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Generalidades, física del sonido

Características Fundamentales del Sonido

Frecuencia: Número de veces que se repite una situación o ciclo en un tiempo determinado. La
frecuencia es la inversa del periodo (tiempo de duración de un ciclo). Se mide en Hercios que
equivale al número de veces que se repite la situación medida en un segundo. Cuanto mayor es la
frecuencia, mayor es el número de veces que se repite en un segundo y menor es el tiempo
disponible para realizar un ciclo.

También se le conoce como el número de oscilaciones por segundo de una onda electromagnética
(u otra). La frecuencia se mide, frecuentemente, en Hertz (Hz), donde una onda de una frecuencia
de 1Hz oscila una vez por segundo. La frecuencia se designa por Nu y se relaciona con la longitud
de onda (Lambda) y la velocidad de la luz mediante la ecuación Lambda Nu = c.

La gama de la audencia humana normalmente es entre 20-20,000Hz (20Hz-20kHz). Un hertzio


(hertzio) representa un ciclo cada segundo, 20Hz representa 20 ciclos cada segundo, y etcétera.
Números más bajos son frecuencias más bajas.

Amplitud: Es el valor máximo de la Función de Onda y corresponde al máximo valor que alcanza
la perturbación en un punto

Sonido: El sonido es la sensación, en el órgano del oído, por el movimiento ondulatorio producido
por los cambios de presión en un medio elástico, generados por el movimiento vibratorio de un
cuerpo sonoro. La función del medio transmisor es fundamental, ya que el sonido no se propaga en
el vacío. El aire es el medio transmisor más común del sonido. La velocidad de propagación del
sonido en el aire es de aproximadamente 343 metros por segundo a 20ºC de temperatura.

El sonido es producido mediante la articulación y posee cuatro cualidades físicas fundamentales:


tono, timbre, cantidad e intensidad.

Velocidad del Sonido: La velocidad del sonido es la velocidad de propagación de las ondas de
presión longitudinales que constituyen el sonido. Esta velocidad varía dependiendo del medio a
través del cual viajan las ondas sonoras. Aparte del interés del estudio del propio sonido su
propagación en un medio puede servir para estudiar algunas propiedades de dicho medio de
transmisión. La velocidad del sonido no depende del tono o longitud de onda pero si su atenuación.

Longitud de Onda: En ondas armónicas, se define la longitud de onda como la separación


espacial existente entre dos puntos cuyo estado de movimiento es idéntico. Lo más sencillo para
medirla es fijarse en la distancia existente entre dos crestas o dos valles de una onda. Se suele
representar con la letra griega λ (lambda).La longitud de onda es igual a la velocidad de
propagación de la onda en el medio dividida por su frecuencia.

En resumen es la distancia de cresta a cresta o de valle a valle de una onda electromagnética o de


otro tipo. Las longitudes de onda están relacionadas con la frecuencia: cuanto más larga la longitud
de onda, más baja la frecuencia.

Periodo: Tiempo necesario para que se produzca un ciclo completo. Se mide en segundos. Es la
inversa de la frecuencia (número de ciclos por segundo). El término periodo se utiliza para designar
el intervalo de tiempo necesario para completar un ciclo repetitivo.
Fase: En una onda, número de ciclos completos por segundo. Es el valor que en la expresión
matemática de la onda toma el argumento de la función. Existe un desfase cuando se comparan
dos ángulos de distinto valor. La perturbación en dos puntos diferentes puede estar en fase si el
valor que toma la función de onda es el mismo en cualquier instante. En otro caso los puntos están
desfasados.

Armónicos: Componentes de un sonido que se definen como las frecuencias secundarias que
acompañan a una frecuencia fundamental o generadora.

1 Presentación

En este capítulo se exponen algunas ideas sobre el sonido en el ordenador;


comenzando por algunos conceptos básicos sobre física del sonido, que
consideramos un soporte mínimo e indispensable que ayude a comprender
aspectos más técnicos de la relación de la informática con el fascinante
mundo de la música y el sonido.
Los aspectos más concretos de la tecnología del sonido en el ordenador
actual se han dejado deliberadamente en el aire, apenas apuntados; las
razones son varias. En primer lugar el propio desconocimiento del autor
(nunca me han interesado demasiado los aspectos tecnológicos de este tipo).
En segundo lugar, el fulgurante desarrollo de la tecnología del hardware,
hace que dispositivos punteros de hoy parezcan anticuados pasado mañana,
por lo que nos parecen más importante las ideas básicas, mucho más
perdurables, que los últimos diseños, marca, modelo o tecnología de tal o
cual tarjeta de sonido. En tercer lugar, la descripción detallada de
dispositivos concretos se saldría totalmente del enfoque que pretendemos
para esta obra.
Este capítulo pretende ser simplemente una introducción al tema;
introducción que puede servir como punto de partida para que los lectores
más interesados puedan comenzar a buscar por sí mismos.

