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Época: Novena Época

Registro: 182373

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Jurisprudencia

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Tomo XIX, Enero de 2004

Materia(s): Penal

Tesis: 1a./J. 46/2003

Página: 90

MINISTERIO PÚBLICO. EL TÉRMINO DE CUARENTA Y OCHO HORAS QUE PREVÉ EL ARTÍCULO 16 DE


LA CONSTITUCIÓN FEDERAL, PARA QUE RESUELVA LA SITUACIÓN JURÍDICA DEL INDICIADO
APREHENDIDO EN FLAGRANCIA, INICIA A PARTIR DE QUE ÉSTE ES PUESTO A SU DISPOSICIÓN.

El precepto constitucional citado, a efecto de tutelar los derechos fundamentales del individuo,
establece dos momentos para la integración de la averiguación previa, cuando se trata de la
retención de un indiciado bajo la hipótesis de flagrancia: El primero, deriva de la aprehensión hecha
por cualquier persona, al sorprender al indiciado en flagrancia, situación en la que debe ponerlo sin
demora a disposición de la autoridad inmediata, y ésta, a su vez, con la misma prontitud, al
Ministerio Público, lo que permite concluir que también puede darse el caso de que sea la autoridad
la que aprehenda a aquél y entonces deberá sin demora ponerlo a disposición de la representación
social; y el segundo, consiste en el plazo de las cuarenta y ocho horas que tiene el Ministerio Público
para resolver la situación jurídica del indiciado, por lo que ese lapso único y exclusivo para que
cumpla con tal fin, inicia a partir de que aquél le es puesto a su disposición. Lo anterior, sin perjuicio
de las sanciones administrativas o penales que puedan derivarse para quien no cumpla con poner
sin demora a disposición de la representación social a la persona aprehendida, o que el órgano
jurisdiccional realice los razonamientos que sean pertinentes para la valoración de las pruebas
cuando derive del incumplimiento de ese primer momento denominado "sin demora".

Contradicción de tesis 33/2003-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Quinto Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito. 13 de agosto
de 2003. Mayoría de tres votos. Ausente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Disidente: José
de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Armando Ortega Pineda.

Tesis de jurisprudencia 46/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
trece de agosto de dos mil tres.
Época: Décima Época, Registro: 2014463, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo de,
Tesis: Aislada, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 43, Junio de 2017, Tomo
IV, Materia(s): Común, Tesis: I.6o.P.82 P (10a.), Página: 2874.

CALIFICACIÓN DE LA DETENCIÓN EN EL SISTEMA DE JUSTICIA PENAL ACUSATORIO. SI SE RECLAMA


EN EL JUICIO DE AMPARO CONJUNTAMENTE CON EL AUTO DE VINCULACIÓN A PROCESO Y LA
MEDIDA CAUTELAR DE PRISIÓN PREVENTIVA IMPUESTA, NO SE ACTUALIZA LA CAUSA DE
IMPROCEDENCIA POR CAMBIO DE SITUACIÓN JURÍDICA, PREVISTA EN EL ARTÍCULO 61, FRACCIÓN
XVII, DE LA LEY DE LA MATERIA.

Del artículo 211 del Código Nacional de Procedimientos Penales, se advierte que en el sistema de
justicia penal acusatorio existen tres etapas, entre ellas, la de investigación, en la cual, si se da el
supuesto de encontrarse una persona detenida, el Juez de control debe resolver: a) La legalidad de
la detención, b) La formulación de la imputación, c) La solicitud de auto de vinculación a proceso y,
en su caso, d) La solicitud de medida cautelar. Ahora bien, si en el juicio de amparo indirecto se
reclaman conjuntamente la determinación que califica y ratifica de legal la detención, el auto de
vinculación a proceso y la medida cautelar de prisión preventiva impuesta, no se actualiza la causa
de improcedencia por cambio de situación jurídica, prevista en el artículo 61, fracción XVII, de la Ley
de Amparo, respecto de la calificación de la detención, pues se trata de actos judiciales de naturaleza
distinta y específica, por la materia a decidir en esta etapa judicial de la investigación. En ese sentido,
la legalidad de la detención del imputado deriva de la justificación constitucional para detener a una
persona por flagrancia o urgencia, y el auto de vinculación a proceso no es una determinación que
justifique, per se, la libertad de la persona sujeta a proceso, pues en un primer momento se justifica
por la calificación de la detención y, después, una vez que se vincula a proceso con la respectiva
medida cautelar; por tanto, el auto de vinculación sólo tiene como finalidad sujetar a una persona
a una investigación judicializada, y jurídicamente no es el acto que prive o restringe la libertad; en
esa virtud, no existe el cambio de situación jurídica. Además, examinar en el juicio de amparo
indirecto la calificación de la detención, posibilita analizar los datos de prueba resultantes de ésta y,
en su caso, nulificarlos, si se declara ilegal, lo que trasciende en la valoración probatoria que realice
el Juez de control en la emisión del auto de vinculación a proceso.

SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO.

Queja 9/2017. 16 de febrero de 2017. Unanimidad de votos. Ponente: Roberto Lara Hernández.
Secretario: Víctor Hugo Sánchez Frías.

Esta tesis se publicó el viernes 09 de junio de 2017 a las 10:15 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.
Época: Décima Época, Registro: 2014120, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo de Tesis:
Aislada, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 41, Abril de 2017, Tomo II,
Materia(s): Constitucional, Penal, Tesis: I.1o.P.44 P (10a.), Página: 1711.

DETENCIÓN EN FLAGRANCIA. SE ACTUALIZA SI INMEDIATAMENTE DESPUÉS DE QUE EL SUJETO


ACTIVO COMETIÓ EL HECHO DELICTIVO, SE LE PERSIGUIÓ MATERIALMENTE SIN INTERRUPCIÓN
ALGUNA POR MEDIO DEL MONITOREO DE LAS CÁMARAS DE SEGURIDAD PÚBLICA INSTALADAS
EN EL LUGAR DEL EVENTO (LEGISLACIÓN APLICABLE PARA LA CIUDAD DE MÉXICO).

El artículo 267, párrafo primero, del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal,
aplicable para la Ciudad de México, establece que se entiende que existe delito flagrante cuando la
persona es detenida en el momento de estarlo cometiendo, o bien cuando el inculpado es
perseguido material e inmediatamente después de ejecutado el delito. Ahora bien, si la detención
del sujeto activo se realizó enseguida de que cometió el hecho delictivo -lapso razonable-, con
motivo del rastreo que se le dio a través del monitoreo de las cámaras de seguridad pública
instaladas en el lugar del evento, dándole persecución material a dicha persona por ese medio desde
allí, hasta donde se logre capturarla, sin interrupción alguna, esa circunstancia actualiza la figura de
la flagrancia, pues si bien no se le siguió físicamente al agresor, pero sí a través de dicho sistema
electrónico, por cierto, inmediatamente después de que ocurrió el hecho y sin perderlo de vista,
inclusive, observando detalle a detalle lo que realizó en ese recorrido; lo cierto es que, al ser esa
situación acorde con lo establecido en el párrafo quinto del artículo 16 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, en concordancia con el artículo 267 indicado, la detención del
presunto responsable no se apartó de las exigencias establecidas en dichos numerales, en la medida
en que no se trató de un acto arbitrario o, peor aún, injustificado por los elementos de la policía
aprehensores; por ende, no se violó derecho alguno en perjuicio del quejoso.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 264/2016. 26 de enero de 2017. Unanimidad de votos. Ponente: Miguel Enrique
Sánchez Frías. Secretario: Néstor Vergara Ortiz.

Esta tesis se publicó el viernes 21 de abril de 2017 a las 10:25 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.

Época: Décima Época, Registro: 2013941, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo de Tesis:
Aislada, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 40, Marzo de 2017, Tomo IV,
Materia(s): Común, Tesis: XV.3o.5 P (10a.), Página: 2907.

