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118 LO IMPRESO, EL ESPACIo Y LO CONCLUIDO LO IMPRESO, EI, ESPACIO Y
LO CONCLUIDO IIfI
dera tallados en relieve (Carter, 1955). Sñ embargo, el avance decisivo como el sigro xrr en Inglaterra,
incluso Ia revisión de las cuentas
en la historia de la imprenta fue la invención de la impresión tipográfica creras escritas todavía se-hacía ,n¿rrr^
alfabética en la Europa del siglo xv. La escritura alfabética había divi- alta' clanchy (r979, pp' zil,
*a-."i., mediante su lectura en v()z
ia;) d"rl'.iü"
dido la palabra en los equivalentes espaciales de las unidades fonéticas de que aún se manifiesta .";;;";;;;urario:ru práctica y señara er hcr.rrr¡
(., principio, aunque las letras nunca funcionaron como indicadores en- dad hablamos de ,,audiro.fur,,, incruso en Ia actuari-
teramente fonéticos). Sin embargo, las letras utilizadas en la escritura tas, aunque en realidad lo que "la-.Jfi..r.h..,,, Ios libros de cu.r_
un
no existen antes del texto en el cual aparecen. Con la impresión tipográ- por medio de la vista.-A_nt"r, tu "orr,uáo.iu.e hoy en día es examinar,r
g."t.-qr. .o.r...r.bu residuos de la in_
-
fica alfabética, las cosas cambian. Las palabras se componen de unida-
des (tipos) que existen como tales antes que las palabras a las que darán ff ;:':,f 1X,""|;'.'J'".,[1'J'*':?*i""]'il'escuchabaq'"""",áá'"r,,
forma . La impresión sugiere, mucho más de lo que jamás lo hizo la es- Las culturas de manuscristos siguieron
siendo en gran medida or¿rr-
critura, que las palabras son cosas. incluso para rescatar maierial
Al igual que el alfabeto , lu impresión tipográfic a alfabética fue una :::l:1:i-
nuscntos no eran tU:]l.j O: leer,
conservado en textos. Los ma_
según los criterios tü"S.?i";r;*d,,
invención única (OnB, 1967b, y las referencias ahí citadas). Los chinos res y los rectores tendían
a memo.izár
conocían el tipo rnovible, pero no tenían alfabeto, sólo caracteres básica-
la]laban.en
-al menos
gllos pues.no era fácil encontrar un
parciai-mente- lo quc
mente pictográficos. Antes de mediados del siglo xv los coreanos y tur- manuscrito. El aorendizaj" d. .rr.,,,o.iu dato específico en un
bién por el hechá de que, en
..u .rtir.rrlado y facilitado tam_
cos uigures tenían ya alfabeto y utilízaban tipos movibles, pero éstos no
llevaban letras separadas sino palabras enteras. La impresión tipográfi- fl ,,..,cia
ras curtui.u, a"'rljlT,l:::l3:1,j*
i* Jr"nciados .;;;;;r-;TÍlJ:'j,i:: H:* [1];:;
ca alfabética, en la cual cada letra era vaciada en un ped azo separado ".¿
a menudo conservaban Ias pautas *""r¿rriau,
la memorización. Ademár, po. orales que ayudaban a
de metal, o tipo, constityí un adelanto psicológico de la mayor impor- ro ..gri;."ú, l..,o."rljI"
tancia. Marcó profundamente la palabra misma en el proceso de manu- pausadamente, con sonoridád lí "l?"r.r,
,gurZrrl,'illuso cuando lo hacían
factura y la convirtió en una especie de mercancía. La primera línea de las, y esto también contribuía" a so_
a Ia memori zación.
montaje, técnica de rnanufactura que en una serie de pasos establecidos Mucho después ,.
]I:loá,"-f"
dominando por algún_tiempo
i-pr."i., el proceso auditivo siguiír
produce idénticos objetos complejos compuestos de partes reemplazables, el texto- iiri..*."i.iUe,
no sería para fabricar estufas, zapatos o armas, sino para elaborar el li- te to rmpreso acabó nor superarlo. aunque finalmen_
At práááLr.rro auditivo puede perci_
bro impreso. A fines del siglo xvIII la Revolución Industrial aplicó a otras l¡irse notablem".rt" ejemplos,¿.. ül',
queamenudo,o,pu.J..r.;ilp;;"_.;:.r:#nTJ.:i3Í1.JTJ.:?T:
".,
manufacturas las técnicas de partes reemplazables que los impresores apli- "áá"
caban desde hacía trescientos años. Pese a las conjeturas de muchos es- .rón a ras unidades visualesde
(:on gran
l"r p.úu.^. Las portadas del siglo
tructuralistas semióticos, fu" la impresión, ro la escritura, la que de hecho frecuencia r*r_l:_lm paág.."i.portanres, xvr,
reificó lapalabra y, con ella,la actividad intelectual (Org, 1968b, páSi- tlel autor, con guiones, y p."..ntun incluso el nombrc
la prim'era parte de una palabra
nas 306-3 1B). rrna línea con tipo en
s.Tg"Jf. ."g""U'";'i,r, .o., tipo más pequeño,
('omo en la edición de
Más que la visión, el oído había dominado de manera significativa The Boke ri áorlnour, d,"Si. ffro*.u.Eüo,,
el mundo intelectual de la Antigüedad, incluso mucho después de que "oñr¿
r..ir,"i"i."
la escritura fuera profundamente interiorizada. La cultura del manus.
