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F

lFederico campbeU

Periodismo
escrito

Serie Clrculer
PERIODISMO ESCRITO
O.R. © Federico Campbell, 2002

Oc: c..na edición:


O.R. e Aguijar, Ahea, Taurus. Alfaguara. S.A. de c.v., 2002
Av. Universid¡¡d 767. Col. dd Valle
México, 03100, O.E Tdéfono 5420 7530
www.aJfaguara.com.mx

• DistribuidOR y Edifora Agui1ar, Aha, T~urus, A1f.tguan.. S.A. A Federico Campb,1I Peña
Calle 80 NLlm. 10·23. San<afl! de Sopa, Colombia.
• Sanolla"o S.A.
Toncbg,,,,a 60.28043. Madrid, Espolia.
• S"",'II ...... S.A.
Av. S,,,, Fdip<' 731, Lima, ¡'"rú.
o Edilorial S.millana S.A.
Ay. ¡tomulo Gallego', &W: Zulia ler. pilO.
BoJ"". N,,,. 1071. ~CLI, V""l:1ud •.
• Edi,ori.1 San,iJlana Ine.
1':0. Box 5462 Hoto Rey. 00919. Son Juan, Puerco Rico.
• S.milla.. a l'ubli¡hing Comp.")' lne.
2043 N.W, 82 Ih Avenuc .H122, Mi.mi, Fl. E.U.A.
• Ediciolles Santilbna S.A. (ROU)
Con"i,ución 1889, L1800. MorltCYidco Uruguay.
o Aguilar, Airea. Taurul, A1fagu .. n, S.A.
Bc.~lc 3860. 1437, Bueno. Aires, Argenlina.
• Aguilar ChiJr:na or: Ediciont.ll ud~.
Dr. Anlbal Ari:tt¡a 1444, Providencia, Sanliago de Chile.
• Sanlillana de Cosla Rica, SA-
La Urllca, 100 mU. Oeste de Migración y E:unnjería, San Jo..! Cos",- Rica.

Primr:", edición: septiemhre de 2002.

M:ls robre Federico Campbdl y su 01.", en:


www.p~ginadeautor.com

ISBN: 968-19-0948-8

D.R.e Diseno de cubiena: EdlJacdo T~Ua

¡rnp'uo en Mtxico.

Todoo loo drruhoo ~. Út. pllbliacidn no puede K I >q>roducida. .,¡ en lodo n.i en pane,
nI rep.,nd. ~n ° uanomi,Oda po< un oinenu de ~n de infonnacidn. en ninguna forma,
n; por n;n!dn medio, I n ..-nko, fo"'qu(mico. docuónieo, maphieo. ekaro6pcico. por ro-
lOCOP" O cualquier 01<0 .• in el penniso p ...... io, por_ri,o, d.Ja <:di",ri.!.
Índice

Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Géneros periodísticos . . . . . . . . . . . . . . 17
Nota informativa o noticia .............. 21
La entcevista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 31
La entrevista escrita .................... 4S
La fidelidad al entrevistado ........... ... 51
Entrevistador entrevistado .............. 55
La crónica ... _ ............... ........ 65
El reportaje en la práctica ............... 69
El ensayo-reportaje .................... 77
El artículo de fondo ... , . ....... . ....... 85
La columna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
:La reseña. . . . . . . . . . . . . . . . ............ 99
El editorial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 103
El "nuevo periodismo" ................ 109
A sangre fría ........................ 119
Viajar solo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 123
Periodismo heterodoxo. . . . . . . . . . . . 133
Enseñanza del periodismo .............. 139
Periodismo de investigación ............ 151
Hacer el vacío ....................... 163
La verdad periodística .....•........... 185
El juez y el periodista ..........•...... 189
Caballeros andantes ................... 193
El peligro de la frecuentación ....... ... . 197
Cuando un dla pasa, deja de existir.
Un periódico imaginario .........•..... 203
¿Qtd queda de él? Nada más que una historia.
Contra el periodismo ............•..... 215 Si las historias no fueran contadas o los
García Márquez, periodista ......... ".... 227 libros no fueran escritos, el hombre viviría
p . . como los animales: sin pasado ni futuro,
~ ost scrtptlt1n trISte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231
en un presente ciego.
El gusano y la mariposa ......•......... 235
La enseñanza de Sciascia ............... 245 ISAAC BASHEVIS SINGER
I
El libro reportaje ..................... 253
La frontera del lenguaje ................ 263
El monstruo mediático .... _ .......... _ 275
Biblioteca mínima ....... _ .......... _ 289
IntrodUCcnÓlIl

Un libro de periodismo, que se pretende auxiliar


de la enseñanza y el autoaprendizaje, está obli-
gado a cubrir las nociones más elementales del
oficio (las concernientes a los géneros periodísti-
cos clásicos, por ejemplo) pero al mismo tiempo
puede también proponerse como una apuesta en
favor de la buena escritura y el gusto por el idio-
ma y, además, como una reflexión sobre los me-
dios actuales de comunicación y el papel que
tienen en nuestra percepción del mundo.
El periodista es un cazador, alguien que esta-
blece conexiones: relaciona hechos e ideas, es-
coge datos con rigor y criterio, comprueba las
fuentes, interpreta el acontecimiento y organiza
por escrito 10 mejor que puede su texto para dis -
frute del lector. Algo semejante, pero según otras
reglas, hace el escritor, que es un agricultor y vi-
ve en un ritmo mental más lento que el del pe-
riodista siempre acelerado por la presión de los
hechos y el tiempo.
La crónica y el reportaje - a diferencia de la
pura invención literaria- tienen como referentes
más inmediatos los hechos y los testimoniqs veri-
ficables. Por mucha fantasía que pudiera traslu-
cirse en la percepción del periodista y en las

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Pederico Campbell Periodümo escrito

vt:rsiones de los entrevistados, la norma es que el como una de las más ¡magi nativas y nfortl,lnadus
redactor se limite en 10 posible a los daros y no se opciones ¡'ara organizar el pensamiento por es-
valga de la convención de la mentira, peopia de la crito, pUe!i no en otra cosa c-onsisle el mesler de
ilrerarum. Otra cosa es la imaginación periodísti- periodista. La idea es que el periodismo es una.
ca, q\,.le tiene su propia normatividad: la pasión profesión en sí misma cuyo curriculum multi -
por el acontecimiento, la sensibilidad y el respeto disciplinario puede enriquecerse con ma.terias
nnte cualquier ser humano, la capacidad de des- procedeotes -es decir, convergentes- de la
cubrir en las sociedades historias de interés colec- historia, la semiótica, la filosofía política, la so-
rivo, las ideas para realizar reportajes. Ésa sería la ciología, 1:1 economía; el derecho civil, constitu-
invención del periodismo, que tiene sus propias cional, pellal, internacional y administrativo; no
leyes: preguntar, inquirir, ir al fondo de las cosas, menos qu,! del aprendizaje de idiomas, la com-
sentir el pulso del momento. El periodismo tiene posición l..teraria y el estudio de la narrativa (la
su propio estatuto legal y estético: no necesita de novela de . siglo XIX, por ejemplo, y la novela
la respetabilidad de la literatura. moderna ¡; partir de James Joyce, Marcel Proust
Aunque de 1967, la entrevista con Alex Haley y Juan Rulfo).
sigue teniendo vigencia y comparece ante el Tal vez no resulte pueril proponer al periodista
posible lectot como una instancia en la que, la escritura de libros como tarea paralela a la de
mientras se exhibe el desarrollo escriro de una su fugaz q Llehacer. cotidiano. La concentración en
interlocución periodística, también se viaja por un libro le permitirá conocer el placer de la escri-
el universo de realizaciones y frustraciones que tura: actull como su propio jefe, con mayor li-
conoce el periodista en su trato con la página en berrad, pues tendrá para realizarlo todo el
blanco o con el poder. Del "nuevo periodismo" se tiempo que necesite, y podrá conseguir mayor
da cuenta aquí por el papel histórico ---el viraje densidad r profundidad en los temas que trate.
estiIístico- que tuvo en los años 60 y porque En una lipoca en que hay una tendencia a la ba-
ilustra ejemplarmente la disyuntiva entre perio- ja en los nedios de comunicación impresos - a
dismo y literatura. tal grado ::)ue muchos periódicos, por su escaso
En el capfrulo sobre deontología periodfstica, en t¡raje, empiezan a dejar de ser masivos-, resulta
lo que se 'Iuiere pensar es en un sistema de convic- ineludible la reflexión sobre los medios audiovi-
ciones personales y deberes sin los cuales la lahor suales que se interponen en nuestra percepci6n
del p 'r¡clclista no tiene razón de ser: un pacto no del munco y de nuestra época y que afectan
t'scrito entre los periodistas y el resto de los ciuda- nuestra inrerpretación de los acontecimientos . .
danos, porque el periodismo es un derecho civil.
En el rramo reservado a la enseñanza del perio- "Las imágenes son mucho más aptas --dice Fer-
dismo se quiere reivindicar la educación literaria nando Savate.r- para comunicar acciones o des-

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Federico Campbell

bordamientos pasionales que razonamientos. La


televisi6n ofrece formas seductoras como la ex-
presividad no verbal, los gozos y las sombras del
cuerpo a cuerpo, la catarata visual y rítmica del vi-
d.eocLp, ~r? .el periodismo escrito tiene el prop6- Géneros periodísticos
SltO de clvlltzar, contrapone a la sensaci6n el
pensamiento y a la imagen subyugadora el sen-
[ido."

Las diferentes formas de expresi6n periodística


suelen catalogarse en géneros no s610 por razones
de orden didáctico (para enseñar y aprender algo
son útiles las clasificaciones) sino porque cada
una de esas formas necesita de un lenguaje espe-
cífico. Sucede en el periodismo como en la litera-
tura: cada uno de los géneros literarios (novela,
cuento, ensayo, poesía, teacro) requiere de un
lenguaje particular. La elecci6n del género de-
pende del tema, de la circunstancia, de lo que
quiere decir el periodista y del efectO comunICa-
tivo que pretende producir.
En los diversos manuales de redacción pcnodí~­
cica cada autor propone una clasificaci6n distinta
de los géneros periodísticos, pero esencialmente
coinciden en cinco:
1. Nota informativa o noticia.
2. Entrevista.
3. Crónica.
4. Reportaje.
5. Artículo (reseña, editorial, columna, artÍculo
de fondo).

A lo largo de su historia, el periodismo o lo que


muy al principio era una simple relación de los

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Federico Campbell Periodismo escriro

hechos expuesta en se ntido crono lógico y del periodistas y lectores van discerniendo los géne-
modo más natural posible -como hacían los ros: la enccevista, el reportaje. la cr6nica, el artí-
cronistas de Indias o los autores de cartas de re- culo de fondo, el editor·ia! y la reseña que,
lación. Cristóbal Colón y Hernán Conés entre aunque ~os menos objetivos y más interpretati-
ellos- ha ido actualizando sus modos de expre- vos que occos, se distinguen cada vez más de la
sión y encontrando formas nuevas. Un cambin forma literaria y tienen como fin principal t('ans-
muy significativo fue la irrupción de las agencias mitir información. Los lectores tienen acceso al
noticiosas y la industrialización de la prensa en el código periodístico e identifican muy bien cada
siglo XIX. uno de ..05 géneros, tal y como el espectador se
Por razones de tiempo y de economía el servi- fue habituando al lenguaje cinematOgráfico.
do del telégrafo eléctrico podía interrumpirse en Sin eobargo, escribe Juan Gargurevich, la pa-
los primeros minutos y no reanudarse y. por otra sión nOI reamericana por la objetividad, la exac-
parte, su COSto aumentaba a mayor abundancia de titud, alcanza su clímax en los años 40, para
palabras. Los redactores de las agencias inventaron iniciar después, en plena Segunda Guerra Mun-
entonces la estructura de la nota informativa: el dial, unl lenta transformación hacia formas más
Iead o entrada y la pirámide invertida que impo- imagim.civas del periodismo, es decir, técnicas
nia una jerarquización de los datos en forma decre- de redactar que aportan un mayor contexto so-
ciente. es decir, de más a menos, de mayor a menor cial, político e histórico a los lectores. Los diarios
importancia en el orden progresivo en que se iba empiezan a asimilar la iniluencia del periodismo
dando la información. Así, se fue estableciendo un llamade· interpretativo que desarrollan revistas
estilo telegráfico de máxima economía verbal im- como TIme y New.rweek.
puesto por la concreción de la clave Morse. En la s úlrimas décadas del siglo xx, hacia
Esta evolución del lenguaje periodístico pronto 1967 por ejemplo, cuando Trumao Capote pu-
se hizo costumbre en los l~ctores. Fue cediéndose blica A sangre frIa (una novela "sin ficción"),
poco a poco a un esti lo más impersonal y, en lo po- empieza a sentirse cierta incomodidad en los pe-
siblc. objetivo. Los redactores de las agencias distri- riodista; norteamericanos como Tom Wolfe que
huidoras de noticias (la estadounidense Associated estaban harros de las convenciones de la objetivi-
Prcss es de ] 844 y la bricánka Reucers de 1857) dad y la imparcialidad tradicionales y, a partir de
fueron impo niendo un código, una convención o entonce.•, los llamados géneros pasaron a fundir-
U11l1 vcrdHd periodística: La relación más JUSta posi- se y a ccnfundirse.
hIt' (.'mre el hecho o 10 dicho y lo escrito. Se estable- El pr(,fesor peruano Juan Gargurevich admite
, ¡t') ,l.'¡;( el primel' género periodístico: la nOticia. que una de las características de este oficio ha si-
ltULI.! finales del siglo XIX y principios del xx, do precisamente la negativa persistente a ser en-
C"I h:ugu.¡je periodístico y la relación diaria entre casillado en fórmulas inamovibles y que la única

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Federico Campbell

regla fija del periodismo es que no bay reglas fi-


jas. Siguiendo la pauta de los artistas plásticos
que primero aprenden las reglas pata después
violarlas de u.na manera original y creativa, el pe-
riodista de los años 70 opta frecuentemente por Nota infonruntiva O lI1lotl.da
el "nuevo periodismo" en el que se desvanecen
las diferencias entre los géneros. Las entrevistas
entran en el reportaje y el reportaje se integra li-
bremente en una crónica que asimila todos los
recursos de la narrativa Literaria: la descripci6n, Entre los géneros periodísticos quizás éste es el
los diálogos, la nota de ambiente, el retrato de que menos permite,el protagonismo del tepor-
personajes. No importan los géneros, dice el nove- tero, que debe hacerse a un lado y procurar La
lista E.L. Doctorow, lo único que hay es narrativa. mayor fidelidad a lo que dice el entrevistado.
Pero por mucho que retornen al periodismo Normalmente se escribe en tercera persona, en
diario antiguos géneros como la crónica, despre- tiempo pasado o en presente, de manera sucinta
ciados por muchos años, siguen siendo básicos y clara, utilizando las palabras de la tri~u (l~s
parp. el estudio del periodismo como oficio aque- más sencillas y comunes a toda la gente), Sin OpI-
llas técnicas que surgieron a fines del siglo XIX y niones ni adjetivos del redaceor, y respondiendo
que se difundieron explosivamente. a las cinco preguntas de la tradición aristocéLic;J.
quién, qué, dónde, con ayuda de quiénes, por
qué, de qué modo y cuándo. Aristóteles (28-\ ·
322 a. C.) llamó "tópica" a este método exposlfl
va de la inflentio retórica porque para recordar
algo basta recordar el lugar que ocupa. Los c.'Ie.'
mentos de la argumentación son lugares o tOpOI
Helena Berisfáin escribe que "en la antigüedad
existen lugares comunes a los eres géneros del
discurso oratorio, y lugares propios de cada géne-
ro. En general, los lugares constituyen categorías
de argumentación, relacionadas no sólo con la re-
tórica sino también, y sobre todo, con la lógica".
Uoa noticia es una información de interés pú-
blico o colectivo, inédita y de actualidad abso-
luta. En su manual Normas básicas, la agencia

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P«ierico CJlmpbel1 PeriodIsmO C'$cri(o

española EFE asicntn que información es "rodo el desaccc,llo de la nota se vuelve muy repetitivo
aquello que, por su novedad, interés e Importan- y si así 11) requ.iere la creútividad del redactor.
cia, sea 110ticiable y merezca, en conSC<.;I.ICI'lcin., ser Una información, según I3l'S. "debe estar redacea-
emitido a cravés de lílS lrneáS de In Agencia" . da de manera precisa. correct:), concisll. clara J
Sin embargo, In not:icia es algo que todos los imparcial. atractiva. pulcra y sencilla",
días debe ser evaluado por el periodista como Si bien una noticia se preseoca en el peri6d.ico
digno de ser publicado. ¿Qué es noticia ? Esta con un tI miar o una encabezado, aores o después
pregunta se la hacen cotidianamente los profe- de un su nario o una secundaria explicativa, el
sionales de la información. Toda la formación y cuerpo p ¡:opio de la nota se compone de una cn-
toda la práctica y coda la experiencia de un perio- trada, un desarrollo y un remate.
dista están encaminadas a afinar su sentido de lo La enuada o lead es un resumen en el que se
que es noticia. destaca 1,) más sobresaliente e interesante de la
"Es imposible definir con exactitud lo que es noticia, 1(n el desarrollo de la nota se van inclu-
una noticia, porque la tarea más delicada de la pro- yendo en orden decreciente de importancia todos
fesión periodística consiste ptecisamente en eso: en sus elementos y antecedentes hasta completar la
definir, día a rua, lo que es noticia y 10 que no es", informac6n y sin presuponer que el lector ya es-
escriben Carla de Martina y Fabio Borufacci en su tá entetado de algunos datos (en el periodismo la
Dizionario pratico di giornalismo. La definición de cantidad es riqueza y es calidad: entre más irlfor-
noticia no es estática sino dinámica, no es una sín- macjones se revelen más rica será la nota). El re-
tesis intelectual sino una actividad cotidiana. mate anuncia al lector el final de la noticia, la
Cuando estos autores italianos afirman que conclusi<io que con un buen recutso de estilo
una noticia es un hecho poco usual. en realidad puede aludir a la enceada de la nota, resumir con
reproducen el criterio de la escuela norteameri- otras pah.bras su sentido y conseguir una circula-
cana de que lo "noticiable" es todo aquello que ridad qil( ' cierre y amarre toda la exposición.
sale de lo normal o es disfuncional en el sistema. De prelt:rencia con frases cortas. y siempre aren-
Un perro que muerde a un bombre no es noticia. diendo a los imperativos de precisión. corrección,
pero un hombre que muerde a un perro sí es 00- claridad t imparcialidad. la nOta informativa o no-
t 1<.: Hl. La idea es que como un periódico no puede ticia se ccnstruye en sentido inverso al de la trage-
publ icar todo lo que sucede, el criterio ha de ser dia clásicl aristotélica (la que el estagirita propone
jo exu';¡ntd innrio O 10 excepcional de un hecho. en su lbélica), No prosigue la secuencia plantea-
BI1 la redacción de la noticia es recomendable. miento-desarrolla-desenlace. Al contrario: empie-
"11 principio. seguir la estructura más elemental za por el d.esenlace. con una frase concisa (entrada)
d(· bl (rase en castellano. es decir: sujeto, verbo y que reSWQe lo esencial de la informaci6n, y luego
l'Iedicado, pero este orden puede alterarse si en procede al planteamiento y al desarrollo.

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Federico Campbell Periodismo ("$("rito

El cuerpo de la noticia se desenvuelve según la males a tres individuos que la hablan violado, se ..
fórmula tradicional de la pirámide invenido. gún el semanario Politika Itusfree.
(que más bien es un triángulo equilátero de Cíl- Aunque señaló no poder garantizar la veraCI-
beza) impuesta por los redactores de las pri meras dad de la venganza, el periódico dijo que es una
agencias noticiosas en el siglo XIX. El redactor va historia de la que se habla mucho en la región de
escribiendo de más a menos, en orden de impor- Backa, cerca de Be1grado.
rancia desvanecente, para el caso de que en cada Según esas versiones, la víctima, vetetinaria de
peri6dico se necesite cortar por razones de espa- profesión, transportó un día a tres jóvenes que es-
cio. La subordinación al orden cronológico es peraban un medio de locomoción en una carretera.
inadecuada y confusa para una narración perio- Los individuos la violaron uno tras Otro. Ella,
drstica. La estricta secuencia temporal sólo es ad- en vez de gritar, dio la impresión de que estaba
misible en la cronología de un suceso. Sin encanrada y, para probarlo, invitó a sus agresores
embargo, Álex Grijelmo siente que la pirámide a tomar una copa en su casa.
invertida ya no es imprescindible en nuestro Una vez llegados, les sirvió una bebida donde
tiempo de computadoras. había diluido un poderoso somnífero.
Antes del sistema de la pirámide invertida, las Cuando los tres violadores quedaron profunda-
not~ se redactaban en sentido cronológico: en su- menee dormidos, la veterinaria sacó instrumentos
cesión temporal sin destacar al principio el rasgo que normalmente emplea para tratar animales y.
sobresaliente del hecho. Los redactores de las agen- sin prisa, les extirpó todas sus posibilidades ffo,;icas
cias, por la inseguridad técnica de las transmisio- de tener otras aventuras galantes.
nes y por economía de tiempo, fueron imponiendo
poco a poco la estructura de la nota informativa. Se En su cuento "El Aleph" Jorge Luis Borgcs hat.:e
estableció la norma de anunciar de entrada el tema esta observación elocuente: "Lo que vieron mIS
del despacho, por si se interrumpía la comunica- ojos fue simultáneo: lo que transcribiré, SUC.t'~1
ción alámbrica, para después enviarla completa. va, porque el lenguaje lo es."
El siguiente es un ejemplo de la forma conven- Borges nos recuerda que pensamos, hablamos
cional en que se redacta una nota informativa de y escribimos sucesivamente, porque estamos inser-
agencia noticiosa: tos en una temporalidad y porque el lenguaje y
la escritura son progresivos. Esto no quiere decir
UNA VETERINARIA CASTRÓ que toda redacción deba ser cronológica, mucho
A TRES JÓVENES QUE LA VIOLARON menos la periodística. Se sabe que la memoria, el
proceso de recordar, no siempre obedece al orden
BELGRADO, 22 de mayo (AFP). Una joven ve- cronológico. Lo mismo sucede con la narración
terinaria yugoslava consiguió castrar como ani- cinematográfica.

24 25
Federico Campbell PerlC)(,llsmo tSCrlfO

La composición de la nota informativa, pues, Damiana Cisneros, cQClOcra del hombre fuerce
tiene sus teglas, y una de ellas, la principal, es de la loc;; lidad, dijo que Abundio Marc(nez se
que se invierte el orden de sus componentes y el había pre::entado por la mañana en la Medm Lu-
final de la pequeña historia es su principio. na para p!dir a don Pedro una ayuda y que éste
En la novela de aventuras y en el cuento clásico se la habÍl negado. Desesperado, Abundio Mar-
jnfantil el clímax se sitúa al final. Sólo en el últi- tínez necesitaba dinero para enterrar a su esposa
mo momeoco el Lobo se come a Caperucita. Esa que acababa de fallecer. Al caer la tarde, y en
es la conclusión del relato. Si en el cuento poli- completo estado de ebriedad, el hijo del cacique
ciaco tradicional (el que tiene como sustento un volvió a h. hacienda para matar a su padre.
enigma) la identidad del asesino se reserva para
el último párrafo, en la nota periodística ha de A través :le las respuestas a las preguntas qué,
empezarse por revelar su nombre y todos sus da- quién, cóm,J, cuándo, dónde y por qué, se quiere esta-
tos cuanto antes, en las primeras líneas. Así, al blecer el hecho, el sujeto, la forma, el momento,
informar sobre un partido de beisbol, antes de el lugar, y la causa alrededor de un aconteci-
referir los pormenores del juego, el cronista debe miento O(lticioso.
empezar por establecer cuál equipo ganó y cuál Sin embargo, como se dice en el El Pals. Libro
perdió. de estilo, "d primer párrafo no dehe contener ne-
La novela Pedro Páramo, de Juan Rulfo, conclu- cesariame:lte (aunque sí es conveniente) las clási-
ye con el asesinato del cacique por uno de sus hi- cas respUEStas a las preguntas qué, quién, cómo,
jos. Sólo en la última página ocurre la muerte del dónde, cuándo y por qué. Estas seis respuestas
personaje: "Dio un golpe seco contra la tierra y pueden es¡:ar desgranadas a lo largo de la informa-
se fue desmoronando como si fuera un montÓn ción, lo cual requerirá dos o, quizá, tres párrafos,
de piedras." pero siempre según la mayor o menor importancia
Una nota periodística sobre el mismo hecho que cada ¡; na de ellas tenga en cada caso".
rezaría de la siguiente manera:
DESPIADADO ATAQUE DE ABEJAS
COMALA, 3 de mayo (A..FP). El cacique mexica- AFRlCANAS EN TIXTI.ANCINGO
no Pedro Páramo fue asesinado hoy por uno de Rafael Rj,·era, corresponsal.
sus hijos, Abundio Martínez, quien ya se en-
cuentra preso. I COYUC}, DE BENfTEZ, Gro., 25 de junio.
Cuando depositaban flores en el panteón de la lo-
Pedro Páramo descansaba a la entrada de su
hm;icnda de la Media Luna cuando Martínez,
uno de los numerosos hijos que tuvo con diversas I calidad de Tixtlanc.ingo, perteneciente a este mu-
nicipio, c. neo personas fueron atacadas por Un
mujeres J(, la región, lo atacó a cuchilladas.

26
¡ enjambre de abejas africanas que permanecían

27
Federico Campbell Periodismo t'~cnw

ocultas en una de las criptas, informó el comisario Por último, mencion6 que las tmmpa~ '111t' h.l
municipal, Ignacio Celestino Villaoueva. puesro la secretaría del ramo para el control de: 1.1
Señaló que las personas lesionadas seriamente abeja africana no sirven para nnda, ya que lo~ f;'n-
por los múltiples piquetes son: Francisca Lozano, jambres en vez de disminuir, numen!;]n cada día
Jesús Marcínez, Maribel y Maricruz Robledo. así y existe el riesgo de que cobren m,ls víctimas y
como Maricarmen López. Los primeros fueron de que disminuya la producción de mIel, debido
internados en clínicas particulares de esta pobla- a que las personas que se dedican a es:a actividad
ción y la última en Acapulco, ya que su estado es tienen cemor de seguir desarrollándola por el pe-
grave. ligro que representa la abeja africana.
De acuerdo con la versión del comisario muni-
cipal, las personas mencionadas se encontraban Cada párrafo que se añade a una nota informativa
en el cementerio de Tixtlancingo depositando puede ser el último que lee el lector. La estructu-
flores en la tumba de un familiar fallecido, cuan- ra de la noticia está calculada para que el lectOr
do de pronto vieron que hacia ellos se abalanzaba suspenda la lectura de la información antes de
una mancha negra que salía de otra cripta. sien- que el escrito concluya. Con sólo leer la entrada y
do atacadas despiadadamente por las abejas, y de los primeros párrafos, el lecror debe quedar sufi-
nO lhaber sido por la intervención de unos veci- cientemente informado de lo que sucedió.
nos. la situación hubiera llegado a mayores, pues Si el despacho de una agencia de noticias, o la
ellos las hicieron huir prendiendo aororchas. nora de un reportero o redactor, no cabe en el es-
El comisario dijo que a pesar de que el repre- pacio que tiene disponible el periódico, debe
sentante de la SARH en la región, Humberco Eva- cortarse por el final, de abajo hacia arriba, pres-
risto Marrínez, fue avisado de estos hechos, no ha cindiendo de los últimos párrafos.
tomado cartas en el asunto, así como tampoco de
Otros casos de animales de campo, como caballos,
vacas, cerdos y chivos que han muerto víctimas
de picaduras de abejas africanas.
1 ndicó que se ha pedido gasolina a fin de in-
ce ndiar el lugar donde se encuentra el enjambre
de abejas en el panteón de la localidad, pero que
tampoco le han dado ninguna respuesta favo-
roble.
Men cio n6 que exi.sten más enjambres de esta
nbC;'ja en las comunidades de Platanito, Platanillo
y A,Iotwt Zarca.

28 29
La entrevista

Hay muc:las clases de entrevistas pero no todas son


periodísticas: la conversad6n encre un médico y su
paciente, Las preguntas que hace un detective a di-
versas pel sonas durante su investigación, el inter-
cambio de datos e impresiones entre un jefe de
personal ~ ' el aspirante a una plaza, el diálogo que
se establece entre los alumnos y su maestro en la
clase, la p.:ovocaci6n a la inteligencia que mediante
la mayéutica Sócrates hacía a sus discÍp.1los. I
Lo espe:ífico y distintivo de la entrevista perio-
dística es su finalidad: el entcevistador entrevista
al entrevistado con el prop6sito de recabar infor-
mación y publicarla en una revista o .1 0 periódi -
co. Por e:;o la primera regla del juego es que el
entcevistador se identifique: dé su nombre, diga a
cuál medio jnformativo peccenece y establezca
qué tema es el que quiere tratar con el entrevista-
do. Sólo así, de entrada, se tiende una relación se-
ria, profe~ional, leal, con el entrevistado . .
La entr4:vista es un diálogo entre un periodista
y un suje :0, transcritO en forma de preguntas y
respuestas o en bloques descriptivos con frases
entrecorni lladas. En todas sus indagaciones, cuan-
do sale en busca de la información, el reportero
hace entr! vi s tas: toma nocas, graba, recoge de-

31
Federico Cnmpbcll

claraciones. Pero no siempre, sobre todo si o;e tra- puestos, su presentación será lá de un rcporr'lIt' u,
ta de una noticia, presenta su textO en forma de si tiene interés como información de anuol".I.IJ
preguntas y respuestas. Este formato lo reserv.t In de una noticia, en ambos casos con su\ ( Orrt ·.."
para un trabajo de redacción de mayor desplte pondientes entrecomillados, como reco miendan
gue en el que importa la personalidad y In o;igol- los editores de El Paú. Para lo que se denomina
ficación social del entrevistado. La idea de "entrevista-perfil", el mismo libro de estilo esta-
most-rar por escri to cómo se fueron eslabonando blece que este tipo de entrevista "admite una ma-
las preguntas y las respuestas pretende hacer ver yor libertad formal, al no ser necesaria In fórmula
aote el lecror cómo es el entrevistado, qué piensa pregunta-respuesta. En este caso se pueden in -
y cómo razona lo que piensa; es decir. el periodIs- cluir comentarios y descripciones, así como inter-
ta tcata de hacer un rerrato, un profile --como se calar datos biográficos del personaje abordado".
dice en la jerga norteamericana, especialmente Lo que no hay que perder de vista es que el en-
en la revista The New Yorker- del entrevistado, a trevistador irrumpe con sus preguntas en el flujo
qujen por sus palabras se le conocerá. mental del entrevistado. qujen expresa sus ideas
En su manual de redacción, la agencia españo- y hace declaraciones que de otra manera no hu-
la BJ1J3 considera dos tipos de entrevistas: bieca hecho. Yes que la entrevista es una interlo-
\ L'lS que tienen un formato de preguntas y res- cución, el encuentro de dos inteligencias: unn
puestas y aquellas Otras en las que las ideas. la relación humana en la cual cada uno llega con su
personalidad, las obras, la biografía y las circuns- personalidad y su bagaje cultural , de la que s urge
tancias actuales del entrevistado constituyen un texto distinto al que elaboraría una p~rs o n a
parte importante de la información. Tanto en el en la intimidad de su escritura. Por eso es fre-
primero como en el segundo caso, después de los cuente que el lector se interrogue : ¿qui én es c:l
tres primeros párrafos, deben incluirse un resu- verdadero autor de la entrevista?
men de las declaraciones más importantes y al- La interview (como se le empezó a llamar en
gunos datos sobre el entrevistado. Nueva York hacia 1836) responde a una amorÍo,t
En El Paú. Libro de estilo se reconocen tres mo- doble: la del entrevistado y la del entrevistador.
dos de hacer entrevistas: la entrevista de decla- Ambos son activos y pasivos alternativamente.
raciones, la entrevista-perfil y una mezcla de aunque sea el entrevistador el que conduzca la
ambas. conversación con preguntas dirigidas que inten-
Las declaraciones obtenidas mediante el diálo- tan mantener al entrevistado dentro de un cierto
go con un personaje no siempre han de adquirir campo temático. Ambos son autores de la emre-
la forma de entrevista. La presentación con pre- vista, a pesar de que paca fines del derecho de au-
guntas y respuestas debe reservarse para las cor sea el periodista el titular de ese derecho
entrevistas extensas y a fondo. En los demás su- (copyright). En el periodismo francés se tiene la
Federico Campbcll Periooi,mo eslr¡ttJ

cost umbre de no firmar J~s entrev istos, como toro Ha de! hacer preguntas br{'vc~ , chlm~. pn.:d-
concediendo que el emreviswclor no es dueño ni sas, sobre el tema convenido con el cnrrcvlswuO,
¡¡tutor al cien por cien ro de su texto. S610 al final pero al mismo tiempo debe rener el InStinto, )n
de la entrevista se nsienra la frase proPO! recueillis intuición. el tacro, para dejar hablar al entrevi.s-
par, que precede al nombre del periodista. (Lite- tado, pan. no interrumpirlo si ~s[c cnl r-.l en una
ralmente propos significa dichos y rcc/l.eillis reco- digresión cada vez más aparcada del tema, pOrque
gidos.) muy frecuentemente en las chgresiones se tocan
E l trabajo del entrevistador consiste en hacer aspectos que el entrevistador no había previsro en
hablar a la gente. Todo el mundo tiene algo que su cuesticnario y que pueden ser de gran interés
decir y, con algunas excepciones, desea que al- periodísti:o o reveladores.
guien venga y se lo pregunce. Pocas personas son El entrevistado, por su parte, suele ser alguien
capaces de guardar un secreto. Pero el periodista con autOI idad en cierto campo profesional: un
nunca debe olvidar que es un intermediario, un científico, un historiador, un militar, un arrista,
representante del lecror y no un protagonista: es un policÍ.l, un médico, un político, un técnico
un espectador, no un actor. Tiene que sabe r escu- del que St ' requiere su conocimiento especializa-
char y no hablar, salvo e n el momento de hacer do, pero lumbién puede ser alguien que ha sido
una acotación o soljcitar una aclaración. Debe testigo de: un acontecirnjenro, un cjudadano co-
trabajar con la imparcialidad de una mente abier- mún y ce.rriente. La condición es que algulien
ta, sin prejuicios, es decir: sin juicios preconcebi- tenga aut'Jridad o conocimiento sobre un tema o
dos. las mejores entrevistas suelen ser aquellas en un hecho.
las que el periodista desaparece, no se nota, no le Hay tres fases en la realización de una entrevis-
roba cámara al entrevistado. En eso consiste su ta: la preparación, el encuentro y la redacción.
buena educación, su elegancia, su respeto por el Desde el momentO en que se gesta la idea perio-
lector y el entrevistado. dística y !.e piensa en un posible entrevistado, el
Sin embargo, un entrevistador no es un taqui- entrevista 10r empieza a indagar en un diccionario
mecanógrafo que toma al dictado todo lo que le biográficc. entre amistades o colegas de profesi6n
dice el personaje entrevistado. Sus preguntas pue- cuál es el ·:arácter del entrevistado y qué ha hecho
dt,;n ser críti as y plantear objeciones. No puede de notablt! en el terreno de su especialidad. Entre
ser complncjellCc ni renunciar a su dignidad de re- el instante en que solicita la entrevista identifi-
parrero l lllC rcaliza un trabajo profesional y de in- cándose a sí mismo --dando el nombre del medio
tt'tC::~ publico. Paree del hecho de que la gente, en en el que trabaja y planteando de manera inequí-
IIIl.I ~()(. It'd,ld democrática, tiene derecho a saber voca el tema que desea ttatar y la hora convenida
todo lo (.nr'H.('l'Il lerHt,: n la vida pública. No puede con el ent :evistado-- el enuevistador puede tener
PI 1111'1":1' ;tI \crVIClO, pasiv:ul'lcnce, de su interlocu- poco o mucho tiempo para prepararse.

35
Federico Campbdl

Como en el reportaje, en la entrevista también ma? ¿Cuál es su pnmer paso? Sólo W'IW l " IHlfll
se tiene una hip6tesis periodística previa. Ames de bre del ingeniero agrónomo, sabe ~u rt'léfllllu y d
emprender su indagación. el periodista parte ele lugar en que trabaja. Por lo pWIHO, cmpu:u 1\
una idea anterior. un indicio, un rumor, una infor- gestionar la cita. Debe identificarse, dilr el nom -
mación (la materia prima del pericxlismo) O de una bre de la publicación a la que pertene<.:e y ot'flmr
noticia que la lectura de los periódicos le sugiere el rema que desea tratar en la entrevista. SI su fu-
coO')o no investigada suficientemente. Por ejem- turo interlocutor está de acuerdo, SI accede <\ h.1-
plo: hay indicios por algún comentario casual de blar sobre el tema convenido para que la
alguien o por una nota jnformativa breve de que entrevista se publique en el medio informati VO
en el VaUe del Yaqui, en Sonora, hay un problema del reportero. ambos se ponen de acuerdo y fija.n
de salud y de contaminación debido a la cantidad una hora para el día siguiente o después.
de productos químicos (plaguiciclas, por ejemplo) Mientras tanto, aún en la f-dSe de preparación,
'luC se han vertido en las tierras agrícolas durante el periodista indaga si el nombre de su entrevIS-
cuarenta años. ¿Realmente se trata de un asunto tado aparece en algún diccionario biográfico o
¡.;rave? ¿Se registran enfermedades, por ejemplo, profesional, si ha publicado libros. si ha dado
en los pilotos fumigadores? ¿Es cierro que a cierra conferencias. (El diccionano Milenios de Mixi,:o,
~dad cienen hijos deformes? El trabajo del perio- de Humberto Musacchio; editorial Raya en el
dlsro consisre en invesdgar esa hip6tesis. El direc- Agua. México. 1999. es una obra de consulta
tor o el jefe de información da la orden al reportero muy útil en estos casos.)
y le indica que entreviste al ingeniero agrónomo La secretaria. los amigos. los colegas oC' profe-
Fulano de Tal, una autoridad en la matecia, y a un sión. tos familiares, pueden sumlntscmr daco... im-
médico especializado en salud pública. porcantes sobre el entrevistado: c6mo C'S, c:: u<iles
No hay que olvidar que las entrevistas suelen son sus gustOS, cómo es su camucr, J6nJl' ha VI .... I
ser fundamentalmente de dos clases: informativa do, especialmente si el enfoque de ).1 cntrc:v, ... t.1 va
y de semblanza. En la primera se trata de bordar a ser de semblanza. Pero la fuente mii.. ,iral y proit
alrededor de un tema. el de la contaminación en tica son los recorces de pen6clKos: roc.lo pt:ru:klhl ..
el Valle del Yaqw, por ejemplo y en ese caso lo lleva su archivo personal, suele lC<'f los p<:rllxlJ(()\
que importa es la información. En la segunda con una tijera en la mano y segulrlc la pi'l.J ,11,.1 :'(-
clase de enrevista, lo que cuenta es la personali- tOS asuntoS que (lo sabe muy bien. puesto que tl(.' -
dad del sujeto entrevistado. su modo de ser, su ne el hábito de leer varios periódicos todos lo~
visión del mundo, sus opiniones. porque él en sí días) van a tener actualidad tarde o tcmpmno.
mismo es nocicia. Tanto si va a hacer una entrevista informativa
¿Qué hace el periodista si no sabe nada acerca como una de semblanza, el periodista tiene que
del pCr'ionnje que va a entrevistar ni sobte el te- documentarse sobre el tema y sobre su encrevis-

36 37
Pedt:rit:o CampbdJ Periodismo ~cr¡tO

tado. Una vez que cuenta con un mínimo de in- tema: muchas veces en las digresiones se cocnn
formación, es conveniente que elabore por escri- aspectos no previstos que p~eden .apor~ar mll~or
to un cuestionario o bien enumere una serie de riqueza a la información. 51 la d1gresl6n es 10 ·
temas que habrá de seguir en el curso de la con- trascend( 'nte, hay que situar de nuevo :'11 entre·
versación porque él, el reportero, es el conductor vistado ,! n la línea temática que se cstabt\
de la entrevista. siguiendc, en la entrevisca.
Es necesario llegar al momento de la entrevista No es recomendable que el entrevistador se
con un mínimo de conocimienro del entrevisra- enfrasqm en una discusión personal con el entre-
do y de su tema. El entrevistador no tiene que sa- vistado. Ciertamente podrá objetarlo o tenderle
berlo todo, pero sr evidenciar (por un mrnimo de preguous críticas, incluso en:ba~azosas (si es
cortesía) que está enterado en términos generales inevitable: no hay preguncas lndlscretas, sólo
de la materia que se va a tratar. De lo contrarlo, hay respuestas indiscretas) o pedirle una aclara-
si exhibe de eocrada su ignorancia, corre el riesgo ción, pero no tiene por qué imponerle su punto
de que el entrevistado desconfíe de él y de su ca- de vista porque él, el entrevistador, no es el pro-
pncidad para transcribir y comunicar lo que se tagonista. De lo que sí debe asegurarse es de que
csd diciendo en la entrevista. cada una de sus preguntas contenga un argu-
Huelga decir que hay que ser puntual y respe- mento. Por eso es necesario que llegue lo mejor
tuOS(), cortés y tolerante. Al iniciarse el encuen- preparad,) al momento de la entrevista, tantd co-
tro, el entrevistador habrá de mostrarse cordial e mo para :ambiar las preguntas si las circunstan-
ir al grano para no dar la sensación de que está cias del coloquio lo americano
desperd iciando el tiempo del entrevistado. Debe ·Se dehe usar grabadota (o magnetofón, como le
saber preguntar y escuchar, pero no dar la impre- di~en en España) o tomar notas en una libreta?
sión de que es demasiado pasivo: un entrevistador Ha habido la creencia en los últimos años de
no es un mero transcriptor; es alguien entrenado que la grabadora inhibe al entrevistado o pertur-
profesionalmente para valorar y jerarquizar la in- ba la espontaneidad de la conversación. Por eso
formación en el momento de componer el texto. es muy fJ ·e cuente que los estudiantes de periodis-
Si bien concede la palabra al entrevistado y lo de- mo se pr:!gunren si deben grabar o tomar notas.
ja hablar, ha de tener el criterio suficiente para La verdad es que todo está en relación con el caso
interrumpirlo s6lo cuando sea necesario, para so- particular y las necesidades del periodista: en
licitarle alguna precisión O preguntarle por qué cierras o:asiones, como cuando se hace una en-
dice lo que está diciendo. Sin embargo, también trevista I~n un idioma distinto al del entrevista-
debe tener la sensibilidad y la inteligencia para dor, es indispensable el uso de La grabadora para
no interrumpir al entrevistado cuando éste incu- registrar las palabras que uno no conoce y poder
rra en una digresión o aparentemente se salga del así busc~ rlas en el diccionario en la última fase

38 39
F~erico Campbell Petlodismo csunu

de transcripción y redacción. Que se inhiba o no Como el trabajo de! penod,sm c.:on'u.'itc t'n ~In·
el entrevistado con la grabadora depende de cada tetizar y parafrasear o citar entre comiJ1ru fr.I'C\ o
individuo entrevistado. La experiencia de los úl- pátrafos breves, en simplificar sin rr'lI' lonM el
timos años nos dice que la gran mayoría de los sentido de las declaraciones, el tomar nOtil':; obli-
entrevistados no objeta el uso de la grabadora, ga a estar más alerta y a ponet más atenci6n en In
sobre codo en estOs tiempos en que los aparatos que está diciendo eL enuevistado porque de he-
ele~trónicos abundan a nuestro alrededor y se c ho , en el momento mismo de la encrcvisrn, c.:l
ven con naturalidad. En todo caso, si uno quiere reportero ya está escribiendo mentalmente, es
u.tilizar la grabadora porque le gusta, porque se decir, ya se encuentra en la práctica de compri-
slen~e más cómodo y más seguro coa ella, porque mir, ya se involucra en el proceso de redactar de
no tiene una buena taquigrafía personal y sus no- la manera más sucinta posible. Por e! contrario,
tas de pronto se parecen más al árabe que al cas- si el reportero se atiene a la grabadora, es posible
tdl:lno, lo que se debe hacer es simplemente que su capacidad de concentración, atención y
co locarla y encenderla frCinte al entrevistado sin retención disminuya.
pedirle permiso y sin mencionarla: no hay por Estas reflexiones valen sobre todo en el caso de
qu~ adelantarse a lo que piensa o siente el entre. la entrevista de declaraciones. Si de lo que se tra-
rvistado. ta es de captar e! estilo, la personalidad verbal de
En última instancia, utilizar la grabadora es un escritor, por ejemplo, que habla mejor de 10
cuestión de gUStO y de bábito. Muchos periodis- que uno escribe; si lo que importa es transcribir
tas, tal vez la mayoría, no la usan: prefieren to- con toda precisión los mati ces que el entrevist:\-
mar notas porque sienten que valerse de ella es do da a sus razonamientos en torno a un tema de-
trabajar doble y desperdiciar tiempo. y. en efec- licado, entonces no hay por qué renunciar id ll!'iO
to, transcribir línea por línea una grabación es de la grabadora. Al contrario; hay qut' .c¡ aber
volver a recorrer segundo a segundo (que a la aprovechar todos los recursos de la tecnologín .
postre suman horas) el mismo camino y emplear De igual manera es pertinente utilizar In gra
demasiado tiempo en una labor mecánica. badara en entrevistas con impli caciones legalc:s
Cuando ve uno a un periodista extranjero que complejas, como cuando un médi co emite una
llega al país para hacer un reporcaje o unas eotre- opinión de perito O un reo en la cárcel argumenta
viseas suele llamarle la atención que, en la mayo- su inocencia. En ese caso la literalidad de la frase
r(u. cI~ los casos, saca su libreta de apuntes. entrecomillada debe tener el apoyo, la prueba, de
ASimismo en las conferencias de prensa formales una grabaci6n, para evitar reclamaciones o acusa-
c uando no son a la carrera en la caile o en algún ciones de infidelidad o de difamación.
aeropuerto la mayor parte de los corresponsales Por tanco no puede aseverarse tajantemente
ron"ll1l'l notas. que en lus entrevistas só lo se debe grabar o sólo

40 41
FC'dC'rico Campbell PC'riocHsmo escrito

se debe tomar nOtas. Hay ejemplos para todos los cambio, uno tiene la impresión de que el entre-
gustos. Uno se puede encontrar con tantos repor- vistador no está oyendo lo que se dice, ni le Im-
teros que usan grabadora como con tantos otros porta, por::¡ue cree que la grabadora lo oye todo.
que prefieren tomar notas. y se equivoca: no oye los latidos del corazón, que
Yo, en lo personal, siempre he tenido la impre- es lo que más vale en una entrevista."
sión de que cuando grabo, transcribo; y de que
cuando' tomo notas, escribo. Me sieoco menos En una en :revista que se le hizo en abril de 1979,
pRSivo cuando apunto lo que me dicen que cuan- en la revisl:a francesa Ure, Roland Barrnes escuchó
do pongo una grabadora frente al entrevistado. de Pierre Honcenne la siguiente pregunta:
Si resulta que mis notas son legibles , entonces
me siento más creativo y contento porque realizo "-Este instrumento que está entre los dos, la
una escritura procurando ser fiel al sentido de las grabadora, intimida, incluso inquiera mucho a
declaraciones. En el Otro supuesto, en el caso de los inteleccuales. ¿Ya usted?
registrar todo lo dicho en una cinta magnetofó- -Es verdad que la grabadora me molesta un
nica, me siento un mero transcriptor pasivo y poco -re~ pondió el autor de El gradQ cero de la es-
servil, abrumado por un trabajo monÓtono e in- critura y Mitologías- pero, según lo dice esa ex-
soportablemente mecánico y por tanto estéril. presión extraña, me hago cargo. La grabadora no
Me vivo haciendo una labor que muy bien podría deja hacer tachaduras. En la escritura, yeso eJ lo
llevar a cabo un taquimecanógrafo: privo de codo maravillas:>, los medios de tachar son inmedjaros.
placer a la composici6n por escrito, al menos en y en el habla existe un código gtacias al cual se
esa primera etapa de transcripción. puede tad.ar lo que se acaba de decir: 'no, no qui-
Gabriel Gacda Márquez, periodista de toda la se decir es')', etcétera. Con la grabadora, hay una
vida, explica mejor que nadie estas vicisitudes rentabilid~td tan grande de la cinta que uno tiene
del oficio: dificultadc:s para corregirse y se vuelve más arries-
gado habla."
"Un buen entrevistador, a mi modo de ver, debe
ser capaz de sostener con su entrevistado una
conversac ión fluida, y de reproducir luego la
esencia de ella a pattir de unas notas muy bteves.
E l resultado no será literal, POt supuesto, pero
creo que será más fiel. y sobre todo más humano,
como IQ fue dutante tantos años de buen perio-
dismo antes de ese invento luciferino que lleva el
!lumbre abominable de magn.etofón. Ahora en

42 43
La entrevista escrita

La fase culminance de la entrevista es la composi-


ción por escrito. En esta etapa final el reportero
decide el orden de las secuencias: la apertura, el
cuerpo del texto, el rematc.
Luego del trabajo de transcripción, a partir de
notas o de una grabación, el entrevistador tiene
que jerarquizar los datos y decidir el lugar que
habrán de ocupar a lo largo de la encrevista. De-
be asimismo elegir un frngmenco de apercuw: al-
gunas de las líneas más dramáticas o más valiosas
desde el punco de vista de la novedad periodísti-
ca con el objcco de atrapar la atención del lector.
Trátese de una encrevisra de semblanza o de
una de declaraciones, el redactor puede parafra-
sear al ir resumiendo, guardando la mayor fidelI-
dad a lo dicho por el entrevistado o bien cicar
eoree comillas las fcases más significativas. Puede
no respetar la literalidad de las respuestas, pero
tiene que ser fiel al sentido de las aseveraciones y
al escilo de hablar del encrevistado. Si es necesario
precisar algunas ideas o ratificar o rectificar la
grafía de a lgunos nombres, debe comunicarse de
nuevo con la persona que entrevistó.
Corresponde, pues, al criterio literario del pe-
riodista ir ordenado los diferentes tramos del

45
Federico Camp!xll

texto, alternando párrafos descriptivos o infor- ci (Em,.evlffrJ.i ('011 In his/(xia) O Elena Ponincowska.
mativos con pasajes en que la entrevista aparece (Todo Mb:ico).
dialogada. En castellano los diálogos de las nove- En ClUl( co n bs ClltrCVI:;t"dS espcdfiC;lJllcnrC lite..
las y las entrevistas se indican por medio de rarias, el 1 bro más nocnble sigue sie ndo El rificio de
guiones (-) y no, como en inglés, con comillas. escritor. Es. una recopilación de las entrevistas con
De una combinación eqwlibrada de descripcio- escritores que a lo largo de su existencia, desde la
nes y diálogos dependerá en buena parte la ame- primavera de 1953. ha publicado The Paris Ré-
nidad de la entrevista. vZeUJ.