2 Sinopsis
Según el Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española, sonido es
la sensación producida en el órgano del oído por el movimiento vibratorio de
los cuerpos, transmitido por un medio elástico, como el aire. Luego nos
aclara que es el efecto de la propagación de las ondas producidas por
cambios de densidad y presión en los medios materiales, y en especial el que
es audible.
A efectos prácticos podemos destacar dos ideas importantes: Que es una
"sensación", (como la luz), por tanto subjetiva, y que el medio de
propagación generalmente es el aire. Pero como el diccionario no es el
mejor sitio para aprender física, añadiremos algunas puntualizaciones al
respecto.
Suponiendo un medio aéreo (el que es normal para los seres humanos), el
sonido está originado por cualquier perturbación en la presión atmosférica.
Esta oscilación en más y en menos alrededor del valor normal se propaga
por el aire en lo que denominamos una onda acústica. En contra de lo que
ocurre con las ondas electromagnéticas (la luz), cuya velocidad de
propagación es una constante universal, la velocidad de propagación de las
ondas acústicas depende en gran medida de las características del medio en
que se transmiten. En las películas hemos visto como pegando el oído a la
vía del tren se percibe más claramente, y antes, su llegada que si esperamos
a oírlo por el aire [1]. También en el agua se propagan los sonidos mejor
que en el aire; de esta circunstancia sacan provecho algunos animales
marinos para su comunicación. Otra diferencia importante con respecto a la
radiación electromagnética, es que las ondas acústicas necesitan de un medio
elástico para su propagación, no pueden transmitirse en el vacío como
aquellas.
Nota: En ciertos aspectos, el sonido y la luz comparten características
comunes, por lo que frecuentemente estableceremos paralelismos y
analogías entre ellos; el punto crucial, y común, es que ambos se
refieren a la "percepción" en nuestra mente de fenómenos físicos, con
todo lo que ello tiene de subjetivo, ya que la percepción humana es
subjetiva (distinta para cada individuo) y no es desde luego fácilmente
cuantificable ni sigue una relación de tipo lineal respecto al fenómeno
que las origina. Otro punto importante es que estos fenómenos pueden
ser estudiados desde un punto de vista físico (objetivo) e independiente
de la percepción que el humano pueda tener de los mismos.

3 El sonido en el aire
Los fenómenos que percibimos como sonido son vibraciones, y desde el
punto de vista físico es equivalente considerarlas como desplazamientos
oscilatorios (en dos direcciones opuestas) de las moléculas del aire, o como
alteraciones de presión también oscilatorias [6]. Estas alteraciones inciden
sobre el tímpano, y a través de los huesos del oído medio, son conducidas al
oído interno, donde producen alteraciones electo-químicas que llegan hasta
el cerebro por los nervios auditivos.
Hemos señalado que las alteraciones de presión que constituyen el sonido se
desplazan a una velocidad que depende del medio; es lo que se conoce
como velocidad de propagación. En el caso del aire a nivel del mar, esta
velocidad es aproximadamente de 340 metros por segundo; es denominada
Mach 1 en aviación [9].
De forma similar a lo que ocurre con la radiación electromagnética, el oído
humano es capaz de percibir las perturbaciones de presión de las ondas
acústicas. Aquí hay dos aspectos importantes a considerar: Uno es relativo
a las frecuencias perceptibles; el otro a la energía necesaria para que la onda
sea perceptible.
Nos referiremos a los aspectos energéticos más adelante (Intensidad Sonora
). Respecto al primer punto, el oído es sensible a una gama de frecuencias,
el denominado rango de frecuencias audibles o frecuencias de "Audio".
Generalmente se acepta que comprende entre 20 Hz y 20,000 Hz, aunque
existen componentes armónicos ( ) de audio que se extienden muy por
encima de los 20 KHz. También aquí, algunos animales son capaces de
percibir y utilizar, sonidos fuera del rango que es perceptible a los humanos.
Por ejemplo, perros, gatos, delfines y murciélagos.

