Sunteți pe pagina 1din 13

Para lograr un buen acople entre los integrantes del recurso humano en una organización,

deben existir esfuerzos por parte de la gerencia o administración para motivar y estimular el
buen y correcto desarrollo de las relaciones interpersonales, creando lazos laborales sanos y
que cumplen una doble función; primero, ayudan a propiciar un ambiente laboral agradable y
armonioso con lo cual los empleados podrán sentirse a gusto en la empresa y realizar su labor
de forma efectiva, y segundo, al darse esta primera fase, la empresa vera resultados mas
positivos en su gestión en el mercado, en clientes tanto internos como externos y en el
producto final.

Es pues importante para que hala una correcta cohesion grupal que se implementen políticas
que creen, propicien o influyan en:

1. Comunicación asertiva
2. Resolución y manejo de conflictos
3. Identificar cuales son las fallas en la comunicación y los bloqueos
4. Objetivos en común
5. Dialogo y discusión
6. Escucha activa, saber escuchar a los demás
7. El poder de las hormigas “trabajo en equipo”
1. ESCUCHA:

Una de las habilidades esenciales para comunicarnos eficazmente es la escucha. Como


se suele decir, y aunque algunos lo confundan, no es lo mismo escuchar que oír. Lo
primero implica una comprensión del otro, un interés por lo que cuenta tanto a nivel
emocional como práctico, lo segundo es una mera audición pasiva de palabras
concatenadas. Pero ¿cómo saber exactamente si estamos escuchando de manera
positiva y adecuada, cómo asegurarnos de que nos escuchan respetuosamente los
demás?; ¿en qué características podemos notarlo?. Tomemos nota:

Se produce una escucha profunda cuando el receptor se adecua al tono anímico del
que habla (ironía, humor, seriedad, preocupación). Cuando el otro utilice el humor no
se sentirá escuchado si estamos con una expresión facial de seriedad.
Escuchar activamente conlleva resumir el contenido de lo que nos quieren transmitir,
de tal forma que no parezcamos artificiales o una grabadora que copia exactamente
las mismas palabras y las repite monótonamente.
Para que la escucha refleje una comprensión sincera, es necesario saber en qué
momento interrumpir, dar ánimos para continuar (ya/ ajá/ entiendo/ claro), reforzar,
describir y no evaluar (no decir “hacer eso es una tontería”).
Ahora bien, el hecho de que la escucha activa contribuya a que el otro se sienta
atendido, no significa que yo esté obligado a utilizarla siempre. Es bueno hacer uso de
ella si: observo en el otro algún problema o asunto que desea expresar, o que le
inquieta y el tiempo del que dispongo es el adecuado. Si no es así, es mejor posponer
el encuentro e invitar al interlocutor a hablar después con más tranquilidad. Del
mismo modo, puedo desechar la escucha activa si el otro no advierte que quiero
hablar, ha dominado por completo la conversación o no sintonizo con él.

Lo cierto es que como toda competencia que se precie ha de ser entrenada para llegar
a desarrollarse con éxito, pese a que haya gente que nace con más predisposición a
escuchar. Por eso, desde eliceo como blog educativo, estamos convencidos de que
podemos encontrar fórmulas para que tanto adultos como pequeños practiquemos en
esto que se llama escucha activa.

A continuación pasamos a detallaros algunas dinámicas que pueden contribuir en este


sentido:

“¿Estás escuchando?”.
En este juego se suministra a los integrantes dos listas, una con respuestas que
favorecen la comunicación y otra con contestaciones que la entorpecen. Cada pareja
representará un diálogo en el que uno de los dos participará con la lista de escucha
activa o de escucha ineficaz.
La hoja con las instrucciones para la escucha activa contiene las siguientes pautas:
Presta toda tu atención a la persona que habla, y dale claras muestras de ello: mírale
frecuentemente a los ojos, asiente mediante gestos y expresiones verbales.
Repite los puntos clave de aquello que te cuente y que parezca tener importancia para
él, para darle a entender que le vas comprendiendo.
No lo interrumpas salvo para mostrar que atiendes y para pedir aclaración si no
entiendes algo.
La hoja con las directrices para boicotear la conversación mostrará los ejemplos que
pueden interferir en nuestra capacidad de escucha:

