“Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa, por cuanto él
también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”
Introducción:
La Biblia es un libro de salvación; habla de salvación, ejemplifica
salvación, anuncia los planes de Dios con respecto a la salvación. (Apocalipsis 7:10)
El Plan de Salvación de Dios fue desde la eternidad (1 Pedro 1:20). En
Génesis, Dios promete que de la simiente de la mujer va a nacer uno que va a herir a Satanás en la cabeza (Génesis 3:15) ¿Qué es la Salvación?
Es el proceso a través del cual el hombre es rescatado de la esclavitud del
pecado, mediante la obra expiatoria de Jesucristo en la Cruz del Calvario.
Viene de la palabra griega «soteria»; Liberación, preservación, sanidad,
prosperidad, felicidad, rescate, bienestar general. En la Biblia se usa esta palabra en sentido material y temporal y también en sentido espiritual y eterno. En general bienestar espiritual. La Salvación es una posesión presente (Juan 1:77, 2 Corintios 1:6 y 7:10), con una realización más plena en lo futuro (Romanos 13:11, 1 Tesalonicenses 5:8-9).
La Salvación en el Antiguo Testamento
En Génesis 3:15 empieza el plan salvador de Dios y en el llamado de
Abraham se confirma este plan (Génesis 12:1-3) y trasciende al tiempo de los patriarcas y profetas, culminando en el Nuevo Testamento. Así se presenta dirigida al Salvador final; como vemos en Isaías 46:9 que se personifica la salvación a una sola persona, en Jeremías 23:5 habla de un renuevo justo que traerá liberación, en Zacarías 9:9 se hace mención de un rey que traerá salvación.
La Salvación en el Nuevo Testamento
La profecía que viene del Antiguo Testamento se vierte y tiene su
culminación en el Nuevo Testamento, teniendo como figura central a Jesucristo (Mateo 1:21). La Salvación que Jesús ofrece es porque el hombre está perdido y viene a un mundo perdido (Lucas 19:10, Juan 12:47). En Nuevo Testamento, él tema central es la Salvación, especialmente en las Cartas de Pablo y en Hechos de los Apóstoles. El corazón del Nuevo Testamento es: El hombre está perdido y Dios ha provisto una salvación; salvación que se realiza sin la intervención del hombre (Efesios 2:8) La Salvación es:
Eterna: Por medio de Jesucristo. Dios es eterno por lo tanto la
Salvación que ofrece es eterna.
Segura: Jesucristo es Dios y no cambia (Santiago 1:17). Una vez
que Él determina algo no puede dejar de cumplirse. En el Antiguo Testamento Dios siempre que determinaba salvar, lo hacía, más aun en el Nuevo Testamento, ya que la Salvación está garantizada por su hijo. (Juan 6:44)
Universal: La oferta de salvación es para todos los pueblos.
(Mateo 15:21-28, 8:5-13, Juan 12:20)
Redención:
Jesucristo nos ha redimido de:
La deuda del pecado: La deuda de nuestro pecado fue depositada
en Cristo Jesús y la persona de Dios se separó de la persona de su hijo (Mateo 27:46), pero se obtuvo la victoria en la misma Cruz (Juan 19:30) por que ya había sido juzgado y no lo sería más.
La esclavitud de Satanás: Fuimos comprados por la sangre de
Jesucristo (1 Pedro 1:18-19), ya no podemos ser puestos a la venta de nuevo (Apocalipsis 5:9, Gálatas 3:13).
Reconciliación:
Por el pecado, estábamos separados de Dios, no estábamos en su
presencia. Por medio de la reconciliación, pasamos de ser enemigos a ser hijos de Dios (2 Corintios 5:17-21, Oseas 1:2).
Justificación:
Somos declarados justos, como si nunca hubiéramos pecado (Juan 18:9-
14). La justicia de Cristo es ahora nuestra y tenemos paz para con Dios (Romanos 5:1, 8:1).