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Supone referir a una nueva concepción de entender la institución escolar (en cualquier nivel
educativo), el proceso de enseñar y de aprender, así como la formación del profesorado y el
desarrollo profesional docente. Contreras (1995) señala que es una forma democrática,
cooperativa, transparente y eficaz de investigar y de intervenir en la vida del día a día en
las aulas. Es concebir el aula como laboratorio para develar la complejidad de los
problemas educativos, susceptibles de ser abordados, comprendidos, analizados y
mejorados por el propio cuerpo docente. La investigación-acción es una permanente
reflexión sobre la acción, por lo cual supone un compromiso ético y profesional de
profesores y maestros. No se limita al mero uso de técnicas y procedimientos y lo hace
dentro de un determinado contexto histórico-político y social.
Kurt Lewin, investigador norteamericano que a fines de los años cuarenta estableció una
forma de investigación que debía integrar la experimentación científica con la acción
social (Contreras, 1995). Lewin definió el trabajo de la I-A como un proceso cíclico de
exploración, actuación y valoración de los resultados de esa actuación; como metodología
aportó al campo educativo en general y específicamente al aula. Describe que consiste en el
análisis, la concreción de hechos y la conceptualización de los problemas, para pos-
teriormente planificar programas de acción, ejecutarlos, concretarlos y evaluarlos.
Lewin concibió este tipo de investigación como la emprendida por personas, grupos
o comunidades que llevan a cabo una actividad colectiva en bien de todos, consistente
en una práctica reflexiva social en la que interactúan la teoría y la práctica con miras
a establecer cambios apropiados en la situación estudiada y en la que no hay distinción
entre lo que se investiga, quién investiga y el proceso de investigación (Restrepo,
2005: 159).
I-A trata de resolver un problema práctico, con la incorporación de los participantes del
problema a solucionar, como co-investigadores. La evaluación es el eslabón entre los
resultados de las acciones realizadas y las nuevas que han de emprenderse. Esta espiral de
actividades genera las condicionantes que darán lugar a comunidades de aprendizaje.
Carr y Kemmis entienden estas son comunidades de estudiosos comprometidos a aprender
de los problemas y efectos de su propia acción, así como, a mejorar tal acción en la práctica
(Carr y Kemmis, 1988: 176).
Surge en Gran Bretaña con L. Stenhouse y J. Elliot hacia fines de los años 60 y comienzos
de los 70 del siglo XX. Consideran que los cambios o mejoras se producen a nivel
institucional o áulico. Limitado a la intervención en el nivel microsocial, áulico o
institucional, y por ello carente para establecer mejoras o transformaciones estructurales.
Elliot detecta como dificultad importante que tienen los docentes para llevar a cabo la I-A,
que no pueden implementar los cambios sociales o educativos que estiman como
imprescindibles. La acción del docente se vuelve, por consiguiente, rutinaria, cargada de
hábitos y tradiciones.
En la obra El cambio educativo desde la investigación acción, explica término dilema supone
una situación a resolver, ya que puede interrumpir el proceso de indagación.
Dilemas:
1.Todo docente investigador debe estimular a que los alumnos critiquen su práctica de
enseñar (p. 76). Los jóvenes pueden informar acerca de cómo se ha transitado en el
proceso de aprendizaje de un concepto o cómo podría mejorarse el recurso didáctico
empleado, o bien la evaluación del mismo.
2. Recoger datos. Los profesores investigadores deben tener control y acceso a todos los
datos posibles que actúan en la comprensión del fenómeno que se pretende mejorar.
Supone acceder a las palabras de los padres, documentos, si es necesario, que a veces son
interrumpidos o bloqueados por las jerarquías institucionales. Y muchas veces ni si
quiera la institución posee campo de investigación para la obtención de datos.
El supuesto de que los directores deben controlar el flujo de información entre los
profesores, tanto dentro como fuera de las escuelas, se basa en la aceptación de la
estructura clásica de la autoridad implícita en la cultura tradicional (Elliot, 1990: 86).