Juan Gargurevich recomienda hacer ejercicios El Ofic1/' de escritor es una selección de los pri-
de descripciones del físico del entrevistado y de meros do; volúmenes editados por The Viking
su modo de expresión, así como del ambiente en Press, de ~ueva York, bajo el dtulo de Writers al
que se desarrolla la entrevista. Por ejemplo, el work. En sus páginas se dan cita figuras consa-
entrevistado puede ser alto, bajo, gordo, flaco. gradas cerno E.M. Forster, William Faulkner,
Hay que fijarse en su rostro, su mirada, sus pó- Alberto l.{oravia, Ernest Hemingway, Truman
mulos, sus mejillas, y tratar de percibir su estado Capote, Aldous Huxley, Henry Miller. Ezra
de ánimo: melancólico, retraído, extrovertido, Pound y otros. La edición mexicana y la traduc-
locuaz, alegre, crítico, solemne, informal. Tam- ción estu·lieroo a cargo del novelista puertorri-
bién su modo de vestir puede reflejar parte de su queño Jmé Luis González. I
carácter y de su estilo de vida, su clase social, su El tema común de todas las entrevistas es el
gusto. Todos estos elementos y muchos Otros proceso de la creación literaria. La primera de ellas,
permiten realizar un tetrato escrito del persona- con el nmdisca ing lés E.M. Forster. sirvió de mo-
je, si de lo que se trata es de reflejar su personali- delo, por m excelencia y su estructura, a todas las
dad ante los lectores. posteríon·s. Dos j6venes escricores norteameri ca-
U n ejemplo notable de lo que pueden llegar a nos (trabz.jaban en pareja, como los policías, dice
ser las descripciones se encuentra en los textos José Luis González) se encargaban de conducir la
del novelisra español Juan Ma.rsé recogidos en Se- entrevistL. presentando a veces a los hombres de
ñoras y serlores. Marsé describe, dedicando una letras las pteguntas con anticipación.
cuarti lla a cada uno, a Marlon Brando, Augusto Corno los autores de las entrevistas no ·dispo-
Pinochet, Laura Antonelli, Felipe González, Jane nían en un principio de máquinas grabadoras, o
Fonda y Otras celebridades. no les gu .raban, ambos anotaban a toda veloci-
Por supuesto, la mejor forma de familiarizarse dad las reipueStas a sus preguntas y después con-
con e l arce de la entrevista es leer a los grandes frontabar las dos versiones. "Más tarde, cuando
entrevistado res y entrevistadoras que ha habido fue posible utilizar una grabadora, el trabajo se
en la historia del periodismo, como Oriana Falla- simplifiCti: las entrevistas se desarrollaban en dos

46 47
Federico CampbelJ Periodismo escrito

o ttes sesiones, al cabo de las cuales los redactores que no de analizar. De manera general, las entre-
mecanografiaban el material, lo reducían a la ex- vistas son bastante penosas para mí y en algún
tensión deseada, lo organizaban en orden lógico momento quise renunciar a ellas. Incluso me ha-
y se lo enviaban al entrevistado para su aproba- bía fijado una especie de última entrevista. Pero
ción. En ocasiones éste se tomaba un interés es- después me di cuenta de que se tracaba de una
pecial en el texto y lo enriquecía con nuevas actitud excesiva: la entrevista forma parte, para
preguntas de su propia cosecha", escribe en la decirlo de manera impertinente, de un juego so-
presentación José Luis González. cial que no podemos eludir o, para decirlo de
El traductot y compilador no quiere concluir manera más seria, de una solidaridad de trabajo
su prólogo sin hacer antes este reconocimiento: intelectual. entre los escritores por una paree y
los medios de comunicación por la otra. Existen
".Es de justicia reconocer en los autores de las en· engranajes que hay que aceptar: si se escribe es
trevistas una virtud extraordinaria: haber sabido para ser publicado, y si se publica hay que acep-
resistir la tentación de exh ibir su propio ingenio tar lo que la sociedad le solicita a los libros y lo
y sabidutía y de deleitarse escuchando su propia que hace con ellos. En consecuencia hay que
voz. Uti lísima lección que deberían aprovechar prestarse a la entrevista, tratando a veces de fre-
Imuchos de quienes entre nosotros cultivan, a ve- nar la demanda.
ces con mejores intenciones que resultados, el -¿Por qué las entrevistas le son penosas?
ameno pero difícil arte de la entrevista." -La razón fundamental reside en las ideas que
tengo sobre la relación entre el habla y la cscriru·
Un punto de vista interesante es el del entrevista- ra. Amo la escritura. El habla me gusta s610 en
do. ¿Qué pensaba, por ejemplo, un escritor como un marco muy particular. el que fabrico yo mi~­
Roland Barthes de las entrevistas que le hacían? mo, por ejemplo en un seminario o en un cur~o.
Pocas veces como en ésta la entrevista que a Bart- Me fastidio siempre cuando el habla viene de al-
hes hizo Pierre Boncenne en Lire, en abril de guna manera a redoblar la escritura, porque en-
1979. y que se reproduce en El grano de la voz, se tonces tengo una jmpresión de inutilidad, lo que
ha tenido la oportunidad de escuchar cuál ha sido quise decir no podía decirlo mejor que escribien-
la experiencia de un entrevistado como tal. do, y repetirlo hablando tiende a disminuirlo."

"-Me gustaría comenzar esta entrevista pre-


guntándole justamenre: ¿para usted, qué es una
entrevista?
-La entrevista -conteStó Roland Barches-
es una práctica bastante compleja de juzgar, ya

48 49
La fidelidad al entrevistado

Existe un problema de orden ético y profesional pe-


riodístico en la relaci6n que se establece entre el en-
trevistado .¡ el entrevistador. ¿A qué o quién hay
que guarda =fidelidad: a la verdad o al encrevistado?
Este dilema se planteó en el caso del periodista
loe McGinniss y el médico militar ]effrey Mac-
Donald cuando éste último demandó por la vía
judicial a su entrevistador, a principios de 1989.
Autor dt;· un libro que en la primera parte de la
década de los 70 le acarreó cierta celebcidad, C6-
mo se vende a un presidente, en el que reseña crítica
e ir6nicarnenre la campaña presidencial de Ri-
chard Nixon. Joe McGinniss publicó en 1988
FataJ visio;l, un libro reportaje con una larga en-
trevista al médico militar ]effrey MacDonald,
que había ;ido consignado y sentenciado por ma-
tar a su esposa y sus dos hijas.
En su d~manda. el médico arguyó que el perio-
dista lo había traicionado, que mientras lo entre-
vistaba le ~abía dado la impresión de que estaba
de su lado que lo había inducido a abrir su cora-
zón y conlarle toda su vetdad, pero que cuando
McGinniss publicó su libro, el médico se había
dado cuenta de que el entrevistador lo hacía apa-
recer como culpable, como un asesino psicótico.

5l
PMerico Campbt-1I Pc.riodi!Omo ('iCflIO

El juzgado de Los Angeles en que se ventil6 el cidad de dinero producto de las regaltd~ del II ~
cas? parecía de pronto la sala de un examen pro- bro. (En realidad el juicio se pudo haber prose·
fesIOnal de periodismo en alguna universidad guido en instancias superiores, per.o el periodista
pues varios de los testigos de cargo y de descar~ y sus abogados decidieron ne~ocla: de una vez
go, enrre ellos el ensayista William BuckJey y el con la paree demandante.) El luez Juzg~ que el
a':1 tor d~ novelas policiacas Joseph Wambaugh. entrevistado había sido engañado y obligado a
dl~curClan sobre lo que es una entre vi sra y cuál incriminarse a sí mismo, lo cual estli prohibido
suele ser La actitud profesional de un entrevista- por la Enmienda Quinta de la Constitución de
dor. El p~nro de vista de esros autores era que los Estados Unidos.
una práctica muy común en el trabajo periodísti- Pero cuando la periodista Janet Malcolm relató
co es que se da una especie de acuerdo tácüo en- todos los pormenores del juicio en dos entregas de
tre el ent~evisrador y el entrevistado a fin de que la revista The New Yorker. el 13 y el 20 de marzo ~e
In entreVista fluya sin tropiezos, incluso cuando 1989. suscitó una reacción de malestar en el mecho
el periodista no eStá de acuerdo con las opiniones periodístico noreeamericano por.que asev.eró.~ue
de su enrreviscado. No se puede estar interrum- ··todo periodismo es moralmente IOdefendl~le .
piendo y.replican?o constantemente al sujeto de El periodista, escribió Janet Malcolm. e~ una
, la entreViSta, declan los testigos, porque enfras- especie de confidente que se vale de la vaOldad ,
cats~ en. una ~iscusión podría poner en peligro la la ignorancia o la soledad de las person~ s. para
reaUzaclón misma de la entrevista. Si el reporre- conseguir su confianza y después rr~lI C lonJ.rLt $
ro, con un gesto de las cejas o alguna palabra de sin remordimiento alguno".
enlace, da la impresión de que coincide coo todo La opinión de la reportera cayó como bomb.\
lo que afirma el entrevistado y de que lo aprueba, en los medios profesionales de la prensa y (.'0 t".C¡
debe entenderse que lo escucha y lo transcribe bien, escuelas de periodismo. a tal grado qu~ la CO/llm·
y 00 que está de acuerdo Con él. Interpretar otra hiaJournaliIm RefJiew. la rev~ sta ~e perJcxil .. mo de
c~a es ~ maJeotendido del entrevistado y no im- la Universidad de Columbia, hiZO una en<;ueSt.l
plica runguna responsabilidad para el eocrevisra- en su número de julio-agosto de 1989 cnrre pe-
dar. La enrrevista es un eocuentro entre adultos riodistas , directores de periódicos o. de notlCla-
que saben muy bien a qué están jugando o cuáles rios de televisión, columnistas y esc[lcores.
son las reglas del juego . La mayor parte de los interrogados respondió
.. ~cGino~ss se defendió atgumentando que su que la generalización que implicaba el párm~o de
unlca fidelidad era hacia el lector y a la verdad Janet Ma1colm era injusta, pe~o que ~ontenl3 al-
no al entrevistado. De todas maneras. el juez dj~ go de verd ••d . También es comu n a ~as~ tod?s ellos
la razón aJ médico asesino y el escritor periodista la convlccI6n de que el texto, en ultima InStan-
tuvo que compensarlo con una considerable can- cia, perl(."nece al periodista y es su obra.
Federico CampbeU

"Yo sentí que mi obligación respecco aJeffrey


MacDonald terminaba en el momento en que
descubrí que me había estado mintiendo tratan-
do de manipularme, de utilizarme para que yo
contara una hiscoria falsa", dijo Joe McGinniss Entrevistador entrevistado
en la misma encuesta de la Universidad de Co-
lumbia.

Alex Halc:y se dio a conocer en la década de los


60 sobre lodo como periodista entrevistador. La
mayor parte de sus trabajos aparecieron en Har-
per's, The .1.t/antic Monthly, Cos1ftopolitan, pero las
colaborac.ones que más determinaron su presti-
gio fueron sus entrevistas en Playboy. Allí apare-
cieron sus largas conversaciones con Martin
Luther King, George Lincoln Rockwell (el jefe
del Parti¿o Nazi norteamericano), Phyllis Dil~er.
Sammy Davis Junior y, entre muchas otras, la
del líder político de los Musulmanes Negros,
Malcolm X. Esta entrevista, realizada a fondo y
durante \"arios meses, se publicó más tarde y de
manera más extensa en forma de libro: Autobio-
grafía tÚ /v1a/colm X, en la que Haley figura como
coautor. Por esta obra Alex Haley recibió en
1965 el premio Anisfield Wolf, que cada año
otorga la Saturday Review.
En el nomento en que yo lo entrevisté, en la
sede de 1 he World Press Insticute, en Saint Paul,
Minoesol:a, hacia finales de 1966, AJex Haley se
encontraba crabajando en el libro que definiría
su fama: Roots (Rafees). Ya para entonces había
avanzade considerablemente en la invesrigación
sobre la historia de su familia cuyos miembros

S4
ss
FI!d('!rico Campbell Periodismo escrlco

habían sido traídos de África como esdavo\ (:n -No. Nunca le muestco las preguntas. En rea-
1766. Unos meses después de nuesen¡ cn[rt'vi~tl1 lidad lo que pasa es que no preparo una lista de
Haley visitó el pueblo africano de dondt" proce. preguntas sino de temas; de ahí, y de la conversa-
dían sus antepasados más remOtOS y COn C'Sll ~x­ ción, surgen espontáneamente las preguntas.
periencia concluy6 su imponanre libro sobre el Cluro que debo controlar estas preguntas con ~d
origen de los negros noneamericanos. fin de mantener al sujeto en cierra área. Es decir,
no me p¡;eocupo tantO por ciertas preguntas es-
-'¿Cuál es su idea de la entrevista? pecíficas como por el tema que se está tratando.
-Para mí es una situación en la que el perio- Si de pronto el entrevistado se sale del tem~, no
dista se presenta como apoderado del público y lo interrumpo sino que escribo roda lo que dice y
trata de interpretar el tema y la persona encrevis- más tarde corro los párrafos con tijeras para .reu-
tada para los lectores. Su acti tud debe ser honra- nirlos en la fase correspondiente de la entreVIsta.
da y hasca cierro punto inocente. -En Otras palabras, usted empieza por hablar
- ¿Siempre utiliza grabadora? de cualquier cosa simplemente para romper el
- No. Prefiero comenzar tomando notas, por- hielo y motivar la conversación hacia el tema que
que la gente suele cohibirse ante la grabadora. En le interesa. . ..
esa forma empiezo a darme cuenta de c6mo reae- -Exacto. Por cierto que tengo la ImpreslOn
l cio na el encrevistado. Malcolm X fue uno de esos
de que empleo la mayor parte del tiempo condi-
casos. Estuve entrevistándolo durante un año, cionando al sujeto. Podría mencionar, entre mu-
cuando juntos escribimos su autobiografía, y 10 chos OtrOS casos, el incidente que tuve con Mde~
único que me permitjó fue traer una máquina de Davis. Miles Davis tiene fama de no ho.blar (:on
escribir para oír su djetado. Con una grabadora la prensa, pero yo tenía que hacerlo hablar a (0-
magnetOfónica la cosa hubiera sido más rápida y mo diera lugar, pues me habían encargado una
hubiera aprovechado los giros coloquiales. entrevista. Al principio se negó. ~uando me e.n-
-¿Qué tanto tiempo emplea conversando con teré de que es un deportism eOWSlaSta y que a.... IS-
el entrevistado? tia diariamente a un gimnasio de Harlem (parece
- Depende del individuo y de su capacidad que es muy buen boxeador) fui a una tiend~ y me
paca extrovertirse. Primero se establece una espe- compré el equipo necesario para entrar al gImna-
cie de empatía que uno debe controlar a medida sio. Me insctibí y pagué unas cUOtas, de esa ma-
que platica con el sujeto. Con Cassius Clay estu- nera, Miles no podía correrme de allí. C~ando
ve cuatro días, con Otros me he tardado basca dos Miles entró yo estaba timndo guante y haCiendo
semanas.
sombra. Parece que esto Le cayó muy bien y se
-¿Prepara usted antes sus preguntas y si así puso a enseñarme c6mo .pesar.le correcram en~e al
es, se las muestra de antemano al entrevistado? costal. Me invitó a subir al rlng y nos proptna-

56
r

Federico Campbell Puiodismu estntu

mos tres agicados rounds. Después de esto pasa- sus palabra;. Observo Ins m;1no~, tt..'mbl"ro~iI" ti
mos a la regadera y, como sucede generalmente quietas o sudadas, y cr~ro uc adlvlIlur 10 «¡U' la
cuando uno está en la regadera, las formalidades persona esd. sintiendo, si e~t:i nerViosa, (CIlIIiI:\, y
salieron sobrando. En esta forma iniciamos nues- si está comciente de eso o no. Lo que se punle
tra amistad y así comenzó la entrevista. hacer al int~otar entrevistar a UI"l hombre -.l<;Hdo
00 es ir a ver a su esposa. sino a su secrcmna; Cl1il
-¿Usted escribe y publica todo lo que dice el
entrevistado? ¿Le muestra la entrevista antes de sabe mucho más acerca de él. La mejor m:IOCra
enviarla a la imprenta? de aproxim;lCse a un individuo es sorprcnd 'r1o en
-No. No escribo todo lo que él dice, porque una situaciün dada, como en uno. (¡esra. y ver c6-
en realidad se puede escribir mejor lo que babIa mo reacciona ante las preguntas; hay que ver
una persona. Salvando algunos giros coloquiales rrunbién la cara que pone su pareja, pues lo que
que en cierea forma retratan al sujetO, ordeno el él piensa se refleja en la cara de ella, o viceversa.
material y trato de transmitir la idea que el en- -¿Trata usted de despertar un sentimienco de
trevistado quiere com unicar. Algunas veces in- amistad en la persona que entrevista?
cluyo las frases literalmente, cuando es necesario -Sí, claro, en todos sentidos, y me da muy
hacer resaltar algún dato o una afirmación muy buenos resdtados. No recuerdo a nadie que haya
personal. En cuanto a la segunda paree de su pre- entrevistado que ahora no sea mi amigo, con la
gunta: sr, el entrevistado siempre ve las pruebas excepci6n natural del nazi Rockwell y salvo el
de galera antes de que se publique la entrevista. doctor Martín Luther King, que era una persona
-¿Cuáles han sido las entrevistas más intere- muy ocupada. La entrevista en Playboy produjo
santes que usted ha hecho? el libro de lloÍalcolm X y terminamos siendo muy
-Yo diría que la que me resultó más divertida buenos amigos.
fue la que hice al nazi George Lincoln Rockwell. -Cuando el entrevistado no resulta tan inte-
Se dice que una de mis mejores fue con el doctor resante corno usted esperaba, ¿trata de destruirlo
Martin Luther King. Hice otra con Sammy Da- en alguna f.)fma, de ponerlo en evideocia?
vis Jr. (el cantanee) para Playboy. En Londres dos -Hay un caso, el del comandante nazi Lin-
más: una aJimmy Brown (el futbolista) y otra a colo Rockvell. No quiero decir que lo destruí,
Julie Christie Qulie Christie). aunque tampoco le hice mucho favor. Él mismo
-¿En qué piensa cuando el entrevistado está mostró el ü)bre. La mejor manera de presentarlo
h'lblando? fue poner e,tre com illas lo que me dijo. Le solté
Eso es muy ilTlportante. Cuando se es buen la rienda y se puso a decir rodas esas cosas de las
enrl"cvisrador (como me gustaría pensar que lo que estnba muy orgul loso. No hubo necesidad
soy ahora), uno se da cuenta de que los gestos de de describi rlo . E l (ceto!:" se dio cuenta perfecta-
la gente .;;on a veces mucho más elocuentes que mente.

58 59
Federico Campbell PeriodismO e)I..r¡(o

-¿En alguna forma trata usted de hacer co- no necesariamente las transc;rl bo, SI mplef1lf:II(t'
mentarios, de deslizar sus propias opiniones en- porque es vulgar, de mal gusw, pero ~í dCJo 1.1'>
tre pregunta y respuesta? primeras letras de la palabro y así no !,C plerJe d
-Nunca. Creo que es parte de la honradez del tono ni el sabor del estilo. Es deCir, hay que de ·
entrevistador. Es decir, uno se queda afuera, co- jade saber al lector lo que el tipo está diCiendo y
mo buen oyente. Uno es como un cirujano y el cómo lo está diciendo.
eqtreviscado se coloca como paciente en la mesa -¿Hasta qué punto se documenta u!'Icecl sobre
de operaciones. El trabajo consiste en hacerle una la persona que va a entrevistar? Por ejemplo,
buena operaci6n. ahora que va a ver aJulie Chrisc ie. ¿qué canto sa-
-¿Prefiere hacer preguntas cortas o largas? be de ella?
-Traco de hacerlas cortas. -Tengo una ayudante que se dedica a hacer la
- ¿Y trata de obtener una respuesta determi- investigación. Cuando se me encomienda una
nada, intenta dirigir la mente del entrevistado? entrevista, mi ayudante me proporciona la infor-
-sr, en cierea forma. Es necesario porque uno mación básica, algunos datos biográficos, y me
quiel'c conocer la visión que la persona tiene de hace varios comentarios. Yo prefiero no saber de-
ciertas cosas. Encances se le guía; digo, no es co- masiado sobre el entrevistado en ciernes. Prefiero
mo en cualquier conversación. Le lanzo pregun- sacarle partido a mi ignoran c ia y lanzarle pre-
tas dirigidas. Si quiero que alguien me hable de guntas ingenuas. O sea, voy a él como cualquier
su profesi6n, le pregunto sobre el campo en que lector, que muchas veces no sabe nada acerca del
se mueve y no sobre lo que él hace. Si se trata de entrevistado.
un arqujtecro. por ejemplo, no le pregunto qué -¿Cuántas veces escribe la entrevista antes de
hace sino, digamos, qué piensa de cal concepto publicarla?
de Frank Lloyd Wright. y lo dejo hablar. Creo -Al principio tenía que escribirla tres o eua
que al preguntade sobre otra persona, él no se ero veces. Ahora sólo una.
s~ente directamente aludido y así puede exterio- -¿Busca usted algunos datOs personales entre
nzarse. la gente relacionada con el entrevistado. o sea,
- ¿Existen algunos limites en la revista Piay- sobre los temas que se pueden tocar y los que no
boyen lo que concierne a la libercad de expresi6n hay que sugerir?
en las entrevistas? -Ése es el tipo de cosas que se pueden conseguir
-No. A mí me parece que si Piayhoy se ha de las secretarias. Por eso yo platico mucho con ellas,
distinguido por la calidad de sus encrevistas es las invitO a cenar, a tomar lloa copa. Ellas pueden
porque hasta cierco punto son cándidas, dentro decirme lo que a sus jefes les gusta que les pregun-
de los límites de la decencia, las buenas COStum- ten y, además, cuándo preguntárselo, cuándo se
bres, etcétera. Si aJguien emplea malas palabras siente de mal humor o cuándo está de buenas.

60 (,1
r

Federico Campbell Periodismo escrito

_¿Y la secretaria sabe que usted va a entrevis- sentidos. Sentarse a escribir durante años, que-
tar a su jefe? mar cuartiJ las, y aprender a fracasar, pero no de-
-Bueno, esto no lo pondría en la grabadora, masiado. lo importante es ponerse a trabajar y
pero yo diría que uso rodos los medios posibles. no tantO phticarle a los amigos que se está traba-
El hecho es que las secretarias siempre saben que jando en talo cual libro. Hay que aprender a ser
uno va a hacer una entrevista, porque con ellas se rechazado por los editores e insistir. Mucha gen-
hacen los arreglos preliminares. Su jefe es famo- te habla del talento, pero yo creo que es secunda-
so, ella es su secretaria, se muere por decir lo que rio. La disciplina, la disciplina es la gran cosa.
sabe, peco generalmente nadie se lo pregunta.
Les mando flores. Una vez le mandé flores a una SaiO( Paul, Minnesota, 1966
secrerada todos los días de la semana. Y el resul-
tado fue una de mis mejores entrevistas (con su
jefe).
-¿Cuál es su "técnica" al hacer entrevistas?
-No siempre uso la misma. Depende del en-
trevistado. Pero por lo general utilizo grabadora.
Si uno es conocido como buen periodista, el en-
trevistado se siente desafiado. Cuando se entera
de que va a ser entrevistado puede permitir que
se grabe lo que dice, pero después exige oírlo va-
rias veces. Yo envío la cinta a una secretaria para
que la ttanscriba. Una vez reunido el material,
tomo las tijeras y empiezo a cortar. Muchas veces
cortO sólo un párrafo ó un renglón, muchas veces
una página entera y lo que saco lo voy poniendo
en cajas de zapatos. Luego vuelvo a las cajas, veo
de nuevo el material y lo pongo en el suelo (que
es donde realmente se confecciona la entrevista);
después monto las piezas, como hace el monta-
jista en las películas, y las redacto a máquina.
-¿Cómo cree usted que se hace un periodista
o un escritOr?
-Lo que a mí me parece esencial es la disci-
plina, y estO quiere decir paciencia en muchos

62 63
!.acrónica

Se trata de una relación de hechos, detalles, am-


bientes, organizados en orden cronol6gico. Es la
narración de un acontecimiento de interés colecti-
vo en la que el cronista se puede permitir comen-
tarios y acotaciones y ejercer su estilo personal.
Si bien la crónica responde a todas las interro-
gantes de la nota informativa qué, quibl, dónde,
cuándo, cómo y por qué a fin de cubrir para el lector
todo el espectro de la información básica, su ca-
racterística como género periodístico es que el
. cronista pone el énfasis en el cómo sucedieron las
cosas. De ahí la parodia de cr6nica periodístICa
que Gabriel García Márquez hace en su novela
Crónica de una muerte anunciada: desde las prime-
ras palabras ("El día en que lo iban a matar ... ")
ellecror ya sabe que el personaje murió; sin em-
bargo, de lo que trata la novela es acerca de cómo
fue asesinado S3:ntiago Nasar.
En términos ge~erales, todo el periódico es
crónica y todos los periodistas son croni~tas que
se dividen el [rabajo de hacer las crónicas diarias:
la parlamentaria, la cultural, la deportt(,a, la ju-
dicial, la política. Estas cr6nicas contienen la ma-
teria prima del periodismo: la informaCIón, la
noticia, la nom informativa, pero la incenci6n del

,,~
Fed~rico Campbf:11 Periodismo escrito

c ronista consiste en ir más allá de los hechos: A uJtede.J ¡eJ ~nJta, trata de discernir L.l S e. hrcten -
describir el ambiente en que se producen, un cias entre crl)oica y reportaje . Se Ildhierc a la IJea
contexto, y elaborar a lo largo del relato una in- de que en la ccónica se practica una recon5UUC·
terpretación. Para los redactores de El País. Libro ción literaria de sucesos o figuras, un género pe-
de estilo, "el estilo de la crónica está a medio ca- riodístico dende el empeño formal domina sobre
mino entre la noticia, la opinión y el reportaje'·. urgencias informativas y versiones directas. Pero
La crónica se distingue del reportaje en que no como en cie "tos casos la crónica y el reportaje se
media en ella una investigación documental ni confunden. ,Vfonsiváis establece el siguiente ma-
testimonial, aunque sí recoge el cronista para dar tiz cuando e:cplica el criterio de la selecci6n anto-
color y verosimilitud frases pertinentes de quienes 16gica que es su libro: "Debí asumir la no muy
tengan un valor de testigos. "Un buen periodista clara ni segl.ta lejanía entre objetividad y subje-
[iene que saber ver una cosa con claridad y descri- tividad, lo que traduje a premisas técnicas: el re-
birla con sencillez. Relatar lo sucedido y dar al portaje, pOJ" ejemplo. requerido de un tono
lector la impresión de que él mismo lo ha visto objetivo, de:.echa por conveniencia la individua·
constituye una buena crónica", dice Arthur Bris- lidad de sus tUtores: así, LoJ ejércitoJ de la noche, de
bane. El reportaje suele ser más impersonal. más Norman Mailer, no podría ser. técnicamente, un
objetivo, y en su redacción el reportero se desva- reportaje. E") la crónica, el juego literario halla
nece, no tiene una presencia como en la crónica. venrajoso usar la primera persona o narrar acon.'
A la hora de escribir una crónica, suele haber tecimientos como vistos y vividos desde la inte-
una emoción, dice Alma Guillermoprieto. "En la rioridad ajer a. Idealmente, en la crónica priva la
noticia el periodista está contestando preguntas recreaci6n e e atm6sferas y personajes sobre la
al lector, mientras que en la crónica el periodista transmisión de noticias y denuncias . "
está generando información que jamás se le hu- Tal vez el género periodístico más cercano a la
biera ocurrido al lector." Del estilo del periodista Literatura sea la cr6nica o, en Otras palabras; tal vez
dependerá si escribe en tercera o en primera per- la crónica SCf el más literario de los géneros perio-
sona, aunque siempre es más cálida y verosímil dísticos porque el cronista se explaya en su propio
la narración en primera. persona porque le da al esdlo; es también la forma de expresión periodís-
teXtO c ierta intimidad, mayor verosimilitud y, tica más idefltificable con lo que en Estados U ni-
sobre todo, porque así el cronista cumple un pa- dos se dio en llamar "nuevo periodismo", que no
pel de ,cstigo. era sino una ,~specie übérrima de cr6nica en la que
El cronista orienta al público lecror, como el narrodor a.!.umía un papel protag6nico.
(·u;t ndo en sus descripciones y recuentOS sobre el
terremoto de 1985 en la ciudad de México Car-
10'1 Monsiváis introduce la reflexión política. En

66 67
El reportaje en lla prictñca

¿Qué es un reportaje? Es una indagación.


A diferencia de la crónica, cuyo énfasis está en
el cómo y en la descripción de una atmósfera, el
reportaje es una investigación sustentada en da-
toS proven.ientes de la realidad, de uno O vatios
declarantes que se identifican civilmente (es de-
cir, que dan su nombre) o de documentos.
El género periodístico que combina la infor-
mación con las descripciones y las interpretacio-
nes de estilo literario es, para los redactores de El
PaÍS, Libro de estilo, el reportaje.
Para Máximo Simpson el reportaje es una narra-
ción informativa en la cual la anécdota, la noticia,
la crónica, la entrevista o la biografía están incerre-
lacionadas con los factores estructurales, lo que
permite explicar y coruerir significación a situacio-
nes y acontecimientos; constituye, por ello, la in-
vestigación de un tema de interés social en el que,
con estructura y estilo periodístico, se proporcio-
nan antecedentes, comparaciones y consecuencias,
sobre la base de UDa hipótesis de trabajo y de un
marco de referencia teórico previamente estableci-
do. (Revista mexicana de ciencias po/{ticas y sociales,
núm. 86. Reportaje, objerividad y crítica social. El
presente como historia. UNAM; México, 1977.)

69
r
Pt!dcric=o Cllmpbc-11
I Puiodisruo rscriro

Según el escricor argentino. el repOrtaje se dis- 000 inforrnutivo. En el reportaje hay nori in. Na..
tingue por las sigwentes caractedstica.s: ce de una noticia para desarrolbrht, pro[undil~lr~
la y analizarla; puede emplear la rcseOn y 1"
l . Representa una ¡nveseig'leión. entrevista, y necesariamente tencln'i que utdi~U1r
2. p[Qporeiona antecedentes, comparaciones y todas las fórmas del lenguaje: Jo nan·ut:¡6J1. la
consecuenCias. descripción, el diálogo y la exposi c ión concep-
3. Se refiere a una situación general de carácter tual, todas) algunas de ellas.
social, aunque parca de un hecho parcicular. El reporti;e es un gran fresco donde las pince-
4. Incluye análisis e interpretaciones. ladas son palabras y el reportero es capaz de pro-
5. Establece conclusiones. yectar, desde las páginas en blanco y negro, el
calidoscopi·) multicolor que es roda la sociedad.
Reportaje viene del francés reportage, es decir: del Toda la f,)rmaci6n y toda la experiencia de un
verbo ,-eparter (llevar, rcasladar). El galicismo "re- reportero t ienen como objetivo prepararlo para
portar" es incorrecto e inaceptable en casrellano ejercer de k manera más sugestiva y clara posible
cuando se utiliza en vez de informar. En sentido su capacidLd de síntesis . Su trabajo consiste en
estricto reportar significa proporcionar una cosa volver simple lo complejo. De un océano de in-
a alguien, beneficio o satisfacción, como cuando formaóone:¡, el reportero habrá de elegir las más
se dice: "Esta novela ha repottado a Élmer Men- significativas, los datos que mejor argumenteb
daza gran reconocimiento y muchas regalías". su hipótesi~ de trabajo y le den un sentido a su
En castellano, pues, reportar qwere decir conse- historia.
guir u obtener, pero no informar, que sí es 10 que Los datos provienen de documentos, archivos,
significa el verbo reportare en latín. libros, pers1JOas que se identifican y dan su nom-
En todo caso la acepción más simple de repot- bre para responsabilizarse de sus declaraciones.
taje es que se trata de una infol'mación periodís-
tica escrita luego de que el reportero ha hecho Un periodi!.ta profesional vive permanentemente
una encuesta o una investigación, ya sea porque informado: :;e lee todos los periódicos por la maña-
fue testigo ocular de los hechos o porque hizo en- na y tambit::n los que aparecen por la tarde. Vive
trevistas o recogió datos en documentos, por ejem- inmerso en la información: empapado ea el 'f lujo
plo, sobre los mismos. cotidiano y constante de todos los medios incluso
Según la concepc ión del periodista venezolano los audiovi~;uales que transmiten noticias la.,c; 24
Eleazar Oraz Rangel, el repottaje es el género pe- horas del día. Pero no sólo lee la prensa y escucho
rIOdístico más completo y más complejo: el más los noticierco$ para estar al día sino para ver cómo y
I:omp leco porque comprende, aunque no necesa- con qué ctiterio se ha manejado la inform~ c i6n en
rlil,m t:nte, a todos los demás géneros del periodis- medios dist. ntos al suyo. Por otra parte, es asi mi s-

70 71
Federico Campbe.ll r Periodismo ~5cr1tO

mo un gran lector de libros: novelas, ensayos, tex- sus diversos - y a veces contradlCrorios- puncos
ros de historia, crónicas, biografías, porque ciene de vista, mayot riqueza tendrá su reportaje. En el
que estar ampliando su experiencia literaria y enri- reportaje la cantidad (de datos valiosos, pertinen-
queciendo su propio estilo personal. tes) es calidad.
La vida de un especialista de la información, Al recibir una orden de trabajo, el reportero se
pues, tiene su propia dinámica. De codo se nutre: hace de una hipótesis previa que habrá de corro-
de los murmullos, de lo que dice una persona en borar O cambiar en el lugar de los hechos.
la calle, de las reacciones de los ciudadanos. Así El punto de partida puede ser una noticia que
el periodista, que es un lector y un escritor, a ca~ ante los ojos de un buen director resulta insufi-
da momento toma el pulso a la sociedad. A veces ciente o incompleta. Por ejemplo: una informa-
el fragmento de una noticia le llega por teléfono. ción de rutina, a través de un boletÍn de prensa, de
En ciertas ocasiones no falta un ciudada no que la Procuraduría General de Justicia de la Repúbli-
por conciencia civil le ponga en las manos un do- ca, en la que se da cuenta de un decomiso extraor-
cumento que podría servir de fundamento para dinario de droga en Chihuahua, puede servir
la denuncia de un problema de interés colectivo. como idea para un reportaje. Fue precisamente ése
Así, cuando su direcror o su jefe de información el caso del periodista Rodrigo Vera cuando haciJ
le dan una orden de trabajo cuando le encargan finales de 1990 salió rumbo a Chihuahua par::t ir
un reportaje, lo natural es que el reportero no se más allá de la noticia, para indagar más a fondo
sienta sorprendido. Como vive todos los días ex- cuál había sido el impacto de la espectacular at-
puesto al flujo informativo y además intercam- ción policiaca en la comunidad rural donde su
bia opiniones con otros colegas y con la gente en puesramente se Uevó a cabo.
general, suele saber de inmediato en qué campo La hipótesis del reportero era que a unos ." 00
cae el tema que le han encomendado. kilómetros al sur de la ciudad de Chihuahua se
Antes de lanzarse a la investigación de campo había decomisado el mayor cargamento de COCi.lí-
propiamente dicha (entrevistas con el mayor nú- na en la historia del país y que algún efecto. o al-
mero posible de personas, especialistas, testigos, guna impresión, debía haber causado entre los
visita de lugares. investigación de archivos, cote- habitantes de la región. Ésa sería su nora, ésa se-
jo de documentos), el reportero debe documen- ría la historia que tendría que contar: la reacción
tarse lo mejor que pueda en l.ibros, colecciones de los ciudadanos ante el acontecimiento. Sin
de revistas y de periódicos. embargo, preguntando y hablando con la gente
Una vez en el teatro de los acontecimientos el empezó a establecer que en el lugar al que hacía
teportero pregunta, hace hablar a ia gente, rea.Íiza referencia la información de la Procuraduría no
todas las entrevistas posibles y necesarias. Entre había habido ningún decomiso ni njngún tiroteo
más amplio sea el espectro de sus entrevistados, ni habían aterrizado aviones.

72
Federico Carupbell Periodismo escrím

¿Qué fue exactamente lo que aH! sucedió? Esa habitantes dt esos mismos lugares, resrigos no d~
era justamente la pregunta en la que habría de algo que suc~di6 sino de algo que no ílContc:t:16,
abundar el reportero en el momentO de redactar En esa incertidumbre y en esos tnigma.s esrab,l 1..
porque, una vez en el escenario de los hechos, el riqueza del D!pOrtaje que Rodrigo Vera CUyO qUe"
misterio se volvió el tema fundamental y más in- componer co:no una crónica, un repol'tnjc nru'r-.ui·
teresante de su trabajo. No es que hubiera tenido vo, descripti'lo, demostrativo y de invesci,guci6n,
que cambiar su hipótesis porque finalmente da- Su trabajo como escricor consisti6 no en interpre-
r!~ a conocer la reacción de la comunidad ante el tar los hechos sino en mostrarlos segón se lo ha·
fenómeno del narcotráfico en la zona, pero como bían expuesto sus enrcevistados y apelundo a la
suele suceder cuando se parte de una información inteligencia dellecror que habría de sacar sus pro-
vaga e incompleta, la verdad es que en su trabajo pias conclusj,)nes y hacerse su propia composici6n
de campo se encontró con uoa realidad mucho de lugar sobre las relaciones entre crimen y poder.
más compleja que la prevista: un mundo de Poco a poc:>, como quien erige una barda de la-
enigmas y relaciones de poder que le permitió drillos, el reporc.ero fue ensamblando los diversos
también exponer problemas vinculados con los fragmentos e e informaci6n hasta lograr un efecco
derechos humanos y con la forma en que los re- de conjunto conmovedor, preocupante y grave,
presentantes del Estado se comportan en su [rato manteniendo una objetividad estilística: un len-
con los ciudadanos. guaje sencillcJ, preciso y daca, sin adjetivos innece-I
Pero ¿de qué iba a escribir Rodrigo Vera si na- sacios. Segun:mente no fue recogiendo sus datos en
die sabía nada de nada? ¿Cómo organizar en un el orden en que los present6 por escrito, ni en la
texto ese cúmulo de informaciones definidas en misma secuencia cronológica en que se dieron, pero
lo fundamenral por el misterio? precisamente en eso consiste dar estructura a un re-
De regreso a la redacción de su revista, días portaje: en el ordenamienco que a cada paso va de-
después, y ante la pantalla de su computadora, el cidiendo el Cl~dacror, en la elección del lugar justo
reportero se concentró en la composición por es- en que coloca un dato. De un número indetermina-
criro que desde su viaje de rerorno venía ya orga- do y copioso de datos escoge uno para su primera
nizando mentalmente: partía de algo que su frase de aper:ura: aquella información que le per-
experie nc ia de periodista, su instinto profesio- mitirá plantell el tema y registrar el sentir de uno o
nal, le hacía considerar como lo más significativo varios de los actores sociales. Asimismo, de esa di-
desd<:: el punto de visra periodístico. ¿Qué era lo versidad de datos seleccionará uno o dos que le ha-
noticioso? ¿Cuál era su nora? ¿Qué era lo más brán de fa.cili rae el cierre circular de su textO con UD
dramácico de su repo[[aje? El misterio. El enig- remate o una sugerencia de conclusión.
mA.. La contradicción entre los informes oficiales Para desempeñarse con esta eficacia por escri·
rcft'ridos a lugares y hechos y la versión de los to, es necesario que el reportero se vaya educando

74
Federico CampbelJ

en su oficio ?e e~cri~or. aprovechando en lo posi-


ble su..expenencla ltteraria y su imaginaci6n. Ya
lo decJa Gabriel García Márquez en una entrevis-
ta que en agosto de 1991 le hicieran en The New
Yo,.~ Times: "Me interesan todos los géneros na- El ensayo-reportaje
r~at1vo~: co~tar. historias. Yo creo que el perio-
~l~mo. ImplIca Imaginaci6n y que es un género
~Jter~lO. ~o se puede ser un buen periodista sin
Imaglnaci6n ...
El "ensayo-reportaje" es una denominaci6n perso-
nal: la que Fernando Benícez (nacido en México,
D.E en 1911) da a sus cr6nicas y reportajes perio-
dísticos. Con esta expresi6n, el autor de Los primeros
mexicanos, La ruta de Hernán Cortés, Los demonios erJ el
convento, Los indios de México, entre otros libros, in-
dica muy claramente que sus textos son una com-
posici6n escrita que participa tantO de la reflexión
propia del ensayo literario como de Las descripcio-
nes y las entrevistas características del periodismo.
En las primeras líneas de Los htticholes (tomo Ir
de Los indios de México), el que fuera director de
El Nacional y de suplementOS cultura les c:omo
México en la Cultura, La Cultura en Ml..",iro, {,II
Jornada Semanal, apunta que en cierco momt'nrn
de su vida, cerca ya de los 50 años, decidió ,>.tllr
de la capital para conocer su país.

