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EL C O M ET A SEBASTICO
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0, no UN CAPITULO INEDITO DE

por EL M EN T I R DEL A S E S T R E L L A S *)
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tal) . Se ha escrito que el hombre es moderno, auténticamen-
rma te tal, desde que no teme ni a la Media Luna ni a los Co-
metas. Quiere decir desde que bien afianzado por una par-
lcte- te en la cultura europea tantas veces amenazada por los
Se1imes y Solimanes, y dueño por otra de la astronomía
newtoniana que ha dado muerte a un sin número de frau-
~aso des astrológicos, domina Turcos y Trucos, es ilustración
[in".
ran- tanto como poderío.
1 de• Apenas se tiene idea de lo que fué el pasado de los co-
I
iqui metas, las fuerzas históricas que representaron. En la his-
toria <delrey D. Sebastián por J. M. Q. Velloso, al c.ometa
de 1577 que precedió al desastre de Alcazarquibir se le
dedica una breve nota relacionada con la expedición al
Africa. Dicbo cometa tiene para Velloso valor puramente
ornamental, y sin embargo hemos de ver aquí que llegó a
tenerlo histórico, jurídico y si no teológico preternatural
al menos. Movió voluntades y ej ércitos, apuntó designios
nos
~lá- del Cielo y refrendó a su modo anexiones de reinos. Este
~es cometa, corno otros muchos, tiene su historia escrita en casi
tad. toda Europa y parte de Asia y América. Hasta 50 opúscu-
los he podido registrar dedicados a él, distinguiéndose en-
tre ellos un poema: "La Canción del Cometa de 1577", cer-
ca de mil hexámetros latinos, obra del Tudense Francisca
S.ánchez llamado el escéptico. Es que puso en conmoción
os
le- las cortes de Felipe II y de Don Sebastián para pasar a la
que historia con el nombre de El Cometa Sebástico. Kepler en-
de tre otros lo designa así.
su
hís- El nos servirá de modelo para ver lo, que los cometa
ián-
Uos
I .
mi- *\ El mentir de las Estrellas es un gran inédito. Dejará de serlo t:
cho parte, mínima desde luego, con el libro "La Canción del Cometa de 15T~
próximo a publicarse que anuncia el presente artículo.
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Hlgn lllcn ron un tcs de aquel Ncwton que los J¡()J'J'6 dt· In
historia y los relegó al cielo, donde son una pieza más y les pl'"lt'lfll1 1'11 ('MIli o aquella posición 10 aspecto dCPl'lIdvlI

hicn diminuta en la mecánica celeste. Pues ha de saberse los PI'Ollt"MIll'1lH,

que otro genio, Aristóteles, los bajó a la tierra. Se discutía Erun como se sabe tiempos del ocultismo, de la cábu In
de muy atrás si 'eran cuerpos celestes o simples meteoros. y de la teurgia, de aquel mentir de los estrelleros recu-
Había autores por una y otra sentencia sin que faltaran rrente en tantos pasaj es de la literatura, vgr. en "La Vidu
quienes adivinasen ya su naturaleza verdadera y su pa- es sueño", y que en esa misma literatura, por obra de Que-
rentesco con los planetas. Pero vino el Estagirita afirmando vedo, encuentra la más galana caracterización de su frau-
o re-afirmando ser monstruos formados de exhalaciones de, si bien demasiado resignadamente aceptada para lo que
cálidas terrestres que suben a la atmósfera elemental, ar- pedía la inquietud científica renacentista :
den por unos. días o semanas y pronostican. En pos de Aris-
tóteles el mundo sabio siguió teniéndolos por meteoros y a El mentir de las estrellas
es muy seguro mentir,
su misión amedrentadora fué concediendo cada vez más porque ninguno ha de ir
mportancia. Su cola recordaba la apocalíptica del dragón a preguntárselo a ellas ...
'¡ue arrastró consigo al fondo de la tierra la tercera parte
de las estrellas. Y es esto lo que rectifican definitivamente La cometograf'ía oomo se llamó la producción del ramo,
Newton y Halley.. r- es copiosa en el Quinientos y Seiscientos. Y tiene titulares
Veamos, ya, según. decíamos, por el cometa de 1577, tan altisonantes como "Los Cometas eversores de reinos
el gran cometa Sebástico, lo que hasta Newton el "decus e imperios", "Del Clarín Celeste o Del' Cometa terrífico",
hurnani 'generis", ornamento d.el linaje humano, fueron los "El genio malo del Cometa", "Cometas que' nunca vió im-
cometas, con otro nombre coletudos. punemente el mundo", "De la Vara vigilante y de la Olla
ardiendo de Jeremías", etc., etc.