Podemos situarlo en el siglo XX, hacia los años 80 al reconceptualizarse como un proceso
de cambio social que se emprende colectivamente. S. Kemmis y W. Carr, filósofos de la
educación representantes de este período, su sustento son los aportes de Habermas. Definen
la I-A como una forma de indagación autorreflexiva que emprenden los participantes en
situaciones sociales, para mejorar la racionalidad y la justicia de sus propias prácticas, así
como el entendimiento de donde ellas tienen lugar (1988: 194).
(…) que se haya planeado como tema, una práctica social considerada como una
forma de acción estratégica, susceptible de mejoramiento; en segundo lugar, que el
proyecto recorra una espiral de bucles de planificación, acción, observación y
reflexión, estando todas estas actividades implementadas e interrelacionadas
sistemática y autocríticamente (1988: 176).
Por último, los autores establecen la intervención en cada una de estas etapas de la espiral
a todos los responsables, ampliándose a aquellos a los que la práctica está destinada. El
investigador activo quiere transformar el presente para dar forma a un futuro distinto (p.
194), mientras que los investigadores interpretativos buscan en el pasado para mejorar el
presente. Se acepta que existen limitantes objetivas al pensamiento y a la acción, y limitantes
subjetivas, que provienen del propio individuo, de su cultura, que inciden en sus
entendimientos.
3- En relación al punto anterior, la metodología de la I-A los fines son concebidos en forma
de mancomunados, el logro de un fin requerirá de un medio determinado; ambos
aseguran el proceso.
8- Esta metodología cualitativa admite una perspectiva acerca del cambio social y
educativo. Carr y Kemmis (1988) denominan proceso social. Supone que las prácticas
áulicas son sociales al igual que sus entendimientos y significados. “Puede compartirse el
proceso social del lenguaje en las instituciones sociales, que son las instituciones educativas”
(1988: 193). Las instituciones en las cuales se suceden las prácticas de enseñanza tienen
normas que regulan las acciones de los agentes involucrados en la investigación ‒una vez
implementado el proceso de cambio a través de la investigación-acción‒ tiene un impacto
social y político.
La I-A Práctica
La I-A Crítica
1- Planificación
2- Acción
3- Observación
4- Reflexión
Proponen los autores una circularidad y establecen en cada uno, una visión prospectiva y
retrospectiva. En dos de los momentos, planificación y reflexión, se produce el encuentro
entre los investigadores-docentes; hay elaboración teórico-práctica, profundización
analítica. Los instantes de accionar y observar revelan detalles teórico-prácticos y se
constata, por un lado, si hay mejora y por otro, los nuevos obstáculos a sortear.
El planteo de una hipótesis en la I-A refiere a una relación entre la idea/ problema que
pretendo solucionar con posibles acciones. El trabajo debe ser cooperativo como acción,
los aspectos teóricos y los empíricos (posibles observaciones, entrevistas a todos los
implicados, docentes, alumnos, equipo de dirección) debieron proporcionar la suficiente
información para conducir a esta hipótesis de trabajo.
Conjunto de actividades que darán lugar a la mejora del problema. Estas acciones o secuen-
cias de acción previstas pueden modificarse a medida que se van implementando gracias a
los observadores ‒el propio docente en su clase u otro docente de la disciplina que se ofrece
a tomar las notas de campo‒ que permiten reflexionar sobre cada una de las actividades.
d.- Observación
Es la que se realiza en la clase por otro docente o la que se produce al final de la misma por
el docente que realiza la enseñanza. Trata de reconstruir todas las circunstancias que se
manifestaron en la acción. Esta escritura detallada es vital.
e.- Reflexión
CAPÍTULO VIII
El dato (datum: ‘lo dado’) es un aspecto de la realidad que estamos estudiando. Dato,
información y conocimiento implican distintos niveles de aproximación a la realidad
(Sagastizabal y Perlo, 2002) y se obtienen de diversas formas, de acuerdo con la técnica que
utilicemos. El análisis, su contrastación, su relacionamiento con la teoría lo que permite
alcanzar el conocimiento. La técnica o método (utilizadas en el mismo sentido. Sagastizabal
y Perlo (2002) hablan de método de la entrevista, método de la encuesta) es lo que debemos
seleccionar y tiene directa relación con el problema, los objetivos y el paradigma que
sustenta toda la investigación. Tener claro nuestro problema, y lo que se pretende, conduce
a la elección de la técnica adecuada: entrevista, observación, encuesta, documentos.
