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Cambio de nombre: no se dice más breviario u oficio divino, sino liturgia de las horas.
El cambio terminológico: es una avance el pasar del breviario para tomar un nombre nuevo, “liturgia
de la horas”. Para muchos teólogos, el cambio de nombre es un gran acierto, porque para muchos el
término breviario era una término pobre, porque no expresa el núcleo de la oración del oficio: que es
la celebración litúrgica y la santificación del tiempo por medio de la oración. Se resalta así el aspecto
comunitario de la oración de la liturgia de las horas, no es más una acción privada, sino la oración de
toda la Iglesia. aparece con el nombre de “LITUGIA DE LAS HORAS”, porque el rezo del oficio es
una celebración litúrgica, tanto en el rezo comunitario como individual, porque es una oración de la
Iglesia, con y para. Se dice de las “horas” porque hace referencia a la “santificación” del tiempo por
medio de Cristo al Padre en el Espíritu Santo.
Breviario: (= resumen, extracto): libro litúrgico del oficio de las horas que
compendia para la recitación privada los libros necesarios para la recitación
en coro. Breve no era completo, era pobre en la riqueza de la palabra de Dios,
si contextuado por los salmos, de hecho si existía el oficio divino obligado a
recitar las casas religiosas, monjes, a cada hora (prima, tercia, sexta, nona)
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Liturgia de las Horas: la oración de Cristo, con su cuerpo (la iglesia), al Padre.
El mismo une a sí la comunidad entera de los hombres y la asocia al canto de
este divino himno de alabanza".
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- Es necesario reformar el leccionario bíblico y patrístico, y santoral. Había que excluir todo
aquello que tuviera carácter legendario. El leccionario bienal de la liturgia de la horas,
bíblicas y patrísticas es uno de los trabajos mejor logrados. Este libro bienal de la escritura
esta dispuesto que a lo largo de los tres años se puede hacer una lectura casi completa de la
escritura.
- Nuevo himnario: se le encomendó al cardenal Anselmo Albareda, pues en el s. XVIII se
realizó una corrección, pero era necesario devolverles su antigua hermosura y fluidez para el
canto coral. Por eso se encomendó al padre Lentini para que revisara su musicalización y se
desarrolló un libro de himnos. Es un anexo que se encuentra en el tomo I.
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- Los salmos se recitan o se cantan, bien sea en forma seguida, bien sea alternado
los versos o estrofas en dos coros.
- Se inicia el salmo con la antifona y se concluye con el Gloria al Padre y Como era…
pues el Gloria es la conclusión adecuada recomendad por la tradición y que da a
la oración del AT un sentido laudatorio, cristoologico y trinitario.
Distribución de los salmos en el oficio:
- Los salmos estan divididos en un ciclo de 4 semanas, de tal modo que quedan
omitidos unos pocos salmos, alguno insiges por la tradición se repiten con mayor
frecuencia en las laudes y visperas.
- Para laudes y visperas, por ser horas más destinadas a la celebración con el pueblo,
se han elegido salmos más adecuados.
- Para el domingo se han seleccionado aquellos salmos que conforme a la tradición
expresan de un modo más adecuado el misterio pascual.
- Se reservan para el tiempo los tiempos fuertes tres salmos: 77, 104 y 105, que
manifiestan con claridad la hisoria de la salvación.
- Carácter flexible de la oración del oficio de lectura a lo largo del día y de una de
las tres horas horas intermedias.
9) CUÁLES SON LOS ELEMENTOS QUE COMPONEN LAS HORAS
PRINCIPALES DESPUÉS DE LA REFORMA.
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1. asegurar la recitación normal de todo el salterio durante la semana. Para esto, sin suprimir
las fiestas, se estableció que los salmos de feria y las lecturas bíblicas sólo fuesen sustituidas
cuando se trataba de fiestas de primera y segunda clase y en contadas ocaciones.
2. procurar que la lectura continuada de la Sagrada Escrituta no se interrumpiese.
3. disponer el santoral de modo que se lograsen los dos fines anteriores, sin que se
perjudicase el culto de los santos en el Oficio.