Nota: El sistema de altavoces y los auriculares que suelo conectar en el


ordenador de trabajo, son de calidad mediana. El primero es un sistema
auto-amplificado de 2 altavoces y 9 W por canal que, de acuerdo con sus
especificaciones, tiene un rango de respuesta de 120 Hz a 20 KHz. El de los
auriculares es de 18 Hz a 22 KHz. Como puede verse, es más fácil hacer que
la membrana de estos últimos funcionen a altas y bajas frecuencias, que la de
los altavoces, que por ser mayores tienen mayor inercia.

3.1 Amplitud, tono y timbre

Como ocurre con todos los fenómenos ondulatorios, en el sonido son


importantes dos parámetros: La frecuencia y la amplitud. La frecuencia es
percibida como tono, las frecuencias elevadas se perciben como tonos
agudos, las más bajas como tonos graves. Por su parte, la amplitud se
percibe como intensidad, volumen o sonoridad. Las vibraciones de gran
amplitud se perciben como sonidos fuertes, las de pequeña amplitud son
sonidos débiles.
La frecuencia F de un sonido y su longitud de onda L están directamente
relacionadas con la velocidad de propagación V en la forma:

L= V/F <===> F=V/L

Por ejemplo, a una frecuencia de 10 KHz le corresponde una longitud de


onda:

L = 340 / 10 · 103 m = 34 mm

Las longitudes de onda de las frecuencias audibles oscilan entre 1.7 cm y 17


metros; los murciélagos pueden utilizan sonidos de unos 10 KHz. Los 34
mm de longitud de onda de este "Sonar" es suficiente para discriminar y
capturar insectos en vuelo [8].
El conocimiento de la longitud de onda del sonido es fundamental cuando se
trabaja en espacios acústicos como estudios de grabación, micrófonos, cajas
acústicas, etc. Cuando se trata del sonido, además de la frecuencia (tono) y
amplitud (sonoridad) también es importante el timbre o calidad del tono.
Siguiendo nuestro paralelismo con la radiación electromagnética, de la que
no existen luces de color puro, en la vida real tampoco no existen sonidos
puros (de una sola frecuencia). Los sonidos reales son compuestos de
vibraciones de muchas frecuencias, precisamente la proporción de las
frecuencias componentes es lo que caracteriza el timbre de los sonidos,
desde la voz humana a los instrumentos musicales.
Incluso un sonido más o menos puro como una nota de piano, tiene una
componente fundamental, que corresponde a la frecuencia de la propia
nota, pero está acompañada de toda una gama de frecuencias (múltiplos y
divisores) por arriba y por debajo de esta frecuencia fundamental. Son los
denominados componentes armónicos, que en conjunto caracterizan la
nota. Por ejemplo, la nota más baja del piano es de 27 Hz y la más alta de
unos 4 KHz. El LA central (natural) -nota A en la nomenclatura
anglosajona- es de 440 Hz, sin embargo está acompañado de componentes
armónicos de 220, 110, 55, ..., 880, 1320, 1760, Etc. que exceden con
mucho las frecuencias fundamentales de las teclas extremas. Considere que
son precisamente las amplitudes de los armónicos, lo que permiten distinguir
un LA
natural de
piano de un
LA de saxo
o de
clarinete.
Otro aspecto
importante
para la
identificació
n de sonidos
es su
evolución en
el tiempo. Fig. 1
La amplitud
del sonido tiene una evolución desde el momento inicial hasta que
desaparece, y esta evolución concierne tanto a la componente fundamental
como a sus armónicos. Su representación es la envolvente del sonido y
tiene cuatro partes características: El ataque ("Attack") es la fase en que el
sonido va creciendo en intensidad hasta alcanzar un máximo. El sostenido
("Sustain") es una fase en que la intensidad es más o menos constante; en
ocasiones después de un pequeño descenso ("Decay") después de la
amplitud máxima. Finalmente, la desaparición ("Release") es la fase en
que la intensidad va disminuyendo hasta desaparecer. Por ejemplo, una
palmada tiene un tiempo de ataque de unos 2.5 ms en los que la amplitud
crece muy rápidamente; un sostenimiento de unos 3 ms y desaparece en
otros 2.5 ms. En cambio, el tiempo de ataque de un gong es mucho más
lento, del orden de 1 s; su sostenimiento es de 1.5 s y su desaparición del
orden de 30 segundos o más. Tenga en cuenta que la intensidad de los
armónicos (su envolvente) no evoluciona igual que la de la frecuencia
principal y es a su vez distinta para los distintos instrumentos.

