Sunteți pe pagina 1din 9
ce que a algunos sectores de la comunidad les irritan las reiteradas alabanzas que llegan del mundo exterior haciz. nuestra experiencia, 0 esto ocurre porque Reggio Emilia no es una ciudad aislada, de ahi que las criticas de Nanni Moretti y los comentarios de Eugenio Sca.rant impliquen e incluyan también las familias de Reggio. Indudablemente, la participacién familiar es un medio importante para for talocer tos limites entre la responsabilidad ética colectiva y la indiferencia 0 las visiones individuales fragmentarias de la realidad. Una ciudad de tamafio medio como Reggio ve pasar miles de familias por los servicios para la infancia ges- tionados por el ayuntamiento. Puede y debe convertirse en un terreno capaz de construir la opinion piblica acerca de la importancia de la edueacién. Sin este apoyo, todo nuestro trabajo corre ciertamente peligro de extincién. Mi impresién es que nunca ha sido mas importante discutir con todo el personal do las escuelas. —maestras y otros las formas de ser culdadosos, de intentar a diario un didlo- go ms profundo con las familias. Nunca ha sido tan importante sitsar las formas, en que son educados los nifios en contextos culturales y sociales mas amplios. En los consejos escolares y en las rouniones piiblicas, no podemos permititnos, obviar ia discusién de temas educativos: organizacién, tasas, nfimero de plazas disponibles, costes, Todos ellos son temas candentes que interesan a todo 6! ‘mundo pero que pueden perder su enfoque y su orientacién si se convierten en elementos aislados de informacién y no se sitdan valerosamente en panoramas més amplios de reflexion cultural. Del mismo modo, debemos ser muy positives al buscar y utilizar [as oportunidades de intercambio y de discusién con otros tipos de escuelas de la zona —cooperativas, escuelas estatales, escuelas priva- das, escuclas para nifios y nifias mayores de 6 afios— porque nuestra vida social futura esta en peligro si no se percibe la educacién como un valor fundamental, © ediciones Mert 5.1. CAPITULO VII Ambientes Un area de las escuelas de Reggio Ennlia en la que es claramente visible la atencién que se prasta a la estética, es el ambiente fisico que, por regla general, no se encuentra en otros lugares. Reggio xa recibido muchas criticas y muchos. ‘comentarios positives sobre este aspects de diversos visitantes. La retlexién sobre las razones de ciertas actitudes ambivalentes sugiere la existencia de cier- tos esterectipos muy generalizados y profundamente enraizados relativos a la educacién, la escolarizacién, el aprendizaje y la estética, y podria contar algunos ejemplos sorprendentes sobre el tema, Uno que recuerdo muy bien, porque fue el primero de otros muchos ejemplos, fue al de una profesora universitaria que vino a Reggio Emilia a pronunciar una conferencia sobre clencias para nuestra formacion profesional. Al visitar la scuo- fa comunsle deilinfansia Diana, atravesé ol umbral do la puerta, dio una rapida ojeada a la plaza interior de la escuela (véase la Figura 7.1), que estaba vacia Figura 7.1. La piazza de la scuola comunale deitintanzia Diana. © exciones Mera, 8: 144 ‘te y creativdad en Raggio Emil porque los nifios estaban en clase, y comenté: “zAqui hay nifios 0 esto es solo un escaparate?” Yo me quedé muda y dudé si darle una respuesta adecuada por- que no estaba preparada para ese tipo de objecién 0 percepcién del ambiente. Pensando retrospectivamente, su reaccién me parece clara e interesante, porque ponia de manifiesto detorminado esquema mental y demostraba su propia cultura personal relativa a los ambientes escolares y, en ultimo término, desafortunadamente, su cultura de la Infancia. Resulta evidente que la scuola comunele deI"infanzia Diana, a pesar ce sus problemas de espacio insuficiente y de los problemas econémicos que tenfamos, estaba muy alejada de semejante forma de pensar. Parecia demasiado tion cuidada, demasiado arreglada, dema- slado limpia, demasiado agradable... demasiado todo, Trataré ahora, muchos afios después, de dar una respuesta a esta sefiora que comparaba la piazza de Diana ccn un escaparate. En parte tenfa raz6n: el ambiente es un elemento que percibirros de forma contundente y expresa ideas, no solo sobre el espacio, sino sobre sus habitantes, sus posibles relaciones con el ambiente y con los demas. Los ambientes construidos son siempre ventanas para las ideas. Entre otras ideas, en la pedagogla de Reggio estamos convencidas del dere- cho a la belleza en una sana relacién psicolégica con el entomno. Habitar un lugar que es agradable y esté bien cuidado se percibe como una condicién del bien- estar fisico y psicolégico y, en conseciencia, como un derecho de las personas fen general y atin mas de los nifios y las nifias, de todos los nifios y de todas, las nifias. La medida en que los ambientes fisicos influyen en nuestra construc- cién de la identidad no es algo en lo cue solo creemos nosotros en Reggio. Sin ‘embargo, parece que nuestras ciuciadss no prestan mucha atencién a esta idea y puede