RATIFICACIÓN DE LA DETENCIÓN DECRETADA EN LA AUDIENCIA INICIAL DENTRO DEL


PROCEDIMIENTO PENAL DE CORTE ACUSATORIO Y ORAL. EL AMPARO INDIRECTO PROMOVIDO
EN SU CONTRA ES IMPROCEDENTE POR CAMBIO DE SITUACIÓN JURÍDICA, SI AL TÉRMINO DE
DICHA DILIGENCIA SE DICTA EL AUTO DE VINCULACIÓN A PROCESO Y SE RESUELVE LA FASE DE
DISCUSIÓN DE MEDIDAS CAUTELARES.
El juicio de amparo indirecto en el que se reclama la legalidad de la ratificación de la detención
decretada en la audiencia inicial dentro del procedimiento penal de corte acusatorio y oral, es
improcedente si al término de dicha diligencia, habiéndose llevado a cabo la imputación, se dicta el
auto de vinculación a proceso y se resuelve la fase de discusión de medidas cautelares, dado que no
es factible emitir un pronunciamiento respecto a ese acto sin afectar las ulteriores situaciones
jurídicas creadas con posterioridad, toda vez que, en primer orden, la afectación a la libertad
ambulatoria derivada de la detención en flagrancia es sustituida por la imposición de una medida
cautelar, además de que una declaratoria en torno a que la detención resultó arbitraria impactaría
en el auto de vinculación a proceso, en razón de que los datos de prueba obtenidos directa e
inmediatamente con motivo de esa actuación ilegal deben ser excluidos; por consiguiente, en ese
supuesto, se actualiza la causa de improcedencia prevista en la fracción XVII del artículo 61 de la Ley
de Amparo, al existir un cambio de situación jurídica que hace imposible analizar las violaciones que
se hubieran cometido con motivo de la ratificación de la detención del gobernado. Sin que lo
anterior implique una prohibición o impedimento para que la autoridad común, posteriormente,
determine que deben excluirse pruebas por derivar de una detención ilegal, pues la calificación de
la detención es un pronunciamiento preliminar dictado en la primera fase de la audiencia inicial con
base en datos de prueba, es decir, con la mera enunciación realizada de diversos actos de
investigación que obran en la carpeta respectiva, procedimiento penal en el que aún no existe una
investigación pormenorizada para determinar con base en pruebas la verdad histórica de los
hechos; además, en el procedimiento penal acusatorio, el auto de vinculación dictado en esa
audiencia tiene por efecto, entre otros, autorizar una investigación judicializada que tiene como fin
fundamental el esclarecimiento de los hechos.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO QUINTO CIRCUITO.

Amparo en revisión 305/2016. 8 de diciembre de 2016. Unanimidad de votos. Ponente: Gerardo


Manuel Villar Castillo. Secretario: Juan Manuel García Arreguín.

Nota: Esta tesis es objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis 203/2017, pendiente de
resolverse por la Primera Sala.

Esta tesis se publicó el viernes 10 de marzo de 2017 a las 10:13 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.

Época: Décima Época, Registro: 2013431, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, tipo de Tesis:
Aislada, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 38, Enero de 2017, Tomo IV,
Materia(s): Penal, Tesis: XVII.2o.P.A.21 P (10a.), Página: 2633.

RECURSO DE APELACIÓN PREVISTO EN EL ARTÍCULO 414 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS


PENALES DEL ESTADO DE CHIHUAHUA. ES IMPROCEDENTE EL PROMOVIDO POR EL MINISTERIO
PÚBLICO CONTRA LA NO RATIFICACIÓN DE LEGAL DETENCIÓN EN FLAGRANCIA DE UN INDICIADO.

El artículo 399, párrafo segundo, del Código de Procedimientos Penales del Estado de Chihuahua
establece que el derecho a recurrir, corresponde únicamente a quien le sea expresamente otorgado
y pueda resultar afectado por la resolución. Por su parte, el artículo 414 del citado código dispone:
"Artículo 414. Resoluciones apelables. Serán apelables las siguientes resoluciones dictadas por el
Juez de garantía: I. Las que pusieren término al procedimiento, hicieren imposible su prosecución o
lo suspendieren; II. Las que se pronunciaren sobre las medidas cautelares; III. Las que concedieren,
negaren o revocaren la suspensión del proceso a prueba; IV. La sentencia definitiva dictada en el
procedimiento abreviado; V. El auto que resuelva sobre la vinculación del imputado a proceso; VI.
La negativa de orden de aprehensión; VII. Las resoluciones denegatorias de prueba, dictadas hasta
en el auto de apertura de juicio oral; VIII. La negativa de abrir el procedimiento abreviado; IX. Las
que nieguen la posibilidad de celebrar acuerdos reparatorios; y X. Las que en ejecución de sentencia
resuelvan sobre beneficios de libertad anticipada; y XI. Las demás que este código señale.". Ahora
bien, la no ratificación de legal detención en flagrancia de un indiciado, no está prevista en ninguna
de las hipótesis descritas en el precepto transcrito, que señala los supuestos de procedencia del
recurso de apelación; tampoco constituye una medida cautelar, porque no tiene por objeto asegurar
la presencia del imputado al juicio, garantizar la seguridad de la víctima u ofendido, o evitar la
obstaculización del procedimiento, sino que constituye, simplemente, un control realizado en favor
del indiciado, ante la excepción establecida en la ley, para afectar su libertad personal en caso de
flagrancia; en consecuencia, el recurso promovido por el Ministerio Público contra dicha omisión es
improcedente, toda vez que con la no ratificación de legal detención en flagrancia de un indiciado
no se ocasiona perjuicio a la representación social, al no suspender ni poner fin a la investigación, o
hacer imposible su prosecución.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS PENAL Y ADMINISTRATIVA DEL DÉCIMO SÉPTIMO


CIRCUITO.

Amparo en revisión 279/2016. 20 de octubre de 2016. Unanimidad de votos. Ponente: Natalia López
López, secretaria de tribunal autorizada por la Comisión de Carrera Judicial del Consejo de la
Judicatura Federal para desempeñar las funciones de Magistrada, con apoyo en los artículos 26,
párrafo segundo y 81, fracción XXII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en
relación con el 40, fracción V, del Acuerdo General del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal,
que reglamenta la organización y funcionamiento del propio Consejo. Secretaria: Diana Montserrat
Partida Arámburo.

Esta tesis se publicó el viernes 06 de enero de 2017 a las 10:07 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.

Época: Décima Época, Registro: 2012484, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo de Tesis:
Aislada, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 34, Septiembre de 2016,
Tomo IV, Materia(s): Común, Tesis: II.1o.43 P (10a.), Página: 2940.

RATIFICACIÓN DE LA DETENCIÓN. ES IMPROCEDENTE EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO, CUANDO


SE RECLAMA COMO ÚNICO ACTO, POR HABERSE CONSUMADO CON MOTIVO DE LA MEDIDA
CAUTELAR QUE PARA ESE MOMENTO RIGE SU SITUACIÓN JURÍDICA.
En el supuesto señalado, lo que se analiza es la violación al derecho humano de la libertad personal,
pues el objeto de la audiencia de control de la detención, es verificar si el aseguramiento del
imputado satisface los requisitos constitucionales, en la inteligencia de que, de no ser así, esto es,
que el Juez de control se convenza de la ilegalidad de la detención, procede que no la ratifique y la
consecuencia inmediata es que ordene la libertad del reo. Por ende, al resolver el amparo, la única
manera de resarcir esa afectación, es decir, cuando se decreta la detención sin mediar orden de
aprehensión, no estar justificada la flagrancia o el caso urgente, es ordenar la inmediata libertad del
inculpado; sin embargo, lo anterior ya no sería posible, si únicamente se impugna la detención como
acto reclamado, porque para ese entonces la situación jurídica de aquél se regiría por la imposición
de la medida cautelar correspondiente, como por ejemplo, la prisión preventiva, garantía
económica o alguna de las establecidas en el artículo 192 del Código de Procedimientos Penales
para el Estado de México; de ahí la improcedencia del juicio de amparo indirecto, en términos del
artículo 61, fracción XVI, de la ley de la materia, pues la violación a la libertad personal está
consumada y a través de la sentencia constitucional no podría repararse.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO CIRCUITO CON RESIDENCIA EN CIUDAD


NEZAHUALCÓYOTL, ESTADO DE MÉXICO.

Amparo en revisión 55/2016. 26 de mayo de 2016. Unanimidad de votos. Ponente: Jorge Arturo
Sánchez Jiménez. Secretaria: Carmen Yadira Reyes Muñoz.

Esta tesis se publicó el viernes 2 de septiembre de 2016 a las 10:11 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.

Época: Décima Época, Registro: 2012053, Instancia: Primera Sala, Tipo de Tesis: Aislada, Fuente:
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 32, Julio de 2016, Tomo I, Materia(s):
Constitucional, Tesis: 1a. CXC/2016 (10a.), Página: 319.

DETENCIÓN CIUDADANA. LA ATRIBUCIÓN PARA QUE CUALQUIER PERSONA PUEDA REALIZAR UNA
DETENCIÓN POR FLAGRANCIA DE DELITO NO COMPRENDE LA AUTORIZACIÓN PARA REGISTRAR,
INDAGAR O INVESTIGAR AL DETENIDO.

