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2019
CUADERNO DE TRABAJO 1
“Mis motivaciones y
expectativas para la adopción”
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Día 4 31
Mis motivaciones para la adopción 31
Ejercicio 4 35
Día 5 37
Mitos de la adopción (Parte II) 37
Mito 4 37
Mito 5 38
Mito 6 38
Ejercicio 5 40
Día 6 41
Explorando mitos sobre el proceso de adopción - Parte III 41
Mito 7 41
Mito 8 41
Mito 9 42
Ejercicio 6 43
Referencias Bibliográficas 44
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Presentación
¡Estimada y estimado participante!
Este cuaderno de trabajo, forma parte de una colección de cuatro cuadernos que han sido realizados
con mucho cariño y tienen como objetivo invitarte a emprender un viaje de autodescubrimiento,
viaje de cuatro semanas en el cual tendrás la oportunidad de estimular tus recursos personales y
definir de forma consciente tu decisión sobre el proceso de adopción que has considerado iniciar.
Por ello, en cada uno de los cuatro cuadernos te animamos a desarrollar cada uno de los ejercicios
propuestos con total sinceridad y responsabilidad. Cada uno ha sido diseñado para brindarte la
posibilidad de conocerte, estimular tu nivel de conciencia sobre tu propia vida y favorecer que
descubras los recursos parentales con los que cuentas para iniciar de forma responsable el camino
de la adopción. Consideramos que toda esta información será vital para que puedas reafirmar tu
decisión de iniciar formalmente tu solicitud de adopción o, con total libertad, desistir de continuar
con el proceso de adopción.
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Justificación
Los cuatro cuadernos de trabajo, buscan que tú, participante del taller de preparación, construyas
tu aprendizaje y desarrolles, de manera activa y vivencial, las variadas actividades propuestas
utilizando diversas estrategias como: escribir, responder preguntas, ilustrar, elaborar cuadros
comparativos y organizar contenidos, teniendo la opción de evocar tus vivencias y reflexionar sobre
ti misma/o a partir de tus respuestas, con la posibilidad de mostrar a la vez esmero en la
presentación y estética de tu cuaderno de trabajo. Recuerda que será vital que lleves a cada sesión
presencial el cuaderno de trabajo correspondiente para continuar fortaleciendo los contenidos
trabajados con el apoyo de psicólogas especialistas.
Al finalizar los cuatro cuadernos de trabajo que forman parte del taller de preparación para personas
interesadas en iniciar el trámite administrativo de adopción nacional, tendrás varias alternativas a
elegir: podrás presentar tu expediente, podrás tomar un mayor tiempo para seguir reflexionando
sobre tu decisión de adoptar o podrás decidir que este no es el camino que deseas emprender. Lo
más importante es que con la información recibida a partir de esta experiencia, la decisión que
tomes sea con total libertad. Recuerda que con cada elección que hagas, estarás construyendo el
camino de TU vida.
Por esta razón desde la Dirección General de Adopciones (DGA), dentro de las múltiples formas de
acompañamiento que queremos brindarte, ponemos a tu disposición este material esperando que
lo aproveches al máximo.
Viktor E. Frankl
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Sobre el Ministerio de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables
Misión
Somos el ente rector de las políticas nacionales y sectoriales sobre mujer y poblaciones vulnerables
que diseña, establece, promueve, ejecuta y supervisa políticas públicas a favor de las mujeres, niñas,
niños, adolescentes, personas adultas mayores, con discapacidad, desplazadas y migrantes internos,
para garantizar el ejercicio de sus derechos y una vida libre de violencia, desprotección y
discriminación en el marco de una cultura de paz.
Visión Sectorial
En el Perú, mujeres y varones, así como niños, niñas, adolescentes, personas adultas mayores,
personas con discapacidad, población desplazada y migrantes internos ejercen sus derechos en
igualdad de condiciones y oportunidades, sin discriminación.
Más aún al observar la situación de desprotección familiar podemos ver claramente el impacto
diferenciado entre mujeres y hombres, el incremento de la vulnerabilidad de las mujeres, además
de acentuar la ya existente marginación social, económica, cultural, política e institucional.
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¿Por qué es importante el enfoque de género?
El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables define al enfoque de género como aquel que
identifica los roles y las tareas que realizan las mujeres y hombres en una sociedad, así como las
asimetrías, relaciones de poder e inequidades que se producen entre ellas y ellos. Además, permite
conocer y explicar las causas que las produce para así formular acciones que contribuyan a superar
los efectos de la desigualdad de género.
Es necesario, por lo tanto, hacer políticas que impliquen integrar a las dos partes del problema y no
enfocadas solamente en las mujeres o en lograr la igualdad de géneros consiguiendo que las mujeres
asuman los estereotipos tradicionalmente masculinos y viceversa.
Con el enfoque de género se busca garantizar el derecho a la igualdad de la que todos debemos gozar,
siendo la misma un principio jurídico universal que se aplica sin excepción.
Art.1 Art. 2
Toda persona tiene todos los derechos y libertades (…), sin
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión,
dignidad y derechos y, dotados como están de razón y
opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional
conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos
o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
con los otros.
condición.
Es decir, toda persona tiene derecho a recibir un trato en igualdad y sin discriminación, sin distinción
alguna por ser mujer u hombre; por proceder de la región costa, de la sierra o de la selva; por el
color de su piel, etc.
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Recordemos los conceptos “sexo” y “género”
¿Qué es sexo?
Se refiere a las diferencias biológicas entre hombre y mujeres, diferencias que son de orden natural.
Algunos conceptos relacionados son cromosomas, genitales internos y externos, estados
hormonales y características sexuales secundarias.
Una persona es de uno u otro sexo de acuerdo con la forma y funciones de sus
órganos sexuales (biológicos).
Menstrúo Eyaculo
Puedo gestar
Puedo parir
Desarrollaré mamas
Podemos entender entonces que nacemos “hembras” o “machos”. Sin embargo, a partir de ese
momento también empieza nuestra construcción como “mujeres” o “varones”, proceso que surge
a partir de las diferentes interpretaciones que surgen a partir del sexo, interpretaciones que se
relacionan con lo que entendemos por “lo femenino” y por “lo masculino”.
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¿Qué es el género?
Es el sexo socialmente construido, sin embargo, es una condición social y cultural construida
históricamente, es decir, es diferente de una cultura a otra o de una época histórica a otra.
La determinación del género, tiene que ver por lo tanto con las representaciones sociales y
culturales sobre las características y los roles considerados como masculinos o femeninos.
Sin embargo, las relaciones de género se basan en jerarquías construidas a partir de las
identidades de género, constituyéndose así en relaciones de poder, de subordinación y
evidenciando desigualdades.