¡'»ublicada en Londres por.Thomas
Steinberg, 1974, p. iS+¡. f"frn;;^,ií; ii;; ñffi;:r# ii*,,
crito en Occidente permaneció siempre marginalmente oral. Ambrosio co, tipo. enormes: en la portada
de Milán capt6 la disposición anterior en su Commentarlt on Luke (iv. 5):
ll.g1.1tu.."
rrrrcral es por mucho ra palabra dlff":il:ilÍi'.T,,+.rli|,,l
*La vista es a menudo engañada, el oído sirve de garantía." En Occi' rrudo es estéticamente agradable -¿r "o,uul.
a-r todas. Er resurtado a mc-
;;H;;;isual, pero choca con nucs-
dente, durante todo el Renacimiento la producción verbal más enseña. rr'o concepto contemooráneo de lo textual.
.s el punto a partir d.r crur sin embargo, esta costumbro
cla fue la oración y quedó implícitamente como el paradigma básico parl r. air.."rr.i¿ .rrioi.o .o.r..pto actual.
todo discurso, tanto escrito como oral. El material escrito era secundariO tr';rs actitudes son las que-se Nucs-
tu" ,.urrrio.*"ui" y p;;i;;;;;;;;::,:r,,
¿rl oído de maneras que hoy en día nos parecen excéntricas. La escriturl prá.'.'ai,i',.",.'llü,"",
scrvía principalmente para recircular el conocimiento al mundo oral, como
::.: :"p,,,:?d.s. ¿por q,r'e .r
"ilatural", supuestamente rrás
nos parece equivocado? ro.q.r"
r:n l«rs debates universitarios medievales, para leer textos literarios y dl
it*umos ras parabras irrr-
l,¡csas ante nosotros como unidade, ,risrrl",
otro ti¡xr ante grupos (Crosby, 1936; Ahern, 1981; Nelson, 1976-1977\r 1.rrrq,r. ."
''ricuremos al menos r" r" i*ugi"u.ia"j.-nria."temente, i.lJJ*-*,,1,,,
y l)¿lr'¿t lt:e:r en voz alta incluso al hacerlo a solas. Por lo menos tan tard0 siunificado de un texto, er siglo;;;.;;;;;;aba al busr:¿rr. r:l
menos en .r :rs¡,:r.r.
120 I,O IMPRE,SO, EL ESPACIO Y LO CONCLUIDO LO IMPRESO, EL ESPACIO Y LO CONCLUIDO t2r
e1espacio de manera más inexorable de lo que jamás lo hizo la escritura.
Esta traslada las palabras del mundo del sonido a un mundo de espacio
visual, pero la impresión las fija en éste. El control de la posición lo es
todo en la impresión. La " composición" manual del tipo (la forma ori-
ginal de la composición tipográfica) consiste en colocar a mano tipos pre-
1
' -. ' | ,/t'c c fábricados de letras, los cuales, después de usarlos, son cuidadosamente
ir-,
U
acomodados de nuevo, acomodados para futuras ocasioncs en los com-
partimientos apropiados de la caja (mayúsculas o letras de tipo mayor
THE
BOKE
en los compartimientos superiores; minúsculas o letras de tipo menor en
los inferiores) . La composición en linotipia consiste en utilizar una rrrá-
quina para colocar las distintas matrices en líneas separadas, de modo
que una línea de tipos pueda fundirse de las matrices debidamente colo-
Nlt cadas . La composición con una terminal de computadora o pr()cesadora
.t
ffi
il.'.'El
de palabras coloca los caracteres electrónicos (letras) previamente pro-
gramadas en la computadora. La composición "en caliente" (o sea, la
mos Éttü,
EsÉt?ü, '-f'"'t 4a cstereotipia, el proceso más antiguo y más utilizado hoy en día) exige
hntebt¡'.
I
tijar el tipo en una posición absolutamente rígida en la caja; ajustar ésta
t¡'rL, firmemente en una prensa; sujetar y afiartzar la nivelación y aplicar una
oX: cnorme presi ón a los tipos sobre la superficie de impresión de papel en
tl
«:ontacto con la plancha.
-9.' Por supuesto, la rnayoría de los lectores no se percatan de toda esta
r.s34
ffi
ffit
locomoción que produjo el texto impreso que tienen frente a sus ojos.
