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Plan de Educación y Orientación Sexual

“Conductas seguras para el afrontamiento de situaciones de riesgo


sexual en estudiantes de secundaria”

Autores:
- Chanamé Ágreda Sandra Pamela
- Mariano Espinoza Mago
- Luis Enrique Gamboa Rodríguez

Docente:
Dr. Róger Rodríguez Ravelo

Chiclayo, 2019
PLAN DE EDUCACIÓN Y ORIENTACIÓN SEXUAL
“Conductas seguras para el afrontamiento de situaciones de riesgo sexual en estudiantes
de secundaria”

I. DATOS INFORMATIVOS

1.1. Dirigido a: Estudiantes del 3ro año de educación secundaria.


1.2. N° de participantes: 60 estudiantes
1.3. Numero de sesiones: 05 sesiones
1.4. Fechas de ejecución: 8 de junio
15 de junio
22 de junio
1.5. Lugar: Centro Educativo “Aún no sabemos”
1.6. Autores:
- Chanamé Ágreda Sandra Pamela
- Mariano Espinoza Mago
- Luis Enrique Gamboa Rodríguez

1.7. Docente: Dr. Róger Rodríguez Ravelo

II. REALIDAD PROBLEMÁTICA

Desde que entramos a la pubertad, ocurren cambios en nuestros cuerpos y mentes que
despiertan en nosotros necesidades de naturaleza sexual. Es en esta etapa en la que los
adolescentes buscan información acerca de cómo vivir y experimentar su sexualidad y en
algunos casos, iniciarse en las relaciones sexuales. Según Brioso et al. (2009) “el adolescente
busca explorar su sexualidad, en aspectos afectivos y eróticos que, si no son orientados,
pueden generar conductas de riesgo para su desarrollo psicoafectivo, social y personal”.
Una de las estrategias para orientar y educar a los adolescentes en sexualidad, y que apunta al
control y el ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos es la planificación familiar.
Hoy en día la sexualidad es una decisión, que muchos adolescentes asumen el hecho de
escoger el ser activos o no, sin embargo, no saben el cómo afrontar de manera correcta su
decisión, las consecuencias, esto sucede por la falta de información ya sea en escuelas, familia
y sociedad en general, que está llena de tabúes, prejuicios y esquemas.
Los adolescentes sufren la tendencia a la estabilización del desarrollo hormonal y la figura
corporal, se va alcanzando la madurez sexual y la madurez biológica para la reproducción,
comenzando a consolidarse la orientación del deseo sexual hacia otra persona y surgiendo la
necesidad de compartir ese deseo, de comunicarse, de intercambiar caricias y de transmitir
emociones. Este proceso es algo natural de todo ser humano que pasa por variadas y
complicadas etapas, sin embargo “La adolescencia” es una etapa muy crucial para el
comienzo de una vida sexual, emocional y afectiva. En esta fase se produce aún más el
autodescubrimiento, se desarrolla su autoconciencia y autovaloración, haciéndose más clara
su identidad personal, lo que permite asumir determinadas posiciones en ocasiones
generadoras de confrontaciones que pueden traer como consecuencia censuras y sanciones
por parte de la familia, la sociedad y del medio donde se desarrolla, pudiendo ser calificados
como improductivos, dependientes o desadaptados. Esta fase de la adolescencia es un
período de sucesivos desprendimientos importantes para lograr la autonomía, en cuyo
camino muchachos y muchachas vivencian contradicciones entre las satisfacciones que les
provoca el “adentro”, los cariños, la protección y las ventajas de la familia y de la infancia y
el “afuera”, que resulta desconocido, sorprendente y tentador, que responde a las necesidades
de establecer nuevos vínculos con otras personas sin que medie la presencia de los padres.
Por ello, aunque el sentimiento y la necesidad de independencia y autodeterminación
constituyen mecanismos indispensables para la maduración psicológica y social de los
adolescentes, se hace necesario ayudarlos a no confundir el crecer con la libertad sin límites,
sin responsabilidades, a comprender que “crecer” no significa dar la bienvenida a todo lo que
seduce en el “afuera” y que aparentan reforzar determinados roles de género.
En esta fase de la adolescencia como consecuencia de una inadecuada orientación y
educación sexual pueden aparecer relaciones sexuales tempranas sin preparación real y
protección para ellas, embarazos no deseados, abortos inducidos, infecciones de transmisión
sexual, matrimonios tempranos y divorcios, así como comportamientos antisociales. Todos
estos eventos pueden provocar trastornos psicológicos, riesgos para la salud física de la
madre y del bebé, así como consecuencias psicosociales como el abandono de los estudios o
del proyecto de vida, limitaciones en el disfrute cultural-recreativo y cambios en el lugar
ocupado en las relaciones interpersonales.
En el Perú, el tema los celos de parejas en adolescentes, se ha realizado con la finalidad
de conocer la frecuencia que estos presentan, que las parejas entre 14 y 19 años tienen
mayor tendencia a sentir celos de las mujeres, ya que en las diferentes hipótesis que se
hicieron, al momento de la comparacion eran las adolescentes, las de mayor tendencia
hacia la celotipia, y a partir de ahí fue como se comenzó a comparar entre los géneros,
edades y emociones, por ello se llega a la conclusion que las adolescentes se encuentran
más propensas a sentir que necesitan estar más tiempo con su pareja, y en algunos
momentos controladoras.