Técnicas cualitativas
La entrevista
Cifuentes (2011) señala que existen tipos de entrevista. La estructurada que sigue una
pauta de preguntas iguales para cada entrevistado y la semiestructurada es la que tiene
temáticas o interrogantes guía, flexibles según el entrevistado. Las entrevistas abiertas o
en profundidad, son las que se realizan en función del fenómeno que interesa y se dejan
abiertas a la información que surja. Es conveniente que se realice un pretest ya que pone a
prueba el instrumento acerca de temáticas no pensadas por el investigador.
El grupo focal
En el grupo focal hay que distinguir la postura que asumirá el moderador. Esta puede ser
pasiva: anuncia la temáticas o interrogantes y los participantes van dialogando; o bien activa,
en la que el investigador anima o reestructura su pauta de interrogación de acuerdo con la
discusión entre los participantes. Su intervención puede ser aclaratoria o introductoria de
nuevas temáticas que resultan del movimiento de la textualidad colectiva generada.
La observación
Rojas Soriano (1995) explica distinción entre la observación ordinaria (el investigador
está por fuera del grupo o fenómeno a indagar. No participa en los sucesos de la vida del
grupo estudiado (1995: 127)) y la observación participante. Esta clasificación tiene otros
nombres tales como endógena (como participante) o exógena (cuando no se es parte del
grupo o cultura a describir). También se denomina participante y no participante,
adquiriendo los mismos significados antes definidos (Vallés, 1999; Sagastizabal y Perlo,
2002; Hernández et al., 2004). Es importante someterla a controles de veracidad (…)
(Vallés, 1999: 143).
5.Contrastar, mediante un reestudio independiente cuando esto sea posible, los hallazgos,
resultados y conclusiones que se hubiesen obtenido a través de la observación
participante. (Sandoval, 2002: 174).
Documentos
El término documento proviene del verbo latino docere, que significa ‘enseñar’, ‘instruir’,
siguiendo a Vallés (1999), quien cita a Molinier (1984), al concebir que documentarse,
significa instruirse convenientemente sobre algo, antes de tratarlo o escribir sobre ello
(Vallés, 1999: 119).
Erlandson et al., (1993) citado por Vallés, sostiene que “documento” se constituye en todo
material escrito y simbólico, visual o sonoro. Los documentos pueden ser:
‒Documentos personales: cartas, autobiografías, diarios, fotos. Los elaborados por los
sujetos que pretendemos obtener información relevante o secundaria para el estudio.
Según Sandoval (2002) es oportuno señalar que los documentos son una fuente
fidedigna y práctica para revelar los intereses y las perspectivas de comprensión de la
realidad (p. 138).
La encuesta
La encuesta es la técnica más conocida y practicada por los investigadores sociales. Sus
orígenes se remontan hacia las últimas décadas del siglo XVll. La encuesta se diferencia
del censo porque se dirige a un grupo determinado de la población a estudiar. una muestra
representativa de esa población. El censo toma todo el universo de estudio, afectado por la
problemática a explicar.
Por medio de preguntas por parte de los investigadores, respondidas por los encuestados,
o bien afirmaciones que serán seleccionadas por los sujetos indagados, o ambas situaciones
a la vez. Cada pregunta se agrupa, con un índice numérico, respondiendo a la variable
que se quiere medir. La utilidad de la encuesta aumenta en la medida en que los datos
son comparables con otros similares. Es de gran significación para comparar instituciones,
poblaciones, países, regiones.
Podemos clasificarlas en encuesta cara cara o personal, por correo, telefónica, en un foro
o en alguna plataforma. Cada modalidad se selecciona de acuerdo con los objetivos de
la investigación y viabilidad. Cuanto mayor es la cantidad de sujetos que se encuestan
menor es el error de muestreo y la confiabilidad del dato será mayor.
La encuesta telefónica tiene como ventaja que con escasos encuestadores se puede llegar
a distintos lugares y sujetos. Entre las desventajas, tiene una baja confiabilidad, ya que no
existe una implicación del sujeto en la respuesta, por la no presencia del encuestador, la falta
de disposición de responder debido al escaso tiempo con que cuentan.
