Sunteți pe pagina 1din 6

OBSERVACIONES FORMALES Y SUSTANCIAL A LA ACUSACIÓN FISCAL, AL SEÑOR JUEZ

PENAL DEL SEGUNDO JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE LA CIUDAD DE


HUANCAYO MIGUEL ANGEL LEYVA AYRAS.

Que, de conformidad al artículo 350 del Código


Procesal Penal procedo a absolver el traslado de la Acusación Fiscal a que hace
referencia la Resolución Nº UNO, de fecha 26 de marzo del 2019 y notificada con
data 4 de abril del año en curso y dentro del término legal cumplo con exponer los
siguientes fundamentos de hecho y de derecho, solicitando se declare INFUNDADA el
requerimiento de acusación postulada por el Ministerio Público, siendo así tenemos:

I. OBSERVACIONES FORMALES:

PRIMERO: IRREGULARIDAD EN LA SUBSUNCIÓN TÍPICA DEL


HECHO IMPUTADO Y LA DETERMINACIÓN DE LA
CUANTÍA DE LA PENA SOLICITADA. –

1.1.- La irregularidad Sr. Juez; se pone de manifiesto cuando


en el rubro VII de la acusación fiscal, el M.P. califica al hecho imputado como HOMICIDIO
CULPOSO y lo subsume en el último párrafo del artículo 111 del Código Penal, mientras que
en el rubro VIII de la misma acusación fiscal resulta que el mismo M.P. vuelve a calificar el
hecho imputado pero esta vez lo califica como un delito de peligro común en la modalidad
de conducción es estado de ebriedad tipificado en el artículo 274 del Código Penal, esta
suerte de incongruencia comprobada disloca la motivación de la acusación fiscal de manera
grosera a la vez que, vulnera los fundamento 6 y 8 del Acuerdo Plenario N° 6-2009/CJ-116, en
cuanto que, la acusación fiscal adolece de una debida fundamentación jurídica con la debida
precisión de la ley o norma aplicable que tipifique el hecho imputado.

1.2.- Semejante irregularidad se rescata específicamente en la


determinación del quantum de la pena, pues mientras que, en el rubro VII de la acusación
fiscal se hace referencia al delito de homicidio culposo tipificado en el artículo 111 del Código
Penal que sanciona con una pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de 8 años
e inhabilitación conforme al artículo 36 incisos 4,6 y 7 cuando el delito resulte de la
inobservancia de reglas técnicas de tránsito. Sin embargo, en el rubro VIII de la acusación
fiscal se hace el desarrollo del quantum de la pena tomando el hecho denunciado subsumido
en el delito de conducción en estado de ebriedad que sanciona con pena privativa de libertad
no menor de seis meses ni mayor de dos años, así el Fiscal aplicando el sistema de tercios, e
indicar que no existe agravantes pero si la presencia de una atenuante referida a la
responsabilidad restringida del autor ubica la pena dentro del tercio inferior y solicita UN AÑO
DE PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD. Pero líneas abajo el M.P. en una garrafal e incoherente
narración propone la imposición de una pena de cinco años de pena privativa de libertad
efectiva en contra del ahora acusado, sin tener el desarrollo previo explicativo de tal
conclusión, proponiendo para colmo la pena accesoria de inhabilitación tanto la señalada en
el inciso 4 y la señalada en el inciso 7 del artículo 36 del Código Penal, lo cual es un absurdo
jurídico pues no se pueden aplicar de manera conjuntiva dichos incisos pues son excluyentes,
o en todo caso la fiscalía sobre este punto en particular no brinda explicación satisfactoria
que motive su pedido. En suma, esta incongruencia comprobada disloca la motivación de la
acusación fiscal de manera grosera a la vez que, vulnera el fundamento 6 del Acuerdo
Plenario N° 6-2009/CJ-116, en cuanto que, aparte de no tener precisada la norma
correspondiente omitiendo una debida fundamentación jurídica, tampoco tiene como
correlato LA PETICION DE UNA CONCRETA SANCION PENAL.