El año vigésimo del reinado de Ookimatz en el Japón, En dichos tratados se hace historia de los cometas, em-
el' día vigésimo tercero del mes noveno (hacia el 2 de D,6- pezandoel catálogo por el que, tres días antes de la muer-
viembre, 1577) se vió un gran cometa que duró hasta el te de Matusalén, surgió en Piscis bajo 'el planeta Júpiter,
año siguiente, dice E. Kaempfer en SU "Historia del Japón" y después de haber recorrido 10:8 Signos todos del Zodíaco
(lib. 1, cap. 5). Este cometa es registrado en el Perú el 1 se deshizo a los veintinueve días, el 16 de"abril. Se da des-
de nov., nos dice Acosta. En Cartagena de Indias el 7, se- pués la clasificación en cornetas barbados, crinitos y cau-
gún el gobernador Busto de Villegas. En Méjico eí 7 "según
datos según que el puesto ante los ojos se presente como
viaj eros que llegan de allá". En Europa se le señala tam- teniendo barbas que le preceden, o crines que le rodean,
bién desde el 7. El 8 en Constantinopla, nos lo dice Tycho o cola que le sigue. Síguese por la designación según el
Brahe. Gema (Lovaina) lo data del 14. Francisco Sánchez
color: corneta auroral, rosa, negro, plata,etc., y se pasa a
(Tolosa) asegura haberlo visto eru los idus de noviembre
lo que los pobres mortales pueden esperar de su visita
(13 de nov.) y su contrincante Giuntini (Lyon) el 9. Fabri-
cius en Viena, el Tí). P!raetorius (Nurenberg) y Dasypodius cuando surgen fatídicos en los espacios, y que viene a ser
desolación y fieros males con epilepsias, catarros, melan-
(Estrashurgo) el 8. En España nos dice Micón que el día 8,
colías, pestes. y cambios de imperios, sobre todo sien su
aunque según algunos, Victoria entre otros, fué ya visible
el 7, j.ueves. Madrid vió animarse el vecindario con su pre- curso. coinciden con Signos malignos, ya que el corneta en
sencia el día 9, a las cinco de la tarde. Y Lisboa, en vís- Cáncer o hij o de Cáncer va asociado a plagas de langosta .
peras de la catástrofe de' Alcazarquibir e1 día 7, también al menos para la región que Cáncer enseñorea, el hij o de
a las cinco de la tarde. Libra o la Balanza a robos y depredaciones sin cuento, el
Detalle es este de la diversidad de fechas nulo en sí, de Taurus a muerte de cuadrúpedos, el de Piscis a contra-
ya que en buena parte al menos depende de estar 10 no el tiempos en la pesca pongo por caso, y .cerca del planeta
ciclo despej ado, pero capital en la cometomancia, pues Saturno a revoluciones y grandes saturnales, etc. La apun-
del contacto que al formarse la tromba ignea de las exha- tación precisa del corneta no está clara; no, en el tiempo,
lnclones de aire caliente tenga con talo tal constelación pues se discute si los efectos son al año o dentro de los
zndíuca] ascendente por la raya del horizonte y tales o ta- siete o diez años primeros. Tampoco en el espacio, pues
unas veces la amenaza va según la dirección de su cabele-
r)Ii() .JOAQuíN llUAllTE, S. J. 1\1. (lOMd':'J'A HlmÁwl'l(lO [)()7

ra 10 de sus greñas como dice el gran J. Muñoz, de la ca- gl'cllLudml, (1IlIt·c los (IUC se distinguían repugnantes rostros
beza 'O núcleo otras, de su posición con respecto a los que humanos. con la barba y greñas erizadas". Basta decir que
coge directamente bajo sí en ocasiones, también por el 'Otro cometa, algo posterior al descrito, el de 1556, habría
punto terrestre de donde se levantó, es decir, u.na impreci- llevado a Carlos V a Yuste. Al César se lo imagina Guíe-
sión atormentadora, lo más propicia para esa literatura ciardiní, y en pos de él astrónomos de tanto renombre
que va :a traficar can la credulidad humana, y que es par- como Kepler y Riccioli, pronunciando resignado el pentá-
te de la ubérrima floración supersticiosa que nos recogió metro: "His ergo indiciis me mea fata vocant" (Me llaman
en su celebrado libro el P. Martín del Río. Al echar mano ya los hadas y ahí están las señales). No ciertamente que
de los cornetas, fenómenos tan lej anos corno extraños, fué leyera D. Carlos su sentencia, pero tampoco que no pudie-
gozando la mentira según dice Quevedo de la impunidad ra leerla, pues n'Opocas veces se habló de letras y palabras
más escandalosa; y cielo y tierra, astros y seres' humanos legibles en el corneta. Comentando el nuestro de 1577 se.
vinieron a confundirse en conj eturas vanas, en pronósti- queja Scuarcialupn de que Peucer, profesor de Witenberg,
cos de miedo y tristes visiones aterradoras. Llegóse inclu- nos venga hablando de águilas y dragones, de ciudades
so a pensar en escalar los montes y a preparar las barcas derrumbándose, de ej ércitos de demonios que se hicieran
porque el diluvio pronosticado 'así lo pedía, y presa de te- visibles. Camerario no debía Irle en zaga.