No obstante, del aspecto del texto impreso obtienen un sentido de la
palabra-en-el-espacio bastante distinto del que comunícala escritura. Los
textos impresos parecen hechos a rnáquina, como en realidad lo son. El
ffiI t:ontrol quirográfico del espacio tiende a ser ornamental, decorativo, co-
mo en la caligrafía. El control tipográfico por lo regular causa mayor irn-
presión con su orden y carácter inevitable: las líneas perfectamente
Figura t regulares, todas justificadas en el lugar adecuado; como resultado, la im-
¡rresión visual es de simetría, aun sin la ayuda de renglones o márgenes
rlibujados que a menudo se encuentran en los manuscritos. Se trata de
de la palabray rnás en su sonido de lo que acostumbramos nosotros. To- un insistente mundo de datos fríos, no humanos. "Así son las coszs",
clo texto inrplica vista y sonido. Pero mientras ahora experimentamos la la rúbrica de identificación de Walter Cronkite en la televisión proviene
lectura como una actividad visual que suscita sonido en nosotros, la pri- rlel mundo de lo impreso, que subyace ala oralidad secundaria de la te-
rnera etapa de la impresión aún la consideraba fundamentalmente lcvisión (Org, 197 l, pp. 28+-303).
corno un proceso auditivo aI cual la vista sólo ponía en marcha. Si uno como En conjunto, los textos impresos son rnucho más fáciles de leer que
lector s.entía que estaba escuchando las palabras, ¿qué diferenciahabía los manuscritos. Los efectos de larnayor claridad de lo impreso son mu-
si el texto visible emprendía su propio camino visualmente estético? Se r:hos. En última instancia, sirve para una lectura rápida y silenciosa. Ér-
rccord ará que los manuscritos anteriores a la impresión por lo común la a su vez crea una relación distinta.entre el lector y la voz del autor
t:n el texto y exige estilos distintos de escritura. En la producción de una
.iuntaban las palabras o dejaban un espacio mínimo entre ellas.
(l«rn el tiempo, sin embargo, la impresión reernplazí el persistente pre- obra la impresión comprende muchas personas además del autor: edito-
rl¡rrripi«r clel oído en el mundo del pensamiento ylaexpresión con el predo- rcs, agentes literarios, correctores de pruebas, revisores de manuscritos
nrirri«r rk: la vista, eue tuvo sus inicios en la escritura pero que no pudo y otros. Antes y después del escrutinio de tales personas, el escribir para
sólo con el apoyo de ésta. La imprenta sitúa las palabras en la impresión a menudo precisa revisiones esmeradas de parte del autor
l)r'()slx:r'¿rr
,. . l!1,
r22 LO IMPRESO, EL ESPACIO Y LO CONCLUIDO LO IMPRESO, EL ESPACIO Y LO CONCLUIDO I2i]
de escritura menos que se esté leyendo un listado escrito o impreso específico). En
en una proporción virtualmente desconocida en una cultura
provenientes de cul- este sentido, los listados, como tales, ro tienen un "equivalente oral"
a mano. Sóto unas cuantas obras extensas en prosa
turas de escritura a mano podríansometerse a una revisión editorial co- (1977, pp. 86-87), aunque claro está, las palabras individuales escritas
mo se acostumbra hacer ñoy en día con las obras originales; no están suenan en el oído interno para producir sus significados. Goody tam-
organi zad,as para la rápida ásimilación de una página impresa.
La cul- bién señala la manera inicialmente torpe y ad hoc en la cual se utili zaba
el espacio para hacer estos listados, con divisiones de palabras para se-
tura del manuscrito está orientada hacia el productor pues cada copia
individual de una obra representa un gran consumo del tiempo de un parar los artículos de los números, columnas rectas, entremetidas y alar-
copista particular. Los manuscritos -.ái.,rales abundan en abreviacio- gadas. Además de los listados administrativos, también examina los de
.r.r, las cuales favorecen al copista aunque causen dificultades al lector' sucesos, los léxicos (las palabras se enumeran en diversos órdenes a me-
Lo impreso está orientado haiia el consumidor pues las copias indivi- nudo por significados jerárquicos: los dioses, luego los parientes de los
dioses y finalmente los sirvientes de los dioses) y los listados onomásticos
duales de una obra representan una inversión mucho menor de tiempo:
egipcios, o listas de nombres, eue con frecuencia eran aprendidos de me-
unas cuantas horas dedicadas a lograr un texto más legible mejorarán
moria para la recitación oral . La cultura del manuscrito, altamente oral
inmediatamente miles y miles de copias. Los efectos de la imprenta
en
el pensamiento y el estílo aún tienen que determinarse en toda su com- todavía, consideraba que tener preparadas series escritas de cosas para
pt.¡iaud. La ,.,rista Visibte Language (llamada anteriormenteJournal of TlPo- la rememoración oral servía en sí paraun mejoramiento intelectual. (E,
griphi, Researcá) publica con fiecuencia interesantes artículos que contri- Occidente los educadores opinaban lo mismo hasta fechas recientes y en
buyen a tal determinación. todo el mundo la mayoría de ellos probablemente aún mantienen ese pa-
recer). LJna vez más, la escritura está aquí al servicio de la oralidad.