1.3. Del mismo modo, la imputación penal de homicidio


culposo estipulado en el tercer párrafo del artículo 111 del Código Penal referido al homicidio
culposo producido por la inobservancia de reglas técnicas tránsito; requiere que el autor del
hecho realice el delito a título de culpa, esto es; por negligencia, imprudencia o impericia. El
Ministerio Público no detalla en lo más mínimo ninguno de estos factores generadores de la
culpa vale decir no explica si la inobservancia de las reglas de transito ha sido producto de la
impericia, la imprudencia o la negligencia, ni tampoco explica en el caso concreto y de forma
precisa cómo es que, el imputado con su conducta inobservo las normas de tránsito, la Fiscalía
solo enumera normas de transito supuestamente vulneradas por el imputado sin vincularlas a
su actuar y solo transcribe partes del informe técnico policial .

1.4.- La imputación fiscal CARECE DE EXPLICACION, DETALLE


Y PRECISION DE LA PRESENCIA DE CULPA CON REPRESENTACION EN EL ACTUAR DEL
ACUSADO, es decir la fiscalía no nos ha detallado en lo más mínimo como es que el imputado
podía prever la producción del resultado más aún si el factor de previsión o de prever el
resultado resulta en cuanto a su análisis obligatorio para efectos de determinar si hubo culpa
o no o si se trató de un caso fortuito tal como ampliamente lo ha desarrollado La Primera Sala
Penal Transitoria de La Corte Suprema de Justicia de la República, en el Recurso de Nulidad N°
1212-2016, Huancavelica.
1.5. Por todos estos fundamentos, la vulneración al principio
de IMPUTACION NECESARIA resulta palmaria y con ello la transgresión del derecho a la
defensa producto del irregular contenido de la acusación fiscal.

SEGUNDO: IRREGULARIAD EN CUANTO A LA DETERMINACIÓN


DEL MONTO DE LA REPARACIÓN CIVIL. –

2.1.- Que, el M.P. ha implicado lo vertido en el artículo 93 del


Código Penal, pues no indica o precisa en lo absoluto de que, tipo de daño patrimonial o
extrapatrimonial proviene el monto indemnizatorio de S/. 270,000.00 soles, es decir no
diferencia los conceptos de daño personal, daño moral o el lucro cesante, daño emergente.

2.2.- Ha otorgado una edad irreal de 21 años a la víctima


otorgándole por lo tanto una proyección de vida laboral también fuera de contexto,
desconociendo para ello la verdadera edad del occiso. La fiscalía si quiere justificar el lucro
cesante debe partir de lo de dejado de percibir por el occiso no de su representante. Por lo
demás el Ministerio Público debe acreditar documentalmente los ingresos económicos que
percibía el occiso como producto de un empleo o otra fuente objetiva y no lanzar de modo
genérico supuestos ingresos mensuales, máxime que el sueldo o ingreso mensual es una
suma que no puede identificarse como ganancia o legítimo enriquecimiento frustrado, pues
es del caso descontar lo que la víctima ahorraría luego de satisfacer sus necesidades básicas.
Ahora bien, este punto debe ser rigurosamente explicitado, en este caso la motivación que
emplea la fiscalía es insuficiente, incompleta o parcialmente omitida.

2.3.- En lo que, respecta al daño moral el Ministerio Público


debe enunciarlo y determinarlo con un razonamiento específico. Es sabido que este tipo de
daño inmaterial no se puede fijar mediante pruebas concretas, por lo que ha de recurrirse a
un juicio global en que se tenga en cuenta un criterio de reparación basado en el sentimiento
social de los daños producidos por la ofensa, en su entidad real o potencial, la relevancia o
repulsa social de los mismos, las circunstancias personales de los ofendidos, la edad de la
víctima, y, por razones de congruencia, lo cual no es observado en la acusación fiscal
deviniendo su motivación en insuficiente por no decir inexistente. Tal como lo ha señalado
LA SALA PENAL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
al resolver el RECURSO CASACIÓN N° 695-2018 LAMBAYEQUE con fecha Lima, catorce de
marzo de dos mil diecinueve.

En suma, la acusación fiscal ha desconocido la segunda parte


del Acuerdo Plenario N° 6-2009/CJ-116, pues la pretensión civil, no estipula o no se basa en
concreto u objetivamente en daños y perjuicios dentro de la esfera patrimonial del
perjudicado causados por el delito.