Nota: Generalmente los armónicos de alta frecuencia se atenúan antes


que los de frecuencias bajas, que son más persistentes.
La figura 1 muestra una imagen simplificada (utilizando trazos rectos) de la
envolvente de un sonido. Es una representación conocida como modelo
ADSR ("Attack-Decay-Sustain-Release"), que es utilizada en ciertas
técnicas de síntesis que utilizan tablas de ondas [7].

Puesto que el sonido es la percepción de vibraciones mecánicas en un medio


elástico (el aire), estas vibraciones pueden ser medidas en término de
variaciones ± del valor de la presión atmosférica, cuyo valor máximo puede
ser expresado por:

pmax = A B 2 π / L = A B k

En esta fórmula, A es la amplitud de la vibración; B es el módulo de


elasticidad de volumen, o módulo volumétrico ("Bulk modulus"), del medio
de propagación (aire en nuestro caso); L es la longitud de onda y π es el
número Pi (3.1415...). El término k (2 π / L) es conocido como número de
onda o constante de propagación.

4 Magnitudes físicas
Desde el punto de vista de la física existen dos magnitudes que tienen
importancia en la percepción del sonido: La potencia y la intensidad
sonoras.

4.1 Potencia Sonora


El frente de ondas que se propaga alrededor de un punto transporta cierta
energía [2]. Esta energía es captada por el tímpano, y es precisamente la
responsable de que podamos oírlo. Es bastante intuitivo que cuanto más
extenso sea este frente (más alejado del punto inicial) la energía estará
menos concentrada (el sonido se percibe como más débil). Por esta razón la
energía en sí misma no es muy representativa de lo "Fuerte" que puede
resultar un sonido. Como veremos a continuación, es más representativa la
energía por unidad de superficie. Sin embargo, indicaremos aquí que el oído
es un órgano extraordinariamente sensible en este aspecto, pudiendo percibir
energías infinitesimales. Se estima que al hablar en tono normal
desarrollamos una una potencia de 0.00001 W (10-5 W), y tres veces este
valor para un grito [3].

4.2 Intensidad sonora


La intensidad I de un sonido puede medirse mediante la energía que
transporta por unidad de superficie (medida en perpendicular a la dirección
de propagación); se expresa en W/m2. Esta magnitud que depende de la
amplitud y frecuencia de la fuente sonora, y es independiente de cualquier
consideración subjetiva (del observador).
Se acepta que la intensidad del sonido más tenue perceptible por el oído
humano normal es de 10-12 W/m2, y que 1 W/m2 es el umbral del dolor. En
este sentido podemos afirmar que el sentido del oído es realmente notable y
que su rango de percepción es increíble (podemos suponer como es el de
algunos animales). El físico Alexander Wood lo comparó con la variación
de luminosidad aparente de una lámpara de 50 Watt encendida en Londres
para una persona que partiese de su proximidad y se alejase paulatinamente
hasta Nueva York. Precisamente este enorme rango de intensidades sonoras
perceptibles por el oído ha motivado que, como veremos en el próximo
epígrafe, se utilice para su medición no una escala lineal, sino logarítmica.
Suponiendo que la energía se distribuye uniformemente alrededor del que
habla, un interlocutor a 1 m percibe una intensidad I = 10-5/ (4  12) =
79.577 10-8 W/m2. Si en un teatro queremos conseguir que a 20 m del
escenario percibamos la conversación de dos actores como si estuviésemos
en la propia escena, debemos utilizar un amplificador que proporcione una
potencia sonora Ps:

Ps / (4  202) = 10-5/ (4  12) ==> Ps = 10-5(4  202) / (4  ) = 4


mW. [5]

4.3 Nivel de presión acústica


Otra forma de referirse a la energía transportada por un sonido es su nivel de
presión SPL ("Sound Pressure Level") o volumen acústico, que depende de
la amplitud de la vibración. Es importante significar que la misma
frecuencia nos parece de tono distinto cuando cambia su intensidad [4] y que
niveles elevados se consideran dañinos para la salud y pueden llegar a
producir sensaciones dolorosas.
El volumen acústico se mide en Bels, abreviadamente B, nombre elegido en
honor de Alexander Graham Bell. Tiene su origen en los laboratorios Bell
de AT&T cuando necesitaban un método para medir las pérdidas de señal en
líneas telefónicas. El volumen acústico ß de un sonido de intensidad I
expresado en Bels se define como:
I
ß = log ----- (Bels)