La atribución de carácter provisional y circunstancial prevista en el artículo 16, párrafo quinto, de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, otorgada a cualquier persona para detener
a quien sorprenda cometiendo un delito o inmediatamente después de haberlo cometido,
poniéndolo sin demora a disposición de la autoridad más cercana y, ésta, con la misma prontitud, a
la del Ministerio Público, constituye una injerencia en la esfera individual del ciudadano que, si bien
es legítima, debe ceñirse estrictamente a su literalidad. Esto es, como cualquier limitación a un
derecho fundamental -en la especie, la libertad personal- dicha atribución debe interpretarse de
forma restrictiva; de ahí que la detención ciudadana debe limitarse a tomar medidas para evitar la
fuga del inculpado y, en consecuencia, no comprende la autorización para registrar, indagar o
investigarlo, si se realiza con otro fin que no sea cerciorarse de que porta un arma que pudiera
representar un riesgo para sí o para los demás, lo cual es la única salvedad congruente con la
necesidad de seguridad durante la medida coercitiva, pues no parece razonable exigir al aprehensor
una conducta heroica o temeraria cuando está realizando un aseguramiento en aras del interés
público. Fuera de este supuesto, la posibilidad de los particulares de detener en flagrancia no
conlleva atribuciones indagatorias ni confiscatorias.

Amparo en revisión 495/2012. 30 de enero de 2013. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar
Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de
García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Julio
Veredín Sena Velázquez.

Esta tesis se publicó el viernes 8 de julio de 2016 a las 10:15 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.

Época: Décima Época, Registro: 2011052, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo de Tesis:
Aislada, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 27, Febrero de 2016, Tomo
III, Materia(s): Penal, Tesis: VII.2o.T.5 P (10a.), Página: 2062.

DETENCIÓN DEL AUTOR INTELECTUAL DEL DELITO. NO PUEDE CONFIGURARSE BAJO LA HIPÓTESIS
DE FLAGRANCIA PORQUE, DE LO CONTRARIO, ES ILEGAL (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
VERACRUZ).

De los artículos 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 139 del Código de
Procedimientos Penales para el Estado de Veracruz abrogado, se advierte que el legislador, al prever
la figura de la flagrancia, fundó su decisión en la necesidad de facultar a cualquier persona en su
calidad de ciudadano mexicano (incluyendo a los cuerpos de policía), a fin de poder detener a otra
u otras personas cuando: a) se le sorprenda durante la comisión misma del delito; y, b) se le detenga
en el momento inmediato posterior a la ejecución del ilícito, con la condición de ponerlo sin demora
a disposición de la autoridad más cercana, quien con la misma celeridad deberá realizar lo propio
ante la autoridad ministerial; ello, a fin de privilegiar y procurar el castigo correspondiente a quienes
perpetren actos delictivos que afectan la tranquilidad de la sociedad; por lo que esa facultad del
ciudadano o de las autoridades policiacas de seguridad pública federal, estatal o municipal de
efectuar una detención, se supedita al hecho de que los transgresores de la ley sean sorprendidos
al momento de estar cometiendo materialmente el hecho delictivo, o cuando inmediatamente
después de que lo ejecutan son perseguidos y se les alcanza. De lo anterior se aprecia que el
elemento esencial de la figura en análisis consiste en la materialización del delito, esto es, que al
sujeto activo se le encuentre ejecutando la acción criminosa o sea detenido inmediatamente
después de haber cometido materialmente la conducta ilícita; de ahí que tal hipótesis no contempla
-ni en el dispositivo constitucional, ni en la norma procesal en comento-, la posibilidad de efectuar
la detención inmediata de una persona que pueda tener la calidad de "autor intelectual" del delito
de que se trate, pues se entiende que dicho sujeto no es quien comete o ejecuta materialmente el
hecho delictivo, dado que su conducta se circunscribe en concebir y determinar cometer un ilícito,
es decir, que si bien lo prepara, lo ejecuta por medio de otro u otros, a quienes induce a delinquir,
como "autor material" del delito; por tanto, es ilegal su detención, argumentando que se actualiza
la figura de la flagrancia, en tanto que ésta implica que el hecho delictuoso se esté cometiendo
materialmente en ese momento o inmediatamente después, pues la detención en flagrancia sólo
tendría lugar sobre el o los autores materiales del delito, mas no sobre el que concibe y lo prepara,
porque no participa en su ejecución fáctica, sino sólo en su ideación.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL SÉPTIMO CIRCUITO.

Amparo directo 31/2014. 1 de octubre de 2015. Mayoría de votos; unanimidad en relación con el
criterio contenido en esta tesis. Disidente: Jorge Toss Capistrán. Ponente: Lucía del Socorro Huerdo
Alvarado, secretaria de tribunal autorizada por la Comisión de Carrera Judicial del Consejo de la
Judicatura Federal para desempeñar las funciones de Magistrada, en términos del artículo 81,
fracción XXII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. Secretario: Enoch Cancino Pérez.

Nota: En términos del considerando sexto y transitorio tercero del Acuerdo General 49/2014, del
Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, relativo al cambio de denominación y especialización de
los Tribunales Colegiados en Materias Penal y de Trabajo del Séptimo Circuito, con residencia en
Boca del Río y Xalapa, Veracruz, así como la creación de la Oficina de Correspondencia Común en
Xalapa y cambio de denominación de la actual Oficina de Correspondencia Común de Boca del Río,
en el mismo Estado, los Tribunales Colegiados que cambiaron de denominación y especialización en
el Séptimo Circuito, a partir del uno de diciembre de dos mil catorce, de modo enunciativo mas no
limitativo, conservarán los asuntos turnados, radicados, en trámite, pendientes de resolución y en
archivo, de su anterior denominación, evitando el traslado de expedientes y el retraso en la
impartición de justicia.

Esta tesis se publicó el viernes 19 de febrero de 2016 a las 10:15 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2007357

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Jurisprudencia

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 10, Septiembre de 2014, Tomo III

Materia(s): Constitucional, Penal

Tesis: (V Región)5o. J/5 (10a.)

Página: 2210

DETENCIÓN DEL INCULPADO. SI LOS ELEMENTOS APREHENSORES QUE REALIZABAN LABORES DE


VIGILANCIA OBSERVARON QUE ÉSTE, AL NOTAR SU PRESENCIA, ADOPTÓ UNA ACTITUD EVASIVA
Y AL PRACTICARLE UNA REVISIÓN PRECAUTORIA SE PERCATAN DE QUE ESTÁ COMETIENDO UN
DELITO EN FLAGRANCIA (POSESIÓN DE NARCÓTICOS), AQUÉLLA NO ES ARBITRARIA.
El artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece, por una parte,
que nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en
virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del
procedimiento y, por otra, que en los casos de delito flagrante, cualquier persona puede detener al
indiciado poniéndolo sin demora a disposición de la autoridad inmediata y ésta, con la misma
prontitud, a la del Ministerio Público. Por tanto, si el Constituyente Originario dispuso que cualquier
persona puede detener a otra cuando se le sorprenda en flagrante delito, con mayor razón, los
agentes de la policía, pues entre sus funciones, no sólo está la de detener a quienes realizan un
hecho delictivo en el momento en que lo ejecutan o después de ello, ya que, en términos del artículo
21 de la Constitución Federal, también tienen facultades de prevención del delito y para vigilar la
aplicación de los reglamentos. Ahora bien, si los elementos aprehensores, al realizar sus labores de
vigilancia observaron que el inculpado, al notar su presencia adoptó una actitud evasiva y al
practicarle una revisión precautoria se percatan de que está cometiendo un delito en flagrancia (le
encontraron el narcótico afecto a la causa), motivo por el que lo detuvieron, la actuación de dichos
agentes no fue una detención arbitraria que requiriera de un mandamiento escrito que cumpla con
los requisitos constitucionales apuntados, sino que se trata de dos momentos distintos que
concurren en dicha actuación, el primero, consistente en la revisión que los policías pueden realizar
a cualquier persona con la finalidad de prevenir o investigar la comisión de algún delito, a fin de
garantizar la seguridad pública y, el segundo -consecuencia del primero-, lo constituye la detención
en flagrancia que pueden llevar a cabo si con motivo de la revisión observan la comisión de algún
ilícito.

QUINTO TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO DEL CENTRO AUXILIAR DE LA QUINTA REGIÓN.

Esta tesis se publicó el viernes 5 de septiembre de 2014 a las 9:30 horas en el Semanario Judicial de
la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 8 de septiembre
de 2014, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.

Época: Décima Época

Registro: 2008638

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 16, Marzo de 2015, Tomo II

Materia(s): Constitucional

Tesis: 1a. XCIII/2015 (10a.)

Página: 1096
DERECHO HUMANO A LA LIBERTAD PERSONAL. CARACTERÍSTICAS DE LOS NIVELES DE CONTACTO
ENTRE UNA AUTORIDAD QUE EJERCE FACULTADES DE SEGURIDAD PÚBLICA Y UNA TERCERA
PERSONA.