"La ciudad de México es la cabeza de la monar-


quía y por lo tanto priva en ella un ambiente cor-
tesano. Aquí está el palacio del rey en turno, aquí
trabajan los ministros y los jerarcas, aquí viven
los banqueros, los industriales, la alta burguesía,
los intelectuales y naturalmente casi todas las
conversaciones de esta gente se refieren a la polí-

76 77
Federico CampbeU Periodismo escrilo

rica, a la sucesión del trono y a los menores cam- yo vicario, ré trara s610 una parre del entrevismdo
bios del gabinete. El intelectual de la meseta es y la da por el todo. Norman Majier decío. que él
un cortesano nato. En los cafés y en las reuniones se sentía con derecho a cobrar las entrevistas que
hace circular una enorme cantidad de btomas se le hacían porque al fin y al cabo él era el que
sangrientas, de cábalas, de predkcíones y de aná- hablaba. ¿Te. qué crees que es la entreviscn?
lisis can sutiles como falsos y regocijantes. -Es una parte del reportaje; todo lo que sabe
"Yo he. pertenecido al ambiente del establish- el periodista 10 sabe a través de las palabras. Para
ment y confieso que me gustaba mucho practicar mí. todo el periodismo es una literatura escrita
ese cipo de gimnasia intelectual, pero a medida bajo presión, a la carrera. El periodista no tieoe
que envejecía me iba produciendo, como cual - tiempo de afinar su escritura; debe obrar en el
quier tipo de gimnasia, un aburrimiento inven- momento m . SIDO porque mañana para él ya es de-
Lible. Las teorías sobre los ptoblemas políticos, masiado tarde. Esto es un inconveniente. desde
sobre el campo, sobre la educaci6n superior, se luego. pero está compensado por la ventaja de po-
elevaban siempre con el humo de los cigarrillos der trabajar ~:obre materiales en caliente, de poder
t=n rorma de brillantes globos que se fundían en trasmitir al lector la vida de los acontecimientos.
el espacio y un día traté de conocer por mí mis- En la fugaci¿ ad de este género radica su excelencia.
mo una realidad que, bien cocinada, me había -¿Te refi !res a la noticia?
servido de alimento durante décadas de otgías y -Sí, pare ue la entrevista informativa es iguall
banquetes canibalescos." en estructura a la noticia. El trabajo del entrevis-
tador consiste en valorar y jerarquizar su mate-
Un largo viaje a Yucatán sirvi6 a Fernando Benítez rial principiando con una síntesis explosiva. En
de revulsivo. "Lo que sucedía guardaba tan escasa México el arre de la entrevista no se ha desa-
relaci6n con nuestras largas pláticas cortesanas, rrollado porque a los políticos y a los hombres
que mi libro sobre Yucatán mereció la censura de importantes les gusta disfrazarse de esfinges. Re~
dos técnicos percenecientes a la dirección de la edi- cuerdo una anécdota del general Cárdenas. Asis-
tQriaJ ya mis habituales tertulias de la mañana." tía a un baile de provincia y una muchacha le
El historiador y periodista decidi6 seguir ex- pidió que búlara con ella. Cuando bailaban, la
plorando e l país y así fue internándose en las co- muchacha le- pregunt6: "General, ¿por qué se ve
munidades de los tarahumaras, los tepehuanes, usted tan bien?" "Mire usted, señotita -le con-
los mixcecos, los mazatecos, hasta llegar a com- testó Cárdenas- yo no fUIllo, no tomo alcohol,
poner S\,.I obm fundamental: Los indios de México. monto a caballo, nado, y sobre todo me callo;
porque com,) usted sabe, las enfermedades entran
Fern.lI1do, la entrevista suele ser un género pe- por la boca" El arte de l periodista en México
fI(XlíSlico muy ambiguo, es una especie de enS3- consiste, PU'!S, en arrancar la careta al personaje y

78 79
Federico Campbt"J1 pc::riodlsn'lQ t:scrlro

hacer que revele lo que la gente quiere !;nber. los indios. Muchos le criticaban qu~ )'{'fU ía 'u
Muchas veces una negativa en un país [Un elusivo tiempo, y pocos se dieron cuenro de b sign tfica-
puede entenderse como una afumaci6n. ción moral de su política; aquéllos habían SIJO
-¿Ha habido algunos cambios importantes los humillados y los ofendidos, los siervos o el peo-
en la prensa mexicana de los últimos años? naje, y por primera vez tenfan una conciencia de
-En principio, los peri6dicos en México han sus derechos y de su dignidad. Habían dejado
~i~o creados para defender determinado tipo de de ser monstruos para convertirse en hombres .
lOtereses. Hubo un momento en que no e1'11 posi- De todas maneras, los periódicos atacaron la re-
ble encontrar en ellos la menor crídca. Yo me forma agraria, la expropiación petrolera, la forma-
formé en la redacci6n de El Nacional. Era el año ción de gmndes sindicaros, la política indigenista.
1936. Aunque El Nacional fue fundado por CalJes, A medida que la burguesía fue reconquist3ndo po-
Cárdenas le dio una gran importancia porque pen- siciones, apoyada en los gobiernos sucesivos, la
saba que a la prensa s610 podía cbmbatírsele con prensa reaccionaria cobró su antigua relevancia. Ya
In prensa. El periódico fue creado para defender no fue más El NacionaL el6rgano del gobierno, sino
los intereses de los campesinos y los obreros, para uno de los periódicos más reaccionarios. No por un
defender a la Revolución y explicarle al país en azar perdí más tarde la dirección del periódico. Mi
qué consi scían las finalidades de su política. Re- salida coincidi6 con el auge del alemanismo. es de-
c~erdo que todas las noches llegaban a la redac- cir: de la contrarrevoluci6n. En tales condiciones
cl6n p~ leer los cables el embajador de España, no tuve más remedio que hacer periodismo cuJru ~
Marcehno Domingo, y Julio Álvarez del Vayo. ralo Traté de rescatar una parte mínima del espaCIo
Cárdenas. habí~ co~sagrado el derecho de asilo y concedido a los crímenes y a los irrisorios F..tStOS eJe
en la págma edltonal que yo dirigía, colaboraban la burguesía mexicana o a las noticias de una admi -
A~íbal Pon~e, de Argenrina; Juan MarineLlo y nistraCión burocratizada para la culcum.
Nicolás Guillén, de Cuba; y, más tarde, cuando -Fundaste entonces México en la Cultura
la guerra española se perdió, la mayoría de los -Sí; pero después de más de diez años. OI.les-
g~ndes escritOres exiliados. Fue un tiempo inol- tras conflictos con la empresa de Novedades fuéron
Vidable, de grandes tensiones y esperanzas. Cár- interminables y culminaron con la Revolución
denas no repartía tierras estériles; centr6 su Cubana. Pensaban que la cultura consistía en re-
política agraria expcopiando los ,l atifundios que señar con la necesaria banalidad lo que ocurría ,
eran la base de la economía nacional; Yucatán, La en hacer recensiones inocuas de libros, tearro o
Laguna, El Yaqui, Los Mochis, Lombardfa, Nue- música. Todo lo que hacíamos merecía una amena-
va Italia, que hasta entonces se habían considera- za. Si condenábamos la fábrica de churros llamada
do intocables, La tercera parte de su gobierno la cine, protestaba la industria. Si nos ocupábamos
pasó hablando con los obreros, los campesi nos y de lo censura previa en el teatro, protestaba el

80 MI
Federico Campbdl
r Periodismo escritO

Departamento Central. Si comentábamos un H- ya lo habran dicho con mucha anterioridad Car-


bro revolucionarío, se enrendía como una provo- los Fuentes, Occnvio Paz.. José Emilio Pacheco,
cación deliberada. Nuestro sisremático rechazo MOl'lSl'.ráis. pero el éxito de Cosío se ha debido
de los mediocres nos gan6 el honroso título de La fundamenta lmente: s. que Exc¡iúor tuvo el valOt
Mafia, que todavía ostentamos. En realidad, nin- de publicar :.us críticas quebrantando el monol.i-
gún peri6dico estaba preparado ni cultural ni cismo de la gran prensa. Julio Scherer García ha
técnicamente para realizar una convincente difu- roca por lo rnenos dos tabús: hizo que la preosa
sión cultural de aJto nivel. La crítica es una parte diaria recobrara su vocaci6n crítica y demostr6
de la cultura y su ausencia sigue siendo el talón que esta crítica no afectaba en lo fundamental la
de Aquiles de la cultura mexicana. economía dI! los diarios alimentada por los co-
-Sin embargo, sí ha habido cierto periodismo merciantes :' conrcolada en buena paree por las
cde ico por parte de la prensa convencional. agencias publicitarias norteamericanas que ope-
-Sí. El EJpectador s~gnificó una apertura críti- ran en Méxi::o. Es curioso observar la diferencia
ca en 1960, pero no alcanzó trascendencia por- que hay ent:e un auténtico periodismo como el
qlle ese género de revistas tiene muy escaso tiraje de él y el dd resto de los periódicos manejados
y sólo llega a grupos muy reducidos. Lo que debe por sus duer os que 00 son, desgraciadamente pa- I '
hacerse es asaltar los grandes bastiones de los pe- ca ellos, ana..fabetos sino semi analfabetos; no son
riódicos diarios y dar la pelea dentro de ellos. El periodistas sino criminales o bribones. I I
Día quiso seguir las huellas de El Nacional, pero -¿ Hay censura? I
los tiempos habían cambiado y ciertamente L6- -En reabdad la censura es indirecta. Los due-
pez Mateos y Díaz Ordaz no eran un Calles ni ños de perió::licos se censuran a sí mismos porque
muchísimo menos un Cárdenas. El Ola mantuvo no son periodistas, sino negociantes. aunque se
cierta objetividad hasta que llegó el 2 de Octu- les demuesrce que pueden ganar más dinero di~
bre. La matanza le arrancó su máscara y dividió a ciendo la ve=dad que incurriendo en la mentira.
los intelectuales. Ahoca, por lo menos ya sabía- -¿Por qué no empezaste tú por publicar en la
mos a qué atenernos. Nosotros dijimos en Siem- prensa tus repoC'tajes críticos? ¿De ahí derivaste a
pre/ lo que reníamos que decir, y me parece que la novela?
no hay ninguna publicaci6n que se nos pueda ni -Ningún periódico quiso publicarlos. Incluso
,'t:rTIotaI1"lcnce comparar en el análisis y en la crí- dos miembros de la junta de gobierno del Fondo
I tI;;,t dc estos sucesos que también habrían de mocli- de Culnua Económica objetaron la publicación
fil..'ar la fisonomía del país. Nunca se ha extinguido de Ki el dr4 '!la de fin puebio y de Ima pla1'lta, porque
J

11\ th"ideI1Ci:'l, pero no es lo mismo valerse de un li- mencionaba los nombres de los gobernadores que
hm o (,.!t- ul"la revista que de un gran periódico. Sin se habían ee tiquecido haciendo grandes negoclos
Iludn, roda 10 que ha dicho Daniel Cosía ViUegas con el henequén. Aforrunadamente la mayoría. de

82 83
Pederico CampbelJ

los miembros y el director del Fondo, Arnaldo


Orfila Reynal, me apoyaron y el libro pudo salir
en 1953. Fue ése mi primer intento de realizar un
ensayo-reportaje. Entrevisté a no menos de cien
gente~, ~esde los gobernadores y el arzobispo has- El articulo de fondo
ta el último corcador de pencas. Me senda bien
es~ribiendo sobre Yucarán, porque era la posibiLi-
dad de denunciar una injusticia y también por un
deseo de aventura. pues Yucatán es una tierra sin
tierra.;'. sin efos y sin montañas, donde un puñado Aunque en México suele confundirse con la c<:>-
de bobones condenan sin remisión a medio mi- lumna, porque también aparece en un lugar fiJO
llón de indios mayas. Ki ... suscitó una violenta con cierta periodicidad (diariamente, dos o tres
polémica y fue bautizado como el libro del año veces a la semana, semanalmente) y signado con
pero yo no estaba satisfecho. Alentaba la esperan~ una firma reconoóda, el artículo de fondo, como
zn d~ que ese estudio pud.iera modificar algo la si- su nombre lo indica, trata de ir más allá de la in-
tun 16n en Yucatán, pero los políticos no lo formación noticiosa encuadrándola en un con-
romaron en cuenta. Entonces me invadió una texto más amplio para proceder a su análísis . .
Igran des~spe~nza. Había escrito ot.ro reporcaje Es cierto que el articulista de fondo también
sobre la SItuaCIón de los indios tarahwnaras en el puede escoger cualquier tema ?e su interés y no
ex.tremo ~orte y preferí guardado en un cajón necesariamente uno de actualIdad, y que el co ·
mJentras mtentaba la novela. Si bien se ve mis lumnista hace lo propio, pero lo tradi c ional en la
dos únicas novelas no son otra cosa que dos e~en­ historia del periodismo ha sido que en el artículo
sos reportajes. Un? sobre la muerte de Carranza y se trace un cuadro de mayor profundidad sobre- el
otro sobre la rebelión de un pueblo de Michoacán acontecimiento en cuestión.
contra su cacique. Estos dos libros, El rey viejo y El Podría decirse que la diferencia entre el artÍcu-
agua en~enenada, en realidad nunca se han dejado lo de opinión, de fondo o de comentario. y l~ co·
de reedItar y han sido objeto de nwnerosas traduc- lumna es muy sutil pero se distinguen en pnmer
ciones, pero este éxito no me hizo perder el senti- lugar por el estilo (mucho más personal y hetero-
do. de. l~ proporción. Más o menos su publicación doxo en la columna) y en segundo porque la co-
COIncIdió con el auge' de la literatura latinoameri_ lumna se identifica tipográficamente con una
cana y comprendí que siempre sería yo un nove- cabeza que le sirve de título perma~e~te . .
Esta de segunda clase, porque en el fondo no soy U na definición escolar, la del DICCIOnarIO de la
otra cosa que un reporrero. A partir de entonces información¡ la comunicación y el periodismo, de José
me dediqué a escribir sobre los indios de México. Marrínez de So usa, caracteriza al artículo como

84
Federico Campbcll Periodismo escrito

un texto unitario, de regular extensión, cOnsa- una nota al pie de la página en la que se informa
grado a una información, una explicación o un la filiación :>olítica del autor, por muy conocido
comentario, en el que el autor sostiene determi- que sea éste·, y además del cargo. d tirulo, la ocu ~
nadas opiniones, desarrolla una idea o comenta paci6n prin :ipal, su oficio, su relación con el te~
un aconteci.mienco. ma abordado. La idea es no engañar al lector
La columna tiene características propias, de haciéndole creer que el autor del artCculo es un
forma y contenido, que la singulatizan e identifi- periodista Frofesional que hace un comentario.
can, escribió Manuel Buendía en Ejercicio perio- El artícul:> de opinión viene después de los he-
dlstico al citar una conferencia que dio el 29 de chos que aparecen en las primeras informaciones
agosto de 1977. redactadas :00 objetividad e imparcialidad. En
el artículo d criterio es más laxo y cabe la subje-
"Es el género periodístico que más claramente tividad del au.tor, que deberá resumir los hechos
puede diferenciarse de todos los demás: sus ca- y otros daCtls brevemente porque su texto debe
racterísticas externas, visuales, son fácilmente ser autosuficiente; no puede dar por descontado
apreciables: lugar fijo, título, periodicidad, fir- que e11ectc,r ya está enterado de la información
ma, formato, etcétera. Yen cuanto a la oporcuni- que se com¡:nta. Un error grave es polemizar con
dad que ofrece para el desarrollo de un estilo que las declarac iones de alguien sin especificar qué
puede llegat hasta la subjetividad más plena, me fue lo que se dijo exactamente, advierte el italia..¡
parece que sobrepasa las posibilidades de los no Piero O :tone en 11 buon giornale, y añade: "El
otros géneros .. , juicio debe quedar expresado de manera clara y si
resulta corumo, ambiguo, ambivalente, es mejor
Para Manuel Buendía, por mucho que se parezca a no escribir nada. En el artículo de fondo hay que
la columna en cuanto a su libertad temática, su tener el val,)r de arriesgar las propias opiniones. "
enfoque y la utilización delleoguaje, "la verdad es Si el peri6dico es un vehículo para la circula-
que el artículo de fondo es monotemácico y está ción de las ideas, el artículo de fondo se suma al
sujeto a una estructura que no da mucho de sí'. debate cotidiano que se da en una cierta comuni-
El artículo de comentario, de opinión o de fon- dad como extensión de la plaza pública o el par-
do, requiere de un estilo distinto al de la columna lamento.
y al de la crónica; suele mantenerse en los límites El artículo no es un alegato judicial, aunque se
de lo convencional y lo impersonal, mientras que le parece. Es una argumentación a la manera del
la columna es más libre en su expresión escrita. ensayo literario o de la invención clásica cicero-
En algunos periódicos del mundo, no menos niana. Se pirre de una premisa y se va bordando
que en los mexicanos, se acostumbra que todos en torno a dla hasta volver suficientemente per-
los artículos de opinión lleven un pie de autor, suasivo el HgumentO, "El articulista debe desa-

86 87
Federico Ca.mpbell Periodismo escritO

rrollar el arte de la persuasión y proyectarlo en su ue siempre trae a cuento" sobre ~as noticias de
escriro", decía Manuel Buendla. "No puede espe- ~crualidad. Piénsese en la evidenCia de qu~ m.u-
rar del lector que crea lo que él dice sólo porque es h de los articulistas más notables del penodls-
considerado una voz autorizada; al contrario, debe cmoos mexicano
. ban sido historiadores M de
argumentar su posición respecto de la noticia que rofesión: Daniel Cosía ViUegas, ~orenzo . eyer,
se comenta", agregaba. También estaba conven- P .
por eJemp lo . Ryszard Kapl1scinskl, tambIén,
. es-
cido Buendía de que la presentación del argu- tudió historia en la Universidad de VarsovIa.
m ·ento tiene que basarse en hechos objetivos y
que "la inteligencia debe prevalecer sobre la
emoción y expresar así el significado real del he-
cho". Enjuiciamiento. explicación, calificación,
I,a argumentación del arrículo sigue el procedi-
miento de armar una tesis y llegar a una síntesis.
Tesis sin pruebas, el artículo argumentativo no
está ob li gado a las demostraciones propias de la
geometría euclidiana. Basta que se atenga a las
parees de la retórica y a la argumentación.
\ En ningún Otro género como en el artículo de
fondo se antoja más evidente la semejanza entre
el periodista y el historiador. Los grandes histo-
riadores son los que saben identificar en un cier-
to periodo a los personajes significativos, los
acontecimientos que cuentan, los estados de áni-
mo prevalecientes, y logran establecer las rela-
ciones justas entre unos y Otros para ofrecer un
escenario coherente que permita al lector revivir
hechos remotos del pasado como si hubiera suce-
dido ayer. "Al periodista se le puede comparar
con el historiador, sólo que su tarea consiste en
ofrecer un cuadro coberente de las situaciones ac-
tuales", dice Piero Orrone. Tal vez la convivencia
del historiador con documentos y hechos del pasa-
do, y su análisis de los mismos, es 10 que le facilita
el comentario lúcido "cargado de antecedentes

88 H'I
La cobullna

A diferenci i del artículo de fondo, que suele ser


moooremático y convencional en su estilo, la co-
lumna lleva implícita la personalidad literaria de
su autor (re.:uérdense los casos de Jorge Ibargüen-
goici3 y Ga:>riel García Márquez). La columna es
una reflexi ,Sn: un razonamiento, y de todos los
géneros per iodísticos es el que más se parece, toda
proporción guardada, al ensayo literario que si-
gue la tradición de Michel de Montrugne (15 3 3 1
1592) Y de Francis Bacon (1561-1626).
A Manuel Buendía le gustaba la teoría de que
la columna surge en la historia del periodismo
cuando, haóa 1872 y en los años subsiguientes.
los lectores de Cbicago y Nueva York empiezan a
aburrirse con el tono impersonal de los periódi-
cos y exigE n textos de carácter más personal y
humano. "1.os periódicos iban bien. sí. pero se
habían vue .. to demasiado impersonales. Aunque
parezca incongruencia. la verdad es que a medida
que avanza:>a el perfeccionamiento técnico. fue-
ron perdiendo la calidez humana que habían te-
nido en Sill artesanales principios". dejó escrito
Buendía en su Ejercicio period{stico.
Lo que distingue a la columna es que aparece
en un luga ~ fijo del periódico o la revista. dife-

91
Federico CampbdJ

renc~llda de las otras secciones por cierto forma- columnas, Siempre!), y que se ha descUldaoo 1.1
tO; sJempre va firmada por alguien de reconocido idea de que un periódico es más influyence por
~res~igio -generalmente un profesional del pe- los hechos que investiga y publica, no por ~us
C1.ac:t 1smo-- y se publica con determinada peClO- opiniones. Sin embargo, la columna de Mantl~)
dlcJdad: todos los dlas, una o dos o tres veces a la Buendía tenía la particularidad de Informar m.l\
se~ana .. Tiene además una cabeza o un rCtulo que que opinar. No eran simples comentarios sus es-
laldenCJfica, como por ejemplo: "Red Privada" critos: eran revelaciones. Y los hechos cucnCUl
"Plaza Pública", "Indicador Político" "Frente~ infinitamente más que las opiniones; o. como so-
Políticos", "Inventarios", "Conjetura~". "Carta Ha decir F.D. Roosevelt: los lectores se ven más
~e . C<;>pilco", "Máscara Negra", "Marcador", influenciados por las nocicias que por los comen-
Dlano de fatigas", "Periscopio" , "La Hora del tarios. Aunque Manuel Buendía concedía un
Lobo", "LaJirafu". gran valor aJ estilo, que según él en la columna se
Desde un principio, la columna empezó a apa- podfa llevar a la subjetividad más plena, I~ verdad
r~cer ~n. un recuadro, un apartado que sugería es que su trabajo periodístico era más ValiOSO por
(.·~cl~slvldad y confidencialidad, una zona del pe_ su informaci6n, o su contenido, que por su forma.
rIódico en la que el lector empezó a reconocer un Era, antes que un estilista, un reportero.
t tono (ntimo de auror, un lugar privilegiado o Un columnista de esta estirpe obtiene su IOfor-
una zona de tolerancia estilfstica. maci6n de muchas fuentes, pero sobre tooO Ul" sus
Per? no todo: es formal: en la columna imporra múlciples relaciones personales y de su archiVO.
también la calidad de las revelaciones, los datos "Si todo oficio tiene sus pequeños SC("f("[OS, (.)
n~evos, las pri.~·¡jcias i~formativas , que el perio- del columnista no es la excepci6n. El mi.l!) mUo' re -
dista va a acopiar mediante sus investigaciones. sante de esos secretos se llama archiVO. PMo.l roJo
Una de las peculiaridades de "Red Privada" la reportero es importante poseerlo, pero un (;olum-
c~lun;na de Manuel Buendia que hasta 1984 di s- rusta simplemente estaría perdido sin su .Irchlvo·
rrlbwa en ~~ de treinta periódicos del país, era dijo en una conferencia Manuel Buendía.
que no se limitaba a una opinión. En el trabajo Como un periodista es ante todo un organIl..\
~e Bue,:d(a -que le COStó la vida- había una dor de la informaci6n, resulta que su archiVO
mdag3cI6." y una documentación rigurosa. personal no comporea ningún misterio 01 se
Se ha dicho que en el periodismo mexicano ha abulta con documentos de extraordinaria confi-
p.revalecido la opinj6n por encima de la informa- dencialidad: se compone sobre todo de recortes
c16n, que se han hecho periódicos y revistas más de periódicos. Al paso del tiempo los temas ~e
con arcículos de comentario y editoriales que con van integrando y enriqueciendo solos; basta Ir
reportajes Oosé Pagés Llergo lleg6 a tener un pescando las novedades que de cuando en cuando
gran éxl to en los años 50 y 60 con una revista de van apareciendo en la prensa Muchas personas se

92
Federico CllmpbclJ Pedodisml) e$crilo

asom bran ante las revela.ciones de un periodista y prensa, una Jorograf(a de un scmanano, Lm:1. pele-
se preguntan cómo y d6nde consigue su informa- cula, un especráculo, una exposici6n, scrvúm dt'
ci6 n. Pero, como alguien deda, codo está en los pretexto a Baches para arriesgOlr \.lTUí crícicn Ideol6
periódicos: basta saberlos leer. Una información gica al lenguaje de la llamada clllcur.l de mas-as y
de aspecto nuevo, comencaba Buendía, de pronto un desmontaje sem.iológico de ese lenguaje:,
se forma sola en el archivo, cutl.ndo varias piezas Más o me JOS en la misma escuelOl de Barches,
aparentemente inconexas se unen y producen al- pero ya entrados los años 70, Umberto Eco cm
go de especial interés. pezó a publicar sus columnas en un sc:mílnario
Afortunadamente para quienes deseen apreciar italiano, L'Espresso, con un escila direcco y oarra.-
en un solo conjunto de columnas lo que es el es- tivo, no desprovisto de hwnor ni de sátira. Eco
ti lo de un arciculiS[a, y lo que va siendo su obra ha venido desarrollando este "pensamiento co-
periodística a lo largo del tiempo, existen los 11a- yuntural" fijando su curiosa atención en los he-
m~dos "libros de artículos", tan socorridos por chos de actualidad. ha pretendido realizar una
ed ItOres y autores en los últjmos años. Antaño la semiología .:le la vida cotidiana, una aproxima-
costu mbre más común era pensar y escribir un ci6n al unjverso de los discursos periodísticos o
Ubro ex professo, es decir, como tal, como libro. políricos, a los fen6menos de la. moda y las cos-
Pero ahora, por las presiones del tiempo, cada tumbres. Ulla importante recopilación de sus ar-
vez es mayor el número de escritores que hacen tículos se encuentra en La estrategia de la ilusión. 1
recopilaciones de sus artículos publicados en la En diario.•, semanarios, revistas mensuales, el
prensa, de sus notas y sus conferencias. Lo hizo autor de El :'lombre tÚ la rosa y de Baudo/ino ha da-
Octavia Paz y lo hizo U mberta Eco. Lo hicieron do a conocer sus comentarios sobre lo cotidiano,
Roland Baeches y Leonardo Sciascia. Algunos en caliente, bajo el impacto de una emoción o el
compiladores lo han hecho con los escritos de Jo- estímulo de un acontecimiento esperando que
sé Alvarado, Gabriel Garda Márquez y Jorge sean leídos ;'. si valen la pena, recordados.
Ibargüengoitia. Esco no es bueno ni malo en sí Eco afirma que en un artículo de periódico los
mismo. Lo que imporra es que el libro resulte hechos se utilizan para dar origen a hipótesis, pe-
ameno, inteligente, interesante, provocador, y co no con la intención de transformar la hipótesis
que ("eoga cie rra fuerza expositiva cuando 00 un en leyes. Simplemente se dejan a la valoración de
esrilo disfrutable. los interlocutores que son los lectores. Si antaño
En Mit%gfas, Roland Barches reunió columnas este juego .e jugaba en privado, se confiaba a
que habla publicado en la prensa francesa entre cartas personales o a las páginas de un diario rn-
1954 y 1956 "al calor de la actualidad". En ellas timo. ahora sucede que los periódicos "son el
Illccncaba hacer una lectura de cierras mitos de la diario íntimo del intelectual y le permiten escri-
vidn cotidiana entre Jos franceses. Un artículo de bir cartas p r ivadas muy públicas".

94 95
Federico Carnpbel1 Periodismo escrito

Para Eco, escribir su columna en las revistas es Nueva. La mayor parte de su obra qued6 dispcrsn
una forma de participaci6n politiea. Considera en peri6dicos y revistas en los que colaborab'l do')
su deber invitar a los lectores a que adopten una o tres veces a la semana en columnas ritulad!LS
sos.pe~ha permanente respecto de los discursos Apuntes al vuelo, Intenciones y a'Ónic4J, LaberintQ, M I-
COtJdIanOS y está convencido de que escribir es xico de dla y de noche. "Defendi6 sus Ideas y sus ;,t(Cl-
hacer política. "Desde los sofistas, desde S6cra- tOS con su oficio de escritor y con su calidad dt"
te~, ~esde Plat6n, el inte1ecrual hace política con periodista. Se propuso esctíbir pensando, en lugar
su dIscurso." Eco cree hacer polftka no 5610 cuan- de escribir odiando o lisonjeando. De aH í su obse-
do habla de las Brigadas Rojas sino también sivo cuidado de la palabra, su afán de exactitud se-
cuand~ habla de los museos de ceca. Además, lo m..iológica: sus indagaciones en el idioma, que lo
que le I~teresa como columnista es poner en jue- llevaron a admirar el donaire de la precisión y el
go una Idea que. tal vez, más adelante desarro- equilibrio en Alfonso Reyes; el estilo como forma
llará. en un libro. Le fascinan las reaccio~es de sus de pensar, en Jorge Luis Borges; la esclarecedora
lectores, las diversas lecturas que cada quien hace penetración en el genio de la lengua, en Andrés
de un texto. Bello y Rufino José Cuervo_ Pocos escritores nues-
"En el discurso periodístico la responsabilidad tros ban sentido y amado tanto las ricas posi-
1es menos gra~de que en el discurso científico bilidades del castellano como José Alvarado,
porq.u~ es posIble atreverse a emitir hip6tesis explorador de sus sorpresas con dele.ite", escribió
~rovlslona1es. También es hacer política correr el en su memoria Hugo Latorre Cabal.
rl.esgo del juicio inmediato, de la apuesta coti- Nacido en Guanajuato en 1928 y muerto en
diana y de hablar cuando se siente el deber moral Madrid en 1983, Jorge Ibargüengoitia se dedic6
de hacerlo, y no cuando se tiene la certeza (o la fundamentalmente a la novela y al teatro (Los ,.e-
espe~za) teórica de hacerlo bien", escribe en La lámpagos de agosto, Las muertas, Dos crímenes, Clo-
estrategia de la ilusión. tilde en su casa. Ante varias esfinges), pero destacó
Visiones mexicanas, del neoleonés José Alvarado también como columnista en la Revista de la Um-
(~911-1974) reúne las mejores columnas de este versidad de México, Excéisúw, Vuelta y en el suple-
Virtuoso de la prosa periodística. Colaborador de mentO La cultura en México de la revista Siempre/
Siempre!, Excélsior, El Ola, Pepe Alvarado se mani- Ibargüengoitia publicó más de 700 artículos
festó como comentarista político desde su más en Excélsior entre enero de 1969 y julio de 1976,
temprana juventud, cuando en 1929 particip6 en los martes y los viernes, en las páginas editoriales
las luchas estudiantiles por la autonomía universi- de ese diario. Sus columnas tenían el sello de su
taria .. Se vio tamb~én involucrado en aventuras ti- personalidad lirera.ría, eran muy amenas y diver-
teranas como la fundación de las revistas tidas, gracjas n un sentido del humor muy pecu-
Baratldal. Taller, Romance, Letras de MéXico y Tierra liar y a su fina, elegante ironía _

96 91
Federico CampbeU

Guillermo Sheridan estuvo al cuidado de las


recopjlaciones que han aparecido bajo los títulos
Autopsias rápidas, Instrucciones para vivit· en Mlxico
y La casa de UJted y otros viajes. "Son dos mil cuar-
tillas que trazan un doble mapa: uno, sentimen- La reseña
tal e irónico, de lo que significa vivjr en México
(es decir; de lo que significa padecer la ciLldad y
la provincia, viajadas, comer, beber, votar, recor-
dar, amar y aborrecer); orro, el que se desprende
de La mirada singuLarísima, autónoma y escépci- Se trata de un comentario breve e informativo,
ca del hombre que ve al país y que se ve a sí mis- una narracién muy sucinta, que da cuenta de un
mo mientras lo hace. Si algunos de los sucesos acontecimiento cultural: un libro recientemente
que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüen- publicado, el estreno de una puesta en escena, un
goitia pueden considerarse caducos, no tardare- concierto ITnsical, una función de danza, una ex-
mos en reconocer que la manera de convertidos posición de pintura o escultura, una nueva pelí-
en literatura les agrega un valor más que pro- cula, un esp!ctáculo.
pio". escribe Sheridan. La reseña lparece en un lugar fijo - y diferen-
Los viajes, Coyoacán (su barrio en la ciudad de ciado tipogJáficamente- en los diarios o las re- I
México), el hombre asediado por el crecimiento vistas. Por lo general es un texto muy bien
y el absurdo urbanos, la impertinencia de algu- escrito, bre"e, ágil, inteligente, que se le enco-
nos espacios arquitectónicos, el oficio de escribir, mienda a un escritor externo y que suele ser al-
se encuentran entre los temas más recurrentes de guien que se mueve como pez. en el agua en su
los desenfadados ensayos periodísticos de Jorge medio.
Ibargüengoitia. Cuando IH reseña es crítica comporta en todos
"Yo entregaba mi colUIllna los lunes a la una los casos un juicio de valor, pero si no aventura
de la tarde. Al salir de Excélsior lo que más me un juicio, elltonces se queda en crónica: una me-
gustaba era constatar que mientras los demás ra relación de lo acontecido, escrita en lo posible
empezaban su semana de trabajo yo ya había ter- con gracia. Sin embargo, la mayor parte de las
minado la mía", escribió. veces la reseña implica una crítica implícita o ex-
plícita que parte de una información noticiosa en
la que el autor argumenta por qué está bien o
mal una obIa. No basta que lo enuncie: tiene que
decir por q Jé opina en uno o en OtrO sentido y
apoyar su ar gumentación dando elementos para

98 99
Federico Campbell Pertodismo eSCrito

ser persuasivo y para que el lector se forme una amistad o de afinidad estética ponga más aten-
idea. Una muestra qe ignorancia, de falta de edu- ci6n a los escritOres que son sus amigos que a los
cación y de respeto al lector, es escribir en un to- que no lo soo.
no como el siguiente: "Esto es así simplemente En lo países de cultura anglosajooa resulta de
poc que yo lo digo". (Desplantes de ese jaez son muy mal guSto comentar el libro del director de
los que definen al autoritarismo intelectual y al una publicación en la publicación misma. Algu-
científico.) nos periódicos vetan la crítica de un libro a quien
A la crítica de libros suele llamársele también conozca personalmente a su autor. No se acepta
.. recensión" que quiere decir "valoración". Para tampoco que escriba sobre un escritor que haya
RoInnd Barthes, la crítica literaria es "una activi- comentado aoces un libro del crítico ni que man-
dad de desciframiento del texto". Esta decodifi- tenga relaciones personales con alguien citado en
cación puede ser de todos los colores ideológicos su texto.
que se quiera o elija el autor de la crfrica: puede
ser marx ista, neokantiana, positivista 16gica, psi-
cOtll"lalítica, estructuralista, antitotalitaria, empi-
ricocriticista, impresionista, existencialista, en
los estilos más diversos y según "adhesiones
ideológicas" diferentes, incluida la ideología de
la anti-ideología que consiste en descalificar
cualquier argwnento porque es "ideo16gico". De lo
que se trata es de que el crítico produzca un tex-
tO que tenga fuerza, inteligencia, provocación,
desplante irónico. "El objetivo es siempre el mis-
mo: intentar aprehender un sentido verdadero del
texto, a fin de descubcic su estructura, su secreto,
su esencia", sC!:gún decía Barches en una entrevista
en L'Express el 31 de mayo de 1970 .
. En principio, éstas serían las reglas del juego.
Sm embacgo, en el comentario de un libro cuenta
muy frecuentemente la simpatía personal del críti-
co por el autor. En cierras medios, la crítica litera-
ria es política literaria. El reseñista no puede
sustraerse a los afectos: no tiene que acruar como
un juez y resulta natural que por motivncioncs de

100 101
El editorial

En una sección especial del periódico o de la


revista se p¡:esenta el editorial, es decir: el punto
de vista de la casa. En los diarios mexicanos el
editorial su·~le aparecer en página par, al lado iz-
quierdo de las dos páginas desplegadas, o empe-
zar en prim,!ra plana con un pase a interiores.
El editarlal se refiere siempre a un asunto de
interés público y de actualidad periodística. Se
redacta en un tono impersonal: con un cono "obJ
jecivo" y si bien se citan todos los componentes
del tema ar.alizado, a fin de ponderar ante la in-
teligencia del lector todos los factores en juego,
es tradicionalmente válido que la dirección del
periódico come partido.
En la sec·:ión edi corial se suelen tcatar varios
asuntos, trt:"s o cuatro, como es tÍpico del diario
Excélsior. E.1 El Universal y LaJornada general-
mente el tema es uno solo.
En el editorial no se trata de beneficiar ni de
perjudicar a nadie. Más que condenar o cele-
brar, el tex :o del editOrial pretende ser persua-
sivo: expcne un argumento con palnbras
sencillas, frases cortas, y no demasiadas ora io
nes subordinadas. Aspira a dec ir lo máximo con
el menor n írnero de palabras. Traca de atrapar

103
Federico Carnp~u Periodismo cscrit:o

al lector desde la primera frase gancho y mante- Si el diario es un vehículo para la circulación
ner su atención. de las ideas, es lógico que los leerores esperen del
Como es evidente, el editorial no lleva firma. editorial una proposición inteligente y crítica
Es anónimo, pero es un valor entendido que Lo. respecto al problema político, económico y social
autoría del texto corresponde a los responsables del momento: un razonamiento plausible en fa-
del periódico: director y pcopietarios. vor de los intereses de la sociedad, no de un gru-
~os encargados de escribir los editoriales son po de particulares. Esto es un ideal y así se
miembros de la redacción del periódico o colabo- entiende desde el punto de vista teórico y estric-
radores externos que dominan una ti otra materia: tamente profesional periodístico: el tratamiento
política, economía, relaciones internacionales, de- de los temas no se hace en función de la defensa
rechos humanos, leyes electorales, derecho laboral. de una clase o una ideología sino en atención al
salud pública, finanzas. Tanco dentro como hacia establecimiento de la verdad y del bien común.
afuera del periódico se guardan con la mayor dis- Lo que importaba es la materia, no el análisis
creción los nombres de quienes elaboran los edito- de personalidades. Para el periodista italiano
ri~tles. Piero Ottone. en su libro 11 buon giomple,
El')el editorial, escribe Manuel Buendía, el re-
dactor tiene fundamentalmente tres clases de li- "el periodismo tradicional refleja la concepción au-
mitac~ones: "Una, la política del periódico, que toritaria, según la cual el que manda (el jefe de la
10 obliga a asumir una posición y a conservar el policía, el procurador, el funcionario públ ico. el
tono que le ha sido marcadoj otra obvia limitan- profesor de escuela) siempre tiene raz6n. El pt
te es el tema que se le fijó; y la tercera consiste en riodismo moderno por el contmrio reneja la. Lon·
la extensión del escrito impuesta por el formato cepción democrática, según la cual todos somo,
de las páginas editoriales." iguales. o al menos todos tenemos los mismos Jc:
Es cierto que el editorial pertenece al ámbito recbosj también los ciudadanos comunes y co-
de las opiniones y no al de los hechos o la infor- rrientes, los obreros. los estudiantes, pueden
mación. Los hechos, ciertamente, cuentan mu- tener razón".
cho más que las opiniones y los periódicos suelen
ser más poderosos e influyentes en la medida en Estas ideas corresponden a la práctica de perio-
que descubren hechos y los publican, no cuando distas celosos de su oficio, directores y editores
expresan opiniones. Sin embargo. hay un espacio que trabajan con independencia de todos los po-
en todo periódico reservado a la discusión de las deres actuantes en la sociedad. Sin embargo, en
ideas: el editorial en primer término. AlU es la vida de todos los días las cosas no siempre
donde se expresa el pensamiento de la dirección coinciden con el ideal periodístico: la mayor par-
del periódico y sus propietarios. te de los periódicos mexicanos obran en virtud

104 IO ~
Federico Camp~1l Periodismo c'j.("ric~)

de sus intereses económicos y de sus creencias co?", escrice y se pregunta DwiJ.(ht U,ru: r\(lI1
ideológicas. El lector tiene que aprender a desci- MiccheU en su librojourllallJllI rmd 11ft. Por todo
frar los mensajes, a discernir de qué lado de la ver- ello el lector tiene que discri m Innr el"t re un.1 re·
dad se coloca un determinado medio en su vista y otra, entre un periódico y orro: iclcnt,ficar
expresión editOrial. y la forma más lógica de iden- su gtado de dependencia o independencia tam-
tificar esos intereses es atender no tanto al régimen bién por el número de páginas de "publicidad"
de propiedad -empresa comercial, sociedad anó- gubernamental que intercalan en sus ediciones.
nima o de capital variable, asociación civil, coope- Por su intención, el edjtorial puede ser enun-
rativa- que define la personalidad jurídica del ciativo, explicativo, combativo, crítico, apologé-
peri6dico o la revista sino a sus propietarios identi- tico O adm,)oitorio, según la clasificaci6n del
ficables que los controlan: quiénes son, cómo se boliviano Riúl Rivadeneira Prada (Periodismo), y
llaman, a qué grupos políticos o financieros per- siempre estará referido a un hecho reciente de
tenecen, cuál es su relación -d.irecta o indirec- importancia colectiva.
ta- con el Estado. En México, donde los medios
uo están en manos de periodistas sino de hombres
de negocios o están financiados y directamente
controlados por "oficinas de comunicación social"
gubernamentales, muchos periódicos -miem-
bros oficiosos del complejo propagandístico gu-
bernamental- suelen seguir una línea editorial
apologética de las políticas del gobierno federal o
de los estados. Muy pocos se atreven a disentir de
la "verdad oficial" porque pondrían en peligro
sus intereses y sus lucrativas relaciones de poder.
"No es posible ponderar correctamente la polí-
tica editorial de un periódico a menos que se se-
pa quién es su dueño. ¿Los propietarios del
periódico, como grupo o como individuos, tie-
ncn otros intereses materia,les en la comunidad?
S I así es, e l peligro más probable es que ya no
)j(..'an objccjvos cuando se afecten esos intereses.

( Esrdn al servicio de ciertas facciones poLíticas o


~rupos de poder financiero o comercial? ¿Se
prt'oc:.:upan sinceramente por el bienestar públi-

106 107
El "nuevo periOOism.o"

De estirpe neoyorkina, el llamado "nuevo perio-


dismo" empezó a practicarse a mediados de los
años 60 en la revista Esquire y el suplemento New
York del desaparecido diario The New York HeraLd
Tribune. Varios de los colaboradores de New York
-que sobreviviría como publicación indepen-
diente dirigida por Clay Felker al finiquitarse el
periódico-- descreían de los convencionalismos
propios de la gran prensa norteamericana y proce-
dieroD a romper las reglas de la "objetividad", la
"imparcialidad" y la suposición de que el perio-
dista "no piensa" ni debe externar juicios de va-
lor O adjetivos innecesarios.
Tom Wolfe, teórico y practicante de El ,,"et'()
periodismo confiesa que por primera vez oyó h.l-
blar del Nuevo Periodismo hacia 1966, pero no
desconoce que ya en la década de los 50 se estaba
fraguando desde las páginas de True y The New
Yorker, justamente cuando "la novela lanzaba sus
últimas llamaradas como sancta sanctorum", es de-
cir, cuando la novela languidecía como género y
se encontraba en un callejón sin salida.
Carlos Monsiváis admite que el nuevo perio-
dismo desea aprovecbarse de la llamada "crisis de
la novela" y

[09
r
Federico Campbc:.ll Periodismo escrito

"declara abolidas las fronreras convencionales eo- punto de vis. ta narrativo, manejo del tiempo-
tre reporcaje y crónica y participa de beneficios, de que dispone un novelista en su arsenal lite-
prejuicios y técnicas de historia, antropología so- rario.
cial, sociología, psicología, novela, política, ade- La semejanza entre la novela realista del siglo
XlX y el reportaje ha hecho a muchos críticos
más de referencias extraídas de la mitología
cinematográfica o de la cultura televisiva o del preguntarse si no eran ya "n uevos periodistas"
catálogo de los grandes almacenes o de las haza- Daniel Def()(~, Stephen Crane y Mark Twain, Bal-
ñas de la sociedad de consumo y el show business". zac y Zola. ::liario del año de la peste, de Daniel
Defoe; Vida ~n el Mississippi, de Mark Twain; La
Ese fen6me no desinhibido, que quiere fundir la
novela y el reportaje en un solo género, que no se
jungla, de Cpron Sinclair; o entre nosotros El
águila y la sepiente, de Martín Luis Guzmán, ¿no
combinaban ya el relato literario y el reportaje
,
nbsciene de inrerpretar ni de recrear, "reacciona

~
co nrra el rrabajo de los reporteros tradicionales que realizaban para documentarse?
(pasivo, grisáceo, informe) y desea impregnar de En efecto, estos libros son antecedentes del
"nuevo perioiismo" -tanto o menos que Hiroshi- l'
apremio estilístico (estético) las forralezas habi-
tuales donde se empobrece, se burocratiza o se de- m4, de Joho Hersey, que apareció íntegro en un I
grada el lenguaje. Interpretar, para el Nuevo número de 1 he New Yorker en 1946--- pero 10 que
Periodismo, es en lo primordial cuesrión de for- sucedió en los 60 fue que los nuevos periodistas 1
ma", enuncia Carlos Monsiváis, antes de concluir: pro.moviero(.. una rebelión radkal contra las cos-
"Hay que negar el dictum de Oscar Wilde: el pe- tumbres y la; fórmulas tradicionales del quehacer
riodismo es lo que no se puede leer y literatura lo periodístico r, sobre todo, aswnieron una actitud
que no se lee". más participativa y osada. Lo que distingue al
Lo que los "nuevos periodistas" se proponen es nuevo perioc ismo es su manera de encarar los he-
ocupar el sitio privilegiado de los autores de no- chos y sus pusonajes: el papel activo que juega el
velas mediante el realismo provocador, irreveren- periodista ee la historia, su compromiso con una
te y agresivo de sus textos y una clara voluntad idea política -como dice Carlos Monsiváis- y
de estilo. El reportero no desaparece, como en la su "identificación con uno de los lados del asunto
nota informativa convencional que cubre el es- para dedicarse a interpretar desde allí".
pectro qué-quién-dónde-cuándo-cómo y por El estilo cc,mo juicio moral y político, la impli-
. .lué. si no roda 10 contrario: se involucra como cación de que el tema refleja a la sociedad en su
protagonisra en la hJscoria que reportea y redacta conjunto, la intención de penetrar en las mentes
sin desdeñar ninguno de los recursos ---diálogos, de asesinos, motociclistas, gángscers y políticos,
descripciones, monólogo interior, reflexiones en- constituyen .Jara Monsiváis las características del
say(sticas, caracterizaciones de los personajes. nuevo pcóodismo.

llO III
Federico CampbeU Periodismo ~cntl1

Pero sobre todo en dos formas difiere el nuevo dar una mayoe dimensión psicoI6glt.. i.l. suu.tl,
petiodismo de l reporraje convencional: en la re- ideológica, a los personajes reales que npOlrcCt'n
la~i6n del reportero coo la genre y los aconteci- detrás de la noticia. Su afán es libcmr ni reportolJc
mientOs, puesto que al describirlos refleja nuevos de las fórmulas anquilosadas impuestas por la re-
valores y actitudes, yen la transformación radi- dacción de las agencias. El periodista no es una
cal de la noticia mediante el uso de mecanismos máquina. No es una grabadora. No es una raquJ~
o?velísticos como el punto de vista, la manipula- mecanógrafa. No es una procesadora electrónica
cJ6n del tiempo hacia at rás o adelante, y el rerra- de palabras. Es un escritor. No se intimida ame
ro escrito. la inconmovible estructura elemental de los pá-
Uno de los libros en que mejor se profundiza rrafos compuestos poe hechos y citas entrecomilla-
e? e~ta diferencia es Realidad y ficción. El nuevo pe- das: inrenta, mejor, reconstruir una experiencia y
rlodumo y la novela de 110 ficción, de Joho Hollo- hacerla sentir aJlector. Aspira a conmoverlo. Utili-
wel!. El profesor de la Universidad de Arizona za las herramientas de la narrativa para dar un
observa que el nuevo periodista va más allá de la cuadro, un contexto vivo, y procede de escena en
versi6n oficial de las cosas y suele ser «franca- escena -como los novelisras o los narradores ci-
mente crírico de los .poderosos intereses que con- nematográficos- en vez de pergeñar un resumen
trolan la difusi6n de las noricias". No se resigna de los sucesos y las acciones o una cronología asép-
a los bolerines de prensa del poder ni guarda de- tica. Por ello, en lugae de citas y paráfrasis, regis-
ferencia alguna hacia los funcionarios públicos. tra completos los diálogos a fm de identificar en
Le arrebara la iniciariva a los "directores de co- lo posible los procesos mentales que ocurren uerr.h
municación social" o jefes de relaciones públicas de los discursos. y cuando se trata de ca.raCtcd7.ar .1
y no se limita a transcribir sus declaraciones. To- los personajes se vale de todo: los m(nJmo~ dee,llle,,"
do lo contrario: "lucha por revelar la historia de su statUJ, sus vestidos, sus casas, sus mucblt'~.
oculta tras los hechos superficiales". sUS maneras de mesa, sus gustos. sus modos de l.0-
"La creciente tendencia hacia el reportaje a mer, sus desplantes, sus propiedades O1::ttcrlO.lles.
fondo en el periodismo de revista y de periódico en fin, de todos los factores "por medio de lo~
ha co nducido a una mayor libertad para los escri- cuales la gente experimenta su posición en el
tores en términos de forma y estilo", escribe Hollo- mundo".
well. Lo propio y distintivo del nuevo periodismo Quien de alguna manera percibió esta riqueza
es su. lenguaje, su estilo, su diversidad de puntos de posibilidades fue Truman Capote. Después de
de VIsta, sus caracterizaciones a rravés del babIa convivir durante cinco años con los autores de un
de sus personajes o tomando en ·c uenta sus mo- oscuro asesinato en un poblado de Kansas. publi-
dos de vida y sus formas de pe·nsar. Si busca un c6 en 1966 A Jangrefria. El novelista negó que
estilo lj rerario comparable al de la ficción es para su obr<1 perteneciera. aJ periodismo y afirmó que

111
112
r
Federico Campbell Periodismo escrltu

había inventado un nuevo género literario: "la mundo sabe, describieron grandes batallas mili -
novela de no ficci6n". A pesar de ello, dice Tom tares.
Wolfe, el éxito de A sangre fria dio al nuevo pe- Es cierto que hacia 1966 Nicholns 1bmalin ya
riodismo un impulso arrollador. Tanto que muy era un periodista consistente y de prestigio pero
pronto Norman Mailer se puso a escribir Los ejér- no fue sino hasta que rompi6 con las maocras
citos de la noche en 1968, en el que cuenta, inclu- ((adicionales de organizar un reportaje que con-
yéndose .como personaje y refiriéndose a sr movió a los lectores ingleses de The Smulay Times.
mismo en tercera persona, los pormenores de una Al relatar cómo el general James F. Hollings-
gigantesca manifestación contra la guerra de worth (a quien acompañó en su helic6ptero) se
Vietnam. "Hacia 1969 no existía en el mundo li- condujo en :;u misión de exterminio y "mat6 más
terario nadie que se atreviera a desechar llana- vietnamitas que todas las tropas bajo su mando",
mente al nuevo periodismo como un género Tomalin de! pliega una narración con la distancia
literario menor", recuerda Tom Wolfe. y la objetividad estilísticas de un cuentO o un
Yes ésa precisamente la circunstancia que par- fragmento de novela: deja que el personaje y los
ticulariza al nuevo periodismo como un fenóme- hechos habl!n por sí solos, hace que el general se
no de raigambre típicamente norteamericana: la defina por Sll5 acciones y sus palabras. para que el
guerra de Vietnam. Por ello mismo cuentan en- lector vaya deduciendo por su cuenta la locura y
ne sus reporteros más acuciosos e implacables el cinismo, la distorsi6n de la realidad, que l
aquellos que se propusieron y consiguieron des- "identifica" a campesinos con guerrilleros, de un
cribir -desde el campo de batalla- la guerra guerrero pC<lfesional y suicida.
concreta, su cotidianidad y su fascinaci6n de- A Tom VC;·olfe la obra maestra del género Viet-
mencial, conrrapuesta a las estimaciones estacüs- nam le pare·:e el capítulo que en Despachos de gll-e~
ticas y las líneas de política internacional rra Michae ! Herr dedica al sitio de Khesanh .
racionalizadas desde Washington. Utilizando a Uno de los ~ .ciertos del reportero fue no asum.ir el
discreción las técnicas del Nuevo Periodismo, el relato en un tono autobiográfico. Su intención
inglés Nicholas Tomaun y Los norteamericanos fue más bien penetrar las mentes de los mucha-
Michael Herr (autor de Despachos de guerra y co- chos que es :aban en la lfnea de fuego y bajo los
guionista <.le la película Apoca/ypse NO'lv) y John estallidos d .! los mortetos: c6mo se sentfan; qué
Süc k escribieron sobre la guerra como muy pocos pensaban, qué decían, utilizando indistintamen-
novclisr.ns lo habían hecho en el pasado, cjerta- te la primera y la tercera personas del verbo.
f'!"lente: Cc.'JI) l1n~1 pasión y un punco de vista d¡stín- "Creo que hasta ahora nadie ha superado a Mi-
10:-' (;'(1 n1l.lchos sentidos a los asumidos por chael Herr f'n su capacidad de captar los peculia-
·Ibl"toi, Sttndh::d. Victor Hugo, Erich María Re- res horrore!: de la guerra. Ciertamente ningún
IImr~lIe o Scephen Crane, quienes, como todo el novelista le ha hecho", dice Tom Wolfe. "Y no

114 ll5
Federico CampbeU P~riodismo escrito

hay duda de que lo mejor que pudo escribirse de 1920; en segundo lugar, el periodismo como arte
Viernam vino del Nuevo Periodismo." era un campo casi virgen, por la sencilla r,l:l.(ln de
John Sack, por su parte, entrevistó a los solda- que muy pocos artistas literarios han escnco al·
dos de la compañia M acerca de lo que les pasaba guna vez periodismo narrativo, y cuando lo han
por la cabeza en los momentos más peligrosos del hecho, ha cobrado la forma de ensayos de viaJe o
combate; luego, se las arregló para que en el relato de autobiografías. The Muses Are Jleard me situó
tanto sentimientos como pensamientos se integra- en una línea de pensamiento enteramente dIS(iO-
ran a la acción que describía. En varios tramos de ca: quería realizar una novela periodística."
su composición, ti rulada M, que fue publicada en
la revista Esquire, el discurrir de los combadentes
se des liza sin mayores trabas a lo que los novelistas
llam an "monólogo interior".
En los años subsiguientes pudo apreciarse el
efecto que en otras latitudes tuvieron estas piezas
periodísticas, sueltas o rescatadas en antologías,
y los libros de Normao Mailer, Trumao Capote,
\ Gt:l~ Talese, Hunter S. Thompson. et al. Bajo una
t6nlCa parecida, en México Vicente Leñero escri-
bió Los periodistas y Asesinato; Hernán Lara Zava-
la, Charras; Carlos Montemayor, Guerra en El
Para/so. En Perú, Guillermo Thordike compuso
en forma de libro dos reportajes novelados: No,
mi general y El caso Bancheiro. En Colombia, Ger-
mán Castro Caycedo triunfó con El Karina.
En el prefacio a su Música para ca1flaleones, bre-
ve nota introduccoria que sintetiza todo su arte
poética, Truman Capote dejó para la posteridad
estas palabras:
"Durante varios años me sentí cada vez más
atraído hacia el periodismo como forma artística
en sí misma. Tenía dos razones. En primer lugar,
no me parecía que hubiese ocurrido algo verda-
deramente innovador en la literatura en prosa, ni
en la literatura en general, desde la década de

1I6 II1
A sangre fría

Cuando a Te ..l.ffiao Capote se le ocurri6 que el pe-


riodismo podría ser otro de los géneros literarios
tuvo la inmediata tentación de escribir una nove-
la periodística que tuviera la verosimilitud de los
hechos, la in mediatez del cine, la profundidad y
la libeccad d! la prosa, la precisión de la poesía.
Entre los 35 y los 42 años de edad -eorre
1959 y 1966- Capote se concentró en la inves-
tigación de un enigmático y múltiple homicidio \
I
que tuvO lugar en un pueblo del estado de Kan-
~
sas, crimen presumiblemente sin ningún moti-
vo, sin móvil, como si pudiera haber crimen
gratuito.
El resuln¡do fue un repoctaje novelado, una
novela "sin ficción" en la que el autor desaparecía
-ni se insinuaba ni brillaba por su ausencia-,
contaba tOc.o desde la distante perspectiva de
una tercera persona implacable y despiadada: A
sangre fría.
Si bien es cierto que Truman Capote reivindi-
có el realisfLo y fundió la novela y el reportaje en
un solo gén.!ro, hay quienes piensan que la suya
no fue sino I)tta novela realista y que la distancia
que se sigue:: dando eotre el periodismo y la lite-
ratura es la misma que se tiende entre la infor-

119
Pederico Campbell P~riod.ismo ~Knto

maci6n y la imaginaci6n. En última instancia to- pirinas y bebedor insaciable de 1'001 beCf'· h;1hi.l
da historia, por real que sea: una aurobjografía, sido una sucesión patética de espejismos.
por ejemplo, un hecho hist6rico --es decir, ClInl- La destreza, la elegancia, la Ol:ll ici.\ propi.t
quier acontecimiento ajeno--, es ficci6n para Jos mente literaria de Capote se despht!ga 0.1.1 m¡ü; al
demás, y de los equIvocos que procrea In lectura se to grado de intensidad dramática cua ndo. en (·1
encargan las trampas y los juegos de la memoria. trayecto de Las Vegas (donde fu(:run aprehent!.
.Con esta gran obra maestra (su otra "pequeña" dos los homicidas) a Kansas City, a tod~l vdo<:l-
obra maestra sería el cuento "Ataúdes labrados a dad en un Chevrolet, Perry Smith, (."spos~do.
mano"), Capote da un salto cualitativo en la his- junto al detective que lo detesta pero que tiene
toria de la novela policiaca o de ambiente judi- que encenderle el cigarrillo para escucharlo, en
c iaL La exprime, la lleva hasta sus últimas medio del desierto y de la noche, va contando có-
consec uencias, en términos estéticos, de intensi- mo entraron él y Dick en la casa de los Cllltter
dad y belleza. para saquear una caja fuerte inexistente y m~~a­
Desde las primeras páginas el lector sabe quié- ron a cuchilladas y escopetazos a toda la famdJa,
nes son los criminales -Dick Hickock y Perry "sin ningún motivo".
Smith, que sólo en pareja encarnan una persona- Para bien o para mal, la nove.la no es crimino-
lidad ases ina que no tienen como individuos- y logía ni medicina forense ni psicología y los de-
quiénes las víctimas -los Clutter y sus dos hi- talles que circundan al asesinato inmotivado
jos- y se entrega a conocer los pormenores de (que no existe, salvo si se atiende a los impuls?s
una muerce anunciada. inconscientes) quedan de lado en A Iangrefrto.
La aporcaci6n de Capote, su gesto literario co- En manos de Capote los hechos hablan por sí
mo escri tor, es hacerle ver a quien 10 lea que la li- mismos. El infierno de todos ---el horror de las
teratura no es algo ajeno a la vida de todos los víctimas en los últimos instantes de la vida, la
días, que cualquiera, así sea como lector, puede abismal soledad de los condenados a muerte, c.~1
incorporar a su cotidianidad la experiencia del transcurso ocioso de una vida que no compren-
quehacer literario, y que esa realidad sólo despre- dieron- puede transmitirse cuando en toda la
ciada por la estupidez es la única que cuenta. operación literaria está la mano de un genio.
U na decisi6n de escritor es la de colocar los he- Capote sí tuvo la impresión de que había inven-
chos en el orden progresivo en que aparecen los tado algo ouevo, la refundición de lo novelesco y
tramos narrativos. Otra capacidad es la de con- 10 reporteól, y que había reelaborado de tal mane-
mover sin emitir ni insinuar juicios, la de hacer ra (y repetidas veces, como los alquimis~as ~ los
ver cómo la vida de Perry Smjth -un joven panaderos) esa masa informativa del penodlsmo
creintón que tenía el cuerpo y las piernas coctas hasta trocarla en algo que. como decía Henry Ja-
como de jockey, un constante consumidor de as- mes, corresponde a la demencia del arre.

