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ANALISIS SENTENCIA T 685/2013

PRESENTADO POR:

ANA VICTORIA JARAMILLO

MAYRA ALEJANDRA MONTENEGRO

JUAN CAMILO TRUJILLO

DOCENTE: NILSON FABIAN CASTELLANOS

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y ARTES

UNIVERSIDAD DEL TOLIMA

IBAGUÉ

2019
SENTENCIA T 685/2013

Corporación: Corte Constitucional

Sentencia de fecha 26 de septiembre de 2013. Expediente No. T-3.872.389

Magistrado Ponente: Luis Guillermo Guerrero Pérez

Demandante: Gabriel Pantaleón Narváez Ricardo

Demandado: Sala Laboral del Tribunal Superior de Cartagena

1. El caso

Gabriel Ricardo Pantaleón Narváez, presento proceso ordinario laboral ante el juzgado
octavo laboral del circuito, promovido contra el instituto de seguros sociales, en primaria
instancia el juzgado octavo resolvió declararse incompetente por falta de jurisdicción y
ordeno remitir el proceso al juzgado administrativo en turno para lo de su competencia.

El demandante apelo la anterior decisión, con la pretensión de que se ordenara continuar el


tramite por la jurisdicción ordinaria, por cuanto su situación encaja en el numeral 4 del
artículo 2 de la ley 712 de 2001, que modifico el artículo 2 del C. P. T. y S. S, que se
enmarca en la ley 71 de 1988, que permite sumar tiempos de servicios cotizados al sector
oficial como en el sector privado para adquirir el derecho a la pensión, el demandante no
solicitaba pensión como empleado público.

La sala laboral del tribunal superior de Cartagena resolvió revocar la providencia del juez
de primera instancia, y en su lugar, absolver al instituto de seguros sociales de las
pretensiones del demandante, decisión que en su parecer vulnero el art 31 de la C.P, pues
siendo apelante único la decisión adoptada fue más gravosa para el, por cuanto el juez de
primera instancia se declaro incompetente por falta de jurisdicción y la sala se extralimito y
produjo un fallo de fondo al absolver la entidad demandada.

Argumentos del demandante: solicitud de la pensión – art 8 del decreto 2709 de 1994 y el
art 7 de la ley 71 de 1998.

Argumentos del tribunal- para el caso del demandante lo previsto en el art 33 de la ley 100
de 1993.

2. Problema jurídico

¿La autoridad judicial vulneró el Derecho fundamental al Debido Proceso y el acceso a la


administración de justicia del accionante?
A fin de solucionar el anterior problema jurídico, la Corte se pronunciará acerca de:

i) la procedencia excepcional de la acción de tutela contra providencias judiciales


ii) la determinación de la jurisdicción como un elemento del derecho al debido proceso
y al acceso a la administración de justicia, cumplido lo cual, pasará a analizar el
caso concreto.

i) “Así, esta Corporación con la finalidad de regular la excepcionalidad de la procedencia


de la acción de tutela contra una decisión judicial estableció unas causales genéricas de
procedibilidad que habilitan la interposición de la demanda de tutela y unas causales
específicas de procedencia que de incurrirse en ellas se ha de amparar el derecho
fundamental al constatarse su efectiva vulneración.”
4. De este modo, se estableció como causales genéricas de procedibilidad las siguientes:
a. La cuestión que se discuta resulte de evidente relevancia constitucional;
b. Se hayan agotado todos los medios -ordinarios y extraordinarios- de defensa
judicial al alcance de la persona afectada, salvo que se trate de evitar la consumación
de un perjuicio ius fundamental irremediable”

5. Y como causales específicas de procedibilidad:

“a. Defecto orgánico, que se presenta cuando el funcionario judicial que profirió la
providencia impugnada, carece, absolutamente, de competencia para ello.
b. Defecto procedimental absoluto, que se origina cuando el juez actuó completamente
al margen del procedimiento establecido.
c. Desconocimiento del precedente, hipótesis que se presenta, por ejemplo, cuando la
Corte Constitucional establece el alcance de un derecho fundamental y el juez
ordinario aplica una ley limitando sustancialmente dicho alcance. En estos casos la
tutela procede como mecanismo para garantizar la eficacia jurídica del contenido
constitucionalmente vinculante del derecho fundamental vulnerado.
d. Violación directa de la Constitución.”