Hábitos no verbales: desviar la mirada, movernos demasiado o muy poco, apoyar la


cabeza en las manos, descuidar nuestra postura, perder el equilibrio y la simetría del
cuerpo, cubrirte demasiado tiempo el pecho o el vientre con los brazos, ocultar las
manos, no respetar el espacio territorial del otro, etc.
Actitudes impulsivas: hacer evaluaciones o emitir juicios críticos, dar consejos sin que
te los pidan, tratar de contar nuestro caso o una historia mejor que la que nos
cuentan, preguntar selectivamente curioseando, disparar porqués, interpretar
retorcidamente las intenciones del otro, etc.
Posteriormente se abre el debate en grupo para valorar cómo se han sentido los que
hablaban en cada situación, cómo nos gustaría que los demás nos escucharan, cómo
solemos escuchar nosotros, etc.
Hay que recalcar que el truco de un buen conversador no es ser interesante (saber
hablar), sino estar interesado (saber escuchar). Se da una buena escucha activa cuando
se es capaz de prestar atención de una forma intencionada, dando claras muestras de
comprensión y generando empatía (es decir, sabiendo ponerse en el lugar del otro).

“La escucha en cadena”.


El objetivo de esta actividad es experimentar cómo se transmite la información: se
pierde, se distorsiona y se inventa cuando no se escucha con atención.
Cuatro voluntarios salen de la habitación mientras se explica lo que se va a hacer al
resto del grupo. Entra el primero y se le lee una noticia del periódico. Este debe
reproducírsela sin leer al segundo cuando entre. Y así sucesivamente, el segundo al
tercero, y el tercero al cuarto, quien deberá escribir en la pizarra la noticia resultante.
Después se compara entre todos la noticia original con lo que ha quedado de ella tras
la intervención del cuarto integrante. Se puede observar cómo el receptor recuerda
mejor lo que le llama la atención y no recuerda lo irrelevante para él, y cómo, a
medida que va recibiendo el mensaje, el receptor va traduciendo lo percibido para
posteriormente reconstruirlo en el recuerdo según un proceso lógico en el que la
información que le falta se la imagina. Esto explicaría porque se van añadiendo “cosas
nuevas”.

“Ni me escuchas ni me entiendes”.


Por parejas, una persona cuenta algo a la otra (lo que hizo ayer por la tarde, por
ejemplo). La persona que se supone tiene que estar escuchando va a hacer todo lo
contrario: pondrá pegas a todo lo que dice, dará consejos sin que se los pida el que
habla, dirá “ya hablaremos de eso más tarde”, tratará de contar una historia mejor,
conversará con alguien más mientras le está hablando la otra persona, no responderá,
se pasará de gracioso diciendo una tontería tras otra, interrumpirá y cambiará de
tema, etc.
Después de dos minutos deben comentar entre ellos cómo se han sentido cada uno de
los dos y finalmente cambiar de papeles, ¿cómo se han sentido en el nuevo rol?
Cuando hayamos terminado comentamos si hemos vivido, con frecuencia o no,
situaciones similares y cómo nos hacen sentir. Preguntas para reflexionar: ¿las hemos
provocado?, ¿sentimos que se nos escucha poco?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿podemos
hacer algún compromiso para cambiar algo?
2. Comunicación :

La comunicación efectiva

Como sacarle el mayor partido a la comunicación

Por Del Campo, en 19 de febrero de 2009

Ya hemos hablado en este blog alguna vez sobre la comunicación y sus tipologías. Hemos
tocado las características de los diferentes tipos de conductas y por lo tanto de sus
comunicaciones: asertiva, pasiva y agresiva así como las ventajas e inconvenientes de las
mismas.

No obstante en este articulo vamos a hacer hincapié en un tipo de comunicación que al


final muchos de nosotros es la que perseguimos: “La comunicación efectiva”.

Es decir, queremos transmitir algo, mediante un mensaje, a un público y mediante un


canal. Pero lo que realmente buscamos es que el mensaje llegue a su destinatario, que sea
efectivo. De poco vale ser asertivo o agresivo, si lo que queremos transmitir no acaba
calando en el interlocutor.

Hoy en día, dentro de las organizaciones o empresas se vive a ritmo frenético, por lo que
importa realmente es que la información llegue a quien se quiere que llegue, da igual la
forma, el canal,… el caso es que llegue. Y siempre se están utilizando la metodología
normal, para situaciones normales sin estrés, y esto es un claro problema de los “métodos
de comunicación”. Situaciones novedosas necesitan metodologías comunicativas
novedosas.

