La Loque americana es una enfermedad bacteriana de las crías de las abejas cuyo
Loque agente causal es el Paenibacillus larvae, bacilo Gram+, esporulado. Se la considera
Americana una de las más graves por las dificultades de eliminación del agente una vez instalado en un territorio. Mientras que la forma vegetativa de esta bacteria es relativamente sensible a la desecación y a la luz solar, los esporos pueden sobrevivir en panales con crías putrefactas y restos de larvas durante décadas (se han desarrollado esporos al Autor: Mariano Bacci cabo de 67 años); también en la miel perduran durante años. Los principales signos clínicos lo constituyen la coloración pardusca creciente y el aspecto pegajoso de las larvas afectadas situadas en el interior de las celdas, Última actualización: mostrando estas últimas los opérculos hundidos y porosos, de aspecto grasoso o Agosto de 2013 conteniendo restos resecos de larvas: «escamas». La enfermedad no supone amenaza para la salud humana. Patogenia Las esporas de las bacterias llegan a la colmena por medio de abejas pecoreadoras que las traen en sus buches melarios, abejas pilladoras de colmenas infectadas, herramientas del apicultor, por la introducción de panales con cría infectados, alimentación con miel contaminada y cualquier intercambio de material proveniente de colmenas enfermas. Una vez dentro de la colmena, las esporas son llevadas a la cría por medio de las abejas nodrizas que las depositan junto con el alimento en las celdillas. Las larvas ingieren estas esporas que una vez en la hemolinfa encuentran las condiciones adecuadas para adoptar sus formas vegetativas y multiplicarse, provocando la muerte de la cría en su estadio de prepupa. Si bien no se ha comprobado con exactitud la cantidad de esporas necesarias para provocar la enfermedad en una colonia, algunos autores consideran que para una larva de 48 hs de vida, son necesarias miles de esporas, mientras que para una larva de 24 hs, alcanza con solo diez o menos esporas. Diagnóstico Se puede realizar el diagnóstico clínico durante las inspecciones de colmenas, verificando la presencia de alteraciones en el color y disposición de las larvas, masas filamentosas y costras oscuras o negruzcas en el piso de las celdas de cría. El diagnóstico puede confirmarse en laboratorio mediante el aislamiento de las bacterias por cultivo bacteriológico, por técnicas de biología molecular o microscopia electrónica. Cuadro clínico Los panales de cría de las colmenas afectadas presentan características particulares de la enfermedad. La cría es salteada y los opérculos se ven hundidos y roídos, prepupas que han perdido su posición natural, se ven estiradas y sin brillo, el color va pasando del blanco brillante original a un amarillo pálido para convertirse más adelante en un material viscoso, pegajoso y amorfo, de color marrón. Los opérculos pierden su color café característico para tornarse castaño-oscuros, casi negros. Transcurridos unos 10 ó 15 días desde la muerte de la larva, aparece la característica patognomónica de la enfermedad: un material viscoso que al introducir un palillo dentro de la celda que lo contiene, removerlo y luego retirarlo, se estira hasta una longitud que supera los 2,5 cm, de ahí el nombre que se le ha dado a este material: chicle. Más adelante este chicle se seca, se oscurece hasta llegar a un negro intenso y se fija fuertemente al piso de la celda. En este momento se lo denomina escama, en la cual se estima, puede contener mil millones de esporas. Cuando las abejas intentan limpiar las escamas de las celdas, no logran retirarlas y dispersan estas esporas por todos los panales de cría. Otra característica de las colmenas infectadas es el olor nauseabundo que despiden, similar al olor a pescado alterado.