FEMENINO MASCULINO
Reproducción Proveedor
Emotividad Fuerte
Dominada Conquistador
Pasiva Líder
Cariñosa Rudo
Habladora Seguridad
Sensible Poderoso
Dependiente Independiente
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Como vemos las construcciones de género, a lo largo de nuestra historia han llevado a generar:
Roles de género
impuestos:
Estereotipos de CONSTRUCCIONES Asignaciones de
género prejuicios y DE GÉNERO comportamientos
caracterizaciones. y funciones
naturales.
Tanto los estereotipos de género como los roles de género se reflejan en todos los ámbitos de la
vida social, incluyendo el ámbito laboral, en donde puede determinar desigualdad en los salarios a
pesar de tener iguales funciones, en la asignación de tareas (vinculadas a roles), en las situaciones
de violencia relativizadas, invisibilizadas o naturalizadas como por ejemplo el acoso u hostigamiento
sexual, el cual debido a las construcciones de género afectan principalmente a las mujeres.
Para nosotros es necesario plantear acciones que nos permitan reflexionar en este momento de
nuestras vidas sobre estos aspectos, identificar los paradigmas que nos acompañan, los estereotipos
bajo los cuales actuamos, los roles bajo los que interactuamos y, sobre todo, proponernos
establecer nuevas formas de relacionarnos que nos permitan tratarnos como seres humanos en
igualdad de derechos y deberes, y por lo tanto, criar a nuestros hijos e hijas bajo esos nuevos
paradigmas.
Considerando esta finalidad, hemos identificado determinadas áreas prioritarias con el objetivo de
contribuir a la igualdad de género a través de la información compartida, el fortalecimiento de
capacidades y en las políticas e instrumentos de gestión. A continuación, describimos las mismas:
El significado de la palabra género nos lleva a pensar en “lo masculino” y “lo femenino”, cada uno
con roles diferenciados, que marcan una desigualdad en la participación de unas y otros a nivel
familiar, económico, político, cultural, laboral, educativo, etc., poniendo en serias desventajas a las
mujeres en comparación con los hombres. Esta desigualdad se fue construyendo socialmente y ha
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ido empoderándose a lo largo del tiempo al punto de considerarlas como “naturales”. Es por ello
que apuntamos a empezar a deconstruir estos conceptos acercándonos al nuevo contexto político
que busca la igualdad de género.
2. Nuevas masculinidades
Es hoy una necesidad trabajar en las familias la prevención de la violencia de género que se ha
convertido en un problema social a nivel mundial, buscando las medidas más adecuadas para
prevenir cualquier situación que implique violencia psíquica, física o sexual. La violencia de
género tiene origen en los roles de género, los estereotipos de género, actitudes sexistas y las
relaciones de desigualdad que se dan en la sociedad y desvalorizan a las mujeres. Consideramos
entonces, que la clave para prevenir la violencia de género, está en la educación basada en la
igualdad de hombres y mujeres.
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Consideraciones Generales
Te sugerimos tomar en cuenta las siguientes recomendaciones para aprovechar al máximo tu
experiencia y uso de este cuaderno de trabajo.
Apertura a la experiencia
Sabemos que en tu vida diaria realizas múltiples actividades, por lo cual, en varias ocasiones puede
parecer difícil disponer de un tiempo para tomar tu cuaderno de trabajo y hacer una pausa para
mirar dentro de ti misma/o. Sin embargo, queremos recordarte lo importante que será que te
entregues completamente a cada uno de los ejercicios propuestos aquí, siempre teniendo en cuenta
que no existen respuestas buenas ni malas, simplemente es una invitación a que seas tú misma/o
quien pueda ir descubriendo, ordenando, construyendo y fortaleciendo tu decisión de ejercer la
maternidad/paternidad y de adoptar, es decir, definir tu proyecto de adopción, como una parte
importante dentro de tu proyecto de vida.
Por ello, será de vital importancia tu completa apertura para cada ejercicio y atención a cómo te
sientes con cada pregunta, qué piensas al respecto de lo compartido en los contenidos de las
lecturas y cuáles son tus respuestas respecto a cada tema desarrollado. El compromiso es contigo
misma/o, a mayor entrega en cada actividad, mayor será la ganancia para ti respecto a la decisión
de adoptar, la cual es una decisión de vida.
Responsabilidad y autonomía
El logro de los objetivos de este material tiene como base tu nivel de responsabilidad. Es importante
que desarrolles las actividades en base a tu experiencia previa y vivencias personales, aún si estás
asistiendo en pareja, es básico que puedas desarrollar cada tema de manera individual, ya que a
pesar de haber recorrido parte de un mismo camino, la vivencia de cada uno de ustedes es distinta.
Recuerda que tu responsabilidad se evidenciará plenamente en la medida en la que tú, de forma
autónoma, elijas pasar por esta experiencia y asumas todo lo que implica el proceso de adopción.
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Semana 1:
Día 1
“Para mí, la adopción es una maravillosa forma de ser padres,
pues siempre es una opción deseada y querida, la opción de ser
padres por definición vitalicia, no importa si el camino es
biológico o adoptivo”
(Gonzalo Gutiérrez, s.f.)
La Adopción
La adopción es una medida legal de protección definitiva para niñas, niños y adolescentes (NNA)
declarados judicialmente en estado de desprotección familiar y adoptabilidad. Es una manera de
garantizar su derecho a vivir en una familia idónea, debidamente protegidos y amados con las
mejores condiciones de crianza para desarrollarse integralmente.1
La adopción se realiza mediante un proceso administrativo por el cual un niño o una niña nacidos
en una familia se convierten en el hijo o la hija de otra familia, perdiendo la vinculación jurídica con
su familia biológica y convirtiéndose a todos los efectos y para siempre en el hijo o la hija de su
familia adoptiva.
“La adopción es una medida legal de protección definitiva para niñas, niños y adolescentes
(NNA) declarados judicialmente en estado de desprotección familiar y adoptabilidad.”
D. Leg. 1297
1Reglamento del Decreto Legislativo Nº 1297 para la Protección de las niñas, niños y adolescentes sin cuidados parentales o en riesgo de perderlos.
Título X. Capítulo I. Disposiciones Generales. Art. 165.
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“Ser padre o madre adoptivos es ante todo ser padre o ser madre. El proyecto de adopción
es un proyecto de familia, aunque constituida por una vía distinta a la habitual. Es un
proyecto para toda la vida, tan permanente como el de la maternidad o la paternidad
biológica. Quienes adoptan contraen con los adoptados las mismas obligaciones y los
mismos compromisos que cualquier padre o cualquier madre tiene respecto a sus hijos o
hijas. Pero ser padre o madre adoptivo tiene algunas implicaciones adicionales que hacen la
adopción más compleja que la maternidad y la paternidad biológica, porque las niñas y los
niños adoptadas/os tienen los mismos derechos y las mismas necesidades que otras niñas y
niños, pero tienen además algunos derechos y algunas necesidades adicionales, relacionadas
con sus antecedentes, con su historia previa y con su desarrollo tras la llegada a la familia
adoptiva” 2.