Los ejemplos de Goody muestr an la elaboración relativamente com-
Et- BsPACIO Y EL SIGNIFICADO pleja del material articulado en forma verbal en las culturas que cono-
cían la escritura, a fin de volver más directa la recuperación del material
La escritura reconstituyó la palabra hablada, originalmente oral, en el mediante su organizaciín espacial. Las listas clasifican los nombres de
el espa-
espacio visual y laimpresión la incrustó más categóricamente en artículos relacionados unos con otros en el mismo espacio visual físico.
cio. Lo ant..io, puedl distinguirse en creaciones tales como los listados, La imprenta crea un uso mucho más refinado del espacio parala organi-
sobre todo los índices alfabéti.or; en el uso de palabras (.^ lugar zaciín visual y conservación del material.
de sím-
bolos iconográficos) para los marbetes; de dibujos impresos de todos ti- Los índices representan un adelanto primordial en este sentido. Los
pos paratrásmitir iñformación; y del espacio tipográfigo abstracto para índices alfabéticos muestran notablemente la separación de las palabras
irrnri, recípro ca y geométricamente con las palab.ras impresas en una del discurso y su inclusión en el espacio tipográfico. Era posible hacer
línea d. .vtlución q,r. se extiende desde las doctrinas de Ramus hasta un índice alfabético de los manuscritos, pero esto rara yez ocurrió (D"-
la poesía concreta y lalogomaquia de Derrida con el texto (casi siempre ly, 1967, pp. 81-90; Clanchy, 1979, pp. 28-29 y B5). Puesto que dos manus-
impreso, no solamente escrito). critos de una obra dada, aunque fueran copiados del mismo dictado, ca-
si nunca coinciden página por página , cada manuscrito normalmente
requiere un índice distinto. Hacer índices no valíala pena. Resultaba
(i) Índices más sensata la rememoración auditiva por medio del aprendizaje de me-
moria, aunque no podía abarcarlo todo. Para la localización visual de
[_,os listados tuvieron su origen en la escritura, Goody trata (1977 , los materiales en un texto manuscrito, a menudo se preferíanlos símbo-
del
pp. 7+-11 1) el uso de los listaáos en la grafía ugarítica de alrededor los gráficos ert vez de los índices alfabéticos. Un símbolo predilecto er¿r
¿rño 1300 a. de C. así como en otras grafías antiguas. Flace notar (1977, el "párrafo", que originalmente se indicaba con esta marcalit, y no un¿r
en los listados se derivan de la situación social unidad de discurso. Si se hacían índices alfabéticos, eran pocos, a menu-
¡r¡r. B7-BB) que la información
a la cual p.rt.r, ecía("cabritos cebados", "ovejas apacentadas",
etcéte- do deficientes y por lo común no comprendidos, incluso en la Europ¿r
r.., sin más especifi.a.iores) y también del contexto lingüístico (general' del siglo xIII, cuando a veces un índice preparado para un manus(:rilo
rr«:nte, er la árticulación oral los sustantivos no están desligados, como se añadía sin cambio de los números de páginas a otro manuscrit«r (:on
(., ¡rs listados, sino integrados en las frasesi rara Yez escuchamos una una numeración diferente (Clanchy, 7979,p. 14+). A veces, los ín«li«:«:s
r.t.«.it¿r«:ión oral constituidá simplemente por una serie de sustantivos,
a parecen haberse valorado por su bellezay misterio antes que por su u(i-
LO IMPRESO, EL ESPACIO Y LO CONCLUIDO 125
CONCLUIDO
12+ LO IMPRESO, EL ESPACIO Y LO
ser introducido por un comentario al lector, al igual que una conversa-
genovés podía maravillarse del catáIogo
lidad. En 1286, uD compilador ción pudiera comertzar con una observación de una persona a otra: "Hic
alfabético que había .trborado óo*o resultado no de su propia habili- habes, carissime lector, librum quem scripset quidam de... " (H. aquí, caro lec-
1967, P' 73)'
dad sino de
,,lagracia de Dios que obró por mí" (Daly, tor, un libro que Fulano de Tal escribió sobre...). La herencia oral se
se halían sólo por las primeras le-
Durante mucho tiempo, Ios índices ejémplo' en una obra manifiesta aquí, pues aunque las culturas orales tienen, claro está, ma-
sonidos: por
tras, o, más bien, por los primeros 15Ó6 en Roma, dado que en neras de referirse a los relatos u otras recitaciones tradicionales (los rela-
latina public adaen f.ch atantardíacomopersonas de habla italiana no tos de las guerras de Troya, las de Mwindo, y así sucesivamente), los
pol las
el italiano y el latín pronunciado se incluye en la a (tratado en
títulos que semejan marbetes no resultan muy convenientes en las cultu-
se articul a la letra h,,'Halyrorr'.r" visuar funciona de ras orales: Flomero difícilmente hubiera iniciado una declamación de epi-
org, rg77, pp. 169_ tiz). Aquí incluso ra recuperaciónRavisius Textor (Pu- sodios de la llíada diciendo: '' La llíada" .