120 l2 l
Federico Campbell

La plasticidad magistral, por oera parte, de


"Ataúdes labrados a mano", el relaco incluido en
M,Jsica para camaleones, es el colmo de la perfec-
ci6n narrativa. Los asesinatos en serie (una pareja
de ancianos que muere mordida por nueve víbo- Viajar solo
ras inyectadas con anfetaminas, el viejo gastcíti-
co que ingiere de su botella de Melox Plus una
buena raci6n de nicotina líquida, el ranchero que
no ve rodar su cabeza coreada por un hilo invisi-
ble de acero tendido entre dos árboles y a la altu- Ryszard Kapllscinski (nacido en 1932) siempre ha
ra de su cuello, mientras navega en su boogy) s610 sido un patad!perro. Donde quiera que hay un lío,
conducen al misterio y, aunque el lector se dé sobre todo en los países africanos, allí está con su
cuenta muy bien de quién es el imaginativo ase- maletita y su libreta de notas. Ha oído el zumbido
s ino que regala a sus pr6ximas víctimas un escu- de las balas nLUcho más que los militares latinoa-
chito en forma de ataúd con una fotografía de mericanos. 1\:0 'asume la caminata como medita-
ellas adentro, el crimen nunca es probado. ci6n o como r!lación con la naturaleza, a la manera
Más sabio que la tramposa criminología, más de Henry D. Tboreau en Walking, sino como un l'
sugerente que la esquemática psicología, más hu- necesidad de I:ntrar en COntactO con la gente.
milde que los enunciados de la proposición socio- Yes que el periodista polaco, que ha hecho del
16gica, el discurso de esta extraordinaria novela periodismo e.J.libro un género que nada le pide a
criminal a veces se ríe de sí mismo y no cree en la ficción literaria, cree que el reportero debe via-
una verdad posible: cree en la demencia de la es- jar solo porque es importante ver el mundo que
critura, en la amarga ironía. se investiga / penetra con los propios ojos. "La
presencia de otra persona influye sobre nuestra
percepci6n de: las cosas. Sus gestos, sus comenta-
rios, cam.bian esta limpia relaci6n del escritor y
el mundo qm: 10 rodea."
(En el viajE en pareja se quiere todo lo cont'r a-
rio: comparri r con el ser amado el asombro de los
carninas, los mares, las montañas)' los recovecos
de las ciudad,!s. el placer de la conversaci6n.)
Cuenta qUt= una vez él y unos camaradas estu-
vieron haciendo un documental sobre África con
un equipo inglés que por primera vez ponía pie

122 123
Federico Campbell Periodismo ~sc rl fO

en ese continente. Recorrieron lugares aparrados Nunca anres se habían inaugurado en el escena-
y cuando llegaban a cualquier sitio los colegas se rio político tantOS países, más de ochenta. No le
ponían a Llamar a Londres desde sus teléfonos ce- impresiona nada la velocidad de las transmisio-
lulares. "Viajaron conmigo ttes meses pero nes contemporáneas y cree, como García Ml'ir-
emocional y mentalmenre nunca estuvieron en quez, que la mejor noticia no es la que se ,.tI
Africa; todo el tiempo se la pasaron en Londres." primero sino la que se da mejor. Le tOCÓ un siglo
,Y es que para Kapuscinski (léase El imperio, un maravilloso, siente: el paso de las generacJOnes
repoccaje sobre el desmembramiento de la Unión que mueven la historia como Sísifo la piedra. ha-
Soviética como naci6n, o Sbano, un viaje hacia el cia arriba. Si el telégrafo , la radio, el teléfono, la
cotaz6n de los países africanos) una de las carac- televisi6n, el cine, no acabaron con la prensa es-
terísticas del reportero es la empatía, la habili- crira como se temía, ahora tampoco el ¡nternet ni
dad de sentirse de inmed.iato como un miembro el correo electrónico sustituirán al reporcero vivo
más de la familia: "Compartir los dolores, los en el lugar de los acontecimientos. La prensa es-
problemas, los sufrimientos, las alegrías de la crita sigue desarrollándose. "Los medios amplían
gente, que de entrada reconocen en él si real- el método de existencia de la palabra, de la trans-
menee está entre ellos o si no es más que un pasa- misi6n de la palabra. No se acaban unos a ocros:
jero que vino, mir6 alrededor y se fue," se amplían."
No se hace pues el periodismo desde un escri- No le gustan mucho las novelas. Cree que la
torio, Sin la gente, el periodista está perdido. Su realidad y los personajes vivos que comparecen
profesi6n depende de la ayuda y la voluntad de en el teatro del mundo son mucho más intert··
los Otros. En cierto mamen ro, en lo que cambia santes y sus historias más inusitadas que las qu<:
un semáforo, puede decidirse roda su carrera, provee el mercado de la literatura. ¿Qué novt'l.l
porque en esos minuros un chofer 10 puede llevar de los últimos años ha podido conmover t,tnfO
a una mina de combare o puede negarse. como una historia real?
Tanro la humildad como la gratirud cuentan Ha conocido el tedio de las redacciones y tilm
de modo crucial. La arrogancia y el despego pue- bién los tiempos muertos de espera en el eXtrdn
den hacer que la gente lo corre y no le hagan ca- jera cuando trabajaba en una agencia de notiCIas.
so. De ahí que el oficio -lejos de la prepotencia en las que no imporea el escritor. Pero se regocija
de quienes cubren los corredores del poder- tie- de haber tenido que cubrir ese trabajo de escla-
ne que ejercerse con modestia. Los pueblos están vos para escribir libros, acrividad que redondea
llenos de historias. Basra saberlas encontear. el sentido de la vida personal de un periodista,
Lo que ha fascinado a Kapuscinski es que el si- para que siga sintiendo que su trabajo no se le va
glo XX ha sido el de la descolonizaci6n y el de las de las manos como un puñado de arena. Su erran-
grandes migraciones del campo a las ciudades. cia por las comunidades africanas -esa rea li dad

124 125
Feck'rico Campbcll Periodismo escritO

tan rica, can colorida, ta n diferente a la euro- Kapuscimki es un viajero. Su CaSO es el J(, un
pea- le daba mucho más información que la llanero solicario --como el de Bruce Chatwtn. el
que pocHa meter en los cables de la agencia. "En- escritor ingl~s, o el de nuestro Fernando Jordán,
tonces me encerraba en mi cuaceo a elaborar DO- un autor de t u1t~, pero no pot ello deja de invo-
tas que se convenirían luego en libros, mientras lucrarse en las cosas ni de hablar con la gente. Más
mis camaradas se iban a tomar whisky." individual <tue los irreverentes periodistas de
En el buen sentido de la palabra, como decía .M an.hattan, d polaco se mueve en mundos distin-
Antonio Machado, la compasi6n siempre ha esta- tos a los de Europa y Estados U nidos; sus territo-
do enrre las teelas de su máquina de escribir, ana- rios son los de Mrica y Latinoamérica, Irán y las
lizar, conjeturar, imaginar, fancasear, invenear, repúblicas que componían la Unión Soviética.
porque es fundamental que un repoceero se meta En su libr.) GénerOJ periodÍJticOJ. Juan Gargure-
entre:: la gente que, en la mayor paree del mundo, vicb piensa =lue uno de esos géneros es el testi-
vive en muy duras y terribles condiciones. "Y si monio y pre:isamente en el capítulo consagrado
no las comparcimos no tenemos derecho, según a este tipo d: periodismo coloca la singular, sig-
mi moral y mi filosofía, a escribir." Si se pasaba la nificativa obra de Kapuscinsk.i: La guerra de An-
noche en el Hilton o en el Sheraton. y 00 en sus gola, La.! botM, El Sha, El Emperador, La guerra del
casitas de adobe y piso de pura tierra, no podía ser futhol, LaJ e.rtrellaJ negraJ, Crilto con fuJiI al hom-
consciente al escribir sobre sus vidas. bro, El imperi?, Ébano, Lapidario. I
"Cuando llegaba la noche. la genee se juntaba En 1981 Kapuscinski dejó de trabajar como
desde las siete a concar sus hiscorias, y ése era el corresponsal en la Agencia Polaca de Prensa
momento más literario, más bello. más fantásti- (PAP), a la que estuvo ligado laboralmente dumn-
co del dfa. Era toda una poesía." te más de veinte años y para La que cubrió veinCt-
siete revoluciones en doce países del Tercer
Los libros de Kapuscinski ciertamente cienen Mundo. A le s ocho años abandonó su pueblo na-
mucho en común con los escritos por los norcea- tal, Pinsk, f . principios de la Segunda Guerra
mericanos del "nuevo periodismo": interpreta los Mundial. cuando fue tomado por las tropas de la
hechos y caracteriza a los personajes reales. pero Unión Soviél:ica. En 1950 se inscribió en la Uni-
st' distingue de Southern, Wolfe, Mailer, Thomp- versidad de 'varsovia para obtener después ef tf-
son, I>orque su e-srilo es más llano y menos experi- tulo de hist)ciador. Se imponían entonces los
nwncal, porque su actitud ante el acontecimiento textos de Stalin y Lenin, "pero eso no signific6
t's m.lo; Jiscanre y no se afana en jugar un papel tiempo perd' do", dice a Josh Weiss en una entre-
protnt(6n leo en la historia que cuenta. Su narrati- vista (Pub/ish"" Weekly, 5 de abtil, 1991). De Marx
V;J es n1:h linenl y se muestra, digamos, más res- aprencü6, reconoce, "a contemplar los problemas
pt:t\.lOSO de la realidad. desde una perspectiva más histórica: a considerar

126 127
Federico Cat'npbell Perioo ismo t"S( fU"

cada acontecimiento desde una pcrspecdva más final patético, iJustmda por el otoi'in de' un pOi
amplia". triarca que luego de destronado ~e SIRUl." crt:yt'n-
Yen efecto, como opina Gargutevich, E/Em- do el emperador de Eriopía como ~I se hubier\l
perador es un libro muy testimonial, puesto que quedado en el viaje sin reroma dd p<xJcr.
al contar los últimos días de Haile Selassie, el Por otra parte. tanto la mirada del historiador
dictador de Etiopía, Kapuscinski va eslabonando como la del periodista convergen en otro derro-
Jo~ diversos testimonios de los cortesanos -fun- camiento y en otra revolución: la caída del Sha
cionarios, oficinistas de palacio-- que convivie- de Irán propiciada por los revolucionarios que,
ron con el anciano monarca derrocado en 1974 inspirados por el Ayatola Jomei ni, tomaron el
por una revolución. G~acias a las diferentes y poder en 1980. En El Sha Kapuscinski acumula
complementarias versiones de los testigos, el pe- notas. fotos, cintas magnetofónicas, a fin de
riodista e historiador polaco reconstruye la vida comprender cuáles fueron los orígenes del movi-
cotidiana de la suntuosa sede gubernamental yel mientO chiíta, cuál ha sido la evolución de Irán
modo de vida de un déspota endiosado. Sostiene desde finales del siglo XJX hasta La revolución is-
centenares de charlas, toma notas sobre la tormen- lámica, y sopesa en su análisis del fenómeno un
ta social que envuelve a los etíopes pero sobre la elementO desdeñado hasta entonces por los his-
marcha se va dando cuenta de que la imagen del toriadores: la religión. Asr, el reportero polaco,
Emperador (su corte, su séquito, sus manías, su "cuyos libros se leían en Polonia como una pará-
estilo de gobernar) constituye el único nudo que bola del totaütarismo", va bordando una re-fle-
habrá de dar cohesión a su Libro. xión lúcida y colorida sobre los mecnOl~mos de:
EL Emperador es, pues, un relato de esas charlas, la historia y del poder. "Sus Imá;.;encs oscdan
entrevistas, búsquedas; un registro, un docu- desde lo grotesco basta lo horroroso. KúPUSCH''''
mento. "Puesto que no pude contar con la obje- ki ha inventado virtualmente su propiU ~éllcrn _
tividad de mis interlocutores y varias veces En El Sha salta, con la concisión y 1;:1 I !lx'n,ld de
sospeché que la memoria les engañaba, volví a un poeta, de un detalle fragmentariO .J. Otro, "IJ
los archivos para examinar la historia del Em- baranda un nervioso mosaico de una culcur'l dt'·
perador y de su monarquía." En este registro finida por el miedo'·, escribió el crftico Geoffrcy
documental lo que le correspondió, dice, "fue ex- O'Brien en la revista norteamericana Mother
clusivamente el papel de oyente y cronista". Pero Jones.
la verdad es que Kapuscinski es algo más que un El efectO de conjunto que produce la lectura de
testigo ocular cuando va hilvanando la historia y sus obras da cierca.mente la impresión de que
dándole continuidad al intercalar sus reflexiones Kapuscinski roma partido por las luchas de los
enrre una y otra decl~.ración de sus informantes pueblos tercermundistas que buscan su autosufi-
hasta conseguir una densidad literaria, un gran ciencia y su independencia. Y es que "a la mejor

128
Pederico Campbcll

compacto un poco la idea rom<'Índca acerca de lo bro que nunca, según él, acierra í.\ escribir. En esos
que es un periodista", según confesó a Josh Weiss. trrutlOSvan ~us meditaciones, sus mon61ogo~ mte·
ciores, que cumplen la función de un hilo conduc-
"Yo ceeo, especialmente si uno escribe ciecto tipo [Oc de un viaje a ocro, de una crónica a un
de literatura, que hay que sentirse involucrado. Es teportaje, hasta redondear el verdadero libro que
imposib le una escritura fría. Tiene uno que par- sin saberlo (·staba escribiendo desde los primeros
ticipar, cener sus propios juicios morales, sus despachos que envió a PAP desde Nigeria, Tanza-
ideas muy claras respecto a lo que es justO y bue- nia o Conge., desde Chipre, Honduras o Chile, y
no. En lo que estoy escribiendo me siento invo- que, reescril os, dan vida a las 248 páginas de Las
lucrado, como si fuera un peleador." botas.
"Realmellte no se ven las cosas muy claras si
En 1991 Kapuscinski estaba escribiendo su libro todo está eH ca lma. Sólo en tiempos de convul-
de memorias Lapidarium, un recu ento más bien siones, conEjctos, tensiones, la situación se escla-
de su viaje interior, el de su mente y sus sentidos. rece. y puede verse entonces el mecanismo de la
"Siempre que pueda seguiré viajando. Porque ésa historia. Lo que a mí me interesa es el quehacer
es mi vida y mi profesión. y para ml la vida y la histórico. Y el quehacer histórico es un proceso
profesión son la misma cosa. También redactaba
ti
trágico y doloroso. Mi tema es la tragedia de la
ese año el libro sobre la Unión Soviérica, El imperio, hisroria", dijo Kapuscinski en su entrevista del
y su desinregración corno sistema político y con- PublúherJ U-éek/y. y concluyó: "Lo único que vale
junco nacional. la pena es e.>cribir. Todo lo que no sea escribir, o
Para Kapuscinski la historia es una tragedia. Lo prepararse para escribir, es ... Lo que pasa es que
ha visto en muchas partes del mundo, tanto cuan- ninguna oua actividad me hace más feliz."
do refiere las industrias y avatares de Patricio Lu-
mumba en La1 botaJ, como cuando -siendo el
único corresponsal extranjero en Tegucigalpa-
da a conocer al mundo el estallido de la guerra
del futbol encee Honduras y El Salvador en 1969.
El libro ·que en polaco se titula Wojnafutbolo-
tlW; en il1J.; l é~. TI:J~ SOCCéf" War; y en icaliano, La
¡mllltl J.ill("''''' dl'l fo(}/balt- conoció en México (en
X,IJ.q"l.\, Vef¡lc;ruz) su primera craducci6n y es una
11 ' ( nJ',I!ltf.- IÓn ..1<: 1? rcpo:tajes realizados en países
ti,· Afl'lf..·¡\ y Am(:nca Latana. Entre unos y otCOS, el
¡HItO)" va Introduciendo el supuesto plan de un li-

130 131
Periodismo here..oooxo

Contra todas las normas convencionales, técnicas y


"éticas", contra todas las tradiciones anglosajonas y
europeas de objetividad e imparcialidad, el nortea-
mericano Hunrec Thompson y el alemán Günter
Wallraffhan hecho un periodismo imaginativo que
ha llevado hasta sus últimas consecuencias un re-
portaje que se quiere crítico y combativo a la vez,
libre en su expresión literaria y pacticipativo en la
historia misma que aspira a describir y documentar.
Harto de los convencionalismos de sus editores
y de la gran prensa de su país que disfrazaba de
"objetividad" la manipulación y de "imparcialI-
dad" las relaciones de poder, Hunter Stockton
Thompson no sólo se aproximó para entrevlstar;t
la pandilla de motociclistas Ángeles del Infierno
(que tomaban su nombre de un bombardero aSI
bautizado por su tripulación durante la segunda
guerra mundial) en 1965 sino que de hecho se
incorporó a sus filas para recorrer el norre de Ca-
lifornia con ella y vivir su vida y escribir más tar-
de un reportaje que terminó en su famoso libro
He/ts Angeú publicado en 1966. AHí, en sus pá-
ginas, Hunter Thompson realmente se qui ta las
camisas de fuerza del periodismo tradicional y se
lanza a fondo, con todo su sard6nico humoe, con

133
Pederico Campbcll Periodismo escrito

codo su desinhibido vocabulario implacable, pa- Céline. Indignado porque Playboy no publicaría su
ca producir la gran fuerza narrativa de su libro, cr6nica del famoso Derby de Kentucky que la mis-
Osear Entique Ornelas lo describe mejor que ma revista l!~ había encargado, 'reescribi6 el re-
nadie en las páginas de El Financiero el 6 de fe- portaje de manera más agresiva y sardónica,
brerode 1992: burlándose de PJayboy. y lo vendi6 al Scanlan's
Monthly que de inmediato lo public6: "The Ken-
"Este gringo loco es, por supuesto, el padre del rucky Derby 15 Decadem and Depmved,"
periodismo gon20, objeto de cultO entre los yup- Antología; de sus mejores escritOs se encuen-
pies y politólogos nerds. Se erata de un estilo de tran tanto en Reportajes. El nuevo periodismo en
hacer reportajes, escribió el propio Thompson. Rolling Stom, de Paul Scalao, como en La gran
basado en la idea de WiLliam Faulkner de que la caza del tiblNón. del propio Thompson. En este
buena ficción es mucho más verdadera que cual- último pueden leerse "Algo está fraguándose en
quier otra clase de periodismo. Un periodismo Azdán" (sobre el asesinato ... y la resurecci6n de
donde el reportero debe ser parte de los hechos, Rubén Salazar por obra de la oficina del alguacil
en los que interviene de una manera desquiciada, del condado :le Los Ángeles), "Las tentaciones de
por añadidura. En este periodismo, como escribe Jean-Claude KiUy", "MarIon Brando y la pesca
Tom Wolfe de Thompson, el tema (Nixon y Wa- reivindicativa de los indios". en los que se pOStu-
rergate, una cacrera de mararón en Hawai o la la al reportero no como un observador inerte sino I
caída de Saigón) acaba por ser meramente casual como un par ~ic ipante central de la historia.
y tienden a predominar las reacciones (no pocas
veces paranoides) del periodista aote los hechos." No pocos dolores de cabeza hubo de causar a las
autoridades de la República Federal de Alemania
Hacia 1970 Tbompson inicia sus colaboraciones y a los repres ::ntantes más poderosos del establi.rh-
en un tabloide mensual que acoge con simpatÍa su mmt de su pús el "periodista indeseable" Günter
estilo: Roliing Stone. y allí va dando a conocer sus Wallraff. nacido en 1942, tanto por sus métodos
series "Miedo y asco en ... Las Vegas", ..... en el Su- como por sm investigaciones y las reacciones que
per Bowl", en las que desmiti.6ca las aparentemen- desencadenaban en la opinión pública.
te inamovibles imágenes que el público "El objetivo de Wa.ll.ra.ff es suscitar entre los oore-
norteamericano solía tener tanto de la ciudad de ros y los emp ,eados una conciencia de clase que, en
los casi nos como del futbol americano y los equi- último térmi :10. debe servir para suprimir el siste-
pos profesionales. El irreverente reportero se mete ma social. Lo!: métodos que emplea en la búsqueda
en líos, 10 echan de todos los sitios, y lo va contan- de su docurrwnt:ación sólo pueden merecer la desa-
do todo en una primeea persona que, según Tom probación rn:ís absoluta", decía un panfletO aoti-
Wolfe. recuerda la prosa inquietante del francés Wallraff pubjcado por las asociaciones patronales

134 135
Federico CampbeU Periodismo escrito

de la RPA, lo que da idea de lo que hacia finales de Trátese de hechos conocidos O no, dice SchufTels,
los años 60 empez6 a significar el trabajo incüvidual Wallraff los arranca de la sombra para hacerlos pú-
?e un periodista que se disfrazaba, se metÍa a traba- blicos. Empirista, WaUraff intenea "difundir la ver-
Jar e~ l~ fábricas o en la redacci6n de un periódico dad sobre ese sistema de anacquIa, de desorden y de
amarillista (el Bild), con documentaci6n falsa C'IIrri- enriquecimientO personal a expensas de los demás" .
cttiUln vitae ficticio, "indumentaria diferente, ~uevas Con la publicaci6n de Cabeza de turco, cuya pri-
gafas o lentes de contacto, el peinado, la dentadu- mera edici6n en Alemania alcanz6 una venta de
ra", según escribiera Klaus Schuffe1s en 1978. más de dos millones de ejemplares, Günrer
"P~ra no ser engañado hay que engañar, trans- Wallraff conmovió a la sociedad de su país, Du-
gredIr las reglas del juego a fin de divulgar las re- rante dos años, el "periodista indeseable" renun-
glas se~retas de la dominación", se plantea Wallraff ció a su identidad civil, y adoptó el papel de un
al expllCar su concepción del periodismo heterodo- inmigrante turco, Ali, disfrazándose con lentes
xo que lo llev6 a trabajar durante dos años como oscuros, peluca, bigote, y fingiendo un alemán
obre ro en cinco empresas, interpretar el papel de rudimentario, a fin de conocer personalmente las
confidente ante la policía política, someter la teo- condiciones más insalubres y peligrosas a las que
logra y la moral cat6licas a un test haciéndose pasar tiene que someterse un obrero extranjero en Ale-
! por un fabr~cante de bombas napalm, llevar la vida mania paca ganarse la vida padeciendo auem:ís Ia.o,¡
de un pordlOsero en un asilo, o la de un alcoh6lico hostilidades del racismo en una "sociedad demo-
en un manjcomio, y a suplantar la personalidad de crática", Trabaja en una granja, lo uctliz::1I1 tomo
un fi?-anciero alemán de extrema derecha para des- conejillo de indias en la industria farmaCélltl<.:.l, se
cubnr los proyectos golpistas del genera! Spínola emplea como a.lbañil indocumentado en la (.:ons'
en Portugal, trucci6n de edificios, realiza trabajos de limplt'¿i.'
Luego, de denunciar desde adentro que millones sin protecci6n en una refinería metalúrgica, sirve
de trabajadores son manipulados por la lectura de como chofer a un traficante de esclavos, form.l
las mentiras cotidianas del periódico Die Bild- parte de un comando suicida para reparar una
Zeitung Bild y que la explotaci6n de los obreros ex- avería en una central nuclear, etcétera.
tranjeros no es equiparable a la de los obreros ale- "Explorador de los ¡¡mites de la abyección hu -
manes, Wallraff es objeto de un proceso judicial en mana, Wallraff DOS obliga a sondear insospecha-
el que declara: "He querido hacerme cómplice para bles honduras y bajar entre risas a los int:estinos
poder lanzar una mirada más allá del muro de ca- nauseabundos de la Europa superior, cu lta y civi-
muflaje, de subterfugios y de mentiras, El método li zada", escribi6Juan Goytisolo a la publicación
que he elegido em muy poco ilegal en comparación de Ct.lbeza eh turco, que se lee como una novela
con los subterfugios y las maniobras ilegales que policiaca, palpitante, brillante, amena, según el
de este modo he develado." conse nso de la crítica española y la alemana.

136 IH
.4

Federico Campbdl

Como una especie de Robin Hood o de Pimpine-


la Escarlata, Günter Wallraff se mete en todas las
recámaras del poder y la explotación, como puede
comprobatse en la antología más completa hasta
ahora de sus reportajes: El periodista indeseable. Eos,!ñanza del periodismo
El texto más famoso de eSte libro se refiere a su
infiltración como periodista en Die Bild-Zeitung
(f"l periódico de la casa Springer que tira
5,720,000 ejemplares diarios). Mediante graba-
ciones secretas, focos, fococopias y testimonios. No siempre han existido las escuelas de periodis-
demuestra las manipulaciones de la prensa sensa- mo, mucho menos en los albores de la prensa es-
cionalista que no se tOca el coraz6n para despres- crita cuando un siglo después de que Gütenberg
tigiar a cualquier ciudadano. imprimiera en Maguncia (1450) el primer libro
Güoter Wallraff piensa que al establecimiento de de tipos mé·viles empezaron a circular hojas vo-
la verdad pericx:líscica sólo es posible si se describe la laotes y folletos que, aunque no periódicamente,
realidad con exactitud, sin miramientos, y con una daban noticias. Al entrar en auge la gran indus-
imaginación ilimitada. Describir, coma[ conciencia, trialización de los peri6dicos en 1835. cuando
denunciar, transformar, son los verbos que dan sen- The New York Herald es el primer diario indepen-l
tido a su acción periodística. Cuando se refiere al diente de u 1 centavo, la formación de los perio-
"sistema" está pensando en la llamada "economIa de distas se re:l1iza en los propios diarios, sobre la
mercado", es decir, en "el capitalismo, ese sistema marcha, porque se trata principalmente de que
económico a la deriva, sin concepción directriz". sepan escribir, ol"ganizar un pensamiento por es-
Los términos son los adecuados, añade, porque crito y con estilo. Todavía a principios del siglo
"los dirigentes de la economía son realmente libres xx, en un momento en que la humanidad era se-
y prácticamente los únicos en serlo en todo el país: dentaria y no se viajaba tanto como ahora ni se
tienen la libertad de practicar la usura y el fraude, tenían satélites para transmitir las noticias. los
el ctflcubrimicnto y el robo, la intoxicación y la enviados e~peciales eran los encargados de dar
opresi6n, pueden aplastar cualquier vida en em- cuenta de lo que acontecía en otras panes del
brión, poseen la libertad del furor asesino que ja- mundo, per) debían escribir muy bien. "Era esen-
m;ls ha sido frenado, envenenan nuestros ríos y cial que las descripciones fueran brillantes; era
nLH..'stros mares, a nueseros enfermos, a nueseros esencial el buen escribir. La mejor preparación de
vu:jos, a nuestros hijos en las entrañas de sus ma- un periodis:a era la humanística y la literaria; al-
dres, nLlcsrros ocios, nuestras familias, nuestra fa- gunos de los mejores periodistas Cf<.111 novel ¡stas,
(ultnd de confiat, de amar y de llorar". que pronto cedían a la tentaci6n de escribir no-

138 139
Federico Campbell

velas, cuemos, comedias, según una tradición que amor al oficio, y no canto la aplicaCión de una
va de Dickens a Hemingway, de Guelfo Civinini técnica o una recera que se aprende en la escuela,
a Borgese, de Buzzaci a Moncanelli", escribe e l pero en los últimos tiempos ha sido tal la eclOSIón
periodista italiano Piero Occone en su libro !l de las especialidades periodísricas (en economía, fi
hlion giornaLe. nanzas, relaciones inrernacionales, mediciml , cien-
Tanto la enseñanza corno el aprendizaje del pe- cia, salud pública, física, educación. gastronomía.
riodismo han sido objeto de varios critcrios en vida parlamentaria, partidos políticos, administra-
diferentes épocas y países. Por una parte, s~ ha dón judicial, estadística, liceracura, arquitectura,
creído que el oficio propio del periodismo con- antropología, arres, sisremas políricos, industria
siste en una forma de hacer las cosas, en una téc- química y militar, ecología, deporre, computa-
oica para recoger, organjzar, evaluar y presen rar ción) y la competencia, que hoy más que nunca,
ta información, y que basta una educaci6n gene- no sólo se juzga indispensable una formación
ral o especializada (en filosofía, derecho, hisroria, merodológica universiraria sino además una es-
literatura, sociología, economía) para salir a la pecialización en alguna de las áreas de la socie-
calJe y bacer las preguntas de rigor: qué, quién, dad en que se genera información.
c6mo, cuándo, dónde, y por qué. Por otra, en Más que relegar la carrera de periodismo 3. un
países donde se ha desarrollado el periodismo nivel secundario en las escuelas o carrera~ oc co·
moderno (en Estados Unidos especialmente) se municación, como suele ser el caso en las UI'\Jvcr·
h.a p~nsado desde hace muchas décadas que el pe- sidades mexicanas, habría que sacarla de la 11St.)
tlodlsmo debe ser en sí mismo una carrera uni- de materias que se llevan en "técOIcas y Ctt"ll! In..
versitaria con todas las exigencias académicas de la comunicación" y bacer del pettodisml1 UI1,'
que tienen otros campos del saber. Sea cual sea el carrera tan complera y seria como las iJlt:t'JlIl:l'ia'"
criterio prevaleciente, lo cierto es que las redac- la carrera de economía, la de medicin.t, tu Lit.' 1",..
ciones de los peri6dicos en todo el mundo están toria o la de ciencias químicas. En sí mismo el
llenas de reporteros que vienen tanro de una uni- periodismo merece un plan de estudios ptor lO y
versidad o una escuela, es decir, periodistas titu- una mayor profundización que le permIta f[;lo;,
lados, como de reponeros que se formaron - y cender el nivel superficial de las generali¿'.ldes ~ L1
con estudios inconclusos generalmente--- en Otras enseñanza y el aprendizaje de una ·'técnica" IIml
carreras, por lo regular vinculadas a las humani- cada a cubrir las preguntas clásicas qué, quién,
dades (aunque no necesariamente), o bien de ma- cómo, dónde, cuándo, por qué. '·Especialisra en
nera autodidacta. generalidades", el estudianre seguirá saliendo
Ciertamente el' que alguien llegue a ser un inerme de la escuela si no amplía sus conoci-
buen reportero es en gran medida uoa cuesti6n mientoS en español, idiomas extranjeros, litera-
de ralento, instinto, sentido de la oportunidad. tura (el conocimiento de la novela del siglo X IX

140 141
Federico CllIllpbell Periodismo cscrit-o

especialmente: Balzac, Dickens. Stendhnl, Zoln). los procesos eleccorales, la bolsa, Por '110, no eS ro·
historia. administraci6n pública, derecho, se- co que el es:udiante de periodismo siempre ande
miótica. relaciones internacionales. filosofía po- tomando cursos en otras carreros, u veces tres eur·
litica (e historia de las ideas po líticas), técnicas sos por cadh uno de los que lleva en la suya. ¿Por
de inves tigación documental e informática, mé- qué? Porque se siente inseguro y mal prermrnc!o.
todos de sondeos sociológicos y encuestas. econo- Porque sab~ que no está calando el fondo de las
mía y finanzas. cosas y se e~ ~tá quedando en la superficie. El estu-
Incluso en las universidades norceümericanas diante de periodismo tfpico nunca ha romado una
donde se estudia periodismo ha habido un sent.i- clase de ciencias politicas que le ayude ;.l entender
mientO de insatisfacción respecco a la carrera. En cómo funciona la política en su comunidad, c6mo
The Reporters's Handbook (compilador: Steve Wein- se adminisJ:C3 un gobierno, por qué se hace una
berg), el libro de la organizaci6n Investigative convocator ia para contratar los servicios de los
Reporters an d Editors (IRE). John Ullmann y Jan constructor~s o Jos proveedores. Nunca ha llevado
Colbert razonan que en los medios universitarios un curso d.! economía que le explique qué es la
es frecuente escuchar que el periodismo no es moneda o una devaluación, o qué es el ingreso per
una profesión. ¿Por qué? Porque no tiene un có- capita o el froducto nacional b ruto o la balanza de
digo ético ni de conducta muy definido en 10 que pagos o la inRación. En cierco modo se le da a
respecta a la recolección de la información ni pa- entender al estudiante que basta saber hacer pre1
rámetros estab lecidos para evaluar y establecer guntas; se l.! dice que no tiene por qué ser un espe-
sus ~¡jveles profes ionales o académicos. Porque cialista y que lo que tiene que aprender es c6mo
tampoco se ha llegado a un consenso para deter- redactar una noticia según el esquema de la pirá-
minar qué nivel y qué tipo de conocimientos se mide inven:ida. Pero al entrar en acción, al empe·
requieren para emprender la carrera ni qué rango zar a trabajar en un periódico, de pronto sabe muy
de estudios hay que completar para salir a la calle bien c6mo redactar una nota pero no c6mo hacer
y ejercer la profesión. una investi.gación periodística. cómo conseguir la
El periodismo, dicen los autores. no es como las informaciól ni con qué métodos o argucias, fun-
o~~ profesi?nes, como la de derecho o la de inge- damentalmente porque no sabe c6mo funcionan
nlcnn, por ejemplo. En esas carreras el estudiante las cosas en la sociedad y el gobierno ni sabe cómo
uuguiere una gran cantidad de conocimientOs y, plantear las preguntas pertinentes para obtener las
<.urnparntivrunente, poca técnica, y sale a ejercer. respuestas realmente importantes y de valor pe-
En tln~1 ~scLlela de periodismo típica O tradicional, riodístico.
1: 1 (.'studHlO[c aprende mucha técnica y poco acerca
dt, c6mo funcionan las cosas en la sociedad: el go- Italia es uno de esos países donde no se ha consi-
hlt'l'lIo. las instituciones, la cámara de diputados, derado necesario rener escuelas de periodismo.

l42 143
Federico Campbell Periodismo escrIto

Las universidades ofrecen carreras hermanas o que diario. Estudio ciencias biológicas. o economía,
pasan por las vecindades del periodismo ---como adquiero las técnicas del periodismo como quien
las de sociología,.semi6tica. histOria, literatura- aprende uao o dos programas de computadora, y
pero nunca se les ha ocurrido que en sí mismo el entro al periodismo científico o econ6mico. Es
oficio de informar pueda tener la dignidad de un un lenguaje nada más. Uno no se mete cinco
estudio como el de la neurofisiología, por decir años para aprender el sistema operativo de Ma-
alg~. Porque se razona que el periodismo es una chincosh o el ptograma procesador de palabras
técnica, como la mecanografía o la taquigrafía o Microsoft Word 2000. No. Con ese criterio se
una especie de programa procesador de palabras, desdeña en Italia la carrera de periodismo. El ra-
es decir, un lenguaje como cualquier Otro; un ve- zonamiento no es malo. Hay algo de raz6n en to-
hículo. El razonamientO, o la "racionalización" do esto. Véase cómo no son tao serias las carreras
(para usar un término psicoanalítico) es que uno de "comunicaciones" en las universidades, donde
no Se pone a estudiar cinco años de mecanografía los j6venes estudian cine. publicidad, televisión,
o a hacer una carrera de taquigrafía, pues son radio (a los salones les llaman pomposamente
modos de hacer, técnicas, que se pueden adquirir "laboratorios" de radio o de televisión); hay de-
en cosa de un año. Son saberes que se adquieren masiadas academias de comunicación y salta a la
\ ni margen de las carreras "serias" o significativas. vista que los estudios en esos ceneros, e mcluso
Uno no se pone a estudiar cinco años de inglés en las universidades, no tienen la seried:ld "1 la
exclusivamente (a no ser que se interese en la li- posibilidad de profundización de un pbn de es~
teratura inglesa y en la novela viccoriana O en las tudios como el que se organiza en una facuIr'IJ
tragedias históricas de Shakespeare) sino que es- de ciencias químicas o ingeniería. o filosofía ()
tudia arquitectura y paralelamente inglés o ale- economía. Un estudiante de ruscoria "11 ·le 1(' nc<r
mán (los idiomas corno lenguajes, es decir. como más sentido de la narración que uno de pt:flod,
vehículos). Así, en esta lógica de la seriedad aca- mo. O uno de letras: luego luego se ve :>u <,;On(K 1
démica a la italiana, uno se pone a estudiar una miento y práctica de la sintaxis. Por C!'iO h.,y
carrera "seria", como econom.ía, hisroria, derecho , quien sigue coincidiendo con el criterio it:1liano.
medicina general, odontología, biología, matemá- Vale más que alguien que quiere set peri()di~ta
ticas, y luego, paralelamente, se toma un curso de estudie letras españolas o historia (quién sabe pOI."
periodismo, puesto que es sólo una técnica, un qué de la carrera de historia salen muy buenos
savoir-faire, un know-how. un saber para organizar periodistas, ral vez por el manejo de la informa-
la i nformaci6n proveniente de cada campo. Estu- ci6n del pasado y el ofido de investigar en archi-
dio medicina, luego tomo un curso de periodis- vos, de valorar y redactat la informaci6n por
mo, y me puedo dedicar a escribir en una revista escrito; los historiadores son reporteros del pasa-
médica o en la sección de salud pública de un do. y suelen ser esrupendos editorialistas). El dí-

144 145
Pederico Campbell Periodismo escrito

rector de un semanario de México d ice que él ci6n ha cambiado en parte. Se ban abierto peque-
prefiere estudiantes que vengan de oeras carreras, ñas escuelas de periodismo y se han ofrecido bc:-
no de la de periodismo. Entre uno que no haya caso Un papd fundamental en este proceso ha
terminado ciencias políticas o economía y uno tenido el IFG de Milán que desde el añO de su na-
que venga titulado de la carrera de "ciencias de la cimiento, 1977, ha formado por lo menos 'ti
comunicaci6n", se inclina por el primero. 1,500 periodistas que han ingresado co n éxito ni
mercado de l·rabajo. Sus exámenes de oposición
Ha sido cípico de Italia, pues, la falta de escuelas son del todo "informales" y no tienen nada qu~
de periodismo. Durante décadas, a lo largo de tO- ver con los concursos públicos. El lF'G nació de
do el siglo xx, por ejemplo, se ha proclamado la una iniciativa del Ordine dei Giocnalisci di Lom-
inutilidad de la escolaridad periodística y se le ha bardia y es la única escuela que en Italia permite
co ncedido un valor muy importante al papel for- llegar a ser feriodista sin tener que pasar por el
mativo de la práctica en la redacci90 de un dia- periodo de .lprendizaje en UD peri6dico. Sus
rio. No sigue siendo exclusivamente así, pero ése alumnos se inscriben en el registro de practican-
es el criterio predominante. tes al princi¡: io del curso, y al concluirlo pueden
Después de dieciocho meses, el practicante de- presentarse al exam.en de "idoneidad profesio-
be presentar en Roma un examen de "idoneidad nal". El curso dura dos años y pueden tOmarlo
profesional" -algo así como un examen de opo- estudiantes nenores de 26 años de edad, pero la
sición- a fin de obtener el titulo legal de perio- selecci6n es n .uy rigurosa porque el Instituto tie-
dista y la consiguiente inscripci6n en el registro ne mucha demanda. Cada bienio acepta a 45 es-
de profesiones. En el fondo es un ascenso, un tudiantes. E!itructurado sobre bases teóricas y
punto de llegada más que de partida. prácticas, el ;:urso comprende asimismo una es-
U na opción diferente a esta arraigada costum- taocia de tre~ . meses en un periódico o una revis-
bre es inscribirse en una escuela particular como ta. Casi todes los egresados dellPG encuentran
el IPG (lstituto per la Formazione al Giornalis- trabajo de in.nediato.
mo) o conseguir una beca que puede continuarse
con un contrato de aprendiz en un penódico. Pa- Aparte de eite Istituto per la Formazione al
ra insc ribirse en el registro de aprendices o prac- Giornalismo existen numerosas escuelas que' 00
tica ntes (que tiene un valor legal) hay que ser exigen el exaneo profesional al terminar el curso
mayor de 18 años de edad y tener un diploma de y que suelen tener un carácter más bien te6rico.
esco laridad previa que en todo caso puede susti- Por ejemplo, la Escuela Superior de Comunica-
tuirse con un examen de cultura general. ciones SociaJes, cuyo curso de posgrado corre a
A pesar de que sigue siendo la práctica más ex- cargo de la Universidad Cat6lica de Milán; la Es-
tendida, a principios de los años 80 esta situa- cuela Superior de Periodismo de la Universidad

146 147
Pederico Campbell Periodismo escrito

de Estudios de U rbino; la Escuela de Especializa- jóvenes en el oficio de periodista. Con estudIan-


ci6n en Periodismo y Comunicaciones de Masa tes y pasantes franceses y extranjeros, está orga-
(dentro de la LUISS, Libera Universita Internazio- nizado en tres grandes departamentos:
nale degli Studi Sociali, en Roma).
Existen otros cursos, de muy bueo nivel algunos, * El Centre de Formation de ]ournalistes Cf) que
organizados por instituciones locales, regionales y asegura la formaci6n preliminar. Más de 1500
municipales, o entidades privadas. Un Consejo jóvenes hombres y mujeres han hecho allí sus es-
Nacional fija por una parte los criterios y las condi- tudios: muchos ocupan puestos imporrantes. en
ciones para determinar si la asistencia a esas escue- los periódicos, en la radio y la televisión.
las ciene valor legal y por otra permite a los * De la formación continua se encarga a el Cen-
estudiantes el acceso a los concursos para llegar a tre de Perfeccionnement et des Cadres de la Presse
ser periodista profesional, ahorrándose el "aprendi- CP) creado en 1969. donde periodistas y técnicos de
zaje" de 18 meses que normaLnente es obligatotio. empresas de prensa pueden asistir a cursos de per-
No Sé desdeña en Italia, por supuesto, la vía feccionamiento en su oficio y ponerse al corriente
nutodidacta. Para quien no pueda o no quiera \. de técnicas nuevas. Cerca de 2 500 pasantes siguen
asistir a la escuela siempre existe la posibilidad los cursos de actualizaci6n en el CPJ cada año.
( del concurso público, con la previa estancia de * El Centre d'Informaríon sur les Medias CIM
18 meses en un medio. La primera sugerencia que organiza estadías para el personal de empre-
que se le hace a quien estudia por su cuenta es no sas industriales y comerciales, administra.c iones,
leer sino estudiar los peri6dicos, analizar c6mo se asociaciones, sindicatos, que desean fanlÍli::lrlzar·
deciden los titulares, la cabeza principal, las se- se con la prensa y aprender a comunicar<¡l' mCJor
cundarias, los balazos, o bien conseguir una "sca- Cada año se inscriben más de 2,500 person.l'i (.on
lecta" (una guía, una escalerilla) sobre la que se las estancias y cursos del CIM.
ha formado una página y comparar el tratamien- Para realizar sus labores el CFPj está cqulJ").l<.Io
to de una misma noticia por diferentes periódi- con tres estudios de radio, dos estudios dt, tdc.'vl
cos. Otra práctica formativa consistida en imitar si60 en color, una sala de redacción tel emátIca,
el esti lo de los mejores periodistas, reescribir un dos salas de microinformácica y de un sistema re -
arrícu lo en la mitad de líneas del original o bien daccional jnformatizado.
alargarlo con noticias sacadas de ateos artículos. Centre de Formation ee de Perfectionnen¡enc
Entre Otras escuelas y centros de estudios, exis- des J ournalisces:
te en Francia el Centre de Formacion Ct de Perfec- 33, rue du Louvre, 75002 Paris.
cionnement des J'ournalisces CFPJ, con domicilio
en la rue de Louvre, en París, en el barrio de la Una de las escuelas más originales de los últimos
prensa. Se fundó en 1946, para la formación de tiempos ha empezado a ser la Fundaci6n para un