sentirse cierto desprecio de la belleza; es mas importante el beneficio ‘econémico que obtengan los constructores. Recuerdo una discusién muy breve con un concejal de Reggio Emilia que sostenia que los ambientes no son especialmente importantes porque son las personas que viven en ellos quienes los hacen mas o menos agradables. Si llevamos esta postura hasta el extremo —y me temo que esto sea muy corrien- te—, las administraciones de las cludades quedarén exoneradas de toda res- ponsabilidad por la calidad de los lugares, descargandola, en cambio, sobre los individuos. ‘Seguin clertas formas ce pensar, las escuelas para los nifios, por razones que se me escapan, deberian estar descuidadas, con signos manuscri- tos mal pegados en las paredes y las puertas con trozos de cinta achesiva, no deberian presentar un aspecto demasiado importante, siendo suficiente darles ocasionalmente una mano de pintura para hacerlas aceptables. Otro comentario de personas que visitan nuestras escusias, tipico especial- mente de aquellas que provienen del campo pedagégico, es: “Sois muy buenas, pero se aprecia un exceso de cuidado estético en vuestro trabajo”. {Un exceso de cuidado estético! Seria interesante celebrar un debate sobre la cuestion y © Edoones Mort SL espero que este libro sirva, al menos en parte, para ilustrar algunos aspectos que 0 esconden tras nuestras elecciones. Determinadas actitudes, relacionadas ccn el cuidado de los ambientes, me parecen extremadamente naturales; de hecho, sufro cuando visito escuelas en las que noto una falta de conservacién, que a menudo se acerca a los limites de la desidia 0 los traspasa. Hay a menudo cierta confusién entre la conservacién, la cul- tura de la habitacién y el lujo. En lo que atafe a los ambientes escolares, solo acier- toa preguntarme cuénto se respeta a los nifios que estan en ellos, hasta qué punto 21 culdado de los ambientes en los que aprenden afecta a su educacién general, Por fortuna, muchas de las personas que visitan nuestras escuelas municipa- les de Reggio perciben el papel del ambiente como agente educativo, escuslas €en las que tanto el personal como la Direccisn general de las escuslas y nidos* reconocen la importancia del cuidado constante y la Investigacion en mobiliario, materiales y contextos. Hemos visto pruebas de ello en las renovaciones de la escuela llevadas a cabo en muchos paises de todo el mundo. Tengo la impro- sién de que la atencién a los ambientes fisicos ha sido una especie de punto de partida del itinerario de evolucién de muchos grupos de maestros y maestras. Cémo nacen las ideas acerca de los ambientes Aparte de la formacién arlistica, es probable que mi interés se derive de las relaciones con la familia y los amigos que me hicieron muy sensible a los ambientes y la calidad de vida. En MaLacuzzi encontré inmediatamente a un coyente atento y curioso con respecto al tema, A mi marido arquitecto, Tullio Zini, que habia trabajado con MaLacuzzi en Médena en el disefio de centras de educacién infantil, le pedi que disefiara gratuitamente, porque habla muy poco dinero, el mobiliario para la scuola comunele dell'infanzia Diana: mesas, sillas, « armarios y contenedores para los nifios, y una gran pared de vidrio para separar ¢ insonorizar el érea planeada como taller. Este iltimo espacio, que no habia sido Correctamente definido ni diferenciado, daba a un espacio central de la escuela, entonces llamado salén ahora conocido como la plaza, con el que a veces se nia. El proyecto en el que trabajamos creS una hermosa pared, parcialmente transparente, muy contemporénea y concordante con la Investigacion estética de los “movimieritos radicales” de la arquitectura durante aquellos afios (1972) Una vez terminado el mobiliario, o1 aspacto del ambiente cambié de inme- diato, como también la imagen del nifio y de la escuela que lo acogia. De ese modo comenzé una fructifera colaboracién; yo le comunicaba a Tullio las * Se refer a a Direccién de la Institucién. Recordemos que en los centros no exist la figura de dreceién.fN det T) © eaicones Mora 8.1 impresiones y las necesidades que mis colegas y yo percibiamos en nuestras observaciones con los nifios y él, generosamente, nos hacia sugerencias y disefs, siempre muy econémicos y sencillos de realizar, viendo que su manu- factura se confiaba a menudo a los padres y madres de la escuela 0 a los jubi- lados del barrio, antiguos carpinte-os 0 herreros. Muchos de estos muebles, con algunos ajustes y adaptaciones, {os adoptaron todas las escuelas y toda- via estan presentes y en servicio; por ejemplo, las gradas para las reuniones de la mafiana, los bancos de trabao del taller, la doble curva del ambiente de distraces y el calsidoscopio habitable (que se extiende por el mundo) y otros muchos. Una investigacién importante En la década de 1970, tras consultar de nuevo a Tullio Zini y a un amigo artis- ta, Nino Squarzi, que ya habla aportado algunas ideas innovadoras al proyecto icial del arquitecto Millo en relacién con los espacios interiores y exteriores de