De conformidad con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y con los tratados
internacionales, si bien todas las personas gozan de los derechos a la libertad personal, a la
intimidad, a no ser molestadas en sus posesiones o propiedades y a la libre circulación, como
cualquier otro derecho humano, al no ser absolutos, su ejercicio puede ser restringido o limitado
con base en criterios de proporcionalidad. En ese sentido, el artículo 16 de la Constitución prevé
que para que una persona pueda ser privada de su libertad debe existir una orden de aprehensión
o la concurrencia de flagrancia o caso urgente en la comisión de una conducta delictiva; accionar al
que el texto constitucional le denomina "detención". Sin embargo, no todo contacto entre una
autoridad de seguridad pública y una persona puede catalogarse de esa forma, pues las
competencias propias de los agentes de seguridad pública implican también actos de investigación
o prevención del delito. En ese tenor, se pueden distinguir tres niveles de contacto entre una
autoridad que ejerce facultades de seguridad pública y una tercera persona: a) simple inmediación
entre el agente de seguridad y el individuo, para efectos de investigación, identificación o
prevención; b) restricción temporal del ejercicio de un derecho, como pueden ser la libertad
personal, propiedad, libre circulación o intimidad, y c) detención en sentido estricto. El primer nivel
de contacto no requiere justificación, ya que es una simple aproximación de la autoridad con la
persona que no incide en su esfera jurídica, el cual se actualiza, por ejemplo, cuando un agente de
policía se acerca a una persona en la vía pública y le hace cierto tipo de preguntas sin ejercer ningún
medio coactivo y bajo el supuesto de que dicha persona puede retirarse en cualquier momento. En
cambio, la restricción temporal del ejercicio de la libertad surge cuando una persona se siente
razonablemente obligada por la autoridad a obedecer sus órdenes expresas o implícitas, mismas
que pueden derivar en una ausencia de movimiento físico. Esta restricción debe ser excepcional y
admitirse únicamente en casos en los que no es posible, por cuestión temporal, conseguir un
mandamiento escrito u orden judicial para ejercer actos de molestia a una persona o a sus
posesiones. Para ello, la autoridad deberá acreditar la concurrencia de una suposición razonable de
que se está cometiendo una conducta delictiva, la cual variará en cada caso concreto y debe ser
acreditable empíricamente. Así, a saber, la autoridad deberá señalar detenidamente cuál era la
información (hechos y circunstancias) con la que contaba en ese momento para suponer
razonablemente que la persona en cuestión estaba cometiendo una conducta ilícita o, por el
contrario, si el registro o revisión fue autorizado libremente por el posible afectado, entendiéndose
que existe consentimiento cuando fue prestado consciente y libremente; es decir, ausente de error,
coacción o de un acto de violencia o intimidación por parte de los agentes de policía.

Amparo directo en revisión 1596/2014. 3 de septiembre de 2014. Mayoría de tres votos de los
Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas. Disidentes: José Ramón Cossío Díaz, quien formuló voto particular, y Jorge Mario
Pardo Rebolledo. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretario: Miguel Antonio Núñez
Valadez.
Esta tesis se publicó el viernes 13 de marzo de 2015 a las 9:00 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2006477

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 6, Mayo de 2014, Tomo I

Materia(s): Constitucional, Penal

Tesis: 1a. CCI/2014 (10a.)

Página: 545

FLAGRANCIA. LAS CONSECUENCIAS Y EFECTOS DE LA VIOLACIÓN AL DERECHO HUMANO A LA


LIBERTAD PERSONAL SON LA INVALIDEZ DE LA DETENCIÓN DE LA PERSONA Y DE LOS DATOS DE
PRUEBA OBTENIDOS DIRECTA E INMEDIATAMENTE EN AQUÉLLA.

La limitación al derecho humano de libertad personal es de carácter excepcionalísimo y su escrutinio


del más estricto rigor; por ello, cuando se aduzca flagrancia, debe acreditarse que hubo elementos
objetivos y razonables para justificar válidamente la afectación a la libertad y seguridad personal.
Ello es así, en principio, porque toda persona tiene no sólo la legítima expectativa sino el derecho a
no ser molestada por la autoridad, salvo por causas justificadas. Por su parte, la autoridad tiene la
posibilidad de hacer indagaciones bajo el marco jurídico y conforme a las atribuciones que
legalmente justifiquen su proceder. Sin embargo, no puede justificarse constitucionalmente que
bajo pretexto de cumplirse con cuestiones de aducida legalidad, se actúe de manera arbitraria, lo
cual debe ponderarse bajo un estándar de necesidad, razonabilidad y proporcionalidad de la medida
empleada. De ahí que si la detención de una persona, por aducida flagrancia, no se da bajo el respeto
irrestricto del sistema constitucional y convencional, es decir, a partir del estricto cumplimiento de
los requisitos y garantías establecidos de forma mínima a favor de la persona que sufrió la
detención, ésta será considerada como arbitraria, al estar prohibida tanto a nivel nacional como
internacional. Las consecuencias y efectos de la vulneración a lo anterior son la invalidez legal de la
propia detención, así como de los datos de prueba obtenidos de forma directa e inmediata con
motivo de la misma; esto conforme además a los principios de debido proceso y obtención de
prueba lícita.

Amparo en revisión 703/2012. 6 de noviembre de 2013. Cinco votos por la concesión del amparo de
los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena,
Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Mayoría de tres votos por
el amparo liso y llano de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena
y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Disidentes: José Ramón Cossío Díaz y Jorge Mario Pardo
Rebolledo. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Encargado del engrose: Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena. Secretario: José Alberto Mosqueda Velázquez.

Esta tesis se publicó el viernes 23 de mayo de 2014 a las 10:06 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2004134

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Jurisprudencia

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Libro XXII, Julio de 2013, Tomo 1

Materia(s): Constitucional, Común

Tesis: 1a./J. 45/2013 (10a.)

Página: 529

VIOLACIONES COMETIDAS EN LA DETENCIÓN DEL INCULPADO CON MOTIVO DE LA EXCEPCIÓN


PREVISTA EN EL ARTÍCULO 16 CONSTITUCIONAL (FLAGRANCIA O CASO URGENTE). ES FACTIBLE SU
ANÁLISIS EN AMPARO DIRECTO CUANDO NO HAYAN SIDO ANALIZADAS PREVIAMENTE EN
AMPARO INDIRECTO.

Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia 1a./J. 121/2009,
sostuvo que en el amparo directo procede analizar como violaciones al procedimiento las cometidas
en la averiguación previa cuando afecten los derechos fundamentales contenidos en los artículos
14 y 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, lo cual no debe interpretarse
limitativamente, en la medida en que la protección del derecho humano al debido proceso la
conforman sistemáticamente diversos numerales constitucionales, esto es, el respeto a este
derecho se vincula con la observación de los parámetros que la Constitución establece para todas
las etapas procedimentales. En ese sentido, el catálogo de derechos del detenido, previsto en el
artículo 20, apartado A, fracciones I, V, VII y IX, constitucional, en su texto anterior a la reforma
publicada en el Diario Oficial de la Federación el 18 de junio de 2008, se extiende a todos aquellos
actos o diligencias realizados desde la averiguación previa, lo que permite ubicar posibles
violaciones en cualquier diligencia de esta etapa. Ahora bien, el artículo 16 de la Carta Magna
establece algunas excepciones que implican la restricción a aquellos derechos, entre las cuales se
encuentra la privación de la libertad personal, específicamente en las detenciones por flagrancia o
caso urgente, derivadas de la existencia de elementos que permiten atribuir a una persona su
probable responsabilidad en la comisión de un hecho calificado como delito por las leyes penales;
sin embargo, para que dicha excepción sea constitucionalmente válida deben satisfacerse ciertas
condiciones de legalidad, lo que implica que el órgano de control constitucional tiene la obligación
de verificar si la detención prolongada por la policía sin poner al detenido a disposición inmediata
de la autoridad ministerial o sin cumplir los requisitos constitucionales que justifican la excepción
por la flagrancia o el caso urgente, generó elementos de prueba que incumplen con los requisitos
de formalidad constitucional que deban declararse ilícitos, o si las diligencias correspondientes se
realizaron en condiciones que no permitieron al inculpado ejercer su derecho de defensa adecuada.
En esas condiciones, procede analizar en el juicio de amparo directo, en términos del artículo 160,
fracción XVII, de la ley de la materia, las violaciones cometidas con motivo de la excepción prevista
en el artículo 16 constitucional (flagrancia o caso urgente), que justifican la detención de una
persona como probable responsable de la comisión de un delito, pues podrían constituir una
transgresión al derecho humano al debido proceso, conforme al cual es necesario el respeto a las
formalidades esenciales del procedimiento, a la licitud de las pruebas y al ejercicio de defensa
adecuada a que se refieren los artículos 14 y 20 constitucionales, lo que estará condicionado a que
no hayan sido analizadas previamente en amparo indirecto.