2La Dirección de Capacitación y Registro de Ia Información ha elaborado este material en base al texto elaborado por Palacios, Jesús “La aventura de
adoptar”. Guía para Solicitantes de Adopción Internacional”. 2009. Edita y distribuye: Ministerio de Sanidad y Política Social. Madrid, España. Pág. 15
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A. El abandono de la niña, el niño o el adolescente, que se produce cuando faltan las
personas que asumen su cuidado en ejercicio de la patria potestad, tenencia o tutela; o
porque éstas no quieren o no pueden ejercerla.
B. Amenaza o afectación grave para la vida, salud e integridad física de la niña, niño o
adolescente. Entre otros:
b.1 Cuando se produzca violencia sexual o violencia física o psicológica grave por parte
de miembros de su familia de origen o estos lo consintieran o actuaran de manera
negligente.
b.2 Cuando la niña, niño o adolescente haya sido identificada/o como víctima del delito
de trata de personas […]
b.3 Cuando la niña, niño o adolescente consume de manera reiterada sustancias con
potencial adictivo o la ejecución de otro tipo de conductas adictivas, con el
conocimiento, consentimiento o tolerancia de los padres, tutores o integrante de la
familia de origen responsable de su cuidado.
C. Trabajo infantil en situación de calle o aquél que suponga una afectación de derechos que
revista gravedad para la niña, niño o adolescente de acuerdo a la Tabla de Valoración de
Riesgo.
D. La inducción a la mendicidad, delincuencia, explotación sexual, trabajo forzoso o cualquier
otra forma de explotación de similar naturaleza o gravedad.
E. Otras circunstancias que perjudican gravemente el desarrollo integral de la niña, niño o
adolescente y cuyas consecuencias no puedan ser evitadas mientras permanezca en su
entorno de convivencia, incluidas la persistencia de situaciones de riesgo de
desprotección familiar que no se han revertido a pesar de la actuación estatal.
3
Reglamento del Decreto Legislativo Nº 1297 para la Protección de las niñas, niños y adolescentes sin cuidados parentales o en riesgo de perderlos.
Sub Capítulo V Art. 193.
15
indeseables y perjudiciales para la niña, el niño o adolescente, tanto en el momento presente como
en el futuro.
Sin embargo, el que una niña, un niño o adolescente se encuentre en situación de riesgo no
determinará de forma inmediata la posibilidad de ser adoptado. Sólo y únicamente podrá ser
considerada/o para la adopción siempre y cuando exista la declaración judicial de desprotección
familiar y adoptabilidad. Esta declaración implica que se han realizado una serie de evaluaciones,
exámenes, intervenciones agotando todas las medidas, incluso la búsqueda de algún/a integrante
de su familia extensa que pueda, desee y acepte hacerse cargo de la niña, el niño o adolescente,
para garantizar que viva en una familia que promueva su bienestar integral.
Más aún en el caso de una niña, un niño o adolescente del cual existan indicios de una situación
irregular sobre su identidad o no se cuente con información de la misma, por citar un caso, un/a
recién nacida/o que ha sido hallada/o abandonada/o, se realizan además acciones previas al
procedimiento por desprotección familiar, las que incluyen primero medidas para determinar su
identidad, por ejemplo, exámenes médicos legales para establecer la edad aproximada de la/el
niña/o, exámenes psicosomáticos para conocer su estado de salud física y una pericia
pelmatoscópica que es realizada por peritos de la Policía Nacional del Perú o acreditados por ésta,
además de otros informes elaborados por diversos profesionales.
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Ejercicio 1
A. ¿Qué entiendes por adopción? Escribe tu respuesta.
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Nº FRASE V oF
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Día 2
“Porque [adopción] implica el compromiso definitivo de una
familia que ha tomado la decisión consciente fundada en el deseo
genuino de ser padres, de acoger a un niño, amarlo y respetarlo
para toda la vida”
(Paula Avendaño, s.f.)
Mito 2: “Es menos riesgoso optar por una niña, un niño o un/a adolescente con pocos problemas
o antecedentes familiares simples”.
Es importante comprender que “[…] En los casos en que hay problemas, pueden o no ser evidentes
en el momento de la adopción y pueden evolucionar de manera diversa, siendo posible tanto
adoptar a un niño o una niña con muchos problemas de partida que luego evolucionan muy
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favorablemente, como adoptar a alguien sin serias dificultades iniciales pero con una evolución
posterior más complicada.
De por sí, la maternidad y paternidad biológica no nos da la total certeza de cómo nacerá y será
un/a hijo/a, incertidumbre con la cual como padres y madres tenemos que aprender a lidiar una vez
emprendido este camino, más aún en el caso de la adopción, este grado de incertidumbre aumenta.
La adopción implica aceptar a una niña, un niño y un/a adolescente con todo lo que conozco o
desconozco de su historia, considerando que en esa historia puede existir multiplicidad de
antecedentes familiares. “[…] porque por más información que se tenga (y a veces se tiene y otras
no), la evolución posterior del niño o la niña no está escrita en ningún sitio. Se podrá argumentar,
en parte con razón, que eso mismo ocurre en el caso de la maternidad y la paternidad biológica. Sin
embargo, en este último caso se tiene mucha información sobre los antecedentes familiares, sobre
el desarrollo del embarazo y el parto, sobre las circunstancias en las que han transcurrido los
primeros meses o los primeros años del niño o la niña. Claramente, la incertidumbre existe, pero
está más atenuada. En el caso de la adopción la información sobre todos esos extremos es mucho
más limitada o es inexistente, lo que hace el pronóstico de futuro más incierto.
La evolución del niño o la niña va a depender en grandísima medida de las relaciones que sus
adoptantes mantengan con ellos, de la estimulación y el cariño que les den y de la forma en que les
ayuden a resolver las dificultades que se les puedan plantear. Pero puede también depender de los
antecedentes de la niña, el niño o adolescente, de sus experiencias pasadas y de la huella que sobre
él dejaron. Adoptar es aceptar esta incertidumbre e incorporar a una familia la historia vital de
aquellos a quienes se adopta, tanto la historia pasada como la que está por venir. Adoptar es hacerse
cargo de todo eso desde la muy especial responsabilidad que significa ser padre o ser madre, que
además se es para siempre.” 4
Mito 3: “Los adoptados son huérfanos y su vida empieza de nuevo después de la adopción”.
“[…] Todas las personas adoptadas han tenido una separación de sus familias de origen; todas ellas
han pasado a vivir con una nueva familia; pueden tener conciencia de esa separación por haber
ocurrido a una edad en que ya se es consciente de las cosas, o pueden adquirir esa conciencia más
adelante, cuando comprendan que si ahora están con esta familia es porque antes hubo otra con la
que no pudieron continuar. Y tendrán que incorporar el hecho de la adopción a su identidad, a la
comprensión de sí mismos y, con frecuencia, a su relación con otras personas. En distintos
momentos a lo largo de su vida, de forma seguramente inevitable, las personas adoptadas piensan
en estas cosas, se hacen preguntas para las que no siempre tienen respuesta y pueden experimentar
sentimientos de confusión que son completamente normales y que requerirán una respuesta
sensible por parte de los adoptantes […].