4. abreviar el oficio por consideración a los sacerdotes con cura de almas.
- A la afluencia de los laudes y de las vísperas, tendrá lugar la aparición del oficio catedralicio
y el oficio monacal.
- El oficio Clerical, llamado también más impropiamente oficio catedralicio: recibe tal nombre
porque se realizaba en la catedra del obispo, constaba de dos horas: la de la mañana y la de
la tarde. Los testimonios son abundante. En la historia Eclesiástica de Eusebio de Cesarea, se
narra que la Iglesia se reunía para “cantar los salmos” y testimonia que esto ya se hacía en
toda la Iglesia alrededor del s. IV, por de la mañana como por la tarde. De igual manera lo
cuenta san Epifanio. Así también lo afirma Hilario de Poitiers “asisten a la liturgia de la
asamblea divina, el día comienza y termina con la recitación de los salmos”. San Ambrosio
también testifica esta misma praxis en la Iglesia de Milán. San Agustín dice que su madre,
Santa Mónica, «dos veces al día, por la mañana y por la tarde, sin faltar nunca, acudía a la
Iglesia… para escuchar a Dios en sus oraciones». La recitación de los salmos y la predicación
de la escritura era la forma de culto en los primero siglos, recuérdese que la eucaristía sólo
tenía lugar los domingos.
- Los sacramentario romanos más antiguos: el Veronense s. V, aquellos libros que tenia uso
episcopal, en estos textos litúrgicos se guardaban oraciones tanto de la mañana como de la
tarde.
- No obstante en Jerusalén, ya había una tradición de asistir a la oración de las horas: tercia-
sexta-nona. Así nos lo testifica la virgen Egeria.
- A partir del s. VI se empieza a establecer la obligatoriedad del rezo del oficio divino
Oficio monacal: a partir del s. III y IV con los cenobitas y el monacato se establece como principio
de ascesis LA ORACIÓN. Los monjes cristianos se alejan de los hombres para vivir en el desierto de
ahí su nombre de “eremitas” para vivir en oración continua.
El Oficio ocupaba un lugar destacado en sus jornadas. Las formas de celebrarlo eran muy diversas
pero pueden reducirse a tres grupos:
1. una oración en cada una de las 24 horas. destacando la oración continua.
2. una oración en cada uno de los ocho momentos del día, aunque algunos las reducían a seis.
3. era igual que el anterior, con la diferencia que sólo asistían en común a la oración de la mañana y
a la de la tarde; las demás horas se rezaban en privado. Se reunían sólo para orar, luego se dedican de
manera individual al trabajo y a las practicas de virtud y penitencia. Estableciendo así una praxis cuyo
principal autor es San Antonio abad. Luego con S. Pacomio se establece la vida en comunidad-
koino-kononia-cenobitas. San Benito recoge de estas dos tradiciones y añade el rezo de la hora
(prima-las completas y las vigilias). Introduce el rezo del Oficio divino.
- La estructura del oficio monacal se desarrolla siguiendo los criterios de : lectura de salmos, canticos
del AT-NT, recitación de Himnos y antífonas, y las lecturas hagiográficos.
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Fusión del oficio clerical con el monacal
Su antecedente es la antigua liturgia Hispana: según la cual los monjes acudían al oficio de los
clérigos, pero en sus monasterios tenían otras oraciones. En otras iglesias, los monjes y fieles más
fervorosos acudían con bastante antelación a los oficios de la mañana y del atardecer, empleando ese
tiempo en el rezo de salmos y otras oraciones , como suelen hacer hoy con el rosario, las novenas y
otros ejercicios piadosos.
De esta manera, surgen algunas repeticiones, fruto de las fusiones de la vida monacal y clerical, dando
lugar al “binomio matutino y vespertino”: surge a recitación de la hora prima – que se recitaba en la
Iglesia- y después en el monasterio se recitaba los “laudes”; en la tarde se duplicaba la oración
vespertina, de vísperas y completas –oración que tiene un caris penitencial.