciones
observadas en los valores de potencia media que,
muestran cambios menos pronunciados en las 6
poblaciones que integran este grupo.
Siguiendo los mismos criterios explicados
anteriormente para el press de banca plano, en la
figura 213 hemos descrito las tendencias de
cambio producidas por el grupo 1, en los
porcentajes de peso en donde se manifiestan los
valores más altos de potencia media y pico en
sentadilla paralela, entre los tres test realizados
durante el estudio.

Figura 213. Tendencias de cambio producidas en los pesos
en que se manifiestan los valores más altos de potencia
media (loc % PM) y pico (loc % PP) en sentadilla paralela,
por las poblaciones del grupo 1 (entrenamiento con pesos >
70% del nivel de la 1 MR).
La figura anterior, indica que los pesos en donde
se manifiestan los valores más altos de potencia
media tienden a bajar en el test 2 respecto al 1 y
especialmente en el test 3 que es cuando se deben
alcanzar los niveles más altos de rendimiento
específico. No obstante, la potencia pico muestra
un comportamiento inverso tendiendo a subir en
el test 2 y el 3 respecto al 1.
Las modificaciones mostradas en la figura 213,
son coherentes con la propuesta de Baker (2001a)
y Baker (2001d) cuando sugiere que los pesos en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media al realizar un test progresivo con
saltos desde sentadilla en un multipower, tienden
a localizarse en una zona inferior a medida que los
niveles de fuerza se incrementan y el nivel de los
sujetos mejora a lo largo de una temporada. No
obstante, estas modificaciones no coinciden que el
criterio mencionado por este mismo autor acerca
de que los valores más altos de potencia se
modificarían en función de los pesos más
frecuentemente utilizados en los entrenamientos
(D. Baker et al., 2001), ya que en el caso de la
potencia media la localización de los porcentajes
de pesos en donde se manifiestan sus valores más
altos, deberían haberse incrementado. De todos
modos, esto si sucede en la potencia pico, que
tiende a localizarse en una zona más elevada en el
test 2 y 3. En este caso, sí coincide con la
propuesta de Baker y col (2001b) aunque en los
trabajos de Baker y col (2001 b) y Baker (2001d)
siempre se consideró a la potencia media y no a la
pico. El hecho de que la potencia pico tienda a
localizarse en pesos proporcionalmente más altos
puede deberse a la mecánica específica del
ejercicio, que aunque se indicó realizarlo con la
mayor velocidad posible, no se permitía saltar y
por lo tanto con los pesos más bajos (< 50% de la
1 MR), la fase de desaceleración final fue mucho
más pronunciada respecto a los pesos más altos (>
50% de la 1 MR), en los que la magnitud del peso
movilizado reduce la capacidad de efectuar un
salto al final del recorrido articular (Bosco, 1992).
Este efecto, va siendo más significativo a medida
que los sujetos mejoran la capacidad de aplicar
fuerza en velocidad y especialmente en la potencia
pico, ya que como se ha explicado anteriormente,
su valor tiende a subir fundamentalmente hacia el
final del movimiento, luego de superar la fase de
mayor dificultad mecánica del ejercicio
(Escamilla, Fleisig et al., 2001; Siegel et al.,
2002). De este modo, cuado se trabaja con pesos
ligeros la gran desaceleración que debe aplicar el
sujeto al final del recorrido articular reduce el
nivel de potencia pico alcanzado (González-
Badillo & Ribas, 2002), mientras que con los
pesos altos, la necesidad de desacelerar el
movimiento es menor y por lo tanto los valores de
potencia pico tienden a subir en mayor proporción
respecto a los logrados con los pesos más bajos
(Dugan et al., 2004).
Análisis de los resultados obtenidos en cargada
en un tiempo
Como puede observarse en la tabla 56, en las
poblaciones del grupo 1, en la cargada en un
tiempo, se observan diferencias estadísticamente
significativas (p < 0.05) sólo en los niveles de la 1
MR absoluta alcanzados en el test 3 respecto al 1,
mientras que en este mismo momento también se
distingue una tendencia que no llega ser
significativa, en los niveles de la 1 MR por kg de
peso corporal.
Con respecto a la potencia media o pico y la
localización de sus valores más altos no se han
observado diferencias significativas entre los tres
test realizados. Aunque, debe considerarse que en
este caso los porcentajes de peso utilizados en los
entrenamientos coincidieron con la zona en donde
se localizaron los valores más altos de potencia
media y pico (86%±13.5, 86.7%±14.1 y
88.8%±13.5 en el test 1, 2 y 3, en la potencia
media y 76.1%±22.2, 82.4%±16.7 y 80.6%±20.1
en la potencia pico) y por lo tanto, es de esperar
que al entrenarse con los mismos porcentajes de
peso, la ubicación de los pesos optimos no se
modifique sinó que se afirme en esta zona (Baker,
2001b).
Estos resultados, también son contradictorios con
respecto a las modificaciones observadas,
especialmente respecto de los valores de la 1 MR
absoluta, los cuales se incrementan en las
poblaciones 1, 2, 4 y 5, aunque pueden explicarse
por la falta de significación estadística observada
en este parámetro en las poblaciones 3 y 6. En el
caso de la potencia media y pico, la falta de
significación en sus cambios puede deberse a la
escasa mejora manifestada por las poblaciones 1,
5 y 6, ya que en las poblaciones 2, 3 y 4 estas
variables muestran incrementos significativos
especialmente en el test 3.
Siguiendo los mismos criterios explicados
anteriormente, en la figura 214 hemos descrito las
tendencias de cambio producidas por las
poblaciones del grupo 1, en los porcentajes de
peso en donde se manifiestan los valores más altos
de potencia media y pico en cargada en un tiempo
entre los tres test realizados durante el estudio.
Figura 214. Tendencias de cambio producidas en los pesos
en que se manifiestan los valores más altos de potencia
media (loc % PM) y pico (loc % PP) en cargada en un
tiempo, por las poblaciones del grupo 1 (entrenamiento con
pesos > 70% del nivel de la 1 MR).
La figura anterior, muestra como los porcentajes
de peso en donde se localizan los valores más
altos de potencia media y pico tienden a subir en
el test 3 (pico más alto de rendimiento específico).
Estos resultados, son coherentes con las
afirmaciones de Santos y col (2004), al indicar
que los pesos en donde se manifiestan los valores
más altos de potencia media tienden a subir a
medida que se incrementa el rendimiento de los
sujetos.
Discusión de los resultados obtenidos por el
grupo 2 (< 70% de la 1 MR)
Análisis de los resultados obtenidos en press de
banca plano
Como puede observarse en la tabla 57, en las
poblaciones agrupadas en el grupo 2 no se
determinaron diferencias estadísticamente
significativas (p < 0.05) en ninguna de las
variables analizadas en press de banca plano al
comparar los resultados de los tres test efectuados
a lo largo del estudio.
Estos resultados, son opuestos a los esperados, ya
que especialmente el nivel de la 1 MR tiende a
mejorar significativamente en las poblaciones 7,
8, 9, y 11, mientras que no muestra diferencias
significativas en las poblaciones 10 y 12 en el test
3 respecto al test 1.
En cuanto a las modificaciones en los niveles de
potencia media y pico la falta de significación al
analizar al grupo 2 de forma conjunta contrasta
con los resultados obtenidos individualmente por
cada una de las poblaciones, ya que a excepción
de la población 9, el resto de las poblaciones
estudiadas, manifiestan incrementos en los valores
de potencia media y pico aunque sólo llegan a ser
significativos en el test 3 respecto al 1 en las
poblaciones 7 (que realizó el ejercicio de press de
hombros) 10, 11 y 12.
En la figura 215, hemos descrito las tendencias de
cambio producidas por las poblaciones del grupo
2, en los porcentajes de peso en donde se
manifiestan los valores más altos de potencia
media y pico, en press de banca plano, entre los
tres test realizados durante el estudio.
Figura 215. Tendencias de cambio producidas en los pesos
en que se manifiestan los valores más altos de potencia
media (loc % PM) y pico (loc % PP) en press de banca
plano, por las poblaciones del grupo 2 (entrenamiento con
pesos < 70% del nivel de la 1 MR).
El análisis de la figura anterior muestra cómo los
pesos en donde se localizan los valores más altos
de potencia media y pico tienden a bajar en el test
2 y el 3 respecto al 1. En estos periodos se
enfatizaba el entrenamiento específico y los
niveles de fuerza máxima debían haber alcanzado
los valores más altos de la temporada (Baker,
2001a; Hasegawa et al., 2002; Verchoshansky,
2001). Al igual que sucede en el grupo 1, las
tendencias manifestadas por el grupo 2 también
coinciden con la propuesta de Baker (2001a)
acerca de las modificaciones que se producen a
medida que avanza la temporada de entrenamiento
en la relación entre el peso movilizado y la
potencia alcanzada. En este caso, los pesos en
donde se expresan los valores más altos de
potencia tienden a reducirse coincidiendo con la
utilización de pesos más ligeros en los
entrenamientos. Esta modificación coincide con el
trabajo de Baker (2001d), realizado con un grupo
de jugadores de rugby, en los cuales una vez que
se alcanzaban los valores de fuerza máxima
deseados o estimados como adecuados y se
enfatizaba el entrenamiento de de fuerza-
velocidad con pesos bajos, los niveles de potencia
media continuaban incrementándose al mismo
tiempo que se observa una tendencia a alcanzar
los valores más altos de potencia con pesos más
ligeros (próximos al 45% de la 1 MR) (Baker,
2001b; Baker & Newton, 2005).
Análisis de los resultados obtenidos en sentadilla
paralela
Como puede observarse en la tabla 58, en las
poblaciones del grupo 2, sólo se observan mejoras
significativas (p < 0.05) en la potencia pico
(absoluta y por kilogramo de peso corporal) en el
test 3 y 2 respecto al 1, aunque también se han
visto incrementos que no llegan a ser
significativos en la potencia media alcanzada en el
test 3 respecto a la del test 1.
Con respecto a los porcentajes de peso en donde
se alcanzan los valores más altos de potencia
media y pico, al igual que ha sucedido con el
grupo 1, no se observan modificaciones
significativas.
Estos resultados, son coherentes con los
observados en las poblaciones de este grupo
cuando se analizan de forma individual, ya que
estas muestran siempre una tendencia a mejorar
en mayor medida los valores de potencia respecto
a los de la fuerza (ver tablas 163, 164, 165, 166,
167 y 168).
En la figura 216, hemos descrito las tendencias de
cambio observadas en la localización de los pesos
en donde se manifiestan los valores más altos de
potencia media y pico en sentadilla paralela por
las poblaciones del grupo 2.
Figura 216. Tendencias de cambio producidas en los pesos
en que se manifiestan los valores más altos de potencia
media (loc % PM) y pico (loc % PP) en sentadilla paralela,
por las poblaciones del grupo 2 (entrenamiento con peso <
70% del nivel de la 1 MR).
El análisis de la figura anterior, muestra que a
medida que los entrenamientos se hacen más
específicos y los niveles de fuerza alcanzan los
valores más altos de la temporada
(independientemente de que se produzcan
modificaciones significativas en los valores de la
1 MR), los pesos en donde se localizan los valores
más altos de potencia pico tienden a crecer
mientras que los porcentajes de peso en donde se
localizan los valores más altos de potencia media
no se modifican. Esta tendencia a incrementar los
porcentajes de peso en donde se expresan los
niveles más altos de potencia pico, puede
explicarse por las mismas razones mencionadas
anteriormente para el grupo 1.
Los cambios en la localización de los valores más
altos de potencia media son contrarios a los del
grupo 1 y por lo tanto también a los propuestos
por Baker (2001d), mientras que como se ha
mencionado anteriormente, coinciden en el caso
de la potencia pico.
El ejercicio de cargada en un tiempo, en el grupo
2, ha sido realizado solamente por la población 9
y por lo tanto, se considerará el análisis
desarrollado en el apartado “Población 9
(varones, boxeadores o taekwondístas)”. No
obstante, debe recordarse que a pesar de
producirse incrementos significativos de los pesos
en donde se localizan los valores más altos de
potencia en el test 3 respecto al 2, estos no se
modifican respecto al test 1, que es en definitiva el
resultado más importante, cuando se compara el
rendimiento alcanzado en las fases de competición
respecto del producido a los inicios del plan de
entrenamiento.
Comparación de los resultados obtenidos,
clasificando a los sujetos según el tipo de
entrenamiento
Comparación de los resultados obtenidos en
press de banca
Como puede observarse en la tabla 59, en el press
de banca plano, existen diferencias significativas
entre el grupo 1, que posee valores más altos de
fuerza máxima (1 MR) y potencia respecto al
grupo 2, al inicio del estudio. Estas diferencias
sólo se reducen durante el test 2 y el 3 en los
valores de potencia pico, pero se mantienen en la
potencia media y en los niveles de la 1 MR. Estos
resultados, son de esperar debido a las diferencias
en la edad y el peso corporal, así como a la
predominancia de mujeres en el grupo 2 (ver tabla
51). Con respecto a la localización de los pesos en
donde se manifiestan las potencias más elevadas,
sólo se observan diferencias significativas en la
potencia pico y una tendencia no significativa en
la potencia media del grupo 2, que tiende a
localizar sus valores máximos en porcentajes
ligeramente inferiores respecto a los observados
en el grupo 1 (ver figura 109). Esta respuesta sería
coherente con los pesos utilizados por cada uno de
los grupos en que han sido divididas las
poblaciones de nuestro estudio y coincidiría con la
propuesta de Baker (2001 b), cuando indica que
los pesos en donde se manifiestan los niveles de
potencia más altos tienden a desplazarse hacia los
porcentajes más frecuentemente utilizados en los
entrenamientos, no obstante, al considerar los
niveles de fuerza máxima determinados en el
grupo 1 y 2 (ver tablas 54 y 57) éste
comportamiento no coincide con el criterio por el
cual, los sujetos más fuertes tienden a localizar las
potencias más altas en porcentajes de peso
inferiores (Baker, 2001b; Baker & Newton, 2005),
ya que el grupo 1 es más fuerte que el 2 y sin
embargo localiza los valores más altos de potencia
en una zona ligeramente superior.
Comparación de los resultados obtenidos en
sentadilla paralela
Como puede observarse en la tabla 60, en la
sentadilla paralela, al inicio del estudio existen
diferencias significativas entre el grupo 1, que
posee valores más altos de fuerza máxima (1 MR)
y potencia pico respecto de los observados en el
grupo 2. Estas diferencias se mantienen e incluso
se extienden hacia la potencia media en el test 2 y
el test 3, aunque en este último caso, no se
observan diferencias en la potencia media
absoluta y la potencia pico por kilogramo de peso
corporal. Los resultados mencionados,
especialmente en los parámetros absolutos, se
deben a las diferencias encontradas entre la edad y
el peso, así como a la predominancia de mujeres
en el grupo 2 (ver tabla 52). Con respecto a la
localización de los pesos en donde se manifiestan
las potencias más elevadas, se observan
diferencias significativas en el grupo 2, que
localiza sus valores máximos de potencia media
en el test 2 y el 3 así como los de potencia pico en
el test 3 sobre porcentajes ligeramente superiores
respecto a los grupo 1 (ver figura 68).
Si consideramos que el grupo 2 utilizó porcentajes
de peso inferiores, esta respuesta es contraria a la
esperada y a la propuesta por Baker (2001 b), no
obstante es coherente con el criterio de que los
sujetos más fuertes tienden a localizar los valores
más altos de potencia sobre porcentajes de peso
inferiores (Baker, 2001b; Kawamori et al., 2005).
Comparación de los resultados obtenidos en
cargada en un tiempo
Como puede observarse en la tabla 61, en la
cargada en un tiempo, sólo se observan
diferencias significativas a favor del grupo 2, en el
pico de potencia alcanzado durante el test 2. Esta
mayor coincidencia de los resultados en este
ejercicio, se debe a que la cargada en un tiempo en
el grupo 2 sólo fue realizada por la población 9,
que presenta características biométricas muy
similares a las de las poblaciones del grupo 1 (ver
tabla 53).
Estos resultados, indican que en este ejercicio de
cadena cinética cerrada y acción secuencial, no
existiría una influencia tan alta, como sucede en
los ejercicios de acción de empuje, del peso
utilizado en los entrenamientos para determinar
los porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia, ya que los factores
técnicos y la velocidad de movimiento en los
ejercicios de acción secuencial afectan
significativamente los niveles de potencia
alcanzados y la localización de sus valores más
altos (Kawamori et al., 2005; Winchester et al.,
2005).
Consideraciones sobre las diferencias
manifestadas por el grupo 1 y 2
Como se observa en la tabla 62, las diferencias
más importantes entre el grupo 1 y 2 se
encuentran en la fuerza y la potencia máxima
alcanzadas en el press de banca y la sentadilla
paralela, mientras que se reducen
significativamente en el caso de la cargada en un
tiempo. Esto indica, como se ha mencionado
anteriormente, que muy posiblemente, gran parte
de estas diferencias estén relacionadas con las
variables biométricas y el sexo, más que al efecto
del peso utilizado en los entrenamientos. Por otro
lado, al considerar los porcentajes de peso en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media y pico, como hemos observado en
la figura 111, los tres ejercicios estudiados
manifiestan comportamientos diferentes:
1. En press de banca plano, el grupo 2 localiza
los valores de potencia pico en una zona
inferior, mientras que no existen diferencias
significativas con respecto a la potencia
media.
2. En sentadilla paralela, el grupo 2 localiza
tanto la potencia media como la pico en una
zona superior respecto al grupo 1.
3. En cargada en un tiempo, no se observan
diferencias significativas.
Como se ha mencionado anteriormente, los
resultados del press de banca son coherentes con
la orientación del entrenamiento de cada grupo, y
especialmente cuando se analizan las diversas
especialidades deportivas del grupo 2 que estaba
integrado por jugadoras de voley, jugadores de
béisbol, boxeadores y taekwondístas; luchadores,
jugadoras de sóftbol y mujeres taekwondístas, que
son especialidades en donde se hace especial
hincapié en la aplicación de altos niveles de fuerza
para alcanzar altísimas velocidades de
movimiento movilizando resistencias
relativamente ligeras o las ofrecidas por el propio
peso corporal (Siff, 2004). No obstante, en la
sentadilla, al tener que movilizar el peso corporal,
la sobrecarga creada ya obliga a los sujetos del
grupo 2 (que poseían bajos valores de fuerza
máxima) a trabajar e una zona de entrenamiento
más cercana a la determinada para la fuerza
potencia o fuerza máxima (Naclerio, 2005;
Naclerio & Jiménez, 2005), de modo que la
velocidad de movimiento alcanzada por estos
sujetos será menor y se dependerá más de la
fuerza máxima para lograr altos niveles de
potencia, los cuales tenderán a localizarse en
porcentajes más elevados, especialmente cuando
se realiza éste ejercicio evitando saltar (González-
Badillo & Ribas, 2002).
En líneas generales, las modificaciones
observadas en el grupo 1, formado por las
poblaciones 1 a 6 (que entrenaron con pesos
iguales o superiores al 70% de la 1 MR) y el 2,
formado por las poblaciones 7 a 12 (que
entrenaron con pesos iguales o inferiores al 70%
de la 1 MR), son coherentes con los porcentajes
de peso utilizados en cada caso, ya que el grupo 1
tiende a lograr mejoras similares en los niveles de
fuerza máxima (1 MR) y en la potencia, mientras
que el grupo 2 aunque también tiende a mejorar
estos dos parámetros, a excepción de la población
9, que muestra incrementos significativos sólo en
los niveles de fuerza máxima (1 MR), en el resto
de las poblaciones predomina la mejora de la
potencia por sobre la fuerza máxima (1 MR). En
el anexo 5, se muestran las tablas con las
modificaciones porcentuales experimentadas por
cada grupo, al comparar los resultados de todas
las variables analizadas y comparadas entre los
tres test realizados durante el estudio.
Los resultados obtenidos coinciden con los
numerosos trabajos que han investigado las
adaptaciones producidas por los entrenamientos
de fuerza con resistencias y en los cuales se
demuestra que al movilizar pesos con la mayor
velocidad posible, como se ha realizado en este
estudio, se tiende a incrementar tanto la fuerza
máxima como la velocidad y potencia de
movimiento, aunque los beneficios son más
acentuados en el rango de pesos más
frecuentemente utilizados (Bird, Tarpenning, &
Marino, 2005; Bompa, 1995; Bompa, 2003; Fleck
& Kraemer, 1997; Fry, 2004; González-Badillo &
Ribas, 2002; Kraemer & Ratames, 2004;
Macaluso & De Vito, 2004). Cabe destacar, que
los resultados experimentados por las poblaciones
del grupo 2, a excepción de los boxeadores o
taekwondístas de la población 9, coinciden con las
ultimas investigaciones en donde se demuestra
que los entrenamientos con bajos pesos y altas
velocidades de movimiento conducen a mejoras
tanto en los niveles de fuerza máxima como de
velocidad y potencia mecánica (Cronin &
Sleivert, 2005; Fielding et al., 2002; Siff, 2004;
Surakka, 2005). Los resultados obtenidos en la
población 9 podrían deberse a que sus integrantes,
cuando realizaron el test 2 y el test 3, estaban
sometidos a un plan de control de peso muy
estricto, lo cual ha mostrado interferir en mayor
medida sobre la velocidad y la potencia de
movimiento respecto a la fuerza máxima
(Walkberg-Rankin, 2000).
Las características de nuestro estudio son
similares a las observadas en el trabajo de
Blazevich y Juenkins (2002) que compararon la
respuesta a dos tipos de entrenamiento de fuerza
en 10 velocistas bien entrenados, los cuales fueron
divididos en dos grupos que realizaron dos tipos
de entrenamientos diferentes durante 7 semanas
ejecutando 5 ejercicios con el tren inferior. Un
grupo trabajo con pesos comprendidos entre el
30% y el 50% con el objetivo de lograr la mayor
potencia mecánica de movimiento, mientras que
el otro grupo utilizó pesos más altos,
comprendidos entre el 70% y el 90% de la 1 MR.
Los resultados de este trabajo mostraron mejoras
significativas en gestos específicos del deporte
como la carrera de 20 metros, así como en la
fuerza máxima (estimada por el valor de la 1 MR)
alcanzada en el ejercicio de sentadilla en
multipower en donde se flexionaban las rodillas
hasta alcanzar una angulación de 90º. Los autores
de este estudio, indican que para mejorar la
potencia de movimiento el factor clave sería la
aplicación de fuerza en velocidad más que la
utilización de un rango de pesos específicos
(Bilazevich & Juenkins, 2002).
Posiblemente, el reducido número de sujetos
evaluados en este estudio, así como el escaso
tiempo de duración del trabajo impidió encontrar
respuestas diferenciadas entre los dos tipos de
entrenamientos.
Además, en este trabajo no se valoró la potencia
de movimiento y su localización como hemos
realizado en nuestro estudio.
Discusión de los resultados del análisis
correlacional
Para facilitar su comprensión, este apartado lo
dividiremos en tres secciones:
• En primer lugar, discutiremos las relaciones
encontradas al analizar la muestra de forma
conjunta.
• En segundo lugar, discutiremos las relaciones
encontradas cuando se clasifica la muestra por
poblaciones.
• En tercer lugar, compararemos nuestros
resultados con los obtenidos en otros estudios
similares.
Discusión del análisis correlacional analizando
la muestra de forma conjunta
En el ejercicio de press de banca plano, como
indica la tabla 63, la potencia media muestra
coeficientes de correlación altos o moderados
(entre r = 0.59 a 0.78), y significativos (p < 0.01)
con el nivel de la 1 MR, (absoluta y por kilogramo
de peso corporal), el peso corporal, el sexo y la
estatura, mientras que la potencia pico sólo
presenta coeficientes de correlación moderados (r
= 0.64 y 0.67) con el valor de la 1 MR (absoluta y
por kg de peso corporal, respectivamente).
Ninguna de las variables correlacionadas mostró
coeficientes significativos (p < 0.05) con los
porcentajes de peso en donde se alcanzan los
valores más altos de potencia media y pico.
En la sentadilla paralela, a diferencia del press
de banca, sólo se observan correlaciones
moderadas (r = 0.58) y significativas (p < 0.01)
entre la potencia media y el nivel de la 1 MR
absoluta, mientras que la potencia pico muestra
coeficientes de correlación moderados (r = 0.62 y
0.59) con el peso corporal y el nivel de la 1 MR
absoluta (ver tabla 64). En este caso la 1 MR
absoluta, no sólo es la variable que muestra el
coeficiente de correlación más elevado, sino la
única en donde se determinan coeficientes de
correlación al menos moderados (r = 0.5). No
obstante, con respecto a los porcentajes de peso en
donde se alcanzan los valores de potencia, media
y pico más altos, esta variable, al igual que las
demás tampoco mostró coeficientes de correlación
significativos para un valor p < 0.05.
En la cargada en un tiempo, la potencia media
sólo mostró coeficientes de correlación
moderados (r = 0.73) y significativos (p < 0.01)
con el valor de la 1 MR absoluta, mientras que en
la potencia pico se observaron coeficientes de
correlación moderados y significativos con la 1
MR absoluta (r = 0.51, p < 0.05) y por kg de peso
corporal (r = 0.61, p = 0.01) (ver tabla 65).
Estos resultados, indican que considerando la
muestra de sujetos de forma conjunta, sin
diferenciar por sexo, edad, o especialidad
deportiva, en los tres ejercicios evaluados, el nivel
de la 1 MR absoluta influye significativamente
sobre los valores de potencia media y pico
alcanzados, mientras que el valor de la 1 MR por
kilogramo de peso corporal tiene mayor influencia
en la potencia lograda en el press de banca y la
cargada en un tiempo, pero no en la sentadilla
paralela, cuyos valores de potencia pico estarían
más influenciados por el peso corporal.
Por otro lado, nos sorprende que la estatura
muestre coeficientes de correlación positivos y
moderados con el press de banca, ya que sería de
esperar que los sujetos más altos, que suelen
poseer miembros superiores más largos y realizan
mayor cantidad de trabajo para movilizar un peso
externo a través del recorrido articular
determinado por el ejercicio de press de banca,
alcancen potencias inferiores (Fuentes, 1994)
aunque, si la velocidad de movimiento es muy
alta, entonces los valores de potencia tienden a
incrementarse significativamente, ya que se
produce más trabajo en menos tiempo
(Garhammer, 1993; Watkins, 1999). De hecho,
algunos autores han sugerido que la longitud de
los miembros es una variable que puede influir
positiva y significativamente en la eficiencia
mecánica y por lo tanto en la potencia alcanzada
en diversos ejercicios, tanto del tren superior
como inferior (J. Cronin et al., 2003; Norton et al.,
2000).
El sexo, mostró coficientes de correlación
moderados o significativos sólo con respecto a la
potencia media alcanzada en el press de banca,
pero no en la sentadilla y la cargada en un tiempo.
Esto puede explicarse al observar que la potencia
mecánica muestra una alta dependencia de la
fuerza máxima que tiende a ser significativamente
más baja en las mujeres respecto a los varones en
los ejercicios de tren superior (Fry et al., 2002). Es
posible, que los coeficientes e correlación entre el
sexo y la potencia alcancen mayores valores en
los ejercicios en donde se emplean
fundamentalmente los grupos musculares del tren
superior respecto a las acciones en donde se
emplea principalmente el tren inferior (Fleck &
Kraemer, 1997; Fry et al., 2002).
Discusión del análisis correlacional realizado
en cada una de las poblaciones estudiadas
En las tablas 66 a 96, se muestran los coeficientes
de correlación significativos (p < 0.05) y que han
resultado ser al menos moderados con respecto a
una o más de las siguientes variables:
1. Potencia máxima media (absoluta y por kg de
peso corporal).
2. Potencia pico (absoluta y por kg de peso
corporal).
3. Porcentaje de localización de los valores más
altos de potencia media.
4. Porcentajes de localización de los valores más
altos de potencia pico.
Para una mejor comprensión de los resultados,
dividiremos la discusión de este apartado en tres
partes:
• En primer lugar, analizaremos los resultados
obtenidos en el press de banca plano.
• En segundo lugar, analizaremos los resultados
obtenidos en la sentadilla paralela.
• En tercer lugar, analizaremos los resultados
obtenidos en la cargada en un tiempo.
Análisis correlacional por población en press
de banca plano
Los resultados del análisis correlacional
presentados en el apartado “Análisis
correlacional por ejercicio y población”, indican
que el nivel de la 1 MR absoluta es una de las
variables que ejercen un alto grado de influencia
sobre los niveles de potencia mecánica alcanzados
en el press de banca plano. No obstante, existen
otras variables que en algunos casos han mostrado
coeficientes de correlación más elevados.
En la tabla 184 hemos señalado los coeficientes de
correlación (r) y de determinación (R2) con el
nivel de nivel de la 1 MR absoluta en cada una de
las poblaciones evaluadas. Los valores
sombreados en gris indican los casos en donde el
valor de la 1 MR absoluta ha sido la variable que
manifestó el grado de correlación más alto.
De todas formas, independientemente de que el
nivel de la 1 MR absoluta sea la variable con
mayor coeficiente de correlación, es importante
destacar que a excepción de los porcentajes de
peso en donde se localizan los valores más altos
de potencia, esta siempre muestra coeficientes de
correlación significativos con la potencia media y
pico (absoluta y por kg de peso corporal), aunque
su influencia parece ser mucho más evidente con
respecto a la potencia media.
 PM PM kp PP PP kp Loc % PM Loc % PP
Población R
1 R2
Población R 0.56
2 R2 31%
Población R 0.73 0.64 0.54
3 R2 53% 41% 29%
Población R 0.55 0.83 0.58
4 R2 30% 69% 34%
Población R 0.58
5 R2 34%
Población R 0.52 0.71 0.61 -0.72
6 R2 27% 50% 37% 52%
Población R 0.69 0.74
7 R2 48% 55%
Población R 0.84 0.66
8 R2 71% 44%
Población R 0.72 0.52 0.73
9 R2 52% 27% 53%
Población R 0.82 0.56
10 R2 67% 31%
Población R 0.68 0.54 0.68 0.62
11 R2 46% 29% 46% 38%
Población R 0.58 0.54 0.60
12 R2 34% 29% 36%
PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal
(vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el
valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el
valor más alto de potencia pico.
Tabla 184. Coeficientes de correlación (r) y de determinación (R2) entre el valor de la 1 MR absoluta y las variables analizadas en
el press de banca plano en las 12 poblaciones estudiadas.