III. OBSERVACIÓN SUSTANCIAL:

TERCERO: PLANTEAMIENTO DE CONTROL SUSTANCIAL POR


NOTORIA CARENCIA DE CONDICIONES DE FONDO NECESARIAS PARA QUE EL REQUERIMIENTO
ACUSATRIO SEA ADMISIBLE.
3.1.- Basamos dicha observación sustancial, en los
fundamentos 14 y 15 del Acuerdo Plenario N° 6-2009/CJ-116 cuya parte in fine menciona que el
control sustancial tiene lugar al examinar la concurrencia de cinco elementos necesarios para
la viabilidad de la acusación respecto de los cargos objeto de investigación: elemento fáctico,
elemento jurídico, elemento personal, presupuestos procesales vinculados a la vigencia de la
acción penal y elementos de convicción suficientes, es decir cuando la presencia de los
requisitos del sobreseimiento (contemplados en el artículo 344°.2 NCPP) sea palmaria o
patente, ejemplo de lo antedicho: Puede darse el caso que el Fiscal acusa pero no ofrece
prueba alguna o ellas son notoriamente insuficientes, inútiles o impertinentes; entonces la
acusación tendrá un vicio sustancial, esto es la carencia de condiciones de fondo necesarias
para que el acto postulatorio de acusación sea admisible.

3.2. EL TEMA O ELEMENTO SUBJETIVO del tipo penal


estipulado en el tercer párrafo del artículo 111 del Código Penal referido al homicidio culposo
producido por la inobservancia de reglas técnicas tránsito; requiere que el autor del hecho
realice el delito a título de culpa, esto es; por negligencia, imprudencia o impericia. En los
delitos imprudentes el deber objetivo de cuidado esa situación cautelosa, la cautela racional
dentro de la cual actuaría una persona de normal inteligencia, es quebrada por factores
generadores de culpa como son: la impericia, la imprudencia, la negligencia y la violación de
reglamentos legales o de procedimiento.

3.3.- En el caso concreto LA IMPUTACION PENAL, carece de


tipicidad subjetiva no solo porque la Fiscalía no ha desarrollado o indicado la presencia de la
imprudencia, negligencia o impericia para la ocurrencia del delito de homicidio culposo,
sino porque simplemente no puede establecerse, dado que no existe elemento probatorio
de convicción suficiente del cual se logre establecerlas, puesto que el informe técnico
policial no define con la objetividad debida que, el acusado haya incrementado el riesgo
permitido pues no señala a cuanto ascendió la velocidad, por lo que en estricto no se tiene
mayores datos para poder determinar si se excedió los límites permitidos de velocidad en
su trayecto por la carretera central margen derecha cuya velocidad máxima permitida es de
100 Km/ h, es más dicho informe técnico policial no sirve para acreditar el delito culposo
imputado, simplemente no es viable dado o válido dado que la construcción de su contenido
es netamente incoherente pues si bien afirma conclusivamente que el atropello fue un
factor contributivo para el resultado muerte, no menos cierto es que, tal inferencia parte
de una premisa incompatible que señala que solo el hecho se habría evitado si el vehículo
automotor estuviese detenido, asi pues nótese la frase o párrafo que emplea el informe
técnico policial cuando indica: que la velocidad aplicada por el conductor por muy mínima que
sea, no le resulto apropiada para las circunstancias del momento y lugar que se encontró
conduciendo, vale decir el delito culposo solo se habría evitado si el vehículo se encontraba
detenido, situación que no se condice con la realidad de los hechos pues el vehículo que
estaba conduciendo el acusado tenía que necesariamente que movilizarse habida cuenta
que circulaba en la carretera central en donde es ampliamente conocido que existe gran
presencia de vehículos automotores de diversa índole que circulan fluidamente.

3.4.- Es decir, NO EXISTE LA PRESENCIA DE CULPA CON


REPRESENTACION EN EL ACTUAR DEL ACUSADO más aún si el factor de previsión o de prever
el resultado resulta en cuanto a su análisis obligatorio para efectos de determinar si hubo
culpa o no o si se trato de un caso fortuito tal como ampliamente lo ha desarrollado La
Primera Sala Penal Transitoria de La Corte Suprema de Justicia de la República, en el Recurso de
Nulidad N° 1212-2016, Huancavelica.