Recuerda que la comunicación es, casi siempre, el factor más crítico para enfrentarse con
éxito a una crisis.

Dale Carnegie afirmo: “Actualmente, la mayoría de las organizaciones y de los individuos


están pasando por un período de gran stress. Es una época en la que estamos aprendiendo
a valorar más que nunca la importancia de una comunicación efectiva”.

Voy a intentar dejaros a continuación, algunos principios de comunicación efectiva que


ayudan a los líderes a aliviar el stress, desarrollar confianza e impulsar resultados en
ambientes cargados de ansiedad e incertidumbre o de crisis como nos encontramos en
estos momentos.

Mantenerse en contacto siempre


Una buena regla es que durante una crisis nunca es suficiente lo que se comunique ,
siempre que se haga en forma honesta, abierta y consistente. Es decir, estar abierto en
todo momento al dialogo, generar que se produzca el mismo, ser asertivo en la
comunicación. No quedarse tapado, dar la cara. Repetir los mensajes si hace falta las veces
que sean necesarias. Refuérzalos con tantos medios y formatos como sea apropiado:
reuniones, sesiones Preguntas y Respuestas, grabaciones, videos, publicaciones de prensa,
conferencias, cartas personales, e-mails, folletos, etc.

Debemos de recordar que cada persona es un mundo y presta más atención a un canal de
comunicación que a otro, por lo tanto emplea todos los medios a tu alcance porque nunca
sabes cual es el que te va a dar más éxito.

Ser claro y preciso

Para tener éxito en una comunicación de crisis, los mensajes deben ser transmitidos con
claridad, especificidad y coherencia. La comunicación confusa y ambigua es su peor
enemigo en una crisis. Antes de empezar a comunicarte, dedica tu tiempo a meditar lo que
quieres realmente decir, que los mensajes están bien encaminados y son claros, y que por
lo tanto no van a quedar dudas sobre lo que realmente quieres transmitir.

Elija al mejor mensajero

Tratándose de empresas u organizaciones de gran tamaño, hay que tener en cuenta que lo
mas normal es tener que transmitir diferentes mensajes a diferentes grupos de gente. Por
lo tanto, lo ideal es que para personas diferentes halla mensajes diferentes dentro de la
organización y que sean transmitidos por mensajeros diferentes. Es necesario buscar a la
persona indicada para hablar con cada grupo. Si se trata de una crisis que involucra a toda
la empresa, usualmente el líder de mayor peso es quien toma las riendas del tema. A
continuación, los supervisores inmediatos a él deberán comunicarle a sus equipos la
información y resultados relevantes. El mensaje debe ser ajustado a cada departamento
pero sin dejar de estar alineado a la estrategia global de crisis.

Reunirse cara a cara

Cuando te sea posible, reúnase directamente con su equipo de trabajo. Y, mejor aún, si lo
hace más de una vez. Ten en cuenta que en situaciones de crisis todos buscamos tener un
referente o “un faro” que alumbre el camino a seguir .En situaciones de stress, un
interlocutor puede no escuchar cuando un mensaje es dicho por primera vez, o puede no
leer el material impreso entregado en una primera reunión. Por eso que en épocas de
conflictos es bueno reunirse varias veces y dar la cara, porque al hacerlo, estamos
haciendo realmente sesiones de seguimiento y te dan la oportunidad de repetir la
información hasta que todos la incorporen. Multiplicar los encuentros también brinda a los
oyentes más oportunidades de evaluar el mensaje y decirte que ya lo han asimilado o que
le han surgido alguna duda.
Fomente un feedback de 360°

La retroalimentación en casos de conflictos es fundamental. La comunicación no puede ser


solamente “de arriba hacia abajo“, particularmente en una crisis. Te tiene que preguntar,
comentarte las inquietudes, proponer ideas, mostrarte sus preocupaciones, Igual que en el
caso anterior, el realizar continuas reuniones la mejor forma de aperturar el dialogo en
todas las direcciones. También puede obtenerse un feedback útil escuchando los
comentarios informales que existen en toda compañía. Se enterará de aquellos temas en
los que la mayoría se está focalizando y, de esta manera, podrá ajustar adecuadamente
sus mensajes clave. Pero mucho cuidad con la comunicación informal, “los rumores”,
debes de darle la importancia y veracidad que tienen, no tomarlos al pie de la letra.