Io

Como la unidad resultaba demasiado grande, se utiliza el decibelio (décima


parte del Bel) designado dB que ha quedado como unidad "de facto" para la
medida del volumen acústico. Así pues, el volumen acústico ß de un sonido
de intensidad I expresado en decibles se define como:
I

ß = 10 log ----- (dB)

Io

Como puede verse, se trata de un cociente entre dos magnitudes, expresado


en una escala logarítmica. Salvo indicación en contrario, el valor de
referencia Io es 10-12 W/m2 (intensidad del sonido más tenue perceptible por
el oído humano), que se considera como punto origen para las medidas
acústicas. De la propia definición se deduce que el volumen acústico
correspondiente a Io es:

Io

ß = 10 log ----- = 10 log 1 = 0

Io

La intensidad de 1 W/m2 (umbral del dolor), equivalente a una presión


sonora de 120 dB, y 1 dB es la mínima variación de intensidad de un sonido
que puede detectar el oído. De la aplicación de la fórmula se deduce que
duplicar la intensidad de un sonido (pasar de un valor I1 a otro 2 · I1)
supone una variación de 10 log 2 = 3.01 dB.
Nota: Observe que la intensidad I de un sonido es una magnitud
absoluta, independiente del observador, mientras que el nivel de
presión sonora SPL, es un valor relativo que toma como referencia un
nivel de señal relacionado con un observador humano estándar. La
ventaja de utilizar la presión acústica SPL en dB frente a la intensidad,
es que al estar referida al nivel de percepción humano, es más
significativa para hacernos una idea de "cuanto" de fuerte es percibido
un sonido. Además, tratándose de sonidos para "consumo" humano,
voz, música, señales acústicas, Etc. el rango a manejar es de 120 en vez
de 1.000.000.000.000. Por ejemplo, la diferencia entre dos intensidades
de 10-8 W/m2 y 10-4 W/m2, que son 10,000 W/m2, puede ser expresado
como una diferencia de 40 decibelios (4 Bels).
Las medidas en Bels y decibels representan un cociente entre dos valores. Es
decir, una medida relativa como lo podría ser el % (ver a continuación), que no
tiene sentido si no se conoce el valor de referencia. Es frecuente encontrar esta
medida en todo tipo de trabajos que tienen que ver con el sonido, y no siempre
el valor de referencia se refiere a 10-12 W/m2. Por ejemplo, al referirse a
amplificaciones o atenuaciones de señales eléctricas, se utiliza como valor de
referencia el valor de la señal (tensión) de entrada, que es equivalente, ya que
las potencias de las señales eléctricas son proporcionales al cuadrado de su
tensión.

W=V.I

I =V/R

W = V2/R §4.3a

Significado: W = potencia; I = intensidad; R = resistencia.

Así pues, si una señal eléctrica sufre una amplificación o atenuación, pasando
de Vo a V en un dispositivo, la ganancia (o pérdida) puede ser expresada
también en decibelios en función de las tensiones y resistencias de entrada y
salida:

V2/R V Ro V Ro V

x dB log --------- log ---------- Log --- + Log ---- = Log --- + K
= 10 = 20 = 20 20 20 §4.3b

Vo2/Ro Vo R Vo R Vo

Como puede verse, cuando se utilizan estas expresiones en dispositivos


amplificadores, es necesario indicar las resistencias de salida y entrada. Caso de
ser iguales (Ro = R) la expresión K vale cero, de forma que la amplificación
solo depende del logaritmo del cociente de las tensiones de entrada y salida.

Nota: Los modernos sistemas de audio tienen una impedancia de salida


relativamente baja, mientras que es alta la de entrada. En consecuencia
existe un mínimo intercambio de energía entre ambos lados. En estas
condiciones el cociente Ro/R es un valor alto.