149
Federico CampbeU

Nuevo Periodismo Iberoamericano que tiene su


sede en Cartagena de Indias, Colombia, creada
bajo la iniciativa de Gabriel García Márquez. En
ella han coordinado talleres, con no más de doce
Perio<UslIlO de investigación
periodistas jóvenes y con experiencia, Alma ~.ui­
tlermoprieco, Ryszard Kapuscinski, Álex GtlJel-
mo, y el propio García Márquez. Su dirección:
Todo periodismo debe ser
Calle San Juan de Dios No. 3-121 investigativo por definición.
Carragena de Indias
Colombia GABRIEL GARCIA MÁRQUEZ
www.fnpi.org

Ciertamente el trabajo de los reporteros de The


Washington Post, Bob Woodward y Cad Berns-
tein, coincidt! para la mayoría de los lectores con
lo que se ent_ende por "periodismo de investiga-
ción". Es unl imagen romántica y heroica: dos
jóvenes sabuesos de la prensa norteamericana si-
guen las huellas del escándalo de Watetgate y
luego de su detectivesca indagación provocan en
1974 la renuncia del presidente Richard Nixon.
A partir de entonces entre las nuevas generacio-
nes de esrudiantes de periodismo se acrecienta la
ilusión por e!:te tipo de "especialidad" periodísti-
ca que en rigor no tiene por qué ser una rama de
la profesión :;100 el periodismo mismo, bien he-
cho, de mani ra responsable y acuciosa.
En un senrido muy estricto hablar de "perio-
dismo de in"estigación" significa incurrir en un
pleonasmo. ~e supone que todo periodismo es de
investigaciór •. Sin embargo, en la práctica de to-
dos los dfas o todas las semanas no se tiene el

Dt
t50
Federico CampbelJ Periodismo t=Scrlt{l

tiempo suficiente para ir a fondo en ¡u investiJ.;a. Al menos tres de los más importantes labros
ci6n de un tema. Por ello se entiende, en sentido sobre la materia, lnvestigatif./e ami m.Deprh R,por-
laxo, que el periodismo de investigaci6n e:.; aCJI.H:l ring, de Jucüth Bolrh y K.y Millc', Th. Rep.'''f''
que comporta la minuciosa y por lo gcncnd d¡l;:¡· Hatzdbook, de Steve Weinberg, John Ullman y
tada revisión de un archivo, el análisis de docu· Jan Colbert y TheJournalism ofO/ltrage. de DaVId
mentas, el seguimiento y cotejo de ciertos dacos, L. Protess et al. dedican sus páginas más a cómo
y.al final un trabajo de redacción en el que el pe- conseguir la informaci6n que a c6mo escribirla.
riodista sabe jerarquizar y organizar por escriro En las escuelas de periodismo la enseñanza suele
su materiaL denrro de un contexto justo y signifi. centrarse en cursos de redacción y no tanto en có-
cativo. Por eso el periodista investigador más mo localizar las fuentes y la documentación in-
que a un detective se parece a un historiador. dispensables para apoyar un refor.taje. Los tres
La organización estadounidense lRE (Invesriga- libros coinciden en que los penod lStaS no salen
livc Reporters and Editors), fundada en 1975. muy bien preparados de las universidades: se
que tiene su sede en la Universidad de Missouri gradúan enterados de codo pero de nada a fondo:
y que agrupa a más de 3,000 periodistas, ha lle- no se les enseña cómo funciona, por ejemplo. el
gado a [a sigu iente definición: sistema de la administración de la justicia y
El periodismo de investigación ·'es el reporta- tienen por tanto que tomar cursos especial{'S de
je, conseguido mediante el trabajo de un repor- derecho o de econo.mía si van a dedicarse a (·Uf,.·~­
rero y por su propia iniciativa, de asuntOs de ciones financieras o bursátiles . En las carrt"r.Hi dl"
impon:ancia que algunas personas u organizacio- derecho o de ingeniería el estudianre .u..It,¡u I(·n
nes desean mantener en secreto. Los tres elemen- una gran cantidad de conocimienro~ y c:nnlp, lra
tos fundamentales son: que la investigación sea tivamente poca técnica y luego se "m:l,\.1 la pr¡u
el trabajo de un reportero, no un informe o una tica, mientras que en una típica cc;t:ueLt dt
investigación elaborados por otra persona; que el periodismo el estudiante aprende, mucha réc:.rlJl'\
tema del reportaje sea de suficiente importancia y muy poco acerca de c6mo funCionan las cosa'.
e interés para el lector o el espectador; y el hecho las instituciones. en la sociedad. "Una de I.lS r.1
de que otros tengan la intención de ocultar al zones por las que al diarismo ,se le reproc~,a su
público la información que se busca". Así, los fa- superficialidad es que las cuall~ades que tlencn
mosos Papeles del Pentágono, que sobre la gue- en común los periodistas investigadores - la ca-
rra de Vietnam y contra la voluntad del gobierno pacidad de lo calizar. entender y en última ins-
dio a conocer The New York Times, no serían pe- tancia utilizar un gran número de documentos y
riodismo de investigación porque fueron desliza- estadísticas a fin de abonar bien una hip6tesis-
dos a la prensa y no eran producto del trabajo de no son del dominio de codos los periodistas. Esas
un reportero. cualidades pueden y deben ser aprendidas por to-

l52
le re_

PerlOdül"no eX cito
P«=:d«=:cico Crunpbell
Estados Ume.o s, y rracaron remas ["ela '¡onados con
dos los reporteros", escribe John UUman, uno de el narcotráfico, el hampa en los sindicatos. el c ra ~
los autores de The Reporter'J Handbool:t. men organizado, la corrupci6n policiaca. In v.ola ~
El objetivo de este manual -referido. por su- ción a las le:,es y los reglamentos ecol6glcos. y
puesto, al contexto estadounidense-- es ocientar sobre la posibilidad de que en los d.Cereores pa[scs
al periodista en el manejo de la informaci6n esta- los periodistas colaboren con sus colegas de todo eJ
ral: la que se encuentra en los archivos oficiales m~do .. l.a columnista de el E¡pca~/dor de Bogotá,
de las diferentes dependencias de la administra- M~ClaJunenH Duzán (que perdi6 a una hermana y
ción pública municipal, estatal o federal. Diríase a CIOCO com¡:añeros periocUstas asesinados por los
entonces que en este sentido una investigación naccouafican':es) diserr6 sobre cómO debe compor-
periodística digna de tal nombre s6lo seda posi- tarse en Colo rnbia el enviado especial de un diario
ble en un país orgaruzado en su estadística y sus ~xtra-?jero; s(,bre la conveniencia, por ejemplo, de
registros docwnencales, es decir, en un Escado de Identificarse como periodista en cualquier circuns-
derecho. Porque el principal punto de referencia rancia, en las ciudades y en el campo. El peruano
- el acuerdo común de los ciudadanos, el con-
Gustavo Gorrid, experto en el tema de Sendero
tratO social- es la ley, Lumin?so, aconsejó,a sus colegas que se prepararan
Las experiencias de los reportajes de investiga-
muy bIen antes de IOgresar en Perú para hacer un
ci6n que informan The Reporter's Handbook provie- reportaje sobre la insurgencia, que buscamn rela- I
nen de los periodistas miembros de Investigacive cionarse con periodistas nacionales, que definieron
Reporters and Editors (¡RE), yen sus páginas reve- de manera clara su intenci6n profesional al encon-
lan cómo fueron consiguiendo su información en rrarse en zor:as peligrosas, que no se detuvieran
los diferentes campos (tribunales, Suprema Corte,
más de dos clas en cada lugar, etcétera. Michael
vivienda, Departamento del Trabajo, sindicatos,
Opperskalski, director de la revista alemana Top Se-
Departamemo de Estado, salud pública, reglamen-
"':/. caneó cómo su equipo de trabajo, en colabora-
tOS, estatutos, etcétera) y cómo supieron utilizar las
cIón. ~on sus pares de Namibia, penetr6 los
leyes del derecho a la infonnación (Freedom of
serviCiOS de propaganda e inteligencia milirar de
Information Act) para conseguir del gobierno los
Sudáfrica a fin de conocer y publicar las acciones
documentos que necesitaban. de "juego sucio" preparadas contra las fuerzas \::lel
Dt:sdc 1975. IRE ha venido organizando reu-
SWAPO. En Ol ras mesas redondas y conferencias los
rlioll"!; anurdes en las que los pedodistas investi-
periodistas invesrigadores discutieron acerca de las
gi.ldort's de 18 pn íscs participan en conferencias y relaciones COIl los editores cuando se trata de con-
r~tl·"i.1S redondas e intercambian sus experiencias.
tratar un libro y sobre la utilidad de las compu-
Ul l on .qr~so de IRD que se celebró en Cbicago del
tadoras y las redes de computaci6n con acceso a
( 1 .. 11) de junio de 1991 contó con la asistencia de
archivos pan! la investigaci6n periodística.
IIIUS dt' 6 00 periodistas, en su gran mayoría de

155
l54
Federico Cnmpbell Periodismo escrIto

Uno de los servicios más importantes que discernir qué cambios se produjeron en la SOCIt,."
omega !RE --desde su sede en la Universidad de dad, en las legislaciones, y en las polítiCas ildmlnl!'.
Missouri; 100 NeffHall, Columbia, Mo. 65211; trativas, a consecuencia directa de su publica<'16n.
Escados Unidos; teléfono (314) 882-2042- es Yesos seis reportajes, efectivamente, llegaron ,l
el de sus bancos de informaci6n electrónicos' transformar las cosas que estaban mnl.
también permite consultar su "morgue" de da~ En TheJournalism ofOutrage se hace mmb¡(!n l.•
t~s, s.u h:meeoteca y su biblioteca, y comprar sus historia del periodismo de investigaCión en EHIl
publIcaciOnes periódicas, como Top Investigation! dos Unidos, desde las denuncias de Banjamin
from 1985 & 1986, The InveJtigativeJournalist'J Harris en su Publick OcurrenceJ, que publicaba en
Morgue ~índices de artículos, reportajes, series, de Boston hacia 1690, hasta la denuncia de la masa-
los archIvos de ¡RE), rop 100 InvestigationJ, en las cre de 109 vietnamitas en la aldea de My Lai es-
q~c se indican las fuentes, los documentos, las crita por Seyrnour Hersh y distribuida por
dIficultades, los seguimientos, los resultados, el Dispatch News Service en 1969. y las investiga-
pUIHO de partida, de los 5,300 reportajes de in- ciones sobre el caso de Watergate de los repone-
vestigaci6n compilados. ros de The W.:tJhington Post, Cad Bernstein y Bob
.Si lnveJtigative and in-Depth Reporting, de Ju- Woodwatd, en 1972.
~lth Bolch y Kay Miller, fue uno de los primeros En la parte introductoria de su libro,los inves-
libros de periodismo que centra su interés en có- tigadores de la Universidad Northwesrern ras-
mo conseguir la i nformac.i6n más que en c6mo trean el origen de esa readición del periodismo
r~daccar un reportaje o un artículo. TheJourna- norteamericano que consiste en denuncmr los
111m of01Jtrage, de David L. Protess, Fay Lomax males de la sociedad y del gobierno, la corrup'
Cook, Jack C. Doppelt, James S. Ettema, Marga- ción, la malversación de fondos público!>., d pe·
ret T. Gordon, Donna R. Leff y Perer Millee, de culada, los fraudes electorales. los .1bu!>.us elt·
la Norrhwestern University de Chicago, es fun- poder, la concesi6n de favores a partlcuL.lrc:s t:fI
damentalmente un estudio acerca de los efectos perjuicio del bien público (del interés general,.
que en la sociedad yel gobierno han tenido los la concentración de privilegios, el monopolIO In-
seis reportajes ,de investigación analizados por dustrial o comercial, los excesos de fuerza policia-
los autores. Muchas veces un reportaje O una de- cos, el malt.rato a los trabajadores, las condiciones
nuncia resultan como rayas trazadas en el agua, de insalubridad en las fábricas, es decir, todo
no se materializan' en una acci6n de la sociedad aquello que ilegítima o ilegalmente vaya en con-
civil o del gobierno, o no se vuc:lven una legíti- tra de la sociedad en su conjunto.
ma causa política; en el libro TheJournaliJm 01 Si el periodista investigador se siente un refor-
Outrage, la idea es justamente seguir la pista a ca- mista (no UD revolucionario necesariamente) es
da uno de los seis reportajes de investigación y porque desde los pri meros gérmenes de la socie-

156 IH
Federico CampbeJl Periodismo escrito

dad noneamericana, en los años de las que fueran distas Profeslonales, la ruayor en su género en lu~
las crece colonias, empieza a establecerse el con- Estados Unidos, establece por su parte y desde
senso de que si la cosa pública es pública. luego 1926 que "d derecho del públ'ico a saber es 1.1
entonces la gente tiene derecho a saber lo que es misión más importante de los medios masivo5.
del orden público. no lo que concierne a las vidas Se distribuyen las noticias y se ilusera n la OpI-
privadas. Esa es la teoría de la responsabilidad nión pública para servir mejor al bienesrar gene·
social de la prensa, que se refuerza en el siglo XIX cal". Esta tradición es, pues, la que da sentido al
cuando se producen cienos cambios en la socie- trabajo de les periodistas investigadores. Al ex·
dad esmdounidense y en los propietarios de los poner los cru:os de abusos y de injusticias, el pe-
periódicos. Como no había ni hay ahora un esta- riodista invc:stigador consigue uno de los más
cutO de la prensa -porque se enciende que una nobles fines :lel periodismo contemporáneo: ac-
'iocicdad es más democrática en la medida en que rivar la conciencia de los ciudadanos en favor del
algunas de sus actividades colectivas no se regla- bien común. El periodismo así entendido no es
menten- entonces empezó a sentirse el acuerdo sino una de .as múltiples opciones que tiene el
común, en la práctica, de que la prensa tiene una ejercicio de la democracia y una reafirmación de
responsabilidad hacia la sociedad y el propósito que la difusión de la información ha de pIacti-
de ilustrar al público con la información y la ver- carse bajo el ,!spíIitu de los derechos civiles.
dad en función de cierras valores de moral civil: Las profun:las raíces históricas del periodismo
el respeto de los derechos de los demás, la obser- de investiga.:ióo anteceden en Estados Unidos
vancia de la legalidad común a todos los ciuda- incluso a la publicación de los primeros periódi-
danos. cos en 1704, en la época co lonial. Hacia finales
El periodismo contemporáneo se encomienda del siglo XIX los grandes propietarios de periódi-
al principio del "derecho de la gente a saber", se- cos -Joseph Pulitzer, WiLLam Randolph Hearst,
gún muchos códigos de ' ética profesional (aunque Adolph S. o,:hs, E.W. Scripps, Joseph Medill-
no sean de obediencia obligatoria ni uniformes, revitalizaron la actividad periodística, no se inhi-
debido a la naturaleza heterogénea y competitiva bieron para demostrar y denunciar los despojos
de los periódicos norteamericanos) y a la conven- del poder. y :;us periódicos dieron a conocer los
ción no escrita de que la labor de la prensa es un reportajes de investigación más importantes 'de
servicio público. La convicción de que mejor se las dos últimas décadas del siglo.
sirve a la sociedad en la medida en que más se di- Las revist3;¡ de circulación nacional se metie-
semine la mayor cantidad posible de informa- ron con la éli:e de la industria y los negocios. En
c i6n es uno de los principios, por ejemplo, del 1902 la men:;ual McClttre publicó una denuncia
reglamento ético que rige en The Washington de la Standard Gil Company e hizo la hiscoria
Post. El Código de érica de la Sociedad de Perio- del ascenso d · ~ John D. Rockefeller al mundo de

l58 159
Federico Campbell Periodismo escrito

la riqueza y el poder documentando CÓmo la en los ensayos de Montaigne y de Voltaire, puede


S:andard, a través de intimidaciones y amenazas, estudiarse en libros como El caso Moro, En tierra
hlZO quebrar a las pequeñas compañlas petroleras de infieles, Autos relativos a la muerte de Raymond
de Cleveland. En 1905 Cosmpolitan denunció las Roussel, La desaparición de Majorana, El teatro di' la
prácticas deshonestas de la International Harvester memoria, de Leonardo Sciascia; en Asesinato, de
Company. Pero tal vez la denuncia de la industria Vicente Leñero; en Charras, de Hernán Lata Za-
n: ás leída durante este periodo fue un reportaje de vala; en El Karina. de Germán Castro Gaycedo;
j nvestigaci60 de U pton Sinclair, quien se pas6 siete en Operación Masacre, de RodoJfo Walsh; en El
semanas como trabajador "clandestino" en los ras- profesor y la prostituta, de Linda Wolfe; en Cabeza
tros de Chicago en 1904 para denunciar las inhu- de turco, de Günter Wallraff; en El periodista y el
manas e insalubres condiciones bajo las que tenían asesino, de Janet Malcolm; en Todos los hombres del
qLle trabajar los carniceros. Sinclair public6 pri- Presidente, de Bob Woodward y Carl Bernsteio.
mero una serie de sus hallazgos en una revista so-
cial ¡Sta. Appeal To Reason, y luego los reeditó en su
f..'lmoso libro La jungla.

La construcción del reportaje se realiza al final,


cuando el reportero ya tiene todos - o los sufi-
cientes- datos a la mano. El propósito del pe-
riodista es armar una argumentación, darle un
sentido y un contexto a su informaci6n. Su tra-
bajo aspira a establecer cierta verdad periodística
- 0 0 una verdad científica organizada conforme
al método científico, ni una verdad jurídica co-
mo procuran hacer los abogados defensores o los
jueces en un proceso judicial- a través de los da-
tos, las declaraciones, los documentos, la persua-
si6n sostenida en un discurso lógico y sugerente.
El redactor apela a la inteligencia del lector y para
ello le proporciona todos los datos comprobados
de que dispone a fin de que cada quien llegue a
sus conclusiones. .
Este sistema de escritura argumental, que en la
tradición literaria tiene sus orígenes, entre otros,

160 161
Hacer el vacío

Si un código deontológico es un pacto entre los


periodistas r los lectores, y no con sus jefes ni
con los pode res públicos o privados, lo primero
que debe esn.blecer de manera clara e inequívoca
es quiénes s(,n los propietarios de su empresa y
qué intereses representan estos accionistas.
A partir dt este primer enunciado, cada grupo
de profesiomles podrá comprometerse a guardar
ciertas reglas de comportamiento para preservar
y ejercer el d erecho a la informaci6n, a la libre
expresi60 y a la crítica sobre cuestiones de inte-
rés colective -no privado- que suponen el
"derecho a saber" de todos los ciudadanos desde
hace siglos. Esta tradici6n, resultado del queha-
cer hist6rico iocial y uruversalm.ente aceptada, se
sustenta en la idea de que la democracia, como
ha escrito Norberto Bobbio, es "el gobierno del
poder público en púbLico".
Cuando los lectores reprochan ciertos excesos e
injusticias a la labor periodística, el tema vuelve
a exponerse a la reflexión. Es un asunto de discu-
si6n permanEnte, y está muy bien que lo sea, pe-
ra por ello m lsmo es pertinente recordar c6mo se
han ido construyendo estas reglas del juego y por
qué - como si merecieran un estatutO especial ,

163
Federico Campbell Periodismo escriro

como si la ley no fuera igual para todos- los pe- como el de carpintero, y tiene sus riesgos. Son los
riodistas han tenido que cumplir con su misi6n riesgos de la democracia participativa.
de informar imponiéndose límites a sí mismos Al encomendarse a un código deontol6gico y
de manera espontánea. autodisciplinario, la mayoría de los periodistas
Con todo, aparre de la mala educación republi- del mundo coinciden en que hay que tomar en
cana de los funcionarios que ven como ilegítima cuenta todos los puntos de vista respecto de un
la actividad periodística, va y vuelve la sospecha conflicto, en que hay que subsanar cuanto antes
social de que las demandas contra los periodistas y sin tapujos los errores cometidos, en que no
no prosperan. Pero éste es un problema mós de hay que beneficiar ni perjudicar a nadie, en que
los jueces que de los periodistas, puesto que el no se debe confundir el papel de periodista con el
Código Penal es para todos y en el ámbito judi- de un policía, en que no se debe hacer el vado
cinl es donde ha de dirimiese si se ha incurrido en (salvo que se advierta, como hace El PaÍJ, que
acusaciones sin pruebas, en insinuaciones cahul1.- por principio le hace el vacío al box) a nin gún
niosas, o en intrusiones en la vida privada. personaje ni a ninguna institución porque han
Si los profesionales de los medios no se hao es- cenido problemas para cubrir una noticia. Tam-
perado a que el Poder Legislativo norme su ma- poco se admite utilizar la libertad de prensa pMU
nera de trabajar ha sido porque a lo largo del asuntos en los que se tiene interés personal.
tiempo se ha legitimado una tradici6n de estirpe La vocación del periodista es indagar 1.1 vcrdnd
norteamericana según la cual un mínimo de re- de los hechos en toda su longitud de gl.1err<l, r.on
glamentación resulta la manera más creativa de todo su oficio, su imaginaci6n y su ética. E l pe·
resolver el dilema entre la libertad de expresi6n y riodista no es un juez ni tiene por qu~ acopiar
el derecho de cada ciudadano en lo individual. pruebas para establecer la "verdad técnica·'. Su
Es de países civilizados no reglamentar tOdas trabajo consiste, incluso, en dar cuenta eh: las
las actividades. No se reglamenta la libertad de fantasías populares aunque el poder las con,iderc:
cátedra, por ejemplo, ni el ejercicio libre de mu- .. conspiracionistas"
chos terapeutas. En Francia, Italia, Inglaterra, El periodismo en todo caso, y cuando mucho,
Estados Unidos, Japón, no se deriva de la ley ge- es un juzgado no de última sino de primera Ins-
neral cómo deben actuar los periodistas, pero tancia donde tienen valor los hechos, es decir, no
tampoco se les margina de la legislaci6n cri- es inapelable.
minal. En el periodismo casi todo se vale, menos la
En México no se exige ni siquiera el certificado mala fe.
de primaria para: ejercer de periodista, como sí se
supervisa el trabajo de los neurocirujanos o de los Al conjunto de conve nciones morales y deberes
dentistas. El del periodismo es un oficio libre, q\,le regulan -por convicción personal: in foro

J (,',
Federico Campbell

¡memo, y no por obligatoriedad legal- el eJerci- Por otra pute, si bien es cierto que la ética atQ.-
cio profesional del periodista puede llamársele ñe a las convicciones paniculares y a la coocüm-
deontología periodística. En la primero parte del da de cada individ uo, también es un hecho que
término, deontología, se encuentra la miz deo7llos, en cada periódico u organizaci6n periodística se
genitivo de deon, que significa deber. suele tener ..ln reglamentO de comportamiento
A lo largo de los dos últimos siglos en que se ético interno, un enunciado de las "reglas del
ha practicado el periodismo -primero de una juego" a las que deben atenerse rodas los respon-
forma rudimentaria, luego de manera industrial sables de dilundir profesionalmente la informa-
desde mediados del siglo XJx-, se ha venido es- ción. Estos .:ánones, preceptos o normas, varían
tableciendo en la práctica un código no escrito, de un medie· a Otro, pero comparten en lo funda-
reflejo de incipientes pero elementales ideas de- mental ciertos valores, como la imparcialidad y
mocráticas que tuvieron su origen tanto en The la objetividad, el respeto a la vida privada y la
Bill of Righcs (1689) como en la Revoluci6n obligación de dar oportunidad a cada quien de
francesa y la Declaración de los Derechos del exponer su Funto de vista respecto a asuntos con-
Hombre y del Ciudadano (1789) que estatuía co- trovertibles que les afecten.
mo valores la libertad, la propiedad, la seguri- La deontología del periodista es, por otro lado
dad, la resistencia a la opresión¡ reconocía la -según Carla de Martina y Fabio Bonifacci. au-
libertad de la prensa y el principio de que nadie tores de Di:áonario pratieo di giornaJismo- muy '
puede ser molestado por sus opiniones. Ese c6digo compleja por la amplitud de su casuística y la
no escrito, paralelo al quehacer histórico social, se necesidad muchas veces de s610 poder juzgar caso
vino configurando además por una variedad de por caso. En Italia existen algunas leyes que vin-
ideas surgidas directamente de la experiencia: el culan al per: odista a comportamientos muy pre-
respeto a los demás y el reconocimiento de que na- cisos (las que tienen que ver con los delitos de
die - 3 través de la información impresa o por imprenta, p)C ejemplo), algunas costumbres (co-
cualquier Otro medio-- tiene derecho a hacer da- mo la no pu blicación de los nombres de los me-
ño a otros. nores de edad o de las mujeres violadas o de los
Estas ideas, combinadas con una serie de muertos por sida) y una serie de normas de serie-
creencias personales que abonan el cri tecio ético dad profesio:lal tendientes a conseguir el máx.Í.m.o
de cadn qu ien, han venido acompañando los cá- de objetividad y de imparcialidad posible. Entre
noneS del oficio periodístico que se ejerce también estas leyes. De Marrino y Bonifacci señalan:
tOn funci6n del "derecho de la gente a saber", ideal
dé: llf1a rr ..tdi c i6n republicana que asume la res pu- 1. Dar nocicia de todos los hechos importan-
h1m.l (no In vidn privada) como algo accesible a tO- tes, sin orro criterio de selección que su interés
dos lo" ci udad.mos . periodístico

166 167
FMerico Campbell Periodismo escrito

2. Separar las noticias de los comentarios, pre- flancos abiertos a varias objeciones, cantO pr.ktl·
sentando estos últimos de manera muy clara e cas como te6ricas, pero que sigue siendo el rnl'lor
identificable. punto de referencia para una prensa que Sl' ÚI){)[ll'
3. Tomar en cuenta siempre el punto de vista a subordinarse a verdades preesrableciJas O a po-
de todas Las parees involucradas. nerse automáticamente al servicio dt'1 nuís rtlt'r-
4. Separar la parte periodística de la publicita- te". dicen De Martino y Bonifucci .
ria l sin crear figuras híbridas o poco reconoci- En [Odas estas consideraciones es obvio que
bles. también va impIrcita la norma moral de hacer
5. Citar las propias fuentes, sobre todo si se bien el propio trabajo, tanto como debe hacerlo un
trata de fuentes activas y si no es necesario valer- zapatero, un sascre, un carpintero, un médico,
se del secretO profesional. un e1ectricisca. Un artículo tiene que ser como una
6. Reproducir exactamente las declaraciones cam.isa bien cortada. Un reportaje bien puede ser
tomadas en las entrevistas, de ser posible graba- como el mejor guiso realizado por la mano del
das para evitar los desmentidos. mejor cocinero.
7. Citar los datos de forma completa y más re- En el estupendo Manual de redafao e estilo del
presentativa de los diversos significados que periódico brasileño O Globo, Luiz Garcia incluye
\ puede tener una estadística o un sondeo. un capitulo sobre "cuestiones éticas" y apunta
B. Utilizar de manera objetiva títulos y foto- que el periodista, como reportero o como editor,
. graf(as. selecciona los elementos de la información que
9. Usar un estilo sobrio y seco, sin retórica y pasan por sus manos y les da un paso distinto a
sin adjetivos calificativos o innecesarios. cada uno, lo cual representa el ejercicio de un
considerable poder, es decir, decidir cómo un
Estas normas. derivadas en buena parte de la tra- determinado aspecto de la realidad debe ser pre·
dición anglosajona, avalan un modelo de perio- sentado a la opinión pública. Pues bien , dlU!'
dismo que trata de ser el espejo más fiel de la Gaccia: "La primera cuesti6n ética que se le pre-
realidad, centrado en el respeto a los hechos y senta al periodista es aprender a no abusar de ese
destinado a lograr la mayor objetividad y la má- poder."
xima imparcialidad. Este modelo. dicen los au-
tores italianos, ha tenido el mérito de sustituir Al presentar como "norma de estilo" un enuncia-
las antiguas "hojas de opinión". hechas para pro- do, la agencia española EFE establece en sus tér-
pagar las ideas de quienes las imprimran. y de minos una regla de comportamiento periodístico
cumplir una funtión civil que concibe al perio- elemental: "Una información debe considerarse
dismo como una especie de "perro guardián" de incompleta si no recoge las diversas posiciones
la sociedad. "Se trata de una concepción que deja existentes acerca de un conflicto o no refleja los

168 169
Fl!:derico CampbcU P~riodlsmo escrito

testimonios de las distintas partes concernidas 6. Su acti ádad periodrsticn en la Agencia será
en un suceso." incompatib le con la realizaci6n de cualquier Ul-
Además: "Cuando sea imposible obcener la po- rea publicitaria o de relaciones públic;ns,
sici6n de alguna de las partes afectadas, hay que 7. Los periodistas de EFE renuncinn'ín (lj descm
hacerlo constar claramente, bien refiriendo que peño de trabajo alguno en empresas O institucio-
la paree en cuesti6n se neg6 a exponer su punra nes relacionadas con las tareas inform::ttivas que
de vista o a responder a determinada acusaci6n, tengan asignadas.
bien comunicando que EFE intentó sin éxito con-
seguir su reacci6n." U na de las normas que se sigue en The \VashifJg-
Sin utilizar la palabra "ética", la agencia EFE ton Post, en :iU estatuto de Standards and Ethics,
incluye en su manual de normas básicas un redactado y aprobado poco después de las reve-
"avance para un c6digo profesional"; laciones del caso Watergace en 1973. es que ';el
periódico til:ne como prop6sico la búsqueda res-
l. Los periodistas de EFE, en el desempeño de ponsable y justa de la verdad sin ningún temor
su labor, no buscarán ni aceptarán ventajas per- de cualquier interés especial, y sin favorecer a
sonales ni servir a otros intereses que los estricta- nadie".
mente informativos, Hacia finales de los años 80, The Washington
2. Considerarán una falta profesional grave pla- Post redefinió, y volvi6 más estrictas, algunas de I
giar, difamar, calumniar o acusar sin pruebas. Salvo sus normas internas. Por ejemplo:
sentencia firme de los tribunales, siempre dejarán
un margen para la presunción de inocencia. 1. Todos Jos periodistas y miembros de la re-
3, Los periodistas de la Agencia tienen el deber dacción tienen la obligaci6n de comunicar a la
inexcusable y permanente de adquirir los conoci- dirección de l periódico sus intereses financieros.
miencos precisos para informar con exactitud y 2. Ningún redactor o reportero aceptará rega-
competencia. los de ninguna fuente ni viajes gratuitos.
4. Rechazar las recomendaciones, consignas o 3. El periédico s610 acepta que sus redactores y
directrices que, promovidas por cualesquiera reporreros trabajen en exclusiva. Las conexiones
grupos de presión política, confesional, econ6- laborales con el gobierno se encuentran entre' las
micB O social , pretendan orientar, influir O alterar más objetabJes.
las informaciones. 4. El periódico debe evitar cualquier acto de
5, RehLlsar cual quier atención o regalo cuyo arrogancia y debe enfrentarse al público de forma
valor supere las habituales normas de cortesía, educada y sincera.
poeque aceptarlo podría condicionar su labor o 5. Cualquier cosa (relaciones de negocios, inte-
mducir esa impresión en los abonados de EFE. reses financieros, parentescos) que ponga en peli-

170 171
Periodj!omo escrito
Federico Campbell
compromisos suyos de orden laboral y remunera-
gro la objetividad de la información debe comu-
dos. El diario El Paú, que se edita en Madrid, in-
nicarse al jefe.
6. En la búsqueda de la verdad, el periódico corpora en su Libro de estilo las que serian las
debe estar preparado para hacer sacrificios que responsabilidades profesionales de sus redactores,
afecten su fonuna material si ello es oecesano reporteros, comentaristas y directivos. Ejemplos:
para el bien público.
* Los redactores del periódico no deben hacer d
Otras normas suelen ser comunes a muchos me- vado a un personaje o a una instituci6n sólo por-
que hayan tenido problemas para cubrir deter-
dios y constituyen una ética que preserva el buen
minada noricia. El derecho a la información es
desempeño de sus quehaceres. Por ejemplo, la idea
de que se hace periodismo sin beneficiar ni perju- sobre todo del lector, no del periodista.
dicru' a nadie, s610 para informar --con fundamen- * El periódico ha de ser el primero en subsanar
los errores cometidos en sus páginas y hacerlo lo
to en declaraciones de personas identificadas y en
documentos- sobre asuntos de interés colectivo. más rápidamente posible y sin tapujos.
En algunos periódicos y revisras se considera ina- * El periodista tcansmite a los lecto res noticias
ceptable que el reportero participe a la vez y de comprobadas, y se abstiene de incluir en ellas sus
\ manera activa en causas partidistas de tipo políti- opiniones personales.
co, ideol6gico, comunitario o religioso, o bien que * Hay que evitar el recurso de disimuhu como
fuentes informativas ("según los observ<ldor(.'~".
utilice el espacio de su periódico para düimir cues-
"a juicio de analistas políticos") aquella!; qUt' .. ello
tiones personales. Se cree asimismo que el periódi-
co o la revista deben pagar todos los gastos del aportan oplDlOnes.
reportero: aviones. comidas, hoteles, transportes * Es inmoral apropiarse de noticias dé pau'rnl
terrestres y aéreos; es decir, ningún reportero debe dad ajena.
aceptar que alguien le pague sus gasros porque eso
* Está terminantemente prohibido rcproJu(.1I
ilustraciones de enciclopedias, revisras, etcétera. "In
puede poner en peligro su objetividad. su libertad
autorización previa de sus propietarios o agences.
y su distancia respecto de los hechos. Se discute
también en la práctica si el periodista debe identi- * En los casos conflictivos hay que escuchar o
fic::u:se como tal al estar haciendo una investiga- acudir siempre a las dos partes en litigio.
ción. si puede mentir, robar o violar cualquier ley a * Está terminantemente prohibido firmar una
fin de conseguir la información. Por lo general es- noticia en un lugar en el que no se encuentra el au-
taS conductas se descartan como correctas aducien-
tor. ni siquiera en el caso de los enviados especiales
do que el fin no justifica los medios. Y, en fin. se que elaboren una informaci6n llegados do: un viaje.
pondera cuándo y en qué condiciones hay conflicto
* Nunca los intereses publicitarios motivarán la
de intereses entre el tcabajo del periodista y ocros publicación de un artículo o de un suplemento.

173
172
Fedecico Campbell Periodismo C$erltl)

* La Redacción de EL Paú considera el seneto * asume la responsabilidad de todos sus es-


profesional corno un derecho y un deber ético de critos;
los periodistas. La protecci6n de las fuentes in- * considf ra que la calumnia, las acusaciones
formativas constituye una garantía del derecho sin pruebas , la alteraci6n de documentos. In de-
de los lectOres a recibir una información libre, y formación de los hechos, la mentira. son las falcas
una salvaguarda del trabajo profesional. Ningún profesionalES más graves;
redactor ·ni colaborador podrá ser obligado a re- * sólo reCoJooce la jurisdicci6n de sus pares. so-
velar sus fuentes. beranos en materia de honor profesional;
* sólo acepta misiones compatibles con la dig-
En Francia no existe ningún texto legal o con- nidad profe!:ional;
tractual que fije los usos y los deberes aplicables * se prohibe a sí m.ismo invocar algú,n rítulo o
:llos practicantes del periodismo, según se lee en una person¡l id ad imaginaria. utilizar medios
L~t jJresse écrite 1990/1991 (Ediciones del Centre desleales para obtener informaci6o o sorprender
de Formation et de Perfectionnement des Journa- la buena fe de cualquier persona;
lisees; 33, rue du Louvre, 75002 Paris, 1991). El * no acep::a dinero de ningún servicio público
único estatuto existente, adoptado por el conjunto ni de una eInpresa privada, donde su calidad de
de organizaciones profesionales de periodistas, periodista, :>us influencias, sus relaciones, sean
sólo compro mere a estas organizaciones. Esta susceptibles de ser explotadas; 1
carta dara de 1919, fecha en la que fue definida * no firma con su nombre artículos de especie
por el Sindicato Nacional de Periodistas france- comercial o 5nanciera;
ses poco tiempo después de su fundaci6n. Más * no plagia;
recientemente, los representantes de las federa- * cita sienpre a sus colegas cuando reproduce
ciones de periodistas de la Comunidad europea, un texto ajeno;
de Suiza y Austria, reunidos en Munich en 1971, * no solie. ta la plaza de trabajo de sus colegas
signaron una "Declaración de derechos y deberes ni promueVI! su remoci6n ofreciéndose para tra-
de los periodistas", mejor conocida como "Carta bajar en condiciones infedores;
de Munich". * mantiene el secreto profesional;
Los dos si~ujcn[es textos corresponden a la * no uriliL,a la L berrad de prensa para asun'tos
u.trca de los periodistas franceses y al preámbulo en los que ü!ne interés personal;
de In Carti.l de Municb: * reivindica la libertad de publicar honesta-
mente sus informaciones;
C.ltCII de Deberes Profesionales de los Periodistas * considen normas elementales el escrúpulo y
I'r.Ln ccses la preocupac i6n por la justicia;
Un periodista digno de tal nombre: * no confunde su papel con el de un policía.
174 175
Federico Campbdl Periodismo cscn lO

Preámbulo de la Carta de Muruch: la necesidad de dar una mayor exactitud a la in-


formación reafirmando al mismo tiempo la auto-
EL derecho a la información, a la libre expresi6n nomía de la profesión.
y a la crítica, es una de las libertades fundamen- La Cana se refiere a la dignidad de las personilS.
tales de todo ser humano. la presunción de inocencia, la veracidad de las
De este derecho del público a conocer los he- fuentes, la transparencia del mensaje publicitario,
ch?s y las opiniones procede el conjunto de debe- la protección de los menores y de las personas in-
res y derechos de los periodistas. capacitadas. Establece asimismo el documento
algunas incompatibilidades con la práctica del
La responsabilidad de los periodistas ance el pú- oficio: "El periodista deberá rechazar pagos, reem-
blico escá por endma de cualquier otra responsa- bolsos de sus gastoS, dádivas, concesiones de entes
bilidad, en particular la que 10 relaciona con sus privados y públicos que puedan condicionar su
patrones y con los poderes públicos. trabajo, su autonomía y su credibilidad."
La misi6n de informar necesariamente com- El trabajo del periodista se inspira en los prin-
pore:1. límites que los periodistas se imponen a sí cipios de la liberrad de información y de opi-
Inismos de manera espontánea. nión, sancionados por la Constituci6n italiana.
\ Es ése el objeto de la declaración de los deberes "La relación de confianza entre los órganos de
aqu( formulados. informaci6n y los ciudadanos es la base de rodo
Pero estos deberes no pueden ser efectivamente periodista. Para promover y hacer más firme esa
respetados en el ejercicio de la profesión de perio- relación los periodistas italianos suscriben la si-
dista si no se cumplen las condiciones concretas de guiente Carta de Deberes."
independencia y dign..idad profesionales.
Principios:
BI8 de julio de 1993 el Consiglio Nazionale Or-
d¡ne del Giornalisti y la Federazione Nazionale "El periodista debe respetar, cultivar y defender d
della Stampa Italiana dieron a conocer en Roma derecho a la información de todos los ciudadanos;
una .hCarca de los deberes de los periodistas", por esto investiga y difunde toda noticia o i nfor-
motIvadas estas dos organizaciones sobre todo mación que considere de interés público, respetan-
por las críticas que los profesionales de la prensa do la verdad y con la mayor exactitud posible.
estaban recibiendo de los políticos acusados de "El periodista investiga y difunde las noticias de
corrupción. interés público a pesar de Los obstáculos que se
Se trata de un pacto enrre peri~distas y ciuda- puedan interponer a su trabajo y hace rodo el es-
danos, de un código deoncológico aurodiscipli- fuerzo necesario para garantizar al ciudadano el
nario, cuyo propósito es ofrecer una respuesta a conocimieoro y el contro l de los actos públicos.

176 177
11ederico Campbdl Periodilimo e.~crito

"La responsabilid<1d del periodista h(lda los Queda prohibido el uso de teleobjetiVOs sin pcrM
ciudadanos prevalece siempre en las confronta- m.iso y queca desterrada la pcrsetuci6n a persona
ciones con cualesquiera orras. El periodista no alguna por parte de reporteros y fot6grnfos .
puede nunca subordinarla a intereses dto: OtrOS y Este código qul,! n sí mismos se imponen dice,·
particularmente a los del editor, el gobierno u tores, redaCl:ores, reporct:ros y fotógmfos. se des·
ocros organismos del Estado. grana de la !;iguiente manerá:
"El periodista tiene el deber fundrunental de Precisión: Peri6dicos y revistas deben evitar pu-
respetar a la persona su dignidad y Su derecho a blicar natiDas y fotograf{as inexactas o distorSio-
la privacidad y nunca discrimina a nadie por su nadas. Sí eHo ocurre ciene que disculparse.
raza, religión, sexo, condjciones físicas o menta- Derecho a la réplica: Debe otorgarse a ciudada-
les, o sus opiniones polícicas. nos y orgaru zaciones cuando lo soliciten de forma
"El periodista corrige oportuna y exactamente razonable.
sus errores o las inexacticudes, de conformidad Intimidad: Todo el mundo tiene derecho a pre-
con el deber de rectificación establecido en la ley, servar la intimidad de su hogar, familia, salud y
y favorece la posibilidad de réplica. correspondencia. Cuando ésta es vulnerada, debe
·'EI periodista respeta siempre y como sea el ofrecerse una explicación plausible. Por lugar
derecho a la presunción de inocencia; privado se entiende cualquier área o propiedad,
"El periodista debe observar el secreto profe- pública o Frivada, donde pueda esperarse una !
sional, cuando así lo requiera el carácter confi- cierra intimidad. Usar cámaras con teleobjetivos
dencial de sus fuentes. En cualquier ocro caso el queda descartado sin el consentimiento del pro-
periodista debe dar la máxima transparencia a las tagonista. Hay que asegurarse de que los repor-
fuentes [. .. ]." tajes o las focos adquiridos de ottOS medios
cumplan co 1 estos requisitos.
Uno de los códigos más estrictos de Europa, has- Niños: Lo~ menores de 16 años serán dejados en
ta ahora, es el de la ptensa británica. A raíz de la paz duran((! su escolarización. No podrán ser
muene accidental de la princesa Diana en 1998, abordados sin el beneplácito de sus padres o de
en torno a la cual se cuestionó el papel de los fo- sus tutores. No se imprimirán sus nombres si
t6grafos de asalto. los periodisras ingleses se han aparecen ca mo víctimas o testigos. En todas las
preocupado por reglamentar la información re- informaciones de esta clase se evitará utilizar el
rt'ct'nre a la intimidad y al honor, la protección a térmjno "incesto" por si algún niño pudieta lle-
IJ Infancia, la discriminación, las grabaciones gar a ser nombrado.
c-I,tndesrinas y el pago a infotmanres o testigos Hospitales Los perjodistas o los fotógrafos que::
iudiciaJes. La única excepci6n a estas normas de deseen pen'!trar en un centro médico tendrán
apllcaci61"t voluntaria es el "interés público". que identificarse y obtener el permiso de la di-

178 179
Federico CampbeU Periodismo escrito

recci6n para tener acceso a ciertas zonas en las una tradición respetuosa Y profesional del ofiCIO de:
que hay enfermos. informar. se entiende por "conflicto de Intereses" 1<1
. T~ifJtrJación: La misma o bien el subterfugio no contradicción que puede empalmarse entre do't o
sirven para obtener información. Cualquier docu- más trabajos remunerados. El caso más palpable c:s
meneo o fotogmfía deseada por el profesional será el del juez que se declara incompetence POfllu(, en
obtenida de acuerdo con el dueño. El subterfugio ciereo caso es pariente o amigo de una persona (On ..
sól? se justifica en aras del interés público. signada a su juzgado, es decir, porque no ~uede ser
Vlct;rnaJ de aJa/toJ Jex/la.le.s: No deben ser iden- juez y parte. Otro ejemplo seda el oe un lO~en~ero
tificadas y no es válido publicar datos que rocili- que al ser nombrado ministro de obras pubhc.ls
ten su identidad. debe renunciar ;pJO lacIO (por el mismo hecho) a la
. D;ur;",inación: La prensa tiene que evitar refe- posibilidad de contratar a su .compañfa co~tr:uctO­
rirse de forma peyorativa a la raza, color, religión, ca privada para la constrUCCión de un edificiO ~el
sexo e inclinación sexual así como a enfermedades Estado. El principio de fondo es que en una sOCie-
mcnra:es o minusvalías físicas de cualquier perso- dad democrática no puede haber privi legios: no se
na. Dichos detalles s610 son válidos si resultan pueden favorecer intereses particulares en menos-
indispensables para la narraci6n. cabo de los generales o del bien común.
I Periodismo financiero: Incluso si la ley no lo impi- Bajo este espíritu, o esta lógi ca, cualquier rela-
de, el periodista no debe aprovechar en beneficio ción o erabajo que pervierta el ejercicio libre y en
propio -econ6mico- la informaci6n recibida lo posible objetivo del periodista --cobrar como
antes de su publicaci6n. redaceor ¡,.ee lance en la secrecaría de jtob lcr_n,o
Grabacionu: No deben publicarse informacio- donde recoge la información que lleva a \u pt·rm·
nes obtenidas de manera clandestina o bien in- dico, trabajar como intérprete en la embaJ.ldJ. tic
terceprado el teléfono. UD país sobre el que tiene que publlt~r un ~Inllll'

Puentes confidenciale;: El periodista tiene la obli- lo concroversial- encaja en la categoda I,.JUC' s


gaci6n moral de proreger a sus fuentes. conoce como "conflicto de intereses"
I nterlr púbiico: Las posibles excepciones al res- En México no ha habido una ética muy t...¡trlc:HI
pero a la intimidad, el acoso, la protecci6n del en relación con este conflicto. No es inusicado que
menor o las escuchas, enrre orcos puntos. deben un reportero cobre como "asesor" en alguna depen-
ser demostradas. El interés del lector incluye la dencia gubernamenral. y el más burdo y ver~on-
d~muncia de un delito o una falta seria, la protec- 20S0 instrumento de control de la prensa s igue
ción de la salud y la seguridad general. siendo en nuestro país el sobre con dineco que se da
a los reporteros especialmente en las 8i~ del Pre-
En los países civilizados «(XJr la conciencia de su so- sidence de la República o de los secretaClOS de Esta-
ciedad civil, no sólo por sus leyes), donde pervive do o en los actOS públicos de los gobernadores.