4
Palacios, Jesús “La aventura de adoptar”. Guía para Solicitantes de Adopción Internacional”. 2009. Pág.20
19
Existe a veces la idea de que los adoptados son huérfanos y de que su vida empieza nuevamente
gracias a la adopción. Ninguna de esas dos ideas es correcta. Por un lado, toda niña, niño o
adolescente procede de una familia, la haya conocido o no, haya o no vivido con ella; en
prácticamente todos los casos, esa familia sigue existiendo en algún lugar. Por otro lado, muchos
adoptados/as han pasado algún tiempo con esa familia o con otras que han venido después, y han
tenido experiencias familiares probablemente muy negativas, pues de otra forma no estarían en
condiciones de ser adoptados. Además, son mayoría los que han tenido experiencias en
instituciones que la mayor parte de las veces no responden a lo que una niña, un niño o un/a
adolescente necesitan. Esto significa que todos los adoptados tienen una familia y una historia
previa (como mínimo, en el caso excepcional de los adoptados muy pequeñitos, tienen una historia
genética, una historia prenatal y, habitualmente, una historia institucional). Adoptar es hacerse
cargo de esa historia, respetarla y hacer todo lo posible por continuarla con una historia nueva más
dichosa y positiva. Pero siempre teniendo en cuenta que al cambiarla, la historia previa nunca
desaparece por completo, sino que de una u otra forma, con mayor o menor intensidad, estará
siempre presente […].
[…] puede ocurrir que la niña, el niño o adolescente adoptado haya sido separado de algún familiar
(por ejemplo, algún hermano o hermana) con el que quiere seguir manteniendo contacto, contando
con la opinión favorable al respecto de los profesionales que han intervenido en la adopción. Esta
circunstancia es un buen ejemplo de lo que significa aceptar e integrar la historia previa de la niña,
el niño o adolescente en su nueva familia, pues los adoptantes tendrán que tomar decisiones
respecto a esos contactos y ayudar al niño o la niña en las vivencias que le susciten.
[…] Adoptar es hacerse cargo de todas esas características, de toda esa historia, de todo ese pasado,
integrándolos en la vida familiar y en la relación con la niña o el niño o el/la adolescente. Y adoptar
es, por supuesto y sobre todo, pensar también en el futuro, en construir para el niño o la niña o
adolescente y para la familia toda una nueva historia, una realidad más positiva y prometedora,
unas relaciones marcadas por la protección, el afecto, la estimulación y por la sensibilidad para estar
pendiente de las necesidades del adoptado o la adoptada, dándoles una respuesta satisfactoria”5
5
Ídem. Pág.21-22.
20
Ejercicio 2
A. Te invitamos a leer la siguiente historia:
Carmen de 5 años y medio, es la única hija de un hombre soltero de 44 años y la segunda hija de
una mujer separada de 33 años. La madre tiene otra hija de 16 años, fruto de su anterior matrimonio.
La madre se dedica a la prostitución y tiene problemas con las drogas. En la actualidad convive
con otro hombre. El padre bebe en exceso y es una persona muy agresiva.
Cuando Carmen tenía dos años, la madre dejó de convivir con el padre y se llevó a la niña,
dejándola al cuidado de una señora, a quien pagaba eventualmente por la alimentación y cuidado de su
hija. Durante los tres últimos años, Carmen ha vivido con esta señora y apenas ha visto a sus padres y
hermana.
Desde hace más o menos un año, el padre empieza a aparecer por la casa de la señora,
llevándose a la niña los fines de semana. Tras una de estas visitas, la niña empieza a contar situaciones
de abuso y maltratos por parte del padre. Esta situación es denunciada por una vecina de la cuidadora,
siendo la niña ingresada en un CAR.
Carmen es una niña muy linda e inteligente, que presenta un desarrollo normal para su edad. Es
una niña bastante desconfiada con las personas, a veces rechaza las muestras de afecto y otras veces
las pide. Muestra también muchos miedos y temores (por las noches tiene pesadillas y se orina en la
cama).
Durante los tres meses que la pequeña lleva en el CAR, nunca ha hablado espontáneamente de
su familia o de la cuidadora, ni ha solicitado verlos. La familia tampoco se ha interesado por ella.
B. En relación a esta historia y entendiendo que detrás de cada niña, niño y adolescente declarado
en desprotección familiar y adoptabilidad, existe una historia parecida a la anterior, te
invitamos a responder las siguientes preguntas:
1. ¿Qué te motivaría a adoptar una niña, niño o adolescente con una historia similar a la de
Carmen?
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2. En base al caso leído, ¿Qué diferencias consideras que podrían existir al ser padre o madre
de un niño con esta historia, en lugar de una niña? ¿Crees que habría alguna diferencia al
tener que ejercer este rol?
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3. ¿Sabías que la mayoría de niñas, niños y adolescentes que son promovidos en adopción,
tienen una historia muy parecida a la de Carmen?, ¿Qué característica de estas niñas, niños
y adolescentes te sería difícil poder aceptar?
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Día 3
“Porque hay un niño con un pasado que duele y
un presente donde darle amor siempre”
(Leonardo Gálvez, s.f.)
“Con mucha frecuencia, quienes desean adoptar se preguntan por qué es necesario valorar
su idoneidad, cuando a nadie se le valora para determinar si puede o no ser padre o madre.
La explicación es muy sencilla: en el caso de la maternidad o la paternidad biológica, son los
progenitores los que tienen la responsabilidad de tomar la decisión sobre alguien que
sencillamente no existe, que será su futuro hijo o hija. Las cosas son muy diferentes en el caso
de la adopción: existe un niño o una niña que está bajo la responsabilidad de las autoridades
que se encargan de la protección de la infancia y que, dadas sus muy especiales
circunstancias, ha sido considerado adoptable. Como se ha analizado anteriormente, ese
niño o esa niña tienen una cierta edad y una historia previa de adversidad. Es obligación de
esas autoridades tratar por todos los medios de buscar para ese niño, niña o adolescente una
familia que sea capaz no sólo de integrar en ella a alguien con el que no tiene ninguna
relación y que le es completamente desconocido, sino también de hacerse cargo de sus
posibles dificultades y de reconvertir su anterior historia de adversidad en una nueva historia,
positiva, saludable y tan feliz como sea posible”.
“Para estos niños y niñas es crucial asegurarse que de ninguna manera se van a repetir
experiencias de negligencia, abandono, rechazo, maltrato, falta de estimulación y carencia
de amor. Por el contrario, lo que estos niños, niñas y adolescentes necesitan son experiencias
que vayan en sentido totalmente contrario y que les ayuden a superar las posibles secuelas
de la adversidad previa. Es evidente que no todas las personas están en condiciones de
ofrecer este ambiente familiar estable, positivo, reparador y constructivo”.