rror la gente meditaba en vender sus propiedades para po-. Puestos a dar en este breve cuadro preliminar la in-
nerse en las manos de Dios implorando una buena muerte. tensidad y amplitud de los sustos propinados por Ios C'O-
Cada cometa tiene su pequeña historia en los Anales o letudos, recorramos 1':1 correspondencia que, hacia el fin
Grónicas que publican ciudades y regiones, y a veces de su enciclopedia cometaria, nos ha trascrito Lubienietz
opúsculos que se dicen Del Corneta del año tal o cual. en Hamburgo sobre el cometa de 1664-65 para tanto solaz
Acompáñanle con frecuencia diseños y grabados, poemi- de los curiosos de hoy. De casi toda Europa afluyeron a su
tas o trozos metrificados, sobre todo en los días del Rena- mesa de trabajo cartas y avisos; y por ellos, :aquí extracta-
cimiento, según que las musas latinas se van adueñando dos, se irá viendo como en un "film" 10 que significó para
de la mentalidad europea. Y cuando ya varios han sido nuestros abuelos la presencia de tan temidos visitantes y
padecidos, tanto terror y zozobra como se ha baraj ado en el alivio que debemos al cerebro astronómico de Newton.
prosa y verso, es Urna hola que ha ido creciendo en propor- Después de él podemos ya hablar de la belleza de estos
ciones considerables, pues se supone y se dice ser ya el astros, piezas equilibradoras al fin y al cabo de la gran
último toque de atención el que con el nuev'O cometa ha . máquina celeste, y entregamos a la contemplación de su
sonado. C'Om'Oen la cadena de las calamidades públicas flotan te cabellera.
alcanza siempre alguna cada cometa, pues si éstos son El cometa de Lubienietz, nótese bien, es de las postri-
unos 120 mil en sólo nuestro sistema, las calamidades hu- merías (teóricamente al menos) de la cometología, 23
manas son otras tantas, la inducción triunfa y el espanto años antes de las grandes revelaciones de Newton y Halley.
sigue. El remedio sería detener por un 'Os decenios el cur- Lo que un siglo antes con el cometa Sehástico debió ocu-
S'Ode los males y ver si mientras tanto dejan de aparecer rrir es fácil de comprender.
los cabelludos. Pero esto es imposible y el espanto sigue,
Dice así el extracto dicho :
bien alimentado con nuevas apariciones. Dan que hablar
sobre todo en 'los años pre-newtonianos los cometas de 1527,
1556, 1572, 1577, 1618, 1664-65. [Dan que hablar y que te- 1664, dic.
mer! De Creutzer es esta espeluznante descripción (tradu- 17 Stockolmo .. : Han aparecido cometas insólitos. ¡Dios nos sea
cida en lámina por Gemma) del cometa de 1527: "Este propicio!
cometa era tan horrihle que causaba espanto, como que 20 Roma : Cabalas de mil clases. El Papa [Alejandro VII]
morían algunos de miedo y enfermaban otros. Parecía de que salió ayer de madrugada a visitar las Igle-
sias, lo miró y se turbó.
largura extraordinaria y venir teñido de sangre. En su ea- 21 Amberes : ¿Qué nos traerá? Dios 10 sabe.
hcza veíase la figura de un brazo curvado con una gran 23 Bolonia : D1ceel anciano Zorauwski, astrólogo, que se
espada 'en el puño como si fuera a herir. En la punta Iu- tan hacia allá.
ciun tres 'estrellas, y a ambos lados del fulgurante "mete 0- 24 Varsovia .••• ·: Dice el andan o Zorauwski, astrólogo, que so
avecinan grandes mutaciones.
ro", gran número de hachas, cuchillas, espadones ensan-
,IiH ,IOAl,1lJIN IIIIAII'lg, H. l. 1 1, C:CI~I¡I,I'A l'i1',II¡\/i'III:O "WI

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24 Viena : Le va creciendola cola, y al medio hay algo que J2 Vlen». , . Nolicia.


semeja cabeza muerta, aunque no, como se dijo, 12 Noticias que se refieren ·aun nuevo corneta (para
con féretro. muchos se trataría efectivamente de dos co-
24 Stockolmo .. : Sólo noticia del suceso. metas) .
26 Venecia : Noticia del suceso. 18 París : iDe Roma llegan nuevas de haberse abierto la
26 París : Noticia; quiera Dios que no traiga calamidades, tierra 800 pies de largo y 200 de ancho, y ceni-
28 Viena : No se le ha visto estos días. zas que de la hendidura s·alían. Otros varios
31 Danzig : Hevelius le observa pero no astrologiza, dice el portentos.
corresponsal. 24 París : Nuevo corneta y más rubicundo. Recuerdos de
Nostradarnus y señales de la cólera de Dios.