180 IR I
Federico CampbelJ Periodismo ~crito

Entra asimismo dentro de las reflexiones sobre habían llegado aún al pueblo. Ésa era la verdad
los deberes de los periodistas el imperativo de del momento y ésa era la verdad que Matthews
publicar la verdad. Pero ¿qué es la verdad perio- buscaba humildemente. El día ancerior las tropas
dística? No se trata de una verdad científica, fi- de Franco aún no estaban allí. Esa es la verdad de
losófica, notarial o jurídica (o judicial, como la los hechos."
que fehacientemente debe establecerse en un
proceso), .sino de la relación más fiel posible en- Para Sciascia ése es el ejemplo más extraordinario
tre el hecho y lo que se escribe sobre ese hecho. de honescidCid profesionaL "Y es que el poder de
En una entrevista que se le hizo en Lotta Conti- la verdad ta.mbién existe, se puede también ejer-
nua, en mayo de 1979, Leonardo Sciascia, cuan- cer así", decía.
do se le preguntó qué era para él la verdad,
respond i6: "La verdad es ... la verdad. Existen los "Este debería ser el periodismo: dar el hecho en
hechos, y en los hechos hay incluso ambigüedad, el momento . El periodismo es como un juzgado
hay la posibilidad de interpretarlos, de enfocar- de primera 1 nstancia donde tienen valor los he-
los como se quiera, incluso de disolverlos, piran- chos. En cambio, actualmente, se practica un pe-
dellianamente ... Pero un hecho es un hecho." riodismo como de casación, de última instancia,
Respecto de la ética profesional, Sciascia coo- donde los hechos desaparecen, lo que los aboga-
caba que se seguía sintiendo vinculado a lo que el dos llaman la materia desaparece, y sólo existe la \
periodista Herbece Macrhews, de The New York forma. "
Times, contaba en sus memorias:

"Él era corresponsal en España durante la guerra


y en determinado momento en algunos periódi-
cos de su país se publicó la noticia de que cierto
pueblo había caído en poder de los franquistas.
Matthews creía que no era así. Cogió un automó-
vil y se acercó al lugar. Y, de hecho, los franquis-
tas no estaban allí y el pueblo seguía en manos
de los republicanos. Entró en la oficina de co-
rreos y envió la noticia en ese sentido. Al salir del
correo vio llegar, por el horizonte, la vanguardia
franquista. Por tanto lo que importaba era des-
mentir una nocicia falsa: los franquistas, cuando
'\c publi c ó la falsa nocicia en los periódicos, no

182 183
La verdad periodística

Claro que la verdad es un problema filosófico


desde los tiempos de Tales y Anaximandro y no
menos digno de Bertrand Russell que de Ludwig
Wittgenstein o Richard Rocey. Pero en una di-
mensi6n más tercenal, podría convenirse en que
la verdad periodística es la misma que expresa un
testigo al establecer una coincidencia entre lo di-
cho y el hecho.
"Nosotros no publicamos la verdad . Publica-
mos lo que nos dicen que es la verdad o lo qU(>
leemos como verdad en un documenro", suden
decir muchos colegas. Y ciertamente en ('St' as
pecto la labor del reportero se parece mucho .• la
del notario. A ninguno de los dos les puc:dcn
constar siempre las cosas. Toman nota y señabn
la fuente.
¿ Podría el trabajo del periodista ser paranso-
nable al del juez? No. Para los jueces la relaci6n
de los hechos o la verdad factual no tiene mucha
importancia. Lo que procuran, para hacer justi-
cia, es que se ajusten las pruebas --o los indicios
en su conjunto como plena prueba- a la "nor-
ma". Es decir, lo que les dicta su oficio es abonar
la "verdad jurídica", trabar bien el enlace 16gico
natural entre la verdad conocida y la verdad que
Federico Campbell Periodismo escrito

se busca. y no siempre su sentencia se acopla a la Por eso E.H . Carr escribe en lQllées la bistorla?
verdad de los hechos. que "todo pc:riodisca sabe hoy que la forma más
Sin embargo, se sigue planteando como pro- eficaz de influir en la opinión consiste en selec-
blema si al periodista se le puede exigir obrar co- cionar y ordt'nar los hechos adecuados. Solía de ~
mo un j~ez -con pruebas- y si es necesario cirse que 1m hechos hablan por sí mismos. Es
reglamentar su trabajo con una ley especial y no falso. Los hechos s610 hablan cuando el historia-
solamente con las leyes ya codificadas en la esfera dor apela a ellos; él es quien decide a qué hechos
penal. No ha podido ser así porque existe una da paso, yer: qué orden y contexto hacerlo. Un
vieja tradición política, muy celosa del derecho a personaje de Pirandello decía que un hecho es
la libertad de expresión, desde la Inglaterra del como un sacc·; no se mantiene en pie si no le me-
siglo XVI y la Francia de las Luces, de que entre temos algo dc!ntro".
menos se reglamente una actividad -por muy de
interés colectivo que sea- más sana y respirable
es la convivencia democrática. Con el criterio regu-
lador se llegaría también a exigir la reglamenta-
ción de la liberrad de cátedra en las universidades.
y es que el periodista trabaja con los aconteci-
mientos y el sentir de la sociedad. Debe tener un
margen, 10 más ilimitado posible, para discernir
lo que está sucediendo, sobre todo cuando los
protagonistas de todos los poderes hacen todo lo
posible por ocultar las cosas y por controlar a la
prensa. Los ciudadanos tienen derecho a que se
ventilen las cosas públicas en público y por ello
rodo paceo ético debe más bien hacerse entre los
periodistas y los ciudadanos, no entre los perio-
distas y el Estado o los dueños de los periódicos.
La <.:fe:l! ¡vidad del periodista -no su inven-
1. 1611 requiere de una libertad elemental. Ber-
rQll Brec:hr decía que podía haber hasta siete
formus de decir la verdad, y lo que cuenta en de-
hllllJVn C~ la actitud que el periodista tiene ante
lo, hl.'chos, tal y como sucede con el historiador
lJue unce tos hechos formula una decisión a priori.

186 187
El juez y el periodista

La serie de misterios que en 1984 empezaron a


concatenarse con el asesinato de Manuel Buendía
cambiaron de algún modo las relaciones entre el
Estado y el poder policiaco, entre la ley y el ham-
pa, entre los ciudadanos y sus gobernances. Con el
proceso de criminalizaci6n del gobierno mexicano
se difuminó asimismo la desconfianza en la veraci-
dad de los medios, audiovisuales e impresos.
En cosa de quince años, una criminalidad difu-
sa y an6nima (no excluyendo el disparo que privó
de la vida a Luis DenaIdo Colosio) ha obligado
también a reconsiderar críticamente el trabajo
de los periodistas y su cotidiana comunic3C16n
con los lectores. La dificultad para llegar a escla
cecee los hechos, la impotencia de los investiga-
dores y los reponeros, desataron la fantasía
popular y los desplantes de un periodismo de
ficción, pero al mismo tiempo -compensaco-
riamente- replantearon la necesidad del rigor
en las labores informativas.
¿Podía la verdad periodística asimilarse a la
verdad jurídica? ¿Tiene ahora el periodista que
actuar como un juez que s610 acepta pruebas y
desecha especulaciones? El problema es mucho
más complicado de lo que parece. Tanto al juez

IRQ
Federico Campbcll Periodj~mo escrito

con10 al periodista lo av;:¡Lnn los hechos, pero el asegurado tan taxntivttmente. Su misi6n habd
periodista -si~ndo [Un i mparciaJ como el de completarse mejor si indagll un contexto, co-
juez- 1"10 tiene por qué juzg;:¡r ni sentenciar: se mo hace el j nspector M~u8re[J de Geor8c Simc-
restringe a dar fe como un notnrio y ahí donde el non. Ma.igr'~t no procede ;amlÍs por dcdu ción
juez dice "no ha lugar" el periodista ha de am- como Sherlock Holmé5. que es más técni 0, ni
pliar su radio de acción imaginativa y coroar en por golpes de escena..
cuenta, además, el sentir de la sociedad -por Su métod,) consiste en suscitar una atmósfera
fantasioso que sea- si aspira a una verdad si no impregnada de turbiedad, de sentimientos con-
más profunda, al menos distinta a la verdad sucia fusos, hasta que, a partir de esta comunión Hsj-
de los policías y de los jueces. Simplemente para ca, una intuición le revela la verdad. Lo que le
ilustrar la época y documentar el imaginario co- interesa no (;s el culpable, sino la exploración de
lectivo. una situación, de un "contextO·" , o mejor: de un
Carla Ginzburg recuetda en El juez y el histo- "engranaje".
riador que los oficios de ambos fueron homologa- Para un juez, en cambio, no tiene la menor im-
dos desde el siglo XVII. Las nociones de "prueba" portancia el que un acusado haya cometido o no
y de "verdad" son parte constitutiva del quehacer un delico. L(· basta la confesión para cerrar el cir-
del historiador pero éste, aparte, analiza las fuen- cuito de la v,~ rdad jurídica y lavarse las manos. O
tes en tanto testimonios de "representaciones" al contrario: puede dejar en libertad a un homi- 1
sociales. Lo que es común a historiadores y jueces cida evidente, como O.]. Simpson, "por falta de
es 'el uso de la prueba y que su trabajo se basa en pruebas". É~a sería su verdad "técnica". El pro-
la posibilidad de probar, según ciertas reglas, blema fundamental del periodista es el de la ver-
que X ha hecho y. "Pero obtener una prueba no dad. Ante la imposibilidad de llegar a ella, el
siempre es posible; y cuando 10 es, el resultado que dispone un cierto sentido de la realidad es
pertenece al orden de la ·probabilidad. y no al de quien detenca el poder y decide, a discreción, si
la certjdwnbre." hay elementos o no para que procedan los jueces.
Si vale la analogía. y en lugar de "historiador" La ausencia de la verdad tiene una causa política:
ponemos "periodista", podemos aceptar que el el predomin .o del poder invisible cuya lógica es
peric,distn sea tan precavido y caureloso como un la del poder .?or el poder mismo. .
jl1C7.. Es sachtlmcl'lte saludable y así no se menos- En Las me;norias de Maigret, George Simenon
':lbtll1 presti,gios ni se difama a nadie. Muy bien: trata de la v(:rdad cal como es, cosa que nQ con-
"No hay ptl,.lcbas de que haya habido un complot vence a nadie, y de las verdades "arregladas". que
t'(1 el caso eolasio", dicen el periodista y el pro- resultan más verosímiles que las aucéntic;J.S. "La
c urador (o ('! juez instructor en otros países), verdad nunca parece verdadera. Cuéntelc; usted
UUl'lt1lte t:~1I vez al periodista no le corresponda cualquier cota a alguien. Si no la arregla. le pare..

190 191
F~d~rico Campbell

cerá siempre a todos increíble y artificiaL Arré-


glela usted y parecerá más auténtica que la ver-
dad misma." Lo que hace el inspector Maigrer es
simplificar la verdad. Reduce a su más sencilla
expresi6n los engranajes que funcionan a su alre- Caballeros andanaes
dedor.

La muerte en 2001. a los 92 años, de Indro Mon-


tanelli. nacido en un pueblo de la Toscana en
1909. me puso a pensar en el periodista como ca-
ballero andante.
A1to, de esqueleto ligero y ojos jóvenes, según
lo describiera Eugenio Scalfari, todavía a su edad
era capaz de encenderse "por la curiosidad, la in-
dignación, la pasión y, sobre todo, el ingenio".
Combatió de muchacho en las filas fascistas, pero
se la jugó a fondo al oponerse a Mussolini desde
la Resistencia, lo cual lo llevó a la cárcel y al pe-
lotón de fusilamiento. De esta sobrevivencia es-
cribió una novela que llevó al cine Roberto
Rosellini y actuó Vinario de Sica: 11 generale de/-
la Rovere. Trabajó durante cuarenta años en el
Corriere del/a Sera y luego fundó 11 G ¡ornale pero
también lo abandonó cuando el propietario, Sil-
vio Berlusconi. se embriagó con la política. Era
un liberal de "derecha razonada", escribe Lola
Galán, pero todo mundo se quitaba el sombrero
ante su independencia, sus escritos sardónicos y
críticos, implacables, tolerantes, pues se pasó la
vida desenmascarando a los pícaros y haciendo
exactamente lo que le daba la gana. Libre como
el viento.

192 193
J~edet.co Campbcll Petiodismo escrIto

Si encontraba placer en la escritur'-l. su única Esta reivilldicación de un oficio en el que Ilu


forma de felicidad, era porque pen:enec(o aún:l la siempre acr-aiao los más preparados ni lo ... más
generaci6n del homo typographiclIJ, un cipo de pe- respetuosos de la sintaxis y las fuentes (Mont:1ne-
riodisea educado en la. cultura gráfica, habituado 11i renunció a dar una exclusiva sobre el Papa
a la gimnasia metálica de las imprentas y al olor de cuando el jef~ de prensa del Vaticano se lo pidió:
la tinta. Es decir, un periodista que sabía escrjbir. por respeto al deseo de las fuentes) repl:\ocC:.l In
Todavía· ejercía en la galaxia de Gütenberg. Des- no ociosa ¡dfa de rescatar la carrero. de penodis-
pués de introducir atenuantes y atender las razones mo de las llamadas "ciencias y técnicas de: In co-
de las dos partes en conflicto, daba la puntilla en municación' . En algunas de las universidndes
sus articulas, con gracia, con estilo, con una gran más serias del mundo -Columbia, Stanford.
elegancia. Por eso murió en medio del respeto de Harvacd- el estudio del periodismo es una ca-
rodas, de la izquierda y la derecha, porque estaba rrera en sí mjsma y está consustancialmente liga-
queriendo decir que 10 menos importante (y lo do al aprendizaje de la lectura y de la escritura.
menos intetesante) de los hombres son sus subje- Sus estudiam:es siguen trabajado en las bibliote-
tividades ideológicas: sus opiniones políticas. A cas y no se titulan. ni encueotran trabajo, si no
lo mejor, en última instancia y en materia poHti- sabeo escribí =. No usan grabadora porque si gra-
ca, todos estamos equivocados. bao, transcriben. Mientras que si toman notas,
Su desaparición narural es tan nostálgica como el escriben.
Museo de la Imprenta que está en Lyon, Francia. El ámbito de su ética está en su conciencia pe-
Cuando uno sale de esta maravilla de la era tipográ- co sobre todc, en su formación intelectual. Es lo
fica, que ahora se acerca a su fm, se encuentra con la único que lo:; respalda, pues, como decía Alma
ironía de que no le venden un libro sobre el museo Guil1ermopr,eto en su taller de cr6nica periodis-
sino un disket. Con Indro Moncanelli se fue uno de tica en la FWldación paca un Nuevo Periodismo
los últimos ejemplares del periodismo escritO. Iberoamericano, "hay que estar tremendamente
Scalfari dice que Montanelli no era un Quijote conscientes del poder que usamos como perio-
porque no desafió a molinos de viento sino a po- distas porqw: tenernos la capacidad de arruinar
deres muy reales y peligrosos_ Sabía medir su vidas".
fuc:rza anres de atacar y dar en el blanco. Tenía Si a los récnicos y cientfficos de la comuni~a­
Informaci6n, cultura histótica, astucia y capaci- ci6n se les ncta el barrio, si se les juzga de "me-
dad de I'¡lZonar, pero Su principal arma era su pa- diana formación intelectual" y de poca destreza
labra: su hont'stidud, que es lo único que puede con la pluma, ahora que "estamos pasando a la
,lrtlparnr al caballt:ro andante. No es un juez. No era de la ima!:en", no es porque sean especialistas
t''j un poli í.1. No es un agente del Ministerio PÚ- en generalidades -todos los periodistas lo so-
bllco. No tiene pruebas pero tiene ideas. mos- sino J'orgue en el sistema educativo mc-

194 195
Federico Campbell

xicano no se tiene ya ningún amor por la lengua


y los maestros no han sabido explicarles cuál es el
sentido de la lireratura. De qué sirve. Cómo se
relaciona con nuestra experiencia de la vida. C6-
mo la escritura permite organizar mejor las El peligro <!le la 1!ir<eC1lllell1ltadéi!ll
ideas, el pensamiento y la crítica.
~a Fundación para un Nuevo Periodismo
Iberoamericano, que encabeza Gabriel García
Márquez y que se puede contactar en la red
(www.fnpi.org) es una vuelta saludable al pe- De la promiscuidad que puede darse entre políti-
riodismo como palabra escrita. Bien formado, el cos y periodistas, en un país como México en que
pedodista puede sustraerse sin pánico del analfabe- el conflicto de intereses no necesariamente es
rismo regresivo audiovisual y eludir, si aprende bien mal visto, se desprenden matices y sutilezas que
Sll lengua, las invasiones innecesarias de la semán- tienen su juego en la relaci6n cordial. Suele des-
rica anglosajona. lizarse en esta dimensión el periodista que no
"Escribir es como caminar", dice Alma Guiller- acepta regalos ni dinero pero sí que se le dé "im-
I moprieto, "Nuestro honot y nuestra credibilidad portancia" o se le tome en cuenta, se le halague y
son lo único que tenemos como periodistas, So- se le invite a desayunos o viajes -en el avi6n
mos absolutamente vulnerables ante la vida y ante presidencial, por ~jemplo-- y se le conced(ln b
los ataques de los demás y lo único que tenemos vores para sus amIgos, .
- a la usanza de las normas de la caballería- es Acerca de los sobreentendidos de e~w fr('~ 11('1\
nuestro buen nombre." tación -peligros para el descmpcjio 11".1"11('0
diente y aut6nomo del oficio period¡,t!( n h,l
reflexionado Piero Dtrone, ex Jin.'<:ror d(,l ( I/trtr
re deiJa Sera, el diario de mayor Clrt:ul." 1011 t'lI
Italia.
En el libro que concentra y decanta su J.lr~,1
experiencia, 11 buon giornale, Piero DttOne rCl:ucr -
da el caso de Giulio de Benedetti, ditecror de La
Stampa, de Turin, de 1948 a 1968.
De Benedetti vivía en Turín y solía ir a Roma
-la capital del país, la sede de todos los pode-
res- un par de veces al año para tOmarle el pul-
so más de cerca al ambiente político y las cosas

196 197
Federico CampbeU Periodismo tscriro

del gobierno, pero evitaba el encuentro con per- yo puede detetminar la marcha de 1.. historia. In
sonajes influyentes. Una vez unos colegas suyos suerte de Ull político, la caída de un gobierno.
insistieron en que se viera con Aldo Moro, que Pero la verdld. piensa Ottone, es que los gobier-
era primer ministto o jefe del gobierno (en el sis- nos caen por otrOS motivos. Incluso si eso fuero.
tema parlamentario). Accedió de mala gana. cierto, el periodista no estaría en su papel: no es
Cuando lo [Uvo enfrente, no supo qué decir. Mo- asunto de los periodistas tumbar ministros 080-
ro, que poe su parte era poco locuaz y no menos biernos corr.o si fueran boliches. Deben conten ~
címido, no supo tampoco qué decir. Parece que tarse con ju.;:garlos.
se vieron con pena, vergüenza, embarazo, inter- Si el poder trata de condicionar a la prensa, na
cambiaron alguna sonrisa y algún cumplido para es menos cieC"to que asimismo los periodistas de-
cubri e las formas. Después, De Benedetti se le- ben hacer t:>do 10 posible para sustraerse a sus
vnnró y se fue, feliz de que el suplicio hubiera condicionamientos. Gajes del oficio son que muy
terminado. frecuentemente a uno como periodista traten de
Según Dttone la frecuentaci6n de los represen- utilizarlo, pero hay que saber hacer Jo que uno
t¡lOres dd Estado por paree de los periodistas se considera justo y publicar lo que es válido desde
vuelve peligrosa porque el poder erata siempre el punto de vista periodlstico y con el lenguaje
de condicionar a la prensa. Los hombres del po- que se considere más efectivo. Son muy obvias
der suelen sentirse descontentos caD la prensa, estas cosas. Se ven todos los dfas. No menos ob-\
dice Dttone, pero le atribuyen una importancia vio es que un periodista -si es un hombre de ca-
enorme y eratan de manipularla. Cuando algunos rácter y lo ~ uticientemente orgulloso como para
periodistas se dan cuenta de que los políticos les salir adelante- sabrá resistir toda intenci6n de
conceden una importancia exagerada no 5610 se intimidado si no da demasiada importancia a las
mueren de la vergüenza, como decía James Res- ventajas mHeriales. y psicol6gicas que su activi-
tan, sino que se maravillan, porque están con- dad le procllra y si no las considera más impor-
vencidos de que la influencia de la prensa es tantes que ~u libertad o su dignidad.
mucho menor de la que le suponen los políticos. Son más sutiles en ca.mbio los compromisos
Otros periodistas reaccionan de distinta mane- que se t.tenden, incluso de manera impensada,
ra: les parece justificada la importancia que se les durante la f recuentaci6n de los políticos en el po-
atribuye y viven convencidos de que tienen un der. Los ZOJ ros más asnltos son los funcionatios
enotme poder. No falta el reportero que se cree que tratan de condicionar a los periodistas admi-
protagonista de la política y trata de participar tiéndolos en su círculo. invidndolos:L dcsay\.mar
en la vida de los partidos o de hacerse presente en o a comer, al ti ro al blanco o al golf. cnseñándo-
los corredores del poder. Su convicción más ínti- les documentos "reservados", haciéndoles confi ~
ma -su fantasía secreta- es que un artículo su- dencias, compartiendo con ellos sus semi mico tOS

198 199
Federico Campbc:U

más personales. Esto representa por 10 menos dos es si cierta decisi6n del runClollilrio e\ tlh¡(.'tlV,-l
insidias: que el periodista se sienta lisonjeado y co- mente útil o perjudicial rar.• LJ o.;Oll(.'II..<I °li.uln ..
rresponda a las cortesías que recibe y escriba sobre los seres humanos, incluso 10.\ pcon's C.llflllfl.aln.,
quien así lo trata cosas amables o se abstenga de es- tienen algunos atenuantes, si ó\tcndc.'mm .• ~lI h."
cribir cosas severas, por temor también, si se com- roria personal (pueden ser buenos pild r(.". tI(, 1.1-
portase de otra manera, de perder la confianza de °
milia, por ejemplo, muy filancrópl«(I,\), pt'ro
alg4 ien a quien debe favores. El temor es mayor en eso no les quita lo criminal ni su rx,J¡,t.:rusld;.t.d. El
la medida en que la familiaridad asegura, al perio- periodista debe entonces sentirse libn: para de-
dista y a su periódico, alguna ventaja: el periodista nunciar estos entuertos con franqueza y sin pará-
puede publicar de vez en cuando, con el apoyo de frasis", escribe Piero Dttone.
su am igo funcionario, una nodcia "reservada", ga- Se trata, pues, de una relaci6n delicada: del en-
nándole la "exclusiva" a la competencia, y estima cuentro de dos inteligencias y, si se quiere, de
entonces justificado cultivar esa re laci6n, a pesar dos astucias. Lo que no hay que olvidar es que los
de sus pel ¡gros. políticos le dan una gran importancia a lo que se
Estas relaciones pueden darse y se dan entre escribe en los peri6dicos -por eso son sus prin-
ministro (o secretario de Estado) y director de cipales lectores- y otorgan un gran peso sobre
periódico, entre el jefe de la policía y el cronista todo a lo que se dice sobre ellos, de tal modo que
de la cr6nica negra (o la nota roja), entre el juez y nunca quedan contentos, ni se sienten cómodos,
el cronista judicial. con la prensa libre y crítica. De ahí la obsesión
La segunda insidia se configura de la siguiente por controlarla.
manera: si el periodista es sentimental, si conoce
los procesos mentales del ser humano y las cir-
cunstancias que han conducido al político, al co-
mandante o al juez, a comportarse de cierro
modo, entonces se rorna muy comprensivo: se las
arregla para encontrar atenuantes y piensa que él
hubiera hecho 10 mismo si hubiera estado en su
lugar. Esta comprensión bonachona es peligrosa.
Si las circunstancias que han inducido al funcio-
nario a acruar de cierta manera resultan atenuan-
tes, tanto mejor para él; esto le ayudará a salvar
el alma cuando comparezca an te el] uicio U ni-
versal. "Pero al periodista no debe importarle na-
da el alma del hombre público. Lo que le importa

200 201
Un periódico imaginario

En término i generales El Tijlianense es un perió-


dico bien escrito, sobre todo en la primera plana,
que tiene una gran tradición y atraigo entre los
lectOres mexicanos. Podría decirse que es muy
conservador en su estilo gráfico y en su escritura,
en sus titulares y en su tono. Estas características
obedecen al imperativo profesional de dar conti-
nuidad a la ,magen que se ha forjado a lo largo de
los años y que constituye su identidad. Sin em-l
bargo, en alas de un espíritu de renovación y del
deseo de rno!jorarlo, podrían hacerse algunas re-
flexiones ce -ricas concernientes a su estilo, su di-
seño gráfico. su tipografía, sus criterios para
seleccionar y editar la informaci6n, su creativi-
dad para in:aginar reportajes e investigaciones.
Esta predisposición a la autoccítica interna no
ha sido extraña en los últimos tiempos a muchos
de los mejores peri6dicos del mundo. En Ingla-
terra The b~dependent, The Guardian, The Times,
estudian su identidad gráfica y la van renovando
para distin.f;uirse unos de otros y competir en los
puesros de _a calle. En Italia, el Corriere della Se-
ra, de Milán, La Stampa, de Turín, La Repubblica,
de Roma, SI: distinguen también a golpe de vista
por su forrnato; unos son más compactos que

203
Pederico Campbell Periodismo escrito

otros (en cuanto a la concentración de las noti- dicional (formato "sábana", como le dicen en Es-
cias), Otros más abiertos (con más blancos entre paña) no necesariamente es anticuado puesto que
sus columnas y fOtografías), y al menos uno de de esa dimensión siguen imprimiéndose la ma·
ellos, La Repubhiica, ha optado desde su funda- yoría de los grandes diarios del mundo, como
ción por el formato tabloide. The Times, de Londres. el Co,..,.ie,.e della Sera. LtI
Por los cambios que van incorporando se infie- Stampa, The lnd.ependent, Le Figa1"O, The Manches/er
re que sus editores se preocupan por actualizarse Guardia", Los Angeles Times, The New YtWk Times.
y estar a tono con una época en la que la prolife- The \f/ashington Post, O Estado de S. Paulo, y en
ración de los medios electrónicos, la globaliza- México, El Universal, Reforma. Sin embargo, si
ció n de los sistemas de comunicación apoyados algunos periódicos, como el de Oporro. POrtU-
por satélite, la red de internet, la profusión del gal, han decidido rehacerse en tabloide es porque
periodismo oral que se ejerce en la radio y la tele- este formato ahorra papel y su lectura es más
visión. van imponiendo nuevas pautas en las for- práccica para los lectores pues no tienen que an-
mas de I reseoca!." la info!."mación y que inciden en dar buscando las numerosas secciones de los pe-
el periodismo escrito o impreso. El Paú, por riódicos grandes.
ejemp lo. 1.11 menos en sus suplementos, se ha En el caso de El Tijuanense es probable que la
¡vuelto más "iconográfico" que antes: abunda más profusión de fotografías en la primera plana -seis
t:n Fotos pequeñas que en textos largos. Yen Por- o siete- no obre en favor de la claridad. El ojo
tugal, el diario de información general más ven- del lector se distrae porque las fotos compiten
dido del país, e1Jornal de Noticia.¡, de Oporto, entre sí. The Times. de Londres, prefiere una 5013
cambi6 el 19 de enero de 1998 su formato sába- foto grande en portada y cuando mucho dos pe ..
na por el de tabloide. Alteró su cabecera, modifi- queñas que ilustren las orras notas de pClmer.\
c6 totalmente su diseño gráfico y redujo su plana. Más o menos con ese criterio proceden Tbe
precio. El director de ese matutino asegura que Guardian y The lndependent (y Reforma en MéXI -
no cree en "fórmulas mágicas", pero explica que co): sólo tres o cuatro nocicias importantes com -
esta nueva y ambiciosa apuesta del periódico pre- ponen el menú principal del dCa.
tende modernizar el rotarivo y aumentar nota- La djferencia más notable que se percibe entre
blemente su circulación. The New York Times , El Tijuanense y los grandes diarios citados es su
corno es sabido, hace sólo un par de meses que apretada concentración de nocicias y focos en la
venció su resistencia al cambio y acept6 la inclu- primera plana. Mientras los otros diarios espa-
sión de fotografías en color en su primera página. cian más sus informaciones, tanto en el iorerli-
La p¡;rsonalidad gráfica de El Tijuanense está neado como en las cabezas -tienen más aire-,
dada po~ su presentación. Es la que lo djstingue El Tijuanense se preocupa por dar el mayor núme-
en los kioscos de la calle. Su tamaño grande tra- ro de notas posibles aunque aparezcan demasiado

204 20S
F~erico CampbeU Periodismo eSCrito

apretadas ... hasta siete u ocho, aparte de las co- Los tipos de lerras sin patines se empezaron .1
lumnas de colaboradores invitados. utilizar a partir de los años 30 de manero desme-
Ciertamenre esta oferta cumple con el impera- dida; estaball de moda en la Alemania nazi (~IB
tivo comercial de dar más por el mismo precio dada a la sastrería fina y a los logotipos), expreSa·
que tieneo los otros diarios, pero en términos de ban el espíriru y la estética de una época (dlseña-
legibilidad a veces se dispersa la atenci6n en las doces y anun:iantes buscaban un cambio para que
dos o ([e~ noricias más imporrantes del día. su trabajo no se pareciera al de otros), pero pronto
La otra gran diferencia entre El Tijuanense y los disminuyó su uso excesivo y se preserv6 sobre to-
demás diarios de formato grande tradicional es do para anuncios, carteles y especialmente para se-
SlI tipografía. Llama mucho la atenci6n que prác- ñalizaciones hechas con letras grandes: nombres
ticamente ningún periódico del mundo levanta de tiendas y calles, señalamientOs en las carreteras.
su texco en tipos de la misma famíJia Univers, nunca para periódicos o libros y revistas.
como serían el Helvética o el Futura: caracteres Las letras sin patines de esta tendencia "cooduc-
sin patines. Por algo será. El consenso entre los tivista" fueren concebidas, pues, para el diseño de
profesionales del diseño gráfico es que este tipo textos brevet, carteles, invitaciones, boletos, che-
de tipos --confeccionados en el siglo XX a partir ques,letrero!., menús, recuadros. anuncios, no pa-
ue la gran exposición de la Baubaus en Weimer ra libros ni para periódicos y revistas. Es casi
t'n 1923 que acogió la escuela de arquitectura, imposible encontrar en una biblioteca o en una ,
diseño e industria fundada por Walter Gro- librería un solo libro editado por profesionales de
pi us- no es para cuerpo de texto largo. la tipografía formateado en Jetras sin patines: en
En 1957 se encargó un tipo sin patines al dise- Helvética, FJ.tuca o Universo Por algo será. Tam-
ñador suizo Adrian Frutiger, quien al presentarlo poco es fácil (tal vez sea imposible) localizar un
lo llamó Universo solo periódico diseñado por profesionales paCádó
El tipo U nivers es ideal para señalamientos (le- en tipos de esta familia.
treros), pero no suele utibzarse en el cuerpo del Tal vez eSl a característica tipográfica explique
texto ni en libros, ni en revistas ni en periódicos. un poco por qué muchos lectores de El Tijuanense
Cua ndo se utiliza en textos de más de veinte experimentan su lectura como "cansada". El mo-
línc<ls y en diez o doce puntos, sobre interlineado tivo puede sec muy bien inconsciente porqu6 las
de igual número , el leccor se confunde de una lí- letras confe('cionadas por los viejos maestros ti-
ncn n Otro. y tiene que seguirlas con el dedo. Su pógrafos del pasado y del siglo XX siempre se
uso es válido, sin embargo, en párrafos muy han concebido en funci6n de razones ópticas - u
gra ndes y en puntajes de 14 en adelante, como oftalmológicas- relacionadas con las capacida-
los que se emplean en los titulares o en gráficas des de! ojo humano para leer mejor. por ejemplo,
para cesaltar la lectura. e! negro sobce e! blanco y no sobre oeros colores.

206 207
Federico Campbcll Periodismo escriro

(El tamaño cana de las revistas también está en Tal vez, por todas estas raZOQS, ha Ilegfldo el
función de una medida: el antebrazo humano.) momento de que El Tijllaneml convoque a un
Se supone que el patÍn tiene la función de enlazar concurso por invitación para qll! cuatro o cinco
una letra con otra -facilitando su legibilidad- diseñadores gráficos profesiona~s presenten una
cuando la vista humana, el ojo dirigido desde el nueva imagen del periódico.
cerebro, recorre a gran velocidad las palabras y Seguramente alguna encuesraya ha estableCI-
las frases descifrándolas. do quiénes son los lecrores de ElTijutmellJe: quié-
l1.ao sido, pues, ópticas, no matemáticas, las nes lo compran para leerlo o p tra hacer uso de
normas que han regido el diseño de las letras . sus oeros servicios informativos,como los anun-
En su libro Tipography (1980), Ruari McLeao cios de empleos, de rentas, y avi:os personales; si
sostiene que las letras sin patín necesitan un es- son j6venes, mujeres, profesiorisras, funciona-
pacio cntre las líneas, que el ajuste que obliga a rios, intelectuales, periodistas.
ponerlas unas más cerca de otras diminuye su le- Si atendemos a su legibilidad y a su estilo, si
f;ibi liducl más rápido que eo el caso en el que se pensamos en quienes lo compra.; para leerlo, po-
ll'j;tll letras con patín, y afirma que incluso im- dríamos decir que en términos ~nerales sus edi-
pl't.'s:.b ti . la mejor manera posible tienden a verse tores y redactores cumplen bier con las normas
pOI su homogeneidad- más "uniformes" que de claridad, concisión, precisión, imparcialidad,
\ J.\<; 1t.'lJ'a'i <.:on patines y requieren más esfuerzo objetividad, sobre todo en la Frimera y las si-
pam leer~c, guientes páginas.
Es como para volverlo a pensar, ¿Realmenre Nada hay que reprochar a los redactores y co-
este ripo de letra contribuye a la mejor legibili- rresponsales en cuanto a su uso del lenguaje perio-
dad de El Tijual1ense? dístico. Si a algunos les falta chispa u originalidad
Si aparee de esta trabajosa tipografía tenemos esril1srica, lo cierto es que casi todos cumplen con
una primera plana demasiado atiborrada, con un las normas tradicionales de confección de la nora
número excesivo de fotografías, secundarias y bala- periodística: estructuran su nota siguiendo muy
zos en letra descendente mente más pequeña, el re- bien el esquema de la pirámide invertida, presen~
sultado puede segui r siendo que el lectOr no capte tan la informaci6n de mayor a menor importancia.
a golpe de vista la propuesta más importante del Por eso puede decirse que El Tijuaneme es un dia-
día que pretende hacer el periódico, De lo que se rio correctamente escrito.
trata es de bacer cada vez más atractivas la primera Si en un afán de mejorar el escilo, los editores
y las siguientes p:'iginas interiores, sin abrumar de- desean que sus reponeros y corresponsales escri-
masiado al lecco[, Hlendiendo los ideales de clari- ban todavía mejor, habría que establecer nuevas
dad, precisi6n y concisión: decir lo máximo con el pautas redaccionales que estimu len la creativi-
mínimo d,: rt.'cursos gramaticales y gráficos. dad de los periodistas. en un m:anual de estilo.

208 209
Federico Cllmpbell Pcrio(Jjsmo escrito

por ejemplo. Hasta ahora, corno es lógico y correc- escriben en México. Sus colaboradores son de
to, los reporteros y corresponsales se esfuerzan por primera lío ~a: originales, críticos, amenos, sol-
hacer a un lado su subjetividad y redacear un texto ventes desdt: el punto de vista i nrelecturu.
de la manera más impersonal. Pero si se desea Lo que reswea imposrergable es que El TijlltlnenstJ
que su estilo sea menos opaco y más correcto. que elabore su propio manual de redacción y estilo: llfl
s u vocabulario sea más rico y menos propenso a código interno que ilustre a reporteros, colaborado..
dejarse ioyadir por los anglicismos que todos los res externos, corresponsales y redaceores, cuáles son
días pone en circulación el periodismo oral de los las normas que hay que seguir para uniformar los
medios eJectr6rticos, habría que incorporar al usos propios del estilo del periódico. Es curioso que
equ ipo a varios redactores más que se ocupen de -hasca donde sabemos- oingún medio t:nexica-
revisar y reescribir los envíos de los corresponsales no impreso se haya puesto a realizar en serio un
hasta que se vaya haciendo una escuela propia. manual; corno lo han hecho desde hace muchos
Los reportajes originales tal vez deberían ser años las agencias EFE y France Presse o lo diarios
más frecuentes, por lo menos uno cada tercer día, Th. New Yoré Times, EL Paú, O Globo, O Estado de S.
O cada cuatro días, como los estupendos que se Pauto, La N,teión, de Buenos Aires, y Clarín.
han hecho sobre la matanza de Aguas Blancas, El manual tendría como objetivo unificar los
los homicidios en serie de Ciudad Juárez y el de sistemas y ils formas expresivas que darían per-
la cárcel de mujeres. sonalidad u la publicación, desde la presentaci6nl
Parece un poco absurdo plantearse que los co- de los originales, las formas de encabezar y de
rresponsales y reponeros deberían escribir mejor. punruar, hasta el establecimiento COt1vcn i 11111
Los periodistas no son profesionales de la litera- de ciertas Hormas referidas al uso de si~IH~ n
tura, como los que empezaron a escribir en los abreviatura;, nombres y palabras extrolnl el"os y
periódicos europeos y norteamericanos del siglo nombres de organismos inrerna iom¡JC'~ .
XIX. Es sabido que su formación intelectual es Es cierto :.:¡ue las normas gra.mltl I IIIC's "OJ1 tu ..
mediana, sobre todo en México, y tal vez no sería propias de h Jengua española y 'Iut: hay un t,:tk.ll .
justo esperar más de ellos puesto gul': estas cuali- go de obset'/ancia común, pero la verdnd es que
dades de estilo suelen depender de la personali- hay un zona de ambigüedad ea el uso de IDLlchas
dad de cada periodista. Pero de todas maneras, si palabras, sobre codo de procedencia extranjera. y
así se desea, podtía empezarse una larga y pacien- en el empleo de ciercas normas opcionales, como
te labor de reeducación desde las mesas de redac- el uso de cursivas y negritas, comillas, versalitas
ción y con la ayuda de un manual de normaS que y pahlhJ'a5 snbrnyadas, o en la manera de escribir
definirían el nuevo estilo del peri6dico. los número~. El español mexicano tiene sus pe-
De las páginas editoriales no hay mayores ob- cu liaridad e!; y hay que igualar en lo posible el
servaciones que hacer: son de las mejores ' ltlC se Idi oma escrito CO II el lenguaje de la tribu.

210 211
Federico Campbell Periodismo escrito

En fin, el manual (un código interno) pondría o con cualquier grupo de poder, público, privado
por escrito cuáles son los principios profesionales o mixto.
y éticos que rigen al periódico, cuál es el trata- Su elaboración podría encargarse a un pequeño
miento que se hace de la información, el manejo equipo de profesionales, entre los que estarían un
de las fuentes, las entrevistas, los reportajes, las fo- técnico del lenguaje (un filólogo) y un escritOr
tografías (si se recortan o no, si se invierren o no, si periodista experto en el lenguaje periodístico.
se pueden tomar de otras publicaciones o no), la
publicidad, las encuestas, los pases ~ páginas inte-
riores, las firmas de los artículos, las cartas a la di-
recci6n (si se respeta o no su ortografía o sus
innecesarios circunloquios) y las caricaturas.
Se trataría también de un códjgo sobre los de-
beres de los periodistas (la norma de no hacerle el
vacío a nadie, la necesidad de tomar en cuenta al
menos dos puntos de vista diferentes en asuntOs
discutibles), los derechos de los lectores, el secre-
fa profesional.
No se trata de que estos lineamientos coarten
la creatividad de los periodistas sino de que sir-
van como referencias claras, como un mínimo de
convenciones para hacer más coherente e intere-
sante el producto.
Un estatuto propio de esta naturaleza, como
el código de conducta que se ha dado a sí mis-
mo, por ejemplo, The Washington POJt, o como el
código de prácticas de la prensa británica (re-
cie ntemente reelaborado, en cuanto al ejercicio
de los fotógrafos de asalto, por ejemplo), orde-
naría las relaciones profesionales entre la redac-
ción y la dirección del periódico, privilegiaría el
derecho a la información (que es de los lectores,
más que de los periodistas) y refrendaría que el
pacto de los periodistas es más con los ciudada-
nos que con los patrones o dueños del periódico

212
-

Contra el periodismo
j:..a información es demasiado Impor/ante
como j'ara dejarla en "lanos de los perlodiJlm.
PIERRE BOROIBU

Del desdén por el periodismo -su cuestiona..:.


miento desdl: la sociedad o desde la literatura, o
simplemente su aparición como cerna en la nove-
la y el ensayo- se tiene un antiguo registro, por
lo menos desde los años de Karl Kraus a finales
del siglo XIX y principios del xx. Pero, por otra
paree, las obras de testimonio periodístico, como
las que han c·)oocido las generaciones de las últi-
mas décadas, reivindican el lado erótico ---es de-
cir, vital, placentero--- del mescer de periodismo.
y siguen siecdo su esperanza.
Una de las diatribas más recientes y más lerdas
(ha sido traducida a seis idiomas) y polémicas de
los últimos años es el breve texto se Serge Hali-
mi. Los nuev(;I perros policfas (periodistas y poder),
que apareció en París en 1997 bajo el título de
Les nouveaux~hienJ de garde (haciéndole honor al
famoso texto de Paul Nizao escrito en 1932: Los
perros guardia7.es, un violento ensayo contra la fi-
losofía tradi!:ional). La traducción podría ser
también "Lm nuevos perros guardianes", pero a
estos cuadrú¡: edos en México más bien se les co-
noce con el nombre de "perros policías".
Halimi, especia l ista en medios, es profesor de
la Facultad d.! Ciencias Políticas de la Universi-

2 15
Pederico Campbell Perioclismo es~r¡to

dad de Berkeley y colaborador frecuente en las dos Unidos. por ejemplo, el plagiO e~ causa Jt'
páginas de Le Monde Viplomatique. Su panfleto desprestigio profesional y en las univ(.·rsldaoc.!.
-dicho sin connnotación moral ni peyorativa, puede justificar el cese del estudiante () dd pro·
más bien en el sentido que a esta palabra se le da- fesor, en la prensa francesa el periodlsw ph.t.lparm
ba en Jos tiempos de Paul-Louis Courier- enfoca disfruta de una toral impunidad. La tt:cnlC.l (un-
sus baterías contra la nueva clase de periodistas siste en sustraer del artículo de algún coleg.1 lU'~
qu~ han proliferado sobte todo en Francia. análisis y las investigaciones, hacerlos prorlfl~, y
El autor francés hace una amarga e irónica de- citar al desgraciado una sola vez, en un tramu
nuncia de los "comunicadores" y su transforma- perdido y accesorio del texto. Por SI lo .Hrapuu en
ción anual en cortesanos del poder que no veo a falra, el plagiario tiene la audacia de cicur al au-
los lectores como ciudadanos sino como atonta- tor como prueba de su buena fe, pero escondien-
dos consllnlidores de una mercancía que se Hama do mucho su nombre, ocultándolo como saben
información. Piensa que hoy más que nunca se hacer los periodistas.
mantiene el cordón umbilical entre el poder y la Toda esta decepción, según Halimi, ha venido a
prensa. significar que el periodista se ha venido a poner al
Sostiene que POt definición las informaciones servicio de los intereses de clase.
¡son volátiles, caducas, taoco las radiofónicas co-
mo las televisivas y las impresas: son efímeras, y "La proximidad con cierras dirigenres, la frívola
quienes viven de transmitirlas conllevan tales re- propensión a un estilo de vida cortesano, la di~­
laciones de poder con los dueños de las grandes ponibilidad para trasmitir una visión conformiS-
empresas que hoy en día se han convenido en sus ta de la realidad, han metido al periodismo en un
propagandistas y defensores. Estos "mercena- sistema de castas. Las consecuencias más vi~ibles
rios", COmo Halimi los llama, manipulan, ocul- son la pérdida de la credibilidad, la disminuuón
tan información, siguen las directrices que sus de los lectores, y el emprobrecimero de la dialét -
patrones les marcan y procuran legi timar lo que se tica social. Mientras tanto, los llamados códi,gos
conoce como "pensamiento único". Se benefician deontológicos -un simulacro, una máscar:t-
de canonjías (casas baratas, boleros de avión, vaca- no podrán modificat la coyuntura, que se ha
ciones pagadas, regalos, negocios, auromóviles) y vuelvo un sistema."
llegan a creerse importantes, tanto como los polí-
ticos lo decidan -al tomarlos en cuenra- para Es casi un lugar común, y algo más que un juego
condicionarlos y utilizarlos como pregoneros de de palabras, la conocidísima frase de Lewis
sus intereses. Además, ya en su esáirorio y frente Mumford que no ve en los periodistas más que a
a su computadora, plagian con roda impunidad: unos "especialisras en generalidades'·. En Conver-
se roban ideas y frases ajenas. Mientras en Esta- sación en La Crltcdrdl, Mario VarJ.:as Llosa inrcrca-

216 ... ,.
f1ederico Campbcll Pcriod'¡smo escrito

la el siguiente diálogo entre dos periodiscas de "BORGES: Quiero decir, Sáhato. que entonces no
Lima: se hacía ninguna referencia a las noricias cotld,J'
"-¿Prefieres el perioclismo a la ürer-.lrura? ---di- nas, fugaces
jo Santiago. SABATO: ~;í. eso es verdad. Tocábamos temas
-Pcefiero el trago -se rió Carlitos-. El pe- permanente:;. La noticia cotidiana, en general, 'ie
riodismo no es una vocación sino una frustra- la lleva el vj,!nto. Lo más nuevo que hay es el dm-
ción. ya te d3rás cuenta." rio, y 10 más viejo, al día siguiente.
BORGES: Claro. Nadie piensa que deba recor-
Carlos Pereda, en un ensayo sobte Ramón López darse lo que está escrito en un diario. Un diario,
Velatde aparecido en la revista Biblioteca (nÚIne- digo, se esCl ibe para el olvido, deliberadamente
<O 14; México, marzo-abril, 1993), habla del para el olvido.
"despot ismo palabreto" que crece y se multiplica SÁBATO: S !ría mejor publicar un periódico ca-
como "vacío interior y haraganería, falta de cora- da año. o cada siglo. O cuando sucede algo ver-
je intelectual para poner en duda O atacar las opi- daderament~ importante: "El señor Crisróbal
niones vigentes". Según la lectura que hace Colón acabf. de descubrir América." Título a
Carlos Pereda, López Velarde senda que en su ocho colwuLas.
época la palabra había dejado de ser instrumento BORGES (sonriendo): Sí... creo que sí.
y herramienta para volverse "déspota". Forma ce- SABATO: ¿ ::ómo puede haber hechos rrascen- '
finada del mecolico, el periodista es para el poeta dentes cada día?
alguien "que por diez centavos nos sirve todas las BORGES: Además no se sabe de antemano cuá-
mañanas poesía hecha, política hecha, reportazgo les son. La cucifixión de Cristo fue importante
como corbata roja y editorial como falda pan- después, no ,:uando ocurrió. Por eso yo jamás he
talón" . leído un diario, siguiendo el consejo de Emerson.
La figura del periodista se articula, según Car- SABATO: ¿Quién?
los Pereda. "como el moderno abastecedor de la Borges: Emerson, que recomendaba leer li-
doxa: ese cronista y opinador que volviendo roda bros, no diarios."
noócia, que concediendo a roda valor, acaba por
hacernos creer que nada tiene valor, que todo no Muchos de los escritores contemporáneos ' de
es más que un vano espectáculo de sucesos pasa- Karl Kraus (1874-1939) creían que el lenguaje
Jl.'ros .. . si n relevancia; mero ruido para distraer, de las palabras escritas era insuficiente ante los
p.lrJ. excitar, para ensordecernos y aplastarnos". imperativos de la realidad: las palabras no lo-
Jorge Luis Borges y Ernesto Sábato sostienen gran, decían: atrapar este río de sensaciones que
en DiálogO! en la catedral esta desenfadada provo- nos circundan. Gran crítico del lenguaje, Kraus
c¡lción: la emprendié contra el periodismo porque escDba

218 219
Fmerico Campbell Periodismo escrito

escrito a base de "frases hechas". Su libro Pro do- Con motivo de la aparición en España de Me-
mo et mundo fue traducido con el titulo Contra los diocridad y delirio, Juan Cruz entrevistó a Enzens-
periodistas por Jesús Aguirre. Estaba convencido berger en El País:
de que "'as necesidades actuales parece que na-
cen listas para la imprenta" y de que lo único que "-¿En qué medida los periodistas hemos ayu-
encuentran los lectotes en la prensa son "impre- dado a crear en la sociedad eSta atmósfera de b~­
siones tendenciosas y adornadas", pues la prensa nalidad que existe? -preguntó Juan Cruz.
lo confunde todo y no sabe discernir "una urna -El periodismo depende de un mercado de
de un orinal" . Con dos afotismos desahucia la va- masas que en cierto modo va en busca del tira-
lidez de los informadores profesionales: "Los pe- je. Pero ese tipo de éxitos también se paga, en
riodistas escriben porque no tienen nada que cuanto a credibilidad, respeto, etcétera. Porque
decir, y tienen algo que decir porque escriben." quien lee periódicos cretinos no es necesaria-
Y: "El pincor tiene en común con el que lo es de mente cretino. Recuerdo todavía un periodo en
brocha gorda que ambos se ensucian las manos. que había respeto hacia la palabra impresa.
Yeso es precisamente lo que diferencia al escri- Ahora hay un mayor ónismo por paree del lec-
tor del periodista." tor y es el precio que hay que pagar por la ma-
1 Hans Magnus Enzensberger recuerda en Medio- sificación de la información.
C'Yidad y delirio, al hacer una crítica al diario ale- -¿Qué le lleva a usted a ser tan radi ¡;n l t.·n el
mán Bild y una reflexión sobre la "catástrofe de la análisis de los periodistas?
libertad de prensa", que Sareo Kierkegaard pro- -Todos somos víctimas del periodismo, espe-
ponia fusilar a los periodistas. "De buen grado cialmente la clase informada, de la cual formo
asumiría en nombr.e de Dios la responsabilidad parte. Muchas veces leo cosas que después me JI
de ordenar '¡Fuego!', siempre y cuando previa- go que 00 son posibles. Los pobres peflodl~(;lS
mente hubiera comprobado escrupulosamente trabajan en un margen de tiempo limitado yen·
que los cañones de los fusiles no apuntaban a nin- ere las tres y las cuatro de la tarde deben h,lcer ti
gún ser humano, excepto a los periodistas", escri- oráculo mundial sobre lo que llega media hora
bió Kierkegaard en su diario (1848). antes y, eras una bora, deben entregar su gran
Ya se babía ocupado Enzensberger del perio- diagnóstico. Una reflexi6n es muy difícil en con-
dismo en Detalles cuando, en su estupendo ensa- diciones como ésas.
yo "El periodismo y la danza de los huevos" - ¿ Dispararía contra los periodistas, corno
analiza la prensa de su tiempo comando como Kierkegaard?
ejemplo el diario' Frankfurter Atlgemei11e Zeitullg, -No, no. Él es un maniqueo. Eso es una bou-
"cuya política informativa es engañosa, carente tade con un seneido, pero que yo no campano.
de objetividad y tendenciosa". No soy un maniqueo."