Con respecto al resto de las variables analizadas, pies, mientras que en el press de banca plano, se
los resultados presentados en el apartado está tumbado decúbito supino, sosteniendo y
“Análisis correlacional por ejercicio y equilibrando el peso del cuerpo sobre un banco
población” indican que: (Earle & Baechle, 2000; Forte, 2005).

El valor de la 1 MR por kg de peso corporal es
la segunda variable con mayor grado de influencia
sobre la potencia mecánica media y pico, auque
cuando se consideran los valores de potencia por
kg de peso corporal esta pasa a ser la variable
principal, mostrando coeficientes de correlación
moderados (entre r = 0.51 y 0.69) en las
poblaciones 2, 3, 4, 8, 9, 10, 11 y 12. En la
población 7, que realizó el ejercicio de press de
hombros por delante, esta variable muestra un
coeficiente de correlación muy alto 0.95 que
explica el 90% de la varianza tanto en la potencia
media como por kilogramo de peso corporal. Este
resultado, que es diferente al obtenido en el resto
de las poblaciones que realizaron el ejercicio de
press de banca puede estar asociado a la posición
desde donde se realiza el ejercicio, que es de pie
durante el press de hombros, debiendo mantener
la postura y sostener el peso corporal equilibrado
sobre la base de sustentación otorgada por los
Por otro lado, si consideramos los coeficientes de
correlación moderados a altos determinados en la
1 MR absoluta y por kg de peso corporal en la
mayoría de las poblaciones, a excepción de las
poblaciones 1, 5 y 6, en las cuales las variables
biométricas (peso corporal, estatura y el caso de
las población 6 el índice de masa corporal)
muestran coeficientes de correlación moderados a
altos (entre r = 0.53 a 0.77) en el resto, la 1 MR
absoluta y por kilogramo de peso corporal
explican la mayor parte de la varianza de los
valores de potencia media y pico (absoluta y por
kg de peso corporal).
El peso corporal ha mostrado coeficientes de
correlación moderados a altos (entre r = 0.53 a
0.76) fundamentalmente con la potencia media y
pico (absoluta) en las poblaciones 1, 5, 6, 8, 9, 10
y 11, mientras que la estatura ha mostrado
coeficientes de correlación moderados (entre 0.59
y 0.68) con la potencia media absoluta en las
poblaciones 1, 5, 6, y 10. Es decir, que sólo en las
poblaciones 1 (opositores a bombero), 5 (varones
con entrenamiento recreativo en fuerza y
resistencia), 6 (varones competidores de fitness) y
10 (jóvenes, jugadores de béisbol) el tamaño
corporal determinado por el peso y la estatura
muestra tener una influencia importante y explica
gran parte de la varianza de la potencia media
alcanzada en el ejercicio de press de banca.
Aunque, la edad muestra coeficientes de
correlación moderados con algunas de las
variables relacionadas con la potencia mecánica y
su localización, estas se producen
fundamentalmente porque el análisis correlacional
realizado de forma conjunta comprendió los
resultados de los tres test realizados a lo largo del
año, durante el cual, la mayoría de los sujetos
cumplieron años y al mismo tiempo mostraron
mejoras en los valores de potencia. Este es el
motivo principal por el cual se han visto
coeficientes de correlación entre la edad y los
niveles de potencia mecánica alcanzados. De
hecho, cuando hemos analizado los coeficientes
de correlación diferenciando los momentos en que
fueron realizados los test, la influencia de la edad
tiende a desaparecer y sólo mantiene coeficientes
de correlación moderados con la potencia media
en la población 8 y en la potencia media y pico en
la población 12, integradas por jóvenes de 14 y 17
años, en los que es de esperar que la fuerza y la
potencia mecánica mantengan una relación
positiva con la edad (Martin et al., 2005).
Con respecto a la localización de los valores más
altos de potencia media, sólo se han observado
coeficientes de correlación moderados en los
siguientes casos:
• El peso corporal (r = 0.57) en población 3
(mujeres, competidores de fitness).
• El índice de masa corporal (IMC) (r = 0.66)
en la población 5 (varones, con entrenamiento
recreativo en fuerza y resistencia).
• El valor de la 1 MR por kg de peso corporal
(r = 0.58) en la población 10 (varones
jugadores de béisbol, categoría 14 a 17 años,
Cuba).
• La edad (r = 0.61) en la población 11
(mujeres, jugadoras de sóftbol de 1º división,
Cuba).
En el caso de la localización de los valores más
altos de potencia pico, sólo se han observado
coeficientes de correlación moderados en los
siguientes casos:
• La edad (r = -0.53) y el nivel de la 1 MR
absoluta (r = -0.72) en la población 6
(varones, competidores de fitness).
Los resultados anteriores, demuestran que salvo
algunas excepciones no existe una variable que
explique por medio de un análisis correlacional
los pesos en donde se manifiestan los valores más
altos de potencia media o pico en el ejercicio de
press de banca plano con barra libre.
Análisis correlacional por población en
sentadilla paralela
Los resultados del análisis correlacional
presentados en el apartado “Análisis
correlacional por ejercicio y población”, indican
que el nivel de la 1 MR absoluta, es una de las
variables que mayor grado de influencia tiene
sobre la potencia mecánica alcanzada en sentadilla
paralela con barra libre. Aunque, existen otras
como el valor de la 1 MR por kg de peso y
especialmente el peso corporal de los sujetos, que
también han alcanzado coeficientes de correlación
significativos y moderados en muchas de las
poblaciones evaluadas.
En la tabla 185, hemos señalado los coeficientes
de correlación (r) y de determinación (R2)
encontrados entre el nivel de la 1 MR absoluta y
las variables dependientes asociadas con la
potencia mecánica en cada una de las poblaciones
evaluadas, sombreando con gris los casos en
donde el valor de la 1 MR absoluta ha sido la
variable con el coeficiente de correlación más
elevado.
 PM PM kp PP PP kp Loc % PM Loc % PP
Población r
1 r2
Población r -0.62
2 r2 38%
Población r -0.64 -0.72
3 r2 41% 52%
Población r 0.55 0.73 0.55
4 r2 30% 53% 30%
Población r
5 r2
Población r 0.57 0.65 0.54
6 r2 32% 42% 29%
Población r 0.79 0.67 0.62
7 r2 62% 45% 38%
Población r 0.65 0.62
8 r2 42% 38%
Población r 0.55 0.66 -0.71
9 r2 30% 44% 50%
Población r 0.84 0.55
10 r2 71% 30% 0%
Población r 0.58 -0.52
11 r2 34% 27%
Población r
12 r2
PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal
(vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el
valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el
valor más alto de potencia pico.
Tabla 185. Coeficientes de correlación (r) y de determinación (R2) entre el valor de la 1 MR absoluta y las variables analizadas en
sentadilla paralela en las 12 poblaciones estudiadas.

Debido a la inclusión del peso corporal como
parte de la resistencia a vencer en este ejercicio,
una de las variables que mayor grado de
correlación mostró con la potencia mecánica,
especialmente en términos absolutos, ha sido el
peso corporal que muestra coeficientes de
correlación moderados (entre r = 0.52, a r = 0.65),
con la potencia media alcanzada por las
poblaciones 1, 3 4, 5, 6, 10 y 12, y de r = 0.51, a r
= 0.66, con la potencia pico lograda por las
poblaciones 4, 6, 8. 9. 10 y 12.
El valor de la 1 MR por kg de peso corporal fue la
tercera variable más importante en este ejercicio,
aunque su influencia crece cuando se
normalizaban los niveles de potencia por
kilogramo de peso corporal en las poblaciones 4,
7, 10 y 12.
En el caso de la sentadilla, las dos variables que se
mejor se relacionan con la potencia mecánica
(media y pico) en la mayoría de las poblaciones
estudiadas, son el nivel de la 1 MR absoluta y el
peso corporal.
No obstante, hay casos como el del grupo 2
(opositores a policía) en donde ninguna de estas
variables han alcanzado coeficientes de
correlación ni siquiera moderados (ver tabla 70) y
especialmente en las mujeres del grupo 3
(competidoras de fitness) donde el peso corporal y
la estatura han mostrado coeficientes de
correlación positivos y moderados con la potencia
media, pero tanto los niveles de la 1 MR absoluta
como por kg de peso corporal muestran
coeficientes de correlación moderados y
negativos con la potencia pico (ver tabla 74). Este
comportamiento es contrario a lo esperado, ya que
el nivel de fuerza de las integrantes de esta
población no es lo suficientemente alto como para
pensar que la relación positiva entre la potencia
mecánica y la fuerza muscular, demostrada en
numerosas investigaciones, se aplane e incluso se
torne negativa debido a un elevado volumen de
entrenamiento hacia la zona de fuerza máxima que
tiende a perjudicar la velocidad y potencia de
movimiento (Siff, 2004; Verkhoshansky, 2002;
Zatsiorsky, 1995).
Sólo podemos pensar, que debido a alto grado de
especificidad en los gestos explosivos como los
saltos realizados por esta población, y al tener que
ejecutar el ejercicio de sentadilla paralela evitando
la acción de saltar, en las deportistas de este grupo
que poseían mayores niveles de fuerza máxima, la
fase de desaceleración producida hacia el final del
recorrido articular se acentuaba en mayor medida
respecto a las jugadores menos fuertes y por lo
tanto los valores de potencia pico alcanzados por
estas últimas tendían a ser superiores respecto al
manifestado por de sus compañeras más fuertes
que posiblemente podrían haber producido más
potencia si en lugar de realizar la sentadilla
paralela se hubieran ejecutado saltos con barra o
en el multipower (González-Badillo & Ribas,
2002).
Con respecto a la estatura, esta variable ha
mostrado coeficientes de correlación moderados
(entre 0.59 y 0.64) con la potencia media absoluta
en las poblaciones 3 y 6 y de r = 0.69 con la
potencia media por kg en la población 9, mientras
que con la potencia pico absoluta sólo ha
mostrado coeficientes de correlación moderados (r
= 0.53 y r = 0.62) en las poblaciones 6 y 8
respectivamente.
El tamaño corporal, determinado por el peso y la
estatura ha mostrado una influencia importante y
explica gran parte de la varianza de la potencia
media absoluta o por kilogramo de peso corporal,
sólo en las poblaciones 3 (mujeres competidoras
de fitness), 6 (varones, competidores de fitness) y
9 (boxeadores o taekwondístas), mientras que con
respecto a la potencia pico sólo muestra una
influencia importante en las poblaciones 8
(jóvenes, jugadores de béisbol) y 6.
Con respecto a la localización de los valores más
altos de potencia media, sólo se han observado
coeficientes de correlación moderados en los
siguientes casos:
• En el valor de la 1 MR por kilogramo de
peso corporal (r = -0.52) en población 2
(opositores a policía).
• En el índice de masa corporal (IMC) y el
nivel de la 1 MR absoluta (r = -0.53 y r = -
0.72, respectivamente) en la población 3
(mujeres, competidoras de fitness).
En el caso de la localización de los valores más
altos de potencia pico, se han observado
coeficientes de correlación moderados en los
siguientes casos:
• El valor de la 1 MR absoluta y por
kilogramo de peso corporal (r = -0.62 y r =
0.68 respectivamente) en población 2
(opositores a policía).
• El valor de la 1 MR por kilogramo de peso
corporal (r = -0.56) en población 7 (mujeres,
jugadoras de voley de 1º división, Cuba).
• La estatura (r = -0.54) en población 8
(varones, jugadores de béisbol, categoría 14 a
17 años, Cuba).
• El peso corporal y el nivel de la 1 MR
absoluta (r = -0.59 y -0.71) en la población 9
(boxeadores y taekwondístas).
• El valor de la 1 MR absoluta (r = -0.52) en la
población 11 (mujeres jugadoras de sóftbol).
Los resultados anteriores, demuestran que en la
sentadilla paralela, salvo algunas excepciones, no
hemos determinado variables que puedan explicar
por medio de un análisis correlacional los pesos
en donde se manifiestan los valores más altos de
potencia media. No obstante, en el caso de la
potencia pico, si podría mostrar coeficientes de
correlación negativos con los valores de la 1 MR
absoluta o por kilogramo de peso corporal.
Análisis correlacional por población en
cargada en un tiempo
Los resultados del análisis correlacional
presentados en el apartado “Análisis
correlacional por ejercicio y población”, indican
que el nivel de la 1 MR absoluta y por kg de peso
corporal, son las variables que más se relacionan
con la potencia mecánica alcanzada en cargada en
un tiempo. En este caso, la influencia de otras
variables biométricas como el peso corporal o la
estatura parece tener menos influencia respecto a
los dos ejercicios anteriores.
La tabla 186, muestra los coeficientes de
correlación (r) y de determinación (R2)
encontrados entre el valor de la 1 MR absoluta y
las variables dependientes asociadas con la
potencia mecánica. Las celdas en gris indican los
casos en donde esta variable ha mostrado los
coeficientes de correlación más elevados.
 1 MR abs PM PM kp PP PP kp Loc % PM Loc % PP
Población r 0.61
1 r2 0.37
Población r 0.51 0.56 0.51 0.62
2 r2 26% 31% 26% 0% 0% 38%
Población r -0.61
3 r2 37%
Población r 0.89 0.71
4 r2 79% 50 %
Población r 0.53
5 r2 28%
Población r 0.69 0.59
6 r2 48% 35% 0%
Población r 0.79 0.73 0.65 0.61
9 r2 62% 53% 42% 37%
PM: Potencia media máxima alcanzada en el ejercicio (vatios); PM kp: Potencia media, máxima, relacionada al peso
corporal (vatios por kg de peso corporal); PP: Potencia pico (vatios); PP kp: Potencia pico relacionada al peso corporal
(vatios por kg de peso corporal); Loc % PM: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el
valor más alto de potencia media; Loc % PP: Porcentaje de peso, respecto al valor de la 1 MR, en donde se localiza el
valor más alto de potencia pico.
Tabla 186. Coeficientes de correlación (r) y de determinación (R2) entre el valor de la 1 MR absoluta y las variables analizadas en
cargada en un tiempo en las 7 poblaciones que ejecutaron este ejercicio.