Loque Americana Prevención y lucha Para evitar el ingreso de esporas son necesarios el control escrupuloso y continuo del estado de salud de las abejas y sus crías y notificar a las autoridades sanitarias toda sospecha de la presencia de la enfermedad. Las medidas se concentran en proteger las zonas libres de Loque americana, mantener bajo inspección los apiarios y en identificar cuanto antes la enfermedad para la eliminación inmediata de los focos infecciosos. Tratamiento El tratamiento indicado para las zonas indemnes, es el sacrificio sanitario por medio de la incineración de todas las colmenas afectadas. En zonas endémicas, cuando la enfermedad no fue identificada a tiempo y alcanzó a dispersarse por gran parte Chicle. Signo patognomónico de Loque americana. del apiario, se puede recuperar el material vivo y el material Foto gentileza del Dr. Fernando Bianchetti inerte. A las abejas se las puede recuperar mediante dos técnicas denominadas Trasiego Directo o Cepillado y Trasiego Doble o Paqueteado. Ambas consisten en recuperar en un nuevo hábitat a las abejas adultas y reiniciar el ciclo reproductivo para alcanzar la población necesaria. El material inerte puede someterse a métodos de desinfección con químicos tales como el hipoclorito de sodio para superficies planas, o sosa cáustica para el material de madera. También se puede someter a métodos de esterilización como el fuego directo, autoclave, inmersión en aceite vegetal o parafina líquida o someterlo a radiaciones gamma, el más eficaz de los métodos de esterilización. El principio activo más difundido para el tratamiento de la Loque americana es el clorhidrato de oxitetraciclina. Sin embargo, se considera innecesaria la utilización de antibióticos para el control de la enfermedad considerando Escamas adheridas al piso de la celda. Signo patognomónico de que los mismos sólo actúan sobre la forma vegetativa de la Loque Americana. Foto de Mariano Bacci bacteria, dejan enmascarada la enfermedad y latente el potencial infeccioso de las colonias. Además, mediante la utilización de antibióticos se corre el riesgo de que Transmisión permanezcan residuos de los mismos en la cera, miel, polen Los reservorios de esporas como las colmenas y y propóleos, no solo afectando la salud de los panales con la enfermedad latente o clínicamente manifiesta consumidores, si no también perjudicando la (chicles, escamas, larvas muertas), son las principales comercialización de dichos productos. fuentes de contagio. También pueden transmitirse por polen y miel contaminada. El intercambio frecuente de abejas (deriva, abejas desorientadas en su vuelo, abejas pilladoras, etc.) contribuyen con la dispersión de la enfermedad. Los enjambres capturados deben tratarse siempre como material sospechoso por lo que se tomarán los recaudos correspondientes antes de incorporarlos al colmenar. También el propio apicultor disemina la enfermedad al trabajar con colmenas, panales y utensilios contaminados, cuando pretende aumentar la población con crías infectadas, al fusionar núcleos de abejas enfermas, al transportarlas y al hacerse cargo de enjambres de origen desconocidos, etc.
Loque Americana laboratorista tener una visión completa de las características del panal. Se evitará utilizar plásticos, polietileno y nylon para contener la muestra, pues estos materiales condensan la humedad y favorecen a la proliferación de colonias de hongos que puedan alterar la muestra. Junto con la muestra se debe enviar el formulario correspondiente al envío de muestras, firmado por el veterinario actuante y todos los datos en cuanto a las características de la región y una breve reseña de los síntomas observados en las colmenas. Hasta tener el resultado del laboratorio, todo el material del apiario debe permanecer inmovilizado en el establecimiento. Referencias Alippi, A M (1991) A comparison of laboratory techniques for the Incineración del material afectado por Loque americana detection of significant bacteria of the honey bee, Apis mellifera, in Foto gentileza del Dr. Fernando Bianchetti Argentina. Journal of Apicultural Research 30: 75–80. Alippi, A M (1992) Characterization of Bacillus larvae White, the causative agent of American foulbrood of honey bees. First record of its occurrence in Argentina. Revista Argentina de Microbiología 24: 67 – 72. Alippi, A M (1995) Detection of Bacillus larvae spores in Argentinian honeys by using a semi-selective medium. Microbiología SEM 11: 343 – 350. Cantatore De Frank, N (1980) Capítulo X: Teoría del muestreo. Manual de Estadística aplicada. Ed. Hemisferio Sur; Buenos Aires, Argentina; pp. 207–228. Hornitzky, Maz. (1998) The spread of Paenibacillus larvae subsp. larvae in an apiary. Journal of Apicultural Research 37(4): 261-265. Hornitzky, Maz; Karlovskis, S (1989) A culture technique for the detection of Bacillus larvae in honeybees. Journal of Apicultural Research 28: 118 - 120. Hornitzky, Maz; Wilson SC (1989) A system for the diagnosis of the major bacterial brood diseases ofhoney bees. Journal of Apicultural Saneamiento de Loque americana. Armado de paquetes Research. 28: 191 - 195. Foto gentileza del Dr. Fernando Bianchetti Knox, DA; Shimanuki, H; Caron, DM (1976) Ethylene oxide plus oxytetracycline for the control of American foulbrood in honey bees. Journal of Economical Entomology 69(5): 606-608. Procedimiento de atención de focos Del Hoyo, M; Bedascarrasburre, E; Palacio, M A; Basualdo, M; Figini, Si la zona está reconocida libre de la enfermedad, se E (2000) Diez años de loque americana en Argentina. Vida Apícola destruirá todo el material afectado incluyendo abejas y 103: 26–31. material inerte. Si la enfermedad está presente en la región se evaluará qué acciones seguir en función del alcance de la patología dentro del colmenar (cantidad de colmenas afectadas sobre el total de colmenas) y la gravedad de la misma en las colonias afectadas. Otro de los parámetros a considerar es la disponibilidad de material inerte de recambio con el que se cuenta en el lugar. Se considera que la enfermedad ha desaparecido cuando en los controles de resultados efectuados al cabo de 6-8 semanas ninguna colmena exhibe manifestaciones de la enfermedad. Toma y remisión de muestras Como se mencionó anteriormente, en todos los casos de sospecha se deberán tomar muestras y remitirlas al laboratorio. Se enviará un trozo de panal sospechoso de 5 cm x 20 cm, envuelto en papel absorbente y luego en una caja de cartón, o bien el panal entero para permitir al