220 22\
Ped~rico Campbell P~r:iod.ismo escr.,ito

Pero entre los novelistas contemporáneos quien un modo de: ejercer el poder. Periodista no es
más ha abundado en una sátira sobre la prensa y aquél que pcegunta sino aquél que tiene el sagra-
el quehacer period[stico responde al nombre de do derecho de preguntar, de preguntarle a qLlicll
Maao Kundera. En su novela La inmortalidad, sea 10 que sea. [ ... ] El poder del periodista 1'\0 es-
Kundera empieza por citar el caso de Ernest He- tá basado eH el derecho a pteguntar, sino en el
mingway, quien, como es sabido, simboliza la fa- derecho a exigir respuestas."
ma del buen periodista.
¿Y de la verdad period[stica qué piensa Milan
"Toda su obra, su estilo conciso y concretO, teoía Kundera? "La verdad que corresponde al deci-
sus raíces en los reportajes que enviaba cuando moprimer mandamiento no se refiere ni a la fe ni
era joven a un peri6dico de Kansas City. Ser pe- al pensamiento, es una verdad de la planta baja
riod ista significaba en ronces acercarse más que de la ontoloÉ'fa. la verdad puramente positivista de
nudie a la realidad, recorrer todos sus rincones los hechos: qué hizo C ayer, qué es lo que de ver-
ocultos, ensuciarse las manos con ella. Heming- dad piensa."
way estaba orgulloso de que sus libros estuvieran Al elaborar su teoría sobre lo que llama la ima-
tan abajo, juntO a la tierra misma. y al mismo gologfa, Kun:lera sostiene que el polftico depende
tiempo tan alto, en el cielo del arte," del periodismo "¿Pero de quién dependen los pe-
riodistas? DI! los que pagan. Y los que pagan son I
El novelista checo dice que el reportero más me- las agencias publicitarias, que compran de los
morable de los últimos tiempos no es, sin embar- periódicos e espacio y de la televisi6n el tiempo
go, Hemingway ni George Orwell, quien pas6 un .
para sus anunclOS. "
año de su vida con los pobres en París y escribió Sin Después c.e estatuir que la publicidad esd 01
blanca en Parls y Londres, ni Egon Erwin Kisch, co- servicio del comercio y la propaganda al de: 1.1
nocedor de las prostitutas de Praga, sino la italiana ideología, e . autor de La insoportable levedad del
Oriana Fallaci, quien entre 1969 y 1972 publicó ser ve en su :iempo una transformaci6n gradual
en el semanatio L'Europeo un ciclo de entrevistas de la ideolo,f:ía en imagología y remata: "El polí-
con los pol[ticos más famosos de su Época. tico depend(· del periodista. ¿De quién dependen
los periodistas? De los imag61ogos. El imag61o-
.. Aquellas conversaciones eran algo más que sim- go es un hombre de convicciones y de principios:
r1cs cor'lvc "sa iones: eran duelos. [ ... ] La perio- exige del periodista que su periódico (canal de
~1I'lil comprendió que lo de hacer preguntas no televisión, radiodifusora) responda al sistema
¡'r,l 'ill11plcl1'lc:nte el método de trabajo de un re- imagoJógico de un momento dado."
ponero. que realiza sus investigaciones modesta- El crítico Jean-Louis Curtis cuenta que duran-
mcnte con una libreta y un lápiz en la mano, sino te las primeras décadas del siglo los autores nor-

222 223
Periodismo escrito
Federico Campbell
-Usted escribió una vez en la Transar/antie
teamericanos hab.ían tomado de los periódicos Review que la única raz6n que hay para hacer pe~
sus mé.todos: rapldez, gusto por la cosa vista, riodismo es obtener una buena remuneración,
a~otac16n al vuelo, trazos machacantes, estilo
Dijo usted: 'Y cuando uno destruye Las cosas va-
dIrecto, desprecio por las bellas frases y las flori-
liosas que posee escribiendo sobre ellas, uno es-
turas. Hemingway recuerda por su paree que pera que le paguen buen dinero por hacerlo.'
c~ando era corresponsal en Europa del Kan!aI
¿Considera usted que escribir es una especie de
GltY. St~r (en 1917) tenía que seguir una especie
autodestrucción?
~e código de la buena redacción periodística.
-No recuerdo haber escrito eso jamás. Pero
Er~n reglas que nunca me enseñaron para el
parece lo suficientemente ronto y violento como
ofiCIO d~ escricor. Nunca las he olvidado", escó-
para que yo lo haya dicho a fin de no tener que
be H~~11ngway y menciona algunas de esas nor- mordetme la lengua y dar una opini6n sensata.
mas: Emplear frases cortas. Hacer breves los
Definitivrunente no creo que escribir sea una es-
párrafos del comienzo. Utilizar un inglés vigo-
pecie de autodesuucci6n, aunque el periodismo,
roso [un vocabulario sajón, que es concreto, más después de que se llega a cierto punco, puede ser
q~e un ;ocabulario latino, que es abstracto]. Ser
una aurodestrucci6n cotidiana para un escritor
af1.rn~arlvo y no negativo. Evitar el empleo de
~dJerlvos, especialmente de los que son extrava-
creador serio."
gantes como suntuoso, espléndido gtandioso
Así 10 siente también Cyril Connolly en l...u
mag~ífico". Seguramente estas r;glas, acot~
IlIm-

Curtls, hubieran sido suscritas con entusiasmo ba sin sosiego:


por Stendhal.
"Todas las incursiones en el period ismo. Lt r,ld IU ,
~uando George Plimpton entrevistó a He- la propaganda y el cine, por gr-.lndiosa.') <llH,' ~t'I1J\,
mJ~gway para The Paris Review le planteó las si-
están de antemano destinadas a la decepCión Po·
gwenres preguDtas:
ner lo mejor nuestro en estas fotmas t,."s otr.l 111'
sensatez, pues con ello condenamos al OlVldu I,L"
"-¿Le re.com~ndaría usted el trabajo periodísti- buenas ideas 10 mismo que las maJas . En 1.1 n,HU
co al escnt?c 10ve~? ¿En qué medida lo ayudó a raleza de estos trabajos está el no perdunu, a::; 1
~Is.ted el adlestramlento que recibió en el Kansas
que nunca deberíamos emprenderlos . CWlOtos
Clty Star?
más libros leemos, mejor advertimos que Ln fun-
- .E.n el Sta,. u?o estaba obligado a aprender a ción genuina de un escritor es producir una obra
,:s:nblr una oraCIón enunciativa sencilla. Eso era maestra y que ninguna arra finalidad tiene la
unl par: cualquiera. El trabajo periodístico no le
menor importancia."
~ará dano a un escritor joven y podrá ayudarlo,
SIempre y cuando sepa abandonarlo a tiempo.

225
224
García Márquez, periodista

Si alguien ha tenido autoridad para expresar su


conviccióCl de que el periodismo escrito es un gé-
nero literario ése es Gabriel Garda Márquez. Ya
venía la especie dignificadora del periodismo en
las propos ¡ciones novelescas de Trumao Capote:
A sangre fr. 'á se ofreció, desde la atalaya publicita-
ria de Nueva York, como una "novela sin ficci6n",
Sin embargo ese tipo de "nuevo periodismo" ya lo
habían hecho desde el siglo XIX los practicantes de
la novela r~aljsta, BaIzac, 201a, Daniel Defoe. ~
Upcon Sir.clair, en La Jungla. Entre nosotros,
Martín Lu. s Guzmán se adelantó a los neoyorki-
nos con El águila y la serpiente.
El carác:er ilusorio de la realidad, según las
épocas, prcpicia el apego al realismo o su distan-
ciamiento. Cuando los historiadores revisan los
archivos feriodísticos -diarios de 1923. de
1968, revi:;tas de los años 40- se asombran de
la cantidad de fantasías que proyectan los n;por-
teros y sus contemporáneos. Despejada la niebla
de la actua.idad, la historia pone mejor las cosas
en su sido.
García ~{árquez siempre se ha considerado un
periodista. Es de los pocos escritores que tiene
derecho a decido porque desde Jos diecinueve
años estuve en el desvelo de las redacciones y en

227
Feduico CampbeJl P~riodismo escr itO

las labores de campo. "Parto de la base de que es- Textos costeños de Gabriel García Márquez, con [O-
cribir novela y escribir reportaje es un oficio da y baber logrado inigualables éxitos, fue prin-
igual, es decir: contar cosas que le suceden a la cipalmente una escuela de escilo, y constituyó el
gente." A partir de un hecho real (la imagen in- aprendizaje de una retórica original. Desde los
fantil de cuando lo llevaban al circo), el autOt de veinte años ya panir de 1948 , fecha del ascsin,l-
Cien años de soledad suelta su imaginaci6n y se to de1líder Jorge Eliecer Gaitán en Bogotá y del
avef.ltura en las iluminaciones que proveen las comienzo de la Etapa de la Violencia en Colom-
mentiras de la literatura. Noticia de un .recuestro y bia, García Márquez inició una actividad pe ..
Crónica de una muerte anunciada no disimulan su riodística denrro de un género específico: el
ccnd ici6n de reportajes. comentario, en su modalidad humorística y en
Se traca del antiquísimo problema entre la ver- las páginas de El Universal de Carragena. Si bien
dad y la mentira, la iJusi6n y la realidad, la fantasía destac6 después como reportero (Crónicas y ,.epor-
:Y el culto obsesivo a los hechos. A Óscar Wilde ya tajes) y entrevistador (Relato de un 7Jáufrago), Gar-
le incomodaba el realismo, la reproducci6n exacta cía Márquez hizo sus armas licerarias en la
de la realidad. Fernando Vallejo piensa que en la columna porque escribirla todos los días impli-
novela, que es invención, la mentira y la verdad caba una nueva manera de decir las cosas y de
$on dos espejos que se anulan. No cabe hablar de plantearlas, es decir: una cues ti6n de escilo. Ante
verdad ni de mentira. "Un novelista inventivo no todo, siguiendo el modelo de las "gregucrí::ts" de
es un novelista mentiroso. Es un novelista a secas." Ram6n G6mez de la Serna, el novelista en c,:¡cr-
Mentiroso serta el periodista que inventara. nes reataba de conseguir una fei1z exprc-'\Ión y un
La ficci6n no guarda con la realidad una rela- atrevido planteamiento: no decir nnd.;}, ¡n{luso,
ci6n de verdad 16gica, sino de verosimilitud o pero decido muy bien.
una "ilusi6n de verdad". Helena Beristáin, en su La recopilación de Jacques GilarJ IOt.:Iuyc.' .hl·
Diccionario de ,.etórica y poética, 10 explica mejor: mismo ocros dos volúmenes: En/n' CaChdmJ y [)(
Según las convenciones del género y de su época, Eu,.opa y América que recogen doc;e di-lOS dl' V"JI~
al lector se le permite "aceptar la obra como fic- periodística, en las que sobresale la c.:olumll., "1,1
cional y vecosímil, distinguiendo así lo ficcional jirafa", publicada en El Heraldo de BolrrantluJII.~ ­
de lo verdadero, de lo erróneo y de la mentira". Periodismo y literarura se funden en un unicu
"Mi pacto con el lector no es revelarle una rea- discurso que permite desentrañar las claves de 1;1
lidad ya establecida (literaria o histórica) sobre la obra novelística de.l colombiano.
que de antemano ya estamos de acuerdo". dice Lo más probable es que cada autor sea en sí
Toni Morrison. mismo u.n género literario. Si no todo el perio-
El petiodismo de Gabriel Garda Márquez, di- dismo es un género literatio. aunque pueda ho-
ce Jacques Gilard, en Obra periodística, Vol. 1. mologarse a la novela realista (eso cada esccitor lo

228 229
Federico Campbell

habrá de creer o no), lo cierto es que GarcÍa Már-


quez convirtió el periodismo en literatura. y si-
gue creyendo en la palabra escrita: desconfía de
las grabadoras y sugiere que el reportero vuelva a Post scrlptum triste
la libreta de notas para que vaya editando con su
inteligencia a medida que escucha
Si ahora los medios impresos tienden a la baja,
a dejar de ser medios "masivos" de comunica-
ción, tal vez se deba a que los periodistas han Hay algo I!O la actividad periodística mexicana
perdido el gUStO por el idioma y el estilo perso- que podría reconocerse como una insatisfacción
nal. Por eso, más que nunca, tiene muchísimo de fondo, 110 muy común en otras profesiones. Si
sentido la concepción de Garda Márquez y su un cirujano o un piloto aviador acumulan años
crención de talleres de periodismo en Cartagena de experiencia y horas de vuelo se vuelven cada
de Indias, en la Fundación del Nuevo Periodis- vez mejons, se perfeccionan y afinan su capaci-
mo Iberoamericano. dad de toolar decisiones, se afianza su seguridad
en el empl,!o y pueden pasar al retiro viviendo de
su antigüedad laboral. En el periodismo, paradó-
jicamente, un signo de éxito a mitad del caminó
-hacia 1m cuarenta años, por ejemplo-- consis-
te en abandonar el trabajo de reportero, dejar de
ser periodi~:ta. no continuar siéndolo.
Después de muchos años de dedicarse a la ruti-
na informativa -reportajes, entrevistas, redac-
ción de e:iitoriales y reseñas, traducciones,
crónicas-, el periodista en México experimenta
una suerte de melancolía profesional: tiene la
sensación de que sus reportajes, por valientes
que sean y por documentados que estén, no pa-
san de ser rayas en el agua: piedras de Sísifo que
suben y suben y vuelven a subir sin liegar nunca
a la cima, volviendo al principio, al pie de la
cuesta. Res-l.lran ociosos e inútiles. No cuajan ni
en la sociedad civil ni en la sociedad política. No
se convierren, en serio, en un acontecimiento del

230 231
Federico Campbell Periodismo escrim

México civil. El periodisra siente que nada queda distas autores de libros. Y es que el per iodista
ni se concreta de su trabajo, que su escritura se "también es un ciudadano, que puede hace r s u ~
vuelve demasiado mecánica o se desgasta en un reflexiones sobre su época y su profes ión , sobre
lenguaje de f6rmulas reiterativas y estériles. sus indignaciones y sus dudas". Hay qu e hace r
Ciertamente esta proposición generalizadora hablar a la información, dade un sentido, co ntn
puede quedar desmentida ante el primer caso -DO buir al debate de las ideas de manera m ás vIva y
imp.osible ni improbable- de felicidad indivi- meditada. Además, un libro "permite tomar par-
dual. pero quien verdaderamente aspira a la tido", dice Edwy Plenel, reportero de L e M omle.
permanencia de su obra y no se resigna a la con- "y compensar un poco el silencio de los in te lec-
dición fugaz propia de las rareas informativas, tuales" .
suele vivir en lo más hondo de su intimidad una
especie de post scriptum triste, algo parecido a la
melancolía que sobreviene después del parto o
- según aquel adagio anónimo de los romanos:
post coi/um omne animal triste- después del coito.
Tal vez por ello la forma más creativa de conju-
rar esta frustración sea la de escribir un libro.
Si son inherentes al periodismo la fugacidad de
la información diaria y una ineluc;table superfi-
cialidad, puesto que la naturaleza misma de su
oficio condena al periodista a estar enterado de
todo sin conocer nada a fondo, es ·plausible en-
tonces que la detenida confección de un li bro
valga como una de las tentativas más realistas de
fijar entre dos cubiertas una mayor densidad res-
pecto de un tema o un personaje, de luchar con-
rra el olvido y preservar la memoria.
"Escribir un libro significa antes que nada
vencer la frustración de lo pasajero. El espacio de
la escritura es más amplio. Permite investigar
más a fondo. Trabajar al margen de las presiones
del tiempo y la competencia", piensa Georges
Dupuis al presentar una encuesta que en mayo
de 1993 hizo la revista francesa Lire entre perio-

2 32 233
E 1 gusano y la trutrlposa

Trabajar e J. un periódico significaba para quienes


empezamos a escribir a principios de los años 60
una oportunidad de practicar cualquier tipo de es-
critura: hacer entrevistas y transcribirlas, reseñar
algún libw o una exposici6n plástica, resurnir en
una sola varias de las noticias que llegaban por el
cable.
Creíame,s que a escribir se aprende escribien-
do, que el ejercicio periodístico de todas las 001-
ches nos daría oficio, que consultar una y otca
vez el diccionario de sinónimos enriquecería
nuestro vccabulario, que el emprender una in-
vestigación hablando con personas de diferente
extracción cultural y tomando nocas am.pliaría el
espectro di! f6rmulas sintácticas que rodo escri-
tor debe ir acumulando en su arsenal narrativo.
Tornábamcs, pues, el periodismo como una espe-
cie de labo.:acorio lüerario. La mera operación de
cranscribir palabras habladas, de la manera. más
sucinta posible, con la máxima economía verbal,
era en sí m :sma un encrenamienco divertido.
A lo que más se asemejaba el periodismo era a
la novela realista. Era un buen camino, entonces.
Además mucbos escricores, como Hemingway y
Jack Londcn, habían pagado su cuoca de inicia-
ción en las redacciones de los periód ieos o como

23 5
I;edt':rico Campbl!ll Periodismo 6CtltO

corresponsales de guerra. Hab{a cierto romantI- palabra escrita. Son "comunicadores", según les
cismo en nuestra percepci6n juvenil del perIo- gusta llamarse a sí mismos. Son oficiames del
dismo. El mismo Albert Camus lo asumi6 como periodismo oral.
una forma de combate y resistencia política, co- Tal vez el caso de Gaccía Márquez sea paradl!;.
mo un vehículo en el que podían ponerse las mitico. Es uno de los pocos novelistas que ha si·
ideas en circulaci6n. Jean-Paul Sartre colaboraba do a la vez y en la práctica un repocrero, no un
en los medios impresos. Lo mismo Fram;ois ocasional colaborador exrerno. Su enorme capa!. l.
Maueiac y los italianos Vitaliano Braneati y Elio da.d inventiva le ha permitido desde la juventud
Vittorini que publicaban su Bloc de notes, su "Dia- moverse de modo magistral en dos campos que-
rio en público" o su "Diario romano". para él son los dos rosecos de un mismo desplie-
Era. norMal que los autores de novelas se entre- gue de la imaginaci6n. Todav(a el autor colom-
namn en las páginas de Los periódicos. Tal vez es- biano sigue creyendo que el periodismo no es
ta práctica era un resabio del periodismo del sino otro de los géneros literarios . Yen ese mis-
siglo XIX, cuando la literatura y el oficio de in- mo equívoco nos meti6 Truman Capote con su
(orrn.]r o de opinar y de criticar eran una y la novela "sin ficci6n", A sangre/da. Ambos nos hi-
misma. casa: la libre competencia de las ideas por cieron pensar, sobre todo por su talento maravI-
el reconocimiento público, como dice Bias Cota. lloso, que como la poesía y el cuento, el ensOlyo )'
Los pen6dicos se hadan con escritores. Piénsese la novela, eJ reportaje muy bien escrito era otra
tan s610 en los rusos, en Nicolai Gogol yen Dos- instancia de la literatura. Y ahí empezó el m.tlt·n·
toievski. O en los franceses de principios de si- tendido.
glo, los contemporáneos de Mareel Proust que Con eJ paso del tiempo yo he llegadu ¡J 1" nm
no pocas veces, por motivos politicos, se jugaban clusi6n de que no es así. salvo en los c.,~O\ l·)tU·P·
la vida en la prensa. Piénsese en Gabriel Garera cionales de esros dos magníficos n,lrr,lt!ufl'S )' df
Márquez, que se inici6 en un periódico de Carta- muy pocos oeros. En primer Jugar un ("~lrttlir
gena de Indias y ha contribuido como nadie. que colabora en los peri6dlcos, como d ml\mu
aparte de Trumao Capote, a esta confusi6n ro- Leonardo Sciascia, por citar a alguien m,IS, no (",
mántica que se ha procreado entre periodismo y un periodista. Un periodista es alguien que nent·
literat ura. De hecho. a principios del siglo Xl, las Otro tipo de imaginaci6n y otra actitud ante el
distancias entre periodismo y literatura son cada lenguaje, Otro citmo mental, una experiencia ga-
vez más grandes, y no como cuando nacía y se nada en las hocas de tedio de días y noches en un
desarrollaba la prensa escrita de difusión masiva hotel sin que suceda nada ni aparezca el persona-
a mediados del siglo XIX. Ahora, los especialistas je entreviscable: los tiempos muertOs. las jorna-
en el "espacio mediácico", armados de cámaras y das nocrurnas de las m.adrugadas del cierre hasta
micr6fonos, muy pocas veces tienen traco con la el amanecer. Su materia prima es la información.

236 237
Pederico Cnmpbell Perl(xfi~mtl tsento

El acontecimiento lo cautiva y es muy difícil que Alguie/l ha dicho que el periodismo es m:ts ef(-
escriba algo si no tiene los datos a la manO: una mero que la literatura, que.: carece de perdurabili-
libreta, un documento, el diccado proveniente de dad. pero finalmente toda obro. human;!., literaria
una cinta magnetofónica. A lo largo de los años o periodú dea, es ef(mcra y tiene más probabili-
ha ido cercenando la fantasía que por naturaleza dades de ~er intrascendente que perdurable. Esro
le fue dada desde niño. Ante la página en blanco no quiere decir que en s( mismn un;!. novela sea
se queda como estatua de sal. . más importante o mejor que un reportaje de 400
No me resulta fácil compartir estas impresIO- páginas. J-iay miles de novelas que no valen lo
nes. Primero, porque las diferencias son muy suti- que un buen reportaje o una buena cr6nica. Son
les. Segundo, porque siempre habrá un caso pasiones distintas, nada más.
individual -el de García Márquez, nada menos, Cada qL"ien, periodista o narrador, sabe cuál es
o el de Hemingway- que ponga eA entredicho el campo que más placer le depara. Para un re-
cURlquier pretensión teórica de universalidad, que portero investigador resulta fascinante ver cómo
por lo demás no tengo. Lo que ocurre es que me los datos clue va descubriendo se van encadenan-
he pasado la vida entre periodistas y muchos de do hasta iluminar aspectos de la realidad que
mis amigos lo sao. Me consta por eso mismo que nunca huc iéramos imaginado. Los viajes. el con-
no ven el mundo con ojos de poeta ni de noveüsta. taceo con ::>ersonajes interesantes y coomoved9-
El flujo de su pensamiento se les da a más revolu- res, la experiencia como testigo en el lugar y el
ciones que a un hombre de leeras. El suyo, .por de- momenco iustos, presenciar un hecho de trascen-
cirlo así, es un pensamiento más revoluclO~a~o. dencia histórica, por ejemplo, van abonando la
Mientras el novelista es un agricultor, el penocl!s- gratificacil)o que puede extraer un period ¡sta de
t3 resulta un cazador. Su proyecto es de más cacto su trabajo; a ral grado que se puede volver un
alcance y más rápido y, por lo mismo, más t~i~ adicto de los acontecimientos, un escritor no
torio. Escribe al día y no suele tener la pacieocla ni menos feliz: que el que se aisla del mundo entre
la constancia de alguien que se embarca en un cuatro part:des y elude a los demás. Nunca cam-
proyecto de 500 páginas y de dos o tres años. ~n biaría la p~sión del periodismo por el "limbo de
literatura, como escribía Jules Renard en su dIa- la literatura". Pienso en Maruja Torres,. por
rio, el talen ro no es escribir tres cuartillas. El ta- ejemplo, periodista que por 10 demás ha incur-
k·llt(.) es escribir trescientas. Parece uo criterio que sionado m 1J.y bien en la novela -en geao parte
vnlOn1 la cantidad y no la calidad, peco así es, por- por su estilo-, y paca quien el periodismo no
((U' de lo que ~r: está. hablando es de la persistencia sólo es su yocación: también es su adicción y su
y lo. obsesión por las palabras y ciertos temas que motor.
el pl.'ríodísmo no consieote. Son oficios difereotes,
1I,IdH m(ls. Son lenguajes distintos.

238 239
F~d~tico Campbc:ll Periodismo escritO

Lo que estoy queriendo decir - y no sé si alcanzo y es que, a diferencia del discurso oral. el pen-
a comunicarlo- es que en la inmensa mayoría samiento escrito se va por rumbos insospech'l-
de los casos, por lo que me ha tocado ver en esta dos, el proceso creador resulta a la larga un,l
vida, la práctica inveterada del periodismo difi- aventura del lenguaje. Aspira a la transfigura -
culta mucho al periodista con pretensiones lite- ción, no a la reproducción de unos datos . No es
rarias desarrollar su capacidad inventiva porque información: es fantasía y algo extraño parecido a
no está habi tuado - y a veces es demasiado tarde la locura funcional: la demencia del arte.
para intentarlo- a escribir a parrir de la nada, es Jean-Claude Carriere, el amigo y guionista de
deór: a partir de la página en blanco y sin una Luis Buñuel, ha tratado de explicar su trabajo
palabra de información. de toda la vida diciendo que el guión es el gusano de
Muchas veces es mejor para un novelista no ha- seda y la pelfcula, la mariposa. Extrapolando el sí-
ber estado en el lugar que describe. Es mejor que mil, podríamos decir que la infotmación -tanto
se 10 imagine. Literariamente es más redituable no para el novelista y el historiador y en mucho me-
atenerse a ninguna informaóón. Para 10 único que nor grado para el novelista- es la oruga mientras
le pueden ~ervir sus ru:chivos -si es que los tiene, que la novela o el libro reportaje bien escrito vie-
como los tJene el penodista- es para inhibir su nen siendo la mariposa. En los dos casos, tanto en
fantasía. Juan RolEo me decía, por ejemplo, que el periodismo como en la ficción, el gusano son
no podía escribir de nada que hubiera visto recien- los hechos desnudos e inmediatos y la mariposa
temenre, que tenía que imaginárselo. No podía viene siendo la imaginación, sin la cual están per-
redactar un informe, como los que terna que hacer didos tanto los periodistas como los novelistas.
y no hacía bien cuando trabajaba en la Comisi6n Quien le dio al clavo a esta circunstanc ia. d el
del Papaloapan. Era todo lo contrario de un repor- proceso creador en la literatura fue M.1rcel Protl ~ t ,
tero. Los datos lo paralizaban. Se sentía más a sus y así lo explica cuando escribe sobre la rnt:n1vrl .\
anchas escribiendo a partir de la experiencia y los involuntaria:
juegos de la memoria, que es la que verdadera-
mente inventa. Cuando anduve en cierras de Rulfo "Sólo de los recuerdos involuntarios deberfa ex -
y visité sus pueblos: Sayula, San Gabriel,"Apulco y traer el artista la materia prima de su obra. E n
Tuxcacuesco, en el sur de Jalisco, lo que más me primer lugar, precisamente porque son involun-
s~rprend.ió .fue que -al menas desde mi percep- tarios, porque se forman de sí o"lismos , atraídos
ct6n sub]etJva- nada tienen que ver con la geo- por la semejanza de un minuto idéntico, son . l~s
grafía y el ambiente de sus relatos.. El "llano en únicos que poseen una impronta de autentiCI-
llamas", el "párarrío", es un vergel de pitahayas y dad. Además, nos devuelven las cosas con una
Otros vegetales. exacta dosificación de memoria y olvido."

240 2· 11
1
r~~rko Campbdl Periodismo l"KrlfO

de su imaglnaci6n se desdobla en per'iuna¡t.·, d.1


Desde un principio el escritor en cierne5 ha de un salto a 1ln mundo que el amor ya no puede'
apostarle a la fantasía, no a la información, o bien gobernar y cobra vida propia. El pcrsollll¡(' VIV("
a lo que la lúcida incuici6n de Marcel Proust re- por su c ueHta, ha adquirido voz y mOVlmU!'I1CCJ
conoce como la memoria involuntaria. No son propiOS.
necesarios los dacos ni el engaño de los archivos y es que paca Pimndello la fancasía es un reg.l-
porque la de la informaci6n, dice Mitan Kunde- lo de los dioses que de pronto le trae a casa uno O
ra, es una verdad "de la planta más baja de la on- varios pers<,najes.
tología, la verdad puramente positivista de los
hechos". Hay que encomendarse, pues, sin mie- "Hace muchos años que está al servicio de mi ar-
do, a la memoria y dejar que obre la fantasía. te una domella esbelcfsima, pero no por eso nue-
Los recuerdos involuntarios, sigue diciendo va en el ollcio. Se llama Fantasía", declara el
Marcel Proust, dramaturgo siciliano en el texto que podría pasar
por su acce p~tica: el prefacio a SeiJ personajes en
'nos hacen disfrutar de la misma sensaci6n en busca tk autw.
una circunstancia tocalmente distinta: la liberan "El mistt: rio de la creación artfstica es el miste-
de toda contingencia, nos cransmiten la esencia rio mismo de la creación natural. Una mujer,
exccatemporal, la que constituye precisamence el amando, puede desear llegar a ser madre¡ pero el
contenido de.l estilo elevado, de esa verdad gene- solo deseo, por intenso que sea, no bastará. Un
ral y necesaCJa que s610 la elevaci6n del escila es buen día St: encontrará con que es madre, sin sa-
capaz de reflejar". ber exactanente lo que ha pasado. Así, un arris-
ca, viviendo, acoge en sí tantos gérmenes de
Es .muy ten~e la diferencia encre criacura y perso- vida, y jarrás puede decir c6mo y por qué en un
nale. Una CClatura es cualq uier cosa creada, parti- momento dado, uno de esos gérmenes vicales se
cularmence un ser animado: una hechura de le inserta f n la fantasía para convertirse en una
Dios, el se r humano, o el animal, tal y como fue- criatura vi va, en un plano de vida superior a la
ron echados al mundo. Por el conrrario, un per- voluble existencia cotidiana."
"onale es una cons trucci6n. Una Invención.
"El n¡lclmienro de una criatura de la fantasía Por ello la :anrasía tal vez no sea si no una palabra
hum;\nn, nacimiento que es el paso por el um- más con la .:¡ue designamos la memoria. Los neuro-
hr.tI t.'ntee la nada y la eternidad, puede ocurrir fisi6logos mismos que han estudiado el funcio-
,.,~b,~n ,mpr,?visa~amente, teniendo por gesta- namiento del cerebro. como A.R. Luria e Israel
(Ion una neceSidad ,dice Luigi Pirandello cuan- Rosenfield. sostienen que la memoria no reproduce:
do Intenta explicarse por qué una criatura hija la memoria inventa, y reconocen que esta invención

242 243
Federico CampbelJ

de la memoria ya la había entrevisto Mareel Proust


en su novela.En b,!sca del tiempo perdido. Uno pig-
~enta la realJdad Involuntariamente, y reconstruye
LOlperfectamente la experiencia, porque la memoria
es defOrmadora de la realidad y del pasado. La enseñanza de Sciascia
Lo que distingue. entonces, al escritor que se
ata a los datos del escritor que pone toda su fe en
la invención de la memoria es que el segundo sa-
be s.oltarse. No busca la objetividad, que es im-
posl.bl~ .. Al contrario: se echa al agua de la Los ensayos, los cuentOs y las novelas de .Leo nar-
sU~Jetl vldad. se pierde en las cosas, porque el do Sciascia (1922-1989) participan por 19ual de
enigma de la creación lo lleva a prescindir de su todos los géneros narrativos, Sus ensayos puede,o
personalidad. Dios está en los detalles. desenvolverse eo narraciones a lo largo del camI-
Es lo que sucede con el amor, dice el poeta no y sus novelas no temeo incurrir en reflexiones
ClaLldio Rodrfguez: que normalmente serían propias del ensayo. ~sta
fusión de los géneros le permiti6 siempre a SClas-
'(Uno intenta identificarse, aniquilarse en la per- cia conservar el interés del lector, Llegó a compo-
son~ amad~ [ ... ] No es que desaparezca la perso- ner una parodia de novela policiaca, El context~.
nal,ldad (sIempre está en el lenguaje y en el respetando las convenciones del géner,o ~etenl­
estIlo), pero se desvanece en el proceso creador vesco al mismo tiempo en que concluHl t:on unJ
que 10 lleva a perderse. A perderse y a encontrar~ meditaci6n sobre el poder, el crimen y un¡l rc..'ólll
se. Aquí está el principio de la religión: Dios se dad contemporánea. en rodas los paí .. t'~, lItH'
pierde en las cosas." aproximadamente podríam~s llam,~r mano';1 (
Cuando escribf La memorIa de SCUI.lC''IlI ('n t t}H)
tuve siempre la corazonada de que el ~lLl(or "oH,I
liana pertenecía a esa especie,de estdIS(;I .. lJUl.-
ayudaban a escribir a otros escc~tores, que l~s d.Ul
ideas, que los incitan a descubnr en ellos ffilSm01¡.
ideas mucho tiempo atrás aletargadas pero muy
susceptibles de retoñar, según los tiempos. y se-
gún el tiempo de cada quien.. '
Tuve la ilusión. un tanto puenl, de que SClas-
da enseñaría algunos recursos a los periodist~s
mexicanos que cultivaban la esperanza de escn-

244 245
Pederico CampbéU P~riodismo escrito

bir algún día un libro. Les daría las arOlas, me y así prc,cede, acaso sin saberlo, o sabiéndolo
decía. No poca de su malicia lireraria se trans- remotameIlte, Leonardo Sciascia:
mutaría a través de la lectura de EL caso Moro, La Si bien sus novelas de pura invención literaria
desaparición de Majorana, En tierra de infieles, El (Todo modo, El contexto, U na historia sencilla, El dIo
teatro de la memoria. de la Lechuzt~, A cada quien lo suyo, Puertas abit,."rdS,
Escritor gue estimula a escribir, Sciascia va EL cabatierl' y La muerte) siempre se despliegan a
acomodando Las piezas de su libro llevándolo a ras de suelo y se alimentan de los eq uívocos y las
uno de la mano. Puede citar a otros autores, coloracionc:s de la memoria, lo cierto es que nun-
practica la ética de las comillas, y en todos los ca- ca sueltan su cable a tierra: su conexión con la
sos sus alusiones o las frases ajenas encajan de historia y bs hechos reales que a la vez permiten
manera iluminadora en lo que trata de esclarecer. ---en su composici6n- hacer de las criaruras de
Pone en diálogo a los muertos y con ello rebasa verdad personajes anfibios: esos seres que 00 se
c lIídquier frontera del tiempo: Diderot aparece sabe si perreneceo más al territorio del agua que
luego de un párrafo de Pirandello, Voltaire se ve al ámbito de lo terrestre.
acompañado por una diarriba de Paul-Louis El secuc>tro y el asesinato de Aldo Moro en
Caueier. Borges asoma junto a una reminiscencia 1978, a m1.nos de las Brigadas Rojas, tiene un
de Martín Luis Guzmán. registro deducido de su correspondencia escrita:
Sin embargo, lo que hace Sciascia se remonta a sus cartas "an dando cuenta de un pensamiento
las épocas clásicas de la retórica, porque la argu- matizado" trastocado por la experiencia de lo
mentación ha sido desde los tiempos de Cicerón muerte i~únente. La búsqueda de la verdad esrn
una cadena de razonamientos. Es lo que Helena en todo el ~fecto de conjunto que produce la di-
Beristáin llama una "discusión razonada". Es la secci6n de El caso Moro. Y todo el asunto parece
parte más importante de un discurso porque en que ya estaba antes en la literatura. "La verdad
eUa se resume y concentra la materia de que trata. pareci6 ge lerada por la literatura", porque, ex-
Las pruebas deductivas, o probationa o argumenta, plica Scias:ia, la tragedia de Moro ya estaba en
abunda HelenaBeristán, se basan en los datos de la su novela 'Todo modo_
causa, que si rven para demostrarla y pertenecen a La manera en que Sciascia coloca las car:tas y
la J1IVC1JtlO. La argumentación "suele emplearse co- las frases de Moro, el orden de los factOres de su
mo método de conocimiento o como arma para la argumentación, constituyen otro decir: otra ma-
c;onrrovtr"iía, Como.se dirige al logro de la demos- nera de baJ:Cuntar la verclad y la complicidad tan-
("r,I('i6n, de la disuasión O de la persuasión, es un to de los CI)rreligionarios de Moro en el Partido
Hl~( rumemo y está cscrechameme vinculada. con la de la Dem.x-racia Cristiana como de los dirigen-
ubtt'nc:ión y e l uso del poder". Lts pruebas, conclu- tes del Pru-tido Comunista, e incluso del Papa,
yt'. u)II(orman el esque leto de la argumencación. que en el fi)Odo deseaban la muerte de Moro a fin

246 247
Federico Campbell Periodismo escriro

d~ qu~ n~ Uevara a su término el "compromIso es necesaria una larga, fermentada educación 11 .


hls.t6[1CO que tenia pensado pactar con l~, izo teraria: una manera de organizar el mundo CI«un ·
q~erda para compartir el poder en Italia. 'Ibdo eso dante y el pasado que sólo enseña la literatura, ('1
se mfiere de la organización texrual de Sciascia y trato cotidiano con los libros, la conversación con
c?rresponde al lector llegar a sus propias conclu- los autores muertOs. Si de algo sirve la literacur.\
siones. es de herramienta para establecer conexiones, or·
4 insinuaci6n de En tierra de infle/e.! (o de AII- ganizar los pensamientos y las ideas. No tienl'
tos relativo! a la ,"uerte de Raymond Rousel. sobre la OtCO sentido. Si un joven asiste a Oxford para es-
excraña muerce del escritor francés en un hotel tudiar a los clásicos griegos y latinos al final sal-
d.c Palermo, en plena época de la· diccadura fas- drá preparado para organizar por escrito
Cista '1ue no admitía la moral del suicidio) es que cualquier conjunto de ideas, cualquier fragmen-
un obIspo como el de Pacti, Sicilia, AngeJo Pica- tO documental. cualquier diversidad de discur-
. .
rra, no se somete a las inrrucciones del Vaticano. sos, propIOS o ajenos.
De Rom~ se le obligaba a apoyar a los candidatos Sciascia se mece en los archivos. Se pone su ca-
del pa~cldo. de la Democarcia Cristiana, pero paboca para defenderse de los virus ancestrales y
monsenor Plcarra sostenía que no era asunto de supervivientes contenidos en las fojas de las no-
Ip. Iglesia andarse metiendo en cuestiones poHci- tarías. Entra en elJos como un histotiador, pero
cas, mucho menos en favor de unos "mafiosos". sale con el asombro de un hombre de leeras que
Como ~~~secue~c~a. el obispo de este pueblecito sabe descifrar los documentos con una mirada , . ~
?e la SI~llia mendlOnal fue expulsado a "tierra de céptica y maliciosa.
Infieles, un aposento inexistente en la geografía No de otra manera hace en uno de sus O1l'I(,>rt."
(habra existido siglos atrás cerca de El Cairo: libros: La de.!aparición de Majorana. L& hISWCJ.l '>l'
Leonc~polis de Augustamnica) pero todavía "vi- refiere a un científico desaparecido o, 1Ot.·Jor... un
gente en los empolvados folios del derecho ca- ffsico joven, de treinra y dos años, dJ'H,; (pulu dl
nónico, Sin decirlo, o más bien diciéndolo con Permi e investigador de la fórmula de 1<.. fiSión 011
codo.el conjunto del relaro, Sciascja hace vec las clear, que organiza su muerte civil: su exdu"ón
relacIOnes de poder y la connivencia política en- de este mundo, su renuncia al propio nombre: y .1
t~e la Iglesia y los representantes del Estado en su personalidad jurídica. Ettore Majorana desapa-
Cierta época de la historia italiana. reci6 para siempre en 1938, Nunca se supo más de
Para. decir Otras cosas y revelar Otras aristas de él. Se creyó que se había suicidado arrojándose al
la rea1~dad, "es;ablecida", el conjunto es lo que mar, pero Sciascia emprende una indagaci6n "de
c~enta: la JCOOJa, el contexto, las omisiones sig- ambiente judicial" en la que entran como ingre-
nJi'katlvas, las palabras literalmente transcritas dientes innumerables cartaS fiuniüares, recortes de
de los actores hist6ricos. y para lograr este efecto prensa, testimonios de contemporáneos, anota-

248 .H?
Federico Campbell Pt'riodu¡¡mo escrito

cie nes en servilletas. AL final, tiene la sensación suasivas otras hipótesis djstintns u l~ls ofiCiales.
de haberse aproximado a la verdad: Majorana su- ¿Por qué el presidc::nce Miguel de la Mudrld Sé
frió un dilema religioso al enfrentarse a la posibi- tomó cinco años para jniciar las inveStigaCiones?
lidad de la destrucción humana por medio de la Cinco años.
fuerza atómica y decidió abandonar este mundo En el casel de Colosio una lemnIa de preguntas
yéndose a desgastar lo que le quedaba de vida en podrían resultar más penetrantes que los cinco
el silendo vodvo de un convento carrujo, Así lo tomos de 1.1 investigación ofiCial. ¿Por qué el
infiere Sdascia por el método de ubicaci6n que presidente ~;aljnas, con todo el poder de un presi-
tienen las tumbas en los conventos cartujos. dente mexicano, no mand6 al ejército a ocupar el
Pensé, pues, que este "método" podría ser una perímetro de tensi6n, es decir: e! lugar de los he-
novedad para el periodista destinado a escribir li- chos, el escfnario del crimen que la más elemen-
bros y que podría instruir a quienes, por ejem- tal criminclogía aconseja resguardar intaceo?
plo, se proponían contar en trescientas páginas el ¿Poe qué nel se ocupó personalmente de una in-
enigma político del asesinato de Luis Donaldo vestigación en serio? ¿Cuál fue exactamente el
Co losio. Si un reportero aspiraba, mediante el pape! que jug61a guardia pretoriana de Luis Do-
texto largo, a esclarecer los pormenores que ro- naIdo Caloiio: los escoltas del Estado Mayor
dearon el homicidio de Manuel Buendía en Peesidencial, tan meticulosamente entrenados
1984, no estaría mal que se empapara del méto- para cubeir, como en un equipo de basquetbol, a \
do scÍasciano para, al menos, deslizar cierta iro- quien lleva la pelota? Si miembros del EMP inter-
nía, reparar en detalles no apreciados por los vinieron en la matanza de Tlateloloco el 2 de oc-
reporteros en el escenario del crimen y en la tra- cubre de 19,58; si participaron sin insignias en la
yectoria biográfica -sus relaciones, sus pasos, detenci6n de Joaquín Heenández Galicia, La Qui-
sus artículos, sus reve laciones, sus denuncias- na, acusánd ::,,10 de acopio de metralletas y sem-
del columnista asesinado. brándole un cadáver para imputárselo, ¿por qué
Un archivo de periódicos y documentos servi- habrían de ¡ee tan inocentes en su Qegligencia
rían de materia prima, pero luego habría que ir a pasiva que ¡::ermiti6 el ingreso desde la muJtitud
los personajes políticos y policiacos que tuvieron de la Taurus asesina?
que ver co n Buendía. ¿Cuál era el contexto? ¿Por Tal vez estos libros imaginarios o inéditos no
qué se decide matarlo a la luz del atardecer, fren- conduzcan a la verdad de los hechos y de los ins-
(e a decenas de testigos, poniendo el atentado a tigadores. Td vez no descubran quién arm6 la ma-
la vista de todos como la carta robada de Edgar no que acci )n6 el gatillo. Tal vez refrenden la
Allan POt:? ¿A que se debía la evidente prisa por observancia ::ciasciana de que "nunca se sabrá nin-
d¡mlOu rlo ? Tal vez nunca se sabrá, pero el traba- guna veedad respecto a hechos delictivos que
jo de dilllcidación periodística podría volver per- tengan, inc uso mfn.imamente, relación con la

250
Federico Campbell

gestión del poder", pero eso se debe a que el pro-


p6sito del periodista escritor no es ése: no es un
crimin61ogo ni un juez ni un policía. No es ése
su trabajo. Su tarea consiste en hacer ver, en mos-
trar, en volver simple lo complejo, en decidir El libro reportaje
cierto orden secuencial de las informaciones, en
retra~ar a los testigos y a los médicos, a los fun-
cionarios ya los competidores políticos de la víc-
tima. Si con esta labor periodística se concluye
que la verdad nunca va a conocerse, si,se reafirm,a Muy buenas razones habrá de tener Juan Gargu-
que no hay culpables ni autores intelectuales, tal revich para incluir entre los géneros periodísti-
vez, al menos, se cmupla con la ida de desmontat cos el testimonio: autObiografías, memorias,
los I'l"lecanismos del poder y sus complicidades. diarios, confesiones, cartas, entrevistas, repona-
Si el destinatario es el lector, el hombre de la calle, jes, encajan dentro del género testimonial, tanco
e! ciudadano de a pie, y no los protagonistas ma- como cualquier relatO hist6rico redactado según
cabl"OS del poder, basta el efecto de conjunto que las impresiones y la visión personal de un autOr.
e~ 1i bro puede ofrecer a fin de exhibit las contra- El testimonio consiste en una revelación, di-
dicciones de un aparato de justicia manipulado recta o indirecta, si la hace en primera person::.. el
por hampones. El autor del libro podrá sentirse periodista o si se la cuentan y la expone en terCf:-
groti ficado si, con su argumentación, alcanza --así ra persona. Normalmente el testimonio gira al-
sea de manera aproximada- a barruntar la at- rededor de un acontecimiento de inrert;,
mósfera, la dimensión inimaginable y siniestra, colectivo y de valor noticioso, y se presenta (,:0
criminal, que es muy posible vivir en los corredo- dos o tres cientos de páginas y en forma de..' Ilhro
res de Palacio. De éste y de cualquier otro país. De o de una serie larga que se publica por entre!;,.,
éste y de cualquier Otro tiempo ... en los tiempos en un periódico o una revista. Es el caso de Relut(J
de las tragedias históricas de Shakespeare, por de un náufrago, de Gabriel García Márquez, o de
ejemplo. La noche de Tlate/oleo, de Elena Poniatowska. Y el
Si la verdad ya no puede encontrarse en el perio- mismo tipo de libros vendrían siendo E/ Empera-
dismo cotidiano, a 10 mejor todavía tiene su refu- dor y El Sha, de Ryszard Kapuscinski.
gio en el periodismo ayudado por la literatura. Gargurevich localiza el más remotO testimonio
periodístico en los despachos que para The New
York Herald enviaba desde África en 1871 Henty
Marran Sranley. El artículo de Sranley -cuya mi-
si6n periodística era encontrar al doctor Da~id Li-

252 253
P~rjodismo ~criro
Pederico CampbeJl

vingscone, que se había perdido en una expedi- üfornia. el ('Qcanto indescriptible de un pueblo
ci6n- estaba firmado en Bunder, Ujiji, sobre el como Comondú. Antes de que se tendiera la ca-
lago Tangañica, y fechado el 23 de noviembre de rretera tran::peninsular a principios de los años
187!. 70, los baja.:alifornianos tenían, por el libro de
En un relato de más de 40 cuartillas. Stanley Jordán El otro México. una visi6n de lo que poddn.
refiere los incidentes de su periplo a través de va- contemplar:¡e desde y a través de la brecha: los
rias aldeas africanas antes de concluir con el pá- habitantes ce la montaña, el surgimiento de in-
rrafo que se ha hecho célebre en los anales del sólitos ranchos entre las coHnas, y la vida de la
periodismo: costa. Apart~ de su escritura perfecta, el libro de
Jordán es un paradigma de lo que puede ser la
"Hay un grupo de árabes de lo más respetable. y pasión por el mar, la navegación marítima, los
a medida que me ace rco veo entre ellos el rostro recorridos eH jeep por senderos vírgenes, la pala-
blanco de un anciano. Lleva una gorra con una bra, el periodismo.
banda dorada alrededor. viste una chamarra corra De Elena Poniatowska. La noche de Tlate/oleo es
Je reln, y sus pantalones ... bueno, ya no me fijo. ya un clásico del periodismo testimonial mexica-
Nos saludamos de mano. Nos quitamos los som- no. Múltipü:s voces, testigos, "a la manera de un
breros, y le digo: coro plural" , conforman esre testimonio colecti-
-El doctor Livingsron, supongo. vo sobre la matanza del 2 de octubre de 1968 y el \
y me dice: --Sí. movimiento ~rudiantil popular del mismo año.
Finu coronal opus."
"A la par de este movimiento se dio otra tenden-
Uno de los grandes libros de periodismo mexica- cia: la del m.Levo periodismo, la de la novela tes-
no en el siglo xx es El otro México, de Fernando timonio, la de la novela de no ficción --escribe
Jordán, escritor con formación de antrop610go y Hernán Lara Zavala-. Esta escuela, quizás el
autor asimismo de Crónica de un paú bárbaro. El polo opuesto al realismo mágico, nos recordaba
primero es la h istoria de un viaje por la penínsu- que las histc,rias de la vida real pueden superar
la sin carretera de la Baja California; el segundo, muchas veces 10 que la imagi naci6n es capaz de
una amorosa y muy crítica radiografía de Chj- concebir. r... ] En México n uestros gobernantes
huahua. han confiado en el poder de olvido del pueblo
Muerto -por suicidio o por homicidio- en para actuar impunemente. Pero para fortuna
La Paz a los 36 años en 1956. Fernando Jordán nuestra siempre hay alguien, algún narradot. un
revel6 a los mexicanos las bellezas inimaginables periodisra. un investigador que se impone la
y desconocidas de su propio país. el conmovedor
obligación dI: contar aquello que se ocult6, se es-
aislamiento de la casj isla que ha sido la Baja Ca- camoteó. se tergivers6 o se adulteró."