23 Viena : Noticia.
1665, enero 24 Varsovia : Preces para que se haga la paz en Moscú y se
conjuren los males del cometa.
2 París . Noticias .que llegan de Génova, Colonia, Solurre,
y Ginebra dicen que cunde el miedo. Mayo
2 París : Hay ansiedad; pero se cree que amenaza a Ale-
mania. 1 Breslau : Se le observa.
2 Nurenberg .. Noticia, y algún recuerdo histórico. 1 Varsovia : Un huevo de gallina sobre el que se ven figu-
5 Weimar " Aviso de su aparición. ras de una espada, de una cruz ígnea, una vara
1> Lubeck, . Parece que ha ardido ya (se ha deshecho, con- y un arco tenso. ¡Penitencia!
sumido). . 2 Viena : De España avisan que hay un monstruo en Cas-
7 Viena : Grandes portentos, vgr, un espadón enorme; tilla. (Se le describe de manera análoga a como
amenaza a Alemania. Hay quienes creen viene en París.)
el fin del mundo. De Erfurt cuentan maravillas: 3 Graz : Que en el alto cielo han visto un alfange enor-
fuegos que caen en el río y dragones inmensos. me fulgurante.
8 Stockolmo .. : Se hacen cábalas. ¡Dios nos asista! 6 Danzig ..... : Con .horrtsono fragor ha caído un globo ígneo
9 París : Ansia en Narb.ona donde vuelan fantasmas por desde el punto celeste don de vantes se veía el
los montes. En el Loira, cerca de Saumur, dos, cometa; lo aseguran mucfios. Un pronóstico que
dragones ígneos. En. lMars·ellaun barco igneo. se envió al Emperador: Que un príncipe dirá
9 Varsovia .... : El Consejo real se disuelve sin resultado; y ¡el adiós al mundo; morirán muchos y habrá es-
corneta visible' desde las ventanas del recinto panto. Empezará todo ello la noche de San
mismo que lo congregaba! J .orenzo, Guerras.
18 Weirnar .... En Colherg ha caído fuego del cielo y se ha
oído una voz ¡'WAE! Discusión entre los evan-
Febrero gélicos y reformados. Empiezan ya los males
anunciados por el cometa.
3 Brema .. '.' . : ¡Aplaquemos al Altísimo!
20 París : Dicen de Madrid que presagia pestes en Es- Esta crónica de temor y espanto, sacada de los archi-
paña, que con cometas semejantes, hubo, según
un autor,en 1580 y 1618 muertes de Papas y 'vos del gran cometógrafo, nos introduce en el suceso eu-
Reyes. ropeo que fué el cometa de 1577, que algunos llaman de
1578 por haber durado hasta mediados de enero de este úl-
Marzo timo año. .
14 Custrím .... Noticia escueta del suc·eso.
Apenas surge dicho Signo en el alto firmamento, los
astrólogos de que Europa está infestada empiezan a ac-
Ab~il tuar. Vuelan horóscopos y vaticinios por lo general en
1 Mflán . Cuentan de España 'que en Castílla la Vieja han forma de opúsculos, a veces de hoj as sueltas. Giuntiní vgr.
matado un monstruo que se había devorado va- los primeros días de la gran aparición publica un folleto
rios hombres. Tenía la parte superior de l:0- volandero en Lyon y en París. Verdadero Cagliostro de la
codriI.o y la posterior de jumento, cuatro ibra- astromancia, autor de extensas obras astrológicas, resultó
zos, cuatro manos, y en el costado derecho for-
ma de cometa en que se leía A. G. 113:.I. además 'en este caso un gran madrugador. Era astrólogo
10 Koen igsberg. : Se pide al Señor se compadezca. del Duque de Anj ou, Francisco de Valois, quien como tan-
12 Dios nos libre del azote que suelen pronosticar. tos otros tenía "su" astrólogo. Pronosticó entre otras co-
I~I. COI\J¡\<.I'
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SUS que "un rey o una reina que tienen por horóscopo el híUIl huhludo, y pOI' lo visto Iué bastante aquello para lo
signo de Capricornio son los amenazados por este come- que cstllnn hnhlur aquellas gentes.