La encuesta por correo electrónico actualmente tiene gran ventaja, debido a la posibilidad
de llegar a gran cantidad de población a bajo costo. Presenta riesgos debido a los virus
que hoy pueden introducirse en las computadoras. En cuanto a la confiabilidad del dato, no
será tan alta como en la encuesta cara a cara ya que no se pueden aclarar dudas a las
preguntas y cumplir con la totalidad del cuestionario, aunque en la actualidad hay
programas en plataforma como Google Forms que tienen incluido un chat para aclarar dudas
de los participantes que te puede tener conectado y disponible en cuanto se entra en línea. Es
importante que en este tipo de cuestionarios se den instrucciones y adicionen ejemplos
que sirvan de guías para la elaboración de las respuestas pertinentes y que no se queden
áreas del cuestionario sin responder.
La Complementariedad como Posibilidad en la
Estructuración de Diseños de Investigación Cualitativa
Napoleón Murcia Peña y y Luis Guillermo Jaramillo Echeverri
Naturaleza de la idea
De este modo, los escenarios y fenómenos culturales que rodean al ser humano, demarcan
y establecen diferencias fundamentales que deben considerarse al reflexionar cómo sus
vivencias generan y modifican las realidades que experimenta diariamente. La persona como
creadora de dinamismo y azares, delinea esquemas de comprensión asumidos por ciertos
investigadores preocupados por estudiar al ser humano desde sus realidades y hacia éstas,
prefiriendo mantenerlas intactas y sumergirse en una aventura de conocer más allá de las
razones científicamente establecidas por la modernidad (Ibáñez, 1994; Wiensenfeld, 1994).
(…) “una ciencia de naturaleza explicativa de los fenómenos que se dan en la esfera
del objeto y, por tanto, es suficiente hacer intervenir en la explicación elementos
provenientes sólo de la esfera del sujeto” (Negrete, 2003:63).
Feyerabend (1984:15) argumenta que la historia de la ciencia será “tan caótica, tan llena de
error y tan divertida como las ideas que contengan, y estas ideas serán (…) tan complejas,
tan caóticas, tan llenas de error, y tan divertidas como lo son las mentes de quienes las
inventaron”. Donde se enfatiza la construcción epistemológica cualitativa en tres principios
que tienen importantes consecuencias metodológicas (González, 2000).
El segundo, señala el carácter interactivo del proceso de producción del conocimiento, el cual
está mediatizado por la resignificación sistémica de las dinámicas interactivas socio-
comunicativas.
Se caracteriza por la flexibilidad implícita en los procesos, los cuales sugieren la creación y
focalización de los procesos sistémico-estructurales de la investigación, en virtud de las
problemáticas contextuales en las que se desarrolla el posible tema de investigación
señalando la versatilidad adaptativa del esquema propuesto, en función de los requerimientos
epistemológicos, teóricos y metodológicos subyacentes a la comprensión de los hechos
histórico-sociales que sean susceptibles de ser investigados, los cuales producen conexiones
sistémicas con el fin de producir transformaciones sociales de impacto colectivo (ver
Figura 2).
Según PEIC consta de tres (3) momentos capitulares, donde incluyen los procesos
epistémico- metodológicos que dan cuenta de los lapsos, construcciones y estructuras
desarrolladas en el marco de la investigación cualitativa. Donde la esquematización pretende
ordenar y sistematizar el proceso de investigación; el investigador será autónomo en la
construcción de su proceso, guiado por tutores y profesores expertos en los enfoques
temáticos, teóricos y metodológicos específicos, para darle paso un nuevo paradigma, el cual
“no es algo que haya de suceder en un futuro indefinido, sino algo que está ocurriendo hoy
mismo en nuestras ciencias, en nuestras actitudes y valores individuales y colectivos y en
nuestros modelos de organización social” (Capra, 1992:483).
Consideraciones finales
Planteamientos sobre la base de una supuesta estructura metodológica que precisa apertura,
organización y fluctuaciones dependientes, en gran medida, de aspectos semióticos
circulantes. Por ello, las dinámicas de investigación se ven interconectadas, produciendo
redes de significados que actúan como referentes provocadores de interpretantes vinculados
en un discurso integrador.
