Sunteți pe pagina 1din 3

El ayuno controlado promueve la

longevidad en ratones y en humanos


No se trata de dejar de comer durante días, sino de ciclos bimestrales de
cuatro días en la disminución de la ingesta calórica entre un 34 y 54%,
con una composición específica de proteínas, carbohidratos, grasas y
micronutrientes

Valter Longo/Cell Metabolism 2015


Efectos del ayuno controlado: en levadura, resistencia al estrés y mayor longevidad; en
ratones, regeneración de tejidos, menos cáncer, enfermedad inflamatoria, deterioro
cognitivo y mayor longevidad; y en humanos, marcadores de regeneración y menos
riesgo de diabetes, cáncer o enfermedad cardiaca
Ayunar de forma controlada tiene una amplia gama de beneficios para la salud y retrasar
el envejecimiento. Lo ha comprobado en animales y humanos un equipo de la
Universidad del Sur de California (EE.UU.) al demostrar que ciclos de una dieta de
cuatro días baja en caloría que imita al ayuno reduce la grasa abdominal visceral y
eleva el número de células progenitoras y células madre en varios órganos de
ratones viejos, incluyendo el cerebro, donde impulsa la regeneración neuronal y mejora
el aprendizaje y la memoria.

Los estudios en ratones, señala el director del ensayo, Valter Longo, forman parte de
una investigación en tres niveles sobre los efectos del ayuno periódico y controlado
levadura, ratones y seres humanos. Los resultados se presentan en «Cell Metabolism».

En conjunto, los investigadores observaron un aumento en la esperanza de vida de los


ratones, mientras que la investigación en levaduras, organismos más simples, pemitió
descubrir los mecanismos biológicos que desencadena el ayuno a nivel celular. En
cuanto al estudio piloto en humanos desveló evidencia de que los estudios en ratones y
levaduras eran aplicables a los seres humanos.

Dieta pobre en calorías

No se trata de dejar de comer durante días. El estudio habla de ciclos bimestrales de


duraron cuatro días de una especie de ayuno basado en la disminución de la ingesta
calórica de una persona entre un 34 y 54%, con una composición específica de
proteínas, carbohidratos, grasas y micronutrientes. Además, limita las cantidades de la
hormona IGF-I, que aunque se requiere durante el desarrollo para crecer, es un promotor
de envejecimiento y se ha relacionado con la susceptibilidad al cáncer.

Además de prolongar la vida de los ratones, los investigadores vieron que también se
redujo la incidencia de cáncer y enfermedades inflamatorias, se mejoró el sistema
inmunológico, se frenó la pérdida de densidad mineral ósea y mejoraron las capacidades
cognitivas de los ratones más mayores.

Los resultados en el ensayo piloto en humanos mostraron que tres ciclos de una dieta
similar realizados por 19 sujetos una vez al mes durante cinco días disminuyeron los
factores de riesgo y los biomarcadores del envejecimiento, diabetes, enfermedad
cardiovascular y cáncer sin mayores efectos secundarios adversos, asegura Longo.

«Es difícil seguir un ayuno estricto y, además, como puede ser peligroso desarrollamos
una dieta compleja que provoca los mismos efectos en el cuerpo», explica Longo. «Y
ésta es mucho más fácil y también mucho más segura».

Como puede ser peligroso desarrollamos una dieta compleja que provoca
los mismos efectos en el cuerpo

Longo ya demostró en un trabajo publicado en 2014 en «Cell Stem Cell» que los ciclos
repetidos de ayuno podrían reactivar las células del sistema inmunitario deprimidas por
la quimioterapia o el envejecimiento; es decir, matar las células cancerosas.
«Se trata de reprogramar el cuerpo para envejecer más lentamente más lento, pero
también de rejuvenecer a través de la regeneración de células madre. No es una
dieta típica porque no es algo que tiene que mantenerse», dice. Durante 25 días al mes,
los participantes del estudio volvieron a sus hábitos alimenticios regulares -buenos o
malos. No se les pidió que modificaran su dieta y todavía se vieron cambios positivos.

No para todos

Lo que se plantea en este trabajo ya lo comentó a ABC el profesor de la Universidad de


Washington (EE.UU.) Luigi Fontana, al señalar que «las personas que siguen una dieta
con una restricción del calorías y proteínas del 20%, tienen menos sobrepeso y
obesidad, un perfil cardiovascular ‘fantástico’, niveles de azúcar y de tensión arterial
muy buenos, menos inflamación, perfiles ideales de lípidos y colesterol». Además, dijo,
«no van a desarrollar enfermedad cardiovascular, la primera causa de muerte en el
mundo occidental. En animales la restricción calórica les protege del cáncer y prolonga
la longevidad».

Longo cree que para la mayoría de las personas sería posible hacer este tipo de ayuno
cada entre tres y seis meses, dependiendo del estado de salud y la circunferencia de su
abdomen, mientras que los sujetos más obesos o con factores de riesgo de enfermedades
se podría recomendar con más frecuencia, como una vez cada dos semanas. Su equipo
está probando los efectos de su dieta en un ensayo clínico que se realizará sobre
más de 70 sujetos.

«Si los resultados siguen siendo tan positivos como los actuales, podemos decir que este
tipo de ayuno representará la primera intervención segura y eficaz para promover
cambios positivos asociados con la longevidad y la salud», augura Longo. A pesar de
sus efectos positivos, Longo advierte de los riesgos de seguir un ayuno y beber solo
agua y desaconseja intentar la dieta que imita el ayuno sin antes consultar a un
profesional médico.

Con agua no basta

«No todo el mundo está lo suficientemente sano como ayunar durante cinco días y las
consecuencias para la salud pueden ser graves para aquellos que lo hagan
incorrectamente. Beber solo agua durante el ayuno únicamente debe ser realizado
en una clínica especializada y puede aumentar la incidencia de cálculos biliares en
mujeres en riesgo si se hace incorrectamente», advierte. «Por el contrario –añade- la
dieta que imita el ayuno probada en este ensayo se puede hacer en cualquier lugar bajo
la supervisión de un médico y siguiendo cuidadosamente las guías establecidas en los
ensayos clínicos».

S-ar putea să vă placă și