3.5.- A más abundamiento, al no poder determinarse la


modalidad del título de imputación esto es, la culpa en alguno de sus componentes tales
como imprudencia, impericia o negligencia, ni menos el factor de previsión, ni tampoco se
haya determinado que haya conducido a una velocidad fuera de los permitido por ley, nos
revela que el acusado Leyva Ayras objetivamente ha conducido su vehículo de manera
diligente que, por lo tanto, si la acción se realiza con la diligencia, aunque sea previsible un
resultado, se mantiene en el ámbito de lo permitido jurídicamente y no se plantea problema
alguno; pues la acción objetivamente imprudente, es decir, realizada sin la diligencia debida que
incrementa de forma ilegítima el peligro de que un resultado se produzca es, junto con la
relación de causalidad, la base y fundamento de la imputación objetiva del resultado, siendo así,
no se configura delito de homicidio culposo, tal como lo ha señalado La Sala Penal de
Apelaciones para procesos sumarios con reos libres
expediente 8653-97 de La Corte Superior de Justicia de Lima.

3.6.- Confirma que el acusado en efecto, condujo con la


diligencia respectiva, las declaraciones testimoniales de descargo sobre todo del copiloto
que señala que fue de una manera repentina e intempestiva, que el agraviado cruzo la pista
de la carretera central con lo cual el vehículo automotor lo atropello, circunstancia que fue
en efecto el factor predominante para la ocurrencia del resultado muerte puesto que el
peatón ha generado su propio riesgo o auto puesta en peligro para su integridad física e
influenciado en la disminución de sus facultades psico físicas, debido a existir 1.48 gr/lt, de
alcohol en la sangre, además de no cruzar por una zona permitida para el peatón. Que, siendo
esto así el procesado no ha podido prever el que el agraviado cruzara de esta manera la
referida carretera, por lo que no pudo evitar el desenlace, ya que el riesgo permitido en este
caso fue elevado precisamente por el agraviado, el cual cruzo la pista sin salvaguardar su
integridad física, siendo por lo tanto considerado como el factor predominante del evento.
3.7.- Que, siendo esto; así el accionar del agraviado-peatón se
encuentran incurso en los artículos ciento veintiséis inciso a y b así como en el artículo ciento
veintisiete incisos b, d y e del Código de Tránsito y Seguridad Vial, es decir que para cruzar la
calzada, los peatones están obligados: a) A utilizar exclusivamente los cruceros peatonales
señalizados en las esquinas; b) A obedecer las indicaciones de las luces de los semáforos;
asimismo está prohibido a los peatones: b) Cruzar una vía urbana o rural entre vehículos
detenidos o por detenerse; d) cruzar la calzada por cualquier lugar de la pista que no sean las
esquinas y e) invadir la zona destinada al tránsito de vehículos.
3.8.- Que, del análisis del informe técnico y la declaración
indagatoria del acusado no se desprende ninguna infracción del deber de cuidado por parte
del acusado; ya que éste venía conduciendo su vehículo a una velocidad aceptable asi se
desprende del copiloto y el acta de daños sufridos en el vehículo que arroja tan solo
hundimiento del capot y rotura de los parachoques lo cual es un claro indicio de que la
velocidad no fue excesiva realmente, asimismo se debe dejar establecido que constituye una
práctica policial ante lesiones u homicidios culposos que siempre se le atribuya al conductor ser
factor contributivo en base a su apreciación ambigua y subjetiva más aún si en el caso concreto
es incongruente, de haber estado desplazándose a una velocidad inapropiada para las
circunstancias del evento; ya que como podemos apreciar del referido el factor predominante
en este evento fue la actuación del peatón agraviado al ingresas a la calzada poniendo en peligro
su integridad física, debido a que no tenían suficiente visibilidad por cruzar debido a su estado
de embriaguez comprobado.