de Iourrrr.,
manera auditiva. specimnt epitrwtgrum, antes de todas las demás anota-
rís, 1518) .oto.u aruueticamánte "Apolo-' apropiado que' eD una obra
ciones bajo la a, Porgue Tgx.to"o"idera r.áibu la posición más pro- (ii) Libros, contenidos 1 portadas
de Ia misma
reracionada con Iu po., ía, erdios
minente.Evidentemente'inclusott"tíndicealfabéticoimpreso'lare- Una yez que lo impreso se había interiorizado del todo, un libro era con-
El mundo oral Personalizado
cuperación visual ,.rri. poclimportancia. como si fueran cosas' siderado como una especie de objeto que "contenía" información, cien-
tas palabras
aún podía negars e .a trátar las tífrca, ficticia o de otro tipo; es decir, ya no era, como antes, enunciado
representa una encrucijada entre
EI índice alfabético en realid;d una forma abreviada del plasmado por escrito (Org, 1958b, p. 313). Cada libro en sí era una edi-
curturas auditiva y visual . Lapalabrl
indr* es
ción impresa físicamente igual a otro, ur objeto idéntico; lo que no suce-
c,rnmunium, "índice de lugares"
o
original index locorum o index licorum varios loci o "tópi- día con los libros manuscritos, incluso cuando reproducían el mismo texto.
,,índice de lugares comunes' ' . Laretórica apori¿tot Ahora bien, con la invención de la imprenta, dos copias de una obra da-
ros uam aríamo* i^ grande,
¿i,ririones- bajo las cuales
cos,, como Ia causa' da no sólo decían lo mismo, sino que eran duplicados una de la otra co-
-llssotros encabezados
eraposible hallar diversos "arg"*titos"' mo objetos. La situación propició el uso de carátulas y el libro impreso, por
temas no relacionados , y así
sucesivamen-
eI efecto, temas reracionados, formul.iio de bases orales' ser un objeto estampado con letras, adoptí fácilmente una presentación
te. A1 abordar el texto;;r.rt. instrumental en osá- compuesta de letras: la portada (nueva con la impresión; Steinberg, 1974,
+oo años simplemente apuntaba
eI reali zadorde índices de hac. y enumeraba éste y pp. l+5-148). Al mismo tiempo,la tendencia iconográfica todavía era
u otrá locus,
les páginas del tex,. * .*ptot
abauno fuerte, como puede verse en las portadas grabadas altamente simbólicas
los loci
ras páginas correspondientes
en er index locorum. En un principio ' que persistieron através de la década de 1660, llenas de figuras alegóri-
del intelec-
oscuros- como "lugáres"
eran considerados -en términos cas y otros motivos no verbales.
tas ideas. En el libro impreso, estos "lugares"
to donde se almacenaban totalmente físi'
locar izabande una manera
psíquicos indeterminados se es'
interectuar, organizado espacialmente'
cayvisibre. un ,rr*o mundo (iii) Una superficie significatiua
taba en gestación' a un enunciado v más
firt:rf,t:f:i:";undo, er ribro se parecíamenos r- ^l^ !^ nnnc.ar\/q.ln
a mano había conservado url
rrn con-
C.OII- Ivins (1953, p. 31) ha señalado que, aunque el arte de imprimir motivos
^
#:::"":'il."d;;áLl;;*ri,rr.
a una cosa. La curLtrra' -" 1* "";--:;^.,1^
. 1 ,.lAn
d:1:':*Tt"J:
. . -- --á 'ldo
^ñr,rrr-ir.ln an
en el curso oon diversas superficies grabadas se conocía desde siglos atrás; sólo des-
cepto del libro como una clase
:'"',T *lln',:t".T: ;::
de Ia corrvsr§a'r-r\-'rr' ffi ;;-
'-;._-^-r^,.-, ;bj .-
*'-á H:,:H:';
r-::1d-",ala
nterior lT::;1i;'l
^menudonor'
I imprenta
sin ¡rués de inventarse la impresión con tipos movibles a mediados del siglo
tv, los grabados se emplearon sistemáticamente para comunicar infor-
una ' cultura de rnación. Los dibujos técnicos hechos a mano, como lo muestra Ivins (1953,
título, el libro de T.'"..:::111-t;., tqtin^ ñre sisnific a"co.
:#,*."",:':J:;ffift :"J:'á;%';il;l'ti:f :l::::1H::-":'*:-.::; l)l). l+-16, +0-+5), se deterioraban pronto en los manuscritos, porque in-
[*r#l;,'i;:.il,?ffi ñffi '^5*":""g,yi'"T:il'-'.iff ür:H;: cluso los artistas expertos pasan por alto el punto decisivo de una ilustra-
f ffi il:;;;';F;i"'-1:*',"1*j:*:1,'"".,X*]:
[tT;*';:,;:fl ':,:x::';;";i n s ime as rt ad as, po
t'irin que copian, a menos que los supervise un experto en el campo al cual
ü,ll',T iliffi
r
o, ap are ce 1 a pr
ü.n -rrar.¡r^ .lcl lihro como Unt
s(' refieren las ilustraciones. De lo contrario, un retoño del trébol blanco
i:lJ:.Hff
[.,as portadas son marDcLC§' rrr(¡rr'Lrr;^::1.." ry,
'#'",ñí;i;;;i'1"11i:"'11':,1::-*:t¡H"o;"#,:$:
A men¡{: medievales dO
r opiado por una serie de artistas no fámlliarizados con el trébol blanco real
de manuscnto, pues por Hopkins de un arroyo ert fnuersnaid. De igual que la biología evolu-
pudieron haber resuelto el probl..T" en una cultura
se habían practicado drr.rrt. siglos con
propósitos decorativos ' Tallar cionista de Darwin o la física de Michelson, este tipo de poesíá tiene su
blanco hubiera sido bastan- origen en el mundo de lo impreso.