El valor de la 1 MR por kg de peso corporal es en población 3 (mujeres competidoras de

la segunda variable con mayor grado de influencia
sobre la potencia mecánica media y pico, auque su
importancia se incrementa cuando se considera la
potencia por kilogramo de peso corporal. Con
respecto a las variables biométricas, como el peso
la estatura o el índice de masa corporal, en este
ejercicio no se han visto coeficientes de
correlación al menos moderados con la potencia
mecánica. Sólo la población 4, muestra un
coeficiente de correlación negativo (r = - 0.57)
entre la potencia media por kilogramo de peso
corporal y la estatura, el cual sería de esperar que
también se produjese en el resto de las
poblaciones debido a la estrecha vinculación entre
la estatura de los sujetos y la altura hasta la que
debe desplazarse la barra al final del segundo tirón
(ver figura 16, del apartado “Cadenas cinéticas de
movimiento” de los antecedentes) y que suele
estar en torno al 72% de la altura de los sujetos
(Gonzalez Badillo, 1991). De acuerdo con esto,
los sujetos más altos necesitarían realizar más
trabajo para elevar la resistencia movilizadas y
por lo tanto lograrían menores valores de potencia
mecánica al realizar este tipo de ejercicios
(Garhammer, 1993; Stone et al., 2006).
Con respecto a la localización de los valores más
altos de potencia media, se han observado
coeficientes de correlación moderados en los
siguientes casos:
• En el peso corporal, la estatura, el índice de
masa corporal (IMC) y la 1 MR absoluta (r
= -0.61, -0.58, -0.54, y -0.61, respectivamente)
fitness).
• En la edad, y el valor de la 1 MR absoluta (r
= -0.70 y -0.67, respectivamente) en la
población 4 (varones, judokas de
competición).
En el caso de la localización de los valores más
altos de potencia pico, sólo se han observado
coeficientes de correlación moderados en los
siguientes casos:
• En el índice de masa corporal (IMC) (r =
0.56) en población 6 (varones, competidores
de fitness).
• En el peso corporal (r = -0.51) en población 9
(boxeadores o taekwondístas).
Los resultados anteriores, demuestran que en la
cargada en un tiempo, salvo algunas excepciones,
no hemos determinado variables que puedan
explicar por medio de un análisis correlacional los
pesos en donde se alcanzan los valores más altos
de potencia media o pico.
Comparación de los resultados obtenidos en el
análisis de correlación efectuado en nuestro
estudio con el de otros estudios similares
Para facilitar la comparación de los diferentes
estudios analizados, realizaremos la discusión
siguiendo el siguiente orden:
• En primer lugar, analizaremos los estudios
realizados con ejercicios del tren superior.
• En segundo lugar, analizaremos los estudios
realizados con ejercicios del tren inferior
• En tercer lugar, analizaremos los estudios
realizados con ejercicios de cadena cinética
cerrara y acción secuencial.
Estudios en ejercicios realizados con el tren
superior
Los resultados de nuestro estudio pueden
compararse con los obtenidos por Naclerio y
Figueroa (2004) con un grupo de levantadores de
peso que realizaron un test progresivo en press de
banca plano con barra libre siguiendo un
protocolo similar al empleado en nuestro trabajo.
Estos autores, encontraron coeficientes de
correlación y determinación significativos (p <
0.05) y altos (r = 0.95; R2= 92) entre el valor de la
1 MR y la potencia máxima media. Los
coeficientes de correlación determinados por estos
autores son más elevados que los de nuestro
estudio, tanto al considerar la muestra de forma
conjunta, como las poblaciones 1, 4, 5, y 6 que
son las que poseen características similares (sexo,
nivel de la 1 MR) respecto de los levantadores
estudiados por Naclerio y Figueroa (2004), (ver
tablas 63, 66, 75, 78). No obstante, se acercan más
a las encontradas en el estudio de Naclerio y col
(2005a) efectuado con un grupo de aspirantes a
bomberos, que mostraron un coeficiente de
correlación significativo y moderado (p ≤ 0.05, r =
0.69) entre el nivel de la 1 MR y la máxima
potencia media alcanzada en un test progresivo en
press de banca con barra libre. La mayor
coincidencia entre nuestro estudio con el de
Naclerio y col (2005a) respecto al de Naclerio y
Figueroa (2004), se deben fundamentalmente al
tipo de entrenamiento realizado, que en el caso de
los levantadores estaba exclusivamente destinado
a elevar el peso máximo o 1 MR, mientras que en
los aspirantes a bombero, del trabajo de Naclerio
y col (2005a), al igual que en las poblaciones de
nuestro estudio, se buscaba desarrollar los
movimiento con alta velocidad y potencia.
Cuando en el estudio de los levantadores de
Naclerio y Figueroa (2004), se consideran los
valores de la 1 MR por kg de peso corporal, los
coeficientes de correlación bajan a r = 0.70 con
respecto a la potencia máxima media absoluta y se
mantienen más altos (r = 0.89) cuando se los
relacionan con la máxima potencia media por
kilogramo de peso corporal. Estas tendencias son
similares a las encontradas en nuestro estudio, en
donde la mayoría de las poblaciones, el nivel de la
1 MR por kilogramo de peso corporal muestra
coeficientes de correlación moderados a altos
cuando se normalizan los valores de potencia
media o pico por kg de peso corporal.
Por su parte Baker (2001b), comparó el
rendimiento de 22 jugadores de rugby
profesionales y 27 escolares que realizaron un test
progresivo con 40 kg, 60 kg, 80 kg y 100 kg en
press de banca balístico en multipower,
observando que cuando se consideraba todo el
grupo de forma conjunta, el coeficiente de
correlación entre el nivel de la 1 MR determinado
en press de banca con barra libre y la potencia
media máxima obtenida en el test progresivo era
de r = 0.82, que es similar al determinado en
nuestro estudio (r = 0.78, ver tabla 63), mientras
que cuando se realizaba un análisis por grupos, la
correlación bajaba en los jugadores profesionales,
que poseían los niveles más altos de fuerza a r =
0.58, y en los escolares que poseían los valores
más bajos de fuerza, a r = 0.72.
Los resultados anteriores, son similares a los
encontrados por el mismo autor (Baker, 2001b) en
un trabajo muy parecido, en donde comparó a 15
jugadores profesionales con 14 escolares, en los
que analizó las variaciones de los niveles de la 1
MR y de la máxima potencia media alcanzada en
un test progresivo, similar al mencionado
anteriormente, al final del periodo preparatorio y
durante el periodo competitivo. En este estudio,
los coeficientes de correlación entre la fuerza
máxima y la potencia máxima evaluados en los
diferentes momentos de la temporada siempre
fueron significativos (p < 0.05) altos o muy altos,
(comprendidos entre r = 0.78 a r = 0.92). Este
autor, concluye que en la fase inicial de la
preparación, la potencia mecánica tiende a subir
fundamentalmente debido a las mejoras en la
fuerza muscular, pero cuando los niveles de esta
capacidad alcanzan los valores deseados, esta se
estabilizará y las mejoras de la potencia se
producirán por incrementos de la velocidad de
movimiento y por el mayor dominio de los
factores técnicos relacionados con cada acción
específica (Baker, 2001a, 2001b).
Estos resultados, son similares a los obtenidos en
nuestro estudio, al comparar los coeficientes de
correlación entre la 1 MR absoluta y la potencia
media (que estaban comprendidos entre 0.45 y
0.52) en las poblaciones 1, 2, 4, 5 y 6, integradas
por varones mayores de 18 años, que muestran los
niveles de la 1 MR más altos, con los coeficientes
de correlación encontrados en las poblaciones 8 y
10 (r = 0.65 y r = 0.85), integradas por jóvenes o
la 9 (r = 0.72), que aunque estaba compuesta por
varones mayores de 18 años, posee niveles de 1
MR similares a los de las poblaciones de jóvenes
(ver figura 51).
Aunque, como se ha mencionado en los
antecedentes, existen numerosos estudios en los
cuales se vinculan los niveles de fuerza y potencia
mecánica del tren superior con acciones
específicas de los deportes como los lanzamientos
atléticos o los observados en diferentes juegos de
conjunto como el balonmano, el sóftbol y el
béisbol, todavía son relativamente escasos los
estudios en los que se ha relacionado la potencia
mecánica transmitida a una peso externo con la
fuerza máxima alcanzada en el mismo ejercicio o
las variables antropométricas como el peso o la
estatura. Por lo tanto, creemos que los datos de
nuestro estudio y los encontrados en la literatura
coinciden en que la fuerza máxima estimada por
el valor de la 1 MR constituye la variable que más
afecta la producción de potencia mecánica,
aunque en las actividades en donde la potencia
con relación al peso corporal es más determinante
para el éxito deportivo, debieran considerarse la
relación entre el nivel de la 1 MR y la potencia
por kilogramo de peso corporal (Crewther et al.,
2005; Cronin & Sleivert, 2005).
Estudios en ejercicios realizados con el tren
inferior
Con respecto a las relaciones encontradas en el
ejercicio de sentadilla paralela, los resultados de
nuestro estudio pueden compararse con los
encontrados por Baker y col (2001b), en un grupo
de jugadores de rugby de diferentes categorías
(semiprofesionales y profesionales, escolares y
profesionales) que mostraron coeficientes de
correlación significativos (p < 0.05) y muy altos,
comprendidos entre 0.79 en el grupo de
semiprofesionales y profesionales, 0.81 en el
grupo de colegiales y 0.86 en el grupo sólo
formado por profesionales, entre el nivel de la 1
MR absoluta alcanzada en sentadilla completa con
barra libre y la máxima potencia media absoluta,
lograda en un test de saltos con pesos crecientes
en multipower. Estos resultados, son más elevados
respecto a los de nuestro estudio, al considerar la
muestra de sujetos de forma conjunta (ver tabla
64) y también al analizar las poblaciones de
varones, ya que sólo las poblaciones 8 y 10
integradas por jóvenes mostraron coeficientes de
correlación (r = 0.82 y r = 0.84) similares a los del
trabajo de Baker y col (2001b).
Nuestros resultados, coinciden con el criterio,
mencionado anteriormente acerca de que los
sujetos con mayores niveles de fuerza muestran
coeficientes de correlación más bajos con la
máxima potencia alcanzada (Cronin & Sleivert,
2005).
En otro trabajo realizado por Stone y col (2003),
en donde investigaron las relaciones entre la
potencia producida en el salto vertical con y sin
contramovimiento en 22 varones, que realizaron
un test progresivo iniciando con el 10% y
llegando hasta el 100% del peso máximo (1 MR),
se observaron coeficientes de correlación
significativos (p < 0.05) y muy altos (r = 0.93)
entre el máximo valor de potencia pico alcanzado
durante el test de saltos y el valor de la 1 MR
determinada en sentadilla paralela.
Al igual que en el trabajo de Baker y col (2001b),
los coeficientes de correlación encontrados por
Stone y col (2003) son más altos que observados
en nuestro estudio en donde el coeficiente de
correlación entre el nivel de la 1 MR y la potencia
pico fue de 0.59 al considerar la muestra de
sujetos de forma conjunta y luego oscila entre
valores muy bajos, inferiores a r = 0.5 (en las
poblaciones 1, 2, 4, 5, 10 y 11), hasta moderados
(comprendidos entre 0.52 hasta 0.73) en las
poblaciones 4, 6, 7, 8, 9 y 12.
Las diferencias entre nuestro trabajo y los estudios
de Baker y col (2001b) y Stone y col (2002)
pueden deberse a la inclusión del peso corporal,
tanto para determinar el nivel de la 1 MR como
para calcular la potencia alcanzada, ya que de esta
forma la cantidad de masa movilizada se
incrementa significativamente mientras que la
potencia alcanzada no lo hace en la misma
proporción, especialmente cuando el nivel de
fuerza de los sujetos es bajo, como sucede al
comparar los niveles de la 1 MR de las
poblaciones de nuestro estudio con la de los
sujetos estudiados por Baker y col (2001b), que al
no incluir el peso corporal como parte de la
resistencia movilizada, para determinar la fuerza
máxima (1 MR), pero si para calcular la potencia
mecánica producida, la relación entre la masa
movilizada y potencia alcanzada mostrará una
asociación cada vez más fuerte a medida que el
peso se incrementa (Dugan et al., 2004; Watkins,
1999).
Sleivert y Taingahue (2004), investigaron 30
deportistas varones (jugadores de rugby y de
baloncesto) con un año de experiencia en el
entrenamiento de fuerza que realizaron un test de
velocidad y luego dos test de fuerza y potencia:
1. Se determinó el nivel de la 1 MR en sentadilla
paralela y en split balístico, ambos realizados
en multipower iniciando el movimiento desde
una flexión de rodillas de 90º ejecutando una
acción muscular predominantemente
concéntrica.
2. Un test progresivo, de 5 series de 3
repeticiones cada una (30%, 40%, 50, 60% y
70% de la 1 MR), en el que se seleccionaba la
repetición de cada serie con la cual se
alcanzaba el valor más alto de potencia
mecánica transferido a la barra (que era
determinado por un acelerómetro).
En este estudio se determinaron coeficientes de
correlación moderados (ente r = -0.65 y -0.68) y
significativos (p < 0.05), entre el tiempo en
recorrer 5 metros y la potencia media y pico en el
split y la sentadilla, al mismo tiempo que se
destacan coeficientes de correlación altos (entre r
= 0.78 y 0.84) entre el pico de fuerza y los niveles
de potencia media o pico determinados en los dos
ejercicios mencionados. Estos autores, concluyen
que la máxima potencia media o pico posible de
alcanzar, está más relacionada con la capacidad de
aplicar elevados niveles de fuerza con pesos altos
que de lograr máximas velocidades con pesos
muy bajos. No obstante, debe considerarse que en
este trabajo no se consideró al peso corporal como
parte de la resistencia movilizada y por lo tanto
los pesos considerados ligeros (30% de la 1 MR
externa) en realidad representan porcentajes más
elevados con los cuales la influencia de la
velocidad para alcanzar elevados niveles de
potencia cae con respecto a la fuerza máxima
(Siff, 2004; Zatsiorsky, 1995). De todas formas, al
igual que sucede con los trabajos de Baker
(2001b) y Stone y col (2002), los coeficientes de
correlación encontrados por Sleivert y Taingahue
(2004) entre la fuerza máxima y la potencia media
y pico, a excepción de los coeficientes de
correlación entre la 1 MR absoluta y la potencia
media absoluta (r = 0.84) o la 1 MR por kg de
peso corporal y la potencia media por kilogramo
de peso corporal (r = 0.75) encontrados en la
población 10 integrada por luchadores de 14 a 17
años, son más elevados respecto de las del resto
de las poblaciones de nuestro estudio.
Los coeficientes de correlación encontrados en el
estudio de Sleivert y Taingahue (2004), son muy
similares a los obtenidos por Thomas y col (1996)
en 20 mujeres de 21 a 29 años no entrenadas, que
realizaron un test progresivo utilizando una prensa
de piernas neumática. Estos autores, observaron
coeficientes de correlación significativos (p<
0.001), altos (r = 0.76) y moderados (r = 0.58)
entre la máxima potencia media con el valor de la
1 MR absoluta determinado en este ejercicio y la
altura del salto vertical respectivamente, aunque
cuando se normalizan los datos por kilogramo de
peso corporal, el coeficiente de correlación entre
la altura del salto vertical y la potencia máxima
por kilogramo de peso corporal lograda en la
prensa asciende a r = 0.73.
Por su parte Cronin y col (2003a), estudiaron a un
grupo de 20 deportistas varones que realizaban
actividades en donde predominaban las acciones
del tren inferior encontrando coeficientes de
correlación significativos (p < 0.05) y altos (r =
0.88 y r = 0.85) entre el nivel de la 1 MR y la
potencia media o pico, en el ejercicio de prensa
horizontal ejecutado con una pierna, en donde se
midió el desplazamiento y se calculó la velocidad
y la potencia de la masa externa desplazada con
un encoder lineal. Los resultados de este estudio
también muestran coeficientes de correlación más
elevados entre la fuerza máxima y la potencia
media o pico respecto a los encontrados en
nuestro trabajo.
Naclerio y col (2005b), estudiaron a un grupo de 9
levantadores de peso que realizaron un test
progresivo en sentadilla completa con barra libre,
observando un coeficiente de correlación
significativo (p < 0.05) y muy alto r = 0.92, entre
el valor de la 1 MR absoluta y la máxima potencia
media. Es decir, que aunque en este caso se
introdujo el peso corporal, tanto como parte de la
resistencia a vencer como para calcular la potencia
mecánica, al igual que en los estudios
mencionados anteriormente, los coeficientes de
correlación fueron más altos que los determinados
en nuestro trabajo. Esto puede deberse a la
influencia del tipo de entrenamiento realizado,
que en el caso de los levantadores, estaba
destinado a movilizar altos pesos sin hacer gran
hincapié en la velocidad o potencia de
movimiento y por lo tanto, los niveles de potencia
alcanzados en el test progresivo se incrementarán
más por el aumento del peso que por la capacidad
de mantener elevadas velocidades de movimiento
(Baker, 2002; D. Baker et al., 2001).
La comparación de los resultados de nuestro
estudio con los obtenidos en otros trabajos
similares, nos indican que como se ha observado
en el ejercicio de press de banca plano, la fuerza
máxima absoluta estimada por el valor de la 1
MR, es una variable que ejerce un grado de
influencia muy alto sobre los niveles de potencia
mecánica y pico alcanzados en los ejercicios
ejecutados en dirección vertical, no obstante, su
grado de influencia puede variar si se normalizan
los resultados por kg de peso corporal, ya que en
este caso el nivel de la 1 MR por kg de peso
corporal aumentaría su influencia sobre los
valores de potencia por kg de peso. Por otro lado,
gran parte de las diferencias con los coeficientes
de correlación encontrados en otros estudios, se
deben a la inclusión del peso corporal como parte
de la resistencia a vencer, que en nuestro caso
otorga a esta variable un grado de influencia muy
alto sobre la potencia máxima alcanzada. No
obstante, debemos destacar que la orientación del
entrenamiento y el nivel de rendimiento de los
sujetos pueden alterar la influencia de los niveles
de fuerza máxima sobre la potencia máxima
alcanzada (Baker, 2002; Crewther et al., 2005;
Cronin & Sleivert, 2005).
Estudios en ejercicios realizados con cadena
cinética secuencial
Con respecto a las relaciones encontradas en la
cargada en un tiempo, existen pocos estudios en
los que se establezcan las relaciones entre los
niveles de fuerza máxima con la potencia
alcanzada en el mismo ejercicio en los
movimientos ejecutados por medio de cadenas
cinéticas cerradas y acciones secuenciales.
Como se ha mencionado, los estudios realizados
hasta el momento, han establecido coeficientes de
correlación entre el nivel de la 1 MR o la potencia
mecánica alcanzada en la cargada en un tiempo u
otros ejercicios similares, con el rendimiento en
acciones como saltos o las salidas de las carreras
de velocidad, las cuales han mostrado
coincidencias muy altas con la mecánica de
ejecución de los ejercicios de levantamiento
olímpico o sus variantes (Baker, 1996; D. Baker
& S Nance, 1999; Young & Prior, 2001). De todas
maneras, los resultados de nuestro estudio pueden
compararse con los encontrados por Kawamori y
col (2005) que evaluaron a 5 deportistas varones,
en los que primero se determinó el nivel de la 1
MR y luego realizaron un test con pesos
progresivos en el ejercicio de cargada colgante,
más una serie de saltos sin contramovimiento (SJ)
y otra con contramovimiento (CMJ) ejecutados
sobre una plataforma dinamométrica. Los
resultados de este estudio mostraron coeficientes
de correlación moderados a altos entre las
siguientes variables:
• La máxima potencia pico por kilogramo de
peso corporal de la cargada colgante y el pico
de fuerza producido en el salto sin
contramovimiento (SJ) (r = 0.77) y con
contramovimiento (CMJ) (r = 0.83).
• La máxima potencia media por kilogramo de
peso corporal de la cargada colgante y el pico
de fuerza producido en el salto sin
contramovimiento (SJ) (r = 0.68) y con
contramovimiento (CMJ) (r = 0.70).
• El nivel de la 1 MR por kilogramo de peso
corporal alcanzado en la cargada colgante y la
altura lograda en el salto con
contramovimiento (r = 0.56), que a su vez
depende de la velocidad vertical y la potencia
pico producida en la fase de propulsión
(Bosco, 1983, 1992).
En este estudio, los valores absolutos no han
mostrado coeficientes de correlación moderados o
altos con el rendimiento en los saltos verticales, y
por lo tanto se considera que en las pruebas en la
que se debe movilizar el propio peso corporal con
elevadas velocidades y potencia de movimiento,
como es el caso de los saltos verticales, deben
analizarse los parámetros con relación al peso
corporal, en lugar de los valores absolutos (Cronin
& Sleivert, 2005; Kawamori et al., 2005;
Kawamori & Haff, 2004; Young et al., 1995).
Estos resultados, pueden compararse con los
encontrados en nuestro estudio al relacionar el
nivel de la 1 MR por kilogramo de peso corporal
con la máxima potencia media o pico lograda en
la cargada en un tiempo, que como se ha
mencionado presenta similitudes mecánicas muy
importantes con los saltos verticales (Baker, 1996;
Newton, 2002). No obstante, en nuestro estudio
sólo hemos obtenido coeficientes de correlación
moderados entre los pesos en los que se alcanza la
1 MR y la potencia pico por kilogramo de peso
corporal en las poblaciones 2 (r = 0.58) y 6 (r =
0.54).
En un estudio similar, Haff y col (2005) evaluaron
a 6 levantadoras olímpicas que realizaron saltos
sin y con contramovimiento y el ejercicio de
cargada colgante ejecutando una acción isométrica
y luego una dinámica, utilizando 30% del peso
correspondiente a la fuerza máxima y luego un
peso absoluto de 100 kg. Todos los ejercicios se
efectuaron sobre una plataforma dinamométrica
para poder determinar las variables relacionadas
con la fuerza aplicada, la velocidad y la potencia
producida en cada acción. En este estudio, se
establecieron coeficientes de correlación
moderados, altos o muy altos (comprendidos entre
r = 0.50 y 0.96) entre la potencia determinada en
los saltos y la fuerza o la potencia producida en la
cargada colgante isométrica y dinámica. No
obstante, el aspecto más importante a destacar,
respecto a nuestro estudio, son los coeficientes de
correlación (presentados en la tabla 187),
establecidos entre el valor de la 1 MR obtenido en
los ejercicios de competición (cargada en dos
tiempos y arrancada de fuerza), con las variables
medidas en la cargada colgante efectuada con 100
kg, que representaba entre el 80% y el 98% del
peso máximo movilizado por estas deportistas en
cargada en dos tiempos, cuyo nivel de 1 MR suele
ser de un 20% superior respecto del ejercicio de
cargada colgante (Dintiman et al., 1998).
Variable determinada
1 MR en
1 MR en
en cargada colgante cargada en
arrancada
(100kg) dos tiempos
Pico de potencia
absoluta (W)
0.83* 0.54
Pico de potencia por kg
-0.55 -0.72
de peso corporal (w kp)
* p <0.05
Tabla 187. Coeficientes de correlación hallados por Haff y
col (2005) entre las variables determinadas en la cargada
colgante con 100kg y el máximo peso movilizado en
competiciones en arrancada y cargada en dos tiempos (Haff
et al., 2005).
Los resultados del trabajo de Haff y col (2005),
pueden compararse con los coeficientes de
correlación encontrados en nuestro estudio entre,
el nivel de la 1 MR absoluta y la potencia media
absoluta, al analizar la muestra de sujetos de
forma conjunta (r= 0.73), aunque en nuestro caso,
la mayoría de las poblaciones no alcanzan
coeficientes de correlaciones mínimos de r = 0.5
entre el nivel de la 1 MR absoluta y la potencia
pico. Sólo la población 9 (boxeadores o
taekwondístas) muestra un coeficiente de
correlación similar al mencionado en el estudio de
Haff y col (2005) entre el nivel de la 1 MR
absoluta y la potencia pico absoluta (r = 0.65).
Los coeficientes de correlación negativos,
observados por Haff y col (2005) en sus
deportistas, entre el pico de potencia por
kilogramo de peso corporal y el nivel de la 1 MR
en arrancada y cargada en dos tiempos, que son
diferentes a los encontrados en nuestro estudio, en
donde se han visto incluso correlaciones positivas
entre estos dos parámetros en las poblaciones 2, 4
y 9 (ver tablas 71, 83 y 91), se deben a los
elevados pesos corporales que muestran las
levantadoras de las categorías más altas, que causa
un descenso significativo de los valores de fuerza
y potencia cuando estos se normalizan por el peso
corporal (Siff, 2004).
La comparación de los resultados de nuestro
estudio con los obtenidos en otros trabajos
similares, nos indican que los niveles de la 1 MR
absoluta y por kilogramo de peso corporal,
muestran un alto grado de influencia sobre la
potencia máxima alcanzada en los ejercicios de
cadena cinética secuencial. No obstante, existen
otras variables como la técnica o la velocidad de
movimiento, que pueden influir sobre nivel de
potencia alcanzada (Garhammer, 1993). De todas
formas, al igual que sucede con los demás
ejercicios, la orientación específica del
entrenamiento y el nivel de rendimiento puede
afectar significativamente las relaciones
establecidas entre los parámetros de fuerza y
potencia, e incluso cambiar el sentido de la
correlación, de positiva a negativa o viceversa.
Discusión de los resultados obtenidos en el
análisis de percentiles
En este apartado analizaremos los resultados
presentados en las tablas de percentiles mostradas
en el apartado “Análisis de percentiles”.
• En primer lugar, discutiremos los resultados
obtenidos clasificando a los sujetos por sexo.
• En segundo lugar, discutiremos los resultados
obtenidos clasificando a los sujetos por
población.
Discusión del análisis de percentiles por sexo
En el apartado “Tablas de percentiles por
ejercicio y sexo”, se muestran las tablas con los
resultados del análisis de percentiles clasificando
a los sujetos por sexo y ejercicio.
Análisis de percentiles en press de banca plano
con barra libre
En las tablas 97 y 98, se muestra el análisis de
percentiles efectuado con los resultados obtenidos
en el ejercicio de press de banca plano con barra
libre, para varones y mujeres respectivamente.
En las tablas 188 y 189, se comparan los valores
de la 1 MR absoluta y por kilogramo de peso
corporal (percentil 50) obtenidos en nuestro
estudio con otros datos de referencia.
 Nuestro Jugadores de fútbol Jugadores de Población Jug. Rugby
Población Atletas*
estudio Americano* baloncesto* general ª Australiano b
Varones 82 126 a 175 94 a 106 42 a 72 120 a 150
Mujeres 40 43 a 51 47 12 a 42
* Los datos se corresponde con los valores correspondientes al percentil 50 mencionados por los autores (Harman, J.,
& Pandor, 2000), ª, datos de Garcia (1999 p 188, b rangos recomendados por Baker y Newton (2005).
Tabla 188. Comparación de los resultados del análisis de percentiles entre nuestro estudio y otras propuestas similares en los
valores de la 1 MR absoluta en press de banca plano (kg).