Diana, cledicamos un curso escolar entero a investigar cémo utllizaban los espa- ios de las escuelas los niffos y los adultos, y la calidad del uso de estos espa- cios. Esto permitis la reconsideracién de los espacios de la escuela y condujo al Gisefio de nuevos ambientes, muebles, equipamiento y abjetos. La investigacién se sirvié de un medio de recogida de datos tipico de los estudios urbanisticos. A todas las escuelas se les entregaron varios ejemplares de planos a una escala adecuada de sus estancias y la investigacién consistié en registrar la posicién de Jos niffos y nifias, las maestras y los oadres y las madres a distintas horas del dia, marcéndolas sobre los planos an distintos colores. Al misino tiempo, s@ hicieron evaluaciones de calidad relativas al uso de diversos espacios con indicadores del aprecio manifestedo por los niros, la actistica, la cantidad de espacie y el mobiliario disponible. Este trabajo modificé notablemente nuestras ideas sobre los espacios en ¢l interior de la escuela, no solo desde el punto de vista funcional, sino tam- bién considerando aspectos conceptuales. Results inmediatamente obvio que la calidad del uso del espacio era peor en dos momentos del dia: la comida para todos los nifios y el momento an que todos los alumnos se juntaban en el vestibulo central con una excesiva masificacién y unos niveles de ruido inacepta- bles. Desde aquel momento, partiondo de esa investigacién, ol vestibulo central se transformé conceptualmente y comenzé a utilizarse la metafora de la plaza; las entradas se han convertido en una especie de tarjeta de presentacién de la escuela y de sus habitantes y espacios para comunicarse con el mundo exterior. A partir de esta experiencia, utllizando la imaginacién pedagégica y la espacial, concebimos también los minitalleres, con la colaboracién de Tullio Zini, que se © ceeiones Mora, 8.1. war construyé acto seguido, aprovechando la oportunidad que nos puso en bandeja tun incendio que se produjo en Diana, Un acontecimiento negativ como un incendio nos dio la posibilidad de crear prototipos de nuevos ambientes; el miniteller se bas6 en todas las observacio- nes y reflexiones que habiamos hecho antes y tratamos de ponerias en practica de un modo conereto. Me detendré a cortar la historia de lo que ocurrié por- que creo que de ella pueden aprenderse muchas cosas, algunas de las cuales, con la adecuada reinterpretacién, puede ser enormemente valiosas atin hoy dia, Recuerdo que, cuando se declaré el incendio, me llamé una compafiera & inmediatarnente sall para Reggio desde mi casa en Médena. Ante mis ojos esta~ bba el nuevo taller completamente destruido porque el incendio parecia haberse ‘originado precisamente alll, Junto con la nueva pared divisoria y los muebles, todo el archivo de trabajo de aquellos primeros afios ardi; el resto de la escuela resulié parcialmente dafiado y sobre todo las paredes estaban completamente negras. ‘Yo habia estado contemplando desconsoladamente aquello durante unos minutos cuando leg MALAGUZzI y me dijo con voz impaciente: “Vamos, no te quedes ahi parada lementandote; tenemos que reconstruirlo pero de mejor manera", La scyols comunale del'infanzia Diana y el Consejo Escolar Citta (véa~ se el Capitulo VI) se portaron maravillosemente y organizaron de inmiadiato tas operaciones para limpiar y repintar toda la escuela con la ayuda de todos los padres y madres disponibles, Se realizaron mas de mil horas de trabajo, natu- ralmente de forma gratuita, pero mas importante atin fue la decisién de utilizar el evento para proponer una obra de construccién en la escuela, especialmente ampliaciones de las aulas que eran realmente diminutas. ‘Constituimos un grupo de trabajo formado por algunos padres y madres del consejo escolar, arquitectas amigos, como Mariangela Calzolari, que era téo- nica municipal y que posteriormente pas6 a ser la responsable de renovacion, el personal de la escuela y las pedagogas. Se discutieron diferentes hipdtesis, algunas demasiado fantasticas 0 caras, aunque todas titlles para construir unas imagenes diferentes y trascender los marcos de referencia habituales. AI final, ta idea en la que basar ol trabajo que parecia mejor, unanimemente aceptada, fue la propuesta por Tullio Zini, que inclufa planes para mover el lado este de la escuela Y afiadir'una nueva fila de columnas a cinco metros de la parte trasera abarcan- do toda su longitud (véase la Figura 7.2) Esta solucién hizo posible utilizar unas técnicas constructivas muy sencillas y reutilizar todos los marcos de puertas y ventanas supervivientes de la antigua fachada, La nueva pared divisoria del taller se concibié como una pantalla visual, una valla publicitaria para presentar el trabajo de los nifios. La seccién superior de la pared era transparente y la inferior, tenlendo en cuenta el poco dinero dispo- nile, como suele ocurrir en las escuelas, se hizo utilizando un panel de con- trachapado cubierto con trabajos de Ics nifios y protegiéndolo con una pieza © exciones Moras S.

S-ar putea să vă placă și