Espere lo imprevisible

Mantente siempre alerta, ten en cuenta que en tiempos de crisis o cambios, lo


imprevisible, lo que menos uno se espera, va y pasa. La comunicación será más fluida si
tienes planificadas las respuestas ante las diferentes cosas que puedan ocurrir. Además,
una respuesta rápida y segura, consiguen tranquilizar a las personas y hacen que la figura
de líder salga fortalecida.

En definitiva, lo que en la comunicación queda del mensaje inicial es aquello que el


interlocutor recibe, asimila y pone en práctica. Cada persona es un mundo, y la forma con
la que nos debemos de dirigir a ella puede variar a la de otra persona. Al final la efectividad
del mensaje depende de mucho factores pero el éxito radica en que la mayor arte de la
información que va en el mensaje sea asimilado por el interlocutor final, y mas cuando
hablamos en epocas de crisis.
3. RESOLUCION DE CONFLICTOS

Dinámica para resolver conflictos

Una actividad cuyo objetivo será concientizar acerca de las estrategias usadas en estas
situaciones

Resolviendo conflictos

Los conflictos en los diferentes grupos, ya sea en aquellos conformados por niños,
adolescentes o adultos, son realmente moneda corriente. No es para nada extraño que un
grupo de personas que comparten una mismaactividad se pongan en desacuerdo y aparezcan
algunos conflictos. Es justamente en ese momento cuando el educador o animador debe
poner manos a la obra.

Existen diferentes formas a las que puede recurrir un educador al momento de solucionar un
problema dentro del grupo. Sin embargo, considero que hacerlo por intermedio de una
dinámica puede ser una de las alternativas con mayor éxito.

De tal manera, a continuación desarrollaré una dinámica específica para solucionar problemas.
El objetivo de la misma será concientizar acerca de las estrategias usadas en las situaciones de
conflicto, examinar los métodos usados para resolver los conflictos e introducir estrategias
para negociar y mostrar capacidad de negociación.

Dinámica para resolver conflictos

Lo primero que el animador realizará será invitar a las personas del grupo en conflicto a
realizar un ejercicio de fantasía, con el objetivo de examinar su estrategia en la solución de
conflictos individuales. Entonces, el animadorles propondrá a las personas que cierren sus
ojos, que se relajen, para luego imaginarse la siguiente situación:

“Todos están ahora caminando por la calle, y de pronto observan, a cierta distancia, que se
aproxima una persona que les resulta familiar. La reconocen. Se trata de una persona con la
cual están en conflicto. Entonces deberán decidir rápidamente que postura tomar y cómo
enfrentar a dicha persona. Tendrán que decidir ahora mismo lo que harán y lo que pasará”.

Luego de que todos se hayan imaginado en dicha situación, entonces el educador detiene la
fantasía, espera un poco, y le pide a todos los integrantes del grupo que respondan por escrito
las siguientes preguntas:

a) ¿En qué alternativas pensó?

b) ¿Cuál es alternativa que eligió?

c) ¿Qué nivel de satisfacción sintió al final?


Una vez que todos los participantes hayan respondido a estas preguntas, entonces será el
momento de comentar y analizar con sus compañeros las respuestas de cada uno de ellos.

En general, las respuestas que aparecerán serán las de evitar, postergar y enfrentar el
conflicto. La idea es estudiar las consecuencias de cada una de las decisiones tomadas, y
confrontarlas con el inconveniente que estápresente dentro del grupo.
4. COMPRENSION DEL OTRO

Pedir a los participantes que escriban con letra de molde, en forma de lista y anónimamente,
tres de sus fallas o limitaciones, incapacidades o defectos más graves.

II. Recoger las tarjetas, resolverlas y nuevamente volver a distribuirlas. Cada participante leerá
las fallas escritas en la tarjeta como si fueran las suyas, las actuará explicando y exagerándolas,
señalando los problemas que le causan y lo que cree que puede hacer para corregirlas. ( En
caso de que el grupo sea de hombres y mujeres, las tarjetas se repartirán entre personas del
mismo sexo).

III. Hacer que los participantes, se den cuenta de que sus fallas no son tan terribles y que son
compartidas por los otros en el grupo.