Esta Corporación ha definido de manera excepcional que la acción de tutela es procedente aún
cuando no se presente el recurso de casación en eventos en que:
a) “éste resulta ser una carga desproporcionada dadas las condiciones materiales de
existencia y el asunto a tratar. Así, se consideró procedente la acción de tutela para quienes
pretendían la indexación de la primera mesada pensional otorgada antes de 1991, en razón a
la condición de especial vulnerabilidad en que se encontraban los accionantes y porque el
recurso de casación era ineficaz dado la reiterada negativa a su reconocimiento por parte de
la Sala de Casación Laboral.”
b) “por cuanto frente a la evidente violación de los derechos fundamentales, una decisión de
improcedencia haría que prevaleciera lo formal frente a lo sustancial, desconociendo de este
modo la obligación estatal de garantizar la efectividad de los derechos fundamentales. Este
postulado, es afín con el propósito de la Constitución Política de propender por la prevalencia
del derecho sustancial, que ha sido el fundamento para que en determinados casos
dependiendo de las condiciones especiales del demandante y del asunto a tratar, de manera
excepcional se considere procedente la acción de tutela a pesar de la existencia de otros
mecanismos de defensa judicial, pues la aplicación rígida de la regla de la
improcedencia “causaría un daño de mayor entidad constitucional que el que se derivaría del
desconocimiento del criterio general enunciado”.

Con base en lo expuesto, considera esta Sala que las condiciones especiales del demandante y
el asunto a tratar, y la falta de certeza acerca de la eficacia del recurso de casación, permite
concluir que en este caso no es exigible el requisito de agotar los medios ordinarios de defensa.

3. Solución del problema jurídico:


A través de auto de 07 de octubre de 2011, El juzgado octavo del circuito de Cartagena se
declaró inhibido para resolver de fondo la demanda presentada por el señor Gabriel
Pantaleón Narváez Ricardo, contra Instituto de seguros sociales, por falta de jurisdicción al
considerar que la jurisdicción en la que se debía resolver la demanda debía ser la
jurisdicción administrativa, a la que remitió el expediente.

4. Solución del problema jurídico en segunda instancia:

La parte actora presentó recurso de apelación contra el auto proferido por el juzgado
octavo del circuito de Cartagena. El tribunal superior de Cartagena, sala laboral, en
extralimitación de sus funciones, y desconociendo el derecho al debido proceso, revocó la
decisión de del juzgado octavo del circuito judicial y resolvió absolver a la parte
demandada. El tribunal motivó esta decisión en el art. 33 de la ley 100 de 1993, y sobre su
análisis determinó que el régimen aplicable a los empleados públicos no cobijaba al
demandante

La sala laboral de la corte suprema de justicia rechazó la acción de tutela interpuesta por el
señor Gabriel Pantaleón Narváez Ricardo, contra el tribunal superior de Cartagena, por
considerar que le fue violado su derecho al debido proceso y el derecho al acceso a la
administración de justicia. La sala rechazó la acción por determinar que al no presentar
recurso extraordinario de casación, la parte actora no agotó todos los medios de defensa
judicial y por tanto la tutela era improcedente.

En revisión de acción de tutela, la corte constitucional señala:

1. Que al agotar las etapas procesales e identificada la excepción, el juzgado octavo


del circuito judicial tomó la decisión pertinente teniendo en cuenta que el régimen
aplicable al caso concreto era de los empleados públicos y que por tanto, la
jurisdicción de lo contencioso administrativo debía conocer del proceso.
2. Que contra autos que declaran la falta de jurisdicción o la falta de competencia, no
procede recurso alguno, puesto que esta decisión es una garantía de que el juez
natural conocerá de la situación. El tribunal superior de Cartagena, al revocar el
auto se extralimitó en sus funciones, debido a que los conflictos de competencia
deben ser resueltos por el Consejo Superior de la Judicatura. Además, al proferir
decisión de fondo y negar la mesada pensional, el tribunal ha desconocido derechos
de rango fundamental como lo son el derecho al debido proceso, y el acceso a la
administración de justicia, pues no tenía competencia para proferir la decisión.