“Lo que se busca a través de la valoración de idoneidad no son cualidades extraordinarias.
No hacen falta, por ejemplo, recursos económicos o de vivienda fuera de lo común, pero sí
hay que asegurarse de que la familia va a disponer de los medios económicos y de las
23
condiciones de vivienda que se necesitan para incorporar a un nuevo miembro y atender a
sus necesidades materiales y educativas. No hace falta tampoco, por ejemplo, tener una vida
de pareja en la que jamás haya tensiones o conflictos, sino tratar de asegurarse por todos los
medios de que haya una estabilidad y una armonía familiar que eviten para el niño o la niña
la repetición de experiencias familiares traumáticas. Tampoco hacen falta unas cualidades
personales o educativas excepcionales, ni conocimientos profesionales sobre la infancia y su
educación, pero sí asegurarse al máximo de que quienes se proponen adoptar vayan a poder
hacerse cargo de un niño o una niña desconocido, casi siempre con historias previas de cierta
complejidad, así como que, con tanto cariño como paciencia y perseverancia, vayan a ser
capaces de encauzar su crecimiento, su desarrollo y su educación de manera sana y positiva,
con sensibilidad a sus necesidades y con capacidad para responder a ellas”
[...]
“La idoneidad de una persona o de una pareja para la adopción debe decidirse pensando no
sólo en los momentos iniciales tras la llegada del niño o la niña, sino teniendo también
presentes sus necesidades cuando llegue a la adolescencia o en los primeros años de su
juventud. Un niño o una niña pequeñitos necesitan que haya un adulto disponible, atento,
sensible, cuidadoso, constante y cariñoso. Muchas personas de muy distintas edades pueden
responder a esas necesidades. A medida que se van haciendo mayores, las necesidades de
chicos y chicas se multiplican, se hacen más diversas, complejas y exigentes. Hacen falta
buena dosis de flexibilidad y de energía para responder a las idas y venidas, a las actividades
y relaciones de diverso tipo, a las tensiones que en la familia provocan los nuevos intereses,
los horarios más complicados o las conductas desafiantes que con tanta frecuencia se
presentan en la adolescencia. Y, desde luego, hace falta esperanza de vida suficiente como
para hacerse cargo en la infancia, la adolescencia y la juventud de un chico o una chica que
ya ha vivido experiencias muy significativas de pérdidas de su familia de origen y a quien hay
que tratar de evitar por todos los medios que vuelva a tenerlas con su familia adoptiva antes
de alcanzar su plena independencia”.
[...]
“Por otra parte, el que una persona o una pareja sean consideradas idóneos para la adopción
no significa que puedan serlo para cualquier tipo de adopción. Por su edad o por sus
características personales de distinto tipo, una persona puede ser adecuada para hacerse
cargo de un bebé, pero no de un niño mayor. Por el contrario, una pareja puede ser idónea
para una niña mayor, pero no para otra más pequeña; otra puede ser adecuada para hacerse
cargo de un solo niño, mientras que para otra podrá plantearse la adopción de hermanos.
Por ello, la valoración de idoneidad trata de determinar no sólo si quienes se proponen
adoptar parecen ofrecer las cualidades y características personales y familiares necesarias
24
para la adopción, sino también para qué tipo de niños o niñas, de qué edades y con qué
características, parecen idóneos”.
[…]
“son los niños, las niñas y adolescentes que necesitan una familia permanente quienes tienen
el derecho a –y la necesidad de– ser adoptados. Los adultos tenemos derecho a ofrecernos
para la adopción y también a que se valoren adecuadamente nuestras condiciones de vida,
nuestras características y cualidades personales y familiares de cara a la adopción. Esa
valoración debe hacerse teniendo presentes ante todo y por encima de todo las necesidades
presentes y futuras de quienes esperan ser adoptados. La valoración de la idoneidad trata de
determinar en qué medida quienes se ofrecen para adoptar reúnen las características y
capacidades necesarias para responder a esas necesidades tanto a corto como a largo plazo”
25
d) La estabilidad emocional, capacidad afectiva y de vinculación, tolerancia y habilidades
interpersonales.
e) La edad de la persona solicitante de adopción, acorde a lograr la atención integral de la niña, niño
o adolescente sujeto de adopción.
f) Ambiente familiar adecuado y relación positiva entre sus miembros para favorecer el desarrollo
integral de la niña, niño o adolescente por adoptar.
g) La capacidad económica familiar para cubrir las necesidades de la niña, niño o adolescente por
adoptar.
h) Las condiciones de salud física y mental adecuadas para atender las necesidades de las niñas,
niños y adolescentes con experiencias particulares de desprotección familiar.
i) El nivel educativo que permita apoyar el normal desarrollo y educación de la niña, niño o
adolescente por adoptar.
j) Las condiciones de habitabilidad de la vivienda y la disponibilidad de servicios públicos que
incidan en la vida, crianza y desarrollo de la niña, niño y adolescente por adoptar.
Es importante mencionar que tras este proceso pueden ser dos los resultados que se expresan en
una resolución. Por un lado, la familia puede obtener el resultado favorable para la adopción, y por
otro, desfavorable, términos que no tienen que ver con que la familia sea “buena” o “mala”, por el
contrario, hacen referencia a las condiciones materiales, emocionales y sociales con las que cuenta
la familia “aquí y ahora” para lo que implicaría responder a la experiencia de adopción de forma
satisfactoria, generando bienestar para el/la NNA, y por supuesto para la familia.
En el caso de que la familia obtenga el resultado favorable para la adopción pasará al registro
nacional de adoptantes que es la lista de personas que pueden ser consideradas para ser designadas
para la adopción de un NNA; mientras que, en el caso de que la familia obtenga resultado
desfavorable, recibirá de los especialistas las sugerencias necesarias sobre los aspectos que será
importante que desarrollen o fortalezcan a fin de que cuenten con los recursos básicos para afrontar
la experiencia de la paternidad y/o maternidad por adopción y generar un ambiente que favorezca
la adaptación de un/a NNA en desprotección familiar y adoptabilidad. En este caso, la familia podrá
volver a iniciar su proceso luego de haber trabajado y estimulado los aspectos sugeridos con total
responsabilidad, reflexión y compromiso.
Uno de nuestros objetivos al realizar este proceso de valoración es el cuidar que, así como es
importante que para el/la NNA la experiencia de la adopción sea una experiencia que le genere total
bienestar, pues también lo sea para la familia. Cuando los padres han “crecido” emocionalmente,
se nutren de bienestar y asumen la total responsabilidad de su vida, a pesar de las dificultades que
por supuesto se van a presentar en la experiencia de la paternidad y maternidad por adopción, van
a demostrar la capacidad de responder a las diferentes situaciones de forma saludable y creativa, y
por lo tanto, transitarán por este camino con satisfacción y valoración.
