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Existe un grupo de conservadores que son del pensar que por el tono personal
con el que se relatan los acontecimientos en el Génesis, como la oración de
Abraham por Sodoma, de Abraham y el sacrificio de su hijo Isaac y de José al
darse a conocer a sus hermanos, probablemente el libro haya sido basado en
notas biográficas que fueron transmitidas de generación en generación pero que,
no le quitan lo inspirado y autentico al libro.
Se hace notar además, los retoques a ciertas palabras arcaicas, hechos en la obra
de Moisés. Por ejemplo el relato de la muerte de Moisés, el Talmud lo atribuye a
Josué, en Génesis 14:14 se denomina “Dan” a la antigua ciudad de “Lais”,
atribuyéndole esto a notas aclaratorias introducidas para hacer más claro el
relato.
Notemos, además que el autor menciona hasta los vasos de madera y los de
piedra que los egipcios usaban para guardar el agua que sacaban del rio Nilo. El
célebre arqueólogo W. F. Albright dice que en el Éxodo se encuentran en forma
correcta tantos detalles arcaicos que sería insostenible atribuirlos a invenciones
posteriores.
También por la referencia que se hacen con relación a ciertos materiales del
tabernáculo, deducimos que el autor conocía la Península del Sinaí. Por ejemplo,
las pieles de tejones se refieren, según ciertos eruditos, a las pieles de un animal
de la región del Mar Rojo; la “uña aromática”, usada como ingrediente del
incienso (Deut. 30:34), era de la concha de un caracol de la misma región.
Evidentemente los pasajes fueron escritos por alguien que conocía la ruta del
peregrinaje de Israel, más bien que por un escritor en el cautiverio babilónico, o
en la restauración, siglos después.
Del mismo modo, los conservadores señalan que el Deuteronomio fue escrito en
el periodo de Moisés. El punto de referencia del autor del libro es el de una
persona que no ha entrado aun en Canaán. La forma en que está escrito, en la
de los tratados entre los señores y sus vasallos de medio oriente en el segundo
milenio antes de Cristo. Por eso, nos extraña que la Alta Critica haya dado como
fecha de estos libros unos setecientos o mil años después.