3. Al respecto de la jurisdicción señala:


“ Entre las funciones del Estado de Derecho está la de proveer los mecanismos que
permitan la resolución de conflictos, el reconocimiento de derechos y la determinación
de los deberes, esto es, de proveer diversos mecanismos que garanticen la efectividad
de la Constitución y la ley; función que es desarrollada, en términos generales, por los
entes encargados de administrar justicia.”
En concordancia con lo anterior, el Estado debe garantizar el acceso a la administración
de justicia, procurando un juez natural cuyas potestades y obligaciones sean expresas
por la ley. Por ello, se considera la jurisdicción como un elemento fundante del debido
proceso.
“Dentro del marco de la administración de justicia la jurisdicción constituye
un elemento esencial. En términos generales, dicha acepción, la cual proviene del
latín iurisdictio, alude al poder de una autoridad para juzgar, para declarar el
derech, función que, como se vio, es pública y está en cabeza del Estado. Así,
dentro de la organización estatal cada autoridad pública tiene una jurisdicción,
esto es, tiene un marco de competencia en donde está facultada para declarar el
derecho.”

4. Que la acción de tutela es procedente porque:


a. Al negarse la mesada pensional y teniendo en cuenta la edad avanzada del
solicitante, este se encuentra en situación de vulnerabilidad, por tanto, rechazar la
acción de tutela solo causaría un perjuicio mayor.
Además, la corte señala lo siguiente:
Que el recurso extraordinario de casación no es garantía efectiva de defensa
judicial, debido a que en reiteradas ocasiones, la sala de casación laboral negó
mesadas pensionales en casos similares.
La corte resuelve: primero, revocar la decisión del tribunal superior de Cartagena, y
dejar en firma la decisión del juzgado octavo civil del circuito, para que el trámite se
surta en la jurisdicción de lo contencioso administrativo.

5. Tesis relevantes:
1. La procedencia de la acción de tutela contra providencias judiciales. Al respecto la corte
señala:
“la acción de tutela contra providencias judiciales es un instrumento idóneo,
cuando no habiendo otro mecanismo de defensa judicial, o ante la configuración de
un perjuicio irremediable o bajo la consideración de que el medio ordinario es
ineficaz para el caso concreto, éstas son el resultado de una actuación que
desconoce las normas sustanciales y procesales y que podrían llegar a configurar
la violación de derechos fundamentales al debido proceso y al acceso a la
administración de justicia.”
Para efectos de lo anteriormente expuesto, la corte constitucional desarrolla unas
causales genéricas de procedencia y unas causales específicas señaladas en el punto
dos de este análisis.

2. La corte también postula los casos en que la acción de tutela será procedente, incluso si
no se ha cumplido con el requisito de recurso extraordinario de casación, estos casos
son:
“a) éste resulta ser una carga desproporcionada dadas las condiciones materiales
de existencia y el asunto a tratar. Así, se consideró procedente la acción de tutela
para quienes pretendían la indexación de la primera mesada pensional otorgada
antes de 1991, en razón a la condición de especial vulnerabilidad en que se
encontraban los accionantes y porque el recurso de casación era ineficaz dado la
reiterada negativa a su reconocimiento por parte de la Sala de Casación Laboral.
Asimismo se ha considerado que es procedente la demanda de tutela existiendo el
recurso de casación, b) por cuanto frente a la evidente violación de los derechos
fundamentales, una decisión de improcedencia haría que prevaleciera lo formal
frente a lo sustancial, desconociendo de este modo la obligación estatal de
garantizar la efectividad de los derechos fundamentales. Este postulado, es afín con
el propósito de la Constitución Política de propender por la prevalencia del
derecho sustancial, que ha sido el fundamento para que en determinados casos
dependiendo de las condiciones especiales del demandante y del asunto a tratar”