una plancha precisa para impririir el trébol
la impresión con tipos y hubiera
te factible mucho antes de inventarse
lo que se necesitaba: una "declaración visual
proporcionado exatamente
de manuscritos (i") El espacio
perfectamente repetible". Si,'embargo, la producción
tipográfico
manuscritos se producían
no era compatible con esa manufactri.. Los Puesto que la superficie visual se hab ía cargado de un significado im-
escribiéndolos a mano, no con partes creadas de antemano ' La impren-
verbal era reproducido con partes prepara- puesto y la impresión no determinaba sólo cuáles palabras se incluían
ta sí eracompatible. El texto
una para formar un texto, sino también su situación exacta sobre la página
con los grabados'
das de antemano y Io mismo podía hacerse repeti- y su relación espacial una con otra, el espacio mismo de una página im-
visual perfectamente
imprenta podía imprimir una ' 'áeclaración
-el "espacio blanco", como se le conoce- adquirió una gran sig-
de tipos. presa
ble,, con Ia misma facilidad de una forma compuesta repe- nificación que conduce directamente al mundo moderno y post-moderno.
una consecuencia de la nueva declaración visual perfectamente cor," Los listados y las gráficas manuscritas analízadas por Goody (lg7 7 ,
no comienza
tible fue la ciencia moderna. La observación precisa para la su- pp. 74-11 1),pueden situar las palabras en relaciones espaciales específicas
sido esencial
la ciencia moderna. Durante siglos, siempre ha
de muchos tipos' unas con otras, pero si estas correspondencias resultan extremadamente
pervivencia entre, Por ejempl ,l ,u'udores y artesanos
moderna es la unión de la observación y la complicadas, las complejidades no sobrevivirán alos caprichos de los su-
Lo distintivo de la ci.rrái, yprocesos cesivos copistas. La impresión puede reproducir, con toda exactitud y
de objetos
articulación verbal exactas: descripciones precisas en cualquier cantidad, listas y gráficas indefinidamente complejas. En
de disponer de graba-
complejos, cuidadosamente obr"r.rados Ei hecho las primeras etapas de la época de la impresión, ,pur...., gráficas
de boj y
, ',ás tarde en Iámi-
dos técnicos fabricados (primero grabados cnormemente intrincadas en la enseñarrza de las materias académicas
exactitud aún mayor) facilitó esas
nas grabadas de metal, i.,.lluduJ.on téc- (Org, 1958b, pp. 80, 81 , 202, ercérera).
articulación verbal
descripciones precisas. Los grabados técnicos )?
y
nt resultante mundo inte- El espacio tipográfico influye no sólo en la imaginación científi ca y
nica se refo rzabany mejorÁ.r, mutuamente. filosófica, sino también en la liter aria, eue muestra algunas de las com-
lectual enormemente rlisuali zado era nuevo del
todo. Los escritores
incapaces de producir descrip- plejas maneras como la psique percibe el espacio tipográfico. George Her-
antiguos y medievales son simplemente
que en algo se aproxi- bert explota el espacio tipográfico para transmitir un significado en sus
ciones de objetos complejos con palabr., p...isas, poemas "Easter Wings" y "The Altar", donde los versos, de variadas
que de hecho' maduran
men a las que aparec.r, i.rpués de la impientay
es decir, la de la Revolu- trxtensiones, dan forma visual a los poemas, que insinúan alas y un altar,
principalmlnte en la época-de-l Romanticismo, caracterís- rt:spectivamente. Ifn los manuscritos, estc tipo de estructura visual sería só-
verbal oral y la que conserva
ción Industrial . Laarticulación En
atención hacia la acción, ,o hacia la apariencia visual lrr incidentalmente viable. T-ristram Shandlt (1760-1767), Laurence Ster-
ticas orales dirige su
rrc utiliza el espacio tipográfico con deliberada extravagancia e incluye
cle los objetos, Ias escenas o las personas
(Fritschi, 1981, pp' 65-66; cfr
vitruvio sobre Ia arquitectura ¡ráginas en blanco en su libro para indicar su renuencia a tratar un
Flavelock, 1963, pp. 61-96). El tiatado de
lema y para invitar al lector a completarlo. En este caso, el espacio equi-
tipos de exactitud a los que aspirabala vieja
es sumamente vago. Los vale al silencio. Mucho más tarde, 1r con mayor refinamiento, Stéphane
Eisenstein (1979, .p' 64)
tradición retórica no eran del orden visual-vocal. Mallarmé elabora su poema "Un Coup de dés" de manera que se im-
las prirneras culturas,
sugiere cuán difícil resulta hoy en día imaginarse