Población Nuestro estudio ACSM (1995) Heyward (1996)

< 20 años 1.13
Varones 1.15 1.00
> 20 años 1.06
< 20 años 0.63
Mujeres 0.68 0.60
> 20 años 0.65
ACSM: Colegio Americano de ciencias del deporte (Mahler, Froelicher, Miller, & York, 1995), Heyward (1996) citado en
(García, 1999).
Tabla 189. Comparación de los resultados del análisis de percentiles entre nuestro estudio y otras propuestas similares en los
valores de la 1 MR por kg de peso corporal en press de banca plano (kg).
Como podemos observar, los datos del percentil En este caso, no hemos comparado los resultados
50 de nuestro estudio en el valor de la 1 MR obtenidos en los valores de la 1MR absoluta,
absoluta, tanto en las mujeres como en los debido a que en nuestro estudio hemos incluido el
varones, se encuentran por debajo de los peso corporal como parte de la resistencia a
recomendados en las poblaciones de deportistas vencer y hasta el momento no conocemos tablas
presentados por Harman y col (2000), mientras de referencia que contemplen este criterio.
que están justo en el límite del rango mencionado
por Garcia (1999). Con respecto a la 1 MR por Waller y
kilogramo de peso corporal, los valores del Nuestro Dintiman y Piper (1998)
Población
estudio col (1998)* Baker
percentil 50 de nuestro estudio se aproximan e (1996)ª
incluso superan los recomendados por el Colegio Varones 2.4 3.10 α 2.6 α
Americano de Medicina del Deporte (Mahler et Mujeres 2.1 2.2 α
al., 1995) y por Heyward (1996) para la población * Valores recomendados para atletas de velocidad
activa. (Dintiman et al., 1998) ª Valores recomendados en
deportistas de fuerza y velocidad (Baker, 1996; Waller
Respecto a los valores de potencia media y pico & Pipper, 1999), α: para equiparar los datos a los
obtenidos en nuestro estudio se ha sumado el peso
determinados en nuestro estudio, solo disponemos corporal los datos de referencia que eran 2.10, 1.6 y
de los valores en vatios presentados en la 1.2.
literatura (ver tablas 178 y 179), ya que hasta el Tabla 190. Comparación de los resultados del análisis de
momento no conocemos estudios de percentiles u percentiles entre nuestro estudio y otras propuestas similares
otras metodologías similares en donde se en los valores de la 1 MR por kg de peso corporal en
sentadilla paralela (kg).
clasifiquen a los sujetos por el nivel de potencia
media o pico alcanzado en ejercicios de fuerza y Como podemos observar, los datos del percentil
se considere la velocidad o la potencia alcanzada 50 de nuestro estudio son bastante más bajos
por la resistencia movilizada utilizando un respecto de los recomendados por Dintiman y col
encoder rotatorio, similar al utilizado en nuestro (1998) para velocistas, y algo más bajos de los
trabajo. mencionados por Waller y Pipper (1998) y Baker
(1996) para deportes de conjunto (jugadores de
Análisis de percentiles en sentadilla paralela rugby o fútbol).
con barra libre
Respecto a los valores de potencia media y pico
En las tablas 99 y 100, se muestra el análisis de determinados en nuestro estudio, al igual que en el
percentiles efectuado con los resultados obtenidos ejercicio anterior, sólo disponemos de datos de los
en el ejercicio de sentadilla paralela con barra valores en vatios presentados en la literatura (ver
libre para varones y mujeres respectivamente. tablas 180 y 181), ya que hasta el momento no
conocemos tablas de percentiles u otras similares
En la tabla 190, se comparan los valores que nos permitan clasificar a los sujetos por el
alcanzados en la 1 MR por kilogramo de peso nivel de potencia máxima determinado por un
corporal (percentil 50) en nuestro estudio, con encoder rotatorio similar al utilizado en nuestro
otros datos de referencia. estudio.
Análisis de percentiles en cargada en un tiempo
En las tabla 101, se muestra el análisis de
percentiles efectuado con los resultados obtenidos
en la cargada en un tiempo en los grupos de
varones.
En el caso de las mujeres, debe recordarse que
este ejercicio sólo fue realizado por la población 3
(competidoras de fitness) y por lo tanto, se
comentarán sus resultados más adelante, junto con
el análisis de percentiles por población.
En las tablas 191 y 192 se comparan los valores
alcanzados en el nivel de la 1 MR absoluta y por
kilogramo de peso corporal (percentil 50) en
nuestro estudio con otros datos de referencia.
Jugadores Jugadores
Nuestro
Población de fútbol de Atletas*
estudio
Americano* Baloncesto*
Varones 70 108 a 139 87 a 94
Mujeres 50 48
* Los datos se corresponde con los valores
correspondientes al percentil 50 mencionados por los
autores (Harman et al., 2000).
Tabla 191. Comparación de los resultados del análisis de
percentiles entre nuestro estudio y otras propuestas similares
en los valores de la 1 MR absoluta en cargada en un tiempo
(kg).
Nuestro Dintiman y Baker
Población
estudio col (1998)* (1996)ª
Varones 0.94 1.30 1.0
Mujeres 0.85 0.80
* Valores recomendados para atletas de velocidad
(Dintiman et al., 1998), ª: Valores recomendados para
deportistas de equipo con entrenamiento en fuerza y
velocidad (Baker, 1996).
Tabla 192. Comparación de los resultados del análisis de
percentiles entre nuestro estudio y otras propuestas similares
en los valores de la 1 MR por kg de peso corporal en
cargada en un tiempo (kg).
Como podemos observar, los datos del percentil
50 de nuestro estudio, son bastante más bajos
respecto de los recomendados por Dintiman y col
(1998) para velocistas, pero se aproximan a los
mencionados para deportes de conjunto.
Respecto a los valores de potencia media y pico
determinados en nuestro estudio, sólo disponemos
de datos de los valores en vatios presentados en la
literatura (ver tablas 182 y 183), ya que hasta el
momento no conocemos tablas de percentiles u
otras similares que nos permitan clasificar a los
sujetos de acuerdo al nivel de potencia máxima
determinado por un encoder rotatorio, similar al
utilizado en nuestro estudio.
Discusión del análisis de percentiles por
población
Análisis de percentiles en press de banca plano
con barra libre
Las poblaciones 1 y 4 de nuestro estudio,
muestran niveles de 1 MR absoluta en el percentil
50, que son similares a los presentados por
Harman y col (2000) (ver tablas 102 y 117),
mientras que el resto de las poblaciones presentan
valores que se encuentran comprendidos dentro de
los rangos recomendados para la población
general (García, 1999). Incluso la población 3
(mujeres, competidoras de fitness), muestra
valores superiores a los recomendados para
mujeres atletas (Harman et al., 2000) (ver tabla
108).
Con respecto a los niveles de la 1 MR por
kilogramo de peso corporal, todas las poblaciones
de nuestro estudio, muestran valores
comprendidos dentro de los rangos presentados
por el Colegio Americano de Medicina del
Deporte (Mahler et al., 1995), e iguales o
superiores a los mencionados por Heyward (1996)
(García, 1999).
Análisis de percentiles en sentadilla paralela con
barra libre
Con respecto al nivel de la 1 MR por kilogramo
de peso corporal, las poblaciones de nuestro
estudio muestran valores muy inferiores a los
recomendados por Dintiman y col (1998) para
velocistas, aunque se acercan a los recomendados
para los deportes de conjunto. Sólo la población 6
(varones, competidores de fitness), alcanza 2.6
kilogramos por kg de peso corporal (en el
percentil 50) mencionados por Baker (1996) y
Waller y Pipper (1998) (ver tabla 118).
Análisis de percentiles en cargada en un tiempo
Los valores de la 1 MR absoluta, presentados en
el percentil 50 en las poblaciones de varones de
nuestro estudio, son inferiores a los recomendados
por Harman y col (2000) para jugadores de fútbol
americano y de baloncesto. Con respecto a la
población 3 de mujeres, el nivel de su 1 MR
absoluta es superior al recomendado por Harman
y col (2000) para velocistas (ver tabla 6.109).
Respecto al nivel de la 1 MR por kilogramo de
peso corporal, las poblaciones de varones,
muestran valores muy inferiores a los
recomendados por Dintiman y col (1998) para
velocistas y similares a los mencionados por
Baker (1996) para deportes de conjunto.
Discusión de los resultados obtenidos al
clasificar a los sujetos según el nivel de fuerza
máxima estimado por el valor de la 1 MR
Aunque, los resultados de nuestro estudio invitan
a desarrollar una amplia discusión acerca del
rendimiento observado en los niveles de fuerza y
potencia a lo largo de los tres test efectuados,
como se ha mencionado en otros apartados, para
ceñirnos a los objetivos propuestos, centraremos
nuestra discusión sobre la localización de los
porcentajes de peso en donde se alcanzan los
valores más altos de potencia mecánica,
abordando las demás variables, en la medida en
que sus modificaciones afecten a nuestros
objetivos principales.
Para facilitar su comprensión dividiremos la
discusión en los siguientes apartados:
• En primer lugar, analizaremos los resultados,
clasificando a los sujetos por sexo.
• En segundo lugar, analizaremos los resultados,
clasificando a los sujetos por población.
• En tercer lugar, discutiremos y compararemos
nuestros resultados, con los de otros trabajos
similares.
Análisis de los resultados, clasificando a los
sujetos por sexo
• En primer lugar, analizaremos los resultados
según el criterio por el que se clasificó a los
sujetos en un grupo más fuerte (+F) y otro
menos fuertes (-F) por su nivel de la 1 MR
absoluta.
• En segundo lugar, analizaremos los resultados
según el criterio por el que se clasificó a los
sujetos en un grupo más fuerte (+F) y otro
menos fuerte (-F) por su nivel de la 1 MR por
kilogramo de peso corporal.
Análisis de los resultados, según sexo y nivel de
la 1MR absoluta
Con respecto al press de banca plano, los varones
clasificados en el grupo (+F) tenían una edad,
peso corporal y estatura significativamente
superior (p < 0.01) a los del grupo (-F). No
obstante, en las mujeres la única variable
biométrica que mostró diferencias significativas
(p < 0.01) a favor del grupo (+F) fue la edad (ver
tabla 133).
De acuerdo con esto, en los dos grupos
determinados en los varones, los niveles de fuerza
superiores pueden estar influenciados en mayor
medida por las variables relacionadas a su edad o
la composición corporal y en menor grado por la
especialidad deportiva o el modo de
entrenamiento realizado.
Mientras que en las mujeres, parece que la edad
puede influir en mayor medida respecto de las
dimensiones corporales, sobre los pesos en los que
se alcanza la 1 MR absoluta.
En sentadilla paralela, los grupos más fuertes (+F)
tanto en varones como en mujeres muestran
valores significativamente más elevados en la
edad, el peso corporal, la estatura y el índice de
masa corporal (IMC), aunque en esta ultima
variable, las mujeres sólo muestran una tendencia
que no llega a ser significativa (ver tabla 135). De
acuerdo a estos resultados, los mayores valores de
fuerza de los grupos (+F) pueden estar
influenciados por las características propias de los
sujetos en lugar de la especialidad deportiva o el
modo de entrenamiento realizado.
En cargada en un tiempo, se observan diferencias
significativas a favor de los sujetos más fuertes
(+F), en el grupo de varones en todas las variables
biométricas, salvo en la estatura (que muestra una
tendencia que no llega a ser significativa p =
0.090).
Es decir, que en este ejercicio las diferencias de
fuerza están también influenciadas por las
características individuales de los sujetos (ver
tabla 137).
Con respecto a los pesos en donde se localizan los
valores más altos de potencia media y pico, en el
press de banca plano, la tabla 6.133, indica que los
varones más fuertes (+F) localizan los valores más
altos de potencia media en porcentajes de peso
significativamente inferiores respecto a los menos
fuertes (-F), mientras que en las mujeres sólo se
observan tendencias que no llegan a ser
significativas, tanto en la localización de los
niveles más altos de potencia pico como de la
potencia media.
Con respecto a la comparación de los pesos en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media y pico, en sentadilla paralela, la
tabla 136 indica que los varones más fuertes (+F)
los localizan en porcentajes de peso
significativamente inferiores respecto a los menos
fuertes (-F), mientras que en las mujeres sólo se
observan diferencias en la localización de los
valores más altos de potencia media (que es
inferior en las más fuertes), pero no con respecto a
la localización de la potencia pico.
Con respecto a la comparación de los pesos en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media y pico, en cargada en un tiempo,
la tabla 138 indica que no existen diferencias
significativas en estas dos variables entre los
varones más fuertes (+F) y menos fuertes (-F).
Análisis de los resultados según sexo y 1 MR por
kilogramo de peso corporal
Con respecto al press de banca plano, el grupo de
varones más fuertes (+F) muestra diferencias
significativas (p < 0.01) en la edad, el peso
corporal y el índice de masa corporal, que son
mayores respecto al grupo menos fuerte (-F),
mientras que en las mujeres sólo se observan
diferencias en la edad, que es mayor en el grupo
más fuerte (+F) (ver tabla 139). De acuerdo con
esto, en los varones los niveles de fuerza
superiores, como se observado en el criterio de la
1 MR absoluta, pueden estar determinados por las
diferencias en la edad y el peso corporal y no
tanto por la especialidad deportiva o el modo de
entrenamiento realizado. Mientras que en las
mujeres parece que la edad sería la variable
biométrica más relacionada con las diferencias en
los niveles de la 1 MR por kg de peso corporal.
En sentadilla paralela, a diferencia de los
resultados obtenidos en el criterio fuerza absoluta,
o en el press de banca plano, en el grupo de
varones se observan diferencias significativas (p <
0.01) en la edad, que es mayor en el grupo más
fuerte (+F) y en la estatura, que es menor en éste
grupo respecto al menos fuerte (-F). De todas
maneras, es importante observar que existe una
tendencia no significativa en el grupo más fuerte a
tener un índice de masa corporal inferior, lo cual
esta vinculado a un peso corporal ligeramente más
bajo de modo que cuando se normalizan los
valores de fuerza por el peso corporal, éstos
tienden a subir (Jaric et al., 2002) (ver tabla 141).
Con respecto a las mujeres, la tabla 6.140 nos
indica que existen diferencias significativas en
todos las variables biométricas comparadas,
aunque en este caso debemos destacar que las
mujeres del grupo fuerte (+F) son mayores, tienen
más peso corporal, pero menos estatura e índice
de masa corporal. Estos resultados pueden
explicarse por el menor trabajo mecánico que
deben realizar las personas con una estatura
inferior para bajar y subir durante el ejercicio de
sentadilla paralela ya que el rango de movimiento
de los miembros inferiores suele ser menor
(Holloway, 1994; F. J. Naclerio et al., 2005).
En cargada en un tiempo, no se han observado
diferencias significativas entre las variables
biométricas en el grupo de varones. No obstante,
debemos destacar una tendencia que no llega a ser
significativa en la estatura, que es inferior en el
grupo más fuerte (+F) (ver tabla 144). Este
comportamiento es de esperar, ya que como se ha
mencionado anteriormente la estatura de los
sujetos en los ejercicios de levantamiento
olímpico, constituye una variable que puede
limitar el rendimiento, incrementando el trabajo
mecánico y reduciendo la potencia alcanzada en
cada movimiento o repetición (Garhammer, 1993;
Gonzalez Badillo, 1991; Stone et al., 2006).
Con respecto a la comparación de los pesos en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media y pico, en el press de banca plano,
la tabla 140, indica que no se han determinado
diferencias significativas entre los grupos más
fuertes (+F) y menos fuertes, tanto en los varones
como en las mujeres. De todas formas, es
importante destacar que en el grupo de varones se
distingue una tendencia (que no llega a ser
significativa) de los sujetos más fuertes (+F) a
localizar los niveles más altos de potencia pico en
una zona inferior.
Con respecto a la comparación de los pesos en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media y pico, en sentadilla paralela, la
tabla 142, indica que existen diferencias
significativas tanto en los varones como en las
mujeres, debido a que en ambos casos los grupos
más fuertes (+F) localizan los valores más altos de
potencia media o pico en porcentajes inferiores
(ver figuras 114 y 115).
Con respecto a la comparación de los pesos en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media y pico, en cargada en un tiempo,
como ha sucedido con el criterio de fuerza
absoluta, la tabla 144, indica que no existen
diferencias significativas en estas variables entre
los varones más fuertes (+F) y menos fuertes (-F).
Análisis de los resultados clasificando a los
sujetos por población
Al igual que en el análisis por sexo, primero
analizaremos los resultados por el que se clasificó
a los sujetos por el nivel de la 1 MR absoluta y
luego por el nivel de la 1 MR por kg de peso
corporal.
Análisis de los resultados según, población y
nivel de la 1MR absoluta
Como puede observarse en la tabla 145, en press
de banca plano, los porcentajes de peso en donde
se localizan los niveles más altos de potencia
media, son significativamente más bajos en las
poblaciones 6 (varones, competidores de fitness),
8 (varones, jugadores de béisbol, de 14 a 17 años,
Cuba) y 9 (varones, boxeadores o taekwondístas).
Con respecto a la localización de los niveles más
altos de potencia pico, éstos son
significativamente inferiores en las poblaciones 2
(opositores a policía), 4 (varones judokas de
competición) y 6 (varones, competidores de
fitness) (ver figura 117). De todas maneras, es
importante destacar que a excepción de las
poblaciones 1 y 5 (en este caso, sólo en la
localización de la potencia pico), los sujetos más
fuertes (+F) siempre muestran los porcentajes de
peso en donde se manifiestan los valores más altos
de potencia en zonas inferiores respecto a la
determinada en los sujetos menos (-F) (ver figura
116). Es posible que la falta de diferencias
estadísticamente significativas se deba al escaso
número de sujetos evaluados dentro de cada
población (Martínez-González et al., 2001).
Con respecto a la sentadilla paralela, la tabla 145
indica que la localización de los valores más altos
de potencia media, se sitúa en porcentajes
significativamente inferiores, sólo en los sujetos
más fuertes (+F) de las poblaciones 3 y 6,
(integradas por varones y mujeres competidores
de fitness).
Con respecto a la localización de la potencia pico,
esta se encuentra en porcentajes
significativamente inferiores en las poblaciones 2
(opositores a policía), 6 (varones competidores de
fitness), 7 (mujeres, jugadoras de voley), 8
(jóvenes, jugadores de béisbol), 9 (boxeadores o
taekwondístas) y 11 (mujeres, jugadoras de
sóftbol).
En la mayoría de las poblaciones evaluadas, los
sujetos más fuertes (+F) localizan los pesos en
donde se manifiestan las potencias más altas en
una zona inferior, aunque como puede apreciarse
en la figura 146, en el caso de la potencia media,
las poblaciones 4, 5 y 10 muestran tendencias
contrarias, que como veremos más adelante en el
aparatado 7.6.3, podrían estar asociadas al modo
de ejecución de este ejercicio que en estas
poblaciones se realizó de una forma más
controlada alcanzando velocidades relativamente
más bajas respecto a otras poblaciones,
especialmente cuando se utilizaban pesos muy
ligeros.
Con relación a la cargada en un tiempo, como
muestra la tabla 141, sólo los sujetos más fuertes
(+F) de las poblaciones 1 y 3 localizan los niveles
mayores de potencia media en una zona de pesos
significativamente más bajos (ver figura 120).
Respecto a la localización de la potencia pico,
sólo se han visto diferencias en la población 6, en
donde al contrario del caso anterior, los sujetos
más fuertes alcanzan los valores más altos en una
zona superior (ver figura 121).
Análisis de los resultados, según población y
nivel de la 1MR por kilogramo de peso corporal
Como puede observarse en la tabla 146, en press
de banca plano, los porcentajes de peso en donde
se localizan los máximos niveles de potencia
media, son significativamente más bajos en la
población 9 (varones, boxeadores o
taekwondístas).
Por otro lado, es importante considerar que en la
población 5, son los sujetos menos fuertes (-F) los
que muestran una localización inferior de los
valores más altos de potencia media, lo cual como
hemos mencionado anteriormente, puede estar
asociado con la tendencia de esta población a
moderar la velocidad de movimiento con los
pesos más ligeros (ver figura 120).
Con respecto a la localización de los niveles más
altos de potencia pico, éstos son
significativamente inferiores en las poblaciones 2
(opositores a policía) y 11 (mujeres jugadoras de
sóftbol), aunque también hay que destacar que las
poblaciones 4 y 8 muestran una tendencia muy
importante (que no llega a ser significativa) de los
sujetos más fuetes (+F) a localizar los valores de
potencia pico en porcentajes de peso inferiores
(ver figura 123).
En la sentadilla paralela, la tabla 146 indica que la
localización de los valores más altos de potencia
media se sitúa en porcentajes significativamente
inferiores en los sujetos más fuertes (+F) de las
poblaciones 1 (opositores a bombero), 3 (mujeres
competidoras de fitness), 6 (varones competidores
de fitness) y 12 (mujeres, taekwondístas de 14 a
16 años).
Respecto a la localización de la potencia pico, esta
se manifiesta en porcentajes significativamente
inferiores en las poblaciones 2 (opositores a
policía), 6 (varones competidores de fitness), 7
(mujeres, jugadoras de voley), 9 (boxeadores o
taekwondístas) y 12 (mujeres, taekwondístas de
14 a 16 años).
En el press de banca plano y en la sentadilla
paralela, la mayoría de las poblaciones evaluadas
(a excepción de la población 5 en press de banca y
la 7 (que realizó el ejercicio de press de hombros)
los sujetos más fuertes (+F) tienden a localizar los
pesos en donde se manifiestan los mayores niveles
de potencia (media o pico) en una zona inferior
(ver figuras 122, 123, 124 y 125).
Como hemos mencionado anteriormente, es
posible que la falta de diferencias significativas
entre las dos variables comparadas se deba en
gran medida al escaso número de sujetos
valorados en cada población (Martínez-González
et al., 2001).
En cuanto a la cargada en un tiempo, como hemos
podido observar en la tabla 146, no se han
manifestado diferencias significativas entre los
sujetos del grupo más fuerte (+F) y menos fuerte
(-F) en ninguna de las 7 poblaciones evaluadas.
Comparación y discusión de los resultados de
nuestro estudio con los de otros estudios
similares
Los resultados de nuestro estudio, nos sugiere que
existe una tendencia de los sujetos más fuertes
(+F) a localizar los valores más altos de potencia
media y pico en porcentajes de peso inferiores
respecto a los sujetos menos fuertes (-F). Esto
puede observarse claramente en la tabla siguiente,
que resume los resultados obtenidos al analizar la
muestra de forma conjunta, aplicando los dos
criterios para clasificar a los sujetos según su nivel
de fuerza máxima (1 MR absoluta o por kg de
peso corporal).
Criterio 1 Criterio 1 MR
MR absoluta kg de peso
Ejercicio Sexo Loc
Loc Loc Loc
%
PM
% PP % PM % PP
Press de Varones Ø* NØ NØ ªØ
banca plano Mujeres ªØ ªØ NØ NØ
Sentadilla Varones **Ø **Ø **Ø **Ø
paralela Mujeres *Ø NØ **Ø **Ø
Cargada en
varones NØ Ù NØ Ù
un tiempo
Loc % PM: localización de los porcentajes de peso en
donde se alcanzan los valores más altos de potencia
media, Loc % PP: localización de los porcentajes de
peso en donde se alcanzan los valores más altos de
potencia pico, **Ø: Los sujetos más fuertes (+F)
localizan los valores más altos de potencia en
porcentajes de peso significativamente inferiores
respecto a los sujetos menos fuertes (-F) (p< 0.01),
Ø*: Los sujetos más fuertes (+F) localizan los valores
más altos de potencia en porcentajes de peso
significativamente inferiores respecto a los sujetos
menos fuertes (-F)) (p< 0.05), ªØ: los sujetos más
fuertes (+F) muestran una tendencia a localizar los
valores más altos de potencia en porcentajes de peso
inferiores respecto a los sujetos menos fuertes (-F (p<
0.10), NØ: Los sujetos más fuertes (+F) localizan los
valores más altos de potencia en porcentajes de peso
inferiores respecto a los sujetos menos fuertes (-F)
aunque, no se determinan diferencias significativas
para un valor p < 0.05, Ù: los valores medios en
donde se localizan los niveles más altos de potencia
son muy similares.
Tabla 193. Resumen de los resultados obtenidos en la
localización de los valores más altos de potencia media y
pico, al comparar el grupo más fuerte (+F) y menos fuerte (-
F), tomando la muestra de forma conjunta.
Al analizar los resultados por población, debemos
destacar las diferencias significativas encontradas
en los valores en donde se alcanza los niveles más
altos de potencia media (según el criterio de la 1