Contradicción de tesis 244/2012. Entre las sustentadas por el Noveno Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Primer Circuito, el entonces Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, actual Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito y el Quinto Tribunal Colegiado del Décimo Quinto
Circuito. 20 de febrero de 2013. La votación se dividió en dos partes: mayoría de cuatro votos por
lo que se refiere a la competencia. Disidente: José Ramón Cossío Díaz. Unanimidad de cinco votos
en cuanto al fondo. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Constanza Tort
San Román.

Tesis de jurisprudencia 45/2013 (10a). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diecisiete de abril de dos mil trece.

Nota: La tesis de jurisprudencia 1a./J. 121/2009 citada, aparece publicada en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXXI, mayo de 2010, página 36, con el rubro:
"AMPARO DIRECTO. PROCEDE QUE EN ÉL SE ANALICEN COMO VIOLACIONES AL PROCEDIMIENTO
LAS COMETIDAS EN LA AVERIGUACIÓN PREVIA, CUANDO AFECTEN LAS GARANTÍAS CONTENIDAS EN
LOS ARTÍCULOS 14 Y 20 DE LA CONSTITUCIÓN GENERAL DE LA REPÚBLICA, EN TÉRMINOS DEL
ARTÍCULO 160, FRACCIÓN XVII, DE LA LEY DE AMPARO."
Época: Novena Época

Registro: 171739

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Jurisprudencia

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Tomo XXVI, Agosto de 2007

Materia(s): Penal

Tesis: 1a./J. 21/2007

Página: 224

INTROMISIÓN DE LA AUTORIDAD EN UN DOMICILIO SIN ORDEN JUDICIAL. EFICACIA DE LAS


ACTUACIONES REALIZADAS Y DE LAS PRUEBAS OBTENIDAS, CUANDO ES MOTIVADA POR LA
COMISIÓN DE UN DELITO EN FLAGRANCIA.

Si bien, la diligencia de cateo prevista en el octavo párrafo del artículo 16 constitucional presupone
la comisión de un delito, la existencia de una investigación ministerial y la probabilidad de que en el
domicilio que se registrará se encuentra el sujeto activo o los objetos relacionados con el ilícito; ello
no sucede en todos los casos, pues tratándose de flagrante delito, con fundamento en que la
demora puede hacer ilusoria la investigación del delito y la aplicación de las penas, la autoridad
policial no requiere necesariamente orden de cateo para introducirse en el domicilio particular en
el que se está ejecutando el delito, ya que en ese caso, el propio artículo 16 constitucional señala
expresamente una excepción al respecto al permitir a cualquier particular, y con mayor razón a la
autoridad, detener al indiciado, además de que el Estado -como garante de los bienes de la
sociedad- debe actuar de inmediato en casos de flagrancia; por lo que en esas condiciones, los
medios de prueba obtenidos como consecuencia de la intromisión de la autoridad a un domicilio sin
contar con orden de cateo, motivada por la comisión de un delito en flagrancia, tienen eficacia
probatoria, ya que al tratarse de hipótesis distintas, a efecto de determinar su valor probatorio, no
se aplican las mismas reglas que tratándose de un cateo precedido por una investigación ministerial.
Así, las pruebas que se obtengan a partir de un cateo que no cumpla con los requisitos establecidos
en el octavo párrafo del artículo 16 constitucional, carecen de eficacia probatoria, ello con
independencia de la responsabilidad en que las autoridades que irrumpan en el domicilio pudieran
incurrir; en cambio, las probanzas que se obtengan como consecuencia del allanamiento de un
domicilio por parte de la autoridad policial en caso de flagrancia tienen eficacia probatoria, aun
cuando no exista orden de cateo. Debiendo precisarse que tratándose del allanamiento de un
domicilio por parte de la autoridad policial en caso de flagrancia, ésta debe contar con datos ciertos
o válidos que motiven la intromisión al domicilio sin orden de cateo, los cuales deben aportarse en
el proceso en caso de consignarse la averiguación correspondiente a efecto de que el Juez tenga
elementos que le permitan llegar a la convicción de que efectivamente se trató de flagrancia, pues
de no acreditarse tal situación, las pruebas recabadas durante dicha intromisión, carecen de eficacia
probatoria.

Contradicción de tesis 75/2004-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Tercer Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado del Noveno Circuito, el Tercer Tribunal
Colegiado del Décimo Segundo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa
del Primer Circuito. 17 de enero de 2007. Mayoría de tres votos. Disidentes: José de Jesús Gudiño
Pelayo y José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Ana
Carolina Cienfuegos Posada.

Tesis de jurisprudencia 21/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
fecha siete de febrero de dos mil siete.

Época: Décima Época

Registro: 2014341

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 42, Mayo de 2017, Tomo I

Materia(s): Constitucional, Penal

Tesis: 1a. LVI/2017 (10a.)

Página: 467

INMEDIATEZ PROCESAL. PRINCIPIOS QUE CONDICIONAN SU APLICACIÓN CUANDO EL INCULPADO


SE RETRACTA DE UNA CONFESIÓN MINISTERIAL ALEGANDO QUE ÉSTA FUE OBTENIDA MEDIANTE
ACTOS DE TORTURA.

Conforme al principio de presunción de inocencia y en razón de la prohibición absoluta de actos de


tortura, cuando una persona controvierte la validez de una confesión ministerial y alega que aceptó
su responsabilidad debido a que fue torturada, los órganos jurisdiccionales deben analizar y
ponderar rigurosamente esa retractación. Así, el principio de inmediatez procesal -según el cual es
posible atribuir un mayor grado de verosimilitud a las primeras declaraciones- de ningún modo debe
entenderse en el sentido de que implica una autorización para tomar en cuenta sólo aquello que
perjudica al inculpado o para dogmáticamente negar valor probatorio a una declaración,
argumentando que la misma se produjo cuando ya había transcurrido tiempo desde la comisión de
los hechos imputados y que, por tanto, el inculpado ya había contado con tiempo para preparar su
defensa. El principio de inmediatez procesal no puede servir como un mecanismo que
ultimadamente permita negar todo valor a lo que una persona declara frente a un juez, quien actúa
como tercero imparcial e independiente durante el proceso penal, y de quien se espera que, con
toda objetividad, sea un especial garante de los derechos de todo inculpado. Así, aquello que la
persona inculpada dice ante un juez debe ser tomado en cuenta con toda seriedad. Para llegar a la
convicción de que ese dicho está debidamente refutado por el resto del material probatorio, se
necesita argumentación y motivación. Por ello, el principio de inmediatez procesal de ninguna
manera puede entenderse en el sentido de que exime al juzgador de explicar sus convicciones
razonadamente. Como sostuvo la Primera Sala al emitir la tesis aislada 1a. CCLXXXVIII/2013 (10a.),
(1) de rubro: "PRUEBA TESTIMONIAL. EL PRINCIPIO DE INMEDIATEZ ES APLICABLE SIN IMPORTAR LA
CATEGORÍA EN LA CUAL SE PRETENDA CLASIFICAR AL TESTIGO.", este principio no debe concebirse
como una regla estricta o que no admita solución en contrario. No es absoluto ni inderrotable.
Tampoco debe entenderse en el sentido de que prohíbe lo que en ocasiones es llamado, con una
connotación negativa, como "aleccionamiento". El derecho a la defensa adecuada y el principio de
presunción de inocencia no sólo permiten que la persona sea instruida y asesorada en su defensa
jurídica, sino que obligan al Estado a respetar y a garantizar su ejercicio. Si aleccionar a una persona
significa otorgarle la oportunidad para generar una versión exculpatoria, de acuerdo con la defensa
jurídica que su abogado proponga, entonces la persona no sólo goza de la posibilidad de ser
aleccionada sino que es su derecho. Y su ejercicio de ningún modo puede traducirse en una
consecuencia negativa o permitir una inferencia sobre su culpabilidad. Esta forma de entender el
concepto "aleccionamiento" ha perdido toda vigencia en un sistema donde, como en el nuestro, el
derecho a la defensa adecuada es una condición sin la cual es imposible hablar de procesos penales
legítimos. De acuerdo con las exigencias de un modelo penal de corte democrático, la posibilidad
de que una persona pueda defenderse frente a la acusación penal no se traduce en impunidad si el
Ministerio Público, asumiendo la carga que le corresponde, aporta los medios probatorios idóneos
para refutar la versión de defensa del inculpado. En conclusión, no sólo es posible para el juez
cuestionar el material probatorio y derrotar la lógica subyacente al principio de inmediatez procesal,
sino que es su obligación. No existe valor en la inmediatez si el inculpado emitió la declaración en
cuestión con el fin de negociar la posibilidad de que cesara su tormento.