muy pocas personas habían visto alguna vez una imagen ¡rrima con fuentes y tarnaños de tipos diversos, con las líneas distribuidas
en las cuales intencionalmente en toda la página como una especie de caída libre tipo-
físicamente fiel de cualquier cosa' r¡ráfrca, lo cual indica la intervención del azar cuando se lanzan los dados
araci1n visual perfec-
EI nuevo mundo intelectual, iniciado por Ia decl (t:l poema es reproducido y discutido en Bruns, 7974, pp. 115-138). El
correspondientemente exacta
tamente repetible y la descripción verbal r rlrjetivo declarado por Mallarmé es ' 'evita r la narración' '
alaciencia sino también a Ia literatu- y " espaci ar' '
cle la realidad física , afect| ná sólo l;r lectura del poema, de modo que la página, con sus espacios tipográfi-
minuciosa Qut:
ra. Ninguna prosa pre-romántica aporta la descripción ('os, y no la línea, constituya la unidad del verso. El Poema núm.270
en ros cuadernos de Geiard Manley Hopkins (1937),^y nin-
sc cncuentra (1968), sin título, de E. E. Cummings acerca del saltamontes, desinte-
clínica, rigurosa y fiel, los
*rn¿r poesía pre-rom ántica tratacon atención r1r'a las palabras del texto y las desparrarna irregularmente en toda lapá-
por ejemplo, en la descripción hech¿r
fi:.írrnt)nos naturaf.r á". se hallan,
t28 LO IMPRESO, EL ESPACIO Y LO CONCLUIDO LO IMPRESO, ET- ESPACIO Y Lo CONCLUIDO r29
gina, hasta que al fin las letras se juntan en la última palabrai grasshoper; Las imágenes iconográficas están relacionadas con los caracteres ,,pesa-
todo lo anterior para aludir al vuelo caprichoso y ópticamente vertigino- dos" o simbólicos del discurso oral y se asocian con la retórica y las artes
so de un saltamontes, hasta que al final se acomodacándidamente sobre de la memoria que necesita el control oral del conocimiento (Yates,
1966).
la hoja de hierba ante nosotros. El espacio blanco resulta tan esencial La impresión produjo diccionarios exhaustivos y fomentó el deseo de
para el poema de Cummings que es totalmente imposible leerlo en Yoz legislar lo "correcto" .l el lenguaje. Este deseo surgió en gran parte
de
alta. Los sonidos que las letras evocan tienen que estar presentes en la un concepto del lenguaje basado en el estudio del latín culto. Lu, len-
inraginación, pero su manifestación no es sólo auditiva: establece una guas cultas "textualizan" la idea del lenguaje haciéndolo parecer
, bási-
acción recíproca con el espacio visual y cinéticamente percibido a su al- camente como algo escrito . La impresión refu erza el sentiaá aet lengua-
rededor. .ie como esencialmente textual. El texto impreso, no el escrito, es el tlxto
En cierto modo, la poesía concreta (Solt, 1970) lleva a su culminación en su forma más plena y paradigmática.
la acción recíproca entre las palabras articuladas y el espacio tipográfi- La impresión estableció el clima en el cual surgieron los diccionarios.
co. Presenta despliegues de letras o palabras exquisitamente complica- Desde sus orígenes en el siglo xvIII hasta las últimas décadas, los
diccio-
dos o exquisitamente sencillos algunos de los cuales pueden contemplarse narios del inglés comúnmente han tomado como norma del lenguaje só-
pero de ninguna manera leerse ert voz alta; empero, ninguno de ellos lo el uso de los escritores que producen textos para la imp..rür,
puede asimilarse sin cierta conciencia del sonido articulado. Incluso cuan- de todos ellos).Lausanzade todoslos demás, si se apartadl este.-pt.o
i, ,o
do la poesía concreta no puede ser leída en absoluto no es sólo una ima- tipográfico, se ha considerado como "corrupta". E[ Webster's Third New
gen. La poesía concreta es un género menor, a menudo meramente mañoso International
.Dictionar! (1961) fue la prim.ru obra lexicográfica importante
(hecho que vuelve tanto más necesaria una explicación del impulso que que rompió totalmente con este viejo convencionalir*o tipográfico
y que
la produce). citó como fuentes del uso a personas que no escriben puiutá impresión;
Hartman (1981, p. 35) sugiere un vínculo entre la poesía concreta y desde luego muchas personas, formadás por la vieja üeología, áescarta-
la actual logomaquia deJacques Derrida con el texto. El lazo ciertamen- ron al punto este impresionante logro lexicográficá (Dykema, 1963) co-
te es real y merece más atención. La poesía concreta juega con la dialéc- mo una traición al lenguaje ',verdadero,, o ,,pr.o;,.'