MR absoluta) en sentadilla paralela, entre los
sujetos más fuertes (+F) y menos fuertes de las
poblaciones 4, 5, y 10, que como se ha
demostrado en los resultados en la figura 76 de
apartado “Comparación de los resultados por
grupo poblacional y 1 MR absoluta”, son
opuestos a los observados en el resto de las
poblaciones. Estas tendencias, podrían estar
asociadas a la modalidad de ejecución de los
ejercicios, manifestado por los sujetos de estas
poblaciones, que controlaban la velocidad de
movimiento con pesos muy ligeros causando una
reducción de la velocidad y la potencia
especialmente en las últimas fases del recorrido
articular. Esta situación, fue menos pronunciada
en los sujetos menos fuertes, ya que el peso
corporal determinaba un nivel de resistencia más
alto y por lo tanto los porcentajes de peso más
bajos utilizados en el test progresivo eran
proporcionalmente mayores.
Aunque, también debemos destacar que este
mismo comportamiento fue observado en la
población 5, respecto al press de banca plano,
cuando se aplica el criterio de la 1 MR por
kilogramo de peso corporal (ver figura 122 del
apartado “Comparación de los resultados por
grupo poblacional y 1 MR por kg de peso
corporal”), mientras que en el criterio de la 1 MR
absoluta estas diferencias no se produjeron. Es
posible, que en esta población que realizó un
entrenamiento recreativo, algunos sujetos
estuvieran muy habituados a entrenar con
movimientos muy lentos y por lo tanto no
movilizaran con la mayor velocidad posible los
pesos más ligeros, especialmente al final del
recorrido articular, causando una reducción muy
significativa de la potencia media en aquellos que
sujetos que movilizaban pesos absolutos más
elevados.
La falta de coincidencia entre las tendencias de
algunas poblaciones con la tendencia general
Figura 217. Comparación de las relaciones establecidas entre el porcentaje de peso y la potencia en los sujetos fuertes (+F) (n=
115) y menos fuertes (-F) (n= 106) en sentadilla paralela con barra libre, tomando la muestra de forma conjunta.
demostrada en el análisis conjunto de los datos,
observada fundamentalmente en la sentadilla
paralela, nos llevo a efectuar el análisis de la
relación entre el porcentaje de peso y la potencia
máxima alcanzada dividiendo los rangos
porcentuales en intervalos de 10 unidades, como
se ha explicado anteriormente en el apartado
“Análisis de la relación establecida entre el
porcentaje de la 1 MR y la potencia mecánica en
los ejercicios evaluados.”. En la figura 217, se
muestra la comparación de esta relación,
establecida para la potencia media y pico
respectivamente, entre los sujetos más fuertes
(+F) y menos fuertes (-F), según el criterio de la 1
MR absoluta, analizando la muestra de forma
conjunta, mientras que en la figura 218, se
muestra la misma relación, establecida para la
potencia media y pico determinada sólo en los
sujetos de la población 5 (que es muy similar a la
observada en las poblaciones 4 y 10).
Figura 218. Comparación de la relación establecida entre el porcentaje de peso y la potencia en los sujetos fuertes (+F) (n= 14) y
menos fuertes (-F) (n= 13) en sentadilla paralela con barra libre en la población 5.
La relación establecida entre el porcentaje de peso
y la potencia, observada en la figura 217,
clasificando a los sujetos por el criterio de la 1
MR absoluta, muestra una forma similar a la
determinada con el criterio de la 1 MR por
kilogramo de peso corporal (no mostrada en el
texto). La observación de las curvas determinadas
por la muestra conjunta, indican que los sujetos
tienden a localizar los porcentajes de peso en
donde se manifiestan las potencias más elevadas,
en los porcentajes inferiores, aunque los
individuos más fuertes (+F) muestran una relación
ligeramente más parabólica que puede estar
causada por la necesidad de prolongar la fase de
desaceleración para evitar saltar al final del
movimiento cuando se movilizan los pesos más
bajos, y por lo tanto tienden a producir menores
niveles de potencia (González-Badillo & Ribas,
2002). Aunque, los sujetos menos fuertes (-F)
localizan las potencias más altas en porcentajes de
peso superiores esto se debe fundamentalmente a
que el peso corporal determina un nivel de
sobrecarga más alto obligando a comenzar el test
progresivo desde porcentajes más elevados.
Las relaciones establecidas de la figura 218,
indican que efectivamente en la población 5 se
produce una perdida de potencia muy importante
en los sujetos más fuertes (+F), que acentúan la
fase de desaceleración provocando una parábola
más pronunciada respecto a la observada en el
análisis conjunto de la muestra.
Los resultados obtenidos por el análisis de la
relación establecida entre el porcentaje de peso y
la potencia, coinciden con el trabajo de Driss y col
(2001) que evaluó a 16 deportistas (jugadores de
voley y levantadores de peso), y 20 sedentarios
(10 mujeres y 10 varones) que realizaron saltos
con y sin contramovimiento sobre una plataforma
dinamométrica, sin utilizar y utilizando resistencia
de 5, y 10 kg distribuidos sobre el tronco. Los
resultados de este estudio, mostraron que los
deportistas alcanzaban los valores más altos de
potencia media y pico al saltar con una sobrecarga
de 5 kg, determinando una relación entre el peso y
la potencia de tipo parabólica, que se acentuaba en
el caso de la potencia media, mientras que los
sedentarios, cuyos niveles de fuerza máxima eran
significativamente menores, alcanzaban los picos
de potencia más altos al saltar sin sobrecarga,
determinando una relación de tipo descendente.
Los autores de este estudio, concluyen que la
forma de la relación establecida entre el peso
movilizado y la potencia producida depende
fundamentalmente del nivel de fuerza máxima de
los sujetos evaluados.
Nuestros resultados no coinciden con los
mencionados por Stone y col (2003a), cuando
destacan que al realizar un test con saltos con y
sin contramovimiento los sujetos más fuertes
alcanzan los valores de potencia más elevados con
los porcentajes de peso más altos. No obstante, se
debe recordar que en el trabajo de Stone y col
(2002) no se incluyo al peso corporal como parte
de la resistencia a vencer y por lo tanto existen
diferencias metodológicas que impiden una
comparación adecuada de sus resultados con los
obtenidos en nuestro estudio.
Por su parte Baker (2001d), en una serie de
estudios con jugadores de rugby de diversas
categorías y niveles de rendimiento de fuerza,
indica que los sujetos más entrenados son capaces
de alcanzar los mayores valores de potencia
mecánica con pesos absolutos más altos, pero que
representan porcentajes inferiores respecto del
nivel de la 1 MR cuando se los compara con los
sujetos menos entrenados. Este autor, destaca que
los deportistas más fuertes alcanzan los valores
más altos de potencia mecánica media, al realizar
saltos con pesos crecientes en multipower, entre el
46% y el 49% de la 1 MR, mientras que los
sujetos menos fuertes los localizan sobre el 64% y
el 69% del valor de la 1 MR. Por otra parte, en
este trabajo también se indica que esta tendencia
no se produce sólo en los ejercicios del tren
inferior sino también en los de tren superior, ya
que los jugadores de rugby que muestran los
niveles de fuerza o 1 MR más elevados en el press
de banca plano con barra libre, alcanzan las
potencias más altas sobre el 47%, mientras que los
menos fuertes las logran alrededor del 54% de la 1
MR (Baker, 2001b; Baker & Newton, 2005).
Los resultados de estos trabajos son similares con
los obtenidos en nuestro estudio, especialmente
cuando se considera la muestra de forma conjunta.
No obstante, si consideramos los resultados
obtenidos por Izquierdo y col (1999) con 26
varones de 35 a 46 años y 21 de 60 a 74 años, no
habituados al entrenamiento de fuerza, que fueron
evaluados en dos ejercicios, el press de banca y la
sentadilla flexionando las rodillas hasta 90º,
ambos realizados en multipower, y observaron
que el grupo de mediana edad cuyos niveles de
fuerza máxima (1 MR) eran significativamente
más altos, alcanzaba los valores máximos de
potencia media entre el 60% y el 45%, mientras
que el grupo de edad avanzada, lo hacia al 70% y
al 30% del nivel de la 1 MR, en sentadilla y press
de banca respectivamente. En el caso de la
sentadilla, los resultados son similares a la
tendencia general de nuestro estudio, aunque debe
recordarse que en el trabajo de izquierdo y col
(1999) no se consideró el peso corporal como
parte de la resistencia movilizada y por lo tanto,
existen diferencias metodológicas muy
importantes que dificultan la comparación de los
resultados obtenidos en los dos trabajos.
Con respecto al press de banca, los resultados de
Izquierdo y col (1999) son opuestos a la tendencia
de la mayoría de las poblaciones de nuestro
estudio, ya que en el trabajo de Izquierdo y col
(1999), los sujetos del grupo de mediana edad que
poseían los mayores valores de fuerza (1 MR),
manifestaban las potencias medias más elevadas
en porcentajes de peso inferiores, lo cual
solamente coincide con los resultados encontrados
en la población 5 (cuando se considera el criterio
de la 1 MR por kilogramo de peso corporal) (ver
figura 122), aunque también son semejantes a los
resultados de las poblaciones 3 (mujeres
competidoras de fitness) y 7 (jugadoras de voley)
cuando se considera al criterio de la 1 MR
absoluta (ver figura 116). No obstante, se debe
recordar, que la población 7 realizó el ejercicio de
press de hombros y por lo tanto, las diferencias
mecánicas ya mencionadas entre los dos
ejercicios, pueden dificultar la existencia de
coincidencias entre los resultados comparados.
Con respecto a los ejercicios de cadena cinética
secuencial, los resultados de nuestro estudio no
coinciden con los del estudio de Kawamori y Haff
(2004), que investigaron la influencia del nivel de
la 1 MR absoluta sobre la localización de los
valores más altos de potencia media y pico en el
ejercicio de cargada colgante. Estos autores,
observaron que los sujetos más fuertes, que
poseían valores superiores a los 110 kg en la 1
MR absoluta, alcanzaban los niveles más altos de
potencia media y pico sobre el 70% del peso
máximo, mientras que los menos fuertes, que
poseían valores inferiores a los 110 kg en la 1
MR, localizaban las potencias más altas al 60%
para la media y al 80% en el caso de la pico. Estos
resultados, incluso son opuestos a los observados
en las poblaciones 1 (opositores a bombero) y 3
(competidoras de Fitness), en donde los sujetos
más fuertes (clasificados por el criterio de la 1
MR absoluta), muestran los valores más altos de
potencia media en una zona inferior (ver figura
120), y también a los de la población 6, cuyos
sujetos más fuertes muestran la localización de los
valores más altos de potencia pico en una zona
superior. De todas maneras, si observamos
detenidamente el trabajo de Kawamori y Haff
(2005) veremos que el nivel de fuerza de sus
sujetos es muy superior al encontrado en nuestro
estudio, ya que los sujetos más fuertes mostraban
niveles de 1 MR superiores a los 120, mientras
que en nuestro estudio la población 6, que mostró
los valores de 1 MR absoluta más altos, en el
percentil 50 sólo llegaba a 74.5 kg. De acuerdo
con esto, los sujetos de nuestro estudio podrían
compararse con los del grupo menos fuerte del
trabajo de Kawamori y Haff (2005), y aún así los
porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia media y pico, en
nuestro estudio, siguen situándose en una zona de
pesos más elevada.
En resumen, al analizar los resultados de nuestro
estudio y los de otros trabajos similares, podemos
decir que en los ejercicios de cadena cinética
cerrada con acción de empuje, ejecutados por
medio de una mecánica de extensión, como el
press de banca plano con barra libre (tren
superior) o la sentadilla paralela con barra libre
(tren inferior), los sujetos que alcanzaban los
valores más altos de peso en la 1 MR, tienden a
localizar las potencias más altas (media y pico) en
porcentajes más bajos, aunque el modo de
ejecución de los ejercicios determinado por la
forma de entrenamiento específico puede
modificar este comportamiento (Baker, 2001b).
Por otro lado, en los ejercicios realizados
fundamentalmente con el tren inferior,
manteniendo una dirección vertical del
movimiento, la inclusión del peso corporal como
parte de la resistencia a vencer, es un factor que
puede determinar el desplazamiento de los pesos
en donde se manifiestan las potencias más
elevadas hacia una zona mayor o menor,
dependiendo de la relación porcentual entre el
peso corporal y el nivel de la 1 MR absoluta que
manifiesten los sujetos (Driss et al., 2001; Dugan
et al., 2004).
En los ejercicios de cadena cinética cerrada con
acción secuencial, parece que el nivel de la 1 MR
absoluta o por kg de peso corporal, no afecta
significativamente los porcentajes de peso en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media o pico.
Discusión de los resultados obtenidos en el
análisis de regresión
• En primer lugar, se analizarán las fórmulas de
regresión desarrolladas tomando la muestra de
forma conjunta.
• En segundo lugar, se analizarán las fórmulas
de regresión desarrolladas por población.
Discusión de los resultados obtenidos en el
análisis de regresión realizado por ejercicio,
tomando la muestra de forma conjunta
El análisis de regresión múltiple por pasos,
realizado en el press de banca plano con barra
libre, a partir de los datos obtenidos de todos los
sujetos evaluados en los tres test efectuados en
nuestro estudio (n= 318), permitió desarrollar dos
ecuaciones para predecir la mayor potencia media
(PM), mientras que ninguna de las variables
correlacionadas mostró ser significativa para
predecir la máxima potencia pico.
La ecuación (1) (PM = -33.25+(4.727 x 1 MR
abs), utiliza sólo el nivel de la 1 MR absoluta,
muestra un coeficiente de correlación de r = 0.78
y un error de estimación de 92.35 vatios, mientras
que la ecuación (2) (PM = -81.054 + (6.069 x 1
MR absoluta) + (-140.503 x 1 MR kp) utiliza,
tanto el nivel de la 1 MR absoluta como la 1 MR
por kilogramo de peso corporal, muestra un
coeficiente de correlación sólo ligeramente
superior a la fórmula anterior, R = 0.79 y un error
de estimación de 87.7 vatios.
Estos resultados son similares a los encontrados
por Baker (2001d) en un estudio con 59 jugadores
de rugby de diferentes categorías, en donde se
realizó una análisis de regresión entre la 1 MR
absoluta obtenido en el press de banca con barra
libre y la potencia máxima media alcanzada en un
test progresivo en press de banca ejecutado de
forma balística. Este autor, obtuvo una fórmula
para predecir la máxima potencia media, con un
coeficiente de correlación de R=0.85 (ver
apartado “Relación entre la fuerza y la potencia
mecánica producida en los ejercicios contra
resistencias” de los antecedentes). Es posible que
la mayor homogeneidad de la muestra del trabajo
de Baker (2001d), con respecto a nuestro estudio,
sea una de las causas que mejoran el grado de
correlación encontrado en la fórmula desarrollada
por éste autor.
El error de estimación observado en las fórmulas
de regresión desarrolladas en nuestro estudio,
representa entre el 23.8% y el 22.6% de la media
calculada para la potencia media determinada en
la población de forma conjunta en el press de
banca plano (ver tabla 16). Estos resultados son
significativamente más elevados respecto del 6%
o 7%, mencionado en diversos estudios, en donde
se han desarrollado fórmulas para estimar otras
variables como los valores del peso máximo o 1
MR en el ejercicio de press de banca plano con
barra libre o en ejercicios similares realizados en
máquinas (Knutzen et al., 2002; Mayhew et al.,
1992; Rose & Ball, 1992).
De todas formas, es importante destacar que
aunque los niveles de la 1 MR absoluta explican
gran parte de la varianza y constituye la variable
que mejor predice la máxima potencia media en
press de banca plano con barra libre, esta no
depende exclusivamente de la fuerza máxima,
sino también de otras variables como la velocidad,
la técnica de ejecución o las longitudes de los
brazos o antebrazos, cuya importancia ha sido
determinada en otros estudios con otros ejercicios
y que nosotros al igual que Baker (2001d) no
hemos valorado (J. Cronin et al., 2003).
En el caso de la sentadilla paralela con barra
libre, el análisis de regresión múltiple por pasos,
realizado con todos los sujetos que efectuaron los
tres test de nuestro estudio (n= 324), permitió
desarrollar dos ecuaciones para predecir la
máxima potencia media y dos para predecir la
máxima potencia pico.
En el caso de la máxima potencia media, la
ecuación (3) (PM = -430.059+(4.55 1 MR
absoluta)) utiliza sólo el nivel de la 1 MR
absoluta, muestra con coeficiente de correlación
de r = 0.59 y un error de estimación de 233.7
vatios, mientras que la ecuación (4) (PM = -
588.785 + (3.483 1MR absoluta) + (6.944 estatura
(cm)) utiliza, además de la 1 MR absoluta, la 1
MR por kg de peso corporal y la estatura,
mostrando un coeficiente de correlación de R =
0.62 y un error de estimación de 228.0 vatios.
Para la potencia pico, la ecuación (5) (PP = -
418.406 + (40.605 peso corporal) utiliza sólo el
peso corporal y muestra un coeficiente de
correlación de r = 0.62 y un error de estimación de
597.4 vatios, mientras que la ecuación (6) (PP = -
1243.142 + (38.847 Peso corporal) + (405.313 1
MR kp)) utilizan el peso corporal y la 1 MR por
kilogramo de peso corporal, mostrando un
coeficiente de correlación de R = 0.64 y un error
de estimación de 584.4 vatios.
El error de estimación observado en las fórmulas
de regresión desarrolladas en nuestro estudio
representa entre el 20.1% y el 19.6% de la media
calculada para la potencia media o 1996).
aproximadamente el 25% en el caso de la potencia
pico, determinada en la población de forma
conjunta en la sentadilla paralela (ver tabla 16).
Estos resultados son significativamente más
elevados respecto del 6% o el 15%, determinado
en diversos estudios, en donde se han desarrollado
fórmulas para estimar otras variables como los
valores de la 1 MR en el ejercicio de prensa
horizontal (Knutzen et al., 2002) o la potencia
máxima media o pico al realizar saltos verticales
(Brown & Weir, 2001; Sayers, Harackiewicz,
Harman, Frykman, & Rosenstein, 1999).
Tanto en las ecuaciones para predecir la potencia
máxima pico como la media, la inclusión de una
segunda variable no mejoró en gran medida la
fuerza de la asociación. En este ejercicio, los
coeficientes de correlación moderados mostrados
por las formulas de predicción desarrolladas, nos
sugiere que aunque los niveles de la 1 MR
(absoluta o por kg de peso corporal) y la estatura o
el peso corporal, pueden predecir gran parte de la
potencia alcanzada en sentadilla paralela, existen
otras variables como la velocidad, la técnica de
movimiento, o las longitudes de los miembros
inferiores que pueden afectar significativamente la
potencia media o pico producida en este ejercicio
(J. Cronin et al., 2003; Cronin et al., 2002).
Los resultados obtenidos en nuestro estudio,
coinciden con la mayoría de los trabajos
realizados para predecir la potencia media o pico
alcanzada en los saltos verticales en donde se
incluye al peso corporal como una variable
importante para estimar la potencia producida
(Brown & Weir, 2001; Gallozzi, 1996). Por
ejemplo, las fórmulas de Sayers y Harman, las
cuales se aplican indistintamente para varones o
mujeres, utilizan la altura alcanzada en el salto y
el peso corporal, mientras que las formulas
desarrolladas por Johnson y Bahamonde (1996)
también se incluye la estatura (Harman, 1995;
Johnson & Bahamonde, 1996). De todas maneras,
en nuestro trabajo, no hemos realizado saltos sino
la sentadilla paralela que como hemos
mencionado a lo largo del estudio, muestra
diferencias muy importantes en la mecánica de
ejecución respecto a los saltos verticales
(González-Badillo & Ribas, 2002). De hecho, en
los saltos, la variable que mejor explica la
potencia producida es la altura alcanzada, que ha
mostrado coeficientes de correlación muy altos
(superiores a 0.84) en la mayoría de los trabajos
en donde se ha investigado dicha relación (Bosco,
1983, 1990, 1992, 2000; Johnson & Bahamonde,
Con respecto a la cargada en un tiempo, el análisis
de regresión múltiple por pasos realizado con
todos los sujetos que efectuaron los tres test de
nuestro estudio (n= 189), permitió desarrollar sólo
una ecuación para predecir la mayor potencia
media (PM), mientras que ninguna de las
variables correlacionadas mostró ser significativa
para predecir la máxima potencia pico.
La ecuación (7) (-69.746 + (12.257 1 MR abs)),
utiliza solo el nivel de la 1 MR absoluta, muestra
un coeficiente de correlación de R = 0.73 y un
error típico de estimación de 157.5 vatios, que al
igual que sucede en los ejercicios anteriores
representa cerca del 20% de la media calculada
para la máxima potencia media determinada en
toda la población de forma conjunta.
De acuerdo con estos resultados, coincidimos con
la mayoría de los trabajos realizados sobre la
eficiencia de los levantamientos olímpicos, en los
cuales, aunque no hemos podido encontrar
fórmulas de regresión para estimar la potencia
máxima, sí se menciona la importancia de los
niveles de fuerza o de la 1 MR sobre la cantidad
de potencia alcanzada (Garhammer, 1993;
Garhammer, 1991; Haff et al., 2005; Santos et al.,
2004). No obstante, hay que destacar que existen
otras variables como el dominio técnico, el pico
de velocidad alcanzado en el 2º tirón o la estatura,
cuya importancia sobre el nivel de potencia
producida, en este tipo de ejercicios, ha sido
destacado en diversos estudios (Garhammer,
1993; Gonzalez Badillo, 1991; Gorgoulis et al.,
2002; Siff, 2004; Stone et al., 2006).
Discusión de los resultados obtenidos en el
análisis de regresión realizado por ejercicio y
población
El análisis de regresión múltiple por pasos,
realizado en el ejercicio de press de banca plano
con barra libre, en las diferentes poblaciones
estudiadas, permitió desarrollar las fórmulas de
predicción de la máxima potencia media o pico,
presentadas en las tablas 147 y 148.
Como puede observarse, no se han podido
desarrollar formulas de regresión significativas en
todas las poblaciones evaluadas. Además, al igual
que sucede al analizar la muestra de forma
conjunta, el nivel de la 1 MR absoluta y en
algunos casos el peso corporal de los sujetos o el
nivel de 1 MR por kg de peso corporal, son las
variables que han alcanzado coeficientes de
correlación significativos y moderados o altos
para predecir los niveles máximos de potencia
media o pico.
En el caso de la sentadilla paralela, el análisis de
regresión permitió desarrollar las fórmulas de
predicción de la máxima potencia media o pico
presentadas en las tablas 149 y 150. A excepción
de la población 2, en este caso se han podido
desarrollar fórmulas de regresión significativas
para la potencia media en todas las poblaciones,
mientras que en el caso de la potencia pico, esto
no ha sido posible en las poblaciones 1, 2, 5 y 11.
Como sucede al analizar la muestra de forma
conjunta, las variables que muestran coeficientes
de correlación significativos para predecir la
potencia media o pico, son la 1 MR absoluta o por
kilogramo de peso corporal, así como el peso
corporal y la estatura.
En el caso de la cargada en un tiempo, el análisis
de regresión permitió desarrollar las fórmulas de
predicción de la máxima potencia media o pico
presentadas en las tablas 151 y 152. Como puede
observarse la población 3, integrada por mujeres
competidoras de fitness, es la única población en
la cual no se pudo establecer una fórmula de
predicción de la potencia media y pico, mientras
que en las poblaciones 1, 4, y 5 no se pudo
desarrollar una fórmula para predecir la máxima
potencia pico, aunque sí, para la máxima potencia
media.
De acuerdo a éstos resultados, coincidimos con
Cronin y col (2003a) cuando afirman que, no es
posible explicar la velocidad o la potencia
alcanzada en los ejercicios con resistencias, a
partir de una única variable, como el nivel de la 1
MR, ya que existen otras como la técnica de
movimiento y factores antropométricos, además
del peso corporal o la estatura, que influencian
significativamente la eficiencia con que se
realizan los diferentes ejercicios.
En resumen podemos afirmar que:
La potencia mecánica media, en los ejercicios de
fuerza con resistencias, constituye una variable
que puede ser predicha en gran medida, aunque no
exclusivamente, a partir de los valores de 1 MR
absoluta o por kg de peso corporal.
Las variables antropométricas determinadas en
nuestro estudio (peso corporal y estatura) han
mostrado tener una influencia importante sólo en
el ejercicio de sentadilla paralela.
A la luz de estos resultados, coincidimos con
Sleivert y Taingahue (2004), cuando mencionan
que el desarrollo de fórmulas de regresión para
estimar la potencia máxima producida en los
ejercicios de fuerza, si no se dispone de
dispositivos específicos para medirla, sería de
gran utilidad para mejorar el control de las
