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UNIVERSIDAD AGRARIA DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS


CARRERA DE INGENIERÍA AGRÍCOLA MENCIÓN
AGROINDUSTRIAL

TRABAJO DE INVESTIGACION
Tema:
Trichinella spiralis
Estudiante:
Ortega Briones Jasson
Curso:
6to Semestre “A”
Asignatura:
Parasitología
Docente:
Ing. Tamara Borondulina
2019-2020
Introduccion
La triquinelosis es una parasitosis zoonótica, causada por nematodos del
género Trichinella spp., con adultos localizados en intestino delgado del huésped
y larvas tisulares, se adquiere a través de la ingesta de carne cruda o mal cocida
con larvas vivas en células musculares. Se han identificado más de 100 especies
de mamíferos, aves y reptiles como hospederos definitivos de este parásito. La
mayor parte de los hospederos son silvestres; sin
embargo, son de importancia particular para la
triquinelosis humana algunos animales
involucrados en el ciclo doméstico de la
enfermedad, tales como cerdos, caballos, perros,
gatos y roedores (OIE. 2012; FAO. 2013). A
nivel mandial, la especie prevalente,
es Trichinella spiralis. Ha cobrado relevancia T.
nativa, por su amplia distribución geográfica. T.
murelli se encuentra ampliamente distribuida en
Norteamérica, y es posible que se encuentre en
carnívoros silvestres en México (Pozio &
Zarlenga. 2013).
Trichinella spp. tiene distribución global. El patólogo alemán Zenker (1860)
reconoció al cerdo doméstico como posible fuente de infección para los humanos.
Años más tarde, ese cerdo doméstico fue señalado como el principal reservorio
de Trichinella spiralisy la fuente de infección de mayor importancia. En México, T.
spiralis fue identificada por Toussaint (1893).

El parásito presenta características muy sui generis: es el nematodo de menor


tamaño que parasita al humano y solo requiere de un hospedero. Además, la
forma infectante es la larva 1 (L1), a diferencia de la mayoría de los nematodos,
cuya forma infectante es la L3. (Pozio et al., 2009; Pozio. 2014).

Se reconocen actualmente 12 taxones de Trichinella en dos clados (con cápsula y sin


cápsula). Todas las especies son potencialmente zoonóticas (Pozio. 2013; Pozio.
2014; Korhonen et al., 2016).
Ciclo biológico.
Trichinella spp. se transmite de un animal a otro, o al humano, a través de la ingesta
de tejido muscular con larvas de Trichinella. Se contemplan ciclos de vida
doméstico y silvestre. En ambos, el humano adquiere la infección por ingesta de
carne cruda o mal cocida, de cualquier animal parasitado con larvas L1. Aunque los
animales silvestres son los principales reservorios ya que mantienen la mayor
biomasa de parásitos, la infección en el humano, a nivel global, se adquiere de
manera mucho más frecuente por ingesta de preparaciones diversas de carne de
cerdo, cruda o mal cocida.

- Ciclo doméstico de T. spiralis. Incluye a cerdos, caballos y algunos animales


sinantrópicos; entre éstos últimos, son de importancia los roedores (ratas, ratones),
gatos y perros domésticos, así como algunos mustélidos. Las formas infectantes,
las larvas L1 enquistadas, son adquiridas por estos animales, cuando son
alimentados con desperdicios cárnicos contaminados, a través de la ingesta de
roedores infectados, o por canibalismo. Con base en la información de Food and
Agriculture Organization of the United Nations (FAO), la producción de carne de
caballo representa, a nivel mundial, el 0.25% de la producción total de carne
(Belaunzaran et al., 2015; FAO, 2015).
Aproximadamente 37,000 muestras de perros fueron estudiadas por digestión o
pruebas serológicas ELISA, WB) en diferentes áreas del mundo (unos 68,000 en
Europa, 3,100 en Norteamérica, 490 en Sudamérica; 2,750 en Asia y 30 en África);
casi el 21% fueron positivos, la mayor parte de China. Cabe mencionar que algunas
zonas de China y Corea el consumo de carne de perro es más frecuente (Gómez-
Morales et al., 2016).
- Ciclo silvestre. Se desarrolla cuando los hospederos (osos negros, jabalíes, gatos
monteses, pumas, animales marinos como morsas, osos polares, otros
carnívoros) ingieren la carne contaminada de sus presas o carroña. El humano, al
cazar a estos animales, puede infectarse, así como sus perros, cuando se les ofrece
porciones de esa carne. Se considera que en varios países la infección humana
proviene de la ingesta de carne de animales tales como jabalí y oso (Rostami et al.,
2017).