Amparo directo en revisión 913/2015. 28 de octubre de 2015. Cinco votos de los Ministros Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho para formular voto
concurrente en el que se aparta del criterio contenido en la presente tesis, Jorge Mario Pardo
Rebolledo, quien reservó su derecho para formular voto concurrente, Olga Sánchez Cordero de
García Villegas y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretaria:
Patricia del Arenal Urueta.
__________________

1. La tesis aislada 1a. CCLXXXVIII/2013 (10a.) citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro XXV, Tomo 2, octubre de 2013, página 1060.

Esta tesis se publicó el viernes 26 de mayo de 2017 a las 10:31 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2014103

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 41, Abril de 2017, Tomo I

Materia(s): Común, Penal

Tesis: 1a. XLV/2017 (10a.)

Página: 873

PROCEDIMIENTO ABREVIADO. IMPOSIBILIDAD DE ANALIZAR LOS TEMAS DE TORTURA E


INCOMUNICACIÓN RESPECTO AL ORIGEN DE LOS DATOS DE PRUEBA EN EL JUICIO DE AMPARO
DIRECTO PROMOVIDO CONTRA LA SENTENCIA DEFINITIVA DERIVADA DE AQUÉL.

El procedimiento abreviado es una terminación anticipada del procedimiento que se basa en la


aceptación del imputado a ser sentenciado de los hechos y medios de convicción que obran en la
carpeta de investigación, para que en el caso de dictar fallo condenatorio el inculpado se haga
acreedor del beneficio de la reducción de la pena. Por lo anterior, los alegatos relativos a que los
datos de prueba fueron obtenidos mediante tortura e incomunicación no pueden ser atendidos en
amparo directo, en tanto no reflejan un impacto procesal, pues en el procedimiento abreviado no
se examinan pruebas y éstas tampoco son el fundamento de la sentencia. Lo que ha tenido efectivo
impacto procesal ha sido, en todo caso, la propia aceptación del imputado de ser juzgado con los
hechos y medios de convicción tal como obran en la carpeta de investigación, por lo que una vez
que se ha aceptado el procedimiento abreviado de forma libre, voluntaria e informada, esto es, sin
coerción o tortura para su aceptación, tales aspectos se sustraen del debate contradictorio que es
inherente al juicio oral, para formar parte de un acuerdo que, una vez superada la fase de
verificación de requisitos prevista normativamente, es vinculante para el propio juzgador en lo que
respecta a la calificación jurídica y penas impuestas.

Amparo directo en revisión 6389/2015. Luis Roberto Peñaloza Ríos. 30 de noviembre de 2016. Cinco
votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo
Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Norma Lucía Piña Hernández, quien reservó su derecho
para formular voto concurrente, relacionado con el límite del análisis realizado en el recurso de
revisión. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretaria: Ana Marcela Zatarain Barrett.

Esta tesis se publicó el viernes 21 de abril de 2017 a las 10:25 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2013305

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 37, Diciembre de 2016, Tomo II

Materia(s): Penal

Tesis: (X Región)3o.3 P (10a.)

Página: 1676

ACTOS DE TORTURA. EN EL SISTEMA PROCESAL PENAL ACUSATORIO, LA REPOSICIÓN DEL


PROCEDIMIENTO POR LA VIOLACIÓN A LAS LEYES QUE LO RIGEN, DADA LA OMISIÓN DE
INVESTIGAR LOS DENUNCIADOS POR EL IMPUTADO, DEBE ORDENARSE HASTA LA ETAPA
INTERMEDIA, ANTE EL JUEZ DE GARANTÍA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE CHIHUAHUA).

De las tesis de jurisprudencia 1a./J. 10/2016 (10a.) y 1a./J. 11/2016 (10a.), de la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicadas en el Semanario Judicial de la Federación del
viernes 29 de abril de 2016 a las 10:29 horas y en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
Décima Época, Libro 29, Tomo II, abril de 2016, páginas 894 y 896, de títulos y subtítulos: "ACTOS
DE TORTURA. LA OMISIÓN DEL JUEZ PENAL DE INSTANCIA DE INVESTIGAR LOS DENUNCIADOS POR
EL IMPUTADO, CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN A LAS LEYES DEL PROCEDIMIENTO QUE TRASCIENDE A
SU DEFENSA Y AMERITA LA REPOSICIÓN DE ÉSTE." y "ACTOS DE TORTURA. LA REPOSICIÓN DEL
PROCEDIMIENTO, CON MOTIVO DE LA VIOLACIÓN A LAS LEYES QUE LO RIGEN POR LA OMISIÓN DE
INVESTIGAR LOS DENUNCIADOS POR EL IMPUTADO, DEBE ORDENARSE A PARTIR DE LA DILIGENCIA
INMEDIATA ANTERIOR AL AUTO DE CIERRE DE INSTRUCCIÓN.", respectivamente, se advierte que la
omisión de la autoridad judicial de investigar una denuncia de tortura como violación a derechos
fundamentales, constituye una violación a las leyes que rigen el procedimiento, que trasciende a las
defensas del quejoso y, como consecuencia, debe ordenarse su reposición hasta la diligencia
inmediata anterior al auto de cierre de instrucción, tratándose del sistema penal tradicional. Ahora
bien, para garantizar el derecho fundamental al debido proceso, tutelado por el artículo 14 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, deben adecuarse dichos criterios a las
características y a los principios que rigen el sistema procesal penal acusatorio en el Estado de
Chihuahua, derivado de los artículos 2, 19, 299, 311, 314, 315, 316, 331 y 333 del Código de
Procedimientos Penales de esa entidad, en el sentido de que la reposición del procedimiento debe
ordenarse hasta la etapa intermedia, ante el Juez de garantía, pues es ésta la que tiene como
finalidad la preparación del juicio, en la que se fija de modo preciso su objeto, los sujetos
intervinientes, así como la procedencia de la prueba que deberá examinarse en el juicio oral, en la
que se debate respecto de aquellas que fueron ofrecidas por las partes; también, porque es el Juez
de garantía quien puede ordenar la exclusión de los medios de convicción recabados ilícitamente,
con violación a derechos fundamentales, como serían los obtenidos bajo tortura. En contraste con
la fase de juicio oral, en la que se toman las decisiones de las cuestiones esenciales del proceso,
sobre la base de la acusación y asegura la concreción de los principios de oralidad, inmediación,
publicidad, concentración, igualdad, contradicción y continuidad, dado que al Juez o tribunal de
oralidad le corresponde desahogar las pruebas admitidas y hacer un ejercicio de valoración,
motivando en su resolución cuáles de ellas le causaron convicción. Además, la aludida reposición
debe ser hasta esa fase, porque al finalizar la audiencia intermedia, el Juez de garantía emitirá un
nuevo auto de apertura de juicio oral, lo que da certidumbre jurídica a las partes, ante la posibilidad
de presentar el recurso de apelación, garantizando el principio de contradicción, y les permitirá en
la fase de juicio oral, replantear la teoría del caso que habrán de exponer, basada sólo en probanzas
que fueron admitidas por el Juez de garantía. De esta forma, la etapa de juicio oral y la sentencia,
estarán originadas en un auto de apertura que no contempla prueba ilícita y se evita que el Juez o
tribunal de oralidad intervenga en el proceso de selección, valoración y exclusión de medios de
convicción, tutelando el principio de imparcialidad, contenido en la fracción IV del artículo 20 de la
Constitución Federal, porque el juicio oral debe desarrollarse ante un órgano que no haya tenido
contacto con los hechos que va a juzgar, lo que garantiza que no tiene ningún prejuicio, ni a favor ni
en contra del acusado.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO DEL CENTRO AUXILIAR DE LA DÉCIMA REGIÓN.

Amparo directo 100/2016 (cuaderno auxiliar 378/2016) del índice del Tribunal Colegiado del Décimo
Séptimo Circuito, con apoyo del Tercer Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la
Décima Región, con residencia en Saltillo, Coahuila. 2 de junio de 2016. Unanimidad de votos.
Ponente: Hugo Alejandro Bermúdez Manrique. Secretario: Jorge Luis Segura Ricaño.
Amparo directo 111/2016 (cuaderno auxiliar 365/2016) del índice del Tribunal Colegiado del Décimo
Séptimo Circuito, con apoyo del Tercer Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la
Décima Región, con residencia en Saltillo, Coahuila. 14 de julio de 2016. Unanimidad de votos.
Ponente: Gerardo Octavio García Ramos. Secretario: Carlos César Morales Ortiz.

Esta tesis se publicó el viernes 9 de diciembre de 2016 a las 10:21 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2013126

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 36, Noviembre de 2016, Tomo IV

Materia(s): Constitucional

Tesis: II.2o.P.43 P (10a.)