En realidad es raro encontrar expresiones de % en trabajos de acústica, aunque a


veces se utiliza. La expresión para convertir entre ambas es:
y% Ganancia Variación de señal en %
x dB = 20 log -------- + 12 dB 400 % 20 log (400/100)
+ 6 dB 200 % 20 log (200/100)
100 ± 0 dB 100 % 20 log (1)
- 6 dB 50 % 20 log (50/100)
En el cuadro se muestran algunos - 12 dB 25 % 20 log (25/100)
ejemplos de las variaciones de señal - 20 dB 10 % 20 log (10/100)
conseguidas con un amplificador en - 40 dB 1 % 20 log (1/100)
función de los ajustes en el control de - 60 dB 0.1 % 20 log (0.001)
ganacia (dB). Observe que cuando la - 80 dB 0.01 % 20 log (0.0001)
ganancia es cero, la señal de salida
coincide con la de entrada.

Como resultado de las distintas magnitudes que pueden relacionarse en las


medidas acústicas, es frecuente encontrar las siguientes expresiones:

 dB Fs decibelios relativos a "Full Scale". Es la más utilizada en


trabajos de audio. Como valor de referencia se utiliza el máximo que
puede alcanzar la señal [10] (se suponen tensiones). En consecuencia los
resultados son negativos (los cocientes son siempre menores que la
unidad). En las señales digitales este valor viene determinado por la
profundidad de muestreo ( 10.2), que para los sistemas de sonido del
PC son 8 o 16 bits, por lo que el denominador (señal "full scale") puede
adoptar los valores máximos 255 y 65535. Poniendo estos valores en el
denominador y 1 en el numerador (valor mínimo de la señal distinto de
cero) en la fórmula §4.3b , los rangos para estas señales son de 0 a -48
dB para 8 bits y 0 a 0 a -96 dB. para 16 bits.
 dB r decibelios relativos a una referencia absoluta. Se utiliza en
mediciones de precisión y se indica siempre el valor r utilizado como
referencia.
 dB V decibelios relativos a 1 Voltio. En este caso el divisor es 1 y la
expresión §4.3b se reduce a dB = 20 log V + K
 dB m decibelios relativos a 1 mW. Suele utilizarse en radiodifusión.
Cuando se utiliza en mediciones acústicas debe indicarse la resistencia,
ya que en audio, el rendimiento y eficacia de los equipos se expresan en
voltajes en lugar de potencias. Teniendo en cuenta que los equipos
profesionales de audio suelen tener una impedancia de entrada entre 600
y 150 Ohmios. 1mW representa tensiones entre 0.7746 y 0.3873 Voltios
(fórmula §4.3a ).
 dB u decibelios utilizando una referencia de voltaje de 0.7746 V. O lo
que es lo mismo, utilizando una potencia de referencia de 1 mW (dB m)
y una resistencia de referencia de 600 Ohms.
 dB spl decibelios "Sound Pressure Level". En las medidas acústicas es
frecuente utilizar una intensidad de referencia de 0.1 W/m2.

Bibliografía:

"Personal Computer Audio Quality Measurements" Dr. Steven Harris & Clif
Sanchez

5 Sensibilidad humana

Como hemos señalado, el oído humano es un instrumento registrador


extremadamente sensible; es capaz de percibir vibraciones del aire del orden
de 10-11 m, aunque evidentemente esta sensibilidad no es la misma para
todos los individuos ni para todas las frecuencias. Fletcher y Munson
(F&M) fueron los primeros investigadores que en los años 30 establecieron
la sensibilidad humana a sonidos de diversa amplitud y frecuencia,
demostrando que la sensibilidad del oído es extremadamente dependiente de
la frecuencia, registrando una sensibilidad máxima entre 3 y 4 KHz. Por
encima y debajo de estas frecuencias los sonidos se perciben más
débilmente.
Según estos resultados resulta evidente que conocer el SPL de un sonido no
proporciona suficiente información sobre su sonoridad ("cuanto" de fuerte lo
percibimos); habría que indicar su frecuencia y conocer el grado de
sensibilidad a esta última.
Con objeto de dar una medida lo más fiel posible de la "sonoridad" de un
sonido, Fletcher y Munson establecieron una medida para la sonoridad y
una serie de curvas de igual sonoridad para varios niveles de presión
acústica, desde el umbral de audición (0 dB), a niveles dañinos para la salud
(120 dB), en intervalos de 10 dB.
Observe que utilizamos el término sonoridad para describir el nivel de
sensación que produce un sonido. La unidad de sonoridad phon, es la que
corresponde a un sonido de 1000 Hz expresado en dB.
Para determinar la sonoridad de una nota de cualquier frecuencia F, se
determina el SPL en dB de un sonido de 1000 Hz que proporcione la misma
sensación de volumen sonoro.
En la figura adjunta se muestran una serie de estas curvas de F&M. En
abcisas se muestran (en escala logarítmica) las frecuencias F de 20 a 20,000
Hz (audibles); en ordenadas se muestran las intensidades I del sonido en
W/m2 ; en decibelios, y la presión máxima Pa correspondiente en pascales
(Newton/m2).

