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Colecistostomía percutánea: indicaciones, técnica,

complicaciones y resultados.

Poster no.: S-0528


Congreso: SERAM 2012
Tipo del póster: Presentación Electrónica Educativa
Autores: M. T. Lopez-Quiñones Llamas, A. Yauner Loza; Aranjuez/ES
Palabras clave: Drenaje, Ultrasonidos, Intervencionista no vascular
DOI: 10.1594/seram2012/S-0528

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Objetivo docente

Nuestro objetivo docente es repasar las indicaciones, técnica, resultados y posibles


complicaciones de la colecistostomía percutánea (CP).

Revisión del tema

La colecistectomía es el tratamiento estandard para la colecistitis aguda con un tasa de


mortalidad operatoria de entre el 0 y 0.8%. La tasa de mortalidad en pacientes críticos
o debilitados por una grave enfermedad subyacente se encuentra entre el 14% y el
34%. La CP se ha desarrollado como un tratamiento alternativo a la colecistectomía en
pacientes de alto riesgo con colecistitis aguda.

Indicaciones

La CP puede ser útil para el manejo de algunas patologías de la vía bliar, como por
ejemplo, la descompresión en la colecistitis litiásica (fig 1) o alitiásica, la colangitis, la
obstrucción biliar y para la opacificación de la vía biliar.

Los pacientes de las unidades de cuidados intensivos tienen un mayor riesgo de padecer
colecistitis aguda, que además tiene una alta morbilidad y mortalidad debido a las
dificultades para el diagnóstico. Los paciente tienen medicación analgésica que dificulta
la valoración del dolor abdominal y los hallazgos ecográficos son más inespecíficos
debido a la coexistencia de otras patologías (ej, pacientes con hipertensión portal con
ascitis y engrosamiento de la pared de la vesícula biliar). Además la tinción de gram
de los aspirados biliares percutáneos no es sensible en pacientes con tratamiento
antibiótico. Debido a la dificultad en el diagnóstico de la colecistitis aguda en estos
pacientes, la CP se puede usar como un procedimiento diagnóstico y terapéutico en
pacientes con sepsis de origen incierto.

La CP se puede usar como tratamiento transitorio de la colecistis aguda en embarazadas


hasta que se pueda realizar una colecistectomía después del parto.

El manejo subsecuente de los pacientes con colecistitis aguda litiásica tratada mediante
CP es controvertido. La colecistectomía bajo anestesia general tiene un elevado riesto
en pacientes con patología severa subyacente.

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Técnica

La CP se puede realizar con anestesia local y sedación intravenosa tanto en el


departamento de radiología como a la cabecera del enfermo después de cobertura
antibiótica. Si existe coagulopatía se debe corregir.

Bajo condiciones de asepsia y con guía ecográfica el procedimiento se puede realizar


utilizado la técnica de Seldinger (fig.2) o la técnica de trocar (fig 3). La guía mediante TC
también es posible. Se pueden utilizar catéteres 6F a 10F (fig.4). La CP se considera
técnicamente correcta si se visualiza el bucle del catéter pigtail en el interior de la vesícula
biliar (fig 5). Es conveniente tomar una muestra de bilis para su cultivo.

El éxito de la técnica es elevado y oscila entre el 95-100 %. Las razones de fracaso de


la técnica pueden ser, entre otras, una vesícula en porcelana, o la falta de colaboración
del paciente.

La CP se puede realizar por vía transhepática (fig 3) o transperitoneal. La vía


transhepática se prefiere en ausencia de enfermedad hepática severa y coagulopatía.
Las ventajas de la vía transhepática son la estabilidad del catéter y menor cantidad de
fugas biliares. La vía transperitoneal se puede elegir para evitar lesiones hepáticas y
minimizar el riesgo de sangrado y complicaciones infecciosas cuando existe hepatopatía
severa y coagulopatía.

Después de la CP es importante la formación del tracto fibroso para evitar una posible
fuga biliar y peritonitis. Se ha informado que para el desarrollo de un tracto maduro se
requieren unas dos semanas cuando el acceso es transhepático y unas tres semanas
cuando es transperitoneal. Hay muchos factores que pueden prolongar la formación
del tracto como por ejemplo la diabetes mellitus incontrolada, la malnutrición severa, la
terapia esteroidea, el fallo renal crónico, la infección del tracto de drenaje o la ascitis.

Días después de la CP se realiza una colangiografía transcatéter para valorar la


permeabilidad del conducto cístico, la presencia de piedras y la posición del catéter.
Para la extracción del catéter el tracto fibroso debe estar lo suficientemente maduro para
evitar fugas biliares, el paciente debe estar asintomático y el conducto cístico debe estar
permeable.

Resultados

La tasa de respuesta a la CP varia en la literatura entre el 56 y el 100%. Esta variabilidad


es debida a las diferentes características de las poblaciones tratadas y a la menor
tasa de respuesta en los pacientes críticos ingresados en las UCIs. La respuesta es
mayor en pacientes con signos clínicos y síntomas referidos a la vesícula biliar y al
hipocondrio derecho, asi como en aquellos pacientes con cuatro signos ecográficos

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sugestivos de colecistitis aguda (litiasis, distensión vesicular, engrosamiento de la pared
y líquido perivesicular).

La respuesta a la CP depende no solo de la presencia de colecistitis sino también de


la situación global del paciente.

Complicaciones

Las complicaciones de la CP suelen aparecer inmediatamente o en días. Puede existir


hemorragia, reacción vagal, sepsis, peritonitis biliar, neumotórax, perforación intestinal,
y desplazamiento del catéter. Las complicaciones tardías son el desplazamiento del
catéter y la colecistisis recurrentes. La tasa de complicaciones mayores y menores en
la literatura oscilar entre el 3% y el 8% y el 4 y 13% respectivamente .

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Fig. 1: Vesícula biliar con signos de colecistitis aguda.

Fig. 2: Guía para realizar la colecistostomía mediante técnica de Seldinger.

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Fig. 3: Colecistitis aguda. Punción para drenaje vía transhepática.

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Fig. 4: Trocar 8F para realizar punción directa.

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Fig. 5: Bucle de catéter en el interior de la vesícula biliar. Técnica correcta.

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Conclusiones

Conclusiones

La CP es una técnica útil, fácil de realizar y con escasas complicaciones en el tratamiento


de la colecistitis aguda en paciente críticos o pacientes que no pueden ser intervenidos
quirúrgicamente. La CP debería ir seguida, si es posible, de colecistectomía. No
obstante, puede ser el tratamiento definitivo, especialmente en la colecistitis alitiásica.

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