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Universidad Distrital Francisco José de Caldas

Facultad de Ciencias y Educación

Licenciatura en Humanidades y Lengua Castellana

Problemas Fundamentales de la Ética

Emma Valentina Fernández Sánchez – 20191260084

¿Qué es la buena voluntad para Kant?

En el texto se evidencia que Kant habla de algo que no puede ser otra cosa que algo
bueno, de algo que necesariamente es bueno por sí mismo y, por tanto, sin
consideración alguna hacia algo externo a sí mismo. Ahora, si vemos esto desde la
perspectiva actual, este no sería el sentido normal que aplicaríamos a las cosas que
consideramos buenas. Así, por ejemplo, podemos decir que un medicamento es bueno
no porque éste sea bueno en sí mismo, sino por los efectos que produce, es decir, si sana
a alguien que está enfermo. En este sentido, la buena voluntad lo es en virtud de su
propio valor en esencia y no por los efectos que puede llegar a producir. Por ejemplo,
alguien podría pensar que la voluntad es buena, porque ayuda a llevar a cabo acciones
que podrían producir la felicidad de alguien. Para Kant, la buena voluntad es buena en sí
misma, y no porque sea causa de buenas acciones que pueden producir en uno la
sensación de satisfacción de ser bueno o feliz.

Según Kant, nuestra conciencia moral, nos indica cuáles son nuestros deberes, y si nos
apoyamos en ella, podemos orientar hacia ellos nuestras conductas y entonces nuestra
voluntad será buena. Si llevamos a cabo un acto bueno inclinados por las emociones o
los intereses propios, será una voluntad catalogada por Kant, como neutra. Será buena
voluntad cuando responda claramente al cumplimiento de un deber. Un ejemplo de
buena voluntad podría ser el de imponerme: “Tengo que ayudar al prójimo”, pero no lo
es la siguiente intención: “Tengo que ayudar al prójimo, si quiero llegar al paraíso”,
pues en este caso la acción es buena en sí, pero se encuentra condicionada por el fin
personal y egoísta. Esto último no es ni mala ni buena voluntad.

Para Kant, la voluntad es la razón práctica, esto hace referencia a la facultad de los
principios que reconocen leyes, adoptan máximas y originan acciones de ellas. Por
consiguiente, la buena voluntad es aquella facultad cuando adopta buenos principios y, a
partir de esto, se propone actuar acordemente. Puede hacerlo cuando necesita reducirse
en orden de realizar la acción, pero también cuando no sea necesario, porque sus buenos
principios están en una eventual armonía con las inclinaciones (deseos empíricos y no-
morales). Solamente quien obra con buena voluntad, dirigida por la razón práctica, y no
por las emociones, podrá ser para Kant, feliz, que es sinónimo de poseer una vida digna.

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