254 255
Federico Campbell Pcriodjsmo cscri ro

Con Hasta no vel"tejesús mIo, Dovela testimonial cremo toS del 19 y el 20 de septiembre de 1985
en la que una mujer del pueblo, Jesllsa Palanea- en la ciudad de México.
res, lleva la voz narrativa, Elena Poniatowska Ocros ejemplos acerca de c6mo se ha llevado a
continúa profundizando --como entrevistadora, la práctica en nuestro medio el método periodís-
reporte:-a, narradora- en personajes y situacio- cico de investigación, valiéndose de todos los re-
nes de la realidad mexicana muy raramente toca- cursos de la narrativa y la esrructuraci6t1
dos -si no es que sólo en la superficie- por la novelística, se encuentran en las páginas de Cha-
prensa. El formato y la extensión del Libro. apar- rras de Hernán l.a.ra Zavala. y GI/erra en El Pm'(-,jJo,
te de una mayor libertad expresiva. permiten a la de Carlos Montem"ayor. Mienrras el primero re-
periodista ir más a fondo en la indagación de zo- construye el asesinato de un militante estudiantil
lIas del México civil que no alcanza a cubrir la político en Yucatán. Eftaín C~ld~r6n Lara, ~n
vdocidad del diarismo. Así, en Fuerte es el silencio 1974, a partir de recorces de penódlcos, entrevIS-
el problema de la invasión de tierras y la búsque- tas con testigos, en lo que toma la forma de una
(;!rL de vivienda configuran el tema de "La colonia novela testimonial inquietante, el segundo hace
Rubén JaramiUo" que. según Carlos Monsiváis, la historia de la guerrilla de Lucio Cabañas en la
"es la mejor crónica conocida de Elena Ponia- sierra de Guerrero, desde que en 1967 el maestro
t?wska y un texto definitivo". Ocros testimonios rural rompe con la legalidad escablecída hasta su
de este volumen conciernen a los desaparecidos muerte siete años después y la secuela de ··guerra
políticos y a los "ángeles de la ciudad": secreta" que se llevó a cabo durante los años. 70
en México sin que la mayor parte de los mexica-
"El smog, siguiendo al pie de la lerra los dicta- nos nos enteráramos del drama.
dos de la canción, nos pinta angelitOs negros.
Allí los vernos alicrudos, tratando de pasar entre Parece una contradicción en los términos decir, co---
los coches, golpeándose en contra de las salpica- rno Trumao Capote, que es posible una "novela sin
deras, acomodase en las portezuelas, magullando ficción" porque aparentemente lo que es repor'talt.'
sus músculos delicados, azuleando su piel de por no puede ser novela. O se t~ta de una la.bo.r de If"l-
s( dispuesta a moretones." dagación de datOs y personajes reales. p~ISl1Jes y es-
cenarios inreriores, o de una creación verbal
Lo que emerge de sus libros es un país distinto. imaginativa, no ape~ada a la capa má~ supe.rficíal
el país real, el México civil, preocupado y angus- de la realidad, es deCir, a la verdad penodlstJCa. Se
tiado, que quiere la verdad y el respeto, como de ha dicho más de una vez: el periodismo es informa-
manera conmove.d ora se hace pacertte en Nada, ción y la novela imaginación. Pero luego resulta
nadie, otra vez memoria colectiva, coro de voces que canto uno como la orra se funden y ya no sabe
individuales, que dejan testimonio sobre los te- uno, como lector, si anda en los terrenos de la fi c-

256
Federico Campbell Periodismo escritO

ci6n literaria o en el campo notarial del periodista "Para m( la trama de la novela. como la de la
que cosecha los dacos. A diferencia del agua y el vida y la del periodismo, está en lo que uno ve o
aceite, novela y reportaje se mezclan muy bien, co- siente alrededor y en la calle.
mo un gimlet o un buen martini. "De la rrtÍsma forma en que La poesía fue el mé-
Sin embargo, Ryszard Kapuscinski desconfía todo de e.xpresión del siglo xvr, el teatro el del
de las novelas, acaso porque ha vivido demasiado XVll. el ensayo el del XVUJ y la novela el del XIX. el
fascinado. con los acontecimientos de la realidad, periodismo es la expresión literaria por excelen-
sus personajes y sus dramas. Sospecha que como c.ia del sigJo xx", dice el autor de Son del mar, tí-
género es posible que la literatura se esté ago- tulo de su novela galardonada también con un
rando. Tiene la impresión de que no es fácil cheque de 170,000 dólares.
encoocr:ar una novela que enriquezca nuestro co- La ficción. según él, no es más que interpretar
nocimiento del mundo y de nuestra época: desde un punto de vista pasmado lo que sucede
"Hace afias se podía hablar de grandes escrito- cada día ce: la realidad. Por mucho que un r:cpor-
res franceses. Ahora ya no. Se está creando un tero procure ser imparcial y objetivo, a la hora de
.luevo tipo de literatura. Son libros de los cuales no la hora su memoria y su subjetividad uansfigu-
puede decirse a qué género pertenecen. Por ejem- ran su mat!rial informativo.
plo: Tristes trópicos, de Claude Lévi-Srrauss, en el Muy poc O se puede entender en nuestro mun-
que podemos reconocer cinco diferentes géneros: do sin la intermediaóón del periodismo que, a
es un libro filosófico, de crónica de viaje, de litera- falta de foros y plazas atiborradas de correligio-
tura, de reportaje y de ensayos. ¿Dónde lo coloca- narios. ha ..legado a desempeñar incluso el papel
mos? No sabemos. Bueno, entonces la mejor de los part Idos políticos o los ámbitos parlanlcn ...
literatura de hoyes aquella que no distingue los tarios: sirv!! como un vehículo para la circulación
géneros. El problema actual para calificar un libro de las idea". "Pero no nos engañemos, porque la
no es a dónde pertenece, sino determinar si es bue- lüeratura ~iempre ha sido periodismo, y a la in-
no p malo corno único criterio." versa. En este sentido, La Odisea es un reportaje
periodísticJ sobre la nevegación y La lIiada reco-
El premio Alfaguara de 1999 se le otorg6 al escri- ge las crón..cas de un enviado especial a cualquier
tor y period ¡sta valenciano Manuel Vicent, al- guerra." E:l el Nuevo Testamento. los apóstoles se
g uien que nunca ha sentido diferencia alguna desplazan como reporteros de varios periódicos y
entre periodismo y literatura. Se ha desempeñado cada uno da su versión del .mismo personaje y de
(..on más o menos igual fottuna en la crónica, el re- los mismm hechos.
I~LrtJ y el COJt'l ·nwrio. A la hora de escribir un artí- Yes que ni periodistas ni novelistaS pueden sus-
t ulo, Vi cent tiene la misma actitud que al trabajar traerse en l:l vida diaria a los equívocos de la fanta-
j, l l dpít ulo de; Ull:' novela o una crónica de viaje. sía. que tOCO lo impregna y pigmenta en todos los

2~8 2~9
Federico Campbell Periodismo escrit o

tonos nuestra percepci6n. La verdad no puede co- naci6n a partir de un cadáver, los pcriodiscas no
nocerse y cal vez 5610 le queda como último refu,gio han sido menos transfiguradores de 1.. realidad .
la literatura, según se alcanza a vislllfilbrar muchos Está bien, porque en la búsqueda de la verdad,
años después. Incluso 105 jueces tirubeal'l entre la. como en los experimentos científicos, se:: empie"za
verdad conocida y "la verdad que se busca", Como por poner en juego la imaginación . Y no es lahor
si hubiera la necesidad de alinear varias verdades. ajena a los periodistas atender los oltisbos de la
Esta discusión ya lleva por lo menos treinta especulaci6n popular.
años, desde que en 1967 Truman Capote sali6 con Por 10 menos se han escrito y publicado vc:m(c
SI] "novela sin ficci6n" A sangre fria y Norman libros sobre el asesinato de Colosio, reportajes y
Maiter con Los ejércitos de la noche, reportajes nove- recopilaciones de recortes periodísticos, y ningu-
lados propios del Hamado "nuevo periodismo" no de sus autores renuncia a la fanrasÍa que tam-
norteamericano, crónicas que incorporaban todos bién cascabelea como una víbora en la mente de
los recursos de la narrativa literaria: las descripcio- los derectives. Ante la verdad del poder y sus
nes, l os diálogos, el mon610go interior. Porque ocultamientos es lógico que se desencadene un
estos libros reportajes, no ajenos a lo que Fernan- verdadero frenesí de especulaciones, aunque se
do Benítez llama el "ensayo reportaje", en realidad sacrifique la verosirnjlitud.
-si nos ponemos muy orrodoxos- constituyen "Si escribimos hagámoslo pensando que va a
url género híbrido o fronterizo: se mueven entre la durat más que un día, que el valor que queremos
ficción y el reportaje; son elaboraciones literarias dar a un texto es el mismo que un escritor da
que discurren en el umbral, entre un género y cuando escribe una novela", dice Kl1pu ."cln~kl
Otro, como los largos y reflexivos reportajes de De esa manera, si nuestra relación (on IJ. fe.dl
Ryszard Kapuscinski, el periodista polaco. Y no dad y con los demás abunda en eql1ivo(· o ~ }' m,tI
son menos novelas que reporrajes exhaustivos los entendidos no hay por qué esperar otra (OS.I de'
libros de Manuel Vázquez Montalbán: Gaifndez, los quehaceres de la escritura, tanto la de lo~ l.
Quinteto de Buenos Aires, Y Dios entró en La Habana, bros reportaje como la de una novela como IJ n
Autobiogra/fa del general Franco. asesino solitario, de Élmer Mendoza, que ~c ;lpru·
¿Y qué decir de Noticia de un secuestro, de xima al caso Colosio no para desentrañarlo SinO
Gabriel Gareía Márquez? para ilustrar c6mo los seres humanos cOnStCllyen
Alrededor de los asesinatos de Manuel Buen- su sistema de creencias y una vez que lo reaman
clra, el cardenal Posadas, Ruiz Massieu y sobre no quieren cambiarlo. Porque creer es una nece-
todos e l de Luis Donaldo Colosio, la sospecha so- sidad. Creer es crear. Creer es un placer.
cial ha engendrado lJlúlriples fantasfas, algunas
de eUas realnlente fantásticas. Yen el terreno de
esta fuerza centrífuga en que se trastoca la imagi-

260 261
La frontera del lenguaJe

Si el árbol tiene buenas rafees,


aceptará todos los injertos.

OCTAVIOPAZ

Parecería ,~ue estamos viviendo en este princi-


pio de 51gb un fenómeno de homologación entre
el español mexicano y el inglés norteamericano.
Cada vez más (y de manera muy sutil, poc'"
consciente, automática, debido en gran paree al
contacto ¡::asivo con los medios audiovisuales),
solemos trasladar a nuestra lengua la connota-
ción que muchas palabras tienen en el inglés de
los Estado!: Unidos. Este comercio de equívocos
nunca se hubiera dado sin la imerposici6n ---entre
nosotros y~l mundo--- del espacio mediácico.
Antes se decía, en el español antiguo de hace
todavía unos cuantos años, que /e vaya bien. Ahora
se dice: que tenga un buen dla, es decir: have a ' good
day. Antes se decía bufete o despacho; ahora se dice
firma, es d l!cir: firm o Antes se decía tener acceso;
ahora se dice acceder, es decir: to access.
Se ha decretado en la práctica la inexistencia
de la palabra hoy, por ejemplo. Ances se decía

263
Fedt:rico Campbdl P('rl(lc:h .\ lno ('scrllO

ho~. Ahora se dice este ¿fa, tal vez porque se asi. televisi6n y en 275 estaciones radiofónICas. La
mda más altoday de los locutores norteamerica- hablan millones de inmigrantes o descendientes
nos. Antes se decía mañana martu O el próximo de hispanohablantes que en su vida cotidiana t.e-
jueves ~ el milrcoles pasado. Hoy suena más elegan- nen poco contacto con la cultura gráfica (con al-
te deCir e.lle martes O estejutves o este miércoles como gunas excepciones, como los diarios en español
se dice en el español de Miami. ' que se editan en Sioux City, en Miami y en Lo~
El ff!nómeno no [iene las cacacterísticas de an- Angeles). Un indicio de este alejamiento de la
tes, cuando en la convivencia cultural entre las palabra escrita (salvo en los menús y en los letre-
fronteras, a ambos lados de una demarcaci6n po_ ros) es que los intentos de las editoriales españo·
lítica, se mezclaban de manera natural los voca- las y latlOoamericanas por establecer librerfas en
blos y sus significados y se acuñó, en los años Estados Unidos han sido más que infructíferos.
sesenta, la expresión spangliJh. Ahora, al fenecer Sea como fuere, cada vez más nuestro español
l"I <óiiglo, el dominio de los medios de comunica. hablado y escrito se está pareciendo a ese español
(·.6n óludiovisuales ha trastocado la noción mis- pergeñado en las malas traducciones de las pelí-
mn dl' rr~nce.ra y no es necesario vivir junco a la culas estadounidenses (que prácticamente son las
línea ~Jvlsona para experimentar esa porosidad únicas que vemos) o al español que hablan nues-
,hr¡lfrr:'lcn ~e la frontera cultural y lingUIstica. La tros paisanos chicanos en California, Nuevo Mé-
{'xpenencta del receptor televisivo o radiofónico xico, Texas, Chicago, Nueva York, o nuestros
no es difer~nte en <=:iudad Juárez a la que se tiene hermanos hispanoparlantes puertorrique-ños y
en un barno de la cIUdad de México o de Guada- dominicanos del Broruc o de Brooklyn. A~í.llL m ·
laja~. La novedad no está en el uso de una paJa- trusión de la semántica anglosajona en el esp.llwl
bra mglesa en vez de una española sino en la que se habla en México --es dCClr· la ;lslmJ!.ll j(tn
estructura menral de la oración: en el enunciado, del significado de una palabra Inglesa en un,. t.~ ­
en la forma de pensar la frase y de construirla. pañola- es algo de todos los cHas y no P.lrt.'{,
Ciertamente no se borrará de la faz de la tierra que vaya a cambiar. Al contrariO: la d~J.tntc.·rd l ••
el idioma que hablan -aunque no todos 10 es- seguirán llevando los locutores de los do<: uml·n .
criban- o-. m~ de 350 millones de hispanoparlan- tales y cintas traducidas del inglés cuya (raduc--
ces. NI slquJera el spanglish que hablan cerca de ción es encargada, para ahorrar dinero, a person.l'"
treinca millones de "latinos" en Estados Unidos que ignoran el español.
viene a poner en entredicho la vitalidad cada vez Javier Valenzue la, corresponsal de El Paú, ha
más arra.igada del castellano, sobre todo porque escrito desde Nueva York sobre este coctel de es-
el sPa.ngl~Jh se usa predominantemente para la co- pañol e inglés que se habla en las calles de Man-
munlcacl6n ~ra1: es una lengua hablada y bailada harran y abunda en los letreros pllblicitarios o se
pero no eSC:CJta, se escucha en dos estaciones de usa libremente en una revista como Latina cuya
Federico Campbcll Pe.ricx:ljsmo c=scritO

directora, Christy Haubcgger, está convencida cual empezó a desplazarse el verbo e1llpezar por
de que el spangtish es una muestrn. de destreza ¡,,¡ciar. aunque se conjetura que esca práctica vie-
lingüística. Roberto GonzáJez Echeverrta, pcofe- oe de la.!' primeras compucadorcs que lI5aban
sor de literatura "hispánka" en la Universidad de mucho el verbo iniciar y no permitían dcmusJa ...
Yale, se asombra por su parte de la "invasión del das letras en los títulos de los archivos. Ytt no se
españo l por el inglés·' en una carta que envió a dice Las ,tases empiezan hoy. Ahora se enuncia Las
The New York Times. clases inicJan este dfa.
Esto no necesariamente es empobrecedor. pero EnigITLl también es el peculiar vocabulario de
aún no sabemos hacia dónde vamos. Lo previsi- los pilotos de aviación, cuyo inglés s610 es un po-
ble es que dentro de unos quince o veinte años el co mejor que el de las azafatas. De la manera más
españo l mexicano se parecerá cada vez más a la curiosa sllstituyen la palabra horario por itinera-
lengua del imperio, a esa nueva lingua franca que rio. Cuando llega un poco antes de la hora señala-
es el inglés -como antes lo fue el latín- ya cu- da, el piltJto de Aeromexico (sin acenco) anuncia
yo alrededor proliferan lenguas "vulgares", como muy orgulloso a los pasajeros que el vuelo llegó
el spanglish, el koreang!ish y el japangLish, simien- antes de :;u icinerario. Miscerio. Enigma. Nunca
tes de futuros idiomas. se sabrá. También en la misma desacentuada
Hay cambios un tanto imperceptibles en el compañía mexicana, cuando un mostrador escá
uso de ciertas expresiones y vocablos. Se decía, en cerrado aguien coloca un letrerito con la leyenda
el español de hace codavía unos años: no es nada posición cerrada. es decir: closed position. Este caso
contra ti. Ahora se dice no es nada personal. O sea: se parece mucho al defuera de servicio, es decir, Otl~
notházg personal. Antes se decía además. Ahora 01 service, que antes se decía cerrado o no funciona.
suena más natural decir adicionalmente, como en y así hru ta el infinito. Puede uno recopilar de
el inglés additionalty (que más bien quiere decir seis a die:~ nuevos casos como estos todos los ¿¡as,
por añadidura). como qutbrar la ley o tomar una pausa.
Siempre se dijo Me llamo Fulano de Tal. Ahora Desafortunadamente no es un problema s610
lo correcto es decir Mi nombre es Fulano de Ta! (co- de los locutores. También tenemos el caso de
sa que sucede desde 1958, cuando Carlos Fuen- muchos "analistas polícicos", académ.icos. edico-
ces en La región más transparente pone es ce incipit: rialistas ;' periodistas culeas que escriben· un es-
"Mi nombre es Ixca Cienfuegos"). Los franceses y pañol como traducido del inglés y cuya sintaxis
los jealinnos sf han resistido esta influencia y si- es como la de un texto originalmente escrito en
guen djciendoJe m'apelLe Fulano de Talo bien Mi esa lengua. Cuando a alguien le da cáncer, dicen:
,himno Fu/arlO di Tale. "Desarrolló cáncer." EntOnces, sus formas de deci r
Son camb ios que se producen y muchas veces las cosas y de razonar son más propias de la lógi-
no se sllbe por qué. Es un misterio la causa por la ca de la cultura o la racionalidad inglesa que de

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Federico CampbeU Periodismo escrito

la española. Pero así se va haciendo la ruStoriR y mántica, en lo que toca al significado de las pala-
no hay que alarmarse. Son procesos naturales y bras. Aplicar en lugar de solicitar. Tuna en lugar
paulatinos. no súbitos. Ya no se trata únicamente de atún . Te l/amo para atrás (1 call you back) en vez
de las palabras y sus equivocas equivalentes o sus de Te vl/elvo a llamar. Sucede sobre todo t:n el
trastrocamientos improvisados por el habla po- enunciado, en el modo de decir las cosas o de m-
pular que va inventando el spanglish. El cambio zonarlas~ in the way lo pUl ¡l. Lo cual es hasta cier·
actual ciertamente se está dando en la semántica ro punro lógico. El inglés es la lengua del
de los' vocablos, pero sobre todo en el enunciado imperio y el imperio de una lengua arrasa con las
e~ el modo de pensar la frase y articulada. El qu~ lenguas circunvecinas. Así sucedió en el pasado y
pIensa ~na cosa, el que tiene una idea y la con- así sucede ahora. No hay nada nuevo bajo el sol.
ceptualIza, es el que jnventa la frase, en su idio- Las lenguas imperantes se tragan a otras consi-
;.na. Si alguien en inglés confecciona el concepto deradas "vulgares", las enriquecen y estructuran y
des~lrrollo sustentable", así lo traducirán. las van rasurando del mapa. La colisión de las len-
Por otra pa,r te, es comprensible que los locuto- guas promueve un,a empatía.: incorpo~a nuevas
tes de la televisión y de la radio no tengan un realidades y expreslOnes, matices, térmlOos , y va
manejo técnico de la lengua, como sí podría es- engendrando un entramado que más tarde, inde-
pep-tse, pongamos por caso, de los editotes de la fectiblemente, cristaliza en un nuevo idioma.
Nueva revista de filologia hispánica. Nadie, ningún La proposición un tanto ambigua -ni en bro-
pueblo, ha estado ni está obligado a un conoci- ma ni en serio---- sobre la inurilidad de los acen~
miento técnico de su lengua. La gente habla co- toS y de ciertas letras que hizo Gabriel Garda
mo Dios le da a encender y esa forma de hablar es Márquez en Zacatecas en 1997 es, al menos en el
la correcta, porque el idioma es algo vivo que se es- caso mexicano, tardía: en México ya hace vanos
tá rehaciendo todos los días. Si muchos 'hablantes años que no se usan los acentos. Y no porque al·
se dejan invadir por las estructuras, las connotacio- gún poeta haya decidido "innovar" la grafía del
nes, la semántica del inglés norteamericano, es idioma. No. Más bien se debe --<Dma en el caso
porque cada quien a su manera descifra y ree1abora de la mayor parte de los "espectaculares" c!uc' StO
lo que e~tá oy.endo .. Al incorporar al español mexi- encargan de la contaminación visual en la Ciudad
cano la Stntax.JS del 1Og1és norteamericano -con lo de México y que tanto y tan bien ha denunciado
cual se asimila e l alma de la lengua- podría sos- el arquitecto Salvadoc Aceves- a que los publt-
pecharse que estamos pensando cada vez más co- ciscas no saben dónde van los acentos. Hace ya
mo norceamericanos o que estamos absorbiendo más de [res años que a algún copy-wriler de algu-
la racionalidad y el sentido común de la cultura na transnacional publicitaria se le ocurrió quitar-
anglosajona, pero esa tendencia se registra en ca- le el acento a México. ¿Por qué? La respuesta es
si codos los países del planeta; y no s610 en la se- muy simple: porque Aeromexico -así, sin acen-

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J1edtrico Ca.mpbell Periodismo escrito

to- se parece más a una palabra del inglés y este irá introduciendo con el tiempo, que con facili-
trastrocamiento nos acerca cada vez más al modo dad se entiendan; y esto es enriquecer la lengua,
de ser norteamericano. sobre qu en tiene poder el vulgo y el uso ",
También empiezan a exc1u..irse muy frecuente- N o es un fenómeno nuevo. Christophcr Mose-
mente los signos de interrogación yadmiraci6n ley, lingüista inglés y coaucor del primer AllaJ de
de apertura, en un desliz inconsciente por homo- Las lengu'Zs que se ha publicado. estima que al
geneizar ·la grafía española con la del inglés y menos h. mitad de las 3,500 lenguas vivas que
también porque los medios televisivos reprodu- hay en t' 1 mundo podrían desvanecerse en los
cen el error basta hacer creer que no 10 es. El pro- próximo; cien años, mientras Otras dos mil po-
blema se presta a discusiones tal vez más eruditas drían verse en peligro de desaparecer en el próxi-
y de más fondo porque, para citar s610 dos ejem- mo siglo. "Casi una tercera parte de las lenguas
plos. el inglés y el alemán a lo largo de la historia del mundo se hablan por menos de mil personas.
se las han arreg lado muy bien sin acentos. En América Latina sobreviven diecisiete lenguas
Una cosa muy averiguada y establecida es que, nativas habladas por grupos de menos de tres-
a lo largo del quehacer histórico lingüístico, las cientos hablantes."
lenguas se van fundiendo unas en Otras. El inglés Según este Atlas la extinción de las lenguas se
se fue conformando al principio con miles de vo- está acelerando. Una vez que se amplía una len-
cablos germanos y fue floreciendo con un núme- gua y se legitima por el uso o la innovación tec-
ro no menor de raíces latinas, pero sólo llegó a nológica o mediática tiende a rasurar a las más
configurarse tal y como lo conocemos hoy cuan- débiles. Por supuesto que no es el caso del espa-
do, después de la guerra de los cien años, integró ñol (que hablan unos 350 millones de personas,
copiosamente el francés en su vocabulario. Son uno de o.da dieciséis habitantes del planeta: el
procesos sociolingüísticos que siempre se han español es el cuartO idioma más hablado, después
dado en la historia de lás lenguas y los cambios del chine mandarín, el inglés y el mndi) frente al
son graduales, se van dando de generaci6n en ge- inglés, p'~ro te6ricamente, dice Chriscopher Mo-
neración en lapsos de 25 o 50 años, según los his- seley, el dioma inglés ha terudo y sigue teniendo
roriadores de las lenguas. Se fusionan unas en mucho que ver con la extinción de las lenguas,
otras. Otras desaparecen o sobreviven escritas. No hay ninguna razón técnico-lingüística para
Ni siquiera Miguel de Cervantes se alarmaba suponer que el inglés es más poderoso que otras
en el Quijote de las palabras nuevas y así, hacia el lenguas, pero es un hecho histórico que se rra[a
final de In novela, a propósito de la evolución y el de la lengua del imperio. Primero de La co loniza-
t'nriquccimienco de las lenguas, hace decir a ción desplegada por la Gran Bretaña. en el siglo
Alonso Quijano que "cuando algunos no entien- XIX, lue{:o de la Jabar económico-colonizadora
den estOS términos, importa poco; que el uso los de los Es:ados Unidos en el xx. El imperia.lismo

270 271
Federico CampbeU Periodismo escri ro

lingüíscico de los dos paises ha cubierco al mun- hace s610 seis mil años. Ya vivimos varios Siglos
do en los últimos cien años. de cultura gráfica y libresca (la era. de Güren-
Gracias a la globalización de nuestro final de berg), y asistimos en nuestro tiempo 3 una reali-
siglo -un fenómeno que no había existido ances dad en la que los medios audiovisuales están
con estas dimensiones en la historia de la huma- desplazando a los impresos y transformando los
nidad-, hemos vuelto a una erapa en la que ad- métodos de enseñanza, la tecnología e incluso el
quiri~os la información y el conocimienro por la pensamiento y la conformación de la conciencia.
vía oral, como sucedía entre los hombres de las 'Por qué no habrían de influir también en la fu-
cavernas, antes de la escritura. ~i6n de las lenguas que facilita su oralidad sc( un -
Ya no leemos las palabras: las escuchamos y no daria? Es ciertO -podría argüirse como réplica-
nos representamos su grafía. que internet es textual y que un libro tambi~n es
Es a lo que el lingüista Walrer ) .Oog se está una pantalla con texto, pero n? es menos ~Ierto
refidendo cuando habla de la "oralidad secunda- que a través de la infinita página ele~t.r6nlca se
ria" de los medios de comunicaci6n (cine, radio, reproducen asimismo estas transposICIOnes del
re;:levisi6n, video y del teléfono), que dependen inglés al españo1. .
de la palabra oral e imponen como válidos, a En nuestro ámbito continental, pues. lo prevI-
rLlt!rza de repetidos todos los días y a todas horas, sible no es que el inglés norteamericano se caste-
los Crrores gramaticales. Es también lo que quie- llanice sino que nuestro español habrá de
rCn expresar los italianos cuando afirman que estos parecerse cada vez más al inglés ... o al español de
medios han producido una especie de analfabetismo Brook1yo.*
di rüorno que aleja a las personas de la cultura gráfi-
ca (la lectura, el libro, el género epistolar), lo cual
es más notable en países en los que ya no se leían
muchos peri6dicos ni revistas ni libros y vienen
los medios a disminuir el número de lectores.
Los maJI-media "difunden una cultura oral y vi-
sual que promueve en la población un distancia-
miento de la palabra escrita", escriben Carla De
Martina y Fabio Bonifacci.
La sociedad humana primero se formó con la
ayuda del discurso oral y conoci61a e.scrirura más
tarde, siglos después. Desde hace más de treinca
• Nota: Hacia el final de Les 1 ,00/ añ~ dt IQ /erlgllr~ e.spa'-itJltz. de An-
mil años el homo sapiens ha estado en el mundo, ronio A(atorre, seencuenCMI (página 295) un capírulo mucho mis es-
pero los primeros indicios de escritura se dieron clarecedor de este tema: uLl<lcngun, ho)!"

272 21 \
El monstruo mediático

Los periódicos Jon medios de comunicación,


pero no medios masivos de comunicación.

ABELARDO CASANOVA

A princi ~úos de marzo de hace unos años, antes


de que entrara el calor6n, mi amigo Fernando
Vizcarra y yo recorríamos la bellísima carretera
que va d!~ Mexicali a San Felipe, Baja Californlia.
cortando de tajo la planicie apisonada y marciana
de Lagulla Salada. Las montañas a los lados ya-
cían corno toros o leones muenos, contra la luz
del amarecer y el horizonte que, hacia las estri-
baciones del golfo de California, fundía en un so-
lo espejismo el desierto y el mar.
Teórico de la comunicación en la Universidad de
Baja Cali :ornia, Fernando Vizcarra, a pcop6sirQ de
no recuerdo qué (me parece que hablábamos deJe-
sús Martfn Barbero, el gran especialista sobre los
medios y las mediaciones, de la Universidad de Ca-
lit Coloro :>ia), me habló de prontO del "espacio me-
diático". Dé inmediato me cautivó la expresión. Ha
de ser Uffi . de esas cosas que los profesores traducen
del franc( :s, le dije. Algo concepcualizado en otra
lengua. cComo suele suceder en el medio académico.

275
Pederico CampbeU Periodismo escrito

-Entre nosotros y el mundo -me decía Viz- ca", la lente, el color y el audífono con los que
carra- está el espacio mediárico y no deja de vernos y oímos las cosas.
trastornarnos la percepción de las cosas, como las Bajo el imperio de esa otra dimensión que em-
drogas filosóficas que alteran nuestra representa- pieza a configurar el e~pacio mediático, l?s. (lc--
ción de la vida y el mundo, en estos tiempos de ci6dicos se han convertIdo en parques ccmaCJco:s;
tao abrumadora como indiferenciada infoC"ma- se dividen en secciones o en muchos periódico!.'
ci6n. especializados. para todos los gustoS, como las
-Algo está sucediendo con los medios -le capas de una cebolla. En sus encebolladas pági.
comenté-o No sabemos muy bien qué es. Sólo nas se recopilan opiniones en lugar de hechos y,
que no era así hace quince años. Todavía no lo finalmente, la "opinión pública" se manipula ca·
podemos conceprualizar. mo simple y llano públko: espectadores, c1iences
-¿Nos están enloqueciendo? a quienes hay que halagar y satisfacer. Conswni-
-No sé. Tal vez rengamos que adaptarnos, co- dores, no ciudadanos.
mo se adaptan los niños y los que van creciendo El periodismo también se organiza como es-
con las nuevas tecnologías. pectáculo o entretenimiento (lo que los gringos
Es a lo que se refiere Pierre Bourdieu con lo que llaman infotainment). Es paree del Jhow bUJlne.ss.
dFnomina "campo periodístico", cuyos mecanis- Las grandes empresas monop61icas de los me-
mos e influencia cada vez están más sometidos a las dios: Berte1smann (de Alemania, una de Las más
exigencias del mercado e inciden en los diferentes poderosas), Rede Globo (de. Brasil),. Televisa (de
campos de producción culcural: el jurídico, el lite- México), Viacom, ABC-Dlsney, Tlme- Warntr
cario, el arrfstico. el científico. Hay una globaliza- (de Estados Unidos), News Corporacion (de
ci~~ del capital y por tanto de los medios que Australia), y Africa, imponen sus pautas y se
unhzan las grandes empresas monop61icas para disputan el mercado. En ese contexco el papel
obtener ganancias. Y esta transformación que nos del periodista ya no es el mismo de antes; uhora
está ocurriendo, como dice Héctor Schmuder tie- trabaja en función del mercado, es un flnl mador,
ne que ver con la cul tura. dominada por lo me;can- un vendedor en busca delrating. Yen esa domi-
t iI, ajena a todo sentido de solidaridad. Son los nación global, o campo de influencia, las sutile-
riempos que corren. Todos los días, casi las 24 ho- zas propagandísticas de las grandes empresas
ras, somos bombardeados sin piedad por esos estri- que quieren queda~ bien con los gobiernos ¡;>ara
dentes cañones de la información simplificadora, mejor hacer negoCIOS y para que no les qUIten
transitoria y desech able, que accionan anilletos de SUS concesiones, se dan prácticamente por añadi-
muy mediana formación intelecrual. dura.
Vivimos en esa como otra estratosfera que los Tanto del periodismo escrito como de los me·
profesores europeos llaman el "espacio mediáti- dios audiovisuales concesionados, los gobiernos

276 277
Pederico Campbell Periociismo escrito

(como es el caso del mexicano) obtienen apoyo a pública, abora resulta, como nos hace ver Félix
sus necesidades pwpagandíscicas. de Azúa. que esa opini6n pública condena antes
Los noticiarios televisivos El Noticiet'o, de Tele- que los j .1eces y es la que se confecciona a través
visa; Hechos, de Televisión Azteca; Para Usted, de de los ml!dios dominantes que nos interponen el
Mulcivisión; y Enlace, de Canal 11, "no respeta- cristal y d pigmento con los que reconstruimos
ron el derecho a la información de los mexica- el mundo y nuestra época.
nos", en cuanto al conflicto en Chiapas, señala la "Todo el sistema cnediático y todo el entrama-
Academia Mexicana de Derechos Humanos, al do de 1m partidos colabora en establecer que no
dar a COnOcer el moniroreo que llevó a cabo en hay más fuente de verdad que la opinión públi-
corno del trabajo de esos medios informativos ca", dice Félix de Azúa. La opinión pública s610
en"e el 27 de abril y el15 de mayo de 1998. existe a través del sistema mediácico que decide
Los mexicanos recibimos en el lapso mencio- lo que es verdadero o falso en cada caso.
nado Llna amplia transmisión de las opiniones y Esta e> plosión de las comunicaciones también
versiones gubernamentales en torno al conflicto ha puesto a pensar a SteUa Marc.ini, de la Univer-
t:n Chiapas, sidad de Buenos Aires. Si el periodismo, oral o
escrito, s.! ocupa de interpretar la realidad yofre-
" no así de las voces discordantes o disidentes de cerla como información en una tarea de servicio y
la perspectiva oficial, y cuando se les dio acceso, de interés colectivo, "lo cierco es que el estudio
recibieron un tratamiento inferior y adverso, en de la infe·rmación gráfica y televisiva más recien-
algunas ocasiones. te evideLcia fisuras que indican la necesidad de
"Incluso Enlace, del Canal 11. un noticiero que reformuJar la agenda de los medios. Por eso la
en el pasado dio muestras de apertura hacia actores práctica p eriodística está en un momento crítico
con posiciones discrepantes a la gubernamental, se de inflex 6n".
sumó a la posición oficial". En resumen, según el La semación de que se están dado cambios sin
monitoreo, "los noticiarios mencionados demostra- precedemes bajo el imperio acrual de los medios se
ron un comportamiento propio de un sistema polí- manifiesta cada vez más en artículos de reflexión y
tico mexicano previo a las transformaciones en libros, como el que reúne las ponencias del 1
observadas en las últi,m as décadas. Este tipo de co- EncuentrJ Iberoamericano de Enseñanza de Perio-
bertura informativa no contribuye a la búsqueda de dismo orgaruzado por la Asociaci6n de Facultades
una salida pacífica y negociada; al contrario. puede Argencin 15 de Comunicación Social y que lleva por
crear condiciones para una solución atmada". título Periodistas: entre el protagoniJ1no y el riesgo. Pro-
fesores y I:eóricos de la comunicación se preguntan
Si Nietzsche profetizó que la verdad teológi ca, qué tanto ha cambiado el papel del periodista en
científica, objetiva, iba a degenerar en opinión nuestro tiempo, dados los vaticinios de su exttn-

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Federico Campbell Periodismo escrito

c~6n ~om? fuerza de trabajo reemplazable por los del mercado totalitario donde los más vari:.ldos
Clrcwcos Jnformáricos. Lejos de haberse minimiza- estuches están ocupados por el mismo contenido.
do, el papel del periodista se ha vuelco más activo y Abramos el que abramos, siempre aparece un co-
merec,e más I~ c::onsideración del público que antes municador de la CNN o su cl6nico, producidos
atendia la opJOJ6n de los intelectuales o los líderes por la ingenieda genética de lo políticamente co-
políticos. "Las funciones de algunos periodistas se u·eeco. CNN representa el espíritu y la intención
han ~p1iado en relaci6n proporcional al descrédi- histórica del Gran Hermano que Orwell imagi-
to de las tareas de politicos, jueces y gobernantes." nó en condiciones antidemocráticas."
B uenos o malos, manipuladores o no, sobornados o
no, cr~can.tes de influencias o independientes, de Orros ejemplos recientes de esta preocupación
f~rmaC16n mre lectual mediana o nula, los perio- son Ú !timas noticias sob"e el periodismo, de Furio
distas han term inado por imponerse gracias a la Colombo; Sobre la televisiórI, de Pierre Bourdieu;
profu~jón .y el pod~r de los grandes grupos mo- La red, de Juan Luis Cehriáu; y Homo '/Jidens, de
n.op~iJcos internacIOnales que actúan en el espa- Giovanru Sarcori.
CIO S10 control alguno por parte de los gobiernos También hay que mencionar la Critica de la se-
nacionales. ducción mediática, de José Luis Sánchez Noriega ,
¡Locutores, comentaristas, moderadores de de- que trata sobre la interacción de los medios de
~ates, cronistas deportivos, "se han convenido, comunicación y la sociedad. Después de su lectu-
SJ.o tener que esfor:zarse demasiado, en solapados ra, uno no tiene más remedio que admitir Lon el
dHectores espirituales, portadores de una moral prologuista, Manuel Vázq.uez Monralbán, que
típicamente pequeñoburguesa, que dicen lo que "aprender a ver y a descoddicar. un mensaJe (en
hay que pensar de 10 que ellos llaman los proble- este caso televisivo) es una cuesnón fundamental
mas de la sociedad, la delincuencia en los barrios de supervivencia democrática".
periféricos o la violencia en la escuela" escribe Se están dando ciertos efectos, pues. a p:Jrtlr J("
Pierre Bourdieu. ' los medios. En eso todos están de acuerdo. Lo!>
"El Gran Hermano (el Big Brother de la Dovela medios melodramatizan demasiado los aconceu-
1 ?84. de George Orwell) es el poder comunica- mientas de todos los ruas. Unos hablan de "efec-
clona.l que a través de l a concentraci6n y la uni- tOS perversos", otrOS, de simples ca:nbios, como
fotm Jdad está en condiciones de imponer un los que se advierten en el ~~bla e '.ncl.uso en. el
c?ns~.nso. impidiendo que haya mensajes alterna- lenguaje escrito y su procltvlda? a Imlcar el in-
tiVOS ,dice Manuel Vázquez Montalbán. glés. impensadamence. "A la mejor exageran. pe-
ro no les falta razón cuando constatan que la
".l loy todo mensaje alternativo parece desestabi- informática y los medios de comunicación están
I "o:ndor, culpable, grosero, desde la perspectiva invadiendo cada vez con más intensidad tantO el

2HO 28\
P«l~rico ClLffipbell P~rI(Kli.smo escriro

funcionamiento de las instituciones como la vida detetmina la condición de vida de los súbditos",
cotidiana de los ciudadanos", escribe José Beau- conduy.: Cebrián en la entrevista que le hiciera
mane. Juan M:llluel Villalobos en LajQrnada el 9 de
¿Y que aportan de positivo? Información, mu- mayo de 1998.
cha información. ¿Se trata de una información Esta lj bertad de empresa y de expresión puede
necesaria? ¿Para qué sirve tanca información? prestars~ a innumerables abusos --como cree
Estamos hipnotizados por los medios y hemos Pierre fourdieu cuando habla de la "amenaza"
de compareir por fuerza el vértigo de los cam- que los medios de comunicación constituyen
bios, aunque no sepamos hacia dónde nos llevan, para la iociedad-, pero asimismo refrenda la
co ncluye Beaumont. conveniencia política - y democrática, si se
quiere-- de que la reglamentación estatal no sea
"Es frecuente, sobre todo en el proceso de infor- (an fácil.
mación en televisión, seguir unas estrategias de A 10 que se refiere Bourdieu no es a la profusión
seducción y desinformación ya que se sacraliza la de los medios -ampüada por la internacionaliza-
imagen, se e.rpectacu/ariza lo cotidiano, se vedeti- ci60 de ,os sistemas de comunicación por medio
za al sujero y se eleva al público cada vez más a la de satéli tes y las alianzas de empresas de teleco-
categoría de estrella de los medios." municación- sino a su calidad y a su uso.

El tiempo y el espacio, en nuestra sociedad digi- "El manejo delicadísimo de la información suele
tal, se están organizando de otra manera, dice quedar fn manos de un ejército de locutores y pe-
Juan Luis Cebrián, autor de La red. Los gobier- riodista.:: orales, cuya mediocridad no 5610 es atri-
nos no sólo se saben impotentes para vigilar o buible a su falta de estudios universitarios, que se
normar Las transferencias de recursos financieros prestan ;tl juego de sus patrones empresariales ex-
de un país a otro, que pueden incluso desestabi- torsionados o presionados por los gobiernos."
lizar monetariamente a las naciones: también
tienen que reconocer que su responsabilidad res- Uno de los indicadores de esta "corrupción es-
pecto de Jos co nten idos de la información se ha tructur:; 1" es el código profesional de los perio-
transferido de h ec ho a las grandes empresas de la distas ''.::¡ue les lleva a elegir las inform"aciones
..:omunicaciÓn que no han sido elegidas por ni n- buscando lo sensacional, lo espectacul.ar y lo ex-
~UL' ciudadano del mundo. '"La 'red ha acentuado cepc ional. Además las noticias se ha ce n en fun-
1;.1 pérdida el -1 ESlado-nación y, por tanto, la ción de la imagen , de Ja política y del dinero, se
(t"¡ln~,Jel'encia de: poder de illsciruciones clásicas a exploran cada vez más a fondo las pasiones prima-
mms, co mo las (orporaciones empresnriales". rias y se destaca no el contenido (discurso). sino el
que no de,nM de ser un Impeno. "Y el imperio continerlte (el empaqu.etado)", según comenta Jo-

282 283
Federico Campbe!J

sé E. Beaumont sobre el libro de Bourdieu. t ...


publicidad y la ley del mercado se constituyen ru En el campo de la érica o deontología pcriodístl(:a.
final en la última instancia legitimadora de la ac- los últimos tiempos y cierros acontecimientos han
tividad periodística. suscitado nuevas reflexiones: relacionada.1i con t'I
La industria de la seducción empieza Con La in- respeto a la vida privada, con la dif,1.01<1ti6n, con el
fluencia de los propios mediadores o periodistas secreto profesional, con el derecho .1 la IIlformn-
que ~~ someten a los imperativos de la compe- ción y con la conducta de los fotógrafos de .ls3Im.
tencia en la economía de mercado. Cuando valo- La norma de no hacer el vacío a nadie y la t1t!ccsi-
ran como importante lo que carece de relevancia dad de que el periodista no confunda su papel con
social, no pocos periodistas atenúan a deforman el de un policía han aparecido en los nuevos códi-
nuestra percepción de la realidad inmediata. gos de comporramiento que a sí mismos se dan los
"Como no siempre son muy cultos", dice Bour- informadores porque conciben la ética como un
dieu, "se asombran de cosas que no rienen nada pacto entre los periodistas y los ciudadanos.
de extraordinario y permanecen indiferentes ante Por oua parte, más allá de la ansiedad por las
otras que son absolutamente portentosas." utilidades y el rating, y la competencia del merca-
El talón de Aquiles de la cultura de los medios do, el ejercicio del periodismo oral (electrónico °
10\ identifica Vázquez Montalbán cuando advier- audiovisual) cada vez prescinde más de la palabra
te que "por ~ás que estos medios inculquen unas escrita y recupera la más antigua tendencia de la
verdades uniformadoras, si no coinciden con la humanidad: la adquisición del conocimiento por
reali~ad más inmediata, un día u Otro se produce la vía oral, de boca en boca. La "oralidad secunda-
la qwebra, y la hipnosis mediácica desaparece". ria", de la que escribe Walter J. Oog y atribuye al
Muchas cosas están cambiando, pues, para bi-
en y para ~al. ~sí ha sido en el pasado, s610 que I teléfono, el video, el cine, la radio y In televlSl6n ,
también transforma los métodos de enscñ¡lnU, l.l
en otras dimenslOoes y según las innovaciones de
cada época, porque lo que siempre ha caracteri- I tecnología y aun las formas de organización dd
pensamiento propiciando una suerre de anafolbc ..
zad? al periodismo como oficio, según advierte cismo regresivo: un tegreso a la infancia analfubeta.
FuClo Colombo, es su inestabilidad. Siempre ha Muchos analfabetos funcionales siguen creyen-
e~tad~ sometido a turbulencias, presiones y cam- do que aprendieron a leer y a escribir en la escue-
bIOS, lOduso aUí donde las condiciones históricas la para poder descifrar un leerero en la canecera o
y ambientales son más ·favorables. Lo que parece un menú en una cafetería, no para leer un libro.
enrreverse ~hora es una convivencia. y una cada Nunca han tenido la experiencia de descifrar un
vez más flUida adaptabilidad al cúmulo de nove- texto y asimilarlo por medio de la lectura. Y esta
dades que imponen la práctica ptofesional y las creencia se les confirma en su trato diario con los
nuevas tecnologías. medios audiovisuales.

284 28)
Pedl!!rit:o Campbdl PeriodismO esceno

Sin embargo, esto que ha parecido uno amena- liseas, por ejemplo, como John Irving, que no s6-
za empieza a verse sin miedo y con nacuralidad. lo prescinden de la computadora paro escribir si ..
En eodas las épocas las personas insertas en la no que usan unas libretas enormes como Ins que
cult ura gráfica, los amantes de la lectura, estadís- usaba Balzac) y que cada quien puede valerse del
ticamente han sido una minoría. No parece que que le d~ la gana. Las alarmas que, por orro lado,
vayan a dejar de serlo ahora ni en el futuro, a pe- han propiciado los medios audiovisuales en rela-
sar de los medios electrónicos. ción con el habla y el imperio de la lengua ingle-
"La angustia por el alubión de información --di- sa ---qUl~ invade al español con sus connotaciones
ce el historiador de la lectura Roger Charcier- se y sus ftrmulas- se van asimilando como un
refiere a la imposibilidad de domar todo lo acwnu- proceso gradual que siempre ha ocurrido en la
lado en los libros que ahora está a disposición de evoludén de las lenguas. Ciertamente 00 desapa-
cualq u ier usuario." recerá el español que hablan ahora más de 350
El sueño de la biblioreca de Alejandría se ha m ilIones de terrícolas -la lengua castellana
plasmado en Internet, la biblioteca universal a la nunca ha gozado de mejor salud, se dice por tO-
que todos cienen acceso. Asistimos a una auténtica das par';es- pero el Garda Márquez del año
revolución en las formas de leer, "más erascenden- 2025 tendrá que escribir que su joven personaje
te que la invención de la imprenta y comparable al dice "caí en amor" y ya no "me enamoré". corno
paso de los rollos antiguos al codex romano, es de- se decía antes del español norreamericanizadb, o
cir. a la forma aecual de los libros". aotes del american spanish.
Cuando algunos temían la desaparición del li- Es parte de la transformación que nos ocurre y
bro, al menos en su forma impresa y en papel, se ha no logramos dilucidar del todo. Hay, entre mu-
visto cada vez más cuán gráfico y textual es Imer- chas oens cosas, una vuelta a la cultura oral a tra-
neto Ahora el libro y el periódico son una pantalla vés de bs medios de maneea paulatina, gradual,
con un texeo móvil. Cuando el teléfono canceló la de una generación a otra, que ciertamente no ex-
costumbre de escribir carras, el correo electrónico tioguir:i del roda a la cultura gráfica pero nos
empezó a llegar en la (mica forma en que podía lle- obligar~ a una convivencia con ella, opcional. Lo
gar: en palabras, en focos y en dibujos. Así una co- único eue sabemos es que hay un proceso de
sa desplaza a otra pero no la sustituye, como cambio' y que esa mutación se da en la zozobra
añnJe Roger C harticr: "A finales del siglo xx alucinante del "espacio mediático" que confunde
tOllvivc.-n \.lila pluralidad de formas de leer que la apaeit!ncia con el ser, el éxito con el talento, la
Loex Lstcn o se cnrrencan con los medios audiovi- información con las formas más sutiles de la pro-
~1I,th:s." Mi impresión es la misma: que estamos paganda.
11(',1.«1Iltlo a una <.;onvive ncia de los diferentes re-
( Uf'm, t.:orn uni ca(ivos (no son tan raros los nove-

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