En la corte del gran Rey, junto al Es.corial, como ocurría
ta". Todo ello se deducía de que la posición del monstruo
ígneo el día de su "formación y ascensión"-tan desaprensi- casi siempre con las alusiones de los astros, presumidos en
vos eran los astrólogos que decían haberlo visto en su géne- extremo, tienen las de este cometa de 1577 carácter más p~-
culiar y patético. Nos' dice Fernández Raxo que "eran las
sis misma-era al signo de Capricornio, llegándole la cola
cinco de la tarde del 9 de noviembre cuando surgió al occi-
hasta Saturno y rehasándole en dirección norte, para si-
dente un claro cometa de desusada cola. Las. gentes de Ma-
tuarse sobre el brazo izquierdo de Acuario hacia el lado drid se lanzaban ("ruebant") quiénes a las plazas, quiénes
del Ecuador.
a los altozanos, quiénes a las torres, ventanas y tej ados para
A este Giuntini, visible todavía el cometa, contestó ver espectáculo tan peregrino. Parecía brotar de las nu-
Francisco Sánchez rebatiendo, su mentalidad caldea y crí- bes una llama o como decía el vulgo saltar de las aber-
ticándole como seguidor de Albumasar el árabe cetrino. turas del cielo fulgores que eran fumosa y cenicienta hlan-
Hubo en Francia, además de éstos, varios astrologaslros cura. Brillaba el cuerpo del corneta más que Venus y la
más, un Ferrerio (P.) y un Ferrier (A.) que disertaron a su largura de la cola alcanzaba dos Signos, más denso y es-
modo sobre el suceso; y hubo sobre todo un epigrama, se- trecho en el arranque y más ancho y ralo en la prolonga-
guramente que de algún redomado hugonote, en el que a ción". ¿ Qué hacían mientras tanto los astrólogos, vgr. Pe-
Catalina, alarmada por la presencia del cometa, se le dice: dro de 'la Hera el amigo de Antonio Pérez ? No lo dice Fer-
"¿Plor qué temes, Catalina? Si algún mal trae el cabellu- nández Raxo, pero por documentos gráfic10s sabemos que
do será por alargarte la vida, no por abreviártela". Fran- ' en Madrid como en todas partes provistos de astrolabios
cia, veremos en seguida, tuvo todavía 'Otro estrellero de más y de linternas, en actitud casi de nigromantes, se interna-
taimadas intenciones que disparó por elevación, es decir, ron en el campo a interrogar en la paz nocturna al signo
a través del cometa, contra eh Príncipe de las Españas. de interrogación trazado por Dios en los cielos.
¡Así se llevaba entonces la propaganda! Los reyes acababan de baj ar del Escorial. todavía sin
En Bélgica, al siguiente día como quien dice del saqueo terminarse. "El Rey, la Reina, Príncipes y Infantes, anotn
de Amberes, hubo máxima conmoción, exteriorizada en Sigüenza, se tornaron a Madrid, a cuatro de noviembre
libros y grabados, algunos bien preciosos. Nada menos que deste año, que cerró sus pronósticos males con la apari-
el 'astrónomo Gema (C.) se puso a exhortar a sus paisanos ción de aquel Cometa famoso que se vióa nueve de no-
a que ¡por Dios l, entrando dentro de sí, oyesen la voz del viembre".
cielo y depusieran la rebeldía política. Los flamencos irri- Que D. Felipe tenía que baj ar algún tanto sombrío, 1'0
tados arrastraron por las calles de Bruselas, naturalmente sabemos por la historia, pues según Sigüenza "la alcabatc
que en efigie, al astro que estaba metiéndose con ellos, al de diez uno" había puesto el reino de mal humor pudién-
que por si acaso hubo que desagraviar luego como a Dei- . dose temer un estallido al menor descuido. Se hallaba ade-
dad ofendida, acuñando en su honor una medalla con la más preocupado por la llegada de Escobedo a Madrid los
correspondiente inscripción aplacatoria. días aquellos de Navidad. Creyó, dice Walsh, que Eseobedo
En Alemania, Bohemia, Hungría, Austria y sobre todo maquinaba su muerte.
en Dinamarca donde Tycho Brahe residía por entonces En estas circunstancias-debió ser alrededor del año
tuvo el cometa estudios astronómicos de verdadero méri- nuevo, penetrado todo de luces, oométicas, ya que el fatí-
to. También aquí hubo bastante llamamiento a la peni- dico astro seguía luciendo-llega de Francia un pronós-
tencia y a la reflexión como lo notó el gran Ty ch o'. Res- tico. por demás inquietante. Desde las cavilaciones de Al»
pecto a Italia he pedido reunir cinco que disertaron so- bumasar, el príncipe "hijo" de Capricornio, es decir naci-
bre el gran Signo. Hay en ellos poco astronómico y bas- do bajo ese signo., tenía que temer ante el nuevo cometa.
