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responsabilidad de los actores del Sistema General en Salud, tanto público como privado,
así como de los hospitales y centros de salud de carácter público, quienes están en la
obligación de prestar atención médica de urgencia integral en salud a través de
profesionales y servicios especializados;
Resoluciòn 459 de 2012 Ministerio de Salud de la Protecciòn Social.
Por medio de la Resoluciòn 459 de 2012 el Ministerio de Salud y Proteccion
social. Adoptan el protocolo y Modelo de Atenciòn integral en Salud para victimas
de violencia sexual, su cumplimiento es obligatorioo para toda las Entidades
Promotoras de salud e instituciones tanto público como privado, así como de los
hospitales y centros de salud de carácter público, quienes están en la obligación
de prestar atención médica de urgencia integral en salud a través de
profesionales y servicios especializados; De ahí que La atención integral a una
víctima de violencia sexual necesita de trabajo sectorial e intersectorial
estructurado, en el que los sectores de salud, protección y justicia tienen
competencias complementarias. Actuando de una manera articulada y no
victimizante se busca garantizar desde el sector salud que la persona víctima de
violencia sexual reciba una atención de calidad que le ayude a restaurar su
autonomía y dignidad y que le ayude en su recuperación física y emocional; y
desde los otros sectores a que cuente con las garantías de protección y no
repetición del hecho violento y de acceso a justicia para que el delito no quede
impune.
El protocolo tiene como objetivo brindar herramientas a los profesionales de las
instituciones en salud, para la prevención, detección y atención a las victimas
desde un Enfoque de Derechos para la humanización del servicio. Ya que la
norma cumple un papel fundamental para la atención oportuna e integral de la
víctima en las instituciones prestadoras de servicios de salud.
El Ministerio de la Protección Social en el año 2000 desarrolló la Guía del Menor
maltratado y la Guía de la Mujer Maltratada (Resolución 412 de 2000). Estas
Guías que a la fecha se encuentran vigentes, indican las acciones que el sector
salud debe realizar frente a la atención de problemáticas de violencia
intrafamiliar, sexual y de pareja, y deben ser retomadas o adaptadas a través de
Protocolos en cada una de las instituciones de salud del país para la atención de
estos diferentes tipos de violencia.
Desde la década de los 90 se ha impulsado en el país redes interinstitucionales
para el abordaje de los diferentes tipos de violencia sexual y violencia
intrafamiliar. Estas redes han adoptado diferentes nombres en cada una de las
regiones, sin embargo, la mayoría son conocidas como redes de Buen Trato. Las
instituciones de protección y salud y la normatividad intersectorial han promovido
la permanencia de estas redes, El buen funcionamiento de las redes
intersectoriales necesita del compromiso y la gestión de profesionales delegados
por las instituciones que la conforman.
En el país existen experiencias exitosas en las que el trabajo intersectorial ha
logrado impactar positivamente los procesos de prevención, atención y
seguimiento de casos de violencia sexual. Estas experiencias exitosas cuentan
entre otras características con:
Personal con estabilidad laboral.
Reuniones constantes en las que se trazan planes de trabajo anuales.
Procesos de revisión y retroalimentación.
Sistemas de vigilancia epidemiológica en desarrollo o bien posicionados.
Participación de todos los sectores.
Gestión institucional apoyada por procesos comunitarios.
Cabe destacar que la Secretaría Distrital de Integración Social, a través de la
Subdirección para la Infancia, tiene a disposición de las maestras, maestros, equipos
psicosociales, padres, madres de familia, cuidadores (as) y comunidad en general, una
Guía para la protección integral del ejercicio de los derechos de los niños, niñas y
adolescentes en los diferentes escenarios donde transcurren sus vidas, con el fin de
ofrecer criterios claros para la activación de rutas de orientación a padres, madres o
cuidadores en el ejercicio de su rol, y/o la activación de la ruta externa de remisión ante
las autoridades competentes en casos o situaciones de inobservancia, amenaza o
vulneración del ejercicio pleno de sus derechos.
La guía nos muestra de manera clara la realización de la gestión integral de acciones
para que, de manera articulada bajo el principio de la corresponsabilidad y mediante la
institucionalidad pública o privada, padres, madres o cuidadores garanticen y
restablezcan el ejercicio de los derechos de niñas, niños y adolescentes, cuando sea
necesario. La guía además establece las rutas o las acciones a realizar cuando quien
maltrata a una niña, niño y adolescente es una persona adulta del servicio (maestra,
maestro, profesionales, auxiliares pedagógicos, entre otros) y se encuentra vinculada
mediante contrato de prestación de servicios o es servidor público. De otra parte, se
destaca la importancia de la participación en las instancias de política social distrital y
local como un mecanismo de gestión, articulación y coordinación de acciones
interinstitucionales, intersectoriales, transectoriales que contribuyen a la garantía y
restablecimiento del ejercicio de los derechos.