Las curvas muestran puntos de igual sonoridad, la inferior corresponde al


umbral de percepción, la superior al umbral de dolor. Por ejemplo, un
sonido de 100 Hz a 52 dB y otro de 10 KHz a 52 dB tienen la misma
sonoridad que una nota de 1 KHz a 40 dB, lo que significa que los tres
tienen una sonoridad de 40 fones.
Nota: El valor de la presión acústica, expresada en decibelios,
ponderada en función de la frecuencia, se conoce como "A-weighted",
y se indica añadiendo una letra "A" a la medida. Por ejemplo: 15
dBA.

6 Webografía
SweetWater http://www.sweetwater.com/insync/word.php
Glosario de términos relacionados con el sonido.
Handbook for Acoustic Ecology http://www.sfu.ca/sonic-
studio/handbook/
Es la versión digital actualizada de un libro cuya primera edición vio
la luz en 1978. Producto a su vez de un proyecto de investigación de
la universidad canadiense Simon Frazer de Vancouver (Columbia
Británica). Contiene información sobre infinidad de conceptos y
términos relacionados con el sonido.
.

[1] Naturalmente eso lo hacen los "Indios" en las películas, pero es totalmente
desaconsejable hacerlo en la realidad.

[2] La energía es la capacidad de producir un trabajo. A su vez el trabajo puede


transformarse en movimiento mecánico o calor.

[3] La potencia es la energía dividida por el tiempo (energía en unidad de tiempo).


Generalmente expresada en Vatios ("Watts"). 1 W = 1 Julio/s. = 0.10197 Kgm/s.

[4] Esta circunstancia debe ser tenida en cuenta cuando se mezclan sonidos; deben ser
comprobados a diversos volúmenes acústicos. Como regla general, si una mezcla suena
bien a un nivel bajo, sonará mejor a niveles más elevados.
[5] Naturalmente la potencia eléctrica debería ser muy superior; generalmente los altavoces
son dispositivos que proporcionan un rendimiento muy pobre entre la energía eléctrica
consumida y la energía acústica radiada. Además en estas consideraciones suponemos que
la energía se reparte uniformemente alrededor de la fuente, cosa que casi nunca es cierta.

[6] Las sinusoides que representan los desplazamientos de las moléculas y las variaciones
de presión, están desfasadas entre sí 1/4 de onda.

[7] En muchos instrumentos, la composición espectral (de armónicos) durante la ejecución


de una nota, permanece aproximadamente constante durante el periodo de "Sustain". Esta
circunstancia es aprovechada para guardar un trozo de esta forma de onda en una tabla
("Wavetable"). Posteriormente, la onda total es reconstruida repitiendo la muestra un
número de veces adecuado hasta alcanzar la duración total deseada. Simultáneamente la
amplitud es modulada de forma que se ajuste lo más posible a un patrón ADSR
determinado.

[8] Se acepta que pueden percibir sonidos entre 1 y 80 KHz. Para el delfín entre 2 y 100
KHz

[9] La velocidad del sonido en el aire se mide generalmente en una "atmósfera estándar"
(15.6ºC, 1013,25 mb/cm², 1,325 kg/m³) es aproximadamente 340.46 m/s. En agua dulce, a
30ºC, es de 1509.6 m/s, mientras que en la de mar, con la misma temperatura, con una
concentración de sales de 35%, es de 1546.2 m/s. Se estima que cuando la temperatura
aumenta en un grado centígrado, la velocidad del sonido lo hace en 2.5 m/s; si la salinidad
se incrementa en 1%, la velocidad presentará un incremento 1.4 m/s; y si la presión sube 10
atmósferas (100 m. de profundidad), el incremento es de 1.8 m/s. En el acero (vías del
tren) la velocidad de propagación es de unos 5100 m/s.

[10] Cuando la señal llega a los valores máximo o mínimo se dice que hay "saturación".

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