3. La corte también define el derecho al acceso a la administración de justicia, a través de


los artículos de la carta política que lo consagran y agrega: “La administración de
justicia busca la realización del derecho sustancial, para lo cual se sirve de
procedimientos que deben tener la característica de ser adecuados, idóneos y efectivos
para definir las pretensiones y excepciones debatidas. Esta Corporación, ha
considerado que dicho acceso no se limita a la simple existencia de un medio procesal,
sino que exige que el mismo sea realmente idóneo y eficaz”
4. La corte también identifica la falta de jurisdicción y la falta de competencia, apreciando
que la primera surge dentro de diferentes poderes, que están autorizados para juzgar de
acuerdo a su especialidad, como las jurisdicciones propiamente dichas, por ejemplo, la
jurisdicción ordinaria, la jurisdicción constitucional, la jurisdicción de lo contencioso
administrativo. Ergo, la segunda surge entre la misma jurisdicción, es decir, que
dependiendo de la denominación del despacho, la ley establecerá sus potestades y el
alcance de las mismas.
Múltiples pronunciamientos ha tenido la corte respecto de esto, como lo son la
sentencia C-037-96, C-662-04, entre otras.
5. En cuanto a la procedencia de recursos contra los autos que declaran la falta de
competencia o de jurisdicción, la corte es clara en que:
“contra el auto que decide la falta de jurisdicción no es procedente recurso judicial
alguno. En primer lugar, porque así lo mandan las normas que regulan el conflicto de
competencia por falta de competencia, aplicables analógicamente a este supuesto, y en
segundo lugar, porque se estaría atribuyendo a un juez de segunda instancia una
competencia que no tiene, cual es, la de definir la jurisdicción competente para el
conocimiento de un determinado asunto. Así, se ha de ver que en el ordenamiento
procesal civil, aplicable al proceso laboral por remisión del artículo 145, existe norma
especial que regula la adopción de la decisión de falta de competencia y la cual impone
que ante esta situación se debe remitir el expediente al funcionario competente
(artículo 85) y excluye de manera específica la procedencia del recurso de apelación
(numeral 8° del artículo 99 y artículo 148).

6. Salvamento de voto:
El magistrado Luis Guillermo Guerrero Pérez hace su aclaración de voto dejando
expresa su conformidad con la parte resolutoria de la sentencia, pero no comparte el
cuestionamiento que hace la corte respecto del art 357 del entonces código de
procedimiento civil, el cual dispone expresamente que:“cuando se hubiera apelado una
sentencia inhibitoria y la revocare el superior, éste deberá proferir decisión de mérito
aun cuando fuere desfavorable al apelante”.

Para efectos de este distanciamiento, el magistrado considera que la mención de dicho


artículo como fundamento del fallo del tribunal superior de Cartagena no está del todo
incorrecta pues al momento del pronunciamiento el artículo estaba vigente. Sin
embargo, lo que pudo haber objetado el funcionario judicial es la excepción de
inconstitucional, a saber que dicho artículo violaba la carta política.

7. Comentarios en relación con el análisis:


En un sentido amplio, es determinante el fallo de la corte constitucional teniendo en
cuenta que el panorama nacional de los derechos discutidos en el pronunciamiento se
encontraba en un estado de inseguridad jurídica, pues a menudo, eran negados a través
de sentencias que desconocían derechos fundamentales como el acceso a la
administración de justicia y al debido proceso. En este sentido, la corte constitucional
realiza una profunda argumentación acerca de los derechos discutidos y los ampara bajo
unas causales generales y específicas que salvaguardan los intereses de los afectados,
teniendo en cuenta que la reclamación de las mesadas pensionales la hacen personas de
la tercera edad que dependen del reconocimiento de este ingreso para solventar los
gastos de la vejez.

De acuerdo a lo anterior, el no amparo bajo la acción de tutela de los derechos de los


afectados constituiría un perjuicio mayor al que ya recaía sobre los asociados. Por tanto,
consideramos que la decisión de la corte constitucional es acertada en cuanto a brindar
garantías a los reclamantes de mesadas pensionales y en cuanto a que constituye
derroteros para el actuar de los órganos judiciales que conocen de estos casos.

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