Un solo hospedero alberga a las formas adultas y las larvas, en dos fases:
Fase entérica - Desarrollo de los parásitos adultos en intestino delgado, en nichos
intramulticelulares, y la producción de larvas (larvas recién nacidas - LRN) por
producción ovovivípara.
Fase parenteral - Migración de las LRN por vías sanguínea y linfática y
establecimiento en músculo esquelético, en células nodriza.

Las larvas ingeridas en carne cruda o mal cocida se liberan en intestino delgado y
ahí sufren 4 mudas de cutícula hasta convertirse en parásitos adultos, al cabo de
unos 2 días. La cópula ocurre con los nematodos embebidos en la mucosa intestinal
(en un nicho multicelular) y las hembras ovovivíparas liberan LRN a los 7 días de
la infección, durante semanas, hasta que la respuesta inmune del hospedero afecta su
viabilidad.
Espectro clínico.
La infección intestinal se asocia a infiltrados masivos en submucosa, atrofia de
microvellosidades, hiperplasia de criptas, células de Paneth y células caliciformes.
Los signos y síntomas de la enfermedad dependen de la carga parasitaria y la
vasculitis asociada, son consecuencia de reacciones de hipersensibilidad I o IV,
inducidas por los parásitos adultos y larvas.
Las infecciones leves suelen ser asintomáticas o cursar con datos inespecíficos. Los
signos clínicos de la enfermedad persisten durante 4–6 meses, y de manera muy rara
hasta por dos años. Aún se debate la existencia de la trichinelosis crónica (Sofronic-
Milosavljevic et al., 2015;
Es útil recordar que casi siempre existe el antecedente de ingesta de carne de cerdo,
moronga, embutidos (chorizo, longaniza), habitualmente en reuniones familiares, de
amigos o trabajo, lo que da lugar a brotes epidémicos. Desde luego, no debe
desecharse la posibilidad de la parasitosis en casos aislados o de una trichinelosis
crónica (esta última en controversia).
Enfermedades causadas: Triquinosis: a) diarrea y dolor intestinal; b) fiebre; c)
edema periorbitario +/- hemorragias subconjuntivales; d) miositis iniciada alrededor
de músculos oculares que puede propagarse a la mandíbula, cuello y región lumbar.
d) La muerte por miocarditis, encefalitis o neumonía es excepcional. La gravedad de
los síntomas es proporcional a la dosis infectiva de las larvas enquistadas.

Patogenia: La infección se adquiere por el consumo de carne poco cocida que


contiene larvas enquistadas, que se liberan en el estómago. Migran al intestino
delgado donde maduran en las vellosidades intestinales y se reproducen. Las nuevas
larvas penetran en la sangre y linfa donde
circulan y afectan al músculo estriado de
todo el cuerpo. Su supervivencia depende
de la modificación de la célula muscular
aumentando su permeabilidad, lo que
permite el paso de aminoácidos en su
interior. Alrededor de los quistes se forman
granulomas que por último destruyen las
larvas y se calcifican.

Inmunidad: La respuesta habitual a la


triquinosis es un aumento de los niveles de IgE y eosinofilia, que inhiben la
migración de larvas al intestino. En el músculo estriado se desarrolla IC intensa.

Epidemiología: Este nematodo y, como mínimo, otros 4 del género son prevalentes
en todo el mundo. Son zoonosis en las que el ser humano es el huésped accidental.
La fuente habitual de la infección humana es el cerdo.

Diagnóstico: a) Síntomas (edema periorbitario, fiebre y miositis). b) Eosinofilia. c)


Aumento de valores CPK y LDH (afectación muscular). d) Biopsia del músculo
(larvas). e) PCR (ADN).

Control y tratamiento: a) Cocción apropiada de la carne. b) En ocasiones eficaces


mebendazol y albendazol. c) Reposo y AAS. d) Corticosteroides en casos graves.

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