tante astrológico. De aquí y nada menos que de Roma par- La malevolencia se fué en seguida a señalar el rey aludi-
lió el aviso al rey D. Sebastián para que atendiera a las do. Giuntini tiró la piedra pero un poco al azar, según ya
señales del cielo. En Inglaterra sus dos "honorables" astró- vimos no quiso concretar personas. En pos de él, el astró-
nornos Digges y Dee parece que no hablaron esta vez. Cin- logo de la reina Catalina, A. Ferrier, habló de guerras que
('O nños antes a propósito de la estrella nueva de 1572 ha- iban a desencadenarse por Europa-nos lo cuenta Sán-
)I'i)
,IO¡\(JIJ¡N IltIAI\'I'lt H. l. 1,1, I;01\U:'I'¡\ :-llm,~Ii"":U ,1/;1

,~hez-y UCIISI() también (le la muerte del :rey de ESjHlihl. JlI/'ltko ('11/111'11/1110" 1(11(' dice l\1icón--¿scl'iu De la Jlcru? ,
Pero el>astrólogo del rey de Francia, cuya identiílcacíón que HlltVM cltol:..!() tll' enero de 'ese año de 1578, presente tlr
nos queda por hacer, precisa y esto lo sabemos de cierto, davía el comcíu, había venido a sostener las fuerzas del
que la víctima escogida es el Príncipe de las Españas. Sus amenazado monarca, ya que nos dice ser "una hoj a dedi-
palabras según 'las trae Micón, astrólogo catalán, rezan: cada a su Magestad" y va citada por Micón en los párrafos
"Todos aquellos que abran la Luna o el Sol con ascenden- más o menos alusivos al tema. El propio Micón y Fernán-
te en Aries del 14 grao hasta el 17., serán en grande peligro dez Raxo,enenero el uno y 00 mayo el segundo, estaban
de sus vidas, y verdaderamente el cielo amenaza al prín- prestándole parecidos servicios. Probablemente el alavés
cipe de España entre medio del año de 1579 de una enfer- Fray Juan de Vitoria salió a lo mismo, a fortalecer al mo-
medad con grande peligro de su vida". narca. El astrólogo de .Valladolid no nos consta a qué 'sa-
¿ Quién es este príncipe, D. Felipe 'O su tierno hijo de lió, aunque salió a decir mil cosas en un tratado cuya des-
seis años D. Fernando? (El futuro Felipe III nacerá me- cripción bibliográfica nos da la biblioteca del Palacio real.
ses después.) No está claro, pero, aun dentro dé la vague- Salamanca por 10 menos cuatro años después ,era nidal
dad propuesta, el pronóstico es bien grave, y con la suerte de estrelleros, pero tampoco sabemos que entonces inter-
siempre propicia de las especies malignantes se abre paso viniera su profesor de astrología por cierto bien retribuido.
y cun de pronto, de modo que para enero de 1578, acabado Digamos por fin que el mayor de los astrólogos de enton-
de "quemarse" el cometa, era el vaticinio obj eto de répli- ces, el hebreo J. Muñoz, apenas aparecido el cometa, echó
cas varias. ' su vaticinio, pero su contenido nos queda por conocer.
y D. Felipe, aquel año-aciago según dice Sigüenza y Campaña justa y oportuna si no por el rey mismo por
nos repite Walsh-del incendio de El Escorial, de eclipses sus vasallos que pudieran sentirse afectados .por el avieso
misteriosos y trastornos atmosféricos con sequías, hambres pronóstico. Subsistía aún la idea, acabada de indicarse, de
y el descontento de la alcabala, además de las alteraciones que a Carlos V había traído el cometa un anuncio de su
de Flandes y la bancarl10ta de sus finanzas, por muy re- fin. Admitían todos que 'Otro corneta había coinnidido con
fractario que se le suponga a los anuncios' astrológicos, ¿no su muerte. Lo dicen estos mismos días y hablando del co-
sentir-ía flaquear sus fuerzas? ¿No se le iría sin querer la meta nuestro, Fernández Raxo y Micón, sin que al pare-
mente al rumor por todas partes extendido de que a su cer los reyes (y sus censores) se molestaran demasiado de
augusto padre le habían traído los cometas un mensaj e de que les creyeran escritos en el cielo, notificados como se-
muerte? res sobrehumanos. Al fin y al cabo era una elegante mane-
Hay en El Escorial un Dictamen de un consultor (teó- ra de deshacer los nivelamientos que cantara Horacioen
lago?) .que dice-si no a su regio morador para su re- su "pallida mors"; los reyes salían del mundo precedidos
gio morador al menos--que los cometas, bien examina- de resplandores celestes. .