3.9.- Que, a mayor abundamiento respecto al tipo injusto


imprudente hay que tener en cuenta lo señalado por la doctrina en el sentido que: “Actúa
culposa o imprudentemente el que omite la diligencia debida, (…), se trata, por lo tanto, de
la infracción del deber de cuidado, o sea, de las normas de conducta exigibles para el caso,
las cuales se extraen de la experiencia común y no dependen necesariamente de la
trasgresión de Leyes o reglamentos. Se trata de un deber objetivo en cuanto que es el que
hubiera observado un ciudadano medio en tales condiciones y con los conocimientos
específicos del agente. (Serrano Gómez, Alfonso. Derecho Penal. Parte Especial. Volumen Uno.
Delitos contra las personas. Madrid. Dykynson. Mil novecientos noventiséis. Página
cuarentisiete).

3.10.- Que, en este sentido, lo contrario sería afirmar que el


riesgo socialmente aceptado y permitido que implica conducir un vehículo motorizado,
desemboca definitivamente en la penalización del conductor, cuando produce un resultado
no deseado; ya que sería aceptar que el resultado es una pura condición objetiva de penalidad
y que basta que se produzca, aunque sea fortuitamente, para que la acción imprudente sea
ya punible, sin embargo, tal absurdo se desvanece a nivel doctrinario con la teoría de la
imputación objetiva, en el sentido de que sólo son imputables objetivamente los resultados
que aparecen como realización de un riesgo no permitido implícito en la propia acción; en
consecuencia, la verificación de un nexo causal entre acción y resultado no es suficiente para
imputar ese resultado al autor de la acción.

3.11.- Que, por último, para la realización en general de


cualquier tipo penal culposo, es necesario que el hecho resultante haya sido causado por
infracción al deber de cuidado y pueda imputarse objetivamente la misma, lo que no se da en
el caso de autos, POR LO QUE LA IMPUTACION PENAL ES NETAMENTE ATÍPICA, ergo la
presente EXCEPCION DE IMPROCEDENCIA DE ACCION DEBE DECLARARSE FUNDADA.

IV. DEL SEÑALAMIENTO DE MEDIOS DE PRUEBA:

QUINTO: Que, aparte de los medios de prueba señalados por


la Fiscalía y que han de actuarse en un improbable juzgamiento, SE DEBE TAMBIEN OFRECER
LOS SIGUIENTES MEDIOS DE PRUEBA:

 LAS DECLARACIONES EFECTUADAS POR LOS TESTIGOS


DE DESCARGO A NIVEL DE LA INVESTIGACION
PREPARATORIA, TALES COMO GABRIEL OMAR MORAN
GUTIERREZ COPILOTO, TESTIGO PRESENCIAL DE LOS
HECHOS Y QUIEN VISUALIZO COMO EL AGRAVIADO
CURZO DE MANERA INTEMPESTIVA LA PISTA QUIEN
DOMICILIA EN LA CALLE REAL N° 416-SICAYA Y DE LA
PERSONA DE JULIANA QUIÑONES CASIMIRO QUIEN
OBERVO AL AGRAVIADO EN ESTADO DE EBRIEDAD
TRATANDO DE CRUZAR LA PISTA EN VARIAS OCASIONES
PREVIAS AL ACCCIDENTE QUIEN DOMICILIA EN AV. LAS
AMERICAS KM. 114 S/N DEL DISTRITO DE PILCOMAYO.
 EL ACTA DE TRANSCRIPCION Y VISUALIZACION DE LOS
CD (S) EN LA QUE SE CONSTATA EN UNO: LA VELOCIDAD
MAXIMA EN LA CARRETERA CENTRAL Y EN EL OTRO LOS
DETALLES EN EL DIA MISMO DEL ACCIDENTE.
 EL PERITAJE DE PARTE DE ACCIDENTE DE TRÁNSITO
PRESENTADO POR ESTA PARTE PROCESAL.
 LA DECLARACION DEL ORGANO DE PRUEBA, ES DECIR
DEL PERITO DE PARTE DE NOMBRE ROBERTO MACEDO
MAYO, PERITO EN ACCIDENTES DE TRANSITO, CON
DOMICILIO EN EL JR. PARRA DEL RIEGO N° 531-OF. N° 205
DEL DISTRITO DEL EL TAMBO.

POR TODO LO EXPUESTO:

Téngase por absuelta el traslado de la acusación en los


términos expuestos.

Huancayo 22 de abril del 2019.

S-ar putea să vă placă și