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Gráfico 1
Proceso de valoración de idoneidad
Evaluación
Integral
6
Según el D. Leg. 1297, las propuestas de designaciones directas se otorgan en los siguientes casos:
a) Niñas y niños mayores de 06 años y adolescentes.
b) Grupo de hermanos/as.
c) Niñas, niños o adolescentes con discapacidad.
d) Niñas, niños o adolescentes con problemas de salud.
e) Niñas, niños y adolescentes en acogimiento familiar, cuya persona o familia acogedora decida solicitar su adopción, previa opinión favorable de la DGA.
f) Cualquier otro caso debidamente fundamentado en el Interés Superior del Niño.
28
como las expectativas e idoneidad de las familias. Como mencionar el artículo 191, del sub capítulo
V “Designación” del Decreto Legislativo 1297, estas acciones están dirigidas a analizar y verificar la
compatibilidad de las características y necesidades específicas de cada niña, niño o adolescente, con
el perfil y competencias parentales de las/los adoptantes, a fin de elaborar las propuestas de
designación de las familias más idóneas que puedan atender y cubrir las necesidades de las niñas,
los niños y adolescentes.
El equipo eleva estas propuestas al Consejo Nacional de Adopciones, el que evalúa cada caso y
finalmente aprueba o desaprueba las propuestas presentadas, dejando constancia de las razones
que motivaron su decisión. Asimismo, el Consejo Nacional de Adopciones verifica que se cuente con
la opinión de la niña, el niño o la/el adolescente respecto a su decisión de ser adoptada/o. De esta
manera, designa una (01) familia para cada niña, niño o adolescente
Hecho esto, la DGA, comunicará formalmente a la familia designada, familia que tendrán un plazo
de hasta 5 días hábiles para enviar una carta de aceptación de la designación.
Recordemos que la adopción no se dirige a satisfacer las necesidades de una persona sola o de una
pareja que desea tener hijo/s y que no ha podido satisfacer esa necesidad por sus propios medios.
Si no, es una medida a través de la cual se busca garantizar el derecho de estos niños y niñas a vivir
en una familia, con todo lo que ello implica. La adopción es una medida de protección definitiva
para niñas, niños y adolescentes que no tienen una familia que los ame.
29
Ejercicio 3
A. Lee el siguiente testimonio de una familia adoptiva respecto a la evaluación para valorar la
idoneidad.
“Al principio, nos asustaba la perspectiva de ser ‘valorados’ y no entendíamos la necesidad
de pasar por todo esto, porque al fin y al cabo cualquier pareja fértil puede procrear sin
permiso de nadie. Pero pasado el tiempo y con la experiencia de la adopción, creo más que
nunca en la importancia de la valoración, que es imprescindible. Y también es totalmente
necesaria la formación, primero para aprender a afrontar el tiempo de espera y, lo más
importante, para afrontar luego los retos de la post-adopción. Me parece muy importante
que los adoptantes comprendan y acepten que su hijo no será como el ‘ideal’ de hijo que
tengan, porque si no sustituyen la imagen del hijo soñado por la del hijo real, la adopción
puede peligrar”.
3. Por otro lado, describe las características que consideras que aún están en proceso de
desarrollo en ti y que limitarían tu posibilidad de obtener un resultado favorable.
_____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
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5. Si tú fueras parte del equipo a cargo de la valoración de idoneidad, ¿Qué aspectos
considerarías importante que una familia demuestre para obtener un resultado favorable?
Detalla a continuación los aspectos que considerarías en los siguientes casos.
Aspectos que consideraría
Aspectos que consideraría Aspectos que consideraría
tanto en una familia
exclusivamente en una exclusivamente en una
BIPARENTAL y en una
familia BIPARENTAL familia MONOPARENTAL
MONOPARENTAL
31
Día 4
“Para nosotros la adopción es un viaje que no termina nunca
y que consiste en convertir incondicionalmente en hijo tuyo
a una criatura que ya tiene o ha tenido una familia y que
tiene una vida anterior que no comienza contigo.”
(Pareja adoptante, s.f.)
32
tiempo iniciando una aventura en la que será mucho lo que tendrá que dar, pero en la que
también será mucho lo que reciba.
En algunos proyectos de adopción hay una clara preponderancia de los motivos que están
mucho más centrados en recibir que en dar, proyectos que están sobre todo centrados en las
necesidades adultas, poniendo en segundo plano o ignorando las de los niños. Eso puede
ocurrir, por ejemplo, en el caso de alguien (una pareja o una persona sin pareja) que
experimenta sentimientos de soledad o que teme a la soledad en el futuro y que piensa que
la presencia de un niño o una niña puede aliviar esa situación ahora o más adelante. Puede
también ocurrir en el caso de alguien que lo que desea a toda costa es ser padre o madre,
verse con un niño en los brazos, oír que se le llama papá o mamá. También, puede ocurrir
cuando quien se plantea adoptar busca un cierto reconocimiento familiar o social del que
cree que carece por no tener hijos. Alguien puede experimentar sentimientos de vacío, de
falta de sentido de su vida, y buscar entonces la adopción como solución.
La experiencia ha demostrado que cuando en la motivación para la adopción hay una
preponderancia de las necesidades adultas, el riesgo de que las cosas no vayan bien es muy
elevado. Como todos los niños y niñas, quienes son adoptados requieren mucha atención y
dedicación, reclaman mucho esfuerzo, entrega y sacrificios. Como todos los padres y madres,
quienes adoptan se verán muchas veces (en ocasiones, en el mismo día) renunciando a
proyectos y deseos personales para atender adecuadamente las necesidades de sus hijos e
hijas. Como ya se ha mostrado anteriormente, las necesidades de los adoptados son las
mismas que las de cualquier niño o niña, a las que hay que sumar, además, algunas que son
propias de su condición adoptiva. La atención a todas esas necesidades producirá una gran
ilusión y muchas satisfacciones, pero será también una fuente importante de esfuerzos,
tensiones y frustraciones. Ello exige dedicación, entrega y capacidad para trabajar por metas
a largo plazo, aún a costa de las consideraciones más inmediatas.
