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Existen dos tipos de intervenciones sobre hueso: osteotomías y artrodesis. Las osteotomías
persiguen dos objetivos: reorientar los extremos articulares para ganar congruencia articular y
realinear la extremidad para mejorar la aprehensión o el apoyo.
Las artrodesis simplifican los movimientos para facilitar la acción tendinosa o evitan movimientos
parásitos debido a la parálisis o a una transferencia tendinosa. Los principios del tratamiento cuando
se actúa sobre el hueso mediante osteotomías son los mismos que cuando se hace sobre tejidos
blandos: Dotar a la articulación de la mayor congruencia y arco de movimiento posible para que ni
degenere ni se luxe, ni tan siquiera se provoque una compresión excéntrica con pinzamiento y
tiempo después artrosis.
La edad límite para pasar de las intervenciones tendinosas a las óseas depende del grado de
afectación neurológica, de la retracción tendinosa y de la localización anatómica, sin embrago, aun
con grandes variaciones individuales, se suele acercar a la edad de 8 años.
El aumento de la ante versión femoral descrito en los pacientes afectados por parálisis cerebral
infantil, puede provocar alteraciones en segmentos anatómicos vecinos. Han sido descritos el
aumento de la inclinación anterior de la pelvis en un intento de cubrir la cabeza femoral, o la
disminución del pico de flexión en la rodilla durante el periodo oscilante.
La primera descripción de esta técnica, fue realizada por Osgood e inicialmente, se empleó en la
poliomielitis. Posteriormente, se recogió la experiencia obtenida en los tratamientos de pacientes
con mielomeningocele, artrogriposis y hemofilia.
La técnica permite una reducción del momento flexor en la rodilla de los isquiosurales y facilita la
función de éstos cómo extensores de cadera. Al realizarse la corrección fuera del vértice de la
deformidad en el plano sagital, la translación a posterior del fragmento distal resulta aconsejable
para ajustar el eje anatómico y mecánico en el plano sagital. Como inconvenientes se han señalado:
1º La corrección de la deformidad articular se realiza en una zona alejada del vértice de la
deformidad real.
2º La incongruencia articular que la parte más convexa en la zona posterior de los cóndilos
femorales, puede generar, al no coincidir con la forma existente en los platillos tibiales.
3º La pérdida del rango de flexión en los mismos grados que la extensión conseguida en la rodilla.
4º La posibilidad de recidivas en edades precoces.
Su uso principal está en la reducción de la flexa de rodilla presentada en los niños con PCI que
tienden a una marcha agazapada.
Para que el pie pueda proporcionar un fulcro estable bajo la cabeza de los metatarsianos, se necesita
que la articulación tibioperoneoastragalina, de Chopart y de Lisfranc permanezcan alineadas en los
diferentes momentos de la fase de apoyo. Las técnicas más frecuentemente utilizadas en la
corrección quirúrgica del pie plano son:
La corrección del pié equino plano valgo neurológico se puede lograr con éxito en la mayoría de los
casos con la Osteotomía de Evans. Este procedimiento consiste en el alargamiento del calcáneo a
través de una osteotomía lateral interponiendo un injerto óseo para lograr alinear el antepié con el
retropié, evitando artrodesis articulaciones. Sin embargo, esta cirugía tiende a no ser tan efectiva
en casos más severos donde puede ser necesario una artrodesis para estabilizar el mediopié. La
fijación que recomendamos es la artrodesis talonavicular ya que corrige la alineación e inestabilidad
de esta enartrosis. Son frecuentes los problemas en la consolidación de la artrodesis talonavicular
por lo que puede ser necesario la utilización de dos o tres tornillos para estabilizarla.
De esta manera se restituye el acortamiento de la columna lateral que existe con el abductor del
antepie. Por lo general esto sirve para el tratamiento del valgo de retropié.
5. Artrodesis talonavicular:
Esta técnica se emplea cuando la pérdida del arco plantar no puede corregirse a la manipulación .Al
resecar las superficies del astrágalo y del escafoides se permite llevar a flexión plantar el medio pie
,consiguiendo reconstruir la bóveda plantar .La síntesis de tornillos canulados a compresión,
disminuye el riesgo de pseudoartrosis .Tras la consolidación ,el pie recupera la estabilidad que
requiere para ejercer como una palanca y ofrece la colocación adecuada de las cabezas de los
metatarsianos para que actúen como fulcro.