Página: 2505

PUESTA A DISPOSICIÓN. ALCANCES DE LAS EXPRESIONES "SIN DEMORA" O "DE MANERA


INMEDIATA" Y "AUTORIDAD COMPETENTE", RELATIVIDAD DE SU VALORACIÓN DE ACUERDO A
LAS CIRCUNSTANCIAS JUSTIFICANTES DEL CASO.

Las expresiones: "sin demora" o "de manera inmediata" no pueden entenderse como medidas o
unidades de tiempo, concretas y específicas en dimensión o duración, sino como referencia de
acción respecto del actuar de quien realiza una detención, que es la acción (verbo) de "poner a
disposición de la autoridad competente"; la que en sí misma lleva implícita la previa y necesaria
realización de todas las condicionantes para lograr una "puesta a disposición" en términos de
legalidad, pues poner a disposición no significa simplemente dejar en manos de alguien al detenido,
sino necesariamente de una autoridad que tampoco puede ser cualquiera, sino competente, es
decir, del Ministerio Público que además también debe ser competente por razón de fuero, materia
y adscripción, turno o especialización según el caso, conforme a la normatividad aplicable que en
principio es igualmente de observancia obligatoria en el contexto de un orden jurídico integral
presuntamente válido. Por tanto, el tiempo para llevar a cabo esa puesta a disposición de manera
legal, es decir material y formalmente correcta, es relativo y debe entenderse como el necesario
para su realización de acuerdo a las circunstancias específicas del caso concreto y a un criterio básico
de razonabilidad que debe atender, en cada supuesto, a la presencia de factores y circunstancias
concurrentes como la hora, las vías y medios de comunicación, la distancia, las condiciones de lugar,
tiempo y forma de la detención, los aspectos de seguridad (tanto del detenido como de los agente
de la autoridad), y en general aquellas que en el supuesto específico incidan en la valoración
concreta para la calificación del acto de puesta a disposición. Por ello, aun y cuando en efecto no
puede establecerse que en términos generales la ilegalidad de una dilación prolongada dependa de
que quedara probado que su finalidad sea inflingirle una lesión o tortura al detenido o bien obtener
una confesión de los hechos que se le atribuyen; sin embargo, dado que no puede partirse del
establecimiento de una regla temporal específica, no basta que exista determinado tiempo
transcurrido, siempre y cuando éste no sea notoriamente excesivo, para que indefectiblemente
deba estimarse que se incurrió en una ilegal detención prolongada e injustificada, pues para ello
debe existir algún dato objetivo que así lo acredite, o bien carecerse de las circunstancias fácticas
que en función del caso particular puedan hacer razonable y, por ende, justificado el tiempo
transcurrido entre la detención material y la correcta puesta a disposición.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo en revisión 329/2015. 10 de marzo de 2016. Unanimidad de votos. Ponente: José Nieves
Luna Castro. Secretaria: Alma Jeanina Córdoba Díaz.

Esta tesis se publicó el viernes 18 de noviembre de 2016 a las 10:29 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2012318

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 33, Agosto de 2016, Tomo II

Materia(s): Penal

Tesis: 1a. CCV/2016 (10a.)

Página: 789

TORTURA. ES INNECESARIO REPONER EL PROCEDIMIENTO CUANDO NO EXISTA CONFESIÓN DE


LOS HECHOS IMPUTADOS O CUALQUIER ACTO QUE CONLLEVE AUTOINCRIMINACIÓN DEL
INCULPADO.
En el criterio emitido por esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la
jurisprudencia 1a./J. 10/2016 (10a.), (1) de rubro: "ACTOS DE TORTURA. LA OMISIÓN DEL JUEZ
PENAL DE INSTANCIA DE INVESTIGAR LOS DENUNCIADOS POR EL IMPUTADO, CONSTITUYE UNA
VIOLACIÓN A LAS LEYES DEL PROCEDIMIENTO QUE TRASCIENDE A SU DEFENSA Y AMERITA LA
REPOSICIÓN DE ÉSTE.", se establece que la omisión de la autoridad judicial de investigar una
denuncia de tortura como violación a derechos fundamentales con repercusión en el proceso penal,
constituye una violación a las leyes que rigen el procedimiento, que trasciende a las defensas del
quejoso en términos de los artículos 173, fracción XXII, de la Ley de Amparo, 1o., párrafo tercero,
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como 1, 6, 8 y 10 de la Convención
Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura y, consecuentemente, debe ordenarse la
reposición del procedimiento de primera instancia para realizar la investigación correspondiente y
analizar la denuncia de tortura, únicamente desde el punto de vista de violación de derechos
humanos dentro del proceso penal, a efecto de corroborar si existió o no dicha transgresión para
los fines probatorios correspondientes al dictar la sentencia. No obstante, en aquellos casos en que
no exista confesión o algún otro acto que implique autoincriminación como consecuencia de los
actos de tortura alegados, no resulta procedente ordenar la reposición del procedimiento de
conformidad con la jurisprudencia antes citada, pues en esos supuestos la violación a derechos
humanos derivada de la tortura carece de trascendencia en el proceso penal por no haber impacto;
sin embargo, fuera de esos supuestos de excepción, deberá procederse como se describe en el
criterio jurisprudencial de referencia. Es decir, que la jurisprudencia a que se alude tendrá aplicación
siempre que se trate de asuntos en los que, como consecuencia de la tortura, se haya verificado la
confesión o cualquier manifestación incriminatoria del inculpado, porque en tal caso, la autoridad
jurisdiccional estará obligada a realizar una investigación a fin de determinar si se actualizó o no la
tortura y, de corroborarse ésta, deberá ceñirse a los parámetros constitucionales fijados en relación
con las reglas de exclusión de las pruebas ilícitas, esto es, que de no acreditarse el señalado supuesto
de excepción, el citado criterio jurisprudencial operará en sus términos.

Amparo directo en revisión 6564/2015. 18 de mayo de 2016. Mayoría de tres votos de los Ministros
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Disidentes:
Norma Lucía Piña Hernández y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien reservó su derecho para
formular voto particular. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretario: Alfonso Francisco
Trenado Ríos.

Nota: Sobre el tema tratado en esta tesis, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación emitió la jurisprudencia 1a./J. 101/2017 (10a.), publicada en el Semanario Judicial de la
Federación del viernes 24 de noviembre de 2017 a las 10:35 horas y en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 48, Tomo I, noviembre de 2017, página 323, de título
y subtítulo: "TORTURA. ES INNECESARIO REPONER EL PROCEDIMIENTO CUANDO NO EXISTA
CONFESIÓN DE LOS HECHOS IMPUTADOS O CUALQUIER ACTO QUE CONLLEVE
AUTOINCRIMINACIÓN DEL INCULPADO."
__________________

1. La tesis jurisprudencial 1a./J. 10/2016 (10a.) citada, aparece publicada en el Semanario Judicial
de la Federación del viernes 29 abril de 2016 a las 10:29 horas y en la Gaceta del Semanario Judicial
de la Federación, Décima Época, Libro 29, Tomo II, abril de 2016, página 894, registro digital:
2011521.

Esta tesis se publicó el viernes 19 de agosto de 2016 a las 10:27 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2012439

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 33, Agosto de 2016, Tomo IV

Materia(s): Común

Tesis: XXVII.3o.26 P (10a.)

Página: 2804

TORTURA. SI EL QUEJOSO REFIERE EN SU DEMANDA DE AMPARO DIRECTO -COMO ASPECTO


NOVEDOSO- QUE SUFRIÓ ESTE TIPO DE ACTOS, SIN QUE LO HAYA ALEGADO PREVIAMENTE EN
ALGUNA FASE DEL PROCEDIMIENTO PENAL, NI SE ADVIERTA EVIDENCIA RAZONABLE O RAZÓN
FUNDADA DE QUE PUDIERON COMETERSE EN SU CONTRA, NO PROCEDE LA REPOSICIÓN DEL
PROCEDIMIENTO, NO OBSTANTE, DEBE REALIZARSE LA DENUNCIA CORRESPONDIENTE DE
AQUÉLLA COMO DELITO.