El riesgo no está solo en pensar en uno mismo. Tampoco, las necesidades del adoptado
forman parte esencial del proyecto de adopción, en otras circunstancias: tratar de satisfacer
a la pareja en un deseo de adoptar que no se comparte, intentar resolver a través de la
adopción una situación conflictiva en las relaciones de pareja, superar el duelo de la infer-
tilidad o la pérdida de un hijo previo, buscar un compañero de juegos a un hijo único... Cuando
se actúa movidos por este tipo de razones, se corre el serio riesgo de unir el proyecto de
adopción al fracaso. Un fracaso que arrastraría a todos –adoptantes y adoptados– a nefastas
consecuencias, especialmente dolorosas para un niño, niña y/o adolescente que ya había
tenido una experiencia familiar negativa de separación de su familia y entorno de origen. “
[…] “la mayor parte de quienes desean adoptar lo hacen tras la constatación de sus
problemas para concebir o para llevar adelante un embarazo. Se plantea con frecuencia la
duda de ¿en qué medida las dificultades relacionadas con la reproducción son compatibles
33
con el proyecto de adopción? Para la mayoría, esas dificultades son cualquier cosa menos
insignificantes. Por el contrario, suelen producir un impacto emocional negativo (tristeza,
sentimiento de falta de competencia personal, miedo al rechazo social…) que puede afectar
a quien lo padece y a sus relaciones de pareja. Al fin y al cabo, la infertilidad o los problemas
para la reproducción son una pérdida tanto física como psicológica. Y no una pérdida
cualquiera, sino de algo tan significativo como el proyecto de convertirse en padre o madre:
se pierde la posibilidad de un embarazo y un parto, de una conexión biológica con el hijo o la
hija, de una relación privilegiada desde el primer minuto con alguien a quien desde antes de
su nacimiento ya se le puede llamar «mío» o «nuestro».
Si bien, esta situación no es un obstáculo para la adopción, debe tenerse en cuenta que
cuando surge de las dificultades para la procreación, el proyecto de adopción no debe tratar
de “borrar” el deseo de la maternidad o paternidad biológica, sino que debe sustituirlo. La
infertilidad no se borra ni se olvida, sino que debe formar parte de la realidad personal de
quien no puede concebir hijos o tiene cualquier otra dificultad relacionada con la
reproducción. Una realidad que debe quedar aceptada e integrada antes de iniciar un
proyecto alternativo que nunca será como el original.
Mientras las dificultades para la reproducción biológica sean motivo de daño o duelo
significativos, o mientras se esté tratando activamente de resolver esas dificultades, es mejor
no emprender un proyecto de maternidad o paternidad que, aunque comparta con la
biológica muchas cosas, tiene también su propia especificidad.
Adoptar no es simplemente ser madre o padre de otra manera. Es también, y sobre todo,
experimentar un tipo de maternidad y paternidad en muchos aspectos diferente al habitual.
Es asumir varias responsabilidades adicionales a las que asumen cualquier madre o cualquier
padre biológicos. En los casos de dificultades de reproducción, antes de orientarse hacia el
proyecto de adopción, es mejor haberse despedido adecuadamente del proyecto de
maternidad o paternidad biológicas, con todas sus implicaciones. Y es necesario aceptar que
el nuevo proyecto será en muchos aspectos, diferente al anterior. Y, desde luego, que la niña
o el niño adoptado nunca será como lo hubiera sido el biológico, entre otras cosas, porque
vendrá con una historia previa y con unas características personales sobre las que no se ha
tenido influencia ninguna.
Se han analizado anteriormente algunas motivaciones para la adopción en las cuales
predominaba la preocupación por las propias necesidades. Hay, sin embargo, ocasiones en
que el proyecto de adopción está basado, sobre todo y casi exclusivamente en la generosidad.
Pensando en la realidad de muchos niños y niñas que crecen en condiciones de gran
adversidad (pobreza, por ejemplo), algunas personas se sienten conmovidas y se plantean
ofrecerles una familia que los saque de esas circunstancias indeseables. Sin embargo, no
necesitan adoptarlos para aliviar sus circunstancias, existen vías para ayudar a resolver estos
34
problemas, o al menos aliviarlos de manera muy significativa. Distintas entidades y
organizaciones se dedican a ello y, por su mediación, es posible ayudar de forma eficaz,
logrando además que esa ayuda llegue no a un sólo niño, sino a poblaciones mucho más
amplias y a varias generaciones de personas”.
[…] “la adopción no puede ser un proyecto basado en la compasión. Fundamentalmente,
porque ser padre y ser madre no consiste en el hecho de sacar a un niño o una niña de la
miseria, sino adquirir para toda la vida un compromiso de cariño, entrega y dedicación. La
adopción no es una obra de caridad, sino un compromiso diario y permanente de maternidad
y de paternidad. Un compromiso en el que inevitablemente, como en el caso de cualquier
familia, habrá momentos de dificultad y tensión que serían tal vez difíciles de aceptar por
alguien que considerara que gracias a la adopción ha “salvado” a quien luego viene a dar
problemas en vez de mostrarse agradecido. Sean o no adoptados, los hijos no llegan a la
familia para estar agradecidos, sino para perseguir sus propias metas y seguir su propio
camino, dando a sus padres a veces alegría y satisfacción, y otras preocupación y frustración,
reclamando siempre la atención, la dedicación y la entrega que todo hijo o hija requiere de
sus padres.
La motivación para la adopción no debe, pues, estar basada ni en la sola consideración de las
necesidades de quienes adoptan, ni en una visión equivocada de la adopción como salvación
de los adoptados. Tampoco, debe basarse en la falta de información sobre lo que la adopción
es y significa, ni en el desconocimiento de cuáles son las necesidades actuales y futuras a las
que tendrán que hacer frente quienes adopten. Aunque sin duda alguna las necesidades
adultas forman parte del proceso que lleva a la adopción (la de tener hijos, la de dar cariño,
la de llenar su vida con algo tan especial como un hijo o una hija), la consideración de las
necesidades infantiles y el compromiso en atenderlas y en responder a ellas de forma
satisfactoria y para el resto de la vida deben estar en el centro del proyecto.”7
7
Ibídem. Pág. 33 – 36
35
Ejercicio 4
A. Te invitamos a leer y completar cada frase con la primera idea que le surja en el momento:
B. ¿Cuáles son tus motivaciones personales para adoptar? Describe cada una en primera
persona (Yo deseo…/ Yo quiero… / Yo pienso… / etc.)
1. ___________________________________________________________________________
2. ___________________________________________________________________________
3. ___________________________________________________________________________
4. ___________________________________________________________________________
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C. Con toda la emoción que te embarga en estos momentos escribe una carta para tu futura/o
hija/hijo. Expresa en ella todo lo que sientes y las razones por las que deseas ser su
madre/padre.
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Día 5
“Porque todos los niños merecen, desde su nacimiento, vivir
en familia, si no puede ser la propia, la mejor opción para
ellos es una familia adoptiva que los ame desde lo más
pronto posible y para siempre”
(Delia Del Gatto, s.f.)
Mito 4: Quiero adoptar un niño o una niña “Lo más pequeño/a posible para criarlo/a a
mi/nuestra manera, mientras más pequeño/a es más manejable”.
En el servicio de información al público que ofrece la Dirección General de Adopciones (DGA), es
frecuente escuchar a parejas que manifiestan su deseo de adoptar a un bebé o un niño lo más
pequeño posible. Las razones que argumentan pueden ser: “… para criarlo a mi/nuestra manera”,
“para que se parezca a mi/nosotros”; “necesito/amos la experiencia de criar a un niño desde el
comienzo”; “porque los/las niños/as grandes están con traumas de su pasado”; “porque así lo
sentiré/mos mío/nuestro”.