Construir procesos en red que vinculen diferentes actores, considerando sus lastres
epistemológicas y ontológicas como focos de significados que pueden activar procesos
complejos de acción científica, como un diálogo emergente de las interacciones socio-
simbólicas que facilitan la comprensión de saberes socialmente producidos para el avance
de lo científico y tecnológico, en el que concurren diversos mecanismos de valoración de
las situaciones socio-culturales a fin de promover el entendimiento de soluciones a
problemas sociales complejos.
Cada aspecto de la investigación conserva sus rasgos distintivos que lo ubican en la red
investigativa; adquieren valor, cuando están vinculados a los otros, pues hablan de una
secuencia sistémica y coherente de saberes concatenados en la ilación producida por
influencia de la realidad social que se pretende estudiar.
La Figura 3 pretende explicitar tales argumentos. Al centro cuentan las dinámicas que
activan y sostienen el proceso de investigación, en una interconectividad surgida a propósito
de la autoproducción del mismo, en el cual confluyen acciones, reflexiones y críticas
productoras de saberes. Las indicaciones metodológicas operan como guías flexibles y
permeables, que confluyen en un gran eje que las integra y les da sustento científico con
énfasis en lo meramente social, histórico y cultural. Es un sistema divergente, a la vez que
convergente, de procesos constructivos de conocimiento, pues están vinculados fuertemente
ante un énfasis particular.
Promover formas complejas de pensamiento, evidentes en una continua red de procesos que
fortalecen la coherencia de la investigación, sobre todo, cuando se trata de atender los
entramados sociales que dibujan las configuraciones culturales cotidianas. Adoptando vías
metódicas de comprensión de la realidad social, deberían anclarse a un eje rector que
contextualice las formas de producción de saberes implícitas en la investigación. Esto supone
la inobjetable reconstrucción sistémica del proceso con base en los diferentes momentos que
lo componen, atendiendo a la interdependencia de los mismos.
Cuando el investigador se enfrenta a la realidad social no está frente a una típica situación
sujeto (que investiga) - objeto (entidad a ser medida), habitual en las ciencias de la
Naturaleza. La realidad vivenciada por cada uno es el resultado de un complejo proceso
de interacción social que se denomina proceso de socialización.
Es preciso aclarar desde el desarrollo teórico de las ciencias sociales, algunas ideas sobre la
complejidad de la realidad social.
Lo social no funciona de forma unidireccional, sino que los diferentes factores actúan
recursivamente.
Los seres humanos internalizan lenguajes y prácticas que les permiten percibir y pensar el
mundo circundante a través de determinadas formas ideológicas, así, elaboran y organizan
un sistema de creencias y categorías que concretan en contextos situados de experiencia.
El mundo vivenciado es un mundo pre- interpretado, en el que los sujetos, a partir de los
significados circulantes en sus posiciones sociales, pueden elaborar nuevos sentidos o
repeticiones de los ya establecidos.
Que se establece en los estudios cualitativos es una relación: sujeto –sujeto; un sujeto
interpretante de las interpretaciones de otros, realidad condicionada en función de los
requerimientos de la cultura en la que la percepción tiene lugar.
Con respecto al análisis de lo social, los investigadores no pueden ceñirse a una estrategia
inflexible y anacrónica que considera únicamente el aspecto medible, externo y/ o consciente
de los fenómenos sociales.
Esta visión unilateral y anacrónica del pensamiento científico desconoce los desarrollos
epistemológicos, teóricos y metodológicos de la segunda mitad del siglo XX. Desde este
punto de vista existe una sola forma de investigar.
No son los problemas los que deben ser enfocados para que se puedan adaptar a las exigencias
de los procedimientos estadísticos, sino que los diversos métodos científicos, deben estar
disponibles para ajustarse y utilizarse de acuerdo a las complejidades implícitas en el
problema.
Jesús Ibáñez dice que en estos diseños la suerte ya está echada antes de jugar.
“...cuando se inician las entrevistas tienen que estar formados todos los instrumentos
de investigación; la información excedente del plan de diseño-contexto del posible
azar- se pierde como ruido”.