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que la denuncia de tortura,
en sus vertientes de delito y de violación a derechos humanos, no puede condicionarse a
circunstancias de temporalidad o de oportunidad para alegarla o, incluso, para determinar que se
investigue en caso de que se advierta la existencia de indicios concordantes con actos de tortura;
esto es, no puede impedirse que se alegue en cualquier etapa del procedimiento judicial. Por tanto,
la denuncia o existencia de indicios de que ocurrieron actos de tortura en contra de una persona en
un procedimiento penal, actualiza la obligación de investigación de la autoridad que conozca del
caso. Sin embargo, en amparo directo, para estimar que se violaron las leyes del procedimiento,
trascendiendo a las defensas del quejoso y que ello amerita la reposición del procedimiento, se
requiere que éste haya alegado previamente -en cualquier fase del procedimiento penal- que sufrió
este tipo de actos, o que se advierta evidencia razonable o razón fundada de que se pudieron
cometer tales actos en su contra. Lo anterior, sin perjuicio de que deba realizarse la denuncia
correspondiente de la tortura como delito. En ese tenor, cuando se alega tortura como aspecto
novedoso en el amparo directo, sin que se haya manifestado en el procedimiento penal ni se
adviertan indicios de ese hecho en los términos indicados, no procede la reposición del
procedimiento; no obstante, debe realizarse la denuncia correspondiente de la tortura como delito.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO SÉPTIMO CIRCUITO.

Amparo directo 151/2016. 19 de mayo de 2016. Unanimidad de votos; mayoría en relación con el
criterio contenido en esta tesis. Disidente: Jorge Mercado Mejía. Ponente: Juan Ramón Rodríguez
Minaya. Secretario: Roberto César Morales Corona.

Esta tesis se publicó el viernes 26 de agosto de 2016 a las 10:34 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2012610

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Jurisprudencia

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 34, Septiembre de 2016, Tomo IV

Materia(s): Común

Tesis: I.9o.P. J/20 (10a.)

Página: 2347

ACTOS DE TORTURA. SI AL CONOCER DEL AMPARO CONTRA LA SENTENCIA DEFINITIVA, EL


JUZGADOR ADVIERTE QUE EL COACUSADO DEL QUEJOSO, QUIEN NO ES PARTE EN EL JUICIO,
DECLARÓ HABER SIDO VÍCTIMA DE AQUÉLLOS DURANTE SU DETENCIÓN, DEBE DAR VISTA AL
MINISTERIO PÚBLICO ADSCRITO PARA QUE ACTÚE DE ACUERDO CON SUS FACULTADES, SIN QUE
ELLO IMPLIQUE INOBSERVAR EL PRINCIPIO DE RELATIVIDAD DE LAS SENTENCIAS DE AMPARO.
De conformidad con el artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
todas las personas gozan de los derechos humanos reconocidos en ésta y en los tratados
internacionales de los que el Estado Mexicano es Parte, así como de las garantías para su protección.
De manera que sus autoridades tienen el deber de proteger los derechos humanos, entre los que
se encuentran la prohibición de la tortura y la protección a la integridad personal, como se establece
en los artículos 22 y 29 de la Carta Magna; de ahí que esa obligación no sólo recae en las autoridades
que deban investigar o juzgar el caso de quien refiera haber sido víctima de dichas violaciones,
porque de acuerdo con el principio pro persona, para efectos de la protección de los derechos en
cuestión, la autoridad de amparo no debe limitarse a los hechos denunciados por el quejoso. En ese
sentido, si al conocer del amparo contra la sentencia definitiva, el juzgador advierte que el
coacusado de éste, quien no es parte en el juicio, declaró haber sido víctima de actos de tortura
durante su detención, esa manifestación constituye una denuncia de ese acto de violación a la
integridad personal, que al advertirse de las constancias del asunto, y del conocimiento del órgano
de control constitucional, lo obligan a dar vista al Ministerio Público de la Federación adscrito para
que éste actúe de acuerdo con sus facultades legales; sin que ello implique inobservar el principio
de relatividad de las sentencias de amparo, a que alude el artículo 73 de la ley de la materia, ya que
la vista al representante social no incide en la determinación que la autoridad de amparo adoptará
respecto del quejoso, únicamente se atiende al deber de proteger los derechos humanos de toda
persona, por mandato constitucional.

NOVENO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 42/2015. 28 de mayo de 2015. Unanimidad de votos. Ponente: Guadalupe Olga
Mejía Sánchez. Secretaria: María del Carmen Clavellina Rodríguez.

Amparo directo 227/2015. 7 de diciembre de 2015. Unanimidad de votos. Ponente: Miguel Ángel
Aguilar López. Secretario: Daniel Guzmán Aguado.

Amparo directo 55/2016. 14 de julio de 2016. Unanimidad de votos. Ponente: Miguel Ángel Aguilar
López. Secretario: Daniel Guzmán Aguado.

Amparo directo 482/2015. 4 de agosto de 2016. Unanimidad de votos. Ponente: Miguel Ángel
Aguilar López. Secretario: Daniel Guzmán Aguado.

Amparo directo 89/2016. 11 de agosto de 2016. Unanimidad de votos. Ponente: Emma Meza
Fonseca. Secretario: J. Trinidad Vergara Ortiz.
Esta tesis se publicó el viernes 23 de septiembre de 2016 a las 10:32 horas en el Semanario Judicial
de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 26 de
septiembre de 2016, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario
19/2013.

Época: Décima Época

Registro: 2012186

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Jurisprudencia

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 33, Agosto de 2016, Tomo II

Materia(s): Constitucional

Tesis: 1a./J. 8/2016 (10a.)

Página: 723

DEMORA EN LA PUESTA A DISPOSICIÓN DEL DETENIDO EN FLAGRANCIA ANTE EL MINISTERIO


PÚBLICO. LA VALORACIÓN DEL PARTE INFORMATIVO U OFICIO DE PUESTA A DISPOSICIÓN DE LOS
AGENTES APREHENSORES, DEBERÁ ATENDER A LA INDEPENDENCIA FÁCTICA Y SUSTANCIAL DE LA
DETENCIÓN Y LA PUESTA A DISPOSICIÓN.

Esta Primera Sala ha determinado que la violación al derecho fundamental del detenido a ser puesto
a disposición del Ministerio Público sin demora, genera la anulación de la declaración del detenido,
así como la invalidez de todos los elementos de prueba que tengan como fuente directa la demora
injustificada, y aquellas recabadas por iniciativa de la autoridad aprehensora, sin conducción y
mando del Ministerio Público; no así las pruebas obtenidas estrictamente con motivo de la
detención en flagrancia, a menos que se acredite la existencia de vicios propios de la misma
detención. En ese tenor, la valoración probatoria del parte informativo u oficio de puesta a
disposición de los agentes aprehensores, deberá atender a la independencia fáctica y sustancial de
esos dos momentos -detención y puesta a disposición-, para lo cual se tendrá que fragmentar el
contenido informativo del parte u oficio, conforme a dos elementos sustanciales: a) la descripción
de las circunstancias que motivaron la intervención de la policía y aquellas en las que tuvo lugar la
detención del inculpado, así como la relación de los objetos y evidencias aseguradas en esa acción;
y b) todas aquellas referencias a circunstancias y medios de prueba obtenidos por la policía, que
derivan directamente de la demora injustificada en la puesta a disposición del detenido, o que hayan
sido recopilados con motivo de una investigación policial no dirigida y controlada por el Ministerio
Público. Hecho lo anterior, se deberá excluir de la valoración probatoria únicamente lo relativo al
segundo inciso, pues conforme a los parámetros establecidos por esta Primera Sala, la violación en
cuestión sólo afecta la información relacionada con la siguiente acción que se debe realizar al
detenerse a una persona, que es su presentación oportuna ante el Ministerio Público, sin que ello
ocurra con la relativa al primer inciso, siempre y cuando la detención se ajuste al parámetro
constitucional de la flagrancia.

Contradicción de tesis 92/2015. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo
Noveno Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito. 4 de noviembre de 2015. La
votación se dividió en dos partes: mayoría de cuatro votos por la competencia. Disidente: José
Ramón Cossío Díaz. Mayoría de cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José
Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho para formular voto concurrente, Olga Sánchez
Cordero de García Villegas y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, en cuanto al fondo. Disidente: Jorge
Mario Pardo Rebolledo, quien reservó su derecho para formular voto particular. Ponente: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Julio César Ramírez Carreón.

Tesis y/o criterios contendientes:

El Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito, al resolver el juicio de amparo directo
206/2012, resolvió que aun cuando exista demora en la puesta a disposición del detenido ante el
Ministerio Público, ello no implica que deba restarse valor probatorio al parte informativo de los
elementos aprehensores.

El Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, al resolver el juicio de amparo directo 873/2014,
determinó que el material probatorio en contra del impetrante de garantías no puede considerarse
prueba de cargo válida al haber derivado de la violación a los derechos fundamentales a la puesta
de disposición ante el Ministerio Público sin demora y del debido proceso.

Tesis de jurisprudencia 8/2016 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diez de febrero de dos mil dieciséis.

Esta tesis se publicó el viernes 5 de agosto de 2016 a las 10:05 horas en el Semanario Judicial de la
Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 8 de agosto de 2016,
para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.

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