Escuchamos infinidad de justificaciones que los padres y madres argumentan como motivaciones.
Todo esto se contrapone a la idea de considerar la adopción como búsqueda de padre, madre y
familia para una niña, un niño o adolescente en situación de desprotección familiar.
No olvidemos que un/una hijo o hija adoptado no es un premio consuelo de la hija o hijo biológico
no lograda/o. Querer adoptar a un niño o niña menor de un año no se ajusta a nuestra realidad. En
primer lugar, porque desde que se recibe un bebé en un CAR hasta que sea declarado judicialmente
en desprotección familiar y adoptabilidad, transcurre regular tiempo, a veces años. Segundo, ese
tiempo transcurrido es suficiente para considerarlo institucionalizado, qué quiere decir, que ha
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venido recibiendo la influencia de ese entorno y construyendo su estilo de responder a la vida en
función de las carencias que implica vivir en una institución. Tercero, la edad de la niña, del niño o
adolescente a adoptar debe ajustarse a la edad de los padres, pues se intenta ofrecer al hijo o hija,
los mejores padres que se ajusten a sus características de energía, apoyo social y expectativa de
vida. Es verdad que muchos padres y madres pretenden un bebé, pero esta demanda responde más
a sus necesidades de adultos que a las necesidades del niño o niña a ser adoptado.
Respecto a los “traumas de los niños grandes,” escribe Mirta Videla “Muchos de los síntomas en los
niños grandes, por los cuales los padres suelen consultarme, tales como mojar la cama, robar
monedas, agredir a compañeros del colegio o tener pesadillas, no son taras heredadas sino
comportamientos evolutivos comunes en respuesta a circunstancias del contexto familiar”8.
Mito 5: Queremos adoptar a una niña o un niño que “No tenga problemas”.
Exceptuando los casos de niños y niñas con necesidades especiales o con problemas de salud, ya
diagnosticados; en un contexto armonioso y con las condiciones idóneas para estimular un buen
desarrollo, la mayoría de las niñas y niños adoptados se desarrollan como cualquier otro niño o niña.
Sin embargo, en la realidad sabemos que siempre existen circunstancias que en toda familia se van
a presentar, por ejemplo, desinterés por las labores escolares, el incumplimiento de algunos o varios
de los acuerdos de convivencia, la rebeldía en la pubertad y la adolescencia, entre otras situaciones.
Estas son realidades por las que pasan los hijos o hijas y que también viven los padres y madres y en
las que no se tendría por qué responsabilizar a los genes, por el contrario se tendrá que poner mayor
atención en la calidad de la crianza y educación que se les brinda, que será el principal determinante
del comportamiento de todo niño o toda niña incluso adoptado/a.
8
Videla, Mirta “¿Conseguir un niño o adoptar un hijo?”. Ediciones cinco. Buenos Aires. 1996. Pág. 80.
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adopción. Por ello, la valoración de idoneidad está dirigida a los adultos, porque lo que se busca es
conseguir una familia que reúna las condiciones para atender con amor y con todos los cuidados
necesarios a ese niño o niña.
En ningún momento se busca designar a un niño o niña considerando que tenga rasgos físicos
parecidos a los de su posible padre y/o madre. Incluso, algunos solicitantes preguntan “¿no es mejor
que se parezca más a nosotros para que no sufra de discriminación de la sociedad?” o dicen “si se
parece más a nosotros, nadie sabrá que es adoptado/a”, ignorando que una de las bases para la
paternidad y maternidad adoptiva, es el amor y la aceptación incondicional hacia el hijo o hija.
En nuestro caso, las niñas, los niños y adolescentes provienen de diversas regiones del país, por lo
que se podrá distinguir en ellos una diversidad de rasgos: físicos, culturales, lingüísticos, etc. que en
la gran mayoría son característicos de su región. La única característica que se puede afirmar que
tiene el niño o niña en condición de adoptabilidad es su necesidad y deseo de tener una familia que
lo ame y acepte como es, nada más que eso.
40
Ejercicio 5
A. Imagina que eres un niño o una niña que vive en un CAR y escuchas las siguientes frases:
B. Has considerado que un niño, niña o adolescente adoptado/a tiene el derecho de saber sobre
sus orígenes para construir su identidad. ¿Qué piensas al respecto?
______________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________
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Día 6
“Porque es el proyecto humano que brinda a un niño
privado del cuidado de su familia de origen, la oportunidad
de ejercer su derecho a vivir una infancia feliz”
(Raquel Morales, s.f.)
Mito 7: “Habiendo tantos niños y niñas por adoptar ¿por qué nos ponen tantos obstáculos para
adoptar a un niño o niña?”
Este es otro comentario, o más bien un lamento, que hacen las personas interesadas en iniciar su
proceso de adopción. Pero esto es un mito. Existen muchas razones por las cuales una niña o niño
puede ser considerado en situación de desprotección familiar y adoptabilidad. Por esta razón, si
bien hay muchos CAR (Centro de Acogida Residencial) y niñas, niños y adolescentes en ellos, no
todos son susceptibles de adopción. Hay un número importante de niños y niñas que a pesar de las
múltiples circunstancias difíciles que vienen atravesando, aún mantienen vínculos con sus familias
de origen, por lo tanto no pueden ser dados en adopción.
Mito 9: “Yo no quiero adoptar niños de Adopciones Especiales porque son niños discapacitados o
con problemas mentales”
Este es otro de los comentarios que hacen las personas interesadas en iniciar su proceso de
adopción. Si hablamos de Adopciones Especiales, como su nombre lo dice, es el proceso de adopción
mediante el cual se busca encontrar familias cuyas expectativas y características coincidan con las
necesidades de niñas, niños y adolescentes que presentan las siguientes condiciones:
Niñas y niños mayores de 6 años.
Adolescentes entre 12 a 17 años.
Grupo de hermanos.
Niñas, niños o adolescentes discapacitados.
Niñas, niños y adolescentes con problemas de salud.
Es más, según el Registro Nacional de Adopción Especial que administra la Dirección General de
Adopciones, actualizado a diciembre de 2018 y de acuerdo a los grupos de referencia podemos
observar que la población de niñas, niños o adolescentes dentro del grupo de Adopciones Especiales
sigue siendo hasta diez veces mayor al promedio de los niños y niñas que anualmente son
declarados en desprotección familiar y adoptabilidad y que a la vez pueden ser considerados para
adopción regular.
43
Ejercicio 6
A. Imagina que alguien te hace el siguiente comentario:
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Referencias bibliográficas
- Palacios, Jesús. (2009) Guía para solicitantes de adopción internacional “La aventura de
adoptar”. Universidad de Sevilla. Ministerio de Sanidad y Política Social. Madrid - España.
- Videla, Mirta. (1996) “¿Conseguir un niño o adoptar un hijo?” Ediciones Cinco. Buenos Aires.
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