IV. El Facilitador guía un proceso para que el grupo analice, como se puede aplicar lo
aprendido en su vida
COHESION GRUPAL

Antes de definir lo que entendemos por cohesión grupal, miremos primero el concepto
de grupo. Para Pichón Riviere un grupo es:

“un conjunto restringido de personas que, ligadas por constantes espacio


temporales, el cual, articulado en su mutua representación interna, se propone
en forma implícita y explícita una tarea que conforma su finalidad,
interactuando a través de complejos mecanismos de asunción y adjudicación
de roles1.”

Un grupo esta guiado conjuntamente por alcanzar ciertas metas, estén propuestas
explícitamente como por ejemplo un grupo de fútbol al cual se le pide ganar un torneo,
o implícitamente como un grupo de jóvenes de teatro en el que cada uno tiene la
expectativa de aprender las artes escénicas.

En este punto, entendamos cohesión grupal como “un proceso dinámico que se refleja
en la tendencia del grupo a no separarse y permanecer unido en la búsqueda de
objetivos instrumentales y/o para satisfacer las necesidades afectivas de sus
miembros” (Carron, Brawley, & Widmeyer, 1998, p. 213).

Carron, reconocido mundialmente por sus estudios sobre las relaciones grupales y sus
elementos más que todo en contextos deportivos, nos trae una definición que a
grandes rasgos nos invita a pensar que la cohesión de un grupo esta mediada
directamente por la búsqueda y/o resolución de objetivos y la satisfacción de las
necesidades afectivas de sus integrantes, por ende, es posible pensar que cuando la
afectividad de algún miembro del grupo se ve afectada, todos los demás integrantes
se pueden ver afectados también viéndolo desde una perspectiva que induce a pensar
que un cambio “micro” produce uno “macro”, entonces podríamos presumir que si en
determinado caso no hay una buena cohesión grupal, los integrantes se verán cada
vez mas alejados y mas aun si alguno presenta en algún momento alguna
problemática personal. Cabe pensar aquí también, ¿en que medida es razonable llevar
lo sintomático a la vida de grupo?, es decir, ¿en que medida es sano llevar los
problemas cotidianos, familiares, personales etc. a la interacción grupal, será mejor
dejar los problemas en la “puerta” o de alguna manera hacer un tipo de catarsis en las
dinámicas internas del grupo?.

1
http://psicologiasocial.idoneos.com/index.php/354954
Por todo esto es que expresamos que la cohesión es tan importante en el ambiente o
clima grupal, pues puede llegar a influir de manera franca en los estados emocionales
del grupo como lo hemos dicho anteriormente.

TRABAJO EN EQUIPO:

Trabajar en equipo es muy fácil para algunos y muy difícil para otros. Esto se comienza a ver en
las escuelas, cuando los profesores encomiendan trabajos grupales, y se potencia cuando las
personas comienzan a trabajar y pasan a integrar un grupo de personas con objetivos
comunes. Objetivos que deben conseguirse con una buena coordinación entre las personas,
para lo cual el trabajo en equipo es imprescindible.

Pero resulta que muchas veces hay personas que no se pueden adaptar a trabajar en equipo, y
esto es el resultado de un conjunto de situaciones. Por ello se dice que es necesario aprender a
trabajar en equipo, y para esto es imprescindible tener buenas habilidades comunicativas.

El diálogo y la discusión son dos herramientas muy importantes dentro del trabajo en equipo,
dado que por medio de la palabra oral se puede consensuar, dialogar, ponerse de acuerdo y
sobre todo conocer otras visiones que pueden ser muy útiles.

Con lo cual, para aprender a trabajar en equipo es necesario desarrollar y tener un buen
diálogo. Este diálogo debe ser democrático, pacífico y siempre teniendo presente el objetivo
del trabajo en equipo, es decir, el porqué están trabajando en equipo, dado que así los
objetivos serán exitosos. A su vez, esto implica saber escuchar a los demás.

Como pueden deducir, este buen diálogo y trabajo en equipo también requiere predisposición
positiva (no ir al choque con los otros integrantes del equipo), llevarse bien con las demás
personas, tener respeto, ser responsables (dado que no sólo se perjudicarán ustedes, sino que
causarán perjuicios a todo un grupo de personas, es decir, al equipo) y otras habilidades
positivas más que contribuyan a la causa.

Por otro lado, también podemos afirmar que para un buen trabajo en equipo, principalmente
en el ámbito profesional y laboral, es necesario transformar los vínculos de competencia por
vínculos de cooperación que intensifique en las personas valores como la solidaridad, el
compañerismo, la reflexión, la disponibilidad y la amabilidad.

S-ar putea să vă placă și