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Manifestaciones clínicas:
Picores, hormigueos y dolor que puede llegar a
ser extremo, todo ello en la zona del nervio
afectado, donde aparecerá la erupción cutánea.
Este dolor puede presentar múltiples
características, como punzante, urente,
picante... y se suele desarrollar en brotes agudos y exacerbaciones
El virus de la varicela-
zoster es un miembro del
grupo de los herpesvirus.
La partícula viral (virión) tiene
un diámetro de 150–200 nm
y consta de una cubierta
lipídica con espículas de
glucoproteínas y una
nucleocápside que engloba al
ADN de doble cadena, como
material genético.
Los individuos con herpes zoster también pueden transmitir el virus a partir de las secreciones
respiratorias, pese a que se piensa que el periodo de infectividad es mucho más corto. Si un
adulto que no ha tenido varicela se expone al virus del herpes zoster, por lo general presentará
un caso severo de varicela en lugar de herpes.
Cuando se reactiva, se disemina por el mismo nervio por donde llegó al ganglio
de la raíz dorsal, causando primero dolor o quemazón intensa. La erupción
típica aparece a los dos o tres días, después
de que el virus llega a la piel.
Tratamiento.
El herpes zoster usualmente desaparece en dos o tres semanas y muy rara vez
reaparece. Si éste involucra nervios motores puede causar parálisis temporal o
permanente de los nervios involucrados. La neuralgia puede persistir por años,
particularmente si el nervio trigémino resultó afectado.
Observación: Con la publicación de este artículo no pretendemos revisar
exhaustivamente las manifestaciones clínicas, complicaciones y
tratamiento del herpes zoster, sólo dar una visión general acerca del
tema!.
Grose C. Varicella-zoster virus infections. In: Oski FA et al., eds. Principles and practice
of pediatrics. 3rd edn. Philadelphia: JB Lippincott Company, 1994: 1332-6.
CDC. Prevention of varicella. Morb Mortal Wkly Rep 1996; 45 (RR-11): 1-36.
http://www.zonaverde.net/solanumnigrum.htm
http://www.worldwidevaccines.com/public/diseas/var9_sp.asp
Terapias complementarias
Algunas opciones terapéuticas como las enzimas digestivas eran utilizadas antes de la era de los
antivirales. Las enzimas pancreáticas fueron una opción terapéutica en diversos países, y se llevaron a
cabo múltiples investigación. Un ensayo clínico multicéntrico a gran escala ha demostrado
recientemente resultados prometedores. Los resultados de otro ensayo clínico apoyan la idea de que
la terapia enzimática oral es beneficiosa en pacientes que además tienen patologías con un aumento
de la producción de factor de crecimiento tumoral-beta (β-TGF). Por otro lado, se ha encontrado un
aumento de los niveles de β-TGF en pacientes con VVZ.
Por otra parte, dado que el dolor es la manifestación que más se teme de este problema, para su
control pueden administrarse analgésicos de diversas graduaciones, mismos que deberán ser
prescritos por el médico tratante; así, cuando es de poca intensidad, puede administrarse ibuprofeno,
de ser moderado se recomienda amitriptilina o nortriptilina (antidepresivos que aumentan la
transmisión nerviosa del cerebro) y en casos severos analgésicos narcóticos como la codeína o la
metadona.
El intenso dolor provocado por el HZ es un dolor distinto del dolor que habitualmente conocemos
(dolor nociceptivo, que es por ejemplo el dolor que tenemos cuando nos pegamos en un brazo), el
dolor del HZ es de tipo neuropático, secundario al daño de estructuras nerviosas y que en ocasiones
se caracteriza por ser muy intenso, eléctrico o quemante y que no responde o responde muy poco a
los analgésicos o AINE que todos conocemos. Para este tipo de dolor sirven otro tipo de fármacos, en
su mayoría Anticonvulsivantes como Carbamazepina, la Oxcarbazepina, Gabapentina y Pregabalina y
Antidepresivos como la Amitriptilina y la Duloxetina los que pueden ser utilizados solos o combinados.
Pese a lo anterior, el dolor sigue siendo motivo de investigación por parte de la Ciencia. En el intento
por bloquearlo se ha descubierto que los nervios que se inflaman por efecto del virus herpes zoster
producen glutamato, sustancia química que invade células cercanas a las que transmiten señales de
dolor que son enviadas al cerebro. Este hecho las vuelve demasiado sensibles, lo cual explica por qué
los enfermos pueden sentir gran dolor incluso cuando la piel se toca ligeramente.
En nuestros días existen medicamentos que pueden bloquear los sitios donde se recibe el glutamato,
y parece ser que brinda buenos resultados. A su vez, ciertos estudios han demostrado que aplicando
la vacuna de la varicela a las personas mayores aumenta el tipo de inmunidad necesario para
bloquear el virus.
Otros medicamentos en estudio son parches que contienen el anestésico lidocaína o capsaicína
(sustancia que se obtiene del chile) que se colocan directamente en la zona del dolor con resultados
alentadores.
Tal vez este sea el momento de revisar la cartilla de vacunación propia y la de todos los miembros de
su familia, pues es la forma más simple de protegerse del embate de este peligroso virus.
Profilaxis
En relación con la prevención, ya existen algunas moléculas que dan esperanzas sobre una posible
futura solución.
Zostavax ® es una vacuna desarrollada por Merck & Co., cuya eficacia ha sido demostrada para
prevenir el 50% de los casos de herpes zóster en un estudio con 38,000 pacientes. En el mismo
estudio, también redujo la neuralgia post-herpética en dos tercios.2 Sin embargo, previamente al
desarrollo de la vacuna se conocía el hecho de que los adultos podían recibir inmunidad natural a
través del contacto con niños con varicela (lo cual ayudó a disminuir la reactivación de herpes zóster).
La eficacia de la vacuna en sí misma depende de mecanismos exógenos de activación. Por lo tanto, la
disminución de casos de varicela está disminuye a su vez la efectividad de la vacuna.
Por otro lado, aunque hacen falta mejores y más amplios estudios para determinar la certeza de la
siguiente información, podemos anotar que hay indicios de que la ingesta de micronutrientes, como
vitaminas antioxidantes (vitamina A, C, E) o la vitamina B, así como el consumo de fruta fresca,
pueden reducir el riesgo de padecer herpes zóster. Un estudio en el que un grupo de pacientes
tomaban menos de una ración diaria de fruta mostraron un riesgo tres veces mayor de zóster que el
grupo que consumía más de tres raciones diarias. Este efecto fue visible también para personas
mayores de 60 años. Otro estudio reciente evaluó los efectos de dos tipos de comportamentales, el
Tai Chi y la educación sanitaria, en adultos sanos. Éstos, tras 16 semanas de intervención, eran
vacunados con Varivax ® (una variante atenuada de la vacuna desarrollada por Oka/Merck). El
resultado fue una demostración significativa de la eficacia del Tai Chi (sobre todo en combinación de
la vacuna) sobre el método educacional. Hay, probablemente, relación con la relajación, consecuente
disminución del stress, y, por tanto, mantenimiento del activo normal del sistema inmunológico, con
estas actividades, cuya efectividad todavía requiere de mayores estudios clínicos.