Es por este motivo que se propone la realizacion del presente Plan de Orientacion y
Orientacion Sexual denominado: El nucleo de todos los celos es una falta de amor
el mismo que está dirigido a los adolescentes del 3er. Año de secundaria y tiene como
finalidad Promover las conductas seguras para el afrontamiento de situaciones de riesgo
sexual
III. OBJETIVOS DEL PROGRAMA

3.1. Objetivos Generales


- Promover las conductas seguras para el afrontamiento de situaciones de riesgo sexual.
3.2. Objetivos Específicos
- Concepto
- Causas y consecuencias
- Importancia
- Problemática
- Compromisos, propuestas

IV. MARCO TEÓRICO

Sexualidad, verse a uno mismo como un ser sexuado, reconocer la propia orientación sexual,
aceptar los cambios sexuales y establecer vínculos románticos o sexuales, son aspectos que
acompañan a la adquisición de la identidad sexual, la conciencia de la sexualidad es un aspecto
importante de la formación de la identidad, que afecta de manera profunda las relaciones y
la imagen que se tiene de uno mismo.
De acuerdo con encuestas nacionales, 42.5% de los jóvenes solteros de 15 a 19 años han
tenido relaciones sexuales (Abma, Martínez, & Copen, 2010) y 77 % de los jóvenes
estadounidenses han tenido relaciones sexuales hacia los 20 años (Finer, 2007). Esta
proporción ha sido aproximadamente la misma desde mediados de la década de 1960 y la
llegada de la píldora (Finer, 2007). La chica promedio tiene su primera relación sexual a los
17 años y el muchacho promedio a los 16 y alrededor de una cuarta parte de los jóvenes y las
muchachas informa que tuvieran su primera relación sexual a los 15 años (Klein, 2005). Los
jóvenes afroamericanos y latinos suelen empezar su actividad sexual más temprano que los
blancos (Hoff, Greene, & Davis, 2003). Si bien tradicionalmente ha sido más probable que
los muchachos adolescentes tengan experiencia sexual antes que las chicas, las tendencias
están inmersas en un proceso de cambio. En el 2017, 48% de los varones de tercero de
preparatoria y el 57% de las muchachas del mismo grupo de edad informaron ser
sexualmente activos (Kann, y otros, 2018).
Dos preocupaciones importantes acerca de la actividad sexual del adolescente son los riesgos
de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS) y, en el caso de la actividad heterosexual,
de embarazarse. Los jóvenes que corren mayores riesgos son los que empiezan temprano la
actividad sexual, tienen parejas múltiples, no usan anticonceptivos de manera regular y cuenta
con información inadecuada (o errónea) acerca del sexo (Abma, Martínez, & Copen, 2010).
Otros factores de riesgos es vivir en una comunidad con desventajas socioeconómicas, el
abuso de drogas, la conducta antisocial y la cercanía con compañeros problemáticos (Baumer
y South, 2001; Capaldi, Stool Miller, Clark y Owen, 2002).
¿A qué se debe que algunos adolescentes inicien la actividad sexual a edad temprana? Ciertos
factores como el inicio temprano de la pubertad, la pobreza, con el mal desempeño escolar,
la ala de metas académicas y profesionales, una historia de abuso sexual o negligencia de los
padres, así como los patrones culturales o familiares de experiencia sexual temprana pueden
influir (Klein y AAP Committee On Adolecence , 2005). La ausencia del padre, en el especial
al inicio de la vida es un factor importante (Ellis, 2003). Los adolescentes que tienen una
relación estrecha y cálida con su madre tienden a demorar la actividad sexual; lo mismo que
quienes perciben que su madre desaprueba dicha actividad (Jaccard y Dittus , 2000 ; Sieving,
McNeely y Blun , 2000). Por lo general, mantener una relación comprometida y afectuosa
con los adolescentes se asocia con un menor riesgo de actividad sexual temprana. Por
ejemplo, la participación regular en actividades familiares predice disminuciones en la
actividad sexual en los adolescentes (Coley, 2009).
Otras razones que aducen los adolescentes para no haber tenido sexo es que va en contra de
su religión o de su moral y que no quieren embarazarse o embarazar a una chica (Abma,
2010).
Unos de los factores de influencia más poderosa en la percepción de las normas del grupo
de iguales. Con frecuencia, los jóvenes se sienten presionados para participar en actividades
para las que no se sienten listos. En una encuesta nacional representativa, casi una tercera
parte de los encuestados de 15 a 17 años en especial los varones, dijeron que habían
experimentado presión para tener sexo ( (Hoff, Greene, & Davis, 2003).
A medida que los adolescentes estadunidenses han tomado conciencia de los riesgos de la
actividad sexual, ha disminuido el porcentaje de los que han tenido relaciones sexuales en
especiales entre los varones (Abma, 2004). Sin embargo, es comunes algunas formar no
coitales de la actividad sexual genital, como el sexo oral y anal y la masturbación mutua.
Muchos adolescentes heterosexuales no consideran esas actividades como “sexo” si no como
sustitutos o precursores del sexo, o incluso como abstinencia (Remez, 2000). En una
encuesta nacional, más de la mitad de los adolescentes de ambos sexos dijeron haber dado o
recibido sexo oral más que haber tenido relaciones sexuales vaginales (Mosher, 2005).
El uso de anticonceptivos entre los adolescentes aumento desde 1990 (Abma, 2004). Los
adolescentes que usan más de un método anticonceptivo o hablan de la anticoncepción antes
de tener su primera relación sexual de morada, son más propensos a usar anticonceptivos de
manera sistemática durante esa relación (Manlove, Rian y Franzetta, 2003).
La mejor salvaguarda para los adolescentes sexualmente activos es el uso de condones, que
les dan cierta protección contra las enfermedades de transmisión sexual y contra el embarazo.
El uso de condones se ha incrementado en los años recientes, lo mismo que el uso de la
píldora y los nuevos métodos hormonales e inyectables de anticoncepción o la combinación
de métodos (Abma, 2010). Sin embargo, incluso en el 2003, solo el 63% de los estudiantes
de preparadtoria sexualmente activos dijeron haber usado condón la última vez que
mantuvieron relaciones sexuales.

