Una escena de guerra en un largometraje de ficción o una entrevista de calle para un

programa de televisión requerirán tratamientos del sonido muy distintos.

Grabar sonido directo consiste en recoger con claridad y por separado todos aquellos
elementos sonoros que representen una escena y que no puedan ser recreados en post-
producción.
Los sonidos que debemos recoger en la grabación directa son fundamentalmente los
diálogos y los sonidos propios y exclusivos de cada localización o wild track.
Debemos estar especialmente pendientes de los ruidos. No existe forma de librarse los
ruidos en postproducción. No hay programas, ni plug-ins mágicos. El sonido directo debe
ser siempre lo más limpio posible.
En el mismo sentido es esencial respetar los protocolos y rutinas tanto del equipo de
grabación como del propio trabajo de grabación de sonido: recogida de material, tiempos
de preparación, grabación y descanso…
Material necesario para el sonido directo.
Uno o varios micrófonos principales, y uno o varios micrófonos pequeños inalámbricos que
puedan disimularse bien entre la ropa.
Una fuente de preamplificación y mezcla, por ejemplo una mesa de mezclas portátil o una
cámara con entradas de micrófono y ganancia manual.
Un grabador multipista. También podemos grabar directamente en las pistas de audio de la
cámara.
Un sistema de monitorización (auriculares). Deben ser buenos. Unos malos auriculares
serán una mala referencia y una potencial mala grabación.

Un micrófono boom es un micrófono direccional montado o conectado a un mástil pértiga,

y que generalmente se usa en cine y televisión. Este tipo de dispositivos libera las manos
de actores o reporteros mientras que les permite disfrutar de la amplificación de audio de
un micrófono tradicional. Los micros boom pueden ser usados también para amplificar un
grupo de conversación, ya que pueden ser posicionados para que todas las voces sean
oídas. Pueden ser usados tanto en producciones de aficionados como más expertos.
Seguramente habremos visto alguno en grabaciones de películas o entrevistas, donde un
operador sostiene el mástil con el micrófono en una punta.

Una de las preocupaciones que hay sobre estos micrófonos es que las vibraciones pueden
perjudicar la calidad del audio. Los micrófonos boom tienen la suficiente sensibilidad para
capturar vibraciones no deseadas, como por ejemplo sonidos de ambiente o algún golpe
que ocurra durante la grabación. Para prevenir esto, el micrófono debería incluir algún tipo
de mecanismo de aislamiento, como puede ser acolchonamiento de espuma o
suspensiones elásticas.