adaptaciones inducidas por los programas de
entrenamiento.
UTILIDAD Y APLICACION PRACTICA DE
LOS RESULTADOS OBTENIDOS
Los resultados de este estudio constituyen una
fuente de referencia a partir de la cual los
entrenadores e investigadores pueden adoptar una
metodología adecuada para valorar la evolución
de la fuerza y la potencia mecánica, en diferentes
ejercicios.
El conocimiento de la ubicación, y las posibles
fluctuaciones de la zona de máxima eficiencia
mecánica, en los distintos ejercicios evaluados en
este estudio, constituye una referencia importante
para identificar aquellos pesos con los cuales, los
sujetos pueden realizar volúmenes de trabajo
idóneos, mantener una alta eficiencia de los
movimientos, y reducir el riesgo de lesión o
distorsión técnica de los ejercicios (Kawamori &
Haff, 2004; Newton, Häkikinen et al., 2002).
Creemos que las escalas de referencias acerca de
la potencia mecánica media y pico presentadas en
este trabajo constituyen una herramienta inicial de
gran validez con la cual se puede identificar o
comparar el nivel de rendimiento de otras
poblaciones similares, especialmente cuando se
utilizan dispositivos de medición como el
empleado en nuestro estudio (que por hoy es uno
de los más accesibles al colectivo de los
profesionales de las Ciencias del Deporte).
Las fórmulas de regresión para estimar la potencia
mecánica media o pico desarrolladas en este
trabajo constituyen sólo una alternativa u
orientación general para aquellos que no cuenten
con dispositivos más precisos para determinar los
valores de potencia mecánica en los ejercicios de
fuerza.
LIMITACIONES DEL ESTUDIO
Aunque al comenzar el proceso de investigación
nos habíamos propuesto identificar las
fluctuaciones de la potencia mecánica en todas las
poblaciones de deportistas a los que teníamos
acceso en España y en la provincia de Las Tunas
en Cuba, la mayoría de los grupos de deportistas
inicialmente implicados en este proyecto, no
cumplieron con los criterios de inclusión
mencionados en su diseño original. Por lo tanto,
los resultados de nuestro estudio están limitados a
un grupo de 12 actividades o disciplinas
deportivas, dentro de las cuales no se encuentran
algunas de gran importancia en España, como el
fútbol, el baloncesto o el balonmano.
Hemos obviado un control de los hábitos
dietéticos, que como se ha demostrado en
numerosas investigaciones puede afectar el
rendimiento físico y especialmente el de fuerza y
la potencia muscular (Bazarre, 1998; Brooks et
al., 2005; Williams, 2000).
A pesar de que en diferentes investigaciones, se
ha destacado la importancia de controlar los
pliegues grasos (que permiten estimar el
porcentaje de grasa corporal) u otros parámetros
antropométricos, como la longitud del tronco o los
miembros inferiores y superiores, los cuales se ha
mencionado que podrían afectar
significativamente los niveles de fuerza y potencia
alcanzados en los ejercicios contra resistencias (J.
Cronin et al., 2003; Norton et al., 2000), por
motivos de infraestructura, que escapaban a
nuestra capacidad de organizar el estudio, sólo
hemos podido determinar el peso y la estatura. No
obstante, de cara a futuras investigaciones,
debemos considerar que el control de estas
variables puede aclarar muchos interrogantes que
hasta ahora no han sido debidamente explicados
por las diferentes investigaciones y revisiones
bibliográficas desarrolladas en nuestro campo de
estudio (Crewther et al., 2005; Cronin & Sleivert,
2005; Cronin & Hansen, 2005; Dugan et al., 2004;
Kawamori & Haff, 2004).
En este estudio hemos analizado a los sujetos
participantes de forma conjunta, y diferenciados
por especialidad deportiva. No obstante, a
excepción de las poblaciones de jóvenes que
estaban agrupados en franjas de edad bien
delimitadas, no se han presentado análisis por
rango de edades, o de acuerdo a la estatura, al
peso corporal o al índice de masa corporal. Esto
constituye una limitación a tener en cuenta, ya que
estas variables aunque en nuestro trabajo no han
mostrado un alto grado de influencia sobre la
potencia mecánica y su localización en todas las
poblaciones estudiadas, podrían determinar líneas
de investigación que ayuden a comprender con
mayor precisión los factores que afectan a la
producción y localización de potencia mecánica
en los ejercicios de fuerza.
Por otra parte, los resultados de este estudio
contemplan solamente la ejecución de tres o
cuatro ejercicios, que aunque son frecuentemente
utilizados en la mayoría de los entrenamientos de
fuerza, existen otros como la prensa horizontal o
los ejercicios de tracción dorsal, que también son
muy utilizados para el desarrollo de la fuerza
muscular en numerosas poblaciones. Por lo tanto,
su valoración hubiera sido de gran importancia
para ampliar los conocimientos acerca de la
producción de potencia mecánica y su
localización en los ejercicios más utilizados para
entrenar la fuerza.
Al tener que ajustarnos a las características de los
entrenamientos diseñados por cada entrenador,
cuando hemos dividido a los grupos para analizar
la influencia de los porcentajes de peso utilizados
en cada entrenamiento, sobre la localización de
los niveles más altos de potencia, no hemos
podido estandarizar las características
antropométricas o los niveles de fuerza máxima,
los cuales fueron muy diferentes entre los dos
grupos comparados. De este modo, los resultados
obtenidos pueden estar influenciados por la falta
de control de las variables mencionadas.
En este estudio, hemos presentado el análisis
correlacional y la comparación de los resultados
de los sujetos más fuertes (+F) y menos fuertes (-
F), considerando los tres test realizados en los
diferentes momentos de la temporada, agrupando
los datos de forma conjunta (sin diferenciar los
obtenidos en el test 1, de los del test 2 o del test
3). De este modo, no hemos podido identificar
variaciones en los coeficientes de correlación
entre las variables independientes, como la 1 MR
o el peso corporal, sobre la potencia mecánica o
su localización, así como tampoco si la
localización de la potencia se modifica entre los
sujetos más fuertes y menos fuertes desde el inicio
de la temporada hasta el final.
Por lo tanto, en nuestro estudio no podemos
determinar si existen variaciones en el grado de
influencia de las variables correlacionadas entre
los diferentes momentos de la temporada.
Aunque durante la discusión hemos presentado un
análisis de la relación entre el porcentaje de la 1
MR y la potencia mecánica, no hemos analizado
los resultados de las comparaciones entre las
potencias obtenidas en cada rango porcentual, lo
cual hubiera permitido analizar las diferencias
entre los distintos momentos, ejercicios o
poblaciones. Este análisis, que consideramos de
gran importancia, constituye una línea de
investigación más orientada a comprobar los
efectos de los diferentes métodos o sistemas de
entrenamiento que como se ha mencionado no fue
incluida en los objetivos específicos de nuestra
investigación.
Tampoco hemos calculado el índice de potencia
media mencionado por Izquierdo y col (2002)
para obtener un valor de referencia global sobre la
capacidad de alcanzar altos niveles de potencia
mecánica en cada ejercicio en los diferentes
porcentajes evaluados durante el test progresivo.
Esto se debe a la metodología aplicada en nuestro
test, ya que a diferencia de la aplicada por
Izquierdo y col (2002) en donde se determinaba el
nivel de la 1 MR y posteriormente se realizaba un
test progresivo utilizando porcentajes concretos
que eran iguales para todos los sujetos, en nuestro
caso hemos aplicado directamente el test
progresivo partiendo de una predicción subjetiva
del nivel de la 1 MR que podía alcanzar cada
sujeto al finalizar el test y por lo tanto, no todos
los sujetos realizan las series con los mismos
porcentajes. Así, aunque los esfuerzos se
localizaron en zonas similares, los distintos
niveles de rendimiento observados entre las
diferentes poblaciones, podrían causar diferencias
importantes que a nuestro entender invalidarían la
aplicación del índice de potencia media. De todas
formas, si se analizara a cada sujeto de forma
individual y se comparasen sólo a aquellos que
han utilizado exactamente los mismos porcentajes
de peso en los tres test realizados en cada uno de
los ejercicios durante el estudio, la determinación
del índice de potencia constituiría un dato de gran
interés para analizar la evolución del rendimiento
(Izquierdo et al., 2002).
Para determinar los porcentajes de peso en donde
se manifiestan los valores más altos de potencia,
en este estudio hemos realizado un análisis de los
valores medios y de desviación típica. No
obstante, como hemos visto durante la discusión,
este tipo de análisis no siempre ofrece una visión
real de la ubicación de esta variable. Aunque su
localización exacta constituye una labor muy
compleja, no sólo en cuanto al modo de analizar
los datos, sino especialmente por la metodología
de valoración, ya que todavía no existen criterios
uniformes acerca de cual sería la más adecuada,
para obtener una información fiable de la potencia
mecánica y su localización (Crewther et al.,
2005). Este factor es una de las limitaciones más
importantes del estudio, ya que es posible que en
muchos casos los valores más altos de potencia se
sitúen en un rango intermedio de pesos el cual no
halla sido evaluado. Por este motivo, algunos
estudios han optado por determinar los valores
más altos de potencia utilizando relaciones
matemáticas desarrolladas a partir de los valores
de fuerza y velocidad (Rahmani et al., 2002;
Siegel et al., 2002; Toji & Kaneko, 2004).
Con el objetivo de ceñirnos exclusivamente al
análisis de la potencia mecánica y a su relación
con los pesos movilizados, en nuestro estudio no
hemos analizado el comportamiento de la
velocidad de movimiento, que constituye una
variable de gran interés e influencia sobre los
niveles de potencia alcanzados en cada ejercicio,
especialmente cuando se intenta asociar la fuerza
aplicada en los ejercicios de entrenamiento, con la
velocidad a la cual ésta se desarrolla en las
acciones específicas de cada deporte o actividad
(Crewther et al., 2005; Cronin & Sleivert, 2005).
En nuestro estudio, no hemos realizado un análisis
para validar la exactitud de las fórmulas de
regresión desarrolladas para predecir la máxima
potencia media o pico en los diferentes ejercicios
evaluados. Este análisis, suele realizarse
seleccionando una parte de la muestra de los
sujetos estudiados, cuyos datos no son utilizados
para desarrollar la fórmula de predicción. En
éstos, primero se aplica la fórmula y
posteriormente se compara el valor obtenido con
el alcanzado en el test específico (en nuestro caso
el test progresivo) (Heyward & Stolarczyk, 1996).
FUTURAS LINEAS DE INVESTIGACION
El estado actual de las investigaciones, en donde
se relaciona el rendimiento de fuerza y de
potencia mecánica en los ejercicios con
resistencias, invita a definir y validar las
metodologías de trabajo más fiables, pero al
mismo tiempo accesibles para que sus resultados
puedan ser transferidos y utilizados por otros
investigadores, entrenadores y deportistas en
diferentes momentos, y con distintas poblaciones,
ya que la gran diversidad de métodos hasta ahora
utilizados hace muy difícil establecer parámetros
que puedan compararse entre sí (Cronin &
Sleivert, 2005; Dugan et al., 2004; Kawamori &
Haff, 2004; Sleivert & Taingahue, 2004). En este
estudio, hemos intentado definir tanto el
dispositivo utilizado como los procedimientos
desarrollados para determinar los niveles de
fuerza y potencia en cada uno de los ejercicios
evaluados.
Una vez definidos estos aspectos metodológicos,
creemos que sería de gran interés continuar
profundizando en esta área del conocimiento
considerando las siguientes líneas de
investigación:
1. Determinar el alcance real de los valores de
potencia máxima, distinguiendo entre la
potencia media producida en un rango de
movimiento, el pico máximo alcanzado en las
diferentes fases de cada ejercicio y sus grados
de influencia con el rendimiento en diferentes
acciones deportivas (Cronin & Sleivert, 2005).
2. Determinar la relación entre la potencia
producida y los porcentajes de peso respecto
al valor de la 1 MR, en un amplio espectro de
pesos, y en otros ejercicios diferentes a los
realizados en este estudio (Cronin & Sleivert,
2005; Dugan et al., 2004).
3. Determinar la relación entre la potencia
mecánica y los porcentajes de peso utilizados
a lo largo de programas de entrenamiento a
largo plazo (varios años, y en diferentes etapas
de la vida deportiva de los sujetos) (Sleivert &
Taingahue, 2004).
4. Estudiar los efectos de diferentes
metodologías de entrenamiento, planes
periodizados o no periodizados, sobre la
potencia y su localización, en los ejercicios
que más afecten el rendimiento y en diferentes
especialidades deportivas.
5. Estudiar las fluctuaciones de la potencia
mecánica y su localización en sujetos
pertenecientes a otras disciplinas deportivas
(diferentes a las de nuestro estudio), y
especialmente en personas no deportistas,
cuyo entrenamiento esta destinado a mejorar
la salud y calidad de vida, ya que creemos que
la utilidad más importante de la zona de
máxima eficiencia mecánica radica
fundamentalmente en delimitar el rango de
pesos en donde se pueda entrenar con altas
velocidades de movimiento, reduciendo el
riesgo de lesión y al mismo tiempo
estimulando adaptaciones que atenúen la
pérdida de eficiencia funcional, la atrofia de
las fibras rápidas y la disminución del
rendimiento que se produce con el avance de
la edad (Hakkinen, 2002a, 2002b; Izquierdo et
al., 2001; Macaluso & De Vito, 2004;
Newton, Häkikinen et al., 2002; Surakka,
2005).
6. Para comprobar realmente la utilidad de la
zona de máxima eficiencia mecánica es
importante desarrollar proyectos en los cuales
se contemplen la comparación de
entrenamientos a largo plazo, desarrollados
exclusivamente dentro de esta zona de
máxima eficiencia mecánica, con otros en
donde se utilicen pesos superiores o inferiores,
analizando las mejoras en el rendimiento, así
como las posibilidades de inducir daños o
alteraciones músculo esqueléticas, en
deportistas y en la población general.
7. Estudiar la evolución de las zonas en donde de
manifiestan los valores más altos de potencia
con relación a la edad, para observar si esta
puede modificarse por efecto del
 entrenamiento, el crecimiento o ambos
factores.
8. Investigar la relación entre la velocidad de
movimiento y la producción de potencia
mecánica en los ejercicios de fuerza, de modo
que podamos establecer, no sólo los pesos,
sino también las velocidades con las que se
realizan los ejercicios con la mayor potencia
mecánica.
9. Con el objetivo de determinar la precisión de
las fórmulas de regresión desarrolladas en
nuestro trabajo, es necesario realizar estudios
de validación, en donde se empleen
poblaciones similares.
CONCLUSIONES
En función de los resultados obtenidos y del
análisis realizado en la discusión de los mismos,
las conclusiones de este estudio son:
PRIMERA: Los pesos en donde se manifiestan
los valores más altos de potencia media y pico, en
el press de banca plano con barra libre, tienden a
localizarse en una zona comprendida entre el 31%
y el 60% mientras que en el press de hombros con
barra de pie, se encuentran situados en un rango
ligeramente superior, comprendido entre el 61% y
el 70% del nivel de la 1 MR. De todos modos,
esta localización puede variar por la influencia de
los niveles de fuerza máxima o las características
específicas del entrenamiento desarrollado por
cada sujeto, ya que estos factores pueden afectar a
la modalidad de ejecución de los ejercicios
mencionados.
SEGUNDA: Los pesos en donde se manifiestan
los valores más altos de potencia media y pico, en
la sentadilla paralela con barra libre, tienden a
localizarse en una zona muy amplia, comprendida
entre el 31% y el 70% de la 1 MR. Ahora bien,
esta localización puede variar por la metodología
de evaluación y la consideración del peso corporal
como parte de la resistencia movilizada, que
tiende a desplazar a los pesos en donde se
manifiestan las potencias más altas hacia la zona
inferior (cercana al peso corporal).
TERCERA: Los pesos en donde se manifiestan
los valores más altos de potencia media y pico en
cargada en un tiempo se localizan por encima del
70% de la 1 MR. Aunque esta localización puede
verse ligeramente afectada por las mejoras en la
técnica de ejecución de este ejercicio que tienden
a desplazarla hacia los pesos más altos cercanos al
100% de la 1 MR.
CUARTA: Los porcentajes de peso en donde se
alcanzan los mayores valores de potencia
mecánica media y pico, están altamente
determinados por la estructura mecánica de los
ejercicios, especialmente cuando se comparan
movimientos ejecutados con acción de empuje
con los realizados en forma secuencial. Hora bien,
estas diferencias son menos pronunciadas al
comparar ejercicios de tren superior e inferior
ejecutados por medio de acciones de empuje, ya
que en este caso las diferencias encontradas en
nuestro estudio, se deben fundamentalmente a la
influencia de factores metodológicos, como la
inclusión del peso corporal como parte de la
resistencia movilizada en los ejercicios realizados
con el tren inferior.
QUINTA: En press de banca plano y sentadilla
paralela con barra libre las escasas diferencias
encontradas respecto a los porcentajes de peso en
donde se alcanzan los mayores valores de
potencia media o pico, se producen
fundamentalmente por la influencia de los niveles
de fuerza máxima, siendo menos importante la
modalidad del entrenamiento desarrollado o la
especialidad deportiva.
SEXTA: En la cargada en un tiempo no se
observan diferencias significativas en los pesos en
donde se manifiestan los valores más altos de
potencia media o pico entre las diferentes grupos
de deportistas evaluados. En este tipo de ejercicios
las mejoras del rendimiento dependen en gran
medida de la técnica de ejecución, que se
acompaña de un incremento de los pesos
absolutos en donde se logran las potencias más
altas, que en algunos casos pueden asociarse a un
ligero incremento de los porcentajes de peso en
donde éstas se localizan.
SEPTIMA: Aunque las modificaciones en los
porcentajes de peso en donde se logran los valores
más altos de potencia media o pico, en la mayoría
de los casos no alcanzan una amplitud como para
determinar diferencias estadísticamente
significativas, las tendencias observadas al
comparar los tres tests realizados durante el ciclo
de entrenamiento indican que:
• En los ejercicios de cadena cinética cerrada
con acción de empuje, como el press de banca,
el press de hombros o la sentadilla paralela,
ejecutados con barra libre, a medida que la
fuerza se incrementa los porcentajes de peso
en donde se manifiestan los valores más altos
de potencia media y pico tienden a reducirse,
mientras que los pesos absolutos (kg) se
 mantienen o aumentan ligeramente, si las
mejoras en la fuerza máxima son muy
elevadas.
• En los ejercicios de cadena cinética cerrada
con acción secuencial, como la cargada en un
tiempo, a medida que la fuerza se incrementa,
los porcentajes de peso en donde se
manifiestan los valores más altos de potencia
media o pico tienden a subir, mientras que los
pesos absolutos (kg) se incrementan.
OCTAVA: Los resultados de nuestro estudio,
indican que no existe una influencia significativa
de los porcentajes de peso utilizados durante los
entrenamientos sobre la localización de los
valores más altos de potencia media o pico
observados a lo largo de una temporada. Ahora
bien, el grupo que entrenó con pesos más ligeros
muestra una tendencia a incrementar más
específicamente la velocidad y potencia de
movimiento junto a una reducción significativa de
los porcentajes de peso en donde se localizan los
valores más altos de potencia pico en el press de
banca, y a aumentar tanto la localización de la
potencia media como la pico en la sentadilla
paralela.
NOVENA: Las tendencias a modificar la
localización de los pesos en donde se alcanzan los
valores más altos de potencia mecánica (media o
pico), manifestadas por los grupos de deportistas
estudiados, nos indica que tal vez esta variable
necesite periodos más prolongados para
manifestar cambios estadísticamente
significativos (varios años), o posiblemente que
estos se produzcan con mayor rapidez en sujetos
menos entrenados o con menores niveles de
fuerza, como los de las jugadores de sóftbol de la
población 11. Si esto es así, el control de la
localización de los porcentajes de peso en donde
se localizan las potencias más elevadas,
constituiría una variable de gran importancia para
observar las adaptaciones a largo plazo que
indiquen la orientación específica de los
entrenamientos desarrollados.
DECIMA: En todos los ejercicios estudiados y en
la mayoría de las poblaciones evaluadas, la fuerza
máxima absoluta muestra una relación moderada
o muy alta con la potencia mecánica media o pico,
aunque no siempre es la variable con el grado de
influencia más elevado. En algunos casos, la
consideración del rendimiento en función del peso
corporal incrementa la importancia de la fuerza
por kilogramo de peso, mientras que en los
ejercicios ejecutados en dirección vertical, como
la sentadilla, aumenta la influencia del peso
corporal y en la cargada en un tiempo la estatura.
No obstante, existen otras variables, como la
velocidad de movimiento y la técnica de
ejecución, que también pueden ejercer una
influencia importante sobre los niveles de
potencia mecánica lograda en los ejercicios de
fuerza.
UNDECIMA: Salvo algunas excepciones, en
ninguno de los ejercicios estudiados se han
determinado variables que muestren un alto grado
de influencia sobre los porcentajes de peso en
donde se localizan los valores más altos de
potencia media o pico.
DECIMOSEGUNDA: En el press de banca y la
sentadilla paralela los sujetos que muestran los
niveles más altos de fuerza (absoluta o por kg de
peso corporal) tienden a localizar los valores más
altos de potencia (media y pico) en porcentajes
inferiores.
Ahora bien, el modo de ejecución de cada
ejercicio, influido por el tipo de entrenamiento
específico, puede modificar este comportamiento
e incluso invertirlo.
DECIMOTERCERA: En la cargada en un tiempo
parece que el nivel de fuerza máxima (absoluta o
por kg de peso corporal) no afecta
significativamente a los porcentajes de peso en
donde se localizan los valores más altos de
potencia, media o pico.
DECIMOCUARTA: los valores de fuerza
máxima absoluta y por kg de peso corporal
presentados en las tablas de percentiles son
coherentes con los publicados por otros autores y
otras poblaciones de deportistas. Los valores de
máxima potencia media o pico obtenidos
constituyen datos de referencia que caracterizan el
rendimiento de las diferentes poblaciones
analizadas en este estudio, y que a su vez pueden
constituir un punto de partida para otros
entrenadores o investigadores que empleen una
metodología similar a la aplicada en el presente
trabajo.
DECIMOQUINTA: Los niveles de potencia
máxima media, y en algunos casos también de la
potencia pico, en los ejercicios de fuerza pueden
ser establecidos, aunque no exclusivamente, en
función de los valores de la 1 MR absoluta y por
kg de peso corporal. Ahora bien, determinados
parámetros antropométricos como el peso
corporal y la estatura serían importantes para
estimar la potencia mecánica de los ejercicios de
tren inferior ejecutados en dirección vertical como
la sentadilla paralela.
GLOSARIO
Alométrico: Relación entre el ritmo de
crecimiento de una o más partes corporales con
otra parte o todo el cuerpo. Estas relaciones
pueden ser explicadas por medio de ecuaciones
llamadas alométricas en donde se comparan las
funciones entre individuos que posean diferentes
tamaños corporales.
Cinemática: Se refiere al estudio de la
descripción de los movimientos. Describe el
espacio y el tiempo en donde se realizan las
acciones.
Cinética: Se refiere al estudio de las causas que
originan los movimientos y a los objetivos con
que se realizan.
Hertzio: unidad de frecuencia que mide el
número de impulsos eléctricos por segundo.
Potencia media: Valor medio de potencia
mecánica producido a lo largo de un movimiento
completo que resulta del promedio de todos los
valores de potencia obtenidos en cada fase o
instante del ejercicio.
Potencia pico: Valor más alto de potencia
mecánica, respecto de todos los valores obtenidos
en cada instante del movimiento o ejercicio
realizado.
Motoneurona α: célula nerviosa compuesta por
un cuerpo celular o soma, procesos especiales
llamados dendritas y el axón.
Unidad Motora: Unidad compuesta por una
motoneurona y las fibras musculares inervadas
por esta.
Tetano: Nivel máximo de tensión al que puede
llegar una fibra muscular por medio de la fusión
de varias excitaciones de menor magnitud, que se
suceden muy rápidamente.
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 ANEXOS
Anexo 1
Certificado de fiabilidad del dispositivo utilizado en las valoraciones de fuerza.
 Anexo 2