das las cosas y estudiadas en frío las razcries no causan De cuanto dij eran los impugnadores del rey de Francia
muertes de reyes. El consultor soslaya la cuestión, ya que conviene destacar aquí lo de Mícón y Fernándcz Raxo. El
los astrólogos podían conceder que el temperamento más último termina así el capítulo 49 de sus pronósticos: "De
delicado de los reyes no se vería afectado por los influjos manera que su Magestadcoru el favor divino pasara todo
cométiüos ni por la volatería-la comida regular de los el año y mas de 79. Que aunque el furioso Marle en uno
príncipes-inficionada más o menos por aquéllos, y asegu- de ellos quiera causar alguna défluxion del cerebro a los
rar sin embargo que notificaban su muerte. Esto bastaba oj asean alguna perdida de bienes movibles, yen el otro
para alterar los espíritus. El documento evocador del som- algun desacato de algunos vasallos muy ingratos, a quien
brío fulgor que pesó tal vez por un momento sobre la men- abra hecho mas merceres como poco ha dczía, y por la
te del monarca de dos mundos, lo custodia piadoso su pro- oposicion de Iupitercon la Venus; J?ero siendo ellas, seño-
pio Monasterio (1). Otro hubo dedicado al rey "del mathe- res de la división [casa del Horóscopo] y del año con Sa-

(1) Una cosa era la astronomía judiciaria que despreciaba Felipe n, y una intervención preternatural de Dios. Los cometas 110 son regieidas se
MI'u muy distinta la cometología en cuanto dijera significación no natural, dirá hasta el siglo XVIII, pero pueden significar muertes de reyes y otras ca-
slno "ad libitum" de la voluntad de Dios. En este último sentido, con las lamidades públicas. Sígüenza que ridiculiza la astrología en el Discurso 10 que
(It'hjdfi~ restricciones y cautelas, Santo Tomás, San Buenaventura y casi nos ocupa, toma muy en serio la aparición del Cometa. Punto es éste que con
lodoH Jos teólogos de la edad m-día y 'Parte de la moderna' suscribían darse otros muchos más estudia el libro cuyo avance quiere ser el presente artículo.
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(1I1'!lO dun mucha prosperldad, aumento del I'CyIlO, y vy- clnu udl'mílH qlH' In cxf rcmldüd del rayo que miruhn lit
toriu, con discurso más dcsimbuclto para mejor regir con Arden le ('Htnhll indicando ser este país el heroico teatro
lodo sosiego sus reynos y estados, pues son liberos los án- de su v<1101', y la forma de azote de la aparición vaticinio
gulos de su Revolucion de la presenta del Cometa: por de su fulminante brazo deshaciendo a los secuaces de Ma-
cuya salud y alegria suplicaremos a Dios se la entre- homa. El obispo de Oporto, Ayres de Si1va se creyó 'en la
tenga". precisión de amonestar al rey, y Barbosa Machado pone
Más hábil y más afortunado anduvo Fernández Raxo. en sus labios un discurso astrológico, por demás patético,
Desvió el peligro 'a las partes de Portugal, a los españo- pero no bastó. Tampoco lo que Jerónimo, de Osorio obis-
les occidentales, donde efectivamente el año 1578 trajo la po de Selves le vino a decir. Cuenta el mismo historiador
catástrofe más grande que registra la historia de los reyes que, de Italia, la Santidad de Gregorio XIII le mandó el
lusitanos. Dice en su Pronóstico: pronóstico que allí había hecho Hércules de la Rovere
"Los cometas anuncian muertes de reyes y reinas y va- muy desfavorable a la jornada ,que proyectaba, y tampoco
rones ilustres. Pues además de lo que antes en el libro 2.p bastó. Los preparativos siguieron, y Lisboa se convertía los
dijimos según S. Juan Damasceno y otros, cuandoapare- primeros días de junio (1578) en una gran parada militar.
ció distaba del Sol once signos; y se le vió primero en el Los castellanos de Aguilar, los italíanos de Stukeley, mar-
ángulo de occidente, lo que viene a confirmarse con la sen- qués de Leinster, los alemanes y flamencos de Martín de
tencia de Ptolomeo. De 110 cual pueden hacerse deduccio- Borgoña hormigueaban por calles y plazas.
nes. y aunque mientras escribimos esto, se nos anuncia la El día 25 entre salvas estruendosas la galera real des-
muerte de la serenísima reina de Portugal, no creemos que cendía por el Taj o. Le siguen unas 500 velas, donde va la
basta ello para tan gran prodigio. No es tan cierto que flor de la caballería portuguesa y no pocos de los dignata-
amenace a nuestros católicos reyes de Castilla pues no ha rios eclesiásticos del reino. Escalas 'en Lagos y Cádiz. El
estado perpendicular a estas regiones, ni sé que tengan 7 de julio zarpa la expedición para Tánger y Arci1a. Se
lugar algu'ho en Sagitario, lo que no quiere decir que no hace el desembarco entre el 14 y 16. Hay que tomar Alca-
amenace a los seculares de Portugal. Y a sus Príncipes. zarquibir y el ej ército se pone en marcha, si bien con al-
eclesiásticos amenaza desde luego y más que a cualesquie- gunas precauciones. Las escaramuzas y preparativos du-
ra españoles". ran dos. semanas. El 4 de agosto, serían las ocho, cuando
La tragedia de que es portador el Corneta de 1577 no los dos adversarios se enfrentan. Malek viene en forma de
se abate en efecto sobre El Escorial. Descarga, lo hemos media luna, y D. Sebastián encima de sus ejércitos lleva
indicado varias veces, sobre los españoles 'Occidentales, so- la proyección fatídica del cometa acabado de desapare-
bre Portugal, y es allí donde alcanza su significación el ce- cer. La acometida es terrible; cae Martín de Borgoña, caen
lebrado greñudo. Allí cae el misterio del cielo a la tierra Aguilar y Leinster, los tres jefes de los legionarios extran-
y pierde su aguijón la amenaza que por tanto tiempo an- j eros. El rey va y viene, ha perdido el guión y e~ estan-
-duvo flotando 'en los espacios. darte, y sucumbe por fin con 8.000 de sus combatientes
Cuando el 'rey D. Sehastíán se halla en el calor de los dej ando a merced del vencedor 18.000 mil prisioneros. De
preparativos para su infausta expedición al Africa, surge él y de su ej ército expedicionario queda sólo la leyenda
sobre Lisboa, 7 de nov. de 1577, cinco de la tarde, la apa- de los blandones funerarios que el Cometa encendió en' el
rición celeste. La consternación en el pueblo es general cielo anunciando el funeral de Lusitania.
