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La autoestima tiene diferentes impactos de acuerdo con los roles que una persona
puede ocupar. A continuación, un breve resumen de esos impactos para entender
la importancia de tener una sana autoestima. Aunque de forma general, el objetivo
de este breve repaso no solo es ver hacia adentro, sino también tener la sensibilidad
de reconocer alguna de estas características en otros para que así puedan
desarrollar más empatía y sensibilidad.
1. En el trabajo.
2. En la familia.
Una característica de las familias sin autoestima es ausencia de reglas y los roles
de cada miembro no están claramente definidos. La comunicación es caótica y
existe poca coordinación entre los miembros. El vínculo entre los miembros es
forzado y sujeto a balanzas de poder. No existen objetivos familiares y ni mucho
menos una meta en común para que se pueda luchar unidos por alcanzarla. La
familia juega un rol fundamental en el aprendizaje de una autoestima sana y al no
tener el marco de referencia adecuado, la persona pierde el sentido de valor propio
que luego lo externaliza en el resto de las áreas en donde se desarrolla. El rol como
padre es fundamental pues debe cuidar su lenguaje y su estilo de comunicación
para que los hijos aprendan a tener la valía propia.
3. En las relaciones.
Una persona con una autoestima poco sana es sumamente susceptible a los
comentarios de las demás personas y su aceptación en un entorno social. Una
característica de aquellas personas con baja autoestima es una forma cohibida de
interactuar con los demás como consecuencia de la poca seguridad que tiene de sí
misma. Incluso puede llegar a abstenerse de participar de eventos sociales para
evitar sentirse rechazada.
¿QUÉ ES?
1. Origen de la Autoestima
El yo es el primer mapa mental que hacemos. Cuando nacemos aun no nos hemos
diferenciado de nuestra madre; hemos sido uno con muestra madre por un periodo
de tiempo. El crecimiento del YO se da al darse esa diferenciación e
individualización que ocurre en el tiempo al darnos cuenta de que somos diferentes
a nuestra madre. ¿Quién soy? ¿Soy amado? ¿Soy importante? ¿Cuál es mi
nombre? ¿Cuál es mi naturaleza? El primer sentido del YO se desarrolla de las
reflexiones que vemos de nosotros mismos en los ojos y respuestas de otros. De
los que nos cuidan, nutren enseñan, instruyen, nuestros compañeros. Así que
creamos nuestro primer sentido del YO en función de lo que otros dicen de nosotros
y cómo nos tratan: "Eres una niña/niño dulce" "Tu nunca lograrás nada" "Tu eres
muy inteligente" "Por qué siempre te metes en mi camino?" "Que te pasa, estás
loco/loca?"
PUNTOS A RECORDAR
1. Autoestima
3. Desarrolla fortaleza
En la medida que una persona fortalece su sentido del YO, entiende que hay cosas
con las que ya no se identifica y es necesario tener la fortaleza para dejarlas ir. Esa
es una señal de una autoestima incondicional.
ADVERTENCIAS
– Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer
nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto.
¿Cómo puedo mejorar maestro?. ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
– E… encantado, maestro -titubeó el joven, pero sintió que otra vez era
desvalorizado y sus necesidades postergadas-.
El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los
mercaderes. Estos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que
pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos
reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para
tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para
entregarla a cambio de un anillo.
¡Cuánto hubiese deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro! Podría
habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces
su consejo y su ayuda.
El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con
su lupa, lo pesó y luego le dijo:
– Dile al maestro muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58
monedas de oro por su anillo.
– Sí, -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70
monedas, pero no sé… Si la venta es urgente…
– Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una
joya única y valiosa. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto.
¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
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