Nombre y Apellidos

Sexo

Edad

Deporte o especialidad deportiva

Indique brevemente cuales son los objetivos que desea conseguir durante este año por medio de la práctica o
entrenamiento de la actividad deportiva que realiza
 Cuestionario 1

Determinación del nivel de rendimiento aplicado a los entrenamientos de fuerza: (Adaptado de Earle y
Baechle, 2004; Naclerio, 2005)

1. ¿Realizo alguna vez entrenamiento de fuerza con resistencias?.

2. ¿Realiza actualmente algún tipo de entrenamiento de fuerza con pesos o resistencias? (Si actualmente no
esta entrenando pero lo ha hecho y ha interrumpido el entrenamiento desde no más de 4 semanas,
considere la respuesta como afirmativa)

Sólo si la respuesta anterior es afirmativa, continué contestando el resto del cuestionario.

3. ¿Cuanto tiempo hace que realiza entrenamiento de fuerza con resistencias de forma sistemática?

Menos de 6 meses.

Más de 6 meses a 8 meses.

Más de 8 meses a 12 meses.

Más de 1 año.

Más de 1 y menos de 2 años.

Más de 2 años.

4. ¿Cual es su frecuencia semanal de entrenamiento de fuerza?

5. ¿Con que dificultad considera usted que realiza sus entrenamientos de fuerza?

Muy baja

Media

Muy alta

Extrema

6. ¿Que tipos de ejercicios realiza habitualmente en sus entrenamientos?

a) Marque solo una de las tres alternativas siguientes:

-Sólo máquinas.

-Utilizó pesos libres y máquinas.

-Sólo pesos libres.

b) Marque solo una de las tres alternativas siguientes:
-Realiza ejercicios solo del tren superior.

-Realiza ejercicios solo del tren inferior.

-Realiza ejercicios con todas partes del cuerpo.

Suma de puntos………………………………………………………………………………………..

Clasificación……………………………………………………………………………………………..

Interpretación de la calificación

• 0 punto: Novicio sin adaptación al entrenamiento de fuerza.

• 0.5 puntos: Sujeto que conoce el entrenamiento de fuerza pero en el momento de la evaluación no esta
adaptado al mismo.
• 1 punto: Sujeto que realiza actualmente entrenamiento de fuerza, pero el tiempo que Lleva entrenando
no es suficiente como para haber causado adaptaciones significativas a nivel orgánico funcional.
• 1.5 puntos: Sujeto que realiza actualmente entrenamiento de fuerza pero la exigencia de los
entrenamientos desarrollados puede que no sea la suficiente como para haber significativas a nivel
orgánico funcional.
• 2 a 2.5 puntos: Sujeto que realiza actualmente entrenamiento de fuerza pero la exigencia y el tiempo
dedicado puede que no sea la suficiente como para haber significativas a nivel orgánico funcional.
• 3 puntos: Sujeto que realiza actualmente entrenamiento de fuerza, con una exigencia que supuestamente
es suficiente como causar adaptaciones funcionales significativas.
• Más de 3 puntos: Sujeto adaptado al entrenamiento de fuerza con resistencias.

Interpretación de las respuestas y puntuación por pregunta

• Pregunta 1. Si es negativa, anula el cuestionario y la puntuación es 0, si es afirmativa, le otorga 0.5

puntos y puede seguir respondiendo el resto del cuestionario.
• Pregunta 2. Si es negativa, anula el resto del cuestionario y la puntuación total es 0.5, pero si es
afirmativa, le otorga 0.5 puntos más (acumula 1 punto) y puede seguir contestando el resto del
cuestionario.
• Pregunta 3.

a) Menos de 6 meses = 0 punto

b) Más de 6 meses a 8 meses = 0.5 punto
c) Más de 8 meses a 12 meses = 1 puntos
d) Más de 1 año = 1.5
e) Más de 1 y menos de 2 años = 2 puntos
f) Más de 2 años = 2.5 puntos

• Pregunta 4.

o 1 = 0 punto
o 2 = 1 punto
o 3 = 1.5 puntos
o Más de 3 = 2 puntos
• Pregunta 5.

o Muy baja = 0, punto

o Media = 1, punto
o Muy alta = 1.5, punto
o Extrema = 2, puntos

• Pregunta 6.

o -Sólo máquinas. = 0
o -Utilizó peso libre y máquinas. = 1
o -Solo peso libre. = 1.5
o -Realiza ejercicios solo del tren superior = 0.5
o -Realiza ejercicios solo del tren inferior = 0.5
o -Realiza ejercicios con todas partes del cuerpo = 1

Notas:

Los sujetos que no alcanzaban un mínimo de 3 puntos eran excluíos de la muestra de estudio.

Los sujetos que alcanzaban la puntuación mínima de 3 puntos, eran citados para completar el cuestionario
2.

Cuestionario 2

Organización del entrenamiento realizado con anterioridad al inicio del estudio.

1. ¿Cuantas veces por semana realiza actividad física?

2. ¿Cuantas veces por semana hace entrenamiento de fuerza con resistencias (pesos libres, máquinas u otro
medio)?

3. ¿Que cantidad de ejercicios de fuerza realizar en cada sesión?

4. ¿Que otro tipo de entrenamiento realiza por semana? (Indique el tipo de actividad, el grado de dificultad
que usted considera que desarrolla y la frecuencia semanal con que la entrena)
 Anexo 3

Nombre y Apellidos: Edad:

Deporte o especialidad deportiva que usted entrena en este momento:

1. Indique brevemente cuales son los objetivos que desea conseguir durante este año en los
deportistas que entrena:

Objetivos generales o principales de la presente temporada:

Objetivo secundario de la presente temporada:

2. ¿Con que frecuencia semanal se entrenarán los sujetos de su grupo de deportistas?

3. ¿Que capacidades físicas entrenará específicamente durante el ciclo de entrenamiento?

a. Fuerza, utilizando pesos libres, máquinas u otros medios:

b. Resistencia aeróbica.

Utilizará:

Carrera en campo de hierba

Carrera en superficie dura

Carrera en tierra

Carrera en cinta deslizante

Carrera en otra superficie

Bicicleta

Otras.

c. Velocidad cíclica.

d. Deporte específico.
4. Con que frecuencia semanal (en promedio) entrenara cada una de las capacidades señaladas en el
ítem anterior?

5. Esta dispuesto a utilizar como medio habitual de entrenamiento de fuerza con resistencias los
siguientes ejercicios?

Press de banca plano con barra libre.

Sentadilla paralela con barra libre.

Cargada en 1 tiempo.

6. En el caso de no haber señalado alguno de los anteriores, puede proponer alguno ejercicio similar?
 Anexo 4

Kg loc PM Test 1 Test 2 Test 3

Media 36.87 37.23 37.43
Desv tip. 14.24 14.51 14.59
* p < 0.05

Kg loc PP Test 1 Test 2 Test 3

Media 34.23 33.75 34.29
Desv tip. 14.03 16.19 14.28
* p < 0.05
Valores medios y de desviación típica de los pesos (kg) en donde se alcanzan los valores más altos de potencia media (kg loc PM) y
pico (kg loc PP) en press de banca plano con barra libre en cada uno de los tres test realizados a lo largo del estudio, analizando la
muestra de forma conjunta.

Kg loc PM Test 1 Test 2 Test 3

Media 92.82 94.92 98.39
Desv tip. 22.78 26.10 20.64
* p < 0.05

Kg loc PP Test 1 Test 2 Test 3

Media 93.45 94.59 103.30
Desv tip. 23.71 35.37 27.87*
p < 0.05, respecto al test 1.
Valores medios y de desviación típica de los pesos (kg) en donde se alcanzan los valores más altos de potencia media (kg loc PM) y
pico (kg loc PP) en sentadilla paralela con barra libre en cada uno de los tres test realizados a lo largo del estudio, analizando la
muestra de forma conjunta.

Kg loc PM Test 1 Test 2 Test 3

Media 56.43 58.69 63.97*
Desv tip. 14.41 13.68 14.87
* p < 0.05, respecto al test 1.

Kg loc PP Test 1 Test 2 Test 3

Media 59.23 55.45 58.69
Desv tip. 79.40 15.01 20.02
* p < 0.05
Valores medios y de desviación típica de los pesos (kg) en donde se expresan los valores más altos de potencia media (kg
loc PM) y pico (kg loc PP) en cargada en un tiempo en cada uno de los tres test realizados a lo largo del estudio, analizando la
muestra de forma conjunta.

Kg loc PM Test 1 Test 2 Test 3

Media 19.00 18.00 21.00
Desv tip. 2.58 3.50 4.08

Kg loc PP Test 1 Test 2 Test 3

Media 19.75 24.95 21.00
Desv tip. 3.95 16.28 4.08
Valores medios y de desviación típica de los pesos (kg) en donde se expresan los valores más altos de potencia media (kg loc PM) y
pico (kg loc PP) en press de hombros (solo realizado por la población 7 de mujeres jugadoras de voley de cuba), en cada uno de los
tres test realizados a lo largo del estudio.
 Anexo 5

Grupo 1: poblaciones 1 a 6, entrenamiento con pesos > 70% de la 1 MR

Variación ∆% ∆% ∆%
Variables 2≠1 3≠2 3≠1
1 MR abs 2.8% 2.1% 5.0%
1 MR kp 2.5% 2.5% 5.1%
PM 2.3% 6.0% 8.4%
PM kp 1.7% 6.6% 8.5%
PP 3.8% 5.2% 9.2%
PP kp 3.8% 5.1% 9.1%
loc % PM 1.9% -5.5% -3.7%
Loc % PP 0.5% -4.9% -4.4%
** p < 0.01, * p < 0.05. ∆ %: Porcentajes de modificación, 2 ≠ 1: comparación de los datos del test 2 respecto a los del 1,
3 ≠ 2: comparación de los datos del test 3 respecto a los del 2, 3 ≠ 1: comparación de los datos del test 3 respecto a los del 1.
Variaciones en las variables comparadas entre los tres test realizados en press de banca plano.
Grupo 1 (poblaciones 1 a 6) entrenamiento con pesos > 70% de la 1 MR.

Variación ∆% ∆% ∆%
Variables 2≠1 3≠2 3≠1
1 MR abs 2.2% 2.9% 5.2%
1 MR kp 1.8% 3.1% 5.0%
PM 0.6% 1.9% 2.4%
PM kp 0.6% 2.1% 2.7%
PP 2.2% 3.4% 5.6%
PP kp 2.4% 3.1% 5.5%
loc % PM -1.0% -2.6% -3.6%
Loc % PP 2.9% -0.9% 2.0%
** p < 0.01, * p < 0.05. ∆ %: Porcentajes de modificación, 2 ≠ 1: comparación de los datos del test 2 respecto a los del 1,
3 ≠ 2: comparación de los datos del test 3 respecto a los del 2, 3 ≠ 1: comparación de los datos del test 3 respecto a los del 1.
Variaciones en las variables comparadas entre los tres test realizados en sentadilla paralela.
Grupo 1 (poblaciones 1 a 6) entrenamiento con pesos > 70% de la 1 MR.

Variación ∆% ∆% ∆%
Variables 2≠1 3≠2 3≠1
1 MR abs 4.1% 3.3% 7.6%ª
1 MR kp 3.3% 4.6% 8.1%*
PM 8.4% 1.3% 9.8%
∆% ∆% ∆% 10.1%
2≠1 3≠2 3≠1 -4.5%
PP kp 18.7% -17.6% -2.2%
loc % PM -3.7% 11.5% 7.3%
Loc % PP -2.7% 7.7% 4.8%
** p < 0.01, * p < 0.05, ª tendencias no significativa p = 0.083. ∆ %: Porcentajes de modificación,
2 ≠ 1: comparación de los datos del test 2 respecto a los del 1, 3 ≠ 2: comparación de los datos del test
3 respecto a los del 2, 3 ≠ 1: comparación de los datos del test 3 respecto a los del 1.
Variaciones en las variables comparadas entre los tres test realizados en cargada en un tiempo.
Grupo 1 (poblaciones 1 a 6) entrenamiento con pesos > 70% de la 1 MR.

Grupo 2: poblaciones 7 a 12, entrenamiento con pesos < 70% de la 1 MR

 Variación ∆% ∆% ∆%
Variables 2≠1 3≠2 3≠1
1 MR abs 2.8% 3.6% 6.5%
1 MR kp 0.0% 3.3% 3.3%
PM 2.9% 11.9% 15.2%
PM kp 0.6% 11.1% 11.8%
PP 27.7% 5.7% 34.9%
PP kp 24.9% 2.9% 28.5%
loc % PM -7.7% 2.1% -5.8%
Loc % PP -6.5% 0.0% -6.5%
** p < 0.01, * p < 0.05. ∆ %: Porcentajes de modificación, 2 ≠ 1: comparación de los datos del test
2 respecto a los del 1, 3 ≠ 2: comparación de los datos del test 3 respecto a los del 2, 3 ≠ 1:
comparación de los datos del test 3 respecto a los del 1.
Variaciones en las variables comparadas entre los tres test realizados en press de banca plano.
Grupo 2 (poblaciones 7 a 12) entrenamiento con pesos < 70% de la 1 MR.

Variación ∆% ∆% ∆%
Variables 2≠1 3≠2 3≠1
1 MR abs 5.6% 3.3% 9.1%
1 MR kp 2.8% 1.4% 4.2%
PM 5.3% 6.0% 11.6%ª
PM kp 2.4% 3.9% 6.4%
PP 15.8%* 5.1% 21.7%*
PP kp 13.0%* 2.9% 16.2%**
loc % PM 1.6% -1.6% 0.0%
Loc % PP 1.5% 1.5% 3.1%
** p < 0.01, * p < 0.05, ª tendencias no significativa p = 0.097. ∆ %: Porcentajes de modificación,
2 ≠ 1: comparación de los datos del test 2 respecto a los del 1, 3 ≠ 2: comparación de los datos del test 3 respecto a los del 2,
3 ≠ 1: comparación de los datos del test 3 respecto a los del 1.
Variaciones en las variables comparadas entre los tres test realizados en sentadilla paralela.
Grupo 2 (poblaciones 1 a 6) entrenamiento con pesos < 70% de la 1 MR.

Variación ∆% ∆% ∆%
Variables 2≠1 3≠2 3≠1
1 MR abs 4.1%* 3.3%ª 7.6%*
1 MR kp 3.3% 4.6%ª 8.1%*
PM 8.4% 1.3% 9.8%
PM kp 7.0%* 2.8% 10.1%
PP 20.3% -20.7% -4.5%
PP kp 18.7% -17.6% -2.2%
loc % PM -3.7% 11.5% 7.3%
Loc % PP -2.7% 7.7%* 4.8%
** p < 0.01, * p < 0.05, ª, tendencias no significativas p < 0.10. ∆ %: Porcentajes de modificación, 2 ≠ 1:
comparación de los datos del test 2 respecto a los del 1, 3 ≠ 2: comparación de los datos del test 3 respecto a los del
2, 3 ≠ 1: comparación de los datos del test 3 respecto a los del 1.
Variaciones en las variables comparadas entre los tres test realizados en cargada en un tiempo.
Grupo 2 (población 9) entrenamiento con pesos > 70% de la 1 MR.
 Anexo 6

En este anexo, se comparan de los valores de potencia media y pico (absolutas y por kilogramo de peso
corporal entre los sujetos clasificados en un grupo menos fuerte (-F) y el más fuerte (+F), según los dos
criterios considerados en el estudio (1 MR absoluta y por kilogramo de peso corporal).

• En primer lugar, se muestran las tablas clasificando a los sujetos por sexo.
• En segundo lugar, se muestran las tablas por población.

Resultados por sexo

Comparación de los valores de potencia en los dos grupos (-F) y (+F) según el criterio de la 1 MR
absoluta.

Variables PM PM kp PP PP kp
Varones -FM +FM -FM +FM -FM +FM -FM +FM
** ** **
Media 358.1 5.3 691.0 10.3
502.1 6.5 896.7 11.5
Desv. Tip. 87.7 122.0 1.3 1.4 674.8 334.7 9.7 4.1
Mujeres -FM +FM -FM +FM -FM +FM -FM +FM
** ** ** **
Media 179.6 3.2 269.1 4.8
235.3 4.1 376.5 6.5
Desv. Tip. 29.9 46.2 0.5 0.8 47.5 110.9 0.7 1.8
* p< 0.05, ** p< 0.01, diferencias significativas respecto al grupo menos fuerte (-F).
Comparación de los valores medios y de desviación de los resultados obtenidos en el ejercicio de press de banca plano, según sexo y
nivel de la 1 MR absoluta
-F: Grupo menos fuerte 1 MR < 82 kg en varones (n = 118) y 40 kg en mujeres (n = 31).
+F: Grupo más fuerte 1 MR > 82 kg en varones (n = 134) y 40 kg en mujeres (n = 35).

PM PM kp PP PP kp
Varones -FM +FM -FM +FM -FM +FM -FM +FM
** ª ** **
Media 1122.8 16.7 2206.7 32.6
1371.9 17.5 2965.7 37.8
Desv. Tip. 246.9 269.0 4.0 3.2 559.8 732.9 7.9 8.6
Mujeres +FM -FM +FM -FM +FM -FM +FM -FM
** b ** **
Media 884.5 16.2 1701.6 31.1
1039.8 17.0 2041.6 33.4
Desv. Tip. 135.6 210.7 1.7 3.2 419.7 557.0 6.3 8.7
* p< 0.05, ** p< 0.01, diferencias significativas respecto al grupo menos fuerte (-F),
ª tendencia no significativa p = 0.099, b tendencias no significativa p = 0.090.
Comparación de los valores medios y de desviación de los resultados obtenidos en el ejercicio de sentadilla paralela, según sexo y
nivel de la 1 MR absoluta
-F: Grupo menos fuerte 1 MR < 179 kg en varones (n = 112) y 40 kg en mujeres (n = 42).
+F: Grupo más fuerte 1 MR > 179 kg en varones (n = 110) y 40 kg en mujeres (n = 60).

PM PM kp PP PP kp
Varones -FM +FM -FM +FM -FM +FM -FM +FM
** ** ** **
Media 666.6 9.3 1574.0 22.0
907.1 11.5 2159.0 27.3
Desv. Tip. 132.6 220.0 2.2 2.6 614.3 1526.5 8.8 18.4
* p< 0.05, ** p< 0.01, diferencias significativas respecto al grupo menos fuerte (-F).
Comparación de los valores medios y de desviación de los resultados obtenidos en cargada en un tiempo, según sexo y nivel de la 1
MR absoluta
-F: Grupo menos fuerte 1 MR < 70 kg en varones (n = 77).
+F: Grupo más fuerte 1 MR > 70 kg en varones (n = 97).

Nota: En mujeres no se muestran los valores obtenidos en cargada en un tiempo debido a que, este ejercicio
fue realizado solamente por la población 3 (mujeres, competidoras de fitness) y por lo tanto sus resultados
serán mostrados más adelante.
 Comparación de los valores de potencia en los dos grupos (+F) y (-F) según el criterio de la 1 MR por
kilogramo de peso corporal.