por creerla vaticinio de las calamidades que la jornada Para los cuatro magnos historiadores de Felipe 11, Ca-
de Africa causaría al reino. Barbosa Machado que dedica brera, Sigüenza, Herrera y Victoria, no hay duda, el co-
un capítulo al acontecimiento nos dice que la cavilación meta lo anunciaba así. Subió al Firmamento para ser pre-
se extendió a Ios cinco movimientos que los astrólogos ad- gón de tamaño infortunio, y por ese lado los pronósticos
vertían en el prodigioso Signo, recordando las muertes de de los cielos tenían que ser creídos, tomados corno la voz
la emperatriz Doña Isabel y de Carlos V relacionadas con misma del Señor. Pedro Salazar de Mendoza, canónigo pe-
los cometas. Algunos palaciegos sin embargo conocedores nitenciario de la Primada de Toledo, y uno de los juristas
de la obstinación del rey, cuya gracia no querían perder, encargados de fundar en derecho la justicia con que Fe-
le dij eron que 'el nombre mismo de cometa le incitaba a lipe 11 posee la corona de Portugal, hace referencia
acometer la empresa: 'El Cometa dice que acometa. Le de- a lo que ese cometa tuvo de pronóstico Sebástíco, y cita
576 JOAQUÍN IRIARTE, S. I.

para ello a B. Gómez de Miedes, obispo que fué de Alba-


rracin, quien a su vez aduce a Fernández RaXlO.Los 'as-
trólogos subsiguientes registran casi unánimes el hecho,
para ellos ya firmemente establecido, de haber el cometa
anunciado el desastre de Portugal. Desde la Alemania de
Kepler hasta el Tajo y más allá del Estrecho queda aso-
ciado el Cometa de 1577 a la tragedia de Alcazarquibir.
Aquí alcanza su significado pleno. No puede estar más
explícito el gran Kepler cuando en su Tratado de los Co-
metas escribe:
"Existe en el hombre por muy ciego que sea y refracta-
rio a mirar el cielo, una facultad perceptora de las cosas
celestes que le hace sentir COl1¡ simpatía lo que en él pasa
y vibrar de inquietud por los nuevos fenómenos que en él
acontecen, vgr. los cometas. Así surgen no sólo conmocio-
nes preternaturales de humores y enfermedades sino ef'er-
vescencias de afectos.
"Sirva de ej emplo el cometa de 1577. Asediado enton-
ces D. 'Sebastián rey de Portugal por multitud de adjun-
tos a mover guerra a los moros, cuéntase que, desprecian-
do los consejos de los prudentes, se aferró en sus propó-
sitos a pesar de no contar con suficientes peritos guerre-
ros; cruzó el mar, se metió 'en campo enemigo y pereció
con su ej ército. Ahí tienes a un rey terco asistido cierta-
mente de la razón pero dominado por la ambición, total-
mente supeditado a 'ella. Este ánimo impulsivo y .caliente
al modo platónico si no se hubiera dej ado llevar por los
impulsos que le despertó la visión del cometa, hubiera ac-
cedido a los consejos de los mejores. Tenía su razón libre
dada por Dios para poder dominar sus sentimientos, era
hombre racional. El cometa venía investido por Dios de
luz suficiente para no pasar desapercibido oomo tantas
veces y avisar al rey del desastre que le amenazaba por
su ciego entusiasmo. Los afectos impulsan, pero no fuer-
zan, como diariamente se ve en los tribunales donde se
pesan y se juzgan los sentimientos amorosos más domina-
dores ... "
Tal predica Kepler tomando pie del cometa de 1577, y
no una sola vez sino dos, manifestando en ello lo H pechos
que toma la doctrina que da. Para él no hay duda el cometa
de 1577 ha cumplido una gran misión histórica. Es el co-
meta Sebástico bien clavado en los altos de la Historia pa-
ra escarmiento de reyes y. no reyes.

JOAQUÍN IRIARTE, S. 1.

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