V. SESIONES
Sesión N° Descripción de la actividad Tiempo Responsable
1 40
minutos
1 40
minutos
2 40
minutos
3 30
minutos
4 40
minutos
5 30
minutos

VI. RECURSOS HUMANOS

VII. EVALUACIÓN
VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Abma, J., Martínez, G., & Copen, C. (2010). For Center for Disease Control and
Prevention. Teenagers in the United States: Sexual Activity, Contraceptive Use, and
Childbearing, National Survey of Family Growth 2006-2008. Vital and Health
Statistics, 23, 1-47.
Brioso Díez, Á., Contreras Felipe, A., Begona Delgado, E., Corral Iñigo, A., Díaz
Mardomingo, M., Giménez Dasí, M., & Gómez Veiga, I. (2009). Psicología del
Desarrollo. Desde la infancia a la vejez (Vol. 2). Madrid: McGraw-Hill.
Finer, L. (2007). Trends in Premarital Sex in the United States, 1954-2003. Public Health
Reports, 112 (6), 29-36.
Gutiérrez, M. (2013). La planificación familiar como herramienta básica para el desarrollo .
Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública, 465-470.
Hoff, T., Greene, L., & Davis, J. (2003). National Survey of Adolescents and Young Adults:
Sexual Health Knowledge, Attitudes, and Experiences. Menlo Park: Kaiser Family
Foundation.
Instituto Nacional de Estadística e Informática. (24 de 04 de 2019). Encuesta Demográfica y de
Salud Familiar 2017. Obtenido de Proyectos Inei:
https://proyectos.inei.gob.pe/endes/2017/Endes14/index.html
Jerónimo Maturana, C., Álvarez León, J., Carbonel Luyo, W., & Neira Goyeneche, J.
(2009). Sexualidad y métodos anticonceptivos en estudiantes de educación
secundaria. Acta Médica Peruana, 175-179.
Kann, L., McManus, T., Harris, W., Shari, L., Shanklin, M., Lowry, R., . . . Ethier, A. (2018).
Youth Risk Behavior Surveillance - United States, 2017. Atlanta: Center for Surveillance,
Epidemiology, and Laboratory Services, Centers for Disease Control and
Prevention (CDC), U.S. Department of Health and Human Services.
Klein, J. (2005). American Academy of Pediatrics Committee on Adolescence. Adolescent
pregnancy: current trends and issues. Pediatrics, 116(1):281–286.
Ministerio de Salud. . (2017). Norma técnica de salud de planificación familiar. Lima: Ministerio de
Salud. Dirección General de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública.
Dirección de Salud Sexual y Reproductiva.

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