tica de la palabra fija en el espacio, opuesta ala palabra oral articulada La impresión también fue un factor principaf en el desarrollo del con-
que nunca puede inmovilizarse en el espacio (todo texto es un pretexto); cepto de una vida personal priv ada que caracte riza ala sociedad moder-
es decir, juega con las limitaciones absolutas de 1o textual, las cuales pa- na- Produjo libros más pequeños y portátiles que los comunes en una
radójicamente revelan también las restricciones inherentes a la palabra cultura de manuscrito, Preparando psicológicamente la escena para la
hablada. Este es el terreno de Derrida, aunque se desplaza Por él a su lectura a solas en un rincón tranquilo, y .o, el tiempo, para la jectura
propio paso deliberado . La poesía concreta no es el producto de la escri- del todo silenciosa. En la cultura de manuscrito y, por lo tanto, er los
tura sino de la tipografía, como ya se ha visto. La "deconstrucciítt" albores de la cultura de la impresión, la lectura tendía a ser una activi-
está ligada ala tipografía y no sólo ala escritura, como frecuentemente dad social, eD la cual una personaleía a otras en un grupo. Como ha
parecen suponer sus defensores. señalado Ste-iner ( 7967 , p- 383), la lectura en la intimiduá ..quiere de
un hogar lo bastante amplio para proporcionar aislamiento y tranquili-
dad al individuo. (E, la actualidad, los maestros de niños proveniántes
Epacros H¡Ás DIFUSoS de zonas de miseria están plenamente convencidos de que a menudo la
princip al raz6n de un mal desempeño escolar es que en una casa llena
Podemos enumerar interminablemente los efectos adicionales más o me- de gente no huy sitio donde un niño o una niña pueda estudiar conve-
nos directos que lo impreso ha tenido sobre la economía intelectual o la nientemente. )
"mentalidad" de Occidente. Lo impreso con el tiempo desplazí al anti- La impresión creó un nuevo sentido de la propiedad privada de las
guo arte de la retórica (de bases orales) del centro de la educación acadé- palabras. En una cultura oral primaria, las p"rrorras pued., g.rrrdar
cier-
mica. Estimulí y posibilitó en gran escala la cuantificación del saber, to sentido de derechos de propiedad sobre r., po.ma, pero no es lo
habi-
mediante el empleo del análisis matemático y de diagramas y gráfrcas. tual y por lo general resulta debilitado por la herencia común del saber
[,a impresión finalmente redujo el atractivo de la iconografía en el ma- ¡ropular, las fórmulas y los temas a los que recurre todo mundo. Con
nejo del conocimiento, pese al hecho de que las primeras fases de la im- la escritura, empiez a a desarrollarse el résentimiento contra el plagio.
presión hicieron circular ilustraciones iconográficas como nunca antes. Martial (i. 53.9), el antiguo poeta latino, utiliz alapalabr a ptagiqrrr, (ior-
L
I
I
surgió dicha oratoria' arte verbal: la lírica, la narrativa, el discurso descriptivo, la oratoria (com-
t
pletamente oral, hasta la oratoria organizada caligráficamente y el dis-
t curso público adaptado para la televisión), el teatro, las obras filosóficas
y científicas, la historiografíayla biografía, por mencionar sólo unos cuan-
tos. Entre ellos, el género más estudiado desde el punto de vista del cam-
I
bio de la oralidad ala escrituraha sido la narrativa. Será de utilidad
aquí considerar algunos estudios sobre la narrativa para indicar algunas
de las hipótesis más recientes ofrecidas por los estudios sobre la oralidad
y La escritura. A la narrativa podemos, para los presentes propósitos, asi-
milar el teatro, el cual, mientras presentala acción sin una voz narrati-
yz, aún cuenta con una línea de acción, como sucede en la narración.
Claro está, otros factores desarrollados en la sociedad , aparte del giro
de la oralidad a la escritura, ayvdan a determinar la evolución de la na-
rrativa através de las épocas: la cambiante organizaciín política, el de-
sarrollo religioso, los intercambios culturales y mucho más, incluyendo
los adelantos en los otros géneros verbales. Este tratamiento de la narra-
ción no pretende reducir toda causalidad al cambio de la oralidad a la
escritura, sino sólo mostrar algunos de los efectos producidos por dicho
cambio.
La narración es en todas partes un género muy importante del arte
verbal, que aparece regularmente desde las culturas orales primarias hasta
el avanzado conocimiento de la escritura y el procesamiento electrónico
de la información. En cierto sentido ,la narración es capital entre todas
las formas de arte verbales porque constituye el fundamento de tantas
otras, a menudo incluso las más abstractas. El saber humano procede
del tiempo. Aun detrás de las abstracciones de la ciencia, se encuentra
la narración de las observaciones, con base en la cual se han formulado
las abstracciones. Los estudiantes en un laboratorio de ciencias tienen
que poner los experimentos "por escrito", es decir, tienen que narrar
lo que hicieron y lo que sucedió cuando lo hicieron. A partir de la narra-
ción, es posible establecer ciertas generalizaciones o conclusiones abstrac-
tas. Detrás de los proverbios, los aforismos, la especulación filosófica y
el ritual religioso, está la memoria de la experiencia humana, esparcida
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