El diseño cualitativo es abierto, al recorrido incierto que hace la subjetividad cuando tiene
que expresarse, es flexible, a las modificaciones que deben tener estas tácticas y estrategias
metodológicas.
La perspectiva el análisis de los datos, puede o no ser una etapa posterior a la técnica puede
efectivizarse durante la recolección/ construcción.
“...estas relaciones de sentido de las vivencias e imágenes sociales tienden a escapar a las
limitadísimas posibilidades de exploración significativa, que aportan las respuestas
estereotipadas a las preguntas codificadas, cuya rígida formalización viene a ser
restrictivamente determinada por el propio enfoque formalizado y cuantitativo (...) pretende
crear una comunicación multidimensional, dialéctica, y (eventualmente) contradictoria, entre
el investigador y el individuo o grupo investigado.”
“...el componente cualitativo exige un ir y venir entre los datos y la teoría y de ésta a
aquellos que suelen modificar a lo largo de la investigación, tanto los aspectos
conceptuales, como los sujetos de la investigación, la información cualitativa hace
necesario para su recolección y análisis una definición clara del contexto inmediato
de las unidades observadas y de los casos a comparar, manteniendo relativamente
laxa la definición conceptual”.
El muestreo cualitativo
A partir de una comprensión teórica y empírica previa del sujeto y del tema en estudio, el
trabajo de campo le permitirá obtener las condiciones para una acertada interpretación de lo
estudiado.
“(…) Se trata de una muestra estructural, no estadística: con el diseño hay que
localizar y saturar el espacio simbólico, el espacio discursivo sobre el tema a
investigar.”
A partir de la comprensión de los discursos de los sujetos que ocupan posiciones diferenciales
en las estructuras sociales, se intenta reconstruir e interpretar la dinámica de las prácticas y
hablas de los sujetos dentro de su red vincular.
En la etapa inicial de la investigación la decisión muestral puede estar orientada por criterios
que dependerán de las características particulares de cada estudio. La selección inicial, en la
muestra cualitativa, el hecho de que los sujetos hayan tenido alguna experiencia sobre el tema
que se quiera investigar o que tengan un vínculo determinado de identificación/ consumo con
el producto/ marca en cuestión.
El sociólogo francés Bourdieu presenta en el libro ‘La miseria del mundo’ -en su
investigación cualitativa- expone un ejemplo de un criterio de muestreo propone a los
entrevistadores el cumplimiento de varias condiciones sobre la actuación de los hablantes y
sobre la selección de los entrevistados, explica que la búsqueda de cierta empatía en la
situación de habla.
“Intentamos (...) una relación de escucha activa y metódica, tan alejada del mero
laissez-faire de la entrevista no directiva fortalecida con el conocimiento de las
condiciones objetivas, comunes a toda una categoría (...) cuando el interrogador está
socialmente muy próximo a quien interroga (...) se constata que (...) queda asegurado
un acuerdo inmediato respecto de los presupuestos concernientes a los contenidos y
las formas de comunicación...”
En los estudios cualitativos se intenta hacer evidente la “construcción del dato”. Este enfoque
se orienta hacia el desarrollo de una comprensión en profundidad de las motivaciones,
prejuicios o inhibiciones subyacentes a ciertos comportamientos y escenarios sociales. La
comprensión se lleva a cabo a partir de las interpretaciones de un investigador situado social
y teóricamente.
Los datos se van elaborando a partir de categorías conceptuales, que delimitan los campos
semánticos que fijan los contornos de lo relevante en la producción discursiva de los sujetos
a investigar.
A partir del trabajo de campo se lleva adelante una comparación y diferenciación sistemática
y constante entre los datos emergentes. Las categorías iniciales se van afinando y
reformulando hasta la conformación tipologías o conceptos teóricos que describan o
expliquen las significaciones de los sujetos en sus marcos de sentido.
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Tesis de tarea
Martínez, 2009
Artículo: Meléndez Ferrer, L., & Pérez Jiménez, C. (2006). Propuesta estructural para la
construcción metodológica en investigación cualitativa como dinámica del conocimiento
social. Enlace, 3(3), 33-50. Esta en seminario de investigación sesio 07