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Persistencia para sanar

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Cuando yo era un nuevo creyente, estudié bajo


algunos de los grandes maestros sobre la sanidad. Sin embargo, cuando el diablo
atacó a mi esposa, Joy, con cáncer, no experimentamos un milagro. No nos quedaba
tiempo y aceptamos la ayuda médica. ¡Gloria a Dios por los doctores! Dios utilizó a los
doctores para salvarle la vida, pero se podrá imaginar cómo todo eso minó nuestra fe.

La prueba no terminó con el diagnóstico de cáncer de Joy. Yo estaba convencido de


que Dios quería que yo proclamase la sanidad, por tanto, realicé reuniones de
sanidad, pero pocos fueron sanados. ¡Una persona incluso murió en mi reunión! Sin
embargo, yo tenía un gran deseo en mi corazón de ver a personas ser sanadas, así
que persistí. Estoy convencido de que la persistencia es una de las grandes claves
para la sanidad.

Dios honró mi tenacidad. En primer lugar, Él comenzó a darme la capacidad de oír en


mi espíritu que ciertas enfermedades estaban siendo sanadas. Esto se conoce como
una palabra de conocimiento. Las sanidades comenzaron con cuellos, y después
alergias, oído y espalda. Muchos fueron sanados. A veces, todas las personas que
tenían problemas de espalda eran sanadas cuando yo les imponía las manos. Hasta
personas no creyentes eran sanadas. Entonces comencé a decir solamente las
palabras sin imponer manos a la gente. Descubrí que Dios los sanaba tan sólo con las
palabras que yo pronunciaba.
Últimamente, Él ha estado sanando a personas sin ni siquiera palabras de
conocimiento o la imposición de manos. Su presencia sanadora sencillamente se
muestra.

Esto es lo que sé sobre sanidad. Estoy tan seguro de ella como lo estoy de que Jesús
murió por todos mis pecados. Jesús murió por todas mis enfermedades. "El es quien
perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias" (Salmo 103:3).

¿Dónde se origina la enfermedad? No puede venir del cielo, pues no hay enfermedad
en el cielo. Viene del diablo y los demonios. "El ladrón no viene sino para hurtar y
matar y destruir" (Juan 10:10). Lucas 13:16 dice: "Y a esta hija de Abraham, que
Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar...?". Una mejor
traducción del griego para la palabra enfermedad es "mal". La enfermedad es un mal.
Sabemos que no hay mal en el Reino de Dios.

La falta de perdón es un importante obstáculo para la sanidad. Propóngase perdonar


a todas las personas que le hayan herido o decepcionado alguna vez. No es un
sentimiento, sino un mandato. No está basado en que los demás lo merezcan. "Y
cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también
vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque
si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará
vuestras ofensas" (Marcos 11:25-26). Suelte a las personas por completo; libérelas de
cualquier obligación hacia usted.
Cuando juzga a esa persona, está usted apropiándose del papel de Dios. Usted no
conoce todos los hechos; sólo Dios conoce toda la verdad. Cuando usted libera a la
persona de sus juicios, usted se libera. Perdonar no significa que usted
necesariamente confíe en él o ella. La confianza se gana, pero el perdón es
obligatorio.

Recuerde siempre: "Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él"


(Proverbios 23:7). Estoy convencido de que aquello con lo cual nos alimentamos es lo
que sale de nuestro corazón. Guarde su corazón. Supervise lo que usted ve y
escucha; supervise lo que lee, lo que ve en televisión y en la Internet. Practique
Filipenses 4:8:"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto,
todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay
virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad".

Niéguese a pensar o a permitir que salga algo de su boca que no esté en consonancia
con Filipenses 4:8. El diablo quiere que usted maldiga a Dios cuando no entienda una
situación. Eso fue lo que la esposa de Job le instó a hacer (véase Job 2:9). Su
enemigo nunca es Dios; Él es su mejor amigo y su única ayuda.

Los evangelistas de sanidad más prominentes de nuestra época tienen muchos


milagros. Yo he visto a personas levantarse de sillas de ruedas totalmente sanadas en
sus reuniones.
Pero, ¿y las cientos de otras personas en sillas de ruedas que regresaron a su casa
del mismo modo en que llegaron? ¿Por qué ellas no fueron sanadas?

Muchas veces, buscamos un milagro y nos perdemos la sanidad. Plantamos la verdad


sobre la sanidad de la Palabra de Dios (semilla) y creemos que somos sanados
(véase Marcos 11:24). Cuando no recibimos instantáneamente nuestro milagro,
quedamos confundidos. Esto entonces nos sitúa en incredulidad. En cambio,
reconozca que un milagro es una sanidad instantánea y una sanidad es un milagro
gradual.

En el momento en que usted oró por sanidad, la unción (poder) de Dios entró en su
cuerpo (véase Mateo 8:8). Entró en su cuerpo sintiera usted algo o no; entró
en su cuerpo ya sea que los síntomas permaneciesen o se fuesen. En el momento en
que la unción entra en su cuerpo, por lo que a Dios respecta el milagro tiene lugar.
Pero debe expresarse fe para que su sanidad se manifieste en su cuerpo. Dios ha
hecho su parte, ahora le corresponde a usted.

Dios no hace acepción de personas. Lo que Él hará por uno, lo hará por todos. Es mi
oración que su gran pasión sea por el Sanador, no sólo por una sanidad. Conviértase
en un adorador de Dios. Ponga música de adoración en su hogar el día entero y deje
que su espíritu se remonte hasta los lugares celestiales. Haga que la intimidad con
Yeshua sea su mayor obsesión.

A lo largo de los años, he aprendido a contender por mi propia sanidad y la sanidad


de otros. Incluso si oré por cien personas sordas y ninguna de ellas fue sanada, nunca
me di por vencido. Nunca se rinda. ¡Jamás se rinda, jamás!

Después de más de treinta años de investigar milagros, no tengo todas las


respuestas, solamente Dios las tiene. Pero de esto estoy seguro: Dios es bueno. Dios
es amor. Dios quiere desarrollar intimidad con usted. Dios quiere que usted sea sano
más de lo que usted mismo desea su sanidad. El cielo se está acercando. ¡Los
milagros están listos para explotar sobre el planeta Tierra!

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