PM PM kp PP PP kp
Varones -FM +FM -FM +FM -FM +FM -FM +FM
** ** *
Media 5.2 715.2 10.2 11.7
367.1 499.1 6.6 881.6
Desv. típ. 91.8 126.65 1.2 1.4 664.5 344.8 9.53 4.2
Mujeres +FM -FM +FM -FM +FM -FM +FM -FM
** ** ** **
Media 191.3 3.3 291.9 4.96
224.85 4.0 356.2 6.3
Desv. típ. 41.2 48.8 0.60 0.82 76.2 112.9 1.1 1.78
* p< 0.05, ** p< 0.01, diferencias significativas respecto al grupo menos fuerte (-F).
Comparación de los valores medios y de desviación de los resultados obtenidos en press de banca plano, según sexo y nivel de la 1
MR por kg. de peso corporal.
-F: Grupo menos fuerte 1 MR kp < 1.15 kg en varones (n = 123) y en mujeres < 0.68 kg (n = 31)
+F: Grupo más fuerte 1 MR kp > 1.15 kg en varones (n = 129) y en mujeres > 0.68 kg (n = 35)

PM PM kp PP PP kp
Varones -FM +FM -FM +FM -FM +FM -FM +FM
Media 1242.5 1248.45 16.9 17.3 2518.1 2633 33.9 36.3
Desv. típ. 299.65 275.4 3.4 3.9 823.45 676.85 8.4 8.8
Mujeres +FM -FM +FM -FM +FM -FM +FM -FM
Media 1008.1 942.3 16.4 16.99 1999.1 1800.2 32.4 32.5
Desv. típ. 180.65 211.6 2.45 2.96 562 479.5 8.0 7.8
* p< 0.05, ** p< 0.01, diferencias significativas respecto al grupo menos fuerte (-F).
Comparación de los valores medios y de desviación de los resultados obtenidos en sentadilla paralela, según sexo y nivel de la 1 MR
por kg. de peso corporal.
-F: Grupo menos fuerte 1 MR kp < 2.44 kg en varones (n = 106) y en mujeres < 2.06 kg (n = 52)
+F: Grupo más fuerte 1 MR kp > 2.44 kg en varones (n = 115) y en mujeres > 2.06 kg (n = 50)

PM PM kp PP PP kp
Varones -FM +FM -FM +FM -FM +FM -FM +FM
** ** ** **
Media 705.05 9.26 1585.9 20.91
892.0 11.7 2200.8 28.8
Desv. típ. 151.2 240.4 1.85 2.7 552.8 1608.2 7.36 19.3
* p< 0.05, ** p< 0.01, diferencias significativas respecto al grupo menos fuerte (-F).
Comparación de los valores medios y de desviación de los resultados obtenidos en cargada en un tiempo según sexo y nivel de la 1
MR por kg. de peso corporal.
-F: Grupo menos fuerte 1 MR kp < 0.94 kg en varones (n = 85).
+F: Grupo más fuerte 1 MR kp > 0.94 kg en varones (n = 88).

Nota: En mujeres no se han mostrado los valores obtenidos en cargada en un tiempo debido a que, este
ejercicio fue realizado solamente por la población 3 (mujeres, competidoras de fitness) y por lo tanto sus
resultados se mostraran más adelante.
 Resultados por población

PM PM kp PP PP kp
Población Estadístico -FM +FM -FM +FM -FM +FM -FM +FM
1 n 25 26 25 26 25 26 25 26
ª *
Media 503.0 6.8 7.2 860.3 11.7 13.9
581.0 1124.4
desv. Tip 161.4 125.4 1.7 1.2 345.1 473.3 3.9 5.4
2 n 12 12 12 12 12 12 12 12
* * *
Media 380.4 4.7 637.1 733.4 7.8
463.6 6.0 9.5
desv. Tip 87.0 81.4 0.9 1.1 157.7 136.0 1.5 1.8
3 n 10 11 10 11 10 11 10 11
* ª ª
Media 199.7 3.6 317.0 5.7 6.9
252.7 4.4 402.1
desv. Tip 26.5 54.0 0.8 1.0 32.8 132.8 1.1 2.3
4 n 18 18 18 18 18 18 18 18
** ** *
Media 402.5 6.1 6.7 621.2 9.5
541.3 873.0 10.8
desv. Tip 55.8 96.7 0.9 1.6 85.8 100.5 1.6 2.0
5 n 11 13 11 13 11 13 11 13
** *
Media 309.5 4.3 4.7 523.1 7.2 10.8
388.0 868.0
desv. Tip 30.4 68.3 0.5 0.8 87.2 491.5 1.1 7.1
6 n 11 13 11 13 11 13 11 13
** **
Media 368.0 5.3 5.9 619.7 9.0 11.0
464.0 863.6
desv. Tip 98.0 53.2 1.3 0.5 190.0 152.9 3.3 1.4
7β n 7 23 7 23 7 23 7 23
** * * **
Media 106.0 1.7 158.6 2.6
146.8 2.6 212.7 3.8
desv. Tip 24.1 34.7 0.4 1.2 41.4 34.6 0.6 1.7
8 n 14 22 14 22 14 22 14 22
** **
Media 321.5 5.5 624.9 964.5 10.8 14.1
455.4 6.8
desv. Tip 57.1 92.6 0.7 1.1 283.6 1115.3 5.0 14.9
9 n 18 18 18 18 18 18 18 18
** ** **
Media 275.8 4.1 484.4 7.2 9.3
455.0 5.8 738.4
desv. Tip 72.1 92.5 1.2 1.1 91.8 179.9 1.6 1.9
10 N 10 11 10 11 10 11 10 11
*
Media 351.8 5.8 6.5 1190.6 785.7 19.2 11.3
456.2
desv. Tip 48.7 138.5 0.5 1.7 1477.4 296.5 22.0 4.0
11 n 12 12 12 12 12 12 12 12
** ** ** **
Media 168.5 2.9 251.8 4.4
229.0 3.8 390.1 6.4
desv. Tip 37.1 47.7 0.6 0.7 61.7 128.8 0.8 2.0
12 n 10 11 10 11 10 11 10 11
* * *
Media 184.5 3.5 3.8 267.0 5.0
218.9 323.0 5.6
desv. Tip 22.4 40.8 0.3 0.7 24.1 67.2 0.5 0.8
+F, grupo más fuerte; -F grupo menos fuerte. * p < 0.05, ** p< 0.01, diferencias significativas, ª tendencias a
la significación, p < 0.10, respecto al grupo menos fuerte (+F). 1. Opositores a bomberos, 2. Opositores a policía, 3
Mujeres, competidoras de fitness, 4. Varones, judokas de competición, 5 Varones, con entrenamiento recreativo en
fuerza y resistencia, 6. Varones, competidores de fitness, 7. Mujeres, jugadoras de voley de 1º división, Cuba. 8.
Varones, jugadores de béisbol, categoría 14 a 17 años, Cuba. 9. Varones, boxeadores o taekwondístas, 10. Varones,
practicantes de lucha libre y grecoromana, categoría 14 a 17 años, Cuba. 11. Mujeres, jugadoras de sóftbol de 1º
división, Cuba. 12. Mujeres, practicantes de taekwondo, categoría 14 a 16 años, Cuba. β, la población 7 ha realizado el
ejercicio de press de hombros con barra libre.
Media y desviación típica en press de banca plano según la 1MR absoluta
PM PM kp PP PP kp
Población -FM +FM -FM +FM -FM +FM -FM +FM
 1 N 21 27 21 27 21 27 21 27
* *
Media 1231.2 17.1 17.2 2738.0 38.4 40.2
1372.0 3215.3
desv. Tip 223.1 189.8 2.6 1.9 647.3 918.2 9.9 10.2
2 N 8 10 8 10 8 10 8 10
Media 1276.3 1232.1 15.3 16.1 2789.7 2627.1 33.3 34.3
desv. Tip 190.2 179.5 2.3 2.4 686.3 173.3 7.3 2.8
3 N 9 12 9 12 9 12 9 12
*
Media 852.5 962.1 15.8 15.9 1980.8 36.5 29.9
1799.7
desv. Tip 108.4 189.3 2.3 2.5 425.9 392.4 7.0 6.6
4 N 16 17 16 17 16 17 16 17
** ª ** **
Media 1167.7 16.8 2261.8 32.5
1457.8 18.6 3204.9 40.8
desv. Tip 180.0 258.8 2.2 2.9 485.4 801.6 6.2 9.1
5 N 14 13 14 13 14 13 14 13
ª
Media 1103.0 14.9 16.3 2245.6 2429.0 30.5 30.1
1332.8
desv. Tip 180.7 417.6 2.8 4.0 423.9 556.7 6.8 6.6
6 N 12 12 12 12 12 12 12 12
** ª ** **
Media 963.0 13.9 1848.9 26.6
1329.3 16.4 3105.7 38.4
desv. Tip 233.1 330.0 3.4 3.6 613.8 791.7 8.8 8.8
7 N 14 10 14 10 14 10 14 10
** **
Media 1053.5 17.2 2343.2 2265.0 38.0 36.9
1278.4 20.8
desv. Tip 139.7 217.5 1.9 3.3 544.2 307.2 7.1 5.9
8 N 15 15 15 15 15 15 15 15
** **
Media 1164.2 19.1 20.7 2064.6 33.6 34.9
1496.4 2516.8
desv. Tip 177.4 326.2 3.5 4.6 347.5 454.3 4.4 6.1
9 N 11 13 11 13 11 13 11 13
Media 990.3 1115.0 14.8 14.6 2215.1 2695.4 33.1 35.4
desv. Tip 266.7 359.7 4.3 3.7 491.9 888.6 7.8 10.5
10 N 9 9 9 9 9 9 9 9
** *
Media 1088.5 19.7 21.3 1960.2 35.1 37.0
1377.5 2395.8
desv. Tip 175.6 165.3 1.7 3.5 498.6 350.5 5.4 6.4
11 N 12 15 12 15 12 15 12 15
Media 899.0 1029.5 15.8 17.3 1709.9 1935.8 29.9 32.5
desv. Tip 155.0 190.2 2.1 3.0 555.8 668.8 8.0 11.2
12 N 15 15 15 15 15 15 15 15
** **
Media 805.5 15.9 15.6 1461.2 28.9 29.5
964.8 1840.6
desv. Tip 87.1 128.9 1.6 1.9 289.8 382.6 5.6 3.9
+ F, grupo más fuerte; - F grupo menos fuerte. * p < 0.05, ** p< 0.01, diferencias significativas, ª tendencias a
la significación, p < 0.10, respecto al grupo menos fuerte (+ F), 1. Opositores a bomberos, 2. Opositores a policía, 3
Mujeres, competidoras de fitness, 4. Varones, judokas de competición, 5 Varones, con entrenamiento recreativo en
fuerza y resistencia, 6. Varones, competidores de fitness, 7. Mujeres, jugadoras de voley de 1º división, Cuba. 8.
Varones, jugadores de béisbol, categoría 14 a 17 años, Cuba. 9. Varones, boxeadores o taekwondístas, 10. Varones,
practicantes de lucha libre y grecoromana, categoría 14 a 17 años, Cuba. 11. Mujeres, jugadoras de sóftbol de 1º
división, Cuba. 12. Mujeres, practicantes de taekwondo, categoría 14 a 16 años, Cuba.
Media y desviación típica en sentadilla paralela según la 1 MR absoluta.

PM PM kp PP PP kp
Población -FM +FM -FM +FM -FM +FM -FM +FM
1 N 15 24 15 24 15 24 15 24
 *
Media 747.8 10.5 11.1 1733.1 1722.7 24.3 21.6
887.2
desv. Tip 114.4 216.8 1.6 2.6 535.9 405.7 7.4 5.6
2 N 11 13 11 13 11 13 11 13
* * * *
Media 643.8 8.0 1329.2 16.5
762.6 9.8 1708.8 22.1
desv. Tip 83.9 146.9 1.5 1.6 221.3 509.9 2.8 7.0
3 N 7 8 7 8 7 8 7 8
Media 496.0 490.3 9.5 8.1 1191.2 1309.2 22.9 21.7
desv. Tip 101.3 121.3 1.6 2.2 371.9 303.4 6.6 5.3
4 N 10 11 10 11 10 11 10 11
** *
Media 706.3 9.9 1509.8 2430.0 21.0 30.9
1035.4 13.0
desv. Tip 84.8 231.3 1.6 3.6 463.5 2153.0 5.3 28.9
5 N 13 14 13 14 13 14 13 14
Media 704.9 849.6 9.6 10.5 1987.1 2139.6 27.1 26.8
desv. Tip 192.3 194.3 2.8 2.1 1037.7 952.7 14.7 12.6
6 N 11 13 11 13 11 13 11 13
* **
Media 736.6 11.2 11.6 1611.9 24.8 25.6
923.0 2038.1
desv. Tip 173.5 109.2 2.9 1.4 269.9 405.4 6.3 4.5
9 N 21 18 21 18 21 18 21 18
** ** * *
Media 608.5 8.7 1398.6 20.1
967.9 12.4 3068.1 38.2
desv. Tip 116.7 320.4 1.8 3.2 448.9 2809.3 6.3 31.9
+ F, grupo más fuerte; - F grupo menos fuerte. * p < 0.05, ** p< 0.01, diferencias significativas respecto al
grupo menos fuerte (+ F), 1. Opositores a bomberos, 2. Opositores a policía, 3 Mujeres, competidoras de fitness, 4.
Varones, judokas de competición, 5 Varones, con entrenamiento recreativo en fuerza y resistencia, 6. Varones,
competidores de fitness, 9. Varones, boxeadores o taekwondístas.
Media y desviación típica en cargada en un tiempo según la 1 MR absoluta.

PM PM kp PP PP kp
Población estadístico -FM +FM -FM +FM -FM +FM -FM +FM
1 N 22 29 22 29 22 29 22 29
Media 536.6 547.4 6.9 7.1 924.1 1048.8 11.8 13.5
 desv. Típ. 185.6 115.1 1.9 1.1 400.4 454.6 4.2 5.2
2 N 12 12 12 12 12 12 12 12
* * *
Media 380.4 4.7 637.1 733.4 7.8
463.6 6.0 9.5
desv. Típ. 87.0 81.4 0.9 1.1 157.7 136.0 1.5 1.8
3 N 10 11 10 11 10 11 10 11
** ** * *
Media 195.9 3.3 314.4 5.3
256.2 4.6 404.5 7.3
desv. Típ. 23.6 51.2 0.5 0.9 29.2 131.8 0.7 2.2
4 n 19 17 19 17 19 17 19 17
** ** ** **
Media 422.1 5.6 666.1 8.8
527.6 7.3 837.6 11.6
desv. Típ. 80.0 103.0 0.9 1.2 134.2 132.2 1.1 1.4
5 n 11 13 11 13 11 13 11 13
Media 339.4 362.7 4.5 4.5 645.1 764.8 8.6 9.6
desv. Típ. 51.6 77.5 0.6 0.8 262.9 492.3 3.1 7.0
6 n 9 15 9 15 9 15 9 15
ª
Media 412.1 424.7 5.3 5.8 697.8 784.2 8.9
10.7
desv. Típ. 97.8 87.7 1.0 1.0 237.1 189.8 2.5 2.4
7β n 11 19 11 19 11 19 11 19
** ** ** **
Media 113.8 1.8 172.1 2.8
150.9 2.5 216.3 3.6
desv. Típ. 30.7 33.3 0.4 0.5 49.7 28.0 0.7 0.5
8 n 16 20 16 20 16 20 16 20
Media 374.0 426.8 5.9 6.6 681.6 953.1 11.0 14.3
desv. Típ. 113.2 91.5 1.1 1.1 278.0 1177.4 4.7 15.6
9 n 16 20 16 20 16 20 16 20
** ** ** *
Media 289.6 4.2 507.5 7.4
426.0 5.5 694.5 9.0
desv. Típ. 79.1 117.8 1.2 1.3 108.5 203.5 1.7 2.0
10 n 10 11 10 11 10 11 10 11
* ª
Media 352.5 5.7 1198.2 778.8 19.1 11.4
455.5 6.7
desv. Típ. 48.2 139.2 0.7 1.6 1473.9 301.7 22.1 3.9
11 n 12 12 12 12 12 12 12 12
* ** ** **
Media 172.5 2.9 258.7 4.4
225.0 3.8 383.2 6.4
desv. Típ. 38.9 51.3 0.6 0.7 62.1 136.1 0.8 2.0
12 n 10 11 10 11 10 11 10 11
Media 208.7 196.8 3.5 3.8 315.5 278.9 5.3 5.4
desv. Típ. 45.0 28.9 0.5 0.6 77.6 23.6 0.9 0.5
- F grupo menos fuerte, + F, grupo más fuerte. *p < 0.05, **p< 0.01, diferencias significativas, ª tendencias p <
0.10, respecto al grupo más fuerte (+ F). β la población 7 ha realizado el ejercicio de press de hombros con barra, 1.
Opositores a bomberos, 2. Opositores a policía, 3 Mujeres, competidoras de fitness, 4. Varones, judokas de
competición, 5 Varones, con entrenamiento recreativo en fuerza y resistencia, 6. Varones, competidores de fitness, 7.
Mujeres, jugadoras de voley de 1º división, Cuba. 8. Varones, jugadores de béisbol, categoría 14 a 17 años, Cuba. 9.
Varones, boxeadores o taekwondístas, 10. Varones, practicantes de lucha libre y grecoromana, categoría 14 a 17 años,
Cuba. 11. Mujeres, jugadoras de sóftbol de 1º división, Cuba. 12. Mujeres, practicantes de taekwondo, categoría 14 a
16 años, Cuba.
Media y desviación típica en press de banca plano según la 1 MR por kg. de peso corporal.

PM PM kp PP PP kp
Población estadístico -FM +FM -FM +FM -FM +FM -FM +FM
1 N 22 26 22 26 22 26 22 26
Media 1367.3 ª 17.3 17.1 3156.2 2879.8 39.6 39.2
 1262.3
desv. Típ. 264.8 150.0 2.5 2.1 1057.0 587.1 11.0 9.3
2 N 7 11 7 11 7 11 7 11
Media 1257.4 1248.2 14.6 16.4 2832.1 2614.9 32.8 34.5
desv. Típ. 164.9 197.1 1.7 2.4 681.1 264.5 7.3 3.3
3 N 10 11 10 11 10 11 10 11
ª ª
Media 910.8 919.1 16.0 15.7 2042.1 36.0
1727.5 29.8
desv. Típ. 170.8 169.5 2.3 2.6 471.9 281.2 7.5 6.3
4 N 15 18 15 18 15 18 15 18
** *
Media 1314.7 16.4 18.9 2717.5 33.5 39.5
1319.2 2772.8
desv. Típ. 313.6 226.8 2.1 2.7 865.4 790.9 6.2 9.8
5 N 13 14 13 14 13 14 13 14
Media 1203.4 1223.2 15.3 15.9 2274.4 2389.2 29.4 31.2
desv. Típ. 445.1 194.7 4.3 2.5 494.1 501.0 5.8 7.3
6 N 11 13 11 13 11 13 11 13
Media 1077.1 1204.6 13.7 16.4 2339.5 2593.9 29.5 35.0
desv. Típ. 361.4 315.9 3.9 3.1 1195.7 697.3 13.7 6.4
7 N 12 12 12 12 12 12 12 12
ª **
Media 1069.4 16.9 2421.6 2199.7 38.4 36.8
1225.1 20.4
desv. Típ. 176.3 210.4 2.0 3.1 552.8 313.1 7.2 5.9
8 N 15 15 15 15 15 15 15 15
Media 1263.1 1397.5 18.8 21.1 2291.5 2289.9 34.1 34.4
desv. Típ. 224.0 370.3 2.5 5.1 326.7 574.4 4.2 6.3
9 N 11 13 11 13 11 13 11 13
Media 1044.0 1069.6 14.9 14.6 2262.1 2655.6 32.2 36.2
desv. Típ. 329.7 324.8 4.7 3.2 659.0 816.7 9.4 9.0
10 N 8 10 8 10 8 10 8 10
Media 1172.4 1281.5 19.3 21.4 2226.7 2139.0 36.6 35.7
desv. Típ. 205.7 233.8 1.8 3.2 517.6 461.4 5.6 6.3
11 N 12 15 12 15 12 15 12 15
* ª
Media 936.8 999.2 15.2 1712.5 1933.8 27.6
17.8 34.3
desv. Típ. 139.9 214.3 2.0 2.7 547.5 674.9 8.0 10.4
12 N 14 16 14 16 14 16 14 16
** ª
Media 918.5 855.9 14.9 1796.8 28.9 29.5
16.5 1523.2
desv. Típ. 160.4 105.0 1.6 1.6 454.3 266.2 4.5 5.1
- F grupo menos fuerte, + F, grupo más fuerte. *p < 0.05, **p< 0.01, diferencias significativas, ª tendencias p <
0.10, respecto al grupo más fuerte (+ F). β la población 7 ha realizado el ejercicio de press de hombros con barra, 1.
Opositores a bomberos, 2. Opositores a policía, 3 Mujeres, competidoras de fitness, 4. Varones, judokas de
competición, 5 Varones, con entrenamiento recreativo en fuerza y resistencia, 6. Varones, competidores de fitness, 7.
Mujeres, jugadoras de voley de 1º división, Cuba. 8. Varones, jugadores de béisbol, categoría 14 a 17 años, Cuba. 9.
Varones, boxeadores o taekwondístas, 10. Varones, practicantes de lucha libre y grecoromana, categoría 14 a 17 años,
Cuba. 11. Mujeres, jugadoras de sóftbol de 1º división, Cuba. 12. Mujeres, practicantes de taekwondo, categoría 14 a
16 años, Cuba.
Media y desviación típica en sentadilla paralela según la 1 MR por kg. de peso corporal.

PM PM kp PP PP kp
Población Estadístico -FM +FM -FM +FM -FM +FM -FM +FM
1 N 19 20 19 20 19 20 19 20
Media 766.9 * 9.9 * 1705.7 1746.7 22.3 22.9
 896.9 11.7
desv. Típ. 125.6 228.8 1.3 2.6 532.9 375.5 7.5 5.4
2 N 10 14 10 14 10 14 10 14
ª ** ª *
Media 651.3 748.7 7.9 9.8 1369.5 1652.9 16.5 21.7
desv. Típ. 118.5 133.5 1.5 1.5 231.7 520.1 3.0 6.9
3 N 7 8 7 8 7 8 7 8
Media 501.9 485.1 9.2 8.4 1293.8 1219.4 23.5 21.2
desv. Típ. 97.1 123.6 1.9 2.1 323.1 354.4 5.9 5.8
4 N 10 11 10 11 10 11 10 11
** **
Media 724.4 1018.9 9.2 13.6 1525.8 2415.4 19.4 32.3
desv. Típ. 111.4 245.1 1.5 2.9 471.2 2158.2 5.8 28.2
5 N 14 13 14 13 14 13 14 13
*
Media 705.7 860.0 9.6 10.6 1827.5 2323.3 24.9 29.2
desv. Típ. 187.0 195.9 2.7 2.1 788.8 1123.0 11.3 15.5
6 N 11 13 11 13 11 13 11 13
* ª **
Media 792.0 876.2 10.4 12.3 1680.4 1980.0 22.2 27.8
desv. Típ. 209.5 119.1 2.3 1.7 323.1 428.5 2.9 5.6
9 N 19 20 19 20 19 20 19 20
* ** ª ª
Media 667.6 875.9 9.0 11.7 1573.7 2734.8 21.3 35.2
desv. Típ. 189.0 340.6 2.1 3.4 581.8 2771.9 7.3 31.1
- F grupo menos fuerte, + F, grupo más fuerte. *p < 0.05, **p< 0.01, diferencias significativas, ª tendencias p <
0.10, respecto al grupo más fuerte (+ F). β la población 7 ha realizado el ejercicio de press de hombros con barra, 1.
Opositores a bomberos, 2. Opositores a policía, 3 Mujeres, competidoras de fitness, 4. Varones, judokas de
competición, 5 Varones, con entrenamiento recreativo en fuerza y resistencia, 6. Varones, competidores de fitness, 7.
Mujeres, jugadoras de voley de 1º división, Cuba. 8. Varones, jugadores de béisbol, categoría 14 a 17 años, Cuba. 9.
Varones, boxeadores o taekwondístas, 10. Varones, practicantes de lucha libre y grecoromana, categoría 14 a 17 años,
Cuba. 11. Mujeres, jugadoras de sóftbol de 1º división, Cuba. 12. Mujeres, practicantes de taekwondo, categoría 14 a
16 años, Cuba.
Media y desviación típica en cargada en un tiempo según la 1 MR por kg. de peso corporal.